------------------------Hijas de Dios HD99 7 1 Al lector HD99 11 1 Capítulo 1 -- El señor llama a las mujeres a su servicio HD99 18 1 Capítulo 2 -- Mujeres notables del Antiguo Testamento HD99 47 1 Capítulo 3 -- Mujeres notables del Nuevo Testamento HD99 78 1 Capítulo 4 -- El estudio de la Biblia y la oración son esenciales HD99 87 1 Capítulo 5 -- La mujer en la enseñanza HD99 96 1 Capítulo 6 -- La mujer en la medicina HD99 104 1 Capítulo 7 -- El lugar de la mujer en la ganancia de almas HD99 109 1 Capítulo 8 -- "El obrero es digno de su salario" HD99 119 1 Capítulo 9 -- El ministerio en el vecindario HD99 129 1 Capítulo 10 -- La obra de temperancia HD99 140 1 Capítulo 11 -- "Id por todo el mundo" HD99 149 1 Capítulo 12 -- El respeto propio HD99 158 1 Capítulo 13 -- La influencia de la mujer cristiana HD99 163 1 Capítulo 14 -- La modestia de la mujer cristiana HD99 170 1 Capítulo 15 -- El equilibrio en la vida HD99 181 1 Capítulo 16 -- Salud, ejercicio y vida saludable HD99 190 1 Capítulo 17 -- Matrimonio, hogar y familia HD99 204 1 Capítulo 18 -- La maternidad HD99 213 1 Capítulo 19 -- La paternidad HD99 224 1 Capítulo 20 -- Los deberes prácticos de la vida HD99 230 1 Capítulo 21 -- Cuando llega la aflicción HD99 243 1 Capítulo 22 -- De mujer a mujer HD99 252 1 Apéndice A -- En casa de Simón HD99 258 1 Apéndice B -- El ministerio público de Elena G. de White HD99 266 1 Apéndice C -- Documentos relacionados con la ordenación de la mujer HD99 275 1 Apéndice D -- El uso del diezmo HD99 280 1 Apéndice E -- La relación entre Elena G. de White y su esposo HD99 282 2 Apéndice F -- Cartas de Elena G. de White referidas a las condiciones de su esposo ------------------------Al lector HD99 7 1 En la segunda mitad del siglo XIX, algunas iglesias protestantes comenzaron a dar mayores responsabilidades de liderazgo a la mujer. Esto también ocurrió en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. De los primeros diez tesoreros de la Asociación General (1863-1883), tres fueron mujeres. De los doce redactores de la revista The Youth Instructor (El Instructor de la Juventud) que sirvieron entre 1852 y 1899, nueve fueron mujeres. Flora Plummer dirigió el Departamento de Escuela Sabática de la Asociación General por 23 años. Entre 1878 y 1910, la Iglesia Adventista concedió más de treinta credenciales a mujeres predicadoras. HD99 7 2 Elena de White frecuentemente hizo mención al hecho de que "El Señor tiene una obra tanto para las mujeres como para los hombres... ellas pueden llegar al corazón de aquellas personas que los hombres no pueden alcanzar".--The Review and Herald, 26 de agosto de 1902. HD99 7 3 En esta compilación dedicada a la mujer en la obra de Dios, se ha reunido gran parte de los consejos dados por Elena de White sobre este tema. También se han incluido capítulos sobre la estima propia y el equilibrio en todos los aspectos de la vida. Algunos de estos consejos fueron dirigidos originalmente a los hombres, pero se aplican igualmente a las mujeres. En la sociedad actual llena de presiones, muchas mujeres deben salir a ganar su salario, y muchas madres a cargo de sus hijos deben buscar la forma de proveer para su familia. El contenido de estos capítulos les ayudará a restaurar y mantener su sentido de dignidad, y a saber que son importantes y valiosas a la vista de Dios. HD99 7 4 Algunas de las declaraciones que se encuentran en este libro, deben ser entendidas a la luz del contexto cultural y social del tiempo en que fueron escritas. "Acerca de los testimonios, nada es ignorado, nada es puesto a un lado. Sin embargo, deben tomarse en cuenta el tiempo y el lugar".--Mensajes Selectos 1:65. Para ayudar al lector, hemos tratado de proveer el contexto para entender las declaraciones plenamente. También hemos incluido la fecha de la publicación, o la fecha original en que fue escrita si se trata de una compilación posterior a la muerte de Elena G. de White. El año mencionado en paréntesis se refiere a la fecha de publicación en inglés. En unos pocos casos, hemos citado una fuente posterior debido a la falta de la publicación original, pero hemos incluido la fecha de esta última. Los subtítulos a través de todo el libro han sido provistos por los compiladores. HD99 8 1 Hijas de Dios es un libro publicado con el objeto de animar, inspirar y reafirmar a cada mujer alrededor del mundo. Incluye consejos que despiertan en toda mujer el deseo de luchar por los más elevados ideales en todas las áreas de la vida, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Cada mujer es de inestimable valor a la vista de nuestro Padre celestial. Dios creó a la mujer junto al hombre, de igual valor, y asociada con él para el cumplimiento de la misión encomendada a los humanos. El Padre dio a su Hijo único para que muriera por toda la raza humana: individual y colectivamente, por hombres y mujeres. HD99 8 2 Es nuestro deseo que los miembros de iglesia alrededor del mundo obtengan una nueva visión y muchas bendiciones con la lectura de este libro. Dios necesita los talentos de todos los que integran su pueblo para terminar su obra en esta tierra. Los Fideicomisarios de la Corporación Elena G. de White ------------------------Capítulo 1--El señor llama a las mujeres a su servicio Las mujeres como obreras cristianas HD99 11 1 El que murió para redimir al hombre de la muerte, ama con amor divino y les dice a sus seguidores: "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado". Juan 15:12. Cristo, con sus acciones, mostró su amor por la raza caída. HD99 11 2 El verdadero hijo de Dios será semejante a Cristo. En la medida en que crezca en el conocimiento de la verdad y sea santificado por ella, se parecerá más y más a Jesús, y estará más deseoso de salvar a las almas que él compró con su sangre. HD99 11 3 Algunos pueden hacer más que otros, pero todos pueden hacer algo. Las mujeres no debieran sentir que están excusadas debido a sus labores domésticas. Con inteligencia debieran descubrir cómo trabajar metódicamente y lograr el éxito en traer almas a Cristo. Si todos comprendieran la importancia de hacer lo máximo posible en la obra de Dios; si todos sintieran un profundo amor por las almas que los llevase a sentir una carga por ellas, centenares de los que hasta aquí han sido débiles y desinteresados y que han realizado muy poco o nada, se transformarían en obreros activos. HD99 12 1 En muchos casos, la necedad del mundo ha obstruido los canales del alma. El egoísmo ha controlado la mente y envuelto el carácter. Pero si la vida se escondiera con Cristo en Dios, el servirle no sería una labor fatigante. Si los corazones fueran plenamente consagrados a Dios, todos encontrarían algo que hacer y desearían tener una parte en su obra. Sembrarían junto a todas las aguas, orando y creyendo que el fruto llegará. Los obreros prácticos, temerosos de Dios, crecerán constantemente y rogarán con fe para obtener mayor gracia y sabiduría celestial que los capacite para hacer el trabajo con alegría y mente dispuesta. Buscarán los divinos rayos de luz que les permitan iluminar el camino de los demás. HD99 12 2 Aquellos que son colaboradores con Dios, no participarán en actividades meramente por diversión. No estarán buscando su propio gozo y felicidad. Al entrar en el servicio del Maestro en el temor de Dios, obtendrán la felicidad más substancial. Conectados con Cristo, serán sabios para la salvación; serán árboles que dan fruto; desarrollarán una vida sin mancha, un carácter hermoso. La gran obra de la redención será su suprema consideración. La comida, la bebida y el vestido; las casas y tierras, serán de interés secundario. La paz de Dios trabajará interiormente para arrancar las ramas retorcidas y deterioradas del egoísmo, la vanidad, el orgullo y la indolencia. La fe unida a la acción es lo que constituye la vida del cristiano. No alcanza con profesar a Cristo y tener nuestros nombres en el libro de la iglesia. Debiéramos ser obreros para Cristo y por nuestro esfuerzo personal mostrar que estamos conectados con él. HD99 12 3 Las mujeres cristianas están llamadas a servirle. Hay un amplio campo de acción en el cual pueden ofrecer su servicio al Maestro. Entre las nobles mujeres que tuvieron el valor moral de decidirse en favor de la verdad por el peso de la evidencia, se encuentran muchas que tienen el tacto, la percepción y la habilidad para llegar a ser obreras de éxito. Hay tareas que se han dejado de lado, o se han hecho imperfectamente, que podrían ser cumplidas mediante su servicio. Pueden llegar a ciertas clases que los ministros no pueden alcanzar. Hay cargos en la iglesia y en muchas ramas de la obra que ellas podrían cumplir aceptablemente si fueran instruidas adecuadamente. HD99 13 1 Las mujeres pueden brindar un buen servicio en el campo misionero, escribiendo a sus amigos para conocer sus verdaderos sentimientos con relación a la causa de Dios. Muchos elementos valiosos serán traídos a la luz por este medio. Las obreras no deberían buscar la exaltación propia, sino la presentación de la verdad en forma simple cada vez que tengan la oportunidad de hacerlo. El dinero que ha sido gastado en adornos y ornamentos innecesarios, debiera haber sido dedicado a la causa de Dios para traer la luz de la verdad a aquellos que están en las tinieblas del error. Las almas salvadas mediante esos medios serán más preciosas que cualquier vestido costoso y a la moda. El vestido blanco y las joyas en la corona que Cristo les dará como recompensa por sus dedicados trabajos en la salvación de las almas, serán más valiosos que los adornos innecesarios. Las estrellas de su corona brillarán para siempre y pagarán mil veces el sacrificio y el renunciamiento que han manifestado por la causa de Dios. HD99 13 2 Se necesitan mujeres de principios firmes y carácter decidido; mujeres que en verdad crean que estamos viviendo en los últimos días y que tenemos un mensaje solemne de amonestación para dar al mundo; mujeres dispuestas a comprometerse en la importante tarea de esparcir los rayos de luz que el cielo ha derramado sobre ellas. Cuando el amor de Dios y su verdad sean un principio permanente en sus vidas, no permitirán que nada pueda distraerlas o desanimarlas de su obra. En el temor de Dios, no serán apartadas de las labores en su causa por la tentación de actividades o situaciones más lucrativas o atractivas. Preservarán su integridad a cualquier costo. Estas mujeres representarán correctamente la religión de Cristo, y sus palabras serán como manzanas de oro con figuras de plata. Las tales pueden hacer un precioso trabajo para Dios en muchas formas. El las llama a ir al campo y cosechar las gavillas. HD99 14 1 La mujer cristiana inteligente puede usar sus talentos para alcanzar los más altos ideales. Por su actitud de renunciamiento y por su voluntad de trabajar al máximo de su habilidad, mostrará que cree en la verdad y ha sido santificada por ella. Muchas mujeres necesitan esta clase de tarea para mostrar su potencial. Las que son esposas y madres no deben descuidar a sus esposos y a sus hijos, pero pueden hacer mucho sin dejar de lado sus labores domésticas. Y hay muchas que no tienen estas responsabilidades. HD99 14 2 ¿Quién puede tener un amor más profundo por las almas de hombres y mujeres por quienes Cristo murió que aquellos que son participantes de su gracia? ¿Quién puede representar mejor la religión de Cristo que las mujeres cristianas que están trabajando fervorosamente para traer almas a la luz de la verdad? ¿Quién está mejor adaptado para la obra de la Escuela Sabática? La verdadera madre es también la verdadera maestra de sus hijos. Si con un corazón imbuido con el amor de Cristo ella enseña a los niños de su clase infantil y ora con ellos y por ellos, los verá convertirse y unirse al rebaño de Cristo. No recomiendo que la mujer busque posiciones políticas o el voto. Sin embargo, como una misionera, al enseñar la verdad por correspondencia, al distribuir material de lectura, o al conversar con las familias y orar con las madres y sus hijos, puede hacer mucho y llegar a ser una bendición. HD99 14 3 El Señor de la viña está diciendo a muchas mujeres que no están haciendo nada,--¿Por qué estáis todo el día ociosas? Las mujeres pueden ser instrumentos de justicia y rendir un servicio sagrado. María fue la primera en anunciar a Jesús resucitado, y se necesita la influencia refinadora y suavizante de las mujeres cristianas en la gran obra de predicar la verdad para este tiempo. Si hubiera veinte mujeres donde ahora hay sólo una, que hicieran de la salvación de las almas su más deseada tarea, veríamos muchos convertidos a la verdad. Un trabajo celoso y diligente en la causa de Dios será plenamente exitoso y asombrará por los resultados. Esta obra, que manifestará una real devoción a Dios, debe ser cumplida con paciencia y perseverancia. Dios quiere ver hechos, no sólo palabras. HD99 15 1 La obra de Dios merece nuestros mayores esfuerzos. En cumplimiento del plan divino, el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido. Les enseñó a los perdidos y errantes a quienes había venido a salvar, y oró fervorosamente a su Padre en su favor. Esta es la clase de trabajo a la que deberíamos consagrarnos. Si el Hijo de Dios, el Creador de los mundos no consideró indigna esta tarea, ¿acaso sus seguidores deberían considerarla demasiado humillante o abnegada? De ninguna manera. No importa cuán altas sean las aspiraciones de una persona, no hay llamamiento más alto, más sagrado, y más ennoblecedor que ser un colaborador con el Hijo de Dios. HD99 15 2 A menudo estamos tan envueltos en nuestros propios intereses, que nuestros corazones no ven las necesidades de la humanidad; carecemos en cuanto a actos de simpatía y benevolencia; en el ministerio sagrado y social en favor del necesitado, el oprimido y el sufriente. Se necesitan mujeres que no sean altaneras sino de maneras suaves y gentiles, de corazón compasivo, que puedan trabajar con la mansedumbre de Cristo doquiera se las necesite, para la salvación de las almas. Todos aquellos que hemos sido hechos participantes de los beneficios celestiales, debiéramos estar fervientemente ansiosos por compartir las evidencias de la verdad con aquellos que no tienen los privilegios que nosotros gozamos. Y no solamente desear que ellos tengan ese beneficio, sino hacer nuestra parte para que lo logren. HD99 15 3 Aquellos que lleguen a ser colaboradores con Dios, crecerán en poder moral y espiritual. En cambio, aquellos que dediquen su tiempo y energías a servirse a sí mismos, se marchitarán, empequeñecerán y morirán. Todos, las mujeres cristianas, los jóvenes, los adultos y los ancianos, pueden tener una parte en la obra de Dios para este tiempo. Y al participar en esta obra en la medida en que las oportunidades se presenten, obtendrán una experiencia del más alto valor para sí mismos. Al olvidarse del yo, crecerán en la gracia. Al entrenar la mente en esta dirección, aprenderán a llevar cargas para Jesús, y comprenderán mejor la bendición del servicio. Y muy pronto vendrá el tiempo cuando "los que sembraron con lágrimas con regocigo segarán". Salmos 126:5.--The Signs of the Times, 16 septiembre de 1886. HD99 16 1 El Señor tiene una obra para las mujeres así como para los hombres. Ellas pueden ocupar sus lugares en la obra del Señor en esta crisis, y él puede obrar por su medio. Si están imbuidas del sentido de su deber, y trabajan bajo la influencia del Espíritu Santo, tendrán justamente el dominio propio que se necesita para este tiempo. El Señor reflejará la luz de su rostro sobre estas mujeres abnegadas, y les dará un poder que exceda al de los hombres. Pueden hacer en el seno de las familias una obra que los hombres no pueden realizar, una obra que alcanza hasta la vida íntima. Pueden llegar cerca de los corazones de las personas a quienes los hombres no pueden alcanzar. Se necesita su trabajo.--The Review and Herald, 26 de agosto de 1902. HD99 16 2 Escuchamos mucho acerca de la educación de las mujeres y es un asunto que merece cuidadosa atención. La más alta educación para la mujer está en cultivar plenamente todos sus talentos y poderes. El corazón, el espíritu y la mente, tanto como la parte física, deben ser adecuadamente desarrollados. Hay muchas que no se han cultivado mentalmente ni en sus modales. Otras están llenas de afectación y pareciera que su único blanco en la vida fuese aparentar. Cuando vemos este estado de cosas, no podemos menos que susurrar una oración pidiendo a Dios que bendiga este mundo con mujeres que hayan desarrollado su mente y carácter como debieran; mujeres que tengan una verdadera comprensión de la responsabilidad que les fue dada por Dios.--The Signs of the Times, 23 de marzo de 1891. HD99 16 3 Si aquellos que tienen gran luz no responden a la invitación de ser colaboradores con Dios, entonces el Señor utilizará a quienes han tenido menos luz y más escasas oportunidades. Aquellos que se ocupan de su salvación con temor y temblor, comprenderán que es Dios quien obra en ellos para hacer su voluntad. Debiera haber miles que despierten y con pleno fervor entren en la obra de Dios para brillar como luces resplandecientes. Debiera haber miles que conozcan el tiempo en que estamos viviendo, y que no necesiten ser urgidos a trabajar sino que, constreñidos por el poder de Dios, se dediquen a difundir la luz y a presentar a otros la verdad que está claramente revelada en la Palabra de Dios. No hay tiempo que perder. HD99 17 1 Hombres y mujeres debieran estar ministrando en comunidades lejanas que aún no tienen la luz. Una vez que se haya despertado el interés, debieran encontrar al predicador que esté capacitado para la presentación de la verdad, y calificado para instruir a las familias en la Palabra de Dios. Las mujeres que mantienen la causa de Dios en el corazón pueden hacer un buen trabajo en el área donde residen. Cristo habla de mujeres que lo ayudaron a presentar la verdad a otros. Pablo también menciona mujeres que trabajaron con él en la predicación del Evangelio. Pero, ¡cuán limitada es la labor de aquellos que podrían hacer un gran trabajo si quisieran! Hay familias que tienen medios que podrían usar para la gloria de Dios yéndose a tierras distantes, para dejar brillar su luz mediante buenas obras hacia aquellos que necesitan ayuda. ¿No habrá hombres y mujeres que, siguiendo el ejemplo de Cristo, se consagren al trabajo misionero?--The Review and Herald, 21 de julio de 1896. ------------------------Capítulo 2--Mujeres notables del Antiguo Testamento Eva, madre de todos HD99 18 1 "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca... Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió". Salmos 33:6, 9. "El fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida". Salmos 104:5. HD99 18 2 Cuando salió de las manos del Creador, la tierra era sumamente hermosa... La hueste angélica presenció la escena con deleite, y se regocijó en las maravillosas obras de Dios. HD99 18 3 Una vez creada la tierra con su abundante vida vegetal y animal, fue introducido en el escenario el hombre, corona de la creación para quien la hermosa tierra había sido aparejada. A él se le dio dominio sobre todo lo que sus ojos pudiesen mirar; pues, "dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree... en toda la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen... varón y hembra los creó". Génesis 1:26-27. HD99 19 1 Aquí se expone con claridad el origen de la raza humana; y el relato divino está tan claramente narrado que no da lugar a conclusiones erróneas. Dios creó al hombre a su propia imagen. No hay en esto misterio. No existe fundamento alguno para la suposición de que el hombre llegó a existir mediante un lento proceso evolutivo de las formas bajas de la vida animal o vegetal. Tales enseñanzas rebajan la obra sublime del Creador al nivel de las mezquinas y terrenales concepciones humanas. Los hombres están tan resueltos a excluir a Dios de la soberanía del universo que rebajan al hombre y le privan de la dignidad de su origen. El que colocó los mundos estrellados en la altura y coloreó con delicada maestría las flores del campo, el que llenó la tierra y los cielos con las maravillas de su potencia, cuando quiso coronar su gloriosa obra, colocando a alguien para regir la hermosa tierra, supo crear un ser digno de las manos que le dieron vida. La genealogía de nuestra raza, como ha sido revelada, no hace remontar su origen a una serie de gérmenes, moluscos o cuadrúpedos, sino al gran Creador. Aunque Adán fue formado del polvo, era el "hijo de Dios". Lucas 3:38... HD99 19 2 El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior, como en el carácter... Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad de su Padre. HD99 19 3 Cuando el hombre salió de las manos de su Creador, era de elevada estatura y perfecta simetría. Su semblante llevaba el tinte rosado de la salud y brillaba con la luz y el regocijo de la vida. La estatura de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su forma era noble y plena de belleza. La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, este atavío de luz continuó revistiéndolos... HD99 20 1 Dios mismo dio a Adán una compañera. Le proveyó de una "ayuda idónea para él", alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compañera y que podría ser una sola cosa con él en amor y simpatía. Eva fue creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ni tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y carne de su carne, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esa relación. "Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida". "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". Efesios 5:29; Génesis 2:24... HD99 20 2 La creación estaba ahora completa. "Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos". "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera". Génesis 2:1; 1:31. El Edén florecía en la tierra. Adán y Eva tenían libre acceso al árbol de la vida. Ninguna mácula de pecado o sombra de muerte desfiguraba la hermosa creación. "Alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios". Job 38:7... HD99 20 3 Nuestros primeros padres, a pesar de que fueron creados inocentes y santos, no fueron colocados fuera del alcance del pecado. Dios los hizo entes morales libres, capaces de apreciar y comprender la sabiduría y benevolencia de su carácter y la justicia de sus exigencias, y les dejó plena libertad para prestarle o negarle obediencia. Debían gozar de la comunión de Dios y de los santos ángeles; pero antes de darles seguridad eterna, era menester que su lealtad se pusiese a prueba... HD99 20 4 Mientras permaneciesen leales a Dios, Adán y su compañera iban a ser los señores de la tierra. Recibieron dominio ilimitado sobre toda criatura viviente. El león y la oveja triscaban pacíficamente a su alrededor o se echaban junto a sus pies. Los felices pajarillos revoloteaban alrededor de ellos sin temor alguno; y cuando sus alegres trinos ascendían alabando a su Creador, Adán y Eva se unían a ellos en acción de gracias al Padre y al Hijo... HD99 21 1 Los ángeles habían prevenido a Eva que tuviese cuidado de no separarse de su esposo mientras éste estaba ocupado en su trabajo cotidiano en el huerto; estando con él correría menos peligro de caer en la tentación que estando sola. Pero distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo... muy pronto se encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido. El fruto era bello, y se preguntaba por qué Dios se lo había vedado. Esta fue la oportunidad de Satanás. Como discerniendo sus pensamientos, se dirigió a ella diciendo: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?" Génesis 3:1 ... El tentador afirmó que jamás llegaría a cumplirse la divina advertencia; que les fue hecha meramente para intimidarlos... HD99 21 2 Eva creyó realmente las palabras de Satanás, pero esta creencia no la salvó de la pena del pecado. No creyó en las palabras de Dios, y esto la condujo a su caída. En el juicio final, los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad... HD99 21 3 Eva... vio "que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomo de su fruto, y comió". Génesis 3:6. Era agradable al paladar, y a medida que comía, parecía sentir una fuerza vivificante, y se figuró que entraba en un estado más elevado de existencia. Sin temor tomó el fruto y lo comió. HD99 21 4 Y ahora, habiendo pecado, ella se convirtió en el agente de Satanás para labrar la ruina de su esposo. Con extraña y anormal excitación, y con las manos llenas del fruto prohibido, lo buscó y le relató todo lo que había ocurrido. HD99 21 5 Una expresión de tristeza cubrió el rostro de Adán. Quedó atónito y alarmado. A las palabras de Eva contestó que ése debía ser el enemigo contra quien se los había prevenido; y que conforme a la sentencia divina ella debía morir. En contestación, Eva le instó a comer, repitiendo el aserto de la serpiente de que no morirían. Alegó que las palabras de la serpiente debían ser ciertas puesto que no sentía ninguna evidencia del desagrado de Dios; sino que, al contrario, experimentaba una deliciosa y alborozante influencia, que conmovía todas sus facultades con una nueva vida, que le parecía semejante a la que inspiraba a los mensajeros celestiales. HD99 22 1 Adán comprendió que su compañera había violado el mandamiento de Dios, menospreciando la única prohibición que les había sido puesta como una prueba de su fidelidad y amor. Se desató una terrible lucha en su mente. Lamentó haber dejado a Eva separarse de su lado. Pero ahora el error estaba cometido; debía separarse de su compañía, que le había sido de tanto gozo. ¿Cómo podría hacer eso?... HD99 22 2 Adán resolvió compartir la suerte de Eva; si ella debía morir, el moriría con ella. Al fin y al cabo, se dijo Adán, ¿no podrían ser verídicas las palabras de la sabia serpiente? Eva estaba ante él, tan bella y aparentemente tan inocente como antes de su desobediencia. Le expresaba mayor amor que antes. Ninguna señal de muerte se notaba en ella, y así decidió hacer frente a las consecuencias. Tomó el fruto y lo comió apresuradamente.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 24-40 (1890). HD99 22 3 Si Adán y Eva no hubieran desobedecido a su Creador; si hubiesen permanecido en la senda de la perfecta rectitud, hubieran conocido y entendido a Dios. Pero cuando escucharon la voz del tentador y pecaron contra Dios, la luz de las vestiduras de inocencia celestial se separó de ellos. En su lugar, fueron rodeados del oscuro manto de la ignorancia de Dios. La luz clara y perfecta que hasta entonces los había rodeado, había iluminado cada cosa a la que ellos se acercaban; pero privados de esa luz celestial, los descendientes de Adán ya no pudieron percibir el carácter de Dios en sus obras creadas.--The Review and Herald, 8 de noviembre de 1898. Sara, esposa de Abrahán, madre de naciones HD99 23 1 A Abrahán se le dio la promesa, muy apreciada por la gente de aquel entonces, de que tendría numerosa posteridad y grandeza nacional: "Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición". Génesis 12:2. Además, el heredero de la fe recibió la promesa que para él era la más preciosa de todas, a saber que de su linaje descendería el Redentor del mundo. "Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra". Vers. 3. Sin embargo, como condición primordial para su cumplimiento, su fe iba a ser probada; se le exigiría un sacrificio. HD99 23 2 El mensaje de Dios a Abrahán era: "Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré". Vers. 1. A fin de que Dios pudiese capacitarlo para su gran obra como depositario de los sagrados oráculos, Abrahán debía separarse de los compañeros de su niñez. La influencia de sus parientes y amigos impediría la educación que el Señor intentaba dar a su siervo. Ahora que Abrahán estaba, en forma especial, unido con el cielo, debía morar entre extraños. Su carácter debía ser peculiar, diferente del de todo el mundo. Ni siquiera podía explicar su manera de obrar para que la entendiesen sus amigos. Las cosas espirituales se disciernen espiritualmente, y sus motivos y acciones no eran comprendidos por sus parientes idólatras. "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba". Hebreos 11:8... HD99 23 3 Además de Sara, la esposa de Abrahán, sólo Lot, cuyo padre Harán había fallecido hacía mucho tiempo, escogió participar de la vida de peregrinaje del patriarca... HD99 23 4 Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba libre de la imperfección y la debilidad humanas. Al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su vida. Sara era una mujer "hermosa en gran manera" (Génesis 12:14), y Abrahán no dudó que los egipcios de piel oscura codiciarían a la hermosa extranjera, y que para conseguirla, no tendrían escrúpulos en matar a su esposo. Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era hija de su padre, aunque no de su madre. Pero este ocultamiento de la verdadera relación que existía entre ellos era un engaño. Ningún desvío de la estricta integridad puede merecer la aprobación de Dios. A causa de la falta de fe de Abrahán, Sara se vio en gran peligro. El rey de Egipto, habiendo oído hablar de su belleza, la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa. Pero el Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la familia real. Por este medio supo el monarca la verdad del asunto, e indignado por el engaño de que había sido objeto, devolvió su esposa a Abrahán reprendiéndole así: "¿Qué es esto que has hecho conmigo?... ¿Por qué dijiste: es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete". Vers. 18-19... HD99 24 1 Abrahán volvió a Canaán "riquísimo en ganado, en plata y en oro". Génesis 13:2. Lot aún estaba con él, y de nuevo llegaron a Betel, y establecieron su campamento junto al altar que habían erigido anteriormente... HD99 24 2 En una visión nocturna, Abrahán oyó otra vez la voz divina: "No temas Abram--fueron las palabras del Príncipe de los príncipes--yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande". Génesis 15:1. Pero tenía el ánimo tan deprimido por los presentimientos que no pudo esta vez aceptar la promesa con absoluta confianza como lo había hecho antes. Rogó que se le diera una evidencia tangible de que la promesa sería cumplida. ¿Cómo iba a cumplirse la promesa del pacto, mientras se le negaba la dádiva de un hijo? "¿Qué me darás siendo así que ando sin hijo?... Y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa". Vers. 2-3. Se proponía adoptar a su fiel siervo Eliezer como hijo y heredero. Pero se le aseguró que un hijo propio había de ser su heredero. Entonces Dios lo llevó fuera de su tienda, y le dijo que mirara las innumerables estrellas que brillaban en el firmamento; y mientras lo hacía le fueron dirigidas las siguientes palabras: "Así será tu descendencia". Vers. 5. Y "creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia". Romanos 4:3... HD99 25 1 Abrahán había aceptado sin hacer pregunta alguna la promesa de un hijo, pero no esperó a que Dios cumpliese su promesa en su oportunidad y a su manera. Fue permitida una tardanza para probar su fe en el poder de Dios, pero fracasó en la prueba. Pensando que era imposible que se le diera un hijo en su vejez, Sara sugirió como plan mediante el cual se cumpliría el propósito divino, que una de sus siervas fuese tomada por Abrahán como esposa secundaria. La poligamia se había difundido tanto que había dejado de considerarse pecado; violaba, sin embargo, la ley de Dios y destruía la santidad y la paz de las relaciones familiares. HD99 25 2 El casamiento de Abrahán con Agar fue un mal, no sólo para su propia casa, sino también para las generaciones futuras... HD99 25 3 Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo, y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara. Pero Abrahán todavía no comprendió la promesa. En seguida pensó en Ismael, aferrado a la creencia de que por medio de él se habían de cumplir los propósitos misericordiosos de Dios. En su afecto por su hijo exclamó: "Ojalá Ismael viva delante de ti". Nuevamente se le dio la promesa en palabras inequívocas: "Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él". Génesis 17:18-19... HD99 25 4 El nacimiento de Isaac, al traer, después de una espera de toda la vida, el cumplimiento de las más caras esperanzas de Abrahán y Sara, llenó de felicidad su campamento... HD99 25 5 La instrucción impartida a Abrahán tocante a la santidad de la relación matrimonial, había de ser una lección para todas las edades. Declara que los derechos y la felicidad de estas relaciones deben resguardarse cuidadosamente, aun a costa de un gran sacrficio. Sara era la única esposa verdadera de Abrahán. Ninguna otra persona debía compartir sus derechos de esposa y madre. Reverenciaba a su esposo, y en este aspecto el Nuevo Testamento la presenta como un digno ejemplo. Pero ella no quería que el afecto de Abrahán fuese dado a otra; y el Señor no la reprendió por haber exigido el destierro de su rival. HD99 26 1 Tanto Abrahán como Sara desconfiaron del poder de Dios, y este error fue la causa del matrimonio con Agar. Dios había llamado a Abrahán para que fuese padre de los fieles, y su vida había de servir como ejemplo de fe para las generaciones futuras. Pero su fe no había sido perfecta. Había manifestado desconfianza para con Dios al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, y también al casarse con Agar.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 117-143 (1890). HD99 26 2 La herencia que Dios prometió a su pueblo no está en este mundo. Abrahán no tuvo posesión en la tierra, "ni aun para asentar un pie". Hechos 7:5. Poseía grandes riquezas y las empleaba en honor de Dios y para el bien de sus prójimos; pero no consideraba este mundo como su hogar. El Señor le había ordenado que abandonara a sus compatriotas idólatras, con la promesa de darle la tierra de Canaán como posesión eterna; y sin embargo, ni él, ni su hijo, ni su nieto la recibieron. Cuando Abrahán deseó un lugar donde sepultar sus muertos, tuvo que comprarlo a los cananeos. Su única posesión en la tierra prometida fue aquella tumba cavada en la peña en la cueva de Macpela.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 166 (1890). HD99 26 3 "Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara. Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla. Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo: Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí. Y respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron: Oyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará un sepulcro, ni te impedirá que entierres a tu muerta". Génesis 23:1-6. Rebeca HD99 26 4 Los cananeos eran idólatras, y el Señor había mandado a su pueblo que no se casaran con ellos, no fuera que cayesen en la idolatría. Abrahán era ya viejo y pensaba que pronto habría de morir. Isaac estaba aún soltero, y Abrahán estaba preocupado por las influencias corruptoras que rodeaban a su hijo. Deseaba seleccionar para él una esposa que no lo apartase de Dios. Esta tarea fue encomendada a su fiel y experimentado siervo, que era el mayordomo sobre todo lo que tenía. Abrahán requirió que su siervo hiciera un pacto solemne ante Dios, de que no tomaría una esposa para Isaac entre las mujeres cananeas, sino que iría a los parientes de Abrahán, quienes creían en el Dios verdadero, y elegiría una esposa para el joven. No quería que Isaac lo acompañase en ese viaje, debido a que prácticamente todos en esa tierra habían caído en la idolatría. Si no podía encontrar una esposa para Isaac que estuviera dispuesta a dejar su parentela y venir hacia donde el joven estaba, entonces quedaría libre del pacto que había hecho.--The Signs of the Times, 10 de abril de 1879. HD99 27 1 En este importante asunto, Isaac no habría de actuar por su cuenta, en forma independiente de su padre. Abrahán incluso le dijo a su siervo que Dios enviaría a su ángel para dirigirlo en la elección. El siervo a quien se le había confiado esta tarea comenzó su larga jornada, y cuando entró a la ciudad donde los familiares de Abrahán vivían, oró fervorosamente a Dios pidiéndole que lo dirigiera en la elección de una esposa para Isaac. Rogó que se le pudiera dar alguna señal o evidencia a fin de no errar en este asunto. HD99 27 2 El pozo donde se detuvo para descansar era un lugar donde muchos se reunían. Fue aquí donde el siervo notó los modales suaves y la conducta cortés de Rebeca. Todas las evidencias indicaban que ella era la mujer que Dios había elegido para llegar a ser la esposa de Isaac. Y cuando fue invitado al hogar, el siervo relató a su padre y a su hermano cómo el Señor le había dado evidencias específicas de que Rebeca debía llegar a ser la esposa de Isaac, el hijo de su amo. HD99 27 3 Entonces, les dijo: "Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi Señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra. Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. He aquí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová. Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová". Vers. 49-52.--Spiritual Gifts 3:109-110 (1864). HD99 28 1 Obtenido el consentimiento de la familia, preguntaron a Rebeca misma si iría tan lejos de la casa de su padre, para casarse con el hijo de Abrahán. Después de lo que había sucedido, ella creyó que Dios la había elegido para que fuese la esposa de Isaac, y dijo: "Sí, iré". HD99 28 2 El criado, previendo la alegría de su amo por el éxito de su misión, no pudo contener sus deseos de irse, y a la mañana siguiente se pusieron en camino hacia su país. Abrahán vivía en Beerseba, e Isaac, después de apacentar el ganado en los campos vecinos, había vuelto a la tienda de su padre, para esperar la llegada del mensajero de Harán. Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde: y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían. Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho". Vers. 64-66. HD99 28 3 Isaac fue sumamente honrado por Dios, al ser hecho heredero de las promesas por las cuales sería bendecida la tierra; sin embargo, a la edad de cuarenta años, se sometió al juicio de su padre cuando envió a un servidor experto y piadoso a buscarle esposa. Y el resultado de este casamiento, que nos es presentado en las Escrituras, es un tierno y hermoso cuadro de la felicidad doméstica: "Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre". Vers. 67.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 170-173 (1890). Jocabed, madre de Moisés HD99 28 4 El rey y sus consejeros habían esperado someter a los israelitas mediante trabajos arduos, y de esa manera disminuir su número y sofocar su espíritu independiente. Al fracasar en el logro de sus propósitos, usaron medidas mucho más crueles. Se ordenó a las mujeres cuya profesión les daba la oportunidad de hacerlo, que dieran muerte a los niños varones hebreos en el momento de nacer. Satanás fue el instigador de este plan. Sabía que entre los israelitas había de levantarse un libertador; y al inducir al rey a destruir a los niños varones, esperaba derrotar el propósito divino. Pero esas mujeres temían a Dios, y no osaron cumplir tan cruel mandato. El Señor aprobó su conducta y las hizo prosperar... El rey, disgustado por el fracaso de su propósito, dio a la orden un carácter más urgente y general: pidió a toda la nación que buscara y diera muerte a sus víctimas desamparadas. "Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida". Éxodo 1:22. HD99 29 1 Mientras este decreto estaba en vigencia, les nació un hijo a Amrán y Jocabed, israelitas devotos de la tribu de Leví. El niño era hermoso y los padres, creyendo que el tiempo de la liberación de Israel se acercaba y que Dios iba a suscitar un libertador para su pueblo, decidieron que el niño no fuera sacrificado. La fe en Dios fortaleció sus corazones, y "no temieron el decreto del rey". Hebreos 11:23.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 247-248. HD99 29 2 Moisés nació cuando este decreto requería pleno cumplimiento. Su madre lo escondió mientras le fue posible hacerlo con seguridad. Entonces, preparó una canastilla de juncos, la impermeabilizó con brea para que el agua no entrase, y la colocó a la orilla del agua. Su hermana, mientras tanto, se mantenía cerca del lugar aparentando indiferencia. Estaba ansiosa por ver lo que ocurriría con su hermanito. HD99 29 3 Los ángeles también estaban vigilando a fin de que la indefensa criatura no sufriera daño. Su madre lo había puesto al cuidado de Dios mediante sus fervientes oraciones mezcladas con lágrimas. Y fueron estos ángeles los que dirigieron los pasos de la hija del Faraón hacia el río, cerca del punto donde descansaba el inocente y pequeño desconocido. El diminuto bote captó su atención, y envió a una de sus criadas para alcanzárselo. Cuando removió la cubierta de esta singular embarcación, vio a un hermoso bebé. "Y he aquí que el niño lloraba", y ella tuvo compasión de él. Sabía que una tierna madre hebrea había creado este medio singular para preservar la vida de su muy amado bebé, y al momento decidió adoptarlo como hijo suyo. Inmediatamente la hermana de Moisés se acercó y preguntó: "¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón respondió: Vé". Éxodo 2:6-8.--The Spirit of Prophecy 1:162- 163 (1870). HD99 30 1 Jocabed era mujer y esclava. Su destino en la vida era humilde, y su carga pesada. Sin embargo, el mundo no ha recibido beneficios mayores mediante ninguna otra mujer, con excepción de María de Nazaret. Sabiendo que su hijo había de pasar pronto de su cuidado al de aquellos que no conocían a Dios, se esforzó con más fervor aun para unir su alma con el cielo. Trató de implantar en su corazón el amor y la lealtad a Dios. Y esa obra fue llevada a cabo fielmente. Ninguna influencia posterior pudo inducir a Moisés a renunciar a los principios de la verdad que eran el centro de la enseñanza de su madre.--La Educación, 58 (1903). María, hermana de Moisés HD99 30 2 María vigiló a Moisés cuando su madre lo depositó entre los juncos. Posteriormente estuvo asociada con Moisés y Aarón en la liberación del pueblo de Dios desde Egipto. Aunque talentosa en diversas formas, sus celos con relación a Moisés la llevaron a cometer serios errores. HD99 30 3 En Haseroth, el siguiente sitio donde acamparon después de salir de Taberah, una prueba aún mayor le esperaba a Moisés. Aarón y María habían ocupado una posición encumbrada en la dirección de los asuntos de Israel. Ambos tenían el don de profecía, y ambos habían estado asociados divinamente con Moisés en el libramiento de los hebreos. "Envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María" (Miqueas 6:4), declaró el Señor por medio del profeta Miqueas. HD99 30 4 A temprana edad María había revelado su fuerza de carácter, cuando siendo niña vigiló a la orilla del Nilo el cesto en que estaba escondido el niño Moisés. Su dominio propio y su tacto habían contribuido a salvar la vida del libertador del pueblo. Ricamente dotada en cuanto a la poesía y la música, María había dirigido las mujeres de Israel en los cantos de alabanza y las danzas en las playas del mar Rojo. Ocupaba el segundo puesto después de Moisés y Aarón en los afectos del pueblo y los honores otorgados por el Cielo. Pero el mismo mal que causó la primera discordia en el cielo, brotó en el corazón de esta mujer de Israel, y no faltó quien simpatizara con ella en su desafecto... HD99 31 1 Dios había escogido a Moisés y le había investido de su Espíritu; y por su murmuración María y Aarón se habían hecho culpables de deslealtad, no sólo hacia el que fuera designado como su jefe sino también hacia Dios mismo. Los murmuradores sediciosos fueron convocados al tabernáculo y traídos cara a cara con Moisés. "Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María". Números 12:5. No negaron sus aseveraciones acerca de las manifestaciones del don de profecía por su intermedio; Dios podía haberles hablado en visiones y sueños. Pero a Moisés, a quien el Señor mismo declaró "fiel en toda mi casa", se le había otorgado una comunión más estrecha. Con él Dios hablaba "boca a boca". "¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue". Vers. 8. La nube desapareció del tabernáculo como señal del desagrado de Dios, y María fue castigada. Quedó "leprosa como la nieve". A Aarón se le perdonó el castigo, pero el de María fue una severa reprensión para él. Entonces, humillado hasta el polvo el orgullo de ambos, Aarón confesó el pecado que habían cometido e imploró al Señor que no dejara perecer a su hermana por aquel azote repugnante y fatal. En respuesta a las oraciones de Moisés, se limpió la lepra a María. Sin embargo, ella fue excluida del campo durante siete días. Tan sólo cuando quedó desterrada del campamento volvió el símbolo del favor de Dios a posarse sobre el tabernáculo. En consideración a su elevada posición, y en señal de pesar por el golpe que ella había recibido, todo el pueblo permaneció en Haseroth, en espera de su regreso. HD99 32 1 Esta manifestación del desagrado del Señor tenía por objeto advertir a todo Israel que pusiera coto al creciente espíritu de descontento y de insubordinación. Si el descontento y la envidia de María no hubiesen recibido una señalada reprensión, habrían resultado en grandes males. La envidia es una de las peores características satánicas que puedan existir en el corazón humano, y es una de las más funestas en sus consecuencias... Fue la envidia la que causó la primera discordia en el cielo, y el albergarla ha obrado males indecibles entre los hombres. "Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa". Santiago 3:16... HD99 32 2 De Cades los hijos de Israel habían regresado al desierto; y una vez terminada su estadía allí, "Llegaron... toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades". Números 20:1. HD99 32 3 Allí murió y fue sepultada María. Tal fue la suerte de los millones que con grandes esperanzas salieron de Egipto. De la escena de regocijo a orillas del mar Rojo, cuando Israel salió con cantos y danzas a celebrar el triunfo de Jehová, llegaron a la sepultura del desierto, fin de toda una vida de peregrinación. El pecado había arrebatado de sus labios la copa de bendición.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 401-405, 434-435 (1890). Séfora, esposa de Moisés HD99 32 4 Cuando Moisés huyó de Egipto a la tierra de Madián, conoció a Séfora, la hija de Jetro, y se casó con ella. HD99 32 5 Cediendo al espíritu de desafecto, María halló motivo de queja en cosas que Dios había sobreseído especialmente. El matrimonio de Moisés la había disgustado. El hecho de que había elegido esposa en otra nación, en vez de tomarla de entre los hebreos, ofendía a su familia y al orgullo nacional. Se la trataba a Séfora con un menosprecio mal disimulado. HD99 32 6 Aunque se la llama "mujer cusita" (Números 12:1), o "etíope", la esposa de Moisés era de origen madianita, y por lo tanto, descendiente de Abrahán. En su aspecto personal difería de los hebreos en que era un tanto más morena. Aunque no era israelita, Séfora adoraba al Dios verdadero. Era de un temperamento tímido y retraído, tierno y afectuoso, y se afligía mucho en presencia de los sufrimientos.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 402-403 (1890). HD99 33 1 Mientras se alejaba de Madián, Moisés tuvo una terrible y sorprendente manifestación del desagrado del Señor. Se le apareció-un ángel en forma amenazadora, como si fuera a destruirle inmediatamente. No le dio ninguna explicación; pero Moisés recordó que había desdeñado uno de los requerimientos de Dios, y cediendo a la persuasión de su esposa, había dejado de cumplir el rito de la circuncisión en su hijo menor. No había cumplido con la condición que podía dar a su hijo el derecho a recibir las bendiciones del pacto de Dios con Israel, y tal descuido de parte del jefe elegido no podía menos que menoscabar ante el pueblo la fuerza de los preceptos divinos. Séfora, temiendo que su esposo fuese muerto, realizó ella misma el rito, y entonces el ángel permitió a Moisés continuar la marcha. En su misión ante Faraón, Moisés iba a exponerse a un gran peligro; su vida podría conservarse sólo mediante la protección de los santos ángeles. Pero no estaría seguro mientras tuviera un deber conocido sin cumplir, pues los ángeles de Dios no podrían escudarle. HD99 33 2 En el tiempo de la angustia que vendrá inmediatamente antes de la venida de Cristo, los justos serán resguardados por el ministerio de los santos ángeles; pero no habrá seguridad para el transgresor de la ley de Dios. Los ángeles no podrán entonces proteger a los que estén menospreciando uno de los preceptos divinos.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 261 (1890). Rahab HD99 33 3 Rahab era una prostituta que vivía en la muralla de Jericó. Encubrió a los dos espías israelitas enviados a reconocer las defensas de esa ciudad. Debido a su bondad para con ellos, y su profesión de fe en el Dios verdadero, los espías prometieron salvar su vida y la de su familia cuando se produjese el ataque a Jericó. En la genealogía de Jesús registrada en Mateo 1:1-16, se presenta a Rahab entre sus ascendientes. HD99 34 1 A pocas millas más allá del río, exactamente frente al sitio donde los israelitas estaban acampados, se hallaba la grande y muy fortificada ciudad de Jericó. Era virtualmente la llave de todo el país, y representaba un obstáculo formidable para el éxito de Israel. Josué envió, por lo tanto, a dos jóvenes como espías para que visitaran la ciudad, y para que averiguaran algo acerca de su población, sus recursos, y la solidez de sus fortificaciones. Los habitantes de la ciudad, aterrorizados y suspicaces, se mantenían en constante alerta y los mensajeros corrieron gran peligro. Fueron, sin embargo, salvados por Rahab, mujer de Jericó que arriesgó con ello su propia vida. En retribución de su bondad, ellos le hicieron una promesa de protección para cuando la ciudad fuese conquistada.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 516 (1890). HD99 34 2 Jericó era una ciudad dedicada a la idolatría más extravagante. Los habitantes eran ricos, y todas las riquezas que Dios les había permitido tener, se las acreditaban a sus dioses. Había oro y plata en abundancia y, como había ocurrido antes con los antediluvianos, eran blasfemos y corruptos. Provocaban e insultaban al Dios del cielo con sus obras perversas; y los juicios de Dios se levantaron contra Jericó. Aunque era una fortaleza, el mismo Capitán de las huestes del Señor vino del cielo para dirigir sus ejércitos en el ataque a la ciudad. Los ángeles de Dios tomaron las masivas murallas y las derribaron en tierra. Dios había declarado una maldición sobre la ciudad, y todos sus habitantes habían de perecer, salvo Rahab y su casa; ellos estarían a salvo por el favor que Rahab había mostrado a los mensajeros del Señor.--The Review and Herald, 16 de septiembre de 1873. HD99 34 3 Mediante la liberación de Israel de Egipto, el conocimiento del poder de Dios se extendió por todas partes. El belicoso pueblo de la plaza fuerte de Jericó tembló. Dijo Rahab: "Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra". Josué 2:11.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 385 (1890). HD99 35 1 Todos los habitantes de la ciudad, con toda alma viviente que contenía "hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas y los asnos" (Josué 6:21), fueron pasados a cuchillo. Sólo la fiel Rahab con todos los de su casa, se salvó, en cumplimiento de la promesa hecha por los espías. La ciudad misma fue incendiada.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 524 (1890). Débora HD99 35 2 Débora la profetisa, gobernó a Israel durante el reinado de Jabín, un rey cananeo que fue muy cruel con los hijos de Israel. La vida en las aldeas era dura; la gente era saqueada y huía a las ciudades fortificadas para tener protección. Dios levantó a Débora, que fue como una madre amante para Israel. Mediante ella, Dios envió un mensaje a Barac, a fin de que se preparase para enfrentar a Sísara, el capitán del ejército de Jabín. Barac rehusaba ir a menos que Débora lo acompañase. Ella consintió en ir, pero le previno que la victoria sobre Sísara sería entonces acreditada a una mujer. HD99 35 3 Debido a su idolatría, los israelitas se habían separado de Dios, y eran gravemente oprimidos por sus enemigos. Las propiedades, y aun las vidas del pueblo corrían peligro constante. Las aldeas y las moradas aisladas fueron abandonadas, y el pueblo se congregó en las ciudades fortificadas. Los caminos estaban desiertos y la gente se movía de lugar en lugar por senderos no frecuentados. En los pozos que proveían el agua, muchos eran robados e incluso asesinados. Para empeorar las cosas, los israelitas no estaban armados. Entre cuarenta mil hombres, no se encontraba ni una espada ni una lanza. HD99 35 4 Por veinte años, los israelitas gimieron bajo el yugo opresor. Entonces se volvieron de su idolatría, y con humildad y arrepentimiento clamaron a Dios por su liberación. Y su clamor no fue en vano. En ese tiempo moraba en Israel una ilustre mujer conocida por su piedad; se llamaba Débora, y Dios eligió liberar a su pueblo mediante ella. Débora era conocida como profetisa, y en ausencia de los magistrados regulares, la gente acudía ante ella para buscar consejo y justicia. HD99 36 1 El Señor comunicó a Débora su propósito de destruir a los enemigos de Israel. Se le ordenó buscar a un hombre llamado Barac, de la tribu de Neftalí, y darle las instrucciones que había recibido. Barac debía reunir diez mil hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón, e ir a la guerra contra los ejércitos del rey Jabín. HD99 36 2 Barac era consciente de cuán desanimados, esparcidos y desarmados estaban los hebreos, y de la fuerza y habilidad de sus enemigos. Aunque había sido designado por el mismo Señor para liberar a Israel, y había recibido la seguridad de que Dios iría con él y subyugaría a sus oponentes, todavía actuaba en forma tímida y desconfiada. Aceptaba el mensaje de Débora como palabra de Dios, pero tenía poca confianza en Israel y temía que no obedecieran su llamado a las armas. Rehusaba entrar en tan dudosa empresa, a menos que Débora lo acompañase y apoyase sus esfuerzos con su influencia y consejo. Débora consintió, pero le advirtió que por su falta de fe, la victoria no le traería honores a él, sino que Sísara sería entregado en manos de una mujer... HD99 36 3 Los israelitas habían obtenido una posición fuerte en las montañas, y esperaban la oportunidad favorable para el ataque. Animado por las palabras de Débora de que el día de una victoria señalada había llegado, Barac dirigió su ejército hacia la llanura y cargó con bravura sobre el enemigo. El Dios de la batalla peleó por Israel, y ni la habilidad guerrera, ni la superioridad numérica, ni las mejores armas, pudieron resistirlos. Las huestes de Sísara entraron en pánico. Aterrorizados, solamente buscaban cómo escapar. Un gran número fue muerto, y la fuerza del ejército invasor fue destruida. Los israelitas actuaron con fervor y coraje, pero únicamente Dios podía haber desarticulado al enemigo, y la victoria debía atribuirse sólo a él. HD99 36 4 Cuando Sísara vio que su ejército era derrotado, abandonó su carruaje e intentó escapar a pie, como un soldado común. En su huida se aproximó a la tienda de Heber, uno de los descendientes de Jetro. En ausencia de Heber, Jael, su esposa, le ofreció una bebida refrescante y oportunidad para reposar. Pronto el cansado general se había dormido. HD99 37 1 Al principio Jael no sabía quién era su huesped, y resolvió esconderlo. Pero alertada de que era Sísara, el enemigo de Dios y de su pueblo, cambió de opinión. Venciendo su rechazo natural a realizar tal acto, mató al enemigo mientras dormía, atravesándole una estaca entre sus sienes y afirmándolo al suelo. Cuando Barac, en persecución de su enemigo, pasó por el lugar, fue llamado por Jael para que contemplara al vanaglorioso capitán muerto... por las manos de una mujer. HD99 37 2 Débora celebró el triunfo de Israel con un canto sublime y apasionado. En él, le dio a Dios toda la gloria por su liberación, y llamó al pueblo a alabarlo por sus maravillosas obras. Alertó a los reyes y príncipes de las naciones vecinas acerca de lo que había hecho Dios por su pueblo, y los previno de no intentar dañarlos. Mostró que el honor y el poder pertenecen a Dios, y no a los hombres o a sus ídolos. Recordó las majestuosas manifestaciones del poder divino en el Sinaí. Con un lenguaje exuberante, comparó la indefensa y angustiante condición de Israel bajo la opresión de sus enemigos, con la gloriosa historia de su liberación.--The Signs of the Times, 16 de junio de 1881. Ana, madre de Samuel HD99 37 3 Ana, la primera y más amada esposa de Elcana el levita, era estéril, pero deseaba profundamente un hijo. Durante la celebración anual en Silo, clamó silenciosamente al Señor y oró para que le concediera un hijo. El sumo sacerdote Elí, después de escucharla, le dijo: "Vé en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho" HD99 37 4 El padre de Samuel era Elcana, un levita que moraba en Ramá, en el monte de Efraín. Era una persona con riquezas e influencia, un esposo amante, y un hombre que temía y reverenciaba a Dios. Ana, la esposa de Elcana, era una mujer piadosa y de gran devoción. La rectitud, la humildad, y una firme confianza en Dios, eran sus rasgos principales de carácter. De Ana podría decirse en las palabras del sabio: "El corazón de su marido está en ella confiado". Proverbios 31:11.--The Signs of the Times, 27 de octubre de 1881. HD99 38 1 A esta piadosa pareja le había sido negada la bendición tan vehementemente deseada por todo hebreo. Su hogar no conocía la alegría de las voces infantiles; y el deseo de perpetuar su nombre había llevado a su marido a contraer un segundo matrimonio, como hicieron muchos otros. Pero este paso, inspirado por la falta de fe en Dios, no significó felicidad. Se agregaron hijos e hijas a la casa; pero se había mancillado el gozo y la belleza de la institución sagrada de Dios, y se había quebrantado la paz de la familia. Penina, la nueva esposa, era celosa e intolerante, y se conducía con mucho orgullo e insolencia. Para Ana, toda esperanza parecía estar destruida, y la vida le parecía una carga pesada; no obstante, soportaba la prueba con mansedumbre y sin queja alguna. HD99 38 2 Elcana observaba fielmente las ordenanzas de Dios. Seguía subsistiendo el culto en Silo, pero debido a algunas irregularidades del ministerio sacerdotal, no se necesitaban sus servicios en el santuario, al cual, siendo levita, debía atender. Sin embargo, en ocasión de las reuniones prescritas, subía con su familia a adorar y a presentar su sacrificio. HD99 38 3 Aun en medio de las sagradas festividades relacionadas con el servicio de Dios, se hacía sentir el espíritu maligno que afligía su hogar. Después de presentar las ofrendas, participaba toda la familia en un festín solemne aunque placentero. En esas ocasiones, Elcana daba a la madre de sus hijos una porción para ella y otra para cada uno de sus hijos; y en señal de consideración especial para Ana, le daba a ella una porción doble, con lo cual daba a entender que su afecto por ella era el mismo que si le hubiera dado un hijo. Entonces la segunda esposa, encendida de celos, reclamaba para sí la preferencia como persona altamente favorecida por Dios, y echaba en cara a Ana su condición de esterilidad como evidencia de que desagradaba al Señor. HD99 38 4 Esto se repitió año tras año hasta que Ana ya no lo pudo soportar. Siéndole imposible ocultar su dolor, rompió a llorar desenfrenadamente y se retiró de la fiesta. En vano trató su marido de consolarla diciéndole: "Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?" 1 Samuel 1:8. HD99 39 1 Ana no emitió reproche alguno. Confió a Dios la carga que ella no podía compartir con ningún amigo terrenal. Fervorosamente pidió que él le quitase su oprobio, y que le otorgase el precioso regalo de un hijo para criarlo y educarlo para él. Hizo un solemne voto, a saber, que si le concedía lo que pedía, dedicaría su hijo a Dios desde su nacimiento. Ana se había acercado a la entrada del tabernáculo, y en la angustia de su espíritu, "oró a Jehová, y lloró abundantemente". Pero hablaba con el Señor en silencio, sin emitir sonido alguno. Rara vez se presenciaban semejantes escenas de adoración en aquellos tiempos de maldad. En las mismas fiestas religiosas eran comunes los festines irreverentes y hasta las borracheras; y Elí, el sumo sacerdote, observando a Ana, supuso que estaba ebria. Con la idea de dirigirle un merecido reproche, le dijo severamente: "¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino". HD99 39 2 Llena de dolor y sorprendida, Ana le contestó suavemente: "No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora". HD99 39 3 El sumo sacerdote se conmovió profundamente, porque era hombre de Dios; y en lugar de continuar reprendiéndola, pronunció una bendición sobre ella: "Vé en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho". HD99 39 4 Le fue otorgado a Ana lo que había pedido; recibió el regalo por el cual había suplicado con tanto fervor. Cuando miró al niño, lo llamó Samuel, "demandado de Dios".--Historia de los Patriarcas y Profetas, 614-616 (1890). HD99 39 5 Durante los primeros tres años de vida del profeta Samuel, su madre cuidadosamente le enseñó a distinguir entre el bien y el mal. Buscaba en cada objeto familiar que los rodeaba la oportunidad de dirigir sus pensamientos hacia el Creador. HD99 39 6 Con gran renunciamiento, y en cumplimiento del voto que había hecho de entregar su hijo al Señor, lo dejó al cuidado de Elí, el sumo sacerdote, para que fuera entrenado en el servicio a la casa de Dios. Aunque la juventud de Samuel transcurrió en el tabernáculo dedicado al culto a Dios, no estuvo libre de malas influencias o ejemplos pecaminosos. Los hijos de Elí no temían a Dios ni honraban a su padre; pero Samuel no buscó su compañía ni siguió sus malos caminos. Su temprano entrenamiento lo llevó a mantener su integridad cristiana. ¡Cuán grande fue la recompensa de Ana! ¡Y cuánto alienta a ser fiel el ejemplo de ella!--The Review and Herald, 8 de septiembre de 1904. HD99 40 1 De Silo, Ana regresó quedamente a su hogar en Ramatha, dejando al niño Samuel para que, bajo la instrucción del sumo sacerdote, se le educase en el servicio de la casa de Dios. Desde que el niño diera sus primeras muestras de inteligencia, la madre le había enseñado a amar y reverenciar a Dios, y a considerarse a sí mismo como del Señor. Por medio de todos los objetos familiares que le rodeaban, ella había tratado de dirigir sus pensamientos hacia el Creador. Cuando se separó de su hijo no cesó la solicitud de la madre fiel por el niño. Era el tema de las oraciones diarias de ella. Todos los años le hacía con sus propias manos un manto para su servicio; y cuando subía a Silo a adorar con su marido, entregaba al niño ese recordatorio de su amor. Mientras la madre tejía cada una de las fibras de la pequeña prenda rogaba a Dios que su hijo fuese puro, noble, y leal. No pedía para él grandeza terrenal, sino que solicitaba fervorosamente que pudiese alcanzar la grandeza que el cielo aprecia, que honrara a Dios y beneficiara a sus conciudadanos.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 617. Abigail HD99 40 2 Abigail era la hermosa, misericordiosa e inteligente esposa de Nabal, un hombre mezquino y de temperamento violento. Por su sabia acción fue capaz de evitar un derramamiento de sangre cuando su esposo trató sin contemplación a David y sus hombres. HD99 41 1 Cuando David era un fugitivo huyendo de Saúl, había acampado cerca de las posesiones de Nabal y había protegido sus pastores y rebaños... En tiempos de necesidad, David envió mensajeros a Nabal solicitando en forma cortés alimentos para él y sus hombres. Nabal respondió con insolencia y devolvió mal por bien al rehusar compartir su abundancia con sus vecinos. El mensaje de David no podría haber sido más respetuoso; pero Nabal acusó a David y a sus hombres falsamente, con el fin de justificar su egoísmo. Los comparó a esclavos que huían de sus amos. Cuando los mensajeron retornaron con esta respuesta insolente, se despertó la indignación de David y resolvió buscar una rápida venganza.--Manuscript Release 21:213 (1891). HD99 41 2 Después que Nabal hubo despedido a los jóvenes de David, uno de los criados de Nabal se dirigió apresuradamente a Abigail, esposa de Nabal, y la puso al tanto de lo que había sucedido. "He aquí--dijo él--David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los ha zaherido. Y aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos cuando estábamos en el campo. Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas. Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa". 1 Samuel 25:14-17. HD99 41 3 Sin consultar a su marido ni decirle su intención, Abigail hizo una provisión amplia de abastecimientos y, cargada en asnos, la envió a David bajo el cuidado de sus siervos, y fue ella misma en busca de la compañía de David. La encontró en un lugar protegido de una colina. "Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra; y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva". Vers. 23-24. HD99 41 4 Abigail se dirigió a David con tanta reverencia como si hubiese hablado a un monarca coronado. Nabal había exclamado desdeñosamente: "¿Quién es David?" Pero Abigail le llamó: "Señor mío". Con palabras bondadosas procuró calmar los irritados sentimientos de él, y le suplicó en favor de su marido. Sin ninguna ostentación ni orgullo, pero llena de sabiduría y del amor de Dios, Abigail reveló la fortaleza de su devoción a su casa; y explicó claramente a David que la conducta hostil de su marido no había sido premeditada contra él como una afrenta personal, sino que era simplemente el arrebato de una naturaleza desgraciada y egoísta. HD99 42 1 "Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor". Vers. 26. Abigail no atribuyó a sí misma el razonamiento que desvió a David de su propósito precipitado, sino que dio a Dios el honor y la alabanza. Luego le ofreció sus ricos abastecimientos como ofrenda de paz a los hombres de David, y aún siguió rogando como si ella misma hubiese sido la persona que había provocado el resentimiento del jefe.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 722-723 (1890). HD99 42 2 Aunque Nabal había rehusado ayudar en las necesidades de David y sus hombres, esa misma noche realizó una fiesta extravagante para sí mismo y sus amigos pendencieros. Comieron y bebieron hasta que se hundieron en el estupor de la borrachera. Al día siguiente, cuando se le habían pasado casi todos los efectos de la juerga, su esposa le contó cuán cerca había estado de la muerte y cómo se había evitado la calamidad. Mientras escuchaba, comprendió el mal que habría resultado si no hubiera sido por la discreción de Abigail, y su corazón se llenó de angustia. Paralizado por el terror, se sentó, y nunca más se recobró del impacto. HD99 42 3 Esta historia nos permite ver que hay circunstancias en las que es correcto que una mujer actúe rápidamente, con decisión e independencia, cuando sabe cuál es el camino del Señor. La esposa debe mantenerse al lado de su esposo como su igual, compartiendo las responsabilidades de la vida y dándole el debido respeto a quien la ha elegido como compañera de la vida. HD99 42 4 El Señor desea que la esposa le de el debido respeto a su esposo, siempre que esto esté de acuerdo a la voluntad de Dios. En el carácter de Abigail, la esposa de Nabal, tenemos una ilustración apta de lo que una mujer debe llegar a ser, siguiendo a Cristo; mientras que en la experiencia de su esposo hay una ilustración de lo que un hombre puede llegar a ser cuando cede su vida al control de Satanás.