------------------------Testimonios para los Ministros TM IX 1 Prólogo de la tercera edición en inglés TM XV 1 Marco histórico TM 15 1 Capítulo 1 -- La iglesia de Cristo TM 63 1 Capítulo 2 -- Amonestaciones fieles y fervientes TM 105 1 Capítulo 3 -- Las santas escrituras TM 120 1 Capítulo 4 -- La alta norma de Dios TM 142 1 Capítulo 5 -- Un llamamiento solemne a los ministros TM 159 1 Capítulo 6 -- Necesidades humanas y provisión divina TM 177 1 Capítulo 7 -- La economía TM 189 1 Capítulo 8 -- Colaboradores de Dios TM 210 1 Capítulo 9 -- Obreros dirigidos por Dios TM 239 1 Capítulo 10 -- Métodos, principios y motivos correctos TM 279 1 Capítulo 11 -- A los hermanos que ocupan puestos de responsabilidad TM 305 1 Capítulo 12 -- Medios y métodos TM 319 1 Capítulo 13 -- Administradores de asociaciones TM 347 1 Capítulo 14 -- Exhortaciones a la verdad y la lealtad TM 392 1 Capítulo 15 -- A los obreros de Dios TM 426 1 Capítulo 16 -- Elevad la norma TM 457 1 Capítulo 17 -- Exhortación y amonestación TM 477 1 Capítulo 18 -- Principios vitales acerca de nuestras relaciones mutuas TM 521 1 Apéndice ------------------------Prólogo de la tercera edición en inglés TM IX 1 Entre los materiales que alguna vez estuvieron disponibles, pero que se hallaban fuera de circulación cuando la Hna. White falleció en 1915, se encontraba una cantidad de folletos, entre los cuales había una serie publicada en la década iniciada con el año 1890, que tenía como título general Special Testimonies to Ministers and Workers (Testimonios Especiales para Ministros y Obreros). Esta serie de once es conocida generalmente como Special Testimonies (Testimonios especiales), serie A. En respuesta a la solicitud de que las instrucciones que se encuentran en esos Testimonios Especiales pudieron estar nuevamente a disposición de los hermanos, se publicó en 1923 el libro titulado Testimonies to Ministers and Gospel Workers (Testimonios para los ministros y obreros evangélicos). Este fue uno de los primeros libros publicados después del fallecimiento de Elena G. de White... TM IX 2 Durante la década que siguió al congreso de la Asociación General celebrado en 1888 en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, comenzaron a llegarM importantes comunicaciones de la mensajera del Señor a la Iglesia Central de Battle Creek, a la junta directiva de la Asociación General y a otros hombres que ocupaban cargos de responsabilidad en la sede de la obra. Esos mensajes vibraban con llamamientos a la regeneración y a la reforma de la vida, e instaban a los lectores a vivir de acuerdo con los principios vitales de la Palabra de Dios, y a experimentar lo que significa una relación personal con nuestro Señor y Salvador Jesucristo. TM X 1 Después de recibidos y leídos en Battle Creek, muchos de estos mensajes fueron impresos en forma de folleto como Special Testimonies to the Battle Creek Church (Testimonios especiales para la iglesia de Battle Creek) y Special Testimonies to Ministers and Workers (Testimonios especiales para los ministros y obreros). La junta directiva de la Asociación General proporcionó ejemplares de estos folletos a los principales ministros y obreros de todo el territorio. Esos mensajes inducían a escudriñar el corazón y sacudían el alma; eran fieles en amonestar contra el mal, y no obstante eran mensajes de ánimo, puesto que continuamente señalaban el gran amor de Dios y la plenitud del amor de Cristo para salvar hasta lo sumo. TM X 2 En cuanto a la selección del material que aparece en este libro, extraído de los Testimonios impresos en forma de folletos, el prefacio de la prima edición publicada en 1923 nos dice que "la junta encargada de esta tarea se ha visto limitada por el tamaño que se ha decidido dar a este libro, y por la gran cantidad de folletos que han estado circulando. Por lo tanto, no aparece en esta obra todo el material que se encuentra en los once folletos especiales. Las razones para ello son las siguientes: TM X 3 "1. Algunas porciones se han incorporado a otros libros impresos después de la aparición de los folletos especiales. TM XI 1 "2. Otras porciones se refieren a asuntos estrictamente locales, o relativos a un momento determinado. TM XI 2 "3. Otros asuntos se tratan en forma más plena y definida en otros documentos que aparecen en este libro". TM XI 3 La fuente de cada uno de los artículos y la fecha de su primera publicación figuran en las notas de pie de página. El origen de algunos materiales adicionales está indicado al final de ellos... TM XI 4 Algunos de los consejos y reprensiones provenientes de la pluma de Elena G. de White pueden ser comprendidos mejor si el lector conoce las circunstancias que prevalecían en el momento en que los mensajes fueron escritos. Algunos detalles de la historia de nuestra iglesia, que eran conocidos para los lectores de los folletos originales y de la primera edición de este libro, son desconocidos para la mayor parte de los lectores de la actualidad... TM XI 5 Por eso se ha añadido un "marco histórico", que sigue inmediatamente a este prólogo, para presentar los puntos más importantes de la historia de nuestra organización, y que pueden proporcionarnos información acerca de los importantes acontecimientos producidos durante la década iniciada en 1890... TM XI 6 Puesto que trabajó por un período de muchos años, la Hna. White a menudo repetía ciertos consejos. Reimprimir todo lo publicado anteriormente en folletos y libros cansaría al lector por la repetición de los temas, y también por los detalles de asuntos locales y personales sin mayor importancia en la actualidad. TM XI 7 Con respecto al material seleccionado para este libro, el prólogo de la primera edición afirmaba lo siguiente: "La comisión ha tratado de presentar, con fervor y oración, en este modesto volumen, lo mejor y lo más importante del material publicado en forma de folletos, y cree que las porciones que han sido omitidas están más que cubiertas por lo que se ha obtenido de otros folletos de circulación más limitada". TM XII 1 Los responsables de esta tercera edición en inglés de Testimonios para los Ministros afirman con los editores de 1923 que esta obra se lanza a la circulación con la ferviente plegaria de que sea, para todos los que la lean, una fuente de instrucción en las cosas profundas del Señor; y pueda reavivar las esperanzas y energías del pueblo de Dios, para que se produzca una reforma en la vida donde sea necesario, y que en todos nosotros se manifiesten las gracias cristianas que han de revelar a Cristo al mundo. Además, que nos una a todos y nos acerque más al corazón de nuestro bendito Señor. La Junta de Fideicomisarios de los Escritos de Elena G. de White, Washington, D. C., 10 de mayo de 1962 ------------------------Marco histórico TM XV 1 Tal como hemos visto en el prólogo de esta edición, este libro, Testimonios para los Ministros, está constituido por material obtenido de diversas fuentes, principalmente de artículos escritos por Elena G. de White y que aparecieron en la Review and Herald, y folletos que contenían testimonios para la Iglesia de Battle Creek y algunos dirigentes de la causa. La mayor parte del contenido de este libro fue escrito entre los años 1890 y 1898. Hay algún material anterior y posterior a esos años que se publica también con el propósito de reforzar ciertos consejos de la pluma inspirada. El capítulo 1, "La Iglesia de Cristo", nos asegura de la tierna consideración con que Dios trata a su iglesia, y contiene promesas definidas acerca del triunfo final de ella. A estos siguen amonestaciones y consejos dirigidos a ministros y administradores. TM XV 2 La década iniciada con el año 1890 fue un período interesante, aunque un poco agitado, de la historia de los adventistas. La iglesia estaba creciendo; al final de ese lapso tenía más del doble de su número de miembros. Los obreros entraron con rapidez en nuevos países. Se fundaron instituciones tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. La organización original decidida en el primer congreso de la Asociación General celebrado en 1863 resultaba ya inadecuada. Algunas antiguas instituciones se estaban desarrollando rápidamente y estaban adquiriendo popularidad tanto frente a la iglesia como frente al mundo. Este desarrollo estaba rodeado de muchos peligros, desde el liberalismo por una parte hasta la unificación y la centralización por la otra. Además, durante todo ese período recibimos la influencia y experimentamos las consecuencias del congreso de la Asociación General celebrado en 1888 en Minneapolis, Minnesota, en el transcurso del cual se discutieron acaloradamente y por mucho tiempo ciertos asuntos doctrinales importantes. Una cantidad de hombres, identificados con un bando o con el otro, dejaron que sus decisiones recibieran la influencia no sólo de los argumentos doctrinales presentados, sino de las actitudes que se manifestaron en esa ocasión hacia los consejos del espíritu de profecía. En algunos casos esas actitudes no eran las mejores. Durante la mayor parte de ese tiempo Elena de White estaba en Australia trabajando para establecer la obra en ese territorio nuevo, y dirigiendo a los hermanos en la fundación de un colegio y un sanatorio. TM XVI 1 Este libro lleva como título Testimonios para los Ministros. No está dedicado fundamentalmente a dar instrucción respecto a cómo debe llevarse a cabo la obra del ministro, como es el caso de Obreros Evangélicos. Contiene, en cambio, mensajes de amonestación, advertencia, reprensión y consejo para los ministros de la iglesia, y en él se da atención especial a los peligros que acechan especialmente a los hombres que ocupan cargos de responsabilidad. Algunas de las reprensiones son enérgicas, pero se da la seguridad de que Dios en su disciplina "reprueba, reprende, castiga; pero lo hace solamente para poder restaurar" (pág. 23). TM XVI 2 Las reprensiones y los consejos dirigidos a los ministros, y especialmente a los administradores, no fueron publicados inicialmente por Elena G. de White, sino por el presidente de la Asociación General, y más tarde por la Junta Directiva de la Asociación General. La mayor parte de estos mensajes fueron dirigidos originalmente al presidente de la Asociación General, el pastor O. A. Olsen, y a sus colaboradores en la obra administrativa, particularmente en Battle Creek. El y su junta imprimieron estos folletos para que sus colegas en el ministerio y la administración pudieran recibir el beneficio de las reprensiones que señalaban errores, y los consejos y las expresiones de ánimo relacionados con esas reprensiones. Un repaso de hechos históricos significativos TM XVII 1 Al repasar ciertas situaciones producidas en el curso de la historia de nuestra iglesia y que constituyen el motivo de los mensajes escritos por la Hna. White en la década comenzada en 1890, descubrimos ciertos hechos que nos permiten comprender mejor esos mensajes. Volvamos hacia atrás las páginas de la historia y consideremos algunos acontecimientos importantes de ella. TM XVII 2 Desde el mismo principio, los adventistas observadores del sábado se caracterizaron por su anhelo de comprender la voluntad de Dios y andar en sus caminos. En su espera de lo venida del Señor a mediados de la década iniciada en 1840, habían observado que las iglesias protestantes importantes, con sus credos bien definidos, a pesar de eso se apartaron de las grandes verdades enseñadas por la Palabra de Dios. Muchos de esos adventistas habían sido eliminados de los registros de esas iglesias debido a su esperanza adventista, que estaba basada en las Escrituras. Habían visto a sus ex hermanos asumir una actitud de activa oposición a todos los que sostenían y difundían las verdades de la Biblia. Esta situación los indujo a manifestar temor por el formalismo y la organización eclesiástica. Pero al abrirse el camino para la proclamación del mensaje del tercer ángel, paralelamente surgió la necesidad de organización, y en enero de 1850 Elena G. de White recibió la revelación de que los adventistas observadores del sábado debían llevar a cabo su obra en orden, porque "todo en el cielo funciona en perfecto orden" Manuscrito No 11, de 1850. TM XVIII 1 Durante la década que comienza con el año 1850, se hicieron fervientes esfuerzos para lograr algún tipo de organización. Esos esfuerzos culminaron en 1860 con la elección del nombre "Adventistas del Séptimo Día", y en 1861 con el plan de organizar iglesias y asociaciones. Más tarde, en 1863, las asociaciones se reunieron para formar la Asociación General. TM XVIII 2 Se ejerció mucho cuidado para evitar la formulación de un credo, porque pareció conveniente que la iglesia no se atara a una lista de creencias, y que por eso mismo fuera libre de seguir la dirección divina tal como se manifestaba por medio del estudio de la Palabra de Dios y las revelaciones del espíritu de profecía. Un excelente mensaje, que repasa las providencias de Dios al poner orden en la iglesia, aparece desde la página 24 hasta la 32 de este libro. TM XVIII 3 Cuando se organizó la Asociación General en 1863, se eligió una junta constituida por tres personas. En ese tiempo la organización estaba formada por unas cuantas asociaciones y una imprenta ubicada en Battle Creek, Míchigan. En lo que concierne a la evangelización, los pastores adventistas comenzaron a tener un éxito creciente. Su obra consistía principalmente en predicar las doctrinas distintivas del mensaje evangélico, incluso el sábado, el estado de los muertos, la segunda venida de Cristo y el santuario. Muchos de ellos entraron en discusiones y debates acerca de la ley de Dios y otras verdades bíblicas vitales. Sin darse cuenta, algunos de los que se enfrascaron en esas discusiones desarrollaron confianza propia y un espíritu de seguridad, dependencia propia y agresividad. A su debido tiempo estos rasgos de carácter produjeron malos frutos. Se desarrollan algunas instituciones TM XIX 1 El desarrollo de algunas instituciones siguió rápidamente a la organización de la Asociación General. Después de la visión que recibió Elena G. de White, en diciembre de 1865, se habló de fundar una institución médica, y en respuesta a ello los dirigentes inauguraron una pequeña institución de salud en Battle Creek, en septiembre de 1866. Menos de una década después, debido a los mensajes provenientes de la pluma de Elena G. de White, se fundó una escuela. En 1874 se edificó el colegio de Battle Creek. De ese modo, se desarrollaron en esa ciudad tres grandes instituciones, que atrajeron a un número creciente de adventistas al centro denominacional que comenzó a crecer con rapidez. Se llamó a experimentados hombres de negocios para que administraran esas instituciones. A medida que crecían, se desarrollaban y prosperaban los intereses administrativos, algunos de esos hombres llegaron a confiar más en su capacidad administrativa que en los mensajes que Dios daba para dirigirlos. Para ellos, los negocios eran los negocios. TM XIX 2 Antes que la década transcurriera, la organización enfrentaba la lucha que se entabló entre un programa educacional fundado en el espíritu de profecía y otro similar con base mundanal, dirigido por hombres formados por los sistemas y métodos mundanos. TM XIX 3 Los pioneros de la Iglesia Adventista eran mayormente autodidactas. Eran hombres consagrados, hábiles y expertos. Basta leer sus escritos para verificarlo. Pero conscientes de sus limitaciones académicas, se sentían muy humildes. Cuando apareció en medio de ellos, a comienzos de la década de 1880, un educador diplomado, no es sorprendente que lo apoyaran y le confiaran un puesto importante en la obra educacional. Ubicado demasiado pronto en un cargo de suma responsabilidad, cuando sabía poco de la doctrina y la historia de los adventistas, ese hermano resultó incapaz de asumir las responsabilidades que se le habían confiado. TM XX 1 Las circunstancias resultaron muy difíciles, y tanto los dirigentes como los hermanos en general en Battle Creek comenzaron a dividirse en partidos. Algunos se pusieron bajo la dirección del educador diplomado, mientras otros trataron de mantenerse firmes de parte de los consejos del espíritu de profecía. El resultado final fue desastroso, tanto para el colegio como para la experiencia de las personas implicadas. El colegio de Battle Creek no funcionó durante un año entero. Las cosas que se dijeron y las actitudes que se asumieron dejaron su marca en la experiencia de no pocos dirigentes y miembros de iglesia. TM XX 2 En ese período se publicaron los artículos que aparecen en el tomo 5 de los Testimonios en inglés, páginas 9 al 98, y que vieron la luz primeramente bajo el título de Testimonies for the Battle Creek Church (Testimonios para la Iglesia de Battle Creek). Ese folleto se refería no sólo a lo que se publicó más tarde en el tomo 5 de los Testimonios, sino que contenía referencias que tenían que ver con ciertas personas y circunstancias de Battle Creek. Basta leer los títulos para percibir la atmósfera reinante en esa época. El segundo capítulo, "Nuestro Colegio", tiene los siguientes subtítulos: "La Biblia como Libro de Texto", "El Propósito del Colegio", "Los Maestros y el Colegio". Los siguientes capítulos llevan estos títulos: "Preparación para los Padres", "Un Testimonio Importante", "Se Desprecian los Testimonios", "Los Obreros en Nuestro Colegio", "Se Condenan los Celos y la Crítica". TM XX 3 Eran días difíciles aquellos en que Elena G. de White asistió en 1883 al congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek. En esa ocasión fue dirigida por Dios para celebrar una serie de reuniones matutinas en beneficio de los pastores adventistas, en las que les presentó algunos asuntos y consejos prácticos. Entre ellos se destaca uno dedicado a "Cristo, nuestra justicia". Véase--Selected Messages 1:750-754. Estas circunstancias históricas nos explican la razón de los consejos de Elena G. de White que encontramos en esta obra. Una década de gran progreso TM XXI 1 Aunque la iglesia había enviado ya a J. N. Andrews a Europa en 1874 y se encontraba dedicada a la construcción del colegio, recién en la década iniciada en 1880 comenzó un período de notable progreso misionero y desarrollo institucional. En 1882 se fundaron dos nuevas escuelas, una en Healdsburg, California, y la otra en South Lancaster, Massachusetts. En 1885 se fundó la editorial de Basilea, Suiza, en la recientemente construida Casa Central de Publicaciones. Ese mismo año se envió obreros a Australia, y pronto se fundó en Melbourne la Compañía Editora Eco. La presencia personal de Elena G. de White en Europa desde 1885 hasta 1887 infundió fortaleza y ánimo a la obra en los países que visitó. TM XXI 2 Al repasar ciertos puntos del desarrollo de la historia de la iglesia, resulta evidente la realidad del conflicto entre las fuerzas del bien y las del mal. El movimiento que había surgido era la Iglesia Remanente de la profecía, con el mensaje de Dios para este tiempo. El gran adversario hizo todo lo posible para destruir la obra. Las circunstancias en que sesionó el congreso de 1888 TM XXI 3 Uno de los medios más eficaces empleados por el enemigo consistió en inducir a hombres buenos a que asumieran actitudes que finalmente iban a obstaculizar la obra que amaban. Se lo pudo percibir en el espíritu que manifestaron los que se dedicaron a discusiones y debates. Se lo vio también en la actitud asumida por los hombres de negocios relacionados con la causa. Se lo pudo palpar en la experiencia de los misioneros que habían ido a países nuevos quienes, por tener un concepto estrecho de la obra, encontraron dificultades para avanzar en la forma en que Dios quería que lo hicieran. Se lo pudo vislumbrar en la tendencia manifestada por algunos de depender de los dirigentes de Battle Creek a fin de recibir su consejo hasta para resolver los problemas más menudos de la labor misionera realizada en lugares muy lejanos. Se lo pudo ver también en el caso de algunos dirigentes de Battle Creek, sumamente recargados con las tareas de las