------------------------El Colportor Evangélico CE v 1 Prefacio CE 1 1 Capítulo 1 -- Nuestras publicaciones y su misión CE 7 1 Capítulo 2 -- Una obra de primera importancia CE 17 1 Capítulo 3 -- Un llamamiento a reclutar colportores evangélicos CE 27 1 Capítulo 4 -- Selección de colportores evangélicos CE 32 1 Capítulo 5 -- Nuestros estudiantes y el colportaje evangélico CE 38 1 Capítulo 6 -- Una obra para salvar vidas CE 49 1 Capítulo 7 -- Una completa consagración a Dios CE 58 1 Capítulo 8 -- Plenamente preparados CE 64 1 Capítulo 9 -- Ejemplos en hábitos, comportamiento e indumentaria CE 73 1 Capítulo 10 -- Una voz y un lenguaje agradable CE 79 1 Capítulo 11 -- Diligentes en el servicio CE 83 1 Capítulo 12 -- Constantes en la oración CE 87 1 Capítulo 13 -- Puntos de venta CE 95 1 Capítulo 14 -- El colportor evangélico y sus finanzas CE 103 1 Capítulo 15 -- La cooperación con otros obreros evangélicos CE 107 1 Capítulo 16 -- Dirigidos por el espíritu de Dios CE 113 1 Capítulo 17 -- Acompañados por los ángeles CE 117 1 Capítulo 18 -- Ayuda para toda dificultad CE 124 1 Capítulo 19 -- Libros con el mensaje CE 127 1 Capítulo 20 -- Nuestros libros especiales CE 135 1 Capítulo 21 -- Publicaciones sobre salud CE 140 1 Capítulo 22 -- Conservar el debido equilibrio CE 151 1 Capítulo 23 -- El ministerio de nuestras revistas CE 154 1 Capítulo 24 -- La abarcante influencia de nuestras publicaciones CE 187 1 Apéndice -- Ayuda en la vida cotidiana ------------------------Prefacio CE v 1 Respondiendo a una comisión divina, los adventistas del séptimo día han emprendido entusiastamente la obra de pregonar por medio de la página impresa las verdades del sábado y del segundo advenimiento de Cristo. En más de un siglo de actividad evangelizadora, nuestra obra de Publicaciones ha sido un instrumento poderoso para difundir el mensaje del tercer ángel en todo el mundo. CE v 2 A través de los años se ha recibido, por medio de la pluma de Elena de White, dirección especial con respecto a la tarea de publicar y hacer circular nuestros impresos. En estos consejos, la venta de nuestros libros y periódicos con la verdad es elevada a la categoría de una obra comparable con la del ministerio evangélico, y quien se dedica a la venta de estos libros es considerado un colportor evangélico. CE v 3 En 1902 se reunió una cantidad de declaraciones de Elena de White relativas al ministerio del colportaje, las que fueron publicadas bajo el título de Manual for Canvassers [Manual para colportores]. Consejos subsiguientes de la Hna. White sobre el ministerio de las Publicaciones indujeron a hacer una ampliación de esa obra, y en 1920 apareció el precioso tomo denominado Colporteur Evangelist [El colportor evangélico]. La obrita, publicada en varios idiomas, incluso en español, circuló ampliamente. CE v 4 El deseo de eliminar la repetición de temas, de colocar los consejos en un orden temático bien organizado y de incluir unas pocas declaraciones adicionales escogidas de libros, artículos periodísticos y manuscritos de la Hna. White, dio como resultado el libro Colporteur Ministry, que fue preparado en armonía con la provisión hecha por ella para la publicación póstuma de sus escritos. Con excepción de algo de material que fue eliminado por ser meras repeticiones, todo el contenido de Colporteur Ministry está en El colportor evangélico [en español conservó el título anterior]. Esta obra incorporó varias particularidades: los compiladores pusieron la referencia de cada cita y el año en que se publicara por primera vez; incluyeron subtítulos, que le servirían al lector para encontrar las declaraciones que deseara; y utilizaron cursivas al comienzo de un párrafo o más para destacar el pensamiento central de la(s) cita(s). Por último, todas las referencias se hicieron con respecto a las fuentes originales y no a El colportor evangélico, pues ésta se compiló después de la muerte de la Hna. White. CE vi 1 La presente edición, nuevamente ampliada, fue pensada teniendo en cuenta muy especialmente a usted, querido colportor. Porque además de los inspirados consejos de El colportor evangélico, ahora podrá beneficiarse con la orientación oportuna, práctica, de Ayuda en la vida cotidiana, un librito del Espíritu de Profecía que socorrió a miles de personas al inspirarlas para vivir una vida cristiana exitosa. Cada uno de sus cuatro capítulos le serán una mina valiosa de ricos tesoros, que bien valdrá la pena repasar mientras haga frente a las realidades cotidianas en el trato con los demás y con Dios, y en la comprensión de sí mismo. CE vi 2 Que los consejos relativos al evangelismo por medio de las Publicaciones, bajo esta nueva ampliación, pueda guiar e inspirar a un ministerio más rico y eficiente para el Maestro, es el sincero deseo de los editores y de Los Fideicomisarios, De los Escritos, De Elena G. De White ------------------------Capítulo 1--Nuestras publicaciones y su misión "Tienes que empezar a imprimir" CE 1 1 En una reunión celebrada en Dorchester, Massachusetts, en noviembre de 1848, recibí una visión acerca de la proclamación del mensaje del sellamiento y del deber de los hermanos de publicar la luz que brillaba sobre nuestro sendero. CE 1 2 Después de salir de la visión le dije a mi esposo: "Tengo un mensaje para ti. Tienes que empezar a imprimir un pequeño periódico y enviarlo a la gente. Será pequeño al comienzo; pero a medida que la gente lo lea, te enviará medios con los cuales imprimir; y será un éxito desde el mismo principio. Se me ha mostrado que de este modesto comienzo brotarán como raudales de luz que han de circuir el mundo".--Life Sketches of Ellen G. White, 125 (1915). Hacer que la verdad sea clara y sencilla CE 1 3 Nuestras publicaciones tienen que realizar una obra muy sagrada y presentar en forma clara, sencilla y simple la base espiritual de nuestra fe. Por doquiera la gente hace sus decisiones; todos están tomando posiciones, o bajo el estandarte de la verdad y la justicia, o bajo el estandarte de las potencias apóstatas que están contendiendo por la supremacía. En este tiempo se ha de dar al mundo el mensaje de Dios con tanto énfasis y poder que la gente se vea frente a frente con la verdad, y deba decidir con su mente y su corazón. Debe ser inducida a ver la superioridad de la verdad sobre los múltiples errores que procuran atraer la atención y suplantar, si fuese posible, la Palabra de Dios para este tiempo solemne. CE 2 1 El gran objetivo de nuestras publicaciones es ensalzar a Dios, llamar la atención de los hombres a las verdades vivientes de su Palabra. Dios nos invita a enarbolar, no nuestro propio estandarte, no el estandarte de este mundo, sino el de la verdad.--Joyas de los Testimonios 3:151, 152 (1902). Publicar la luz y la verdad CE 2 2 En la noche del 2 de marzo de 1907, muchas cosas me fueron reveladas en cuanto al valor de nuestras publicaciones que contienen la verdad presente, y la poca diligencia de nuestros hermanos y hermanas en asegurarles una amplia difusión. CE 2 3 Me fue mostrado en repetidas ocasiones que nuestras prensas debieran estar continuamente ocupadas en publicar la luz y la verdad. El tiempo actual es un tiempo de tinieblas espirituales para las iglesias del mundo. La ignorancia de las cosas divinas ha encubierto a Dios y la verdad de la vista de los hombres. Las fuerzas del mal se congregan y fortalecen. Satanás promete a sus asociados que hará una obra que seducirá al mundo entero. Mientras que la actividad de la iglesia es sólo parcial, Satanás y sus ejércitos están desplegando una actividad intensa. Las iglesias seudocristianas están muy lejos de haber convertido al mundo, pues ellas mismas se han dejado corromper por el egoísmo y el orgullo; y necesitan experimentar el poder regenerador de Dios en su seno antes de poder guiar a otros hacia un ideal más elevado y más puro.--Joyas de los Testimonios 3:315 (1909). Para dar el mensaje con rapidez CE 3 1 La obra de producir libros debiera ser el medio de presentar rápidamente la verdad presente al mundo. Las publicaciones que salen de nuestras prensas en la actualidad debieran ser de tal naturaleza que fortalezcan cada clavija y cada columna de nuestra fe, la cual fue establecida por la palabra de Dios y las revelaciones de su Espíritu. CE 3 2 La verdad que Dios ha dado a su pueblo en estos últimos días debiera mantenerlo firme cuando lleguen a la iglesia personas que presentan falsas teorías. La verdad que ha permanecido firme contra los ataques del enemigo durante más de medio siglo, todavía debe ser la confianza y el consuelo del pueblo de Dios. CE 3 3 La evidencia que presentemos ante los incrédulos de que poseemos la verdad de la Palabra de Dios, debe consistir en una vida de estricta abnegación. No hagamos de nuestra fe un objeto de burla; mantengamos siempre ante nosotros el ejemplo de Aquel que, aunque era el Príncipe del cielo, se humilló para vivir una vida de abnegación y sacrificio con el fin de vindicar la justicia de la palabra de su Padre. Que cada uno resuelva hacer todo lo posible para que la luz de sus buenas obras brille en el mundo.--Testimonios para la Iglesia 9:57 (1909). Preparar a un pueblo para encontrarse con Dios CE 3 4 Las páginas impresas que salen de nuestras casas publicadoras deben preparar a un pueblo para ir al encuentro de su Dios. En el mundo entero, estas instituciones deben realizar la misma obra que hizo Juan el Bautista en favor de la nación judaica. Mediante solemnes mensajes de amonestación, el profeta de Dios arrancaba a los hombres de sus sueños mundanos. Por su medio, Dios llamó al arrepentimiento al apóstata Israel. Por la presentación de la verdad desenmascaraba los errores populares. En contraste con las falsas teorías de su tiempo, la verdad resaltaba de sus enseñanzas con certidumbre eterna. "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado". Mateo 3:2. Tal era el mensaje de Juan. El mismo mensaje debe ser anunciado al mundo hoy por las páginas impresas que salen de nuestras casas editoriales... CE 4 1 En gran medida, es por medio de nuestras imprentas como debe cumplirse la obra de ese otro ángel que baja del cielo con gran potencia e ilumina la Tierra con su gloria.--Joyas de los Testimonios 3:140, 142 (1902). Deben ir a todas partes CE 4 2 Nuestros impresos debieran ir a todo lugar. Publíquense en muchos idiomas. El mensaje del tercer ángel debe darse por este medio tanto como por la predicación de viva voz. Despierten, ustedes que creen en la verdad para este tiempo. Les incumbe el deber actual de proveer todos los medios posibles para sostener a quienes comprenden la verdad, para que la proclamen. Una parte de los ingresos provenientes de la venta de nuestras publicaciones debiera servir para aumentar nuestro equipo de herramientas, con el fin de así poder producir una mayor cantidad de impresos destinados a abrir los ojos de los ciegos y a enternecer los corazones.--Joyas de los Testimonios 3:312 (1902). CE 5 1 Hay muchos lugares en los cuales no puede oírse la voz del predicador, lugares que pueden ser alcanzados únicamente por nuestras publicaciones: los libros, periódicos y folletos que contienen las verdades bíblicas que el pueblo necesita. Nuestras publicaciones han de ser distribuidas por todas partes. La verdad ha de ser sembrada junto a todas las aguas; pues no sabemos cuál ha de prosperar, si esto o lo otro. En nuestro juicio falible podemos pensar que no es aconsejable dar las publicaciones precisamente a las personas que más rápidamente aceptarían la verdad. No sabemos cuáles pueden ser los resultados de entregar un solo folleto que contiene la verdad presente.--Manuscrito 127, 1903. CE 5 2 Nos acercamos rápidamente al fin. La impresión y circulación de libros y periódicos que contengan la verdad para este tiempo ha de ser nuestra tarea.--Testimonios para la Iglesia 8:89 (1904). A todo país y clima CE 5 3 Las publicaciones han de multiplicarse y esparcirse como las hojas de otoño. Los silenciosos mensajeros están iluminando y modelando las mentes de miles de personas en todos los países y climas.--The Review and Herald, 21 de noviembre de 1878. En todos los idiomas CE 5 4 De ciudad en ciudad y de país en país ellos [los colportores] han de llevar las publicaciones que contienen la promesa del pronto regreso del Salvador. Estas publicaciones deben traducirse a todos los idiomas, porque el evangelio ha de predicarse en todo el mundo. Cristo promete a cada obrero la eficiencia divina que dará éxito a su trabajo.--Testimonios para la Iglesia 9:28 (1909). Para iluminar todo el mundo CE 6 1 El mundo debe recibir la luz de la verdad por medio del ministerio evangelizador de la Palabra, efectuado por nuestros libros y periódicos.--Joyas de los Testimonios 3:311 (1909). CE 6 2 De nuestros libros y periódicos han de emanar brillantes rayos de luz que han de iluminar al mundo con respecto a la verdad presente.--Testimonios para la Iglesia 8:87 (1904). ------------------------Capítulo 2--Una obra de primera importancia Un ministerio exitoso para salvar a las personas CE 7 1 La obra del colportaje, debidamente practicada, es obra misionera del más alto orden, y es un método tan bueno y de tanto éxito como cualquiera que se pueda emplear para presentar a la gente las verdades importantes para este tiempo. La importancia de la obra del ministerio es indudable; pero muchos que tienen hambre del pan de vida no han tenido oportunidad de oír una palabra de los predicadores delegados por Dios. Por esta razón es esencial que nuestras publicaciones reciban amplia circulación. Así el mensaje irá donde el predicador no puede ir, y la atención de muchos será atraída a los acontecimientos importantes relacionados con las escenas finales de la historia de este mundo. CE 7 2 Una obra ordenada por Dios--Dios ha ordenado el colportaje como un medio de presentar a la gente la luz contenida en nuestros libros, y los colportores deben comprender cuán indispensables es presentar al mundo tan pronto como sea posible los libros necesarios para su educación e ilustración espirituales. Esta es en verdad la obra que el Señor quiere que su pueblo haga en este tiempo. Todos los que se consagran a Dios para trabajar como colportores están ayudando a dar el último mensaje de amonestación al mundo. No podemos estimar demasiado altamente esta obra; porque si no fuese por los esfuerzos del colportor, muchos no oirían nunca la amonestación.--Joyas de los Testimonios 2:532 (1900). Una obra de la mayor importancia CE 8 1 Si hay una obra más importante que otra, es la de presentar al público nuestras publicaciones, induciéndolo así a escudriñar las Escrituras. La obra misionera--que consiste en introducir nuestras publicaciones en el seno de las familias, conversar y orar con ellas--, es una obra buena que instruirá a los hombres y las mujeres acerca de cómo realizar la labor pastoral.--Testimonios para la Iglesia 4:390 (1880). CE 8 2 Cuando los miembros de iglesia se den cuenta de la importancia de la circulación de nuestras publicaciones, dedicarán más tiempo a esta obra. Las revistas, los folletos y los libros serán colocados en los hogares de la gente, para predicar el evangelio en sus diversos aspectos... La iglesia debe prestar atención a la obra del colportaje. Esta es una de las formas en que debe brillar en el mundo. Entonces será "hermosa como la luna, radiante como el sol, imponente como ejércitos en orden".--Manuscrito 113, 1901. Un llamamiento a revivir el interés CE 8 3 Se me recuerda constantemente la importancia del colportaje. Últimamente no se le ha infundido a esta obra la vida que le dieron una vez los agentes que hicieron de ella su especialidad. Se sacó a los colportores de su obra evangelizadora para que se dedicasen a otros trabajos. Esto no es como debiera ser. Muchos de nuestros colportores, si estuviesen verdaderamente convertidos y consagrados, podrían hacer más en este ramo que en cualquier otro en cuanto a presentar a la gente la verdad para este tiempo. CE 8 4 La Palabra de Dios nos muestra que el fin se acerca. Hay que amonestar al mundo, y como nunca antes debemos trabajar para Cristo. Se nos ha confiado la obra de amonestación. Debemos ser conductos de luz para el mundo e impartir a otros la luz que recibimos del gran Portaluz. Serán probadas las palabras y las obras de todos los hombres. No nos rezaguemos ahora. Lo que debe hacerse para amonestar al mundo se ha de hacer sin dilación. No se deje languidecer la obra del colportaje. Preséntense a tantas personas como se pueda los libros que contienen la luz sobre la verdad presente.--Joyas de los Testimonios 2:545 (1900). Iguala en importancia al ministerio pastoral CE 9 1 Los colportores han de salir a hacer su obra en las diversas partes del país. La importancia de esta obra se equipara plenamente a la del ministerio pastoral. El predicador viviente y el mensajero silencioso se necesitan por igual para la realización de la gran tarea que afrontamos.--The Review and Herald, 1 de abril de 1880. CE 9 2 El trabajo de colportar con nuestras publicaciones constituye una rama muy importante y provechosa de la obra evangélica. Nuestras publicaciones pueden ir a lugares donde no se pueden realizar reuniones. En tales sitios el fiel colportor evangélico ocupa el lugar del predicador viviente. Por medio de la obra del colportaje se presenta la verdad a miles de personas que de otra manera nunca la podrían oír.--The Review and Herald, 7 de octubre de 1902. CE 10 3 No tenemos tiempo que perder. Hay una obra importante delante de nosotros, y si somos siervos perezosos perderemos ciertamente la recompensa celestial. Pero pocos son los que tienen una visión amplia y extensa de lo que puede realizarse para alcanzar a la gente por medio de esfuerzos personales e interesados en una sabia distribución de nuestras publicaciones. Muchos que no serían inducidos a escuchar la verdad presentada por el predicador vivo, aceptarán un folleto o una revista y lo leerán con cuidado; como muchas de las cosas que lean concordarán exactamente con sus ideas, se interesarán en leer todo lo que contiene.--The Review and Herald, 19 de diciembre de 1878. Comprender nuestra responsabilidad CE 10 1 Existe el peligro de que nos dejemos invadir por un espíritu de mercantilismo y absorber tanto en los negocios terrenales, que las verdades de la Palabra de Dios no se manifiesten en nuestra vida. El amor por hacer negocios y obtener ganancias se vuelve siempre más dominante. Hermanos míos, sean vuestras vidas realmente convertidas. Si hubo alguna vez un tiempo en que fuese necesario comprender nuestra responsabilidad, es ahora, cuando la verdad está caída en la calle y la rectitud no puede entrar. Satanás ha bajado teniendo gran poder, para obrar con todas las seducciones de injusticia en aquellos que perecen; y todo lo que es susceptible de ser removido lo será; solamente subsistirán aquellas cosas que no puedan serlo. CE 10 2 El Señor vendrá; estamos entrando en escenas de calamidades. Los agentes de Satanás, aunque invisibles, se esfuerzan por destruir las vidas humanas. Pero si nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, contemplaremos su gracia y su salvación. El Señor viene para establecer su reino sobre la Tierra. Que nuestras lenguas sean santificadas y empleadas para su gloria. Trabajemos ahora como no lo hicimos nunca. Somos exhortados a instar "a tiempo y fuera de tiempo". 2 Timoteo 4:2. Debemos crear oportunidades para la presentación de la verdad, y aprovechar toda ocasión que se nos presente para atraer a las personas al Salvador. CE 10 3 Como pueblo, debemos reconvertirnos, de manera que nuestra vida santificada anuncie la verdad tal cual es en Jesús. Al mismo tiempo que repartimos nuestras publicaciones, podemos, con el corazón ardiente y palpitante, hablar del amor del Salvador. Sólo Dios puede perdonar los pecados; si no comunicamos este mensaje a los inconversos, nuestra negligencia puede implicar su perdición... El Señor nos pide a todos que nos esforcemos para salvar a los seres humanos que perecen. Satanás está obrando; procura seducir aun a los mismos escogidos; ahora es el momento de trabajar con vigilancia. Debe darse publicidad a nuestros libros y periódicos; el evangelio de la verdad presente debe ser dado sin tardanza a nuestras ciudades. ¿Cumpliremos con nuestro deber?--Joyas de los Testimonios 3:313, 313 (1909). La obra de Dios CE 11 1 Recuerde el colportor que tiene la oportunidad de sembrar junto a todas las aguas. Recuerde, mientras vende los libros que dan el conocimiento de la verdad, que está haciendo la obra de Dios, y que todo talento debe ser empleado para gloria de su nombre. Dios estará con todo aquel que trata de conocer la verdad para poderla presentar a otros claramente. Dios ha hablado con sencillez y claridad: "Y el espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' El que oye, diga: '¡Ven!' Y el que tiene sed, venga". Apocalipsis 22:17. Sin tardanza debemos instruir a quienes lo necesitan, con el fin de que sean llevados al conocimiento de la verdad tal como es en Jesús.--Joyas de los Testimonios 2:533 (1900). Atalayas y mensajeros CE 11 2 Ha llegado el tiempo en que los colportores deben hacer una gran obra. El mundo está dormido y, como atalayas, ellos han de hacer repercutir la amonestación para despertar a los que duermen con el fin de que conozcan su peligro. Las iglesias no conocen el tiempo de su visitación. Con frecuencia, la mejor manera en que pueden aprender la verdad es por medio de los esfuerzos del colportor. Los que salen en nombre del Señor son sus mensajeros para dar a las multitudes que están en las tinieblas y el error las gratas nuevas de la salvación en Cristo en obediencia a la ley de Dios.--Joyas de los Testimonios 2:534 (1900). Verán personas convertidas CE 12 1 Salgan los colportores con la Palabra del Señor, recordando que los que obedecen los mandamientos y enseñan a otros a obedecerlos serán recompensados al ver a las personas convertirse; y una persona verdaderamente convertida traerá otras a Cristo. Así entrará la obra en nuevos territorios (Ibíd. Año 1900). Mientras dure el tiempo de gracia CE 12 2 Mientras dure el tiempo de gracia, habrá oportunidad para que el colportor trabaje. Cuando las denominaciones religiosas se unan con el papado para oprimir al pueblo de Dios, el colportaje evangélico abrirá lugares en que exista libertad religiosa. Si en un lugar la persecución se hace severa, procedan los obreros como Cristo enseñó. "Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra". Si la persecución llega allí, vayan a otro lugar. Dios guiará a sus hijos, convirtiéndolos en una bendición en muchos lugares. Si no fuera por la persecución no estarían tan ampliamente esparcidos para proclamar la verdad. Y Cristo declara: "No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre". Mateo 10:23. Hasta que en los cielos se proclame el decreto, "Hecho está", siempre habrá lugares para trabajar y corazones que reciban el mensaje.--Testimonios para la Iglesia 6:475 (1900). CE 13 1 Hay una gran obra que hacer, y debe realizarse todo esfuerzo posible para revelar a Cristo como el Salvador que perdona el pecado, Cristo como el que carga con el pecado, Cristo como la brillante estrella matutina; y el Señor nos dará favor ante el mundo hasta que la obra esté terminada.--Testimonios para la Iglesia 6:29 (1900). No existe obra superior CE 13 2 No hay obra superior a la del colportaje evangélico, porque entraña el cumplimiento de los deberes morales más elevados. Los que se dedican a esta obra necesitan estar siempre bajo el control del Espíritu de Dios. No deben ensalzarse a sí mismos. ¿Qué tiene cualquiera de nosotros que no haya recibido de Cristo? Debemos amarnos como hermanos y revelar nuestro amor ayudándonos unos a otros. Debemos ser compasivos y corteses. Debemos avanzar juntos y trabajar unidos. Únicamente los que vivan de acuerdo con la oración de Cristo y la cumplan en la vida práctica resistirán la prueba que ha de sobrevenir a todo el mundo. Los que ensalzan al yo, se colocan bajo el poder de Satanás y se preparan para recibir sus engaños. La orden del Señor a su pueblo es que elevemos cada vez más el estandarte. Si obedecemos a su voz, él obrará con nosotros, y nuestros esfuerzos serán coronados de éxito. Obtendremos en nuestra obra ricas bendiciones de lo alto y nos haremos tesoros junto al trono de Dios. CE 13 3 Si tan sólo supiéramos lo que nos espera, no seríamos tan morosos en la obra del Señor. CE 13 4 Somos responsables de la obra que debiéramos haber hecho--Estamos en el tiempo del zarandeo, en el tiempo en que todo lo que pueda ser sacudido será sacudido. El Señor no disculpará a los que conocen la verdad y no obedecen sus órdenes en palabras y acciones. Si no hacemos esfuerzos para ganar a las personas para Cristo, seremos tenidos por responsables de la obra que podríamos haber hecho pero no hicimos por nuestra indolencia espiritual. Los que pertenecen al reino del Señor deben obrar fervientemente para la salvación de los seres humanos. Deben hacer su parte para atar la ley y sellarla entre los discípulos. CE 14 1 ¿Quién irá?--El Señor quiere que la luz que derramó sobre las Escrituras resplandezca en rayos claros y brillantes; y es deber de nuestros colportores hacer un esfuerzo enérgico y concertado para que se cumpla el designio de Dios. Nos espera una obra grande e importante. El enemigo de los hombres lo comprende y está empleando todo medio de que dispone para inducir al colportor a emprender algún otro ramo de trabajo. Debe cambiarse este orden de cosas. CE 14 2 Dios invita a los colportores a que vuelvan a su trabajo. Pide voluntarios que dediquen todas sus energías y entendimiento a la obra y ayuden dondequiera que haya oportunidad. El Maestro invita a cada uno a hacer según su capacidad la parte que le ha sido confiada. ¿Quiénes responderán al llamamiento? ¿Quiénes saldrán, henchidos de sabiduría, gracia y amor por Cristo, a trabajar a favor de los que están cerca y lejos? ¿Quiénes sacrificarán la comodidad y el placer, y penetrarán en los lugares donde reina el error, la superstición y las tinieblas, para obrar con fervor y perseverancia, presentar la verdad con sencillez, orar con fe y trabajar de casa en casa? ¿Quiénes saldrán en este tiempo fuera del campamento, dotados del poder del Espíritu Santo, para soportar oprobio por amor a Cristo, explicar las Escrituras a la gente y llamarla al arrepentimiento? CE 15 1 Dios tiene obreros en toda época. Satisface la demanda de la hora con la llegada del hombre apropiado. Cuando clame la voz divina: "¿A quién enviaré y quien irá por nosotros?", llegará la respuesta: "Heme aquí, envíame a mí". Isaías 6:8. Todos los que trabajan eficazmente en el colportaje deben sentir en su corazón que están haciendo la obra de Dios al ministrar a las personas que no conocen la verdad para este tiempo. Están proclamando la nota de advertencia en los caminos y los vallados, con el fin de preparar a un pueblo para el gran día del Señor, que pronto ha de sobrecoger al mundo. CE 15 2 No tenemos tiempo que perder. Debemos alentar esta obra. ¿Quiénes saldrán ahora con nuestras publicaciones? El Señor imparte idoneidad para la obra a todo hombre y toda mujer que quiera cooperar con el poder divino. Cuando se pongan la armadura, obtendrán todo el talento, el valor, la perseverancia, la fe y el tacto que se requiera. Debe hacerse una gran obra en nuestro mundo, y los agentes humanos responderán ciertamente a la demanda. El mundo debe oír la amonestación. Cuando llegue la invitación: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?", contesten en forma clara y distinta: "Heme aquí, envíame a mí".--Joyas de los Testimonios 2:547-549 (1900). Comentarios de espectadores negligentes CE 15 3 Los espectadores negligentes no aprecian tal vez nuestro trabajo ni ven su importancia. Quizá piensen que es un negocio que reporta pérdidas, una vida de labor ingrata y sacrificio propio. Pero el siervo de Jesús la ve de acuerdo con la luz que brilla de la cruz. Su sacrificio le parece pequeño en comparación con el de su bendito Maestro, y se alegra de seguir en sus pisadas. El éxito de su labor le proporciona el gozo más puro, y es la más rica recompensa de una vida de trabajo paciente.--Joyas de los Testimonios 2:556 (1900). No hay tiempo para perder CE 16 1 La obra del colportaje es una obra de gran responsabilidad, y significa mucho para los hombres y las mujeres que se ocupan de ella. Vivimos en un tiempo en que hay una gran obra que hacer, ¿y qué mejor oportunidad podremos tener de proclamar la invitación a la cena que Cristo ha preparado? Los que en este tiempo emprendan la obra del colportaje con fervor y consagración, serán grandemente bendecidos. No tienen tiempo que perder. Conságrense voluntaria y abnegadamente a la realización de esta obra. Recuerden que es evangélica en su naturaleza, y que ayuda a dar la amonestación que se necesita grandemente.--Manuscrito 113, 1901. ------------------------Capítulo 3--Un llamamiento a reclutar colportores evangélicos Se piden reclutas CE 17 1 Noche tras noche me encuentro frente a la gente, siendo portadora de un testimonio muy positivo, rogándoles que estén bien despiertos y que acometan la obra de hacer circular nuestras publicaciones.--The Review and Herald, 30 de abril de 1905. CE 17 2 El campo de colportaje necesita reclutas. Los que se empeñen en esta obra con el espíritu del Maestro hallarán entrada en los hogares de quienes necesitan la verdad. Pueden referirles la sencilla historia de la cruz, y Dios los fortalecerá y los bendecirá mientras conducen a otros a la luz. La justicia de Cristo los precede y la gloria de Dios es su retaguardia.--The Review and Herald, 16 de junio de 1903. Levantarse y brillar CE 17 3 No debe descuidarse por más tiempo la obra del colportaje. Muchas veces se me ha revelado que debe manifestarse un interés más extenso en nuestra obra de colportaje. La circulación de nuestras publicaciones es un medio muy importante para presentar a los hombres la luz que Dios le ha confiado a su iglesia para que la dé al mundo. Los libros que nuestros colportores venden revelan a muchas personas las riquezas inescrutables de Cristo. CE 17 4 En el servicio del Señor hay tareas de diversa índole que deben realizarse. En el servicio del templo [de Israel] había labradores de madera, así como sacerdotes de varias categorías a quienes se les había encargado diferentes responsabilidades. Les toca a nuestros miembros de iglesia levantarse y brillar, porque ha llegado su luz, y la gloria del Señor está sobre ellos. Despierten de su sueño los que conocen la verdad, y hagan todo esfuerzo para amonestar a la gente en el lugar donde están. No debemos descuidar por más tiempo la obra del Señor y hacerla secundaria a intereses mundanos. No tenemos tiempo para estar ociosos ni desanimados. Ha de proclamarse a todo el mundo el evangelio. Han de circular por todo lugar las publicaciones que contienen la luz de la verdad presente... CE 18 1 ¿Por qué no estamos más despiertos? Cada obrero puede comprender ahora la obra especial que le incumbe y recibir fuerzas para emprenderla de nuevo. Manifestaciones claras y singulares de la gloria ilimitada de Dios traerán a los pies de Jesús ofrendas de homenaje de diversas clases. Cada nueva revelación del amor del Salvador hace que alguna persona escoja seguir el bien o el mal; porque el fin de todas las cosas es inminente. Los hombres del mundo se precipitan a su ruina. Sus designios y sus alianzas son numerosos. Siempre se introducirán nuevos ardides para anular los planes de Dios. Los hombres están amontonando tesoros de oro y plata que van a ser consumidos por los fuegos de los últimos días.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. El señor llama a muchos CE 18 2 El año nuevo está delante de nosotros, y deben trazarse planes para realizar un esfuerzo fervoroso y perseverante en el servicio del Maestro. Hay mucho que hacer para impulsar la obra de Dios. Se me ha indicado que la obra del colportaje ha de revivir y ha de ser llevada adelante con éxito creciente. Es la obra del Señor, y los que la emprendan con fervor y diligencia recibirán una bendición.--The Review and Herald, 20 de enero de 1903. CE 19 1 El Señor llama a muchos a ocuparse en la obra del colportaje... Por causa de Cristo, hermanos y hermanas, aprovechen hasta el máximo las horas del nuevo año para hacer brillar ante la gente la preciosa luz de la verdad presente. El Ángel del pacto está dotando a sus siervos de poder para que lleven la verdad a todas partes del mundo. Ha enviado a sus ángeles con el mensaje de misericordia; pero, como si no se apresuraran lo suficiente para satisfacer el amoroso anhelo de su corazón, coloca sobre cada miembro de su iglesia la responsabilidad de proclamar este mensaje. "El que oye, diga: ¡'Ven!'" Todo miembro de iglesia ha de mostrar su lealtad invitando a los sedientos a beber del agua de la vida. Una cadena de testigos vivientes ha de llevar la invitación al mundo. ¿Realizarás tu parte en esta gran obra? CE 19 2 Tanto hombres como mujeres--Cristo llama a muchos misioneros, tanto hombres como mujeres, para que se consagren a Dios, y estén dispuestos a gastar y ser gastados en su servicio. ¡Oh!, ¿podemos dejar de recordar que existe un mundo por el cual trabajar? ¿No avanzaremos paso a paso permitiendo que Dios nos use como su mano ayudadora? ¿No nos colocaremos sobre el altar del servicio? Entonces el amor de Cristo nos tocará y transformará, convirtiéndonos, por su causa, en personas dispuestas a trabajar con osadía.--The Review and Herald, 27 de enero de 1903. CE 19 3 Muchas personas, tanto hombres como mujeres, pueden hacer una excelente obra colportando con los libros que estén llenos de una instrucción directa y sencilla sobre la piedad práctica.--Manuscrito 81, 1900. Un llamado a la juventud CE 19 4 El Señor llama a los jóvenes a trabajar como colportores y evangelistas, a realizar obra de casa en casa en lugares que aún no han escuchado la verdad. Él se dirige a nuestros jóvenes diciendo: "Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios". Los que avancen en la obra bajo la dirección de Dios serán maravillosamente bendecidos. Aquellos que en esta vida hacen lo mejor que pueden obtendrán idoneidad para la futura vida inmortal.--The Review and Herald, 16 de mayo de 1912. CE 20 1 Tenemos una obra que hacer. Eduquen, eduquen, eduquen a jóvenes para que se consagren al ministerio de la palabra. Edúquenlos para que lleguen a ser colportores, con el fin de que vendan los libros que el Señor por su Espíritu ha impresionado las mentes a escribir. Este material de lectura será dado así a una numerosa clase de personas que nunca oiría la verdad a menos que fuera llevada hasta sus puertas. Esta es la obra del evangelista.--Carta 135, 1900. CE 20 2 Cristo pide que muchos jóvenes se ofrezcan voluntariamente para llevar luz al mundo. Se necesitan hombres de fibra moral, hombres que sean capaces de encontrar la obra que tengan a mano, porque la están buscando. La iglesia necesita nuevos hombres para comunicar energía a sus filas, hombres para estos tiempos, aptos para contender con sus errores, hombres que inspiren un celo renovado a los desfallecientes esfuerzos de los pocos obreros, hombres cuyos corazones estén encendidos con el amor cristiano, y cuyas manos estén ávidas de realizar la tarea del Maestro.--Manual for Canvassers, 22 (1902). Centenares han de salir CE 20 3 Quiera el Señor conmover a muchos de nuestros jóvenes para que entren en el campo del colportaje como colportores evangélicos. Por medio de esta obra la verdad es presentada a millares que de otra manera no la oirían. El tiempo que tenemos para trabajar es breve... CE 21 1 ¿Por qué no existe una búsqueda más diligente del Señor, de manera que centenares de personas sean llenadas del Espíritu Santo y salgan a proclamar la verdad, "ayudándolos el Señor y confirmando la palabra con las señales" que seguirán? Nuestra comisión consiste en permitir que la luz brille por doquiera a través de la prensa. Por medio de la página impresa la luz alcanza a las personas aisladas, quienes no tienen la oportunidad de escuchar a los predicadores vivientes. Esta es una obra misionera muy bendecida. Los colportores pueden ser la mano ayudadora del Señor, abriendo las puertas para que entre la verdad... CE 21 2 Debemos despertar el celo y el fervor de los colportores, instándolos a que lleven la luz a los lugares tenebrosos de la Tierra. No hay descanso para quienes tengan talentos y capacidades. Se les pide que sean los instrumentos del Señor, que cooperen con el Señor Jesús para difundir la luz del cielo en este mundo entenebrecido por el pecado.--Carta 21, 1902. Obreros de todas las iglesias CE 21 3 Dios llama a obreros de todas las iglesias para que entren en su servicio como colportores evangélicos. Dios ama a su iglesia. Si los miembros hacen su voluntad, si luchan por impartir la luz a los que están en tinieblas, él bendecirá grandemente sus esfuerzos. Representa a la iglesia como la luz del mundo. Por medio de su fiel servicio, una multitud de personas que ningún hombre puede contar llegarán a convertirse en hijos de Dios, aptos para la gloria eterna. Todos los sectores del dominio de Dios han de ser llenados con su gloria. ¿Qué está haciendo, pues, la iglesia para iluminar al mundo, para que en todas partes de la Tierra se eleve hacia él un tributo de alabanza, oración y acción de gracias?--Carta 124, 1902. Cada creyente ha de ayudar CE 22 1 Que todo creyente esparza volantes, folletos y libros que contengan el mensaje para este tiempo. Necesitamos colportores que salgan a hacer circular nuestras publicaciones por doquiera.--The Review and Herald, 12 de noviembre de 1903. Hombres de las vocaciones comunes de la vida CE 22 2 En esta etapa final de la tarea de predicar el evangelio hay un vasto campo que ocupar y, más que nunca antes, la obra debe alistar a ayudantes de entre el común del pueblo. Tanto jóvenes como mayores serán llamados del campo, del viñedo y del taller, y enviados por el Maestro para dar el mensaje. Muchos de ellos habrán tenido pocas oportunidades de educarse, pero Cristo ve en ellos cualidades que los capacitarán para cumplir su propósito. Si hacen la obra con todo el corazón y siguen aprendiendo, Cristo los capacitará con el fin de que puedan trabajar par él.--La Educación, 269, 270 (1903). La bendición prometida por Dios CE 22 3 Hay una labor misionera que ha de ser hecha por medio de la distribución de folletos y periódicos y por el colportaje con nuestras diversas publicaciones. Nadie de vosotros piense que no puede ocuparse en esta obra porque es abrumadora, y porque requiere tiempo y pensamiento. Si necesita tiempo, dedíquenlo alegremente; y las bendiciones de Dios descansarán sobre ustedes. Nunca hubo un tiempo en que se necesiten más obreros que ahora. Hay hermanos y hermanas en todas nuestras filas que deben disciplinarse para dedicarse a esta obra; algo debe hacerse en todas nuestras iglesias para esparcir la verdad. Es deber de todos estudiar los diversos puntos de nuestra fe, para que puedan estar preparados para dar razón, con mansedumbre y reverencia, de la esperanza que hay en ellos.--The Review and Herald, 1 de abril de 1880. Cristo les enseñará qué deben decir CE 23 1 Muchos están tristes y desanimados, débiles en fe y confianza. Hagan algo para ayudar a alguien más necesitado que ustedes mismos y llegarán a ser fuertes en el poder de Dios. Ocúpense en la buena obra de vender nuestros libros. Así ayudarán a otros, y la experiencia obtenida les dará la seguridad de que son la mano ayudadora de Dios. Al suplicar al Señor que los dirija, él los guiará a quienes buscan la luz. Cristo estará junto a ustedes, enseñándoles lo que deben decir y hacer. Al consolar a otros, ustedes mismos serán consolados.