--Manuscript Release 21:213-215 (1891). Huida, la profetisa HD99 43 1 Desde su más temprana juventud y desde su posición de rey, Josías se había esforzado por exaltar los principios de la santa ley de Dios. Y mientras Safán el escriba estaba leyendo el libro de la ley, el rey comprendió que este libro, que era un tesoro de conocimiento, podía ser un poderoso aliado en la obra de reforma que el deseaba ver hecha en la tierra. Resolvió caminar a la luz de sus consejos, y hacer cuanto estuviera de su parte para que el pueblo conociera sus enseñanzas y, si fuera posible, cultivase la reverencia y el amor por la ley del cielo. HD99 43 2 Pero, ¿sería posible, acaso, producir la reforma tan necesaria? Israel casi había llegado al límite de la paciencia divina, y Dios pronto se levantaría para castigar a quienes habían traído deshonor a su nombre. La ira del Señor ya se estaba encendiendo contra su pueblo. Sobrecargado con pena y angustia, Josías rasgó sus vestiduras y se postró ante Dios en agonía de espíritu. Oró buscando el perdón de los pecados de una nación impenitente. HD99 43 3 En ese tiempo la profetisa Hulda vivía en Jerusalén, cerca del templo. Con su mente llena de ansiedad, el rey recurrió a ella para inquirir del Señor mediante su mensajera elegida. Quería saber si por algún medio suyo podría él salvar al pecador Judá que estaba en el umbral mismo de la ruina. HD99 43 4 La gravedad de la situación y el respeto que sentía por la profetisa, lo llevaron a elegir los principales hombres del reino para que fueran sus mensajeros. "Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito". 2 Reyes 22:13. HD99 44 1 Mediante Hulda, el Señor envió a Josías el mensaje de que la ruina sobre Jerusalén no sería evitada. Aun si el pueblo se humillaba ahora ante Dios, no podría escapar al castigo. Sus sentidos se habían amortecido por la continua práctica del mal, y si el juicio no sobrevenía sobre ellos, muy pronto retornarían a las mismas prácticas pecaminosas. "Decid al varón que os envió a mí:--declaró la profetisa--Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá; por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos, provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagará". Vers. 15-17. HD99 44 2 Sin embargo, debido a que el rey había humillado su corazón ante Dios, el Señor reconocería su prontitud en buscar perdón y misericordia. A él se le envió el mensaje: "Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar, y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová. Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar". Vers. 18-20.--The Review and Herald, 29 de julio de 1915. Ester HD99 44 3 Ester era una hermosa joven judía, prima de Mardoqueo, quien la crió en su hogar después que sus padres murieran, considerándola y amándola como a su propia hija. Dios usó a Ester para salvar al pueblo judío en la tierra de los persas. HD99 44 4 En tiempos antiguos, el Señor realizó maravillas mediante mujeres consagradas que unieron sus esfuerzos con aquellos hombres que habían sido llamados a ser los representantes de Dios. Hubo mujeres que ganaron grandes y decisivas victorias. Más de una vez en tiempos de crisis, fueron colocadas en posiciones importantes que les permitieron salvar muchas vidas. Mediante la reina Ester, el Señor efectuó una poderosa liberación de su pueblo. Cuando parecía que no había poder humano que pudiera salvarlos, Ester y las mujeres asociadas con ella oraron, ayunaron y actuaron prestamente, y lograron la salvación de su pueblo... HD99 45 1 Un estudio de la obra de las mujeres con relación a la causa de Dios en tiempos del Antiguo Testamento, nos enseñará lecciones que nos capacitarán para enfrentar las emergencias en nuestros días. Quizá no confrontemos una situación tan crítica ni seamos colocadas en un lugar tan prominente como le ocurrió al pueblo de Dios en los días de Ester. Sin embargo, muchas mujeres convertidas pueden realizar cosas importantes desde posiciones más humildes. Muchas lo han hecho y aún están listas para hacerlo.--Special Testimonies, Series B 15:1-2 (1911). HD99 45 2 La gran mayoría de los israelitas había preferido quedar en la tierra de su destierro, antes que arrostrar las penurias del regreso y del restablecimiento de sus ciudades y casas desoladas... HD99 45 3 Mediante el agagueo Amán, hombre sin escrúpulos que ejercía mucha autoridad en Medo-Persia, Satanás obró en ese tiempo para contrarrestar los propósitos de Dios. Amán albergaba acerba malicia contra Mardoqueo, judío que no le había hecho ningún daño, sino que se había negado simplemente a manifestarle reverencia al punto de adorarle... HD99 45 4 Engañado por las falsas declaraciones de Amán, Jerjes fue inducido a promulgar un decreto que ordenaba la matanza de todos los judíos, "pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias" del Imperio Medo-Persa... HD99 45 5 Pero las maquinaciones del enemigo fueron derrotadas por un Poder que reina sobre los hijos de los hombres. En la providencia de Dios, la joven judía Ester, quien temía al Altísimo, había sido hecha reina de los dominios medo-persas. Mardoqueo era pariente cercano de ella. En su necesidad extrema, decidió apelar a Jerjes en favor de su pueblo. Ester iba a presentarse a él como intercesora. Dijo Mardoqueo: "¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?" (4:14). HD99 46 1 La crisis que arrostró Ester exigía presta y fervorosa acción; pero tanto ella como Mardoqueo se daban cuenta de que a menos que Dios obrase poderosamente en su favor, de nada valdrían sus esfuerzos. De manera que Ester tomó tiempo para comulgar con Dios, fuente de su fuerza. Indicó a Mardoqueo: "Vé y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca" (4:16). HD99 46 2 Los acontecimientos que se produjeron en rápida sucesión: la aparición de Ester ante el rey, el señalado favor que le manifestó, los banquetes del rey y la reina con Amán como único huésped, el sueño perturbado del rey, los honores tributados en público a Mardoqueo y la humillación y caída de Amán al ser descubierta su perversa maquinación, son todas partes de una historia conocida. Dios obró admirablemente en favor de su pueblo penitente; y un contradecreto promulgado por el rey, para permitir a los judíos que pelearan por su vida, se comunicó rápidamente a todas partes del reino por correos montados, que "salieron a toda prisa por la orden del rey... Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor de los judíos había caído sobre ellos" (8:14, 17).--La Historia de Profetas y Reyes, 440-443. ------------------------Capítulo 3--Mujeres notables del Nuevo Testamento Elisabet, madre de Juan el Bautista HD99 47 1 "Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarén, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la hmultitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto... Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel". Vers. 5-17, 80. HD99 48 1 Un ángel del cielo vino para instruir a Zacarías y Elisabet acerca de cómo educar y entrenar a su hijo, a fin de trabajar en armonía con Dios para preparar un mensajero que anunciase la venida de Cristo. Como padres, debían cooperar fielmente con Dios para desarrollar tal carácter en Juan, que lo capacitara para ser un obrero competente en la parte que Dios le había asignado. Juan era el hijo de la vejez, el niño del milagro, y los padres podrían haber razonado que el Señor tenía una obra especial para él, y que Dios mismo se encargaría de prepararlo. Pero los padres no razonaron de esa manera. Se trasladaron a un lugar en la campiña donde su hijo no estuviera expuesto a las tentaciones de la vida en la ciudad, ni fuera inducido a separarse del consejo y la instrucción que sus padres le darían. Hicieron su parte en desarrollar en el niño un carácter que pudiese cumplir con el propósito que Dios le había asignado. No descuidaron aspecto alguno que pudiera evitar que su hijo llegara a ser bueno y sabio, "Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz". Vers. 79. Ellos cumplieron con su sagrada responsabilidad.--The Signs of the Times, 16 de abril de 1896. María, madre de Jesús HD99 49 1 Cuando la Majestad del cielo llegó en la forma de una criatura y le fue confiada a María, ésta no tenía mucho que ofrecer por ese precioso don. No podía presentar raros tesoros, como los sabios de oriente que vinieron a Belén. Sólo trajo un par de tórtolas, la ofrenda indicada para los pobres; pero el Señor la consideró un sacrificio aceptable. La madre de Jesús no fue rechazada debido a la pequeñez de su ofrenda, porque el Señor mira la voluntad del corazón. Su amor la transformó en una dulce ofrenda. De la misma manera, Dios aceptará nuestra ofrenda aunque sea pequeña, si es todo lo que con amor podemos ofrecerle.--The Review and Herald, 9 de diciembre de 1890. HD99 49 2 El sacerdote cumplió la ceremonia oficial. Tomó al niño en sus brazos, y le sostuvo delante del altar. Después de devolverlo a su madre, inscribió el nombre "Jesús" en el rollo de los primogénitos. No sospechó, al tener al niñito en sus brazos, que se trataba de la Majestad del Cielo, el Rey de Gloria. No pensó que ese niño era Aquel de quien Moisés escribiera: "El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable". Hechos 3:22. No pensó que ese niño era Aquel cuya gloria Moisés había pedido ver. Pero el que estaba en los brazos del sacerdote era mayor que Moisés; y cuando dicho sacerdote registró el nombre del niño, registró el nombre del que era el fundamento de toda la economía judaica... HD99 49 3 María esperaba el reinado del Mesías en el trono de David, pero no veía el bautismo de sufrimiento por cuyo medio debía ganarlo. Simeón reveló el hecho de que el Mesías no iba a encontrar una senda expedita por el mundo. En las palabras dirigidas a María: "Una espada traspasará tu misma alma" (Lucas 2:35), Dios, en su misericordia, dio a conocer a la madre de Jesús la angustia que por él ya había empezado a sufrir.--El Deseado de Todas las Gentes, 36-39 (1898). HD99 49 4 El niño Jesús no recibió instrucción en las escuelas de las sinagogas. Su madre fue su primera maestra humana. De labios de ella y de los rollos de los profetas, aprendió las cosas celestiales. Las mismas palabras que él había hablado a Israel por medio de Moisés, le fueron enseñadas sobre las rodillas de su madre. Y al pasar de la niñez a la adolescencia, no frecuentó las escuelas de los rabinos. No necesitaba la instrucción que podía obtenerse de tales fuentes, porque Dios era su instructor... HD99 50 1 Entre los judíos, el año duodécimo era la línea de demarcación entre la niñez y la adolescencia. Al cumplir ese año, el niño hebreo era llamado hijo de la ley y también hijo de Dios. Se le daban oportunidades especiales para instruirse en la religión, y se esperaba que participase en sus fiestas y ritos sagrados. De acuerdo con esta costumbre, Jesús hizo en su niñez una visita de Pascua a Jerusalén. Como todos los israelitas devotos, José y María subían cada año para asistir a la Pascua; y cuando Jesús tuvo la edad requerida, le llevaron consigo... HD99 50 2 Por primera vez, el niño Jesús miraba el templo. Veía a los sacerdotes de albos vestidos cumplir su solemne ministerio. Contemplaba la sangrante víctima sobre el altar del sacrificio. Juntamente con los adoradores, se inclinaba en oración mientras que la nube de incienso ascendía delante de Dios. Presenciaba los impresionantes ritos del servicio pascual. Día tras día, veía más claramente su significado. Todo acto parecía ligado con su propia vida. Se despertaban nuevos impulsos en él. Silencioso y absorto, parecía estar estudiando un gran problema. El misterio de su misión se estaba revelando al Salvador. HD99 50 3 Arrobado en la contemplación de estas escenas, no permaneció al lado de sus padres. Buscó la soledad. Cuando terminaron los servicios pascuales, se demoró en los atrios del templo; y cuando los adoradores salieron de Jerusalén, él fue dejado atrás. HD99 50 4 En esta visita a Jerusalén, los padres de Jesús desearon ponerle en relación con los grandes maestros de Israel... una dependencia del templo servía de local para una escuela sagrada, semejante a las escuelas de los profetas. Allí rabinos eminentes se reunían con sus alumnos, y allí se dirigió el niño Jesús. Sentándose a los pies de aquellos hombres graves y sabios, escuchaba sus enseñanzas.--El Deseado de Todas las Gentes, 50-58 (1898). HD99 51 1 Aquellos hombres sabios se sorprendieron de las preguntas que el niño Jesús les hacía. Querían animarlo en el estudio de la Biblia y a la vez querían saber cuánto conocía de las profecías; por eso le hicieron tantas preguntas. Y tanto ellos como sus padres se sorprendieron de sus respuestas. Durante una pausa, María, la madre de Jesús, se acercó a su hijo y le preguntó: "Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia". Entonces, una divina luz se reflejó en el rostro de Jesús, y levantando su mano, dijo: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló". Lucas 2:48-50. Aunque no entendieron el significado de sus palabras, sabían que era un buen hijo y que estaría sujeto a sus mandatos. Aunque era el Hijo de Dios, "volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos". Y aunque su madre no entendía lo que él había dicho, sin embargo, "guardaba todas estas cosas en su corazón".--The Youth's Instructor, 28 de noviembre de 1895. HD99 51 2 Jesús esperaba dirigir la atención de José y María a las profecías referentes a un Salvador que habría de sufrir, mientras volviese solo con ellos de Jerusalén. En el Calvario, trató de aliviar la pena de su madre. En estos momentos también pensaba en ella. María había de presenciar su última agonía, y Jesús deseaba que ella comprendiese su misión, a fin de que fuese fortalecida para soportar la prueba cuando la espada atravesara su alma. Así corno Jesús había estado separado de ella y ella le había buscado con pesar tres días, cuando fuese ofrecido por los pecados del mundo, lo volvería a perder tres días. Y cuando saliese de la tumba, su pesar se volvería a tornar en gozo. ¡Pero cuánto mejor habría soportado la angustia de su muerte si hubiese comprendido las Escrituras hacia las cuales trataba ahora de dirigir sus pensamientos!--El Deseado de Todas las Gentes, 62 (1898). HD99 51 3 Por doce años de su vida había caminado por las calles de Nazaret y había trabajado con José en su negocio cumpliendo con sus deberes de hijo. Hasta entonces no había dado muestras de su carácter peculiar, ni había manifestado su misión en la tierra como Hijo de Dios. Fue en esta ocasión cuando les hizo saber a sus padres que tenía una misión más sagrada y elevada de lo que ellos habían pensado. Había de hacer una obra encomendada por el mismo Padre celestial. María sabía que Jesús había reclamado una relación filial con el Eterno y no con José. Quedó perpleja; no podía comprender plenamente su declaración acerca de su misión, y se preguntaba si alguien le habría dicho a Jesús que José no era su verdadero padre, sino que Dios lo era. María guardaba todas estas cosas en su corazón.--The Youth's Instructor, 13 de julio de 1893. HD99 52 1 María creía en su corazón que el santo niño nacido de ella era el Mesías prometido desde hacía tanto tiempo; y, sin embargo, no se atrevía a expresar su fe. Durante toda su vida terrenal compartió sus sufrimientos. Presenció con pesar las pruebas a él impuestas en su niñez y juventud. Por justificar lo que ella sabía ser correcto en su conducta, ella misma se veía en situaciones penosas. Consideraba que las relaciones del hogar y el tierno cuidado de la madre sobre sus hijos, eran de vital importancia en la formación del carácter. Los hijos y las hijas de José sabían esto, y apelando a su ansiedad, trataban de corregir las prácticas de Jesús de acuerdo con su propia norma.--El Deseado de Todas las Gentes, 69 (1898). HD99 52 2 La vida de Cristo estaba señalada por el respeto, el amor y la devoción hacia su madre. Ella a menudo lo reconvenía, pidiéndole que concediera algunos de los deseos de sus hermanos. Estos no podían persuadirle a cambiar sus hábitos de vida que incluían la contemplación de las obras de Dios, la manifestación de simpatía y compasión hacia el pobre, el sufriente y el desafortunado, y el deseo de aliviar el sufrimiento tanto de los hombres como de los animales. Cuando los sacerdotes y gobernantes querían persuadir a María que obligara a su hijo a cumplir con las ceremonias y tradiciones, ella se sentía muy afligida. Pero cuando su hijo presentaba claras declaraciones de la Escritura que apoyaban sus prácticas, la paz y la confianza volvían a su atribulado corazón.--The Signs of the Times, 6 de agosto de 1896. HD99 52 3 Desde el día en que oyera el anunció del ángel en su hogar de Nazaret, María había atesorado toda evidencia de que Jesús era el Mesías. Su vida de mansedumbre y abnegación le aseguraba que él no podía ser otro que el enviado de Dios. Sin embargo, también a ella le asaltaban dudas y desilusiones, y anhelaba el momento de la revelación de su gloria. La muerte la había separado de José, quien había compartido con ella el conocimiento del misterio del nacimiento de Jesús. Ahora no había nadie a quien pudiese confiar sus esperanzas y temores. Los últimos dos meses habían sido de mucha tristeza. Ella había estado separada de Jesús, en cuya simpatía hallaba consuelo; reflexionaba en las palabras de Simeón: "Una espada traspasará tu misma alma" (Lucas 2:35); recordaba los tres días de agonía durante los cuales pensaba que había perdido para siempre a Jesús, y con ansioso corazón anhelaba su regreso.--El Deseado de Todas las Gentes, 118-119 (1898). HD99 53 1 Esta madre viuda se había afligido por los sufrimientos que Jesús había soportado durante su soledad. El hecho de saber que era el Mesías le había producido gozo, tanto como profunda tristeza. Y aunque al encontrarlo en la fiesta de bodas le parecía ver al mismo hijo tierno y servicial, sin embargo no era el mismo, porque su rostro había cambiado; ella ve los rastros de su fiero conflicto en el desierto de la tentación, y una nueva expresión de santa y gentil dignidad daba evidencia de su elevada misión. Le acompañaba un grupo de jóvenes, cuyos ojos le seguían con reverencia, y quienes le llamaban Maestro. Estos compañeros relataron a María las maravillas que habían presenciado, no sólo en su bautismo, sino en numerosas ocasiones, y concluyeron diciendo: "Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como en los profetas". Juan 1:45.--The Spirit of Prophecy 2:100 (1877). HD99 53 2 María había oído hablar de la manifestación hecha a orillas del Jordán, en ocasión de su bautismo. Las noticias habían sido llevadas a Nazaret, y le habían hecho recordar las escenas que durante tantos años había guardado en su corazón. En común con todo Israel, María quedó profundamente conmovida por la misión de Juan el Bautista. Bien recordaba ella la profecía hecha en ocasión de su nacimiento. Ahora la relación que había tenido con Jesús volvía a encender sus esperanzas. Pero también le habían llegado noticias de la partida misteriosa de Jesús al desierto, y le habían oprimido presentimientos angustiosos... HD99 54 1 Al reunirse los convidados, muchos parecían preocupados por un asunto de interés absorbente. Una agitación reprimida parecía dominar a la compañía. Pequeños grupos conversaban en voz baja, pero con animación, y miradas de admiración se dirigían hacia el Hijo de María. Al oír María el testimonio de los discípulos acerca de Jesús, la alegró la seguridad de que las esperanzas que alimentara durante tanto tiempo no eran vanas. Sin embargo, ella habría sido más que humana si no se hubiese mezclado con su santo gozo un vestigio del orgullo natural de una madre amante. Al ver como las miradas se dirigían a Jesús, ella anheló verle probar a todos que era realmente el honrado de Dios. Esperaba que hubiese oportunidad de realizar un milagro delante de todos... HD99 54 2 Pero aunque María no tenía una concepción correcta de la misión de Cristo, confiaba implícitamente en él. Y Jesús respondió a esta fe. El primer milagro fue realizado para honrar la confianza de María y fortalecer la fe de los discípulos. Estos iban a encontrar muchas y grandes tentaciones a dudar. Para ellos las profecías habían indicado, fuera de toda controversia, que Jesús era el Mesías. Esperaban que los dirigentes religiosos le recibiesen con una confianza aun mayor que la suya. Declaraban entre la gente las obras maravillosas de Cristo y su propia confianza en la misión de él, pero se quedaron asombrados y amargamente chasqueados por la incredulidad, los arraigados prejuicios y la enemistad que manifestaron hacia Jesús los sacerdotes y rabinos. Los primeros milagros del Salvador fortalecieron a los discípulos para que se mantuviesen firmes frente a esta oposición... HD99 54 3 En aquellos tiempos era costumbre que las festividades matrimoniales durasen varios días. En esta ocasión, antes que terminara la fiesta, se descubrió que se había agotado la provisión de vino. Este descubrimiento ocasionó mucha perplejidad y pesar. Era algo inusitado que faltase el vino en las fiestas, pues esta carencia se habría interpretado como falta de hospitalidad. Como pariente de las partes interesadas, María había ayudado en los arreglos hechos para la fiesta, y ahora se dirigió a Jesús diciendo: "No tienen vino". Estas palabras eran una sugestión de que él podría suplir su necesidad. Pero Jesús contestó: "¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora". Juan 2:3-4... HD99 55 1 En ninguna manera desconcertada por las palabras de Jesús, María dijo a los que servían a la mesa: "Haced todo lo que os dijere". Así hizo lo que pudo para preparar el terreno para la obra de Cristo.--El Deseado de Todas las Gentes, 119-121 (1898). HD99 55 2 "Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos, y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días. Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén". Juan 2:12-13. HD99 55 3 "Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan". Marcos 3:31-32. HD99 55 4 No es claro en la Biblia ni en el Espíritu de Profecía si María se vio nuevamente con Jesús antes de su crucifixión, y si así hubiera sido, cuán a menudo se encontraron. HD99 55 5 "Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí". Lucas 23:33. HD99 55 6 ... Una vasta multitud siguió a Jesús desde el pretorio hasta el Calvario. Las nuevas de su condena se habían difundido por todo Jerusalén... Al llegar al lugar de la ejecución, los presos fueron atados a los instrumentos de tortura... La madre de Jesús, sostenida por el amado discípulo Juan, había seguido las pisadas de su Hijo hasta el Calvario. Le había visto desmayar bajo la carga de la cruz, y había anhelado sostener con su mano la cabeza herida y bañar la frente que una vez se reclinara en su seno. Pero se le había negado este triste privilegio... su corazón volvió a desfallecer al recordar las palabras con que Jesús había predicho las mismas escenas que estaban ocurriendo... ¿Debería ella renunciar a su fe de que Jesús era el Mesías? ¿Tendría ella que presenciar su oprobio y pesar sin tener siquiera el privilegio de servirle en su angustia? Vio sus manos extendidas sobre la cruz; se trajeron el martillo y los clavos, y mientras éstos se hundían a través de la tierna carne, los afligidos discípulos apartaron de la cruel escena el cuerpo desfalleciente de la madre de Jesús.--El Deseado de Todas las Gentes, 690-692 (1898). HD99 56 1 Los ojos de Jesús recorrieron la multitud que se había reunido para presenciar su muerte. Allí, al pie de la cruz, estaba Juan sosteniendo a María, su madre. Había venido a esa terrible escena, porque no podía continuar alejada de su Hijo. Y la última lección que Jesús enseñó, estuvo relacionada al amor filial. Mirando primeramente el rostro angustiado de su madre y después el de Juan, le dijo a la primera: "Mujer, he ahí tu hijo"; y al discípulo: "He ahí tu madre". Juan 19:26-27. Juan entendió perfectamente las palabras de Jesús y la misión sagrada que éste le había confiado. Inmediatamente retiró a la madre de Cristo de la angustiosa escena del Calvario. Y desde aquella hora cuidó de ella llevándola a su propio hogar y prodigándole los cuidados de un hijo amante. ¡Qué misericordioso Salvador! En medio de su sufrimiento físico y su angustia mental, tuvo un pensamiento tierno y cuidadoso hacia la madre que lo había traído al mundo. No tenía dinero que ofrecerle para asegurar su futuro, pero la confió al cuidado de su amado discípulo, quien la aceptó como un sagrado legado. Este pedido resultaría en gran bendición para Juan, ya que le recordaría constantemente a su amado Maestro.--The Spirit of Prophecy 3:160-161 (1878). María y Marta HD99 56 2 Frecuentemente Jesús visitaba el hogar de María, Marta y su hermano Lázaro. Marta se preocupaba de los cuidados de la casa, mientras María buscaba primeramente escuchar a Jesús. HD99 56 3 A menudo Jesús buscaba el descanso que su naturaleza humana requería, en la casa de Lázaro en Betania. En su primera visita, él y sus discípulos habían llegado después de una cansadora jornada a pie de Jericó a Jerusalén. Se habían detenido como huéspedes en la tranquila residencia de Lázaro, y sus hermanas Marta y María los habían atendido. HD99 56 4 Aunque estaba fatigado, Jesús continuó con la instrucción que había estado dando a sus discípulos en el camino, acerca de las calificaciones necesarias para el reino de los cielos. La paz de Cristo descansó sobre el hogar de estos hermanos. Marta estaba ansiosa por brindar toda la comodidad a sus huéspedes, mientras María, arrobada por las palabras que Jesús dirigía a sus discípulos, consideró que era una oportunidad dorada la que tenía de conocer mejor la doctrina de Cristo. Entrando silenciosamente a la habitación en la que Cristo estaba, se sentó silenciosamente a sus pies y absorbía con fervor cada palabra que salía de sus labios.--The Spirit of Prophecy 2:358 (1877). HD99 57 1 Mientras Cristo daba sus lecciones maravillosas, María se sentaba a sus pies, escuchándole con reverencia y devoción. En una ocasión, Marta, perpleja por el afán de preparar la comida, apeló a Cristo diciendo: "Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude". Lucas 10:40. Esto sucedió en ocasión de la primera visita de Cristo a Betania. El Salvador y sus discípulos acababan de hacer un viaje penoso a pie desde Jericó. Marta anhelaba proveer su comodidad, y en su ansiedad se olvidó de la cortesía debida a su huésped. Jesús le contestó con palabras llenas de mansedumbre y paciencia: "Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada". Vers. 41-42. María atesoraba en su mente las preciosas palabras que caían de los labios del Salvador, palabras que eran más preciosas para ella que las joyas más costosas de la tierra. HD99 57 2 La "una cosa" que Marta necesitaba era un espíritu de calma y devoción, una ansiedad más profunda por el conocimiento referente a la vida futura e inmortal, y las gracias necesarias para el progreso espiritual. Necesitaba menos preocupación por las cosas pasajeras y más por las cosas que perduran para siempre. Jesús quiere enseñar a sus hijos a aprovechar toda oportunidad de obtener el conocimiento que los hará sabios para la salvación. La causa de Cristo necesita personas que trabajen con cuidado y energía. Hay un amplio campo para las Martas con su celo por la obra religiosa activa. Pero deben sentarse primero con María a los pies de Jesús. Sean la diligencia, la presteza y la energía santificadas por la gracia de Cristo; y entonces la vida será un irresistible poder para el bien.--El Deseado de Todas las Gentes, 483 (1898). HD99 58 1 Como María, necesitamos sentarnos a los pies de Jesús para aprender de él, habiendo elegido esa mejor parte que nunca se nos quitará. Como Marta, necesitamos trabajar cada vez más en la obra del Señor. Las realizaciones cristianas superiores pueden lograrse únicamente pasando mucho tiempo sobre nuestras rodillas en sincera oración... Una sola fibra de la raíz de egoísmo que permanezca en el alma brotará cuando menos se espere y la contaminará.--A Fin de Conocerle, 353 (1894). HD99 58 2 En el registro inspirado se nos dice que "amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro". Juan 11:5. Sin embargo, después de haber recibido el mensaje [que Lázaro estaba enfermo], "se quedó dos días más en el lugar donde estaba". Vers. 6. Guiado por la sabiduría divina, no fue inmediatamente al encuentro de sus amados amigos. El mensaje que había recibido no requería una respuesta inmediata. María y Marta no habían dicho: "Señor, ven inmediatamente y sana a nuestro hermano". Tenían confianza en que Jesús haría lo que fuese mejor para ellos. Después de un tiempo Jesús les dijo a sus discípulos: "Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle". Vers. 11.--Manuscript Release 21:111 (1892). HD99 58 3 Cuando Jesús llegó a Betania, varias personas le informaron que Lázaro había muerto y que hacía cuatro días que había sido sepultado. Marta se adelantó a recibirlo y le confirmó la muerte de su hermano, diciendo: "Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto". Pero, a pesar de su desazón y tristeza, no había perdido su confianza en Jesús; por eso agregó: "Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará". Jesús animó su fe al declararle: "Tu hermano resucitará". Vers. 21-23... HD99 58 4 Cuando Jesús le preguntó a Marta: "¿Crees esto?", ella le respondió con una confesión de fe: "Yo he creído que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo". Con esto Marta declaró su fe en Jesús como el Mesías, y reafirmó su creencia de que él podía realizar todo aquello que se propusiera. Jesús le solicitó que llamase a María y a los amigos que habían llegado para consolar a estas afligidas mujeres. María llegó y se prostró a sus pies, diciéndole también: "Señor, si hubieses estado aquí, no habria muerto mi hermano". Al ver toda esta angustia, Jesús "se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve". Vers. 26-34. Entonces, todos juntos se dirigieron a la tumba de Lázaro, que era una cueva con una piedra puesta encima.--The Spirit of Prophecy 2:362-363 (1877). HD99 59 1 En todo lo que hacía, Cristo cooperaba con su Padre. Siempre se esmeraba por hacer evidente que no realizaba su obra independientemente; era por la fe y la oración cómo hacía sus milagros. Cristo deseaba que todos conociesen su relación con su Padre. "Padre--dijo--, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado". Vers. 41-42. En esta ocasión, los discípulos y la gente iban a recibir la evidencia más convincente de la relación que existía entre Cristo y Dios. Se les había de demostrar que el aserto de Cristo no era una mentira. HD99 59 2 "Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!". Su voz, clara y penetrante, entra en los oídos del muerto. La divinidad fulgura a través de la humanidad. En su rostro, iluminado por la gloria de Dios, la gente ve la seguridad de su poder. Cada ojo está fijo en la entrada de la cueva. Cada oído está atento al menor sonido. Con interés intenso y doloroso, aguardan todos la prueba de la divinidad de Cristo, la evidencia que ha de comprobar su aserto de que es Hijo de Dios, o extinguir esa esperanza para siempre. Hay agitación en la tumba silenciosa, y el que estaba muerto se pone de pie a la puerta del sepulcro. Sus movimientos son trabados por el sudario en que fuera puesto, y Cristo dice a los espectadores asombrados: "Desatadle, y dejadle ir". Vuelve a serles demostrado que el obrero humano ha de cooperar con Dios. La humanidad ha de trabajar por la humanidad. Lázaro queda libre, y está de pie ante la congregación, no demacrado por la enfermedad, ni con miembros débiles y temblorosos, sino como un hombre en la flor de la vida, provisto de una noble virilidad. Sus ojos brillan de inteligencia y de amor por su Salvador. Se arroja a los pies de Jesús para adorarle.--El Deseado de Todas las Gentes, 493-494 (1898). HD99 60 1 Muchos creyeron en Jesús por la resurrección de Lázaro. Había sido el plan de Dios que Lázaro muriera y fuese sepultado antes de que llegara Jesús. La resurrección de Lázaro fue el milagro capital de Cristo y debido a ello muchos glorificaron a Dios.--Manuscript Release 21:111 (1892). HD99 60 2 Simón había sido sanado de su lepra, y era esto lo que le había atraído a Jesús. Deseaba manifestar su gratitud, y en ocasión de la última visita de Cristo a Betania ofreció un festín al Salvador y sus discípulos... A un lado del Salvador, estaba sentado a la mesa Simón... y al otro lado Lázaro... Marta servía, pero María escuchaba fervientemente cada palabra que salía de los labios de Jesús. En su misericordia, Jesús había perdonado sus pecados, había llamado de la tumba a su amado hermano, y el corazón de María estaba lleno de gratitud. Ella había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de alabastro de "nardo puro, de mucho precio" para ungir su cuerpo. Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar al Señor. Quebrando el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera... HD99 60 3 Judas consideró este acto con gran disgusto... Dirigiéndose a los discípulos, preguntó: "¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?.. El murmullo circuyó la mesa: "¿Para qué este desperdicio?"... María oyó las palabras de crítica...Estaba por ausentarse sin ser elogiada o excusada, cuando oyó la voz del Señor: "¿Por qué molestáis a esta mujer?"... Elevando su voz por encima del murmullo de censuras, dijo: "ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no me tendréis. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura". Mateo 26:8-12.--El Deseado de Todas las Gentes, 512-514 (1898). La mujer samaritana HD99 61 1 Los judíos y los samaritanos se despreciaban; nunca uno de ellos pediría un favor al otro, aun en gran necesidad. Y nunca un hombre se dirigiría a una mujer, si ésta no hubiera hablado primero. Estaba fuera de las costumbres que Jesús le pidiera a la samaritana agua para beber. El diálogo que siguió, cambió la vida de ésta. HD99 61 2 ¡Cuán agradecidos debiéramos estar de que Cristo tomó la naturaleza humana sobre sí mismo! Y aunque lo hizo, continuó siendo divino. Todos los atributos del Padre estaban en Cristo. Su divinidad estaba vestida de humanidad. Era el Creador del cielo y la tierra. Y sin embargo, mientras vivió sobre la tierra se cansaba, como les sucede a los hombres, y buscaba descanso de las continuas presiones de su labor. El que había hecho el océano y tenía control sobre las profundidades de las aguas; el que había abierto los manantiales y las vertientes de la tierra, tenía la necesidad de descansar junto al pozo de Jacob, y pedir agua para beber a una desconocida mujer samaritana. HD99 61 3 Cuando ella cuestionó el hecho de que cómo siendo judío le estaba pidiendo agua a ella, que era samaritana, la respuesta de Cristo reveló a la mujer su naturaleza divina: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: dame de beber; tú le pedirías y él te daría agua viva". Y cuando la mujer se mostró sorprendida por la declaración, Jesús agregó: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". Vers. 10-14.--The Review and Herald, 19 de mayo de 1896. HD99 61 4 La mujer lo miró sorprendida. Había tenido éxito en despertar su interés e inspirarle respeto. Ella percibió que Cristo no estaba aludiendo al agua del pozo de Jacob, puesto que ella había bebido de la misma, y había experimentado nuevamente sed. Con una fe notable, la mujer le pidió que le diera del agua de la que él hablaba a fin de no tener más sed, ni necesitar venir a sacar agua del pozo... HD99 62 1 Jesús cambió ahora abruptamente el tema de conversación; le pidió que llamara a su esposo. La mujer respondió con franqueza, diciendo que no tenía esposo. Este era el punto que Cristo deseaba alcanzar para demostrar a la mujer que tenía el poder para leer la historia de su vida aunque no la hubiera conocido. Se dirigió a ella, diciéndole: "Bien has dicho: no tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; con esto has dicho verdad". Vers. 17-18. HD99 62 2 Jesús tenía en vista un doble propósito; deseaba despertar su conciencia en cuanto a su pecaminosa manera de vivir, y deseaba probarle que ojos más que humanos habían leído los secretos de su vida. Y la mujer, aunque no comprendía totalmente lo pecaminoso de su manera de vivir, sí se asombró del conocimiento que este extraño poseía. Con profunda reverencia le dijo: "Señor, me parece que tú eres profeta". Vers. 19... HD99 62 3 Las palabras de verdad que salieron de los labios del divino Maestro agitaron el corazón de su interlocutora. Nunca había escuchado tales cosas ni de los sacerdotes, ni de los judíos, ni aun de su propio pueblo. Las impresionantes enseñanzas de este desconocido llevaron su mente hacia las profecías que señalaban al Cristo prometido; porque los samaritanos, así como los judíos, esperaban su venida. "Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo--dijo ella--; cuando él venga nos declarará todas las cosas". Y Jesús le respondió: "Yo soy, el que habla contigo". Vers. 25-26. HD99 62 4 ¡Bendita mujer de Samaria! Durante el diálogo se había sentido como en la presencia divina, y ahora alegremente reconocía a su Señor. No le pidió, como los judíos, que hiciera un milagro que probara su carácter divino. Aceptó sus palabras con perfecta confianza, y no cuestionó la santa influencia que de él emanaba.--The Spirit of Prophecy 2:141-145 (1877). HD99 63 1 Ella se fue publicando las buenas nuevas: "Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?" Vers. 29. Por el testimonio de esta mujer muchos fueron llevados a creer en Cristo. Fue su informe el que atrajo a muchos a escuchar por sí mismos y creer en las palabras de Cristo.--Testimonies for the Church 3:217 (1885). HD99 63 2 [La mujer samaritana] dio pruebas de ser una misionera más eficaz que los propios discípulos. Ellos no vieron en Samaria indicios de que fuera un campo alentador. Fijaban sus pensamientos en una gran obra futura, y no vieron que en derredor de sí había una mies que segar. Pero por medio de la mujer a quien ellos despreciaron, toda una ciudad llegó a oír de Jesús. Ella llevó enseguida la luz a sus compatriotas. Esta mujer representa la obra de una fe práctica en Cristo.--El Ministerio de Curación, 69-70 (1905). La mujer que tocó el manto de Jesús HD99 63 3 Esta mujer había estado enferma por muchos años. Los médicos no habían podido ayudarla; pero ella creía que si pudiese tocar a Cristo, sería sanada. HD99 63 4 Abrid la puerta de vuestro corazón y Cristo, el huésped celestial, entrará... Podéis tener una fe nominal como la de la gente que apretujaba a Cristo en las calles de Judea; pero esa fe no la conectaba con él. Necesitáis una fe similar a la de la pobre mujer que había estado enferma por muchos años. Había buscado la ayuda de los médicos, pero empeoraba más y más. Cuando escuchó acerca de Cristo se despertó su fe en él. Creía que si tan sólo pudiese tocar el borde de su manto sería sanada. Y Cristo comprendió el anhelo de su corazón. El comprende el deseo de cada corazón que se acerca a él, y está listo a responder. Esta pobre mujer necesitada de ayuda, buscó la oportunidad de llegar hasta la presencia de Jesús. Aunque una multitud lo rodeaba, ella insistió hasta que pudo tocar su manto; y al momento fue sanada. Y Cristo también sintió que el poder de sanamiento había emanado de él. El sentido de necesidad y la fe de ella habían permitido que fuese sanada. Así ocurrirá con cada uno que, sintiendo su necesidad, acude a Cristo y con fe se aferra a él. HD99 64 1 Cristo preguntó quién lo había tocado, y sus discípulos se mostraron sorprendidos de que hiciera tal pregunta siendo que estaba rodeado por una multitud. "La multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?" Lucas 8:45. Pero Jesús se refería a un toque de fe, no a uno casual de alguien en la multitud. Un alma anhelante estaba buscando un tipo de ayuda que sólo él podía dar. Y después de decir: "yo he conocido que ha salido poder de mí", Jesús comenzó a mirar alrededor para ver quién lo había hecho. Y cuando la mujer comprendió que su acto de fe no podía quedar oculto, reconoció publicamente la transformación que se había operado en ella. Contó la historia de su sufrimiento y de su condición desesperada, y de su acto de fe al tocar su manto. Entonces Cristo le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz". Vers. 48.--The Signs of the Times, 10 de junio de 1889. La suegra de Pedro HD99 64 2 Mientras que la congregación que se hallaba en la sinagoga permanecía muda de asombro, Jesús se retiró a la casa de Pedro para descansar un poco. Pero allí también había caído una sombra. La suegra de Pedro estaba enferma con "una gran fiebre". Jesús reprendió la dolencia, y la enferma se levantó y atendió las necesidades del Maestro y sus discípulos.--El Deseado de Todas las Gentes, 224 (1898). La mujer cananea HD99 64 3 "Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio". Vers. 22. Los habitantes de esta región pertenecían a la antigua raza cananea. Eran idólatras, despreciados y odiados por los judíos. A esta clase pertenecía la mujer que ahora había venido a Jesús. Era pagana, y por lo tanto estaba excluida de las ventajas que los judíos disfrutaban diariamente. Había muchos judíos que vivían entre los fenicios, y las noticias de la obra de Cristo habían penetrado hasta esa región. Algunos de los habitantes habían escuchado sus palabras, y habían presenciado sus obras maravillosas. Esta mujer había oído hablar del profeta, quien, según se decía, sanaba toda clase de enfermedades. Al oír hablar de su poder, la esperanza había nacido en su corazón. Inspirada por su amor maternal, resovió presentarle el caso de su hija. Había resuelto llevar su aflicción a Jesús. El debía sanar a su hija. Ella había buscado ayuda en los dioses paganos, mas no la había obtenido. Y a veces se sentía tentada a pensar: ¡Qué puede hacer por mí este maestro judío? Pero había llegado esta nueva: Sana toda clase de enfermedades, sean pobres o ricos los que a él acuden por auxilio. Y decidió no perder su única esperanza. HD99 65 1 Cristo conocía la situación de esta mujer. El sabía que ella anhelaba verle, y se colocó en su camino. Ayudándola en su aflicción, el podía dar una representación viva de la lección que quería enseñar...El pueblo al cual había sido dada toda oportunidad de comprender la verdad no conocía las necesidades de aquellos que le rodeaban. No hacía ningún esfuerzo para ayudar a las almas que estaban en tinieblas. El muro de separación que el orgullo judío había erigido impedía hasta a los discípulos sentir simpatía por el mundo pagano. Pero las barreras debían ser derribadas. HD99 65 2 Cristo no respondió inmediatamente a la petición de la mujer... Pero aunque Jesús no respondió, la mujer no perdió su fe. Mientras él obraba como si no la hubiese oído, ella le siguió y continuó suplicándole...La mujer presentaba su caso con instancia y creciente fervor, postrándose a los pies de Cristo y clamando: "¡Señor, socórreme!"... HD99 65 3 El Salvador está satisfecho. Ha probado su fe en él. Por su trato con ella, ha demostrado que aquella que Israel había considerado como paria, no es ya extranjera sino hija en la familia de Dios. Y como hija, es su privilegio participar de los dones del Padre. Cristo le concede ahora lo que le pedía, y concluye la lección para los discípulos. Volviéndose hacia ella con una mirada de compasión y amor, dice: "Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres". Vers. 28. Desde aquella hora su hija quedó sana. El demonio no la atormentó más. La mujer se fue, reconociendo a su Salvador y feliz por haber obtenido lo que pidiera.--El Deseado de Todas las Gentes, 365-368 (1898). La madre de Santiago y Juan HD99 66 1 En cierta ocasión, Santiago y Juan presentaron por medio de su madre la petición de que se les permitiera ocupar las más altas posiciones de honor en el reino de Cristo. El Salvador contestó: "No sabéis lo que pedís". Vers. 22. ¡Cuán poco entendemos muchos de nosotros la verdadera importancia de nuestras oraciones! Jesús conocía el sacrificio infinito que costaría adquirir esa gloria, cuando, "por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio". Hebreos 12:2. Ese gozo consistía en ver almas salvadas por su humillación, su agonía, y el derramamiento de su sangre.--La edificación del carácter, 54-55 (1883). HD99 66 2 Cristo no reprochó a Santiago y Juan ni a su madre por pedir que estuviesen sentados a la izquierda y a la derecha en su reino. Pero al presentar los principios basados en el amor que deberían regir la relación de unos con otros, les mostró a los indignados discípulos, que en su vida cotidiana debían tomarle a él como ejemplo, y seguir en sus pasos. HD99 66 3 El apóstol también nos presenta este asunto en su debida luz, diciendo: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria: antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre". Filipenses 2:3-9.--The Signs of the Times, 16 de julio de 1896. La viuda de Naín HD99 67 1 Jesús conoce la preocupación del corazón de cada madre. El que tuvo una madre que luchó con la pobreza y la privación, simpatiza con cada madre en sus trabajos. El que hizo un largo viaje para aliviar el ansioso corazón de una mujer cananea, hará otro tanto por las madres de hoy. El que devolvió a la viuda de Naín su único hijo, y en su agonía sobre la cruz se acordó de su propia madre, se conmueve hoy por la tristeza de una madre. En todo pesar y en toda necesidad, dará consuelo y ayuda.--El Deseado de Todas las Gentes, 473 (1898). HD99 67 2 Hasta resucitaba los muertos el Salvador. Uno de ellos fue el hijo de la viuda de Naín. Ya lo llevaban al sepulcro cuando encontraron a Jesús. Tomó al joven por la mano, lo levantó, y lo entregó vivo a su madre. Cada acompañante regresó a su casa con exclamaciones de regocijo y alabanzas a Dios.--Cristo Nuestro Salvador, 69 (1896). Las mujeres al pie de la cruz HD99 67 3 Cuando Jesús pareció expirar ante el peso de la cruz, muchas mujeres, aun aquellas que no creían en él, se angustiaron por sus sufrimientos y comenzaron a llorar y lamentarse. Al revivir de su agotamiento, Cristo las miró con tierna compasión. Sabía que no se lamentaban porque era el Enviado de Dios, sino por motivos humanitarios. Dirigiéndose a las llorosas mujeres les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos". Lucas 23:28. HD99 67 4 Jesús no despreció sus lágrimas; por el contrario, se despertó en su propio corazón una profunda simpatía por ellas. Olvidó su propia aflicción y comenzó a contemplar el futuro destino de Jerusalén. Hacía pocas horas que el pueblo había gritado: "Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos". Mateo 27:25. Pronto comprenderían cuán ciegamente habían invocado el aciago destino que les esperaba. Muchas de esas mismas mujeres que lloraban y se lamentaban por Cristo, habrían de perecer con sus hijos durante el sitio de Jerusalén.--The Spirit of Prophecy 3:151 (1878). HD99 68 1 Las mujeres que habían venido de Galilea permanecieron con Juan, el discípulo, para ver qué se dispondría acerca del cuerpo de Jesús; cuerpo que consideraban muy precioso a pesar de que sus esperanzas de que él fuera el Mesías prometido habían perecido con él...Las mujeres se sorprendieron al ver que José [de Arimatea] y Nicodemo, ricos y respetados miembros del Concilio, estuvieran tan interesados y ansiosos como ellas, de que se dispusiera correctamente del cuerpo de Jesús.--The Spirit of Prophecy 3:174-175 (1878). Las mujeres junto a la tumba HD99 68 2 Mientras Juan se preocupaba por la sepultura de su Maestro, José volvió con la orden de Pilato de que le entregasen el cuerpo de Cristo; y Nicodemo vino trayendo una costosa mezcla de mirra y áloes... para embalsamarle... Los discípulos se quedaron asombrados al ver a estos ricos príncipes tan interesados como ellos en la sepultura de su Señor... HD99 68 3 Con suavidad y reverencia, bajaron con sus propias manos el cuerpo de Jesús. Sus lágrimas de simpatía caían en abundancia mientras miraban su cuerpo magullado y lacerado. José poseía una tumba nueva, tallada en una roca. Se la estaba reservando para sí mismo, pero estaba cerca del Calvario, y ahora la preparó para Jesús. El cuerpo, juntamente con las especias traídas por Nicodemo, fue envuelto cuidadosamente en un sudario, y el Redentor fue llevado a la tumba. Allí, los tres discípulos enderezaron los miembros heridos y cruzaron las manos magulladas sobre el pecho sin vida. Las mujeres galileas vinieron para ver si se había hecho todo lo que podía hacerse por el cuerpo muerto de su amado Maestro. Luego vieron cómo se hacía rodar la pesada piedra contra la entrada de la tumba, y el Salvador fue dejado en el descanso. Las mujeres fueron las últimas que quedaron al lado de la cruz, y las últimas que quedaron al lado de la tumba de Cristo. Mientras las sombras vespertinas iban cayendo, María Magdalena y las otras Marías permanecían al lado del lugar donde descansaba su Señor derramando lágrimas de pesar por la suerte de Aquel a quien amaban. "Y vueltas... descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento". Lucas 23:56.--El Deseado de Todas las Gentes, 718-719 (1898). HD99 69 1 "Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro". Mateo 28:1. Al aproximarse, vieron la piedra removida y una luz que brillaba alrededor de la tumba. El cuerpo de Jesús no estaba allí, pero pronto se percataron de la presencia de un ángel.--Sermons and Talks 2:281 (1906). HD99 69 2 Las mujeres no habían venido todas a la tumba desde la misma dirección. María Magdalena fue la primera en llegar al lugar; y al ver que la piedra había sido sacada, se fue presurosa para contarlo a los discípulos. Mientras tanto, llegaron las otras mujeres. Una luz resplandecía en derredor de la tumba, pero el cuerpo de Jesús no estaba allí. Mientras se demoraban en el lugar, vieron de repente que no estaban solas. Un joven vestido de ropas resplandecientes estaba sentado al lado de la tumba. Era el ángel que había apartado la piedra. Había tomado el disfraz de la humanidad, a fin de no alarmar a estas personas que amaban a Jesús. Sin embargo, brillaba todavía en derredor de él la gloria celestial, y las mujeres temieron. HD99 69 3 Se dieron vuelta para huir, pero las palabras del ángel detuvieron sus pasos. "No temáis vosotras--les dijo--porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos". Mateo 28:5-7. Volvieron a mirar al interior del sepulcro y volvieron a oír las nuevas maravillosas. Otro ángel en forma humana estaba allí, y les dijo: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día". Lucas 24:5-7.--El Deseado de Todas las Gentes, 732-733 (1898). HD99 70 1 "Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto". Juan 20:11-13. HD99 70 2 María volvió a salir, sin seguir escuchando siquiera las palabras de los ángeles, pensando que quizá pudiera encontrar a alguien que le dijese qué se había hecho con Jesús. Mientras tanto otra voz se dirige hacia ella y le pregunta: "Mujer, ¿por qué lloras?" A través de sus lágrimas María ve a alguien que supone que es el jardinero. "Señor--le dice--si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré". Jesús le dijo: "¡María!". Esa voz familiar la hace tornar. Ahora sabe que no es un extraño quien le habla. Delante de ella ve al Salvador viviente. Se vuelca hacia él como para abrazarle sus pies, diciendo: ¡Raboni! Pero el Salvador la toma de la mano, la levanta y le dice: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios". Juan 20:14-17.--The Youth's Instructor, 21 de julio de 1898. HD99 70 3 "Id--dijeron los ángeles a las mujeres--, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis como os dijo". Marcos 16:7... "Decid a sus discípulos y a Pedro", dijeron los ángeles. Desde la muerte de Cristo, Pedro había estado postrado por el remordimiento... Todos los discípulos habían abandonado a Jesús, y la invitación a encontrarse con él vuelve a incluirlos a todos. No los había desechado. Cuando María Magdalena les dijo que había visto al Señor, repitió la invitación a encontrarle en Galilea. Y por tercera vez, les fue enviado el mensaje. Después que hubo ascendido al Padre, Jesús apareció a las otras mujeres diciendo: "¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán". Mateo 28:9-10.--El Deseado de Todas las Gentes, 735-736 (1898). Mujeres que seguían a Jesús HD99 71 1 Elena de White no identifica a las personas que seguían a Jesús de lugar en lugar durante su ministerio. Sin embargo, las declaraciones siguientes nos dan una idea de algunas mujeres que le seguían y apoyaban su ministerio con sus recursos materiales. HD99 71 2 La madre [de Santiago y Juan] era discípula de Cristo y le había servido generosamente con sus recursos.--El Deseado de Todas las Gentes, 502 (1898). HD99 71 3 El registro bíblico declara que "Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios. Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes". Lucas 8:1-3. Tanto Cristo como sus discípulos ministraban en las villas y ciudades. Y aquellos que habían estado en la verdad por más tiempo que los nuevos conversos, colaboraban con sus bienes materiales.--The Review and Herald, 3 de febrero de 1891. HD99 71 4 Entre los creyentes a quienes se les había dado la comisión, había muchos que provenían de los caminos más humildes de la vida; hombres y mujeres que habían aprendido a amar a su Señor, y que habían determinado seguir su ejemplo de renunciamiento. A estas personas de limitado talento y humilde origen, les fue dada la comisión "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura", tanto como a los discípulos que habían estado con el Salvador durante su ministerio en la tierra. Estos humildes seguidores de Jesús compartieron con los apóstoles la reconfortante promesa del Señor: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Mateo 28:20.--The Review and Herald, 24 de marzo de 1910. HD99 71 5 Las mujeres que habían seguido humildemente a Jesús en vida, no quisieron separarse de él hasta verlo sepultado en la tumba y ésta cerrada con una pesadísima losa de piedra, para que sus enemigos no viniesen a robar el cuerpo. Pero no necesitaban temer, porque vi que las huestes angélicas vigilaban solícitamente el sepulcro de Jesús, esperando con vivo anhelo la orden de cumplir su parte en la obra de librar de su cárcel al Rey de gloria.--Primeros Escritos, 180 (1882). HD99 72 1 María se dirigió presurosa a los discípulos para informarles que Jesús no estaba en el sepulcro donde había sido colocado. Mientras tanto, las otras mujeres que habían quedado esperándola, hicieron una inspección más minuciosa del interior del sepulcro, para cerciorarse de que en verdad no estaba allí. Repentinamente, un hermoso joven vestido en ropas resplandecientes apareció ante su vista sentado junto al sepulcro. Era el ángel que había removido la piedra, y que ahora asumía una presencia humana para no aterrorizar a aquellas mujeres que habían seguido a Jesús y lo habían apoyado en su ministerio público. Sin embargo, a pesar de que el ángel disminuyó su brillo, las mujeres quedaron sorprendidas y aterrorizadas de la gloria del Señor que lo rodeaba. Se disponían a huir del sepulcro, cuando el mensajero celestial se dirigió a ellas con estas suaves y consoladoras palabras: "No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho". Mateo 28:5-7.--The Spirit of Prophecy 3:199 (1878). Dorcas HD99 72 2 Dorcas era una mujer muy amada, que siempre hacía el bien y ayudaba a otros, especialmente a los pobres. Cuando murió, los creyentes buscaron a Pedro que estaba en Lida, una ciudad cercana. HD99 72 3 En Jope, vivía Dorcas, cuyos dedos habilidosos eran más activos que su lengua. Siembre sabía quién estaba en necesidad de ropa y quién de simpatía, y a ambas clases ministraba libremente. Cuando Dorcas murió, la iglesia en Jope sintió la pérdida. No es de extrañar que se lamentaran y enlutasen, ni que sus tibias lágrimas cayeran sobre su cuerpo inanimado. Era de tal valor, que fue traída de vuelta de la tierra del enemigo por el poder de Dios, a fin de que su habilidad y energía continuaran siendo una bendición para otros.--Testimonies for the Church 5:304 (1885). HD99 73 1 "Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió". La iglesia de Jope sintió su pérdida; y oyendo que Pedro estaba en Lida, los creyentes le mandaron mensajeros "a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas". A juzgar por la vida de servicio que Dorcas había vivido, no es extraño que llorasen... HD99 73 2 El corazón del apóstol fue movido a simpatía al ver su tristeza. Luego, ordenando que los llorosos deudos salieran de la pieza, se arrodilló y oró fervorosamente a Dios para que devolviese la vida y la salud a Dorcas. Volviéndose hacia el cuerpo, dijo: "Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó". Dorcas había prestado grandes servicios a la iglesia, y a Dios le pareció bueno traerla de vuelta del país del enemigo".--Los Hechos de los Apóstoles, 107-108 (1911). Lidia HD99 73 3 Lidia era una comerciante en Tiatira, que vendía costosas prendas de púrpura. Era una adoradora del verdadero Dios, y mostró hospitalidad a los discípulos. HD99 73 4 Había llegado el tiempo para que el Evangelio se predicase más allá de los confines del Asia Menor...El llamado era imperativo y no admitía dilación... Declara Lucas... "Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia". HD99 73 5 "Y un día de reposo--continúa Lucas--salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella". Lidia recibió alegremente la verdad. Ella y su familia se convirtieron y bautizaron, y rogó a los apóstoles que se hospedaran en su casa.--Los Hechos de los Apóstoles, 172 (1911). HD99 74 1 El Espíritu de Dios sólo puede iluminar el entendimiento de los que están dispuestos a ser iluminados. Leemos que Dios abrió los oídos de Lidia para que prestara atención al mensaje presentado por Pablo. La parte de Pablo en la conversión de Lidia era declarar todo el consejo de Dios y todo lo que era esencial que ella recibiera, y entonces el Dios de toda gracia puso en acción su poder, y condujo esa alma por la senda correcta. Cooperaron Dios y el agente humano, y la obra tuvo un éxito completo.--Comentario Bíblico Adventista 6:1061-1062 (1900). HD99 74 2 De acuerdo con la instrucción de Cristo, los apóstoles no impusieron su presencia donde no se la deseaba. "Saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron".--Los Hechos de los Apóstoles, 177 (1911). Priscila HD99 74 3 Priscila y Aquila, su esposo, construían tiendas. Eran fieles maestros que enseñaban a otros acerca de Jesucristo. Pablo, de la misma profesión, trabajó junto a ellos, y les enseñó más acerca de Cristo. HD99 74 4 La envidia y el odio de los judíos contra los cristianos [en Roma] no conocía límites. Y los incrédulos residentes eran constantemente alborotados. Los primeros se quejaban de que los judíos cristianos provocaban desorden y eran peligrosos para el bien público. Constantemente creaban algo para agitar a la gente y producir lucha. Esta fue la razón por la que los cristianos fueron expulsados de Roma.--The Review and Herald, 6 de marzo de 1900. HD99 74 5 Poco después de llegar a Corinto, Pablo encontró "a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer". Estos eran "del mismo oficio". Desterrados por el decreto de Claudio, que ordenaba a todos los judíos que abandonaran Roma, Aquila y Priscila habían ido a Corinto, donde establecieron un negocio como fabricantes de tiendas. Pablo averiguó en cuanto a ellos, y al descubrir que temían a Dios y trataban de evitar las contaminadoras influencias que los rodeaban, "se quedó con ellos, y trabajaban juntos... Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos".--Los Hechos de los Apóstoles, 281-282 (1911). HD99 75 1 El apóstol Pablo era un ministro del Evangelio, sin embargo trabajaba con sus manos, haciendo el humilde trabajo de un fabricante de tiendas. El trabajar con sus manos no deshonraba su obra de comunicar las grandes verdades del Evangelio de Cristo que compartía con Aquila y Priscila. Los dos hombres y la misma Priscila trabajaban con sus manos. Los diseños para hacer tiendas que Pablo conocía eran ingeniosos, lo mismo que sus métodos para realizar el trabajo. Y al mismo tiempo ministraba a la gente predicando el Evangelio de Cristo. Muchos fueron traídos a la verdad por el testimonio de este fiel obrero que se mantenia a sí mismo fabricando tiendas,en lugar de depender de otros para su comida y sus gastos. Como obrero era habilidoso y diligente, y seguía su propio consejo de ser "no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor". Romanos 12:11. Al predicar la Palabra no era menos fervoroso; y su tacto de comerciante le daba gran capacidad en el habla.--Manuscript Release 19:25 (1897). HD99 75 2 ¿Por qué conectó Pablo su trabajo manual con la predicación del Evangelio? ¿Acaso no es el obrero digno de su salario? ¿Por qué no dedicó todo su tiempo a la predicación? ¿Acaso perdió tiempo y fuerzas al construir tiendas? Pablo no consideró el tiempo dedicado a fabricar tiendas como tiempo perdido. Mientras trabajaba con Aquila, se mantenía conectado al gran Maestro, y le daba a su compañero la instrucción necesaria en las cosas espirituales. También educaba a los creyentes en el tema de la unidad. Mientras trabajaba en su negocio daba un ejemplo de diligencia y dedicación. Era diligente en los negocios, ferviente en espíritu, sirviendo al Señor. Junto con Aquila y Priscila celebró más de una reunión de oración con sus demás colaboradores en el trabajo de hacer tiendas. Esto daba un testimonio del valor de la verdad que predicaba.--AUG, Junio 16, 1909. HD99 76 1 Aquila y Priscila no fueron llamados a dedicar todo su tiempo al ministerio del Evangelio; sin embargo, estos humildes trabajadores fueron usados por Dios para enseñar más perfectamente a Apolos el camino de la verdad. El Señor emplea diversos instrumentos para el cumplimiento de su propósito; mientras algunos con talentos especiales son escogidos para dedicar todas sus energías a la obra de enseñar y predicar el Evangelio, muchos otros, a quienes nunca fueron impuestas las manos humanas para su ordenación, son llamados a realizar una parte importante en la salvación de las almas.--Los Hechos de los Apóstoles, 286 (1911). HD99 76 2 Después de dejar Corinto, el próximo escenario de la labor de Pablo fue Efeso. Estaba en camino a Jerusalén, para asistir a una fiesta próxima; y su estada en Efeso fue necesariamente breve. Razonó en la sinagoga con los judíos, quienes fueron impresionados tan favorablemente que le rogaron que continuara sus labores entre ellos. Su plan de visitar a Jerusalén le impidió detenerse entonces, mas prometió volver a visitarles "queriendo Dios". Aquila y Priscila le habían acompañado a Efeso, y los dejó allí para que continuaran la obra que había comenzado.--Los Hechos de los Apóstoles, 218 (1911). Ana la profetisa HD99 76 3 El espíritu de profecía estaba sobre este hombre de Dios [Simeón], y mientras que José y María permanecían allí, admirados de sus palabras, los bendijo, y dijo a María: "He aquí éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones". Lucas 2:34-35. HD99 76 4 También Ana la profetisa vino y confirmó el testimonio acerca de Cristo. Mientras hablaba Simeón, el rostro de ella brilló con la gloria de Dios, y expresó su sentido agradecimiento por habérsele permitido contemplar a Cristo el Señor.--El Deseado de Todas las Gentes, 37 (1898). La esposa de Pilato HD99 77 1 La apariencia de Cristo hizo una favorable impresión sobre Pilato. Sus mejores sentimientos fueron despertados. Había oído hablar de Jesús y sus obras, y su esposa le había comentado acerca de las maravillosas acciones realizadas por este profeta galileo, que curaba a los enfermos y resucitaba a los muertos. Estas noticias revivían ahora en su mente como si se tratara de un sueño. Había escuchado rumores que provenían de varias fuentes, incluyendo algunos de sus parientes, y resolvió preguntar a los judíos acerca de sus cargos contra el prisionero.--The Review and Herald, 7 de noviembre de 1899. HD99 77 2 Desde el principio, Pilato estuvo convencido que éste no era un hombre común, sino alguien de un carácter excelente. Creía que era completamente inocente. Y los ángeles que eran testigos de toda la escena, se dieron cuenta de las convicciones de Pilato y tomaron nota de su simpatía y compasión por Jesús. Para evitar que fuera a cometer el terrible acto de entregar a Jesús para que fuera crucificado, un ángel fue enviado a la esposa de Pilato para darle un sueño con la información de que este hombre a quien Pilato estaba juzgando, era el Hijo de Dios y que sufría siendo inocente. Inmediatamente ella le envió el mensaje a Pilato de que había sufrido mucho en un sueño por causa de Jesús, y lo prevenía a no tener nada que ver con ese justo. El mensajero que llevaba la comunicación, atravesó con dificultad la multitud y le entregó el mensaje a Pilato. Mientras lo leía, éste palideció y tembló, e inmediatamente pensó que no debía tener nada que ver en el asunto. Si los judíos querían la sangre de Jesús, él no influiría para que lo lograsen. Por el contrario, haría lo posible por liberarlo... Si Pilato hubiera seguido sus convicciones, no hubiese tenido nada que ver con la condena de Jesús.--Spiritual Gifts 1:54-56 (1858). ------------------------Capítulo 4--El estudio de la Biblia y la oración son esenciales Estudiad la palabra HD99 78 1 La Biblia, el gran libro de texto--La Palabra es el gran libro de texto para los alumnos de nuestras escuelas. La Biblia enseña toda la voluntad de Dios concerniente a los hijos y las hijas de Adán. La Biblia es la norma de vida que nos describe el carácter que debemos formar para la futura vida inmortal. Nuestra fe y nuestra práctica nos hace epístolas vivientes, conocidas y leídas de todos los hombres. La gente no necesita ser iluminada pobremente por la tradición y las costumbres para comprender las Escrituras. Sería como si el sol que brilla al mediodía, necesitase la luz de una antorcha en la tierra para iluminar su gloria. Las fábulas y declaraciones de sacerdotes y ministros no son necesarias para salvar al estudiante del error. Consultad con el Oráculo divino, y tendréis luz. En la Biblia, cada deber se hace claro y cada lección comprensible. Capacita a los hombres y los hace aptos para la vida eterna. HD99 79 1 El don de Cristo y la iluminación del Espíritu Santo nos revelan al Padre y al Hijo. La Palabra hace a los hombres, las mujeres y los jóvenes sabios para la salvación. La ciencia de la salvación está plenamente revelada en la Palabra. "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". 2 Timoteo 3:16-17. "Escudriñad las Escrituras", porque allí está el consejo de Dios; es la voz de Dios que habla al alma.--Fundamentals of Christian Education, 390-391 (1895). HD99 79 2 Todos pueden alcanzar la excelencia--La Biblia debiera ser un libro de estudio. Las preciosas perlas de la verdad no se encuentran en la superficie para ser halladas por un lector descuidado y desinteresado. Cristo sabía lo que era mejor para nosotros, no importa nuestra edad, cuando nos ordenó: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí". Juan 5:39. Jesús, el más grande Maestro que el mundo ha conocido, quisiera que los hombres y las mujeres, los niños y jóvenes, alcanzaran los más altos ideales de excelencia en el carácter; desearía que desarrollaran plenamente sus facultades físicas, mentales y morales.--The Review and Herald, 9 de noviembre de 1886. HD99 79 3 Cuidado con lo que se escucha--De tiempo en tiempo necesitamos examinar las razones de nuestra fe. Es esencial que estudiemos cuidadosamente las verdades de la Palabra de Dios, porque leemos que "algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios". 1 Timoteo 4:1. Estamos en grave peligro cuando consideramos la verdad livianamente, porque entonces la mente está abierta al error. Debemos ser cuidadosos de lo que escuchamos; cuándo y cómo lo escuchamos. No necesitamos tratar de entender los argumentos que los hombres ofrecen para apoyar sus teorías, cuando se ve claramente que esas teorías no están en armonía con las Escrituras. Algunos que piensan tener conocimiento científico, dan interpretaciones erróneas, tanto de la ciencia como de la Biblia. Permitamos que la misma Biblia decida los asuntos que son esenciales para la salvación.