instituciones, que al mismo tiempo trataban de dar órdenes minuciosas para llevar adelante la obra en tierras distantes de las cuales poco sabían. TM XXII 1 Cuando la Iglesia Adventista llegó al final de 1887, su feligresía en todo el mundo llegaba a 25.841 miembros, con 26 asociaciones y una misión en América del Norte, y cuatro asociaciones y seis misiones en los campos de ultramar. La Junta de la Asociación General estaba constituida por siete hombres, habiendo sido ampliada con mucha parsimonia en 1882 de tres a cinco miembros, y en 1886 de cinco a siete. TM XXII 2 Para encargarse de los asuntos legales se organizó la Corporación Legal de la Asociación General con una junta de cinco fideicomisarios. TM XXII 3 Varias ramas de la obra se habían desarrollado de tal manera que formaban organizaciones semiautónomas, tales como "La Asociación Internacional de la Escuela Sabática", "Asociación de Salud y Temperancia" y "La Asociación Internacional Misionera y de Publicaciones". TM XXII 4 Tal como lo vimos, durante dos años, desde mediados de 1885 a 1887, Elena G. de White estuvo en Europa. La vemos después regresar a Estados Unidos para residir en su casa de Healdsburg, California. TM XXIII 1 Dos editoriales funcionaban en aquel entonces en Estados Unidos: la Review and Herald en Battle Creek, Míchigan, y la Pacific Press en Oakland, California. Estas dos imprentas realizaban una cantidad considerable de trabajo comercial para ocupar plenamente su equipo y su personal, a fin de disponer de los equipos necesarios para imprimir las publicaciones de la iglesia. En cada una de estas editoriales se publicaba un periódico importante: La Review and Herald en Battle Creek, y el Signs of the Times (Las señales de los tiempos) en Oakland. TM XXIII 2 Durante los años precedentes surgieron algunas diferencias de opinión que se manifestaron en artículos publicados en estos dos periódicos, referentes al tema de la ley tal como aparece en Gálatas. En cada caso los redactores de los periódicos encabezaban opiniones opuestas. Elena G. de White, mientras se encontraba en Suiza, escribió a los redactores del Signs of the Times aconsejándoles que no publicaran artículos en los que aparecieran opiniones divergentes. Encontramos este mensaje en Counsels to Writers and Editors, 75 a 82. El congreso de 1888 TM XXIII 3 El congreso de la Asociación General de 1888 se celebró en Minneapolis, Minnesota, del 17 de octubre al 4 de noviembre de ese año. Fue precedido por un instituto bíblico de una semana de duración, en el que se discutió si los hunos o los alemanni debieran constituir uno de los diez reinos de (Daniel 2 y 7), y de Apocalipsis 13. Urías Smith, director de la Review and Herald, asumió cierta posición, y A. T. Jones, director del Signs of the Times tomó la posición contraria. E. J. Waggoner, también de la Pacific Press, dio algunos estudios acerca de la expiación y la Ley de Dios, y el pastor Jones habló sobre la justificación por la fe. Estas discusiones continuaron durante el congreso, y de vez en cuando hubo acalorados debates. Algunos de los pastores habían llegado al congreso para ventilar ciertos asuntos en lugar de estudiar la verdad. Elena G. de White estaba presente, invitó a todos que consideraran estos asuntos con corazones y mentes abiertos, e instó a que estudiaran cuidadosamente y con oración los temas que se estaban discutiendo. TM XXIV 1 De alguna manera las distintas posiciones asumidas llegaron a identificarse con ciertos hombres. Para muchos, el mensaje de la justificación por la fe los tocó, y respondieron con el corazón y el alma para lograr una experiencia victoriosa en su vida cristiana personal. Otros se identificaron con ciertos dirigentes cautelosos y conservadores de Battle Creek, que vieron peligros en algunas de las enseñanzas presentadas. Cuando el congreso terminó, esos hombres no habían recibido la bendición que Dios tenía preparada para ellos. TM XXIV 2 No tenemos noticia de los discursos que se presentaron en ese congreso fuera de los de Elena G. de White, porque en aquel tiempo no se tenía la costumbre de publicar los discursos presentados. Se publicó un boletín de la Asociación General, pero era una hojita con noticias acerca de los acontecimientos del congreso relativas mayormente a asuntos administrativos. No se tomó ningún acuerdo con respecto a los temas bíblicos considerados. TM XXIV 3 En esa ocasión se eligió presidente de la Asociación General al pastor O. A. Olsen, que se encontraba en Europa. El 27 de noviembre de 1888 Guillermo C. White, miembro de la Junta Directiva de la Asociación General, le escribió al pastor Olsen que "los delegados al final del congreso se fueron con impresiones contradictorias. Muchos creyeron que habían asistido a la reunión más provechosa de su vida; otros consideraron que había sido el congreso más desafortunado que hayamos celebrado hasta ahora". Diferentes actitudes hacia la justificación por la fe TM XXV 1 Elena G. de White pasó mucho tiempo en el campo durante los siguientes dos años, tratando de lograr que las iglesias y las asociaciones tuvieran una comprensión más profunda y plena de la importancia del mensaje de la justificación por la fe. Se refirió a esa verdad bíblica diciendo que aunque era "nueva para muchas mentes", en realidad era "una verdad antigua presentada en nueva forma" Elena G. de White,--The Review and Herald, 23 de julio de 1889. TM XXV 2 Pudo informar durante el siguiente congreso de la Asociación General, celebrado en Battle Creek desde el 18 de octubre hasta el 5 de noviembre de 1889, que "no existe aquí el espíritu que hubo en la reunión de Minneapolis. Todo se mueve en armonía. Hay una gran concurrencia de delegados. Tiene buena asistencia nuestro culto de las 5 de la mañana, y las reuniones son buenas. Todos los testimonios que hemos escuchado han sido de un carácter elevador. Dicen [los hermanos] que el año pasado ha sido el mejor de sus vidas. La luz que brilla de la Palabra de Dios ha sido clara y nítida: La justificación por la fe; Cristo, nuestra justicia. Las experiencias han sido muy interesantes. TM XXV 3 "He asistido a todas las reuniones de la mañana con excepción de dos. A las 8, el Hno. Jones habló acerca del tema de la justificación por la fe, y se manifestó un gran interés. Hay un crecimiento en la fe y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo".--Mensajes Selectos 1:423, 424. TM XXV 4 Desgraciadamente, varios dirigentes de la obra, relacionados con la Asociación General y nuestras instituciones de Battle Creek, echaron su suerte con la oposición y constituyeron en el mismo corazón de la iglesia un duro núcleo rebelde. En los años siguientes, muchos de los que se habían ubicado en ese campo se dieron cuenta de su equivocación y confesaron de buen grado su error. Pero hubo algunos que resistieron tenazmente. Algunos de ellos, relacionados con la administración de la iglesia y de nuestras instituciones, ejercieron su influencia hasta bastante después de 1890. A ellos se refirió Elena G. de White en 1895 cuando escribió lo que aparece en la página 663 de este libro: "La justicia de Cristo por la fe ha sido ignorada por algunos porque es contraria a su espíritu y a toda la experiencia de su vida". TM XXVI 1 En esta obra, a partir de la página 76, vamos a encontrar frecuentes referencias al congreso de Minneapolis y a sus consecuencias ulteriores, como asimismo a la experiencia de algunos de los que estuvieron implicados en estas circunstancias. TM XXVI 2 En el congreso de 1888 la junta directiva de la Asociación General cambió fundamentalmente. El pastor O. A. Olsen fue invitado a venir de Europa para hacerse cargo de la presidencia en lugar del pastor Jorge I. Butler. Este pastor estaba enfermo, y aunque no se encontró presente en el congreso de Minneapolis, se puso de parte de los que asumieron una actitud negativa en este asunto. Pidió licencia por algún tiempo para cuidar de su esposa inválida, y lo hizo durante diez años o más. Después regresó para bien a la obra, y nuevamente ocupó cargos de responsabilidad en la organización. TM XXVI 3 Al pastor Olsen, que simpatizaba plenamente con el énfasis que se le estaba dando a la verdad relativa a la justificación por la fe, y que siempre había sido leal a los consejos del espíritu de profecía, le resultó difícil enfrentar algunos de los problemas que encontró en Battle Creek. Algunos de ellos los provocaban el rápido desarrollo de las instituciones y la ampliación de la obra en Battle Creek en detrimento del progreso de la causa en otros lugares; esos problemas le resultaban especialmente complicados. La unificación y sus problemas TM XXVII 1 En el congreso de la Asociación General celebrado en 1889 se estudiaron los problemas derivados del funcionamiento de dos grandes editoriales, una ubicada en Battle Creek y la otra en la costa del Pacífico. Se nombró una comisión de 21 miembros para que estudiara la posibilidad de unificar los intereses editoriales de la organización. El voto establecía también que se constituyera una organización similar "con el propósito de dirigir todas nuestras actividades educacionales, y administrar nuestras propiedades, con el fin de ponerlas bajo una sola conducción general; asimismo, otra [organización] para dirigir nuestras instituciones de salud".--General Conference Bulletin, 6 de noviembre de 1889, 149. Esta comisión presentó su informe en el congreso de 1891. La propuesta consistía en que la Corporación Legal de la Asociación General atendiera esos asuntos. Se reconoció que en vista de la gran responsabilidad depositada sobre esa organización legal, su número de miembros debería ser de 21. El congreso aprobó esas propuestas. TM XXVII 2 Los informes posteriores revelan que se dieron pasos para unificar las actividades de la iglesia en todo el mundo--las mismas que habían sido confiadas a diversas comisiones--, para ponerlas bajo la dirección de esa comisión de 21 miembros de la Corporación Legal de la Asociación General. TM XXVII 3 Los principales miembros de la Junta Directiva de la Asociación General eran también los miembros principales de la Corporación Legal. Pero, debido a que muchos de sus miembros se hallaban generalmente diseminados por todo el mundo, la consideración de los asuntos corrientes quedaba mayormente en manos de unos pocos hombres que vivían en Battle Creek, algunos de los cuales estaban profundamente implicados con las actividades administrativas de las instituciones de esa ciudad. TM XXVIII 1 No todo lo que se contemplaba en el voto tomado para unificar la obra pudo cumplirse, pero se llevó a cabo lo suficiente como para iniciar un movimiento centralizador y para cargar a la Corporación Legal con las obligaciones financieras de las editoriales, las sociedades de publicaciones, las instituciones educacionales y los sanatorios de todo el mundo. Puesto que muy rara vez se podían celebrar sesiones plenarias de estas juntas, resultó inevitable que las decisiones corrientes relacionadas con los intereses de la causa en todo el mundo fueran tomadas por un puñado de hombres de Battle Creek, que en muchos casos no eran más de cuatro, cinco o seis. Mediante sus mensajes Elena G. de White se opuso a esa tendencia a la centralización, como asimismo a otras que no contaban con la aprobación de Dios. TM XXVIII 2 La situación de Battle Creek, con respecto a ambas instituciones y a la Asociación General, resulta muy bien presentada en el artículo titulado "No Tendrás Dioses Ajenos Delante de Mí", escrito en septiembre de 1895, y que aparece en las páginas 359 a 364 de esta obra. El lector haría bien en examinar cuidadosamente esas líneas. TM XXVIII 3 El mensaje de Elena G. de White al pastor Olsen, presidente a la vez de la Asociación General y de la Corporación Legal, contiene muchos mensajes de reprensión para los que querían asumir la responsabilidad de tomar decisiones que afectaban tan profundamente la obra de la organización en todo el mundo. Mucha de la instrucción enviada al pastor Olsen se encuentra en Testimonios para los Ministros. Como ya lo hemos mencionado, él hizo imprimir esos mensajes para que esas instrucciones y amonestaciones también pudieran llegar a otras personas. Trascendentales problemas de nuestras casas editoras TM XXIX 1 Desgraciadamente, la política oportunista seguida por nuestras editoriales en los comienzos de su historia, que las indujo a dedicarse a tareas comerciales, había comprometido tan profundamente a esas instituciones, que se estaban dedicando casi plenamente al negocio de imprimir. En algunas ocasiones llegó al punto en que aproximadamente el 70% del material impreso era de carácter comercial y sólo el 30% de naturaleza denominacional. Las personas responsables de los intereses financieros de las editoriales consideraban que la tarea que se les había confiado era la de simples impresores, y esa actitud los indujo a aceptar para su publicación algunos manuscritos que jamás deberían haber sido impresos por la iglesia. Véase Joyas de los Testimonios 3:161 a 168), capítulo "Los Trabajos Comerciales", y Mensajes Selectos 2:401 y 402, "Consejos Acerca de la Publicación de Libros sobre Hipnotismo". TM XXIX 2 Al mismo tiempo, algunos de los hombres que ocupaban cargos de responsabilidad en la obra de publicaciones se apartaron de algunos importantes principios básicos relacionados con la remuneración del personal de nuestras instituciones. Se aducía que la obra había alcanzado el nivel de prosperidad en que se encontraba debido a las habilidades especiales y los talentos de los que servían en la línea administrativa; por lo tanto, esos hombres debían ser favorecidos con remuneraciones especiales que estuvieran más de acuerdo con su cargo de administradores. Como resultado de ello, algunos hombres que ocupaban puestos claves recibían sueldos que equivalían al doble del de los obreros especializados del taller. TM XXIX 3 El mismo espíritu indujo a los administradores de la editorial de Battle Creek a tomar todas las medidas a su alcance para apropiarse de la producción literaria que llegaba a sus manos, con el resultado de que los autores de los libros publicados por la casa no recibían en su totalidad los derechos de autor que les correspondían. De esa manera la editorial, por supuesto, ganaba más. Se alegaba que los que ocupaban cargos administrativos en la editorial estaban en mejores condiciones para comprender las necesidades de la causa y para usar provechosamente las ganancias producidas por la venta de publicaciones, que los autores de los libros. Se creía que éstos no estaban en condiciones de administrar debidamente el dinero que podría haberles llegado en conceptos de derechos de autor. En varios mensajes Elena G. de White, al escribir a las personas que ocupaban cargos administrativos, señaló que el egoísmo motivaba.--Testimonies for the Church 7:176 a 180. El presidente de la Asociación General publica los testimonios TM XXX 1 La influencia de los métodos egoístas y absorbentes, el ejercicio del "poder real"--como lo calificó Elena G. de White--resultó contagioso. El pastor Olsen, presidente de la Asociación General, con la esperanza de contrarrestar esta mala influencia, puso a disposición de los ministros de la iglesia muchos de los mensajes de consejo que recibieron tanto él como otros dirigentes de Battle Creek en esa época crítica. Esos mensajes, publicados en forma de folletos, fueron enviados como instrucción especial para los ministros y obreros. A menudo el prefacio estaba constituido por fervientes declaraciones firmadas por el presidente de la Asociación General o por la Junta Directiva. En la introducción del pastor Olsen al segundo de estos folletos numerados, escrita alrededor de 1892, declara: "Sentimos el deber de enviarles algunas selecciones de escritos recientes de la Hna. Elena G. de White que todavía no se han impreso, como asimismo de llamarles la atención a algunos extractos muy importantes de escritos que ya han sido publicados. Lo hacemos con el propósito de refrescar las mentes de ustedes con las verdades contenidas en esos mensajes. Son dignos de la más cuidadosa consideración... TM XXXI 1 "Por más de tres años el Espíritu de Dios ha estado invitando especialmente a nuestros ministros y hermanos para que dejen a un lado el manto de la justicia propia y busquen la justicia de Dios por fe en Jesucristo. Pero, ¡oh, cuán lentos y vacilantes hemos sido!... El testimonio y las fervientes súplicas del Espíritu de Dios no han encontrado en nuestros corazones la respuesta que Dios quería que lograran. En algunos casos nos hemos sentido incluso libres de criticar el testimonio y las advertencias que Dios nos envió para nuestro bien. Este es un asunto muy serio. ¿Cuál ha sido el resultado?: Una frialdad de corazón, una esterilidad espiritual que resulta verdaderamente alarmante. TM XXXI 2 "¿No ha llegado acaso el tiempo de elevar la voz de alarma? ¿No ha llegado acaso el tiempo en que cada persona medite en estas cosas y se pregunte: '¿Soy yo, Señor?'... TM XXXI 3 "En el siguiente testimonio se vuelven a señalar nuestros peligros en tal forma que no podemos dejar de comprenderlos. La pregunta que surge es ésta: ¿Haremos caso del consejo de Dios y lo buscaremos de todo corazón, o vamos a tratar estas amonestaciones con la negligencia y la indiferencia con que lo hemos hecho tantas veces en lo pasado? Dios habla en serio con nosotros y no debiéramos ser remisos para responder". TM XXXI 4 Al aparecer el sexto de estos folletos, el pastor O1sen escribió el 22 de noviembre de 1896 estas palabras introductorias: TM XXXII 1 "Durante los últimos meses he recibido una cantidad de mensajes de la Hna. Elena G. de White, que contienen mucha instrucción valiosa para mí y para todos nuestros obreros; y sabiendo que todos los obreros relacionados con la causa de la Verdad Presente serán beneficiados personalmente y ayudados en su tarea al recibir estas instrucciones, las he compilado y las he hecho imprimir en este folleto para su beneficio. No necesito pedirles que lo estudien cuidadosamente y con oración, porque sé que lo harán". TM XXXII 2 No era tarea fácil para Elena G. de White escribir estos impresionantes mensajes de amonestación y reprensión, ni era fácil tampoco que los destinatarios aceptaran que se aplicaban a su experiencia personal y que se decidieran a hacer las reformas que se les pedían. El presidente de la Asociación General y la Junta Directiva de ese organismo los publicaron en forma de folleto en la década iniciada con 1890, para que todos los ministros recibieran la amonestación. Más tarde todo ese material volvió a publicarse en un volumen en Testimonios para los Ministros, en 1923, para que todos los pastores y administradores adventistas estuvieran enterados de los peligros que podían contrarrestar seriamente los intereses de la obra de Dios. TM XXXII 3 Por supuesto, Elena G. de White no quería implicar a cada ministro y administrador en estos mensajes de reprensión. "¡Cuánto se regocija mi corazón--escribió--por aquellos que sirven al Señor con toda humildad, que aman y temen a Dios! Poseen un poder mucho más valioso que el conocimiento y la elocuencia" (pág. 161). Por aquí y por allá, cuando se espigan los artículos que aparecen en esta obra, vemos que ella dice que "algunos" se han desviado, que "algunos" no han respondido a los mensajes que Dios les había enviado. TM XXXII 4 Los consejos que amonestan contra el ejercicio del "poder real" y la autoridad, los consejos que se refieren a que el hombre no debe buscar en sus semejantes dirección y orientación para cada detalle de la obra, están cuidadosamente equilibrados con consejos referentes a la independencia de espíritu y acción, tal como aparecen en las páginas 314 a 316. Se afirma que los presidentes de campos locales debieran recibir el apoyo y la confianza de sus colaboradores. Lo encontramos en las páginas 327 y 328. TM XXXIII 1 Este es el marco histórico de la década iniciada en 1890 y el motivo de los mensajes que encontramos en Testimonios para los Ministros. Esta es la descripción de las condiciones que empeoraban de mes en mes y de año en año, a medida que la Iglesia Adventista avanzaba en la realización de un programa cada vez más amplio de evangelización, de desarrollo de instituciones y de avance misionero, al acercarse el fin del siglo pasado. El congreso de 1901 TM XXXIII 2 Elena G. de White, que acababa de llegar a los Estados Unidos después de pasar nueve años en Australia, recibió la invitación de asistir al congreso de la Asociación General celebrado en 1901 en Battle Creek. Era el primer congreso a que asistía después de diez años. El presidente de la Asociación General, pastor G. A. Irwin, pronunció su alocución inaugural. A continuación Elena G. de White pasó al frente, manifestando su deseo de hablar. Se dirigió con fervor a la congregación, señalando la forma en que la obra de Dios había sido limitada en su desarrollo, debido a que unos pocos hombres de Battle Creek estaban asumiendo responsabilidades que sobrepasaban sus posibilidades de atención. Afirmó que esos hombres y la causa resultaban perjudicados cuando trataban de animar a los demás a que los buscaran para conseguir orientación y consejo en cada aspecto de la obra. Afirmó que había hombres que ocupaban cargos de responsabilidad que habían perdido el espíritu de consagración tan esencial para hacer su tarea. En esa reunión exclamó: "Lo que necesitamos ahora es reorganización. Necesitamos comenzar desde el fundamento y edificar sobre un principio diferente".