--The Review and Herald, 7 de enero de 1903. Los ángeles les acompañarán preparando el camino CE 23 2 Les ruego, queridos obreros cristianos, que hagan lo que puedan para hacer circular los libros que el Señor ha dicho que deben sembrarse extensamente por todo el mundo. Hagan cuanto puedan por venderlos a la mayor cantidad posible de familias. Piensen en la gran obra que podría cumplirse si muchos creyentes se unieran en un esfuerzo por presentar a la gente, mediante la circulación de estos libros, la luz que el Señor ha declarado debe dársela. Bajo la dirección divina, avancen en la obra y busquen la ayuda del Señor. El Espíritu Santo les acompañará. Los ángeles del cielo serán los compañeros de ustedes y prepararán el camino (Ibíd.). La consagración que Dios exige CE 24 1 Necesitamos colportores, evangelistas, ministros, que hayan recibido el Espíritu Santo y sean participantes de la naturaleza divina. Necesitamos obreros que sean capaces de hablar con Dios y después con el pueblo. Estoy alarmada al ver cuántas obstrucciones se presentan para distraer a los hombres de la obra evangélica, y así dificultar la obra de Dios... Amonestemos a los que deben estar en la obra del colportaje haciendo circular los libros que tanto se necesitan por doquiera, a ser cuidadosos y a no desviarse de la obra que el Señor nos ha llamado a realizar. Que los hombres que Dios ha llamado a hacer obra evangélica no se enreden con las perplejidades de los negocios. Mantengan sus vidas en la atmósfera más favorable para la espiritualidad... Dios quiere que todo obrero que pretende creer en la verdad presente se consagre--en cuerpo, alma y espíritu--a la obra de tratar de salvar a las personas que perecen a su alrededor.--Manuscrito 44, 1903. Se necesita colportores para las ciudades CE 24 2 Libros que contienen la preciosa luz de la verdad presente yacen en los estantes de nuestras casas editoras. Deberían circular. Se necesitan colportores que vayan a las grandes ciudades con estos libros. Al ir de casa en casa, encontrarán a personas que están hambrientas del pan de vida, a las cuales pueden hablar palabras oportunas. Se necesitan colportores que sientan una preocupación por los seres humanos. Podrían decir: "Yo no soy pastor. No puedo predicar a la gente". No, quizá no sean aptos para predicar, pero pueden ministrar; pueden preguntar a las personas con quienes se encuentran si aman al Señor Jesús. Pueden ser evangelistas. Pueden ser la mano ayudadora de Dios, trabajando como lo hicieron los discípulos cuando Cristo los envió. Jóvenes, señoritas, el Maestro los llama a realizar su obra. Hay hambre en el campo por el evangelio puro.--Manuscrito 113, 1901. Obreros llamados a ir a todas partes CE 25 1 Las cosas de este mundo han de perecer pronto. Esto no lo disciernen los que no han sido divinamente iluminados, los que no han mantenido el paso con la obra de Dios. Hombres y mujeres consagrados deben salir para hacer sonar la amonestación por los caminos y vallados. Insto a mis hermanos y hermanas a que no se ocupen en una obra que les impida proclamar el evangelio de Cristo. Son los voceros de Dios. Han de presentar la verdad con amor a los seres que perecen. "Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa", dice Cristo. ¿No señalan estas palabras con toda claridad la obra del colportor? Con Cristo en su corazón, ha de ir por los caminos y los senderos de la vida con una invitación a la cena de bodas. Vendrán hombres de riqueza e influencia, si son invitados. Algunos rechazarán, pero gracias a Dios, no todos. CE 25 2 Ojalá que millares más de nuestros hermanos tuvieran la comprensión del tiempo en que vivimos y de la obra que ha de ser hecha en el campo de labor, de casa en casa. Hay muchos, muchísimos, que no conocen la verdad. Necesitan oír el llamado a acudir a Jesús. Los tristes han de ser alegrados, los débiles fortalecidos, los que están de duelo consolados. Ha de predicarse el evangelio a los pobres. CE 26 1 El Señor conoce a sus obreros y vela sobre ellos, cualquiera sea el sector de la viña donde trabajen. Él pide que su iglesia se levante y se dé cuenta de la situación. Pide que los que están en nuestras instituciones despierten y pongan en operación influencias que hagan progresar su reino. Envíense obreros al campo de labor, y trátese luego de que el interés de estos obreros no flaquee por falta de simpatía ni de oportunidades para su desarrollo.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. Esparcir libros como hojas de otoño CE 26 2 Esta es una obra que debe ser hecha. El fin está cerca. Ya se ha perdido mucho tiempo. Estos libros ya deberían haber estado en circulación. Véndanlos lejos y cerca. Espárzanlos como las hojas de otoño. Esta obra ha de continuar sin que nadie la estorbe. Las personas están pereciendo lejos de Cristo. Sean ellas amonestadas acerca de su próxima venida en las nubes del cielo.--The Review and Herald, 13 de agosto de 1908. Debe haber cien donde ahora hay uno CE 26 3 Las ovejas perdidas del redil de Dios están esparcidas por todos los lugares, y se está descuidando la obra que debe ser hecha en su favor. Por la luz que me ha sido dada, sé que debiera haber cien colportores donde hay uno actualmente.--Joyas de los Testimonios 2:533 (1900). Seguridad de éxito CE 26 4 Puede hacerse una obra grande y buena con el colportaje evangélico. El Señor ha dado a los hombres tacto y capacidad. Los que usen para la gloria de él los talentos que les confió y entretejan con su vida los principios bíblicos, recibirán éxito. Hemos de trabajar, orar y poner nuestra confianza en Aquel que nunca fracasará.--Joyas de los Testimonios 2:555 (1900). ------------------------Capítulo 4--Selección de colportores evangélicos Los que sientan una preocupación por el servicio CE 27 1 Puesto que el colportaje con nuestras publicaciones es una obra misionera, debe ser dirigido desde un punto de vista misionero. Los que son elegidos como colportores deben ser hombres y mujeres que sientan la preocupación de servir, cuyo objeto no sea obtener ganancias, sino dar luz a la gente. Todo nuestro servicio debe prestarse para gloria de Dios, para dar la luz de la verdad a los que están en tinieblas. Los principios egoístas, el amor a las ganancias, la dignidad, o los puestos, no deben mencionarse siquiera entre nosotros.--Joyas de los Testimonios 2:536 (1900). Cuidado en la selección de obreros CE 27 2 La obra del colportaje es más importante de lo que muchos la han considerado, y se debe tener mucho cuidado y sabiduría al emplear y seleccionar hombres para este ministerio. A los jóvenes se los puede preparar para que hagan un trabajo mejor del que se ha realizado y con menos pago que el que muchos han recibido. Levanten el estandarte y que los desinteresados y abnegados, los que aman a Dios y a la humanidad, se unan al ejército de obreros. Que vengan, no esperando comodidad, sino que con valor y buen ánimo puedan enfrentar los desprecios y las dificultades. Que vengan los que puedan rendir un buen informe de nuestras publicaciones, porque ellos mismos aprecian su valor.--Testimonios para la Iglesia 5:382 (1885). CE 28 1 Nuestros hermanos deben mostrar discreción en la selección de colportores, a menos que hayan decidido dejar que la verdad sea mal entendida y mal representada. Deben darles buena paga a todos los que son obreros de verdad; pero la suma no debe aumentarse para comprar colportores, porque este procedimiento les hace daño. Los hace egoístas y despilfarradores. Procuren impresionarlos con el espíritu de la verdadera obra misionera y con las calificaciones necesarias para asegurar el éxito. El amor de Jesús en el corazón hará que el colportor considere un privilegio trabajar para esparcir la luz. Estudiará, trazará planes y orará para recibir la dirección divina.--Testimonios para la Iglesia 5:379, 380 (1885). Algunos se adaptan mejor que otros CE 28 2 Algunos están mejor dotados que otros para hacer cierta obra; por lo tanto, no es correcto pensar que cualquiera puede ser colportor. Algunos no tienen adaptabilidad especial para esta obra; pero no debe considerárselos por esto como infieles o poco voluntarios. El Señor no es irrazonable en sus requerimientos. La iglesia es un jardín en el cual hay una variedad de flores, cada una con sus propias peculiaridades. Aunque en muchos aspectos son todas diferentes, cada una tiene su propio valor. CE 28 3 Dios no espera que, con sus diferentes temperamentos, cada uno de sus hijos esté preparado para cualquier puesto. Recuerden todos que hay variados cometidos. A ningún hombre le toca prescribir la obra de otro contra las propias convicciones que éste sienta acerca de su deber. Es correcto dar consejos y sugerir planes; pero cada uno debe quedar libre para buscar la dirección de Dios, pues a él pertenece y a él sirve.--Joyas de los Testimonios 2:549 (1900). CE 29 1 Jóvenes y señoritas que debieran ocuparse en el ministerio, en la obra bíblica y en la obra de colportaje, no deben ser retenidos en empleos mecánicos.--The Review and Herald, 16 de mayo de 1912. Hombres de buen trato, tacto y previsión CE 29 2 Se necesitan misioneros por doquiera. Por todas partes del campo de labor deben seleccionarse colportores, no del elemento fluctuante de la sociedad, no de entre los hombres y las mujeres que no son buenos para ninguna otra cosa ni han tenido éxito en nada, sino de entre los que tengan buen trato, tacto, aguda previsión y capacidad. Tales son las personas que se necesitan para que sean colportores y asistentes de éxito. Hombres adecuados para esta labor la emprenderán, pero algunos pastores faltos de visión los adularán diciéndoles que sus dones deben ser empleados en un púlpito y no en la simple obra del colportaje. Así esta obra es disminuida. Son influidos a obtener una credencial para predicar, y precisamente las personas que podrían haber sido preparadas para ser buenos misioneros y para visitar a las familias en sus hogares y hablar y orar con ellas, son llamadas para ser ministros deficientes, y el campo donde se necesita mucha labor y donde puede realizarse tanto bien para la causa es descuidado. El colportor eficiente, así como el ministro, debe tener una remuneración suficiente por sus servicios si su obra es hecha con fidelidad.--Testimonios para la Iglesia 4:389, 390 (1880). Quienes tengan los mejores talentos CE 30 1 No todos se hallan capacitados para esta obra. Los que tengan los mejores talentos y habilidades, los que emprendan la obra con comprensión y sistemáticamente, y la lleven adelante con perseverante energía, son los que deben ser elegidos. Debe haber un plan muy cuidadosamente organizado y debe ponerse en ejecución con toda fidelidad. Las iglesias de todos los lugares deben sentir el más profundo interés en la labor misionera con nuestras publicaciones.--Testimonios para la Iglesia 4:390 (1880). Se necesita una experiencia religiosa CE 30 2 Elíjanse jóvenes cristianos para hacer circular los libros que contienen la verdad presente. Los jóvenes que no tienen experiencia religiosa no deben ser aceptados como colportores para trabajar con nuestros libros, porque no pueden representar en forma adecuada la preciosa verdad que debe ser difundida. Enviar a tales jóvenes al campo de colportaje es injusto para ellos y para la obra del Señor. Esta es una obra sagrada, y los que la emprenden deben ser capaces de dar testimonio por Cristo.--The Review and Herald, 7 de octubre de 1902. CE 30 3 El colportaje es la mejor forma de obtener experiencia. Estén seguros de que estas personas se hallan sinceramente convertidas antes de animarlas a trabajar en algún aspecto de la obra. Trabajen luego, y Dios obrará con ellas.--Manuscrito 126, 1899. Una obra sagrada CE 30 4 La obra del colportaje debe ser considerada muy sagrada, y los que tengan manos impuras y corazones corrompidos no deberían ser animados a entrar en ella. Los ángeles de Dios no pueden acompañar a las personas no consagradas a los hogares de la gente; por lo tanto, todos los que no están convertidos, cuyos pensamientos son corruptos, los que dejarían la mancha de sus imperfecciones sobre todas las cosas que toquen, deben abstenerse de manipular la verdad de Dios.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. ------------------------Capítulo 5--Nuestros estudiantes y el colportaje evangélico Un plan divino para nuestros estudiantes CE 32 1 El Señor ha instituido un plan por el cual muchos de los alumnos de nuestros colegios pueden aprender lecciones prácticas necesarias para tener éxito en la vida posterior. Les ha dado el privilegio de manipular preciosos libros que han sido dedicados al avance de nuestra obra educativa y médica. Mientras trabajan con estos libros, los jóvenes adquirirán una experiencia que les enseñará cómo hacer frente a los problemas que los esperan en regiones más lejanas. Durante su vida escolar, a medida que manejan estos libros, muchos aprenden cómo aproximarse a las personas en forma cortés, y como ejercer tacto para conversar con ellas sobre diferentes puntos de la verdad presente. Al alcanzar un grado de éxito financiero, algunos aprenderán lecciones de economía, que serán de gran ventaja para ellos cuando sean enviados como misioneros.--The Review and Herald, 4 de junio de 1908. Escuelas para preparar colportores evangélicos CE 32 2 Nuestras escuelas han sido establecidas por el Señor, y si son dirigidas de acuerdo con sus propósitos, la juventud enviada a ellas será rápidamente preparada para ocuparse en varias ramas de la obra misionera. Algunos serán capacitados para entrar en el campo como enfermeros misioneros, otros como colportores, otros como evangelistas, otros como maestros y otros como ministros evangélicos.--The Review and Herald, 15 de octubre de 1903. Oportunidad para estudiantes colportores CE 33 1 Cuando finalizan las clases, hay oportunidad para que muchos salgan al campo como colportores evangélicos. El fiel colportor se abre camino a muchos hogares, donde deja un precioso material de lectura que contiene la verdad para este tiempo.--The Review and Herald, 27 de agosto de 1903. Deben aprender en la escuela de Cristo CE 33 2 Como estudiantes, deben estar siempre aprendiendo en la escuela de Cristo; han de aportar a su obra el capital de energía física y mental que les fue confiado. Dios no aceptará un corazón dividido. Hay hombres y mujeres que deberían estar educándose para ser colportores e instructores bíblicos. Deben eliminar todo pensamiento no santificado y toda práctica corruptora para ser santificados por la verdad. Deben ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo debido a la concupiscencia. Nada menos que el poder de Dios les hará y conservará justos. Han de ofrecer a Dios nada menos que lo mejor que posean. Deben hacer una obra cada vez mejor mientras ponen en práctica lo que aprenden.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. Un medio de educación CE 33 3 He recibido luz especial con respecto a la obra del colportaje, y la impresión y la preocupación que recibí no me abandonan. Esta obra es un medio de educación. Es una excelente escuela para quienes se están calificando para entrar en el ministerio. Los que emprenden esta obra como deben, se colocan en un lugar en el cual pueden aprender de Cristo y seguir su ejemplo. Se comisiona a los ángeles para acompañar a quienes emprenden esta labor con verdadera humildad.--Manuscrito 26, 1901. CE 34 1 La mejor educación que los jóvenes pueden obtener la lograrán entrando en el campo del colportaje y trabajando de casa en casa. En esta labor hallarán la oportunidad de hablar las palabras de vida. Así sembrarán las simientes de la verdad. Muestren los jóvenes que descansa sobre ellos una carga que Dios les ha dado. La única forma que tienen de probar que pueden permanecer firmes en Dios, manteniendo ceñida toda la armadura, es haciendo fielmente la obra que Dios les ha dado para hacer.--Manuscrito 75, 1900. Verdadera "educación superior" CE 34 2 No debemos desalentar a nuestros hermanos ni debilitar sus manos de manera que la obra que el Señor desea realizar por su intermedio no se haga. No se dedique demasiado tiempo a preparar a los hombres para que hagan obra misionera. La instrucción es necesaria, pero recuerden todos que Cristo es el gran Maestro y la Fuente de toda verdadera sabiduría. CE 34 3 Conságrense a Dios jóvenes y ancianos, emprendan la obra y, trabajando con humildad, avancen bajo el control del Espíritu Santo. Salgan al campo los que han estado en la escuela, y pongan en uso práctico el conocimiento que han adquirido. Si los colportores hacen esto, usan la capacidad que Dios les ha dado, buscan su consejo y combinan el trabajo de vender libros con la obra personal a favor de la gente, sus talentos aumentarán con el ejercicio y aprenderán muchas lecciones prácticas que no podrían aprender en la escuela. La educación obtenida de esta manera práctica puede llamarse apropiadamente educación superior.--Joyas de los Testimonios 2:546, 547 (1900). Una experiencia inapreciable CE 35 1 Todos los que deseen tener una oportunidad de ejercer un verdadero ministerio, y que quieran entregarse sin reserva a Dios, hallarán en el colportaje oportunidades de hablar de las muchas cosas concernientes a la vida futura e inmortal. La experiencia así ganada será del mayor valor para los que se están preparando para el ministerio. Es el acompañamiento del Espíritu Santo de Dios lo que prepara a los obreros, sean hombres o mujeres, para apacentar la grey de Dios. Mientras alberguen el pensamiento de que Cristo es su compañero, sentirán una reverencia santa, un gozo sagrado en medio de los incidentes penosos y de todas las pruebas. Aprenderán a orar mientras trabajen. Serán educados en la paciencia, la bondad, la afabilidad y el espíritu servicial. Practicarán la verdadera cortesía cristiana, recordando que Cristo, su Compañero, no puede aprobar las palabras duras ni los sentimientos adustos. Sus palabras serán purificadas. Considerarán la facultad del habla como talento precioso, que les ha sido prestado para hacer una obra elevada y santa. El agente humano aprenderá a representar al Compañero divino con el cual está asociado. Manifestará respeto y reverencia hacia este Ser santo e invisible, porque lleva su yugo y aprende sus modales puros y santos. Los que tengan fe en este Acompañante divino se desarrollarán. Serán dotados de poder para revestir el mensaje de verdad con una belleza sagrada.--Joyas de los Testimonios 2:541 (1900). Una preparación para el ministerio CE 35 2 Algunos hombres a quienes Dios llamó a la obra del ministerio entraron en el campo como colportores. Se me ha indicado que ésta es una preparación excelente si su objetivo es diseminar la luz y llevar las verdades de la Palabra de Dios directamente a los hogares. En la conversación se les presentará con frecuencia la oportunidad de hablar de la religión de la Biblia. Si realizan esta obra como deben hacerlo, visitarán a las familias, manifestarán ternura cristiana y amor por las personas, y les proporcionarán mucho beneficio. Esta será una experiencia excelente para cualquiera que se proponga entrar en el ministerio. CE 36 1 Los que se están preparando para el ministerio no pueden dedicarse a otra ocupación que les reporte una experiencia tan amplia como la del colportaje.--Joyas de los Testimonios 2:550 (1900). CE 36 2 Hay más dificultades en esta obra que en algunos otros ramos comerciales; pero las lecciones aprendidas, el tacto y la disciplina, los capacitarán para otros campos de utilidad, donde podrán ministrar a favor de los seres humanos. Los que aprenden en forma deficiente las lecciones y son descuidados y bruscos al acercarse a las personas, si entraran en el ministerio manifestarían la misma falta de tacto y habilidad al tratar con las mentes... CE 36 3 En el colportaje evangélico, los jóvenes pueden llegar a ser mejor preparados para la labor ministerial que pasando muchos años en la escuela.--Manual for Canvassers, 41, 42 (1902). El conocimiento esencial CE 36 4 A quienes están asistiendo a la escuela para aprender a hacer la obra de Dios más perfectamente, quiero decirles: Recuerden que es únicamente por una consagración diaria a Dios como pueden llegar a ser ganadores de personas. Ha habido quienes no podían ir a la escuela porque eran demasiado pobres para sufragar sus gastos, pero cuando llegaron a ser hijos e hijas de Dios, echaron mano del trabajo donde estaban y obraron a favor de quienes los rodeaban. Aunque privados del conocimiento que se obtiene en la escuela, se consagraron a Dios, y Dios obró por su medio. Como los discípulos, cuando fueron llamados de sus redes a seguir a Cristo, aprendieron preciosas lecciones del Salvador. Se vincularon con el gran Maestro, y el conocimiento que adquirieron de las Escrituras los calificó para hablar a otros de Cristo. Así llegaron a ser verdaderamente sabios, porque no eran demasiado sabios en su propia estima para recibir instrucción de lo alto. El poder renovador del Espíritu Santo les dio energía práctica y salvadora. CE 37 1 El conocimiento del hombre más sabio que no ha aprendido en la escuela de Cristo, es insensatez en lo que se refiere a conducir a las personas a Cristo. Dios puede obrar únicamente por medio de quienes aceptan la invitación: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga". Mateo 11:28-30.--Joyas de los Testimonios 2:537 (1900). ------------------------Capítulo 6--Una obra para salvar vidas Un medio de traer a las personas a Cristo CE 38 1 Necesitamos comprender la importancia del colportaje como gran medio de hallar a los que están en peligro, y de llevarlos a Cristo. Nunca debe prohibirse a los colportores que hablen del amor de Cristo, que relaten lo que han experimentado al servir a su Maestro. Deben quedar libres para hablar u orar por los que se han despertado. La sencilla historia del amor de Cristo hacia el hombre les abrirá las puertas, aun en las casas de los incrédulos.--Joyas de los Testimonios 2:543 (1900). CE 38 2 El que emprende el colportaje como debe hacerlo, ha de ser educador y estudiante. Mientras procura enseñar a otros, él mismo debe aprender a hacer la obra del evangelista. CE 38 3 Cuando los colportores salgan con corazón humilde y llenos de fervorosa actividad, hallarán muchas oportunidades de dirigir una palabra oportuna a las personas a punto de perecer en el desaliento. Después de trabajar por estos menesterosos, podrán decir: "En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor". Efesios 5:8. Cuando ven la conducta pecaminosa de otros, pueden decir: "Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios". 1 Corintios 6:11.--Joyas de los Testimonios 2:551 (1900). CE 38 4 Hermanos y hermanas, recuerden que un día se presentarán delante del Señor de toda la Tierra para dar cuenta de los hechos realizados en el cuerpo. Entonces el trabajo de ustedes aparecerá como es en realidad. La viña es grande, y el Señor está llamado a obreros. No permitan que nada los distraiga de la tarea de salvar vidas. La obra del colportaje constituye un modo muy exitoso de salvar vidas. ¿No la probarán?--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. El colportor ha de revelar a Cristo CE 39 1 Los intereses de Cristo son los primeros y más elevados. Él tiene que obtener una propiedad en este mundo, salvada para su reino eterno. Sus mensajeros saldrán en su nombre por la gloria de su Padre y por la gloria del Hijo; porque ellos y él son uno. Han de revelarlo en el mundo. Los intereses de él son también los de ellos. Si trabajan como colaboradores con él, serán hechos herederos de Dios y coherederos con Cristo de una herencia inmortal (Ibíd.). Hablar palabras de verdad CE 39 2 La obra del colportaje es una obra de gran responsabilidad, y significa mucho no sólo para los que se ocupan en ella, sino también para la gente por quien se trabaja. Recuerde el colportor que su obra es de naturaleza evangélica, y que Dios quiere que aquellos a quienes él encuentre sean salvados. Mantenga su corazón bajo la influencia del Espíritu Santo. Conserve la Biblia a mano para referencia, y cuando se presenta una oportunidad de hablar palabras de verdad, ore por gracia para hablar sabiamente, con el fin de que sus palabras resulten sabor de vida para vida a quienes habla.--The Review and Herald, 16 de junio de 1903. Para cazar y pescar hombres CE 39 3 Se necesitan colportores evangélicos para cazar y pescar hombres. La obra del colportaje debe ser emprendida ahora con fervor y decisión. El colportor cuyo corazón es manso y humilde puede realizar mucho bien. Saliendo de dos en dos, los colportores pueden alcanzar a una clase que no podría ser alcanzada por nuestras reuniones generales. Llevan el mensaje de la verdad de una casa a otra. Así llegan a relacionarse estrechamente con la gente, y hallan muchas oportunidades para hablar del Salvador. Canten y oren con quienes se interesen en las verdades que tienen para impartir. Hablen a las familias las palabras de Cristo. Pueden esperar éxito; pues suya es la promesa: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Los colportores que salgan con el espíritu del Maestro tienen la compañía de los seres celestiales. CE 40 1 Ruego a los que tienen responsabilidades en la causa de Dios que ninguna empresa comercial se interponga ente ellos y la obra de salvar a los hombres. No se permita que ningún negocio absorba el tiempo y los talentos de los obreros que deben estar en condiciones de preparar a un pueblo para la venida del Señor. La verdad ha de brillar como la lámpara que arde. El tiempo es corto; el enemigo hará todos los esfuerzos para magnificar en nuestra mente los asuntos de menor importancia, e inducirnos a considerar en forma liviana precisamente la obra que más necesita ser hecha.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. Alcanzar a todas las clases CE 40 2 Con el fin de alcanzar a todas las clases, debemos tratarlas donde se encuentran. Rara vez nos buscarán por su propia iniciativa. No sólo desde el púlpito han de ser los corazones humanos conmovidos por la verdad divina. Hay otro campo de trabajo, más humilde tal vez, pero tan plenamente promisorio. Se halla en el hogar de los humildes y en la mansión de los encumbrados.--El Deseado de Todas las Gentes, 126 (1898). Por los caminos CE 41 1 Lleven los libros a los hombres de negocios, a los maestros del evangelio, cuya atención no ha sido llamada a las verdades especiales para este tiempo. El mensaje ha de ser dado "por los caminos": a hombres que están empeñados activamente en la labor del mundo, a los maestros y a los dirigentes del pueblo. Millares pueden ser alcanzados de la manera más sencilla y humilde. Los más intelectuales, aquellos a quienes se los considera los hombres y las mujeres más dotados de todo el mundo, son a menudo refrigerados por las sencillas palabras de alguien que ama a Dios, y que puede hablar de ese amor tan naturalmente como los mundanos hablan de las cosas que les interesan más profundamente. A menudo las palabras bien preparadas y estudiadas tienen poca influencia. Pero la expresión veraz y honrada de un hijo o una hija de Dios, hablada con sencillez natural, tiene poder para abrir la puerta de los corazones que por mucho tiempo ha estado cerrados para Cristo y su amor.--The Review and Herald, 20 de enero de 1903. CE 41 2 Los libros alcanzarán a personas a quienes no se puede llegar de otra manera, personas que viven lejos de todo centro grande de población. Yo denomino a esto los oyentes de "los vallados". A los tales nuestros colportores han de llevarles estos libros que contienen el mensaje de salvación. CE 41 3 Nuestros colportores han de ser evangelistas de Dios, que vayan de casa en casa por los lugares apartados, abriendo las Escrituras a las personas con quienes se encuentran. Hallarán a gente dispuesta y ansiosa de aprender de las Escrituras... CE 42 1 Deseo grandemente hacer todo lo que está de mi parte para alcanzar a quienes están en los caminos y en los vallados.--Carta 155, 1903. En la vía pública CE 42 2 En los renombrados centros de salud y de movimiento turístico en el mundo, atestados de miles de personas que buscan salud y placer, debe haber ministros apostados y colportores capaces de llamar la atención de las multitudes. Que estos obreros estén atentos a las oportunidades de presentar el mensaje para este tiempo, y realicen reuniones a medida que tengan ocasión. Sean rápidos en aprovechar las circunstancias para hablar a la gente. Acompañados del poder del Espíritu Santo, presenten al público el mensaje de Juan el Bautista: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado". La palabra de Dios ha de ser presentada con claridad y poder, con el fin de que los que tengan oídos para oír, puedan escuchar la verdad. Así el evangelio de la verdad presente será colocado en el camino de los que no lo conocen, y será aceptado por no pocos, y llevado por ellos a sus propios hogares en todas partes de la Tierra.--The Review and Herald, 25 de enero de 1906. Auxiliar a los intemperantes CE 42 3 En su trabajo se encontrarán con personas que están luchando contra el apetito. Hablen palabras que los fortalezcan y animen. No permitan que Satanás apague la última chispa de esperanza en sus corazones. A los errantes que tiemblan y luchan contra el mal, Cristo les dice: "Venid a mí"; y él coloca sus manos debajo de ellos, y los levanta. La obra que realizó Cristo deben hacerla ustedes como sus evangelistas de lugar en lugar. Trabajen con fe, esperando que las personas sean ganadas para Aquel que dio su vida con el fin de que los hombres y las mujeres tomen posiciones al lado de Dios. Colaboren con Dios para ganar al adicto a la bebida y el tabaco, para que venza los hábitos que lo rebajan hasta alcanzar un nivel inferior al de las bestias que perecen.--The Review and Herald, 7 de enero de 1903. Orar por los enfermos y desanimados CE 43 1 Cristo sembraba las semillas de verdad dondequiera que iba, y como seguidores suyos ustedes pueden testificar por el Maestro, realizando una obra muy preciosa en la labor que debe hacerse en la intimidad de los hogares. En esta manera de acercarse a la gente, a menudo hallarán personas enfermas y desanimadas. Si están colaborando estrechamente con Cristo, llevando su yugo, aprenderán todos los días de él a cómo llevar mensajes de paz y consuelo a los dolientes y chasqueados, a los entristecidos y desconsolados. Pueden señalar a los desanimados la Palabra de Dios y llevar a los enfermos al Señor en oración. Mientras oran, háblenle a Cristo como lo harían con un amigo de confianza y muy amado. Mantengan una dignidad dulce, libre y agradable, como hijos de Dios. Esto será reconocido.--Testimonios para la Iglesia 6:323, 324 (1900). Con oración en los labios CE 43 2 Las demandas de Dios estarán siempre delante de nosotros. Nunca debemos olvidar que hemos de dar cuenta de los hechos realizados en el cuerpo. Impresionados con este pensamiento, los colportores velarán por las personas, y sus oraciones ascenderán de labios sinceros para pedir sabiduría con el fin de decir una palabra oportuna a quienes necesitan ayuda. Tales obreros elevarán y purificarán continuamente el espíritu por la obediencia a la verdad. Tendrán el verdadero sentido del valor de la vida, y aprovecharán al máximo toda oportunidad para dar a conocer las riquezas de la gracia de Cristo. Salgan los colportores con la siguiente oración en los labios: "Señor, ¿qué quieres que haga?" Trabajen como a la vista de Dios, y en la presencia de los ángeles celestiales; deseen en todas las cosas merecer la aprobación de Dios, y su obra no será sin fruto. CE 44 1 Necesitamos muchas menos discusiones, y mucha más presentación de Cristo. Nuestro Redentor es el centro de toda nuestra fe y esperanza. Los que pueden presentar su incomparable amor, e inspirar a los corazones a darle sus mejores y más santos efectos, están realizando una obra que es grande y santa. Por la diligencia en el trabajo, por la presentación fiel a la gente de la cruz del Calvario, el colportor duplica su utilidad. Pero aunque presentamos estos métodos de trabajo, no podemos trazar una línea fija para la conducta que cada uno deba seguir. Las circunstancias pueden alterar los casos... CE 44 2 Hablen del amor de Cristo--A menudo se presentan temas doctrinales sin ningún efecto especial, pues los hombres esperan que otros traten de imponerles sus doctrinas; pero cuando uno se espacia en el incomparable amor de Cristo, su gracia impresiona el corazón. Hay muchos que buscan sinceramente la luz, quienes no saben qué deben hacer para ser salvos. ¡Oh, háblenles del amor de Dios, del sacrificio hecho en la cruz del Calvario por salvar a los que perecen! Díganles que coloquen su voluntad del lado de la voluntad de Dios; y "el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios". Juan 7:17.--Manual for Canvassers, 36-38 (1902). Evitar los puntos controvertidos CE 44 3 Algunos de los que trabajan en el colportaje tienen un celo que no está de acuerdo con el conocimiento. Debido a su falta de sabiduría, debido a que han estado tan inclinados a actuar como ministros y teólogos, ha sido casi necesario imponer restricciones a nuestros colportores. Cuando la voz del Señor pregunta: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?", el Espíritu divino induce a los corazones a responder: "Heme aquí, envíame a mí". Isaías 6:8. Pero recordemos que primero debe tocar nuestros labios el carbón encendido proveniente del altar. Entonces, las palabras que hablemos serán sabias y santas. Entonces tendremos prudencia para saber lo que debe decirse y lo que debe callarse. No procuraremos revelar nuestra capacidad como teólogos. Tendremos cuidado de no despertar un espíritu combativo ni excitar los prejuicios al introducir puntos de doctrina controvertidos. Hallaremos bastante que decir que no excite oposición, cosas que abrirán el corazón para que desee un conocimiento más profundo de la Palabra de Dios. CE 45 1 Listos para dar una respuesta--El Señor desea que ganen a las personas; por lo tanto, aunque no deben imponer a la gente el estudio de las doctrinas, deben estar "siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros". 1 Pedro 3:15. ¿Qué han de temer? Teman que sus palabras tengan un sabor de importancia propia, no sea que hablen en forma imprudente, que sus palabras y maneras no concuerden con la semejanza de Cristo. Relaciónense firmemente con Cristo y presenten la verdad tal cual es en él.--Joyas de los Testimonios 2:543, 544 (1900). Ensalzar a Cristo CE 45 2 Trabajen como lo hizo Pablo. Dondequiera que estuviera--ante el ceñudo fariseo o la autoridad romana, ante ricos o pobres, cultos o ignorantes, el lisiado de Listra o los pecadores convictos en la cárcel macedónica--, ensalzaba a Cristo como Aquel que odia el pecado y ama al pecador, como el que llevó nuestros pecados para poder impartirnos su justicia.--Manual for Canvassers, 34 (1902). El pastor como colportor CE 46 1 El colportor inteligente, que teme a Dios y ama la verdad, debe ser respetado, porque ocupa una posición igual a la del ministro evangélico. Muchos de nuestros ministros jóvenes y los que se están preparando para el ministerio harían, si estuviesen verdaderamente convertidos, mucho bien trabajando en el colportaje. Al encontrarse con la gente y presentarle nuestras publicaciones, adquirirían una experiencia que no pueden obtener por la simple predicación. Mientras fueran de casa en casa, conversando con la gente, llevarían consigo la fragancia de Cristo. Al esforzarse por bendecir a otros, serían ellos mismos bendecidos; obtendrían experiencia en la fe; aumentarían grandemente su conocimiento de las Escrituras; y aprenderían constantemente a ganar a las personas para Cristo. CE 46 2 Todos nuestros ministros deben considerar conveniente llevar consigo libros y colocarlos doquiera que vayan. A cualquier lugar que vaya un ministro, puede dejar un libro con la familia donde se hospeda, vendiéndolo o regalándolo. Esto se hacía mucho en los comienzos del mensaje. Los ministros actuaban como colportores y los recursos que obtenían en la venta de los libros se usaban para fomentar el progreso de la obra en lugares donde se necesitaba ayuda. Ellos pueden hablar con inteligencia de este método de trabajo, porque han tenido experiencia en él. CE 46 3 Nadie piense que empequeñece el evangelio al dedicarse al colportaje como medio de comunicar la verdad a la gente. Al hacer esta obra trabaja como trabajó el apóstol Pablo, quién dice: "Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que llegué a Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, con muchas lágrimas y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo". Hechos 20:18-21. El elocuente Pablo, a quien Dios manifestó de manera admirable, iba de casa en casa con toda humildad y con muchas lágrimas y tentaciones.--Joyas de los Testimonios 2:540, 541 (1900). Tan importantes como la predicación CE 47 1 El evangelista que se ocupa en la obra del colportaje está realizando un servicio tan importante como el de predicar el evangelio ante una congregación sábado tras sábado. Dios considera al fiel colportor evangélico con tanta aprobación como a cualquier ministro fiel. Ambos obreros tienen luz, y ambos han de brillar en sus respectivas esferas de influencia. Dios pide que todo hombre coopere con el gran Obrero misionero médico, y que salga por los caminos y los vallados. Todo hombre, en su ramo particular de servicio, tiene una obra que hacer para Dios. Tales obreros, si están convertidos, son verdaderos misioneros.--Carta 186, 1903. CE 47 2 Hay quienes se prestan para la obra del colportaje, y pueden realizar más en este ramo que por la predicación. Si el Espíritu de Cristo mora en su corazón, hallarán oportunidad de presentar su Palabra a otros, y de dirigir las mentes a las verdades especiales para este tiempo.--Joyas de los Testimonios 2:541, 542 (1900). Gozo en el servicio CE 48 1 Fue un gozo para Cristo ayudar a los que necesitaban ayuda, buscar a los perdidos, rescatar a quienes perecían, levantar a los agobiados, sanar a los enfermos, hablar con simpatía y consuelo a los afligidos y desconsolados. Cuanto más plenamente estemos imbuidos con su Espíritu, más fervorosamente trabajaremos por quienes nos rodean; cuanto más hagamos por los demás, mayor será nuestro amor por el trabajo, y mayor nuestra delicia en seguir al Maestro. Nuestros corazones estarán llenos del amor de Dios; y con fervor y poder convincente hablaremos del Salvador crucificado. CE 48 2 Pregunto a los que han recibido la luz de la verdad: ¿Qué van a hacer durante el año que comienza? ¿Se detendrán a reñir el uno con el otro, a debilitar y destruir la fe de la humanidad en la humanidad? ¿O dedicarán su tiempo a fortalecer las cosas que todavía quedan, y que están por perecer? Al empeñarse nuestro pueblo en una obra fervorosa por el Maestro, cesarán las quejas. Muchos serán despertados del desaliento que está minando el cuerpo y el espíritu. A medida que trabajen por otros tendrán interesantes experiencias, las que podrán compartir cuando se reúnan para adorar a Dios. Los testimonios que den no serán oscuros ni sombríos, sino llenos de gozo y ánimo. En vez de pensar y hablar acerca de las faltas de sus hermanos y hermanas, y de sus propias pruebas, pensarán y hablarán del amor de Cristo, y lucharán fervorosamente para llegar a ser obreros más eficientes para el Señor.--The Review and Herald, 7 de enero de 1903. ------------------------Capítulo 7--Una completa consagración a Dios Los elementos básicos CE 49 1 Los que se ocupan en la obra del colportaje deben ante todo consagrarse en forma completa y sin reservas a Dios. Cristo nos ha invitado: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yudo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga".--Manuscrito 26, 1901. Redimir el tiempo CE 49 2 Si han descuidado el tiempo de la siembra, si han permitido que pasaran sin ser aprovechadas las oportunidades que Dios les ha concedido, si se han dedicado a agradarse a ustedes mismos, ¿no se arrepentirán ahora, antes que sea para siempre demasiado tarde, y tratarán de redimir el tiempo? La obligación de usar sus talentos en el servicio del Maestro descansa pesadamente sobre ustedes. Vayan al Señor y háganle una entrega completa de todo lo que tengan. No pueden permitirse perder un día. Prosigan la obra que han descuidado. Abandonen su quejosa incredulidad, su envidia y sus malos pensamientos, y vayan a trabajar con fe humilde, y con la ferviente oración de que el Señor les perdone los años en que les faltó la consagración. Pidan ayuda al Señor. Si lo buscan con fervor, con todo el corazón, lo encontrarán, y él los fortalecerá y bendecirá.