--Medical Ministry, 96 (1904). HD99 80 1 Es importante buscar consejo en el mejor amigo: Jesús--Tomad tiempo para estudiar la Biblia, el Libro de los libros. Nunca hubo un tiempo más importante que ahora para que los seguidores de Cristo estudien la Biblia. En todas partes hay influencias engañosas, y es esencial buscar consejo en Jesús, el mejor amigo. El viajero puede encontrar el camino de la vida mediante la fe y la obediencia, bajo el sol de la justicia de Cristo. Pero, ¿cómo entenderemos lo que esto significa si no entendemos la Biblia? Es en la Palabra de Dios donde el deber es expuesto claramente y todo lo relacionado con la vida religiosa es presentado en forma definida. El plan de salvación entero es delineado, y la ayuda para el alma es señalada. La forma en que el creyente puede llegar a la plenitud en Cristo está plenamente revelada.--The Youth's Instructor, 18 de mayo de 1893. HD99 80 2 Cultivad el gusto por la Biblia--A menos que la mente sea usada, dejará de expandirse; a menos que el gusto y el amor por la Biblia sea cultivado, dejará de saborear las verdades de la Palabra de Dios. El estudiante sólo puede ver hasta la profundidad que ha explorado, y no puede apreciar aquello que esté más allá de los angostos límites que ha alcanzado. Y esa ignorancia lo puede hacer engreído, charlatán y jactancioso. HD99 80 3 ¿Qué puedo deciros, jóvenes y señoritas, para despertar vuestra energía para vencer los obstáculos? Vuestro esfuerzo mental será facilitado y os dará más satisfacciones, cuando os dediquéis a la tarea de entender las cosas profundas de Dios. Cada uno debe decidir no ser un estudiante de segunda clase; no permitir que otro piense por uno mismo. Cada uno debiera decirse: "Aquello que otras mentes han alcanzado en las ciencias y en la Palabra de Dios, yo también lo alcanzaré con esfuerzo decidido". Cada uno puede poner en acción los mejores poderes de la mente, y con un sentido de responsabilidad ante Dios, puede hacer todo lo que esté de su parte para no cesar de avanzar y vencer las dificultades. HD99 81 1 No os quedéis en la comodidad holgazana, sin hacer un esfuerzo especial para cumplir la tarea. Haced una elección en la amplia viña del Maestro, y cumplid un trabajo que requiera talento y tacto. Tanto como sea posible, buscad la compañía de aquellos de intelecto elevado que puedan detectar vuestros errores y manteneros en guardia contra la indolencia, el pretexto y el trabajo superficial. El jactancioso será reconocido fácilmente y evaluado sólo por lo que vale.--The Review and Herald, 20 de mayo de 1890. HD99 81 2 El estudio de la Biblia desarrolla el intelecto--"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad". Juan 17:17. La Palabra de Dios debiera ser considerada el gran poder educador. ¿Cómo pueden los estudiantes conocer la verdad si no es por un estudio diligente, fervoroso y cuidadoso de la Palabra? Allí se encuentra el gran estímulo; la fuerza escondida que despierta los poderes físicos y mentales y dirige la vida por los canales correctos. Allí en la Palabra está la sabiduría, la poesía, la historia, la biografía y la más profunda filosofía. Allí está el estudio que despierta la mente a una vida vigorosa y saludable y la dispone para el ejercicio más elevado. Si se estudia la Biblia con un espíritu dócil y educable, es imposible que el intelecto no se desarrolle y fortalezca. Aquellos que mejor conocen la sabiduría y el propósito de Dios tal cual están revelados en su Palabra, llegan a ser hombres y mujeres con fuerza mental; y llegan a ser obreros eficientes junto al gran Educador, Cristo Jesús.--Fundamentals of Christian Education, 432 (1896). HD99 81 3 La Biblia, el mayor de todos los educadores--El libro que es indispensable que todos estudien es la Biblia. Estudiada con reverencia y temor piadoso, resulta el mayor de todos los educadores. En ella no hay engaño. Sus páginas rebosan de verdad. ¿Desearnos obtener conocimiento de Dios y de Cristo, a quién él envió al mundo para vivir y morir por los pecadores? Un estudio fervoroso y diligente de la Biblia es necesario para obtener este conocimiento.--Consejos sobre la salud, 366 (1903). HD99 82 1 Las mujeres deben entrenar la mente--Las mujeres que profesan piedad generalmente no educan la mente. La dejan sin control, para que divague por donde quiera. Este es un gran error. Algunas parece que no tuvieran capacidad mental. No han educado la mente para que piense; y porque no lo han hecho, suponen que no pueden. La meditación y la oración son necesarias para crecer en la gracia.--2TPI, 170 (1856). HD99 82 2 Haced de la mente un depósito de verdad--¡Oh! ¿cuál es nuestra excusa, hermanas mías, para no dedicar tanto tiempo como podamos al estudio de las Escrituras, haciendo de la mente un almacén de cosas preciosas, a fin de que podamos presentarlas a las personas que no se interesan en la verdad? ¿Se levantarán nuestras hermanas para hacer frente a esta emergencia? ¿Trabajarán para el Maestro?--Joyas de los Testimonios 2:405 (1900). HD99 82 3 Organizad una sociedad para el estudio y la lectura de la Biblia--Si la juventud, y los hombres y mujeres de edad madura, organizaran una sociedad donde el estudio y la lectura de la Biblia fuera prominente, y donde la investigación de las profecías y el estudio de las lecciones dadas por Cristo fueran el tema, habría más fortaleza en la sociedad. No hay otro libro como la Biblia para elevar, fortalecer y expandir la mente. Y no hay nada mejor para dotar de nuevo vigor todas nuestras facultades, que ponernos en contacto con las estupendas verdades de la Palabra de Dios y esforzar nuestra mente para captarlas y entenderlas.--Manuscript Releases 2:244 (1900). HD99 82 4 El estudio regular da belleza y frescura a la verdad--El maestro de la verdad debiera avanzar en conocimiento, y crecer en la gracia y en su experiencia cristiana, cultivando hábitos y prácticas que honren a Dios y a su Palabra. Debiera mostrar a otros cómo hacer una aplicación práctica de la Palabra. Cada avance que hagamos en santificar nuestras habilidades en nuestros variados estudios, nos ayudará a entender mejor la Palabra de Dios; y este estudio de las Escrituras a su vez nos ayudará en el estudio de las otras ramas esenciales de la educación. HD99 83 1 El interés del investigador ferviente crecerá rápidamente después de su primer contacto con la Biblia. La disciplina de un estudio regular de la Palabra de Dios, lo capacitará para descubrir una nueva belleza y frescura en la verdad, que antes no había discernido. Y al hablar, el estudiante de la Biblia notará que los textos vendrán naturalmente a su memoria.--The Review and Herald, 20 de abril de 1897. La oración HD99 83 2 La oración cotidiana es esencial para el crecimiento--Si deseamos desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración cotidiana es tan esencial para el crecimiento en la gracia y para toda la vida espiritual, como lo es la comida para el bienestar físico. Debiéramos acostumbrarnos a elevar a menudo nuestros pensamientos a Dios en oración. Por un esfuerzo perseverante, debiéramos formar el hábito de disciplinar nuestra mente para que no se distraiga. No podemos siquiera por un momento separarnos de Cristo y mantenernos seguros. Sólo al observar las condiciones que él mismo nos ha dejado, es que podemos contar con su presencia para asistirnos a cada paso del camino.--The Review and Herald, 3 de mayo de 1881. HD99 83 3 Orar para obtener la victoria sobre el yo--El Señor necesita hombres y mujeres que muestren con su vida diaria la luz de un ejemplo piadoso; hombres y mujeres cuyas palabras y acciones muestren que Cristo está enseñándoles, guiándoles, morando en su corazón. Necesita hombres y mujeres de oración que, luchando solos con Dios, obtengan la victoria sobre el yo. Entonces estarán en condiciones de ir e impartir a otros las verdades que han recibido de la Fuente de poder. Dios acepta a aquellos que crucifican el yo, y los hace vasos de honra. Son el barro en manos del alfarero para que él trabaje por su intermedio. Estos hombres y mujeres reciben poder espiritual; Cristo vive en ellos, y el poder del Espíritu los asiste en sus esfuerzos. Comprenden que deben vivir en este mundo la vida que Cristo vivió; una vida libre de todo egoísmo. Y él los capacita para dar testimonio en favor de Aquel que atrae las almas hacia la cruz del Calvario.--The Signs of the Times, 9 de abril de 1902. HD99 84 1 La oración refresca el alma--En la Palabra de Dios hay ricas promesas para nosotros. El plan de salvación es amplio; no es una provisión pequeña y limitada la que ha sido hecha para nosotros. No necesitamos depender de la evidencia que tuvimos un año o un mes atrás. Hoy podemos tener la seguridad de que Jesús vive e intercede por nosotros. En la vida espiritual, no podemos dar a los que nos rodean lo que nosotros mismos no tenemos. Nuestros ministros no luchan en oración toda la noche como solían hacer algunos ministros piadosos que nos precedieron. Están sentados e inclinados sobre las mesas, escribiendo lecciones y artículos que serán leídos por miles, dando forma a los argumentos para convencer las mentes con relación a la doctrina; y todo esto es esencial. Pero, ¡cuánto puede hacer el Señor en respuesta a nuestra oración de fe al enviar luz y poder convincente sobre los corazones! Los asientos vacíos en nuestras reuniones de oración testifican que los cristianos no comprenden las promesas de Dios sobre ellos; no comprenden su deber de hacer estas reuniones de oración interesantes y exitosas. Vuelven una y otra vez a participar de un círculo monótono y cansador, y retornan a sus hogares sin haber sido refrescados ni bendecidos.--The Review and Herald, 22 de abril de 1884. HD99 84 2 La comunión con Dios es necesaria--Varias veces al día debieran dedicarse preciosos y dorados momentos a la oración y el estudio de las Escrituras, aunque sea para memorizar un texto y traer vida espiritual al alma. Los variados intereses de la causa nos proveen alimento para nuestra reflexión, e inspiración para nuestras oraciones. La comunión con Dios es esencial para nuestra salud espiritual. Sólo así puede obtenerse la sabiduría y el juicio necesarios para realizar nuestros deberes.--Testimonies for the Church 4:459 (1880). HD99 84 3 No se descuide la oración--Algunos, temiendo sufrir la pérdida de tesoros terrenales, descuidan la oración y las reuniones de adoración a Dios, para tener más tiempo para dedicar a sus granjas o a sus negocios. Muestran por sus obras cuál es el mundo que estiman más. Sacrifican los privilegios religiosos, esenciales para su desarrollo espiritual, por las cosas de esta vida, y no obtienen el conocimiento de la voluntad divina. No logran perfeccionar el carácter cristiano ni satisfacen la norma de Dios. Ponen sus intereses temporales y mundanos en primer lugar, y le roban a Dios el tiempo que debieran dedicarle a su servicio. Dios observa a esas personas, y recibirán una maldición en lugar de una bendición.--2TPI, 577 (1871). HD99 85 1 Quienes busquen a Jesús, lo encontrarán--¿Acaso no es tiempo de orar? ¿No es tiempo de decirle al Señor: guárdame con tu poder? Dejar al Señor fuera de nuestra vista, no disminuye nuestras aflicciones, sino las multiplica. Tener un espíritu cristiano es tan esencial en las actividades cotidianas como tener al Espíritu Santo en el lugar acostumbrado de oración. Todos necesitamos buscar al Señor para que la gracia cristiana sea evidente. Y todos los que busquen al Señor, lo encontrarán; y en él encontrarán la ayuda para todo tiempo de necesidad.--Manuscript Releases 21:358 (1898). HD99 85 2 Vencedores mediante Cristo--No llevéis vuestras penas y dificultades a un ser humano; llevadlas a Aquel que es capaz de dar "abundantemente". El sabe cómo ayudar. No cambiéis al amante y compasivo Redentor por amigos humanos que, aunque tengan las mejores intenciones de ayudar, pueden conducir a caminos equivocados. Llevad todas vuestras cargas a Jesús. HD99 85 3 El os recibirá, fortalecerá y consolará. El es el gran Sanador de toda dolencia. Su gran corazón lleno de infinito amor suspira por vosotros. Su mensaje es que podéis recobraros de las trampas del enemigo. Podéis recuperar vuestra estima propia y manteneros en el lugar correcto, no como fracasados, sino como vencedores mediante la influencia elevadora del Espíritu de Dios.--The Signs of the Times, 14 de febrero de 1906. HD99 85 4 La oración es la vida del alma--Es tan esencial y conveniente para nosotros orar tres veces al día, como lo fue para Daniel. La oración es la vida del alma; el fundamento para el crecimiento espiritual. Y podemos dar testimonio de esta verdad en nuestro hogar, ante nuestra familia y ante nuestros asociados. Y cuando nos encontremos con nuestros hermanos en la iglesia, hablémosles de la necesidad de mantener abierto el canal de comunicación entre Dios y el alma. Digámosles que si encuentran tiempo y palabras para orar, el Señor encontrará respuesta a sus pedidos. Exhortemos a los hermanos a orar y a no descuidar sus deberes religiosos. Debemos pedir para recibir; buscar para hallar; llamar para que la puerta se abra ante nosotros.--The Signs of the Times, 10 de febrero de 1890. ------------------------Capítulo 5--La mujer en la enseñanza HD99 87 1 Mucho del consejo dado por Elena G. de White a los maestros está escrito en términos generales. Ella habla tanto de hombres como de mujeres que deben estar bien calificados para enseñar a la juventud. Las declaraciones que siguen se aplican igualmente a ambos sexos. HD99 87 2 Se necesitan maestros capaces--He hablado mucho acerca de esto, porque se necesitan maestros capaces; y hombres y mujeres deben ser equipados en el hogar y en la escuela para ejercer un ministerio del cual no sean avergonzados. En muchas familias de hoy, se deja sin corregir la desobediencia y la indulgencia propia o, en cambio, se manifiesta un espíritu abrumador y dominante que crea los peores males en la disposición de los niños. Los padres los corrigen de una manera tan desconsiderada, que sus vidas se tornan miserables y pierden todo respeto por el padre, la madre, o los hermanos. Cuando esto ocurre, las almas de los niños, que son los corderos del rebaño y la propiedad de Dios, están preparadas para el trabajo de Satanás sobre ellos.--Manuscript Releases 13:95 (1898). HD99 87 3 Maestros que estudien la Palabra de Dios--Preparar a los jóvenes para que lleguen a ser fieles soldados del Señor Jesucristo es la obra más noble que haya sido confiada alguna vez al hombre. Únicamente deben ser escogidos como maestros de las escuelas de iglesia hombres y mujeres devotos y consagrados, que amen a los niños y puedan ver en ellos almas que tienen que salvarse para el Maestro. Los maestros que estudian la Palabra de Dios como se debe sabrán algo del valor que tienen las almas confiadas a su cuidado, y de ellos recibirán los niños una verdadera educación cristiana.--CPM, 158 (1913). HD99 88 1 Maestros que obedezcan la Palabra de Dios--Todos los que enseñan en nuestras escuelas deben tener una unión íntima con Dios y una perfecta comprensión de su Palabra, a fin de que puedan volcar la sabiduría y el conocimiento divinos en la obra de educar a los jóvenes para su utilidad en esta vida y para la vida futura e inmortal. Deben ser hombres y mujeres que no sólo conozcan la verdad sino que también sean hacedores de la Palabra de Dios. El "Escrito está" debiera manifestarse en sus vidas. Mediante su propio proceder deben enseñar sencillez y hábitos correctos en todas las cosas. Nadie debe unirse a nuestras escuelas como educador si no ha tenido experiencia en obedecer a la Palabra del Señor.--Joyas de los Testimonios 2:425-426 (1900). HD99 88 2 Mujeres jóvenes entrenadas para enseñar a otros--Se necesitan obreros consagrados y dedicados para actuar como educadores. Hombres y mujeres jóvenes debieran recibir en nuestros colegios la educación que los capacite para enseñar a otros a entender la Palabra del Señor. Necesitamos obreros ministeriales que en cada escuela eduquen a niños y jóvenes en la verdad bíblica, y hagan la tarea pastoral entre los maestros y los estudiantes. Nuestras escuelas deben parecerse a las escuelas de los profetas. Hacemos un llamado a todos los maestros conectados con nuestras escuelas a hacer un esfuerzo sacrificado. Hacemos un llamado a nuestras hermanas a trabajar con inteligencia, devoción e interés, para lograr que la escuela sea un éxito. Que las iglesias también ayuden. El Señor bendecirá a todos aquellos que cooperan con él.--6MRManuscript Releases 6:400 (1899). HD99 89 3 Mujeres preparadas para ocupar cualquier posición--El Señor quiere que el Colegio [Avondale] sea también un lugar donde se obtenga preparación en los trabajos femeninos: arte culinario, tareas domésticas, corte y confección de vestidos, teneduría de libros, lectura correcta y pronunciación. Las alumnas deben estar en condiciones de ocupar cualquier puesto que se les ofrezca: directoras, maestras de escuela sabática, obreras bíblicas. Deben prepararse para enseñar en las escuelas para niños.--El Evangelismo, 347 (1898). HD99 89 1 Cualidades personales del maestro--Los principios y hábitos del maestro deben ser considerados aun de mayor importancia que sus calificaciones literarias. Si el maestro es un cristiano sincero, sentirá la necesidad de interesarse por la educación física, mental, moral y espiritual de sus educandos. Para ejercer una influencia correcta, debe tener un perfecto control de sí mismo. Su corazón debe estar ricamente imbuido de amor por sus alumnos; amor que se reflejará en su mirada, en sus palabras y en sus actos. Debe tener tal firmeza de carácter que pueda moldear las mentes de sus alumnos además de instruirlos en las ciencias... HD99 89 2 Durante los primeros años de la educación juvenil generalmente se forma el carácter para toda la vida. Aquellos que tratan con los jóvenes debieran incentivar las cualidades de la mente que les permitirán saber cómo ejercitar y dirigir sus capacidades en la mejor dirección.--The Review and Herald, 1 de septiembre de 1872. HD99 89 3 Lo que debe ser el maestro--Debe manifestarse gran cuidado en la elección del maestro para los niños. Los maestros de escuela deben ser hombres y mujeres que tengan una humilde opinión de sí mismos, que no estén llenos de vano engreimiento. Deben ser obreros fieles, llenos del verdadero espíritu misionero, obreros que han aprendido a poner su confianza en Dios y a trabajar en su nombre. Deben poseer los atributos del carácter de Cristo: la paciencia, la bondad, la misericordia y el amor; y en su vida diaria deben manifestar la justicia y la paz del Salvador. Entonces, trabajando con influencia fragante, darán evidencia de lo que la gracia puede hacer por los agentes humanos que ponen su confianza en Dios.--CPM, 142-143 (1913). Todos los que enseñan deben tener una íntima comunión con Dios HD99 89 4 Los maestros tienen una gran responsabilidad--Los maestros deben hacer por sus alumnos algo más que impartir conocimiento de los libros. Su posición como guías e instructores de los jóvenes es de la mayor responsabilidad, porque les ha sido confiada la obra de amoldar la mente y el carácter. Los que emprenden esta obra deben poseer un carácter bien equilibrado y simétrico. Deben ser refinados en modales, aseados en su indumentaria, cuidadosos en todos sus hábitos; y deben tener aquella verdadera cortesía cristiana que gana la confianza y el respeto. El mismo maestro debiera ser lo que desea que lleguen a ser sus alumnos.--CPM, 64 (1897). HD99 90 1 Empeño para alcanzar la más alta norma de excelencia--Grande conocimiento es el conocerse a sí mismo. El maestro que se estime debidamente permitirá que Dios amolde y discipline su mente. Y reconocerá la fuente de su poder... El conocimiento propio lleva a la humildad y a confiar en Dios; pero no reemplaza a los esfuerzos para el mejoramiento de uno mismo. El que comprende sus propias deficiencias no escatimará empeño para alcanzar la más alta norma de excelencia física, mental y moral. Ninguno que esté satisfecho con una norma inferior debiera tener parte en la educación de los jóvenes.--CPM, 65 (1896). Las escuelas deben reflejar el orden del cielo HD99 90 2 Los maestros deben hablar y orar con los estudiantes--Nuestros maestros deben ser hombres y mujeres convertidos, que saben lo que significa luchar con Dios y que no descansarán hasta ver que los niños sean llevados a amar, adorar y glorificar a Dios. ¿Quién trabajará fervientemente por las almas en nuestras escuelas sabáticas? ¿Quién hablará y orará personalmente con cada joven llamándolo a entregar su corazón a Jesús para ser una ofrenda de olor suave para él? Cuando pensamos en la magnitud de esta tarea, y lo poco que es apreciada, gemimos en nuestro espíritu y exclamamos: ¿Quién aceptará esta solemne responsabilidad de trabajar por las almas como alguien que tiene que dar cuenta de ellas? HD99 91 1 Somos los representantes de Cristo sobre la tierra; ¿cómo podemos cumplir nuestra misión? Los representantes de Cristo estarán en comunión diaria con él; sus palabras serán cuidadosamente elegidas; su habla sazonada con gracia; sus corazones llenos de amor; sus esfuerzos serán sinceros, fervientes, perseverantes, a fin de salvar almas por las que Cristo murió. Que cada uno haga lo máximo para lograr la salvación de nuestros queridos niños y jóvenes, y con gozo podrá escuchar las palabras de Jesús: "Bien, buen siervo y fiel... entra en el gozo de tu Señor". Mateo 25:21. ¿Cuál es este gozo? Es ver a los santos redimidos por quienes hemos trabajado, que han llegado a la salvación mediante la sangre de Jesucristo.--SSW, Julio 1, 1885. La obra más hermosa dada a los humanos HD99 91 2 Incentivar las más altas cualidades mentales--Trabajar con las mentes juveniles es la más hermosa obra que puede ser hecha por hombres y mujeres. Y el mayor cuidado debiera ejercerse al elegir la forma de instrucción que incentive los más altos y nobles poderes de la mente. Si los padres y maestros no han aprendido las lecciones de dominio propio, paciencia, benignidad, cortesía y amor, ciertamente estarán descalificados para educar propiamente a los niños. ¡Qué responsabilidad descansa sobre padres, maestros y tutores! Hay muy pocos que comprenden las necesidades esenciales de la mente, y la forma de orientar el desarrollo del intelecto y los crecientes pensamientos y sentimientos de la juventud.--The Review and Herald, 1 de septiembre de 1872. HD99 91 3 La enseñanza es la obra más hermosa y difícil a la vez--Esta obra [la enseñanza] es la más hermosa y difícil que haya sido confiada a los seres humanos. Requiere tacto y sensibilidad delicadísimos, conocimiento de la naturaleza humana, fe y paciencia divinas, dispuestas a obrar, velar y esperar. Nada puede ser más importante que esa obra.--La Educación, 283 (1903). Los maestros son verdaderos misioneros HD99 91 4 La necesidad del toque divino--Los maestros y estudiantes en nuestra escuela necesitan del toque divino. Si se incentivara el espíritu misionero a pesar de que tomase algunas horas al programa de estudio; si hubiera más fe y celo espiritual; si se comprendiera que Dios puede hacer más de lo que ha hecho por maestros y estudiantes si su causa no fuera restringida como ha ocurrido en el pasado, entonces la bendición celestial sería otorgada. Todavía hay fibras sagradas que deben ser tocadas. Tanto los maestros como los estudiantes deben mostrar que son educables. HD99 92 1 Los jóvenes y señoritas serán bendecidos en la proporción en que el verdadero espíritu misionero sea combinado con su entrenamiento y educación. Los estudiantes deben comenzar a realizar trabajo misionero con aquellos que los rodean. Al hacerlo, avanzarán y crecerán intelectualmente, y se prepararán para el tiempo cuando sus estudios finalicen. Cuando se acerquen a los que están interesados, lo harán bajo las órdenes del mayor Maestro que el mundo ha conocido. Es esencial que aprendan a comunicar el conocimiento de la verdad que reciben. La práctica de hablar a otros acerca de Cristo; de leerles y explicarles su Palabra, fijará en la mente del estudiante tanto la Palabra como la verdad que ésta enseña. HD99 92 2 "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo". Lucas 10:27. Este es el mandato de Dios. Y Jesús nos dejó un requerimiento adicional: "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado". Juan 15:12. No debemos simplemente amar al prójimo como a nosotros mismos, sino amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado. "Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado". Juan 15:9-12. HD99 92 3 Tanto los estudiantes como los maestros de nuestra escuela, deben entrar en contacto con los miembros de la comunidad en la que viven. Debemos cultivar en otros el amor que Cristo ha manifestado hacia nosotros. La verdad no se mantiene en el corazón a menos que por amor se trabaje para salvar las almas que están a punto de perecer. HD99 93 1 El Señor Dios de Israel nos previene a no seguir precisiones humanas; a no marcar una línea que todos deben seguir. Algunos métodos equivocados de enseñanza se han considerado tan esenciales que todos deben seguirlos. Hábitos y opiniones personales de aquellos conectados con nuestras escuelas han sido idolatrados y considerados suprema autoridad. Un elemento diferente debe ser traído a nuestras escuelas. La gran necesidad de nuestros maestros es vivir cotidianamente en una consciente y amante comunión con los principios de la verdad, la justicia y la misericordia, puesto que esa es la atmósfera del cielo. Los deberes y requisitos de los estudiantes no deben ser tan grandes que ellos descuiden hablar con el Señor Jesús, el gran Maestro. Permitamos que sus corazones sean suavizados y subyugados por la santa influencia del Espíritu que mora en Cristo. HD99 93 2 Es esencial enseñar a los estudiantes a realizar trabajo misionero, no sólo con pluma y voz, sino por la práctica en sus varias líneas. La comunidad que nos rodea necesita ser enseñada en cuanto a cómo cocinar y cómo cuidar de los enfermos. Al hacer esta tarea, estamos practicando la verdad tal como es en Jesús. Tanto los maestros como los estudiantes debieran aprender a realizar esta obra... HD99 93 3 Los maestros deben acudir a la fuente más profunda e importante de poder moral y espiritual; deben pedir al Señor tener la mente de Cristo. Entonces, cada caso que necesite simpatía y ayuda, tanto física como espiritual, recibirá su atención. El gran Maestro cooperará con todos los esfuerzos que se realicen para ayudar a la humanidad sufriente. Enséñese a los estudiantes a hacer una aplicación práctica de las lecciones que han recibido. Cuando sean testigos de la miseria humana y de la profunda pobreza de aquellos a quienes buscan ayudar, serán movidos a compasión. Sus corazones serán subyugados y enternecidos por los principios profundos y santos de la Palabra de Dios. El gran Médico está listo a cooperar en beneficio de los sufrientes dando salud al cuerpo y luz y restauración al alma. HD99 94 1 Debemos darle al Señor la posibilidad de realizar su trabajo; su gran trabajo por el alma. Cristo es nuestra suficiencia, y cada uno de nosotros debe entender cómo la Palabra de Dios se puede cumplir en nosotros. Cristo estaba en el mundo; ahora estamos nosotros. Si en este mundo reflejamos la imagen de Cristo en nosotros, también la reflejaremos en el cielo. Si en este mundo no nos parecemos a él, tampoco él nos reconocerá como suyos cuando venga en su gloria y todos los santos ángeles con él. Como maestros, tenemos la obligación ante Dios de enseñar a nuestros estudiantes a realizar obra médica misionera. Aquellos que hagan esta obra, tendrán muchas oportunidades de sembrar exitosamente la simiente de la verdad. El corazón que está lleno de gratitud a Dios puede orar: "Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos" (Salmos 27:11), mas bien, por causa de los que me observan.--Manuscrito 70, 1898. Sara Peck es llamada a enseñar HD99 94 2 Sara Peck fue una de las asistentes más capaces que tuvo Elena de White. Antes de llegar a ser su secretaria, Sara había enseñado en la escuela del Sanatorio en California. Tenía la reputación de ser una "excelente maestra". Después de servir por algún tiempo con los ayudantes de la Sra. de White en Elmshaven, fue invitada a enseñar otra vez. Aunque sentía su salida, Elena de White consideró que Sara Peck debía aceptar lo que el Señor le pidiera que hiciese. HD99 94 3 Querida Hna. Peck: Durante nuestra conversación esta mañana, me sentí perpleja por no saber qué decir con relación a su trabajo. La amo verdaderamente y quisiera verla trabajar donde mejor pueda servir al Maestro. HD99 94 4 No sé cuál será su decisión o elección. Muchos desean y anhelan verla entrar nuevamente en la obra educativa. Si usted siente que ese es su deber, estoy dispuesta a liberarla de su empleo conmigo. No conozco a nadie que esté mejor capacitado que usted para realizar la tarea educativa. Y en relación a su trabajo aquí, no puedo decir demasiado, pues usted ha sido llamada a tantas otras líneas de trabajo en el pasado. HD99 95 1 Una cosa debo decirle. Si usted elige permanecer conmigo, el trabajo en la escuela debe ser puesto a un lado. Si usted prefiere trabajar en la obra educativa, entonces debe quedar libre para hacerlo de tal manera que pueda prestar una atención indivisa a esa tarea. Dejo el asunto enteramente con usted, a fin de tomar una decisión por usted misma. No me atrevería a decidir por usted. La gran necesidad de maestros con su capacidad, es lo único que me mueve a liberarla. Son tantos los que me han hablado de su talento y eficiencia como educadora, que no me atrevería a mantenerla. Y si en el futuro usted quisiera volver a trabajar conmigo, con seguridad no será menos eficiente que ahora. HD99 95 2 Le escribo esto para que no esté en la incertidumbre. Busque al Señor por usted misma. Si se siente impresionada a permanecer conmigo, tengo para usted trabajo en abundancia. Si le parece que la voluntad de Dios es esa, debemos seguir trabajando juntas con todo fervor, sin permitir que otros vengan e intenten darle una doble carga. HD99 95 3 Ahora, mi hermana, me preocupa que si usted acepta el trabajo en la escuela, no se cargue con demasiadas responsabilidades. Haga su obra como la hizo en la escuela de Santa Elena. Si yo tuviera que actuar en Redlands o Loma Linda, podríamos hacer una obra conjunta para preparar a los estudiantes para este tiempo y la eternidad. HD99 95 4 Que el Señor la bendiga y la colme de su Santo Espíritu dondequiera que usted trabaje. Si es su suerte educar a los estudiantes para que a su vez ellos puedan impartir a otros el conocimiento celestial, me sentiré complacida. Siempre la he respetado y amado y nunca me defraudó. La palabra dicha como conviene es valorada por encima de cualquier cosa terrenal. Dios es glorificado con cada palabra que dirige a la acción correcta. La respeto profundamente y deseo que pueda aprovechar cada ventaja que tenga para continuar progresando en el servicio a Dios.--Carta 265, 1905. ------------------------Capítulo 6--La mujer en la medicina HD99 96 1 Las mujeres deben recibir entrenamiento médico--En una manera señalada, Dios nos ha permitido poseer algunas instituciones que han de constituirse en agentes para cumplir la obra de reforma a la que como pueblo hemos sido llamados. En este tiempo, el talento de cada obrero debe considerarse un sagrado legado para extender la obra de reforma. El Señor me ha instruido que nuestras hermanas que han recibido entrenamiento que las capacita para asumir posiciones de responsabilidad, deben servir con fidelidad y discernimiento para ejercer una sabia influencia. Junto con sus hermanos en la fe deben obtener una experiencia que las capacite para responsabilidades aun mayores... HD99 96 2 En tiempos antiguos, el Señor realizó maravillas mediante mujeres consagradas que unieron sus esfuerzos con aquellos hombres que habían sido llamados a ser los representantes de Dios. Hubo mujeres que ganaron grandes y decisivas victorias. Más de una vez en tiempos de crisis, fueron colocadas en posiciones importantes que les permitieron salvar muchas vidas... HD99 97 1 Hay muchas mujeres que tienen la habilidad de acompañar a sus esposos en la obra de salud; pueden dar tratamientos a los enfermos y hablar palabras de ánimo y consuelo. Algunas de ellas pueden buscar la educación que las capacite para actuar como médicos. HD99 97 2 Debe hacerse una obra positiva en esta línea de servicio. Tanto las mujeres como los hombres deben recibir entrenamiento médico adecuado. Las mujeres debieran especialmente estudiar las enfermedades comunes al sexo femenino para aprender a tratarlas. Se considera esencial que los hombres que desean practicar medicina reciban el más amplio entrenamiento posible. De igual manera, es esencial que las mujeres reciban el mismo entrenamiento, y obtengan sus diplomas que les permita ejercer la ciencia médica.--Special Testimonies, Serie B 15:1-2 (1911). HD99 97 3 Se necesita un gran número de mujeres médicas--En nuestras instituciones médicas siempre debiera haber mujeres de edad madura y buena experiencia que hayan recibido entrenamiento especial para tratar a las pacientes. Su educación y calificaciones debieran ser tan completas como sea posible, de tal manera que puedan tratar las delicadas enfermedades que afectan a las mujeres, sin que éstas tengan que exponer sus órganos privados a la vista de un hombre. Debiera haber un número mayor de mujeres en la obra médica, no sólo para actuar como enfermeras, sino como médicas. Es una de las prácticas más terribles que las mujeres tengan que exponerse ante los hombres, y los hombres ante las mujeres para ser tratados.--Special Testimonies, Serie B 15:13-14 (1911). HD99 97 4 Una pareja de médicos puede actuar eficientemente--En la obra médica misionera que debe ser hecha, las mujeres debieran tratar a las mujeres. Un matrimonio de médicos pueden hacer mucho bien trabajando juntos. La esposa puede visitar a las mujeres, y cuando encuentra enfermedad y sufrimiento puede consultar con su esposo acerca del mejor método de ayudarlas. Debiéramos tener más mujeres de las que tenemos ejerciendo la medicina. Cuando las mujeres enfermas son tratadas por una mujer, se cierra una puerta por la que Satanás intenta entrar. Se me han presentado muchos casos en los que Satanás usó esa puerta para arruinar a las familias. No permitamos que él tenga ventajas en ningún punto. HD99 98 1 Desearía que todos entendieran este asunto. En nuestros sanatorios debiera haber doctoras que estén junto a sus esposos médicos para examinar a las mujeres y darles los tratamientos. Muchas otras mujeres sensibles, plenamente convertidas, debieran llegar a ser doctoras inteligentes. HD99 98 2 Se me ha dado la instrucción de que nuestros sanatorios debieran tener médicos de ambos sexos.--Medical Ministry, 140 (1910). Las mujeres tratando a las mujeres y los hombres a los hombres HD99 98 3 Mujeres bien entrenadas en la ciencia médica--Las doctoras debieran rehusar tratar los órganos privados de los hombres. Ellas debieran dedicarse a tratar a las mujeres, y los hombres a los hombres. Enseñemos a la gente a buscar médicos de su propio sexo. Que los hombres no soliciten consulta con mujeres o viceversa. Dios aborrece este tipo de cosas.--Special Testimonies, Serie B 15:14 (1911). HD99 98 4 No mezclar los sexos--El Señor desea que nuestro curso de acción sea un ejemplo para otros. Estamos en los últimos días. Las mujeres debieran hacerse cargo de las mujeres, y los hombres de los hombres que tienen enfermedades privadas. Que no se mezclen los sexos. Tratemos de evitar toda tentación. No podría decir cuántos han llegado hasta mí con sus quejas y frustraciones, intentando una solución para este problema, pero no me sentía preparada para aconsejar. Recientemente, sin embargo, he recibido luz sobre el descuido que se ha tenido en este asunto. Las mujeres deben tratar a las mujeres, y los hombres a los hombres. Por supuesto, hay algunas cosas que deben hacerse conjuntamente. Pero debe evitarse toda vulgaridad. Aunque este tema se me ha presentado en varias ocasiones, no me he sentido cómoda en presentar este asunto.--Manuscript Releases 13:114 (1911). HD99 98 5 Los médicos deben respetar el pudor de sus pacientes--La luz que me ha sido dada con relación a este asunto es que, tanto como sea posible, las damas deben tratar a las damas, y los caballeros a los caballeros. Cada médico debiera respetar el pudor de sus pacientes. Cualquier exposición innecesaria de una dama ante un médico varón, es incorrecta. Tiene una influencia perjudicial.--Special Testimonies, Serie B 15:13 (1911). Nacimientos HD99 99 1 Las damas a cargo de las que dan a luz--El tiempo ha llegado para que se realicen algunos cambios. En realidad debieran haberse realizado hace tiempo. Los hombres deben ser responsables por el cuidado de los pacientes varones, y las damas por el de las mujeres. Y cuando hablamos del alumbramiento, no se justifica ni es correcto que se asocien hombres y mujeres. En tiempos bíblicos las mujeres cuidaban de esta tarea, y se consideraba que era la forma correcta de hacerlo. Y aun ahora es la forma en que debiera hacerse. Que las damas sean plenamente entrenadas como lo son los hombres, y que se hagan cargo de esta especialidad. Sé de lo que estoy hablando; lo hago con inteligencia pues sé que hay demasiada vulgaridad.--Manuscript Releases 13:113 (1911). HD99 99 2 No abrir la puerta a la tentación--Se me ha presentado este tema una y otra vez, y lo he escrito por temor a que mi vida termine. Quisiera decir que debemos trabajar en un plano más alto de acción; y si lo hacemos, el Señor hará reposar sus bendiciones sobre nosotros. Tengo muchas cartas de mujeres y de hombres que me han escrito acerca de las tentaciones satánicas relacionadas con el proceso del embarazo y el alumbramiento. Y no necesito argumentar sobre esto; nuestro propio sentido común nos indica que vivimos en un mundo de tentación y pruebas, y debemos purificarnos de tales cosas. Que Dios nos ayude. No quisiera tener que tratar más este tema. La luz que me ha sido dada es que en este asunto se puede abrir la puerta a la tentación y la transgresión. Permitamos que, tanto como sea posible, sean mujeres las que se responsabilicen por el embarazo y el parto. Esto es lo que se me ha presentado como correcto.--Manuscript Releases 13:116 (1911). HD99 100 1 En tiempos bíblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres--Recientemente he sentido... que debieran hacerse los arreglos para que las mujeres tengan mayores responsabilidades. Es su privilegio educarse en algunas líneas de trabajo tan plenamente como lo hacen los hombres. En tiempos bíblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres, y Dios obraba con ellas. Muchos individuos me han hablado de sus tentaciones, y me he guardado de aconsejar sobre el tema; no he dicho nada. Pero sé que han existido tentaciones y pecados con relación a este asunto. Conozco las mujeres personalmente. Y las mujeres están exentas de censura. Si quisiéramos censurarlas sería solamente por no haber tomado una posición firme en este aspecto, y no permitir que hombres y mujeres participen juntos en sus tratamientos.--Manuscript Releases 13:114 (1911). HD99 100 2 Las parteras pueden actuar como en tiempos bíblicos--Quiero escribir acerca de la instrucción que se me ha dado en relación al trabajo de las doctoras en nuestros sanatorios. Es el plan del Señor que los hombres se entrenen para tratar a los hombres y las mujeres a las mujeres. Con relación a los aspectos propios de la mujer, las parteras pueden asumir la responsabilidad. En tiempos bíblicos no se consideraba apropiado que los hombres actuaran en esa línea, y la voluntad de Dios sigue siendo la misma para el presente. Mucho mal ha resultado de la práctica en la que los hombres tratan a las mujeres, y las mujeres a los hombres. Es una práctica de origen humano, y no está de acuerdo con el plan divino. Este mal ha estado avanzando por mucho tiempo, pero ahora debemos levantar nuestra voz en protesta por aquello que desagrada a Dios.--Special Testimonies, Serie B 17b:15-16 (1911). Dra. Paciencia Bourdeau HD99 100 3 La Dra. Paciencia Bourdeau era la hija del pastor D. T. Bourdeau. En el tiempo en que esta carta fue escrita, ella dirigía su propio sanatorio en Grand Rapids, Míchigan, EUA. También actuó como directora del departamento médico de la Asociación del Oeste de Míchigan. Posteriormente se casó, y fue conocida como la Dra. Bourdeau Sisco. HD99 101 1 Querida Hna. Paciencia: He tenido una larga conversación con mi hijo, Guillermo White, acerca de la mejor forma de conducir el Sanatorio de Washington, DC. Le mencioné que había tenido una conversación con su padre acerca de la posibilidad de que usted se conectara con el trabajo de dicho sanatorio. Hay una necesidad imperiosa de contar con una doctora inmediatamente. La experiencia que hemos tenido en estos últimos días nos ha hecho decidir que debemos buscar una doctora capaz, que pueda ser la partera del sanatorio, atender a las pacientes, y dar la debida instrucción a las enfermeras. Usted puede dar esta ayuda; las asistentes debieran ser enseñadas a realizar su tarea con inteligencia. HD99 101 2 He estado escribiendo mucho acerca de la práctica en la que los caballeros dan tratamientos íntimos a las damas. La luz que me ha sido dada es que esta práctica generalizada no es buena, y que puede tener serias y fatales consecuencias. He estado dando instrucción sobre el tema de pacientes femeninas que son examinadas por médicos varones. HD99 101 3 Voy a aconsejar que usted sea llamada a Washington, y que venga tan pronto como usted pueda encontrar una reemplazante para su trabajo. Este es un tiempo muy importante para nuestro trabajo en Washington. HD99 101 4 Cuando llegue a casa, le escribiré nuevamente, para enviarle copia de lo que he escrito acerca de este tema. HD99 101 5 Se ha alquilado un edificio costoso en Iowa Circle, Washington, en una hermosa ubicación, y ha sido preparado como sanatorio para dar tratamientos. Pero necesitamos un médico residente que también actúe como administrador. La necesitamos a usted. Creemos que usted puede ayudarnos aquí en Washington. Puede dar la instrucción que los enfermeros necesitan y, a la vez, dar charlas médicas a los pacientes en la recepción. ¿Aceptará esta invitación como proveniente del Señor? Tengo la seguridad de que usted puede hacer una obra esencial. El hermano Hare es un excelente médico, pero no es administrador. Necesitamos alguien que pueda planear y administrar. Usted es la persona indicada para ayudarnos en nuestras dificultades. Washington es un lugar muy importante y debemos dar la mejor representación de nuestra obra en el sanatorio. HD99 102 1 Voy a estar en Santa Elena, California, la próxima semana. Por favor, escríbame, y escríbale también al pastor Daniells en la Asociación General.--Carta 177, 1905. Dra. Julia White HD99 102 2 La Dra. Julia Ana White se graduó del Colegio Médico Misionero de Chicago en el año 1900. Estuvo asociada con el Sanatorio de Battle Creek hasta el año 1906, cuando fue transferida a Loma Linda. Fue la fundadora de la escuela de enfermería del Sanatorio de Glendale. También fundó la Clínica de la Crescenta en California. HD99 102 3 Dra. Julia A. White. Querida hermana: Le escribo para urgirla a aceptar la invitación a trabajar en el Sanatorio de Loma Linda. En la providencia de Dios, esta propiedad ha pasado a nuestras manos. La posibilidad de tener este sanatorio totalmente equipado y amueblado, ha sido una de las más maravillosas providencias que el Señor ha abierto delante de nosotros. Es difícil imaginar lo que esta compra significa. HD99 102 4 El Señor nos ha mostrado que ha llegado la hora de trabajar en Redlands, San Bernardino, Riverside, y las ciudades vecinas. Me lleno de un solemne gozo al pensar que pronto nuestros obreros estarán penetrando en estos lugares. HD99 102 5 Mi hermana, necesitamos sus servicios, tan pronto como le sea posible. Esperamos que también podamos contar con los servicios del Dr. Holden. La Hna. Sara Peck puede asumir algunas actividades educativas. Estamos ansiosos por ver que se comience la tarea, y esperamos contar con usted tan pronto como le sea posible venir. HD99 102 6 Recientemente, estuve dos semanas en Loma Linda. Le estoy enviando un folleto para que tenga una idea de la propiedad. El edificio principal está finamente amueblado. También tiene cinco casas adicionales. Una de ellas tiene nueve habitaciones y las restantes tienen cuatro. Algunas de estas casas tienen terrazas a las que se pueden llevar las camas de los pacientes. Los jardines están hermosamente arreglados y hay caminos pavimentados, rodeados de flores, que comunican los diversos edificios. Hay un buen huerto y terreno suficiente para hacer nuevos jardines. Hay una gran variedad de árboles y arbustos ornamentales, y muchos eucaliptus y molles. Se pueden tener reuniones al aire libre sobre el hermoso césped. Hay otro edificio que ha sido usado como salón de juegos de bolos y de billares, que puede adecuarse para salón de reuniones. HD99 103 1 Esperamos que pueda percibir claramente su llamado a conectarse con este sanatorio como doctora. Sus servicios serán altamente apreciados. Deseamos verla muy pronto en este lugar.--Carta 291, 1905. ------------------------Capítulo 7--El lugar de la mujer en la ganancia de almas HD99 104 1 Cristo, el Modelo perfecto para el verdadero ministerio--Domingo, 15 de marzo de 1891. Esta mañana asistí a la reunión de obreros ministeriales. La bendición del Señor descansó sobre mí y hablé en demostración del Espíritu y de poder. Hay algunos que están recorriendo un gran círculo; pero el ministerio que el Señor nos ha dado es presentar a Cristo al mundo. Predicar simplemente la Palabra no es cumplir el ministerio. El Señor desea que sus siervos ocupen un lugar digno de la más alta consideración. En la mente de Dios, este ministerio en el que están involucrados hombres y mujeres, ya existía antes de la creación del mundo. Dios ya había determinado que sus ministros tuviesen una perfecta ejemplificación de él y de sus propósitos. Ningún ser humano podía cumplir esta tarea; por eso Dios envió a Cristo en su humanidad, para mostrar lo que la humanidad puede llegar a ser mediante la obediencia completa a su voluntad. El carácter de Dios fue revelado mediante la vida de su Hijo. Y Cristo no sólo mostró en teoría lo que significa un genuino ministerio, sino que en su humanidad nos dejó una ilustración de la clase de ministerio que Dios aprueba. La perfección es la señal distintiva en cada faceta de un verdadero ministerio. Cristo, el Hijo de Dios, no vivió para sí mismo, sino para Dios.--Manuscript Releases 18:380 (1891). HD99 105 1 Los cristianos son la mano ayudadora de Dios--Las promesas de Dios para los obedientes son "buenas nuevas de gran gozo". Alegran el alma humilde y contrita. La vida del verdadero cristiano brilla con los rayos del Sol de justicia. Si los hombres y las mujeres actuaran como la mano ayudadora de Dios, realizando actos de amor y bondad, levantando a los oprimidos y rescatando a aquellos que están por perecer, la gloria de Dios será su recompensa... Llamarían, y el Señor respondería, "Heme aquí". Se acercarían a Aquel que ha prometido: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Mateo 28:20.--Manuscript Releases 16:73-74 (1901). HD99 105 2 Damas que consagren su tiempo en el servicio a Dios--Aquellas damas que tienen voluntad de consagrar algo de su tiempo para el servicio a Dios, debieran ser encargadas para visitar a los enfermos, atender a los jóvenes, y ministrar a los pobres. Debieran ser separadas para esta tarea por la oración y la imposición de manos. En algunos casos necesitarán el consejo de los dirigentes de la iglesia o del pastor. Pero si son mujeres consagradas que mantienen una comunión vital con Dios, serán un poder para el bien en la iglesia. Este es otro medio para fortalecer y hacer crecer la iglesia. Necesitamos agregar nuevos métodos de labor. Ningún alma debiera ser desanimada; ninguna mano atada; ninguna voz silenciada. Permitamos que cada labor personal, hecha en privado o en público, ayude en hacer avanzar esta gran obra. Coloquemos cargas sobre los hombres y mujeres de la iglesia, para que al ejercitarse, puedan crecer y llegar a ser agentes efectivos en las manos de Dios para iluminar a los que están en tinieblas.--The Review and Herald, 9 de julio de 1895. HD99 106 1 No es la elocuencia lo que hace la obra aceptable--Dios quiere que los obreros lleven la verdad a todas las clases sociales: altas y bajas, ricas y pobres. Y en esta obra, la mujer puede tener una parte importante. Dios permita que los que leen estas palabras puedan hacer un esfuerzo ferviente para abrir las puertas a mujeres consagradas para que puedan entrar en este campo de acción. Aquellas que durante su vida no han entrado en contacto con las clases elevadas, no piensen que será imposible hacerlo. No es la elocuencia lo que hace la obra aceptable. Dios trabaja a través del corazón humano contrito. Los que se sienten suficientes y dignos no podrán alcanzar ni ayudar al alma necesitada.--Manuscript Releases 5:162 (1898). Las mujeres pueden alcanzar una clase social a la que los hombres no pueden llegar HD99 106 2 Las mujeres pueden hacer un trabajo por los hogares--Las mujeres discretas y humildes pueden hacer una buena obra al explicar la verdad en los hogares. Así explicada, la Palabra de Dios obrará como una levadura, y familias enteras serán convertidas por su influencia... En el círculo de la familia, en el hogar de vuestro vecino, a la cabecera del enfermo, podéis con serenidad leer las Escrituras y decir una palabra en favor de Jesús y su verdad. Así será sembrada la preciosa semilla que con el tiempo brotará y dará fruto.--Joyas de los Testimonios 3:347-348 (1909). La visitación y el seguimiento son esenciales HD99 106 3 Enseñad a otros a dar estudios bíblicos--Todavía se mantiene el mismo interés en las reuniones de Stanmore [Australia]. Durante la próxima semana habrá un bautismo. Desde el congreso, he visitado a menudo Stanmore y he predicado ocho veces los sábados y los domingos por la tarde. Hay un amplio interés. Los hermanos Wilson, Starr y Haskell con sus respectivas esposas están trabajando en la misión y educando a los obreros para dar estudios bíblicos.--Manuscript Releases 19:171 (1898). HD99 107 1 Reuniones más pequeñas cuando termina la campaña grande--La carpa ha sido desarmada, y el hermano Colcord sigue realizando reuniones en un salón más pequeño adyacente a la casa donde vive la familia de la Misión. El hermano James de la localidad de Ballarat [Australia] y su esposa están a cargo de la Misión. Ambos hacen lo que pueden para instruir a la gente. Las hermanas Wilson y Robertson están haciendo un buen trabajo en Maitland [Australia]. Han hecho muchos amigos y el Señor las sostiene en el trabajo. En el pasado tenían que caminar cinco o seis kilómetros para dar los estudios bíblicos; ahora cuentan con un carro y un caballo.--The Kress Collection, 129 (1900). HD99 107 2 La visitación es una parte esencial del ministerio--El pastor H. ha vivido y predicado aquí [Adelaide, Australia], pero no ha sido un buen pastor del rebaño. Le decía a las pobres ovejas que prefería ser castigado con un látigo que tener que hacer visitación. Ha descuidado la labor personal; por lo tanto el trabajo pastoral no ha sido realizado ni en la iglesia ni en sus alrededores. Los diáconos y ancianos de la iglesia han actuado sabia y juiciosamente para mantener la iglesia en orden. Hemos encontrado a la iglesia en mejores condiciones que las que esperábamos encontrar. Fuimos gratamente desilusionados. Sin embargo, mi corazón se entristece cuando pienso en los años pasados, y lo que se podía haber hecho si el hombre a quien se confió el rebaño hubiera sido un fiel mayordomo de Dios, y hubiese trabajado por las almas como quien tenía que dar cuenta de ellas. Si el predicador hubiera hecho el trabajo de pastor, un mayor número de almas se estaría regocijando en la verdad.--Manuscript Releases 9:343-344 (1892). El ejército del señor HD99 107 3 Un ejército bien entrenado--Los hombres y mujeres de la iglesia no deben empequeñecer espiritualmente, sino fortalecerse, elevarse, ennoblecerse y prepararse para la más sagrada tarea que alguna vez haya sido dada a los mortales. Es el propósito del Señor tener un ejército bien entrenado, listo a entrar en acción en el momento en que se lo llame. Este ejército estará formado por hombres y mujeres bien disciplinados, dispuestos a actuar bajo las órdenes de influencias que los prepararán para el servicio.--The Review and Herald, 2 de junio de 1903. HD99 108 1 Hombres y mujeres que se animan unos a otros a servir--Se necesita una gran reforma en nuestras filas. Los ministros que reciben un sueldo de la Asociación debieran preguntarse: "¿Soy un obrero fiel? ¿Soy una ayuda espiritual para la iglesia?" Hay algunos que demandan sueldos más altos por su trabajo, y sin embargo traen pocas almas que se mantengan firmes a los principios de la verdad. Ha llegado el tiempo en que nuestros ministros deben humillar sus corazones ante el Señor, y salir a dar un testimonio convincente a la gente. Ha llegado el tiempo de trabajar fervorosamente para acrecentar la feligresía de la iglesia, y para llevar a la gente a una plena comprensión de la verdad para este tiempo. El Señor desea ver miembros vivos en su iglesia; hombres y mujeres que se animan unos a otros a brindar un fiel servicio.--Manuscript Releases 9:115 (1908). ------------------------Capítulo 8 -- "El obrero es digno de su salario" HD99 109 1 Dios ha resuelto este asunto--Si las mujeres hacen el trabajo que no es el más agradable para muchos de los que trabajan en palabra y doctrina, y si su obra testifica que están llevando a cabo un trabajo que ha sido manifiestamente descuidado, ¿no debería esa obra considerarse tan rica en resultados como la obra de los ministros ordenados? ¿No debiera eso imponer el empleo de esa obrera?... HD99 109 2 Este asunto no deben resolverlo los hombres. El Señor ya lo ha resuelto. Debéis cumplir vuestro deber con las mujeres que trabajan en el Evangelio, cuya obra testifique que son indispensables para llevar la verdad a las familias. Su obra es justamente lo que debe hacerse y debiera estimularse. En muchos sentidos una mujer puede impartir a sus hermanos un conocimiento que los hombres no pueden darles. La causa sufriría una gran pérdida sin esa clase de trabajo realizada por las mujeres. Una vez tras otra el Señor me ha mostrado que las maestras son tan necesarias como los hombres para la obra que Dios les ha asignado.--El Evangelismo, 360 (1903). HD99 110 1 Las mujeres deben recibir pago por su trabajo--Hay esposas de ministros, como las hermanas Starr, Haskell, Wilson y Robinson, que han sido obreras dedicadas y fervientes. Han dado estudios bíblicos y han orado con las familias, y han sido tan exitosas en su trabajo personal como sus esposos. Estas mujeres dedican todo su tiempo, y sin embargo se les ha dicho que no recibirán nada porque sus esposos ya reciben un sueldo. Les he dicho que sigan adelante, que estas decisiones han de ser revisadas. La Palabra dice: "El obrero es digno de su salario". Lucas 10:7. Cuando se tomen tales decisiones, voy a protestar en el nombre del Señor. Y voy a considerar mi deber crear un fondo con el dinero de mi diezmo para pagar a estas mujeres que están cumpliendo una labor tan esencial como la de los ministros. Este diezmo será utilizado para la misma línea de trabajo que realizan los pastores: pescar y cazar almas. HD99 110 2 Sé que estas fieles obreras debieran recibir un sueldo en proporción al que reciben los ministros. También ellas tienen una carga por las almas, y no debiera tratárselas injustamente. Estas hermanas brindan su tiempo para educar a los nuevos creyentes en la fe, y deben pagar a las personas que trabajan para ellas. Todas estas cosas deben hacerse con justicia y en el debido orden. Los lectores de pruebas reciben su salario en la casa editora; los que hacen labores domésticas reciben su paga de dos y tres dólares a la semana. Yo misma y otros tenemos que pagar por esas labores. Sin embargo, las esposas de los ministros, que cargan con una tremenda responsabilidad y dedican todo su tiempo, no reciben cosa alguna por su labor.--Manuscript Releases 12:160 (1898). Carta al capitán Enrique Norman HD99 110 3 La mujer debiera recibir un sueldo adecuado a su trabajo--Mi hermano en Cristo Jesús: Me siento muy agradecida a mi Padre celestial porque ha contestado nuestras oraciones en la forma y el tiempo que él consideró oportuno. A menudo en nuestra experiencia hemos estado en aprietos, pero el Señor ha respondido nuestras oraciones y nos ha bendecido grandemente. Una y otra vez hemos presentado nuestro caso ante el Señor, luchando con él como lo hizo Jacob antes de encontrarse con su hermano Esaú. Hace algunos meses se me dio la indicación de solicitar ayuda a nuestros hermanos en Norteamérica. El Señor dijo: "Persiste en orar, y persiste en pedir. Yo me moveré sobre esos corazones y los medios que he dispuesto llegarán". Desde que recibí esta comunicación del Señor no he sentido desconfianza. Me he despertado durante las noches con estas palabra en mis labios: del Señor es la plata y el oro, y no nos abandonará en esta emergencia. HD99 111 1 ¡Cuán maravillosos son los caminos de nuestro Señor! Su gloria es impartirnos las cosas que más necesitamos. Durante la noche he visto el poderoso brazo de la Omnipotencia extendido hacia nosotros para guiarnos y dirigirnos hacia adelante. "Marchad hacia adelante--dijo el Señor--conozco vuestro caso y os enviaré ayuda. Persistid en la oración. Tened fe en mí. Vosotros pedís por la gloria de mi nombre y recibiréis. Seré honrado ante aquellos que critican vuestro fracaso financiero. Ellos verán a la verdad triunfar gloriosamente. Todo lo que pidiéreis en mi nombre, creyendo, lo recibiréis". HD99 111 2 He sido instruida a menudo acerca del camino a seguir en casos de perplejidad. Cuando existe un sincero deseo de hacer la voluntad de Dios; cuando no hay consideraciones personales o egoístas de por medio, el Señor escuchará y responderá la oración. HD99 111 3 Si confiamos en las promesas que Dios ha dado en su Palabra, podemos marchar con seguridad hacia adelante a pesar de las aparentes dificultades. El Señor nos brindará ayuda mediante hombres que, movidos por el Espíritu, suplirán nuestra necesidad. Cada programa que legalmente busque el avance en la obra de salvar a las almas que perecen, tendrá éxito. Debemos reconocer las providencias especiales de Dios. El Señor nos autoriza a orar, y declara que escuchará las oraciones de aquellos que no confían en su propia, finita sabiduría, sino en el Poder infinito. Será honrado por aquellos que se acercan a él y le sirven fielmente. "Tú guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado". Isaías 26:3. HD99 112 1 El Señor lo ha hecho a usted un mayordomo de sus medios, y agradezco a mi Padre celestial por haberlo impresionado a identificarse con la causa de hacer avanzar su reino en esta tierra. El modo de acción más seguro es permanecer unido a la Palabra de Dios. Al cristiano se lo invita a llevar sus cargas a Dios en oración, y a unirse a Cristo por las cuerdas de una fe viviente. HD99 112 2 Mi hermano en Cristo, tengo un pedido que hacerle. ¿Podría dedicar una cierta suma para crear un fondo para la educación de los obreros que se dedican a dar estudios bíblicos a las familias, después que las reuniones evangelizadoras han terminado? Durante este mismo tiempo podemos también realizar reuniones para niños los sábados y domingos por la tarde. Hemos seguido este plan durante las reuniones evangelizadoras que tuvimos aquí. Cuando colocamos la carpa aquí en Newcastle, no había un solo guardador del sábado. Desde entonces, miles han tenido la oportunidad de escuchar la verdad, y sabemos que muchos de ellos la escucharon con alegría. Parecían estar hambrientos por la verdad. HD99 112 3 Simultáneamente con las reuniones para adultos, resolvimos tener reuniones para niños. Fueron elegidos los mejores maestros. Durante la semana teníamos entre cien y ciento veinte niños; en los sábados y domingos asistían entre trescientos y cuatrocientos. Les fueron dadas preciosas lecciones del amor de Cristo y de su voluntad de salvar a todos los que se allegan a él. Los niños se comportaban bien, y cuando volvían a sus hogares les contaban a sus padres acerca de las lecciones que habían recibido. Algunos de estos padres han aceptado la verdad. HD99 112 4 Hemos continuado con las reuniones en carpa aquí en Newcastle, después que terminaron las reuniones evangelizadoras. Treinta y cinco almas se convirtieron y fueron bautizadas, y quedan muchas más interesadas. Se han producido conversiones extraordinarias entre hombres que no habían asistido a una reunión religiosa en carpa por años. Fumadores y bebedores que se vieron como transgresores de la ley en el espejo del Evangelio, se han arrepentido y aceptado a Cristo como su Salvador personal. Los ministros están asombrados al ver a estos hombres fumadores y bebedores, dejar de fumar y de beber y convertirse. Les parece un verdadero milagro. HD99 113 1 Se ha alquilado una casa donde viven los pastores y sus esposas, y aquellos que están siendo entrenados para dar estudios bíblicos casa por casa. Se le pide a la gente que invite a sus amigos y vecinos a estas reuniones, y se les da oportunidad de hacer preguntas acerca de las lecciones presentadas. Hay ocasiones en que se manifiesta un profundo interés. Tengo una gran confianza en este método de labor. Estos obreros que están pescando y cazando las almas de los hombres y mujeres, trabajan arduamente desde la mañana hasta la noche; a menudo no terminan sus visitas antes de las diez de la noche. HD99 113 2 Ahora se ha comenzado a trabajar en la localidad de Wallsend, un suburbio de Newcastle ubicado a unos quince kilómetros, y en Maitland, que está a treinta kilómetros de Newcastle. Este es un campo grande de labor y emplearemos obreros de tiempo completo para hacer la tarea. El pastor Haskell y su esposa están ahora trabajando en Newcastle. Tienen mucha habilidad y buen tacto para enseñar la verdad tanto en público como casa por casa. Aparte del pastor Haskell habrá otros obreros e instructores bíblicos. En esta área se necesitan no menos de doce obreros porque el campo es muy grande. HD99 113 3 En el pasado he dedicado algunos medios para sostener esta clase de trabajo. Pero los fondos están agotados debido a que hay pedidos continuos. Se ha comenzado trabajo misionero en muchas ciudades. HD99 113 4 Las esposas de los ministros ayudan a sus esposos y realizan tareas que ellos quizá no podrían hacer. Pero para dedicar este tiempo, deben emplear personas que puedan hacerles las tareas de la casa. El hacer este tipo de obra misionera requiere el mejor talento, y estas damas debieran recibir un sueldo adecuado. Sin embargo, por la escasez de medios, nuestras hermanas han recibido muy poco. Obreros menos calificados, que aún requieren instrucción por precepto y por ejemplo, reciben una libra por semana para pagar su hospedaje. Pero las esposas de los obreros no han recibido nada. HD99 114 1 Quisiera crear un fondo para pagar a estas dedicadas mujeres que son las mejores para dar estudios, y para emplear más obreros como instructores bíblicos. Y ahora voy directamente al punto: ¿Me confiaría usted algunos medios para que se los administre y podamos utilizarlos para educar y sostener obreros, y para construir humildes casas de culto? Yo misma he invertido medios en cada uno de los templos que se han construído en Australia para nuestro pueblo, excepto uno. HD99 114 2 Pienso que le he expuesto mi pedido claramente. Si usted lo desea, puedo enviarle un estado de cuenta cada seis meses para que sepa cómo ha sido invertido su dinero. HD99 114 3 He tomado la determinación de hacer avanzar la obra aquí; y para hacerlo, había pedido un préstamo de mil libras en Africa. La fecha de devolución se cumplió unos meses atrás, pero pudimos renovarlo por un año más, al cuatro y medio por ciento de interés. También he solicitado dinero en Norteamérica al cinco y seis por ciento, y aunque no estoy presionada a devolverlo en un tiempo fijo, en algún momento será necesario devolverlo. Aquellas personas que me prestaron este dinero, consideraban que estaría más seguro conmigo que en el banco. Ahora algunas de ellas, especialmente una o dos que son viudas, están en circunstancias difíciles y debemos devolverles su dinero. Le menciono esto para que sepa por qué le estoy solicitando ayuda para crear este fondo para mantener obreros en el campo de labor.--Carta 83, 1899. HD99 114 4 Cuando el esposo y la esposa trabajan juntos, ambos debieran recibir remuneración--Una y otra vez he repetido la instrucción que el Señor me ha dado concerniente a la apertura de nuevos centros para que las grandes ciudades puedan oír las verdades del mensaje del tercer ángel... HD99 114 5 La página impresa no puede cumplir sola lo que el ministro con su presencia puede hacer. El puede explicar las Escrituras a la gente, orar con ellas, apelar a sus corazones, y hacer efectivas las verdades de la Biblia. Este trabajo no puede ser hecho simplemente por uno o dos hombres. Muchos hombres y mujeres que tienen la habilidad de predicar y enseñar, deben ser llamados para esta tarea... HD99 115 1 Enviemos hombres y mujeres de fe y consagración a dar este último mensaje de amonestación al mundo. Cuando sea posible, que el pastor y su esposa trabajen juntos. A menudo la esposa puede estar al lado de su esposo y cumplir una noble tarea. Puede visitar los hogares de la gente y hacer un trabajo por las mujeres de esas familias que su esposo no puede realizar... HD99 115 2 El pastor Haskell y su esposa han unido sus esfuerzos en la Asociación de California. Las condiciones en ese lugar demandaban la capacidad de ambos. No cuestionemos el derecho que la Hna. Haskell tiene de recibir remuneración por su trabajo. El doctor Kress y su esposa también son capaces de unir sus esfuerzos misioneros. Nadie cuestionaría el derecho de la Hna. Kress de recibir un salario. Y ellos pueden cumplir mucho más trabajando juntos que si lo hicieran separadamente.--Manuscript Releases 12:165-167 (1909). HD99 115 3 Es una injusticia no pagar a las mujeres por su fiel trabajo--Está bien que los ministros sean pagados por su obra. Y si el Señor llama a la esposa tanto como al esposo a llevar la carga y a dedicar tiempo y energías a visitar las familias y abrir las Escrituras con ellas, aunque la esposa no haya sido ordenada por la imposición de manos, cumple una tarea ministerial. ¿Acaso sus labores no cuentan para nada, y el salario de su esposo debería ser el mismo que el de otro siervo de Dios cuya esposa no se dedica a la obra sino al cuidado de su familia? HD99 115 4 Mientras estaba en Norteamérica se me brindó luz sobre este tema. Se me dio instrucción sobre asuntos que deben ser considerados. Se ha hecho una injusticia con aquellas mujeres que trabajan con tanta dedicación como sus esposos, y cuya tarea es reconocida por Dios y considerada tan importante como la de sus esposos. El método de pagar a los hombres sin hacerlo a las esposas que trabajan, no cuenta con la aprobación de Dios. Es una injusticia y un error. El Señor no favorece este plan. Si este método se sigue en nuestra Asociación, nuestras hermanas se desanimarán y dejarán de hacer la obra en la que debieran estar envueltas. HD99 116 1 Se comete un error cuando se deja toda la carga del trabajo sobre los ministros. Este arreglo se ha hecho sin consultar con Dios. Algunas damas están enseñando a mujeres jóvenes a dar con éxito estudios bíblicos y visitar las familias. Y estas mujeres que trabajan en la causa de Dios debieran recibir sueldos proporcionados al tiempo que dedican. Dios es un Dios de justicia; y si los ministros reciben sueldo por su trabajo, también sus esposas, que se consagran a la tarea con todo su interés y son obreras juntamente con Dios, debieran recibir un sueldo adicional al de sus esposos, aunque no lo soliciten. Cuando el ministro consagrado y su esposa se unen en el trabajo, debieran recibir el sueldo de dos obreros; esto les permitirá contar con los medios necesarios para invertirlos en la causa de Dios como ellos dispongan. El Señor ha puesto su Espíritu sobre ambos. Y si el esposo muriera y dejara sola a su esposa, ésta estará capacitada para continuar la tarea en la causa de Dios y para recibir el salario por ese trabajo.