--The General Conference Bulletin, 3 de abril de 1901. TM XXXIV 1 Lo que ocurrió en las siguientes tres semanas es una historia emocionante. Se aceptó el mensaje. Los hermanos se dedicaron cuidadosamente a trabajar. Se formaron las uniones, que abarcaban las asociaciones y los campos locales, de manera que las responsabilidades recaían sobre los hombres del campo. Las diferentes asociaciones que representaban distintos ramos de las actividades generales de la iglesia, tales como la Escuela Sabática y la Actividad Misionera, dieron los pasos necesarios para convertirse en departamentos de la Asociación General. La junta directiva de ese organismo, que estaba constituida por trece hombres, fue ampliada a 25. En 1903 la junta se amplió aún más para recibir en su seno a los que estaban relacionados con los departamentos recientemente organizados. En pocos años quinientos hombres llevaban las responsabilidades que antes del congreso de la Asociación General de 1901 habían sido asumidas por un puñado. TM XXXIV 2 En medio de esa reorganización, se hizo provisión para que los hombres que estaban en los campos locales pudieran tomar las decisiones que las circunstancias requerían en sus respectivos lugares. Tan sólidos fueron los fundamentos puestos en esa oportunidad, que cuando resultó conveniente que la obra se desarrollara aún más, la organización no tuvo dificultad alguna ni enfrentó grandes problemas para organizar las divisiones de la Asociación General. De acuerdo con este plan se reunieron grandes zonas del mundo, de tal manera que las uniones constituyeron subdivisiones de esas organizaciones más amplias. Las instituciones de Battle Creek reciben los juicios de Dios TM XXXV 1 Desgraciadamente no fueron escuchados todos los consejos dados por Elena G. de White en el congreso de la Asociación General de 1901. Las reformas que debieran haberse practicado en dos de las instituciones de Battle Creek no se hicieron. Antes que transcurrieran doce meses, en la noche del 18 de febrero de 1902, el sanatorio se incendió. Antes que terminara el año 1902, la editorial también estaba reducida a cenizas. Se reconoció que esas grandes pérdidas para la organización eran juicios de Dios, infligidos porque los hombres no habían aceptado ni seguido los consejos que se les habían dado. Habían recibido la advertencia, pero no la habían aceptado. Dios habló entonces de tal manera que nadie podía dejar de comprender. TM XXXV 2 La sede de la iglesia abandonó Battle Creek, con todos sus problemas, y por la providencia de Dios se estableció en Washington, Capital Federal de los Estados Unidos. La editorial volvió a fundarse en la capital del país, y los dirigentes resolvieron que el tiempo de los empleados y el equipo debían dedicarse ciento por ciento a la publicación del mensaje de la iglesia. El sanatorio fue reconstruido en Battle Creek, pero desgraciadamente pronto la organización perdió el control sobre esa gran institución. Battle Creek dejó de ser el centro de la organización mundial al trasladarse la sede a Takoma Park. "Excepto que olvidemos" TM XXXV 3 Los capítulos finales de esta obra proceden fundamentalmente de mensajes escritos en 1907 y 1914. Elena G. de White tuvo oportunidad de revisar el capítulo titulado "Principios Vitales Acerca de Nuestras Relaciones Mutuas", y en especial el artículo "Jehová Es Nuestro Rey", un mensaje que leyó en el congreso de la Asociación del Sur de California en agosto de 1907; y el artículo titulado "Responsabilidad Individual y Unidad Cristiana", leído por ella en enero de 1907 en el congreso de la Asociación de California. Estos artículos resumen los puntos que abarcan los principales temas del libro. Estos consejos, al ser reafirmados, recuerdan a todos que perder de vista estos principios podría poner en peligro a la iglesia. TM XXXVI 1 La historia puede repetirse y los hombres pueden olvidar. Se han hecho sinceros esfuerzos para evitar la repetición de los errores cometidos en Battle Creek. La Hna. White escribió: "No tenemos nada que temer del futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido" (pág. 31). Los administradores y pastores de la iglesia siempre tienen delante de ellos estos mensajes de advertencia y amonestación, para ayudarlos a evitar que cometan los errores de los años pasados. Y, profundamente vinculadas con estas amonestaciones específicas, hay otras de índole general que tienen que ver con el elevado nivel moral y espiritual de la obra del ministro. TM XXXVI 2 Los mensajes que encontramos en este libro, tan íntimamente relacionados con los corazones y las almas de los que fueron pastores del rebaño y de los que asumieron responsabilidades administrativas en lo pasado, sólo podrán aplicarse en la actualidad si las condiciones descritas volvieran a aparecer. Nadie debiera cometer el error de aplicar a todos los ministros de todos los tiempos las reprensiones que aparecen aquí. Tampoco el íntimo conocimiento de algunos de los problemas y las crisis producidas en años pasados debiera empañar nuestra confianza en el glorioso triunfo de la causa de Dios. TM XXXVI 3 Elena G. de White, a quien Dios reveló los secretos de los corazones de los hombres y las debilidades y deficiencias de la humanidad, no perdió su confianza en los obreros elegidos por el Señor. Para ella, el hecho de que Dios enviara mensajes de reprensión a los que cometían errores, no era una indicación de que los hubiera abandonado, sino más bien una evidencia del amor de Dios, "porque el Señor al que ama, disciplina". Hebreos 12:6. Ni tampoco la desanimaron los retrocesos que experimentó la causa en el fragor de la batalla entre las fuerzas del mal y las fuerzas de la justicia, porque ella se daba cuenta de que "como cristianos bíblicos siempre hemos estado ganando terreno" (Mensajes Selectos 2:458), y que "el Dios de Israel sigue guiando a su pueblo, y seguirá estando con él hasta el mismo fin".--Life Sketches of Ellen G. White, 437, 438. TM XXXVII 1 Este "marco histórico" tiene el propósito de informar al lector acerca de los motivos del contenido de esta obra. Hay una cantidad de referencias a situaciones específicas, movimientos e instituciones, que podrían parecernos oscuras puesto que vivimos a tanta distancia de los acontecimientos. Con el propósito de proporcionar información que nos conduzca a una mayor comprensión de esas referencias publicamos al final de este libro un apéndice con algunas valiosas notas, que esperamos resulten provechosas para nuestros lectores. TM XXXVII 2 No es tarea de los custodios de los escritos de Elena G. de White explicar los consejos dados por ella o interpretarlos. Es su privilegio y a veces su responsabilidad presentar la situación histórica relativa a ciertas circunstancias y presentar también en su contexto otros consejos que puedan ayudar al lector a comprender mejor estos escritos y por lo tanto interpretarlos correctamente. Que este propósito se cumpla, y que la iglesia, bajo la dirección de líderes temerosos de Dios, avance en triunfo hasta la terminación de la preciosa obra de Dios, es el sincero deseo de Los Fideicomisarios de la Escritos de Elena G. de White, Washington, D. C., 10 de mayo de 1962 TM 14 1 "Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas". Mateo 13:52. ------------------------Capítulo 1--La iglesia de Cristo El objeto de su suprema consideración TM 15 1 Queridos hermanos de la Asociación General, Testifico ante mis hermanos y hermanas que la iglesia de Cristo, por debilitada y defectuosa que sea, es el único objeto en la tierra al cual él concede su suprema consideración. Mientras el Señor extiende a todo el mundo su invitación de venir a él y ser salvo, comisiona a sus ángeles a prestar ayuda divina a toda alma que acude a él con arrepentimiento y contrición, y él se manifiesta personalmente a través de su Espíritu Santo en medio de su iglesia. "JAH, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado. Mi alma espera a Jehová más que los centinelas a la mañana... Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él; y él redimirá a Israel de todos sus pecados". TM 15 2 Ministros y toda la iglesia, sea éste nuestro lenguaje, un lenguaje que salga de corazones que respondan a la gran bondad y al amor de Dios hacia nosotros como pueblo y como individuos: "Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre". "Los que estáis en la casa de Jehová, en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad a JAH, porque él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque él es benigno. Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya. Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses". Considerad, mis hermanos y hermanas, que el Señor tiene un pueblo, un pueblo escogido, su iglesia, que debe ser suya, su propia fortaleza, que él sostiene en un mundo rebelde y herido por el pecado; y él se ha propuesto que ninguna autoridad sea conocida en él, ninguna ley reconocida por ella, sino la suya propia. TM 16 1 Satanás tiene una gran confederación, su iglesia. Cristo la llama la sinagoga de Satanás, porque sus miembros son los hijos del pecado. Los miembros de la iglesia de Satanás han estado constantemente trabajando para desechar la ley divina y confundir la distinción entre el bien y el mal. Satanás está trabajando con gran poder en los hijos de desobediencia y por medio de ellos para exaltar la traición y la apostasía como verdad y lealtad. Y en este tiempo el poder de su inspiración satánica está moviendo a los instrumentos vivientes para llevar a efecto la gran rebelión contra Dios, que comenzó en el cielo. Distinciones claras, definidas TM 16 2 En este tiempo la iglesia ha de ponerse sus hermosas vestiduras: "Cristo nuestra justicia". Hay distinciones claras, definidas, que han de ser restauradas y ejemplificadas ante el mundo al mantener en alto los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. La hermosura de la santidad ha de aparecer con su lustre primitivo en contraste con la deformidad y las tinieblas de los desleales, aquellos que se han rebelado contra la ley de Dios. Así nosotros reconocemos a Dios, y aceptamos su ley, el fundamento de su gobierno en el cielo y a lo largo de sus dominios terrenales. Su autoridad debe ser mantenida distinta y clara delante del mundo; y no debe reconocerse ninguna ley que se halle en conflicto con las leyes de Jehová. Si desafiando las disposiciones de Dios, se permite que el mundo ejerza su influencia sobre nuestras decisiones o nuestras acciones, el propósito de Dios es anulado. Por especioso que sea el pretexto, si la iglesia vacila aquí, se registra contra ella en los libros del cielo una traición de las más sagradas verdades y una deslealtad al reino de Cristo. La iglesia ha de sostener firme y decididamente sus principios ante todo el universo celestial y los reinos del mundo; la inquebrantable fidelidad en mantener el honor y el carácter sagrado de Dios atraerá la atención y la admiración aun del mundo, y muchos serán inducidos, por las buenas obras que contemplen, a glorificar a nuestro Padre que está en los cielos. Los leales y fieles llevan las credenciales del cielo, no las de los potentados terrenales. Todos los hombres sabrán quiénes son los discípulos de Cristo, escogidos y fieles, y los conocerán cuando estén coronados y glorificados como personas que han honrado a Dios y a quienes él ha honrado, dándoles la posesión de un eterno peso de gloria... TM 17 1 El Señor ha provisto a su iglesia de talentos y bendiciones, para que presente ante el mundo una imagen de la suficiencia de Dios y para que su iglesia sea completa en él, una constante ejemplificación de otro mundo, el mundo eterno, regido por leyes superiores a las terrenas. Su iglesia ha de ser un templo erigido a la semejanza divina, y el arquitecto angelical ha traído del cielo su áurea vara de medir, para que cada piedra pueda ser labrada y escuadrada según la medida divina y pulida para brillar como emblema del cielo, irradiando en todas direcciones los rayos brillantes y claros del Sol de justicia. La iglesia ha de ser alimentada con el maná celestial y mantenida bajo la única custodia de su gracia. Revestida con la armadura completa de la luz y la justicia, entra en su final conflicto. La escoria, el material inútil será consumido, y la influencia de la verdad testifica ante el mundo de su carácter santificador y ennoblecedor... Experimentos divinos TM 18 1 El Señor Jesús está realizando experimentos en los corazones humanos por medio de la manifestación de su misericordia y abundante gracia. Está realizando transformaciones tan sorprendentes que Satanás, con toda su triunfante jactancia, con toda su confederación del mal unida contra Dios y las leyes de su gobierno, se detiene para mirarlas como una fortaleza inexpugnable ante sus sofismas y engaños. Son para él un misterio incomprensible. Los ángeles de Dios, serafines y querubines, los poderes comisionados para cooperar con los agentes humanos, contemplan con asombro y gozo cómo hombres caídos, una vez hijos de la ira, están desarrollando, por la enseñanza de Cristo, caracteres a la semejanza divina, para ser hijos e hijas de Dios, para desempeñar una parte importante en las ocupaciones y los deleites del cielo. TM 18 2 Cristo ha dado a su iglesia amplias facilidades a fin de que pueda recibir ingente rédito de gloria de su posesión comprada y redimida. La iglesia, dotada de la justicia de Cristo, es su depositaria, en la cual las riquezas de su misericordia, su amor y su gracia, han de aparecer en plena y final manifestación. La declaración de su oración intercesora, de que el amor del Padre es tan grande hacia nosotros como hacia él mismo, el Hijo unigénito, y que nosotros estaremos con él donde él está, hechos uno con Cristo y el Padre para siempre, es una maravilla para la hueste angelical, y constituye su gran gozo. El don de su Espíritu Santo, rico, completo y abundante, ha de ser para su iglesia como un muro de fuego que la circunde, contra el cual no prevalecerán las potencias del infierno. Cristo mira a sus hijos en su inmaculada pureza y perfección impecable como la recompensa de sus sufrimientos, su humillación y su amor, y la corona de su gloria, siendo él mismo el gran centro del cual irradia toda gloria. "Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero". La iglesia es propiedad de Dios TM 19 1 La iglesia es propiedad de Dios, y Dios la recuerda constantemente mientras está en el mundo, sujeta a las tentaciones de Satanás. Cristo nunca ha olvidado los días de su humillación. Al abandonar el escenario de su humillación, Jesús no perdió nada de su humanidad. Conserva el mismo amor tierno y piadoso, y siempre es conmovido por la angustia humana. Siempre tiene en cuenta que él fue un Varón de dolores, experimentado en quebrantos. No olvida a su pueblo que lo representa, que está luchando para exaltar su ley pisoteada. Sabe que el mundo que lo odiara a él, odia también a su pueblo. Aun cuando Cristo Jesús ha pasado a los cielos, allí continúa siendo una cadena viviente que une a sus creyentes con su propio corazón de amor infinito. Los más humildes y débiles están unidos íntimamente a su corazón por una cadena de simpatía. Nunca olvida que él es nuestro representante, y que lleva nuestra naturaleza. TM 19 2 Jesús ve a su verdadera iglesia en la tierra, cuya mayor ambición consiste en cooperar con él en la grandiosa obra de salvar almas. Oye sus oraciones presentadas con contrición y poder, y la Omnipotencia no puede resistir sus ruegos por la salvación de cualquier miembro probado y tentado del cuerpo de Cristo. "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". Jesús vive siempre para interceder por nosotros. Por medio de nuestro Redentor, ¿qué bendiciones no recibirá el verdadero creyente? La iglesia, que está por entrar en su más severo conflicto, será el objeto más querido en la tierra para Dios. La confederación del mal será impulsada por un poder de abajo, y Satanás arrojará todo vituperio posible sobre los escogidos, a quienes no puede engañar y alucinar con sus invenciones y falsedades satánicas. Pero exaltado "por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados", Cristo, nuestro representante y nuestra cabeza, ¿cerrará su corazón, o retirará su mano, o dejará de cumplir su promesa? No; nunca, nunca. Identificado con su iglesia TM 20 1 Dios tiene una iglesia, un pueblo escogido; y si todos pudieran ver como yo he visto cuán estrechamente Cristo se identifica con su iglesia, no se oiría un mensaje tal como el que acusa a la iglesia de ser Babilonia. Dios tiene un pueblo cuyos miembros son colaboradores con él, y ellos han avanzado hacia adelante, teniendo la gloria del Señor en vista. Escuchad la oración de nuestro representante en el cielo: "Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado". ¡Oh, cómo anhelaba la divina Cabeza tener a su iglesia consigo! Sus hijos tuvieron compañerismo con él en sus sufrimientos y humillación, y es su mayor gozo tenerlos consigo para que sean participantes de su gloria. Cristo reclama el privilegio de tener a su iglesia consigo. "Aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo". El tenerlos consigo está de acuerdo con la promesa del pacto y el acuerdo hecho con su Padre. El presenta reverentemente ante el propiciatorio su completa redención en favor de su pueblo. El arco de la promesa circunda a nuestro Sustituto y Garante mientras derrama su petición de amor: "Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado". Contemplaremos al Rey en su hermosura, y la iglesia será glorificada. TM 21 1 A semejanza de David, podemos orar ahora: "Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley". Los hombres han avanzado en la desobediencia a la ley de Dios hasta alcanzar un punto de insolencia sin paralelo. Los hombres se están educando en la desobediencia, y se acercan rápidamente al límite de la tolerancia y del amor de Dios, y Dios seguramente intervendrá. El reivindicará ciertamente su honor y reprimirá la iniquidad prevaleciente. ¿Serán arrastrados los que guardan los mandamientos de Dios por la iniquidad que predomina? ¿Serán ellos tentados, porque se tenga a la ley de Dios en oprobio universal, a menospreciar esa ley que es el fundamento de su gobierno tanto en el cielo como en la tierra? No. Para su iglesia su ley llega a ser más preciosa, santa, honorable, a medida que los hombres arrojen sobre ella escarnio y desprecio. Como David, pueden decir: "Han invalidado tu ley. Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y aborrecí todo camino de mentira". TM 21 2 La iglesia militante no es todavía la iglesia triunfante; pero Dios ama a su iglesia, y describe por medio del profeta cómo él se opone y resiste a Satanás, quien está vistiendo a los hijos de Dios con las ropas más negras y contaminadas, y está reclamando el privilegio de destruirlos. Los ángeles de Dios los protegen de los asaltos del enemigo. El profeta dice: TM 22 1 "Me mostró el sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie. Y el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar". Los falsos maestros deben ser rehuidos TM 22 2 Cuando se levantan hombres que pretenden tener un mensaje de Dios, pero que en lugar de luchar contra los principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo constituyen un escuadrón traidor, y vuelven sus armas de combate contra la iglesia militante, temedlos. No llevan las credenciales divinas. Dios no les ha encargado en absoluto un trabajo tal. Quieren derribar lo que Dios anhela restaurar con el mensaje a Laodicea. El hiere sólo para que pueda sanar, y no para hacer perecer. El Señor no confía a ningún hombre un mensaje que desanime y desaliente a la iglesia. El reprueba, reprende, castiga; pero lo hace solamente para poder restaurar y aprobar al fin. ¡Cuánto se alegró mi corazón ante el informe de la Asociación General de que muchos corazones fueron enternecidos y subyugados, de que muchos se humillaron e hicieron confesión eliminando de la puerta del corazón la basura que impedía la entrada del Salvador! ¡Cuánto me alegré al saber que muchos dieron la bienvenida a Jesús como a un huésped permanente! ¿Cómo es que estos panfletos que denuncian a la Iglesia Adventista como Babilonia [veasé el Apéndice.] fueron esparcidos por todas partes, en el tiempo mismo en que la iglesia estaba recibiendo el derramamiento del Espíritu de Dios? ¿Cómo es que los hombres pueden estar tan engañados como para imaginar que el fuerte clamor consiste en llamar a los hijos de Dios a que abandonen la comunión de la iglesia que está gozando de un tiempo de refrigerio? ¡Oh, que estas almas engañadas entren en la corriente, y reciban la bendición, y sean dotadas de poder de lo alto! TM 23 1 Todo maestro debe ser un alumno a fin de que sus ojos sean ungidos y discierna las evidencias de la verdad de Dios que avanza. Los rayos del Sol de justicia deben brillar en su propio corazón si quiere impartir luz a otros.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. Organización y desarrollo TM 24 1 Hace aproximadamente cuarenta años que se introdujo la organización entre nosotros como pueblo. Yo fui una de las personas que tuvieron que ver con su establecimiento desde el comienzo. Conozco las dificultades que hubo que afrontar, los males que ella estaba llamada a corregir, y he vigilado la influencia de la organización con respecto al crecimiento de la causa. En la primera etapa de la obra, Dios nos dio luz especial sobre este punto, y esta luz, junto con las lecciones que la experiencia nos ha enseñado, debe ser motivo de cuidadosa consideración. TM 24 2 Desde el comienzo nuestra obra fue agresiva. Eramos pocos, y nuestros hermanos pertenecían mayormente a la clase más pobre. Nuestras creencias eran casi desconocidas para el mundo. No teníamos casas de culto, sino unas pocas publicaciones, y muy limitadas facilidades para llevar adelante nuestra obra. Las ovejas estaban esparcidas en los caminos y en los vallados, en ciudades, en pueblos y en bosques. Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús era nuestro mensaje. Unidad en fe y doctrina TM 24 3 Mi esposo, junto con los pastores José Bates, Esteban Pierce, Hiram Edson, y otros que eran inteligentes, nobles y veraces, estaba entre aquellos que, después que pasó el tiempo en 1844, escudriñaron en procura de la verdad como un tesoro escondido. TM 24 4 Solíamos reunirnos, con el alma cargada, orando que fuéramos hechos uno en fe y doctrina; porque sabíamos que Cristo no está dividido. Un tema a la vez era objeto de investigación. Las Escrituras se abrían con reverente temor. A menudo ayunábamos, a fin de estar mejor preparados para entender la verdad. Después de fervientes plegarias, si algún punto no se entendía, era objeto de discusión, y cada uno expresaba su opinión con libertad; entonces solíamos arrodillarnos de nuevo en oración, y ascendían fervientes súplicas al cielo para que Dios nos ayudara a estar completamente de acuerdo, para que pudiéramos ser uno como Cristo y el Padre son uno. Muchas lágrimas eran derramadas. TM 25 1 Pasamos muchas horas de esta manera. A veces pasábamos la noche entera en solemne investigación de las Escrituras, a fin de poder entender la verdad para nuestro tiempo. En tales ocasiones el Espíritu de Dios solía venir sobre mí, y las porciones difíciles eran aclaradas por el medio señalado por Dios, y entonces había perfecta armonía. Eramos todos de una misma mente y de un mismo espíritu. TM 25 2 Poníamos especial cuidado en que los textos no fueran torcidos para acomodarse a las opiniones de hombre alguno. Tratábamos de hacer que nuestras diferencias fueran tan leves como fuera posible, no espaciándonos en puntos de menor importancia sobre los cuales hubiera opiniones variadas. Pero la preocupación de toda alma era producir entre los hermanos una condición que fuera una respuesta a la oración de Cristo de que sus discípulos fuesen uno como él y el Padre son uno. TM 25 3 A veces uno o dos de los hermanos se empecinaban contra el punto de vista presentado, dando rienda suelta a los sentimientos naturales del corazón; pero cuando aparecía esta disposición, suspendíamos las investigaciones y postergábamos nuestra reunión, para que cada uno pudiera tener la oportunidad de ir a Dios en oración, y, sin conversación con otros, estudiara el punto de diferencia, pidiendo luz del cielo. Con expresiones de amistad nos separábamos, para reunirnos de nuevo tan pronto como fuera posible a fin de proseguir con la investigación. A veces el poder de Dios venía sobre nosotros en una forma señalada, y cuando una luz clara revelaba los puntos de la verdad, juntos llorábamos y nos regocijábamos. Amábamos a Jesús; y nos amábamos los unos a los otros. TM 26 1 Poco a poco fuimos aumentando en número. La semilla sembrada fue regada por Dios, y él dio el crecimiento. Al comienzo nos reuníamos para el culto, y presentábamos la verdad a aquellos que venían a escuchar en casas privadas, en cocinas grandes, en galpones, en bosques y en edificios escolares; pero no pasó mucho tiempo antes de que nos fuera posible edificar humildes casas de culto. La introducción del orden eclesiástico TM 26 2 A medida que nuestros miembros fueron aumentando, resultó evidente que sin alguna forma de organización habría gran confusión, y la obra no se realizaría con éxito. La organización era indispensable para proporcionar sostén al ministerio, para dirigir la obra en nuevos territorios, para proteger tanto a las iglesias como a los ministros de los miembros indignos, para retener las propiedades de la iglesia, para la publicación de la verdad por medio de la prensa, y para muchos otros objetos. TM 26 3 Sin embargo, había un fuerte sentimiento entre nuestros hermanos en contra de ella. Los adventistas del primer día [veasé el Apéndice.] eran enemigos de la organización, y la mayor parte de los adventistas del séptimo día tenían las mismas ideas. Buscamos al Señor con ferviente oración para poder entender su voluntad, y nos fue dada luz por su Espíritu en el sentido de que debía haber orden y disciplina cabal en la iglesia: la organización era esencial. El sistema y el orden se manifiestan en todas las obras de Dios a través del universo. El orden es la ley del cielo, y debe ser la ley del pueblo de Dios en la tierra. TM 26 4 Tuvimos una dura lucha para establecer la organización. A pesar de que Dios dio testimonio tras testimonio sobre este punto, la oposición era fuerte, y hubo que hacerle frente una y otra vez. Pero sabíamos que el Señor Dios de Israel estaba conduciéndonos y guiándonos por su providencia. Nos empeñamos en la obra de la organización, y una señalada prosperidad caracterizó este movimiento de avanzada. TM 27 1 A medida que el desarrollo de la obra exigía que nos empeñáramos en nuevas empresas, estábamos preparados para afrontarlas. El Señor dirigió nuestras mentes a la importancia de la obra educacional. Vimos la necesidad de tener escuelas, a fin de que nuestros niños recibieran una instrucción exenta de los errores de la falsa filosofía, para que su educación estuviera en armonía con los principios de la Palabra de Dios. La necesidad de una institución de salud nos había sido presentada con urgencia, tanto para ayudar e instruir a nuestros propios hermanos como para que fuera un medio de bendición e iluminación para otros. Esta empresa también fue realizada. Todo esto era obra misionera del más alto orden. Resultados del esfuerzo unido TM 27 2 Nuestra obra no fue sostenida por grandes donaciones o legados, porque tenemos pocos hombres ricos entre nosotros. ¿Cuál es el secreto de nuestra prosperidad? Hemos avanzado bajo las órdenes del Capitán de nuestra salvación. Dios ha bendecido nuestros esfuerzos unidos. La verdad se ha difundido y ha florecido. Las instituciones se han multiplicado. La semilla de mostaza ha crecido hasta ser un árbol grande. El sistema de organización ha demostrado ser un gran éxito. Se adoptó la dadivosidad sistemática [veasé el Apéndice.] de acuerdo con el plan de la Biblia. El cuerpo ha sido "concertado y unido entre sí por todas las coyunturas". A medida que hemos avanzado, nuestro sistema de organización ha continuado demostrando su eficacia. TM 28 1 Que nadie albergue el pensamiento de que podemos prescindir de la organización. La erección de esta estructura nos ha costado mucho estudio y muchas oraciones en demanda de sabiduría, que sabemos que Dios ha contestado. Ha sido edificada por su dirección, a base de mucho sacrificio y conflicto. Que ninguno de nuestros hermanos esté tan engañado como para intentar derribarla, porque así crearíais una situación en la que ni siquiera soñáis. En el nombre del Señor os declaro que la organización ha de permanecer, fortalecida, establecida, fijada. A la orden de Dios, "Avanzad", hemos avanzado cuando las dificultades que debían superarse parecían imposibilitar el avance. Sabemos cuánto ha costado poner por obra los planes de Dios en lo pasado, los planes que han hecho de nosotros como pueblo lo que somos. Sea, pues, cada uno de nosotros sumamente cuidadoso para no confundir las mentes con respecto a las cosas que Dios ha ordenado para que tengamos prosperidad y éxito en hacer avanzar su causa. TM 28 2 Los ángeles trabajan en forma armoniosa. Un orden perfecto caracteriza todos sus movimientos. Cuanto más de cerca imitemos la armonía y el orden de la hueste angelical, más éxito tendrán los esfuerzos de estos agentes celestiales en nuestro favor. Si no vemos ninguna necesidad de trabajar en forma armoniosa, y somos desordenados, indisciplinados y desorganizados en nuestra forma de obrar, los ángeles, que están cabalmente organizados, y se mueven en perfecto orden, no pueden trabajar por nosotros con éxito. Se apartan apesadumbrados, porque no están autorizados a bendecir la confusión, la distracción y la desorganización. Todos los que deseen la cooperación de los mensajeros celestiales deben trabajar al unísono con ellos. Los que tienen la unción de lo alto estimularán el orden, la disciplina y la unidad de acción en todo lo que emprendan, y entonces los ángeles de Dios podrán cooperar con ellos. Pero nunca, nunca estos mensajeros celestiales respaldarán la irregularidad, la desorganización y el desorden. Todos estos males son resultado de los esfuerzos de Satanás para debilitar nuestras fuerzas, para destruir nuestro valor, impedir el éxito en la acción. TM 29 1 Satanás bien sabe que el éxito puede acompañar únicamente al orden y la acción armoniosa. Bien sabe que todo lo que está relacionado con el cielo está en perfecto orden, que la sujeción y la disciplina perfecta señalan los movimientos de la hueste angelical. Es su firme propósito apartar a los profesos cristianos tanto como sea posible del orden del cielo; por lo tanto engaña aun a los que profesan ser hijos de Dios y les hace creer que el orden y la disciplina son enemigos de la espiritualidad, que la única seguridad para ellos consiste en permitir que cada uno siga su propia conducta, y en permanecer especialmente distintos de los cuerpos de cristianos que están unidos y trabajan para establecer la disciplina y la armonía de acción. Todos los esfuerzos hechos para establecer el orden son considerados peligrosos, una restricción de la libertad que es lícito gozar, y por lo tanto se los teme como papismo. Estas almas tan celosas consideran que es una virtud jactarse de su libertad para pensar y actuar en forma independiente. No aceptan indicaciones de nadie. No se consideran responsables ante ningún hombre. Se me mostró que es la obra especial de Satanás inducir a los hombres a sentir que Dios les ha ordenado hacer las cosas por su cuenta y escoger su propia forma de obrar independiente de sus hermanos. Responsabilidad individual y unidad cristiana TM 29 2 Dios está sacando a un pueblo del mundo para colocarlo sobre la exaltada plataforma de la verdad eterna, los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. El quiere disciplinar y preparar a sus hijos. No estarán en desacuerdo, creyendo uno una cosa, y teniendo otro una fe y opiniones totalmente opuestas, moviéndose cada uno independientemente del cuerpo. Por la diversidad de los dones y ministerios que él ha puesto en la iglesia, todos pueden llegar a la unidad de la fe. Si un hombre adopta sus puntos de vista referentes a la Biblia sin considerar la opinión de sus hermanos, y justifica su conducta alegando que tiene derecho de profesar sus propias opiniones peculiares, y luego las impone a otros, ¿cómo podrá cumplirse la oración de Cristo? Y si otro y aún otro se levanta, y cada uno reclama el derecho a creer y hablar lo que le place sin referencia a la fe del cuerpo, ¿dónde estará la armonía que existió entre Cristo y su Padre, y que Cristo pidió en oración existiera entre sus hermanos? TM 30 1 Aunque tenemos una obra individual y una responsabilidad individual delante de Dios, no hemos de seguir nuestro propio juicio independiente, sin considerar las opiniones y los sentimientos de nuestros hermanos; este proceder conducirá al desorden en la iglesia. Es deber de los ministros respetar el juicio de sus hermanos; pero sus relaciones mutuas, así como las doctrinas que enseñan, deben ser examinadas a la luz de la ley y el testimonio; entonces, si los corazones son dóciles para recibir enseñanza, no habrá divisiones entre nosotros. Algunos están inclinados a ser desordenados, y están apartándose de los grandes hitos de la fe; pero Dios está induciendo a sus ministros a ser uno en doctrina y en espíritu. TM 30 2 Es necesario que nuestra unidad hoy sea de un carácter tal que soporte el fuego de la prueba... Tenemos muchas lecciones que aprender, y muchísimas que desaprender. Sólo Dios y el cielo son infalibles. Serán chasqueados quienes creen que nunca habrán de abandonar una opinión acariciada, que nunca se les presentará la ocasión de cambiar su punto de vista. Mientras sigamos aferrados a nuestras propias ideas y opiniones con empecinada porfía, no podremos tener la unidad por la cual Cristo oró. TM 31 1 Cuando un hermano recibe nueva luz sobre las Escrituras, debe explicar francamente su posición, y todo ministro debe investigar las Escrituras con un espíritu libre de prejuicios para ver si los puntos presentados pueden ser comprobados por la palabra inspirada. "El siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad". 2 Timoteo 2:24, 25. ¡Lo que Dios ha hecho! TM 31 2 Al recapacitar en nuestra historia pasada, habiendo recorrido cada paso de su progreso hasta nuestra situación actual, puedo decir: ¡Alabemos a Dios! Mientras contemplo lo que Dios ha hecho, me siento llena de asombro, y confianza en Cristo como nuestro líder. No tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido. TM 31 3 Podemos ser ahora un pueblo fuerte, si ponemos nuestra confianza en el Señor; porque estamos manejando las grandiosas verdades de la Palabra de Dios. Tenemos todas las razones para estar agradecidos. Si andamos en la luz de los vivientes oráculos de Dios tal como brilla sobre nosotros, tendremos grandes responsabilidades, en correspondencia con la gran luz que Dios nos ha dado. Tenemos muchos deberes que realizar, porque hemos sido hechos depositarios de la verdad sagrada que debe ser dada al mundo en toda su hermosura y su gloria. Hemos contraído con Dios la deuda de usar toda ventaja que él nos ha confiado para hermosear la verdad por la santidad del carácter, y para proclamar los mensajes de amonestación, consuelo, esperanza y amor a los que están en las tinieblas del error y del pecado. TM 32 1 Gracias a Dios por lo que ya se ha hecho en proporcionar a nuestros jóvenes los medios para su preparación religiosa e intelectual. Muchos han sido educados para que puedan desempeñar una parte en las diversas ramas de la obra, no sólo en Norteamérica, sino en los campos extranjeros. Nuestras editoriales han proporcionado publicaciones que han difundido por todas partes el conocimiento de la verdad. Que todos los donativos que cual riachuelos han engrosado la corriente de la dadivosidad, sean reconocidos como una causa de gratitud a Dios. TM 32 2 Tenemos un ejército de jóvenes hoy que puede hacer mucho si es debidamente dirigido y animado. Queremos que nuestros niños crean la verdad. Queremos que sean bendecidos por Dios. Queremos que participen en planes bien organizados para ayudar a otros jóvenes. Sean todos preparados de tal manera que puedan presentar correctamente la verdad dando razón de la esperanza que hay en ellos, y honrando a Dios en todo ramo de la obra donde estén capacitados para actuar... TM 32 3 Como discípulos de Cristo, es nuestro deber difundir la luz que sabemos que el mundo no tiene. Que los hijos de Dios "sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna". 