--The Review and Herald, 7 de enero de 1903. Humildes y dispuestos a aprender CE 50 1 Al elegir a hombres y mujeres para su servicio, Dios no pregunta si son instruidos, elocuentes o ricos en bienes de este mundo. Pregunta: "¿Andan con tal humildad que yo pueda enseñarles mis caminos? ¿Puedo poner mis palabras en sus labios? ¿Serán representantes míos?" CE 50 2 Dios puede emplear a cada uno en la medida en que le es posible derramar su Espíritu en el templo de su ser. El trabajo que él acepta es el que refleja su imagen. Sus discípulos deben llevar, como credenciales para el mundo, las características indelebles de sus principios inmortales.--Joyas de los Testimonios 3:145, 146 (1902). ¿Por qué muchos han fracasado? CE 50 3 Los colportores necesitan estar diariamente convertidos a Dios, con el fin de que sus obras y hechos sean sabor de vida para vida y así puedan ejercer una influencia salvadora. La razón por la cual muchos han fracasado en la obra del colportaje es porque no eran verdaderos cristianos; no conocían el espíritu de conversión. Tenían una teoría en cuanto a cómo debía ser hecha la obra, pero no sentían que dependían de Dios. CE 50 4 Transformados por la contemplación--Colportores, recuerden que en los libros que venden no están presentando la copa que contiene el vino de Babilonia, las doctrinas erróneas ofrecidas a los reyes de la Tierra, sino la copa de las preciosas verdades de la redención. ¿Beberán ustedes mismos de ella? Vuestra mente puede estar sujeta en cautiverio a la voluntad de Cristo, y él puede poner sobre ustedes su propia inscripción. Contemplándolo, pueden ser transformados de gloria en gloria, de carácter en carácter. Dios quiere que vayan al frente, hablando las palabras que les dé. Él quiere que demuestren que estiman mucho a la humanidad, que ha sido comprada por la preciosa sangre del Salvador. Cuando caigan sobre la roca y sean quebrantados, experimentarán el poder de Cristo, y otros reconocerán el poder de la verdad en el corazón de ustedes.--Joyas de los Testimonios 2:536 (1900). Vestirse de Cristo CE 51 1 Nadie puede ser un exitoso ganador de hombres hasta que él mismo no haya resuelto el problema de su entrega a Dios. Hemos de revestirnos individualmente del Señor Jesucristo. Para cada uno de nosotros él debe llegar a ser sabiduría, justificación, santificación y redención. Cuando nuestra fe se aferre de Cristo como nuestro Salvador personal, lo presentaremos [a Cristo] delante de otros en una nueva luz. Y cuando las personas contemplen a Cristo como él es, no disputarán acerca de doctrinas; correrán a él para lograr perdón, pureza y vida eterna. CE 51 2 La mayor dificultad a temer es que el colportor que encuentre a esas personas anhelosas no haya sido convertido él mismo; que él mismo no conozca por experiencia el amor de Cristo que sobrepuja todo entendimiento. Si él no tiene este conocimiento, ¿cómo puede hablar a los demás de la preciosa y antiquísima historia? Ha de enseñarse a la gente la misma esencia de la verdadera fe: la forma de aceptar a Cristo y confiar en él como el Salvador personal. Necesitan saber cómo pueden seguir sus pasos dondequiera que él vaya. Que los pies del obrero sigan las pisadas de Jesús paso a paso, y no señalen otro camino por el cual marchar hacia el cielo... CE 52 1 Guíen a los hombres al Redentor--Muchos cristianos profesos se separaron de Cristo, el gran centro, e hicieron de sí mismos el centro; pero si quieren tener éxito en atraer a otros al Salvador, deben ir ellos mismos a él, y darse cuenta de su total dependencia de su gracia. Satanás ha tratado hasta lo máximo por romper la cadena que une a los hombres con Dios; él desea atar a las personas a su propio carro, convertirlas en esclavos a su servicio; pero hemos de trabajar en contra de él, y llevar a los hombres al Redentor.--Manual for Canvassers, 38, 39 (1902). Un ser llevado a Jesús con toda seguridad CE 52 2 Cuando una persona ha sido llevada a Cristo por medio de este trabajo personal, permitan que Dios obre en el corazón que se ha rendido y humillado; permitan que Dios lo inste a prestar el servicio que él considere adecuado. Dios ha prometido que su gracia será suficiente para cada uno de quienes vengan a él. Los que se entregan a Jesús, los que abren la puerta del corazón y lo invitan a entrar, estarán seguros. Él dice: "Yo soy el camino, y la verdad y la vida". Juan 14:6. Al poseer a Cristo, poseen la verdad. Estarán completos en él (Ibíd.). Absoluta honradez CE 52 3 Si el colportor obra de manera equivocada, si pronuncia falsedad y práctica el engaño, pierde dignidad. Puede ser que no esté consciente de que Dios lo está mirando y que conoce todos sus negocios, que los santos ángeles pesan sus intenciones y escuchan sus palabras, y que será recompensado conforme a sus obras; pero aunque le fuera posible ocultar de la inspección humana y divina su mal proceder, aún así su actitud impropia sería perjudicial para su mente y carácter. Un acto no determina el carácter, pero derriba la barrera, y la próxima tentación se acaricia con más facilidad, hasta que finalmente se forma un hábito de prevaricación y falta de honradez en el negocio, y ya no se puede confiar en él. CE 53 1 Hay muchas personas en los hogares y en la iglesia que no dan importancia a las inconsecuencias evidentes. Hay jóvenes que aparentan ser lo que no son. Parecen ser honrados y leales, pero son como sepulcros blanqueados: atractivos por fuera, mas corrompidos por dentro. El corazón está manchado, teñido de pecado; y así permanece el registro en los atrios celestiales. Se ha llevado a cabo dentro de sus mentes un proceso que los ha endurecido hasta el punto de hacerlos insensibles. Pero si sus caracteres, los cuales son pesados en las balanzas del santuario, fueren pronunciados faltos en el gran día del Señor, sería para ellos una calamidad que ahora no comprenden. La verdad, preciosa y sin mancilla, ha de formar parte del carácter. CE 53 2 Pureza de vida--No importa el camino que se tome, el sendero de la vida está lleno de peligros. Si los obreros en cualquiera de los ramos de la causa se descuidan y no prestan atención a sus intereses eternos, se encuentran frente a una gran pérdida. El tentador buscará la manera de alcanzarlos. Tenderá redes a sus pies y los dirigirá por sendas extraviadas. Estarán seguros solamente aquellos cuyos corazones están guarnecidos con sanos principios. Como David, orarán: "Afirma mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen". Salmos 17:5. Hay que librar una constante batalla contra el egoísmo y la corrupción del corazón humano. A menudo parece que los impíos prosperan en sus caminos; pero quienes se olvidan de Dios, aunque sea por una hora o un momento, van por un camino peligroso. Quizá no se den cuenta de los peligros; pero, cuando se enteran, el hábito, como un aro de hierro, los mantiene sujetos a la maldad con la cual se han relacionado tan de cerca. Dios desprecia su comportamiento y su bendición no los acompañará. CE 54 1 No hemos de relacionarnos con el pecado--He visto que algunos jóvenes se dedican a esta obra sin vincularse con el cielo. Se plantan en el camino de la tentación para demostrar su valentía. Se ríen de las locuras de los demás. Conocen el verdadero camino; saben cómo conducirse. ¡Vean qué bien pueden resistir la tentación! ¡Ni pensar en que van a caer! Pero no han puesto a Dios como su defensa. Satanás les ha tendido una trampa engañosa, y son ellos mismos los que se convierten en el objeto de burla de los insensatos. CE 54 2 Nuestro gran adversario tiene agentes que constantemente buscan la oportunidad para destruir vidas, de la misma forma como un león caza su presa. Evítalos, joven; porque aunque aparenten ser tus amigos, solapadamente te introducirán en los malos caminos y las malas prácticas. Con sus labios te halagan y ofrecen ayudarte y conducirte, pero sus pasos llevan al infierno. Si escuchas sus consejos, tu vida puede llegar a su punto crítico. Una protección que se elimine de la conciencia, la práctica de un solo mal hábito, un solo descuido del elevado llamado del deber, puede ser el principio de un camino de engaño que te traspasará a las filas de aquellos que sirven a Satanás, mientras tú sigues profesando que amas a Dios y a su causa. Un momento de descuido, un solo mal paso, puede hacer virar toda la corriente de vuestra vida en una dirección equivocada. Posiblemente nunca sepan lo que ocasionó vuestra ruina, hasta que se pronuncie la sentencia: "¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!" CE 55 1 Evítense las malas compañías--Algunos jóvenes saben que lo que he dicho más o menos describe su proceder. Sus caminos no están ocultos para el Señor, aunque quizá lo estén para sus mejores amigos, aun para sus padres y madres. Tengo poca esperanza de que algunos de éstos cambien su comportamiento de hipocresía y engaño. Otros que han errado están procurando redimirse. Que el amado Jesús les ayude a poner vuestro rostro como un pedernal en contra de todas las falsedades y de las adulaciones de los que quieren debilitar su determinación de hacer el bien o inculcarles dudas o sentimientos de infidelidad para sacudir su fe en la verdad. Jóvenes amigos, no pasen ni una hora en compañía de quienes los incapaciten para hacer la obra pura y santa de Dios. No hagan nada en presencia de personas extrañas que no harían en presencia de su padre y su madre, o que les cause vergüenza ante Cristo y los santos ángeles. CE 55 2 Algunos pensarán que a los guardadores del sábado no les hacen falta estas precauciones, pero aquellos a quienes se aplican saben lo que quiero decir. Les digo jóvenes, cuídense; porque no pueden hacer nada que no esté descubierto ante los ojos de los ángeles y de Dios. No pueden hacer una obra mala sin que otros se vean afectados por ella. La conducta de ustedes, además de revelar de qué clase de material está hecho el edificio del propio carácter, ejerce también una poderosa influencia en los demás. Nunca pierdan de vista el hecho de que pertenecen a Dios, que él los ha comprado con precio, y que han de rendir cuenta ante él por los talentos que les ha encomendado. Nadie debiera tomar parte en la obra del colportaje si sus manos están manchadas de pecado o cuyo corazón no esté bien con Dios, porque tales personas seguramente deshonrarán la causa de la verdad. Los que son obreros en el campo misionero necesitan que Dios los guíe. Deben cuidarse de comenzar bien y luego continuar callada y firmemente en el camino de la rectitud. Deben ser resueltos, porque Satanás es determinado y perseverante en sus esfuerzos por derrotarlos.--Testimonios para la Iglesia 5:373-376 (1885). Constante dependencia de Dios CE 56 1 El que en su obra arrostra pruebas y tentaciones debe sacar provecho de estas cosas y aprender a confiar más decididamente en Dios. Debe sentir que depende de él en todo momento. CE 56 2 No debe albergar quejas en su corazón ni expresarlas con sus labios. Cuando tiene éxito, no debe atribuirse la gloria a sí mismo, porque su éxito se debe a que los ángeles de Dios obran en los corazones. Recuerde que tanto durante los momentos alentadores como durante los desalentadores, los mensajeros celestiales están siempre a su lado. Debe reconocer la bondad de Dios, y alabarle con alegría. CE 56 3 Cristo hizo a un lado su gloria, y vino a esta Tierra a sufrir por los pecadores. Si encontramos penurias en nuestro trabajo, miremos a Aquel que es el autor y consumador de nuestra fe. Entonces no fracasaremos ni nos desalentaremos. Soportaremos las penurias como buenos soldados de Jesucristo. Recordemos lo que él dice acerca de todos los verdaderos creyentes: "Nosotros somos colaboradores de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". 1 Corintios 3:9.--Joyas de los Testimonios 2:550 (1900). La mayor necesidad del mundo CE 57 1 La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus vidas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos.--La Educación, 57 (1903). ------------------------Capítulo 8--Plenamente preparados Una preparación cabal CE 58 1 Se puede hacer una obra mucho más eficiente en el ramo del colportaje que la que se ha hecho hasta el momento. El colportor no debe estar conforme a menos que esté constantemente mejorando. Debe prepararse cabalmente, pero no debe contentarse con una presentación hecha de memoria; debe darle la oportunidad al Señor de obrar mediante sus esfuerzos y de impresionar su mente. El amor de Jesús que habita en el corazón lo habilitará para idear los medios de acercarse a individuos y familias.--Testimonios para la Iglesia 5:373 (1885). CE 58 2 Debe prepararse un equipo de colportores, por medio de una instrucción completa y práctica, para manejar las publicaciones que salgan de la prensa.--Carta 66, 1901. El conocimiento de la palabra de Dios CE 58 3 En la mente de todos debe almacenarse un conocimiento de las verdades de la Palabra de Dios, para que estén listos, en cualquier momento, para presentar de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.--Obreros Evangélicos, 298 (1880). Un conocimiento del libro que venden CE 58 4 Los colportores deben familiarizarse esmeradamente con el libro que están vendiendo y deben poder llamar la atención a sus capítulos importantes.--Joyas de los Testimonios 2:554 (1900). El cultivo de la mente y del corazón CE 59 1 Se necesitan jóvenes que sean hombres de entendimiento, que aprecien las facultades intelectuales que Dios les ha dado, y que las cultiven con el mayor cuidado. El ejercicio engrandece estas facultades y, si no se descuida el cultivo del corazón, el carácter resultará equilibrado. Los medios para lograr el mejoramiento están al alcance de todos. Entonces, que ninguno defraude al Maestro cuando él venga buscando fruto y se le presenten sólo hojas. Una determinación firme, santificada por la gracia de Cristo, hará maravillas.--Testimonios para la Iglesia 5:380 (1885). CE 59 2 Sean los colportores estudiantes fieles, que aprendan a dar éxito a su trabajo. Mientras están así empleados, mantengan sus ojos, oídos y entendimientos abiertos para recibir sabiduría de Dios, con el fin de saber ayudar a los que perecen por falta del conocimiento de Cristo. Concentre cada obrero sus energías, y use sus facultades para el servicio más elevado, que consiste en rescatar a los hombres de las trampas de Satanás y vincularlos con Dios, asegurando la cadena de su dependencia por medio de Jesucristo, el amarre, al trono circuido por el arco iris de la promesa.--Joyas de los Testimonios 2:555 (1900). La responsabilidad de los maestros de los colportores CE 59 3 Los maestros en la obra del colportaje tienen grandes responsabilidades. Los que comprendan correctamente su posición, dirigirán e instruirán a los que están bajo su cuidado con un sentido de su responsabilidad personal e inspirarán a otros a la fidelidad en la causa. Orarán mucho, comprenderán que sus palabras y acciones están haciendo impresiones que no se borraran con facilidad, sino que serán tan perdurables como la eternidad. Se darán cuenta de que ningún otro podrá venir después de ellos para corregir sus errores, o suplir sus deficiencias. Cuán importante es, pues, que el tema, el porte y el espíritu del maestro estén de acuerdo con las instrucciones de Dios.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. Para ser educados y preparados CE 60 1 Los presidentes de nuestras asociaciones y otras personas que ocupan posiciones de responsabilidad tienen un deber que cumplir en este asunto, para que los diferentes ramos de nuestra obra reciban igual atención. Se han de educar y adiestrar colportores para hacer la obra indispensable de vender los libros sobre la verdad presente que la gente necesita. Es necesario que se dediquen a esta obra hombres de profunda experiencia cristiana, hombres de mente bien equilibrada, fuertes y bien educados. El Señor desea que emprendan el colportaje quienes sean capaces de educar a otros, que puedan despertar en jóvenes promisorios de uno y de otro sexo un interés en este ramo de la obra e inducirlos a iniciar el colportaje con éxito. Algunos tienen el talento, la educación y la experiencia que los habilitarían para educar a los jóvenes para el colportaje de tal manera que se logre mucho más de lo que se logra ahora. CE 60 2 Los que tiene experiencia con los que no la tienen--Quienes han adquirido experiencia en este trabajo tienen un deber especial que cumplir en lo que se refiere a enseñar a otros. Eduquen, eduquen, eduquen a jóvenes de uno y otro sexo para que vendan los libros que los siervos del Señor escribieron, inducidos por su Espíritu Santo. El Señor desea que seamos fieles en educar a los que aceptan la verdad, para que puedan creer con un propósito y trabajar inteligentemente según el método del Señor. Relaciónense las personas inexpertas con obreros de experiencia para que puedan aprender a trabajar. Busquen muy fervorosamente al Señor. Pueden hacer una buena obra en el colportaje si obedecen las palabras: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina". 1 Timoteo 4:16. Los que den evidencia de estar verdaderamente convertidos y emprendan el colportaje, verán que es la mejor preparación para otros ramos de labor misionera. CE 61 1 Si los que conocen la verdad la quieren practicar, idearán métodos para encontrar a la gente donde está. Fue la providencia de Dios la que en los comienzos de la iglesia cristiana dispersó a los santos y los hizo salir de Jerusalén a muchas partes del mundo. Los discípulos de Cristo no permanecieron en Jerusalén ni en las ciudades cercanas, sino que transpusieron los límites de su propio país y siguieron las grandes vías de comunicación, buscando a los perdidos para llevarlos a Dios. Hoy el Señor desea ver su obra realizada en muchos lugares. No debemos limitar nuestras labores a unas pocas localidades.--Joyas de los Testimonios 2:545, 546 (1900). De dos en dos CE 61 2 Los colportores deben ser enviados de dos en dos. Los obreros sin experiencia deben enviarse con los que tengan más experiencia, y que puedan darles ayuda. Pueden conversar juntos y estudiar la Palabra de vida juntos, orando el uno por el otro. De esta manera, ambos, el cristiano más joven y el de más años, recibirán la bendición de Dios.--Manual for Canvassers, 17 (1902). En el servicio de Dios CE 62 1 Los colportores deben ser impresionados por el hecho de que la obra del colportaje es la misma obra que el Señor desea que hagan. Deben recordar que están en el servicio de Dios. CE 62 2 Se requiere un esfuerzo esmerado; debe darse instrucción; debe mantenerse delante de los obreros un sentido de la importancia de la obra. Todos deben ejercer el espíritu de abnegación y sacrificio propio que fue ejemplificado en la vida de nuestro Redentor. CE 62 3 El capítulo 6 de Isaías--Lean los colportores el capítulo 6 de Isaías, y aprovechen sus enseñanzas: CE 62 4 "Entonces dije: '¡Ay de mí! que soy muerto!, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos'. Y voló hacia mí uno de los serafines, trayendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas. Tocando con él sobre mi boca, dijo: 'He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado'. Después oí la voz del Señor, que decía: '¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: 'Heme aquí, envíame a mí'". Isaías 6:5-8. CE 62 5 Esta representación se repetirá una y otra vez. El Señor desea que tomen parte en esta grandiosa obra muchas personas, que sean consagradas, cuyos corazones sean humildes, que estén dispuestas a ocuparse en cualquier ramo de trabajo que demande sus servicios.--Manual for Canvassers, 18, 19 (1902). Progresos constantes CE 62 6 El seguidor de Jesús mejorará constantemente sus modales, hábitos, espíritu y trabajo. Esto lo logra fijando los ojos, no en los meros progresos externos y superficiales, síno en Jesús. Se verificará una transformación en la mente, en el espíritu, en el carácter. El cristiano es educado en la escuela de Cristo para anhelar las gracias de su Espíritu con toda mansedumbre y humildad. Se está preparando para asociarse con los ángeles celestiales.--Obreros Evangélicos, 300 (1915). CE 63 1 Dios desea que aprovechemos toda oportunidad de prepararnos para su obra. Espera que dediquemos todas nuestras energías a realizar dicha obra, y que mantengamos nuestros corazones susceptibles a su carácter tan sagrado y a sus temibles responsabilidades.--El Ministerio de Curación, 398 (1905). ------------------------Capítulo 9--Ejemplos en hábitos, comportamiento e indumentaria Una obra noble y elevadora CE 64 1 La obra del colportaje es el medio que Dios usa para alcanzar a muchos que de otra manera no serían impresionados con la verdad. Es una obra buena, el objetivo es elevado y ennoblecedor; y debiera haber una correspondiente dignidad en la conducta. El colportor encontrará mentes de diversas clases. Conocerá a personas ignorantes y degradadas que no aprecian nada más que el dinero. Éstas serán ofensivas, pero él debe ignorarlas. Nunca debe fallar su buena disposición; debe enfrentar las dificultades con gozo y esperanza. Se encontrará con personas enlutadas, abatidas, doloridas y heridas en espíritu. Tendrá muchas oportunidades de hablarles palabras bondadosas y expresiones de ánimo, esperanza y fe. Puede ser un manantial que refresque a los demás si así lo desea; pero para hacerlo deberá él mismo beber de la Fuente de la verdad viva.--Testimonios para la Iglesia 5:382 (1885). Es peligroso hacer una obra descuidada CE 64 2 Todos podrían sentir muy bien la responsabilidad individual de esta obra. Cada uno podría muy bien considerar cómo atraer mejor la atención, pues su manera de presentar la verdad puede decidir el destino de una persona. Si da una impresión favorable, su influencia puede ser para ese ser humano un sabor de vida para vida; y esa sola persona, iluminada por la verdad, puede iluminar a muchas otras. Por lo tanto, es peligroso hacer una labor descuidada al tratar con las mentes.--Testimonios para la Iglesia 5:381, 382 (1885). La necesidad de energía y entusiasmo CE 65 1 Entre el pueblo que profesa la verdad presente no existe un espíritu misionero que corresponda con nuestra fe. El temple de oro puro falta en el carácter. La vida cristiana es más de lo que ellos piensan. No consiste en mera gentileza, paciencia, mansedumbre y bondad. Esas virtudes son esenciales; pero hacen falta también el valor, la fuerza, la energía y la perseverancia. Muchos que hacen la obra del colportaje son débiles. No tienen valor, carecen de espíritu y se desaniman con facilidad. No tienen empuje. No poseen los rasgos positivos de carácter que infunden al hombre el poder de hacer algo: el espíritu y la energía que encienden el entusiasmo. La obra del colportor es una tarea honorable y no debiera actuar como si se avergonzara de ella. Si desea que sus esfuerzos tengan éxito, debe tener valor y confianza. CE 65 2 Cultivar las virtudes activas--Deben cultivarse tanto las virtudes activas como las pasivas. El cristiano, aunque está siempre dispuesto a dar la blanda respuesta que aparta la ira, debe poseer el valor de un héroe para resistir el mal. Con el amor que todo lo sufre, debe tener la fuerza de carácter que hará de su influencia un poder en favor del bien. La fe debe fraguarse en su carácter. Sus principios han de ser sólidos; debe ser una persona de espíritu noble, fuera del alcance de toda sospecha y vileza. El colportor no ha de ser infatuado. Al asociarse con los hombres, no debiera hacerse conspicuo, hablando de sí mismo con jactancia; porque si procede así, disgustará a la gente inteligente y sensata. No ha de ser egoísta en sus hábitos ni altanero y dominante en sus maneras. CE 66 1 Emplear tacto--Muchos han decidido en sus mentes que no pueden encontrar tiempo para leer uno de los diez mil libros que se publican y sacan al mercado. Y en muchos casos, cuando el colportor da a conocer el motivo de su visita, la puerta del corazón se cierra firmemente; de ahí la gran necesidad de hacer su obra con tacto y con un espíritu humilde y de oración. Debe estar familiarizado con la Palabra de Dios y tener palabras a su disposición para desenvolver la preciosa verdad y demostrar el gran valor del material de lectura que ofrece.--Testimonios para la Iglesia 5:381 (1885). Honradez e integridad CE 66 2 El obrero que tiene la causa de Dios en el corazón no insistirá en recibir el salario más elevado. No sostendrá, como algunos jóvenes lo han hecho, que a menos que pueda presentarse con una apariencia elegante y a la moda, y alojarse en los mejores hoteles, no está dispuesto a trabajar. Lo que el colportor necesita no es indumentaria impecable, o la palabra del petimetre o el payaso, sino la honestidad e integridad del carácter que se refleja en el rostro. La bondad y la gentileza se dibujan en el rostro, y el ojo experto no ve engaño, no vislumbra ostentación en el comportamiento. CE 66 3 Para muchos que han entrado en el campo como colportores los premios son el único medio de alcanzar el éxito. No tienen verdadero mérito como obreros. No tienen experiencia en la religión práctica; tienen las mismas faltas, el mismo gusto y la misma complacencia propia que los caracterizaba antes de que afirmaran ser cristianos. De ellos se podría decir que Dios no está en sus pensamientos; él no mora en su corazón. Hay una pequeñez, una mundanalidad, una degradación en su carácter y comportamiento, que dan testimonio contra ellos de que están siguiendo el camino de su propio corazón y andando a la vista de sus propios ojos. No practican la abnegación, sino que están determinados a gozar la vida. El tesoro celestial no tiene atractivo para ellos; todas sus preferencias son de abajo, y no de arriba. Los amigos y familiares no pueden tener en alta estima a tales personas, porque éstas no están dispuestas a despreciar el mal y escoger el bien.--Testimonios para la Iglesia 5:379 (1885). Puros, humildes, temperantes CE 67 1 Los colportores necesitan tener refinamiento propio y modales pulidos, pero no una personalidad artificial que es común en el mundo, sino maneras agradables, que son el resultado natural de un buen corazón y un sano deseo de imitar a Cristo. Deben cultivar hábitos de solicitud y consideración, hábitos de diligencia y discreción, y procurar honrar a Dios, logrando para sí mismos el mayor desarrollo posible. Jesús hizo un sacrificio infinito para colocarlos en buena relación con Dios y su prójimos, y el auxilio divino, combinado con el esfuerzo humano, los capacitará para alcanzar un elevado grado de excelencia. El colportor ha de ser puro como José, manso como Moisés, temperante como Daniel; así tendrá un poder que lo acompañará por dondequiera que vaya.--Testimonios para la Iglesia 5:373 (1885). Vestido y modales agradables CE 67 2 Tenemos ahora grandes facilidades para esparcir la verdad; pero nuestros hermanos no están aprovechando los privilegios que les fueron dados. En todas las iglesias no ven ni sienten la necesidad de usar sus capacidades para salvar a las personas. No comprenden que es su deber buscar suscriptores para nuestros periódicos, incluyendo nuestras revistas de salud, e introducir nuestros libros y folletos. Debe darse trabajo a los hombres que están dispuestos a ser enseñados en cuanto a la mejor manera de presentarse ante las personas y las familias. Su vestimenta debe ser pulcra pero no vanidosa, y los modales tales que no disgusten a la gente. Entre nosotros, como pueblo, existe una gran carencia de cortesía verdadera. Deben cultivarla todos los que estén involucrados en la obra misionera.--Testimonios para la Iglesia 5:391, 392 (1880). CE 68 1 El desaseo en el vestir trae oprobio sobre la verdad que profesamos creer. Usted debería considerar que es representante del Señor Jesucristo. Que toda su vida esté en armonía con la verdad bíblica... Este no es un asunto de poca importancia, pues afecta su influencia sobre los demás ahora y para la eternidad. No puede usted esperar que el Señor le dé el éxito más completo para ganar a las personas para él a menos que todos su modales y su presentación sean de una naturaleza tal que conquisten el respeto. La verdad es magnificada incluso por la impresión causada gracias a la prolijidad en el vestirse.--Carta 336, 1908. CE 68 2 Las personas de modales rudos no están capacitadas para esta obra. Quienes tendrán éxito serán hombres y mujeres que posean tacto, un buen trato, aguda perspicacia, una mente capaz de discernir y que comprendan el valor de los seres humanos.--Manual for Canvassers, 15 (1902). Cortesía cristiana y espíritu servicial CE 68 3 El colportor debería hacer todo esfuerzo que esté de su parte para permitir que la luz de la verdad brille mediante las buenas obras. En la realización de sus deberes debería esparcir en tomo de él la fragancia de la cortesía cristiana, aprovechando toda oportunidad para realizar actos de servicio y de ayuda. Deberían acostumbrarse a hablar en forma distinta y que haga impresión. Deberían aprender diariamente en la escuela del gran Maestro. Cristo ayudará seguramente a los que se escondan en él y dependan de él para obtener fortaleza.--The Review and Herald, 16 de junio de 1903. Un comportamiento cuidadoso CE 69 1 Nuestros ministros y todos los que profesan creer la verdad deben asumir una actitud decidida para elevar el bajo nivel que algunos parecen inclinados a adoptar en lo que toca a sus palabras y comportamiento. En muchos casos éste no corresponde de manera alguna con las verdades sagradas y santas que profesamos. Muchas personas que no están convertidas se sienten competentes para ser colportoras. Nunca han sentido la gracia transformadora de Cristo. No son puros. Están viviendo una vida cotidiana descuidada y pecaminosa. Sus prácticas son tales que harían que los santos ángeles escondieran sus rostros. Debemos alcanzar una norma más elevada, o seremos un reproche para la causa de Dios y una piedra de tropiezo para los pecadores.--Carta 26d, 1887. Ejemplos en la reforma pro salud CE 69 2 En vuestro trato con los incrédulos, no permitan que los desvíen de los principios correctos. Al sentarse a sus mesas, coman con templanza, y únicamente alimentos que no confundan vuestra mente. Eviten la intemperancia. No pueden debilitar sus facultades mentales o físicas, e incapacitarse para discernir las cosas espirituales. Mantengan su mente en tal condición que Dios pueda inculcarles las preciosas verdades de su Palabra. CE 70 1 Así ejercerán influencia sobre los demás. Muchos procuran convertir la vida ajena y atacan los hábitos que para ellos son malos. Van hacia quienes consideran en error, les señalan sus defectos, pero no hacen un esfuerzo ferviente y atinado para dirigir las mentes a los principios verdaderos. Una conducta tal deja con frecuencia de obtener los resultados deseados. Al procurar corregir a otros, con frecuencia despiertan su espíritu combativo y así hacen más mal que bien. No vigilen a los demás para señalarles sus faltas o errores. Enséñenles por medio del ejemplo. Sean vuestra abnegación y vuestra victoria sobre el apetito una ilustración de cómo se obedece los principios correctos. Dejen que vuestra vida dé testimonio de la influencia santificadora y ennoblecedora de la verdad.--Joyas de los Testimonios 2:551, 552 (1900). Las gracias del espíritu CE 70 2 En su gran amor, Dios procura desarrollar en nosotros las gracias preciosas de su Espíritu. Permite que hallemos obstáculos, persecución y opresiones, pero no como una maldición, sino como la mayor bendición de nuestra vida. Cada tentación resistida, cada aflicción sobrellevada valientemente, nos da nueva experiencia y nos hace progresar en la tarea de edificar nuestro carácter. El ser que resiste la tentación mediante el poder divino revela al mundo y al universo celestial la eficacia de la gracia de Cristo.--El Discurso Maestro de Jesucristo, 99, 100 (1896). Una "atmósfera" personal CE 70 3 Cada persona está rodeada de una atmósfera propia, de una atmósfera que puede estar saturada del poder vivificador de la fe, el valor y la esperanza, y endulzada por la fragancia del amor. O puede ser pesada y fría por causa de la bruma del descontento y el egoísmo, o estar envenenada por la contaminación fatal de un pecado acariciado. Todo ser humano con el cual nos relacionamos queda, consciente o inconscientemente, afectado por la atmósfera que nos rodea.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 274 (1900). El carácter es poder CE 71 1 El carácter es poder. El testimonio silencioso de una vida sincera, abnegada y piadosa, tiene una influencia casi irresistible. Al revelar en nuestra propia vida el carácter de Cristo, cooperamos con él en la obra de salvar a las personas. Solamente revelando en nuestra vida su carácter, podemos cooperar con él. CE 71 2 Y cuanto más amplia es la esfera de nuestra influencia, mayor bien podemos hacer.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 275 (1900). Tan fiel como la brújula al polo CE 71 3 Que el Señor ayude a todos a mejorar hasta lo sumo los talentos que se les ha encomendado. Los que trabajan en esta causa no estudian sus Biblias como debieran. Si lo hicieran, sus enseñanzas prácticas surtirían un buen efecto en sus vidas. No importa cuál sea la obra de ustedes, queridos hermanos y hermanas, háganla por el Maestro y hagan lo mejor que puedan. No pasen por alto las presentes oportunidades de oro y no permitan que su vida sea un fracaso mientras se sientan ociosamente soñando con la comodidad y el éxito en una obra para la cual Dios nunca los ha capacitado. Hagan la obra que esté a su alcance. Háganla aunque sea en medio de peligros y penurias en el campo misionero; pero les ruego, no se quejen de las dificultades y de los sacrificios personales. Consideren a los valdenses. Vean qué planes trazaron ellos para que la luz del evangelio pudiera brillar en las mentes entenebrecidas. No debemos trabajar con miras a recibir nuestra recompensa en esta vida, sino con nuestros ojos fijos tenazmente en el premio que se nos otorgará al fin de la jornada. Ahora se necesitan hombres y mujeres que sean tan fieles al deber como la brújula al polo, hombres y mujeres que trabajen sin que sea necesario que se les suavice el camino y se les saquen los obstáculos. CE 72 1 Cuando viven su fe--He descrito lo que los colportores deben ser; y quiera el Señor abrir sus mentes para que comprendan este tema en todas sus dimensiones, y que reconozcan su deber de representar el carácter de Cristo por medio de su paciencia, valor e integridad constantes. Que no olviden que pueden negarlo a través de un carácter débil e indeciso. Jóvenes, si llevan estos principios con ustedes al campo del colportaje, serán respetados; y muchos creerán la verdad que profesan, porque viven su fe, porque la vida cotidiana de ustedes es como una luz brillante puesta sobre un candelero, que alumbra a todos los que están en casa. Aun sus enemigos, por más que le hagan la guerra a sus doctrinas, los respetarán; y cuando hayan logrado todo esto, las palabras sencillas de ustedes tendrán poder y llevarán la convicción a los corazones.--Testimonios para la Iglesia 5:382, 383 (1885). ------------------------Capítulo 10--Una voz y un lenguaje agradable El don del habla CE 73 1 De todos los dones que Dios ha concedido a los hombres, ninguno es más precioso que el don del habla. Si está santificado por el Espíritu Santo, es una fuerza para el bien. Con la lengua convencemos y persuadimos; con ella ofrecemos oración y alabanza a Dios; y con ella transmitimos ricos pensamientos acerca del amor del Redentor. Por el uso correcto del don del habla, el colportor puede sembrar en muchos corazones las preciosas semillas de la verdad.--Joyas de los Testimonios 2:552 (1900). CE 73 2 Debe darse más atención al cultivo de la voz. Podemos tener conocimiento, pero a menos que sepamos cómo usar la voz correctamente, nuestra obra será un fracaso. A menos que podamos revestir nuestras ideas de un lenguaje apropiado, ¿de qué valdrá nuestra educación? El conocimiento nos será de poca ventaja a menos que cultivemos el talento del habla; pero es un poder maravilloso cuando está combinado con la capacidad de hablar palabras sabias y útiles, y de pronunciarlas de un modo que capten la atención.--Testimonios para la Iglesia 6:383 (1900). CE 73 3 Jóvenes y señoritas, ¿ha colocado Dios en vuestro corazón el deseo de servirle? Entonces, por todos los medios, cultiven la voz hasta el máximo de su capacidad, de manera que puedan presentar en forma clara la preciosa verdad a los demás (Ibíd.). Hablar clara y distintamente CE 74 1 Cuando hablen, que cada palabra esté completa y bien modulada, que cada frase sea clara y distinta hasta la palabra final. Muchas personas, al llegar al fin de una sentencia, disminuyen el tono de la voz, hablando en forma tan indistinta que se destruye la fuerza del pensamiento. Las palabras que merecen ser habladas, merecer ser dichas con una voz clara y distinta, con énfasis y expresión. Pero nunca escojan palabras que den la impresión de que son sabios. Cuanto mayor sea vuestra sencillez, mejor se entenderán vuestras palabras (Ibíd.). Una cualidad indispensable CE 74 2 El colportor que puede hablar en forma clara y distinta acerca de los méritos del libro que presenta, encontrará que esto le resulta de gran ayuda para obtener el pedido. Puede tener oportunidad de leer un capítulo, y por el tono musical de su voz y énfasis colocado en las palabras, puede hacer que la escena presentada se destaque con tanta claridad en la mente del oyente, como si pudiera ser vista en la realidad. CE 74 3 La capacidad de hablar con claridad y en forma distinta, con tonos plenos y amplios, es valiosa en todo ramo de trabajo. Esta cualidad es indispensable en los que desean ser ministros, evangelistas, instructores bíblicos o colportores. Los que hacen planes para entrar en estas ramas de trabajo deberían aprender a usar la voz en forma tal que, cuando hablen a la gente acerca de la verdad, ésta haga una decidida impresión para el bien. La verdad no debe echarse a perder por comunicarla de manera defectuosa.--Manual for Canvassers, 23, 24 (1902). Decirla con sencillez CE 74 4 Los hombres y las mujeres vagan en medio de las tinieblas del error. Desean saber qué es verdad. Díganselo, no con lenguaje presuntuoso, sino con la sencillez de los hijos de Dios.--Manual for Canvassers, 39, 40 (1902). Palabras bien elegidas CE 75 1 No sean descuidados en sus palabras por estar entre los no creyentes, pues ellos los están juzgando. Estudien la instrucción dada a Nadab y Abiú, los hijos de Aarón. Ellos "ofrecieron delante de Jehová un fuego extraño, que él nunca les había mandado". Tomando fuego común lo colocaron en sus incensarios. "Entonces salió de la presencia de Jehová un fuego que los quemó, y murieron delante de Jehová. Luego dijo Moisés a Aarón: 'Esto es lo que Jehová afirmó cuando dijo: "En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado"'". Levítico 10:1-3. Los colportores deberían recordar que están trabajando con el Señor para salvar a los hombres, y que no han de introducir ninguna ordinariez o vulgaridad en su sagrado servicio. Que la mente se llene de pensamientos puros y santos, y que las palabras sean bien elegidas. No obstaculicen el éxito de vuestra obra por pronunciar palabras livianas y descuidadas.--Manual for Canvassers, 24 (1902). Palabras que conquistan; una conducta amable y cortés CE 75 2 Aquellos que trabajan para Cristo han de ser íntegros y fidedignos, firmes como una roca en sus principios, y al mismo tiempo bondadosos y corteses. La cortesía es una de las gracias del Espíritu. El tratar con las mentes humanas es la mayor obra jamás confiada al hombre; y el que quiera obtener acceso a los corazones debe acatar la recomendación: "Sed... compasivos, corteses". El amor hará lo que no logrará la discusión. Pero un momento de petulancia, una sola respuesta abrupta, una falta de cortesía cristiana en algún asunto sin importancia, puede dar por resultado la pérdida tanto de amigos como de influencia. CE 76 1 El obrero cristiano debe esforzarse por ser lo que Cristo era cuando vivía en esta Tierra. Él es nuestro ejemplo, no sólo en su pureza sin mancha, sino también en su paciencia, amabilidad y disposición servicial. Su vida es una ilustración de la cortesía verdadera. Él tenía siempre una mirada bondadosa y una palabra de consuelo para los menesterosos y los oprimidos. Su presencia hacía más pura la atmósfera del hogar. Su vida era como levadura que obraba entre los elementos de la sociedad. Puro y sin mancha, andaba entre los irreflexivos, groseros y descorteses; entre injustos publicanos y samaritanos, soldados paganos, toscos campesinos y la muchedumbre... CE 76 2 La religión de Jesús ablanda cuanto haya de duro y brusco en el genio, y suaviza lo tosco y violento de los modales. Hace amables las palabras y atrayente el porte. Aprendamos de Cristo a combinar un alto sentido de la pureza e integridad con una disposición alegre. Un cristiano bondadoso y cortés es el argumento más poderoso que se pueda presentar en favor del cristianismo. CE 76 3 Las palabras bondadosas son como el rocío y suaves lluvias para el espíritu. La Escritura dice de Cristo que la gracia fue derramada en sus labios, para que supiese "hablar palabras al cansado". Y el Señor nos recomienda: "Sea vuestra palabra siempre con gracia", con el fin de que "dé gracia a los oyentes". CE 76 4 Puede ser que algunos de aquellos con quienes están en contacto sean rudos y descorteses, pero no sean ustedes menos corteses por causa de ello. Aquel que desee conservar su respecto propio debe tener cuidado de no herir innecesariamente el de los demás. Esta regla debe observarse religiosamente para con los más duros de entendimiento, para con los que más yerran.