--Manuscript Releases 5:29-31 (1898). Que nadie piense que las damas no deben recibir sueldos justos. HD99 116 2 Elegid a mujeres que desempeñen su parte con fervor. El Señor utilizará a mujeres inteligentes en la obra de enseñar. Y nadie piense que no deben recibir remuneración por sus labores esas mujeres que comprenden la Palabra y tienen habilidad para enseñar. Debiera pagárseles así como se les paga a sus esposos. Hay una gran obra que deben realizar las mujeres en la causa de la verdad presente. Mediante el ejercicio de tacto femenino y el uso sabio de sus conocimientos de la verdad bíblica, pueden eliminar dificultades que nuestros hermanos no podrían enfrentar. Necesitamos obreras para que trabajen en relación con sus esposos, y debiéramos animar a las que desean dedicarse a este ramo del esfuerzo misionero.--El Evangelismo, 358-359 (1909). HD99 116 3 El trabajo de la mujer debe recibir su justa remuneración HD99 116 4 Si una mujer es llamada por el Señor a realizar cierta tarea, ese trabajo debiera ser estimado de acuerdo a su justo valor. Algunos pueden pensar que es una buena política permitir que algunas personas dediquen su tiempo y energías a un trabajo sin recibir remuneración. Pero el Señor no aprueba tales arreglos. Cuando debido a la escasez de medios sea necesario mostrar renunciamiento, que la carga no sea distribuida sobre unos pocos. Todos debemos unirnos en hacer sacrificios.--Testimonies for the Church 7:207-208 (1902). HD99 117 1 No sólo las mujeres deben sacrificarse--En nuestro mundo debe llevarse a cabo una gran obra, y en ésta debe emplearse todo talento de acuerdo con los principios de justicia. Si el Señor designa a una mujer para que lleve a cabo cierta obra, su trabajo debe estimarse de acuerdo con su valor. Cada obrero debe recibir su justa paga.--El Evangelismo, 359 (1898). HD99 117 2 Las mujeres que hacen obra evangélica deben recibir pago--Se me solicitó que visitara Melbourne antes de que se desarmara la carpa, pero debido al calor reinante no fue un pedido muy urgente. El pastor Robinson pensaba que yo debía dar mi testimonio; que se lo necesitaba grandemente. El y su esposa fueron dejados con toda la responsabilidad del trabajo. Debían conducir la Misión, dar estudios bíblicos, y entrenar a varios jóvenes y señoritas como obreros. Su trabajo ha sido pesado. La hermana Robinson empleó a una joven para hacer las tareas de su hogar, y ella está haciendo el trabajo de un ministro. Estas mujeres no han recibido paga, pero esto debe cambiar a su debido tiempo. La causa está siendo restringida por falta de medios.--Manuscript Releases 12:160 (1898). HD99 117 3 El diezmo debe ser usado en obra ministerial hecha por hombres o mujeres--Se necesita a las mujeres tanto como los hombres en la obra que debe ser hecha. Las mujeres que se dedican al servicio de Dios; que realizan trabajo casa por casa para la salvación de otros; que hacen una tarea tanto o más agotadora que pararse frente a la congregación, debieran recibir una remuneración por su labor. Si el hombre es digno de su salario, también lo es la mujer. HD99 117 4 Dios ha confiado talentos a sus siervos, y él comprende que se pueden cometer errores...Pero no cometamos el error de no corregir la práctica de dar a los ministros sueldos inferiores a los que merecen. Cuando se ven personas que han sido colocadas en posiciones de confianza que están pasando necesidad, que Dios conmueva nuestros corazones para colocar las cosas en su debido lugar. El diezmo debe ser utilizado para aquellos que trabajan en palabra y doctrina, sean hombres o mujeres.--Manuscript Releases 1:263 (1899). ------------------------Capítulo 9--El ministerio en el vecindario HD99 119 1 Se necesitan mujeres en los varios ramos de la obra--En las variadas ramas de la causa de Dios hay un amplio campo en el cual nuestras hermanas pueden rendir un buen servicio para el Maestro. Muchos ramos de trabajo misionero son descuidados. En las diferentes iglesias, mucho trabajo que se deja sin hacer, o que se hace imperfectamente, podría realizarse bien con ayuda de nuestras hermanas, si son debidamente instruidas. Por medio de los diversos ramos del esfuerzo misionero local, ellas pueden alcanzar una clase de personas a las cuales no llegan nuestros pastores. Entre las nobles mujeres que tuvieron el valor moral de decidirse en favor de la verdad para este tiempo, se encuentran muchas que tienen tacto, percepción y habilidad, y que pueden llegar a ser obreras de éxito. Se necesitan las labores de tales mujeres cristianas.--El Evangelismo, 341 (1914). HD99 120 1 Amigos en la familia de Dios--Si un miembro de la familia de Cristo cae en tentación, los demás deben velar por él con bondadoso interés, para detener los pies que empiezan a descarriarse por senderos falsos y para ganarlo a una vida pura y santa. Dios requiere que cada miembro de su iglesia realice este servicio... HD99 120 2 Esto también es obra misionera, y ayuda tanto a los que la realizan como a las personas por quienes se hace. El bondadoso interés que manifestamos en el círculo del hogar, las palabras de simpatía que hablamos a nuestros hermanos y hermanas nos preparan para trabajar por los miembros de la casa del Señor, con quienes, si permanecemos leales a Cristo, viviremos durante la eternidad. Cristo dice: "Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida". Apocalipsis 2:10. Puesto que esto es así, ¡con cuánto cuidado deberían los miembros de la familia del Señor velar por sus hermanos y hermanas! Haceos amigos de ellos. Si son pobres y necesitan alimento y vestido, atended sus necesidades temporales tal como lo hacéis con sus necesidades espirituales. En esta forma seréis una doble bendición para ellos.--El Evangelismo, 259 (1898). HD99 120 3 Amigos de las familias en necesidad--Las hermanas pueden hacer mucho para alcanzar y suavizar los corazones. Doquiera estéis, mis hermanas, trabajad con simplicidad. Si visitáis un hogar donde hay niños, mostrad interés en ellos. Que ellos vean que los amáis. Si uno de ellos está enfermo, ayudad a la ansiosa y cansada madre a aliviar el dolor del niño sufriente dándole tratamientos.--The Review and Herald, 11 de noviembre de 1902. Todos tienen una parte en la obra de Dios HD99 120 4 Nuestras hermanas pueden hacer mucho--Nuestras hermanas están haciendo comparativamente nada cuando podrían hacer mucho. Cristo busca frutos en la vida y el carácter de muchos profesos cristianos pero, como en el caso de la higuera estéril, encuentra sólo hojas. Las hermanas pueden trabajar eficientemente buscando suscriptores para nuestras revistas. De esta manera pueden traer luz a muchas mentes. El trabajo de los distribuidores de folletos y de los colportores cristianos puede ser hecho tanto por nuestras hermanas como por nuestros hermanos. HD99 121 1 Satanás está bien ocupado en su departamento de publicaciones diseminando literatura que rebaja la moral y envenena las mentes de los jóvenes. Las publicaciones infieles se están diseminando ampliamente por toda la tierra. ¿Por qué no se interesa cada miembro de la iglesia en diseminar las publicaciones que elevarán la mente de muchos y los pondrán en contacto directo con la verdad? Estos folletos y revistas tienen el propósito de iluminar al mundo y han sido efectivos en convertir almas. Siembran la semilla del Evangelio y pueden traer tantas almas a Cristo como la Palabra predicada. Iglesias enteras han sido levantadas por este medio. HD99 121 2 Cada discípulo de Cristo puede tener una parte en esta obra. Que los folletos, las revistas y los libros sea diseminados por doquiera. Llevad con vosotros un paquete de folletos seleccionados que podáis distribuir cuando se presente la oportunidad. Podéis vender literatura, o prestarla o regalarla según sea el caso; con esto se obtendrán importantes resultados.--The Review and Herald, 10 de junio de 1880. HD99 121 3 Estad seguras de trabajar para Jesús--Nuestras hermanas no están excusadas de hacer su parte en la obra de Dios. Todo aquel que ha gustado los poderes del mundo por venir, tiene un ferviente trabajo que hacer en la viña del Señor. Nuestras hermanas podrían mantener sus manos ocupadas produciendo exquisitos artículos para embellecer su hogar o para regalarlos a sus amigos. Podría pensarse que una gran cantidad de estos materiales están produciendo un buen fundamento. Pero, ¿será que Jesús considerará estas exquisitas pequeñeces como un sacrificio vivo para él? ¿Será que pronunciará sobre esos obreros las palabras: "Yo conozco tus obras... y has trabajado arduamente por causa de mi nombre"? Apocalipsis 2:2-3.--The Review and Herald, 31 de mayo de 1887. HD99 121 4 Todos podemos hacer trabajo misionero alrededor--Nuestras hermanas se han excusado con facilidad de llevar responsabilidades que requieren trabajo mental; y sin embargo ésta es la disciplina que necesitan para perfeccionar su experiencia cristiana. Pueden hacer obra misionera y tener un interés personal en la distribución de folletos y revistas que representan correctamente nuestra fe. No todos pueden ir a los campos misioneros lejanos, pero todos pueden hacer algo a su alrededor... HD99 122 1 Como cristianos, debiéramos tener el profundo sentimiento de que nuestro tiempo, nuestras energías y nuestras habilidades han sido compradas con un precio infinito. No somos nuestros para usar nuestro tiempo en cosas que gratifican nuestros gustos y nuestro orgullo. Como hijos de luz, debemos difundir la luz a otros. Debiéramos estudiar la manera de glorificar mejor a Dios, y de trabajar para salvar y bendecir a las almas por las que Cristo murió. Al trabajar para bendecir a otros, estaremos añadiendo fuerza y coraje a nuestras propias almas, y estaremos recibiendo la aprobación de Dios. Centenares de nuestras hermanas podrían hoy estar trabajando si quisieran... HD99 122 2 Aquellas que no están haciendo nada debieran salir a trabajar. Que cada hermana que se siente una hija de Dios asuma la responsabilidad de hacer lo que esté a su alcance. Las características más nobles se adquieren a través del renunciamiento y la benevolencia en beneficio de otros.--The Review and Herald, 12 de diciembre de 1878. HD99 122 3 Sembrad sobre todas las aguas--Si nuestras hermanas usaran el tiempo que les ha sido dado por Dios en ferviente oración y estudio de su Palabra, él les daría sabiduría celestial para descubrir qué clase de obra pueden realizar con la gracia que les ha sido concedida, para salvar las almas que están a su alrededor. Nuestras hermanas pueden comenzar la obra misionera en su propia casa; entonces pueden extenderse a trabajar inteligentemente por sus vecinos. Si se interesaran en esta tarea podrían sembrar las semillas de verdad. Debemos sembrar sobre todas las aguas, "porque no sabemos cuál es lo mejor, si esto o aquello". Eclesiastés 11:1, 6. Lo que sí sabemos es que esta clase de obra da resultados; y son resultados eternos. Es como construir el fundamento con oro, plata y piedras preciosas, materiales que no perecen ni se consumen. Y la primera tarea que debemos realizar personalmente es nuestra consagración a Dios.--The Review and Herald, 6 de noviembre de 1888. Obreros juntamente con Dios HD99 123 1 Orar por los amigos personales--Dios puede hacer mucho más de lo que pedimos o pensamos si sólo confiamos en él plenamente. ¿Creeremos en él y avanzaremos con fe, esperanza y coraje, tomándonos de la mano del Todopoderoso?... Que todos aquellos que profesan creer en la verdad presente puedan mantener principios puros y santos en sus vidas. Si nuestras hermanas sintieran que pueden hacer mucho y se consagraran a Dios, serían de gran ayuda. Si hablaran y obraran con sabiduría divina entre sus conocidos, podrían hacer mucho bien. HD99 123 2 Si hablaran menos de asuntos que no son importantes, y oraran más fervientemente a Jesús pidiendo por sus amigos personales que no están en la verdad, y rogaran que él ilumine sus mentes, sus oraciones de fe harían mucho bien. Nuestras hermanas pueden ser obreras juntamente con Dios. Y cuando esta vida termine, podrán mirar hacia atrás en su experiencia y ver que su vida no fue un desierto estéril, sino un campo que dio flores y frutos por su trabajo.--Manuscript Releases 7:40-41 (1874). Una juventud entrenada para servir a otros HD99 123 3 Organizados para servir--Jóvenes y señoritas: ¿Queréis alistaros como soldados de Cristo y formar sociedades que pongan todas sus habilidades, talentos y tacto al servicio del Maestro para salvar a las almas de la ruina? Que se organicen sociedades de jóvenes en cada iglesia... ¿Se organizarán los jóvenes y señoritas que realmente aman a Jesús para trabajar como obreros no solamente por los miembros, sino por los que no son de la fe?--The Signs of the Times, 29 de mayo de 1893. HD99 123 4 Instruidos en métodos prácticos de trabajo misionero--Para el crecimiento de nuestras iglesias, se necesita ahora el concurso de obreros sabios que puedan discernir y desarrollar los talentos que se encuentran en la iglesia, para ponerlos al servicio del Maestro. Aquellos que visitan las iglesias deben dar instrucción acerca de cómo dar estudios bíblicos y hacer trabajo misionero. Que haya una clase para el entrenamiento de los jóvenes que desean trabajar y quieren aprender cómo hacerlo. Nuestros jóvenes y señoritas debieran ser educados para llegar a ser obreros en el hogar, en el vecindario y en la iglesia.--The Review and Herald, 15 de mayo de 1888. HD99 124 1 Los jóvenes pueden dirigir reuniones--Antes de que presentara este asunto a los estudiantes del Colegio de Avondale [Australia], eran muy pocos los que se habían dedicado a hacer trabajo misionero, visitando a las familias, distribuyendo literatura y dirigiendo estudios bíblicos en las zonas cercanas. Muchos de los estudiantes tenían la misma teoría sostenida en otros colegios, que es mejor aprender todo lo que se pueda mientras se está en el colegio, y esperar hasta salir del mismo para hacer obra misionera... HD99 124 2 Cuando estudiamos qué sería lo mejor para las iglesias de la región y para los estudiantes del colegio que habían tenido una experiencia en trabajar para Cristo, se consideró que lo mejor era animar a algunas personas de cierta experiencia a salir del colegio por una semana y dedicarse a visitar las iglesias, dirigir reuniones, y unirse a los obreros de esas iglesias en un trabajo ferviente por aquellos que necesitaban ayuda. Siete estudiantes fueron enviados juntamente con el pastor Haskell para visitar la iglesia de Stanmore; iglesia en la que el pastor Haskell había realizado una labor amorosa y eficiente. HD99 124 3 Al principio, algunos consideraron que perder una semana de clases era algo muy serio; les había costado mucho venir al colegio, y aparentemente para algunos era la última ocasión de asistir a clase; consideraban cada una de ellas como una preciosa oportunidad. Sin embargo, después de algunas reflexiones aceptaron con gozo el plan. Al levantar la cruz, se levantaron ellos mismos. No tuvieron un tiempo fácil, sino que se trasladaban de lugar en lugar. Pero fueron recibidos con alegría y encontraron almas solitarias que estaban sedientas por ayuda espiritual. Mientras saciaban la sed de otros, sus propias almas fueron saciadas. Cuando volvieron al colegio, estaban llenos de gozo y valor; su fe se había desarrollado con el trabajo y estaban listos para animar a sus compañeros. HD99 125 1 Justamente en ese tiempo, una forma severa de influenza visitó la región. Primero apareció en las ciudades y se extendió a las zonas rurales. Como se podía esperar, también alcanzó el colegio. Había muchos enfermos alrededor de nosotros. Y los estudiantes de la práctica de enfermería se ofrecieron voluntariamente para ayudar a los enfermos cuando fuera necesario. Así que fueron enviados de dos en dos para dar tratamiento y ayudar a los más debilitados. HD99 125 2 Estas experiencias prepararon sus corazones para recibir y apreciar el valor del trabajo misionero como parte de su instrucción y educación. Y cuando el plan fue presentado en el colegio y en la iglesia durante una semana de oración, tanto los estudiantes como los profesores aceptaron la sugerencia y encontraron oportunidades de trabajar en todas direcciones. Los sábados y domingos por la tarde, entre dieciséis y veinte estudiantes salían a tener reuniones de oración, estudios bíblicos, reuniones para los jóvenes, y predicación en cerca de diez lugares. Ya podemos ver un resultado de este trabajo: los que lo hacen han sido grandemente bendecidos. Los otros resultados se verán en el futuro.--The Review and Herald, 4 de octubre de 1898. Una carta misionera a María Chase HD99 125 3 María Chase era la sobrina de Jaime White, hija de su hermana Mary. HD99 125 4 Querida sobrina María: Deseo escribirte algunas líneas. Mi interés por ti no ha disminuido aunque me he sentido muy desilusionada por tu caso. Al parecer, tu deseo de llegar a ser cristiana ha disminuido, y tengo una dolorosa ansiedad en cuanto a tu futuro y perspectivas. HD99 125 5 No sé si puedo comprender tu presente estado mental, y si estoy preparada para ayudarte. Podría estar en mejores condiciones de hacerlo, si supiera que tú sinceramente deseas ser una cristiana humilde. Quizá deseas serlo, pero debido a tu último fracaso puedes haberte desanimado. Quizá pensaste que la confianza que otros tenían en ti ha sido traicionada, y que ya no van a creer nuevamente en ti cuando hagas nuevos esfuerzos en el futuro. HD99 126 1 Pero María, si la vida cristiana todavía tiene encantos para ti, y ves tu pecaminosidad y tu condición perdida sin Cristo, te aconsejo comenzar otra vez con todo fervor. Busca al Señor con mansedumbre. Puedes estar muy desconfiada de ti misma, y tienes razones para estarlo. Pero Dios es fiel, y te aconsejo por la salvación de tu alma que pruebes otra vez y fervientemente busques llegar a ser una seguidora de Cristo. Nadie puede hacer este trabajo por ti. Es una obra entre Dios y tu propia alma, que debe soportar la prueba del Todopoderoso. HD99 126 2 Quiero invitarte a buscar aquellas cosas que te traerán paz. Durante toda tu vida has estado buscando ansiosamente los placeres terrenales y las diversiones mundanas, pero sólo has encontrado espinas en el camino del placer mundano. Una desilusión tras otra te ha llevado a fracasar en tu vida. No has cumplido el propósito que Dios tenía para ti. Tu mente se ha espaciado en las modas, la frivolidad y las exhibiciones. Has sacrificado la sobriedad de pensamiento en el altar de las apariencias, y has dejado de lado aquellas consideraciones e intereses eternos que son más elevados y valiosos que las consideraciones terrenales, como son los cielos más altos que la tierra. HD99 126 3 Satanás siembra el camino ancho que lleva a la perdición con flores tentadoras. Pero aquellos que transitan por este camino de muerte, pronto aprenden por experiencia que esas flores se marchitan tan pronto como se las recibe, y en lugar de perfume exhalan un olor desagradable y nauseabundo. HD99 126 4 María, ¿no quisieras dedicar a Dios el poco tiempo que se nos da para asegurar tu felicidad presente y eterna? Te ruego que lo hagas con todo fervor. No rindas culto a tu apariencia personal que de ninguna manera recibe el favor de Dios. Dios se agrada de la dignidad moral. Pedro dice: "Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios". 1 Pedro 3:3-4. HD99 127 1 Busca tener ese espíritu manso y apacible. Trata de desechar ese espíritu que te controla en gran medida; que trae el deseo de continuo cambio. Busca la justicia y la mansedumbre. Creo que Dios te dará su gracia si te vuelves a él de todo tu corazón y pones a Cristo en primer lugar. Aprende a servirle. Estudia la Biblia y pídele a Dios que ilumine tu mente para entender sus sagradas enseñanzas que por tanto tiempo has descuidado y despreciado. Vuelca tu atención a las palabras de vida. "Escudriñad las Escrituras". HD99 127 2 Durante toda tu vida, tu corazón ha estado en rebelión contra Dios. Has despreciado su misericordia y has elegido las cosas placenteras del mundo y el servicio a Satanás en lugar del servicio a Cristo. Pero Jesús, con su ilimitada misericordia, aún te invita a elegirlo como tu Salvador para llegar a ser una hija de Dios y heredera de su gloria. Puedes elegir la vida y la salvación, o elegir el culto al yo, y dedicar las preciosas horas de este tiempo de prueba para hacer tu persona atractiva a los ojos de los sensuales y mundanos. Puedes recibir aduladoras palabras de sus labios para después cosechar lo que has estado sembrando: corrupción. Ese pobre cuerpo mortal que ha sido tu dios y tu ídolo, será cortado como el pasto y se marchitará como la hierba verde. ¡Oh, María! cuán doloroso ha sido para mí ver que has dedicado casi completamente tus pensamientos a tu propia persona, a tu vestido, a tu apariencia. Tu mente parece haber estado completamente ocupada en estas cosas. HD99 127 3 La Palabra de Dios nos exhorta a estudiar cómo presentarnos ante Dios aprobados. ¿Cuánto has estudiado esta importante lección? Mas bien has buscado la aprobación de los amantes del placer y de los enemigos de Dios, en lugar de tener el elevado deseo y la determinación de propósito de buscar la aprobación de Dios. El es quien te da la vida y cada cosa que puedes gozar. HD99 127 4 Dejo estas líneas escritas con premura, contigo; y oro para que puedan hacerte bien. Te ruego buscar al Señor. Ora mucho; ora y llora. Humíllate delante del Señor confiando únicamente en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado; un Salvador que intercede justamente por almas contaminadas del pecado como la tuya. Si otros no te ayudan como tú piensas que debieran hacerlo, no te desanimes. El tuyo es un caso de vida o muerte. Los ángeles de Dios miran con interés para saber si serás vencida por Satanás o, en cambio, si serás vencedora mediante la eficacia de la sangre de Cristo, y colocarás a Satanás bajo tus pies. ¿Elegirás a Cristo como tu parte para siempre? HD99 128 1 Ora, María; ora fervorosamente. En primer lugar para que Dios te revele el pecado y la corrupción de tu propio corazón. Que este deseo esté siempre delante de ti, porque es importante que te veas pecadora para sentir la necesidad de buscar perdón mediante la sangre de Cristo. Tu segunda oración debiera ser:--Revélate a ti mismo en mí; revélame tu misericordia y el valor de tu sangre. Toma cuidado de la vida eterna. Tú has comprobado ya el poco valor de las cosas terrenales, y me extraña que aún manifiestes tan poco interés en llegar a ser cristiana. Pero es comprensible, si has hecho de tu apariencia personal tu ídolo. Dios no puede morar en el corazón o la mente de aquel en quien el yo reina supremo. Y Satanás puede usar tu buena apariencia para tu propia destrucción. Si tuviera éxito, probaría que ésta ha sido la mayor maldición en tu vida. HD99 128 2 ¿Qué es la apariencia por sí sola? ¿Qué significa una buena figura sin dignidad moral, bondad de corazón y nobleza de mente? Es sólo un barniz que agrada a cierta clase de gente, pero que perecerá en el día de Dios, dejando ver sólo la deformidad corrupta del pecado. Busca el cielo; busca la verdadera humildad, y Dios dirigirá tu camino.--Carta 2, 1865. ------------------------Capítulo 10--La obra de temperancia HD99 129 1 Elena G. de White tenía una amplia definición de lo que es temperancia: HD99 129 2 "La verdadera temperancia nos enseña a abstenernos por completo de todo lo perjudicial, y a usar cuerdamente lo que es saludable".--La Temperancia, 122. Sin embargo, en este capítulo trataremos principalmente el tema de la temperancia relacionado a la abstinencia de bebidas alcohólicas. Elena G. de White era una persona muy apreciada en sus presentaciones acerca de la temperancia. Sentía una gran responsabilidad por este tema, y a menudo lo presentaba a grandes audiencias. Los principios que aquí se presentan pueden ser aplicados al abuso de cualquier substancia. HD99 129 3 Influir en favor de la temperancia--Los abogados de la temperancia fracasan en cumplir con su deber a menos que ejerzan una influencia por precepto y por ejemplo, con su voz, su pluma y su voto, en favor de la prohibición y de la abstinencia total.--The Review and Herald, 8 de noviembre de 1881. HD99 129 4 Parte del mensaje del tercer ángel--En nuestra obra debe dedicarse más atención a la reforma pro temperancia. Todo deber que exige reforma entraña arrepentimiento, fe y obediencia. Significa elevar el alma a una vida nueva y más noble. De modo que toda verdadera reforma tiene su lugar en la obra del mensaje del tercer ángel. Especialmente la reforma pro temperancia exige nuestra atención y apoyo. En nuestros congresos debemos llamar la atención a esta obra y hacer de ella un asunto de viva importancia. Debemos presentar a la gente los principios de la verdadera temperancia y solicitarle que firme la promesa de abstinencia. Debe dedicarse atención especial a los que están esclavizados por los malos hábitos. Debemos conducirlos a la cruz de Cristo... HD99 130 1 En otras iglesias hay cristianos que se destacan en defensa de los principios de la templanza. Debemos procurar acercarnos a estos obreros y preparar el terreno para que nos acompañen. Debemos invitar a hombres grandes y buenos a que secunden nuestros esfuerzos por salvar lo que se ha perdido... HD99 130 2 Únicamente la eternidad habrá de revelar lo que ha alcanzado este ministerio, y cuántas almas enfermas de duda y cansadas de la mundanalidad y de la agitación, fueron llevadas al gran Médico que anhela salvar hasta lo sumo a cuantos acuden a él. Cristo es un Salvador resucitado, y hay sanidad en sus alas.--Joyas de los Testimonios 2:398-399 (1900). HD99 130 3 No perder oportunidad de unirse a la obra de temperancia--Lamento que no haya habido un interés más vivo entre nuestro pueblo de estos últimos años para magnificar esta rama de la obra del Señor. No podemos permitirnos perder una oportunidad de unirnos con la obra de temperancia en cualquier lugar. Aunque la causa de la temperancia en los países extranjeros no siempre avanza tan rápidamente como desearíamos, no obstante en algunos lugares los esfuerzos de los que están empeñados en ella se han visto correspondidos con un éxito señalado. En Europa encontramos a la gente firme en este punto. En cierta ocasión en que acepté una invitación para hablar a un gran auditorio sobre temperancia, la gente me hizo el honor de colgar la bandera norteamericana sobre el púlpito. Escucharon mis palabras con la más profunda atención y al finalizar la charla me tributaron un sincero agradecimiento. En toda mi obra sobre este asunto, nunca recibí una palabra irrespetuosa.--La Temperancia, 200-201 (1907). HD99 130 4 La juventud puede ser una gran fuerza en favor de la temperancia--No hay otra clase de personas que pueda realizar mejor trabajo en la guerra contra la intemperancia que la juventud temerosa de Dios. En este tiempo, los jóvenes debieran unirse como un ejército y trabajar firme y decididamente en contra de cada forma de indulgencia egoísta que destruye la salud. ¡Qué poder serían para el bien! ¡Cuántos serían salvados de desmoralizarse en esos salones y jardines con música y otras atracciones que intentan atraer a la juventud! La intemperancia es hermana de la profanidad y la licencia. Que cada joven temeroso de Dios se coloque la armadura y vaya al frente. Colocad vuestros nombres en cada promesa de abstinencia que se presente; de esta manera estaréis influyendo para que otros firmen la promesa. Que no haya excusa débil que pueda apartaros de tomar este paso. Trabajad por el bien de vuestras propias almas y por el bien de otros.--The Youth's Instructor, 16 de julio de 1903. HD99 131 1 Apoyad la temperancia--La cuestión de la temperancia debe recibir un decidido apoyo por parte del pueblo de Dios. La intemperancia intenta tomar la delantera, y la indulgencia propia se está incrementando; por eso son tan necesarias las publicaciones que tratan acerca de la reforma en la salud. Esta literatura es la mano ayudadora del Evangelio para llevar a las almas a investigar la Biblia y para entender mejor la verdad. La nota de amonestación contra el gran mal de la intemperancia debe oírse, y para ello cada guardador del sábado debiera estudiar y practicar la instrucción contenida en nuestros libros y revistas sobre salud. Más que esto: debieran hacerse esfuerzos fervorosos para circular esta publicaciones entre los vecinos.--PUR, Noviembre 20, 1902. Nuestra relación con la unión de mujeres por la temperancia cristiana HD99 131 2 Elena G. de White apreciaba grandemente el trabajo de esta organización de mujeres en pro de la temperancia. Siempre favorecía la cooperación de nuestros obreros con esta digna causa. Este principio de cooperación puede aplicarse también a otras organizaciones con fines humanitarios. Podemos unirnos a otras damas en el trabajo de HD99 131 3 temperancia--La Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana es una organización a la que podemos unirnos de corazón para la promoción de los principios de temperancia. Se me ha dado luz en cuanto a que no debemos aislarnos de ellas sino que, sin sacrificar ningún principio de nuestra parte, debemos unirnos con ellas tanto como sea posible para trabajar por las reformas en el area de la temperancia. Y con seguridad podemos hacerlo en el asunto del cierre definitivo de las cantinas.--The Review and Herald, 18 de junio de 1908. HD99 132 1 Trabajar con la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana--En este tiempo debemos mostrar un decidido interés por el trabajo de la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana. Nadie que quiera tener una parte en la obra de Dios, puede perder interés en los grandes objetivos de esta organización en el área de la temperancia. Sería una gran cosa si en nuestros congresos invitáramos a las representantes de esta Unión a participar en nuestro programa. Esto les ayudaría a conocer los principios de nuestra fe, y abriría el camino para que podamos unirnos a ellas en el trabajo de temperancia. Si lo hiciéramos, veríamos que la temperancia es mucho más de lo que algunos de los nuestros han pensado. En varios asuntos las obreras de esta organización han avanzado más que nuestros dirigentes. El Señor tiene preciosas almas allí que pueden ayudarnos grandemente en nuestros esfuerzos para hacer avanzar la causa de la temperancia. Y la educación que tiene nuestro pueblo en las verdades de la Biblia y en la ley de Jehová, puede capacitar a nuestras hermanas a impartir a estas nobles representantes de la temperancia algo que será beneficioso para su bienestar espiritual. Entonces, en lugar del prejuicio y de los malos entendidos que han existido en el pasado, se puede crear una corriente de simpatía y unidad.--The Review and Herald, 15 de octubre de 1914. Sra. Henry, dirigente de la unión de mujeres por la temperancia HD99 132 2 La Sra. Henry, una de las dirigentes de la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana, se convirtió al Adventismo mientras era paciente de nuestro Sanatorio de Battle Creek. Aunque en ese tiempo la Hna. White vivía en Australia y no habían tenido la oportunidad de conocerse personalmente, rápidamente se hicieron amigas por correspondencia. El siguiente extracto de cartas de Elena G. de White dirigidas a la Sra. Henry, muestra el tipo de relación que puede existir entre las damas adventistas y las representantes de esta organización de temperancia. HD99 133 1 Me sentiré muy complacida cuando pueda sentarme a su lado y conversar acerca de los diversos incidentes en su experiencia. Tengo un ferviente deseo de conocerla, y no es imposible que aun en esta vida nos veamos cara a cara. Cuando supe de la gracia de Dios hacia usted, me sentí muy agradecida a mi Padre celestial por haber hecho que la luz de la verdad resplandeciera en las cámaras de su mente y en el templo de su alma. A través del océano Pacífico podemos tomarnos de la mano de la fe y gozar de dulce comunión. Me regocijo por las oportunidades que tiene de encontrarse con la gente. Alabo al Señor por lo que ha hecho por usted; porque el gran Médico, que nunca ha perdido un caso, la ha sanado y ahora tiene la oportunidad de contar a la gente su experiencia con el amante y bondadoso Redentor.--Manuscript Releases 7:155 (1898). HD99 133 2 Agradezco al Señor con toda mi alma y corazón, y con toda mi voz, por el hecho de que usted haya sido una dirigente prominente e influyente en la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana. En la providencia de Dios, ha sido traída a la luz para obtener un conocimiento de la verdad... Ahora usted debe traer esa luz y ese conocimiento a su trabajo, al asociarse con mujeres cuyos corazones han sido suavizados por el Espíritu de Dios, y que están buscando la verdad como un tesoro escondido. Por veinte años se me ha mostrado que la luz de la verdad llegaría a las damas relacionadas con la obra de temperancia. Sin embargo he visto con tristeza que muchas de ellas se están tornando a la política, y se han opuesto a Dios. Han entrado en debates, cuestiones y teorías que no necesitaban entrar. Cristo dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Juan 8:12. HD99 134 1 Creo firmemente que el Señor la está dirigiendo para que mantenga los principios de la temperancia claros y distintos, y en toda su pureza, en conexión con la verdad para estos últimos días. Aquellos que quieran hacer su voluntad, conocerán de la doctrina. El Señor ha designado que las mujeres aprendan de él la mansedumbre y humildad de corazón, y cooperen con el más grande Maestro que el mundo ha conocido. Cuando esto ocurra, no habrá luchas por la supremacía, ni orgullo por la opinión personal. Se comprenderá que la mente y la voz, y toda habilidad, son sólo talentos prestados, dados por Dios para ser utilizados en su obra, y para ser devueltos con creces al Dador de los mismos. Se espera que crezcamos en capacidad, en influencia y en poder, puestos los ojos en Jesús; y al hacerlo, seremos cambiados en su semejanza. HD99 134 2 El trabajo de la mujer es un poder en el mundo. Sin embargo, ese poder se pierde si al estar frente a la Palabra de Dios y escuchar un "así dice el Señor" se rehúsa a obedecer. La gran dificultad del alma es dejar de lado sus supuestas obras meritorias. No es fácil comprender lo que significa quitar al yo del puesto de honor en el servicio a Dios. Inconscientemente le damos prioridad a los atributos de nuestro carácter y a las opiniones de nuestra mente, aun ante la presencia de Dios, en nuestras oraciones, en nuestro culto y en nuestro servicio. No percibimos que somos absolutamente dependientes de la dirección del Espíritu Santo. Se espera que el yo haga una obra que simplemente no puede hacer. Este es el gran peligro de las mujeres que trabajan en la obra de temperancia. HD99 134 3 El Señor le pide que no se separe de la organización de temperancia. Ellas necesitan toda la luz que usted pueda darles. Y usted necesita aprender de Jesús, no de ellas. Ilumine ese camino con toda la luz que le sea posible. Usted puede estar de acuerdo con ellas en base a los principios puros y elevados que trajeron esa organización a la existencia. "He aquí--dijo Cristo--, yo os envío como ovejas en medio de lobos". Mateo 10:16. Si él envió a sus discípulos a tal misión ¿no podrá acaso trabajar a través suyo para abrir las Escrituras a quienes están en el error? Inhale la fragancia del amor que Cristo ha revelado por la humanidad caída, y salga a enseñar la verdad tal como es en Jesús. HD99 135 1 Sólo el Espíritu Santo es capaz de desarrollar en el corazón humano aquello que es aceptable a la vista de Dios. El Señor le ha dado capacidades y talentos que deben ser preservados incorruptibles en su simplicidad. Mediante Jesucristo usted puede hacer una buena obra. A medida que las almas se conviertan, únalas a sus esfuerzos por enseñar a las otras mujeres que quieren ser enseñadas a vivir y trabajar inteligentemente y en unidad.--Loma Linda Messages, 232-233; Carta 118, 1898. HD99 135 2 Mi hermana, estoy tan feliz que usted no haya cortado los lazos con la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana. Puede ser que tenga que hacerlo, pero no todavía. Mantenga su posición. El Señor trabajará con usted y le dará las palabras que deba hablar. Puede que vea cosas que usted no puede aprobar, pero no se desanime. Yo oro y confío que usted será revestida cada día de la justicia de Cristo.--Loma Linda Messages, 233; Carta 54, 1899. HD99 135 3 Mi hermana, espero que usted mantenga su influencia en la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana a fin de atraer a muchas preciosas almas a la verdad. El Señor está llevando a muchas a examinar la verdad, y usted no debe desanimarse. Siembre sobre todas las aguas; y éstas son buenas aguas sobre las cuales sembrar las semillas de la verdad. No hable públicamente de las doctrinas prominentes de nuestra fe. No sería sabio hacerlo en forma demasiado definida. El aceite de la gracia se derramará consciente e inconscientemente a través de su influencia y hará saber que usted tiene la luz de la vida. Y esta luz iluminará a otros mediante su testimonio positivo y directo en asuntos que son aceptados por todos. Esto tendrá una influencia notable.--Loma Linda Messages, 234; Carta 96, 1899. HD99 135 4 Su carta en la que me contaba su experiencia con la Unión de Mujeres por la Temperancia me dejó muy feliz. Cuando la leí, dije: "Gracias a Dios. Esta siembra tiene mucho valor". Estoy contenta, muy contenta. Ciertamente el Señor ha abierto el camino; haga lo posible por mantenerlo abierto. Hay un trabajo que usted puede cumplir; preserve sus energías para tales esfuerzos. Asista a las reuniones importantes mientras pueda. Serán ocasiones difíciles, pero cuando el Señor pide a sus amados realizar una tarea especial, también envía a sus ángeles para que estén a su alrededor. HD99 136 1 Hay muchas preciosas almas que el Señor desea alcanzar con la luz de la verdad. Hay que ayudarlas a comprender las Escrituras. He sentido un intenso interés por las obreras de la organización de temperancia. Estas heroicas mujeres saben lo que significa mantener la individualidad. Desearía verlas victoriosas con los redimidos alrededor del gran trono blanco. Mis oraciones rogarán en su favor para que tenga la oportunidad de asistir a las grandes reuniones, y que su voz pueda ser oída en defensa de la verdad. HD99 136 2 No me atrevo a darle consejo acerca de cómo hacerlo. Usted conoce el terreno, y Cristo también lo conoce. Esté segura que él trabajará con usted, por usted, y mediante usted. HD99 136 3 Debiera ser un gran motivo de ánimo en su trabajo el pensar en la compasión y tierno amor de Dios por aquellos que buscan la luz y oran para encontrarla. Debiéramos tener sesiones de oración para pedirle al Señor que abra el camino para que la verdad penetre en esa fortaleza donde Satanás quiere colocar su trono, y para que él disperse las sombras que el enemigo quiere echar sobre el camino de aquellos a quienes quiere engañar y destruir. Tenemos la promesa, que más bien es una seguridad, de que "la oración eficaz del justo puede mucho". Santiago 5:16.--Loma Linda Messages, 234; Carta 231, 1899. HD99 136 4 El trabajo que usted está haciendo para ayudar a nuestras hermanas a sentir su responsabilidad individual ante Dios, es un trabajo bueno y necesario. Ha sido descuidado por mucho tiempo. Sin embargo, cuando se lo presenta en una forma clara, simple y definida, esperamos que las hermanas entiendan que las tareas del hogar, en lugar de ser descuidadas, deben ser hechas con mayor inteligencia. El Señor no nos pide colocar esta responsabilidad sobre aquellas que no aprecien el valor del alma humana... HD99 136 5 Cristo, nuestro Salvador, apreció la excelencia del alma. Hablando en forma general, a nuestras hermanas les ha sido difícil entender este tema, debido a la dimensión siempre creciente de sus familias y a sus pruebas. He deseado encontrar mujeres que pudieran actuar como educadoras para levantarlas por encima de sus desánimos y hacerles sentir que pueden hacer una obra para el Señor. Este esfuerzo que usted hace está trayendo rayos de luz a sus vidas, que a su vez se reflejan sobre otros corazones. Que Dios la bendiga a usted y a quienes se unirán con usted en esta gran obra... HD99 137 1 Mi hermana, si pudiéramos, deberíamos hablar a menudo a nuestras hermanas, e ir con ellas en lugar de decirles "id". Llevadlas a sentir como nosotros debiéramos y a percibir con toda su fuerza el valor del alma humana. La idea de que se nos instruye para que, a su vez, lleguemos a ser instructores, debiera estar impresa en la mente de cada miembro de la iglesia. HD99 137 2 Creemos en la organización de la iglesia; pero eso no significa que debemos dictar la forma precisa en que la obra debe ser hecha. No podemos alcanzar todas las mentes con los mismos métodos. No debiéramos permitir nada que interfiera entre un siervo de Dios y otras almas. La obra se realiza individualmente: un creyente trabajando por un pecador... HD99 137 3 Mi hermana, enseñe estas cosas. Se han abierto muchos caminos frente a usted; utilice la oportunidad de dirigirse a grandes audiencias cada vez que pueda hacerlo. Use cada jota de influencia para introducir la levadura dentro de la masa. Cada hombre y cada mujer tiene una obra que hacer para el Maestro. Una consagración personal; una vida santificada para Dios, y el uso de métodos simples, van a lograr más que cualquier idea que se intente imponer por la fuerza... HD99 137 4 Enseñe a nuestras hermanas que la pregunta que deben hacer cada día es:--Señor, ¿qué quieres que haga? Cada vaso consagrado a Dios, recibirá diariamente una medida del santo aceite para que a su vez lo vacíe en otros vasos. Cada día debemos avanzar en nuestro carácter cristiano, y buscar las oportunidades de hacer la obra y la voluntad de Dios. Cada palabra hablada; cada trabajo realizado para Cristo, tendrá una influencia permanente. Hable las palabras que Dios ponga en sus labios y el Señor obrará con usted. No se desanime ni se frustre, aunque vea cosas que no puede aprobar. Oro y ruego que cada día pueda ser revestida de la justicia de Cristo.--The Review and Herald, 9 de mayo de 1899. Las semillas de la verdad pueden sembrarse en la unión de mujeres HD99 138 1 Sólo la eternidad revelará lo que se ha logrado--No creo que haya alguien en nuestro pueblo con un entendimiento tan limitado que fuera a decirle a la Hna. Henry que corte sus lazos con la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana. La hermana Henry puede sembrar las semillas de la verdad en esa sociedad. No es necesario que comparta todo el conocimiento que ha obtenido acerca de temas controversiales, pero puede compartir las buenas nuevas de la salvación. Entonces, cuando los corazones hayan sido suavizados por la obra del Espíritu Santo, y las murallas del prejuicio comiencen a caer, ella podrá presentar la verdad punto por punto. Este trabajo por la unión de mujeres tiene un lado desanimador y cansador, y debiéramos unirnos en apoyar a nuestra hermana. Sólo la eternidad revelará lo que se ha logrado por esta clase de ministerio. Sólo entonces sabremos cuántas almas enfermas de duda y cansadas de la mundanalidad, fueron traídas al gran Médico que quiere salvar hasta lo sumo a los que se allegan a él. Cristo es un Salvador resucitado, y en sus alas hay salud.--Manuscript Releases 7:165 (1899). La muerte de la Hna. Henry: una pérdida real para la causa de Dios HD99 138 2 Tenía una obra que hacer entre los miembros de la Unión de Mujeres--Lamento mucho la muerte de la Hna. Henry. La luz que me había sido dada, indicaba que ella tenía una obra que hacer en la Unión de Mujeres por la Temperancia Cristiana, y que sus energías y la capacidad que Dios le había dado, no debían ser utilizadas para servir a nuestro pueblo. Ella podía hacer por esa asociación lo que ninguna otra persona dentro de nuestras filas podía hacer; y Dios la acompañaría en su trabajo.--Manuscript Releases 7:167 (1900). HD99 139 1 Un trabajo tierno y amoroso por mujeres de influencia--No presentéis la situación de la Unión de Mujeres como un caso desesperado. Ellas han tenido muy poca luz sobre algunas verdades vitales. Se debe realizar un trabajo con ternura y amor por ellas, y se debe respetar su buena obra... No las condenéis hasta no haber hecho todo lo posible por alcanzarlas, no con estudiados argumentos usados por los ministros, sino mediante el trabajo de mujeres de influencia como hizo la Hna. Henry.--Manuscript Releases 1:125 (1900). HD99 139 2 Su influencia fue sabor de vida para vida--La Hna. Henry se dedicó con toda su alma al trabajo de reforma. Su influencia fue un sabor de vida para vida. Vamos a sentir la falta de su obra personal. Su testimonio siempre fue equilibrado, juicioso. Cuando se convenció de la verdad su alma se alegró; y sin buscar ninguna excusa, se unió a la fiesta del Evangelio. Estaba tan gozosa por el privilegio de haber recibido la preciosa verdad que hace sabio para la salvación, que en gratitud por los ricos favores de Dios se sentía obligada a compartirla con otros. De gracia había recibido, y de gracia quería dar. Y cumplió en dar testimonio de la verdad, no sólo como una obligación, sino como un privilegio. Sentía gozo en dar a conocer los caminos de Dios y su salvación, entre todos aquellos a quienes pudiera alcanzar con su influencia. Fue una verdadera misionera; una obrera evangélica. En los registros celestiales su nombre está escrito como una obrera juntamente con Dios. No podemos saber ahora cuántas almas fueron llevadas a Cristo mediante su precioso servicio; la semilla que ella sembró continuará dando frutos, y mostrará gloriosos resultados en el día de la cosecha.--The Review and Herald, 3 de abril de 1900. ------------------------Capítulo 11 -- "Id por todo el mundo" HD99 140 1 En la actualidad, la palabra "misionero" ha sido mayormente reemplazada por expresiones tales como "obrero interdivisión" u "obrero de ultramar". En las declaraciones que siguen, la palabra "misionero" se refiere a todos los que hablan a otros acerca de Jesús y de su amor, ya sea que trabajen en lugares lejanos o en su propia comunidad. HD99 140 2 Las mujeres deben ser educadas para realizar labor misionera--Es trabajo duro desarraigar el error y la falsa doctrina de la mente para que la verdad bíblica encuentre lugar en el corazón. Y los colegios fueron el medio ordenado por Dios para educar a los jóvenes y señoritas en las diferentes líneas de labor misionera. Era la voluntad de Dios que se enviara, no a unos pocos, sino a muchos obreros. Pero Satanás, deseoso de perjudicar este propósito, ha conquistado a muchos de aquellos a quienes Dios podría haber calificado para ser de utilidad en su obra. Sin embargo hay muchos que si fueran urgidos a hacerlo, prestarían su servicio y salvarían sus almas. La iglesia debe ser cuidadosa de no impedir que la luz de la verdad brille y que la gracia de Dios fluya, por tener planes limitados. El dinero y la influencia debieran ser empleados libremente para enviar personas competentes al campo misionero.--The Review and Herald, 17 de julio de 1883. HD99 140 3 Mujeres de diversas nacionalidades deben ser entrenadas--Se están estableciendo muchas misiones, y si la juventud experimentara el poder convertidor de la verdad, muchos se alistarían en las filas de los obreros. Si desde el principio de su experiencia religiosa hubiesen sido educados a ser fieles a la verdad; a ser fervientes en piedad y simpatía, y a tener el deseo que Cristo tiene por la salvación de las almas, tendríamos centenares de misioneros donde ahora hay sólo uno. Cada misión debiera contar con un colegio para la educación de los obreros. Deberían conseguirse los mejores talentos alemanes, franceses y escandinavos para entrenar jóvenes y señoritas de esas nacionalidades que sean promisorios. Este aspecto tan esencial ha sido descuidado. En Battle Creek [Estados Unidos], en Basilea [Suiza], y en Cristianía [ahora Oslo], hay una gran necesidad de traductores en estos idiomas... Queremos ver cien obreros donde ahora hay sólo uno. HD99 141 1 Las pesadas responsabilidades en cualquier ramo de la obra, no debieran descansar sobre un solo hombre; debiera haber dos o tres que estén capacitados para hacerlo. De esa manera, si uno de ellos recibe un llamado para otro puesto, otro puede venir a tomar su lugar. No se ha hecho ni la mitd de la provisión que debiera hacerse para enfrentar las emergencias. Debiera hacerse un fondo para educar misioneros que se entreguen sin reservas a Dios y a su causa, y que estén dispuestos a trabajar, no porque quieran recibir grandes sueldos, sino porque aman a Cristo y desean salvar a las almas por las cuales él murió.--The Review and Herald, 12 de octubre de 1886. HD99 141 2 Debe proveerse educación de calidad--Si como pueblo consideramos que tenemos luz avanzada, debemos idear medios y formas para tener un cuerpo de bien educados obreros en los diferentes departamentos de la obra de Dios. Necesitamos una clase culta y disciplinada de jóvenes y señoritas que trabajen en el sanatorio, en la obra médica, en las oficinas editoriales, en las diversas asociaciones y en el campo misionero en general. Necesitamos jóvenes y señoritas de elevado intelecto que puedan hacer el mejor trabajo para el Señor. Hemos hecho algo para alcanzar este nivel, pero todavía estamos lejos de lo que el Señor ha designado.--The Review and Herald, 28 de abril de 1896. HD99 142 1 Damas que trabajen en las grandes ciudades del mundo--La ciudad de Londres me ha sido presentada una y otra vez como un lugar donde debe hacerse una gran obra. He presentado este plan a nuestro pueblo. Cuando estuve en Europa por dos años, visité tres veces ese territorio. En cada ocasión se habían realizado progresos en la obra, especialmente la última vez que estuve allí. Aun así, mi corazón ardía por el deseo de ver este territorio, especialmente Londres, trabajado como debiera hacerse. ¿Por qué es que no hemos llevado allí a hombres y mujeres que pudieran planear el avance de la obra? Me he preguntado por qué aquellos que no son ministros ordenados, pero que tienen buen conocimiento de las Escrituras y están en comunión con Dios, no abren la Palabra ante otros. Si lo hicieran, sus propias almas recibirían una gran bendición. Dios quiere que su pueblo trabaje; que cada hombre--y eso significa también cada mujer--, realice la tarea que le ha sido encomendada, de acuerdo a su capacidad.--The General Conference Bulletin, 22 de abril de 1901. El colportaje HD99 142 2 El colportaje es una noble tarea--El colportaje es un trabajo misionero, y debiera realizarse con esto en mente. Los que se elijan como colportores deben ser hombres y mujeres que sientan una responsabilidad de servir, y cuyo objetivo no sea obtener ganancias, sino hacer el trabajo que necesita ser hecho para iluminar al mundo. Todo nuestro servicio debe ser hecho para la gloria de Dios, y para dar la luz de la verdad a los que están en tinieblas. Cosas tales como el amor al dinero, a la posición y a la exhaltación, que son principios egoístas, ni debieran mencionarse entre nosotros.--AUCR, Mayo 1, 1901. HD99 142 3 Uno de los trabajos más importantes--Si hay un trabajo más importante que otro, es el de llevar la literatura a la gente para interesarla en investigar las Escrituras. El presentar las publicaciones a las familias y orar con ellas y por ellas, es un trabajo misionero de primera clase. Esta buena obra es ideal para educar hombres y mujeres a hacer trabajo pastoral.--Testimonies for the Church 4:390 (1880). El trabajo por los ancianos y abandonados HD99 143 1 A un kilómetro de nuestro sanatorio [Hinsdale] se encuentra el hogar de los soldados; un lugar donde centenares de veteranos y sus esposas están ubicados. En este lugar debiera hacerse un trabajo misionero especial. Que aquellos que aman al Señor rediman el tiempo y trabajen por estos ancianos descuidados; Cristo ha comprado sus almas con el precio de su propia sangre. Para esta tarea, deben seleccionarse hombres y mujeres discretos que no se frustren ni se desanimen. Y que nadie rebaje sus esfuerzos, porque el Señor estará con aquellos que trabajan con renunciamiento y sacrificio para él. Esta tarea es tan importante como la que se realiza en países extranjeros.--Manuscript Releases 4:377 (1909). El verdadero espíritu misionero es esencial HD99 143 2 La familia Steward había salido de la iglesia por un tiempo, pero había regresado. Sin embargo, María Steward, a quien está dirigida la siguiente carta, llegó a ser una eficiente y valiosa redactora en la casa publicadora Review and Herald. Cuando Elena G. de White regresó de Australia la empleó por varios años como una de sus asistentes. Varios años antes, en 1891, le había escrito esta carta señalándole varios defectos de carácter que le habían impedido llegar a ser una misionera. Seguramente esta carta le ayudó a María a caminar más cerca de Jesús. HD99 143 3 Querida Hna. María Steward: He estado orando fervientemente al Señor para tratar de comprender mi deber en cuanto a mi traslado a Australia, y a quién debo llevar conmigo. El Señor me ha mostrado claramente que usted no es la persona indicada para ayudarme en la tarea que él me ha dado. Usted no tiene el espíritu necesario para trabajar en un campo aún no alcanzado. En repetidas ocasiones me fueron presentadas estas palabras: "las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente". El carácter de todo aquel que es traído a la luz que el Señor comunica a su pueblo, ha de ser examinado y probado. Si no hay progreso y desarrollo; si no hay un incremento en la fe y en la santidad que sea proporcionado a la luz recibida en su camino... habrá ceguera que no permitirá ver ni discernir las cosas profundas de Dios. En aquellos que aprecian la luz que Dios les ha dado, habrá frescura y poder, y crecimiento en la gracia, que se manifestará al difundir la luz a otros. HD99 144 1 Hay necesidad de que todos los que se conecten con la tarea que se me ha pedido hacer, tengan un espíritu misionero de renunciamiento y sacrificio; de otra manera, la influencia no sería la que Dios espera que sea. A menos que usted avance en el conocimiento de Dios y de su amor, le será difícil aun mantener la luz que tiene. Porque la luz que no brilla más y más, tiende a disminuir y a perderse en las tinieblas. Si el trabajo resulta manchado y mezclado con el yo, Dios no lo aceptará. Sería imposible para mí, o para aquellos conectados conmigo, ser canales de luz y realizar los deberes que esta obra requiere, si no estuviéramos creciendo en la gracia y en el conocimiento del Señor Jesucristo. Todos los que trabajan en esta solemne obra que se me ha dado, deben representarla correctamente. Deben ser ejemplo de humildad, de fidelidad, de renunciamiento. Deben mostrar acción vigorosa y una fidelidad no fluctuante a la santificadora influencia de la verdad, y deben estar dispuestos a sacrificarse y trabajar para bendecir a otros. Para lograrlo, debe existir una experiencia cristiana siempre creciente; una fe fuerte y una consagración completa; y la simpatía, la ternura y el amor deben permear el alma. Debe manifestarse paciencia en la tribulación y una similitud con Jesús en la conversación. Aun los pensamientos deben ser puestos en cautividad con Cristo. HD99 144 2 Aún debe ganar experiencia. No puede centrarse en sí misma y estar preparada para cualquier responsabilidad en la causa de Cristo, por más difícil o peligrosa que sea. Si busca la gloria de Dios, su crecimiento será manifiesto a todos. Al emplear cada recurso de la gracia divina, su amor por Dios y por quienes trabajan con usted, será tan puro como el amor de Cristo. Entonces será llena de los frutos de justicia y de todo aquello que es excelente para la gloria de Jesucristo y la alabanza a Dios. Si quiere ver el reino de los cielos, su vida cristiana debe moldearse en forma diferente. HD99 144 3 Se me ha presentado la vida de muchos en la iglesia como si fueran personas que se están ahogando y que luchan desesperadamente por mantener su cabeza fuera del agua. En su vida religiosa no han muerto al yo; el yo es su ídolo y lo adoran. Una experiencia débil y fluctuante abre el camino para las tentaciones de Satanás y para el fracaso espiritual. En cambio, aquellos que esperan fielmente en el Señor, recibirán nuevas fuerzas. Cuando lleguen las pruebas, entonces la fe, el amor, la paciencia y la constancia serán pesados en las balanzas doradas del santuario celestial. HD99 145 1 En la escuela de Cristo usted debe aprender la mansedumbre y la humildad de corazón; debe ser entrenada, disciplinada y educada para ser de utilidad en esta tierra, y para la vida inmortal. Que estas palabras puedan tener el efecto correcto sobre su mente. Tengo interés en su salvación. Que nada pueda atraer, desviar, o distraer su mente de la gran obra que debe hacer. Por su bienestar presente y eterno, debe ver que el presente estado de cosas no continúe. Que no se diga de usted en el futuro como se dijo de los cristianos hebreos: "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido". Hebreos 5:12. Usted necesita una buena religión en el hogar. Traiga toda la luz y la alegría a su vida hogareña; que se vea en cada palabra, en cada acción. Use diligentemente todos los dones celestiales y la luz que Dios le ha dado, y haga uso práctico de esa luz; entonces el Señor hará una gran demostración de su misericordia y su bondad. Alcance en esta tierra un destino que sea digno del cielo.--Carta 26a, 1891. Los misioneros deben estar consagrados a la obra HD99 145 2 La carta que sigue fue escrita al pastor Isaac Van Horn y su esposa Adelia, quienes habían sido enviados a Oregón como misioneros. Adelia había vivido en el hogar de los esposos White por varios años antes de casarse, y la llegaron a considerar como una hija. Tenían muchas esperanzas de que esta pareja se transformara en un equipo misionero poderoso. Pero sus expectativas fueron de corta duración. HD99 146 1 Mis queridos hijos, tan apreciados y cercanos a mí: Es con dolor que les escribo esta carta. Cuando fueron enviados al campo de labor en Oregón, fue con la idea de que trabajaran con interés por la causa de Dios. Me fue mostrado que esa era la voluntad de Dios para ustedes. HD99 146 2 Sin embargo, al seguir vuestro propio curso de acción, el orden de las cosas fue cambiado. Si hubieran dedicado vuestro poder y las habilidades que Dios les ha dado para realizar el trabajo teniendo en vista sólo su gloria, hubiesen hecho únicamente lo que era vuestro deber hacer. La importancia de una labor sacrificada en la obra de Dios debiera ser considerada con mayor cuidado de lo que ha sido. Entonces se manifestaría un mayor espíritu de renunciamiento. El amor y la piedad por las almas por las que Cristo murió, debiera alejar los pensamientos de cualquier deseo o plan con fines egoístas. HD99 146 3 El amor por Aquel que murió por el hombre, ejercerá un poder limitador sobre nuestra imaginación, nuestros planes y propósitos. No planearemos sólo por placer o para gratificar nuestros deseos, sino que nos colocaremos sobre el altar del servicio a Dios para que él nos use para su gloria. La mente de Cristo debe estar en nosotros controlando cada pensamiento, cada propósito en nuestras vidas. Esta es la actitud que nuestras almas debieran mantener siempre ante Dios. Y lo haremos, si comprendemos el valor de las almas, y si la verdad tal como es en Jesús está grabada en nuestras vidas. Esta es la obra a la que fueron llamados: ser misioneros para Dios. HD99 146 4 Pero Satanás hace sus planes para hacer fracasar el propósito de Dios. Coloca planes frente a ustedes, que él sabe que tendrán éxito en llenarles de dificultades y perjudicar el trabajo misionero, especialmente de Adelia, y en cierto grado del Hno. Van Horn. El cuidado por los niños será de tanta importancia que el trabajo por Cristo será descuidado. Al despertarse el amor materno, que es el afecto humano más fuerte, la obra de Dios tomará un lugar secundario, y así Satanás estará obstruyendo el camino que el Señor había designado. HD99 147 1 ¡Oh! ¡Si pudieran haber comprendido que la verdad de Dios, la salvación de las almas, es algo más fuerte, más profundo, más compulsivo aun que el amor de una madre por sus hijos! Ningún deseo egoísta debiera echar a perder el trabajo para Dios. El renunciamiento es una agonía para la carne, pero la religión debiera tomar el timón. La verdad y el amor por Cristo deben ocupar la ciudadela del alma. Si Dios es puesto en el trono, y si la conciencia es obedecida, habrá un lugar preparado en su reino; y eso es mejor que hijos e hijas. HD99 147 2 El Señor le ha dado a Adelia talentos superiores. Si hubieran sido ejercidos en ganar almas para Jesús, hubiesen resultado todo un éxito. Su manera suave, dulce y elevadora de enseñar, hubiera traído muchos hijos e hijas a Jesucristo. La luz del trono de Dios se hubiese reflejado en ella y, a través de ella otros hubieran sido iluminados. HD99 147 3 Pero siguiendo las sugerencias del enemigo han entrado en un plan que Dios no podía, ni aun ahora puede aprobar. El enemigo consiguió bloquear el camino de ambos. Adelia era un alma tímida, sensible al dolor y fácilmente desanimada. Si sus sentimientos e imaginación se hubieran dedicado y ejercitado en la verdad, hubiesen llegado a ser un poder para Dios. Ahora, en cambio, son una carga; se excitan fácilmente en la dirección incorrecta; ven las cosas con una luz distorsionada; sienten peligros donde no los hay, y la llevan a desconfiar de Dios y de su esposo. HD99 147 4 Adelia ha tenido sus propias ideas acerca de cómo manejarse y no ha admitido otras ideas salvo las de su esposo. Ha habido poca fe y poca confianza en Dios. Satanás ha controlado sus sentimientos de tal manera que se siente agraviada si su esposo no está constantemente a su lado. Su imaginación la lleva a ver las pequeñas dificultades como terribles y agudos sufrimientos. Con esta nueva experiencia, la mente de ambos ha estado totalmente absorbida. Se ha descuidado el trabajo en la Asociación, y la obra ministerial se ha limitado casi totalmente al púlpito. Ha habido tiempos en que el descuido ha sido mayor que en otros y Satanás parecía estar dirigiendo a su manera. Ninguno de los dos tiene un sentido de su descuido del deber. Y justamente en el momento en que se podría haber logrado una cosecha de almas para Cristo, otras preocupaciones han estado ocupando el tiempo y el lugar de la obra. HD99 148 1 Realmente no es sabio tener hijos ahora. El tiempo es corto y los peligros de los últimos días están sobre nosotros. Muchos de los niños pequeños serán puestos al descanso antes de que esos peligros ocurran. Si los hombres y mujeres que pueden trabajar para Dios consideraran seriamente la necesidad de enseñar el camino de salvación a las multitudes, para traer muchos hijos e hijas a Cristo, dejarían de pensar en tener hijos y cuidar de ellos, y su recompensa sería grande en el reino de Dios. HD99 148 2 Adelia, mi corazón está dolorido por lo que considero un fracaso; un robo a Dios. Su temor natural le acarrea problemas; y no tendrá descanso ni paz si está separada de sus hijos. Esto cierra el camino para que continúe su obra; es más, la obra ya ha sido descuidada.--Carta 48, 1876. ------------------------Capítulo 12--El respeto propio Amar a otros como a uno mismo HD99 149 1 Muchas mujeres tienen conflictos en relación a su dignidad y valor a la vista de Dios. Aunque no todas las declaraciones que siguen pueden haber sido dirigidas específicamente a la mujer, sus principios se pueden aplicar para tener una comprensión más clara de la forma en que Dios ve a la mujer como su criatura, y cómo debiera verse ella misma en relación con sus semejantes. HD99 149 2 Respeto por las almas perdidas--El éxito que podamos tener en hacer el bien a otras almas, dependerá de la comprensión que éstas tengan acerca del amor y el aprecio que sentimos por ellas. El medio seguro que Cristo utiliza para restaurar la dignidad perdida del hombre, es mostrar respeto por el alma abrumada. El compartir ideas sobre lo que esa alma puede llegar a ser, es de más valor de lo que se cree.--Fundamentals of Christian Education, 281 (1893). HD99 149 3 Respeto por nosotros mismos--El Señor ha puesto en cada uno de nosotros un sentimiento de dignidad al que no debemos oponernos. Dios quiere que nos respetemos a nosotros mismos. A menudo en nuestras propias familias y en la iglesia se intenta destruir el respeto propio. No lo hagamos. No lo hagamos en nuestras escuelas ni en nuestras oficinas. Todas estas instituciones son de naturaleza educativa. Tanto los estudiantes como los obreros seguirán el ejemplo de aquellos que tienen responsabilidad sobre ellos. El maestro es un modelo para los estudiantes; si él quiere que los jóvenes lo respeten, debe respetarlos a ellos.--The General Conference Bulletin, 25 de abril de 1901. HD99 150 1 No agrada a Dios el que uno mismo se desmerezca--Es el privilegio de cada uno vivir de una manera que Dios pueda aprobar y bendecir. Cada uno puede estar en comunión con el cielo. No es la voluntad del Padre celestial que se cultiven sentimientos de condenación y obscuridad. No agrada a Dios que uno mismo se desmerezca. Se debe, en cambio, cultivar el respeto propio y vivir de tal manera que Dios, los ángeles y la propia conciencia puedan aprobarlo. No es una evidencia de verdadera humildad el andar con la cabeza inclinada y el corazón lleno de pensamientos sobre uno mismo. Es nuestro privilegio ir a Jesús, ser limpiados por él, y estar ante la ley sin remordimientos ni vergüenza. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu". Romanos 8:1. Aunque la Palabra aconseja no tener "más alto concepto de sí que el que debe tener" (Romanos 12:3), a la vez no condena un concepto apropiado del respeto propio. Como hijos e hijas de Dios debiéramos ser conscientes de nuestra dignidad de carácter, sin dar lugar al orgullo o la exaltación propia.--The Review and Herald,27 de marzo de 1888. HD99 150 2 Consejo a quien había perdido su dignidad--Jesús lo ama, y su gran corazón lleno de infinita compasión se preocupa por usted. Me ha dado un mensaje para usted; el mensaje es que usted puede recobrarse de las trampas del enemigo. Puede recuperar su dignidad, y en lugar de sentirse un fracasado, puede llegar a ser un conquistador mediante la elevadora influencia del Espíritu de Dios. Tómese de la mano de Cristo y no se separe de él.--Medical Ministry, 43 (1903). HD99 150 3 Las palabras insultantes resultan en la pérdida del respeto propio--¡Qué perjuicio se produce en el círculo de la familia por el uso de palabras impacientes! Una declaración brusca produce una respuesta similar, y luego vienen palabras de represalia y desquite, palabras de justificación propia que se transforman en un yugo colocado sobre el propio cuello de aquel que las declara, porque producen una cosecha maléfica. Quien se acostumbra a tal lenguaje finalmente experimenta vergüenza y pérdida del respeto y la confianza propias; llega a tener un amargo remordimiento por haber perdido el control y haber expresado tales cosas. ¡Cuánto mejor hubiera sido no pronunciar esas palabras! ¡Cuánto mejor es tener el aceite de la gracia en el corazón y ser capaz de soportar la provocación con el espíritu de mansedumbre y paciencia de Cristo!