1 Timoteo 6:18, 19. La iglesia remanente no es Babilonia TM 32 4 Me he entristecido mucho al leer el folleto publicado por el Hno. S. [veasé el Apéndice.] y por los que estaban asociados con él en la obra que ha estado haciendo. Sin mi consentimiento, han tomado extractos de los Testimonios, y los han insertado en el folleto que han publicado, para hacer aparecer que mis escritos sostienen y aprueban la posición que ellos defienden. Al hacer esto han realizado algo que no es justicia ni rectitud. Al tomarse libertades injustificables han presentado al pueblo una teoría que es de carácter engañoso y destructivo. En tiempos pasados, muchos otros han hecho esto mismo, haciendo parecer que los Testimonios sostenían posiciones insostenibles y falsas. TM 33 1 Se me ha mostrado que la posición adoptada por el Hno. S. y por sus simpatizantes no es exacta, sino que es uno de los "he aquí" y "he allí" que caracterizarán los días en que vivimos. Como una muestra de la forma en que el Hno. S. ha compilado ese folleto, daré el siguiente incidente: Escribí una carta particular a uno de nuestros pastores, y con bondad, pensando que podría ser una ayuda para el Hno. S., aquel hermano le envió una copia a éste; pero en lugar de considerarla como algo destinado a su ayuda personal, imprime porciones de la misma en el folleto como un testimonio inédito, para respaldar la posición que ha adoptado. ¿Es esto honorable? No había nada en el testimonio que sostuviera la posición del Hno. S.; pero él lo aplicó erróneamente, como muchos hacen con los textos de la Escritura, para perjuicio de su propia alma y de las almas de los demás. Dios juzgará a los que se toman libertades injustificables y utilizan métodos fraudulentos para dar carácter e influencia a lo que ellos consideran como verdad. Al utilizar una carta privada enviada a otra persona, el Hno. S. ha hecho un mal uso de los bondadosos esfuerzos de alguien que deseaba ayudarlo. Las personas que publicaron el panfleto sobre el Fuerte Clamor, y la caída de todas las iglesias, dan evidencia de que el Espíritu Santo de Dios no está trabajando con ellas. "Por sus frutos los conoceréis". TM 33 2 Los que reciben los folletos que defienden estas falsas posiciones, recibirán la impresión de que yo apoyo estas opiniones y estoy unida con estos obreros en proclamar lo que ellos designan como "nueva luz". Yo sé que su mensaje está mezclado con la verdad, pero la verdad está falsamente aplicada y pervertida por su relación con el error. Quisiera decir al hermano que envió a estos hombres una copia de una carta que yo le escribí, que yo no he tenido ninguna intención de censurarlo, y nadie debe arrojar la menor culpa sobre usted concerniente a este asunto. Si yo lo juzgara falsamente y lo censurara, cuando sus motivos e intenciones eran buenos, incurriría en el desagrado de Dios. Si el hermano a quien usted intentó ayudar se ha tomado libertades y ha traicionado la confianza que usted depositó en él, no se culpe por ello ni se apene por los resultados de la infidelidad de él. Instrucción a los discípulos TM 34 1 Hay asuntos en los Testimonios que se han escrito no para el mundo en general, sino para los creyentes hijos de Dios, y no es apropiado hacer que la instrucción, la advertencia, el reproche o los consejos de este carácter sean hechos públicos para el mundo. El Redentor del mundo, el Enviado de Dios, el más grande Maestro que los hijos de los hombres conocieron alguna vez, presentó algunos temas de instrucción, no para el mundo, sino para sus discípulos solos. Aunque tenía mensajes destinados a las multitudes que se apiñaban a su paso, también tenía alguna luz e instrucción especiales para impartir a sus seguidores que él no impartió a la gran congregación, ya que no habría sido entendida y apreciada por ella. Envió a sus discípulos a predicar, y cuando regresaron de su primera labor misionera y tenían variadas experiencias para relatar concernientes a su éxito en la predicación del Evangelio del reino de Dios, él les dijo: "Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco". En un lugar recluido Jesús impartió a sus seguidores la clase de instrucciones, consejos, palabras de cautela y de corrección que él vio que necesitaban en sus métodos de trabajo; pero las instrucciones que les dio a ellos no habían de circular entre la compañía promiscua, porque estaban destinadas solamente a sus discípulos. TM 35 1 En repetidas oportunidades, cuando el Señor realizó milagros de sanidad, encargó a las personas a quienes había beneficiado que no contaran a nadie lo que había hecho. Ellas debían acatar su orden dándose cuenta de que Cristo no les pediría silencio por una razón baladí, sino que había un motivo que justificaba su orden, y de ninguna manera debían hacer caso omiso de su expreso deseo. Debía haber sido suficiente para ellos saber que él deseaba que guardaran el secreto y que tenía buenas razones para formular su pedido. El Señor sabía que al sanar a los enfermos, al obrar milagros para devolver la vista a los ciegos y para limpiar a los leprosos estaba poniendo en peligro su propia vida; pues como los sacerdotes y príncipes no quisieron reconocer las evidencias que él les diera de su divina misión, lo interpretarían erróneamente, falsearían sus motivos y harían acusaciones contra él. Es cierto que hizo muchos milagros en forma abierta, sin embargo, en algunos casos solicitó que aquellos a quienes había beneficiado no dijeran a nadie lo que había hecho por ellos. Cuando se levantó el prejuicio, cuando se acariciaron envidia y celos y se lo asechaba a cada paso, abandonó las ciudades, y fue en busca de aquellos que escucharían y apreciarían la verdad que vino a impartir. TM 35 2 El Señor Jesús consideró necesario aclarar a sus discípulos muchas cosas que no explicó a las multitudes. Les reveló claramente la razón del odio manifestado hacia él por los escribas, los fariseos y sacerdotes, y les habló de su sufrimiento, su traición y muerte; pero no explicó al mundo esos temas con tanta claridad. Tenía advertencias que dar a sus seguidores, y les reveló los dolorosos acontecimientos que vendrían para que estuvieran prevenidos. Dio a sus seguidores instrucciones preciosas que aun ellos no comprendieron hasta después de su muerte, resurrección y ascensión. Cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre ellos, todas las cosas que él les había dicho fueron traídas a su recuerdo. Una traición a la confianza TM 36 1 Constituyó una traición a una confianza sagrada el tomar aquello que Jesús se propuso que permaneciese en secreto, y publicarlo a los demás, trayendo vituperio y menoscabo sobre la causa de la verdad. El Señor ha dado a su pueblo mensajes oportunos de advertencia, reprensión, consejo e instrucción, pero no es apropiado sacar estos mensajes de su contexto para colocarlos donde parecerán dar fuerza a mensajes de error. En el folleto publicado por el Hno. S. y sus asociados, él acusa a la iglesia de Dios de ser Babilonia e insta a separarse de la iglesia. Esta obra no es ni honorable ni justa. Al compilar ese trabajo, han usado mi nombre y mis escritos para sostener lo que yo desapruebo y denuncio como error. Las personas a quienes este panfleto ha de alcanzar cargarán sobre mí la responsabilidad de esta falsa posición, cuando esto es completamente contrario a las enseñanzas de mis escritos y a la luz que Dios me ha dado. No vacilo en decir que aquellos que insisten en llevar adelante esta obra se hallan grandemente engañados. Un mensaje falso TM 36 2 Durante años he dado mi testimonio en el sentido de que cuando se levantan personas que aseveran tener gran luz, y sin embargo, abogan por la demolición de lo que el Señor ha estado edificando por medio de sus agentes humanos, están muy engañados y no trabajan en cooperación con Cristo. Los que aseveran que las iglesias adventistas constituyen Babilonia, o parte alguna de Babilonia, deberían permanecer en casa. Deténganse y consideren cuál es el mensaje que debe ser proclamado en este tiempo. En lugar de trabajar con los agentes divinos para preparar un pueblo que pueda subsistir en el día del Señor, se han colocado al lado de aquel que es el acusador de los hermanos, quien los acusa día y noche delante de Dios. Agentes satánicos que proceden de abajo, han inspirado a los hombres a unirse en una confederación del mal, para complicar la situación del pueblo de Dios, persiguiéndolo y causándole grandes sufrimientos. El mundo entero será incitado a la enemistad contra los adventistas del séptimo día, porque ellos no rendirán pleitesía al papado, honrando el domingo, la institución de este poder anticristiano. Es el propósito de Satanás hacer que sean extirpados de la tierra, a fin de que nadie pueda impugnar su supremacía en el mundo. Acusaciones de Satanás TM 37 1 Se presentó delante del profeta la escena de la acusación de Satanás. El dice: "Me mostró el sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle". Jesús es nuestro gran Sumo Sacerdote en los cielos. ¿Y qué está haciendo? Está efectuando una obra de intercesión y expiación en favor de sus hijos que creen en él. Por medio de la justicia imputada de Cristo, los miembros de su pueblo son aceptados por Dios como personas que confiesan ante el mundo que pertenecen a Dios guardando todos sus mandamientos. Satanás está lleno de maligno odio contra ellos, y manifiesta hacia ellos el mismo espíritu que manifestó hacia Jesús cuando estaba en la tierra. Cuando Cristo se hallaba ante Pilato, el gobernante romano trató de liberarlo, y deseó que el pueblo escogiera salvar a Jesús de la terrible prueba por la cual estaba por pasar. Presentó ante la multitud clamorosa al Hijo de Dios y al criminal Barrabás, e inquirió: "¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?" "Y ellos dijeron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!" TM 38 1 El mundo estaba agitado por la enemistad de Satanás, y cuando se les pidió que eligieran entre el Hijo de Dios y el criminal Barrabás, los judíos escogieron al maleante antes que a Jesús. Las ignorantes multitudes fueron inducidas, por los engañosos razonamientos de los que se hallaban en alta posición, a rechazar al Hijo de Dios, para escoger a un ladrón y homicida en su lugar. Recordemos todos que todavía estamos en un mundo donde Jesús, el Hijo de Dios, fue rechazado y crucificado, un mundo en el que todavía permanece la culpa de despreciar a Cristo y preferir a un ladrón antes que al Cordero inmaculado de Dios. A menos que individualmente nos arrepintamos ante Dios de la transgresión de su ley, y ejerzamos fe en nuestro Señor Jesucristo, a quien el mundo ha rechazado, estaremos bajo la plena condenación merecida por aquellos que eligieron a Barrabás en lugar de Jesús. El mundo entero está acusado hoy del rechazo y asesinato deliberados del Hijo de Dios. La Palabra guarda registro de que judíos y gentiles, reyes, gobernadores, ministros, sacerdotes y pueblo--todas las clases y sectas que revelan el mismo espíritu de envidia, odio, prejuicio e incredulidad manifestados por aquellos que entregaron a la muerte al Hijo de Dios--reeditarían la misma actuación si se les presentara la oportunidad que tuvieron los judíos y el pueblo del tiempo de Cristo. Serían participantes del mismo espíritu que exigió la muerte del Hijo de Dios. TM 39 1 En la escena en que se representa la obra de Cristo por nosotros, y la decidida acusación de Satanás contra nosotros, Josué aparece como el sumo sacerdote e interpone una demanda en favor del pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Al mismo tiempo Satanás presenta al pueblo de Dios como compuesto de grandes pecadores, y hace aparecer ante el Señor la lista de los pecados que él los tentó a cometer durante su vida, y exige que debido a sus transgresiones sean entregados en sus manos para la destrucción. Exige que no sean protegidos por los ángeles ministradores contra la confederación del mal. Está lleno de odio porque no puede atar en manojos a los hijos de Dios con el mundo, a fin de que le rindan completa obediencia. Reyes, príncipes y gobernantes han colocado sobre sí mismos el rótulo del anticristo, y son representados por el dragón que va a hacer guerra contra los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús. En su enemistad contra el pueblo de Dios, se muestran culpables también de la elección de Barrabás en lugar de Cristo. El mundo es llamado a cuentas TM 39 2 Dios tiene un pleito con el mundo. Cuando sesione el juicio y los libros se abran, él tendrá una terrible cuenta que arreglar, que ahora mismo haría que el mundo temiera y temblase si los hombres no estuvieran enceguecidos y hechizados por los engaños y las seducciones satánicas. Dios llama al mundo a cuentas por la muerte de su Hijo unigénito a quien virtualmente el mundo ha vuelto a crucificar, y ha entregado a la vergüenza pública al perseguir a su pueblo. El mundo ha rechazado a Cristo en la persona de sus santos, ha rehusado sus mensajes al rechazar los mensajes de los profetas, apóstoles y mensajeros. Ha rechazado a aquellos que han sido colaboradores con Cristo, y por esto tendrá que rendir cuentas. TM 40 1 Satanás está a la cabeza de todos los acusadores de los hermanos; pero cuando él presenta los pecados del pueblo de Dios, ¿qué contesta el Señor? Dice: "Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel". Satanás ha presentado a los escogidos y leales hijos de Dios como llenos de contaminación y pecado. El podría describir específicamente los pecados de que habían sido culpables. ¿No había puesto él en marcha toda la confederación del mal para inducirlos, por sus artes seductoras, a esos mismos pecados? Pero ellos se habían arrepentido; habían aceptado la justicia de Cristo. Estaban, por lo tanto, ante Dios vestidos del manto de la justicia de Cristo; y "habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala". Todo pecado del cual habían sido culpados fue perdonado, y estaban en pie delante de Dios como elegidos y fieles, como inocentes, como perfectos, como si nunca hubieran pecado. La palabra de aliento TM 40 2 "Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron [los ángeles de Dios] una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová [Jesús, el Redentor de ellos] estaba en pie. Y el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar". Quisiera que todos los que pretenden creer la verdad presente pensaran seriamente en las maravillas presentadas en este capítulo. Por débil y aquejado de flaquezas que sea el pueblo de Dios, los que se arrepienten de la deslealtad al Señor en esta generación mala y perversa, y vuelven a serle leales, estando firmes en la vindicación de la santa ley de Dios, reparando la brecha que fuera abierta por el hombre de pecado bajo la dirección de Satanás, serán contados como hijos de Dios, y por la justicia de Cristo aparecerán perfectos delante del Señor. La verdad no siempre yacerá en el polvo para ser pisoteada por los hombres. Será magnificada y hecha honorable; aun ha de erguirse para brillar en todo su prístino fulgor y permanecerá por los siglos de los siglos. Las palabras de acusación no provienen de Dios TM 41 1 Dios tiene un pueblo en el cual todo el cielo está interesado, y dicho pueblo es el único objeto de esta tierra que sea precioso para el corazón de Dios. [veasé el Apéndice.] Que todos los que leen estas palabras les den atenta consideración, porque en el nombre de Jesús yo quisiera grabarlas en cada alma. Cuando se levanta alguien, de entre nosotros o de afuera, que siente la preocupación de proclamar un mensaje que declara que el pueblo de Dios se cuenta con Babilonia, y asevera que el fuerte pregón es un llamado a salir de ella, podéis saber que no proclama el mensaje de verdad. No le recibáis, ni le digáis "¡Bienvenido!", porque Dios no habló por él, ni le dio mensaje alguno, sino que él corrió antes de ser enviado. El mensaje contenido en el folleto titulado El Fuerte Clamor es un engaño. Tales mensajes vendrán, y se pretenderá que han sido enviados por Dios, pero la pretensión será falsa; porque no están llenos de luz, sino de tinieblas. Habrá mensajes de acusación contra el pueblo de Dios, similares a la obra hecha por Satanás al acusar al pueblo de Dios, y estos mensajes estarán resonando en el mismo tiempo en que Dios esté diciéndole a su pueblo: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria". Una obra de engaño TM 42 1 Se hallará que los que llevan un mensaje falso no tendrán un alto sentido de honor e integridad. Engañarán al pueblo; mezclarán con su error los Testimonios de la Hna. White, y usarán su nombre para dar influencia a su obra. Seleccionan de los Testimonios los pasajes que ellos piensan poder torcer para sostener sus posiciones, y los colocan en un marco de falsedad, de manera que su error tenga peso y sea aceptado por el pueblo. Interpretan erróneamente y aplican mal lo que. Dios ha dado a la iglesia para amonestar, aconsejar, reprobar, consolar y animar a los que constituyen el pueblo remanente de Dios. Los que reciban los Testimonios como mensaje de Dios serán ayudados y bendecidos por ellos; pero aquellos que toman ciertas partes, simplemente para sostener alguna teoría o idea de su propia factura, para defender su conducta errónea, no serán bendecidos y beneficiados por lo que enseñen. El pretender que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia es tener la misma pretensión que Satanás, que es un acusador de los hermanos, que los acusa delante de Dios día y noche. Por este mal uso de los Testimonios las almas son confundidas, porque no pueden entender la relación de los Testimonios con una posición tal como la que asumen los que están en el error; pues Dios se propuso que los Testimonios estuviesen contenidos siempre en el marco de la verdad. TM 43 1 Los que defienden el error dirán: "Así ha dicho Jehová el Señor; y Jehová no había hablado". Dan testimonio de la falsedad, no de la verdad. Si los que han estado proclamando el mensaje de que la iglesia es Babilonia, en vez de haber usado el dinero para publicar y difundir este error, lo hubieran gastado en edificar en lugar de destruir, habrían puesto en evidencia que eran el pueblo al cual Dios dirige. TM 43 2 Hay una gran obra que hacer en el mundo, una gran obra que debe ser realizada en los países extranjeros. Deben establecerse escuelas para que nuestros jóvenes, niños y personas de edad más madura sean educados tan rápidamente como sea posible, para que puedan ir al campo misionero. Se necesitan no solamente ministros para los campos extranjeros, sino obreros sabios y juiciosos de todas clases. Desde todas partes del mundo se oye el llamado macedónico: "Pasa... y ayúdanos". Con toda la responsabilidad que descansa sobre nosotros de ir y predicar el Evangelio a toda criatura, hay gran necesidad de hombres y medios, y Satanás está trabajando en toda forma concebible para distraer los fondos y para impedir que los hombres se empeñen precisamente en la obra que deberían estar haciendo. El dinero que debiera usarse en realizar la buena obra de edificar casas de culto, de establecer escuelas para la educación de los obreros destinados al campo misionero, de adiestrar a jóvenes y señoritas de manera que puedan salir y trabajar con paciencia, con inteligencia y con toda perseverancia, para ser agentes por cuyo intermedio pueda prepararse un pueblo que permanezca en pie en el gran día de Dios, es desviado del cauce de la utilidad y la bendición al de la perversidad y la maldición. TM 43 3 El día grande de Dios está cercano y muy próximo, y hay una gran obra que realizar, la cual debe ser hecha con presteza. Pero hallamos que en medio de la obra que ha de hacerse, están los que profesan creer la verdad presente y que no saben cómo invertir los medios que les fueron confiados, quienes, por falta de mansedumbre y humildad de corazón, no ven cuán grande es la tarea que ha de hacerse. Todos los que aprendan de Jesús serán obreros juntamente con Dios. Pero los que salen a proclamar el error, gastando tiempo y dinero en una obra vana, arrojan cargas acrecentadas sobre los verdaderos obreros que trabajan en campos nuevos; pues en lugar de dedicar su tiempo en apoyo de la verdad, éstos se ven obligados a contrarrestar la obra de los que proclaman la falsedad y pretenden tener un mensaje del cielo. TM 44 1 Si los que han hecho esta clase de trabajo hubieran sentido la necesidad de contestar la oración que Cristo ofreció a su Padre inmediatamente antes de su crucifixión--de que los discípulos de Cristo fueran uno como él y el Padre son uno--, no estarían malgastando los medios que les son confiados y que tanto se necesitan para hacer progresar la verdad. No estarían malgastando tiempo y capacidad preciosos para diseminar el error, haciendo necesario que los obreros dediquen su tiempo para contrarrestar y anular su influencia. Una obra de este carácter es inspirada, no de arriba sino de abajo. TM 44 2 "¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados". El mensaje que ha sido dado por aquellos que han proclamado que la iglesia es Babilonia, ha dejado la impresión de que Dios no tiene iglesia sobre la tierra. Una iglesia viva TM 45 1 ¿No tiene Dios una iglesia viva? El tiene una iglesia, pero es la iglesia militante, no la iglesia triunfante. Lamentamos que haya miembros defectuosos, que haya cizaña en medio del trigo. Jesús dijo: "El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue... Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero". TM 45 2 En la parábola del trigo y la cizaña vemos la razón por la cual la cizaña no había de ser arrancada: para que el trigo no fuese arrancado con ella. La opinión y el juicio humanos cometerían graves errores. Pero antes de que se cometa un error, y de que una sola brizna de trigo sea desarraigada, el Maestro dice: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega"; entonces los ángeles recogerán la cizaña, que será destinada a la destrucción. Aun cuando en nuestras iglesias, que aseveran creer una verdad avanzada, existen personas defectuosas y erradas, como cizaña entre el trigo, Dios es compasivo y paciente. El reprende y amonesta a los que yerran, pero no destruye a los que son lerdos en aprender la lección que quiere enseñarles; no desarraiga la cizaña separándola del trigo. La cizaña y el trigo han de crecer juntos hasta la cosecha, cuando el trigo llega a su pleno crecimiento y desarrollo, y debido a las características que presenta cuando está maduro, será fácilmente distinguido de la cizaña. TM 46 1 La iglesia de Cristo en la tierra será imperfecta, pero Dios no destruye a su iglesia a causa de su imperfección. Ha habido y habrá personas llenas de celo no conforme a ciencia, que querrán purificar la iglesia y desarraigar la cizaña de en medio del trigo. Pero Cristo nos ha dado luz especial sobre la manera de tratar a los que yerran y a aquellos que en la iglesia no están convertidos. Ninguna resolución espasmódica, celosa y apresurada ha de ser tomada por los miembros de la iglesia para separar de la misma a los que ellos consideran defectuosos de carácter. La cizaña aparecerá en medio del trigo; pero haría más daño arrancarla (a menos que sea de la manera señalada por Dios), que dejarla. Mientras el Señor trae a la iglesia a aquellos que están verdaderamente convertidos, Satanás al mismo tiempo, trae a ella a personas que no están convertidas. Mientras Cristo siembra la buena simiente, Satanás siembra la cizaña. Hay dos influencias opositoras que se ejercen continuamente sobre los miembros de la iglesia. Una influencia trabaja para la purificación de la iglesia, y la otra para la corrupción del pueblo de Dios. Judas tuvo oportunidades TM 46 2 Jesús sabía que Judas tenía defectos de carácter, pero a pesar de ello lo aceptó como uno de sus discípulos, y le dio las mismas oportunidades y privilegios que concedió a los otros a quienes había escogido. Judas quedó sin excusa en la mala conducta que siguió más tarde. Pudo haber llegado a ser un hacedor de la palabra, como lo fueron con el tiempo Pedro, Santiago, Juan y los otros discípulos. Jesús impartió preciosas lecciones de instrucción, de manera que los que estaban asociados con él pudieran convertirse, y no tuvieran necesidad de aferrarse a los defectos que echaban a perder sus caracteres. La iglesia no es perfecta TM 47 1 Algunas personas parecen pensar que al entrar en la iglesia serán cumplidas sus expectativas, y hallarán solamente personas puras y perfectas. Son celosas en su fe, y cuando ven faltas en los miembros de la iglesia, dicen: "Nosotros abandonamos el mundo para no tener ninguna asociación con individuos malos, pero el mal se halla aquí también"; y preguntan, como los siervos de la parábola: "¿De dónde, pues, tiene cizaña?" Pero no necesitamos chasquearnos así, pues el Señor no nos autoriza a sacar la conclusión de que la iglesia es perfecta; y todo nuestro celo no nos permitirá tener éxito en lograr que la iglesia militante sea tan pura como la iglesia triunfante. El Señor nos prohíbe proceder de manera violenta contra aquellos que pensamos que yerran, y no hemos de dispensar excomuniones y denuncias contra los que tienen defectos. TM 47 2 El hombre finito está propenso a juzgar mal el carácter, pero Dios no confía la obra de juzgar y hacer pronunciamientos sobre el carácter a aquellos que no están capacitados para ello. Nosotros no hemos de decir qué constituye el trigo, y qué constituye la cizaña. El tiempo de la siega determinará plenamente el carácter de las dos clases especificadas bajo el símbolo de la cizaña y el trigo. La obra de separación es confiada a los ángeles de Dios; no es encomendada en las manos de hombre alguno. TM 47 3 Las falsas doctrinas constituyen una de las influencias satánicas que actúan en la iglesia, e introducen en ella a los que tienen el corazón inconverso. Los hombres no obedecen las palabras de Jesucristo, buscando la unidad de fe, espíritu y doctrina. No trabajan por la unidad del espíritu por la cual oró Jesús, la cual haría que el testimonio de los discípulos de Cristo fuera eficaz para convencer al mundo de que Dios ha enviado a su Hijo a esta tierra, "para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Si la unidad por la cual Cristo oró existiera entre los hijos de Dios, éstos darían un testimonio viviente y reflejarían una luz clara que brillaría en medio de las tinieblas morales del mundo. Se le permite a Satanás tentar TM 48 1 En lugar de la unidad que debe existir entre los creyentes, hay desunión, porque se le permite a Satanás que entre, y por medio de especiosos engaños y errores él induce a los que no están aprendiendo de Cristo a ser mansos y humildes de corazón a seguir una trayectoria diferente de aquella que sigue la iglesia, y quebrantar, si es posible, su unidad. Se levantan hombres que hablan cosas perversas para llevar discípulos tras sí. Pretenden que Dios les ha dado gran luz; pero, ¿cómo actúan ellos bajo su influencia? ¿Siguen la conducta que los dos discípulos siguieron en su camino a Emaús? Cuando ellos recibieron la luz, volvieron y encontraron a aquellos que Dios había guiado y a quienes todavía guiaba, y les contaron cómo habían visto a Jesús y habían hablado con él. TM 48 2 ¿Han seguido esta conducta los hombres que pretendieron tener luz concerniente a la iglesia? ¿Han ido a quienes Dios ha escogido, para presentar un testimonio vivo, y les han dado evidencia de que esta luz los calificaría mejor para preparar a un pueblo para estar en pie en el gran día de Dios? ¿Han buscado el consejo de aquellos que han llevado y siguen llevando la verdad, y que están dando al mundo el último mensaje de amonestación? ¿Han tomado consejo con aquellos que han tenido una profunda experiencia en las cosas de Dios? ¿Por qué estos hombres, tan llenos de celo por la causa, no estaban presentes en el Congreso de la Asociación General realizado en Battle Creek, como lo estuvieron los hombres devotos en Jerusalén en ocasión del derramamiento del Espíritu Santo? En el gran centro de la obra, los hombres abrieron sus tesoros de luz; y mientras el Señor estaba derramando su Espíritu sobre el pueblo, ¿recibieron estos hombres la unción celestial? Mientras la influencia profunda del Espirítu de Dios se manifestaba en el pueblo y las almas se convertían, y los corazones duros se quebrantaban, había quienes escuchaban las sugestiones de Satanás y eran inspirados de celo de abajo para salir a proclamar que precisamente el pueblo que recibe el Espíritu Santo, que ha de recibir la lluvia tardía y la gloria que debe iluminar a toda la tierra, es Babilonia. ¿Les dio el Señor a estos mensajeros su mensaje? No, porque no era un mensaje de verdad. La iglesia, la luz del mundo TM 49 1 Aunque existen males en la iglesia, y los habrá hasta el fin del mundo, la iglesia ha de ser en estos postreros días luz para un mundo que está contaminado y corrompido por el pecado. La iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amonestada y aconsejada, es el único objeto de esta tierra al cual Cristo concede su consideración suprema. El mundo es un taller en el cual, por la cooperación de los agentes humanos y divinos, Jesús está haciendo experimentos por su gracia y misericordia divina en los corazones humanos. Los ángeles se asombran al contemplar la transformación del carácter realizada en aquellos que se entregan a Dios, y expresan su gozo en cantos de arrobada alabanza a Dios y al Cordero. Ven a aquellos que son por naturaleza hijos de la ira, convertirse y llegar a ser colaboradores con Cristo para traer almas a Dios. Ven a aquellos que estaban en tinieblas transformarse en luces que resplandecen en medio de la noche moral de esta generación perversa. Los ven siendo preparados por una experiencia como la de Cristo para sufrir con su Señor y más tarde participar con él de su gloria en el cielo. TM 50 1 Dios tiene en la tierra una iglesia que está ensalzando la ley pisoteada y presentando al mundo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo, y por la iglesia se manifestará finalmente la revelación final y completa del amor de Dios al mundo que ha de quedar iluminado por su gloria. La oración de Cristo, de que su iglesia fuese una, como él y el Padre eran uno, quedará finalmente contestada. Será concedida una rica porción del Espíritu Santo, y por su constante provisión a los hijos de Dios, ellos llegarán a ser testigos del poder de Dios para salvar. TM 50 2 En el mundo existe solamente una iglesia que esté actualmente en la brecha, reparando el muro, reedificando las ruinas; y cualquier hombre que llame la atención del mundo y de las otras iglesias a esta iglesia, denunciándola como Babilonia, hace una obra en armonía con la del acusador de los hermanos. ¿Es posible que se levanten de entre nosotros hombres que hablen cosas perversas, que expresen los mismos sentimientos que Satanás quisiera ver diseminados en el mundo acerca de los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús? ¿No hay bastante trabajo que hacer para satisfacer vuestro celo en la obra de presentar la verdad a aquellos que están en las tinieblas del error? Como quienes han sido designados administradores de recursos y capacidades, habéis estado dando una aplicación errónea a los bienes de vuestro Señor al diseminar el error. El mundo entero está lleno de odio hacia los que proclaman que la ley de Dios está en vigencia, y la iglesia leal a Jehová debe sostener un conflicto no común. "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". Los que en algún sentido se den cuenta de lo que significa esta guerra, no volverán sus armas contra la iglesia militante, sino que con todas sus facultades lucharán junto al pueblo de Dios contra la confederación del mal. TM 51 1 Los que se ponen a proclamar un mensaje bajo su propia responsabilidad individual; los que, al par que aseveran ser enseñados y conducidos por Dios, se dedican especialmente a derribar lo que Dios ha estado edificando durante años, no están haciendo la voluntad de Dios. Sépase que estos hombres están de parte del gran engañador. No los creáis. Se están aliando con los enemigos de Dios y la verdad. Se burlarán de la orden del ministerio como de un sistema de clericalismo. De los tales apartaos; no tengáis comunión con su mensaje, por mucho que citen los Testimonios y traten de atrincherarse detrás de ellos. No los recibáis, porque Dios no les ha encomendado que hagan esta obra. El resultado de una obra tal será la incredulidad en los Testimonios, y en lo posible anularán la obra que he estado haciendo durante años. TM 51 2 He dedicado casi toda mi vida a esta obra, pero con frecuencia mi carga ha sido agravada por hombres que se levantaban a proclamar un mensaje que Dios no les había dado. Esta clase de malos obreros ha elegido porciones de los Testimonios y los han puesto en el marco del error, con el fin de que sus falsos testimonios tuvieran influencia. Cuando queda de manifiesto que su mensaje es un error entonces los Testimonios puestos en compañía del error comparten la misma condenación; y la gente del mundo, que no sabe que los Testimonios citados son extractos de cartas particulares usadas sin consentimiento mío, presentan estos asuntos como evidencia de que mi obra no es de Dios, ni de la verdad, sino una mentira. Los que desacreditan así la obra de Dios tendrán que responder ante Dios de la obra que están haciendo. Un ministerio divinamente señalado TM 52 1 Dios tiene una iglesia, y ésta tiene un ministerio designado divinamente. "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo". TM 52 2 El Señor tiene sus agentes designados, y una iglesia que ha sobrevivido persecuciones, conflictos y tinieblas. Jesús amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, y él la restaurará, refinará, ennoblecerá y elevará, para que subsista firmemente en medio de las influencias corruptoras de este mundo. Hombres designados por Dios han sido escogidos para velar con celoso cuidado y vigilante perseverancia, para que la iglesia no sea destruida por los malos designios de Satanás, sino que subsista en el mundo y fomente la gloria de Dios entre los hombres. Habrá siempre un fiero conflicto entre la iglesia y el mundo. Un espíritu chocará contra otro, un principio contra otro, la verdad contra el error; pero en la crisis que ya se ha iniciado y que pronto ha de culminar, los hombres de experiencia habrán de hacer la obra que Dios les ha asignado, y velar por las almas como quienes han de dar cuenta. TM 53 1 Los que llevan este mensaje de error, denunciando a la iglesia como Babilonia, descuidan la obra que Dios les ha designado, están en contra de la organización, y en contra del sencillo mandato de Dios, pronunciado por Malaquías, de traer todos los diezmos a la tesorería de la casa del Señor, e imaginan que ellos tienen una obra que hacer, a saber, amonestar a quienes Dios ha escogido para hacer progresar su mensaje de verdad. Estos obreros no están añadiendo eficiencia a la causa y al reino de Dios, sino que están empeñados en una obra similar a aquella en la cual se halla empeñado el enemigo de toda justicia. Que estos hombres, que se levantan contra los métodos y los medios ordenados por Dios para hacer progresar su obra en estos días de peligro, abandonen todas sus opiniones antibíblicas concernientes a la naturaleza, la función y el poder de los agentes designados por el Señor. TM 53 2 Entiendan todos las palabras que escribo ahora. Los que colaboran con Dios son sólo sus instrumentos, y no poseen en sí mismos gracia o santidad inherentes. Sólo cooperando con los seres celestiales es como tienen éxito. No son sino vasos terrenos, depositarios en quienes Dios pone los tesoros de su verdad. Pablo puede plantar y Apolos regar, pero es únicamente Dios quien da el crecimiento. TM 54 1 Dios habla por medio de los agentes que ha designado, y ningún hombre o confederación de hombres ha de insultar al Espíritu de Dios negándose a oír el mensaje de la palabra de Dios de los labios de sus mensajeros escogidos. Al negarse a oír el mensaje de Dios, los hombres se encierran en una cámara de tinieblas. Mantienen sus almas encerradas y alejadas de grandes bendiciones, y al manifestar falta de respeto por los agentes que Dios designó, privan a Cristo de la gloria que le corresponde. Cuidaos de los falsos maestros TM 54 2 Dios no es autor de confusión, sino de paz. Pero Satanás es un enemigo vigilante que nunca duerme, que siempre obra sobre las mentes humanas, buscando un suelo en el cual pueda sembrar su cizaña. Si halla alguien a quien pueda alistar en su servicio, le sugerirá ideas y teorías falsas, y lo hará celoso en la defensa del error. La verdad no sólo convierte, sino que realiza la purificación de quien la recibe. Jesús nos aconseja que nos guardemos de los falsos maestros. Desde el comienzo de nuestra obra, se han levantado de vez en cuando hombres que defendían teorías nuevas y sorprendentes. Pero si los que aseveran creer la verdad acudiesen a quienes tienen experiencia y a la Palabra de Dios con un espíritu humilde y susceptible de ser enseñado, y examinasen sus teorías a la luz de la verdad, con la ayuda de los hermanos que han sido diligentes estudiantes de la Biblia, y al mismo tiempo dirigiesen súplicas a Dios, preguntando: ¿Es éste el camino del Señor, o es una senda falsa en la cual Satanás quiere guiarme?, recibirían luz, y escaparían de la red del cazador. TM 55 1 Desconfíen todos nuestros hermanos y hermanas de cualquiera que quisiera fijar una fecha en que el Señor ha de cumplir su palabra con respecto a su venida, o con respecto a cualquier otra promesa de significado especial que haya hecho. "No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad". Pueden los falsos maestros parecer muy celosos por la obra de Dios, y gastar recursos en presentar sus teorías al mundo y a la iglesia; pero como mezclan el error con la verdad, su mensaje es engañoso, y extraviará las almas por senderos falsos. Es necesario hacerles frente y oponérseles, no porque sean hombres malos, sino porque enseñan errores y procuran poner sobre la mentira el sello de la verdad. TM 55 2 Cuánta lástima inspira ver a ciertos hombres darse tanto trabajo para descubrir alguna teoría errónea, cuando hay un alfolí lleno de preciosas gemas de verdad que podrían enriquecer a todos en la santísima fe. En vez de enseñar la verdad, permiten que su imaginación se espacie en aquello que es nuevo y extraño, y se ponen en desacuerdo con aquellos a quienes Dios está usando para hacer subir a su pueblo a la plataforma de la verdad. Desechan todo lo que se ha dicho acerca de la unidad de sentimiento, y pisotean la oración de Cristo como si la unidad por la cual él oró no fuese esencial, y no hubiese necesidad de que sus discípulos sean uno como él es uno con el Padre. Escapan por la tangente, y como Jehú, invitan a sus hermanos a seguir su ejemplo de celo por el Señor. TM 55 3 Si su celo los indujese a trabajar en armonía con sus hermanos que han soportado el calor y la carga del día; si fuesen tan perseverantes para vencer los desalientos y los obstáculos como lo han sido sus hermanos, bien podría imitárseles y Dios los aceptaría. Mas han de ser condenados los hombres que salen a proclamar una luz maravillosa, y con todo se apartan de los agentes a quienes Dios está guiando. Así fue como obraron Coré, Datán y Abiram, y su acción nos es relatada como amonestación a todos. No debemos hacer como ellos hicieron al acusar y condenar a aquellos a quienes Dios impuso la carga de la obra. TM 56 1 Los que han proclamado que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, han hecho uso de los Testimonios para dar a su posición un apoyo aparente; pero, ¿por qué no presentaron lo que durante años ha sido el corazón de mi mensaje la unidad de la iglesia? ¿Por qué no citaron las palabras del ángel: "Uníos, uníos, uníos"? ¿Por qué no repitieron la amonestación, ni declararon el principio de que "en la unión hay fuerza, en la división debilidad"? Son los mensajes semejantes a aquellos que han sido proclamados por estos hombres los que dividen a la iglesia y nos avergüenzan delante de los enemigos de la verdad, y en los tales mensajes se revela claramente la obra especiosa del gran engañador, que quisiera impedir a la iglesia alcanzar la perfección y unidad. Estos maestros siguen las teas que ellos mismos encendieron, obran de acuerdo con su propio juicio independiente y estorban la verdad con nociones y teorías falsas. Rechazan el consejo de sus hermanos y siguen su camino hasta que llegan a ser precisamente lo que Satanás desea que sean: desequilibrados mentales. TM 56 2 Amonesto a mis hermanos para que se pongan en guardia contra la obra de Satanás en cualquiera de sus formas. El gran adversario de Dios y del hombre se regocija hoy por haber tenido éxito en lo que respecta a engañar a las almas y distraer sus recursos y talentos para fines perjudiciales. Su dinero podría haberse dedicado a hacer progresar la verdad presente, pero en vez de ello, se ha gastado en presentar nociones que no tienen fundamento en la verdad. Otro ejemplo TM 57 1 En 1845, un hombre llamado Curtis, [veasé el Apéndice.] hizo una obra similar en el estado de Massachusetts. Presentó una falsa doctrina, y entretejió en sus teorías declaraciones y párrafos de los Testimonios, y publicó sus teorías en Day Star, y en forma de hoja suelta. Durante varios años estas producciones han dado su fruto funesto, y han traído oprobio a los Testimonios que, en su totalidad, de ninguna manera sostenían su obra. Mi esposo le escribió y le preguntó qué pretendía al presentar los Testimonios entretejidos con sus propias palabras para sostener aquello a lo cual nos oponíamos, y le pidió que corrigiera la impresión que su obra había dado. El se negó terminantemente a hacerlo, diciendo que sus teorías eran verdad, y que las visiones debían haber corroborado sus puntos