--Obreros Evangélicos, 127, 128 (1915). La voz del salvador CE 77 1 La voz del Salvador era como música a los oídos de aquellos que habían estado acostumbrados a la prédica monótona y sin vida de los escribas y fariseos. Él hablaba lenta e impresionantemente, recalcando las palabras a las cuales deseaba que sus oyentes prestasen atención especial... La facultad del habla es de gran valor, y la voz debe cultivarse para bendición de aquellos con quienes tratamos.--Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 227, 228 (1913). Sus palabras atraían los corazones CE 77 2 Hemos de hablar de Cristo a quienes no lo conocen. Hemos de obrar como lo hizo Cristo. Doquiera él estuviera--en la sinagoga, junto al camino, en un bote algo alejado de tierra, en el banquete del fariseo o en la mesa del publicano--, hablaba a las gentes de las cosas concernientes a la vida superior. Relacionaba la naturaleza y los acontecimientos de la vida diaria con las palabras de verdad. Los corazones de sus oyentes eran atraídos hacia él; porque él había sanado a sus enfermos, había consolado a los afligidos, y tomando a sus niños en sus brazos, los había bendecido. Cuando él abría los labios para hablar, la atención se concentraba en él, y cada palabra era para alguna persona sabor de vida para vida. CE 78 3 Así debe ser con nosotros. Doquiera estemos, hemos de procurar aprovechar las oportunidades que se nos presenten para hablar a otros del Salvador. Si seguimos el ejemplo de Cristo en hacer bien, los corazones se nos abrirán como se le abrían a él. No bruscamente, sino con tacto impulsado por el amor divino, podremos hablarles de Aquel que es "distinguido entre diez mil", y "todo en él codiciable". Cantares 5:10, 16. Esta es la obra suprema en la cual podemos emplear el talento del habla. Dicho talento nos ha sido dado para que podamos presentar a Cristo como el Salvador que perdona el pecado.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 273, 274 (1900). ------------------------Capítulo 11--Diligentes en el servicio Energía y buena voluntad CE 79 1 El éxito no depende tanto del talento como de la energía y de la buena voluntad. No es la posesión de talentos magníficos lo que nos habilita para prestar un servicio aceptable, sino el cumplimiento concienzudo de los deberes diarios, el espíritu contento, el interés sincero y sin afectación por el bienestar de los demás. En la asignación más humilde puede hallarse verdadera excelencia. Las tareas más comunes, realizadas con una fidelidad impregnada de amor, son hermosas a la vista de Dios.--La Historia de Profetas y Reyes, 164 (1916). No hay lugar para la indolencia CE 79 2 Nadie piense que se halla en libertad para cruzarse de brazos y no hacer nada. El que alguien pueda salvarse en la indolencia e inactividad es completamente imposible. Piensen en lo que hizo Jesús durante su ministerio terrenal. ¡Cuán fervorosos, cuán incansables eran sus esfuerzos! No permitió que nada lo desviara de la obra que le fue encomendada. ¿Estamos siguiendo sus pasos? Él lo abandonó todo para realizar el misericordioso plan de Dios a favor de la humanidad caída. En cumplimiento del propósito celestial, se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. No había tenido ninguna comunión con el pecado--no lo había conocido en absoluto--, pero vino a este mundo, y tomó sobre su vida inmaculada la culpa del hombre pecador para que los pecadores pudieran estar justificados delante de Dios. Luchó contra la tentación venciendo en favor de nosotros. El Hijo de Dios, puro e incontaminado, llevó la penalidad de la transgresión, y recibió el golpe de muerte que trajo liberación a la humanidad.--The Review and Herald, 20 de enero de 1903. Trabajo enérgico CE 80 1 Los siervos de Dios han de ser "en lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor". El descuido y la ineficacia no son piedad. Cuando nos demos cuenta de que estamos trabajando para Dios, tendremos un sentido más elevado que el que jamás hemos tenido del carácter sagrado del servicio espiritual. Esta comprensión pondrá vida y vigilancia y perseverante energía en el cumplimiento de todo deber. La religión, la religión pura e inmaculada, es intensamente práctica. Nada sino el trabajo ferviente y enérgico tendrá valor en la salvación de los seres humanos. Hemos de hacer de nuestros deberes cotidianos actos de devoción, aumentando constantemente en utilidad, porque consideramos nuestra obra a la luz de la eternidad.--Carta 43, 1902. Regularidad y prontitud CE 80 2 Dios no tiene lugar para los perezosos en su causa; él quiere obreros reflexivos, bondadosos, afectuosos y fervientes... Las personas que no hayan adquirido hábitos de estricta laboriosidad y economía de tiempo, deben tener reglas fijas para impulsarlas a la regularidad y prontitud.--Obreros Evangélicos, 294 (1880). Levantarse temprano; trabajar diligentemente CE 80 3 La obra del colportor es elevada y demostrará ser exitosa si él es honrado, ferviente, paciente, y realiza con perseverancia la tarea que ha emprendido. Su corazón debe esta en su trabajo. Debe levantarse temprano y trabajar diligentemente, dando el debido uso a las facultades que Dios le ha concedido. Debe hacerse frente a las dificultades. Si son abordadas con perseverancia incesante, serán vencidas. El obrero debe estar formando constantemente un carácter simétrico. Los grandes caracteres se forman por medio de actos y esfuerzos pequeños.--Manual for Canvassers, 18 (1902). Fieles al deber CE 81 1 Los que han entrado en el campo del colportaje están en peligro de no sentir la necesidad de ser exigentes en su obra. Están en peligro de llegar a contentarse con realizaciones superficiales, de ser descuidados en sus modales y perezosos en su actividad mental. Debe haber un cumplimiento fiel del deber en el campo del colportaje, porque este es importante y sagrado.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. Exactos y diligentes CE 81 2 Recuerden que en cualquier puesto en que sirvan, revelan qué móvil los inspira y desarrollan su carácter. Cuanto hagan, háganlo con exactitud y diligencia; dominen la inclinación a buscar tareas fáciles.--El Ministerio de Curación, 399 (1905). CE 81 3 Cuando trabajemos con diligencia para la salvación de nuestros semejantes, Dios dará éxito a todos nuestros esfuerzos.--Joyas de los Testimonios 3:324 (1909). CE 81 4 Una vez que el colportor haya iniciado su trabajo no debe permitir que se le distraiga, sino que debe perseverar inteligentemente y con toda diligencia concentrarse en un punto. Sin embargo, mientras está colportando no debe descuidar las oportunidades de ayudar a las personas que procuran luz y necesitan el consuelo de las Escrituras. Si el colportor anda con Dios, si pide en oración sabiduría celestial para hacer el bien y solamente el bien en su labor, percibirá prestamente sus oportunidades y las necesidades de los seres humanos con los cuales trata. Aprovechará toda oportunidad de atraerlos a Cristo. En el Espíritu de Cristo, estará listo para dirigir una palabra al cansado.--Manual for Canvassers, 554 (1900). Relatar los incidentes alentadores CE 82 1 Los que adquieran tal experiencia al trabajar para el Señor debieran escribir un relato de ello para nuestros periódicos, con el fin de que otros puedan ser alentados. Hable el colportor del gozo y la bendición que ha disfrutado en su ministerio como evangelista. Estos informes deben hallar cabida en nuestros periódicos, porque son de gran alcance en su influencia. Serán como dulce fragancia en la iglesia y un sabor de vida para vida. Así se verá que Dios obra con quienes cooperan con él.--Joyas de los Testimonios 2:551 (1900). ------------------------Capítulo 12--Constantes en la oración Orar por una experiencia más profunda CE 83 1 A nuestros colportores, a todos aquellos a quienes Dios ha confiado talentos para que cooperen con él, quiero decir: Oren, oh, oren por una experiencia más profunda. Salgan con el corazón enternecido y subyugado por el estudio de las verdades preciosas que Dios nos ha dado para este tiempo. Beban a grandes sorbos del agua de la salvación, para que sea en el corazón como una fuente viva, que fluya para refrigerar a las personas a punto de perecer. Dios les dará entonces sabiduría que los habilite para impartir lo recto a otros. Les hará canales para comunicar sus bendiciones. Les ayudará para revelar sus atributos e impartir a otros la sabiduría y el entendimiento que les ha impartido a ustedes. CE 83 2 Ruego a Dios que puedan comprender este asunto en su longitud, anchura y profundidad, y que sientan la responsabilidad de representar el carácter de Cristo por la constancia de la paciencia, el valor y la integridad de ustedes. "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7.--Joyas de los Testimonios 2:539 (1900). Orar humilde y fervorosamente CE 83 3 La oración humilde y ferviente hará más en favor de la circulación de nuestros libros que todos los costosos embellecimientos del mundo. Si los obreros prestaran su atención a lo que es verdadero, viviente y real; si oraran por el Espíritu Santo, y creyeran y confiaran en él; su poder se derramaría sobre ellos en poderosos raudales celestiales, y se harían impresiones correctas y verdaderas sobre el corazón humano. Por lo tanto, oren y trabajen, y trabajen y oren, y el Señor obrará con ustedes.--Joyas de los Testimonios 2:538 (1900). CE 84 1 Satanás está en vuestro camino. Es un adversario artero, y el espíritu maligno con que tropiezan en su trabajo es inspirado por él. Aquellos a quienes él controla se hacen eco de sus palabras. Si se pudiera descorrer el velo que cubre sus ojos, los que así trabajan verían a Satanás ejerciendo todas sus artes para ganarlos para sí sacándolos de la verdad. En la tarea de rescatar a las personas de sus engaños, se realizará mucho más por medio de la oración humilde, hecha con el espíritu de Cristo, que utilizando muchas palabras sin oración. CE 84 2 Orar constantemente--Los obreros deben tener el espíritu constantemente elevado a Dios en oración. Nunca están solos. Si tienen fe en Dios, si se dan cuenta de que se les ha confiado la obra de dar al pueblo la luz sobre los temas bíblicos, gozarán constantemente de la compañía de Cristo.--Manual for Canvassers, 40 (1902). El poder de la oración importuna CE 84 3 Jacob prevaleció porque fue perseverante y decidido. Su experiencia atestigua el poder de la oración insistente. Este es el tiempo en que debemos aprender la lección de la oración que prevalece y de la fe inquebrantable. Las mayores victorias de la iglesia de Cristo o del cristiano no son las que se ganan mediante el talento o la educación, la riqueza o el favor de los hombres. Son las victorias que se alcanzan en la cámara de audiencia con Dios, cuando la fe fervorosa y agonizante se ase del poderoso brazo de la omnipotencia. CE 85 1 Los que no están dispuestos a dejar todo pecado y buscar seriamente la bendición de Dios, no la alcanzarán. Pero todos los que se afirmen en las promesas de Dios como lo hizo Jacob, y sean tan vehementes y constantes como lo fue él, alcanzarán el éxito que él alcanzó.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 201, 202 (1890). Toda dificultad es un llamado a la oración CE 85 2 La senda de la sinceridad e integridad no es una senda libre de obstrucción, pero en toda dificultad hemos de ver una invitación a orar.--El Deseado de Todas las Gentes, 620, 621 (1898). La oración y el estudio de la Biblia son esenciales CE 85 3 Bien sabe Satanás que todos aquellos a quienes pueda inducir a descuidar la oración y el estudio de las Sagradas Escrituras serán vencidos por sus ataques. De aquí que invente cuanta estratagema le es posible para tener las mentes distraídas.--El Conflicto de los Siglos, 573 (1888). CE 85 4 Los creyentes que se vistan con toda la armadura de Dios y dediquen algún tiempo diariamente a la meditación, la oración y el estudio de las Escrituras, se vincularán con el cielo y ejercerán una influencia salvadora y transformadora sobre quienes los rodean.--Testimonios para la Iglesia 5:105 (1882). Orar con la gente CE 85 5 Son muchos los que a causa del prejuicio no conocerán la verdad a menos que les sea llevada a sus casas. El colportor puede encontrar a estas personas y servirlas. Hay un ramo de trabajo de casa en casa que puede realizar con más éxito que los demás. Puede familiarizarse con la gente y comprender sus verdaderas necesidades; puede orar con ella y señalarle al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así se abrirá el camino para que el mensaje especial para este tiempo halle acceso a los corazones.--Joyas de los Testimonios 2:533 (1900). Por medio de la oración y el canto CE 86 1 La obra del colportor evangélico, cuyo corazón está saturado por el Espíritu Santo, está repleta de admirables posibilidades para hacer el bien. La presentación de la verdad hecha con amor y sencillez, de casa en casa, está en armonía con la instrucción que Cristo dio a sus discípulos cuando los envió en su primer viaje misionero. Muchos serán alcanzados por medio de cantos de alabanza y oraciones humildes y sinceras. El Obrero divino estará siempre presente para poner convicción en los corazones. "Estoy siempre con vosotros" es la promesa que nos ha hecho. Con la seguridad de la presencia permanente de un ayudador como él, podemos trabajar con fe, esperanza y valor.--Testimonios para la Iglesia 9:28 (1909). Dios da el éxito CE 86 2 Sólo Dios es quien puede dar el éxito tanto en la preparación como en la circulación de nuestras publicaciones. Si con fe sostenemos sus principios, él cooperará con nosotros al colocar los libros en las manos de aquellos a quienes beneficiarán. Debemos orar por el Espíritu Santo, confiar en él y creer en él. La oración humilde y ferviente hará más para promover la circulación de nuestros libros que todos los costosos adornos del mundo.--Joyas de los Testimonios 3:158, 159 (1902). ------------------------Capítulo 13--Puntos de venta Para introducir nuestros libros CE 87 1 Otros publicadores tienen sistemas regulares para introducir en el mercado libros que no son de ningún valor vital. "Los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz". Áureas oportunidades se presentan casi todos los días en que los mensajeros silenciosos de la verdad pueden ser introducidos en el seno de las familias y los solitarios; pero los indolentes y los descuidados no sacan provecho de estas oportunidades. Los predicadores vivientes son pocos. Hay solamente uno donde debiera haber cien. Muchos están cometiendo un grave error al no usar sus talentos en la obra de tratar de salvar la vida de sus semejantes. CE 87 2 Cientos de hombres deberían estar ocupados en llevar la luz por nuestras ciudades, pueblos y aldeas. La mente del público debe ser agitada. Dios dice: Envíese la luz a todas partes del campo. Él ha designado que los hombres sean canales de luz, llevándola a quienes están en tinieblas.--Testimonios para la Iglesia 4:389 (1880). CE 87 3 Han de organizarse campañas de colportaje para la venta de nuestras publicaciones, para que el mundo pueda ser iluminado sobre lo que nos espera en el inmediato futuro.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. La circulación aumenta la demanda CE 88 1 Nuestras casas editoras deben caracterizarse por una señalada prosperidad. Nuestros hermanos pueden sostenerlas si muestran un interés decidido en llevar nuestras publicaciones al mercado... Cuanto más amplia sea la circulación de nuestras publicaciones, mayor será la demanda de libros que aclaren las Escrituras de verdad. Muchos se están disgustando con las inconsistencias, los errores y la apostasía de las iglesias, y con los festivales, las ventas de caridad, las loterías y numerosas invenciones para recolectar dinero destinado a proyectos eclesiásticos. Hay muchos que están buscando la luz en las tinieblas. Si nuestros periódicos, folletos y libros, que expresan la verdad en el sencillo lenguaje bíblico, pudieran ser puestos ampliamente en circulación, muchas personas hallarían que esas publicaciones son precisamente lo que necesitan. Pero muchos de nuestros hermanos obran como si la gente tuviera que ir a ellos o acudir a nuestras oficinas para obtener publicaciones, cuando millares ignoran que existen. CE 88 2 Exaltar el valor de los libros--Dios pide de sus hijos que obren como seres vivientes y que no sean indolentes perezosos e indiferentes. Debemos llevar las publicaciones a las personas y urgirlas a que las acepten, mostrándoles que recibirán muchos más que el valor de su dinero. Exalten el valor de los libros que ofrecen. No pueden enaltecerlos demasiado.--Testimonios para la Iglesia 4:392 (1880). Precios de nuestras publicaciones CE 88 3 Algunas cosas de seria importancia no han estado recibiendo la debida atención en nuestras oficinas de publicaciones. Los hombres que se desempeñan en puestos de responsabilidad debieran haber elaborado planes por los cuales nuestros libros pudieran ser puestos en circulación y no continuar en los estantes, permaneciendo inertes después de salir de la prensa. Nuestros hermanos están atrasados en el tiempo y no aprovechan las oportunidades que abre la providencia de Dios. CE 89 1 Muchas de nuestras publicaciones han sido lanzadas al mercado a un precio tan bajo que las ganancias no son suficientes para sostener la oficina y conservar un buen fondo con que continuar operando. Aquellos de nuestros hermanos que no tienen una preocupación especial por los diversos ramos de trabajo... no se informan con respecto a las necesidades de la causa y el capital requerido para mantener la empresa en movimiento. No entienden la posibilidad de las pérdidas y los gastos que ocurren todos los días en las instituciones. Parecen pensar que todo se mueve sin mucho cuidado o desembolso de medios, y por lo tanto hacen hincapié en la necesidad de fijar los precios más bajos para nuestras publicaciones, dejando así un escaso margen. CE 89 2 Y después que los precios han sido reducidos a cifras casi ruinosas, manifiestan sólo un débil interés en aumentar las ventas de los mismos libros para los cuales pidieron tales precios bajos. Habiendo logrado su objetivo, cesa la preocupación, cuando debieran tener un interés ferviente y un cuidado verdadero en impulsar la venta de las publicaciones, sembrando así la simiente de la verdad y trayendo medios a las oficinas para invertir en otras publicaciones. CE 89 3 Ha habido un gran descuido del deber de parte de los ministros al no interesar a las iglesias, de las localidades donde ellos trabajan, en este asunto. Una vez que se reduce el precio de los libros, resulta muy difícil volver a aumentarlos hasta que alcancen una base que compense los gastos, mientras hombres de mentes estrechas clamarán que se trata de especulación, sin discernir que nadie resulta beneficiado, y que los instrumentos de Dios no deben ser inutilizados por falta de capital. Libros que deben ser ampliamente puestos en circulación yacen inutilizados en nuestras oficinas de publicaciones porque no se ha manifestado suficiente interés en hacerlos circular. CE 90 1 La prensa es un poder; pero si su producto muere por falta de hombres que ejecuten planes para hacerlos circular ampliamente, su poder se pierde. Aunque ha habido una aguda perspicacia para discernir la necesidad de trazar planes para multiplicar los libros y folletos, se han descuidado los planes para hacer ingresar de nuevo los medios invertidos, como para que produzcan otras publicaciones. El poder de la prensa, con todas sus ventajas, se halla en manos de esos hombres; y ellos pueden utilizarlo sacando el máximo de provecho, o pueden estar medio dormidos y por la inacción perder las ventajas que sería posible obtener. Gracias a cálculos juiciosos pueden extender la luz mediante la venta de los libros y folletos. Pueden enviarlos a millares de familias que ahora se hallan en la oscuridad del error.--Testimonios para la Iglesia 4:388, 389 (1880). No depender de premios CE 90 2 Los que poseen una humildad genuina y cuyas mentes han sido expandidas por las verdades desplegadas en el evangelio, tendrán una influencia que se sentirá. Impresionarán las mentes y los corazones y la mayoría de la gente los respetará, aun los que no simpaticen con su fe. Con las verdades bíblicas y nuestros valiosos periódicos, tendrán éxito porque el Señor allanará el camino ante ellos. Pero ofrecer a la gente nuestras revistas con obsequios y premios no ejercerá influencia permanente para el bien. Si nuestros obreros actuaran dependiendo de las verdades bíblicas, del amor de Cristo y del amor por las personas en sus corazones, lograrían más en obtener suscriptores permanentes que si dependieran de premios y precios bajos. La importancia que se da a los incentivos para que el público adquiera la revista, da la impresión de que ésta no posee mérito alguno. Los resultados serían mejores si se diera la importancia a la publicación misma y se reservara el dinero destinado a los premios para distribuir Números gratuitos. Cuando se ofrecen premios, algunos deciden comprar la revista que de otra manera no la hubieran comprado, pero otros rehusarán suscribirse porque piensan que es una especulación. Si el colportor presentara los valores de la revista en sí, con su corazón puesto en el Señor para obtener el éxito y dependiendo menos de los premios, lograría mucho más.--Testimonios para la Iglesia 5:378 (1885). CE 91 1 Para hacer circular El conflicto de los siglos, Patriarcas y profetas, El Deseado de todas las gentes, Daniel y Apocalipsis y otros libros de igual tenor, deben conseguirse colportores que tengan un sentido del valor de los temas tratados por estas obras, y una comprensión de la tarea que ha de ser hecha para interesar a la gente en la verdad. Se dará a tales colportores ayuda especial, algo que está por encima de todas las supuestas ventajas de las ilustraciones. Los colportores que han nacido de nuevo por la obra del Espíritu Santo serán acompañados por los ángeles, quienes irán delante de ellos a las moradas de la gente preparándoles el camino.--Manuscrito 131, 1899. Puertas abiertas por la cortesía y la bondad CE 91 2 Uno de los métodos más sencillos y, sin embargo, más eficaces para trabajar es el del colportaje evangélico. Por un comportamiento cortés y por la bondad, el colportor puede abrir la puerta de muchos hogares. Cuando es hospedado por extraños, debería mostrarse considerado y servicial. Nunca debería convertirse en una carga, exigiendo ser atendido por las personas sobre quienes descansan los cuidados del hogar. Si hubiere enfermos en la casa mientras él se aloja allí, hará lo que pueda para ayudar. Muchas veces encontrará a hombres que dicen que están muy ocupados para escuchar una presentación o un estudio bíblico. A menudo puede lograr su atención ayudándolos en su trabajo.--Manuscrito 26, 1905. Conquistar la confianza por un espíritu servicial CE 92 1 Cuando posen en los hogares de la gente, compartan las cargas del hogar... Ayuden al cansado padre en las tareas domésticas. Interésense en los niños. Sean considerados. Trabajen con humildad y el Señor obrará con ustedes.--The Review and Herald, 11 de noviembre de 1902. CE 92 2 En todo lugar que visiten encontrarán personas enfermas y que sufren. Si es posible, alívienlas, aun cuando al hacerlo sean demorados un poco de tiempo... El uso de medios sencillos en el tratamiento de los enfermos será una lección objetiva. Si resulta oportuno, oren por el enfermo. Dios puede levantarlo, y eso será un testimonio a favor de la verdad. Digan a la familia que visitan lo que debe hacer para mantenerse bien. Lleven con ustedes algunos folletos que traten de la reforma pro salud, y déjenlos con la gente. Así sembrarán la semilla de la verdad.--Manuscrito 18a, 1901. Tratamientos sencillos CE 92 3 Los colportores deben poder dar instrucciones en lo que se refiere a tratar a los enfermos. Deben familiarizarse con los métodos sencillos de dar tratamientos higiénicos. Así podrán trabajar como misioneros médicos y atender el espíritu y el cuerpo de los dolientes. Esta obra debiera estar realizándose en todas partes del mundo. Así muchísimos podrían recibir las bendiciones de las oraciones e instrucciones de los siervos de Dios.--Joyas de los Testimonios 2:543 (1900). Mostrar el valor de una vida sana CE 93 1 Los colportores nunca deberían olvidar que han de hacer fervientes esfuerzos para realizar obra misionera médica. Hoy el mundo necesita mucho más las publicaciones que tratan de la reforma pro salud. La intemperancia lucha por dominar. La complacencia propia está aumentando. En esta obra el colportor puede hacer mucho para mostrar a las personas a quienes visita el valor de una vida saludable. En lugar de parar en un hotel, debiera, si es posible, obtener alojamiento en una casa particular. Al sentarse a la mesa para comer con la familia, practique la instrucción dada en las obras sobre salud que vende. Si tiene oportunidad, hable del valor de la reforma pro salud. Si es cortés en sus palabras y sus actos, hallará que sus palabras dejan una impresión para el bien.--Manuscrito 113, 1901. Llamar la atención a las publicaciones sobre salud CE 93 2 Digan a la gente que tienen para la venta libros que dan muchos consejos valiosos acerca de las enfermedades y cómo evitarlas, y que un estudio de esta instrucción ahorra muchos sufrimientos y también mucho dinero gastado para pagar las cuentas del médico. Díganles que en estos libros hay consejos que quizá no puedan obtener de su médico durante las cortas visitas que les hace (Ibíd.). CE 93 3 Si tienen "calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz", estarán preparados para ir de casa en casa y llevar la verdad a las gentes. A veces hallarán que es muy cansador hacer esta clase de obra; pero si salen con fe, el Señor irá delante de ustedes, y su luz brillará sobre vuestro camino. Al entrar en los hogares de sus vecinos para vender o colocar nuestras publicaciones, y enseñar con humildad la verdad a la gente, serán acompañados por la luz del cielo. Aprendan a cantar los himnos más sencillos. Éstos les ayudarán en su trabajo de casa en casa, y los corazones serán tocados por la influencia del Espíritu Santo... Podremos gozarnos en la compañía de los ángeles celestiales Puede ser que no discernamos sus formas, pero por la fe podemos saber que están con nosotros.--The Review and Herald, 11 de noviembre de 1902. El verdadero propósito CE 94 1 Muchos de nuestros colportores se han apartado de los principios correctos. El deseo de obtener ventajas mundanales desvió su mente del verdadero propósito y espíritu de la obra. Nadie piense que con ostentación se hará la impresión correcta sobre la gente. Ella no obtendrá los mejores resultados ni los más permanentes. Nuestra obra consiste en dirigir las mentes a las verdades solemnes para este tiempo. Únicamente cuando nuestro propio corazón esté lleno del espíritu de las verdaderas contenidas en el libro que vendemos, y cuando con humildad llamemos la atención de la gente a esas verdades, será cuando el verdadero éxito acompañará nuestros esfuerzos; porque únicamente entonces el Espíritu Santo, que convence de pecado, de justicia y de juicio, estará presente para impresionar los corazones.--Joyas de los Testimonios 2:537, 538 (1900). ------------------------Capítulo 14--El colportor evangélico y sus finanzas Pago puntual de los libros CE 95 1 La obra se paraliza porque quienes aseveran seguir a Cristo no obedecen los principios evangélicos. La manera incorrecta en que algunos colportores, tanto antiguos como nuevos, han cumplido su obra demuestra que tienen que aprender lecciones importantes. Se me ha mostrado mucho trabajo desordenado. Algunos se han acostumbrado a hábitos deficientes, y han manifestado esta deficiencia en la obra de Dios. Las sociedades de publicaciones han contraído grandes deudas porque los colportores no pagaron sus cuentas. Los colportores han considerado que se los trataba mal si se les pedía que pagasen puntualmente los libros recibidos de las casas editoras. Sin embargo, la única manera de hacer negocios es exigir el pago puntual. CE 95 2 Absoluta honestidad--Deben arreglarse las cosas de tal manera que los colportores tengan lo suficiente para vivir sin retirar más de lo que les corresponde. Esta puerta de tentación debe cerrarse y atrancarse. Por honesto que sea un colportor, se presentarán en su trabajo circunstancias que serán para él una grave tentación. CE 95 3 La pereza y la indolencia no son frutos del árbol cristiano. Ninguna persona puede practicar la prevaricación o la deshonestidad en el manejo de los bienes del Señor y permanecer sin culpa delante de Dios. Todos los que hacen esto niegan a Cristo por sus acciones. Mientras que profesan cumplir y enseñar la ley de Dios, no practican sus principios. CE 96 1 No debe haber derroche--Los bienes del Señor deben manejarse con fidelidad. El Señor ha confiado a los hombres la vida, la salud y las facultades del raciocinio; les ha dado fuerza física y mental para que la ejerciten; y estos dones, ¿no deben ser empleados fiel y diligentemente para gloria de su nombre? ¿Han considerado nuestros hermanos que deben dar cuenta de todos los talentos que les han sido confiados? ¿Han negociado prudentemente con los bienes de su Señor, o han gastado temerariamente sus recursos, y han sido anotados en el cielo como siervos infieles? Muchos están gastando el dinero de su Señor en así llamado goces. No adquieren experiencia en la abnegación, sino que gastan dinero en vanidades, y no llevan la cruz en pos de Jesús. Muchos que se vieron privilegiados al recibir de Dios preciosas oportunidades, han despilfarrado sus vidas, y se encuentran ahora achacosos y menesterosos. CE 96 2 Dios pide que haya un mejoramiento decidido en los diversos ramos de su obra. Los negocios hechos en relación con la causa de Dios deben ir señalados por una mayor precisión y exactitud. No se ha hecho un esfuerzo firme y decidido para realizar una reforma esencial.--Joyas de los Testimonios 2:552-554 (1900). No incurrir en deudas CE 96 3 Todos deben practicar la economía. Ningún obrero debe manejar sus asuntos de manera tal que incurra en deudas. La práctica de sacar dinero de la tesorería antes que haya sido ganado, es una trampa. De esta forma los recursos escasean, y como resultado los obreros no pueden ser sostenidos en la obra misionera. Cuando uno cae voluntariamente en deudas, está deslizándose dentro de una de las redes que Satanás coloca para los hombres.--Manual for Canvassers, 65 (1902). Los colportores que esperan ser ayudados CE 97 1 Cuando caen en dificultades, algunos colportores esperan que se saque dinero de la tesorería para ayudarlos a salir de ellas, tan sólo para caer de nuevo en estrecheces, y pedir otra vez ayuda. Los que sirven como mayordomos de los bienes en la tesorería deben mantener una actitud de atenta vigilancia para cuidar que no se agoten las reservas por causa de estos drenajes. Cuando los hombres no pueden, por medio de su trabajo en el colportaje, devolver a la tesorería todo peso que le pertenezca en justicia, deténganse donde están. No debieran ocuparse en el colportaje a menos que puedan allegar medios a la tesorería, en lugar de sacarlos (Ibíd.). Veraces, honestos y fieles CE 97 2 La obra del colportaje no ha de ser conducida de una manera floja, descuidada. Los que se ocupan en una obra que exige el manejo de dinero, deben llevar una estricta cuenta de cada centavo recibido y pagado. La educación que así se obtiene en la exactitud los capacitará para una utilidad mayor. CE 97 3 Si un colportor continúa pidiendo libros y no envía informes de su trabajo, ni hace declaración alguna con respecto a su recepción y gasto del dinero que maneja, los que están a cargo de la obra deberían, de una manera bondadosa y amigable, tratar de cerciorarse de cuál es la verdadera situación. El proporcionar libros libremente a un agente hasta que se halle desesperadamente envuelto en deudas es hacer una injusticia, tanto al colportor como a quienes lo emplean. Un procedimiento de trabajo tan flojo y descuidado acarrea desánimo. CE 98 1 El obrero que vea que no es capaz de tener éxito en la obra del colportaje debe ir a las personas correspondientes y decirles que no puede continuar en ese ramo de la obra. CE 98 2 Todo colportor debe ser veraz, honesto y fiel. ¡Cuántas personas podrían ser salvadas de la tentación, y cuánto dolor podría evitarse, si todos nuestros obreros fueran educados a ser tan fieles a los principios como el acero!--Manuscrito 20, 1904. Resultados de los hábitos financieros descuidados CE 98 3 Algunos colportores han manejado sus negocios de una manera tan floja que constantemente han estado minando los fondos necesarios para llevar adelante la obra. Han vendido libros, y han dado la impresión de que estaban trabajando en pro de la causa; pero en lugar de traer los medios tan necesarios para el progreso de la obra, han sacado mucho dinero de la tesorería. Se han apropiado de los medios que han llegado a sus manos, y que no les pertenecían, para hacer frente a sus propios gastos, los de su familia, o para favorecer sus relaciones familiares. CE 98 4 Adueñándose, para su propio uso, de lo que pertenece a la obra de Dios, los colportores caen en dificultades, separan sus vidas de Dios, y crean un sentimiento de incertidumbre y una falta de confianza en quienes trabajan con ellos en el campo. Al mismo tiempo les hacen una injusticia a sus colaboradores. Hombres que hacen lo mejor que les es posible pueden ser considerados con suspicacia, y así se los hace sufrir como consecuencia de la conducta de algunas personas indignas de confianza. CE 99 1 El resultado es que la causa de Dios experimenta perplejidades y dificultades, y se echa un gran peso sobre los que han sido designados para llevar tremendas responsabilidades. Si se permite que continúe esta manera floja de atender los asuntos comerciales, no solamente se permitirá un drenaje de medios de la tesorería, sino que también se cortarán los fondos que provienen de los hermanos. Esto destruirá su confianza en quienes están encabezando la obra y tienen a su cargo el manejo de los fondos, e inducirá a muchos a cesar en sus donaciones y ofrendas. CE 99 2 La conducta de estos obreros descuidados ha impuesto a los hombres que están actuando como dirigentes una carga que les oprime el corazón. Están perplejos por saber cómo preservar a la causa de Dios de toda especie de robo, y al mismo tiempo salvar las vidas de quienes albergan esas ideas torcidas acerca de la verdadera honestidad. CE 99 3 La práctica de pedir prestado dinero para aliviar alguna necesidad apremiante, sin hacer cálculos para cancelar la deuda, por común que sea, es desmoralizadora. El Señor quiere que quienes creen en la verdad se conviertan de estas prácticas engañosas. Deberían preferir sufrir necesidad antes que cometer actos deshonestos... Si los que ven la verdad no cambian el carácter en consonancia con la influencia santificadora de ésta, serán un sabor de muerte para muerte. Representarán mal la verdad, traerán reproche sobre ella y deshonrarán a Cristo, quien es la verdad. CE 99 4 El asunto que debe ser considerado es el siguiente: ¿Por qué medios puede hacerse progresar la obra e impedir que los colportores creen dificultad a la causa, y así arrojen una carga sobre las casas editoras debido a su manejo descuidado y egoísta de los asuntos comerciales? Esta pregunta es de gran importancia.--Manuscrito 168, 1898. Tareas ajenas al colportaje CE 100 1 Algunos se han colocado a sí mismos y a sus familias en las más apremiantes circunstancias debido a un manejo deficiente de sus ingresos en el colportaje. Han incurrido en deudas, y han pedido dinero prestado de personas que no son de nuestra fe. CE 100 2 Algunos han mezclado el trabajo de distribuir nuestras publicaciones y defender la verdad con la compra y venta de otros artículos. Esto constituye una mala combinación. Mientras trabajan para lograr ventajas para sí mismos, son seducidos por la perspectiva de comprar artículos por menos de su valor y venderlos por más dinero. Por lo tanto, el mundo los considera como estafadores, hombres que obtendrían ventajas para sí mismos, sin considerar la situación de los demás. Ellos no observan los mandamientos de Dios, porque no aman a su prójimo como a sí mismos.--Manual for Canvassers, 62 (1902). Las ganancias financieras no son lo principal CE 100 3 Si nuestros colportores son dominados por un espíritu de ganancias financieras, sí solo hacen circular los libros en los cuales pueden obtener más dinero, descuidando otros que la gente necesita, yo pregunto: ¿En qué sentido es su trabajo una obra misionera? ¿Dónde está el espíritu misionero, el espíritu de abnegación? La obra del colportor inteligente y que teme a Dios ha sido presentada como de igual valor que la del pastor. ¿Debe, pues, el colportor sentirse libre, más que el ministro, para actuar impulsado por motivos egoístas? ¿Debiera él ser infiel a los principios de la obra misionera, y vender solamente los libros que son más baratos y más fáciles de manejar, descuidando la tarea de colocar delante de la gente los libros que den más luz, porque al hacerlo pueda ganar más dinero para sí? ¿Cómo se revela en esto el espíritu misionero? ¿No ha dejado de ser la obra del colportaje lo que debiera ser? ¿Cómo es que no se eleva alguna voz para corregir este estado de cosas?--Manual for Canvassers, 47, 48 (1902). CE 101 1 Pero muchos son atraídos a la obra del colportaje para vender libros y cuadros que no expresan nuestra fe, que no dan luz al comprador. Son inducidos a hacer esto porque las perspectivas financieras son más halagüeñas que las que se les pueden ofrecer como obreros con credencial. Estas personas no están obteniendo ninguna capacitación especial para el ministerio evangélico. No están obteniendo la experiencia que los habilitaría para el trabajo. No están aprendiendo a llevar la carga por los seres humanos ni obteniendo diariamente un conocimiento acerca de la manera más exitosa de ganar a la gente para la verdad. Están perdiendo tiempo y oportunidades. CE 101 2 Estos hombres son frecuentemente desviados de las convicciones del Espíritu de Dios, y reciben un sello de carácter mundano, olvidando cuánto deben al Señor, quien dio su vida por ellos. Usan sus facultades para satisfacer sus propios intereses egoístas y rehúsan trabajar en la viña del Señor.--Manual for Canvassers, 43 (1902). No ofrecer alicientes especiales CE 101 3 Muchos de los obreros en el campo del colportaje no están haciendo ningún sacrificio. Como grupo, tienen menos espíritu misionero que los obreros de cualquier otra denominación. Cuando el camino ha sido bien preparado para ellos, cuando pueden disfrutar de los salarios más elevados, entonces están dispuestos a entrar en el campo de labor. A los vendedores se les presentan muchos incentivos para distribuir libros populares; se les ofrecen grandes salarios; y muchos rehúsan trabajar por menos salario para diseminar libros que tratan acerca de la verdad presente. Por lo tanto, se aumentan los incentivos para competir con los que ofrecen otras publicaciones y, como consecuencia, el precio al público resulta elevado; así, muchos de los colportores obtienen el dinero con facilidad y lo gastan liberalmente.