--The Review and Herald, 19 de mayo de 1891. HD99 151 1 Dominio propio, humildad y eficiencia en la obra de Dios--Al trabajar en la obra de Dios, habrá circunstancias y situaciones que requerirán serenidad y dominio propio, pero que lo calificarán para adaptarse a las circunstancias y las peculiaridades de la situación. Al ejercerse estas características no habrá necesidad de sentirse avergonzado. No debiera subestimarse la habilidad de actuar en las diferentes circunstancias de la vida. Y si se es consciente de poseer deficiencias, éstas deben corregirse inmediatamente, y no esperar que otros suplan esas deficiencias, mientras se sigue el mismo curso de acción como si no hubiera necesidad de cambio. Hay que dedicarse con fervor a corregir los defectos, a fin de llegar a ser perfectos en Cristo sin faltar en ninguna cosa.--Testimonies for the Church 3:505 (1885). HD99 151 2 Amarnos y respetarnos mutuamente--Si recordamos siempre las acciones egoístas e injustas de otros, encontraremos que es imposible amarlos como Cristo nos amó; pero si nuestros pensamientos se espacian de continuo en el maravilloso amor y compasión de Cristo hacia nosotros, manifestaremos el mismo espíritu para con los demás. Debemos amarnos y respetarnos mutuamente, no obstante las faltas e imperfecciones que no podemos menos de observar. Debemos cultivar la humildad y la desconfianza para con nostros mismos, y una paciencia llena de ternura hacia las faltas ajenas. Esto destruirá todo estrecho egoísmo y nos dará un corazón grande y generoso.--El Camino a Cristo, 121 (1892). HD99 151 3 Cultivar el respeto propio es deber de todo cristiano--El propósito de todo joven debiera ser fijarse blancos elevados para la vida, y adoptar los principios que la Palabra de Dios presenta para dirigirse en todas las cosas. Es el deber de todo cristiano y también debiera ser su placer. Cultive el respeto propio: porque somos la posesión adquirida por Cristo. El éxito en la formación de los hábitos correctos, y el avance en aquello que es noble y justo, tendrá una influencia que todos apreciarán y valorizarán. Viva por algo ajeno a su yo. Al vivir por un propósito no egoísta; al tener motivos puros y generosos; al buscar algo que hacer, y al estar alerta para hacer atenciones y cortesías, se estará inconscientemente construyendo el monumento de la vida. Ese es el propósito de Dios para todo niño y todo joven. Si desea ser recordado con cariño por los demás, haga el bien. Viva para ser una bendición para aquellos con quienes se relaciona, donde sea que le toque estar. Que cada niño y joven use toda oportunidad de hacer el bien. Al ser bondadosos, amantes y activos en actos de sacrificio, su nombre quedará en el corazón y en la memoria de aquellos con quienes se asocien.--The Youth's Instructor, 7 de febrero de 1901. HD99 152 1 El respeto propio es deber de todos--Debemos buscar una enseñanza mejor y más profunda que la que el hombre puede brindar. Debe haber una profunda convicción en nuestras propias almas en cuanto a que las formas y las ceremonias no son nada sin Cristo. El es el alfa y la omega. La verdad es el único manto para cubrir el alma. Nuestras convicciones deben ser reforzadas cada día con sincera y humilde oración, y con la lectura de la Palabra. Aunque cada uno de nosotros tiene una individualidad, y aunque debemos mantener nuestras convicciones con firmeza, éstas deben tenerse como la verdad de Dios y con la fuerza que él imparte. De otra manera nos serán quitadas. HD99 152 2 Necesitamos tener confianza propia. Es nuestro deber respetarnos a nosotros mismos, pero recordando siempre que somos la propiedad de Dios; que él ha comprado nuestro cuerpo, alma y espíritu por un precio. Debemos mantener la maquinaria viviente en buenas condiciones para glorificar a Dios. Debe ser lubricada con su gracia para que pueda funcionar sin fricciones. Si confiamos en nosotros mismos; si nos exhaltamos como si nosotros mismos nos hubiésemos redimido, no honramos a Dios. Separada de Dios, la sabiduría humana es necedad; sólo produce confusión y perplejidad. Necesitamos toda la armadura de Dios, porque nuestra única defensa y protección es la santa influencia del amante Salvador. El es la única y segura salvaguardia contra las estratagemas de Satanás.--The Ellen G. White 1888 Materials, 1626 (1896). HD99 153 1 Hemos sido comprados por precio--El sentimiento de culpa debe ser dejado a los pies de la cruz del Calvario. El sentido de pecaminosidad puede envenenar las corrientes de la vida y quitar la verdadera felicidad. Pero Cristo dice: "Echa sobre mí tu carga; yo quitaré tus pecados y te daré paz. No te desprecies, pues te he comprado con mi propia sangre. Me perteneces. Fortaleceré tu voluntad debilitada y removeré tu remordimiento por el pecado".--Manuscript Releases 9:305 (1896). Una carta animadora HD99 153 2 La siguiente carta fue dirigida a Marta Bourdeau, la hermana menor de George I. Butler, un dirigente prominente en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Estuvo casada con Guillermo Andrews, hermano de J. N. Andrews, el primer misionero oficialmente enviado por la iglesia. Cuando A. C. Bourdeau fue a Europa como misionero en 1884, Marta, entonces viuda, se casó con él, y fueron a trabajar en Italia. HD99 153 3 Marta Bourdeau era una mujer afligida por sentimientos de duda, indignidad, abatimiento y desánimo. HD99 153 4 Querida Hna. Marta: Llegamos aquí [Tramelán, Suiza], el último viernes, y el Señor me dio algunas preciosas muestras de su bondad. Hablé con libertad a nuestros hermanos y hermanas acerca de Malaquías 4:6, y el Señor habló a nuestros corazones. El hermano Abel Guenin, que había estado desanimado por algún tiempo y no había asistido a las reuniones, se quebrantó y confesó su falta, su indiferencia y su desánimo. Mencionó que no deseaba continuar con esos sentimientos, sino quería estar en armonía con la iglesia y con su deber en el temor de Dios. Mientras hablaba, las lágrimas corrían por su rostro. Su madre, que no había participado en las actividades de la iglesia, y que tenía muchos prejuicios contra los norteamericanos, habló por la primera vez. Dio un buen testimonio. HD99 153 5 Un joven panadero, empleado de Oscar Roth, también hizo una humilde confesión. El Espíritu de Dios verdaderamente estaba en la reunión y se manifestó un dulce poder entre nosotros. Después de la reunión tuvimos momentos de oración en la casa del hermano Roth y oramos por el hijo del hermano Guenin. Mientras oraba, el hermano Juan Vuilleumier traducía la oración. La bendición del Señor se posó sobre el joven, quien con lágrimas en sus ojos confesó sus faltas y se dio la mano con sus hermanas. Fue en verdad un precioso momento... HD99 154 1 Marta, mis pensamientos están con usted en Torre Pellice [Italia]. Creo que usted y su esposo deberían asistir a la reunión de la Asociación. Quisiera verla allí, y quisiera verla confiando plenamente en el precioso Salvador. El dio su vida por usted porque valora su alma. Hace algún tiempo tuve un sueño. Estaba paseando en un jardín. Usted estaba a mi lado, diciendo constantemente: "¡mire ese arbusto desgarbado! ¡mire ese árbol deformado! ¡mire ese rosal atrofiado! Me hacen sentir mal porque representan mi vida y mi relación con Dios". HD99 154 2 Una forma majestuosa parecía estar caminando detrás de nosotros y diciendo: "Recoged las rosas y las lilas, y dejad las espinas y los arbustos deformados. Y no lastiméis el alma que Cristo ha elegido para mantenerla". HD99 154 3 Me desperté, y al dormirme otra vez, se repitió el mismo sueño. Y ocurrió una tercera vez. Ahora quiero que usted lo considere y que deje su desconfianza, sus penas y sus temores a un lado. Deje de mirarse a usted misma o a su esposo, y mire a Jesús. Dios le ha hablado palabras de ánimo; acéptelas y actúe de acuerdo con ellas, caminando por fe y no por vista. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Hebreos 11:1. HD99 154 4 Jesús la sostiene con su poderosa mano y no permitirá que el enemigo gane la victoria; le dará a usted la victoria. El es quien tiene la virtud y la justicia. Si se mira a sí misma se desesperará porque no las encontrará allí; él las tiene, y pueden ser suyas por fe porque usted ama a Dios y guarda sus mandamientos. HD99 154 5 No escuche las mentiras de Satanás sino recuente las promesas de Dios. Recoja las lilas, las clavellinas y las rosas. Hable de las promesas de Dios; hable con fe. Confíe en Dios; él es su única esperanza. El es también mi única esperanza. Yo también tengo tremendas batallas con las tentaciones de Satanás para desanimarme, pero no voy a ceder ni un centímetro; no voy a darle una sola ventaja sobre mi cuerpo o mi mente. HD99 155 1 Si se mira a sí misma verá sólo debilidad; no verá al Salvador. Para encontrar a Jesús tiene que mirar hacia afuera. Tiene que mirar y vivir; mirar a Aquel que se hizo pecado por nosotros, para que pudiésemos ser limpiados de nuestros pecados y recibiésemos su justicia. HD99 155 2 Ahora Marta, no se mire a usted misma sino a Jesús. Hable de su amor, de su bondad, de su poder. El no permitirá que sea tentada más de lo que puede soportar. El es nuestra justicia, y es quien suple nuestras deficiencias porque sabe que no podemos hacerlo por nosotros mismos. Mientras oro por usted, puedo ver una mano que se extiende para salvarla. Las palabras de Dios son nuestras credenciales; debemos aceptarlas. Amamos a Jesús y amamos su verdad. Nuestros propios sentimientos no son evidencia de que Dios se desagrade de nosotros. HD99 155 3 Su vida es preciosa a la vista de Dios. El tiene algo para usted. Aunque no lo pueda ver claramente, camine con plena confianza sin palabras de duda, porque el querido Jesús se entristece al ver que usted no puede confiar en él. Cristo está extendiendo su mano a través de los cielos para alcanzarla; tómese de esa mano. ¡Qué amor, qué tierno amor ha manifestado Jesús en nuestro favor! Las promesas de la Biblia son las lilas, las clavellinas y las rosas en el jardín del Señor. HD99 155 4 ¡Oh! ¡Cuántos andan por un obscuro camino donde a su lado encuentran sólo cosas objetables y desagradables, cuando si miraran un poco más arriba encontrarían las flores! Piensan que no tienen derecho a llamarse hijos de Dios y asirse de sus promesas, porque no tienen evidencia de que son aceptados por Dios. Andan por el camino afligiendo sus almas y penando sus luchas, como hacía Lutero antes de echarse en los brazos de Cristo y su justicia. HD99 155 5 Hay muchos que piensan que la única forma de llegar a Jesús es en el estado más deplorable, como el del muchacho poseído por el demonio, a quien éste lo golpeaba y arrojaba mientras lo acercaban al Salvador. Pero no se necesita tener esa clase de conflicto y pruebas. Ricardo Baxter estaba afligido porque no sentía la agonía y humillación de espíritu que él pensaba que debía sentir. Cuando se le explicó satisfactoriamente, entonces llegó la paz a su corazón. HD99 156 1 No tiene por qué cargar con un sentimiento angustioso de culpa, porque usted es la propiedad de Cristo. El la tiene en sus manos. Sus brazos eternos la rodean. Su vida no ha sido una "vida de pecado", tal como se entiende comúnmente esa expresion. Tiene un consciente temor a hacer lo malo, y siente un correcto deseo de hacer lo bueno. Todo lo que necesita hacer ahora es quitar su rostro de los cardos y espinas, y tornarse hacia las flores. HD99 156 2 Fije sus ojos en el Sol de justicia. En lugar de ver a su querido y amante Padre celestial como a un tirano, vea su ternura, su piedad, su inmenso amor y su gran compasión. Su amor excede al de una madre por su hijo. Aunque la madre se olvide, yo nunca me olvidaré de ti, dice el Señor. ¡Oh, mi querida amiga! Jesús quiere que usted confíe en él. Mi oración es que su bendición descase sobre usted en una rica medida. HD99 156 3 Usted nació con una predisposición al desánimo y constantemente tendrá que ser animada a mantener sentimientos de esperanza. Tanto su padre como su madre tenían una conciencia muy sensible, y su madre tenía una disposición a desmerecerse más bien que a exhaltarse. En su caso, una sola palabra puede conmoverla, mientras que otras personas con otro temperamento sólo se conmueven con un grave juicio. Si usted se colocara en situaciones donde pudiera ayudar a otros sin importarle cuán dura y difícil fuera la carga, se sentiría alegre y sus sentimientos de desconfianza en sí misma desaparecerían. HD99 156 4 Samuel, que sirvió a Dios desde su niñez, necesitó una disciplina diferente a la de aquellos que tenían una voluntad egoísta y obstinada. De igual manera, su niñez no estuvo marcada con rudeza y mano dura, aunque se pudieron haber cometido los errores propios de la humanidad. Toda su experiencia me ha sido mostrada. La conozco a usted mejor de lo que usted se conoce a sí misma. Dios la ayudará a triunfar sobre Satanás si simplemente confía en Jesús y permite que él libre estas batallas por usted; batallas que usted no puede pelear con sus fuerzas finitas. HD99 157 1 Usted ama a Jesús, y Jesús la ama. Confíe pacientemente en él, diciéndole una y otra vez: "Señor, soy tuya". Arrójese a sus pies. No es solamente el gozo lo que dará evidencia de que usted es cristiana; la evidencia será un "Así dice el Señor". Querida hermana, por la fe la dejo en el seno del Salvador. Que estas líneas reflejen sus propios sentimientos: HD99 157 2 Otro asilo aquí no hay, indefenso acudo a ti; mi necesidad me trae, porque mi peligro vi. Solamente en ti, Señor, hallo paz, consuelo y luz; vengo lleno de temor a los pies de mi Jesús. HD99 157 3 Cristo, encuentro en ti poder, y no necesito más; me levantas, al caer; débil, ánimo me das; Al enfermo das salud, vista das al que no ve. Con amor y gratitud tu bondad ensalzaré. Himnario Adventista, 420.--Carta 35, 1887. ------------------------Capítulo 13--La influencia de la mujer cristiana Podéis tener una presencia digna sin caer en la exhaltación propia. Podéis ser condescendientes sin sacrificar el respeto propio o la independencia individual. De esa manera vuestra vida podrá tener gran influencia tanto en las esferas bajas como en las altas de la vida.--Testimonies for the Church 3:506. HD99 158 1 Maravillosa misión de las mujeres--Los adventistas del séptimo día no deben de ninguna manera despreciar la obra de la mujer.--Obreros Evangélicos, 468 (1898). HD99 158 2 Maravillosa es la misión de las esposas y las madres y de las obreras más jóvenes. Si ellas lo desean, pueden ejercer una influencia para bien sobre todos los que las rodean. Con la modestia en el vestir y un comportamiento circunspecto ellas pueden, en su sencillez, dar testimonio de la verdad. Pueden permitir que su luz alumbre delante de todos los otros que pueden ver sus buenas obras y glorificar a su Padre que está en el cielo. Una mujer verdaderamente convertida puede ejercer una influencia para el bien, poderosamente transformadora. Unida a su esposo, puede ser una ayuda en su trabajo y convertirse en instrumento de estímulo y bendición para él. Cuando la voluntad y la conducta son presentadas en sujeción al Espíritu de Dios, no hay límite para el bien que puede ser realizado.--El Ministerio de la Bondad, 164 (1908). HD99 158 3 Abstenerse de toda apariencia de mal--Hay quienes no sienten que es un deber religioso disciplinar la mente para pensar en temas alegres, a fin de reflejar luz en lugar de tinieblas y lobreguez. Esta clase de mentes puede estar en ambos extremos: o buscan su propio placer mediante la conversación frívola, las bromas y las risas, y están constantemente en la búsqueda de diversiones; o se tornan deprimidas y experimentan pruebas y conflictos mentales a los que consideran tan agudos que muy pocas personas pueden soportarlos o comprenderlos. Estas personas pueden profesar el cristianismo, pero están engañando sus propias almas. No tienen material genuino. La religión de Jesucristo primero es pura, luego pacífica, llena de frutos de justicia. Muchos, especialmente mujeres, han caído en el triste error de esta era degenerada; les gusta demasiado el sexo opuesto. Les encanta su sociedad. Sus atenciones las adulan y animan, o permiten familiaridades que no están de acuerdo con la exhortación del apóstol, "Absteneos de toda especie de mal". 1 Tesalonicenses 5:22.--The Review and Herald, 12 de marzo de 1872. HD99 159 1 No hay tiempo para impulsos corruptos--Nuestro tiempo de prueba se acorta según las más favorables condiciones e interpretaciones. No tenemos tiempo para gastar en la indulgencia de impulsos corruptos. La familiaridad de hombres casados con mujeres casadas y jóvenes es ofensiva a la vista de Dios y los ángeles santos. El descaro de las mujeres que buscan la compañía de varones, rondando en torno al lugar donde ellos trabajan, buscándoles conversación, hablando de cosas vulgares, ociosas, rebaja su femineidad y su estima aun ante quienes ellas desean tentar.--Testimonio acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio, 274-275 (1888). HD99 159 2 El uso correcto de los talentos--No todos tienen la misma obra que hacer. Cada uno tiene una obra de carácter individual que realizar. Sin embargo, a pesar de las variadas tareas debe existir una hermosa armonía que nos permita trabajar en perfecta unidad. Nuestro Padre celestial no requiere de aquel a quien ha dado un talento que presente cinco. Pero si el que tiene un talento lo usa sabiamente, pronto se multiplicará, incrementando así el poder de su influencia y su esfera de utilidad. Si la mujer pone los talentos que Dios le ha dado a su mejor uso, su individualidad podrá ser preservada, y a la vez cumplirá una parte importante de la obra de reforma que es tan necesaria. HD99 160 1 Si la mujer incrementa el uso de su tiempo y facultades confiando en la fuerza y la sabiduría que Dios puede darle, puede estar en pie de igualdad con su esposo y actuar como consejera, compañera y colaboradora, sin perder su modestia y gracia femenina. Al elevar su propio carácter, estará elevando y ennobleciendo los caracteres de su propia familia, e incoscientemente estará ejerciendo una poderosa influencia sobre todos los que la rodean.--The Health Reformer, 1 de junio de 1880. HD99 160 2 Alcanzar un pleno desarrollo--¿Por qué las mujeres no cultivan su intelecto? ¿Por qué no habrán de aceptar el propósito de Dios para su existencia? ¿Por que no habrán de reconocer la potencialidad de sus propios poderes dados por Dios y esforzarse por desarrollarlos al máximo para hacer el bien a otros y avanzar la obra de la reforma y de la verdad en el mundo? Satanás sabe que las mujeres son una poderosa influencia para el bien o para el mal; por lo tanto intenta alistarlas bajo su causa... HD99 160 3 Hermanas y madres, nosotras tenemos un blanco más alto, una obra más noble que la de estudiar la última moda y prepararnos vestidos y adornos innecesarios que sólo buscan satisfacer a este moderno Moloc. Podemos transformarnos en sus esclavas; podemos sacrificar sobre sus altares nuestra propia felicidad y la felicidad presente y futura de nuestros hijos. Pero, ¿qué habremos ganado al final? Hemos sembrado para la carne, y de la carne segaremos corrupción. Nuestras obras no podrán pasar la inspección de Dios. Al fin veremos cuántas almas podrían haber sido bendecidas y redimidas del error por nuestra influencia, las que, en cambio, fueron llevadas al orgullo y la apariencia exterior con descuido del adorno interior.--The Health Reformer, 1 de junio de 1880. HD99 160 4 Una parte en la obra final--Nuestras hermanas, la juventud, los de edad madura y los avanzados en años, todos pueden tener una parte en la obra final para este tiempo; y al hacerlo cada vez que tengan oportunidad, obtendrán una experiencia del más alto valor para sí mismos. Al olvidarse del yo, crecerán en la gracia. Y al entrenar la mente en esa dirección, aprenderán a llevar cargas por Jesús.--The Review and Herald, 2 de enero de 1879. HD99 161 1 Una influencia transformadora--Grande es la obra y la misión de las mujeres, especialmente de aquellas que son esposas y madres. Pueden ser una bendición a todos los que las rodean. Ejercerán una poderosa influencia para el bien, si permiten que su luz brille sobre otros para que sean llevados a glorificar a nuestro Padre celestial. Las mujeres pueden tener una influencia transformadora si consienten en ceder su voluntad a Dios, y permiten que él controle su mente, sus afectos y su ser. Su influencia tenderá a refinar y elevar a aquellos con quienes se asocien. Pero esta clase de personas generalmente no es consciente del potencial que posee. Su influencia parece fluir naturalmente de una vida santificada y un corazón renovado. Es el fruto que crece naturalmente en un árbol que es el resultado de una siembra divina. Se pierde el yo; se esconde con la vida de Cristo. Las buenas obras se realizan tan naturalmente como la acción de respirar; viven para hacer bien a otros y sin embargo dicen: "Siervos inútiles somos"--Testimonies for the Church 2:465 (1870). La influencia del vestido de la mujer cristiana HD99 161 2 La belleza interior es más deseable que la apariencia exterior--Le agradaría a Dios ver a nuestras hermanas vestidas con ropas aseadas y sencillas, dedicándose fervientemente a la obra del Señor. No carecen de capacidad, y si diesen el uso debido a los talentos que ya poseen, su eficiencia aumentaría grandemente. Si el tiempo que ahora dedican al trabajo inútil lo consagrasen a escudriñar la Palabra de Dios y enseñarla a otros, su propia mente se enriquecería con gemas de la verdad y se fortalecería a la vez que se ennoblecería, gracias al esfuerzo hecho para comprender las razones de nuestra fe. Si nuestras hermanas fuesen cristianas de acuerdo con la Biblia y concienzudas, si procuraran toda oportunidad para iluminar a otras, veríamos que, por sus esfuerzos abnegados, decenas de almas abrazarían la verdad. HD99 161 3 Hermanas, en el día en que se haga el ajuste de cuentas, ¿sentiréis placer al repasar vuestra vida, o lamentaréis haber buscado la belleza exterior, mientras descuidábais casi completamente la hermosura interior, la del alma?--Joyas de los Testimonios 1:593 (1885). HD99 162 1 Conformad la manera de vestir a la Biblia--Hermanas mías, si conformáis vuestro modo de vestir con las reglas de la Biblia dispondréis de abundantes recursos con que auxiliar a vuestras hermanas pobres. Dispondréis no sólo de recursos, sino de tiempo, que muchas veces es lo que más se necesita. Son muchas las personas a quienes podríais ayudar con vuestros consejos, vuestro tacto y vuestra habilidad. Mostradles cómo se puede vestir sencillamente y, no obstante, con buen gusto. ¡Cuántas mujeres no van a la casa de Dios porque sus vestidos no les sientan bien y contrastan deplorablemente con los de las demás! Muchas de estas personas son quisquillosas al respecto y albergan sentimientos de amarga humillación e injusticia a causa de este contraste. Y por ello, muchas dudan de la realidad de la religión y endurecen sus corazones contra el Evangelio.--El Ministerio de Curación, 158-159 (1905). HD99 162 2 La apariencia interior es un índice del corazón--Vi que la apariencia exterior es un índice del corazón. Cuando en el exterior se cuelgan collares, cintas y cosas innecesarias, significa que el amor por estas cosas está en el corazón. A menos que estan personas sean limpiadas de su corrupción, no podrán ver a Dios, pues sólo los puros de corazón lo verán.--Testimonies for the Church 1:136 (1856). HD99 162 3 El adorno exterior sólo embellece el cuerpo mortal, mientras que la mansedumbre no sólo adorna el alma, sino que conecta al hombre finito con el Dios infinito. Este es el ornamento elegido por Dios... Los ángeles del cielo registran como personas mejor adornadas a aquellas que siguen a Cristo y caminan con él en mansedumbre y humildad de mente.--The Review and Herald, 18 de enero de 1881. ------------------------Capítulo 14--La modestia de la mujer cristiana HD99 163 1 Reserva y modestia--Los que profesan la religión de Cristo no se rebajen a tener conversaciones frívolas, a manifestar familiaridades con mujeres, ya sean casadas o solteras. Que se mantengan en su lugar debido con toda dignidad. Al mismo tiempo deben ser sociables, bondadosos y corteses con todos. Las jovencitas debieran manifestar reserva y modestia. No debieran dar ocasión para que se hable mal de ellas... Los que dan evidencias de que sus pensamientos corren por un canal inferior, cuya conversación tiende a ser corrupta antes que elevadora, debieran ser eliminados de inmediato de la institución, porque ciertamente desmoralizarán a otros.--Consejos sobre la salud, 292 (1885). HD99 163 2 Menos audacia--Según la luz que me ha dado el Señor, nuestras hermanas debieran comportarse de otro modo. Debieran ser más reservadas, menos atrevidas, y fomentar entre ellas "pudor y modestia". 1 Timoteo 2:9. Tanto los hermanos como las hermanas se complacen en mantener charlas demasiado joviales cuando están juntos. Mujeres que profesan santidad participan en demasiadas bromas, chistes y risas. Esto es impropio y entristece al Espíritu de Dios. Estas exhibiciones revelan una falta del verdadero refinamiento cristiano. No fortalecen el alma en Dios, sino acarrean gran obscuridad; alejan a los puros y refinados ángeles celestiales y rebajan a un nivel inferior a los que practican estos errores lamentables.--2TPI, 405 (1870). HD99 164 1 Proteger la virtud--Os ruego que como seguidoras de Cristo, con una exaltada profesión de fe, fomentéis la preciosa e inestimable gema de la modestia. Esta protegerá la virtud... El Espíritu del Señor me impulsa a urgir a mis hermanas que profesan piedad a ser modestas en su apariencia y a actuar con un apropiado recato, con pudor y sobriedad... He preguntado: ¿Cuándo actuarán con corrección las hermanas jóvenes? Sé que no habrá un progreso decisivo hasta que los padres se den cuenta de la importancia de poner más cuidado en educar a sus hijos correctamente. Enseñadles a actuar con recato y modestia.--2TPI, 407-409 (1870). HD99 164 2 La influencia de libros y figuras impuras--Muchos de los jóvenes están deseosos de leer. Leen todo lo que les llega a sus manos. Las emocionantes historias de amor y las figuras impuras tienen una influencia corruptora. Muchos se dedican a leer novelas con avidez y como resultado, su imaginación se contamina. Fotografías de mujeres desnudas frecuentemente circulan para la venta [en los vagones de ferrocarril]. Además, estas desagradables fotografías también se encuentran en salones de fotografía, y cuelgan de las paredes de los locales que venden grabados. Esta es una era rebosante de corrupción. Los placeres de la vista y las pasiones corruptas se estimulan por la observación y la lectura. El corazón se corrompe por medio de la imaginación. La imaginación se complace en contemplar escenas que despiertan las pasiones más bajas e inferiores. Estas imágenes viles, vistas a través de la imaginación contaminada, corrompen la moral y preparan a los engañados y embelesados seres para dar rienda suelta a sus pasiones concupiscentes. Luego siguen pecados y crímenes que arrastran a seres formados a la imagen de Dios a nivel de bestias, sumergiéndolos al final en la perdición.--2TPI, 365-366 (1870). HD99 165 1 Satanás logra éxito en cautivar las mentes de la juventud--La corruptora doctrina que prevalece, la cual sostiene que, desde el punto de vista de la salud, los sexos deben juntarse, ha llevado a cabo su obra maligna. Cuando los padres y los tutores manifiesten un décimo de la sagacidad que posee Satanás, entonces podrá ser casi inofensiva esta asociación de sexos. Como están las cosas, Satanás logra el mayor éxito en su esfuerzo de cautivar las mentes de la juventud; y la asociación de jovencitos y niñas sólo aumenta el mal veinte veces. Que los jovencitos y las niñas se ocupen de un trabajo útil. Si están cansados tenderán menos a corromper sus propios cuerpos. No hay esperanza para la juventud, a menos que haya un cambio completo en la mente de los mayores. Los caracteres de los jóvenes y las señoritas llevan la impronta del vicio, y sin embargo, ¿qué se hace para detener el avance de este mal? Se permite y se insta a los adolescentes y a los jóvenes a tomarse libertades haciendo proposiciones indecentes a las niñas y a las jóvenes. Es mi oración que Dios despierte a los padres y a las madres para que se ocupen seriamente en cambiar este estado de cosas.--2TPI, 429 (1870). Buen ejemplo en el vestido HD99 165 2 Por un tiempo, Fannie Bolton fue una de las asistentes de Elena G. de White. Lo que sigue es parte de una carta que le escribiera en 1894. HD99 165 3 ...Tengo que decirle algo con referencia a otro punto. Las hermanas que han venido de Norteamérica tienen que rendir cuentas a Dios con referencia a su ejemplo en la vestimenta; en este asunto no han sido aprobadas por Dios como sus misioneras. Necesitamos convertimos de cuerpo, alma y espíritu. ¿Será que por nuestro ejemplo vamos a conducir a otras al orgullo, a la indulgencia egoísta y a malgastar el dinero en vestidos, lo que muestra que no somos hacedoras de la Palabra? Me fueron presentadas ciertas conductas que no son las que Dios aprueba. No se me ha pedido que sea específica sino que diga mi palabra de advertencia. HD99 166 1 Fannie, muchos--incluyéndola a usted--, no disciernen el espíritu que caracteriza su trabajo; no pueden descubrir las intenciones inconscientes, aunque en ocasiones se manifiesten abiertamente. Aunque usted está llena de actividad, de celo, de agitación y empuje, son los movimientos impulsivos, descontrolados y parciales los que le dan forma a su trabajo. Los vasos elegidos por Dios trabajan bajo la guía del Santo Espíritu. Pero usted ha trabajado mayormente bajo la influencia de la satisfacción propia que busca, pensando que está realizando un gran trabajo. Sin embargo, si separamos la paja del trigo veremos que sólo quedan unos pocos granos. Muchos juzgan por la apariencia exterior y no por el espíritu con que se lo hace ni por los verdaderos resultados. HD99 166 2 Vivimos en una época que ha sido representada como la de los antediluvianos. Todos los que ruegan por las almas debieran llevar, en su vestimenta y arreglo personal, la modestia y el ejemplo del Señor Jesús. Debieran esperar, vigilar y orar para que el Espíritu les sea concedido abundantemente. Aquellos que tenemos el ideal cristiano, debemos representar la verdad en nuestra conversación y vestimenta. Como agentes humanos tenemos que ser cuidadosos de la impresión que dejamos en otros acerca de nuestro arreglo personal. La Biblia es nuestra guía; estudie sus enseñanzas con el propósito de obedecerla y no necesita cometer errores. HD99 166 3 Nuestra vestimenta debiera estar estrictamente de acuerdo con nuestra santa fe [se cita 1 Timoteo 2:9-10; 1 Pedro 3:3-5]. Se necesita agregar más de los preceptos bíblicos, tanto en nuestra vestimenta como en el adorno interior del carácter. HD99 166 4 Fannie, doquiera que vaya, doquiera que esté, necesita adaptar el material, el color y el estilo de sus vestidos a su edad y a la fe que profesa. Usted recuerda que le mencioné al pastor Olsen cuando estábamos en Preston que usted no tenía la ropa adecuada y que se sentía muy pobre para adquirir lo que necesitaba. Lo que usted dijo en esa ocasión me mostró que no me había entendido. Ahora quiero que me entienda correctamente. HD99 166 5 Es cierto que se necesita ropa interior confortable para tener buena salud; pero no puedo verdaderamente aprobar el estilo de sus vestidos. Cuando usted subió a la plataforma en la carpa ante una gran audiencia, con ese vestido liviano y suelto, me sentí triste y avergonzada. No era el vestido apropiado para la ocasión; su juicio con relación a la vestimenta necesita ser grandemente mejorado. Espero que usted no consulte a su modista sino a otras mentes sensibles que no tienen engaño en sus bocas con relación a la vestimenta, y que no buscarán adularla, sino aconsejarla para dejar la mejor impresión en la mente de creyentes y no creyentes. Aquellas que pretendemos tener la luz, y que ocupamos una posición importante en instruir a otros para dirigir las reuniones de los niños, debiéramos tener pulcritud, sencillez y buen gusto en el asunto del vestido. Nunca debiéramos dejar la impresión de que estamos siguiendo el modelo mundano de una moda cambiante en esta edad corrupta. En cambio, si seguimos el modelo bíblico en el vestido, podremos ayudar a otros a alcanzar la norma adecuada. HD99 167 1 No venga a preguntarme cómo debe vestirse. Si nuestras hermanas tienen el Espíritu de Dios morando en sus corazones como un principio viviente, nunca darán ocasión a otras hermanas de excusarse diciendo que siguen la moda de las esposas de los pastores o de las instructoras bíblicas. Use siempre vestidos de material bueno y durable, de colores modestos, sencillos y sin adornos. Ciertamente, usted necesita mejorar su estilo en el vestido.--Carta 7, 1894. Carta de consejo dirigida a Ada Walling HD99 167 2 Ada Walling era una sobrina nieta de Elena G. de White, nieta de su hermana Carolina. Los esposos White llevaron a Ada y su hermana a su hogar, y las criaron como si fueran sus propias hijas. HD99 167 3 Querida Ada: El hermano Whitney está hoy aquí, de paso para Basilea [Suiza]. Edith Andrews está decayendo constantemente. Pienso que este clima es mejor que el de Basilea para mis pulmones. Aquí hemos tenido mucho trabajo debido a un sentimentalismo enfermizo de algunos obreros en la oficina. Espero, mi querida niña, que te mantengas separada de estas cosas. Te ganarás la confianza de aquellos a quienes respetas si eres reservada y no buscas las atenciones y la compañía de los hombres jóvenes. Si tuviera tiempo te escribiría acerca de algunas cosas que hemos tenido que enfrentar aquí y en otros lugares. Edith, pobrecita, no está preparada para morir. Siempre estaba buscando llamar la atención hacia sí misma. Buscaba la compañía de unos pocos favoritos, mientras descuidaba a los que eran buenos y dignos porque no eran de su gusto. Esos favoritos la creían perfecta y la mimaban e idolatraban; y ella retribuía sus afectos. Así que puedes notar que Dios había sido dejado fuera de ese círculo. Este sentimentalismo enfermizo ha perjudicado la efectividad de los jóvenes en la oficina y ha inhabilitado a algunas de las señoritas para su trabajo. HD99 168 1 Hablé claramente con Edith, pero parece no ver su condición. Ahora le he escrito, y espero que vea sus errores. No ha tenido experiencia en una religión genuina, y ahora tendrá que buscar a Cristo y el poder de su gracia en este tiempo de debilidad. ¡Oh, si lo hubiera hecho cuando gozaba de buena salud! HD99 168 2 Espero, Ada, que tú no seas entrampada como esta pobrecita lo fue. Espero que seas una verdadera y ferviente cristiana, buscando día a día a Dios en oración. Nunca estés tan ocupada como para no tomar tiempo para leer la Biblia y buscar la gracia de Dios en humilde oración. No sigas el ejemplo de otros en costumbres, acciones o vestimenta, si las mismas llevan a la indiferencia y la mundanalidad. No expreses vanidad en el vestido, sino vístete con corrección y pureza. Busca con fervor la humildad y la mansedumbre de corazón a fin de obtener una rica experiencia en las cosas de Dios. Aprende a vencer la vanidad que existe en los corazones no santificados por la verdad. No seas audaz, sino reservada y modesta. HD99 168 3 Muchos te van a mirar y criticar, y comentar si estás siguiendo los consejos de la Hna. White. No me representes mal, sino busca dar la influencia correcta; siempre veraz, abierta, sincera y franca. Desprecia la afectación. No busques la compañía de los muchachos. Que ellos sepan que hay una niña que no se va a volver loca ante sus primeras atenciones. Me gustaría que estés preparada para viajar conmigo y ayudarme si así lo dispusiera. HD99 169 1 Tú puedes ver que muchas que se casan, cesan de avanzar y se conforman con una vida empequeñecida. No tengas temor de buscar consejo y decirme lo que piensas, que yo trataré de ayudarte en lo que pueda. Sobre todas las cosas, preserva la femineidad, el dominio propio y el autocontrol, sin aparentar que lo sabes todo. Sé modesta en conversación porque a la gente le disgusta que una mujer joven hable como si lo supiera todo. Es mejor mostrar la sabiduría por obras y no por palabras y exaltación propia. Sé discreta, cuidadosa, humilde. Debemos aprender cada día en la escuela de Cristo. HD99 169 2 Mi querida hija, te he escrito mucho más de lo que pensaba, pero quizá no tenga la oportunidad de escribirte pronto otra vez. HD99 169 3 Me alegra que no vivas en Italia, al menos en este valle, porque las niñas y las mujeres tienen un trabajo difícil. Trabajan duro, hasta catorce horas por día, y se les paga veinte centavos. Necesitamos verdaderos misioneros que trabajen en este valle. Hay algunos que se llaman misioneros, que son apoyados por otras sociedades en Inglaterra y reciben altos sueldos, pero no hacen trabajo misionero; sólo se dedican a comer, beber y divertirse.--Carta 28, 1885. ------------------------Capítulo 15--El equilibrio en la vida HD99 170 1 Elena G. de White a menudo usó la palabra "intemperancia" para referirse al desequilibrio, o la falta de balance en la vida. Los principios que se encuentran en los siguientes consejos, pueden ser aplicados indistintamente a cualquier aspecto de la vida. La "intemperancia" o desequilibrio puede manifestarse al desconocer nuestras limitaciones y aceptar responsabilidades que nos superan; al vivir con las tensiones de la vida moderna en lugar de buscar un estilo de vida más simple, o fallar en dedicar el tiempo apropiado a las cosas más importantes. La mayor parte de estas declaraciones fueron dirigidas genéricamente al hombre, pero se aplican igualmente a la mujer. El equilibrio es necesario en cada aspecto de la vida HD99 170 2 El equilibrio es un principio de la vida religiosa--Se debe enseñar y practicar la temperancia en todas las cosas de la vida. La temperancia en el comer, en el beber, en el dormir y en el vestirse, es uno de los grandes principios de la vida religiosa. Cuando la verdad es recibida en el santuario del alma, también nos dirige en el tratamiento del cuerpo. Nada que sea importante para la salud del agente humano, debe ser tratado con indiferencia. Nuestro bienestar eterno depende del uso que demos en esta vida a nuestro tiempo, fuerzas e influencia.--Testimonies for the Church 6:375 (1900). HD99 170 3 La falta de equilibrio desgasta las fuerzas vitales--Por todas partes se ve la intemperancia en el comer, en el beber, en el trabajo y en casi cualquier cosa. Las personas que se esfuerzan por realizar una gran cantidad de trabajo en un tiempo limitado, y continúan trabajando cuando su mejor criterio les indica que deberían descansar, no son nunca ganadores. Viven con capital prestado, porque gastan en el presente las fuerzas vitales que necesitarán en el futuro. Y cuando quieran echar mano de la energía que gastaron tan irresponsablemente, fracasarán en su intento, porque no la hallarán. La fuerza física ha desaparecido y ya no existen las energías mentales. Entonces se dan cuenta de su pérdida, aunque no comprenden su verdadera naturaleza. Ha llegado el momento de necesidad, pero sus fuerzas vitales se han agotado. Todo el que viola las leyes de la salud, tarde o temprano, experimentará sufrimientos, en mayor o menor grado. Dios ha dotado a nuestras constituciones con energías que necesitaremos en diversos períodos de nuestra vida. Pero si las agotamos imprudentemente en los excesos de nuestro trabajo, el tiempo nos declarará perdedores. Nuestra utilidad disminuirá y nuestra vida misma correrá el peligro de arruinarse. HD99 171 1 Como norma, el trabajo del día no debe extenderse hasta las horas de la noche. Si se trabaja a conciencia durante todo el día, el trabajo extra que se haga en la noche constituirá una carga adicional impuesta al organismo, por lo cual pagará las consecuencias. Se me ha mostrado que los que se comportan a menudo de esta manera, pierden más de lo que ganan, porque agotan sus energías y trabajan a base de nervios sobreexcitados. Tal vez no se percaten de consecuencias negativas inmediatas, pero con toda seguridad están menoscabando su organismo.--Consejos sobre la salud, 98-99 (1890). HD99 171 2 Cautela acerca del exceso de trabajo--Recuerden que el hombre debe preservar el talento de la inteligencia, dado por Dios, mediante la conservación de la maquinaria física en actividad armoniosa. Se necesita ejercicio físico diario para disfrutar de salud. No es el trabajo, sino el exceso de trabajo, sin períodos de descanso, lo que quebranta a la gente, y pone en peligro las fuerzas vitales. Los que trabajan en exceso pronto llegan a la situación de trabajar en forma desesperada. HD99 172 1 La obra que se hace para el Señor debe hacerse con alegría y valor. Dios quiere que pongamos espíritu, vida y esperanza en nuestra obra. Los obreros intelectuales deberían prestar la debida atención a cada parte de la maquinaria humana, distribuyendo equitativamente la presión. El esfuerzo físico y mental, combinado con sabiduría, conservará al hombre entero en una condición tal que lo hará acepto ante Dios... HD99 172 2 Introduzcan en la tarea diaria esperanza, valor y amabilidad. No trabajen en exceso. Es mejor dejar de hacer algunas cosas que se habían planeado para el día de trabajo, que excederse y tensionarse, con la consiguiente pérdida del valor necesario para llevar a cabo las tareas del día siguiente. No violen hoy las leyes de la naturaleza, no sea que pierdan la fortaleza que necesitan para el día siguiente.--Mente, Carácter y Personalidad 2:22 (1903). HD99 172 3 Se necesitan períodos de descanso--Hay peligro de que a las mujeres relacionadas con la obra se les exija trabajar demasiado duramente sin los períodos adecuados de descanso. No debe imponérseles a los obreros una exigencia tan severa. Algunos no se perjudicarán, pero otros, que son concienzudos, trabajarán en exceso. Todos, especialmente las mujeres, necesitan períodos de descanso.--El Evangelismo, 360 (1896). HD99 172 4 Mentes bien balanceadas--Todas las facultades cerebrales deber ser desarrolladas a fin de que los hombres y las mujeres tengan mentes bien balanceadas. El mundo está lleno de hombres y mujeres de mentes obtusas, que han llegado a esa condición debido a que desarrollaron sólo un grupo de sus facultades, mientras que las demás se atrofiaron por falta de uso. La educación de la mayoría de los jóvenes es un fracaso. Estudian demasiado mientras descuidan los aspectos prácticos de la vida. Los hombres y las mujeres se convierten en padres sin considerar las responsabilidades y su descendencia humana. Así la raza se está degenerando rápidamente.--Consejos sobre la salud, 176 (1872). HD99 172 5 Es una bendición desarrollar los talentos--Los talentos no deben ser enterrados para corroerse por la inactividad. Un persistente rechazo a ejercitar las habilidades dadas por Dios, y la indulgencia propia, causarán la eterna separación de Dios y la pérdida de la gloria eternal. Estos dones nos son concedidos de acuerdo a nuestra habilidad para usarlos, y el sabio desarrollo de los mismos resultará en bendición y traerá gloria a Dios. Cada don recibido con gratitud, es un eslabón en la cadena que nos une con el cielo.--The Signs of the Times, 18 de agosto de 1898. Equilibrio en el uso de nuestro tiempo HD99 173 1 Debemos dar cuenta estricta de nuestro tiempo--Nuestro tiempo pertenece a Dios. Cada momento es suyo, y nos hallamos bajo la más solemne obligación de aprovecharlo para su gloria. De ningún otro talento que él nos haya dado requerirá más estricta cuenta que de nuestro tiempo.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 277 (1900). HD99 173 2 Equilibrio entre el trabajo y la espera por la venida--Cuando nos entregamos sin reservas al Señor, los deberes comunes de la vida serán vistos en su verdadera importancia, y los realizaremos de acuerdo con la voluntad de Dios. Mientras esperamos vigilantes la venida del Hijo del Hombre, también debemos trabajar diligentemente. Trabajar y esperar; las dos cosas deben estar unidas. Esto mantendrá el desarrollo del carácter cristiano en forma equilibrada, simétrica. Por una parte, no podemos pensar que debemos descuidar todo lo demás y dedicarnos exclusivamente a la meditación, el estudio y la oración. Por otra parte, no podemos estar tan llenos de ocupaciones y de trabajo que descuidemos la piedad personal. La espera, la vigilancia y el trabajo deben estar combinados. "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor". Romanos 12:11.--The Review and Herald, 15 de septiembre de 1891. Mejoramiento personal HD99 173 3 No descuidar las oportunidades de mejorar--Si el obrero se ha consagrado plenamente a Dios y es diligente en la oración para obtener fuerza y sabiduría celestiales, la gracia de Cristo le enseñará, el vencerá sus defectos y llegará a ser cada vez más inteligente en las cosas de Dios. Pero nadie debe basarse en esto para ser indolente, malgastar el tiempo y las oportunidades, y descuidar la preparación que es esencial para llegar a ser eficiente. Al Señor no le agradan los que, teniendo ocasión de adquirir conocimientos, dejan de aprovechar las oportunidades que tienen.--Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 392 (1893). HD99 174 1 Las "cosas pequeñas" traen el éxito en la vida--Es la atención consciente a lo que el mundo llama "cosas pequeñas" lo que hace de la vida un éxito. Pequeñas obras de caridad; pequeños actos de renunciamiento; pequeñas palabras de ánimo; y la atención de los pequeños pecadillos, eso es el cristianismo. Un reconocimiento agradecido por las bendiciones de cada día; un sabio aprovechamiento de cada oportunidad; un diligente cultivo de los talentos que se nos ha confiado, eso es lo que el Maestro requiere de nosotros.--The Youth's Instructor, 17 de enero de 1901. Carta a una mujer egocéntrica HD99 174 2 La siguiente carta fue escrita a la Sra. Sidney Florida Brownsberger, una pobre mujer cuya vida estaba desequilibrada debido a su egoísmo y falta de dominio propio. HD99 174 3 Querida hermana Brownsberger: Había escrito algunas cosas para usted mientras estaba en el congreso, pero como algunas de estas cosas ya se las había mencionado, no las escribí. Sin embargo, tengo nuevamente una preocupación por usted. Siento la más profunda lástima y simpatía por su caso, porque usted piensa que se conoce a sí misma, y que nadie puede entenderla pues tiene un temperamento peculiar. Sin embargo, debe admitir que el Señor la conoce mejor que usted misma. Durante el congreso sentí que debía fortalecerla y confortarla y pedir una bendición para usted, lo cual le daría felicidad, paz, y verdadero gozo cristiano cada día. HD99 174 4 Para que esto ocurriera, yo sabía que usted debía tener un concepto más claro de sí misma y de sus deberes, de lo que hasta aquí había tenido. Usted debe llegar a ser una mujer verdaderamente convertida, y eso es a lo que usted se opone porque considera que no necesita ningún cambio. Eso es un engaño. A menos que ocurra un gran cambio en su vida; a menos que pueda vencer el orgullo y el egoísmo; a menos que esos rasgos peculiares de carácter que han sido acariciados sean vencidos, usted mantendrá un carácter defectuoso y manchado que no tendrá lugar en el puro, perfecto y santo reino de Cristo. Esa obra está delante de usted y de mí. Todos los que lleguen a la vida eterna, deben haber vencido cada falta, cada error, cada defecto de carácter. HD99 175 1 ¿Se da cuenta de que usted es egoísta, que todos sus pensamientos giran alrededor de usted misma? Usted se siente miserable si no se hacen las cosas a su manera. Su esposo ha sido más atento con usted que la mayoría de los esposos. Le ha hecho las cosas que usted debería haber hecho como parte de su tarea. Pero como no eran cosas placenteras y agradables, usted permitió que él las hiciera, cuando hubiera sido muy beneficioso para usted el hacerlas. Temo grandemente por usted. HD99 175 2 Su condición presente es una excusa para depender mayormente de su esposo. Sus rasgos de carácter aparecen nuevamente: sentimientos y simpatías que giran alrededor de usted misma. Su situación no es diferente a la de una inmensa mayoría de las mujeres, sin embargo, debido a que su imaginación es muy activa y a que sus pensamientos giran sobre el mismo tema, usted se olvida que otras pasan por las mismas situaciones sin quejarse, y sin recibir simpatía y ayuda. HD99 175 3 Mi hermana, usted tiene poco dominio propio y no ejerce su fuerza de voluntad para mantener en control sus pensamientos y sentimientos. Usted se pone histérica cuando las cosas no se hacen a su manera; ¿acaso es esto necesario? Se me mostró que no, pero que usted no hace lo posible por evitarlo. Tiene que mantener en control sus sentimientos y poner toda su fuerza de voluntad para no permitir que estos espasmos nerviosos la venzan. Usted se preguntará, ¿cómo puedo lograrlo? Ejerciendo su dominio propio. Sus sentimientos se irritan terriblemente si las cosas no se hacen de acuerdo a su manera de pensar, sin darse cuenta que está creando perplejidad, ansiedad y tensión en su esposo. Usted considera casi un privilegio y un deber colocar todas las cargas sobre él, cuando sería necesario que usted se educase a sí misma para ser autosuficiente y pensar en los demás como piensa en usted misma. Esta es una lección que usted debe de aprender. HD99 176 1 Usted no necesita tener uno solo de esos espasmos nerviosos. Se está acostumbrando a ellos y se transformarán en una temible realidad, parte de una segunda naturaleza. Y cuando llegue el tiempo del alumbramiento le sobrevendrán sin que pueda controlarlos. Ahora es el tiempo adecuado para controlar sus sentimientos y no permitir que estas manifestaciones ocurran. Depende de usted misma si será una mujer feliz o infeliz. HD99 176 2 Debe llegar a ser lo que Dios quiere que sea: una mujer que depende de sí misma. En el temor de Dios le pido que llegue a ser menos dependiente. Usted parece no poder soportar ninguna carga por sí misma, cuando otras mujeres con menor fortaleza que la suya, y a quienes los deberes domésticos les resultan tan desagradables como a usted, los cumplen con valentía y sin quejas porque los consideran su deber. Los actos de bondad y caridad, y el amor manifestado hacia otros, la harán una con Cristo y quitarán su mente de usted misma. HD99 176 3 No podrá gozar la plenitud de carácter que es la verdadera santificación, a menos que se autodiscipline con fervor. De otra manera, su educación será perjudicial. Nadie se rebaja por hacer las labores domésticas que usted no quiere hacer. Dios quiere que usted sienta la responsabilidad de ser una ayuda y bendición para su esposo así como él es una ayuda y bendición para usted. HD99 176 4 Deje de pensar en usted misma; deje de quejarse; sea alegre. No hay razón para no estar alegre y agradecida en su condición. No es una desgracia tener hijos; y la madre, por su conducta y manera de actuar, puede estar determinando la salud y la disposición de los hijos. HD99 176 5 Escóndase en Jesús para ser su verdadera hija, y para caminar en amor y obediencia a sus requerimientos. Ejemplifique en su vida el carácter de Jesús: tierna y considerada hacia otros, pensando que ellos tienen el mismo derecho que usted de gozar de las conveniencias, de la comodidad y de la felicidad. Y usted no ha hecho esto; ha puesto primero el yo, y el placer, el gusto y la felicidad de otros han sido puestos en segundo lugar. Aunque parezca natural, esto no debe ser así. HD99 177 1 Si desea entrar al cielo, Florida, tiene un trabajo que hacer que nadie puede hacer por usted. ¿Qué clase de cielo sería si usted entrase con esas características que usted dice que le es imposible cambiar? ¿Será necesario que el Señor le quite a su esposo por medio de la muerte; que le envíe adversidades y le quite a sus hijos; que la prive de las bendiciones que ha recibido, para que usted vuelva a la razón y decida ser refinada, paciente, agradecida y perdonadora? Le escribo estas cosas porque se me ha mostrado que muchas mujeres embarazadas presentan su condición como excusa para manifestar un temperamento perverso. Pero esto es una tentación satánica. Dios le dará su gracia para actuar como una verdadera cristiana que tiene su base en la Biblia. HD99 177 2 Sé que se va a sentir mal con esta carta, pero no me animaría a retenerla. Su obra ahora es amar a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí misma. Sea tan considerada con el prójimo como lo es con usted. No podemos envolvernos en nosotros mismos de tal manera que no podamos colocarnos en la situación de otros y considerar su caso como si fuera el nuestro. Hay otros que son tan sensibles como usted, que también tienen gustos refinados y un excelente intelecto, y que les disgusta cumplir con los deberes comunes y desagradables de la vida. Comparta esas responsabilidades con ellos, y olvídese de usted misma mientras se preocupa por la felicidad de otros. Haga todo lo que pueda por aliviar las cargas de otros y no se encierre egoístamente en usted misma. HD99 177 3 Quizá piense que esta carta es muy severa, pero es lo que Dios me ha presentado acerca de su caso. Por alguna razón el Espíritu me movió a levantarme a las tres de la mañana y escribirle. Mediante su fe en Cristo, debe tornarse fuerte, confiable y útil. Florida, en el nombre de Jesús, no necesita tener esos espasmos que complican el trabajo de su esposo y le traen tanto temor, ansiedad y tensión. El no puede soportar todo; es mortal como usted. Y Dios le pedirá cuenta de los talentos que le ha dado. Su esposo no podrá lograr el éxito en su trabajo y gozar de salud y vigor mental, a menos que usted asuma sus responsabilidades de esposa y le ayude. Usted puede transformarse en la peor carga que un hombre tenga que soportar, o puede ser una bendición para él. Con sus acciones puede quebrantar y destruir el valor de su esposo, o puede fortalecerlo y apoyarlo. Si Jesús mora supremo en el templo del alma, se harán las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios. HD99 178 1 Le escribo estas cosas, no porque no la ame sino porque la amo. Ha sido comprada por la sangre de Cristo, y quiero que pueda perfeccionar un carácter cristiano. El amor que siente por su propio yo está creando una deformidad moral. Y no podrá perfeccionar un carácter cristiano hasta que logre pensar menos en usted misma y más en los demás. No debe buscar excusas para no enfrentar los obstáculos y vencerlos. Sus nervios y músculos espirituales se fortalecerán al asumir responsabilidades. Si se considera demasiado débil para enfrentarlas, estará despreciando justamente aquello que podría fortalecerla. HD99 178 2 La religión es un principio activo que provee la energía suficiente para enfrentar las duras realidades de la vida. Brinda el poder del dominio propio, e incluso la fortaleza para vencer las tendencias heredadas. Tiene un verdadero poder transformador de la vida y el carácter. Cristo fue un obrero manual que trabajó en la carpintería para ganarse la vida; con su ejemplo dignificó el trabajo común. Mi hermana, no piense que la educación y la inteligencia transforman los deberes comunes y ordinarios de la vida en algo desagradable, despreciable y aburrido. Aun las labores domésticas más comunes son dignas y elevadoras. HD99 178 3 La religión siempre imparte al que la posee el poder controlador del dominio propio, y el equilibrio en el carácter, el intelecto y las emociones. Con su divina autoridad, tiene el poder de persuadir y comandar todos los afectos y habilidades. La religión--¡oh, como me gustaría que todos lo entendieran!--nos coloca frente a solemnes obligaciones. Cuando nos conectamos con Cristo, prometemos solemnemente caminar donde él caminó. Ya sea que comamos, bebamos o hagamos cualquier otra cosa, debemos hacerlo olvidándonos del yo, y teniendo en vista la gloria de Dios. Cada una de nuestras acciones influye sobre otros; por lo tanto cada pensamiento y cada motivo debe ser puesto bajo el control del Espíritu de Dios. HD99 179 1 Nuestras peculiaridades e ideas propias son plenamente humanas y no debemos tomarlas con liviandad o con humor. El yo debe ser crucificado, no de vez en cuando, sino diariamente. Y la vida física, mental y espiritual debe ser subordinada a la voluntad de Dios. El blanco y propósito de la vida debe ser la gloria de Dios y el perfeccionamiento de un carácter cristiano. Los seguidores de Cristo deben imitarlo a él; Cristo es el Modelo a seguir, y no hay excusa que Dios pueda aceptar para no hacerlo. Por más que sea contrario a nuestra naturaleza, a nuestras inclinaciones y a nuestros deseos egoístas, debemos buscar la similitud con Cristo; no con nuestro padre o nuestra madre, sino con Cristo. Escondidos en Cristo; vestidos de la justicia de Cristo; imbuídos del Espíritu de Cristo. HD99 179 2 Todas las peculiaridades que hemos recibido por herencia, o por complacencia propia, o por una educación equivocada, deben ser resistidas y vencidas. La estima propia y el orgullo deben ser sacrificados, destruidos. No podemos entrar en compromisos con el enemigo de toda justicia. HD99 179 3 Este conflicto será duro y agotador, pero Jesús es nuestro ayudador; no importa cuán severo sea el proceso, en él y por él podemos llegar a ser vencedores. Y Dios no le requiere a usted menos que esto. Cada uno de sus hijos debe llegar a ser como Jesús, que no buscaba agradarse a sí mismo. Para estar frente al Hijo del Hombre, tendremos que haber alcanzado la simetría de carácter. Y la gracia de Dios para lograrlo está a su disposición para que la demande; si la pide, él le dará la gracia y la fuerza en la medida de su necesidad. HD99 179 4 Aquello que usted llama "sensibilidad", no es más que un orgullo que no acepta oposición. El yo debe ser vigilado, disciplinado, controlado. La mejor dignidad que usted puede poseer, es el dominio propio que soporta la provocación. La religión de Cristo sujetará cualquier pasión no santificada; estimulará la energía, la disciplina propia y la industriosidad en los deberes hogareños para practicar economía, tacto, renunciamiento y aún privaciones, sin murmurar. Cuando el espíritu de Cristo mora en el corazón se revelará en el carácter, y desarrollará las cualidades y virtudes más nobles. "Bástate mi gracia", dice Cristo. HD99 180 1 No se desanime si sus deseos y su voluntad se oponen. Jesús la ama y desea que sea feliz en esta vida y que sea una luz para el mundo. Me gustaría que usted, y todo nuestro pueblo, comprendieran lo que debemos ser, y lo que podemos llegar a ser. Cada día tendremos pruebas y desánimo, pero Dios nos ayudará en nuestros esfuerzos y el carácter será desarrollado. Aquellos que no pueden soportar la cruz y las cargas normales de la vida, fracasarán cuando lleguen peores pruebas. Jesús anhela nuestra felicidad, pero no podemos ser felices viviendo a nuestro gusto y siguiendo los impulsos de nuestro propio corazón. HD99 180 2 Dios desea que usted y su esposo sean un ejemplo digno de imitarse. Ustedes pueden lograrlo, o él nunca se los habría requerido. Su ayuda está en Dios.--Carta 25, 1882. ------------------------Capítulo 16--Salud, ejercicio y vida saludable HD99 181 1 El ejercicio produce un andar más activo y un sueño más dulce--Las damas descuidan el ejercicio de sus piernas al no caminar. El transporte nunca puede tomar el lugar de una caminata. Muchas que se sienten débiles podrían caminar si quisieran, pero no tienen la disposición para hacerlo. Las escucharéis diciendo: "¡Oh, no puedo caminar; me fatigo enseguida; me duele el costado; me duele la espalda!" Queridas hermanas, me gustaría que no tuviérais esas enfermedades, pero el abandonar una vida activa no os librará de ellas. Intentad comenzar con un ejercicio moderado y poned las normas que lo controlen; pero, ¡caminad! sí, ¡caminad! Si os es posible, ¡caminad! Aquellas que piensen que no pueden hacerlo, comiencen con una corta distancia. Se cansarán; sentirán dolores en la espalda y el costado, pero no se asusten. Las extremidades parecerán débiles, y no es de extrañarse, puesto que casi nunca se han usado... HD99 181 2 Si podéis caminar y perseverar en hacerlo, estaréis en camino a vuestra recuperación. Vuestro sueño será más dulce. Cada sucesiva caminata tratad de hacerla un poco más larga que la anterior. Y no caminéis como si se le hubiera agregado un peso a vuestras piernas... Que el movimiento de los brazos os asista al caminar. Caminad con un espíritu alegre, admirando las bellezas de la naturaleza, escuchando el trino de los dulces cantores en sus alabanzas al Creador. Inspiráos con una buena actitud, mirando todo lo hermoso, todo lo bueno, todo lo alegre que pueda alivianar vuestros pasos y acompañar vuestros pensamientos durante todo el día. HD99 182 1 Continuad este ejercicio y no permitáis que nadie se interponga. Usad las extremidades que Dios os ha dado y pedidle a él fuerzas para hacerlo. Pero las fuerzas que pidáis debéis ejercitarlas cada día, puesto que no veréis ningún cambio a menos que lo experimentéis día a día. Dadle al Señor la oportunidad de hacer algo por vosotras, tomando vosotras mismas el primer paso. Y cada día, aunque tengáis una sensación de cansancio, en verdad habrá progreso. El sueño os recuperará. Y aquellas que incrementen sus esfuerzos notarán que, si ahora no pueden dar más que unos pocos pasos; que no pueden trasladarse ni siquiera de la casa a la iglesia, después estarán en condiciones de caminar dos o tres kilómetros sin resentirse. HD99 182 2 Algunas, después de haberme escuchado acerca de la necesidad de caminar, recibieron mis ideas y decidieron inmediatamente ponerlas en práctica. Comenzaron su primera práctica caminando cerca de un kilómetro, y se sintieron tan cansadas y exhaustas, que consideraron que no era lo mejor para ellas. Se fueron a un extremo; no podían caminar tanto sin resentirse. Y algunas tienen la tendencia a irse a los extremos. No pueden fijar una regla y estar contentas con cumplirla; tienen que hacer más. Fallan en hacer un buen uso de la razón que el cielo les ha concedido.--The Health Reformer, 1 de julio de 1868. El ejercicio es esencial HD99 182 3 La siguiente, es parte de una carta que Elena G. de White escribiera a Edith Andrews, hija de J.N. Andrews, el primer misionero al extranjero. HD99 183 1 La atención de la salud es uno de los deberes más importantes. Nos debemos a nosotros mismos, a la sociedad y a Dios. Los jóvenes y las señoritas son notoriamente descuidados con relación a su salud. Cientos mueren en su juventud, no por acción de la Providencia sino por su propio descuido. Muchas jóvenes salen vestidas livianamente en tiempo de invierno. Otras eligen sentarse a leer o escribir, cuando deberían estar haciendo ejercicio físico. Dios nos ha dado los órganos para utilizarlos; la maquinaria viviente no debe ser dejada inactiva para que se oxide. Se requiere dominio propio para mantener en forma todo el potencial del cuerpo. Muchos que podrían haber tenido larga vida han sufrido una muerte prematura por no haber actuado inteligentemente. HD99 183 2 La enfermedad y la muerte han llegado a ser comunes debido a nuestra imperdonable ignorancia de cosas que deberíamos saber. El ejercicio es indispensable para la salud de cada órgano. Si un grupo de músculos es usado en desmedro de otros, entonces la maquinaria viviente no se está usando con inteligencia. HD99 183 3 Cuando se realiza ejercicio físico se acelera la circulación; el corazón recibe la sangre más rápidamente y de la misma manera la envía a los pulmones. Los pulmones trabajan más vigorosamente y la provisión de sangre es enviada a todo el cuerpo con mayor energía. El ejercicio da nueva vida y fuerza a cada parte del cuerpo. HD99 183 4 Los nervios ganan o pierden fuerza de acuerdo a la forma en que son tratados; si se los usa por mucho tiempo y con tensión, se sobrecargan y debilitan. Si se los usa correctamente, se fortalecen. HD99 183 5 El equilibrio es esencial para mantener la salud, y la mente debe entender sus beneficios. Si el ejercicio es considerado un trabajo penoso, la mente no se interesará en la ejercitación de las diversas partes del cuerpo. La mente debe mostrar interés por el ejercicio de los músculos. HD99 183 6 En la educación de la juventud, el ejercicio físico debe ser combinado con el trabajo mental. Las jóvenes que cuentan con buena salud no aprecian su valor. Si su trabajo es sedentario, desprecian otras ramas de labor. Se quejan de cansancio si tienen que hacer ejercicio, cuando eso debiera convencerlas de la necesidad de entrenar sus músculos.--Carta 6, 1885. HD99 184 1 Las leyes de la salud deben ser estrictamente obedecidas--Se podría evitar una gran parte del sufrimiento si todos nos esforzáramos por prevenir la enfermedad obedeciendo las leyes de la salud. Debe observarse una estricta limpieza. Muchos que se sienten bien, no se toman el trabajo de mantenerse saludables. Descuidan su aseo personal y no se preocupan en mantener su ropa limpia. Las impurezas salen constantemente del cuerpo por los poros, y si la piel no se mantiene en condición saludable, todo el sistema será cargado con impurezas. HD99 184 2 Si la ropa que se usa no se lava y ventila frecuentemente, se ensucia con impurezas que provienen de la transpiración. Y si la ropa no es higienizada frecuentemente, los poros de la piel absorben nuevamente las impurezas. Esas impurezas, si no se las quita, son llevadas nuevamente a la corriente sanguínea y distribuidas en los órganos internos. HD99 184 3 La naturaleza trata de liberarse a sí misma de esas impurezas tóxicas. En su esfuerzo por liberarse de ellas produce fiebre y enfermedad. El uso de agua pura y suave puede ayudar a la naturaleza y evitar mucho sufrimiento. Sin embargo muchos, en lugar de remover esos venenos del sistema, toman venenos más poderosos que los que ya están allí.--The Review and Herald, 12 de diciembre de 1899. HD99 184 4 Verdaderos remedios--El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para hacer uso correcto de esos conocimientos.--El Ministerio de Curación, 89 (1905). HD99 184 5 Influencia del aire fresco--El aire, preciosa dádiva del cielo que todos podemos tener, nos bendecirá con su influencia vigorizante si no rechazamos su entrada. Démosle la bienvenida, cultivemos un amor por él, y probará ser un precioso suavizador de los nervios. El aire debe estar en constante circulación para que se mantenga puro. La influencia del aire puro y fresco hará que la sangre circule saludablemente por todo el sistema. Refresca el cuerpo y tiende a hacerlo más fuerte y saludable. Al mismo tiempo tiene una decisiva influencia sobre la mente a la que imparte compostura y serenidad. Despierta el apetito, produce una digestión más perfecta, e induce a un sueño dulce y profundo.--Testimonies for the Church 1:702 (1868). HD99 185 1 Es necesaria la luz del sol--Son pocos los que comprenden que para gozar de buena salud y alegría, deben tener abundancia de luz solar, aire puro y ejercicio físico... HD99 185 2 Ningún cuarto de la casa debiera considerarse totalmente amueblado y adornado sin la alegre y vivificadora presencia de la luz del sol, que es el don gratuito del cielo para el hombre.--The Health Reformer, Abril 1, 1871. HD99 185 3 La bendición del agua pura--Estando sanos o enfermos, el agua pura es para nosotros una de las más exquisitas bendiciones del cielo. Su empleo conveniente favorece la salud. Es la bebida que Dios proveyó para apagar la sed de los animales y del hombre. Ingerida en cantidades suficientes, el agua suple las necesidades del organismo y ayuda a la naturaleza a resistir la enfermedad. Aplicada externamente, es uno de los medios más sencillos y eficaces para regularizar la circulación de la sangre.--El Ministerio de Curación, 181 (1905). HD99 185 4 Agua pura para beber y aire fresco para respirar... da vigor a los órganos vitales, purifica la sangre y ayuda a la naturaleza a vencer las malas condiciones del sistema.--The Review and Herald, 5 de diciembre de 1899. Elena G. de White insistía en seguir los principios de salud en su hogar HD99 186 5 Esta carta fue escrita por Elena G. de White desde Reno, Nevada, Estados Unidos. Fue dirigida a todas sus colaboradoras que habían permanecido en su hogar, mientras ella participaba de un congreso allí. Los nombres de los esposos Lockwood, Fannie Bolton, Marian Davis y May Walling, sus asistentes, se mencionan indistintamente en la carta. HD99 186 1 Llegamos aquí en buenas condiciones esta mañana alrededor de las siete. Hubiera sido preferible demorarnos un día más, ya que todavía se está preparando la carpa. Ya se ha colocado el piso, pero deben buscar una alfombra para completar el trabajo. La hermana que trabajaba para la Sra. Leinenger ha decidido trabajar en casa o ir a Santa Elena [California]. Se desilusionó con su visita y quiere regresar, así que pienso que es mejor que vuelva. Le puedo ofrecer doce dólares por mes por ahora, y cuando yo vuelva y le dé más responsabilidades puedo aumentarle el sueldo. HD99 186 2 Inicialmente, cuando supe que no podía contar con ella, cambié mis planes materiales. Eso nos deja con un pequeño grupo en Santa Elena y otro en Healdsburg que May puede manejar. Si May va a buscar un lugar para trabajar y aprender un oficio, va a necesitar nuevas prendas de vestir. Ella tiene el material y debe hacerse vestidos respetables. El vestido negro que traje de Europa debiera finalizarse y deben hacerse otros vestidos. Si Fannie no ha empleado una modista, esta joven puede hacer las costuras. Si ella no sabe cortar los moldes, otra modista puede hacerlo, pero hay que darle las indicaciones precisas en cuanto a las mangas y la cintura que no sean tan ajustadas que el cuerpo se comprima. Cada músculo debe quedar libre para trabajar sin tener que estirar la tela para que los brazos trabajen libremente. HD99 186 3 Los vestidos ajustados son la moda, pero no han de ser hechos en mi casa, puesto que trato de cuidar la salud de mis colaboradoras. Que el corazón y los pulmones tengan amplio espacio para trabajar sin estar apretados. No tengo respeto por las creaciones de la moda, y no quiero practicar estos nuevos diseños. Quiero estar libre de cualquier cosa que sea perjudicial para la respiración o para la libertad de movimientos. Que Fannie le provea a esta hermana las costuras que debe hacer. Si ella no sabe cortar la tela a medida, que otra persona le ayude. Pero estoy decidida a que no se usen esas mangas apretadas a la piel que no son saludables. Sea esto a la moda o no, mi consejo es que no se las use así. Léanle esto a la modista. HD99 187 1 Me gustaría que May tenga lista su ropa para ir adonde sea necesario para aprender un oficio, o para radicarse en Santa Elena. Quiero que tenga buena ropa. Necesita una chaqueta. Quizá con el sacón de piel de castor que está en el baúl puede hacerse una chaqueta. Nuevamente, mi recomendación es que se lo haga suficientemente amplio como para no estar haciendo fuerza al tener que sacárselo. Si esta joven del hermano Leinenger puede hacer costuras, May puede hacerse la ropa con ella... HD99 187 2 Si May hace su trabajo sistemáticamente, y en la mañana anota en una hoja de papel todo lo que intenta cumplir con su trabajo, no perderá tiempo. La loza no debe dejarse sin limpiar para ir a hacer otro trabajo. Primero deben atenderse los menesteres de la cocina, y mientras tanto las camas pueden ventilarse antes de que sean arregladas... HD99 187 3 Es un mal hábito dejarse controlar por el trabajo en lugar de tomar control sobre el mismo. Uno debe organizarse para no tener que desanimarse. También es malo guiarse por impulsos. Si se encuentra un libro que se desea leer, y en lugar de ocupar las preciosas horas del día para hacer el trabajo se sienta a leerlo, el trabajo será descuidado. Por otra parte, que nadie se habitúe a estar levantado después de las nueve de la noche, pues el cambiar las horas de la noche por las horas del día es un hábito destructivo de la salud. Cada lámpara debiera apagarse a una hora prudente. Cuando los obreros que hacen trabajo intelectual se dedican a leer durante las horas que debieran ser dedicadas al sueño, están perjudicando su salud. La sangre vuelve al cerebro produciendo un estado de desvelo y nerviosismo, y el precioso sueño, que traería descanso al cuerpo, no se puede conciliar. HD99 187 4 Es preciso cuidar el cuerpo, estudiar sus necesidades, y preservarlo de un desgaste innecesario. Es un pecado desconocer la forma de cuidar la habitación terrena que Dios nos ha proporcionado. Especialmente los obreros que hacen trabajo mental, deben comenzar a decrecer su actividad cerebral en lugar de excitarla, cuando se acercan las horas del reposo. Si es necesario, que la sangre se remueva del cerebro por alguna clase de ejercicio. Que el cerebro no se cargue con lectura y menos aún con trabajo literario. Especialmente Marian y Fannie debieran tomarse una o dos horas durante el día, para no estar tan ansiosas de alimento intelectual, que tengan que tomar las horas de la noche para leer. El Señor designó las horas de la noche para dormir. HD99 188 1 Bueno, creo que ya he dicho bastante sobre este punto. Si no despertamos a la necesidad de obedecer las leyes que Dios ha establecido para nuestro ser, no podemos esperar que el Señor haga un milagro para modificar nuestra manera de actuar errada. Tenemos que hacer trabajar la razón y hacer todo lo que esté de nuestra parte para aprender lo necesario para no formar hábitos sólo porque es nuestra inclinación natural. Por el contrario, debemos quebrar cada hábito que pueda ser perjudicial para la salud, porque eso es lo que Dios requiere de nosotros. Entonces, cuando sea necesario, podremos pedir ayuda a Dios con fe, y él la brindará. HD99 188 2 Especialmente me preocupa Fannie. Quisiera que ella se recobrase de ese estado nervioso y de sus desvelos. Para ello, debe tomar tiempo para descansar el cerebro, a fin de que los nervios no queden tan desentonados como nuestro viejo órgano. Cuando Fannie se tome su tiempo, verá que puede mejorar su salud. Me aflige Fannie. Tiene una buena estructura y huesos grandes, y debiera tener nervios y músculos sanos. Pero no los tiene, porque ha abusado de su cerebro y de sus nervios, manteniéndolos tensos y excitados, cuando la razón tendría que haber mostrado que debe obedecer las leyes de Dios que controlan el sistema humano. Me hubiera gustado que Fannie escuchara las charlas que se dieron en el retiro de salud. Su mente y su conciencia necesitan ser despertadas para usar cada poder que Dios le ha dado para recuperarse, y para poder ejercitar saludablemente esos poderes en su trabajo. HD99 188 3 Fannie, usted necesita hacer ejercicio físico todos los días, ya sea en el interior de la casa o al aire libre. Si está cansada, el ejercicio aflojará su cerebro. Usted puede determinar qué clase de ejercicio diario quiere hacer; use su tacto y su cerebro para decidir lo que es mejor para usted. Deseo que se despierte en cuanto a este asunto. No sea una criatura de impulsos; fije sus reglas y cúmplalas. Ponga tiempo y cuidado en usted misma. Y cuando el Señor vea que está haciendo todo lo que puede para cuidar su salud, él hará la parte que usted no pueda hacer. HD99 189 1 Desearía que todas vosotras pusiéseis vuestros cuerpos y vuestras almas al cuidado de una conciencia iluminada y del poder de Dios que obrará juntamente con vuestros esfuerzos inteligentes para hacer lo correcto, a fin de brindarle a Dios un mejor servicio, y no una ofrenda débil o enferma. HD99 189 2 Quisiera que May también cuide su salud y no se exponga a resfríos innecesariamente. Quisiera que todas vosotras toméis como un solemne deber, cuidar de vuestra salud. No actuéis por impulso o circunstancias sino por la razón. Se debe estudiar la relación de causa a efecto. No quiero que ninguna de vosotras se exceda en el trabajo, sino que se organice sistemáticamente a fin de que pueda cumplir el trabajo que debe hacerse sin fricción y desgaste. Dios quiere que así sea y os ayudará para lograrlo. Pero sed honestas con vosotras mismas. HD99 189 3 Levantáos temprano en la mañana e id a descansar temprano en la noche, y veréis que muchas de las tensiones y dolores de la mente, que causan sentimientos sombríos, desánimo y fricciones, y que incapacitan para hacer las cosas sin desgaste, serán vencidos. HD99 189 4 Espero que estas palabras no sean fábulas inútiles para vosotras, sino que podáis ponerlas en práctica. Especialmente May debe considerar su trabajo, y tratar de no ser lenta ni pusilánime, sino actuar con prontitud y alegría como haciéndolo para Jesús.--Carta 76, 1888. ------------------------Capítulo 17--Matrimonio, hogar y familia El matrimonio HD99 190 1 El designio original de Dios--Dios celebró la primera boda. De manera que la institución del matrimonio tiene como su autor al Creador del universo. "Honroso sea en todos el matrimonio". Hebreos 13:4. Fue una de las primeras dádivas de Dios al hombre, y es una de las dos instituciones que, después de la caída, llevó Adán consigo al salir del paraíso. Cuando se reconocen y obedecen los principios divinos en esta materia, el matrimonio es una bendición: salvaguarda la felicidad y la pureza de la raza, satisface las necesidades sociales del hombre y eleva su naturaleza física, intelectual y moral.--Historia de los Patriarcas y Profetas, 27 (1890). HD99 190 2 El matrimonio es una institución sagrada--El matrimonio ha recibido la bendición de Cristo y debe considerarse una institución sagrada. La verdadera religión no debe contrarrestar los planes del Señor. Dios ordenó que el hombre y la mujer se unieran en santo matrimonio, para establecer familias que, coronadas de honor, pudieran ser símbolos de la familia celestial. HD99 190 3 Al comienzo mismo de su ministerio público, Cristo le dio una definida aprobación a esta institución que había sido creada en el Edén. Con su presencia en una boda, declaró a todos que el matrimonio, cuando se realiza en pureza y santidad, y con la verdad y la justicia, es una de las más grandes bendiciones concedidas a la familia humana.--The Signs of the Times, 30 de agosto de 1899. HD99 191 1 Cada uno tiene responsabilidades--Las dos personas que unen su interés en la vida tendrán distintas características y responsabilidades individuales. Cada uno tendrá su trabajo, pero no se ha de valorar a las mujeres por el trabajo que puedan hacer como se estiman las bestias de carga. La esposa ha de agraciar el círculo familiar como esposa y compañera de un esposo sabio. A cada paso debe ella preguntarse: "¿Es ésta la norma de la verdadera femineidad?" y: "¿Cómo haré para que mi influencia sea como la de Cristo en mi hogar?" El marido debe dejar saber a su esposa que él aprecia su trabajo. HD99 191 2 La esposa ha de respetar a su marido. El ha de amar y apreciarla a ella: y así como los une el voto matrimonial, su creencia en Cristo debe hacerlos uno en él. ¿Qué podría agradar más a Dios que el ver a los que contraen matrimonio procurar juntos aprender de Jesús y llegar a compenetrarse cada vez más de su Espíritu?--Los Hechos de los Apóstoles, 99 (1899). HD99 191 3 La esposa debe ser tratada con ternura--Su familia puede aún alcanzar la felicidad. Su esposa necesita su ayuda. Ella es como un pámpano que se aferra; quiere depender de su fortaleza. Y usted la puede ayudar a lo largo del camino. No la censure; no la repruebe si los esfuerzos que ella hace no cumplen con lo que usted esperaba. Más bien anímela con palabras de ternura y amor. Puede ayudar a su esposa a mantener su dignidad y respeto propio. Nunca alabe los trabajos de otros en su presencia para desmerecerla y hacerle sentir sus deficiencias. Usted ha sido duro e insensible en este respecto. Le ha mostrado más cortesía a sus empleadas domésticas que a su esposa, y les ha dado prioridad antes que a ella.--Testimonies for the Church 2:305 (1869). HD99 191 4 La esposa debe ayudar al esposo a mantener la dignidad--También se me ha mostrado que muchas veces la esposa comete un grave error. Ella no realiza esfuerzos decididos para dominar su propio genio y hacer feliz el hogar. Manifiesta a menudo inquietud y profiere quejas innecesarias. El esposo llega de su trabajo cansado y perplejo, y encuentra un rostro ceñudo en lugar de palabras alegres y alentadoras. El es humano, y sus afectos se apartan de su esposa. Pierde el amor al hogar, su senda se obscurece y se desvanece su valor. Pierde el respeto propio y la dignidad que Dios le exige que mantenga.--Joyas de los Testimonios 1:106 (1862). HD99 192 1 El amor por Cristo fortalece el amor del uno por el otro--Ni el esposo ni la esposa deben fusionar su individualidad con la del otro. Cada uno tiene una relación personal con Dios, y es a él a quien debe preguntar: "¿Qué es correcto?" "¿Qué es incorrecto?" "¿Cómo puedo cumplir mejor mi propósito en la vida?" Que la riqueza de vuestros afectos fluyan hacia Aquel que dio su vida por vosotros. Haced de Cristo lo primero, lo último y lo mejor. Y cuando el amor por Cristo se haga más profundo y fuerte, también se fortalecerá y purificará el amor del uno por el otro. HD99 192 2 El espíritu que Cristo ha manifestado hacia nosotros, es el espíritu que el esposo y la esposa deben manifestarse el uno hacia el otro. "Andad en amor, como también Cristo nos amó... Como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella". Efesios 5:2, 24-25. HD99 192 3 Ni el esposo ni la esposa debieran intentar ejercer un control arbitrario sobre el otro. No tratéis de obligar al otro a ceder a vuestros deseos. No podéis hacerlo sin perjudicar el amor del uno por el otro. Sed pacientes, bondadosos, perdonadores, considerados y corteses. Por la gracia de Dios podréis tener éxito en hacer feliz a vuestro cónyuge como prometisteis hacerlo en vuestros votos matrimoniales.--The Review and Herald, 10 de diciembre de 1908. El debido cuidado al elegir el compañero de la vida HD99 192 4 Un matrimonio equivocado puede arruinar la vida--Aquellos que están pensando en casarse, deben reflexionar seriamente sobre el tema antes de hacerlo, a fin de no tener reflexiones infelices y miserables después. Si este paso se toma equivocadamente, es uno de los medios más efectivos para arruinar la utilidad de jóvenes y señoritas. La vida se transforma en una carga, una maldición. Nadie puede arruinar la felicidad y la utilidad de una mujer, y transformar su vida en una carga dolorosa, como puede hacerlo un mal esposo. Y nadie puede siquiera hacer la centésima parte de lo que puede hacer una mala esposa para destruir las aspiraciones y esperanzas de un hombre, arruinar su influencia y perspectivas y paralizar sus energías. Muchos hombres y mujeres pueden medir el éxito o el fracaso en esta vida y sus esperanzas de una vida futura, a partir de la fecha de su matrimonio.--The Review and Herald, 2 de febrero de 1886. HD99 193 1 Preguntas importantes antes de contraer matrimonio--Antes de dar su mano en matrimonio, toda mujer debe averiguar si aquel con quien está por unir su destino es digno. ¿Cuál ha sido su pasado? ¿Es pura su vida? ¿Es de un carácter noble y elevado el amor que expresa, o es un simple cariño emotivo? ¿Tiene los rasgos de carácter que la harán a ella feliz? ¿Puede encontrar verdadera paz y gozo en su afecto? ¿Le permitirá conservar su individualidad, o deberá entregar su juicio y su conciencia al dominio de su esposo? Como discípula de Cristo, no se pertenece; ha sido comprada con precio. ¿Puede ella honrar los requerimientos del Salvador como supremos? ¿Conservará su alma y su cuerpo, sus pensamientos y propósitos, puros y santos? Estas preguntas tienen una relación vital con el bienestar de cada mujer que contrae matrimonio.--Joyas de los Testimonios 2:119 (1885). HD99 193 2 Individualidad de la esposa--Una mujer que se resigna a los dictámenes de otra persona aun en los más íntimos asuntos de la vida doméstica, que somete su propia identidad, nunca podrá llegar a ser de utilidad y bendición para el mundo. Tampoco responderá al propósito divino para su existencia. Se constituye en una mera máquina que es guiada por la mente y voluntad de los demás. Dios ha otorgado a cada cual, hombres y mujeres, una identidad, una individualidad para que actúen por ellos mismos en el temor de Dios.--Testimonio acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio, 29 (1885). Cuando surgen problemas HD99 194 1 La siguiente carta fue escrita a la Sra. Philip Wessels en marzo de 1899. Porciones de esta carta aparecen en el libro El hogar adventista. Se espera que esta carta pueda traer ánimo a quienes enfrenten circunstancias similares. HD99 194 2 Cristo es nuestra esperanza en tiempo de prueba--Querida Hna. Wessels: Deseo escribirle unas pocas líneas esta mañana. Oro y confío que no pierda su fe ni se desanime. Todos tenemos nuestra individualidad, y ésta no debe ser fusionada con la de otra persona. Usted tiene un alma que salvar o perder, y el Señor será su ayuda presente en todo tiempo de prueba. El quiere que se mantenga en su puesto del deber, confiando plenamente en él, que nos ha amado y muerto por nosotros. HD99 194 3 Siendo que su esposo le ha volteado la cara a Jesús, ahora usted tiene una doble responsabilidad. Su obra como madre es traer sus hijos al Maestro. Cuando él estuvo sobre la tierra, las madres le traían a sus hijos; y cuando los discípulos quisieron retirarlos, él los reprendió, diciéndoles: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". Mateo 19:14. HD99 194 4 Sé que será una gran tristeza quedarse sola, por lo menos en lo que se refiere a enseñarles la Palabra. Pero, ¿qué sabes tú, oh esposa, si tu vida de fe y obediencia no traerá de regreso a tu esposo a la verdad? Deje que sus hijos sean traídos a Jesús. Con un lenguaje simple, hábleles palabras de verdad; cánteles canciones atractivas y placenteras que revelen el amor de Cristo. Traiga sus hijos a Jesús, porque él ama a los niños. HD99 194 5 Manténgase alegre; no se olvide que tiene el Consolador, el Espíritu Santo que Cristo ha prometido. Nunca está sola; y si escucha la voz que le habla, y responde a Aquel que está llamando a la puerta de su corazón y le dice: "Entra Jesús, ven a cenar conmigo y yo contigo", el Huésped celestial entrará. Cuando esta influencia divina mora en usted, tiene paz y descanso, porque el reino de los cielos se ha acercado. HD99 194 6 Que cada hora sea una hora de confianza, oración y fe. Van a venir pruebas; todos tenemos que pasarlas para ser purificados de la escoria y ser emblanquecidos. En el tiempo de prueba, lleve cautivo todo pensamiento en obediencia a Cristo. Y aunque las tentaciones del enemigo vengan una tras otra en forma no esperada, descúbralas y descártelas. De esta manera podrá avanzar de gracia en gracia, de fuerza en fuerza, obteniendo una victoria espiritual tras otra. Aférrese a Cristo, y él le dará su poderoso brazo sobre el cual sostenerse. Y recuerde que al que venciere le espera la corona de la vida. HD99 195 1 La unión con Cristo significa cumplir las palabras de Cristo. Y esta unión es una extensión de su amor. Entonces el corazón estará en armonía con Dios. Atesore las promesas y haga cada pequeño deber fielmente, como para el Señor. "Si guardáreis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor". Juan 15:10. Aquí se habla de cumplimiento y dependencia. HD99 195 2 Usted cuenta con un fuerte Ayudador, y mientras confíe en la seguridad que él le da, estará segura. El pámpano sin savia es injertado en la vid, y al recibir la misma nutrición se transforma en parte de la viña. La relación más cercana posible entre el pecador y su Salvador resulta cuando el pecador se transforma en un hacedor de la Palabra. Entonces el corazón, la voluntad y la mente llegan a estar en una íntima unión con Cristo. La humanidad finita, débil y desvalida se une con su fuerza. Tal unión, basada en la confianza y el amor, es lo que nuestra naturaleza desvalida y dependiente demanda. HD99 195 3 Cristo murió una muerte vergonzosa para traernos a Dios. Y cuando el alma se convence que Cristo puede salvar hasta lo sumo a los que por fe se allegan a él; cuando se entrega a él como un Salvador suficiente; cuando se aferra a las promesas y cree plenamente en Jesús, Dios lo declara uno con Cristo. Cuando el alma depende de Cristo con la simplicidad con que el niño depende de su madre, entonces es justificado porque llega a ser uno con su Substituto, que a su vez es su justificación y redención. Este es el amor, que las fibras de la voluntad y el corazón sean entretejidas en Cristo Jesús. HD99 195 4 ¿Qué es lo que dijo nuestro Salvador? "No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros". "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él". Juan 14:18, 21. Cuando las pruebas ensombrezcan el alma, recuerde las palabras de Cristo; recuerde que él manifestará su presencia invisible en la persona del Espíritu Santo. El le traerá paz y consuelo. El Sol de justicia estará a su lado para disipar las sombras. "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él". Vers. 23. Esté de buen ánimo; la luz vendrá y su alma se regocijará grandemente en el Señor.--Carta 124, 1897. Manténgase firme ante las circunstancias difíciles HD99 196 1 Un año y medio después de haberle escrito la carta anterior, en octubre de 1898, Elena de White le escribió nuevamente a la Hna. Wessels, animándola a tener fe y a mantenerse cerca del Señor. HD99 196 2 Querida Hna. Wessels: Estoy profundamente interesada en usted, en su esposo y en sus hijos. Estoy agradecida a mi Padre celestial que le ha dado gracia para mantener su fe en circunstancias difíciles. Ni por un momento desconfíe de su Padre celestial; que su corazón confíe en él. Ponga su confianza en él. Su mano la sostendrá y si usted mora en Cristo, se fortalecerá cada día más. Conociéndolo más a él, sabrá que sus bendiciones son nuevas cada mañana. HD99 196 3 El conocimiento de la verdad está relacionado con la posesión de esa fe que obra por amor y purifica el alma. Si continúa confiando en Dios, comprenderá que sus más preciosas bendiciones la acompañarán en tiempos de necesidad. El Señor ve y sabe cuánto necesita de su gracia; puede depender de él. Su mediación está asegurada en la promesa de su pacto eterno: "Yo honró a los que me honran", dice el Señor. El Señor recompensará su simple fe y confianza en él. Nunca necesita desconfiar del Señor; usted ya ha probado sus promesas, y ha sentido su mano que la sostiene. El Señor siempre escuchará sus oraciones.--Carta 82, 1898. Invitad al espíritu de Dios para resolver las diferencias HD99 197 1 Lo que sigue es parte de una larga carta dirigida a Mary Nelson, en marzo de 1902. Elena de White trató de aconsejar al matrimonio Nelson a fin de que pudieran unirse otra vez como familia. HD99 197 2 Sus hijos necesitan un padre, usted necesita un esposo, y su esposo necesita una esposa. Usted necesita la ayuda de su esposo, y ambos necesitan la ayuda del Salvador. Ambos necesitan cultivar la fe. Los niños necesitan un padre que sepa llevar el yugo de Cristo; un padre que someta su voluntad a la voluntad de Dios para ser modelado por la mano divina. HD99 197 3 Mi hermano y mi hermana, por algún tiempo no han estado viviendo juntos. No hubieran tenido que hacerlo si ambos hubiesen cultivado la paciencia, la bondad y la tolerancia que siempre debiera existir entre los esposos. Ninguno de vosotros debiera imponer su voluntad y llevar adelante sus propias ideas y planes sin medir las consecuencias. Ninguno de vosotros debiera hacer las cosas tal como le plazca. Que la influencia tierna y subyugante del Espíritu de Dios trabaje en vuestros corazones y los capacite para entrenar a vuestros hijos; vuestro trabajo es moldear sus caracteres siguiendo la voluntad de Dios. Pero, para recibir la fuerza y el poder que sólo Dios puede dar, debéis ejercitar la fe. Acudid a vuestro Padre celestial para que os ayude a vencer la tentación de hablar de manera impaciente, dura e intencionada el uno al otro. Debido a que no habéis estado bajo el control de Dios, vuestros caracteres son imperfectos, y la manera de actuar entre vosotros no ha sido sabia. HD99 197 4 Os ruego que os sujetéis al control de Dios. Cuando estéis tentados a hablar provocadoramente, refrenáos de hacerlo. Seréis tentados en este punto, porque nunca habéis vencido este objetable rasgo del carácter. Pero cada hábito equivocado debe ser vencido. Rendíos a Dios, caed sobre la Roca y quebrantáos. Como esposos, debéis disciplinaros; id a Cristo por ayuda, y él os suplirá gratuitamente de su gracia y simpatía divinas. Aquel que por treinta años fue un hijo fiel y trabajó en la carpintería de su padre para compartir las cargas de la empresa de la familia, les dará a sus seguidores fuerza y fidelidad para compartir las cargas de la vida hogareña. HD99 198 1 Mi hermana, Cristo le ha dado la sagrada tarea de enseñar a sus hijos sus mandamientos; para estar capacitada para hacerlo, usted misma debe vivir en obediencia a esos preceptos. Cultive el hábito de cuidar sus palabras y acciones; especialmente cuide sus palabras. Controle su temperamento, porque si se manifiesta la impaciencia, le ayudará al adversario a transformar su casa en un lugar desagradable y no placentero para los niños. HD99 198 2 Todos somos propiedad de Jesús; el dio su vida por rescate para redimirnos. Mediante ese don, cada familia--incluyendo el padre, la madre y los hijos--puede ser salva. Mi hermana, ¿no pondrá el poder de su voluntad bajo el control de Dios con el objeto de ayudar a sus hijos? En el nombre de Dios, le pido hacer todo esfuerzo posible, con la ayuda de su esposo, para salvar a sus hijos. HD99 198 3 Sobre cada uno de vosotros como padres descansa la responsabilidad de cuidar cada palabra y cada acción, a fin de que vuestra conducta no rebaje la estima de vuestros hijos por vosotros. Traed al hogar toda la alegría, el consuelo y el gozo que os sea posible traer. HD99 198 4 Mis queridos hermanos Nelson, arrepentíos delante de Dios por vuestra conducta pasada, llegad a un acuerdo y reuníos otra vez como esposos. Dejad atrás la desagradable e infeliz experiencia de vuestra vida pasada. Cerrad las ventanas del alma que dan hacia la tierra y abridlas hacia el cielo. Si vuestras voces se elevan en oración al cielo pidiendo luz, el Señor Jesús, que es la luz y la vida, la paz y el gozo, escuchará vuestro clamor. El Sol de justicia brillará en las cámaras de vuestra mente, iluminando el alma. Si le dáis la bienvenida al resplandor de su presencia en vuestro hogar, nunca más se oirán palabras que causen sentimientos de infelicidad. HD99 198 5 ¡Oh, Mary! Le ruego que se detenga y considere cómo está entristeciendo al Espíritu de Dios. Busque al Señor de todo corazón para que el Sol de justicia pueda brillar en su alma y operar una transformación entera; una santificación de cada palabra y cada acción. HD99 199 1 Cómo quisiera clamar en alta voz a cada madre en la tierra: Santificad vuestro espíritu mediante la gracia que Cristo da gratuitamente a aquellos que la piden. Practicad la ternura. Manifestad un amor santificado por vuestros hijos. Interesáos en su felicidad. Enseñadles como ejercer sentido común. Conectadlos con Dios para que sepan el propósito que él tiene para ellos. Haced la religión de Jesús atractiva. Nunca ofendáis al Señor, nuestro Dios, produciendo disensiones y diferencias. Buscad ser mansas y humildes de corazón, y cultivad el afecto. HD99 199 2 Mis hermanos Nelson, aunque en el pasado habéis estado en desacuerdo, tenéis ahora la sagrada obligación ante Dios de desarrollar al máximo los poderes y habilidades que el Señor os ha dado. Deberíais aprovechar cada oportunidad para alcanzar un nivel más elevado. Es el propósito de Dios, comunicado a ustedes por la Hna. White, su sierva, que contempléis a Jesús, y al contemplarlo, que seáis transformados en su semejanza. El Señor desea que ya no seáis niños en vuestra experiencia cristiana sino que, mediante su gracia impartida, podáis ser completos en él. Si aprovecháis esta oportunidad de alcanzar una experiencia más elevada, podéis llegar a ser fuertes y completos en Cristo Jesús. HD99 199 3 Hno. Nelson, ¿suavizará y subyugará su naturaleza? Usted puede llegar a ser como Jesús y ser su misionero, su mano ayudadora. El Señor nunca deseó que usted fuera dictatorial y severo con los miembros de su familia, ni con las otras personas con quienes usted se asocia. Vivirá esta vida una sola vez; ¿no quisiera gozar la felicidad de tener un carácter perfecto en esta vida? El Señor quiere que sea bueno y que haga el bien. Cada uno puede hacer de la vida lo que le place; si así elegimos, podemos honrar a Dios usando en forma correcta el talento del habla. HD99 199 4 Mi hermano, hágase responsable otra vez del cuidado de sus hijos. No los culpe a ellos por no actuar bien, puesto que han recibido su propia disposición como herencia. Al dirigirlos, sea firme pero no arbitrario. Al hablarles, hágalo de tal manera como para no crear un sentimiento de terquedad y resistencia. HD99 200 1 Hnos. Nelson, vuestro ejemplo ante sus hijos no ha sido lo que debiera haber sido si hubiéseis estado convertidos. Si fuerais transformados por la gracia de Cristo, mostraríais que se puede vencer el egoísmo, el deseo de hacer las cosas a vuestra manera, el guiarse por las inclinaciones naturales, y hacer lo que a cada uno le plazca. Ahora es el tiempo de mostrar que no se vive para complacer el yo. Traed la fragancia del carácter de Cristo en vuestro propio carácter. Apartad el espíritu de queja, de irritación y descontento. Cultivad la pureza en el habla; cantad y orad para la gloria de Dios. Y que la paz de Dios gobierne en vuestros corazones.--Carta 47a, 1902. El noviazgo y el matrimonio son decisiones serias HD99 200 2 Ada Walling, una sobrina nieta de Elena G. de White, era como una hija para ella. Un pariente lejano de Ada parecía estar interesado en cortejarla. La Hna. White le detalla en esta carta, las razones por las que no estaba muy entusiasmada con esa relación. HD99 200 3 Después de haber escrito estas líneas, he recibido tu carta que me alivió parcialmente, pero aún sigo preocupada. Pienso en Rubén [Tapley], y espero que no haya ninguna relación entre ustedes. Me sentiría muy triste si le hubieras dado alguna señal para que se entusiasme. Lo considero un joven honesto de corazón, pero no quisiera darte en matrimonio a él por diversas razones. En primer lugar, tiene por herencia una tendencia a la tuberculosis; viene de una familia con esa tendencia. Sé lo que significa tratar con esta terrible enfermedad. Tuvimos que llevar a la tumba a Natanael y Ana White que murieron de tuberculosis. Enterramos a mi hermano mayor, Roberto Harmon de tuberculosis, y sepultamos a Sara Belden de tuberculosis. HD99 200 4 Siendo que tú te interesas por la salud y la felicidad, no favorecería que te unieras a alguien que tiene esa predisposición. La madre de Rubén no ha gozado de buena salud, y se ha escapado de la tuberculosis debido a un tumor escrofuloso. No tiene buena salud; podría morir en cualquier momento. Su abuelo, Samuel McCann, murió después de una larga lucha con la tuberculosis, y su esposa, que era mi hermana Harriet, se contagió y sufrió terriblemente hasta morir. Sara y Melville, sus dos hijos mayores, también murieron de tuberculosis. Lo mismo ocurrió con Lucy y Mary, hermanos menores. Ahora quedan sólo dos hijos vivos. Esta familia sufre del peor tipo de tuberculosis, y debiéramos cuidarnos de unir nuestros intereses con aquellos cuya sangre está contaminada con este destructor mortal. HD99 201 1 Tan pronto como vi a Rubén, me di cuenta que ya está marcado. No va a vivir mucho. Su cuello enmagrecido y su cabeza grande muestran la dolorosa realidad de que su vida es corta. Y Ada, hay algo más: hay un lado más doloroso en este asunto. A pesar de haber tenido una vida tan débil, sólo un miembro de esta familia tenía inclinaciones religiosas; era Sara. Lucy no se preparó para el cielo hasta estar en su lecho de muerte; entonces clamó a Dios. La madre de Rubén, Melisa, aunque es religiosa y ha tenido toda la luz acerca del sábado, todavía no lo observa. Melville descuidó la religión, como lo hace Rubén, hasta que se estaba muriendo; su último suspiro fue una oración agonizante. Y May también esperó para dar su corazón a Jesús cuando sus días estaban contados. Todo esto es peor para mí que la tuberculosis; por eso no podría consentir que haya una relación entre ustedes. Creo que es justo y correcto que me abras tu mente acerca del noviazgo y el matrimonio, puesto que no hay otro evento en la vida que tenga más que ver con tu felicidad. En realidad necesitas más consejo y orientación en esto que en cualquier otro asunto. Espero oír de ti a menudo.--Carta 95, 1886. La familia en la tierra es un símbolo de la familia del cielo HD99 201 2 El amor en el seno de la familia--Si en el seno de nuestras familias conserváramos tierno el corazón; si se manifestara una noble y generosa deferencia por los gustos y las opiniones de cada cual; si la esposa buscara oportunidades de expresar su amor por su esposo mediante actos corteses; y el marido manifestara la misma amable consideración hacia su esposa, los hijos participarían del mismo espíritu. Esta influencia impregnaría todo el hogar, y ¡cuánta miseria evitarían las familias! Los hombres no andarían recorriendo hogares para encontrar felicidad, y las mujeres no desfallecerían por falta de amor, ni perderían el ánimo ni la dignidad para convertirse en inválidas de por vida. Se nos ha concedido sólo una existencia, y mediante cuidados, trabajo y dominio propio se la puede hacer soportable, placentera y hasta feliz.--Cada Día con Dios, 333 (1872). HD99 202 1 La bondad hace el hogar placentero--Los padres pueden alentar los esfuerzos de sus hijos al hablarles con ternura y alabarlos cuando tratan de hacer lo correcto. Esto rodeará a la familia con un círculo encantador, que quitará cualquier sombra de obscuridad y traerá una luz de alegría sobre ella. La ternura y la paciencia mutuamente brindadas harán del hogar un paraíso y atraerán los santos ángeles al círculo del hogar. Pero éstos se apartarán de una casa en la que se escuchan palabras desagradables, luchas e irritación. La ira, las quejas y la falta de bondad, apartan a Jesús de esa morada.--The Signs of the Times, 17 de abril de 1884. La hospitalidad en el hogar HD99 202 2 Un llamado a ser más hospitalarios--Aun entre los que profesan ser cristianos se ejercita poco la verdadera hospitalidad. Entre nuestro propio pueblo la oportunidad de manifestar hospitalidad no es considerada como debiera serlo: como un privilegio y una bendición. Es en absoluto demasiado escasa la sociabilidad y disposición para hacer lugar para dos o tres más en la mesa de la familia, sin molestia u ostentación. Algunos alegan que "es demasiado trabajo". No resultaría así si dijéramos: "No hemos hecho preparativos especiales, pero le ofrecemos gustosos lo que tenemos". El huésped inesperado aprecia una bienvenida tal mucho más que una preparación elaborada.--Joyas de los Testimonios 2:570 (1900). HD99 202 3 Listos para huéspedes inesperados--Algunas madres de familia escatiman la comida en la mesa para poder obsequiar opíparamente a sus visitas. Esto es desacertado. Al agasajar a los huéspedes se debiera proceder con más sencillez. Atiéndase primero a las necesidades de la familia. HD99 203 1 Una economía doméstica imprudente y las costumbres artificiales hacen muchas veces imposible que se ejerza la hospitalidad donde sería necesaria y beneficiosa. La provisión regular de alimento para nuestra mesa debe ser tal que se pueda convidar al huésped inesperado sin recargar a la señora de la casa con preparativos extraordinarios.--El Ministerio de Curación, 248 (1905). ------------------------Capítulo 18--La maternidad HD99 204 1 Formar las mentes y moldear los caracteres--Esta responsabilidad recae principalmente sobre la madre, que con su sangre vital nutre al niño y forma su armazón física, le comunica también influencias intelectuales y espirituales que tienden a formar la inteligencia y el carácter. Jocabed, la madre hebrea de fe robusta y que no temía "el mandamiento del rey" (Hebreos 11:23), fue la mujer de la cual nació Moisés, el libertador de Israel. Ana, la mujer que oraba, abnegada y movida por la inspiración celestial, dio a luz a Samuel, el niño instruido por el cielo, el juez incorruptible, el fundador de las escuelas sagradas de Israel. Elisabet, la parienta de María de Nazaret y animada del mismo espíritu que ésta, fue madre del precursor del Salvador.--El Ministerio de Curación, 287-288 (1905). HD99 204 2 La preparación de la madre no debe ser descuidada--El primer maestro del niño es la madre. En las manos de ésta se concentra en gran parte su educación durante el período de mayor sensibilidad y más rápido desarrollo. A ella se da en primer lugar la oportunidad de amoldar su carácter para bien o para mal. Debería apreciar el valor de esa oportunidad y, más que cualquier otro maestro, debería estar preparada para usarla del mejor modo posible. Sin embargo, no hay otro ser a cuya educación se preste tan poca atención. La persona cuya influencia en materia de educación es más potente y abarcante es aquella en cuya ayuda se hace menos esfuerzo sistemático.--La Educación, 267 (1903). HD99 205 1 Enseñad a vuestros hijos a orar--Mis hermanos y hermanas, os ruego educar a vuestros hijos con simplicidad. No los regañéis cuando hacen mal, sino llevadlos al Señor y decidle a él acerca del problema. Cuando os arrodilláis con vuestros hijos delante del Señor, Cristo está a vuestro lado y los ángeles de Dios os rodean. Enseñadles a pedirle perdón a Dios por ser malhumorados e impacientes. Criad a vuestros hijos en disciplina y amonestación del Señor. Que sean hombres y mujeres de oración. Aferrémonos de la naturaleza divina y escapemos de la corrupción que hay en el mundo por la lascivia. Entonces tendremos el seguro de la vida eterna; esa vida que se mide con la vida de Dios. Entonces, junto con los rescatados y redimidos de sobre la tierra que estarán en la ciudad de Dios, podréis presentaros delante del Señor, diciendo: "He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová". Isaías 8:18. Entonces el arpa será colocada en vuestras manos, y vuestras voces se elevarán en cantos de adoración a Dios y al Cordero, por cuyo sacrificio habéis sido hecho participantes de su naturaleza divina, y habéis recibido la herencia inmortal en el reino de Dios.--The Review and Herald, 14 de enero de 1909. HD99 205 2 Las madres deben alentar a sus hijos--Cuandoquiera que la madre pueda dar una palabra de felicitación por la conducta de sus hijos, debiera hacerlo. Debiera alentarlos con su palabra y aprobarlos con su mirada amorosa. Esto será como la luz del sol en el corazón de un niño y lo llevará a cultivar el respeto propio y la dignidad de carácter.--Testimonies for the Church 3:532 (1875). HD99 205 3 La importancia de los hábitos formados en la juventud--Los niños tienen derechos que sus padres debieran reconocer y respetar. Tienen el derecho a una educación y entrenamiento que los haga útiles y respetados miembros de la sociedad presente y que les brinde la idoneidad moral para ser miembros de la sociedad santa y pura del más allá. Se les debiera enseñar a los jóvenes que su bienestar presente y futuro depende en gran medida de los hábitos que formen durante la niñez y juventud. Debiera acostumbrárselos a ser sumisos y generosos, y a tener consideración por la felicidad de otros. Debiera enseñárseles a sujetar el temperamento rudo y las palabras apasionadas, y a mostrar constante cortesía, bondad y dominio propio. Los padres y las madres debieran dedicar su vida a desarrollar en sus hijos un carácter tan perfecto como puede lograrlo el esfuerzo humano combinado con la ayuda divina. Al traer hijos al mundo, los padres aceptan esta tarea con toda su importancia y responsabilidad.--The Review and Herald, 21 de marzo de 1882. La fuente de fortaleza para la madre HD99 206 1 En Dios está la fuerza--Si la mujer mira hacia Dios para encontrar fuerza y consuelo, y realiza sus deberes diarios en el temor de Dios, ganará el respeto y la confianza de su esposo, y verá a sus hijos llegar a la madurez como hombres y mujeres honorables, que tienen la fuerza moral para hacer lo que es correcto. Sin embargo, aquellas madres que descuidan las oportunidades presentes y permiten que sus cargas y deberes recaigan sobre otros, tarde comprenderán que aún son responsables, y cosecharán con amargura lo que sembraron con descuido y negligencia. En esta vida no se juega al azar; la cosecha estará determinada por la clase de semilla que se ha sembrado.--The Signs of the Times, 9 de septiembre de 1886. HD99 206 2 Jesús, el mejor amigo de las madres--Si las madres fueran a Jesús más frecuentemente, y si confiaran en él más plenamente, sus cargas se aliviarían y encontrarían descanso. Cristo conoce las cargas de cada madre; es su mejor amigo en cada emergencia. Su poderoso brazo la sostiene. El Salvador, cuya madre luchó con la pobreza y las privaciones, simpatiza con cada madre en su tarea y escucha sus fervientes oraciones. Ese Salvador que hizo un largo recorrido para aliviar el ansioso corazón de una mujer cananea, hará lo mismo con cada madre de hoy. Aquel que devolvió su único hijo a la viuda de Naín cuando lo llevaban a sepultarlo, es también hoy conmovido por el clamor de una madre enlutada. Quien lloró ante la sepultura de Lázaro; quien perdonó a María Magdalena; quien en la cruz recordó las necesidades de su madre y en la resurrección apareció a las mujeres que lloraban y las hizo sus mensajeras, es también el mejor amigo de la mujer de hoy; está listo para ayudarla si ella confía en él.--The Signs of the Times, 20 de agosto de 1902. Sabios consejos a dos jovencitas HD99 207 1 Ada y May Walling eran sobrinas nietas de Elena G. de White. Vivían en su hogar, y ella era como una madre para estas jovencitas. Las aconsejaba y cuidaba como si fuesen sus propias hijas. Las niñas tenían cerca de doce y quince años cuando esta carta fue escrita. HD99 207 2 Queridas hijas Ada y May: Tengo unos pocos momentos libres esta mañana y quiero escribirles unas pocas palabras de consejo. Quisiera que en mi ausencia sean bondadosas y corteses con todos los empleados de la casa. Ninguna de ustedes debiera sentir que tiene suficiente experiencia y sabiduría como para hacer las cosas correctamente sin recibir el consejo y la orientación de los mayores. He notado en ustedes una falta de respeto por las personas mayores. Este defecto de carácter, si es permitido, se tornará más y más fuerte cuanto más se lo práctica. Por lo tanto deben subyugarlo y vencerlo completamente... HD99 207 3 En ti, Ada, veo especialmente una disposición creciente a los celos. Las Escrituras nos dicen que los celos son fuertes como la muerte. Quizá te preguntes: "¿Qué son los celos?" Son esto: imaginar que aquellos que nos rodean no piensan bastante en nosotros ni aprecian nuestro valor; imaginar que hablan de nosotros y dicen cosas no correctas. Que otros son más favorecidos por ellos que nosotros. Muchos de estos sentimientos son el comienzo de los celos. HD99 207 4 Sin duda, Ada, tú quieres ser una cristiana, una hija de Dios. Para tener éxito, debes pelear contra tus propias imperfecciones naturales. Debes descubrir y vigilar estos defectos y pelear contra ellos con todo tu poder. Mis niñas Ada y May, Jesús las ama, murió por ustedes, y desea que tengan su Espíritu y su gracia para ser en verdad sus ovejitas, sus niñas queridas. Con su gracia, pueden vencer cada rasgo desagradable de carácter, para recibir la aprobación de Jesús y de los santos ángeles. HD99 208 1 Ada, he observado que tú tratas de escuchar lo que otros hablan, pensando que pueden estar refiriéndose a ti. No lo hagas más; debes vencer esta costumbre. Tu madre actuaba igual cuando era niña, y se imaginaba que no la querían y que le echaban la culpa por todo. Estos celos crecieron aun hasta después de casada; por eso la vida de tu padre fue menos que placentera. Por tu propio bien debes cortar esta planta desde el tallo. HD99 208 2 Otra cosa; veo que tienes cierta disposición--que está creciendo--, a dictarle las cosas a tu hermana y a regañarla. Trata a May con bondad; pídele las cosas con paciencia y no de una manera dictatorial. Trátala como una hermana debe tratar a otra. Debes cuidarte de estas cosas; de otra manera le disgustarás a la gente. HD99 208 3 Ambas tienen ciertas inclinaciones naturales que deben vencer. Noten como ustedes mismas desprecian esas características en otras personas y evitan su compañía. Deben esforzarse por tener un carácter amante, bondadoso, gentil, manso y humilde de corazón, o de lo contrario, pueden llegar a ser malhumoradas, regañonas, orgullosas, estimándose a sí mismas más de lo que debieran. Lean en la Biblia cuáles son los frutos del árbol cristiano, y cuáles los del árbol malo. Los primeros son buenos; los otros son corruptos. Conozco muy bien sus defectos de carácter aunque no tenga tiempo de detallárselos ahora. El Señor a quien amamos nos muestra en su Palabra qué hacer para ser sus hijos. Y ustedes necesitarán diariamente su gracia para vencer los defectos de carácter. HD99 208 4 Estas cosas que les he mencionado--incluso una sola de ellas--puede excluirnos del cielo; porque nada que no sea puro y santo puede entrar allí. Quisiera que nuestros desvelos por ustedes, mis niñas, no fueran en vano. Quisiera verlas felices en el hermoso mundo que Jesús ha preparado para aquellos que le aman y que buscan parecerse a él en carácter. HD99 209 1 No descuiden este asunto. Sean fervientes y luchen con todas sus fuerzas contra cualquier rasgo desagradable de carácter. Van a ser más felices, y harán más felices a quienes las rodean. Y podrán mostrar, en palabra y conducta, que están siguiendo al Modelo; que están formando su carácter de acuerdo al carácter de Cristo. HD99 209 2 May, mi querida hija, no te pido que trabajes de más, sino que siempre estés bien dispuesta a compartir y llevar tus responsabilidades. Aquellos que hacen el trabajo sólo cuando se los obliga a hacerlo, no son dignos. Haz tu trabajo con alegría sin esperar que se te pida hacerlo. Sé fiel en las cosas pequeñas y te será más fácil ser fiel en las cosas grandes. Recuerda que hay ciertos deberes que debes realizar que son tan importantes para perfeccionar tu experiencia, como son importantes los deberes que deben realizar las personas mayores para perfeccionar la suya. Haz tu trabajo con alegría, no como si fuera una carga, sino como si lo hicieras para Jesús. Tu Salvador fue un hijo obediente que realizó trabajos simples en la carpintería de su padre. Nosotros tenemos que comer y beber para vivir, y es natural que después haya que lavar los platos y barrer los pisos de las casas donde vivimos. HD99 209 3 Quiero que ambas hagan su trabajo con fidelidad, como si lo hicieran para Jesús. Y que se esfuercen por tener "el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios". 1 Pedro 3:4. HD99 209 4 Seguramente voy a escribirles otra vez. Adiós, mis queridas hijas. Sean bondadosas y respetuosas con aquellos que son mayores que ustedes.--Carta 3, 1881. Es responsabilidad de los hijos cuidar por una madre anciana HD99 209 5 Mary Chase era la hermana de Jaime White. Durante su vida, el pastor White y su esposa habían cuidado de ella. Cuando el pastor White murió, Elena G. de White consideró que sería difícil para ella sola continuar con esa responsabilidad. Entonces, le escribió a la hija de esta mujer, Adelina Savage, mostrándole su deber de cuidar de su madre. HD99 210 1 Querida sobrina Adelina: Pensé que debías saber como está la condición de tu madre en la actualidad. Ella está muy débil, necesita cuidado constante, y no veo como me sería posible hacerlo. HD99 210 2 Saldremos hoy de Battle Creek en dirección a Otsego. Esperamos estar en Chicago la próxima semana. El día ocho, comenzaremos nuestra larga jornada a California. Me siento muy triste de dejar a tu madre en su presente estado de debilidad. La he provisto de todo lo que me ha sido posible. Le compré una casa que costó mil dólares y la amueblé en forma simple con las cosas más necesarias para su uso. Pusimos a una familia en la casa, una madre y dos hijos, para que usen la casa como pago por el cuidado de tu madre. El año pasado ella pagó los impuestos de la casa, pero este año debí hacerlo yo, debido a que ella tuvo un accidente en la casa; su cocina se incendió y el piso tomó fuego. Tuve que pagar setenta y cinco dólares por la reparación. HD99 210 3 El hijo de la viuda que toma cuidado de la casa ha estado enfermo por cinco semanas. Durante todo ese tiempo tu madre requirió los cuidados de un médico y a veces de una enfermera, puesto que nadie en la casa podía brindarle atención. Según el arreglo, alguien se encargaba de prender fuego en el hogar para que la casa estuviese caliente; pero aparte de eso no había otra ayuda. HD99 210 4 Si tu madre necesita una enfermera, ella debe pagar por ese servicio, y le quedan solamente trescientos dólares que se van a ir muy pronto. Debe tener ropa, comida, y la leña para el fuego. He hecho todo lo que ha estado de mi parte, y aun más. Pero ahora debo recurrir a sus hijos y a sus nietos. Me hace sentir muy mal que manos extrañas estén realizando los deberes que ustedes deberían hacer. Cuando la gente pregunta si esta mujer no tiene hijos que cuiden de ella, tenemos que responderle con vergüenza que tiene dos hijos, una hija, hermanos y nietos. Y cuando preguntan por qué sus hijos no cuidan de su madre anciana y débil, no sé qué responderles. Quizá tú puedas responderles. HD99 211 1 Yo tengo mi trabajo que hacer, que es hablar y escribir, y estoy constantemente ocupada. No debería cargarme con los cuidados de tu madre. Ultimamente gasté veinticinco dólares en ropa para ella porque la necesitaba. Le compré leña para el invierno porque supe que en el último invierno se quedaba más horas en la cama a fin de no tener necesidad de usar leña para calentar la casa durante esas horas. Le cuesta gastar el dinero que le queda, pensando que podría estar enferma tanto tiempo como su madre, y teme llegar a ser una pordiosera. No la puedo culpar de esto, puesto que, juzgando por lo que ha pasado hasta aquí, parece que ella no puede depender de sus hijos. HD99 211 2 Tu madre ha sido muy cuidadosa con el dinero, y no la dejaré para que sufra privaciones si ustedes no hacen nada. Pero no puedo dejar de pensar que vuestra conciencia debiera mostrarles lo que deben hacer para no ser juzgados en el futuro como han sido juzgados en el pasado con relación al trato que le han dado a esta pobre y anciana madre. Dios toma nota de este descuido negligente, porque él hace responsables a los hijos por este cuidado. Estoy muy triste, muy triste por este asunto. HD99 211 3 Cristo juzgará a cada hombre de acuerdo a sus obras. El se identifica con sus hijos sufrientes y abandonados. A un grupo les dirá: "Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis... Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis". Entonces la terrible palabra "apartaos" es escuchada. HD99 211 4 A quienes estarán a su derecha, les dirá: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí". Y se hará la pregunta: "¿Cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?" Y él les dirá: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis". Mateo 25:34-45. Cristo cuenta todo lo que se haga a sus hermanos en necesidad, como hecho a él mismo.--Carta 30, 1884. ------------------------Capítulo 19--La paternidad HD99 213 1 Consejos en relación a llegar a ser padres--Los que asumen las responsabilidades de la paternidad deben primero considerar si podrán rodear a sus hijos de las debidas influencias. El hogar es tanto una iglesia de familia como una escuela de familia. La atmósfera del hogar debe ser tan espiritual, que todos los miembros de la misma--los padres y los hijos--, resulten bendecidos por su asociación mutua... HD99 213 2 Muchos de los que entran en la relación matrimonial no se dan cuenta de todas las sagradas responsabilidades que trae aparejadas la maternidad. Muchos carecen tristemente de capacidad disciplinaria. En muchos hogares hay poca disciplina, y a los niños se les permite hacer lo que quieran. Tales niños andan a la deriva de aquí para allá; no hay nadie en el hogar capaz de dirigirlos correctamente, nadie que pueda sentar los debidos fundamentos que debe gobernar su futura educación... Los niños que están rodeados por estas condiciones desafortunadas son dignos de lástima. Si no se les proporciona la oportunidad de recibir la debida preparación fuera del hogar, se los priva de muchos privilegios que, por derecho, todo niño debe tener. Esta es la luz que se me ha presentado. HD99 214 1 Los que son incapaces de educar a sus hijos correctamente, no debieran haber asumido jamás la responsabilidad de la paternidad. Pero debido a su juicio equivocado, ¿no haremos ningún esfuerzo para ayudar a sus pequeñuelos a formar caracteres correctos? Dios desea que tratemos estos problemas con cordura.--Mensajes Selectos 3:214-215 (1904). HD99 214 2 Cuidadosos al asumir las responsabilidades de la paternidad--Los padres deben considerar esto. Deben comprender los principios que constituyen la base del cuidado y la educación de los hijos. Deben ser capaces de criarlos con buena salud física, mental y moral. Deben estudiar las leyes de la naturaleza. Deben familiarizarse con el organismo del cuerpo humano. Necesitan entender las funciones de los varios órganos y su mutua relación y dependencia. Deben estudiar la relación de las facultades mentales con las físicas y las condiciones requeridas para el funcionamiento sano de cada una de ellas. Asumir las responsabilidades de la paternidad sin una preparación tal es pecado.--El Ministerio de Curación, 294 (1905). HD99 214 3 Las mujeres deben considerar sus responsabilidades con Dios--Varias hermanas me han escrito pidiendo mi consejo acerca de si las esposas de los ministros debieran adoptar niños. ¿Les aconsejaría a ellas asumir esa clase de tarea? A algunas de ellas que miraban favorablemente esta posibilidad les respondí: No; el Señor quiere que usted ayude a su esposo en la obra. Si el Señor no le ha dado hijos propios, no debe cuestionar su sabiduría. El sabe lo que es mejor. Consagre todos sus talentos a ser una obrera cristiana. Usted puede ayudar a su esposo de muchas maneras; puede ayudarlo directamente en su trabajo; puede mejorar su intelecto; puede ser una buena ama de casa usando las habilidades que Dios le ha dado, y sobre todo, puede ayudarle a dar el mensaje. HD99 214 4 Hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio evangélico. En muchos aspectos pueden hacer aun mejor que los ministros que a veces descuidan visitar el rebaño del Señor. Cuando sea posible, ambos esposos debieran unirse en ese trabajo. Hay un camino abierto para el trabajo de mujeres consagradas. Pero el enemigo se alegraría si estas mujeres a quienes Dios podría usar para ayudar a centenares de personas, dedicaran su tiempo y esfuerzos a una sola criatura que requiere constante cuidado y atención.--Manuscript Releases 5:325-326 (1898). Los rasgos de carácter se pasan de los padres a los hijos HD99 215 1 Los siguientes consejos fueron dados al pastor E. P. Daniels y su esposa con referencia al entrenamiento de sus hijos. El pastor Daniels era un ministro conocido, y sus hijos eran motivo de discusión. Elena G. de White sintió que era su deber recordar a la pareja que sus hijos no estaban siendo criados en el temor de Dios. Este nombre no debe ser confundido con A. G.Daniells, que llegó a ser presidente de la Asociación General. HD99 215 2 ... Por años habéis recibido testimonios acerca del tema de la economía y del sabio uso de vuestros medios, pero ninguno de vosotros ha hecho definidos cambios en este sentido. Gustáis de aparentar; de complacer vuestro apetito y vuestros gustos. Y estos mismos rasgos de carácter se reproducen en vuestros hijos, porque se siega lo que se ha sembrado. En vuestro trabajo nunca recibiréis suficientes medios para satisfacer vuestra complacencia, vuestro despilfarro y vuestros hábitos extravagantes. ¿Por qué no imitar a esos otros obreros que reciben menos que vosotros y sin embargo pueden mantener confortablemente a sus familias? La razón por la que estáis siempre en aprietos no es porque no recibáis suficiente sueldo para manteneros como cristianos, sino porque no manejáis adecuadamente vuestros medios para no entrar en aprietos. Si recibiérais veinte dólares por semana, de todas maneras os quejaríais de vuestra situación económica. HD99 215 3 En Healdsburg [California] el Señor obró a través vuestro, no porque hayáis sido perfectos, sino a pesar de vuestras imperfecciones. El yo ha estado mezclado con el trabajo. Si se hubiera manifestado humildad cuando el Espíritu y el poder de Dios estaban obrando en la gente; si se hubiera caminado cuidadosa y humildemente ante Dios, sintiendo vuestra propia indignidad y su gran bondad, se habría dejado una mejor influencia que la que se dejó allí. Pero vosotros achacáis todos vuestros problemas financieros a las circunstancias. HD99 216 1 Vosotros habláis muy bien a los padres en cuanto a la crianza de los hijos. La Hna. Daniels, a quien amo y respeto en el Señor, es una buena conferenciante sobre este tema. Pero vuestra práctica contradice los excelentes principios que habéis presentado. La hermana no práctica sus propias enseñanzas. Cuando vuestras costumbres llegan a ser conocidas y vuestras prácticas hogareñas llegar a ser reveladas, la gente se confunde, se disgusta, porque vosotros no entrenáis a vuestros hijos para ser útiles, para practicar el renunciamiento y para guardar el camino del Señor. ¿Por qué habéis sido tan irresolutos en propósito, tan flojos en la acción, tan vacilantes en los principios y tan débiles en la fe? HD99 216 2 Esto es un misterio para aquellos que os han conocido en el púlpito y en el hogar. Pastor Daniels, los hermanos lo ven un día fuerte y confiado, y al día siguiente ha experimentado un cambio total; afirma cosas que son completamente opuestas a las que había afirmado el día anterior... HD99 216 3 Cuando se me mostró la gran necesidad de reforma en la educación y crianza de sus hijos, sentí un dolor que no puedo expresar, porque vi que usted no hacía su parte en brindar lo mejor a sus hijos. Necesita que el Espíritu de Dios trabaje en su propio corazón, porque su vida no está gobernada por los principios correctos. Si usted estuviera actuando correctamente ante Dios, no estaría haciendo lo que hace con referencia a sus hijos, y no estaría dando semejante ejemplo. Debe depender mucho menos del yo y mucho más de Jesús. Si estuviera en comunión más íntima con Dios gobernaría a sus hijos sabiamente. HD99 216 4 Zua [la hija] es impulsiva; le falta experiencia para ir en la dirección correcta. Necesita ser guiada y restringida en lugar de ser complacida y alabada. Si vosotros hubiérais discernido; si vuestras almas hubiesen estado imbuidas del poder santificador de la verdad, no hubiérais necesitado consejo especial con relación al plan de Zua de asistir al Seminario Snell. Si otros padres os hubieran consultado acerca de la educación de sus hijos, hubiéseis sabido exactamente qué responder. Pero vosotros habéis colocado barreras en el camino de la salvación de Zua, porque le habéis elegido como sus amistades a los vanos, los orgullosos y los incrédulos. HD99 217 1 Hna. Daniels, usted no cumplió sus solemnes responsabilidades como madre... cuando ayudó a su hija a engañar a su propio padre con relación a los gastos de vestimenta. Ambos han estado engañados con falsas ideas acerca de la crianza de los hijos. Debéis ser transformados plenamente por la gracia de Cristo a fin de enseñar a vuestros hijos, por precepto y por ejemplo, el camino correcto y bueno. Zua está llena de afectación y autoengaño. Es superficial en casi todas las cosas. Su vida escolar le ha dado un poco de lustre exterior, pero su corazón no ha sido renovado, pues aún no tiene amor a Dios, ni busca la compañía de los cristianos. Está en las filas del enemigo; y si le tocara morir hoy, no entraría en el reino de los cielos. HD99 217 2 Pablo [el hijo] no está en mejores condiciones, y vuestra hija menor está lejos de tener un carácter hermoso. Vuestro propio entrenamiento ha sido defectuoso en cada cosa. Que el Señor tenga misericordia de vosotros para que no se pierdan vuestras almas y las de vuestros hijos... HD99 217 3 Pablo es un joven de buenas cualidades, pero ha adquirido rasgos de carácter objetables debido a que no se ha mostrado con él restricción sino complacencia. No se le ha enseñado la pecaminosidad de una disposición terca y hosca, ni se le ha restringido ese mal creciente. Aun en la expresión de su rostro se puede ver que esa disposición está dejando su impronta. Las impresiones recibidas en la juventud son las que más permanecen, y los primeros años de la vida son los mejores para cultivar hábitos correctos. HD99 217 4 A Pablo se le ha permitido ser particular y exigente en su dieta, pero deberíais haber puesto la comida preparada para ese día en la mesa, sin permitirle despreciarla con desdén y pedir otra comida que no se había preparado. El complacer sus exigencias en la dieta puede agradarle a él, pero se tornará despreciativo y desagradable consigo mismo y con los demás. Si se le diera trabajo de acuerdo a sus fuerzas, el hambre lo llevaría a aceptar la comida preparada sin murmurar. Deberíais tomar medidas definidas en este asunto. Quiero a vuestro muchacho, y si se lo entrena correctamente, puede ser moldeado para el bien; pero le tomará algún tiempo... HD99 218 1 Dadle a vuestro muchacho algo para hacer. Que aprenda a ser industrioso. El no tiene un amor natural por el trabajo; es indolente y trata de esquivar sus responsabilidades. Si queréis que vuestros hijos os bendigan, enseñadles renunciamiento y laboriosidad. Restringid su lectura, especialmente de novelas y cuentos llenos de picardía y lujuria, porque no dejarán una influencia celestial en sus mentes. Son jóvenes, sin experiencia, y llegarán a ser lo que vosotros hagáis de ellos. Tales hábitos de lectura cortan de raíz los principios de virtud que contribuyen a la formación de un carácter bueno, firme. La lectura de novelas es un veneno que tarde o temprano muestra sus funestos resultados. HD99 218 2 Las marcas que se producen para bien o para mal en el carácter de vuestros hijos, no se hacen sobre arena sino sobre roca; son de carácter permanente. Las compañías deben ser vigiladas pues lo que se aprende de los hábitos y conversación con los compañeros deja su molde para el futuro. Las amistades que vuestros hijos tengan; los principios que adopten y los hábitos que formen, con toda certidumbre tendrán su influencia en su futuro destino. HD99 218 3 Lo que les he escrito y hablado hasta ahora, no ha tenido una impresión permanente. ¿Será que ahora habrá una transformación? Si no ocurre, me temo que vosotros os apartaréis de la fe... HD99 218 4 Que el Señor pueda daros una visión tan clara de Jesús que vuestra alma sea atraída hacia él. Os dirijo estas palabras tan claras a ambos, porque la mitad de vuestra utilidad se pierde debido a defectos que pueden y deben ser vencidos. Haced un trabajo para la eternidad; hacedlo como si estuviérais a la vista de Dios. HD99 219 1 Pastor Daniels, soy su amiga porque le digo la verdad. Como embajador de Cristo tiene una solemne obra que hacer; deseo que no fracase sino que pueda dar pruebas de un ministerio aprobado. Ore mucho, mi hermano; hable menos. Pida que se le conceda la sabiduría y el coraje necesarios para cumplir con su deber, cualquiera que éste sea. Dígale al Señor: "Voy a realizar mi deber pensando sólo en tu gloria".--Carta 10, 1888. Enséñese a los hijos a formar buenos hábitos HD99 219 2 Esta carta fue escrita a Mary Nelson, el 19 de mayo de 1902. En ella se da consejo acerca de la educación y el desarrollo de los hijos. HD99 219 3 Querida Hna. Mary Nelson: Como cristiana tiene ciertos deberes que no han sido hechos. No les está dando a sus hijos la educación que necesitan; no está moldeando y formando el carácter de sus hijos de acuerdo a la semejanza divina. Su temperamento, al igual que el de su esposo, necesita ser suavizado. Su disposición desagradable y su dureza de voz deben ser completamente vencidas. Aunque es madre, todavía no ha aprendido las lecciones del dominio propio. Debiera cultivar rasgos agradables de carácter y una disposición dulce. No se demore en hacerlo, pues sus hábitos ya se están haciendo permanentes. HD99 219 4 Usted gobierna, pero no con amor. ¡Qué educación objetable están recibiendo sus hijos! No sería correcto que usted enseñara a los miembros más jóvenes de la familia de Dios, si lo va a hacer de la forma en que enseña a sus hijos. HD99 219 5 Debiera enseñarle a sus hijos a formar buenos hábitos. ¿Acaso echaría a perder su futura utilidad por no enseñarles hábitos de orden y limpieza? ¿No les enseñará con paciencia a limpiar su cuarto y mantener la ropa en orden? HD99 219 6 El regañarlos e irritarlos no les ayudará a reformarse. Al dirigirlos debe mostrar firmeza, pero mezclada con bondad. Enséñeles con diligencia cómo ser cristianos. Nunca levante su voz con pasión; nunca explote con ira, porque al hacerlo, en lugar de corregir sus errores, se mantendrán mas tercos en su posición. Recuerde que ellos han heredado la disposición de sus padres, por lo tanto se va a encontrar nuevamente con sus propios defectos de carácter en la vida de sus hijos. Recuerde que si les habla rudamente estarán recibiendo un ejemplo que aprenderán a imitar. Tarde o temprano le responderán de la misma manera, puesto que usted ha mostrado el ejemplo equivocado en el hogar. HD99 220 1 ¿No cree que es el tiempo de realizar sus deberes descuidados, y tratar de complacer a su esposo y educar correctamente a sus hijos? Mi hermana, lo mejor que usted puede hacer es confesar sus errores a su esposo y a sus hijos. Dígale a sus hijos que ese espíritu duro e irritable que usted ha cultivado no se parece al carácter de Cristo. Y entonces dígales: "Hijos, por la gracia y la fuerza que Cristo nos da, vamos a hacer un cambio decidido". Pídales que la ayuden y que usted los ayudará a ellos. HD99 220 2 Cristo está listo para ayudar a todo padre y toda madre a ser verdaderos educadores. Los que aprenden en su escuela nunca castigarán a un hijo con ira; nunca hablarán una palabra dura con un tono desagradable; porque tales palabras lastiman el oído, agotan los nervios, causan sufrimiento mental y crean un estado de mente que hace imposible modificar el temperamento del niño a quien fueron dirigidas. A menudo, ésta es la razón por la que los hijos hablan irrespetuosamente a sus padres. HD99 220 3 Recuerde que los niños tienen derechos que deben ser respetados. Su temperamento es muy fuerte, y les ha dado esos mismos rasgos de carácter a sus hijos. Usted necesita hacer la tarea de una madre en guiar y educar el pequeño rebaño; no se mantenga tan ocupada de la mañana a la noche, que fracase en hacer la tarea que Dios le ha encomendado... HD99 220 4 Mi querida hermana, usted está en necesidad de ayuda divina. Usted misma debe llevar el yugo de Cristo antes de poder enseñar correctamente a sus hijos cómo entregar sus corazones a Jesús. A fin de ser capacitada para esta tarea, busque la bendición especial de Dios; que el Espíritu Santo habite en su corazón transformándolo en una corriente de amor y gozo. Ore fervorosamente pidiendo por un espíritu manso y sereno. Con espíritu de mansedumbre busque cada día la bendición de Dios. Si cada día recibe las bendiciones de lo alto, su vida será refrescada y podrá impartir a sus hijos aquello que ha recibido. Y en la medida en que su carácter y su disposición vayan cambiando, usted misma será una influencia para cambiar también el carácter y la disposición de sus hijos.