--Testimonios para la Iglesia 5:380, 381 (1885). Economía y abnegación CE 102 1 Una cantidad considerable de dinero se puede gastar en cuentas de hotel que no son de ninguna manera necesarias. La causa de Dios era tan preciosa para los pioneros de este mensaje, que raras veces tomaban una comida en un hotel, aunque costaba apenas unos 25 centavos cada una. Pero, en general, los hombres y las mujeres jóvenes no están enseñados a economizar, y hay derroche sobre derroche por doquiera. Algunas familias despilfarran en forma tan vil, que alcanzaría para sostener a otra familia si se practicara una economía razonable. Si al viajar, nuestra juventud llevara cuenta exacta del dinero que gasta, artículo tras artículo, sus ojos se abrirían para ver las pérdidas. Aunque no les toque privarse de comidas calientes, como lo hicieron los primeros obreros en su vida ambulante, aprenderán a suplir sus verdaderas necesidades con menos gasto del que ahora creen necesario. Hay personas que practican la abnegación con el fin de aportar recursos a la causa de Dios; entonces, que los obreros en la causa practiquen la abnegación, limitando sus gastos lo más que puedan. Sería bueno que todos nuestros obreros estudiaran la historia de los misioneros valdenses e imitaran su ejemplo de sacrificio y abnegación.--Testimonios para la Iglesia 5:377 (1885). ------------------------Capítulo 15--La cooperación con otros obreros evangélicos Combinar la prensa con la predicación CE 103 1 La prensa es un poderoso instrumento que Dios ha ordenado para que sea combinado con las energías del predicador viviente con el fin de llevar la verdad a toda nación, tribu, lengua y pueblo.--Life Sketches of Ellen G. White, 217 (1915). La misión de los "mensajeros silenciosos" CE 103 2 Se me ha indicado que aun donde la gente oye el mensaje del predicador, el colportor debe realizar su obra en cooperación con el ministro; porque aunque el predicador presente fielmente el mensaje, la gente no lo puede retener todo. La página impresa es, por lo tanto, esencial, no sólo para despertarlos y hacerles comprender la importancia de la verdad para este tiempo, sino también para arraigarlos y fundamentarlos en la verdad, y corroborarlos contra los errores engañosos. Los libros y periódicos son los medios dispuestos por el Señor para tener constantemente el mensaje para este tiempo delante de la gente. En cuanto a iluminar y confirmar a la gente en la verdad, las publicaciones harán una obra mayor que el solo ministerio de la palabra hablada. Los mensajeros silenciosos, que son colocados en los hogares de la gente por medio del trabajo del colportor, fortalecerán la obra del evangelio de todas maneras, porque el Espíritu Santo impresionará la mente de quienes lean los libros, como impresiona la mente de los que escuchan la predicación de la Palabra. El mismo ministerio de los ángeles que acompaña a la obra del predicador, acompaña también a los libros que contienen la verdad.--Testimonios Selectos 4:356 (1900). Cooperar con el ministro evangélico CE 104 1 La obra de cooperar con el pastor evangélico en la tarea de presentar la verdad a todas las naciones, las lenguas y los pueblos, es por cierto una labor esencialísima. Debe realizarse en consonancia con la exaltada verdad que profesamos amar. Por medio de la obra del colportaje, las mentes de muchas personas que ahora están absortas en la iniquidad y el error, pueden ser iluminadas. Por medio de este instrumento puede prepararse a un pueblo que esté en pie en el gran día de Dios que está delante de nosotros.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. Parte de la obra médica y del ministerio CE 104 2 La predicación de la Palabra es un medio por el cual el Señor ordenó que se dé al mundo su mensaje de amonestación. En las Escrituras se representa al maestro fiel como pastor de la grey de Dios. Se le ha de respetar, y su obra debe ser apreciada. La verdadera obra misionera médica está vinculada con el ministerio, y el colportaje ha de ser parte tanto de la obra misionera médica como del ministerio. A los que se dedican a esta obra quiero decirles: "Mientras visitan a la gente, díganle que trabajan por la difusión del evangelio, y que aman al Señor".--Joyas de los Testimonios 2:542 (1900). El colportor y la obra bíblica CE 104 3 He recibido cartas en las que se me pregunta con respecto a los deberes del colportor. Algunos han dicho que al visitar a la gente han encontrado oportunidades favorables para presentar la verdad para este tiempo, y casi se han visto obligados a dar estudios bíblicos. Estas oportunidades ellos no podían descuidarlas a sabiendas. Por otra parte recibo cartas que indican que nuestros colportores están descuidando su tarea para dar estudios bíblicos sobre temas doctrinales, y que añaden que el prejuicio despertado por estos estudios ha dificultado la entrega de los libros; y algunos están pidiendo consejo con respecto a estos asuntos. CE 105 1 No espaciarse en temas doctrinales--Creemos que hay verdad en ambas declaraciones: que los colportores encuentran oportunidades favorables para inducir a la gente a una comprensión mejor de la Biblia, y que, debido a la manera en que aprovechan estas ocasiones, se despierta prejuicio y la obra resulta obstaculizada. Cuando el colportor emprende su obra, no debe permitirse ser distraído de ella sino que debe mantenerse aplicado a la misma en forma inteligente y con toda diligencia. Y, mientras se mantiene fiel en su trabajo de colportaje, no debe descuidar las oportunidades de ayudar a los que buscan la luz y necesitan el consuelo de las Escrituras. Si el colportor camina con Dios, si ora pidiendo sabiduría celestial con el fin de poder hacer lo bueno, y solamente lo bueno, en su trabajo, discernirá rápidamente las necesidades de aquellos con quienes se relacione. Aprovechará de la mejor manera sus oportunidades para conducir a las personas a Cristo, no espaciándose en temas doctrinales, sino sobre el amor de Dios, sobre su misericordia y bondad en el plan de salvación. Con el espíritu de Cristo estará listo para hablar una palabra oportuna al cansado. CE 105 2 La gran necesidad del hombre es conocer a Dios y a Jesucristo, a quien él ha enviado. La Biblia abunda en lecciones prácticas, que el colportor puede presentar sabiamente. Si por este medio él puede impartir un conocimiento de la religión práctica, estará alimentando a la gente, que necesita precisamente tan precioso alimento.--Manual for Canvassers, 35, 36 (1902). Ser estudiosos de la Biblia CE 106 1 Tenemos una gran obra que hacer por el Maestro: abrir la Palabra de Dios ante los que están en las tinieblas del error. Amigos jóvenes, actúen como quienes tienen un encargo sagrado. Deben ser estudiantes de la Biblia, siempre listos para dar a cada persona que les pregunte la razón de la esperanza que hay en ustedes. Por medio de su dignidad, muestren evidencia de que saben que tienen una verdad que a la gente le conviene oír. Si esta verdad está compenetrada en el espíritu, se manifestará en el rostro y en el comportamiento, mediante un sosegado y noble dominio propio y una paz que solamente un cristiano es capaz de poseer.--Testimonios para la Iglesia 5:378 (1885). Dar estudios bíblicos CE 106 2 Mientras el colportor visita a la gente en sus hogares, tendrá a menudo oportunidad de leerles pasajes de la Biblia o de los libros que enseñan la verdad. Cuando descubre a hombres que están buscando la verdad, puede celebrar estudios bíblicos con ellos. Estos estudios bíblicos son precisamente lo que la gente necesita. Dios empleará en su servicio a quienes así manifiesten profundo interés en las personas que perecen. Por su intermedio impartirá luz a los que están dispuestos a recibir instrucción.--Joyas de los Testimonios 2:543 (1900). ------------------------Capítulo 16--Dirigidos por el espíritu de Dios Bajo el control del Espíritu Santo CE 107 1 La obra del colportaje nunca debería languidecer. Los instrumentos puestos en acción para realizar esta obra necesitan estar siempre bajo el control del Espíritu Santo de Dios.--Carta 82, 1899. CE 107 2 El hombre necesita un poder exterior a sí mismo para restaurarle a la semejanza de Dios y habilitarle para hacer la obra de Dios; pero esto no hace que no sea esencial el agente humano. La humanidad hace suyo el poder divino, Cristo mora en el corazón por la fe; y mediante la cooperación con lo divino el poder del hombre se hace eficiente para el bien. CE 107 3 El que llamó a los pescadores en Galilea está llamando todavía a los hombres a su servicio. Y está tan dispuesto a manifestar su poder por medio de nosotros como lo hizo por los primeros discípulos.--El Deseado de Todas las Gentes, 263, 264 (1898). Orar por el Espíritu Santo CE 107 4 Debemos orar por el derramamiento del Espíritu Santo con tanto ahínco como lo hicieron los discípulos en el día del Pentecostés. Si ellos lo necesitaban en aquel tiempo, nosotros lo necesitamos más hoy día. La oscuridad moral, cual paño mortuorio, cubre la Tierra. Toda clase de falsas doctrinas, herejías y engaños satánicos están desviando las mentes de los hombres. Sin el Espíritu y el poder de Dios trabajaremos en vano por presentar la verdad.--Testimonios para la Iglesia 5:147 (1882). CE 108 1 Cuando bajo la prueba los jóvenes muestren que tienen una preocupación genuina por las personas, y un intenso anhelo de salvar a sus semejantes, verán convertirse a los seres humanos. Como consecuencia de su trabajo se recogerá una cosecha para el Señor. Salgan ellos como verdaderos misioneros para realizar la obra de hacer circular los libros que contienen la verdad presente. Mientras lo hacen, eleven oraciones a Dios en procura de mayor luz y de la dirección de su Espíritu, para que puedan saber cómo hablar palabras oportunas. Cuando vean una ocasión para realizar un acto de bondad, aprovéchenla como si estuvieran trabajando por sueldo. Recuerden que así están siendo mensajeros del Señor.--Manuscrito 75, 1900. Se nos asegura su ayuda CE 108 2 Dios no nos pide que hagamos con nuestra fuerza la obra que nos espera. Él ha provisto ayuda divina para todas las emergencias a las cuales no pueden hacer frente nuestros recursos humanos. Da el Espíritu Santo para ayudarnos en toda dificultad, para fortalecer nuestra esperanza y seguridad, para iluminar nuestra mente y purificar nuestro corazón.--Joyas de los Testimonios 3:209 (1904). CE 108 3 El obrero humilde y eficiente, que responde obedientemente al llamamiento de Dios, puede tener la seguridad de que recibirá la asistencia divina. Sentir una responsabilidad tan grande y santa es en sí mismo elevador para el carácter. Pone en acción las cualidades mentales más elevadas, y su ejercicio continuo fortalece y purifica la mente y el corazón. La influencia ejercida sobre la vida de uno, como sobre la de los demás, es incalculable.--Joyas de los Testimonios 2:555, 556 (1900). El Espíritu Santo transforma la vida CE 109 1 Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del corazón, transforma la vida. Los pensamientos pecaminosos son puestos a un lado, las malas acciones son abandonadas; el amor, la humildad y la paz reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el rostro refleja la luz del cielo.--El Deseado de Todas las Gentes, 144 (1898). El secreto del éxito CE 109 2 Aunque Josué había recibido la promesa de que Dios derrocaría ciertamente a los enemigos de Israel, realizó un esfuerzo tan ardoroso como si el éxito de la empresa dependiera solamente de los ejércitos de Israel. Hizo todo lo que era posible para la energía humana, y luego pidió con fe la ayuda divina. El secreto del éxito estriba en la unión del poder divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el brazo del Todopoderoso.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 543, 544 (1890). Asirse del poder divino CE 109 3 Entréguense los colportores evangélicos a la dirección del Espíritu Santo para que él obre por su medio. Por la oración perseverante, echen mano del poder que proviene de Dios y confíen en él con fe viva. Su grande y eficaz influencia acompañará a todo obrero fiel y veraz. CE 110 1 Así como Dios bendice al ministro y al evangelista en sus fervorosos esfuerzos por presentar la verdad a la gente, bendecirá al colportor fiel.--Joyas de los Testimonios 2:555 (1900). CE 110 2 Conságrense a Dios jóvenes y ancianos, emprendan la obra y, trabajando con humildad, avancen bajo el control del Espíritu Santo.--Joyas de los Testimonios 2:547 (1900). CE 110 3 Comprendan a cada momento que deben contar con la presencia del Espíritu Santo; porque él puede realizar la obra que ustedes no puede hacer por sí mismos.--Testimonios para los Ministros, 310 (1923). Ser instrumentos divinos CE 110 4 Nuestros libros deben ser vendidos por obreros consagrados, a quienes el Espíritu Santo pueda emplear como instrumentos suyos. Cristo es nuestra suficiencia y debemos presentar la verdad con humilde sencillez, dejándole manifestar su propio sabor de vida para vida.--Joyas de los Testimonios 2:538 (1900). El Espíritu Santo da las palabras CE 110 5 No pueden menos los corazones que ser conmovidos por la historia de la expiación. Si aprenden a ser mansos y humildes como Cristo, sabrán qué decir a la gente; porque el Espíritu Santo les enseñará las palabras que han de hablar. Los que comprenden la necesidad que hay de mantener el corazón bajo el dominio del Espíritu Santo, se verán capacitados para sembrar una semilla que brotará para vida eterna. Tal es la obra del colportor evangélico.--Joyas de los Testimonios 2:544 (1900). Impresiona los corazones CE 110 6 El Señor Jesús, que está al lado del colportor y camina con él, es el obrero principal. Si reconocemos que Cristo nos acompaña para preparar el camino, el Espíritu Santo que está a nuestro lado hará las impresiones precisamente necesarias.--Manual for Canvassers, 40 (1902). Otorga éxito CE 111 1 Podemos iluminar a la gente tan sólo con el poder de Dios. Los colportores deben mantener sus propias vidas en conexión viviente con Dios. Deben trabajar orando porque Dios abra el camino y prepare los corazones para recibir el mensaje que él les envía. No es la capacidad del instrumento o del obrero, sino el Espíritu de Dios que obra en el corazón lo que otorga éxito verdadero.--Manuscrito 31, 1890. Está cerca para ayudar en tiempo de necesidad CE 111 2 A todos los que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando más cerca está la ayuda divina. Mirarán atrás con agradecimiento, a la parte más oscura del camino... Salen de toda tentación y prueba con una fe más firme y una experiencia más rica.--El Deseado de Todas las Gentes, 487 (1898). "Toda potestad" es asequible CE 111 3 Los que están en las tinieblas del error han sido comprados con la sangre de Cristo. Son el fruto de sus sufrimientos, y se ha de trabajar por ellos. Que nuestros colportores sepan que están trabajando por el avance del reino de Cristo. Él les enseñará, mientras avancen para hacer la obra que Dios les ha señalado, a amonestar al mundo acerca del juicio que se aproxima. Acompañando por el poder de persuasión, el poder de la oración, el poder del amor de Cristo, la obra del evangelista no puede quedar ni quedará sin fruto. Piensen en el interés que el Padre y el Hijo tienen en esta obra. Así como el Padre ama al Hijo, el Hijo ama a los que son suyos: los que trabajan como él trabajó para salvar a las personas que perecen. Nadie necesita sentirse impotente; pues Cristo declara: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra". Él ha prometido que dará ese poder a sus obreros. El poder de Cristo llegará a ser el de ellos. Ellos han de vincular sus vidas con Dios. Cristo quiere que todos gocen la riqueza de su gracia, que trasciende todo cómputo. Es ilimitada e inagotable. Es nuestra por el pacto eterno, si somos obreros juntamente con Dios. Es nuestra si nos unimos con él para atraer a muchos hijos e hijas a Dios.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. CE 112 1 Conságrense totalmente a la obra de Dios. Él es vuestra fortaleza y será vuestra mano derecha, y les ayudará a llevar a cabo sus misericordiosos propósitos.--Testimonios para la Iglesia 9:33 (1909). CE 112 2 Dios acepta el servicio prestado de todo corazón, y suplirá las deficiencias.--El Ministerio de Curación, 109 (1905). Es posible obtener resultados ilimitados CE 112 3 A todo aquel que se ofrece al Señor para servir, sin retener nada, se le concede poder para alcanzar resultados sin medida.--Testimonios para la Iglesia 7:32 (1902). ------------------------Capítulo 17--Acompañados por los ángeles El ministerio de los santos ángeles CE 113 1 Necesitamos comprender más plenamente la misión de los ángeles. Sería bueno recordar que cada verdadero hijo de Dios cuenta con la cooperación de los seres celestiales. Ejércitos invisibles de luz y poder acompañan a los mansos y humildes que creen y aceptan las promesas de Dios; hay a la diestra de Dios querubines y serafines, y ángeles poderosos en fortaleza, los cuales "son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación". Hebreos 1:14.--Los Hechos de los Apóstoles, 127 (1911). Millares de ángeles CE 113 2 En esa obra junto a las personas que perecen, tendrán la compañía de los ángeles. Miríadas y miríadas de ángeles están listas para colaborar con los miembros de nuestras iglesias para comunicar la luz que Dios impartió generosamente con el fin de preparar a un pueblo para la venida de Jesús.--Testimonios Selectos 5:223 (1909). Están siempre cerca CE 113 3 Los que trabajan para beneficiar a otros trabajan en unión con los ángeles celestiales. Tienen su compañía constante, su ministerio incesante. Los ángeles de luz y poder están siempre cerca para proteger, consolar, sanar, instruir, inspirar. La más alta educación, la cultura más verdadera, el servicio más exaltado que puedan gozar los seres humanos en este mundo, son suyos.--Obreros Evangélicos, 532 (1900). Enviados para ayudarnos CE 114 1 En realidad no hay nada más invencible, aunque parezca totalmente desamparada, que la persona que acepta su incapacidad y confía totalmente en los méritos del Salvador. Dios enviaría en su ayuda a todo los ángeles del cielo en lugar de permitirle que sea vencida.--Testimonios para la Iglesia 7:20 (1902). CE 114 2 Nuestros colportores están obteniendo señalado éxito. ¿Y por qué no habrían de alcanzarlo? Los ángeles del cielo trabajan con ellos. Centenares de personas que creen la verdad, si mantienen la humildad de corazón, harán una buena obra en compañía de los ángeles celestiales. Dios usará a los que se humillen de corazón delante de él, y se santifiquen con fe y humildad, siguiendo el ejemplo del gran Maestro, y hablen palabras que alumbren a los que no son de nuestra fe. Hemos de trabajar paciente y desinteresadamente, como siervos del Señor, abriendo las Escrituras ante los demás.--Carta 102, 1910. Dan las palabras CE 114 3 Una gran responsabilidad descansa sobre el colportor. Él debe ir a su trabajo preparado para explicar las Escrituras. Si pone su confianza en el Señor mientras va de lugar en lugar, los ángeles de Dios estarán en derredor de él para ayudarle a decir palabras que infundan luz, esperanza y valor a muchos seres humanos.--Joyas de los Testimonios 2:533 (1900). Vienen para enternecer el corazón CE 115 1 Dios impresionará a aquellos cuyos corazones están abiertos a la verdad y anhelan dirección. Él dirá a su instrumento humano: "Háblale a éste o a aquél del amor de Jesús". Tan pronto como el nombre de Jesús se menciona con amor y ternura, los ángeles de Dios se acercan para enternecer y subyugar el corazón.--Manual for Canvassers, 37 (1902). Dan instrucción CE 115 2 Cada colportor tiene necesidad positiva y constante del ministerio angélico; porque tiene una obra importante que hacer, una obra que no puede hacer por sus propias fuerzas. Los que han renacido, que están dispuestos a ser guiados por el Espíritu Santo, haciendo según la manera de Cristo lo que puedan, los que quieren trabajar como si pudiesen ver al universo celestial que los vigila, serán acompañados e instruidos por los ángeles santos, quienes irán delante de ellos a las moradas de las gentes, preparando el camino para ellos. Una ayuda tal supera en mucho a las ventajas que se supone pueden dar los embellecimientos o adornos costosos.--Testimonios Selectos 4:359 (1900). Dan éxito CE 115 3 Cuando los hombres se den cuenta de los tiempos en que vivimos, obrarán como a la vista del Cielo. El colportor venderá los libros que imparten luz y fuerza al espíritu. Beberá del espíritu de estos libros, y los presentará a la gente con todo su ser. Su fuerza, su valor, su éxito dependerán de cuán plenamente esté entretejida en su propia experiencia y desarrollada en su carácter la verdad presentada en los libros. Cuando su propia vida esté así amoldada, podrá proseguir presentando a otros la verdad sagrada que maneja. Imbuido del Espíritu de Dios, obtendrá una experiencia profunda y rica, y los ángeles celestiales le darán éxito en la obra.--Testimonios Selectos 4:360 (1900). CE 116 1 Jesús y los santos ángeles coronarán con el éxito los esfuerzos de hombres que temen a Dios y hacen todo lo que está a su alcance para salvar vidas. Silenciosamente, con modestia, con el corazón rebosando de amor, procuren convencer a otros para que investiguen la verdad, dando estudios bíblicos cuando les sea posible. Al hacerlo sembrarán semillas de verdad a orillas de las aguas, anunciando las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9. Los que están haciendo esta obra en base a buenos motivos, están realizando un ministerio importante. No manifestarán un carácter débil e indeciso. Sus mentes están creciendo, sus modales refinándose cada vez más. No debieran poner límites a su mejoramiento; antes bien, cada día deben hacerse más aptos para realizar una buena obra.--Testimonios para la Iglesia 5:380 (1885). ------------------------Capítulo 18--Ayuda para toda dificultad Mil maneras CE 117 1 Para proveernos lo necesario, nuestro Padre celestial tiene mil maneras de las cuales nada sabemos. Los que aceptan el principio sencillo de hacer del servicio de Dios el asunto supremo, verán desvanecerse sus perplejidades y extenderse ante sus pies un camino despejado.--El Ministerio de Curación, 382 (1905). Los resultados no se miden por el éxito aparente CE 117 2 Hemos de ser cristianos sinceros y fervientes, que realicen con fidelidad los deberes confiados a sus manos, y que miren siempre a Jesús, el Autor y Consumador de la fe. Nuestra recompensa no depende de nuestro éxito aparente, sino del espíritu con el cual se realiza nuestro trabajo. Como colportores o evangelistas, pueden no haber tenido el éxito por el cual oraron, pero recuerden que no conocen ni pueden medir el resultado del esfuerzo fiel.--Manuscrito 20, 1905. No hemos de desanimarnos CE 117 3 Cuando los obreros descansan continuamente en Dios, y cuando practican constantemente la abnegación, no se hundirán en el desánimo. No se verán acongojados. Recordarán que en todo lugar hay personas de las cuales el Señor tiene necesidad, y a quienes el diablo está buscando para sumirlas con firmeza en la esclavitud del pecado y de la desobediencia a la ley de Dios.--Manual for Canvassers, 22, 23 (1902). La victoria le será dada CE 118 1 El colportor no necesita desanimarse si es llamado a encarar dificultades en su obra; trabaje con fe, y la victoria le será dada. "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo". Siempre que se presenta un libro que expone el error, Satanás está al lado de la persona a quien se lo ofrece, y la acosa con razones por las cuales no debería comprarlo. Pero un instrumento divino trabaja para influir en la mente a favor de la luz. Los ángeles ministradores opondrán su poder al de Satanás. Y cuando por la influencia del Espíritu Santo la verdad es recibida en la mente y el corazón, tendrá un poder transformador sobre el carácter.--Manuscrito 31, 1890. Mirar hacia el cielo con fe CE 118 2 Hagan de la palabra de Cristo su seguridad. ¿No les ha invitado a ir a él? Nunca se permitan hablar de una manera descorazonada y desesperada. Si lo hacen, perderán mucho. Mirando las apariencias, y quejándose cuando vienen las dificultades y premuras, revelarán una fe enferma y débil. Hablen y obren como si vuestra fe fuese invencible. El Señor es rico en recursos; el mundo le pertenece. Miren al cielo con fe. Miren a Aquel que posee luz, poder y eficiencia.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 112, 113 (1900). Creer en la promesa de Dios CE 118 3 Los que trabajan para Dios encontrarán desaliento, pero siempre les pertenece esta promesa: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Mateo 28:20. Dios dará experiencia admirable a los que digan: "Creo tu promesa; no fracasaré ni me desalentaré".--Joyas de los Testimonios 2:551 (1900). El salvador enviará ayuda CE 119 1 Nuestro amado Salvador nos enviará ayuda en el momento mismo en que la necesitemos. El camino del cielo quedó consagrado por sus pisadas. Cada espina que hiere nuestros pies hirió también los suyos. Él cargó antes que nosotros la cruz que cada uno de nosotros ha de cargar. El Señor permite los conflictos con el fin de preparar al ser humano para la paz.--El Conflicto de los Siglos, 691 (1888). Él levanta al afligido CE 119 2 No se exhala un suspiro, no se siente un dolor, ni ningún agravio atormenta el espíritu, sin que haga también palpitar el corazón del Padre... Dios se inclina desde su trono para oír el clamor de los oprimidos. A toda oración sincera, él contesta: "Aquí estoy". Levanta al angustiado y pisoteado. En todas nuestras aflicciones, él es afligido. En cada tentación y prueba, el Ángel de su presencia está cerca de nosotros para librarnos.--El Deseado de Todas las Gentes, 323 (1898). El peligro de la duda y la vacilación CE 119 3 Mientras el profeta [Jonás] pensaba en las dificultades e imposibilidades aparentes de lo que se le había encargado, se sintió tentado a poner en duda la prudencia del llamamiento... Mientras vacilaba y seguía dudando, Satanás le abrumó de desaliento... El encargo que había recibido imponía a Jonás una pesada responsabilidad; pero el que le había ordenado que fuese podía sostener a su siervo y concederle éxito.--La Historia de Profetas y Reyes, 199 (1916). Que nunca falte el ánimo CE 120 1 No permitan que decaiga vuestro valor. Nunca hablen de incredulidad por causa de que las apariencias están contra ustedes. Mientras trabajen para el Maestro sentirán la presión de la falta de fondos, pero el Señor escuchará y contestará sus peticiones en demanda de ayuda. Que vuestro lenguaje sea: "Porque Jehová, el Señor, me ayuda, no me avergoncé; por eso he puesto mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado". Isaías 50:7.--Testimonios para la Iglesia 7:232 (1902). CE 120 2 Estemos llenos de esperanza y de valor. El desánimo en el servicio del Señor es irracional y pecaminoso. Dios conoce cada una de nuestras necesidades. Él posee la omnipotencia. Puede conceder a sus siervos la medida de eficiencia que necesitan según su situación.--Joyas de los Testimonios 3:221, 222 (1904). CE 120 3 Sean fuertes, y hablen con esperanza. Esfuércense frente a los obstáculos. Han entrado en un matrimonio espiritual con Cristo Jesús. La Palabra es nuestra seguridad. Acérquense a su Salvador con la plena confianza de la fe viviente, juntando vuestras manos con las suyas. Vayan a donde él los conduzca. Cualquier cosa que él les diga, háganla. Él les enseñará tan gustosamente como a cualquier otra persona.--Testimonios para la Iglesia 6:462 (1900). Ejercer la fe de Caleb CE 120 4 Fue la fe de Caleb en Dios lo que le dio ánimo, lo que lo libró del temor de los hombres, aun de los grandes gigantes, hijos de Anac, y lo capacitó para mantenerse firme y sin titubeos en defensa del bien. Es de esa misma exaltada fuente, el gran General de las huestes, que cada verdadero soldado de la cruz de Cristo ha de derivar fuerza y valor para vencer los obstáculos que a menudo parecen ser invencibles... Ahora necesitamos hombres de la talla de Caleb... que con valerosas palabras den un informe vigoroso en favor de la acción inmediata.--Testimonios para la Iglesia 6:356, 360, 361 (1885). Obrar con determinación CE 121 1 Los que sirven a Dios deben manifestar vivacidad y firmeza en la obra de salvar a las personas. Recordemos que hay quienes perecerán a menos que nosotros, como instrumentos de Dios, obremos con resolución inquebrantable. Debemos depender de continuo del trono de la gracia.--Joyas de los Testimonios 3:51 (1900). Enfrentar las dificultades con valor CE 121 2 Se suscitarán dificultades que probarán vuestra fe y paciencia. Háganles frente valerosamente. Miren el lado brillante de las cosas. Si es estorbado el trabajo, asegúrense de que no sea por culpa de ustedes, y sigan adelante, regocijándose en el Señor.--Testimonios para la Iglesia 7:232 (1902). Las pruebas significan beneficio CE 121 3 Mas cuando nos llega la tribulación, ¡cuántos somos los que pensamos como Jacob! Imaginamos que es la mano de un enemigo y luchamos a ciegas en la oscuridad, hasta que se nos agota la fuerza, y no logramos consuelo ni rescate... Nosotros también necesitamos aprender que las pruebas implican beneficios, y que no debemos menospreciar el castigo del Señor ni desmayar cuando él nos reprende.--El Discurso Maestro de Jesucristo, 15 (1896). El señor Jesús es nuestra eficiencia CE 122 1 Los que trabajan para Cristo nunca han de pensar, y mucho menos hablar, acerca de fracasos en su obra. El Señor Jesús es nuestra eficiencia en todas las cosas; su Espíritu ha de ser nuestra inspiración; y al colocarnos en sus manos, para ser conductores de luz, nunca se agotarán nuestros medios de hacer bien. Podemos allegarnos a su plenitud, y recibir de la gracia que no tiene límites.--Obreros Evangélicos, 19 (1915). Esperar grandes cosas CE 122 2 No son las capacidades que poseen hoy, o las que tendrán en lo futuro, las que les darán éxito. Es lo que el Señor puede hacer por ustedes. Necesitamos tener una confianza mucho menor en lo que el hombre puede hacer, y una confianza mucho mayor en lo que Dios puede hacer por cada ser humano que cree. Él anhela que extiendan hacia él la mano de la fe. Anhela que esperen grandes cosas de él. Anhela darles inteligencia así en las cosas materiales como en las espirituales. Él puede aguzar el intelecto. Puede impartir tacto y habilidad. Empleen sus talentos en el trabajo; pidan a Dios sabiduría, y les será dada.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 112 (1900). Todas las dificultades son quitadas CE 122 3 Si buscamos a Dios y nos convertimos cada día; si voluntariamente escogemos ser libres y felices en Dios; si con alegría en el corazón respondemos a su llamamiento y llevamos el yugo de Cristo--que es yugo de obediencia y de servicio--, todas nuestras murmuraciones serán acalladas, todas las dificultades se alejarán, y quedarán resueltos todos los problemas complejos que ahora os acongojan.--El Discurso Maestro de Jesucristo, 86 (1896). CE 123 1 Merced a las maravillosas operaciones de la Providencia divina, montañas de dificultades serán removidas y arrojadas al mar.--Joyas de los Testimonios 3:332 (1909). ------------------------Capítulo 19--Libros con el mensaje Proclaman el mensaje del tercer ángel CE 124 1 El Señor llama a obreros para que entren en el campo del colportaje con el fin de que los libros que contienen la verdad presente puedan ser esparcidos. La gente en el mundo necesita saber que las señales de los tiempos se están cumpliendo. Llévenles los libros que han de alumbrar a los hombres... CE 124 2 Los que han estado mucho tiempo en la verdad están dormidos. Necesitan ser santificados por el Espíritu Santo. El mensaje del tercer ángel ha de ser proclamado en alta voz. Acontecimientos formidables están delante de nosotros. No tenemos tiempo que perder. No permita a Dios que dejemos que los asuntos menores eclipsen la luz que debe darse al mundo. CE 124 3 El mensaje de amonestación debe llevarse a todas partes del mundo. Nuestros libros han de publicarse en muchos y diferentes idiomas. Con estos libros, hombres humildes y fieles han de salir como colportores evangélicos, llevando la verdad a muchas personas que de otra manera nunca serían iluminadas.--Manuscrito 76, 1901. Una misión definida CE 125 1 Mi corazón se aflige al ver a personas, que profesan esperar al Salvador, dedicando su tiempo y sus talentos a hacer circular libros que no contienen nada acerca de las verdades especiales para este tiempo: libros de narraciones, de biografías, y de teorías y especulaciones humanas. El mundo está lleno de tales libros; pueden comprarse por doquiera; pero ¿cómo pueden los seguidores de Cristo ocuparse en una obra tan común, cuando existe una clamorosa necesidad de la verdad de Dios por todas partes? No es nuestra misión difundir tales obras. Hay millares de otras personas para hacer eso, quienes hasta ahora no tuvieron el conocimiento suficiente de algo mejor. Nosotros tenemos una misión definida, y no debiéramos abandonarla para realizar otras tareas al margen de la misma. Los hombres y los medios no han de emplearse para presentar a la gente libros que no tengan relación con la verdad presente.--Manual for Canvassers, 51 (1902). CE 125 2 A menos que se ejerza cuidado, el mercado será inundado de libros de baja categoría, y la gente será privada de la luz y la verdad que es esencial que tenga para que sea preparado el camino del Señor.--Carta 43, 1899. Difundir libros que traigan luz a la vida CE 125 3 Que los colportores difundan libros que traigan luz y fortaleza a la vida, y beban ellos en el espíritu de estos libros. Pongan todo su ser en la obra de presentar estos libros a la gente. Si están imbuidos del Espíritu de Dios, los ángeles celestiales les darán éxito en su obra, y adquirirán una experiencia rica y profunda.--Carta 75, 1900. Enseñar las evidencias de nuestra fe CE 125 4 Actualmente nuestros obreros deberían ser animados a consagrar principalmente su atención a libros que establezcan las pruebas de nuestra fe: libros que enseñen las doctrinas de la Biblia y preparen a un pueblo capaz de soportar las pruebas de los penosos días que nos esperan. Después de haber traído a la gente a la luz de la verdad, por medio de instrucciones bíblicas dadas con un espíritu de oración, y por el uso juicioso de nuestros impresos, debemos enseñarles a ser obreros de Dios en palabra y en doctrina. Debe animárseles a distribuir los libros que tratan temas bíblicos, libros cuya enseñanza prepare a un pueblo que sea capaz de mantenerse firme, teniendo los lomos ceñidos y sus lámparas encendidas.--Joyas de los Testimonios 3:311 (1909). Contienen la verdad presente CE 126 1 Debe estimularse a los colportores a emprender esta obra; no a vender libros de cuentos, sino a presentar al mundo los libros que contienen la verdad esencial para este tiempo.--Joyas de los Testimonios 2:534 (1900). Proclamar las verdades decisivas CE 126 2 Los libros más grandes... contienen la verdad presente para este tiempo, la verdad que ha de ser proclamada en todas partes del mundo. Nuestros colportores han de hacer circular los libros que dan instrucción definida con respecto a los mensajes probatorios que han de preparar a un pueblo para estar en pie sobre la plataforma de la verdad eterna, levantando en alto el estandarte que lleva esta inscripción: "Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". CE 126 3 Se me ha instruido que la obra del colportaje ha de ser reavivada. Nuestros libros más pequeños, con nuestros folletos y revistas, pueden y deben ser usados en relación con nuestros libros más grandes.--Manuscrito 136, 1903. ------------------------Capítulo 20--Nuestros libros especiales Libros que revelan luz sobre la apostasía de Satanás CE 127 1 * Se me ha indicado que los libros importantes, los que contienen la luz que Dios ha dado respecto a la apostasía de Satanás en los cielos, deben recibir una amplia circulación precisamente ahora, pues por su medio la verdad debe llegar a todas las mentes. Patriarcas y profetas, Daniel y Apocalipsis y El conflicto de los siglos son más necesarios ahora que nunca antes. Deben ser ampliamente difundidos porque las verdades que destacan abrirán muchos ojos ciegos... Muchos de nuestros hermanos han estado ciegos ante la importancia de los mismos libros que más necesitamos. Si entonces se hubiese manifestado tacto y habilidad en la venta de esos libros, el movimiento en pro de la ley dominical no se hallaría donde está ahora.--The Review and Herald, 16 de febrero de 1905. CE 127 2 En El Deseado de todas las gentes, Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y Daniel y Apocalipsis existe instrucción preciosa. Estos libros deben ser considerados de importancia especial, y debe hacerse todo esfuerzo posible para presentarlos ante la gente.--Carta 229, 1903. CE 127 3 Según la luz que he recibido, los libros Daniel y Apocalipsis, El conflicto de los siglos y Patriarcas y profetas se abrirán paso. Contienen precisamente el mensaje que la gente debe tener, la luz especial que Dios ha dado a su pueblo. Los ángeles de Dios prepararán el camino para estos libros en el corazón de la gente.--Special Instruction Regarding Royalties, 7 (1899). Los libros del espíritu de profecía CE 128 1 Agradezco a mi Padre celestial por el interés que mis hermanos y hermanas han manifestado en la circulación de Palabras de vida de gran Maestro. Por medio de la venta de este libro se ha realizado mucho bien, y la obra debería continuar. Pero los esfuerzos de nuestros hermanos no deben limitarse a este único libro. La obra del Señor incluye más que un ramo del servicio. Palabra de vida del gran Maestro ha de vivir y hacer la obra que le ha sido señalada, pero no todo el pensamiento y el esfuerzo del pueblo de Dios ha de ser dado a su circulación. Los libros más grandes--Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes--deben venderse por doquiera. Estos libros contienen verdad para este tiempo: una verdad que debe ser proclamada en todas partes del mundo. Nada ha de obstaculizar su venta. CE 128 2 El esfuerzo por hacer circular Palabras de vida del gran Maestro ha demostrado lo que puede hacerse en el campo del colportaje. Este esfuerzo es una lección que nunca ha de olvidarse acerca de cómo colportar con un espíritu de oración y con una confianza que proporcionan éxito. CE 128 3 Muchos más de nuestros libros mayores podrían haberse vendido si los miembros de nuestra iglesia hubieran despertado a la importancia de las verdades que estos libros contienen, y se hubieran dado cuenta de su responsabilidad de hacerlos circular. Hermanos y hermanas, ¿no harán ahora un esfuerzo para hacer circular estos libros? ¿Y no pondrán en este esfuerzo el entusiasmo que han empleado en el empeño por vender Palabras de vida del gran Maestro? Al vender este libro muchos han aprendido cómo trabajar con libros grandes. Han obtenido una experiencia que los ha preparado para entrar en el campo del colportaje. CE 129 1 La influencia de estos libros--La Hna. White no es la originadora de estos libros. Ellos contienen la instrucción que durante el período de su vida Dios le ha estado dando. Contienen la luz preciosa y consoladora que Dios ha concedido generosamente a su sierva para ser dada al mundo. De sus páginas esta luz ha de brillar iluminando los corazones de los hombres y las mujeres, conduciéndolos al Salvador. El Señor me ha señalado que estos libros han de ser esparcidos por todo el mundo. Hay en ellos verdad que, para quien la recibe, es un sabor de vida para vida. Son mensajeros silenciosos a favor de Dios. En lo pasado han sido los medios en sus manos para convencer y convertir a muchas personas. Muchos los han leído con ávida expectativa, y por medio de su lectura han sido guiados a ver la eficacia de la expiación de Cristo y a confiar en su poder. Han sido inducidos a encomendar el cuidado de sus vidas a su Creador, esperando y anhelando la venida del Salvador para llevar a sus amados a su hogar eterno. En lo futuro, estos libros han de aclarar el evangelio a muchos otros, revelándoles el camino de la salvación.