--Carta 47a, 1902. Los padres pueden ser demasiado complacientes HD99 221 1 En el año 1871, Elena G. de White escribió la siguiente carta a sus amigos, el hermano y la hermana Bailey. Estos padres eran demasiado indulgentes con sus hijos. HD99 221 2 Queridos amigos, Hno. y Hna. Bailey: He sentido que es mi deber escribirles, ya que también lo he hecho con otros hermanos para decirles lo que se me había mostrado con referencia a ellos. Tenía que escribirles sobre algunas cosas, pero hasta ahora no me había sentido libre de hacerlo. Si se hubiera dado la oportunidad de haberlo hecho personalmente en vuestro hogar, lo hubiera hecho para liberar mi mente de esta responsabilidad. Ahora, al retornar a mi hogar, no puedo dejar pasar más tiempo sin escribirles. HD99 221 3 He tenido que escribir mucho en relación a los errores que los padres cometen en la instrucción de sus hijos, y los resultados que pueden sobrevenir. Vuestro caso también fue abierto delante de mí. Se me mostró que habéis sido demasiado indulgentes con vuestros hijos. Estos peligros y errores no han sido plenamente comprendidos como para llevaros a tomar una posición firme y gobernar a vuestra familia tras de vosotros. HD99 221 4 El Señor en su gran misericordia os ha hecho conocer la verdad; y vosotros amáis la verdad y aceptáis sus demandas. Os ha llevado a una reforma en la vida y os ha dirigido a tener un interés profundo en el bienestar espiritual de vuestros hijos. Todo esto está de acuerdo con la voluntad de Dios. Sin embargo, a pesar de vuestra ansiedad, habéis fracasado seriamente en hacer la obra que el Señor les encomienda a los padres hacer. Vuestros hijos no han tenido restricciones; se les ha complacido en todo para su perjuicio. No han sido traídos a la sujeción que Dios requiere. HD99 222 1 Han existido serias faltas en la instrucción de vuestros hijos. Vuestros varones no han sido educados correctamente, y con vuestra hija habéis sido especialmente indulgentes. Tanto es así, que su utilidad para la vida se ha tornado muy pequeña. Su atención se ha centrado mayormente en sí misma y su mente se ha tornado egocéntrica. Tiene aversión al trabajo, y usando la excusa de cualquier indisposición, ha sido eximida de toda tarea. Debido a que hablábais delante de ella y aceptábais sus excusas, su imaginación se excitó en esa dirección. La madre ha soportado todas las pesadas cargas que debía haber compartido con su hija y con sus hijos varones. La madre se hubiese evitado mucho sufrimiento en la forma de agudos ataques de enfermedad, si hubiera tenido la ayuda de sus hijos, especialmente de la hija. Tal labor hubiera sido una bendición para la madre, y hubiese sido saludable también para la hija quien se hubiera evitado esas indisposiciones... HD99 222 2 Otro mal que amenaza destruir la utilidad de su hija es su amor por el mundo y su orgullo en la apariencia personal. Ella ha desarrollado una afectación que puede matar su espiritualidad. HD99 222 3 Hna. Bailey, usted ha cometido un serio error en la crianza de sus hijos. Cuando la rama se dobla, el árbol se inclina. Al ser complaciente con sus errores y al excusar su falta de respeto por la autoridad, ha puesto en peligro su salvación. Los niños que no son educados a ser corteses y respetar los pedidos de los padres, no tendrán un correcto sentido de su deber para con Dios y sus demandas de obediencia y sumisión... HD99 222 4 Los niños que reciben toda la abundancia y hospitalidad de los padres, deben entender que, en respuesta a todo lo que se les brinda, deben mostrar respeto por la autoridad de sus progenitores. Sin la gracia de Dios, sus hijos le causarán muchos dolores de cabeza y la más profunda angustia, sin que ellos sientan el menor remordimiento. La más pequeña restricción será considerada por ellos como una invasión de sus derechos y despreciarán el reproche. HD99 223 1 Aunque sus hijos han perdido los beneficios de una instrucción temprana, usted puede redimir el tiempo cambiando enteramente su disciplina. A sus hijos les faltan esas cualidades deseables en una mente noble que sólo una disciplina correcta y la cultura pueden darles. No son corteses ni respetuosos; les ha permitido pronunciar palabras que nunca debieran ser permitidas bajo su techo. Los jóvenes que no son restringidos a temprana edad, se transforman en sus propios amos y en sus propias dueñas. Toman las riendas en sus propias manos y se creen importantes, engreídos e impetuosos, sin gusto o ambición por el respeto propio o la disciplina. Sus mentes no se aplican a ninguna cosa; desprecian la disciplina de la escuela porque no han sido disciplinados en el hogar... HD99 223 2 Dios no se ha agradado de la forma en que la Hna. Bailey ha manejado a sus hijos. "Pesada ha sido en balanza, y ha sido hallada falta". Este es un serio defecto en una madre. Por haber sido demasiado complaciente, les permitió pecar; les permitió ser apasionados, desagradecidos, desobedientes, testarudos y engreídos. Y aun más: los ha justificado delante de los ojos de otros, y delante de sus propios ojos. En esto ha participado de los pecados y errores de sus hijos; la sangre de sus almas estará en su vestimenta y en la de su marido. Pueden ambos redimir el pasado haciendo una reforma de su parte; pero no pueden borrar los resultados de su descuido en la vida de sus hijos. En cierto grado, Dios considera a los padres como responsables de la conducta de sus hijos, debido a que tenían la responsabilidad de formar sus caracteres... HD99 223 3 Su hija necesita tener una labor activa. Ella puede compartir muy bien las cargas de la vida, a fin de que esas cargas no le sean agregadas a las de su madre. El trabajo que se le pida hacer, pondrá en acción sus músculos y los órganos del cuerpo, y será la mejor medicina que su hija puede recibir. La ociosidad la está manteniendo descontenta e infeliz... Que Dios pueda bendecirlos en estos aspectos, tanto a usted como a su esposo.--Carta 1, 1871. ------------------------Capítulo 20--Los deberes prácticos de la vida Es esencial enseñar labores útiles HD99 224 1 Jesús, ejemplo de un trabajador perfecto--En su vida terrenal fue Cristo un ejemplo para toda la familia humana y en el hogar fue obediente y útil. Aprendió el oficio de carpintero y con sus propias manos trabajó en el pequeño taller de Nazaret... La Biblia dice de Jesús: "Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él". Lucas 2:40. A medida que trabajaba, durante su infancia y juventud, su mente y su cuerpo se desarrollaban. No empleó sin miramiento sus fuerzas físicas, sino que les proporcionó una clase de ejercicio tal como para mantenerlas en buen estado, a fin de poder hacer el trabajo mejor en cualquier línea. No quería ser defectuoso ni aun en el manejo de las herramientas. Era perfecto como obrero y era perfecto en cuanto al carácter.--La Educación Cristiana, 352-353 (1896). HD99 224 2 Las mujeres deben adquirir conocimiento de los deberes del hogar--Algunas damas consideradas bien educadas y graduadas con honores en alguna institución académica, son vergonzosamente ignorantes de los deberes prácticos de la vida. No tienen las calificaciones necesarias para dirigir correctamente una familia, cuando esto es tan esencial para la felicidad familiar. Pueden hablar del nivel elevado de la mujer y de sus derechos, pero se quedan muy por debajo del verdadero nivel de una mujer. HD99 225 1 Es el derecho de cada hija de Eva tener un conocimiento completo de los deberes del hogar, y recibir entrenamiento en cada aspecto de las labores domésticas. Cada señorita debiera ser educada de tal manera que si fuera llamada a cumplir la posición de esposa y madre, estará en condiciones de presidir como una reina en sus dominios. Debiera ser plenamente competente para instruir a sus hijos y dirigir a los sirvientes, o a realizar las tareas con sus propias manos. HD99 225 2 Es el derecho de cada mujer entender los mecanismos del cuerpo humano, y los principios de higiene, de dieta y vestimenta, de trabajo y recreación, y de muchos otros que están íntimamente ligados al bienestar de la familia. Es su derecho obtener un conocimiento de los mejores métodos de tratar la enfermedad para poder atender a sus hijos enfermos, en lugar de dejar sus preciosos tesoros en manos de enfermeras y médicos desconocidos. HD99 225 3 La idea de que la ignorancia en las labores útiles es una característica esencial de una verdadera dama o caballero, es contraria al plan de Dios para la creación del hombre. La ociosidad es un pecado, y la ignorancia de los deberes comunes de la vida es el resultado de una insensatez que después producirá amplia ocasión para arrepentirse amargamente.--The Signs of the Times, 1 de junio de 1877. El valor de la educación práctica HD99 225 4 ¿Por qué trabajar antes de jugar?--Mi madre me enseñó a trabajar. Acostumbraba a preguntarle: "¿Por qué debo trabajar tanto antes de jugar?" Es para educar y enseñar tu mente para el trabajo útil. Y otra cosa más: para mantenerte alejada de las travesuras. Cuando seas grande me agradecerás por ello. Cuando una de mis nenas [una nieta] me dijo: "¿Por qué debo tejer? Las abuelas tejen", yo le repliqué: "¿Quieres decirme cómo aprendieron a tejer las abuelas?" "Pues--dijo ella--, comenzaron cuando eran niñitas."--Conducción del Niño, 114-115 (1887). HD99 226 1 Las jóvenes deben ser entrenadas para sostenerse--Muchos que consideran necesario que el hijo varón sea entrenado para sostenerse en el futuro, consideran totalmente opcional... el educar a una hija para sostenerse a sí misma. En la escuela hay pocas posibilidades de aprender una profesión que les permita ganarse el pan de cada día. Y si no reciben instrucción en el hogar con respecto a los misterios de la cocina y de la vida doméstica, serán inútiles; serán sólo una carga para sus padres... HD99 226 2 Una mujer que sabe sostenerse a sí misma, también puede cuidar de otros. Nunca será una carga para la familia o la sociedad. Si viene un revés de la fortuna, siempre habrá un lugar para ella; un lugar donde pueda ganarse un salario honesto para sustentarse y asistir a quienes dependan de ella. La mujer debe aprender una profesión que le permita ganarse la vida si es necesario. Dejando de lado otros empleos honrosos, cada señorita debiera aprender los cuidados de la casa; debiera saber cocinar, hacer costuras y realizar las demás tareas domésticas. Debiera entender y practicar todos los aspectos del ama de casa, no importa que su familia sea rica o pobre. De esa manera, si ocurre un revés financiero en la familia, estará preparada para enfrentar la emergencia. En ese sentido será independiente de las circunstancias.--The Health Reformer, 1 de diciembre de 1877. HD99 226 3 La niña, la escolar inmadura e indisciplinada, la señorita que todavía depende del juicio de sus padres y tutores, no tiene por qué escuchar cosa alguna relacionada con el noviazgo y el matrimonio. Más bien debería declinar cualquier tipo de atención particular que tuviera la menor apariencia de que esté en camino hacia el noviazgo y el matrimonio, y dedicarse resueltamente a ser una mujer tan perfecta como sea posible para que su vida sea útil; y aprender una profesión para luego conseguir un empleo y lograr independencia.--Testimonio acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio, 24 (1880). Todos debieran aprender una profesión HD99 227 1 Todos deben tener el hábito de la laboriosidad--La costumbre de sostener hombres y mujeres en la ociosidad con fondos privados o dinero de la iglesia, produce hábitos equivocados. Este plan debiera evitarse. Cada hombre, mujer y niño debiera aprender a realizar algún trabajo práctico. Todos debieran aprender una profesión; puede ser la construcción de carpas, o cualquier otro trabajo, pero todos debieran entrenar sus talentos con algún propósito. Y Dios está listo para aumentar las capacidades de aquellos que forman hábitos de laboriosidad. "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor". Romanos 12:11. Dios bendecirá a quienes cuiden su influencia en este aspecto.--The Review and Herald, 13 de marzo de 1900. HD99 227 2 En Israel se requería enseñar a los hijos un oficio--En Israel considerábase como un deber la educación industrial. Todo padre tenía obligación de enseñar a sus hijos algún oficio útil. Los mayores hombres de Israel fueron educados para desempeñar oficios. El conocimiento de las labores domésticas se consideraba indispensable para toda mujer. Y la destreza en el desempeño de estas tareas era honrosa para las mujeres de la clase más encumbrada.--The Ministry of Healing, 139-140 (1905). Las mujeres de intelecto destacado debieran ser aptas para administrar HD99 227 3 Lo que sigue, es parte de una carta escrita en febrero de 1884, dirigida a la jefa de enfermeras del Sanatorio Santa Elena. La Sra. de White la invita a hacer un verdadero impacto para la obra de Dios, entrenando a mujeres jóvenes para que desarrollen al máximo sus talentos. HD99 227 4 Usted no debiera seguir sus propias inclinaciones; debiera ser cuidadosa de mostrar el ejemplo correcto en todas las cosas. No sea inactiva; despierte sus energías dormidas. Sea atenta y ayudadora de tal manera que su esposo sienta la necesidad de su colaboración; en todas las cosas sea una bendición para él. Estudie cómo realizar con presteza los simples, monótonos, pero esenciales y necesarios deberes de la vida doméstica. Usted ha cultivado la inactividad con complacencia en lugar de luchar contra ella con determinado esfuerzo. HD99 228 1 Mi hermana, su mente debe ser puesta a trabajar. Si usted se decide a llevar las cargas, puede ser una bendición para el sanatorio. Pero la indulgencia de un temperamento inactivo, va en detrimento de su vida física, mental y espiritual. Necesita el poder de Dios que convierte y vivifica; necesita ponerse firmemente del lado de Dios y de lo correcto, y para ello necesita ser vitalizada por la gracia de Cristo. ¿Se pondrá a la tarea de agilizar esas energías casi paralizadas y hacer todo el bien que pueda? Para evitar perder su salud debe ejercitar la maquinaria viviente a fin de expulsar los desechos del cuerpo. HD99 228 2 El tiempo es precioso; el tiempo es oro. No debiera dedicarse a las cosas sin importancia que sólo sirven para gratificar el gusto. Mi hermana, usted podrá ser mucho más útil cuando deje de usar su tiempo precioso en asuntos no importantes, y dedique su tiempo y atención a las cosas útiles y necesarias. Hay tantas cosas que deben ser hechas en este mundo nuestro, que espero que no descuide de hacer su parte. Usted podría haber ahorrado a la institución centenares de dólares si hubiera puesto su alma en el trabajo. Diciendo una palabra por aquí, y sugiriendo un plan por allá, hubiera sido una real bendición. Si usted hubiese despertado sus energías dormidas haciendo ejercicio al aire libre, y hubiera hecho todo lo que está en su poder hacer con alegría y agilidad, hubiese cumplido con su deber y en verdad hubiera sido una bendición. HD99 228 3 Espero que dedique su mente y sabiduría a su trabajo. Vea que todo sea hecho de manera económica, pues de lo contrario se acumularán deudas. Se necesitan mujeres de rápida capacidad mental para descubrir dónde hay desperdicio en asuntos pequeños, y corregirlo. Como jefa del sanatorio era su deber vigilar estas cosas. HD99 228 4 Si hubiera una cabeza que analizara, planeara y dijera lo que debe hacerse, se podría ahorrar mucho; alguien que por precepto y por ejemplo pudiese tomar las cosas en sus manos. Las muchachas no serán diligentes, conscientes y económicas, a menos que la persona que está a la cabeza les muestre cómo hacerlo. Y si ellas no están dispuestas a ser enseñadas, o no hacen como se les pide, debieran dejar su trabajo. Mucho podría ahorrarse en el dormitorio y en el mismo sanatorio si se hace un esfuerzo especial para lograrlo... Al ejercer la influencia correcta en estos asuntos usted puede educar a las jóvenes en el servicio doméstico, lo cual será una bendición para ellas. HD99 229 1 Todos nuestros talentos deben ser usados sin permitir que se oxiden por la inactividad; y toda nuestra influencia debe ser utilizada de la mejor manera posible. Después de haber alimentado a la multitud, Cristo dijo: "Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada". Juan 6:12. Esta lección puede aplicarse tanto a las cosas espirituales como a las temporales. Aquellos que no aprecian sus bendiciones espirituales, y no utilizan al máximo cada precioso rayo de luz que se les brinda, pronto se tornan indiferentes y despreciativos; y por no valorar sus bendiciones presentes no recibirán nuevas bendiciones. Nuestras energías físicas son un talento de Dios y deben ser usadas para su gloria. Nuestra influencia también pertenece a Dios y debe ser reconocida y empleada para su servicio. Dios pide que hagamos lo mejor para él.--Carta 5, 1884. ------------------------Capítulo 21--Cuando llega la aflicción Frente a la enfermedad y la muerte HD99 230 1 Lucrecia Cranson era la hija de unos amigos de los esposos White. Se casó con D. M. Canright en 1867. Elena G. de White le escribió la siguiente carta, poco tiempo antes de que Lucrecia muriese, el 29 de marzo de 1879. HD99 230 2 Querida y sufriente hermana: Preferiría estar con usted para conversar juntas, pero me es imposible hacerlo. Debo decirle que simpatizo con usted en su debilidad, pero al pensar en usted siempre se me da la más vívida seguridad de que está sostenida por un brazo que nunca se cansa, y consolada por un amor que es tan permanente como el trono de Dios. HD99 230 3 Cuando pienso en usted no la veo como alguien que se queja en su debilidad, sino alguien sobre quien el rostro del Señor resplandece para darle luz y paz. Alguien que está en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, y que crece diariamente en el conocimiento de la voluntad divina. Alguien que está participando de la naturaleza divina; creciendo en santa confianza como la de un niño; creciendo en reverencia y amor confiable. El aprecio por la sangre de Cristo y su perdón, nunca han sido tan preciosos y valorados como ahora en su debilidad, cuando el mundo no tiene más atractivo. HD99 230 4 Usted ha estado creciendo en su experiencia interior y está ayudando a otros con su consejo y orientación. Para usted, mi amada hija, la religión se ha tornado más y más preciosa, y encuentra más y más consuelo aprendiendo a los pies de Jesús. El temor por la muerte ha desaparecido, porque si había terror frente a la vista de este "postrer enemigo", una mirada a Jesús lo ha hecho desaparecer, porque él puede aun iluminar la tumba con su sagrada presencia. Y su corazón no descansará hasta encontrarse rodeada por los brazos del amor infinito. HD99 231 1 Querida amiga, su peregrinaje está llegando a su fin. Aunque no es nuestro deseo ni nuestra voluntad, descansará en la esperanza hasta que el Dador de la vida la llame para cambiar esta cárcel por una brillante inmortalidad. Jesús es su Salvador ahora, y es quien, con su presencia, hace de cualquier lugar un cielo. Su vida, mi amada hija, está escondida con Cristo en Dios; y cuando Cristo, que es su vida, se manifieste, usted también se manifestará con él vestida de inmortalidad y vida eterna. ¿Contemplará la gloria de Cristo llena de gracia, misericordia y paz en su debilidad? ¿Se acercará a él como la aguja se torna al imán? HD99 231 2 Quizá no todos sus días sean claros y gozosos; pero no se angustie por ello. Espere y confíe demostrando su fe, mansedumbre y paciencia. Aun ahora su vida puede ser una lección para todos, mostrándoles que se puede ser feliz a pesar de la aflicción y la pérdida de las fuerzas. Cuando el alma pasa por aguas profundas, la presencia de Dios hace santa la habitación de sus santos que agonizan. Su paciente espera y su constante gozo muestran que tiene la ayuda de un poder invisible; y eso es un poderoso testimonio en favor del cristianismo y del Salvador que se ama. Estas pruebas tienen un poder transformador para refinar, ennoblecer, purificar y capacitar para las mansiones eternas. HD99 231 3 ¡Oh, sí! los últimos días de un creyente pueden ser fragantes, porque los rayos del Sol de justicia brillan a través de esa vida difundiendo una fragancia constante. ¡Cuántas razones tenemos para gozarnos, siendo que nuestro Redentor derramó su preciosa sangre sobre la cruz en expiación por nuestros pecados, y por su obediencia hasta la muerte nos brindó justicia eterna! Usted sabe que él hoy está a la diestra del Padre, como nuestro Salvador y como Príncipe de la vida. No hay otro nombre a quien podamos confiar nuestros intereses eternos; sólo en él podemos descansar plenamente. Usted lo ha amado a él; y aunque a veces su fe puede haber sido débil y su convicción confusa, Jesús es su Salvador. El no la salva porque usted sea perfecta, sino porque necesita de él, y ha confiado en él. Jesús la ama, mi preciosa amiga. Con confianza puede cantar: "Bajo sus alas mi alma estará, salva y segura por siempre".--Carta 46, 1879. La muerte del esposo HD99 232 1 Carta escrita a Fannie Capehart, de la ciudad de Washington, cuando había perdido a su esposo. Elena G. de White le recuerda su propia experiencia cuando su esposo murió. HD99 232 2 Mi querida hermana: Recién leí su carta, y no quiero demorarme en contestarle porque quizá estas líneas puedan traer alivio a su mente. HD99 232 3 Mi esposo murió en Battle Creek en 1881. Por un año no pude soportar el pensamiento de estar sola. Mi esposo y yo habíamos hecho la obra ministerial lado a lado, y por un año después de su muerte, me resultaba difícil entender por qué había sido dejada sola para llevar adelante las responsabilidades que antes habíamos realizado juntos. Durante ese primer año, en lugar de recobrarme, estuve cerca de la muerte. Pero no quiero seguir recordando esos momentos. HD99 232 4 Mientras mi esposo yacía en el féretro, nuestros buenos hermanos me urgían a que orásemos para que la vida le fuese devuelta. Pero les dije: No, no. Mientras vivía hizo el trabajo que debía haber sido hecho por dos o tres hombres. Ahora descansa. ¿Por qué rogar que vuelva a la vida para pasar otra vez lo que él ha pasado? "Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen". Apocalipsis 14:13. HD99 232 5 Ese año que siguió a la muerte de mi esposo fue un año lleno de sufrimiento para mí. Llegué a estar tan débil que pensé que no viviría. Algunos miembros de la familia pensaron que se podría encender una chispa de esperanza en mi vida, si me podían convencer de asistir al congreso en Healdsburg. El congreso se iba a realizar en una arboleda cerca de mi hogar. Mis parientes esperaban que el Señor me revelase durante el congreso que me iba a extender la vida. Estaba tan pálida que no había color en mi rostro. Un domingo, me cargaron en un carruaje cómodo y me llevaron al congreso. La carpa estaba completamente llena; parecía que casi toda la ciudad estaba presente. HD99 233 1 Se colocó un sofá en la amplia plataforma donde estaba el púlpito, y allí me pusieron de la forma más confortable posible. Durante la reunión le dije a mi hijo Guillermo si me ayudaría a ponerme de pie para dirigir unas pocas palabras. El lo hizo, y allí estuve, como por cinco minutos, tratando de hablar y pensando que si finalmente podía hacerlo, sería mi última oportunidad; sería mi discurso de despedida. HD99 233 2 De repente, sentí un poder que vino sobre mí, parecido a un choque eléctrico. Pasó a través de mi cuerpo hasta alcanzar la cabeza. La gente testificó que literalmente vieron la sangre llegar hasta mis labios, mis oídos, mis mejillas y mi frente. Fui sanada delante de ese gran número de personas. Alabé a Dios en mi corazón y mediante las palabras de mis labios. Se realizó un milagro delante de esa gran congregación. HD99 233 3 Entonces tomé mi lugar entre los predicadores y di mi testimonio como nunca lo había hecho. Parecía como que alguien había sido levantado de los muertos. Todo ese año había sido un tiempo de preparación para ese cambio. La gente de la ciudad tuvo entonces una señal que sirvió de testimonio a la verdad... HD99 233 4 Mi hermana, no muestre más ninguna desconfianza en nuestro Señor Jesucristo. Avance con fe, creyendo que se encontrará nuevamente con su esposo en el reino de Dios. Haga lo mejor que esté de su parte para preparar a los vivos, para que lleguen a ser miembros de la familia real e hijos del Rey celestial. Ese es nuestro trabajo ahora; ese es su trabajo también. Hágalo fielmente, creyendo que encontrará a su esposo en la ciudad de Dios. Haga cuanto pueda para ayudar a otros a estar contentos; levánteles el animo, y llévelos a aceptar a Cristo. No torture su alma como lo ha estado haciendo, sino sea humilde, fiel y verdadera; y acepte la segura palabra de Dios de que nos encontraremos con nuestros amados cuando termine el conflicto. ¡Tenga ánimo!--Carta 82, 1906. HD99 234 1 La siguiente carta fue escrita a la hermana Chapman, una vieja amiga en la fe, cuando ésta perdió a su compañero de toda la vida. HD99 234 2 Querida Hna. Chapman: Pienso en usted cada día y simpatizo con usted. ¿Qué puedo decirle en este momento en que la pena más grande ha llegado a su vida? Las palabras me faltan. Sólo puedo encomendarla a Dios y a nuestro compasivo Salvador; en él hay descanso y paz. Mediante él podemos recibir consuelo, porque él nos ama y se preocupa por nosotros como nadie más puede hacerlo. Jesucristo mismo es el que la sostiene; sus brazos eternos la rodean y sus palabras traen salud. No podemos penetrar en los secretos concilios de Dios. El desánimo, la angustia, las perplejidades y el luto no han de separarnos de Dios, sino acercarnos más a él. HD99 234 3 ¡Cómo nos cansamos, suspiramos y agonizamos al intentar llevar nuestras propias cargas! Pero si vamos a Jesús y le decimos que no podemos llevar ese peso ni un momento más, y depositamos nuestras cargas sobre él, recibiremos descanso y paz. Vamos tropezando a lo largo del camino con nuestras pesadas cargas, y vivimos una vida miserable cada día, porque no atesoramos en nuestro corazón las preciosas promesas de Dios. Aunque seamos indignos, él nos acepta en Cristo Jesús. Nunca olvidemos que Jesús nos ama y está esperando nuestro ruego para concedernos su gracia. HD99 234 4 Mi querida y afligida hermana, sé por experiencia lo que usted está pasando. Ya he transitado el camino que ahora le toca recorrer. Acérquese a Cristo, mi hermana; él es el poderoso sanador. El amor de Jesús no viene de una manera sorprendente. Nos ha dado muestras de su maravilloso amor en la cruz del Calvario, y desde allí la luz de su amor se refleja en nosotros a través de brillantes rayos. Nuestra parte es aceptar su amor y apropiarnos de las promesas de Dios. HD99 234 5 Repose en Jesús. Descanse en él como un niño cansado descansa en los brazos de su madre. El Señor siente compasión por usted, la ama, y la sostiene con sus brazos eternos. Usted no se ha habituado a sentir y escuchar; así como está, herida y lastimada, busque reposo en Dios. Su mano compasiva se extiende para sanar sus heridas; acéptelo y será más precioso a su alma que el amigo más íntimo. Todo lo que podríamos desear, no se compara con él. Solamente crea en él y confíe en él. HD99 235 1 Su amiga en la aflicción; alguien que ya lo ha pasado.--Carta 1e, 1882. HD99 235 2 La Sra. Parmelia Lane era la esposa del pastor Sands Lane, un predicador exitoso, que llegó a ser presidente de varias asociaciones en los Estados Unidos de Norteamérica. Después de haberse conocido en Inglaterra, la Sra. Lane y la Sra. White formaron una linda amistad. La carta que sigue, fue escrita a Parmelia Lane poco después de la muerte de su esposo. HD99 235 3 Querida Hna. Lane: He pasado por la misma aflicción que usted está pasando, así que puedo simpatizar con usted y entender sus sentimientos al tener esta gran pérdida. HD99 235 4 Quería contarle que había recibido una carta de su esposo escrita poco antes de su muerte. Al momento de recibirla, estaba buscando solución a varios problemas difíciles, y me pareció que no tenía tiempo de responder. Más adelante, comencé a escribirle; pero antes de que hubiera finalizado mi carta, supe que su esposo había muerto. HD99 235 5 Aprecio mucho esa carta porque en ella el Hno. Lane cuenta su experiencia personal, lo que me permite creer que él era un verdadero hijo de Dios. Algunos de nuestros hermanos creían que su esposo no tenía claras todas las cosas; sin embargo, en su carta parece indicar que conscientemente buscaba seguir el camino correcto. HD99 235 6 Mi querida hermana, me gustaría recibir una carta suya; espero que usted pueda ubicarse donde pueda estar feliz. HD99 235 7 Me alegra saber que Jesús nuestro Salvador está pronto a venir, y que todos podremos reunirnos alrededor del gran trono blanco. Quiero estar allí; y si ambas somos fieles hasta el fin, creo que nos encontraremos con su esposo otra vez. Quizá tengamos que pasar por pruebas difíciles, pero estaremos seguras si escondemos nuestras vidas con Cristo en Dios. Muchos escucharán a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; pero la única seguridad para el alma será mirar a Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe. HD99 236 1 Ahora, como siervas de Jesucristo, tenemos que hacer nuestra parte en dar al mundo el conocimiento de la verdad. El tiempo es breve y debemos actuar con vigilancia y diligencia; debemos trabajar a tiempo y fuera de tiempo. Nuestros talentos, naturales y adquiridos, pertenecen a la iglesia de Cristo, porque somos siervas del Señor. HD99 236 2 Nos entristece ver hombres y mujeres que quieren controlar a quienes debieran ser agentes libres para el Señor. Cristo es quien gobierna supremo en su iglesia. Que nadie se interponga entre nuestra alma y Cristo. Laboremos enteramente para el Señor; que nadie se interponga entre nuestra alma y su más elevado ideal: ser vencedora por la sangre del Cordero y por la palabra de nuestro testimonio... HD99 236 3 Mi hermana, esté de buen ánimo en el Señor. Ponga los ojos en el Autor y Consumador de nuestra fe.--Carta 362, 1906. Enfrentando la viudez HD99 236 4 Elena G. de White había conocido hacía poco tiempo a la Hna. Lons. Cuando el esposo de esta hermana murió, le escribió la siguiente carta llena de amor y simpatía hacia su nueva amiga. HD99 236 5 Querida Hna. Lons: Me alegra haberla conocido y haber unido mi corazón con el suyo. Junto con la Hna. Brown, las tres hemos sido dejadas en la viudez, pero hemos recibido la bendición de Dios; él no nos ha fallado en nuestro tiempo de prueba. Ha sido para nosotros una ayuda presente en tiempo de necesidad. Nos ha permitido experimentar individualmente la resignación frente a la aflicción y la paciencia frente a las más severas pruebas, para desarrollar, como niños, una humilde e inocente confianza en él. HD99 237 1 Hemos aprendido, en medio de las oscuras providencias, que no es sabio seguir nuestro propio camino, ni hacer conjeturas y reflexiones acerca de la fidelidad de Dios. Creo que podemos simpatizar entre nosotras y entendernos; nos ha unido la gracia de nuestro Señor Jesucristo, y nos han unido lazos sagrados nacidos en la aflicción. HD99 237 2 Si no nos encontramos más en esta tierra, igual tendremos memorias inolvidables de nuestra amistad con la familia. Me alegra haberla conocido, y creo que fue la providencia de Dios que llegara a ser parte de la familia Brown. El Señor la ha utilizado como su instrumento de justicia en su asociación con esa familia, especialmente con la Hna. Brown. Tengo tiernos sentimientos hacia ambas, pues puedo entender vuestras penas. HD99 237 3 A menudo las misericordias vienen disfrazadas de aflicciones; no podemos saber lo que hubiera ocurrido sin ellas. Cuando Dios, en su misteriosa providencia, cambia nuestros planes y torna nuestro gozo en tristeza, debemos inclinarnos en sumisión y decir: "Sea hecha tu voluntad, Señor". Debemos mantener una calmada confianza en Aquel que nos ama y dio su vida por nosotros. "De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?... ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío". Salmos 42:8-11. HD99 237 4 El Señor contempla nuestras aflicciones; con su gracia las reparte y discrimina sabiamente. Como un orfebre vigila el fuego hasta que la purificación se completa. El horno es para purificar y refinar, no para consumir y destruir. Los que confían en él podrán alabar sus misericordias aun en medio de sus juicios. HD99 237 5 El Señor siempre está vigilando para impartir, cuando más se las necesite, nuevas y frescas bendiciones: fuerza en el tiempo de debilidad; socorro en la hora de peligro; amigos en tiempos de soledad; simpatía, divina y humana, en tiempos de tristeza. Estamos en camino al hogar. Aquel que nos amó tanto como para morir por nosotros, también nos ha preparado una ciudad. La Nueva Jerusalén es nuestro lugar de descanso; y no hay tristezas en la ciudad de Dios; ni siquiera un lamento. No se escucharán endechas por esperanzas quebrantadas o afectos sepultados. HD99 238 1 Que el Señor la bendiga, mi muy querida y respetada hermana.--Carta 37, 1893. La muerte de un niño HD99 238 2 En la carta que sigue, dirigida al pastor S. N. Haskell y su esposa, Elena G. de White habla de la triste experiencia de su nieta al perder a su hijito. HD99 238 3 Hoy he escrito muchas páginas. Esta mañana recibí una carta de Mabel Workman [su nieta]. Hace unas dos semanas dio a luz a un varoncito de casi cinco kilos, pero el pequeño murió dos días después de su nacimiento. Mabel ha pasado por una experiencia muy severa, pero estamos agradecidos de que su vida fue salvada. Tanto el padre como la madre de la criatura han sentido terriblemente esta prueba, pero la aceptan como los cristianos deben hacerlo. El esposo de Mabel ha probado ser un verdadero cristiano en este tiempo de aflicción, y el Señor los ha sostenido a ambos. Creen que si no hubiera sido por la Sra. Kress que estaba con ellos, Mabel también hubiera muerto. Me siento muy agradecida que la Hna. Kress pudo estar con ellos, porque tiene mucha habilidad y gran tacto. Si la madre hubiese muerto, la aflicción de la familia hubiera sido mucho más aguda. HD99 238 4 Hemos estado muy preocupados por Mabel durante estas dos semanas, porque no hemos recibido otra información desde el telegrama en que nos anunciaban la muerte del niño. Estoy agradecida al Señor porque salvó la vida a Mabel, y ruego que ella pueda vivir para ser una bendición a la causa de Dios.--Carta 120, 1909. HD99 238 5 La Sra. A. H. Robinson era una vieja amiga de Elena G. de White. Mientras estaba en Australia, la Sra. White recibió la noticia acerca de la muerte del hijo de su amiga. Inmediatamente le escribió una carta compartiendo sus propias experiencias con la muerte de dos de sus hijos. HD99 239 1 Mi querida Hna. Robinson: Acabo de recibir el correo desde Estados Unidos, y mi secretaria me leyó las cartas. Muchas de ellas tienen temas interesantes, pero quiero responder la suya primero. HD99 239 2 Cuando usted relata su experiencia con la muerte de su hijo, y cómo se postró en oración sometiendo su voluntad a la voluntad del Padre celestial, mi corazón de madre fue conmovido. He pasado por una experiencia similar a la suya. HD99 239 3 Cuando mi hijo mayor tenía 16 años, fue aquejado por la enfermedad; su caso fue considerado crítico. El nos llamó al lado de su lecho y nos dijo: "Papá y mamá: será difícil para vosotros veros privados de vuestro hijo mayor. Si al Señor le parece conveniente conservarme la vida, quedaré complacido por amor a vosotros. Si debo morir ahora para mi propio bien y para la gloria de su nombre, quiero deciros que estoy resignado a ello. Papá, ve por tu cuenta, y mamá, ve por la tuya, y oren. Entonces recibiréis una respuesta de acuerdo con la voluntad de mi Salvador a quien vosotros y yo amamos". El temía que si orábamos juntos, nuestros sentimientos de simpatía se fortalecerían, y pediríamos lo que no sería lo mejor para que el Señor lo concediera. HD99 239 4 Hicimos como él nos había pedido, y nuestras oraciones fueron similares a la que usted ofreció. No recibimos evidencia de que nuestro hijo se recobraría. Murió con toda su confianza puesta en Jesús nuestro Salvador. Su muerte constituyó un enorme golpe para nosotros, pero fue una victoria aun en la muerte, porque su vida estaba oculta con Cristo en Dios. HD99 239 5 Antes de la muerte de mi hijo mayor, mi hijito de brazos enfermó de muerte. Oramos, y pensamos que el Señor nos conservaría a nuestro consentido, pero cerramos sus ojos en la muerte, y lo llevamos para que descansara en Jesús, hasta que el Dador de la vida venga a fin de despertar a su preciosos y amados hijos para que reciban una gloriosa inmortalidad... El Señor ha sido mi consejero, y el Señor le dará a usted su gracia para soportar su aflicción. HD99 240 1 Usted me preguntaba acerca de si su hijito sería salvo; las palabras de Cristo son la respuesta: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". Mateo 19:14. HD99 240 2 Recuerde la profecía: "Así ha dicho Jehová: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron. Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra". Jeremías 31:15-17. HD99 240 3 Haga suya esta promesa; puede ser consolada si confía en el Señor. Se me ha instruido a menudo que los niños pequeños serán puestos a descansar antes del tiempo de angustia. Pero veremos a nuestros hijos otra vez; los veremos y los reconoceremos en las cortes celestiales. Ponga su confianza en el Señor, y no tenga miedo.--Carta 196, 1899. La muerte de una amiga HD99 240 4 En una carta escrita a Edson y Ema White desde Australia, Elena G. de White les habla de un accidente en el que una querida hermana en la fe perdió la vida. HD99 240 5 El lunes a la mañana, me pareció que mi familia no estaba actuando naturalmente. Una sombra extraña parecía estar sobre ellos. Durante la mañana fuimos con Sara a la estación a buscar a Guillermo, pero él no llegó. El pastor Gates, que había predicado el domingo por la noche en Wallsend, fue con nosotras hasta la estación y después Sara lo llevó hasta el Colegio. De regreso, trajo al pastor Daniells y al Hno. Hare. Sara entonces me dijo que estos hermanos querían hablar conmigo. Hablamos unas pocas palabras con el pastor Daniells acerca del trabajo en Maitland, y entonces el Hno. Hare acercó su silla a la mía y me dijo que tenía algo que decirme. Me dijo que en la tarde anterior había ocurrido un accidente cerca del colegio. HD99 240 6 La Hna. Peck, la Srta. Gates y la hija de la Hna. Boyd, estaban yendo desde Sunnyside al colegio con un caballo que siempre habíamos considerado seguro y manejable, aunque un poco torpe; si no lo vigilábamos mientras marchábamos, siempre se iba a un costado. El camino al colegio no es permanente pero está asentado lo suficiente como para usarlo hasta que uno mejor pueda ser hecho. Los alumnos del colegio hicieron un puente de madera sobre el río, que fue supervisado por el pastor Haskell. Cuando el coche se estaba acercando al puente, vieron que había un tronco cruzado en el camino. La Hna. Peck, que manejaba las riendas, pensó en descender y ayudar al caballo a dar la vuelta. Pero el caballo, en lugar de mantenerse quieto, comenzó a retroceder para tomar el camino de regreso. HD99 241 1 Nadie pensó que había peligro, pero el carro estaba más cerca del río de lo que parecía, y en pocos segundos, todos los pasajeros, excepto la Hna. Peck, estaban en el agua, que allí tiene unos cinco metros de profundidad. La Hna. Peck fue arrojada sobre la orilla y arrollada por el carruaje al caer al río, pero no sufrió mucho daño. Ayudó a Ella Boyd a salir del agua, pero la Srta. Gates estaba fuera de su alcance. La joven recién salvada corrió al colegio en busca de ayuda y varios hombres estuvieron allí en unos tres minutos. Lograron rescatar a la Srta. Gates y la llevaron rápidamente al colegio, donde se hizo todo lo posible por reanimarla, pero sin éxito; estaba muerta. Se cree que no murió ahogada, porque no hizo ningún intento de mantenerse a flote; creemos que el golpe la mató. Fue sepultada el lunes por la tarde... HD99 241 2 La Srta. Gates estaba delicada de salud; había sufrido mucho con sus pulmones. Justamente un día antes de su muerte le había comentado a la Hna. Hughes acerca de su caso. Le dijo que otra vez tenía problemas con sus pulmones y que seguramente le tocaría una larga enfermedad. El futuro era terriblemente sombrío para ella, puesto que su hermano y su cuñada también luchaban con mala salud, y ella no podía soportar la idea de ser una carga adicional para ellos. Sus padres y todos sus hermanos, excepto éste, han muerto. Sentimos que fue mejor para ella no tener que sufrir una larga enfermedad. Ahora descansa por un poco de tiempo, hasta que sea llamada a una gloriosa inmortalidad.--Carta 203, 1899. ------------------------Capítulo 22--De mujer a mujer HD99 243 1 Mujeres alcanzando a otras mujeres--Las mujeres pueden aprender cómo alcanzar a otras mujeres. Hay mujeres que se adaptan especialmente para dar estudios bíblicos, y son muy exitosas al presentar en forma simple la Palabra de Dios a otros. Son una verdadera bendición al trabajar por madres e hijas. Este es un trabajo sagrado y debiera animarse a aquellas que lo hacen.--Medical Ministry, 140 (1910). HD99 243 2 La mujer como mensajera de misericordia--Se necesitan mujeres consagradas que, como mensajeras de misericordia, visiten a las madres y sus familias en los hogares, ayudándoles en las tareas domésticas si es necesario. Entonces estarán en condiciones de hablarles de la verdad para este tiempo. Este ministerio traerá almas al Señor.--The Review and Herald, 12 de julio de 1906. HD99 243 3 Mujeres jóvenes como obreras--Las instructoras de mayor experiencia debieran trabajar con las obreras jóvenes, no para ver cuánto más trabajo pueden hacer bajo vigilancia, sino para ganarse su amor y confianza. Una vez que esto ocurra, no habrá dificultades con el trabajo, puesto que las obreras desearán complacerlas. HD99 244 1 El Señor llama a todos los que están involucrados en la obra de publicar la verdad a dar evidencia de que han sido purificados por su gracia. Cuando los discípulos de Cristo revelan su carácter, están mostrando el poder milagroso de su gracia y son un testimonio convincente de la verdad de su Palabra.--The Publishing Ministry, 259 (1901). HD99 244 2 La mujer puede entrar donde el ministro no puede hacerlo--Las mujeres que trabajan para enseñar a las almas cómo experimentar el nuevo nacimiento en Cristo Jesús, están haciendo una obra preciosa. Se han consagrado a Dios y son tan obreras de Dios como sus esposos. Pueden trabajar por las familias en lugares donde los ministros no pueden entrar; pueden escuchar las penas de los deprimidos y oprimidos, y pueden esparcir rayos de luz en sus desanimadas almas. Pueden orar con ellas y abrir las Escrituras para iluminarlas con un "así dice el Señor".--Manuscript Releases 5:327 (1898). HD99 244 3 La mujer ha de educarse para ayudar a otras mujeres--Si podemos hacer arreglos para que haya grupos organizados, regulares, inteligentemente instruidos en lo que atañe a la parte que deben realizar como siervos del Maestro, nuestras iglesias tendrán una vida y vitalidad que hace mucho que necesitaban. Por mucho tiempo he anhelado que hubiera mujeres que pudieran ser educadas para ayudar a nuestras hermanas a levantarse de su desánimo y sentir que podrían hacer una obra para el Señor. Esto es hacer brillar rayos de sol en sus propias vidas, que se reflejan en los corazones de otros. Dios la bendecirá y a todas las que se unan con usted en esta gran obra.--El Ministerio de la Bondad, 150-151 (1899). Buscad a los que se sienten solos HD99 244 4 Es natural buscar compañía--Es natural buscar compañía. Cada uno hallará compañeros o los hará. Y la intensidad de la amistad determinará la influencia que los amigos ejerzan unos sobre otros, para bien o para mal. Todos tendrán amistades, influirán en ellas y recibirán su influencia. HD99 245 1 Es misterioso el vínculo que une los corazones humanos de manera que los sentimientos, los gustos y los principios de dos personas quedan íntimamente fusionados. El uno recibe el espíritu del otro y copia sus modales y actos. Como la cera conserva la figura del sello, así la mente retiene la impresión producida por el trato y la asociación con otros. La influencia puede ser inconsciente, mas no por eso es menos poderosa.--Joyas de los Testimonios 1:585 (1881). HD99 245 2 Necesidad de buenas compañías--Muchos serían guardados de influencias pecaminosas si estuviesen rodeados de buena compañía y se les hablara palabras de amor y bondad.--Testimonies for the Church 4:364 (1879). HD99 245 3 Fuerza para cada día--Los ángeles, que pueden hacer por vosotros lo que no podéis hacer por vosotros mismos, están esperando vuestra cooperación. Están esperando saber cuál será vuestra respuesta a Cristo. Acercáos a Dios, y los unos a los otros. Mediante la oración silenciosa y el deseo de resistir las agencias satánicas, poned vuestra voluntad de parte de la voluntad de Dios. Si tenéis el deseo de resistir al diablo y oráis con sinceridad, diciendo: "Líbrame de la tentación", el Señor os dará fuerza para cada día.--The Review and Herald, 4 de julio de 1899. Nuestras opiniones y voluntad deben ser sometidas a Dios HD99 245 4 La siguiente carta fue escrita en abril de 1873 a la Sra. Billet de San Francisco, California. La Sra. Billet aún no había tomado su decisión de unirse a los Adventistas del Séptimo Día, y Elena G de White la anima a tomar una firme posición en favor de la verdad. HD99 245 5 Querida Hna. Billet: Me gustaría conversar personalmente con usted, pero como es imposible, voy a usar la forma que mejor se adapta a las circunstancias: voy a dejar que mi pluma silenciosa pueda expresar mis pensamientos y sentimientos. Aunque estamos separadas por centenares de kilómetros de distancia, no la hemos olvidado, y tenemos un profundo interés en que su alma prospere así como su salud. HD99 246 1 Mi querida hermana, ¿está entendiendo más claramente la verdad? En la medida en que afirma sus pies sobre la plataforma de verdad, ¿siente que Dios es más precioso para usted y que está resguardada bajo su refugio? Tenemos una verdad preciosa que armoniza y santifica. Pero no siempre advertimos que esa santificación que deseamos ardientemente, y por la cual oramos, es producida por la verdad y por la providencia de Dios, de la manera que menos esperábamos. Esperábamos gozo, y he aquí tristeza; esperábamos paz, y he aquí que estamos envueltos en pruebas que no podemos evitar, y que siembran duda y desconfianza. Pero estas pruebas son la respuesta a nuestras oraciones, porque el fuego de la aflicción nos purifica y permite que nuestra voluntad sea puesta en conformidad con la voluntad de Dios. Necesitamos pasar por el doloroso proceso de la purificación para llegar a tener la semejanza con nuestro Salvador. Y en ocasiones, aquellos que más queremos sobre la tierra, son los que nos causan las mayores tristezas y pruebas. Ellos pueden pensar que estamos en el error; que hemos seguido la luz equivocada. Quizá piensen que nos estamos engañando y degradando a nosotros mismos por seguir los dictados de la conciencia iluminada en la búsqueda de la verdad como tesoros escondidos. HD99 246 2 El carácter y el camino del cristiano están en marcado contrarse con los de los mundanos. El cristiano no puede encontrar placer en las diversiones y la algazara del mundo, porque tiene atracciones más altas y santas en las cuales poner sus afectos. Su obediencia a Dios muestra que son sus amigos. HD99 246 3 Nuestros ruegos por ayuda divina para asemejarnos a la imagen de Cristo pueden no ser contestados de acuerdo a nuestros deseos. Puede ser que seamos probados si Dios ve que lo mejor para nosotros es ponernos bajo la disciplina, que es tan esencial para capacitarnos para la bendición que anhelamos. Y no debiéramos desanimarnos, ni dar lugar a la duda, ni pensar que nuestras oraciones no han sido contestadas. Debiéramos confiar más en Cristo y dejar nuestro caso a Dios para que responda nuestras oraciones de acuerdo a su voluntad. Dios no ha prometido que va a conceder su bendición sobre los planes que nosotros mismos hacemos; es demasiado sabio para errar y demasiado cuidadoso de nosotros para permitirnos elegir nuestro propio camino. HD99 247 1 Los planes de Dios son siempre los mejores, aunque a veces nos cueste aceptarlos así. La perfección de un carácter cristiano sólo puede obtenerse mediante trabajo, conflicto y renunciamiento. No siempre nos acordamos ni consideramos que el proceso de purificación, doloroso y humillante, es necesario para que alcancemos la semejanza a Cristo. Frecuentemente Dios contesta nuestras oraciones en la forma menos esperada, porque debe ponernos a prueba para que se revele lo que hay en nuestro corazón. A veces nos coloca en circunstancias que demandan un gran ejercicio de la fe viviente, para desarrollar en mayor medida las gracias cristianas. HD99 247 2 Tengamos en mente, querida hermana, cuán preciosos son los dones de Dios, las gracias de su Espíritu, y no tratemos de evitar el proceso de prueba por más doloroso y humillante que parezca. ¡Cuán fácil sería el camino al cielo si no hubiera cruz ni renunciamiento! ¡Cuántos mundanos e hipócritas se apresurarían a recorrerlo! Gracias a Dios por la cruz y la humillación. La vergüenza y la ignominia que pasó nuestro Salvador por nosotros, no debieran ser demasiado humillantes para aquellos que hemos sido salvados por su sangre, si es que tenemos que soportarlas. Comparado con el cielo, es un costo insignificante. HD99 247 3 Querida hermana, seamos pacientes si nos toca en la religión el camino del sufrimiento. Su propia hija amada puede no discernir el misterio de la piedad, y puede pensar que usted es necia y testaruda al tratar de ser peculiar y aun rara para el mundo. Pero no se desanime; si es fiel a su deber, Dios puede tocar el corazón de su hija para que vea el incomparable encanto del amor del Salvador. Para el incrédulo que ama los placeres y la vanidad del mundo, los conscientes observadores del sábado del Señor, pueden parecerle raros y erráticos. Puede preguntarse por qué, si estas cosas son en realidad la verdad, los grandes del mundo, los ministros, los doctores y los entendidos no las aceptan. ¡Es por causa de la cruz! La popularidad y los logros mundanos son demasiado importantes para ellos; demasiado importantes para dejarlos de lado. Sus mentes han sido oscurecidas por el dios de este mundo... HD99 248 1 Nosotros podemos tener a Cristo mientras estamos en nuestras actividades cotidianas; no importa donde estemos y el trabajo que hagamos, podemos ser elevados porque estamos unidos a Cristo. Los deberes humildes de la vida pueden ser ennoblecidos y santificados mediante la seguridad que tenemos en el amor de Dios; y el tener principios correctos dignifica cualquier humilde tarea. El ser conscientes de que somos siervos de Cristo, le da un carácter más elevado a los deberes de cada día, y nos lleva a ser pacientes, perdonadores, alegres y gentiles. Dice Cristo: "Tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar". Juan 16:12... HD99 248 2 Si usted, mi querida hermana, puede ser vista como una mujer firme en sus principios; no temerosa del deber; celosa en ejemplificar a Cristo en su trabajo diario; y si a la vez es humilde, gentil, tierna, paciente y perdonadora, lista a sufrir y perdonar injurias, entonces será una epístola viviente, conocida y leída de todos los hombres. Sus amigos, que desarrollan sus rasgos de carácter de acuerdo al mundo, no están morando en Cristo; no importa cuán elevada sea su profesión. No comprenden el valor del amor de Cristo, porque no tienen un sentido real del gran sacrificio hecho por el Capitán de nuestra salvación para redimirnos de nuestra miseria. Y como no comprenden el valor del sacrificio hecho en su favor, no están dispuestos a hacer ningún sacrificio para salvarse... HD99 248 3 Cristo nos ha comprado con un alto precio, y sin embargo nos recompensará por nuestro servicio a él. Cuando comparamos las inmensurables evidencias de su interés y amor por nosotros, con nuestro pobre servicio a él, podríamos sentirnos tristes y llorar. Pero la recompensa no nos será dada en exacta proporción a nuestro servicio, sino a los motivos y el amor que nos ha movido a hacer el trabajo. La recompensa será de gracia. El manifestará su abundante misericordia hacia nosotros, no porque nuestro trabajo haya sido digno, sino porque nos ama con un amor inmesurable. Cristo le dirá a su fiel y sincero obrero: "Bien, buen siervo y fiel... entra en el gozo de tu Señor". Mateo 25:23. Aun ahora, los ángeles del cielo reconocen nuestros trabajos de amor y justicia, y no seremos olvidados en esta vida. El guardar los mandamientos de Dios también trae su recompensa en el presente: "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo". Salmos 119:165. Cristo nunca coloca cargas sobre sus siervos sin darle las fuerzas para soportarlas. No los abandonará en su adversidad. Y si su corazón y su carne flaquean, él será la fuerza de su corazón y de su alma por siempre. HD99 249 1 Los pecadores hablan de las diversiones del mundo y los placeres del pecado, pero cuando se ven cara a cara con la muerte, no dicen nada de esa "hermosa" vida de pecado que han vivido; sólo ven un futuro terrible y sombrío. ¡Cuánto darían por saber que sus nombres están escritos en el cielo! ¡Cómo se aliviarían sus almas cargadas con el peso del pecado! En cambio el cristiano, no importa la condición en que esté o la circunstancia que soporte, siempre puede decir: "El camino de la santidad es camino de justicia". Por más difícil que sea su situación puede declarar: "Bueno es el Señor, para siempre es su misericordia". HD99 249 2 Mi hermana, esté de buen ánimo; confíe plenamente en el Señor. El la sostendrá y consolará en todas las pruebas que tenga que soportar por amor de su nombre... Grande es el Señor y digno de alabanza.--Carta 9, 1873. Dios nos escucha HD99 249 3 La siguiente carta fue escrita por Elena G. de White a su querida amiga Lucinda Hall, a quien consideraba como un miembro de la familia. HD99 249 4 Querida Lucinda: Cuán triste me sentí al recibir la carta de Asenath en la que nos contaba de la enfermedad que usted está soportando. ¡Oh, que el Señor pueda sostenerla y liberarla de esa aflicción!... HD99 249 5 Oh, Lucinda, no puedo escribirle mucho, pues tengo una extraña opresión sobre mí. Tendremos una sesión especial de oración en su favor. El Señor escuchará nuestra oración y la levantará para que siga cumpliendo su parte en la obra de Dios. Usted ha sido fiel y verdadera, pero no le ha tocado una carga fácil. Que el Señor la sostenga durante la enfermedad con sus brazos eternos, es mi oración. HD99 250 1 La he extrañado mucho desde que nos separamos. Temía que se enfermara pues no podía explicar sus síntomas y tenía una fiebre baja pero constante. Descanse con confianza en las manos de Dios, sin temores ni ansiedad. Dios está con aquellos que diligentemente le buscan. "La oración eficaz del justo, puede mucho". Nuestras oraciones no serán en vano. "Pedid, y recibiréis". Usted se ha entregado al Señor; es su propiedad. El no olvidará el sacrificio que usted ha hecho para el Señor. El obrará por usted, y nadie podrá detenerlo. Sólo tenga fe. Cuánto desearía verla e interceder fervientemente por usted. Aunque estamos lejos, estamos intercediendo desde aquí. El Señor sabe todas las cosas. El puede escucharnos a nosotros aquí, y bendecirla a usted allí... HD99 250 2 Este sábado por la mañana llamamos a los Hnos. Haskell y Lane, y nos postramos en oración a favor de nuestra querida Lucinda. Sentimos que el Señor no dejará de escuchar nuestra oración, sino que sus oídos oirán nuestra petición y le dará la salud a nuestra amada amiga. Continuaremos sosteniéndonos del poderoso brazo de Dios; no podemos tener fe en ningún otro poder ni en ninguna otra destreza. Ningún otro brazo sino el del Señor puede ayudar a nuestra querida Lucinda. Si ella es sanada, será por la oración de fe. Jesús es nuestro gran Liberador. Espero que nuestra amada amiga Lucinda se aferre a sus promesas por sí misma con una fe firme y no fluctuante.--Carta 69, 1874. Una oración por el servicio HD99 251 1 No necesitáis ir hasta los confines de la tierra para buscar sabiduría, pues Dios está cerca. No son las capacidades que poseéis hoy, o las que tendréis en el futuro, las que os darán éxito. Es lo que el Señor puede hacer por vosotros. Necesitamos tener una confianza mucho menor en lo que el hombre puede hacer, y una confianza mucho mayor en lo que Dios puede hacer por cada alma que cree. El anhela que extendáis hacia él la mano de la fe. Anhela que esperéis grandes cosas de él. Anhela daros inteligencia así en las cosas materiales como en las espirituales. El puede aguzar el intelecto. Puede impartir tacto y habilidad. Emplead vuestros talentos en el trabajo; pedid a Dios sabiduría, y os dará.--Palabras de Vida del Gran Maestro, 147. ------------------------Apéndice A -- En casa de Simón HD99 252 1 "Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa". Vers. 36. Cristo no tenía un hogar propio; aquellos que lo invitaban a sus casas lo consideraban demasiado pobre para tener un hogar. Sin embargo, cada casa era su propiedad. HD99 252 2 Simón pensaba que al hacerle esta fiesta, le estaba haciendo un honor a Cristo. Pero a pesar de que todo lo que se ofrecía pertenecía al dueño de casa, Cristo, al aceptar su hospitalidad, estaba dando más de lo que recibía. Cuando se sentó a la mesa del fariseo, en realidad estaba participando de las provisiones concedidas por su Padre. Los escribas y fariseos sólo eran residentes en la propiedad de Dios; su benevolencia les concedía comida y vestido. Si Cristo no hubiera venido como garantía del hombre, éste no hubiera recibido bendiciones. Y las bendiciones que brinda Cristo a los que le reciben, no son sólo del orden temporal; también les brinda el pan de vida. HD99 252 3 Cristo comía tanto con los publicanos y pecadores como con los fariseos. Cuando era invitado a los hogares de los primeros, aceptaba su invitación. En esto ofendía a los escribas y fariseos que pensaban que un buen judío no debía olvidar las murallas de separación que la tradición había erigido. Pero para Dios no existen sectas ni nacionalidades. Cuando Cristo era acusado, respondía: "No he venido a llamar justos, sino pecadores al arrepentimiento". Se colocaba a sí mismo en el camino donde podía tener acceso a las almas que perecían, para plantar las semillas de verdad en esos corazones humanos; semillas que brotarían y darían fruto para la gloria de Dios. HD99 253 1 Aunque Cristo nunca buscó lujo para sí mismo, aceptaba expresiones de respeto y amor hacia él. Lo merecía. Aunque no tenía nada en este mundo que pudiera reclamar como suyo, era el Creador del mundo y todo lo que en él habita. Se hizo pobre siendo rico, para que por su pobreza fuésemos enriquecidos; llevó sobre él las debilidades de la humanidad. Si los ojos humanos hubiesen sido abiertos, se hubiera visto que su fuerza era más grande que la del hombre armado más valiente. Sin embargo, nunca olvidó que era pobre en la estima del mundo. HD99 253 2 La humildad que él mostraba no era una humildad fingida: El era humildad. "Estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo". Filipenses 2:8. Si alguien le hacía un favor, lo bendecía con toda la cortesía y bondad celestiales. Nunca rehusaba una flor que un niño le ofreciera con amor. Aceptaba las ofrendas de los niños y bendecía a los dadores inscribiendo sus nombres en el libro de la vida. HD99 253 3 "Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y que clase de mujer es la que le toca, que es pecadora". Vers. 37-39. HD99 253 4 Al sanar a Simón de su lepra, Cristo lo había salvado de una muerte en vida. Sin embargo, ahora Simón cuestionaba si Cristo sería profeta. Debido a que Cristo permitió que esta mujer se le aproximara; debido a que no la despreció indignado como a alguien cuyos pecados eran demasiado grandes para ser perdonados; debido a que no pareció reconocer en ella a alguien que había caído, Simón estuvo tentado a pensar que él no era profeta. Su corazón se llenó de desconfianza e incredulidad; Cristo no sabe nada de esta mujer, pensó, de otra manera no le permitiría esas demostraciones; no le permitiría que lo tocase. HD99 254 1 Pero Simón no era capaz de leer el corazón de su huésped. Fue su ignorancia del verdadero Dios y de Jesucristo a quien había enviado, que lo llevó a pensar de esa manera. Todavía no se había convertido plenamente de su farisaísmo. No podía entender que en tales ocasiones el Hijo de Dios debía actuar como Dios lo hace: con ternura, compasión y misericordia. Su actitud era no reconocer la acción humilde y penitente de María; que ella besara los pies de Cristo y los ungiese, lo exasperaba. Pensó que si realmente Cristo era profeta, debía reconocer a los pecadores y rechazarlos. HD99 254 2 Leyendo sus pensamientos, Cristo le respondió aún antes de que Simón hablara, demostrándole que era el Profeta de los profetas. "Simón--le dijo--, una cosa tengo que decirte... Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con que pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado". Vers. 40-43. HD99 254 3 Como hizo Natán con David, Cristo cubrió la verdad con el velo de una parábola. Puso sobre su anfitrión la carga de pronunciar sentencia sobre sí mismo. Esta forma de presentarle el asunto, hizo sentir a Simón muy molesto. El mismo había llevado al pecado a la mujer que ahora despreciaba. Ella había sido terriblemente perjudicada por él. Y en la parábola de los dos deudores, la experiencia de ambos estaba representada. El pecado de Simón había sido diez veces más grande que el de la mujer, como la deuda de quinientos denarios era más grande que la de cincuenta. HD99 254 4 Ahora Simón comenzaba a verse a sí mismo en una nueva luz. Ahora veía cómo un verdadero profeta en todo el sentido de la palabra, había tratado a María. Ahora comprendía que con su agudo ojo profético, Cristo había leído el corazón de amor y devoción de María. Simón estaba avergonzado; sentía que estaba en la presencia de un Ser superior a él. HD99 255 1 Simón había dudado que Cristo fuese profeta; pero al mostrar su conocimiento acerca de esta mujer, Cristo dio evidencias de su carácter profético. Sus poderosas obras, sus milagros, su maravillosa instrucción, su paciencia y humildad, todas eran evidencias de su divinidad. Simón no tendría por qué haber dudado. HD99 255 2 "Entré en tu casa--continuó Jesús--, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies". Vers. 44-45. La atención de lavar los pies y dar un beso de bienvenida, no se mostraba invariablemente a todos los huéspedes; sólo se lo hacía con aquellos a quienes se deseaba mostrar un aprecio especial. Cristo debía haber recibido estas atenciones de parte de su anfitrión, pero éste no lo había hecho. HD99 255 3 Cristo le recordó a Simón las oportunidades que había tenido de mostrar su amor por su Señor y su aprecio por lo que había hecho por él. Y con delicada cortesía también les recordó a sus discípulos que su corazón se entristece cuando sus hijos descuidan expresar su gratitud hacia él en palabras y hechos de amor. Algunos pueden pensar que este mensaje de la Escritura no está más en vigencia, pero no es así. HD99 255 4 Pablo nos recuerda que [también] toda mujer debe ser honrada, "si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra". 1 Timoteo 5:10. HD99 255 5 Muchos necesitan simpatía y aprecio, y aquellas que lavan "los pies de los santos" deben tener un juicio santificado para ser capaces de reconocer "los santos". El mensajero de Dios puede tener un vestido gastado y manchado por la jornada, pero puede ser un ángel encubierto. Los ángeles, sin ser reconocidos, hablan con los hombres, pronunciando palabras que son agua de vida para sus almas. Se la miraba a María como una gran pecadora; pero Cristo, que conocía las circunstancias, la veía como podía llegar a ser: con una gran capacidad para el bien. Veía el lado mejor de su carácter y sabía que, mediante su gracia, llegaría a ser participante de la naturaleza divina, y que purificaría su alma al obedecer la verdad. HD99 256 1 Cristo podría haber extinguido toda chispa de esperanza en el alma de María, pero no lo hizo. Aquel que lee los motivos del corazón, sabía qué sentimientos habían llevado a María a hacer lo que había hecho, y también conocía el espíritu que estaba detrás de las palabras de Simón. "Ves esta mujer--le dijo--, sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados". Vers. 44-48. HD99 256 2 Aquellos que estaban presentes, que habían visto a Cristo resucitar a Lázaro de los muertos, y que ahora vivían esta experiencia en la casa de su tío, comenzaron a preguntarse, diciendo: "¿Quién es éste, que también perdona pecados?" Pero Cristo continuó diciéndole a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vé en paz". Vers. 49-50. HD99 256 3 Cristo conoce las circunstancias de cada alma. Podéis decir, soy pecador, muy pecador. Puede ser que lo seáis. Pero cuánto más pecadores, tanto más necesitáis de Jesús. Nunca rechaza al alma desconsolada y contrita. Tampoco le revela todo lo que sabe acerca de ella; sólo le ordena a cada alma temblorosa que cobre ánimo. No rechazará a ningún alma penitente y creyente que se acerca a él; perdonará a todo aquel que viene a buscar perdón y restauración. HD99 256 4 Pero para conocer realmente a Jesús, se requiere un cambio del corazón. La persona en su estado natural de depravación, no convertida, no puede amar a Cristo. El amor a Jesús es el primer resultado de la conversión. Y la prueba de nuestro amor está declarada: "Si me amáis, guardad mis mandamientos... Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor". Juan 14:15; 15:10. HD99 256 5 Cristo podría ordenar a los ángeles del cielo que derramaran las copas de su ira sobre este mundo lleno de hipocresía y pecado, y que destruyeran a los que están llenos de odio hacia Dios. Podría hacer desaparecer este punto oscuro de su universo, pero no lo hace. En lugar de ello, está junto al altar del incienso presentando ante el Padre las oraciones de aquellos que desean su ayuda. "¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". Romanos 8:34. HD99 257 1 Debemos amar y confiar en Jesús. A todos los que son obedientes, los elevará paso a paso en la medida en que puedan avanzar junto a Aquel que quita los pecados, hasta que, iluminados por la luz que irradia desde el trono de Dios, puedan respirar el aire de las cortes celestiales. Junto a su gran Intercesor, los pecadores arrepentidos están por encima de cualquier lucha o de lenguas acusadoras. "¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis". 1 Pedro 3:13-14. HD99 257 2 Ningún ser humano, aunque se una con los ángeles malos, puede acusar al alma que huye para buscar refugio en Cristo. El ya ha unido al alma creyente a su propia naturaleza divino-humana. En su obra mediadora, su divinidad y su humanidad están unidas; y de esta unión pende toda la esperanza del mundo.--The Signs of the Times, 9 de mayo de 1900. ------------------------Apéndice B -- El ministerio público de Elena G. de White HD99 258 1 En su ministerio público, Elena G. de White acostumbraba hacer apelaciones y llamados que requerían una respuesta por parte de la audiencia. A continuación se presentan diversas circunstancias en la que ella consideró conveniente hacer un llamado. HD99 258 2 Durante los primeros tiempos en Battle Creek--Asistí a la reunión en la Iglesia de Battle Creek. Aproximadamente durante una hora hablé con libertad a los hermanos acerca de que la caída de Adán trajo desgracia y muerte, y que Cristo trajo a la luz la vida y la inmortalidad mediante su humillación y muerte. Sentí que debía instar a la gente en cuanto a la necesidad de una entera consagración a Dios: la santificación del ser entero, alma, cuerpo y espíritu. Hablé de la muerte de Moisés y la visión que tuvo de la tierra prometida de Canaán. Hubo profundidad de sentimiento en la congregación... En la reunión esa noche, llamé al frente a los que tenían un deseo de ser cristianos. Se adelantaron trece. Todos dieron testimonio para el Señor. Fue una buena obra (Diario, Enero 12, 1868).