--The Review and Herald, 20 de enero de 1903. Vender libros que dan luz CE 129 2 El Señor ha enviado a su pueblo mucha instrucción, línea sobre línea, precepto sobre precepto, un poquito aquí y un poquito allá. Poco caso se hace de la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a la luz mayor. ¡Oh, cuánto bien podría haberse realizado si los libros que contienen esta luz hubiesen sido leídos con una determinación de practicar los principios que contienen! Habría una vigilancia, una abnegación y un esfuerzo resuelto mil veces mayores. Y muchos más se regocijarían ahora en la luz de la verdad presente. CE 130 1 Hermanos y hermanas, trabajen fervorosamente para hacer circular estos libros. Pongan su corazón en esta tarea, y la bendición de Dios los acompañará. Salgan con fe, orando que el Señor prepare los corazones para recibir la luz. Sean agradables y corteses. Muestren, por medio de una conducta consecuente, que son verdaderos cristianos. Caminen y trabajen de acuerdo con la luz del cielo, y vuestra senda será como la senda de los justos, cuyo brillo va aumentando hasta que el día es perfecto (Ibíd.). Verdades robustecidas por un "así dice el señor" CE 130 2 ¿Cuántos han leído cuidadosamente Patriarcas y profetas, El conflicto de los siglos y El Deseado de todas las gentes? Quiero que todos entiendan que mi confianza en la luz que Dios ha dado permanece firme, porque yo sé que el poder del Espíritu Santo magnificó la verdad y la hizo honorable al decir: "Este es el camino, andad por él". En mis libros la verdad está establecida y protegida por un "Así dice el Señor". El Espíritu Santo grabó estas verdades en mi corazón y mi mente en forma tan indeleble como la ley fue grabada por el dedo de Dios en las tablas de piedra que están ahora en el arca, para ser puestas de manifiesto en el gran día cuando se pronuncie sentencia contra toda ciencia maligna y seductora producida por el padre de la mentira.--Carta 90, 1906. CE 131 1 A Dios le agradaría ver El Deseado de todas las gentes en todo hogar. En este libro está contenida la luz que él ha dado en su Palabra. A nuestros colportores yo les diría: Salgan con sus corazones enternecidos y subyugados por la lectura de la vida de Cristo. Beban profundamente del agua de salvación, para que sea en vuestro corazón como una fuente viva, que fluye para refrescar la vida de quienes están a punto de perecer.--Carta 75, 1900. El conflicto de los siglos es más valioso que la plata y el oro CE 131 2 El conflicto de los siglos debe ser ampliamente difundido. Contiene la historia del pasado, el presente y el futuro. En su bosquejo de las escenas finales de la historia de esta Tierra, presenta un poderoso testimonio en favor de la verdad. Estoy más ansiosa de ver una amplia circulación de este libro que de cualquier otro que yo haya escrito; porque en El conflicto de los siglos, el último mensaje de amonestación al mundo es dado más distintamente que en cualquier otro de mis libros.--Carta 281, 1905. CE 131 3 Me dirijo a ustedes, los que están ocupados en la obra del colportaje. ¿Han leído el tomo 4 [El conflicto de los siglos]? ¿Saben lo que contiene? ¿Tienen algún aprecio por el tema que trata? ¿No ven que la gente necesita la luz que se da en él? Si todavía no lo han hecho, les ruego que lean cuidadosamente estas solemnes amonestaciones. Estoy segura de que el Señor quiere que esta obra sea llevada por todos los caminos y vallados, donde haya personas para ser amonestadas del peligro que pronto ha de venir.--Carta 1, 1890. CE 131 4 He sido movida por el Espíritu de Dios a escribir ese libro, y mientras trabajaba en él, he sentido una gran preocupación en mi ser. Sabía que el tiempo era corto, que las escenas que pronto han de agolparse sobre nosotros al final vendrían en forma repentina y rápida, así como se las presenta en las palabras de la Escritura: "El día del Señor vendrá... como ladrón en la noche". CE 132 1 El Señor ha colocado delante de mí asuntos que son de urgente importancia para el tiempo presente, y que alcanzan al futuro. Se me ha dado este encargo: "Escribe en un libro las cosas que has visto y oído, y que ese libro vaya a todas la gentes; porque está cerca el tiempo cuando la historia pasada habrá de repetirse". Me he despertado a la una, a las dos o a las tres de la madrugada con algún punto impresionado con fuerza sobre mi mente, como si hubiese sido hablado por la voz de Dios... CE 132 2 Se me ha mostrado... que debía dedicarme a escribir los importantes asuntos del tomo 4 [El conflicto de los siglos]; que la amonestación debe ir donde el predicador viviente no puede llegar, y que debe llamar la atención de muchos a los importantes acontecimientos que han de ocurrir en las escenas finales de la historia de este mundo (Ibíd.). CE 132 3 Aprecio El conflicto de los siglos más que la plata y el oro, y deseo grandemente que sea llevado ante la gente. Mientras escribía el manuscrito de El conflicto de los siglos, a menudo estaba consciente de la presencia de los ángeles de Dios. Y muchas veces las escenas acerca de las cuales había estado escribiendo me eran presentadas de nuevo en visiones de la noche, de manera que estaban frescas y vividas en mi mente.--Carta 56, 1911. Los mayores resultados en el futuro CE 132 4 Los resultados de la circulación de este libro [El conflicto de los siglos] no han de juzgarse por lo que ahora se ve. Leyéndolo, algunas personas serán despertadas y tendrán valor para unirse de inmediato con los que guardan los mandamientos de Dios. Pero un número mucho mayor que lo lea no tomará su decisión hasta que vea que los precisos acontecimientos que han sido predichos están ocurriendo. El cumplimiento de algunas de las predicciones inspirará fe de que otros también ocurrirán, y cuando la Tierra sea alumbrada con la gloria del Señor, en la hora final, muchos seres humanos tomarán posición del lado de los mandamientos de Dios como resultado de este instrumento.--Manuscrito 31, 1890. Libros de una influencia extraordinaria CE 133 1 Dios me dio la luz contenida en El conflicto de los siglos y en Patriarcas y profetas, y esa luz era necesaria para despertar a las personas con el fin de que se prepararan para el grande e inminente día de Dios. Estos libros contienen el llamamiento directo de Dios a la gente. Así él habla a los hombres con palabras conmovedoras, urgiéndolos a prepararse para su venida. La luz que Dios ha dado en estos libros no ha de ser ocultada... CE 133 2 Sé que no es verdad esa declaración que se ha hecho de que esos libros no pueden ser vendidos. Yo lo sé; el Señor me ha mostrado que esto se ha dicho porque los planes humanos han bloqueado el camino para su venta. No puede negarse que estas obras no fueron el producto de alguna mente humana; son la voz de Dios que habla a su pueblo, y tendrán una influencia sobre las mentes que otros libros no tienen.--Manuscrito 23, 1890. CE 133 3 Muchos se apartarán de la fe y prestarán oído a espíritus seductores. Patriarcas y profetas y El conflicto de los siglos son libros especialmente adaptados para quienes son nuevos en la fe, para que puedan ser establecidos en la verdad. Se señalan los peligros que deben ser evitados por las iglesias. Los que se familiaricen en forma cabal con las lecciones presentadas en estos libros verán los peligros que los acosan, y serán capaces de discernir la senda sencilla y recta trazada para ellos. Serán guardados de desviarse por sendas extrañas. Harán sendas derechas para sus pies, no sea que el cojo salga fuera del camino.--Carta 229, 1903. Preservarán del error CE 134 1 Despiértese el interés en la venta de estos libros. Su venta es esencial, porque contienen la instrucción oportuna del Señor. Deben ser apreciados como libros que traen a la gente la luz que se necesita especialmente ahora. Por lo tanto, estos libros deben ser ampliamente distribuidos. Los que hagan un cuidadoso estudio de la instrucción contenida en ellos, y la reciban como proveniente del Señor, serán guardados de muchos de los errores que se están introduciendo. Los que acepten las verdades contenidas en estos libros no serán descarriados por falsos caminos (Ibíd.). ------------------------Capítulo 21--Publicaciones sobre salud Circulación de publicaciones sobre salud CE 135 1 La circulación de nuestras publicaciones sobre salud es una de las obras más importantes. Es una obra en la cual todos los que creen en las verdades especiales para este tiempo debieran tener un interés vivo. Dios desea que ahora, como nunca antes, la mente de la gente sea conmovida profundamente para investigar la importante cuestión de la temperancia y los principios que fundamentan la verdadera reforma higiénica... CE 135 2 La religión y la salud--La verdadera religión y las leyes de salud van de la mano. Es imposible trabajar por la salvación de los hombres y mujeres sin presentarles la necesidad de romper con sus pecaminosas complacencias, las cuales destruyen la salud, rebajan el ser e impiden que la verdad divina impresione la mente.--The Review and Herald, 12 de noviembre de 1901. La reforma higiénica es una cuña de entrada CE 135 3 El evangelio de la salud tiene hábiles abogados, pero su obra ha sido muy dificultada debido a que muchos pastores, presidentes de asociaciones y otras personas que están en puestos de influencia han dejado de dar al asunto de la reforma pro salud la atención necesaria. No la han reconocido en su relación con la obra del mensaje como el brazo derecho del cuerpo. Aunque se ha manifestado muy poco respeto hacia este departamento por parte de muchas personas y de algunos pastores, el Señor ha manifestado su consideración por él dándole abundante prosperidad. Cuando es adecuadamente dirigida, la obra pro salud es una cuña de entrada que abre el camino para que otras verdades alcancen el corazón. Cuando el mensaje del tercer ángel sea recibido en su plenitud, a la reforma pro salud se le dará su lugar en las deliberaciones de la junta directiva de la asociación, en la obra de la iglesia, en el hogar, en la mesa y en todos los acuerdos familiares. Entonces el brazo derecho servirá y protegerá al cuerpo.--Testimonios para la Iglesia 6:327 (1900). Las publicaciones sobre salud son la mano ayudadora del evangelio CE 136 1 Nuestras publicaciones sobre salud constituyen la mano ayudadora del evangelio, y abren la puerta para que la verdad entre y salve a muchas personas. Yo no conozco ninguna otra cosa que tan rápidamente abra los corazones como esta clase de material de lectura, el cual, leído y practicado, induce a los hombres al escudriñamiento de la Biblia para una mejor comprensión de la verdad. CE 136 2 Los colportores deberían destacar las publicaciones sobre salud ante aquellos que visitan, diciéndoles cuán útiles son en el tratamiento de las enfermedades.--Manuscrito 113, 1901. La reforma pro salud capta la atención CE 136 3 Las publicaciones sobre la reforma pro salud alcanzarán a muchos que no verán ni leerán nada sobre los importantes temas bíblicos... La verdad sobre la reforma pro salud debe ir a la gente. Es esencial para captar la atención con respecto a las verdades bíblicas. CE 136 4 Dios exige que su pueblo sea temperante en todas las cosas. A menos que sus hijos practiquen la temperancia, no serán ni podrán ser santificados por la verdad. Sus mismos pensamientos y sus mentes se depravarán. CE 137 1 Muchas de las personas consideradas como desesperadamente depravadas, si se las instruyera en forma adecuado con respecto a sus prácticas insalubres, serían conquistadas con la verdad. Entonces podrían ser elevadas, ennoblecidas, santificadas y convertidas en vasos adecuados para uso del Maestro. Salgan con sus manos llenas de un material de lectura apropiada, y vuestro corazón lleno del amor de Cristo por las personas, alcanzándolas donde están... CE 137 2 Se quita el prejuicio--Se me ha mostrado que al prestar atención a este ramo de la obra, ustedes quitan una gran cantidad de prejuicios de muchas mentes, esos que han obstaculizado el camino para recibir la verdad y leer las publicaciones que presentan la verdad que creemos. Este asunto no debe ser pasado por alto, como no esencial, pues casi cada familia necesita ser impresionada sobre este asunto, y su conciencia despertada para poner en ejecución la palabra de Dios con respecto a la práctica de negarse a complacer el apetito. Cuando hacen que las personas comprendan la cuestión de la reforma pro salud, han preparado el camino para que presten atención a la verdad presente para estos últimos días. Dijo mi guía: "Eduquen, eduquen, eduquen". La mente debe ser iluminada; la comprensión está entenebrecida hasta el punto que Satanás quisiera que lo fuera, porque así él puede, a través del apetito pervertido, hallar acceso para degradar el ser entero... CE 137 3 Me informó mi guía: "Todos los que creen y proclaman la verdad no solamente deben practicar la reforma pro salud, sino también enseñarla diligentemente a otros". Esta será un poderoso instrumento para llamar la atención de los no creyentes a considerar que, si tratamos con inteligencia el tema relativo al régimen y las prácticas alimentarias saludables, también será correcto nuestro punto de vista sobre los temas de doctrina bíblica.--Manuscrito 1, 1875. CE 138 1 El Señor llama a obreros para que entren en el campo del colportaje. Él desea que se difundan los libros sobre la reforma pro salud. Mucho depende de la cuestión de la reforma en la salud.--Manuscrito 174, 1899. CE 138 2 Los jóvenes y las señoritas deben tomar nuestros libros acerca de una vida sana y salir entre la gente, realizando todo lo que les sea posible para hacer progresar la obra de la reforma pro salud. Hay muchos en el mundo que están ansiosos por saber más con respecto a estos principios.--Carta 154a, 1900. Hay gran necesidad de esta luz CE 138 3 La gente se halla en una triste necesidad de la luz que irradia de las páginas de nuestras revistas sobre salud y temperancia. Dios desea usar estas revistas como medios a través de los cuales los resplandores de luz capten la atención de la gente, y la induzcan a prestar atención a la amonestación del mensaje del tercer ángel... CE 138 4 Los pastores deben y pueden hacer mucho para impulsar la circulación de las revistas de salud. Todo miembro de la iglesia debe trabajar con tanto fervor por estos periódicos como por las demás revistas nuestras. No debe haber fricción entre las dos... CE 138 5 La circulación de las revistas de salud será un instrumento poderoso para preparar el camino con el fin de que la gente acepte esas verdades especiales que han de prepararla para la pronta venida del Hijo del Hombre.--The Review and Herald, 12 de noviembre de 1901. Una parte permanente de nuestras publicaciones CE 139 1 La reforma pro salud alcanzará y ha alcanzado a una clase de personas que de otra manera nunca habría sido alcanzada por la verdad. Existe una gran necesidad de que se trabaje para ayudar a la gente, creyente y no creyente, en el tiempo actual, por medio de disertaciones acerca de la salud y publicaciones sobre este mismo tema. Yo no puedo ver por qué los libros sobre salud no deban colocarse en forma permanente, así como las otras publicaciones, a pesar de los prejuicios humanos en su contra.--Carta 25a, 1889. ------------------------Capítulo 22--Conservar el debido equilibrio Libros de salud y religiosos CE 140 1 Debe existir una perfecta unidad entre los obreros que trabajan con los libros que han de inundar al mundo con la luz. Dondequiera se presente la obra del colportaje entre nuestros hermanos, deben presentarse tanto los libros de salud como los religiosos juntos, como partes de una obra unida. La relación entre los libros religiosos y los de salud se me ha presentado ilustrada por la unión de la trama y la urdimbre que forman el hermoso diseño de un tejido perfecto. CE 140 2 Igualmente importante--En lo pasado los libros de salud no se han utilizado con el interés que su importancia demanda. Aun cuando han sido altamente apreciados por una clase numerosa, muchos no han creído que sea esencial que vayan al público en general. Pero, ¿qué cosa puede ser una preparación mejor, para la venida del Señor y para la recepción de otras verdades esenciales para preparar a un pueblo, que despertar a las personas para que vean los males de esta época e impulsarlas a una reforma de sus hábitos insalubres y de complacencia propia? ¿No necesita el mundo que se lo despierte sobre el tema de la reforma pro salud? ¿No necesita la gente las verdades presentadas en los libros sobre la salud? Debe manifestarse un sentimiento diferente del que hasta ahora ha prevalecido con respecto a las obras de salud en muchos de nuestros colportores que están en el campo. CE 141 1 No deben verse divisiones o facciones diversas entre nuestros colportores y agentes generales [directores de colportaje]. Todos deben interesarse en la venta de los libros que tratan del asunto de la salud así como en la venta de los libros específicamente religiosos. No ha de establecerse que únicamente ciertos libros han de ocupar la atención de los colportores. Debe haber perfecta unidad, y un desarrollo equilibrado y simétrico de la obra en todas sus partes. CE 141 2 No han de separarse--La parcialidad con la cual muchos han tratado los libros de salud, es una ofensa para Dios. Separar la obra pro salud del gran cuerpo de la obra no ha sido ordenado por Dios. La verdad presente descansa tan ciertamente en la obra de la reforma pro salud como en otros aspectos de la labor evangélica. Ningún ramo, separado de los demás, puede constituir un todo perfecto.--Testimonios para la Iglesia 6:326, 327 (1900). Ningún ramo en particular debe ser una especialidad CE 141 3 En toda nuestra obra debe ejercerse cuidado para que ningún ramo en particular se convierta en una especialidad, mientras otros intereses son dejados de lado para sufrir. No se ha manifestado el debido interés en la circulación de nuestras revistas de salud. La circulación de estas revistas no debe descuidarse, o el pueblo sufrirá una gran pérdida.--The Review and Herald, 12 de noviembre de 1901. Cada uno tiene su debido lugar CE 141 4 Pero aun cuando la obra de la salud tiene su lugar en la promulgación del mensaje del tercer ángel, sus abogados no deben de ninguna manera luchar para hacerle tomar el lugar del mensaje. Los libros de salud deben ocupar su debida posición, pero la circulación de estos libros es solamente uno de los muchos ramos de labor en la gran obra que ha de hacerse. Las ardientes impresiones dadas a veces al colportor con respecto a los libros de salud, no tienen que determinar que se excluyan del campo otros libros importantes que deben ir a manos de la gente. Los que están encargados de la obra del colportaje deben ser hombres que puedan discernir la relación de cada parte de la obra con el gran conjunto. Concedan ellos la atención debida a la circulación de los libros de salud, pero no hagan esta línea de trabajo tan prominente que desvíe a los hombres de otros ramos de vital interés, excluyendo así los libros que tienen el especial mensaje de la verdad para el mundo. CE 142 1 Se necesita tanta educación para trabajar con los libros religiosos como para trabajar con los que tratan de la cuestión de la salud y la temperancia. Debe decirse tanto sobre la obra de colportar con libros que contienen alimento espiritual--debe hacerse tanto esfuerzo para animar y educar a obreros que hagan circular los libros que contienen el mensaje del tercer ángel--, como lo que se dice y se hace para desarrollar a obreros que trabajen con los libros de salud. CE 142 2 Se complementan mutuamente--Una clase de libros siempre hará un lugar para la otra. Ambas son esenciales, y ambas deben ocupar el campo al mismo tiempo. Se complementan mutuamente, y ninguna de las dos puede tomar el lugar de la otra. Ambas tratan de temas del más alto valor, y ambas deben desempeñar su parte en la preparación del pueblo de Dios para estos últimos días. Ambas deben aparecer como la verdad presente para iluminar, despertar, convencer. Ambas deben combinarse en la obra de santificar y purificar a las iglesias que están esperando la venida del Hijo de Dios en poder y gran gloria. CE 143 1 Que cada publicador y agente general [director de colportaje] trabaje entusiastamente para animar a los agentes [colportores] que están ahora en el campo, para reclutar y educar a nuevos obreros. Que cada uno fortalezca y edifique la obra tanto como sea posible sin debilitar el trabajo de los demás. Que todo se haga con amor fraternal y sin egoísmo.--Testimonios para la Iglesia 6:327, 328 (1900). La obra debe desarrollarse simétricamente CE 143 2 La reforma pro salud se halla tan estrechamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como el brazo lo está con el cuerpo; pero el brazo no puede ocupar el lugar del cuerpo. La proclamación del mensaje del tercer ángel, los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús constituyen la preocupación de nuestra obra. El mensaje ha de ser proclamado con fuerte clamor y ha de ir a todo el mundo. La presentación de los principios de salud debe unirse con este mensaje, por no debe en ningún caso ser independiente de él, ni de ninguna manera tomar su lugar... Debe haber un desarrollo bien equilibrado, simétrico, de la obra en todas sus partes... Yo quisiera que los libros de salud ocuparan su debido lugar; pero son solamente uno de los muchos ramos en la gran obra que debe hacerse. El Señor ha enviado su mensaje al mundo por medio de libros que contienen la verdad para estos últimos días. CE 143 3 No debe enseñarse a los colportores que un libro o que una clase de libros ha de ocupar el campo a costa del descuido de todas las demás. Entre los obreros hay siempre algunos que pueden inclinarse en casi cualquier dirección. Los que están a cargo de la obra del colportaje deben ser hombres de mentes equilibradas, que puedan discernir la relación de cada parte de la obra con el gran conjunto. Concedan ellos la debida atención a la circulación de los libros de salud, pero no se haga de este ramo algo tan prominente que distraiga a los hombres de otros aspectos de vital interés.--Carta 57, 1896. CE 144 1 La venta de revistas y libros de salud no dificulta en manera alguna la venta de las publicaciones que tratan de otras fases del mensaje del tercer ángel. Todas han de preparar el camino para que el Señor Jesús venga en las nubes de los cielos con poder y gran gloria.--Manuscrito 113, 1901. No todos han de trabajar con un mismo libro CE 144 2 Se ha destacado como el mejor procedimiento el que un solo libro a la vez tuviera lugar en el campo de colportaje, y que todos los colportores trabajaran con el mismo libro. Si se hiciera eso, no sería sabio ni conveniente. Ningún libro debe ser difundido entre el público con exclusividad, como si pudiera suplir toda demanda para este tiempo. Si el Señor tiene luz para su pueblo, presentada en diferentes formas y en varios libros, ¿quién se aventurará a poner barreras de manera que la luz no sea difundida a través del mundo? El Señor desea que nuestros hermanos ideen planes de manera que la luz que él ha dado no sea escondida en nuestras casas editoras, sino que brille para iluminar a todos los que la recibirán.--El Ministerio de Curación, 47 (1902). Publicaciones para todas las clases CE 144 3 Ningún colportor debe exaltar el libro con el cual trabaja por encima de otros que presentan la verdad para este tiempo. Si nuestros colportores trabajaran todos con un solo libro, y concentrarán sus energías en él, la obra no podría realizarse de acuerdo con el plan de Dios. No todas las mentes están constituidas de la misma manera, y lo que puede ser alimento para uno podría dejar de atraer a otro; por lo tanto, debiera haber en el campo libros que traten en una variedad de formas los temas especiales para este tiempo. Será necesario que el colportor haga una sabia selección. Que ninguno que trabaje en la obra de Dios se vuelva estrecho de miras o corto de vista. El Señor tiene muchos instrumentos por medio de los cuales se propone trabajar. Cuando un libro es ponderado por encima de otro, existe el peligro de que la misma obra que está mejor adaptada para dar la luz a la gente sea quitada de su lugar. No hay necesidad de contraponer diferentes libros, y juzgar de antemano cuál de ellos hará mayor bien. Dios tiene un lugar para todas las voces y para todas las plumas que él ha inspirado para hablar de él. Para algunas mentes será difícil comprender nuestros libros más complicados, y una manera más sencilla de presentar la verdad los alcanzará con más facilidad. Que los dirigentes animen a los más débiles, y muestren un interés por igual en cada uno de los instrumentos puestos en acción para preparar a un pueblo para la venida del Señor. Algunos recibirán mayor beneficio de revistas y folletos que de los libros. Las revistas, los folletos que se espacian en las lecciones de la Biblia, todos necesitan atención en la obra del colportaje, porque son como pequeñas cuñas que abren el camino para las obras mayores.--El Ministerio de Curación, 48, 49 (1902). Los folletos CE 145 1 El colportor debe llevar consigo folletos y libritos que pueda regalar a quienes no puedan comprarle. De esta manera se puede introducir la verdad en muchos hogares.--Joyas de los Testimonios 2:554 (1900). Esfuerzos más decididos a favor de los libros religiosos CE 146 1 Colportar con nuestras publicaciones es una obra evangélica importante y muy provechosa... Aun cuando hemos dicho mucho acerca de colportar con los libros de salud--y todavía sentimos que debemos difundir estos libros--, sin embargo deben hacerse esfuerzos más decididos para presentar a la gente nuestros libros religiosos importantes. Nuestras publicaciones pueden ir a lugares adonde actualmente no se pueden realizar reuniones. En tales lugares el fiel colportor evangélico ocupa el lugar del predicador viviente.--Carta 14, 1902. CE 146 2 En este período de nuestra obra debemos cuidar todo paso que demos en la publicación de nuestros libros. Se me ha mostrado claramente que debemos reclutar como colportores a hombres y a mujeres capaces. Mucho del esfuerzo que se ha dedicado a la venta de libros médicos debe ahora aplicase a la colocación de libros que contienen la verdad presente para este tiempo, para que las evidencias de nuestra fe y los temas que están delante de nosotros puedan ser conocidos por la gente... CE 146 3 Hemos de incorporar a la obra todo instrumento viviente que sienta que ha sido escogido por Dios para hacer, no una obra comercial común, sino una labor que dará luz y verdad, la verdad bíblica, al mundo.--Carta 72, 1907. Libros grandes versus libros pequeños CE 146 4 No creo que sea correcto dedicar tanta atención a la venta de los libros más pequeños descuidando los grandes. Es un error dejar en los estantes los libros grandes que el Señor ha revelado que deben ponerse en las manos de la gente e impulsar muy vigorosamente, en lugar de éstos, la venta de libros pequeños.--Manuscrito 123, 1902. No hay tiempo para lo vulgar CE 147 1 Estamos demasiado cerca del fin de la historia de la Tierra como para poner ante la gente libros que no contienen el mensaje que ella necesita. Llamen la atención de esa gente a los libros que tratan de la fe y la piedad prácticas. Purifiquen y santifiquen el campamento. Hay abundancia de libros que darán la luz al mundo. CE 147 2 No puedo entender por qué nuestras revistas deben contener tanta publicidad de libros que no son esenciales para este tiempo. Muchos de tales libros pueden obtenerse en cualquier librería. ¿Por qué no llamamos la atención de la mente de la gente a los temas que se relacionan con las palabras de vida eterna? ¿Por qué no hacer un esfuerzo para obtener notas sencillas, reales y verdaderas de nuestros obreros en todas partes del mundo? Dios pide esta clase de lectura. No tenemos tiempo para dedicarlo a las cosas comunes ni para desperdiciarlo en libros que sólo entretienen.--El otro poder, 148, 149 (1899). CE 147 3 Se me ha instruido que los relatos comunes puestos en forma de libros no son esenciales para nuestro bienestar. El mundo está inundado de esta clase de literatura, y que tales libros encuentren una fácil venta de ninguna manera es evidencia de que son libros que deberían difundirse. La pasión por la narraciones está trayendo a la existencia muchos miles de libros sin valor, que son como paja, madera y hojarasca. Esos libros fueron escritos por personas cuyas mentes se han educado para encarrilarse por el sendero de los romances. Todo lo que su mente llena de imaginación puede pensar, es entrelazado para formar un libro y presentarlo al mundo como alimento para la mente. Pero muy a menudo no tiene valor nutritivo. "¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?" Jeremías 23:28. No necesitamos novelas. Estamos tratando con las duras realidades de la vida.--El otro poder, 147 (1899). Evitar la literatura frívola y excitante CE 148 1 El mundo está inundado de libros que sería mejor quemarlos que hacerlos circular. Libros que tratan de la guerra con los indios y temas similares, publicados y vendidos como un medio para ganar dinero, sería mejor que nunca fueran leídos. Hay una fascinación satánica en estos libros. El relato de crímenes y atrocidades que afligen el corazón tiene un encanto particular sobre muchos jóvenes, porque aguzan en ellos el deseo de llegar a ser célebres, aun por medio de los hechos más inicuos. Hay muchas obras, más estrictamente históricas, cuya influencia es un poco mejor. Las enormidades, las crueldades, las prácticas licenciosas presentadas en estos escritos, han obrado como levadura en muchas mentes induciéndolas a la perpetración de actos semejantes. Los libros que bosquejan hechos satánicos en los seres humanos están, de ese modo, publicitando las obras malignas. Los detalles horribles del crimen y de la miseria no deben ser repetidos, y nadie que crea en la verdad para este tiempo debe tomar parte en perpetuar su memoria. CE 148 2 Las historias de amor y los cuentos frívolos y excitantes constituyen otra clase de libros que son toda una maldición para cualquier lector. Bien puede el autor agregarle una buena moraleja y entretejer por toda ella sentimientos religiosos; no obstante, en la mayoría de los casos, no es otro que Satanás el que está vestido con vestiduras de ángel para engañar y seducir con mayor eficacia. La mente es afectada en gran manera por el alimento que se le da. Los lectores de cuentos frívolos y excitantes llegan a hacerse ineptos para los deberes que se extienden delante de ellos. Llevan una vida irreal, y no tienen ningún deseo de dedicarse a una ocupación útil o de investigar las Escrituras para alimentarse del maná celestial. La mente se debilita y pierde su poder de contemplar los grandes problemas del deber y del destino. CE 149 1 Se me ha instruido que la juventud está expuesta al mayor peligro por las malas lecturas. Satanás constantemente está atrayendo tanto a los jóvenes como a los de edad madura para lograr que hallen encantos en relatos sin valor. Si se pudiera quemar buena parte de los libros publicados, se evitaría una plaga que está haciendo una obra terrible en debilitar la mente y corromper el corazón. Nadie puede creerse tan firme en los sanos principios que pueda sentirse a salvo de la tentación. Toda esta lectura trivial debería ser resueltamente descartada. CE 149 2 No tenemos permiso del Señor para ocuparnos en la impresión o en la venta de semejantes publicaciones, porque es el medio para destruir a mucha gente. Yo sé de qué estoy escribiendo; porque este asunto me ha sido presentado. Que los que creen la verdad no se ocupen en esta obra, pensando hacer dinero. El Señor echará su maldición sobre el dinero así obtenido; más será lo que él esparza que lo que se recoja.--Manual for Canvassers, 51-53 (1902). Colportar para difundir la luz CE 149 3 En estos días se alaba y se exalta lo trivial. Hay interés en cualquier cosa que despierte sensación y se venda bien. El país [EE.UU.] está inundado de publicaciones totalmente sin valor, escritas con miras lucrativas, mientras que los libros verdaderamente valiosos no se venden ni se leen. Los que manejan esta literatura sensacionalista, porque al hacerlo ganan salarios más elevados, están pasando por alto una preciosa oportunidad de obrar el bien. Hay batallas que librar para ganar la atención de hombres y mujeres e interesarlos en libros verdaderamente valiosos que tienen la Biblia como fundamento; y será una lucha aún mayor encontrar obreros concienzudos y temerosos de Dios que entren en el campo para diseminar estos libros con el propósito de esparcir la luz.--Testimonios para la Iglesia 5:378, 379 (1885). ------------------------Capítulo 23--El ministerio de nuestras revistas La presentación de la verdad por medio de nuestras revistas CE 151 1 Nuestros periódicos contienen verdades bíblicas benditas y salvadoras. Muchas personas pueden contribuir a la venta de nuestros periódicos.--Joyas de los Testimonios 3:313 (1909). CE 151 2 Hemos estado dormidos, por así decirlo, con respecto a la obra que debe hacerse por medio de la circulación de publicaciones bien preparadas. Prediquemos ahora la palabra, por el uso inteligente de revistas y libros, con energía resuelta, con el fin de que el mundo pueda comprender el mensaje que Cristo le dio a Juan en la isla de Patmos. Que toda inteligencia humana que profesa el nombre de Cristo testifique: El fin de todas las cosas está cerca; prepárense para encontrarse con su Dios.--The Review and Herald, 30 de julio de 1908. Proclamar el mensaje del tercer ángel CE 151 3 La obra grande y maravillosa del último mensaje evangélico ha de ser llevada adelante ahora como nunca lo ha sido antes. El mundo ha de recibir la luz de la verdad por medio del ministerio evangelizador de la palabra contenida en nuestros libros y revistas. Nuestras publicaciones han de manifestar que el fin de todas las cosas está cerca. Se me pide que diga a nuestras casas editoras: Eleven la norma; elévenla más alto. Proclamen el mensaje del tercer ángel, para que pueda oírse en todo el mundo. Que todos vean que aquí están "los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Que nuestras publicaciones den el mensaje como un testimonio a todo el mundo (Ibíd.). Suscripciones a las revistas CE 152 1 Se ha cometido un error al solicitar suscripciones para nuestras revistas por sólo pocas semanas, cuando con un esfuerzo apropiado se hubieran conseguido suscripciones mucho más largas. Una suscripción anual es de mucho más valor que muchas a corto plazo. Cuando alguien se suscribe sólo por unos pocos meses, el interés a menudo termina con la corta suscripción. Pocas personas renuevan sus suscripciones por un período más largo, y de esta manera se hace una gran inversión de tiempo que rinde resultados pequeños, cuando de otra manera, si se hubiera usado un poco más de tacto y perseverancia, se hubieran podido conseguir suscripciones más largas. Hermanos, la mira de ustedes es demasiado corta; sus planes son demasiado estrechos. No ponen en su trabajo todo el tacto y la perseverancia que se merece. Hay más dificultades en esta obra que en algunos otros ramos de negocio; pero las lecciones que se aprenderán, el tacto y la disciplina que se adquirirán, los capacitará para otros campos de utilidad donde ministren a las personas. Aquellos que no aprenden correctamente la lección y son descuidados y precipitados al tratar con la gente, exhibirán los mismos defectos en sus modales, la misma falta de tacto en el trato con las mentes, en la obra del ministerio, si entraran en ella. CE 152 2 Es un error tomar suscripciones cortas--Mientras se aceptan suscripciones cortas, algunos no hacen el esfuerzo necesario para obtenerlas a plazos más largos. Los colportores no debieran cubrir el terreno en forma descuidada, indiferente. Deben sentirse obreros del Señor,y el amor por los seres humanos debiera inducirlos a hacer todo el esfuerzo posible para llevar a hombres y mujeres la luz de la verdad. La providencia y la gracia, los medios y los fines, están estrechamente relacionados. Cuando sus obreros hacen lo mejor que pueden, Dios realiza mediante ellos lo que no pueden hacer por sí mismos; pero nadie debe esperar tener éxito independientemente y mediante sus propios esfuerzos. Ha de haber actividad unida y una firme confianza en Dios. CE 153 1 La economía es necesaria en todos los departamentos de la obra. La actitud natural de la juventud de estos días es descuidar y despreciar la economía, y confundirla con la tacañería y la estrechez. Pero la economía concuerda con los puntos de vista y sentimientos más amplios y liberales; no puede haber verdadera generosidad donde no se práctica la economía. Nadie debiera pensar que es denigrante estudiar economía y las mejores maneras de disponer de las migajas. Dijo Cristo después de haber realizado un milagro notable: "Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada". Juan 6:12.--Testimonios para la Iglesia 5:376, 377 (1885). ------------------------Capítulo 24--La abarcante influencia de nuestras publicaciones El poder de la pluma CE 154 1 La pluma es un poder en las manos de hombres que sienten que la verdad arde en el altar de su corazón, y que tienen por Dios un celo inteligente, equilibrado con sano juicio. La pluma, sumergida en la fuente de la verdad pura, puede emitir rayos de luz hasta los oscuros rincones de la Tierra, los cuales reflejarán de vuelta esos rayos, añadiéndole nuevo poder, e incrementando su luz para ser esparcida por doquiera.--Life Sketches of Ellen G. White, 214 (1915). La prensa es un instrumento de Dios CE 154 2 La prensa es un medio poderoso para mover las mentes y los corazones de la gente... La prensa es un instrumento poderoso que Dios ha ordenado que se combine con las energías del predicador viviente para presentar la verdad a todas las naciones, las tribus, las lenguas y los pueblos. Muchas mentes no pueden ser alcanzadas de otra manera.--Christian Experience, 225-227 (1922). CE 154 3 La rama de publicaciones de nuestra causa tiene mucho que ver con nuestro poder. Quisiera que lograra todo lo que el Señor se propone que haga. Si nuestros hombres que trabajan con libros hacen su parte fielmente, yo sé, por la luz que Dios me ha dado, que el conocimiento de la verdad presente será duplicado y triplicado.--Life Sketches of Ellen G. White, 446, 447 (1915). La influencia de nuestras publicaciones CE 155 1 Se me ha mostrado que nuestras publicaciones deben imprimirse en diferentes idiomas y enviarse a todo país civilizado, a cualquier costo. ¿Qué valor tiene el dinero en este tiempo en comparación con el valor de las personas?... CE 155 2 Se me ha mostrado que la prensa es poderosa para el bien o para el mal. Este instrumento puede alcanzar e influir en la mente del público como ningún otro método puede hacerlo. La prensa, dirigida por hombres santificados y consagrados a Dios, puede ser un poder para el bien que lleve a los hombres al conocimiento de la verdad... CE 155 3 En otros países--Se me ha mostrado que las publicaciones ya han estado realizando una obra en algunas mentes en otros países, quebrantando los muros de prejuicio y superstición. Me fueron mostrados hombres y mujeres que, con intenso interés, estudiaban periódicos y unas pocas páginas de folletos sobre la verdad presente. Leían las evidencias tan maravillosas y nuevas para ellos, y abrían sus Biblias con interés nuevo y profundo, a medida que los temas de la verdad que les habían resultado oscuros eran aclarados, especialmente la luz con respecto al sábado del cuarto mandamiento. Mientras investigaban las Escrituras para ver si estas cosas eran así, una nueva luz brillaba sobre su entendimiento, porque los ángeles se cernían sobre ellos, e impresionaban su mente con las verdades contenidas en las publicaciones que habían estado leyendo. CE 155 4 Escudriñaban con oración y lágrimas--Los vi sosteniendo periódicos y folletos en una mano, y la Biblia en la otra, mientras sus mejillas eran humedecidas por las lágrimas, e inclinándose delante de Dios en oración ferviente y humilde para ser guiados a toda verdad; precisamente lo que Dios estaba haciendo por ellos antes que se dirigieran al Señor. Y cuando recibieron la verdad en sus corazones, y vieron la armoniosa cadena de verdad, la Biblia fue para ellos un libro nuevo; la estrecharon contra su corazón con gozo agradecido, mientras sus semblantes resplandecían de felicidad y santo gozo. CE 156 1 No estaban satisfechos de gozar ellos solos de la luz, y comenzaron a trabajar por otros. Algunos hicieron grandes sacrificios por causa de la verdad y para ayudar a sus hermanos que estaban en tinieblas. Se preparaba así el camino para hacer una gran obra en la distribución de los folletos y periódicos en otros idiomas.--Life Sketches of Ellen G. White, 214, 215 (1915). Libros sacados de los estantes CE 156 2 Es cierto que algunos que compran los libros los dejarán en los estantes o los pondrán sobre la mesa de la sala, y rara vez los mirarán. Sin embargo, Dios cuida de su verdad, y llegará el tiempo cuando estos libros serán buscados y leídos. Puede entrar la enfermedad o la desgracia en el hogar, y por medio de la verdad contenida en los libros, Dios manda paz, esperanza y descanso a los corazones perturbados. Su amor les es revelado, y comprenden cuán precioso es el perdón de sus pecados. Así coopera el Señor con sus obreros abnegados.--Joyas de los Testimonios 2:532, 533 (1900). Personas llevadas a Cristo CE 156 3 Nuestras publicaciones están sembrando ahora la simiente del evangelio, y son instrumentos para llevar a Cristo a tantas personas como la palabra predicada. Iglesias enteras han sido levantadas como resultado de su circulación.--The Review and Herald, 10 de junio de 1880. Aun los fragmentos son preciosos CE 157 1 Debemos tratar como tesoros sagrados toda la línea de material impreso que contenga la verdad presente. Aun los fragmentos de un folleto o de un periódico deben ser considerados de valor. ¿Quién puede estimar la influencia que una página rota que contiene las verdades del mensaje del tercer ángel puede tener en el corazón de algún buscador de la verdad? Recordemos que alguien estará contento de leer todos los libros y revistas que tengamos de más. Toda página es un rayo del cielo que ha de brillar por los caminos y los vallados, proyectando luz sobre la senda de la verdad. CE 157 2 En los milagros realizados para alimentar a la multitud con unos pocos panes y peces, el alimento aumentaba mientras pasaba de Cristo a los que lo aceptaban. Así ocurrirá en la distribución de nuestras publicaciones. La verdad de Dios, al pasar de uno a otro, se multiplicará grandemente. Y así como los discípulos, cumpliendo la instrucción de Cristo, juntaron los fragmentos que quedaron para que nada se perdiera, así nosotros debemos atesorar cada fragmento de página impresa que contiene la verdad para este tiempo.--The Review and Herald, 27 de agosto de 1903. Mil personas en un solo día CE 157 3 Pronto Dios hará grandes cosas por nosotros si nos sometemos humildes y creyentes a sus pies... Más de mil personas se convertirán en un solo día, la mayor parte de las cuales adjudicarán sus primeras convicciones a la lectura de nuestras publicaciones.--The Review and Herald, 10 de noviembre de 1885. Cuando se dé la amonestación final CE 158 1 Miles de voces predicarán el mensaje por toda la Tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán, y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, hasta el punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Apocalipsis 13:13. Es así como los habitantes de la Tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad. CE 158 2 El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará fruto. Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad... Un sin número de personas se alistará en las filas del Señor.--El Conflicto de los Siglos, 670 (1888). El plan de Dios para proclamar el mensaje CE 158 3 Dios nos ha dado a nosotros como pueblo una gran luz, y nos pide que la hagamos brillar delante de quienes están en tinieblas. La luz y el poder de una verdad viviente han de ser dados por nosotros al mundo. De nosotros ha de brillar, para iluminar a los que están en tinieblas, una luz clara y firme, mantenida viva por el poder de Dios. Se nos encarga que usemos la luz que nos fue dada para crear otras luces, para que nuestros semejantes se regocijen en la verdad. No desoigamos el encargo. Supongan que el sol rehusara brillar, ¡qué terrible oscuridad y confusión resultaría! Si nosotros rehusáramos permitir que nuestra luz brille para alumbrar a quienes están en tinieblas, contraeríamos una culpa cuya magnitud no puede computarse... CE 159 1 "El Espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' Y el que oye, diga: '¡Ven!' Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida". CE 159 2 Estas palabras esbozan el plan de Dios para la promulgación del evangelio. Sus instrumentos, el divino y el humano, han de unirse en un esfuerzo para salvar a los perdidos. Los seres humanos han de ser rescatados de la esclavitud del pecado. Dios llama a quienes han adoptado su nombre a obedecer sus órdenes. Todos son llamados a asumir alguna parte en su obra... CE 159 3 El poder transformador de la verdad--Es por medio de la influencia transformadora de la gracia divina en los corazones humanos como se revela el poder de la palabra de verdad. El mensaje, proclamado en regiones en que todavía no se lo ha oído, hace impresión en los corazones. Parece tener mayor poder para transformar el carácter que cuando se presenta a los que están familiarizados con sus trabajos de oficina. La verdad tiene poco poder sobre los corazones de quienes viven en forma contraria por ventajas personales, los que siguen una conducta opuesta a sus principios. Tales personas profesan creer en la Palabra de Dios, pero no dan ninguna evidencia de que son santificados por ella. CE 159 4 La verdad ha de tomar posesión de la voluntad de los que nunca antes han oído acerca de ella. Ellos verán la pecaminosidad del pecado, y su arrepentimiento será completo y sincero. El Señor obrará en los corazones que en lo pasado no habían sido exhortados, corazones que nunca antes habían visto la enormidad del pecado. CE 159 5 Cristo es el único antagonista del pecado que alguna vez le haya hecho frente con éxito. Que la plena luz de su vida se derrame sobre los hombres que están en tinieblas. Bajo el poder directo del evangelio, millares han sido convertidos en un día. CE 160 1 Cuando el pecador llega a comprender el hecho de que sólo por medio de Cristo puede obtener la vida eterna; cuando se da cuenta de que la obediencia a la Palabra de Dios es la condición de entrada en el reino de Dios; cuando ve a Cristo como la propiciación por el pecado; entonces viene al Salvador con humildad y contrición, confesando sus pecados y buscando perdón. Su espíritu está impresionado con un sentido de la majestad y la gloria de Dios. Siente tan profundamente el carácter bendito de una vida eterna de paz y gozo y pureza, que hace una entrega completa. CE 160 2 Se me ha indicado que diga que algunos que exteriormente parecen plenamente dados al pecado, cuando la luz brille en su corazón, se convertirán en los obreros de mayor éxito en los lugares donde haya pecadores semejantes a lo que una vez fueron ellos. CE 160 3 Escrito para los colportores--Escribo esto porque los que están ocupados en la obra del colportaje y en el trabajo de casa en casa a menudo encuentran a hombres y mujeres rudos y repulsivos en su aspecto exterior, pero quienes, si son ganados para la verdad, figurarán entre sus más leales y fieles adherentes. El espíritu de verdad es ciertamente de valor en toda iglesia. Aquellos a quienes el Señor usa pueden no siempre ser exteriormente pulidos, pero si tienen integridad de carácter, el Señor los considera preciosos. CE 160 4 La obra de Dios ha de crecer a medida que el fin se acerca--A medida que el fin se acerca, la obra de Dios ha de crecer hasta alcanzar fuerza, pureza y santidad plenas. Los obreros han de estar llenos con amor a Dios y con amor por sus semejantes. Deben albergar principios de la más estricta integridad. Cuando se toque la tecla debida, Dios se revelará como un Dios de misericordia y amor. Los ángeles del cielo se acercarán a los miembros de iglesia que están sobre la Tierra para ayudarlos en su necesidad. Recordemos siempre que somos obreros juntamente con Dios. En esta unión celestial debemos llevar adelante la obra del Señor con integridad, con cánticos y regocijo. En todo ser se encenderá el fuego del celo santo. Grupo tras grupo de personas abandonará el estandarte tenebroso del adversario para venir en ayuda del Señor, para colaborar con él contra el poderoso enemigo. CE 161 1 Los obreros deben obtener una profunda experiencia--Los obreros de Dios deben tener una profunda experiencia. Si se rinden plenamente a él, él obrará poderosamente en favor de ellos. Implantará el estandarte de la verdad sobre las fortalezas que hasta entonces retenía Satanás, y con clamores de victoria tomarán posesión de ella. Ostentan las cicatrices de la batalla, pero reciben el mensaje consolador de que el Señor los guiará en su avance, venciendo y para vencer. CE 161 2 Cuando los siervos de Dios con celo consagrado cooperen con los instrumentos divinos, el estado de cosas que ahora existe en el mundo será cambiado, y pronto la Tierra recibirá con gozo a su Rey. Entonces "los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan a justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad".--The Review and Herald, 17 de septiembre de 1903. ------------------------Apéndice--Ayuda en la vida cotidiana Religión práctica CE 187 1 Hay en la vida tranquila y consecuente de un cristiano puro y verdadero una elocuencia mucho más poderosa que la de las palabras. Lo que un hombre es tiene más influencia que lo que dice. CE 187 2 Los emisarios enviados a Jesús volvieron diciendo que nadie había hablado antes como él. Pero esto se debía a que jamás hombre alguno había vivido como él. De haber sido su vida diferente de lo que fue, no hubiera hablado como habló. Sus palabras llevaban consigo un poder que convencía porque procedían de un corazón puro y santo, lleno de amor y simpatía, de benevolencia y de verdad. CE 187 3 Nuestro carácter y experiencia determinan nuestra influencia en los demás. Para convencer a otros del poder de la gracia de Cristo, tenemos que conocer ese poder en nuestro corazón y nuestra vida. El evangelio que presentamos para la salvación de las personas debe ser el evangelio que salva nuestra propia vida. Sólo mediante una fe viva en Cristo como Salvador personal nos resulta posible hacer sentir nuestra influencia en un mundo escéptico. Si queremos sacar pecadores de la corriente impetuosa, nuestros pies deben estar afirmados en la Roca: Cristo Jesús. CE 187 4 El símbolo del cristianismo no es una señal exterior, ni tampoco una cruz o una corona que se lleven puestas, sino que es aquello que revela la unión del hombre con Dios. Por el poder de la gracia divina manifestada en la transformación del carácter, el mundo ha de convencerse de que Dios envió a su Hijo para que fuese su Redentor. Ninguna otra influencia que pueda rodear al ser humano ejerce tanto poder sobre él como la de una vida abnegada. El argumento más poderoso a favor del evangelio es un cristiano amante y amable. La disciplina de las pruebas CE 188 1 Llevar una vida tal, ejercer semejante influencia, cuesta a cada paso esfuerzo, sacrificio de sí mismo y disciplina. Muchos, por no comprender esto, se desalientan fácilmente en la vida cristiana. Muchos que consagran sinceramente su vida al servicio de Dios, se chasquean y sorprenden al verse como nunca antes frente a obstáculos, y asediados por pruebas y perplejidades. Piden en oración un carácter semejante al de Cristo y aptitudes para la obra del Señor, y luego se hallan en circunstancias que parecen exponer todo el mal de su naturaleza. Se revelan entonces defectos cuya existencia no sospechaban. Como el antiguo fsrael, se preguntan: "Si Dios es el que nos guía, ¿por qué nos sobrevienen todas estas cosas?" CE 188 2 Les acontecen porque Dios los conduce. Las pruebas y los obstáculos son los métodos de disciplina que el Señor escoge, y las condiciones que señala para el éxito. El que lee en los corazones de los hombres conoce sus caracteres mejor que ellos mismos. Él ve que algunos tienen facultades y aptitudes que, bien dirigidas, pueden ser aprovechadas en el adelanto de la obra de Dios. Su providencia los coloca en diferentes situaciones y variadas circunstancias para que descubran en su carácter los defectos que permanecían ocultos a su conocimiento. Les da oportunidad para enmendar estos defectos y prepararse para servirle. Muchas veces permite que el fuego de la aflicción los alcance para purificarlos. CE 188 3 El hecho de que somos llamados a soportar pruebas demuestra que el Señor Jesús ve en nosotros algo precioso que quiere desarrollar. Si no viera en nosotros nada con qué glorificar su nombre, no perdería tiempo en refinarnos. No echa piedras inútiles en su hornillo. Lo que él refina es mineral precioso. El herrero coloca el hierro y el acero en el fuego para saber de qué clase son. El Señor permite que sus escogidos pasen por el horno de la aflicción para probar su carácter y saber si pueden ser amoldados para su obra. CE 189 1 El alfarero toma arcilla, y la modela según su voluntad. La amasa y la trabaja. La despedaza y la vuelve a amasar. La humedece, y luego la seca. La deja después descansar por algún tiempo sin tocarla. Cuando ya está bien maleable, reanuda su trabajo para hacer de ella una vasija. Le da forma, la compone y la alisa en el tomo. La pone a secar al sol y la cuece en el horno. Así llega a ser una vasija útil. Así también el gran Artífice desea amoldarnos y formarnos. Y así como la arcilla está en manos del alfarero, nosotros también estamos en las manos divinas. No debemos intentar hacer la obra del alfarero. Sólo nos corresponde someternos a que el divino Artífice nos forme. CE 189 2 "Amados, nos os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera. Al contrario, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría". 1 Pedro 4:12, 13. CE 189 3 A plena luz del día, y al oír la música de otras voces, el pájaro enjaulado no cantará lo que su amo procure enseñarle. Aprende un poquito de esto, un trino de aquello, pero nunca una melodía entera y definida. Cubre el amo la jaula, y la pone donde el pájaro sólo oiga el canto que ha de aprender. En la oscuridad lo ensaya y vuelve a ensayar hasta que lo sabe, y prorrumpe en perfecta melodía. Después el pájaro es sacado de la oscuridad, y en lo sucesivo cantará aquel mismo canto en plena luz. Así trata Dios a sus hijos. Tiene un canto que enseñarnos, y cuando lo hayamos aprendido entre las sombras de la aflicción, podremos cantarlo perpetuamente. La elección de Dios en nuestra vocación CE 190 1 Muchos están descontentos de su vocación. Tal vez no congenien con lo que los rodea. Puede ser que algún trabajo vulgar consuma su tiempo mientras se creen capaces de más altas responsabilidades; muchas veces les parece que sus esfuerzos no son apreciados o estériles; o que es incierto su porvenir. CE 190 2 Recordemos que aun cuando el trabajo que nos toque hacer no sea tal vez el de nuestra elección, debemos aceptarlo como escogido por Dios para nosotros. Gústenos o no, hemos de cumplir el deber que más a mano tenemos. "Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el seol [sepulcro], adonde vas, no hay obra, ni trabajo ni ciencia ni sabiduría". Eclesiastés 9:10. CE 190 3 Si el Señor desea que llevemos un mensaje a Nínive, no le agradará que vayamos a Jope o a Capernaum. Razones tiene para enviarnos al punto hacia donde han sido encaminados nuestros pies. Allí mismo puede estar alguien que necesite la ayuda que podemos darle. El que mandó a Felipe al eunuco etíope; que envió a Pedro al centurión romano; y a la pequeña israelita en auxilio de Naamán, el capitán sirio, también envía hoy, como representantes suyos, a hombres, mujeres y jóvenes para que vayan a los que necesitan ayuda y dirección divinas. Los planes de Dios son los mejores CE 191 1 Nuestros planes no son siempre los de Dios. Puede suceder que él vea que lo mejor para nosotros y para su causa consiste en desechar nuestras mejores intenciones, como en el caso de David. Pero podemos estar seguros de que bendecirá y empleará en el adelanto de su causa a quienes se dediquen sinceramente, con todo lo que tienen, a la gloria de Dios. Si él ve que es mejor no acceder a los deseos de sus siervos, compensará su negativa concediéndoles señales de su amor y encomendándoles otro servicio. CE 191 2 En su amante cuidado e interés por nosotros, muchas veces Aquel que nos comprende mejor de lo que nos comprendemos a nosotros mismos, se niega a permitirnos que procuremos con egoísmo la satisfacción de nuestra ambición. No permite que pasemos por alto los deberes sencillos pero sagrados que tenemos más a mano. Muchas veces estos deberes entrañan la verdadera preparación indispensable para una obra superior. Muchas veces nuestros planes fracasan para que los de Dios respecto a nosotros tengan éxito. CE 191 3 Nunca se nos exige que hagamos un verdadero sacrificio por Dios. Él nos pide que le cedamos muchas cosas, pero al hacerlo nos despojamos nada más que de aquello que nos impide avanzar hacia el cielo. Aun cuando nos invita a renunciar a cosas que en sí mismas son buenas, podemos estar seguros de que Dios nos prepara algún bien superior. CE 191 4 En la vida futura se aclararán los misterios que aquí nos han preocupado y chasqueado. Veremos que las oraciones que nos parecían desatendidas y las esperanzas defraudadas figuraron entre nuestras mayores bendiciones. CE 192 1 Debemos considerar todo deber, por muy humilde que sea, como sagrado por ser parte del servicio de Dios. Nuestra oración cotidiana debería ser: "Señor, ayúdame a hacer lo mejor que pueda. Enséñame a hacer mejor mi trabajo. Dame energía y alegría. Ayúdame a compartir en mi servicio el amante ministerio del Salvador". Una lección sacada de la vida de Moisés CE 192 2 Consideren lo que le ocurrió a Moisés. La educación que había recibido en Egipto como nieto del rey y presunto heredero del trono, fue muy completa. Nada fue descuidado de lo que se pensaba que podía hacerle sabio, según como entendían los egipcios la sabiduría. Recibió un adiestramiento civil y militar de orden superior. Se sintió completamente preparado para la obra de libertar a Israel de la esclavitud. Pero Dios no lo vio así. Su providencia señaló a Moisés un período de cuarenta años de preparación en el desierto como pastor de ovejas. CE 192 3 La educación que Moisés recibiera en Egipto le ayudó en muchos aspectos; pero la preparación más provechosa para su misión fue la que recibió mientras apacentaba el ganado. Moisés era de carácter impetuoso. En Egipto, en su calidad de afortunado caudillo militar y favorito del rey y de la nación, se había acostumbrado a recibir alabanza y adulación. Se había granjeado la simpatía del pueblo. Esperaba llevar a cabo con sus propias fuerzas la obra de libertar a Israel. Muy diferentes fueron las lecciones que hubo de aprender como representante de Dios. Al conducir sus ganados por los montes desiertos y por los verdes pastos de los valles, aprendió a tener fe, mansedumbre, paciencia, humildad y a olvidarse de sí mismo. Aprendió a cuidar a seres débiles y enfermos, a salir en busca de los descarriados, a ser paciente con los revoltosos, a proteger a los corderos y a nutrir a los miembros del rebaño ya viejos y enclenques. CE 193 1 En esta labor Moisés se fue acercando al supremo Pastor. Llegó a unirse estrechamente con el Santo de Israel. Ya no se proponía hacer una gran obra. Procuraba hacer fielmente y como para Dios la tarea que le estaba encomendada. Reconocía la presencia de Dios en todo cuanto le rodeaba. La naturaleza entera le hablaba del Invisible. Conocía a Dios como Dios personal, y al meditar en su carácter se compenetraba cada vez más del sentido de su presencia. Hallaba refugio en los brazos del Eterno. CE 193 2 Habiendo experimentado todo esto, Moisés oyó la invitación del cielo a cambiar el cayado del pastor por la vara de mando; a dejar su rebaño de ovejas para encargarse de la dirección de Israel. El mandato divino le encontró desconfiado de sí mismo, torpe de palabra y tímido. Le abrumaba el sentimiento de su incapacidad para ser portavoz de Dios. Pero, poniendo toda su confianza en el Señor, aceptó la obra. La grandeza de su misión puso en ejercicio las mejores facultades de su espíritu. Dios bendijo su pronta obediencia, y Moisés llegó a ser elocuente y dueño de sí mismo, se llenó de esperanza y fue capacitado para la mayor obra que fuera encomendada jamás a hombre alguno. CE 193 3 De él se escribió: "Nunca más se levantó un profeta en Israel como Moisés, a quien Jehová conoció cara a cara". Deuteronomio 34:10. CE 193 4 Quienes piensan que su trabajo no es apreciado y ansían un puesto de mayor responsabilidad, deben considerar que "ni de oriente ni de occidente ni del desierto viene el enaltecimiento, pues Dios es el juez; a este humilla, y a aquel enaltece". Salmos 75:6, 7. Todo hombre tiene su lugar en el eterno plan del cielo. El que lo ocupemos depende de nuestra fidelidad en colaborar con Dios. Necesitamos desconfiar de la compasión propia. Jamás se permitan sentir que no se los aprecia debidamente ni se tienen en cuenta vuestros esfuerzos, o que vuestro trabajo es demasiado difícil. Toda murmuración sea acallada por el recuerdo de lo que Cristo sufrió por nosotros. Recibimos mejor trato que el que recibió nuestro Señor. "¿Y tú buscas para ti grandezas? ¡No las busques!". Jeremías 45:5. El Señor no tiene lugar en su obra para los que sienten mayor deseo de ganar la corona que de llevar la cruz. Necesita hombres que piensen más en cumplir su deber que en recibir la recompensa; hombres más solícitos por los principios que por su propio progreso. CE 194 1 Los que son humildes y desempeñan su trabajo como para Dios quizá no aparentan tanto como los presuntuosos y bulliciosos; pero su obra en más valiosa. Muchas veces los jactanciosos llaman la atención sobre sí mismos, y se interponen entre el pueblo y Dios, pero su obra fracasa. "Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia! Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrará, si tú la abrazas". Proverbios 4:7, 8. CE 194 2 Por no haberse resuelto a reformarse, muchos se obstinan en una conducta errónea. Pero no debe ser así. Pueden cultivar sus facultades para prestar el mejor servicio, y entonces siempre se les pedirá su cooperación. Se les apreciará en un todo por lo que valgan. CE 194 3 Si hay quienes tengan aptitud para un puesto superior, el Señor se lo hará sentir, y no sólo a ellos, sino a los que los hayan probado y, conociendo su mérito, puedan alentarlos comprensivamente a seguir adelante. Los que cumplen día tras día la obra que les fue encomendada, serán los que oirán en el momento señalado por Dios su invitación: "Sube más alto". CE 195 1 Mientras los pastores velaban sobre sus rebaños en los collados de Belén, ángeles del cielo los visitaron. También hoy, mientras el humilde obrero de Dios desempeña su labor, ángeles de Dios están a su lado, escuchando sus palabras, observando cómo trabaja, para ver si se le pueden encomendar mayores responsabilidades. La verdadera grandeza CE 195 2 No estima Dios a los hombres por su fortuna, su educación o su posición social. Los aprecia por la pureza de sus móviles y la belleza de su carácter. Se fija en qué medida poseen el Espíritu Santo, y en el grado de semejanza de su vida con la divina. Ser grande en el reino de Dios es ser como un niño en humildad, en fe sencilla y en pureza de amor. CE 195 3 "Entonces Jesús, llamándolos, dijo: 'Sabéis que los gobernadores de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor'". Mateo 20:25, 26. CE 195 4 De todos los dones que el cielo pueda conceder a los hombres, la comunión con Cristo en sus padecimientos es el mayor cometido y el más alto honor. Ni Enoc, el que fue trasladado al cielo, ni Elías, el que ascendió en un carro de fuego, fueron mayores o más honrados que Juan el Bautista, quien murió en la soledad de un calabozo. "A vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él". Filipenses 1:29. Planes para el futuro CE 195 5 Muchos son incapaces de idear planes definidos para lo porvenir. Su vida es inestable. No pueden entrever el desenlace de los asuntos, y esto los llena a menudo de ansiedad e inquietud. Recordemos que la vida de los hijos de Dios en este mundo es vida de peregrino. No tenemos sabiduría para planear nuestra vida. No nos incumbe amoldar lo futuro en nuestra existencia. "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba". Hebreos 11:8. CE 196 1 Cristo, en su vida terrenal, no se trazó planes personales. Aceptó los planes de Dios para él, y día tras día el Padre se los revelaba. Así deberíamos nosotros también depender de Dios, para que nuestras vidas fueran sencillamente el desenvolvimiento de su voluntad. A medida que le encomendemos nuestros caminos, él dirigirá nuestros pasos. CE 196 2 Son muchos los que, al idear planes para un brillante porvenir, fracasan completamente. Dejen que Dios haga planes para ustedes. Como niños, confien en la dirección de Aquel que "guarda los pies de sus santos". 1 Samuel 2:9. Dios no guía jamás a sus hijos de otro modo que el que ellos mismos escogerían, si pudieran ver el fin desde el principio y discernir la gloria del destino que cumplen como colaboradores con Dios. La paga CE 196 3 Cuando Cristo llamó a sus discípulos para que le siguieran, no les ofreció lisonjeras perspectivas para esta vida. No les prometió ganancias ni honores mundanos, ni tampoco demandaron ellos paga alguna por sus servicios. A Mateo, sentado en la receptoría de impuestos, le dijo: "'Sígueme'. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió". Lucas 5:27, 28. Mateo, antes de prestar servicio alguno, no pensó en exigir paga igual a la que cobraba en su profesión. Sin vacilar ni hacer una sola pregunta, siguió a Jesús. Le bastaba saber que estaría con el Salvador, oiría sus palabras y estaría mucho con él en su obra. CE 197 1 Otro tanto había sucedido con los discípulos llamados anteriormente. Cuando Jesús invitó a Pedro y a sus compañeros a que le siguieran, en el acto todos ellos dejaron sus barcas y sus redes. Algunos de estos discípulos tenían deudos a quienes mantener; pero cuando oyeron la invitación del Salvador, no dudaron ni preguntaron: "¿Cómo viviré y quién mantendrá a mi familia?" Fueron obedientes al llamado, y cuando en una ocasión ulterior Jesús les preguntó: "Cuando os envié sin bolsa, alforja ni calzado, ¿os faltó algo?", ellos contestaron: "Nada". Lucas 22:35. CE 197 2 El Salvador nos llama hoy a su obra, como llamó a Mateo, a Juan y a Pedro. Si su amor mueve nuestro corazón, el asunto de la compensación no será el que predomine en nuestro ánimo. Nos gozaremos en ser colaboradores con Cristo, y sin temor nos confiaremos a su cuidado. Si hacemos de Dios nuestra fuerza, tendremos claras percepciones de nuestro deber y aspiraciones altruistas; el móvil de nuestra vida será un propósito noble que nos elevará por encima de toda preocupación sórdida. Dios proveerá CE 197 3 Muchos de los que profesan seguir a Cristo se sienten angustiados, porque temen confiarse a Dios. No se han entregado por completo a él, y retroceden ante las consecuencias que semejante entrega podría implicar. Pero a menos que se entreguen así a Dios, no podrán hallar paz. CE 197 4 Muchos son aquellos cuyo corazón gime bajo el peso de los cuidados porque procuran alcanzar la norma del mundo. Escogieron servir a éste, aceptaron sus perplejidades y adoptaron sus costumbres. Así se corrompió su carácter, y la vida se les tornó en cansancio. La congoja constante consume sus fuerzas vitales. Nuestro Señor desea que depongan este yugo de servidumbre. Los invita a aceptar su yugo y les dice: "Mi yugo es fácil y ligera mi carga". Mateo 11:30. La congoja es ciega y no puede discernir lo porvenir; pero Jesús ve el fin desde el principio. En toda dificultad ha dispuesto un medio de proporcionar alivio. "No quitará el bien a los que andan en integridad". Salmos 84:11. CE 198 1 Para proveernos lo necesario, nuestro Padre celestial tiene mil maneras de las cuales nada sabemos. Los que aceptan el principio sencillo de hacer del servicio de Dios el asunto supremo, verán desvanecerse sus perplejidades y extenderse ante sus pies un camino despejado. CE 198 2 El fiel cumplimiento de los deberes de hoy es la mejor preparación para las pruebas de mañana. No amontonemos las eventualidades y los cuidados de mañana para añadirlos a la carga de hoy. "Basta a cada día su propio mal". Mateo 6:34. CE 198 3 Tengamos confianza y seamos valientes. El desaliento en el servicio de Dios es pecaminoso e irrazonable. Dios conoce todas nuestras necesidades. A la omnipotencia del Rey de reyes, Dios, que guarda el pacto con nosotros, añade la dulzura y el solícito cuidado del tierno pastor. Su poder es absoluto, y es garantía del seguro cumplimiento de sus promesas para todos los que en él confían. Tiene medios de apartar toda dificultad, para que sean confortados lo que le sirven y respetan los medios que él emplea. Su amor supera todo otro amor, como el cielo excede en altura a la Tierra. Vela por sus hijos con un amor inconmensurable y eterno. CE 198 4 En los días aciagos, cuando todo parece conjurarse contra nosotros, tengamos fe en Dios, quien lleva adelante sus designios y hace bien todas las cosas en favor de su pueblo. La fuerza de los que le aman y le sirven será renovada día tras día. CE 199 1 Dios puede y quiere conceder a sus siervos toda la ayuda que necesitan. Les dará la sabiduría que requieran sus varias necesidades. CE 199 2 El experimentado apóstol Pablo dijo: "Y me ha dicho: 'Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte". 2 Corintios 12:9, 10. En el trato con los demás CE 200 1 Toda asociación en la vida requiere el ejercicio del demonio propio, la tolerancia y la simpatía. Diferimos tanto en disposición, hábitos y educación, que nuestra manera de ver las cosas varía mucho. Juzgamos de modo distintos. Nuestra comprensión de la verdad, nuestras ideas acerca del comportamiento en la vida, no son idénticas en todos sus aspectos. No hay dos personas cuyas experiencias sean iguales en todo detalle. Las pruebas de uno no son las de otro. Los deberes que a uno le parecen fáciles, son para otro en extremo difíciles y le dejan perplejo. CE 200 2 Tan frágil, tan ignorante, tan propensa a equivocarse es la naturaleza humana, que cada cual debe ser prudente al valorar a su prójimo. Poco sabemos de la influencia de nuestros actos en la experiencia de los demás. Lo que hacemos o decimos puede parecernos de poca monta, cuando, si pudiéramos abrir los ojos, veríamos que de ello dependen importantísimos resultados para el bien o el mal. Consideración por quienes llevan cargas CE 200 3 Muchos son los que han llevado tan pocas cargas, y cuyo corazón ha experimentado tan poca angustia verdadera, y ha sentido tan poca congoja por el prójimo, que no pueden comprender lo que es llevar cargas. No son más capaces de apreciar las de quien las lleva que lo es el niño de comprender el cuidado y el duro trabajo de su recargado padre. El niño se sorprende ante los temores y las perplejidades de su padre. Le parecen inútiles. Pero cuando su experiencia aumente con los años y le toque llevar su propia carga, entonces echará una mirada retrospectiva sobre la vida de su padre y comprenderá lo que anteriormente le parecía tan incomprensible. La amarga experiencia le dará conocimiento. CE 201 1 No se comprende la pesada labor de muchos ni se aprecian debidamente sus trabajos hasta después de su muerte. Cuando otros asumen las cargas que el extinto dejó, y tropiezan con las dificultades que él arrostró, entonces comprenden hasta qué punto fueron probados su valor y su fe. Muchas veces, ya no ven las faltas que tanto se apresuraban a censurar. La experiencia les enseña a tener simpatía. Dios permite que los hombres ocupen puestos de responsabilidad. Cuando se equivocan, tiene poder para corregirlos o para deponerlos. Cuidémonos de no juzgar, porque es obra que pertenece a Dios. CE 201 2 La conducta de David para con Saúl encierra una lección. Por mandato de Dios, Saúl fue ungido rey de Israel. Por causa de su desobediencia, el Señor declaró que el reino le sería quitado; y no obstante, ¡cuán cariñosa, cortés y prudente fue la conducta de David para con él! Al procurar quitarle la vida a David, Saúl se trasladó al desierto y, sin saberlo, penetró en la misma cueva que David y sus guerreros estaban escondidos. Entonces "los hombres de David le dijeron: 'Mira, este es el día que Jehová te anunció: "Yo entrego a tu enemigo en tus manos, y harás con él como te parezca"'... Y [David] dijo a sus hombres: 'Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová. ¡No extenderé mi mano contra él, porque es el ungido de Jehová!'" 1 Samuel 24:4, 6. El Salvador nos dice: "No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, se os medirá". Mateo 7:1, 2. Acuérdense de que pronto el curso de vuestra vida será revisado ante Dios. Recuerden también que él dijo: "Por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas... pues tú, que juzgas, haces lo mismo". Romanos 2:1. Paciencia en las pruebas CE 202 1 No nos conviene dejarnos llevar por el enojo con motivo de algún agravio real o supuesto que se nos haya hecho. El enemigo a quien más hemos de temer es el yo. Ninguna forma de vicio es tan funesta para el carácter como la pasión humana no refrenada por el Espíritu Santo. Ninguna victoria que podamos ganar es tan preciosa como la victoria sobre nosotros mismos. CE 202 2 No debemos permitir que nuestros sentimientos sean quisquillosos. Hemos de vivir, no para proteger nuestros sentimientos o nuestra reputación, sino para salvar a las personas. Conforme nos interesamos en la salvación de los seres humanos, dejaremos de notar las leves diferencias que suelen surgir en nuestro trato con los demás. Piensen o hagan ellos lo que quieran con respecto a nosotros, nada debe turbar nuestra unión con Cristo, nuestra comunión con el Espíritu Santo. "Pues ¿qué mérito tiene el soportar que os abofeteen si habéis pecado? Pero si por hacer lo que es bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios". 1 Pedro 2:20. CE 202 3 No se desquiten. En cuanto les sea posible, quiten toda causa de falsa aprensión. Eviten la apariencia de mal. Hagan cuanto puedan, sin sacrificar los principios cristianos, para conciliarse con los demás. "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda". Mateo 5:23, 24. CE 202 4 Si les dicen palabras violentas, no repliquen jamás con el mismo espíritu. Recuerden que "la respuesta suave aplaca la ira". Proverbios 15:1. Y hay un poder maravilloso en el silencio. A veces las palabras que se le dicen al que está enfadado no sirven sino para exasperarlo. Pero pronto se desvanece el enojo contestado con el silencio, con espíritu cariñoso y paciente. CE 203 1 Bajo la granizada de palabras punzantes de acre censura, mantengan su espíritu firme en la Palabra de Dios. Atesoren vuestro espíritu y vuestro corazón las promesas de Dios. Si les tratan mal o si les censuran sin motivo, en vez de replicar con enojo, repítanse las preciosas promesas: CE 203 2 "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal". Romanos 12:21. CE 203 3 "Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía". Salmos 37:5, 6. CE 203 4 "Nada hay encubierto que no haya de descubrirse; ni oculto que no haya de saberse". Lucas 12:2. CE 203 5 "Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza. ¡Pasamos por el fuego y por el agua, pero nos sacaste a la abundancia!" Salmos 66:12. CE 203 6 Propendemos a buscar simpatía y aliento en nuestro prójimo en vez de mirar a Jesús. En su misericordia y fidelidad, Dios permite muchas veces que aquellos en quienes ponemos nuestra confianza nos chasqueen, para que aprendamos cuán vano es confiar en el hombre y hacer de la carne nuestro brazo. Confiemos completa, humilde y abnegadamente en Dios. Él conoce las tristezas que sentimos en las profundidades de nuestro ser y que no podemos expresar. Cuando todo parezca oscuro e inexplicable, recordemos las palabras de Cristo: "Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después". Juan 13:7. CE 204 1 Estudien la historia de José y de Daniel. El Señor no impidió las intrigas de los hombres que procuraban hacerles daño; pero hizo redundar todos esos ardides en beneficio de sus siervos, quienes en medio de la prueba y del conflicto conservaron su fe y lealtad. CE 204 2 Mientras permanezcamos en el mundo, tendremos que arrostrar influencias adversas. Habrá provocaciones que probarán nuestro temple, y si las arrostramos con buen espíritu desarrollaremos las virtudes cristianas. Si Cristo vive en nosotros, seremos sufridos, bondadosos y prudentes, alegres en medio de los enojos y las irritaciones. Día tras día y año tras año iremos venciéndonos, hasta llegar al noble heroísmo. Esta es la tarea que se nos ha señalado; pero no se puede llevar a cabo sin la ayuda de Jesús, sin ánimo resuelto, sin propósito firme, sin continua vigilancia y oración. Cada cual tiene su propia lucha. Ni siquiera Dios puede ennoblecer nuestro carácter ni hacer útiles nuestras vidas a menos que lleguemos a ser sus colaboradores. Los que huyen del combate pierden la fuerza y el gozo de la victoria. Las bendiciones de Dios, no las pruebas, es lo que cuenta CE 204 3 No necesitamos llevar cuenta de las pruebas, dificultades, pesares y tristezas, porque están consignados en los libros, y no los olvidará el cielo. Mientras rememoramos las cosas desagradables, se escapan de la memoria muchas que son agradables, tales como la bondad misericordiosa con que Dios nos rodea a cada momento, y el amor que admira a los ángeles, el que le impulsó a dar a su Hijo para que muriese por nosotros. Si al trabajar para Cristo creen haber experimentado mayores pruebas y cuidados que las que afligieron a otros, recuerden que gozarán de una paz desconocida por quienes rehuyeron esas cargas. Hay consuelo y gozo en el servicio de Cristo. Demuestren al mundo que la vida de Cristo no es fracaso. CE 205 1 Si no se sienten de buen ánimo y alegres, no hablen de ello. No arrojen sombra sobre la vida de los demás. Una religión fría y desolada no atrae nunca a las personas a Cristo. Las aparta de él para empujarlas a las redes que Satanás tendió ante los pies de los descarriados. En vez de pensar en vuestros desalientos, piensen en el poder a que pueden aspirar en el nombre de Cristo. Aférrese vuestra imaginación a las cosas invisibles. Dirijan sus pensamientos hacia las manifestaciones evidentes del gran amor de Dios por ustedes. La fe puede sobrellevar la prueba, resistir la tentación y mantenerse firme ante los desengaños. Jesús vive y es nuestro Abogado. Todo lo que su mediación nos asegura es nuestro. CE 205 2 ¿No creen que Cristo aprecia a quienes viven enteramente para él? ¿No piensan que visita a los que como el amado Juan en el destierro, se encuentran por su causa en situaciones difíciles? Dios no consentirá en que sea dejado solo uno de sus fieles obreros, para que luche con gran desventaja y sea vencido. Él guarda como preciosa joya a todo aquel cuya vida está escondida con Cristo en él. De cada uno de ellos dice: "Te pondré como anillo de sellar, porque yo te he escogido". Hageo 2:23. CE 205 3 Por tanto, hablen de las promesas; hablen de la buena voluntad de Jesús para bendecir. No nos olvida ni un solo instante. Cuando, a pesar de las circunstancias desagradables, sigamos confiados en su amor y unidos íntimamente con él, el sentimiento de su presencia nos inspirará un gozo profundo y tranquilo. Acerca de sí mismo Cristo dijo: CE 205 4 "Nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo, porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada". Juan 8:28, 29. CE 206 1 La presencia del Padre rodeaba a Cristo, y nada le sucedía que Dios en su infinito amor no permitiera para bendición del mundo. Esto era fuente de consuelo para Cristo, y lo es también para nosotros. El que está lleno del Espíritu de Cristo vive en Cristo. Lo que le suceda viene del Salvador, quien le rodea con su presencia. Nada podrá tocarle sin permiso del Señor. Todos nuestros padecimientos y tristezas, todas nuestras tentaciones y pruebas, todas nuestras pesadumbres y congojas, todas nuestras