--Mensajes Selectos 1:167. HD99 258 3 Un ferviente trabajo en Míchigan--Se celebraron reuniones todo el día. Mi esposo habló en la mañana; el Hno. Andrews en la tarde. Entonces presenté mis reflexiones bastante largas, suplicando a los que se habían interesado por las reuniones que comenzaran a servir a Dios desde ese día. Llamamos al frente a los que deseaban comenzar en el servicio del Señor. Vino adelante un buen número. Hablé varias veces, suplicando a las almas que rompieran las ataduras de Satanás y comenzaran entonces. Una madre fue a su hijo y lloró y le suplicó. Parecía duro, terco e inflexible. Entonces me levanté, me dirigí al Hno. D y le rogué que no se interpusiera en el camino de sus hijos. El se sobresaltó, se levantó, habló y dijo que comenzaría desde ese día. Con corazón alegre, todos oyeron eso. El Hno. D es un hombre de gran valor. HD99 259 1 Entonces se levantó el esposo de la Hna. E, testificó que quería ser cristiano. Es un hombre de influencia: abogado. Su hija estaba inquieta en el asiento. El Hno. D entonces añadió sus súplicas a las nuestras. La Hna. D también [suplicó] a sus hijos. Suplicamos y al fin prevalecimos. Todos pasaron adelante. Los padres y todos los hijos y otros padres siguieron su ejemplo. Fue un día de alegría. La Hna. E dijo que era el día más feliz de su vida (Diario, Febrero 19, 1868).--Mensajes Selectos 1:167-168. HD99 259 2 Buena respuesta--Hablé en la tarde acerca de 2 Pedro. Hablé con libertad. Después de hablar una hora, invité que se adelantaran los que querían ser cristianos. Pasaron adelante entre treinta y cuarenta, tranquilamente, sin excitación, y ocuparon los asientos delanteros. Les hablé de hacer una entrega completa a Dios. Pasamos unos momentos orando por los que se habían adelantado. Tuvimos unos preciosos momentos de oración. Pedimos que los que querían ser bautizados, lo manifestaran levantándose. Se levantó un buen número (Diario, Junio 9, 1873).--Selected Messages 1:168. HD99 259 3 Una respuesta después de alguna vacilación--Hablé en la tarde [en Stanley, Virginia] de. Juan 17:3. El Señor me dio abundantemente de su Espíritu Santo. El local estaba lleno. Pedí que pasaran adelante los que querían buscar al Señor más fervientemente y también los que querían entregarse al Señor como un sacrificio pleno. Por un tiempo, nadie se movió, pero después muchos pasaron adelante y dieron testimonios de confesión. Pasamos preciosos momentos en oración y todos se sintieron quebrantados, llorando y confesando sus pecados. ¡Ojalá todos pudieran entender! (Diario, Noviembre 9, 1890).--Selected Messages 1:168-169. HD99 260 1 Los comienzos de la obra en Suiza--Las reuniones del sábado y del domingo fueron momentos preciosos para aquellos que asistieron. El Señor bendijo especialmente la reunión del domingo por la tarde. Todos escuchaban con el más profundo interés. Al final, se hizo la invitación a todos aquellos que deseaban ser cristianos, y que sentían que no habían tenido una comunión viva con Dios, que pasaran al frente para unir nuestras oraciones con las de ellos a fin de pedir el perdón de sus pecados y gracia para resistir la tentación. Era una nueva experiencia para muchos de estos hermanos en Europa, pero no dudaron en hacerlo. Parecía que toda la congregación se había puesto de pie. Lo mejor que pudieron hacer fue sentarse nuevamente y buscar juntos al Señor en oración. He aquí una congregación entera que manifestaba su determinación de dejar el pecado y buscar fervientemente a Dios... HD99 260 2 Después de la oración, se dieron 115 testimonios. Muchos de ellos demostraron una genuina experiencia en las cosas de Dios.--The Review and Herald, 3 de noviembre de 1885. HD99 260 3 Una visita a Cristianía (ahora Oslo), Noruega--Pasamos dos semanas en Cristianía y trabajamos fervientemente por la iglesia. El Espíritu de Dios me movió a dar un testimonio muy claro. Especialmente durante la última reunión les presenté la necesidad de un cambio completo en el carácter si querían ser hijos de Dios. En relación con los cultos, les dije que cuando venían ante el Señor, debían hacerlo con corazones subyugados y reverentes. La casa de culto era un lugar sagrado, no un lugar para manifestar malicia, crítica, descontento y amargura. Los insté a que comprendieran la necesidad de un profundo arrepentimiento, la confesión y el abandono de los pecados que habían ahuyentado al dulce Espíritu de Cristo de la iglesia. Llamamos entonces para que pasaran al frente los que querían colocarse decididamente del lado del Señor. Muchos respondieron. Se hicieron algunas buenas confesiones y se presentaron fervientes testimonios.--The Review and Herald, 19 de octubre de 1886. HD99 261 1 Recuperación de apóstatas en Basilea, Suiza--El sábado 19 de febrero, hablé a la gente a las nueve de la mañana. El Señor me concedió su Santo Espíritu para hablarles de las tentaciones de Cristo en el desierto. A las tres de la tarde, volvimos para una reunión de testimonios. Les hablé nuevamente de la necesidad de contemplar más tiempo los sufrimientos de Cristo y simpatizar con él. Entonces pedí a los que deseaban que se orara por ellos que pasaran al frente. El lugar se llenó rápidamente y mi corazón se conmovió cuando vi a toda la congregación de pie. Les pedí que se sentaran donde estaban y que buscáramos al Señor juntos. Antes de la oración, se dieron muchos testimonios en rápida sucesión y con profundo sentimiento. Se notaba que el Espíritu de Dios había tocado los corazones; hubo confesiones y lágrimas. Nos alegramos de ver esas manifestaciones, pues es justamente lo que el pueblo necesita para humillar sus corazones y confesar sus pecados ante Dios. Y el Señor aceptará su arrepentimiento y sus esfuerzos por buscarlo. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". 1 Juan 1:9.--The Review and Herald, 19 de abril de 1887. HD99 261 2 Un caso notable en Australia--El sábado 25 de mayo tuvimos una hermosa experiencia en el salón donde nuestro pueblo se reunía en en el norte de Fitzroy. Varios días antes de la reunión se me había pedido que hablara a la iglesia el sábado, pero desafortunadamente tenía un fuerte resfrío y estaba afónica. Sentía deseos de excusarme por mi salud. Pero siendo que era mi única oportunidad, pensé: "Voy a presentarme delante del pueblo creyendo que Dios responderá mis fervientes oraciones y sanará mi afonía a fin de poder presentar el mensaje a la gente". Le recordé a mi Padre su promesa: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá... Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará buenas cosas a los que le pidan?". Y nuevamente Cristo dice: "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo". Mateo 7:7-8; Juan 14:13. HD99 262 1 La Palabra de Dios es segura; lo había pedido, y creía que sería capacitada para hablar a la gente. Había seleccionado una porción de la Escritura, pero cuando me paré a hablar se me fue de la mente, y fui impresionada a referirme al primer capítulo de la segunda carta del apóstol Pedro. Y el Señor me dio plena libertad para hablar del valor de la gracia de Dios. ¡Cuánto debemos apreciar su gracia! El apóstol dice: "Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia". 2 Pedro 1:2-4. HD99 262 2 Al final de la predicación me sentí impresionada por el Espíritu de Dios a extender una invitación a todos los que deseaban entregarse plenamente al Señor, que pasaran al frente... Lo hicieron cerca de treinta personas, entre ellas las esposas de dos hermanos que por primera vez manifestaban su deseo de acercarse a Dios. Mi corazón se llenó de gratitud a Dios por la decisión de estas dos mujeres. Entonces comprendí por qué había sido impresionada a hacer esa invitación. Al principio dudé en hacerla debido a que solamente mi hijo y yo estábamos allí para ayudar a los que pasaran. Pero sentí como si una voz me hubiera hablado, y el pensamiento llegó a mi mente: "¿No puedes confiar en el Señor?" Entonces respondí: "Lo haré, Señor". HD99 262 3 Aunque mi hijo se mostró muy sorprendido de que hiciera tal llamado en esa ocasión, estuvo listo para responder. Nunca lo escuché hablar con tanto poder y sentimiento como en esa ocasión. Llamó a los Hnos. Faulkhead y Salisbury al frente, y nos arrodillamos en oración. Mi hijo hizo la primera oración, y seguramente el Señor aceptó su petición, porque la hizo como si estuviera en la misma presencia de Dios. Los dos hermanos también elevaron fervientes oraciones, y cuando me tocó el turno a mí, el Señor nuevamente me dio la voz para orar. Recordé en mi oración a las dos hermanas que por primera vez habían hecho su decisión pública por la verdad. El Espíritu Santo estaba en la reunión y muchos fueron conmovidos por sus llamados. HD99 263 1 Al finalizar la reunión, muchos llegaron hasta la plataforma para tomarnos de la mano y pedir con lágrimas que oráramos por ellos. Les prometí hacerlo. Entonces nos presentaron las hermanas que habían tomado su decisión; hallé que sus corazones eran muy tiernos... HD99 263 2 La madre de una de estas hermanas que se habían decidido públicamente por la verdad, había sido una amarga opositora, y había amenazado a su hija que si decidía guardar el sábado, no le permitiría entrar más a su casa puesto que la consideraría una desgracia para la familia. HD99 263 3 La misma hermana que ahora había tomado la decisión, había declarado que nunca se uniría a los adventistas. Había sido criada en la fe presbiteriana, y había sido educada a pensar que era impropio que una mujer hablara en la iglesia, y mucho menos predicar. Había gozado las predicaciones de los pastores Daniells y Corliss, y pensaba que eran buenos predicadores; pero ella nunca escucharía a una mujer predicadora. En cambio, su esposo le había pedido al Señor que arreglara las cosas de tal manera que ella pudiera ser convertida mediante el ministerio de la Hna. White. HD99 263 4 Cuando hice el llamado e invité a todos los que quisieran acercarse a Dios a que pasaran al frente, para sorpresa de todos, estas dos hermanas lo hicieron. La hermana que había perdido a su pequeña criatura, mencionó posteriormente que estaba determinada a no aceptar el llamado; pero el Espíritu de Dios había impresionado su mente con tal fuerza, que no se animó a rechazarlo... HD99 263 5 Me siento tan agradecida a mi Padre celestial por su amor y bondad al traer a estas dos preciosas almas para que se unieran a sus esposos en obedecer la verdad.--The Review and Herald, 30 de julio de 1895. HD99 264 1 Un trabajo similar en cada iglesia--El sábado 10 de noviembre visité San Francisco, y hablé a una iglesia llena de gente que tenía oídos para oír y corazones para entender. Parecían estar hambrientos de la Palabra del Señor, y creo que tenían un propósito definido al escucharla. Mientras hablaba las palabras de vida en un lenguaje simple y claro, sentía que Jesús estaba con nosotros tocando y subyugando los corazones. Evidentemente el Espíritu Santo estaba obrando; ¡Oh, cómo mi corazón rogaba por esas preciosas almas a quienes estaba invitando a mirar a Jesús y vivir! HD99 264 2 Al terminar de hablar, el pastor Corliss invitó a todos los que quisieran entregarse a Jesús, que pasaran al frente. La respuesta fue rápida y feliz, y se me dijo que cerca de doscientas personas lo hicieron; hombres y mujeres, jóvenes y niños se apretujaban en las bancas del frente. El Señor desearía que un trabajo similar pudiera hacerse en cada iglesia. HD99 264 3 Muchos no pudieron acercarse al frente porque la iglesia estaba colmada; pero en sus rostros felices y en sus lágrimas parecían decir: "Quiero estar del lado del Señor; de ahora en adelante voy a procurar con fervor alcanzar una norma más alta".--The Review and Herald, 12 de Febrero de 1901. HD99 264 4 En la Sesión de la Asociación General de 1909--Mis hermanos y hermanas, buscad al Señor mientras puede ser hallado. Viene un período cuando los que han malgastado su tiempo y oportunidades desearán haber buscado al Señor... El quiere que os mantengáis de parte de la razón y del trabajo. Quiere que vayáis a vuestras iglesias para trabajar fervientemente para él. Quiere que organicéis reuniones para los que no pertenecen a la iglesia, a fin de que conozcan las verdades de este último mensaje de amonestación. Hay lugares donde seréis recibidos con alegría, donde las almas os agradecerán por ir en su ayuda. El Señor os ayude a ocuparos de esa obra como nunca lo habéis hecho antes. ¿Haréis esto? ¿Os pondréis de pie aquí y testificaréis de que haréis de Dios vuestra confianza y vuestro ayudador? [La congregación se levanta] HD99 264 5 [Orando] Te agradezco, Señor Dios de Israel. Acepta esta promesa de estos tus hijos. Pon tu Espíritu sobre ellos. Veamos la salvación de Dios mientras hablen la palabra de verdad. Amén.--Mensajes Selectos 1:176-177. ------------------------Apéndice C -- Documentos relacionados con la ordenación de la mujer HD99 266 1 Un material preparado por el Patrimonio Elena G. de White, y presentado en el Concilio Ministerial del Congreso de la Asociación General en 1990. Acontecimientos que ocurrieron durante la vida y experiencia de Elena G. de White HD99 266 2 1. Una resolución de ordenar a las mujeres fue considerada en el Congreso de la Asociación General de 1881. No se tomó decisión alguna. Las actas incluyeron las siguientes declaraciones: HD99 266 3 "Resuelto, que las damas que posean las calificaciones necesarias para llenar ese cargo puedan, con perfecta propiedad, ser separadas por ordenación para la obra del ministerio cristiano. Este tema fue discutido por J. O. Corliss, A. C. Bourdeau, E. R. Jones, D. H. Lamson, W. H. Littlejohn, A. S. Hutchins, D. M. Canright, and J. N, Loughborough, y derivado a la Junta de la Asociación General".--The Review and Herald, 20 de diciembre de 1881. HD99 266 4 Elena G. de White no asistió al Congreso de la Asociación General de 1881. Su esposo había muerto el 6 de agosto de ese año, y dos semanas después ella salió de Battle Creek rumbo a California. No regresó a Míchigan hasta agosto de 1883. HD99 267 1 2. Por muchos años, Elena G. de White recibió una credencial ministerial por parte de la Asociación de Míchigan, y posteriormente por parte de la Asociación General. Sin embargo, nunca fue ordenada por la imposición de manos humanas, ni realizó bautismos, casamientos o la organización de iglesias. HD99 267 2 3. En 1895, Elena G. de White recomendó la ordenación de mujeres que se dedicaran al tipo de trabajo que realizan las diaconisas: HD99 267 3 "Aquellas damas que tienen voluntad de consagrar algo de su tiempo para el servicio a Dios, debieran ser elegidas para visitar a los enfermos, atender a los jóvenes y ministrar a los pobres. Debieran ser separadas para esta tarea por la oración y la imposición de manos. En algunos casos necesitarán el consejo de los dirigentes de la iglesia o del pastor. Pero si son mujeres consagradas que mantienen una comunión vital con Dios, serán un poder para el bien de la iglesia. Este es otro medio para fortalecer y hacer crecer la iglesia".--The Review and Herald, 9 de julio de 1895. HD99 267 4 Varias mujeres fueron ordenadas como diaconisas durante el tiempo del ministerio de Elena G. de White en Australia. El 10 de agosto de 1895, la comisión de nombramientos de la iglesia de Ashfield en Sidney, presentó un informe que fue aprobado. Las actas del secretario declaraban: "Inmediatamente después de la elección, los nuevos dirigentes fueron llamados a la plataforma, y los pastores Corliss y McCullagh apartaron al anciano, los diáconos y las diaconisas por la oración y la imposición de manos". HD99 267 5 Varios años más tarde, en la misma iglesia, el pastor Guillermo White ofició en la ordenación de los nuevos oficiales de iglesia. Las actas de la iglesia para el 7 de enero de 1900, declaraban: "El sábado anterior los nuevos oficiales fueron nombrados y aceptados para el presente año, y en el día de hoy el pastor White ordenó e impuso las manos sobre los ancianos, diáconos y diaconisas".--Citado en Adventist Review, 16 de enero de 1986. HD99 267 6 4. Varias damas recibieron "Licencia de Predicadora" por parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, durante la vida de Elena G. de White, entre ellas se encontraban: HD99 268 1 (De los archivos de la Asociación General) HD99 269 1 Algunas de las damas en la lista fueron empleadas por la Iglesia. Otras, como en el caso de Margaret Caro, una dentista, eran obreras de sostén propio. HD99 269 2 5. Elena G. de White hizo tres declaraciones que a veces son usadas como evidencia de que ella apoyaba la ordenación de mujeres al ministerio: HD99 269 3 En 1898 declaró que "Hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio evangélico". El contexto de esta declaración parece indicar que estaba hablando de la participación de las esposas de los ministros. Ella escribió: HD99 269 4 "Varias hermanas me han escrito pidiendo mi consejo acerca de si las esposas de los ministros debieran adoptar niños. ¿Les aconsejaría a ellas asumir esa clase de tarea? A algunas de ellas que miraban favorablemente esta posibilidad les respondí: No; el Señor quiere que usted ayude a su esposo en la obra. Si el Señor no le ha dado hijos propios, no debe cuestionar su sabiduría. El sabe lo que es mejor. Consagre todos sus talentos a ser una obrera cristiana. Usted puede ayudar a su esposo de muchas maneras; puede ayudarlo directamente en su trabajo; puede mejorar su intelecto; puede ser una buena ama de casa usando las habilidades que Dios le ha dado, y sobre todo, puede ayudarle a dar el mensaje. HD99 269 5 Hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio evangélico. En muchos aspectos pueden hacer aun mejor que los ministros que a veces descuidan visitar el rebaño del Señor. Cuando sea posible, ambos esposos debieran unirse en ese trabajo. Hay un camino abierto para el trabajo de mujeres consagradas. Pero el enemigo se alegraría si estas mujeres a quien Dios podría usar para ayudar a centenares de personas, dedicaran su tiempo y esfuerzos a una sola criatura que requeriría constante cuidado y atención".--Manuscript Releases 5:325-326. HD99 269 6 En el año 1900, Elena G. de White publicó el tomo 6 de los "Testimonios", que incluía una sección titulada: "El colportor como obrero evangélico". Allí declaraba: HD99 269 7 "Todos los que deseen tener una oportunidad de ejercer un verdadero ministerio, y que quieran entregarse sin reserva a Dios, hallarán en el colportaje oportunidades de hablar de las muchas cosas concernientes a la vida futura e inmortal. La experiencia así ganada será del mayor valor para los que se están preparando para el ministerio. Es el acompañamiento del Espíritu Santo de Dios lo que prepara a los obreros, sean hombres o mujeres, para apacentar la grey de Dios".--Joyas de los Testimonios 2:541. HD99 270 1 Finalmente, en 1903 Elena G. de White escribió: HD99 270 2 "El Señor llama a todos los que están conectados con nuestros sanatorios, casas publicadoras y escuelas a enseñar a la juventud a realizar obra evangelizadora. Nuestro tiempo y energías no debieran estar tan ocupados en establecer sanatorios, fábricas de alimentos y restaurantes, que las otras ramas del trabajo sea descuidadas. Jóvenes y señoritas que debieran estar dedicados al ministerio, a la obra bíblica y al colportaje, no debieran ser puestos a realizar trabajos mecánicos. HD99 270 3 La juventud debiera animarse a asistir a los colegios donde se ofrece entrenamiento para los obreros cristianos, instituciones que debieran parecerse más y más a las escuelas de los profetas. Estos colegios han sido establecidos por el Señor, y si son conducidos de acuerdo con sus propósitos, la juventud estará rápidamente preparada para entrar en las varias líneas de trabajo misionero. Algunos podrán entrar a la obra misionera como enfermeros, otros como colportores y otros como ministros del Evangelio".--Testimonies for the Church 8:229-230. HD99 270 4 6. Elena G. de White hizo dos declaraciones acerca de su propio llamado como mensajera del Señor. Ella escribió: HD99 270 5 "A la edad de 78 años todavía continúo trabajando. Todos estamos en las manos del Señor. Yo confío en él porque sé que nunca dejará ni abandonará a aquel que pone su confianza en él. Por eso me he puesto bajo su cuidado. HD99 270 6 Y doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio".--The Review and Herald, 26 de julio de 1906. HD99 270 7 "Dios me ordenó como su mensajera en la ciudad de Portland, y allí comenzaron mis primeras labores en la verdad presente".--The Review and Herald, 18 de mayo de 1911. HD99 271 1 Debiera recordarse que Elena G. de White recibió su primera visión en Portland, Maine, en diciembre de 1844. Poco después el Señor le pidió que compartiera con otros lo que había visto. HD99 271 2 7. Elena G. de White no estuvo envuelta en los movimientos por los derechos de la mujer. Cuando se le urgió a unirse en la cruzada por el voto de la mujer, declinó la invitación. En esa ocasión le escribió a su esposo lo siguiente: HD99 271 3 "Visité a la Sra. Graves. Ella tiene una carga sobre su mente y desde que supo que yo estaba en casa había estado intentando verme. Me dijo que creía que debía compartir sus sentimientos conmigo. Deseaba que yo considerara el asunto del voto de las mujeres. Ella dice que las mujeres deberían votar, porque se están legalizando cosas de carácter alarmante en Francia y en San Luis, y que se hizo un esfuerzo en Chicago por legalizarlas, pero fracasó. Se están legalizando casas de mala fama; y las mujeres que andan solas en esas ciudades, si se sospecha que pueden ser mujeres de la vida, las autoridades estudian su caso. Si están enfermas, son puestas al cuidado de médicos hasta que estén curadas, y entonces son llevadas a las casas de mala fama para que los hombres satisfagan su lujuria con ellas. No se les hace exámenes a los hombres. Donde estas leyes son puestas en efecto, el crimen y la inmoralidad recuerdan las condiciones del mundo antediluviano. HD99 271 4 "La Sra. Graves considera el asunto del aumento del crimen y la desmoralización de la sociedad de la misma manera en que yo lo veo, y dice que las mujeres deberían votar para detener este tipo de leyes. Tuvimos una larga charla con relación a la temperancia. Ella ha estado pensando y meditando estas cosas, y su mente está madura para una decisión. Sin embargo, le dije que mi mente no está preparada para estas cosas. Mi obra es de otro carácter. Sin embargo, estamos haciendo más que cualquier otro pueblo en el mundo por la obra de temperancia, y estamos en favor de leyes contra el tabaco y el licor".--Manuscript Releases 10:69. HD99 271 5 8. Al parecer, Elena G. de White nunca sugirió que la Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzara la práctica de ordenar mujeres al ministerio evangélico. Su secretario, C. C. Crisler, dice que ella había sido muy cauta en este asunto. La siguiente correspondencia parece mostrarlo: "Sr. Clarence Crisler, Sanatorio, California. HD99 272 1 "Apreciado Hno. Crisler, Quisiera que me enviase información acerca de un artículo escrito por Elena G. de White en la Review and Herald, en la década de 1890, probablemente en 1892 o 1893, en el que habla de apartar, por la oración y la imposición de manos, a algunas mujeres que pueden dedicar parte de su tiempo a la obra misionera. HD99 272 2 "La razón por la que le pido esta información es porque en una reunión reciente, el pastor Andross apartó a algunas mujeres por la imposición de manos, y cuando le pregunté con qué autoridad lo hacía, me refirió a usted. Yo he sido instructora bíblica por varios años, y recientemente he recibido una credencial ministerial; por eso deseo tener esa información. HD99 272 3 "Por favor, envíeme el material enseguida ya que quisiera tenerlo para la reunión de la Unión del Sudoeste que sesiona a partir del 7 de abril. Por favor, envíeme dos o tres copias, ya que el presidente de nuestra Asociación también quiere tener una".--Sra. Cox, 134 Avenida Agarita, San Antonio, Texas. "Sra. Cox, San Antonio Texas. HD99 272 4 "Aprecida Hna. Cox, Tengo su carta del día 12, en la que me consulta acerca de la ordenación de las mujeres que dedican algún tiempo a la obra misionera, particularmente acerca de una declaración de Elena G. de White que usted cree que ella escribió durante la década de 1890 en la Review. HD99 272 5 "Siendo que la pregunta requerirá algún estudio e investigación de mi parte, y siendo que tengo que viajar mañana por la mañana a Mountain View por algunos días, tengo que excusarme por no enviarle el material inmediatamente. A mi regreso la semana que viene, le escribiré nuevamente, esperando enviarle copia de ese material que me solicita. Sin embargo debo decirle que he entendido que esa declaración no recomienda positivamente la ordenación de mujeres al ministerio evangélico, sino que se refiere básicamente a la ordenación de mujeres temerosas de Dios para que sean diaconisas en las iglesias locales. Pero le comentaré más extensamente cuando le escriba otra vez. HD99 273 1 "Espero escribirle nuevamente alrededor del día 28, a la misma dirección. Si usted viaja, será bueno dejar la nueva dirección al correo para que puedan enviársela a fin de que tenga la información antes de la reunión de la Unión". Clarence Crisler. "Sra. Cox HD99 273 2 "Apreciada Hna. Cox: En mi carta del 22 de marzo, no me fue posible enviarle una copia del artículo que me había solicitado, pero me aventuré a decirle que mi impresión era que ese artículo no recomendaba positivamente la ordenación de mujeres al ministerio evangélico, sino que básicamente se refería a la ordenación de mujeres temerosas de Dios como diaconisas en las iglesias locales. HD99 273 3 "Desde que le escribí, he encontrado el artículo de referencia, y he sacado copias. Adjunto, encontrará copia de este artículo.--The Review and Herald, 9 de julio de 1895. También estoy enviando una copia al presidente de su Asociación, pastor E. L. Neff, y al presidente de su Unión, pastor J. W. Christian, a fin de que sepan lo que le he enviado a usted. HD99 273 4 "Aunque no es parte de mi tarea [en el Patrimonio White] interpretar lo que ha sido escrito, perdóneme por expresar mi convicción de que este artículo publicado en la Review, no se refiere a la ordenación de mujeres al ministerio evangélico, sino más bien toca el tema de apartar para deberes especiales a ciertas mujeres temerosas de Dios, en las iglesias donde las circunstancias se presten para ello. HD99 273 5 "Quisiera agregar además que la Hna. White fue personalmente muy cuidadosa en relación al asunto de ordenar mujeres como ministros del Evangelio. A menudo ella habló de los peligros a los que estaría expuesta la Iglesia por esta práctica, frente a un mundo opuesto a esto. Debo decirle que nunca he visto una declaración proveniente de su pluma en la que recomiende, en forma oficial y formal, la ordenación de mujeres al ministerio evangélico, para realizar las labores públicas que se esperan de un ministro ordenado. HD99 274 1 "No estoy sugiriendo con esto--y mucho menos declarando--, que las mujeres no están capacitadas para la obra pública, y que no debieran ser ordenadas jamás. Simplemente estoy diciendo que, de acuerdo a mi conocimiento, la Hna. White nunca recomendó a los dirigentes de la Iglesia separarse de la costumbre general de la Iglesia en este asunto". Clarence Crisler. Conclusión HD99 274 2 Durante la vida de Elena G. de White, la cuestión de la ordenación de la mujer no fue un asunto prioritario en su agenda. Sus mayores energías fueron dedicadas a lograr mayor unidad y espiritualidad en la Iglesia. ------------------------Apéndice D -- El uso del diezmo HD99 275 1 Lo que sigue es parte de una carta escrita por Elena G. de White el 16 de marzo de 1897 desde "Sunnyside", su hogar en Australia. Fue dirigida al pastor A. G. Daniells, y trata el tema del uso del diezmo. La carta completa se encuentra en.--Manuscript Releases 13:281-286. HD99 275 2 Le estoy enviando esta mañana una carta que escribí a los Estados Unidos de América ayer por la mañana, para que vea cómo considero el asunto de usar el dinero del diezmo para otros propósitos. Este es el fondo especial del Señor y tiene un propósito especial. Nunca entendí tan plenamente este tema como ahora lo entiendo. Cuando se me hicieron preguntas que debía responder desde aquí, recibí instrucción especial del Señor en cuanto a que el diezmo tiene un propósito particular; que es consagrado a Dios para sostener a los ministros en la obra sagrada a la que el Señor los ha elegido, no sólo dar sermones sino ministrar a otros. Se debiera comprender claramente lo que esto significa: que haya comida en la casa de Dios; que haya una tesorería bien provista, y que no se distraiga el dinero para otros propósitos. Debiera hacerse una obra especial para despertar a la gente que cree en la verdad, a fin de que den un diezmo fiel, que pueda alcanzar para animar y sostener a los ministros. HD99 275 3 Sé que siempre habrá tentaciones para derivar el dinero del diezmo a otros propósitos; pero el Señor se ha reservado esta porción sagrada como propia, para usarla para el sostén de los ministros del Evangelio. Si se toman medidas para reducir la fuerza de trabajo que lleva el mensaje de verdad, como se ha hecho en los Estados Unidos y se está haciendo aquí para cumplir con la cantidad de diezmos en la tesorería, esto no cuenta con la aprobación de Dios. Si se continúa haciendo, se reducirán las bendiciones de Dios sobre las iglesias que lo hacen y habrá falta de medios, porque no se está siguiendo el plan de Dios. HD99 276 1 El Señor considera el diezmo como propio, para ser usado con cierto propósito. Es algo fácil, en lugar de practicar el renunciamiento que debiéramos para ayudar a los estudiantes, o para asuntos temporales tales como la compra de equipos para la iglesia, lo cual es necesario, meter la mano en la porción consagrada del Señor que sólo debe usarse para sostener a los ministros en nuevos lugares y en otras partes. Pero esto no debe hacerse, ni debe tratarse a los ministros en forma mezquina; porque todas las inconveniencias con las que tienen que luchar los obreros en nuevos campos deben ser tomadas en consideración. Además, el costo de vida es mayor en ciertos lugares que en otros. HD99 276 2 Se debiera considerar especialmente a aquellos obreros ubicados en lugares donde la fruta es escasa, porque ellos podrían vivir mucho más económicamente si pudieran recoger su propia fruta. Cuando los obreros son enviados a lugares donde necesitan privarse de casi todo debido al costo, esto debiera tomarse en consideración. El costo extra de los productos debiera cubrirse sin que el obrero tenga que usar de su salario para hacerlo. Aquellos que trabajan en lugares donde hay abundancia de todo, debieran compartir su prosperidad con aquellos que deben privarse precisamente de las cosas que ellos gozan en abundancia en el lugar donde están ubicados. HD99 276 3 Seríamos de pensamiento muy limitado y egoísta si no nos diéramos cuenta de la clase de enemigo contra el cual debemos luchar. Yo misma voy a hacer algo para ayudar al Hno. Roberto Hare. Quiero ayudarle a superar su falta de fruta. Voy a conseguir unos cien kilos de uvas y voy a hacer jalea para que tenga algo que untar sobre el pan. Otros pueden hacer alguna otra cosa, aunque sea pequeña, y enviársela al Hno. Hare. Cuando usted visite el lugar, llévele algunas cosas; y nosotros podemos enviar otras con anticipación para que usted pueda llevarlas. Debiéramos hacerlo como una ofrenda de agradecimiento a Dios por permitirnos vivir en localidades donde podemos obtener estas cosas y gozarlas. Pienso que el Señor nos va a bendecir si hacemos esto. HD99 277 1 Ahora, algo con relación a los estudiantes de nuestros colegios. Es una buena idea ayudarlos; debemos hacerlo. Pero que Dios no permita que en lugar de manifestar renunciamiento y sacrificio propio para hacerlo, tomemos de la porción del Señor que él tiene reservada para sostener a los obreros activos en el campo de labor y para los que ya han sido ordenados para esta obra. Creo que es fácil darnos cuenta de sus necesidades, si tomamos en consideración cuánto nos cuesta sostener nuestras propias familias de acuerdo al número de miembros de las mismas. Que aquellos que tienen que ver con las finanzas, sigan la regla de no mirar cada uno a lo suyo propio sino cada cual también a lo de los otros. Practiquemos la regla de oro y hagamos a los demás lo que nos gustaría que se hiciera con nosotros en las mismas circunstancias. HD99 277 2 Las raíces del egoísmo se afirman dondequiera se les dé la posibilidad. Pero nosotros queremos cortar y exterminar cada raíz de egoísmo. HD99 277 3 Si alguien es llamado a trabajar en un territorio que está privado de muchas cosas, y ese llamado proviene de una decisión de la Asociación, que la misma Asociación se encargue de proveer las cosas necesarias para que ese mensajero de Dios pueda vivir tan confortablemente como los demás obreros de esa Asociación en sus diversas localidades. El Señor bendecirá esas expresiones de amor fraternal con aquellos que deben trabajar en lugares difíciles. HD99 277 4 Sin embargo, no se ha manifestado el tierno cuidado y meditada consideración que debiera haberse seguido en estos casos. Si aquellos que tienen que tomar estas decisiones, dejaran que los rayos del Sol de justicia brillaran plenamente en sus corazones, abrirían las ventanas del cielo para difundir la luz a otros en todas las formas posibles. HD99 278 1 Su propuesta de ayudar a los estudiantes a obtener su educación debe ser puesta en práctica. Pero permítame preguntarle: ¿No sería mejor actuar sin egoísmo y crear un fondo para usar en esas ocasiones? Cuando se ve a un joven o una señorita que prometen, podemos adelantarles la suma necesitada, no como una donación, sino como un préstamo. Creo que sería mejor hacerlo de esa manera. Entonces, cuando ellos estén en condiciones de devolverlo, podremos ayudar a otros. Pero ese dinero no debe salir del diezmo, sino de un fondo especialmente definido para ese propósito. HD99 278 2 Este plan despertará una caridad y generosidad saludables y patriotismo en nuestro pueblo. Todos los departamentos de la causa de Dios deben ser administrados con cuidadosa consideración y habilidoso ajuste. Pero no deben hacerse planes magros y tacaños en lo que se refiere a sostener a los obreros en el ministerio, porque entonces la tesorería pronto estará vacía. HD99 278 3 El manejo del caso del Hno. Hickox se lo ha hecho con métodos humanos y no con los que el Señor ha ordenado. Se me ha presentado claramente el peligro de desviar los fondos del diezmo para tales propósitos como el que usted ha sugerido. El Señor no se agrada de la forma en que usted está conduciendo este caso. Que el Señor pueda ayudarles a todos ustedes a tener la unción celestial para que tal cosa no se repita. HD99 278 4 El Hno. Farnsworth expresa los pensamientos de mentes humanas, sin tomar en consideración todos los aspectos, y sin calcular si se están cometiendo errores. Es un asunto muy serio tomar decisiones con relación a un discípulo del Señor; uno que se ha consagrado a su servicio para hacer su obra. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión? El Señor no está en ese plan. Ustedes no tuvieron fe porque la tesorería estaba vacía. Ahora, en el nombre de Jesús de Nazaret, os pido no derivar para otro propósito los medios que deben dedicarse a sostener el Evangelio, y ruego que vuestra fe no flaquee por la falta de diezmos, ofrendas y donaciones.--Manuscript Releases 13:281-285 (1897). ------------------------Apéndice E -- La relación entre Elena G. de White y su esposo HD99 280 1 Por primera vez la Corporación White está publicando en toda su extensión las cartas 64-67 del año 1876. Estas cartas, como otras escritas por Elena G. de White, no se escribieron con la idea de que algún día habrían de ser publicadas. Pero en estas cartas llegamos a ver cómo una pareja de cristianos consagrados manejaba sus tensiones matrimoniales. Creemos que mediante estas cartas, otras parejas pueden animarse y aprender como manejar sus propias tensiones y conflictos. HD99 280 2 Estas cartas deben ser entendidas en el contexto total del matrimonio de los esposos White: un matrimonio que mostró genuino amor y afecto el uno por el otro durante su larga jornada juntos. Las cartas fueron escritas en medio de una enfermedad que afectaba los sentimientos y emociones del pastor White, y que seguramente afectaba también los sentimientos y emociones de su esposa. Para entender plenamente el contexto y las circunstancias en las que estas cartas fueron escritas, pedimos al lector analizar y leer toda esta sección del libro. Jaime y Elena G. de White HD99 280 3 Los ojos del Salvador están sobre Jaime White--Querido Jaime, presentaremos tu caso ante Dios cada vez que oremos, y colocaremos nuestra peticiones ante el trono. A veces he tenido la bendita seguridad de que Dios ha escuchado mi plegaria ofrecida en el nombre de su amado Hijo, y que su bendición ha descansado sobre ti allí en Dansville. En ocasiones, cuando oro, siento la dulce presencia de Dios y la evidencia de que él ha colocado su amor sobre ti. Y aunque estás afligido, Jesús está contigo fortaleciéndote y sosteniéndote con su todopoderoso brazo. El que extendió su mano para salvar a Pedro de hundirse, salvará a su siervo que ha trabajado por las almas y ha dedicado sus energías a su causa. Sí, Jaime, los ojos del compasivo Salvador están sobre ti; sus sentimientos se conmueven por tu enfermedad. El te ama y siente piedad por ti como nadie puede hacerlo, y te hará triunfar por amor de su nombre. Anímate, mi pobre y sufriente esposo, espera pacientemente y pronto verás la salvación del Señor. Sabemos en quién hemos creído; no corremos como a la ventura. Al fin, todo saldrá bien.--Manuscript Releases 10:28 (1865). HD99 281 1 Elena G. de White extraña a su esposo durante la enfermedad de éste--[Carta dirigida a su hijo Edson]. Ayer, después de bajar del tren, anduvimos 18 kilómetros en la diligencia. La escena era hermosa; los árboles con sus diferentes matices, y los hermosos pinos aquí y allá. Las montañas excelsas y elevadas, los acantilados, el césped verde, todo era interesante a la vista. Podía haber gozado de estas cosas, pero me siento sola. El brazo fuerte y varonil sobre el cual he dependido, no está conmigo ahora. Las lágrimas son mi comida noche y día; mi espíritu está decaído por la tristeza. No puedo pensar en que tu padre pueda descender a la tumba. ¡Oh, que Dios tenga piedad de él y lo sane! Edson, mi querido hijo, entrégate a Dios; en aquello que has errado, reconócelo francamente y confiésalo en humildad. Acércate a Dios y pide conmigo por su recuperación. Si corregimos nuestras almas delante de Dios, y nos arrepentimos verdaderamente de nuestros errores, ¿no escuchará nuestra súplica en nombre de su amado Hijo y sanará a tu padre?--Manuscript Releases 10:28-29 (1871). HD99 281 2 Se le pide a Edson que trate a su padre con ternura--Querido Edson, no reacciones con dureza frente a la carta de tu padre. Quédate tranquilo; sé fiel, y espera y confía. Haz toda concesión posible aun cuando ya lo hayas hecho antes. Que Dios pueda darte un corazón tierno para tratar a tu pobre padre que está desgastado, sobrecargado y atormentado.--Manuscript Releases 10:29 (1871). HD99 282 1 Jaime White muy atento con su esposa--Mi esposo es muy atento conmigo, siempre buscando de hacer mis viajes y mis trabajos placenteros, y liberándome de todo aquello que pueda cansarme. Está alegre y de buen ánimo. Tenemos que cuidarnos y preservar nuestras fuerzas, porque todavía tenemos trece congresos para asistir.--Manuscript Releases 10:33 (1875). ------------------------Apéndice F -- Cartas de Elena G. de White referidas a las condiciones de su esposo HD99 282 2 Contexto histórico--En el año 1973, una colección de cerca de 2.000 cartas escritas entre 1860 y 1899 fue adquirida por la Corporación White. Las cartas habían sido dirigidas a Lucinda Hall, una de las amigas más queridas de Elena G. de White. En la colección había cartas de famosos dirigentes de la Iglesia, entre ellos los esposos White, los pastores Loughborough, Amadón y Haskell, y el doctor Kellogg. Una pariente de Lucinda Hall había tenido este conjunto de cartas por varios años en su hogar, hasta que decidió ofrecerlas a la Iglesia. HD99 282 3 En la colección había 48 cartas de Elena G. de White desconocidas hasta entonces. La mayoría de ellas eran cartas con noticias y comentarios que una amiga puede hacerle a otra amiga, aunque Elena G. de White consideraba a Lucinda más como una hermana que una amiga. El 14 de Julio de 1875 le escribió: HD99 283 1 "Cómo me gustaría verte, Lucinda... Te he extrañado en este viaje. No es que no tenga amigas, pero tú eres la más cercana y la más querida después de mi familia. En realidad, te siento como parte de ella y como si la misma sangre corriera por nuestras venas".--Manuscript Releases 10:33. HD99 283 2 Debido a su cercanía con Lucinda, Elena G. de White le abrió su corazón en cuanto a algunos problemas de familia, en cartas continuadas que le escribió entre el 10 y el 17 de mayo de 1876. Considerando las circunstancias por las que estaba pasando, parece natural que lo hubiera hecho. Sin embargo, un día después de haber escrito la tercera carta, Elena G. de White había cambiado de opinión en cuanto a compartir ese tipo de problemas con su amiga. El 17 de mayo comenzó su última carta de esta serie diciendo: HD99 283 3 "Lamento haberte escrito las cartas que te escribí. Por más que me sintiera mal, no debía haberte preocupado con ellas. Quémalas y nunca más voy a molestarte con mis perplejidades... No importa cuáles sean las circunstancias, no quiero ser culpable de expresarte otra vez estas cosas. El silencio en las cosas desagradables y perplejas, siempre ha sido una bendición para mí. Cuando salga de esto, voy a lamentar haberlo hecho".--Carta 67, 1876. HD99 283 4 Pero Lucinda no destruyó las cartas como se le había pedido. Por eso llegaron a la posesión del Patrimonio White en 1973. El Centro White, sin saber qué hacer con estas cuatro cartas, las mantuvo fuera de los archivos regulares por un tiempo. Desde entonces, algunos han sugerido que las cartas debían quemarse de acuerdo al pedido original de su autora. Otros, en cambio, han sentido que las cartas deben ser preservadas por dos razones: HD99 283 5 1. La situación que confronta el Centro White es diferente, ya que el pedido de destruir las cartas le fue hecho a Lucinda Hall y no al Centro White. Si ella no lo hizo, la junta directiva del Centro White debe tomar una decisión en base a la nueva circunstancia; si se quemaran estas cartas, los críticos podrían suponer que otros documentos pueden haber sido destruidos. HD99 284 1 2. La historia de cómo Elena G. de White enfrentó un momento extremadamente difícil en su vida, puede ayudar a otros que pasan por las mismas circunstancias en la actualidad. HD99 284 2 Debido a que muchos creyentes ya están en conocimiento de esta difícil situación por la que pasó la familia White, y con la esperanza de que otros que enfrenten condiciones similares puedan recibir ánimo al conocer estas cartas y al entender las circunstancias que las rodearon, es que se ha decidido publicarlas. El contexto de las cartas HD99 284 3 Aquellos que han tenido que tratar con personas que han sido víctimas de derrames pueden identificarse con Elena G. de White cuando escribió: "No he perdido el amor por mi esposo, pero hay cosas que no puedo explicar"--Carta 67, 1876. Una semana antes había escrito: "No puedo menos que sentir temor por los repentinos cambios en la forma de ser de Jaime".--Carta 64, 1876. El cambio de personalidad que afectó a Jaime White después de haber tenido varios derrames era difícil de entender, no sólo para su esposa, sino para sus asociados. HD99 284 4 Antes de su enfermedad, Jaime White era un líder dinámico y enérgico; después, experimentó serios cambios en su personalidad que lo transformaron en un hombre suspicaz y demandante, aunque a veces parecía volver a su forma anterior de ser. Tal fue la situación que Elena G. de White estaba enfrentando cuando escribió estas cuatro cartas. HD99 284 5 En ocasiones, el pastor White, por no medir sus palabras, se expresaba con mucha dureza. En su autobiografía, refiriendose a alguien que lo había criticado, dijo lo siguiente: HD99 284 6 "Ver a un hombre tosco, duro, que no posee más ternura que la de un cocodrilo, y tan destituido de entrenamiento moral y religioso como una hiena, derramando lágrimas hipócritas sólo para causar efecto, es bastante para causar risa al santo más serio".--Life Incidents, 115-116 (1868). HD99 285 1 La personalidad enérgica del pastor White fue una ayuda valiosa en los años formativos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Con las visiones de su esposa que constantemente lo desafiaban, el pastor White comenzó la obra de publicaciones, construyó instituciones, promovió la organización de la Iglesia, y alimentó el rebaño. Además de esto, sirvió como presidente de la Asociación General por diez años. HD99 285 2 Sin embargo, cuando esa fuerte personalidad alterada por una serie de derrames se tornó contra su familia--incluyendo a su esposa--y sus asociados, la paciencia y la fuerza de voluntad de Elena G. de White parecieron distenderse hasta el límite. Alguien que lee solamente estas cuatro cartas, podría tener un cuadro distorsionado de la relación entre Jaime y Elena G. de White. Se debe mantener en mente otras declaraciones como la que sigue, que fue escrita por Jaime White acerca de su esposa: HD99 285 3 "El matrimonio marca un punto importante en la vida de los hombres. En las palabras del sabio, "El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová". Proverbios 18:22... Nosotros nos casamos el 30 de agosto de 1846, y desde entonces hasta el presente ella ha sido mi corona de gozo".--Life Sketches of Ellen G. White, 125-126 (1880). HD99 285 4 A veces, en medio de su enfermedad, Jaime White comprendía que sus acciones no habían estado en armonía con sus buenas intenciones. En 1879 les escribió a su hijo Guillermo y su nuera Mary: HD99 285 5 "Quisiera llamar la atención de ustedes a un asunto de seria importancia. Queridos hijos, probablemente he errado en decir cosas muy hirientes al escribir acerca de los errores de mentes jóvenes. Mi naturaleza es desquitarme cuando soy puesto bajo tensiones sin medida. Desearía ser un hombre mejor".--Febrero 27, 1879. HD99 285 6 No sabemos exactamente lo que ocurrió después que Elena G. de White escribió la cuarta carta de la serie, donde pedía a su amiga que las destruyera. Sin embargo sabemos que en menos de diez días de haber escrito la última carta, Elena G. de White viajó para acompañar a su esposo al congreso en Kansas. En realidad, el mismo día en que ella escribió la tercera carta a su amiga, también le escribió a su esposo lo siguiente: HD99 286 1 "Me entristece haber dicho o escrito cosas que te afligieron. Perdóname, y en adelante seré mucho más cuidadosa de no comenzar temas que puedan molestarte o irritarte".--Carta 27, 1876. HD99 286 2 Desafortunadamente, el pastor White nunca se recuperó totalmente de su enfermedad. Tenía sus días buenos, pero estaban mezclados con períodos de depresión. Un comentario hecho por el presidente de la Asociación General dos años después de la muerte de Jaime White, muestra la interpretación caritativa que sus asociados le daban a ciertas acciones que eran inducidas por la enfermedad: HD99 286 3 "Nuestro querido hermano White pensaba que éramos sus enemigos porque no veíamos las cosas como él las veía. Pero nunca me molesté contra este hombre de Dios, este pionero que trabajó tan arduamente por la causa. Siempre atribuí sus actitudes a su enfermedad y dolencias".--Carta de G. I. Butler a J. N. Andrews, Mayo 25, 1883. HD99 286 4 Creemos que este breve repaso de las circunstancias en las que Elena G. de White escribió estas cuatro cartas a Lucinda Hall, puede proporcionar la perspectiva necesaria a los lectores que examinarán estas cartas que Elena G. de White solicitó que se destruyeran.--Patrimonio de Elena G. de White, Agosto 6, 1987. Primera carta HD99 286 5 Querida Hna. Lucinda, Recibimos tu carta ayer por la tarde. También recibimos una de Jaime. Lucinda, no sé si debo cambiar ahora una certidumbre por una incertidumbre. Si me fuera al este, la felicidad de Jaime podría tornarse irritación y protesta. Estoy completamente disgustada con este estado de cosas, y no quisiera hacer nada que pudiera desembocar en esto. Cuánto más pienso en el tema, tanto más decidida estoy a quedarme aquí, a menos que Dios me dé una luz diferente. Quizá nunca tenga una oportunidad mejor que la que tengo al presente para hacer el trabajo que Dios me pide hacer. Estoy pidiendo luz, y si es mi deber asistir a los congresos, lo sabré. HD99 287 1 Mary está ayudando ahora, pero si yo vuelvo al este, ella se retirará. Satanás ha estado obstruyendo mi trabajo de escribir por largos años, y no quiero volver a eso. Temo los cambios de genio de Jaime; sus fuertes emociones, sus censuras y la forma en que me juzga. Se ha sentido libre de tratar de restringir mi libertad, y decirme que es un mal espíritu el que me dirige, etc. Y no es fácil colocarse nuevamente en una posición donde él se interpondrá en mi camino y yo en el suyo. HD99 287 2 No Lucinda; no pienso asistir a los congresos este año. Dios en su providencia nos ha dado trabajos que realizar a ambos, y debemos hacerlos en forma separada, independiente. El está feliz y yo también lo estoy; pero me temo que la felicidad cambiaría si nos encontráramos. Respeto tu juicio, pero creo que debo sentirme libre de hacer mi trabajo. No puedo soportar el pensamiento de perjudicar la obra de Dios por la depresión que he experimentado innecesariamente. Mi trabajo está en Oakland; no voy a dar un solo paso hacia el este, a menos que el Señor me diga "vé". Entonces, alegremente y sin murmurar, lo haré. HD99 287 3 Una gran parte de mi utilidad en la vida se ha perdido. Si Jaime se hubiera retractado, sería diferente. El dijo que no debíamos controlarnos el uno al otro; yo no lo he hecho, pero el sí, y mucho más. Nunca he sentido este asunto como lo siento ahora. No puedo tener confianza en el juicio de Jaime con referencia a mi trabajo. El parece querer dirigirme como si yo fuera una niña. "No vayas a tal lugar; no te encuentres con la Hna.Willis porque te va a influir; no debieras ir a Petaluma, etc." Pienso que Dios no ha resuelto que debo decidir mis deberes mediante mi esposo. Creo que Dios me los mostrará si confío en él. HD99 287 4 Ahora estoy alegre y feliz. Mis nervios se están calmando, mi sueño es dulce y mi salud es buena. Espero no haberte escrito cosas fuera de lugar; pero no son nada más que mis sentimientos, y nadie sabe estas cosas sino tú. HD99 287 5 Que el Señor me ayude a sentir y hacer lo que es correcto. Si las cosas fueran diferentes, sentiría que es mi deber asistir a los congresos. Pero como están las cosas, no siento que sea mi deber. Dios me está bendiciendo en mi trabajo. Si Dios me muestra en un sueño o de alguna otra manera una nueva dirección, seguiré alegremente esa luz, porque Dios es el que vive y reina. Siempre responderé a sus reclamos y trataré de hacer su voluntad.--Carta 64, Mayo 10, 1876. Segunda carta HD99 288 1 Querida Hna. Lucinda, Desearía que me escribieras más a menudo con noticias. He decidido permanecer aquí, y no asistir a ninguno de los congresos. No me atrevo a ir al este sin la seguridad de que Dios me está dirigiendo. Estoy plenamente decidida a ir si la luz brilla en mi camino. Pero el Señor sabe lo que es mejor para mí, para Jaime, y para su causa. Mi esposo está feliz ahora, ¡bendita noticia! Si supiera que esa felicidad le va a durar, estoy dispuesta a permanecer aquí. Si mi presencia es perjudicial para su felicidad, que Dios no permita que me interponga en su camino. Yo haré mi obra bajo la dirección de Dios, y él puede hacer su obra bajo la dirección de Dios. No nos vamos a interponer en el camino del otro. Mi corazón está decidido, confiando en Dios; esperaré para saber si Dios abre un camino delante de mí. HD99 288 2 No creo que mi esposo realmente desea mi compañía. Seguramente estaría feliz si asisto a los congresos, pero él tiene tal concepto de mí, como me lo ha expresado de tiempo en tiempo, que yo misma no me siento feliz en su presencia. Y no podré hasta que él vea las cosas de manera diferente. En gran medida me culpa de su infelicidad, cuando él mismo se la ha acarreado por su falta de dominio propio. No puedo estar en armonía con él hasta que las cosas cambien. Me ha dicho demasiadas cosas como para poder ahora orar y trabajar juntos. Creo que mi deber es no colocarme a mí misma en una posición en la que él sea tentado a hablarme y expresar sus sentimientos como lo ha hecho antes. No puedo y no quiero estar tan limitada y disminuida como lo estuve.--Carta 65, 12 de mayo de 1876. Tercera carta HD99 289 1 Querida Lucinda, Una carta que recibí de mi esposo anoche, me muestra que está más decidido que nunca a indicarme lo que debo hacer. He decidido no asistir a los congresos este año. Mi esposo puede hacer su obra solo. Estoy segura que lo hará. HD99 289 2 Me escribe que Walling quisiera que le llevase los niños para que participaran del Centenario. Pero la última vez que viajaron costó cincuenta dólares. Si el quiere tenerlos debería venir a buscarlos. Podría enviárselos con el Hno. Jones, pero entonces no podría tenerlos más a mi cargo. Lleva mucho tiempo incluso preparar a los niños para un viaje. Jaime no se expresó en este sentido; sólo me ha consultado si ha de usar parte de Notas Biográficas para la revista Señales de los Tiempos, y si puede usar el nombre de Israel Dammon en el artículo. Pienso que él estaría satisfecho de controlar mi cuerpo y alma si pudiera, pero eso no puede ser. A veces me parece que no está en su sano juicio; no sé. Que Dios pueda enseñarle, guiarle y dirigirle. Su última carta me ha afirmado en la decisión de permanecer de este lado de las montañas. HD99 289 3 En sus cartas me ha escrito muy duramente acerca de Edson, pero no quiere que yo ni siquiera mencione el nombre de Edson en mis cartas. Yo le contesté, y aquí están mis propias palabras, porque él me devolvió la carta: HD99 289 4 "Por favor, si estás feliz sé agradecido y no agites temas desagradables que sientes que debes escribirme a mí; no hagas referencia a estas cosas. Y cuando deseas hacer declaraciones con relación a tu propio hijo, deja la pluma a un lado y no lo hagas. Pienso que el Señor estará más complacido y no lastimarás tu propia alma. Deja que el Señor me guíe en cuanto a la forma en que debo tratar a Edson; todavía confío que su mano puede guiarme y dirigirme. Su mano guiadora es mi confianza". HD99 289 5 El se ha sentido llamado a prevenirme del peligro de dejarme guiar o engañar por Edson. También se ha sentido llamado a advertirme que debo cuidarme de la Hna. Willis, de ir a Petaluma, etc. Espero que cuando mi esposo salió de viaje no se haya llevado a Dios consigo, de tal manera que hayamos sido abandonados a caminar en la luz de nuestros propios ojos y en la sabiduría de nuestros propios corazones. HD99 290 1 En su última carta nuevamente me repite que no quiere que le haga comentarios acerca de lo que él escribe. Aquí están sus declaraciones: HD99 290 2 "... Puedes estar segura que ninguna de estas cosas me hunden ni en la medida de un cabello. Me gustaría encontrarme contigo y con Mary en el congreso de Kansas, siempre y cuando me trates al mismo nivel que tú misma, a no ser que tengas una directa revelación del Señor. Estaré contento de trabajar contigo, pero pienso que si se me ha dado la responsabilidad de supervisar toda la obra, sería incorrecto si dependiera de las opiniones privadas de cualquier otra persona. En ese caso estaría dependiendo de la infalibilidad de otros. Si no puedo tomar mis propias decisiones, entonces debería cortésmente dejar mis responsabilidades. No quiero tener más controversias con mi querida esposa. Ella puede tener su forma de ver las cosas, y si no le gusta mi posición con referencia a Edson, ¿será que puede guardarse su opinión para sí misma y dejarme gozar de la mía? Tus comentarios me han sonsacado. Tú no puedes soportar mis declaraciones, pero yo sí he tenido que hacerlo. HD99 290 3 Con relación a si debes venir a Kansas, no estoy ansioso en lo más mínimo. A juzgar por la última página de tu carta, pienso que será mejor trabajar separados hasta que puedas dejar de lado tus esfuerzos de condenarme continuamente. Si tienes un mensaje del Señor para mí, espero estar dispuesto a temblar ante su palabra. Pero aparte de eso, debes considerarme como tu igual; de otra manera será mejor trabajar solos. HD99 290 4 No te preocupes de recordarme las cosas en las que no concordamos; ya las tengo en mi corazón. Pero mientras tenga que actuar, prefiero usar la vieja cabeza que Dios me ha dado, hasta que él mismo me muestre que estoy equivocado. Tu cabeza no calza bien sobre mis hombros; mantenla donde corresponde, y yo trataré de honrar a Dios usando mi propia cabeza. Estaré contento de tener noticias tuyas, pero no pierdas tu precioso tiempo y energías tratando de sermonearme en asuntos que son de tu opinión personal". HD99 291 1 Y hay una considerable cantidad adicional de comentarios del mismo tipo. Ahora, Lucinda, mi decisión está tomada; no voy a cruzar el país este verano. Estaría feliz de dar mi testimonio en los congresos, pero no puedo hacerlo sin temer otros resultados peores. HD99 291 2 ¿Me escribirás algo con referencia a estas cosas? ¿Por qué guardas silencio? ¿Cómo está la salud de Jaime? Tuve un sueño con referencia a él que me dejó muy preocupada. ¿Cuál es tu idea acerca de los niños?--Carta 66, 16 de mayo de 1876. Cuarta carta HD99 291 3 Querida Hna. Lucinda, Lamento haberte escrito las cartas que te escribí. Por más que me sintiera mal, no debía haberte preocupado con ellas. Quémalas, y nunca más voy a molestarte con mis perplejidades. El Señor es mi refugio; me ha invitado a ir a él cuando estoy trabajada y cansada. No importa cuáles sean las circunstancias, no quiero ser culpable de expresarte otra vez estas cosas. El silencio en las cosas desagradables y perplejas, siempre ha sido una bendición para mí. Cuando salga de esto, voy a lamentar haberlo hecho. HD99 291 4 Tú sabes que cuando te fuiste, no quedó nadie con quien pudiera compartir mis pesares por más tristes que éstos fueran; pero eso no es excusa. Le he escrito una carta de confesión a Jaime. Puedes leer todas las cartas que llegan para él desde Oakland y enviárselas a Kansas donde él está. No sé a quién enviarle las cartas en Kansas para que se las entreguen. HD99 291 5 Anoche recibí una nueva carta de Jaime en la que expresa sentimientos totalmente diferentes, pero aún no me atrevo a cruzar las planicies. Es mejor que nos mantengamos apartados. No he perdido el amor por mi esposo, pero no puedo explicar algunas cosas. No voy a asistir a ninguno de los congresos en el este. Me voy a quedar en California para dedicarme a escribir. HD99 291 6 Las últimas cartas me han hecho tomar la decisión. Las considero como la luz que había estado pidiendo. Hubiera querido ir a la reunión en Kansas, pero no me sentía libre de iniciar el viaje. Está bien; el Señor sabe qué es lo mejor para todos nosotros. HD99 292 1 No estoy segura si era tu deber regresar al este cuando lo hiciste; creo que hubiéramos cumplido mucho más trabajo estando juntas. Pero entiendo las circunstancias, y no quiero emitir una palabra de censura sobre ti o sobre mi esposo, o sobre cualquier otra persona. HD99 292 2 Frecuentemente escribo unas veinte páginas por día. He dejado de lado, Notas Biográficas, para seguir preparando los Testimonios. Mary Clough trabaja como siempre, con interés y alegría. Es una preciosa ayuda. No sé qué haríamos en la casa sin la ayuda del empleado; hace el pan, los bollos y los pasteles, y cocina las verduras. Se le ha pagado dos dólares por semana, y en las últimas dos semanas, dos dólares y medio. En dos semanas más comenzará a recibir tres dólares. Mary le está enseñando a cocinar; es buen empleado y toma cuidado de toda la casa. HD99 292 3 ¿Donde está Frankie Patten? ¿Está planeando venir o no? Coméntame algo de estas cosas. Cariños a todos.--Carta 67, 17 de mayo de 1876. Carta a su esposo HD99 292 4 El 16 de mayo de 1876, el mismo día en que Elena G. de White le escribió la tercera carta de esta serie a su amiga Lucinda, también le escribió una carta a Jaime White, que comenzaba así: HD99 292 5 Mi querido esposo, Me entristece haber dicho o escrito cosas que te afligieron. Perdóname, y en adelante seré mucho más cuidadosa de no comenzar temas que puedan molestarte o irritarte. Vivimos en el tiempo más solemne y no podemos permitirnos a esta edad avanzada, que nuestras diferencias nos separen en nuestros sentimientos. Puede ser que yo no vea las cosas como tú las ves, pero no creo que sea mi deber tratar de hacerte ver las cosas como yo las veo. Cuandoquiera lo haya hecho, te pido disculpas. HD99 292 6 Quiero tener un corazón manso y humilde y un espíritu calmo. En cualquier ocasión en que mis sentimientos me han llevado a levantar mi voz y actitud, he estado equivocada sin importar cuál haya sido la circunstancia. Jesús dijo: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas". Mateo 11:29. HD99 293 1 Deseo que mi yo se esconda en Jesús. Deseo que mi yo sea crucificado. No reclamo para mí la infalibilidad, ni siquiera la perfección de un carácter cristiano. No estoy libre de errores y defectos en mi vida. Si hubiera seguido al Salvador más de cerca, no tendría que lamentar mi falta de semejanza a su querida imagen. HD99 293 2 El tiempo es corto; muy corto. Y la vida es incierta. No podemos saber cuándo terminará el tiempo de gracia. Si caminamos humildemente ante el Señor, nos permitirá finalizar nuestras labores con gozo. No habrá nuevamente una línea o una expresión en mis cartas que pueda causarte dolor. Nuevamente, perdóname por cada acción o palabra que te ha entristecido. HD99 293 3 He estado pidiendo fervorosamente a Dios que me ilumine para saber si debo viajar al este, y he decidido que mi trabajo está aquí, para escribir y hacer las cosas que el Espíritu de Dios me ordene. Estoy buscando fervorosamente la vida eterna. Mary y yo trabajamos tan fuerte como podemos; Dios en su providencia me ha dado esta obra y no me animo a dejarla. Vamos a orar para que el Señor pueda sostenerte, pero personalmente no veo luz en viajar hacia el este.--Manuscript Releases 20:23 (1876). HD99 293 4 [Aparentemente, pocos días después Elena G. de White cambió de opinión. Viajó al este y acompañó a su esposo en todos los congresos que se realizaron en el verano de 1876. En total visitaron catorce congresos y trabajaron en perfecta armonía. Regresaron a Battle Creek para completar el trabajo para la publicación del segundo tomo del libro Spirit of Prophecy, y volvieron a California para continuar trabajando juntos.] HD99 293 5 Jaime White se recobra de otro derrame--Nuestro congreso finalizó y estamos todos de vuelta en el hogar. Papá soportó el congreso mejor de lo que se podía esperar. Se está recuperando muy lentamente, pues no come lo suficiente para sostener sus fuerzas. Hemos tenido preciosos momentos de oración en su favor y nuestra fe está siendo probada; pero no estamos desanimados. HD99 294 1 Me siento mejor que esta vez haya sido un ataque de parálisis. Está muy quieto, paciente, tierno y bondadoso. Sus cuidados dependen mayormente de mí, ya que cuando me siento a su lado parece sentirse descansado. Pero nuestra fe está reclamando las promesas de Dios en su favor para una completa recuperación, y creemos que nos será concedido. Dios tiene una gran obra para él y para mí, y nos dará fuerzas para realizarla. HD99 294 2 Dios me ha sostenido en la doble carga que me tocó llevar en los cinco congresos a los que he asistido. Me siento con el mejor de los ánimos. Trabajé en forma extremadamente dura, pero el Señor me ayudó. Ahora espero completar el libro, y entonces dejar de escribir por el momento.--Manuscript Releases 10:36-37 (1877). HD99 294 3 Jaime White parece ser el mismo de antes--Pude hablar con plena libertad durante una hora; todos prestaban mucha atención. La mejor parte de todo fue que Papá fue hasta la plataforma y cantó y oró como antes. Esta es la obra que Dios ha hecho, y es su nombre el que debe recibir toda la gloria.--10MRManuscript Releases 10:36 (1877). HD99 294 4 Carta escrita pocas semanas después de la muerte de Jaime White--Extraño a Papá más y más, y especialmente siento su pérdida cuando estoy aquí en las montañas. Ha sido una cosa muy diferente haber estado aquí con él, que ahora sin él. Nuestra vida estaba tan entretejida que me resulta casi imposible ser de alguna utilidad sin él.--Carta 17, 1881. HD99 294 5 Cartas escritas años después de la muerte de Jaime White--... Después mi esposo, el fiel siervo de Jesucristo, quien estuvo a mi lado durante 36 años, me fue quitado, y yo quedé para trabajar sola. El duerme en Jesús. No tengo lágrimas para derramar sobre su sepulcro. ¡Pero cuánto lo echo de menos! ¡Cómo anhelo sus palabras de consejo y sabiduría! ¡Cómo anhelo escuchar sus oraciones mezcladas con mis oraciones para pedir luz y dirección, para pedir sabiduría a fin de saber cómo planificar la obra!--Mensajes Selectos 2:296 (1899). HD99 295 1 Mi esposo murió en 1881. Desde ese tiempo he hecho más trabajo que en el resto de mi vida para llevar adelante la responsabilidad de escribir y publicar libros. Cuando mi esposo estaba en su lecho de muerte, le prometí que con la ayuda de nuestros dos hijos, y si el Señor me daba fuerzas, llevaríamos adelante la obra que habíamos realizado juntos. No he buscado una vida fácil; he rehusado fracasar o desanimarme. Y aunque no se me ha dicho en palabras que voy a ver nuevamente a mi esposo en la ciudad de Dios, no necesito la evidencia de palabras para tener esa seguridad, porque tengo la evidencia de la Palabra de Dios, de que mi esposo amó la verdad y guardó la fe. Y tengo la seguridad de que si yo sigo haciendo la voluntad de Dios como su fiel mensajera, mi esposo y yo nos reuniremos en el reino de Dios. No tengo una partícula de duda de que mi esposo estaba preparado cuando dejó su armadura. HD99 295 2 El año posterior a la muerte de mi esposo fue el más atribulado que he experimentado en mi vida. Pero después que experimenté el milagro de sanamiento que ocurrió en la carpa durante el congreso de Healdsburg, sentí que el Señor me había preservado la vida para que diera un mensaje decisivo, y que los ángeles de Dios estarían a mi lado. Si no fuera porque el Señor es mi ayudador, no podría realizar el trabajo que estoy realizando. Y mientras él me prolongue la vida, seguiré cumpliendo con mi deber; porque éste no es mi trabajo sino el trabajo del Señor. HD99 295 3 Mi hermana, nosotros podemos creer en las promesas del Señor. Nunca le pedí a Dios que me revelara si he de ser salva y si mi esposo será salvo. Creo que si vivo en obediencia a los mandamientos de Dios; si no me desanimo; si ando en la luz como Cristo está en la luz, me veré cara a cara con mi Salvador. Y me esfuerzo por alcanzarlo. No confío en el hombre ni hago de la carne mi sostén; pero tengo la promesa de que si soy fiel en dar los mensajes que Dios me ha dado, recibiré la corona de la vida. El ganar esta corona depende de mi creencia en el mensaje de verdad, y de aferrarme por la fe en la promesa de Dios de que él me dará su gracia para cumplir los deberes que él me ha requerido. Si yo cumplo fielmente con mi deber, no seré responsable del camino que otros elijan, pues no se me podrá culpar de no haberlos advertido.--Carta 82, 1906.