privaciones y persecuciones, todo, en una palabra, contribuye a nuestro bien. Todos los acontecimientos y las circunstancias obran con Dios para nuestro bien. No hablar mal CE 206 2 Si comprendemos la longanimidad de Dios para con nosotros, nunca juzgaremos ni acusaremos a nadie. Cuando Cristo vivía en la Tierra, ¡cuán sorprendidos hubieran quedado quienes con él vivían si, después de haberle conocido, le hubieran oído decir una palabra de acusación, de censura o de impaciencia! No olvidemos nunca que los que le aman deben imitar su carácter. CE 206 3 "Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros". "No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición". Romanos 12:10; 1 Pedro 3:9. La cortesía CE 206 4 El Señor Jesús nos pide que reconozcamos los derechos de cada ser humano. Hemos de considerar los derechos sociales de los hombres y sus derechos como cristianos. A todos debemos tratar con cortesía y delicadeza, como hijos e hijas de Dios. CE 207 1 El cristiano hará de todo hombre un cumplido caballero. Cristo fue cortés aun con sus perseguidores; y sus discípulos verdaderos manifestarán el mismo espíritu. Miren a Pablo cuando compareció ante los magistrados. Su discurso ante Agripa es un dechado de verdadera cortesía y de persuasiva elocuencia. El evangelio no fomenta la cortesía formalista, tan corriente en el mundo, sino la cortesía que brota de la verdadera bondad del corazón. CE 207 2 El cultivo más esmerado del decoro externo no basta para acabar con el enojo, el juicio implacable y la palabra inconveniente. El verdadero refinamiento no traslucirá mientras se siga considerando al yo como objeto supremo. El amor debe residir en el corazón. Un cristiano cabal funda sus motivos de acción en el amor profundo que tiene por el Maestro. De las raíces de su amor a Cristo brota un interés abnegado por sus hermanos. El amor comunica, a quien lo posee, gracia, decoro y gentileza en el modo de comportarse. Ilumina el rostro y modula la voz; refina y eleva al ser entero. Importancia de las cosas pequeñas CE 207 3 La vida no consiste principalmente en grandes sacrificios ni en maravillosas hazañas, sino en cosas menudas, que parecen insignificantes y, sin embargo, suelen ser causa de mucho bien o mucho mal en nuestras vidas. Contraemos hábitos que deforman el carácter debido a nuestro fracaso en soportar las pruebas que nos sobrevienen en las cosas menudas, y cuando sobrevienen las grandes pruebas nos encuentran desapercibidos. Sólo obrando de acuerdo con los buenos principios en las pruebas de la vida diaria, podremos adquirir poder para permanecer firmes y fieles en situaciones más peligrosas y difíciles. La autodisciplina CE 208 1 Nunca estamos solos. Sea que le escojamos o no, tenemos siempre a Uno por compañero. Recordemos que doquiera estemos, hagamos lo que hagamos, Dios está siempre presente. Nada de lo que se diga, se haga o se piense puede escapar a su atención. Para cada palabra o acción tenemos un testigo, el Santo Dios, que aborrece el pecado. Recordémoslo siempre antes de hablar o de realizar un acto cualquiera. Como cristianos, somos miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. No digan una palabra ni hagan cosa alguna que afrente "el buen nombre que fue invocado sobre vosotros". Santiago 2:7. CE 208 2 Estudien atentamente el carácter divino-humano, y pregúntense siempre: "¿Qué haría Jesús si estuviera en mi lugar?" Tal debiera ser la norma de vuestro deber. No frecuenten innecesariamente la sociedad de quienes debilitarían por sus artificios vuestro propósito de hacer el bien, o mancharían vuestra conciencia. No hagan entre extraños, en la calle o en casa, lo que tenga la menor apariencia de mal. Hagan algo cada día para mejorar, embellecer y ennoblecer la vida que Cristo compró con su sangre. Guiados por principios CE 208 3 Obren siempre movidos por principios, nunca por impulso. Moderen la impetuosidad natural de vuestro ser con mansedumbre y dulzura. No den lugar a la liviandad ni a la frivolidad. No broten chistes vulgares de vuestros labios. Ni siquiera den rienda suelta a vuestros pensamientos. Deben ser contenidos y sometidos a la obediencia de Cristo. Conságrense siempre a cosas santas. De este modo, mediante la gracia de Cristo, serán puros y sinceros. CE 209 1 Debemos sentir el poder ennoblecedor de los pensamientos puros. La única seguridad para la persona consiste en pensar bien, pues acerca del hombre se nos dice: "Porque cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él". Proverbios 23:7. El poder del dominio propio se acrecienta con el ejercicio. Lo que al principio parece difícil, se vuelve fácil con la práctica, hasta que los buenos pensamientos y acciones llegan a ser habituales. Si queremos, podemos apartamos de todo lo vulgar y degradante y elevamos hasta un nivel alto, donde gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios. Hablemos bien de los demás CE 209 2 Practiquen el hábito de hablar bien de los demás. Piensen en las buenas cualidades de aquellos con quienes tratan, y fíjense lo menos posible en sus faltas y errores. Cuando sientan la tentación de lamentar lo que alguien haya dicho o hecho, alaben algo de su vida y carácter. Cultiven el agradecimiento. Alaben a Dios por su amor admirable de haber dado a Cristo para que muriera por nosotros. Nada sacamos con pensar en nuestros agravios. Dios nos invita a meditar en su misericordia y amor incomparables, para que seamos movidos a alabarle. CE 209 3 Los que trabajan fervorosamente no tienen tiempo para fijarse en las faltas ajenas. No podemos vivir de las cáscaras de las faltas o errores de los demás. Hablar mal es una maldición doble, que recae más pesadamente sobre el que habla que sobre el que oye. El que esparce las semillas de la disensión y la discordia cosecha en su propia vida los frutos mortíferos. El mero hecho de buscar algo malo en otros desarrolla el mal en los que lo buscan. Al espaciarnos en los defectos de los demás nos transformamos a la imagen de ellos. Por el contrario, mirando a Jesús, hablando de su amor y de la perfección de su carácter, nos transformamos a su imagen. Mediante la contemplación del elevado ideal que él puso ante nosotros, nos elevaremos a una atmósfera pura y santa, hasta la presencia de Dios. Cuando permanecemos en ella, brota de nosotros una luz que irradia sobre cuantos se relacionan con nosotros. CE 210 1 En vez de criticar y condenar a los demás, digan: "Tengo que consumar mi propia salvación. Si coopero con el que quiere salvar mi vida, debo vigilarme a mí mismo con diligencia. Debo eliminar de mi ser todo mal. Debo vencer todo defecto. Debo ser una nueva criatura en Cristo. Entonces, en vez de debilitar a los que luchan contra el mal, podré fortalecerlos con palabras de aliento". Somos por demás indiferentes unos con otros. Demasiadas veces olvidamos que nuestros compañeros de trabajo necesitan fuerza y estímulo. No dejemos de reiterarles el interés y la simpatía que por ellos sentimos. Ayudémosle con nuestras oraciones y dejémosle saber que así obramos. Paciencia con el que erra CE 210 2 No todos lo que dicen trabajar por Cristo son discípulos verdaderos. Entre los que llevan su nombre y se llaman sus obreros, hay quienes no le representan por su carácter. No se rigen por los principios de su Maestro. A menudo ocasionan perplejidades y desalientos a sus compañeros de trabajo, jóvenes aún en experiencia cristiana; pero no hay por qué dejarse extraviar. Cristo nos dio un ejemplo perfecto. Nos manda que le sigamos. CE 210 3 Hasta la consumación de los siglos habrá cizaña entre el trigo. Cuando los siervos del padre de familia, en su celo por la honra de él, le pidieron permiso para arrancar la cizaña, él les dijo: "No, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega". Mateo 13:29, 30. CE 211 1 En su misericordia y longanimidad, Dios tiene paciencia con el impío, y aun con el corazón falso. Entre los apóstoles escogidos por Cristo estaba Judas, el traidor. ¿Deberá ser causa de sorpresa o de desaliento el que haya hoy hipócritas entre los obreros de Cristo? Si Aquel que lee en los corazones pudo soportar al que, como él sabía, iba a entregarle, ¡con cuánta paciencia deberemos nosotros también soportar a los que yerran! CE 211 2 Y no todos, ni aun entre los que parecen ser los que más yerran, son como Judas. El impetuoso Pedro, tan violento y seguro de sí mismo, a menudo aparentaba ser inferior a Judas. El Salvador le reprendió más veces que al traidor. Pero ¡qué vida de servicio y sacrificio fue la suya! ¡Cómo atestigua el poder de la gracia de Dios! Hasta donde podamos, debemos ser para los demás lo que fue Jesús para sus discípulos mientras andaba y discurría con ellos en la Tierra. CE 211 3 Considérense misioneros, ante todo entre vuestros compañeros de trabajo. A menudo cuesta mucho tiempo y trabajo ganar a un ser humano para Cristo. Y cuando una persona deja el pecado para aceptar la justicia, hay gozo entre los ángeles. ¿Piensan que a los diligentes espíritus que velan por estos seres les agrada la indiferencia con que las tratan quienes aseveran ser cristianos? Si Jesús nos tratara como nosotros nos tratamos muchas veces unos a otros, ¿quién de nosotros podría salvarse? CE 211 4 Recuerden que no pueden leer los corazones. No conocen los motivos que inspiran los actos que les parecen malos. Son muchos los que no recibieron buena educación; sus caracteres están deformados; son toscos y duros y parecen tortuosos por cualquier lado que se los mire. Pero la gracia de Cristo puede transformarlos. No los desechen ni los arrastren al desaliento ni a la desesperación, diciéndoles: "Me has engañado y ya no procuraré ayudarte". Unas cuantas palabras, dichas con la viveza inspirada por la provocación y que consideramos merecidas, pueden romper los lazos de influencias que debieran unir su corazón con el nuestro. Influencia de una vida cristiana consecuente CE 212 1 La vida consecuente, la sufrida prudencia, el ánimo impasible bajo la provocación, son siempre los argumentos más decisivos y los más solemnes llamamientos. Si han tenido oportunidades y ventajas que otros no tuvieron, ténganlo bien en cuenta, y sean siempre maestros sabios, esmerados y benévolos. CE 212 2 Para que el sello deje en la cera una impresión clara y destacada, no lo aplican precipitadamente y con violencia, sino que con mucho cuidado lo ponen sobre la cera blanda, y pausadamente y con firmeza lo oprimen hasta que la cera se endurece. Así también traten con los seres humanos. El secreto del poder que tiene la influencia cristiana consiste en que ella es ejercida de continuo, y ello depende de la firmeza con que manifiesten el carácter de Cristo. Ayuden a los que han errado, hablándoles de lo que ustedes han experimentado. Muéstrenles cómo, cuando ustedes también cometieron faltas graves, la paciencia, la bondad y la ayuda de vuestros compañeros de trabajo les infundieron aliento y esperanza. CE 212 3 Hasta el día del juicio no conocerán la influencia de un trato bondadoso y respetuoso para con el débil, el irrazonable y el indigno. Cuando tropezamos con la ingratitud y la traición de los cometidos sagrados, nos sentimos impulsados a manifestar desprecio e indignación. Esto es lo que espera el culpable, y se prepara para ello. Pero la prudencia bondadosa le sorprende, y suele despertar sus mejores impulsos y el deseo de llevar una vida más noble. CE 213 1 "Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo". Gálatas 6:1, 2. CE 213 2 Todos los que profesan ser hijos de Dios deben recordar que, como misioneros, tendrán que tratar con toda clase de personas: refinadas y toscas, humildes y soberbias, religiosas y escépticas, educadas e ignorantes, ricas y pobres. No es posible tratar a todas estas mentalidades del mismo modo; y no obstante, todas necesitan bondad y simpatía. Mediante el trato mutuo, nuestro intelecto debe recibir pulimento y refinamiento. Dependemos unos de otros, unidos como estamos por los vínculos de la fraternidad humana. CE 213 3 "Habiéndonos formado el cielo para depender unos de otros, el amo, el siervo o el amigo, uno a otro se piden ayuda, hasta que la flaqueza de uno resulta en la fuerza de todos". CE 213 4 Por medio de las relaciones sociales el cristianismo se revela al mundo. Todo hombre y mujer que ha recibido la divina iluminación debe arrojar luz sobre el tenebroso sendero de quienes no conocen el mejor camino. La influencia social, santificada por el Espíritu de Cristo, debe servir para llevar a las personas al Salvador. Cristo no debe permanecer oculto en el corazón como tesoro codiciado, sagrado y dulce, para que de él sólo goce su dueño. Cristo debe ser en nosotros una fuente de agua que brote para vida eterna y refrigere a todos los que se relacionen con nosotros. Para desarrollar un carácter cristiano CE 214 1 La vida cristiana es más de lo que muchos se la representan. No consiste toda ella en dulzura, paciencia, mansedumbre y benevolencia. Estas virtudes son esenciales; pero también se necesitan valor, fuerza, energía y perseverancia. La senda que Cristo señala es estrecha y requiere abnegación. Para internarse en ella e ir al encuentro de dificultades y desalientos, se requieren hombres y no seres débiles. La fuerza de carácter CE 214 2 Se necesitan hombres firmes que no esperen a que el camino se les allane y quede despejado de todo obstáculo, hombres que inspiren nuevo celo a los débiles esfuerzos de los desalentados obreros, hombres cuyos corazones irradien el calor del amor cristiano y cuyas manos tengan fuerzas para desempeñar la obra del Maestro. CE 214 3 Algunos de los que se ocupan en el servicio misionero son débiles, sin nervios ni espíritu, y se desalientan por cualquier cosa. Carecen de impulso y de los rasgos positivos de carácter que dan fuerza para hacer algo; les falta el espíritu y la energía que encienden el entusiasmo. Los que anhelen éxito deben ser animosos y optimistas. Deben cultivar no sólo las virtudes pasivas, sino también las activas. Han de dar la blanda respuesta que aplaca la ira, pero también han de tener valor heroico para resistir al mal. Con la caridad que todo lo soporta, necesitan la fuerza de carácter que hará de su influencia un poder positivo. CE 214 4 Algunos no tienen firmeza de carácter. Sus planes y propósitos carecen de forma definida y de consistencia. De poco sirven en el mundo. Esta flaqueza, indecisión e ineficacia deben vencerse. Hay en el verdadero carácter cristiano algo indómito que no puede ser moldeado o vencido por las circunstancias adversas. Debemos tener firmeza moral, una integridad que no pueda ser adulada, sobornada o atemorizada. La cultura mental CE 215 1 Dios desea que aprovechemos toda oportunidad de prepararnos para su obra. Espera que dediquemos todas nuestras energías a realizar dicha obra, y que mantengamos nuestros corazones susceptibles a su carácter tan sagrado y a sus temibles responsabilidades. CE 215 2 Muchos que son aptos para hacer una obra excelente logran muy poco porque a poco aspiran. Miles de cristianos pasan la vida como si no tuvieran un gran fin que perseguir, ni un alto ideal que alcanzar. Una causa de ello es lo poco en que se estiman. Cristo dio un precio infinito por nosotros, y quiere que estimemos nuestro propio valor en conformidad con dicho precio. CE 215 3 No se den por satisfechos con alcanzar un nivel bajo. No somos lo que podríamos ser, ni lo que Dios quiere que seamos. Dios no nos ha dado las facultades racionales para que permanezcan ociosas, ni para que las pervirtamos en la prosecución de fines terrenales y mezquinos, sino para que sean desarrolladas hasta lo sumo, refinadas, ennoblecidas y empleadas en hacer progresar los intereses de su reino. CE 215 4 Nadie debe consentir en ser mera máquina, accionada por la inteligencia de otro hombre. Dios nos ha dado capacidad para pensar y obrar, y actuando con cuidado, buscando en Dios nuestra sabiduría, llegaremos a estar en condición de llevar nuestras cargas. Obren con la personalidad que Dios les ha dado. No sean la sombra de otra persona. Cuenten con que el Señor obrará en ustedes, con ustedes y por medio de ustedes. CE 216 1 No piensen nunca que ya han aprendido bastante, y que pueden cejar en sus esfuerzos. La mente cultivada es la medida del hombre. Vuestra educación debe proseguir durante toda la vida; cada día deben aprender algo y poner en práctica el conocimiento adquirido. CE 216 2 Recuerden que en cualquier puesto en que sirvan, revelan qué móvil los inspira y desarrolla vuestro carácter. Cuanto hagan, háganlo con exactitud y diligencia; dominen la inclinación a buscar tareas fáciles. ¿Cómo trabajas? CE 216 3 El mismo espíritu y los mismos principios en que uno se inspira en el trabajo diario compenetrarán toda la vida. Los que buscan una tarea fija y un salario determinado, y desean dar pruebas de aptitud sin tomarse la molestia de adaptarse o de preparase, no son los hombres a quienes Dios llama para trabajar en su causa. Los que procuran dar lo menos posible de sus facultades físicas, mentales y morales, no son los obreros a quienes Dios pueden bendecir abundantemente. Su ejemplo es contagioso. Los mueve el interés personal. Los que necesitan que se les vigile, y sólo trabajan cuando se les señala una tarea bien definida, no serán declarados buenos y fieles obreros. Se necesitan hombres de energía, integridad y diligencia; que estén dispuestos a hacer cuanto deba hacerse. CE 216 4 Muchos se inutilizan porque, temiendo fracasar, huyen de las responsabilidades. Dejan así de adquirir la educación que es fruto de la experiencia, y que no les pueden dar la lectura y el estudio ni todas las demás ventajas adquiridas de otros modos. CE 216 5 El hombre puede moldear las circunstancias, pero nunca debe permitir que ellas le amolden a él. Debemos valernos de las circunstancias como de instrumentos para obrar. Debemos dominarlas, y no consentir en que nos dominen. CE 217 1 Los hombres fuertes son los que han sufrido oposición y contradicción. Por el hecho de que ponen en juego sus energías, los obstáculos con que tropiezan les resultan bendiciones positivas. Llegan a valerse por sí mismos. Los conflictos y las perplejidades invitan a confiar en Dios, y determinan la firmeza que desarrolla poder. El motivo en el servicio CE 217 2 Cristo no prestó un servicio limitado. No midió su obra por horas. Dedicó su tiempo, su corazón, su espíritu y su fuerza a trabajar en beneficio de la humanidad. Pasó días de rudo trabajo y noches enteras pidiendo a Dios gracia y fuerza para realizar una obra mayor. Con clamores y lágrimas rogó al cielo que fortaleciese su naturaleza humana para hacer frente al astuto adversario en todas sus obras engañosas, y que le sostuviese para el cumplimiento de su misión de enaltecer a la humanidad. A sus obreros les dice: "Ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis". Juan 13:15. CE 217 3 "El amor de Cristo--dijo Pablo--nos constriñe" (2 Corintios 5:14), Tal era el principio que inspiraba la conducta de Pablo; era su móvil. Si alguna vez su ardor menguaba por un momento en la senda del deber, una mirada a la cruz le hacía ceñirse nuevamente los lomos del entendimiento y avanzar en el camino del desprendimiento. En sus trabajos por sus hermanos fiaba mucho en la manifestación de amor infinito en el sacrificio de Cristo, con su poder que domina y constriñe. CE 217 4 Cuán fervoroso y conmovedor llamamiento expresa cuando dice: "Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos". 2 Corintios 8:9. Ya saben desde cuán alto se rebajó, ya conocen la profundidad de la humillación a la cual descendió. Sus pies transitaron por el camino del sacrificio, y no se desviaron hasta que hubo entregado su vida. No medió descanso para él entre el trono del cielo y la cruz. Su amor por el hombre le indujo a soportar cualquier indignidad y cualquier ultraje. CE 218 1 Pablo nos amonesta a no buscar nuestro "propio provecho, sino el de los demás". Filipenses 2:4. Nos exhorta a que tengamos el "sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz". Filipenses 2:5-8. CE 218 2 Pablo tenía vivísimos deseos de que se viese y comprendiese la humillación de Cristo. Estaba convencido de que, con tal que se lograse que los hombres consideraran el asombroso sacrificio realizado por la majestad del cielo, el egoísmo sería desterrado de sus corazones. El apóstol se detiene en un detalle tras otro para que de algún modo alcancemos a darnos cuenta de la admirable condescendencia del Salvador para con los pecadores. Dirige primero el pensamiento a la contemplación del puesto que Cristo ocupaba en el cielo, en el seno de su Padre. Después lo presenta abdicando de su gloria, sometiéndose voluntariamente a las humillantes condiciones de la vida humana, asumiendo las responsabilidades de un siervo, haciéndose obediente hasta la muerte más ignominiosa, repulsiva y dolorosa: la muerte en la cruz. ¿Podemos contemplar tan admirable manifestación del amor de Dios sin agradecimiento ni amor, y sin un sentimiento profundo de que ya no somos nuestros? A un Maestro como Cristo no debe servírsele impulsado por móviles forzados y egoístas. CE 219 1 "Sabiendo--dice el apóstol--que fuisteis rescatados... no con cosas corruptibles, como oro o plata". 1 Pedro 1:18. ¡Oh!, si con dinero hubiera podido comprarse la salvación del hombre, cuán fácil hubiera sido realizarla por Aquel que dice: "Mía es la plata y mío es el oro"! Hageo 2:8. Pero el pecador no podía ser redimido sino por la preciosa sangre del Hijo de Dios. Los que, dejando de apreciar tan admirable sacrificio, se retraen del servicio de Cristo, perecerán en su egoísmo. Sinceridad de propósito CE 219 2 En la vida de Cristo, todo quedó subordinado a su obra: la gran obra de redención que vino a cumplir. Y este mismo celo, esta misma abnegación, este mismo sacrificio, esta misma sumisión a las exigencias de la Palabra de Dios, han de manifestarse en sus discípulos. CE 219 3 Todo aquel que acepte a Cristo como su Salvador personal anhelará tener el privilegio de servir a Dios. Al considerar lo que el cielo ha hecho por él, su corazón se sentirá conmovido de un amor sin límites y de agradecida adoración. Ansiará manifestar su gratitud dedicando sus capacidades al servicio de Dios. Anhelará demostrar su amor por Cristo y por los hombres a quienes Cristo compró. Deseará pasar por pruebas, penalidades y sacrificios. CE 219 4 El verdadero obrero de Dios trabajará lo mejor que pueda, porque así podrá glorificar a su Maestro. Obrará bien para satisfacer las exigencias de Dios. Se esforzará por perfeccionar todas sus facultades. Cumplirá todos sus deberes como para Dios. Su único deseo será que Cristo reciba homenaje y servicio perfecto. CE 220 1 Hay un cuadro que representa un buey parado entre un arado y un altar, con la inscripción: "Dispuesto para uno u otro": para trabajar duramente en el surco o para servir de ofrenda en el altar del sacrificio. Tal es la actitud de todo verdadero hijo de Dios: ha de negarse a sí mismo y a sacrificarse por la causa del Redentor. Rumbo al blanco CE 221 1 Necesitamos de continuo una nueva revelación de Cristo, una experiencia diaria que se armonice con sus enseñanzas. Altos y santos resultados están a nuestro alcance. El propósito de Dios es que progresemos siempre en conocimiento y virtud. Su ley es eco de su propia voz, que dirige a todos la invitación: "Sube más alto. Sé santo, cada vez más santo". Cada día podemos adelantar en la perfección del carácter cristiano. CE 221 2 Los que trabajan en el servicio del Maestro necesitan una experiencia mucho más elevada, más profunda y más amplia que la que muchos han deseado tener. Muchos que ya son miembros de la gran familia de Dios poco saben de lo que significa contemplar su gloria y ser transformados de gloria en gloria. Muchos tienen una percepción crepuscular de la excelencia de Cristo, y sus corazones se estremecen de gozo. Anhelan sentir más hondamente y en mayor grado el amor del Salvador. Cultiven ellos todo deseo del espíritu por conocer a Dios. El Espíritu Santo obra en quienes se someten a su influencia, amolda y forma a quienes quieren ser así formados. Dedíquense al cultivo de pensamientos espirituales y a la santa comunión. Sólo han visto los primeros rayos de la aurora de su gloria. Conforme sigan conociendo a Dios, verán que "la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto". Proverbios 4:18. El gozo del señor CE 221 3 "Estas cosas os he hablado--dijo Cristo--para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo" Juan 15:11. CE 222 1 Cristo siempre tenía presente el resultado de su misión. Su vida terrenal, tan recargada de penas y sacrificios, era alegrada por el pensamiento de que su trabajo no sería inútil. Dando su vida por la vida de los hombres, iba a restaurar en la humanidad la imagen de Dios. Iba a levantarnos del polvo, a reformar nuestro carácter conforme al suyo, y embellecerlo con su gloria. CE 222 2 Cristo vio "el fruto de la aflicción de su alma" y quedó "satisfecho". Vislumbró lo dilatado de la eternidad, y vio de antemano la felicidad de quienes por medio de su humillación recibirán perdón y vida eterna. Fue herido por sus transgresiones y quebrantado por sus iniquidades. El castigo que les daría paz fue sobre él, y con sus heridas fueron sanados. Él oyó el júbilo de los rescatados, quienes entonaban el canto de Moisés y del Cordero. Aunque había de recibir primero el bautismo de sangre, aunque los pecados del mundo iban a pesar sobre su vida inocente y la sombra de indecible dolor se cernía sobre él, por el gozo que le fue propuesto, escogió sufrir la cruz y menospreció la vergüenza. CE 222 3 De este gozo han de participar todos sus discípulos. Por grande y gloriosa que sea en lo porvenir, toda nuestra recompensa no está reservada para el día de nuestra liberación final. En esta misma vida hemos de entrar por fe en el gozo del Salvador. Cual Moisés, hemos de sostenernos como si viéramos al Invisible. CE 222 4 La iglesia es ahora militante. Actualmente arrostramos un mundo en tinieblas, casi enteramente entregado a la idolatría. Pero se acerca el día cuando habrá terminado la batalla y la victoria habrá sido ganada. La voluntad de Dios ha de cumplirse en la Tierra como en el cielo. Las naciones de los salvados no conocerán otra ley que la del cielo. Todos constituirán una familia dichosa, unida, vestida con las prendas de alabanza y de acción de gracias: con el manto de la justicia de Cristo. Toda la naturaleza, en su incomparable belleza, ofrecerá a Dios tributo de alabanza y adoración. El mundo quedará bañado en luz celestial. La luz de la luna será como la del sol, y la luz del sol siete veces más intensa que ahora. Los años transcurrirán alegremente. Por sobre la escena, las estrellas de la mañana cantarán juntas y los hijos de Dios clamarán de gozo, mientras que Dios y Cristo declararán a una voz que "ya no habrá más pecado, ya no habrá más muerte". CE 223 1 Estas visiones de la gloria futura, descritas por la mano de Dios, deberían ser de gran valor para sus hijos. Evaluar las cosas del tiempo y la eternidad CE 223 2 Deténganse en el umbral de la eternidad y oigan la misericordiosa bienvenida dada a quienes en esta vida cooperaron con Cristo y consideraron como un privilegio y un honor sufrir por su causa. Con los ángeles, echan sus coronas a los pies del Redentor, exclamando: "El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza... Al que está sentado en el trono y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos". Apocalipsis 5:12, 13. CE 223 3 Allí los redimidos saludan a quienes los encaminaron hacia el Salvador. Se unen en alabanzas a Aquel que murió para que los humanos gozaran una vida tan duradera como la de Dios. Acabó el conflicto. Concluyeron las tribulaciones y las luchas; al rodear los rescatados el trono de Dios, los cantos de victoria llenan todo el cielo. Todos entonan el alegre coro: "Digno, digno es el Cordero que fue inmolado" y nos rescató para Dios. CE 224 1 "Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos. Clamaban a gran voz, diciendo: 'La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero'". Apocalipsis 7:9, 10. CE 224 2 "Éstos son los que han salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y lo sirven día y noche en su templo. El que está sentado sobre el trono extenderá su tienda junto a ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos". Vers. 14-17. "Y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron" (21:4). CE 224 3 Necesitamos tener siempre presente esta visión de las cosas invisibles. Así comprenderemos el verdadero valor de las cosas eternas y de las transitorias, y esto nos dará más poder para influir en los demás con el fin de que vivan una vida más elevada. En el monte con Dios CE 224 4 "Sube a mí al monte", nos dice Dios. Antes de que pudiera Moisés ser instrumento de Dios para libertar a Israel, se le señalaron cuarenta años de comunión con Dios en las soledades de las montañas. Antes de llevar el mensaje de Dios a Faraón, habló con el ángel en la zarza ardiente. Antes de recibir la ley de Dios como representante de su pueblo, fue llamado al monte, y contempló su gloria. Antes de ejecutar la justicia sobre los idólatras, fue escondido en la cueva de la roca, y el Señor le dijo: "Pronunciaré el nombre de Jehová delante de ti... Misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad... pero que de ningún modo tendrá por inocente al malvado". Éxodo 33:19; 34:6, 7. Antes de deponer, con la vida, su responsabilidad respecto de Israel, Dios le llamó a la cumbre de Pisga y desplegó ante él la gloria de la tierra prometida. CE 225 1 Antes de emprender su misión, los discípulos fueron llamados al monte, con Jesús. Antes del poder y la gloria de Pentecostés, vino la noche de comunión con el Salvador, la reunión en un monte de Galilea, la escena de despedida en el monte de los Olivos, con la promesa de los ángeles, y los días de oración y de comunión en el aposento alto. CE 225 2 Jesús, cuando se preparaba para una gran prueba o para algún trabajo importante, se retiraba a la soledad de los montes y pasaba la noche orando a su Padre. Una noche de oración precedió a la ordenación de los apóstoles, al Sermón del Monte, a la transfiguración, a la agonía del pretorio y de la cruz, así como a la gloria de la resurrección. Comunión con Dios en oración CE 225 3 Nosotros también debemos destinar momentos especiales para meditar, orar y recibir refrigerio espiritual. No reconocemos debidamente el valor del poder y la eficacia de la oración. La oración y la fe harán lo que ningún poder en la Tierra podrá hacer. Raramente nos encontramos dos veces en la misma situación. Hemos de pasar continuamente por nuevos escenarios y nuevas pruebas, y en los cuales la experiencia pasada no puede ser una guía suficiente. Debemos tener la luz continua que procede de Dios. CE 226 1 Cristo manda continuamente mensajes a los que escuchan su voz. En la noche de la agonía del Getsemaní, los discípulos que dormían no oyeron la voz de Jesús. Aunque tenían una débil percepción de la presencia de los ángeles, no participaron de la fuerza y la gloria de la escena. A causa de su somnolencia y estupor, no recibieron las evidencias que hubieran fortalecido su espíritu para los terribles acontecimientos que se avecinaban. Así también hoy día: los hombres que más necesitan la instrucción divina no la reciben, porque no se ponen en comunión con el cielo. CE 226 2 Las tentaciones a que estamos expuestos cada día hacen de la oración una necesidad. Todo camino está sembrado de peligros. Los que procuran rescatar a otros del vicio y de la ruina están especialmente expuestos a la tentación. En continuo contacto con el mal, necesitan apoyarse fuertemente en Dios si no quieren corromperse. Cortos y terminantes son los pasos que conducen a los hombres desde las alturas de la santidad al abismo de la degradación. En un solo momento pueden tomarse resoluciones que determinen para siempre el destino personal. Al no obtener la victoria una vez, la persona queda desamparada. Un hábito vicioso que dejemos de reprimir se convertirá en cadenas de acero que sujetarán el ser entero. CE 226 3 Muchos se ven abandonados en la tentación porque no han tenido la vista siempre fija en el Señor. Al permitir que nuestra comunión con Dios se interrumpa, perdemos nuestra defensa. Ni siquiera todos sus buenos propósitos e intenciones los capacitarán para resistir el mal. Tienen que ser hombres y mujeres de oración. Sus peticiones no deben ser lánguidas, ocasionales, ni caprichosas, sino ardientes, perseverantes y constantes. No siempre es necesario arrodillarse para orar. Cultiven la costumbre de conversar con el Salvador cuando estén solos, cuando anden o estén ocupados en vuestro trabajo cotidiano. Elévese el corazón de continuo en silenciosa petición de ayuda, de luz, de fuerza, de conocimiento. Sea cada respiración una oración. CE 227 1 Como obreros de Dios, debemos llegar a los hombres doquiera estén, rodeados de tinieblas, sumidos en el vicio y manchados por la corrupción. Pero mientras afirmemos nuestro pensamiento en Aquel que es nuestro sol y nuestro escudo, el mal que nos rodea no manchará nuestra vestidura. Mientras trabajemos para salvar a las personas prontas a perecer, no seremos avergonzados si ponemos nuestra confianza en Dios. Cristo en el corazón, Cristo en la vida: tal es nuestra seguridad. La atmósfera de su presencia llenará el ser de aborrecimiento a todo lo malo. Nuestro espíritu puede identificarse de tal modo con el suyo, que en pensamiento y propósito seremos uno con él. CE 227 2 Por la fe y la oración Jacob, siendo de suyo débil y pecador, llegó a ser príncipe con Dios. Así podrán llegar a ser hombres y mujeres de fines elevados y santos, de vida noble, hombres y mujeres que por ninguna consideración se apartarán de la verdad, del bien y de la justicia. A todos nos acosan preocupaciones apremiantes, cargas y obligaciones; pero cuanto más difícil la situación y más pesadas las cargas, tanto más necesitamos a Jesús. CE 227 3 Error grave es descuidar el culto público de Dios. Los privilegios del servicio divino no son cosa de poca monta. Muchas veces los que asisten a los enfermos no pueden aprovechar estos privilegios, pero deben cuidar de no ausentarse de la casa de Dios sin necesidad. CE 227 4 Al atender a los enfermos, más que en cualquier ocupación secular, el éxito depende del espíritu de consagración con que se hace la obra. Los que asumen responsabilidades necesitan colocarse donde puedan recibir honda impresión del Espíritu de Dios. Deben tener tanto más vivos deseos que otros de la ayuda del Espíritu Santo y del conocimiento de Dios, por cuanto su puesto de confianza es de más responsabilidad que el de otros. CE 228 1 Nada es más necesario en nuestro trabajo que los resultados prácticos de la comunión con Dios. Debemos mostrar con nuestra vida diaria que tenemos paz y descanso en el Salvador. Su paz en el corazón se reflejará en el rostro. Dará a la voz un poder persuasivo. La comunión con Dios ennoblecerá el carácter y la vida. Los hombres verán que hemos estado con Jesús, así como lo notaron en los primeros discípulos. Esto comunicará al obrero un poder que ninguna otra cosa puede dar. No debe permitir que cosa alguna le prive de este poder. CE 228 2 Hemos de vivir una vida noble: una vida de pensamiento y de acción, de silenciosa oración y fervoroso trabajo. La fuerza recibida por medio de la comunión con Dios, unida con el esfuerzo diligente por educar la mente para que llegue a ser reflexiva y cuidadosa, nos prepara para desempeñar las obligaciones cotidianas y conserva al espíritu en paz en cualquiera circunstancias, por penosas que resulten. El divino consejero CE 228 3 Cuando están afligidos, muchos piensan que deben dirigirse a algún amigo terrenal para contarle sus perplejidades y pedirle ayuda. En circunstancias difíciles, la incredulidad llena sus corazones y el camino les parece oscuro. Sin embargo, está siempre a su lado el poderoso Consejero de todos los siglos, invitándoles a depositar en él su confianza. Jesús, el gran Ayudador, les dice: "Venid a mí... y yo os haré descansar". ¿Nos apartaremos de él para seguir en pos de falibles seres humanos que dependen de Dios como nosotros mismos? CE 229 1 Tal vez echen de ver las diferencias de vuestro carácter y la escasez de vuestra capacidad frente a la magnitud de la obra. Pero aunque tuvieran la mayor inteligencia dada al hombre, no bastaría para vuestro trabajo. "Separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:5), dice nuestro Señor y Salvador. El resultado de todo lo que hacemos está en manos de Dios. Suceda lo que suceda, aférrense a él, con firme y perseverante confianza. CE 229 2 En sus negocios, en las amistades que cultiven durante sus ratos de ocio, y en los vínculos que duren toda la vida, inicien todas sus relaciones tras seria y humilde oración. Así probarán que honran a Dios, y Dios les honrará. Oren cuando se sientan desfallecer. Cuando estén desalentados, permanezcan mudos ante los hombres; no echen sombra sobre la senda de los demás; mas díganselo todo a Jesús. Alcen sus manos en demanda de auxilio. En su flaqueza, aférrense de la fuerza infinita. Pidan humildad, sabiduría, valor y aumento de fe, para que vean la luz de Dios y se regocijen en su amor. Consagración y confianza CE 229 3 Cuando nos mostramos humildes y contritos, nos encontramos en situación en que Dios puede y quiere manifestarse a nosotros. Le agrada que evoquemos las bendiciones y los favores ya recibidos como motivos para que nos conceda aun mayores bendiciones. Colmará las esperanzas de quienes en él confían por completo. El Señor Jesús sabe muy bien lo que necesitan sus hijos y cuánto poder divino asimilaremos para bendición de la humanidad, y nos concede todo lo que estemos dispuestos a emplear para beneficiar a los demás y ennoblecer nuestra propia vida. CE 230 1 Debemos tener menos confianza en lo que por nosotros mismo podemos hacer, y más en lo que el Señor puede hacer por nosotros y a través de nosotros. La obra en que están empeñados no es de ustedes; es de Dios. Sometan su voluntad y su camino a Dios. No hagan una sola excepción, ni un simple compromiso con el yo. Aprendan a conocer lo que es ser libres en Cristo. CE 230 2 Oír sermones sábado tras sábado, leer la Biblia de tapa a tapa, o explicarla versículo por versículo, no nos beneficiará a nosotros ni a los que nos oigan, a no ser que llevemos las verdades de la Biblia al terreno de nuestra experiencia personal. La inteligencia, la voluntad y los afectos deben someterse al gobierno de la Palabra de Dios. Entonces, mediante la obra del Espíritu Santo, los preceptos de la Palabra vendrán a ser los de la vida. CE 230 3 Cuando pidan a Dios que les ayude, honren a su Salvador creyendo que reciben su bendición. Todo poder y toda sabiduría están a nuestra disposición. No tenemos más que pedir. CE 230 4 Anden siempre en la luz de Dios. Mediten día y noche en su carácter. Entonces verán su belleza y se alegrarán en su bondad. Vuestro corazón brillará con un destello de su amor. Serán levantados como si los llevaran brazos eternos. Con el poder y la luz que Dios les comunica, podrán comprender, abarcar y realizar más de lo que jamás les pareció posible. "Permaneced en mí" CE 230 5 Cristo nos ordena: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí... El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer... Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. CE 231 1 "Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor... CE 231 2 "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé". Juan 15:4-16. CE 231 3 "Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo". Apocalipsis 3:20. CE 231 4 "Al vencedor le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino el que lo recibe". Apocalipsis 2:17. CE 231 5 "Al vencedor... le daré la estrella de la mañana... Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de Dios... y mi nombre nuevo". Vers. 26-28; 3:12. "Una cosa hago" CE 231 6 Aquel cuya confianza está en Dios podrá decir como dijo Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Filipenses 4:13. Cualesquiera que sean los errores y fracasos del pasado, podemos, con la ayuda de Dios, sobreponernos a ellos. Con el apóstol podemos decir: CE 231 7 "Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Filipenses 3:13, 14.