de vista, y que virtualmente los sostenían, pero que yo me había olvidado de escribir los asuntos que aclaraban sus teorías. TM 57 2 En todo momento, desde el comienzo de la obra, se han levantado, uno tras otro, individuos para hacer esta clase de trabajo, y yo he tenido dificultades y he debido incurrir en gastos para contradecir estas falsedades. Han publicado sus teorías, y han engañado a muchas almas, pero quiera Dios guardar las ovejas de su prado. TM 57 3 Yo ruego a los que aseveran creer la verdad, que anden en unidad con sus hermanos. No tratéis de dar al mundo ocasión de decir que somos extremistas, que estamos desunidos, que el uno enseña una cosa, y otro otra. Evitemos las disensiones. Cada uno esté en guardia, y procure ser hallado de pie en la brecha, tratando de repararla, en vez de hallarse frente al muro tratando de abrir un boquete. Tengan todos cuidado de no hacer declaraciones contra el único pueblo que está cumpliendo la descripción que se da del remanente que guarda los mandamientos de Dios, tiene la fe de Jesús, y exalta la norma de la justicia en estos postreros días. TM 58 1 Dios tiene un pueblo distinto, una iglesia en la tierra, que no es inferior a otro alguno, sino superior a todos en su capacidad de enseñar la verdad y vindicar la ley de Dios. Dios tiene agentes designados divinamente, hombres a quienes está guiando, que han soportado el calor y la carga del día, que están cooperando con los instrumentos celestiales en hacer progresar el reino de Dios en nuestro mundo. Unanse todos con estos agentes escogidos, y sean hallados al fin entre aquellos que tienen la paciencia de los santos, que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús. La carta TM 58 2 "Querido Hno. S., "Le dirijo unas pocas líneas. No estoy de acuerdo con la posición que usted ha tomado, porque el Señor me mostró que precisamente tales posiciones serían tomadas por aquellos que están en el error. Pablo nos ha dado una amonestación en este sentido: 'Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios'. TM 58 3 "Hermano mío, he sabido que usted pretende que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, y que todos los que quieran ser salvos deben salir de ella. Usted no es el único hombre a quien el diablo ha engañado en este asunto. Durante los últimos cuarenta años, un hombre tras otro se ha levantado, pretendiendo que el Señor lo había enviado con el mismo mensaje; permítame que le diga, como les he dicho a ellos, que este mensaje que usted está proclamando es uno de los engaños satánicos destinados a crear confusión entre las iglesias. TM 59 1 "Hermano mío, usted está con toda seguridad fuera de la huella. El mensaje del segundo ángel habría de ir a Babilonia (las iglesias) para proclamar su caída, y llamar al pueblo a salir de ella. Este mismo mensaje ha de ser proclamado la segunda vez. 'Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades'. TM 59 2 "Hermano mío, si usted está enseñando que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, está equivocado. Dios no le ha dado ningún mensaje semejante que llevar. Satanás usará a toda mente a la cual logre acceso, inspirando a los hombres a originar falsas teorías o a apartarse por alguna tangente errónea, para poder crear una falsa excitación, y así distraer a las almas del verdadero tema para este tiempo. Presumo que algunos podrán ser engañados por su mensaje, porque están llenos de curiosidad y deseo de alguna cosa nueva. TM 59 3 "Ciertamente me entristece que usted se haya dejado engañar de alguna manera por las sugestiones del enemigo, porque yo sé que la teoría que usted está defendiendo no es la verdad. Al sembrar esas ideas usted está trayendo, y traerá, grave perjuicio sobre usted mismo y sobre los demás. No trate de interpretar mal, de torcer y pervertir los Testimonios para justificar cualquier mensaje de semejante error. Muchos han pisado este terreno, y han producido mucho daño. Cada vez que otros han comenzado, llenos de celo, a proclamar este mensaje, reiteradamente se me ha mostrado que no era la verdad. TM 60 1 "Entiendo que usted proclama también que no debemos devolver el diezmo. Hermano mío, quite 'sus zapatos de sus pies', porque el lugar donde usted está es tierra santa. El Señor ha hablado con respecto a la devolución de los diezmos. El ha dicho: 'Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde'. Pero al paso que el Señor pronuncia una bendición sobre aquellos que traen sus diezmos, pronuncia una maldición sobre aquellos que los retienen. Muy recientemente se me ha dado luz directa de parte del Señor sobre este asunto, según la cual muchos adventistas del séptimo día estaban robando a Dios en los diezmos y las ofrendas, y se me reveló claramente que Malaquías ha planteado el caso tal como es en realidad. ¿Cómo, entonces, se atreve hombre alguno a pensar siquiera en su corazón que una sugerencia para retener los diezmos y las ofrendas viene del Señor? ¿En qué punto, hermano mío, se ha salido usted de la senda? ¡Oh, coloque nuevamente sus pies en la senda recta! TM 60 2 "Estamos cerca del fin, pero si usted o algún otro hombre es seducido por el enemigo e inducido a fijar la fecha de la venida de Cristo, estará haciendo la misma obra mala que ha producido la ruina de las almas de aquellos que la hicieron en lo pasado. TM 61 1 "Si usted lleva el yugo de Cristo, si soporta su carga, verá que hay mucho que hacer en armonía con los siervos de Dios en la obra de predicar a Cristo y a Cristo crucificado. Pero cualquiera que empiece a proclamar un mensaje para anunciar la hora, el día o el año de la aparición de Cristo, ha tomado sobre sí un yugo y está proclamando un mensaje que el Señor nunca le ha dado. TM 61 2 "Dios tiene una iglesia en la tierra, que es su pueblo escogido, que guarda sus mandamientos. El está conduciendo, no ramas extraviadas, no uno aquí y otro allá, sino un pueblo. La verdad es un poder santificador; pero la iglesia militante no es la iglesia triunfante. Hay cizaña entre el trigo. '¿Quieres, pues, que... la arranquemos?', fue la pregunta del siervo; pero el señor contestó: 'No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo'. La red del Evangelio no prende sólo peces buenos, sino también malos, y solamente el Señor conoce los suyos. TM 61 3 "Es nuestro deber individual andar humildemente con Dios. No hemos de buscar cualquier mensaje nuevo y extraño. No hemos de pensar que los escogidos de Dios, que están tratando de andar en la luz, constituyen Babilonia. Las iglesias caídas son Babilonia. Babilonia ha estado fomentando doctrinas venenosas, el vino del error. Este vino del error se compone de falsas doctrinas, como la inmortalidad natural del alma, el tormento eterno de los impíos, la negación de la preexistencia de Cristo antes de su nacimiento en Belén, y la defensa y exaltación del primer día de la semana sobre el día santificado por Dios. Estos y otros errores afines son presentados al mundo por las varias iglesias, y así se cumplen las Escrituras que dicen: 'Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación'. Es un furor producido por las falsas doctrinas, y cuando los reyes y presidentes beben de este vino del furor de su fornicación, son incitados a airarse contra aquellos que no quieran estar en armonía con las herejías falsas y satánicas que exaltan el falso día de reposo, e inducen a los hombres a pisotear el monumento conmemorativo de Dios. TM 62 1 "Los ángeles caídos que están sobre la tierra forman confederaciones con los hombres malos En esta época aparecerá el anticristo como si fuera el Cristo verdadero, y entonces la ley de Dios será completamente invalidada en las naciones de nuestro mundo. La rebelión contra la santa ley de Dios habrá llegado a su completa maduración. Pero el verdadero director de toda esta rebelión es Satanás vestido como un ángel de luz. Los hombres serán engañados y lo exaltarán al lugar de Dios, y lo deificarán. Pero la Omnipotencia se interpondrá contra las iglesias apóstatas que se unan para exaltar a Satanás y se pronunciará la sentencia: 'Por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga'". TM 62 2 El objeto de la predicación no es solamente transmitir información, no meramente convencer el intelecto. La predicación de la palabra debe dirigirse al intelecto, e impartir conocimiento, pero debe hacer más que esto. Las palabras del ministro deben alcanzar los corazones de los oyentes.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 2--Amonestaciones fieles y fervientes El peligro de rechazar la verdad TM 63 1 Querido Hno.-----, He regresado de nuestra reunión de oración. El espíritu de intercesión vino sobre mí, y fui arrebatada en una muy ferviente plegaria por las almas en Battle Creek. Yo conozco el peligro en que éstas están. El Espíritu Santo me ha conmovido en forma especial para elevar mis peticiones en favor de ellas. TM 63 2 Dios no es el autor de algo pecaminoso. Nadie debe tener miedo de ser peculiar si el cumplimiento del deber lo exige. Si el evitar el pecado nos hace raros, entonces nuestra rareza es meramente la distinción entre la pureza y la impureza, la justicia y la injusticia. Porque la multitud prefiera la senda de transgresión, ¿escogeremos transitar por ella? La Inspiración nos ha dicho claramente: "No seguirás a los muchos para hacer mal". Nuestra posición debe definirse con claridad: "Yo y mi casa serviremos a Jehová". TM 63 3 "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece; más las tinieblas no prevalecieron contra ella". "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad". Ojalá que cada uno de aquellos cuyos nombres se hallan inscriptos en los libros de la iglesia pudiera pronunciar estas palabras de todo corazón. Los miembros de la iglesia necesitan saber por experiencia lo que el Espíritu Santo hará por ellos. Bendecirá al que lo reciba y lo convertirá en una bendición. Es triste que no todas las almas estén orando por el soplo vital del Espíritu; porque estamos a punto de morir si no recibimos ese soplo. TM 64 1 Hemos de orar por la recepción del Espíritu como el remedio para las almas enfermas de pecado. La iglesia necesita convertirse, ¿y por qué no hemos de postrarnos ante el trono de la gracia, como representantes de la iglesia, y con corazón quebrantado y espíritu contrito elevar fervientes súplicas para que el Espíritu Santo sea derramado sobre nosotros desde lo alto? Oremos porque cuando sea generosamente concedido, nuestros fríos corazones revivan, y tengamos discernimiento para comprender que procede de Dios, y lo recibamos con gozo. Algunos han tratado al Espíritu como a un huésped indeseado, negándose a recibir el rico don, apartándose de él, y condenándolo como fanatismo.[veasé el Apéndice.] TM 64 2 Cuando el Espíritu Santo mueve al agente humano no nos pregunta en qué manera ha de proceder. A menudo actúa de maneras inesperadas. Cristo no vino en la forma en que los judíos lo esperaban. No vino de una manera tal que los glorificara como nación. Su precursor vino a preparar el camino delante de él, llamando al pueblo a arrepentirse de sus pecados, a convertirse y bautizarse. El mensaje de Cristo fue: "El reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el Evangelio". Los judíos rehusaron recibir a Cristo, porque no vino según la forma en que lo esperaban. Las ideas de hombres finitos fueron tenidas por infalibles, porque eran muy antiguas. TM 64 3 Este es el peligro al cual la iglesia se halla expuesta ahora, es a saber, que las invenciones de hombres finitos señalen la forma precisa en que debe venir el Espíritu Santo. Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya han hecho esto. Y porque el Espíritu viene, no para alabar a los hombres o para sustentar sus teorías erróneas, sino para convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio, muchos se apartan de él. No están dispuestos a ser despojados de las vestimentas de su justicia propia. No están dispuestos a cambiar su justicia, que es injusticia, por la justicia de Cristo, que es la verdad pura no adulterada. El Espíritu Santo no adula a ningún hombre, ni trabaja de acuerdo con el designio de hombre alguno. Los hombres finitos, pecadores, no han de manejar al Espíritu Santo. Cuando éste venga como reprobador, por medio de cualquier agente humano a quien Dios escoja, el lugar del hombre es oír y obedecer su voz. La obra manifiesta del Espíritu Santo TM 65 1 Precisamente antes de dejarlos, Cristo les dio a sus discípulos la promesa: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra". "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Mientras estas palabras estaban en sus labios, ascendió, una nube de ángeles lo recibió, y lo escoltó hasta la ciudad de Dios. Los discípulos regresaron a Jerusalén, sabiendo ahora con certeza que Jesús era el Hijo de Dios. La fe quedó libre de sombras, y ellos esperaron preparándose por medio de la oración y la humillación de sus corazones delante del Señor, hasta que vino el bautismo del Espíritu Santo. TM 66 1 "Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen". En esa asamblea había burladores, que no reconocieron la obra del Espíritu Santo, y dijeron: "Están llenos de mosto". TM 66 2 "Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel". Leed la historia. El Señor obraba siguiendo su propio método; pero si hubiera habido tal manifestación entre nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos, ¿no se habrían mofado algunos, como en esa oportunidad? Los que no se colocaron bajo la influencia del Espíritu Santo no lo reconocieron. A esta clase de personas los discípulos les parecieron hombres en estado de ebriedad. Testigos de la cruz TM 66 3 Después del derramamiento del Espíritu Santo, los discípulos, revestidos de la panoplia divina, salieron como testigos a contar la maravillosa historia del pesebre y la cruz. Eran hombres humildes, pero salieron con la verdad. Después de la muerte de su Señor eran un grupo desvalido, chasqueado y desanimado, como ovejas sin pastor; pero ahora salen como testigos de la verdad, sin otras armas que la Palabra y el Espíritu de Dios, para triunfar sobre toda oposición. TM 67 1 Su Salvador había sido rechazado, condenado y clavado en una cruz ignominiosa. Los sacerdotes y gobernantes judíos habían declarado en son de burla: "A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él". Pero esa cruz, ese instrumento de vergüenza y tortura, trajo esperanza y salvación al mundo. Los creyentes volvieron a estrechar filas; su desesperanza y su consciente sentimiento de desvalidez habían desaparecido. Fueron transformados en carácter y unidos con los lazos del amor cristiano. Aunque carecían de riquezas, aunque eran reputados por el mundo como meros pescadores ignorantes, fueron hechos, por el Espíritu Santo, testigos de Cristo. Sin honores o reconocimiento terrenal, eran los héroes de la fe. De sus labios salieron palabras de divina elocuencia y poder que conmovieron al mundo. TM 67 2 El tercero, cuarto y quinto capítulos de los Hechos presentan un relato de su testimonio. Aquellos que habían rechazado y crucificado al Salvador esperaban hallar a sus discípulos desanimados, cabizbajos, y listos para repudiar a su Señor. Asombrados escucharon el claro y valeroso testimonio dado bajo el poder del Espíritu Santo. Las palabras y obras de los discípulos reeditaban las palabras y obras de su Maestro; y todos los que los oían, decían: Han aprendido de Jesús, hablan como él habló. "Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos". TM 67 3 Los príncipes de los sacerdotes y gobernantes se creyeron competentes para decidir lo que los apóstoles debían hacer y enseñar. Al ir éstos predicando a Jesús por doquiera, los hombres que estaban dirigidos por el Espíritu Santo hacían muchas cosas que los judíos no aprobaban. Había peligro de que las ideas y las doctrinas de los rabinos cayeran en descrédito. Los apóstoles estaban causando una maravillosa excitación. El pueblo traía a la calle a sus enfermos y a los que eran atormentados por espíritus inmundos; las multitudes se reunían en torno de ellos, y los que habían sido sanados pregonaban las alabanzas de Dios y glorificaban el nombre de Jesús, el mismo a quien los judíos habían condenado, escarnecido, escupido, coronado de espinas, y al cual habían hecho azotar y crucificar. Este Jesús era exaltado por encima de los sacerdotes y los príncipes. Los apóstoles hasta declaraban que había resucitado de los muertos. Los gobernantes judíos decidieron que debían poner fin a esa obra, porque demostraba que ellos eran culpables de la sangre de Jesús. Vieron que los conversos a la fe se multiplicaban. "Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres". Arresto y prisión de los apóstoles TM 68 1 Entonces se levantó "el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos", los cuales negaban la resurrección de los muertos. Las aseveraciones hechas por los apóstoles de que habían visto a Jesús después de su resurrección y de que había ascendido al cielo, estaban destruyendo los principios fundamentales de la doctrina de los saduceos. Esto no debía permitirse. Los sacerdotes y los príncipes se llenaron de indignación y echaron mano de los apóstoles, y los pusieron en la cárcel común. Los discípulos no se sintieron intimidados o abatidos. Recordaron las palabras de Cristo en sus últimas lecciones: "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él". "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio. Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho". Una predicación contraria a las doctrinas establecidas TM 69 1 "Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: Id, y puestos de pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida". Vemos aquí que los hombres que tienen autoridad no siempre han de ser obedecidos, aun cuando profesen ser maestros de la doctrina bíblica. Hay muchas personas hoy en día que se sienten indignadas y agraviadas de que alguna voz se levante para presentar ideas que difieran de las suyas con respecto a puntos definidos de creencias religiosas. ¿No han defendido ellos por mucho tiempo sus ideas como la verdad? Así razonaban los sacerdotes y rabinos en los días apostólicos: ¿Qué se proponen estos hombres que no tienen educación, algunos de ellos meros pescadores, al presentar ideas contrarias a las doctrinas que los eruditos sacerdotes y príncipes enseñan al pueblo? No tienen derecho a entrometerse en los principios fundamentales de nuestra fe. TM 69 2 Pero vemos que el Dios del cielo a veces comisiona a los hombres a enseñar aquello que es considerado como contrario a las doctrinas establecidas. Debido a que los que una vez eran los depositarios de la verdad se manifestaron infieles a su sagrado cometido, el Señor escogió a otros que habrían de recibir los brillantes rayos del Sol de justicia, y que defenderían verdades que no estaban de acuerdo con las ideas de los dirigentes religiosos. Y entonces estos conductores, en la ceguera de sus mentes, dan pleno curso a lo que consideran justa indignación contra los que han puesto a un lado fábulas acariciadas. Actúan como hombres que han perdido la razón. No tienen en cuenta la posibilidad de que ellos mismos no hayan entendido correctamente la palabra. No quieren abrir sus ojos para discernir el hecho de que han interpretado y aplicado erróneamente las Escrituras, y han edificado falsas teorías, a las que denominan doctrinas fundamentales de la fe. TM 70 1 Pero el Espíritu Santo, de cuando en cuando, revelará la verdad por medio de sus propios agentes escogidos; y ningún hombre, ni siquiera un sacerdote o gobernante, tiene el derecho de decir: Vosotros no daréis publicidad a vuestras opiniones, porque yo no creo en ellas. Ese pasmoso "yo" puede intentar derribar la enseñanza del Espíritu Santo. Los hombres pueden por un tiempo intentar aplastarla y matarla; pero esto no convertirá el error en verdad o la verdad en error. Las mentes inventivas de los hombres han adelantado opiniones especulativas acerca de diferentes temas, y cuando el Espíritu Santo permite que la luz brille en las mentes humanas, no respeta cada detalle de la forma en que el hombre aplica la Palabra. Dios impresionó a sus siervos a hablar la verdad al margen de lo que los hombres habían dado por sentado como verdad. Peligros actuales TM 70 2 Aun los adventistas del séptimo día están en peligro de cerrar sus ojos a la verdad tal como es en Jesús porque contradice algo que han dado por sentado como verdad pero que, según lo enseña el Espíritu Santo, no es verdad. Sean todos muy humildes y esfuércense al máximo para descartar el yo y exaltar a Jesús. En la mayor parte de las controversias religiosas, el problema consiste en que el yo quiere tener la supremacía. ¿En qué? En asuntos que no son en absoluto puntos vitales, pero que se los considera así sólo porque los hombres les han dado importancia. Véanse Mateo 12:31-37; Marcos 14:56; Lucas 5:21; Mateo 9:3. TM 71 1 Pero sigamos la historia de los hombres a quienes los sacerdotes y los príncipes creyeron tan peligrosos, porque presentaban una enseñanza nueva y extraña sobre casi cada tema teológico. La orden dada por el Espíritu: "Id, y puestos de pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida", fue obedecida por los apóstoles; "entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos. Pero como llegaron los alguaciles, no los hallaron en la cárcel; entonces volvieron, y dieron aviso, diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas, mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro. Cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo. Entonces fue el jefe de la guardia con los alguaciles, y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo". Si los sacerdotes y los príncipes se hubieran atrevido a dar rienda suelta a sus propios sentimientos hacia los apóstoles, el relato habría sido diferente, pues el ángel de Dios vigilaba en esta ocasión para magnificar el nombre de Cristo si se hubiera empleado la violencia hacia sus siervos. Respuesta de los apóstoles TM 72 1 "Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre". Véase Mateo 23:34, 35. "Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos". TM 72 2 Entonces el Espíritu Santo se posesionó de Gamaliel, un fariseo, "doctor de la ley, venerado de todo el pueblo". Su consejo fue: "Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios. Y convinieron con él". Prejuicios de los que ejercían la autoridad TM 72 3 Sin embargo, los atributos de Satanás dominaban de tal suerte sus mentes que, a pesar de los maravillosos milagros que se habían obrado en el sanamiento de los enfermos y en la liberación de los siervos de Dios de la cárcel, los sacerdotes y gobernantes estaban tan llenos de prejuicio y de odio que difícilmente podían refrenarse. "Y llamando a los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo". La misericordia de Dios ejemplificada TM 73 1 Podemos ver qué evidencias fueron dadas a los sacerdotes y a los príncipes, y cuán firmemente resistieron al Espíritu de Dios. Los que pretenden poseer sabiduría y piedad superiores pueden cometer los más terribles y fatales errores (en su propio perjuicio) si permiten que su mente sea amoldada por otro poder y siguen una conducta de resistencia al Espíritu Santo. El Señor Jesús, representado por el Espíritu Santo, se hallaba en aquella asamblea, pero no discernieron su presencia. Por un momento habían sentido la convicción, obrada por el Espíritu, de que Jesús era el Hijo de Dios; pero sofocaron la convicción, y se enceguecieron y endurecieron más que antes. Aún después de que hubieron crucificado al Salvador, Dios en su misericordia les había enviado evidencia adicional en las obras realizadas mediante los apóstoles. Les estaba enviando otro llamado al arrepentimiento, aun en la terrible acusación que lanzaron contra ellos los apóstoles de que habían muerto al Autor de la vida. TM 73 2 No era solamente el pecado de entregar a la muerte al Hijo de Dios lo que los separaba de la salvación, sino su persistencia en rechazar la luz y la convicción del Espíritu Santo. El espíritu que obra en los hijos de desobediencia obró en ellos, induciéndolos a tratar brutalmente a los hombres por cuyo intermedio Dios estaba presentándoles un testimonio. La rebelión volvió a ensañarse y fue intensificándose con cada acto sucesivo de resistencia contra los siervos de Dios y el mensaje que él les había dado para proclamar. Resistencia a la verdad TM 74 1 Todo acto de resistencia hace más difícil rendirse. Siendo los dirigentes del pueblo, los sacerdotes y príncipes creyeron que les correspondía defender la conducta que habían seguido. Debían probar que estaban en lo cierto. Habiéndose comprometido por entero en su oposición a Cristo, todo acto de resistencia llegó a ser un incentivo adicional para persistir en la misma senda. Los acontecimientos descollantes de su pasada actuación como opositores son considerados por ellos preciosos tesoros que deben ser celosamente guardados. Y el odio y la saña que inspiraron aquellos actos se concentran ahora contra los apóstoles. TM 74 2 El Espíritu de Dios manifestó su presencia a aquellos que, sin importarles el temor o el favor de los hombres, declaraban la verdad que les había sido encomendada. Bajo la demostración del poder del Espíritu Santo, los judíos vieron su culpa al rechazar la evidencia que Dios había enviado; pero no quisieron cejar en su malvada resistencia. Su obstinación se hizo cada vez más decidida y obró la ruina de sus almas. No es que no pudiesen ceder, pues podían hacerlo; sin embargo no quisieron. No se trataba sólo de que habían sido culpables y merecían ser objetos de la ira, sino que se armaron a sí mismos de los atributos de Satanás, y con toda determinación continuaron oponiéndose a Dios. Día tras día, al rehusar arrepentirse, renovaban su rebelión. Se estaban preparando para cosechar lo que habían sembrado. La ira de Dios no se declara contra los hombres meramente a causa de los pecados que han cometido, sino porque deciden permanecer en un estado de resistencia, y, aun cuando tienen luz y conocimiento, siguen repitiendo sus pecados del pasado. Si quisieran someterse, serían perdonados; pero están determinados a no rendirse. Desafían a Dios con su obstinación. Estas almas se han entregado a Satanás, y él las domina según su voluntad. TM 75 1 ¿Qué ocurrió con los rebeldes habitantes del mundo antediluviano? Después de rechazar el mensaje de Noé, se entregaron al pecado con mayor abandono que nunca antes, y duplicaron la enormidad de sus prácticas corruptas. Aquellos que se niegan a reformarse rehusando aceptar a Cristo, no encuentran en el pecado nada que los reforme; su mente está resuelta a seguir albergando el espíritu de rebelión, y no se ven ni nunca se verán obligadas a la sumisión. El juicio que el Señor trajo sobre el mundo antediluviano declaró su incurabilidad. La destrucción de Sodoma proclamó que los habitantes del territorio más hermoso del mundo estaban irreversiblemente entregados al pecado. El fuego y azufre del cielo consumieron todo lo que había, excepto a Lot, su esposa y dos hijas. La esposa, al mirar hacia atrás, desoyendo la orden de Dios, se volvió una estatua de sal. TM 75 2 ¡Cuánta paciencia tuvo Dios con la nación judía al soportar sus murmuraciones y rebeliones, su transgresión del sábado y todos los demás preceptos de la ley! El Señor declaró repetidamente que los judíos eran peores que los paganos. Cada generación excedía a la precedente en culpa. El Señor permitió que fueran llevados en cautiverio, pero después de su liberación sus requerimientos fueron olvidados. Todo lo que confiara a ese pueblo para que lo guardase como sagrado era pervertido o desplazado por las invenciones de hombres rebeldes. Cristo les dijo en sus días: "¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley?" Y ésos eran los hombres que se erigían como jueces y censores de aquellos a quienes el Espíritu Santo estaba impulsando a declarar la Palabra de Dios al pueblo. Véase Juan 7:19-23, 27, 28; Lucas 11:37-52. Ha de quitarse todo impedimento al Espíritu Santo TM 76 1 Leed estos pasajes de la Biblia a la gente. Leed cuidadosa y solemnemente, y el Espíritu Santo estará a vuestro lado para impresionar las mentes mientras leéis. Pero no leáis sin tener el verdadero sentido de la palabra en vuestro propio corazón. Si Dios alguna vez ha hablado por mi intermedio, estos pasajes significan mucho para aquellos que los escuchen. TM 76 2 Los hombres finitos deben cuidarse de tratar de controlar a sus semejantes, ocupando el lugar asignado al Espíritu Santo. No sientan los hombres que es su prerrogativa dar al mundo lo que ellos piensan que es la verdad, e impedir que se le dé algo contrario a sus ideas. Esta no es su obra. Muchas cosas inaceptables aparecerán como verdades evidentes para aquellos que creen que su propia interpretación de las Escrituras siempre es correcta. Habrá que realizar cambios muy importantes con respecto a ciertas ideas que algunos han aceptado como perfectas. Estos hombres dan evidencia de falibilidad en muchísimas maneras; trabajan guiándose por principios que la Palabra de Dios condena. Lo que me conmueve hasta lo más profundo de mi ser, y me hace saber que sus obras no son las obras de Dios, es que ellos suponen que tienen autoridad para gobernar a sus semejantes. El Señor no les ha dado más derecho a gobernar a otros que el derecho que ha dado a otros para gobernarlos a ellos. Los que pretenden controlar a sus semejantes, toman en sus manos finitas una tarea que recae solamente sobre Dios. TM 76 3 Es una ofensa para Dios que los hombres conserven vivo el espíritu que se desenfrenó en Minneápolis [veasé el Apéndice.]. Todo el cielo siente indignación por el espíritu que desde hace años se está manifestando en nuestra institución publicadora de Battle Creek. [veasé el Apéndice.] Dios no tolerará la injusticia que allí se práctica. El intervendrá a causa de estas cosas. Se ha oído una voz señalando los errores y rogando, en el nombre del Señor, que se realizara un cambio decidido. Pero ¿quién ha escuchado la instrucción dada? ¿Quién ha humillado su corazón para quitar todo vestigio de ese espíritu malvado y opresor? He tenido la gran preocupación de presentar estos asuntos como son ante el pueblo. Yo sé que los verán. Sé que los que lean esto serán convencidos. Un mensaje fiel -- Muchos han dejado atrás su fe adventista TM 77 1 Porque la iniquidad abunda, el amor de muchos se resfriará. Hay muchos que han dejado atrás su fe adventista. Están viviendo para el mundo y mientras expresan el deseo de su corazón, "mi Señor tarda en venir", están golpeando a sus consiervos. Hacen esto por la misma razón por la cual Caín mató a Abel. Abel había decidido adorar a Dios de acuerdo con las instrucciones que Dios le había dado. Esto desagradó a Caín. El pensó que sus propios planes eran mejores, y que el Señor se avendría a su procedimiento. Caín en su ofrenda no reconoció su dependencia de Cristo. Pensó que su padre Adán había sido tratado duramente al ser expulsado del Edén. La idea de conservar ese pecado siempre presente y ofrecer la sangre del cordero inmolado como confesión de entera dependencia de un poder ajeno a sí mismo, era una tortura para el soberbio espíritu de Caín. Siendo él mayor, creyó que Abel debía seguir su ejemplo. Cuando la ofrenda de Abel fue aceptada por Dios, y el fuego santo consumió el sacrificio, el enojo de Caín no tuvo límites. El Señor condescendió en explicarle las cosas, pero él no quiso reconciliarse con Dios, y aborreció a Abel porque Dios le manifestó su favor. Se enojó tanto que mató a su hermano. TM 78 1 El Señor tiene una controversia con todos los hombres que por su incredulidad y sus dudas han estado diciendo que él demora su venida, y han estado golpeando a sus consiervos, comiendo y bebiendo con los borrachos (es decir, guiándose por los mismos principios que ellos); están ebrios, pero no con vino; tambalean, pero no a causa de bebida fuerte. Satanás ha controlado su razón, y no saben en qué están tropezando. Resultado de la separación de Dios TM 78 2 Tan pronto como un hombre se separa de Dios, de manera que su corazón deja de estar bajo el poder suavizador del Espíritu Santo, los atributos de Satanás se revelan en él, y comienza a oprimir a sus semejantes. Emana de él una influencia que es contraria a la verdad y la justicia. Esta disposición se manifiesta en nuestras instituciones, no sólo en la relación de los obreros entre sí, sino en el deseo manifestado por una institución de dominar a todas las otras. [veasé el Apéndice.] Hombres a quienes se les han confiado pesadas responsabilidades, pero que no tienen una relación viva con Dios, han estado y están haciendo afrenta a su Santo Espíritu. Están albergando el mismo espíritu que tenían Coré, Datán y Abiram y los judíos en los días de Cristo. Véase Mateo 12:22-29, 31-37. Una y otra vez han llegado amonestaciones de parte de Dios para estos hombres, pero ellos las han hecho a un lado y han continuado con la misma conducta. TM 79 1 Leed las palabras de Cristo que se hallan en (Mateo 23:23): "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello". Estas denuncias se dan como una amonestación a todos aquellos que "por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad". Ellos dicen: Estamos decididos a hacer todas estas cosas. Dicen también: "Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que--dijo Jesús--, dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas". ¡Qué lecciones encontramos aquí! ¡Cuán terribles y decisivas! Jesús dijo: "Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad". Esta profecía fue literalmente cumplida por los judíos en la forma de tratar a Jesús y a los mensajeros que Dios les envió. ¿Seguirán los hombres en estos últimos días el ejemplo de aquellos a quienes Cristo condenó? TM 79 2 Ellos no han cumplido todavía en forma plena estas terribles predicciones, pero si el Señor les conserva la vida, y alimentan el mismo espíritu que señaló su conducta antes y después de la reunión de Minneápolis, [veasé el Apéndice.] llenarán también la medida de aquellos a quienes Cristo condenó cuando estaba en la tierra. TM 79 3 Los peligros de los últimos días están sobre nosotros. Satanás controla toda mente que no se halla en forma decidida bajo el gobierno del Espíritu de Dios. Algunos han estado cultivando odio contra los hombres a quienes Dios ha comisionado para presentar un mensaje especial al mundo. Comenzaron esta obra satánica en Minneápolis. Más tarde, cuando vieron y sintieron la demostración del Espíritu Santo que testificaba que el mensaje era de Dios, lo odiaron aún más, porque era un testimonio contra ellos. No quisieron humillar sus corazones para arrepentirse, para dar gloria a Dios y reivindicar la justicia. Continuaron con el mismo espíritu, llenos de envidia, de celos y de malas sospechas, como los judíos. Abrieron sus corazones al enemigo de Dios y del hombre. Sin embargo, estos hombres han estado ocupando puestos de confianza y han estado modelando la obra a su propia semejanza, hasta el punto en que les fue posible... Exhortación al arrepentimiento TM 80 1 Los que ahora son primeros, que han sido infieles a la causa de Dios, pronto serán los últimos, a menos que se arrepientan. A menos que se apresuren en caer sobre la Roca para ser quebrantados, y nazcan de nuevo, el espíritu que ha sido cultivado continuará cultivándose. La dulce voz de la misericordia no será reconocida por ellos. La religión de la Biblia, en privado y en público, es para ellos una cosa del pasado. Han estado celosamente arengando contra el entusiasmo y el fanatismo. La fe que pide a Dios que alivie el sufrimiento humano, la fe que Dios ha encarecido a su pueblo que ejerza, es llamada fanatismo. Pero si hay algo sobre la tierra que debe inspirar a los hombres un celo santificado, es la verdad como es en Jesús; es la grandiosa obra de la redención; es Cristo, hecho para nosotros sabiduría, y justicia, y santificación y redención. TM 80 2 El Señor ha manifestado reiteradamente en su providencia que nada que no sea la verdad revelada, la Palabra de Dios, puede rescatar al hombre del pecado o guardarlo de la transgresión. Esa Palabra que revela la culpa del pecado tiene un poder sobre el corazón humano para hacer al hombre justo y para conservarlo en esa condición. El Señor ha dicho que su Palabra ha de ser estudiada y obedecida; ha de ser llevada a la vida práctica; esa Palabra es tan inflexible como el carácter de Dios: es la misma ayer, y hoy y por los siglos. Lo que verdaderamente inspira entusiasmo TM 81 1 Si hay algo en nuestro mundo que debe inspirar entusiasmo, es la cruz del Calvario. "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él". "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Cristo ha de ser aceptado, creído y exaltado. Este ha de ser el tema de la conversación: el precioso carácter de Cristo. La verdad ha de ser entronizada en el corazón TM 81 2 Hay en Battle Creek una clase de hermanos que tienen la verdad implantada en el corazón. Esta es para ellos el poder de Dios para salvación. Pero a menos que la verdad sea entronizada en el corazón, y se dé el paso fundamental de las tinieblas a la luz, los que manejan sagradas responsabilidades son ministros de las tinieblas, ciegos guías de ciegos, "nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados". Dios exige que cada alma que invoca su nombre tenga la verdad entronizada en el corazón. El tiempo en que vivimos lo exige. La eternidad lo demanda. La religión pura nos lo impone. Diversiones mundanas -- Reuniones de placer TM 82 1 Mientras por un lado ha habido tanto temor de la excitación y el entusiasmo en el servicio de Dios, se ha manifestado un entusiasmo en otro aspecto que parece congeniar completamente con la naturaleza de muchos. Me refiero a las reuniones de placer que se han realizado entre nuestro pueblo. Estas ocasiones han insumido mucho del tiempo y de la atención de quienes profesan ser siervos de Cristo; pero ¿han tendido estas reuniones a glorificar el nombre del Señor? ¿Fue invitado Jesús a presidirlas? Las reuniones para tener intercambio social pueden hacerse de tal manera que sean provechosas e instructivas en el más alto grado cuando los que se reúnen tienen el amor de Dios encendido en sus corazones, cuando se reúnen para intercambiar pensamientos con respecto a la Palabra de Dios, o para considerar métodos para hacer progresar su obra, y para hacer bien a sus semejantes. Cuando no se hace ni se dice nada que agravie al Espíritu Santo de Dios, sino que se lo considera como huésped bienvenido, entonces Dios es honrado, y los que se reúnen son refrigerados y fortalecidos. "Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe". TM 82 2 Pero ha habido una clase de reuniones sociales en Battle Creek de carácter enteramente distinto, reuniones de placer que han sido una vergüenza para nuestras instituciones y para la iglesia. Estimulan el orgullo en el vestir, el orgullo de la apariencia, la complacencia propia, la hilaridad, y la frivolidad. Satanás es recibido como huésped honrado, y toma posesión de los que patrocinan estas reuniones. Me fue presentada una vista de uno de estos grupos donde estaban reunidas personas que profesan creer la verdad. Uno estaba sentado frente al instrumento de música, y salían canciones que hacían llorar a los ángeles que contemplaban la escena. Había alegría, risotadas, abundancia de entusiasmo, y cierta clase de inspiración; pero la alegría era del tipo que sólo Satanás es capaz de crear. Este es un entusiasmo y una infatuación de los cuales se avergonzarán todos los que aman a Dios. Prepara a los participantes para pensamientos y acciones no santas. Tengo razones para pensar que algunos que estaban participando en esa escena se arrepintieron sinceramente de su vergonzosa actuación. Efectos de tales reuniones TM 83 1 Me fueron presentadas muchas reuniones por el estilo. He visto las bromas, la ostentación en el vestir, los adornos personales. Todos quieren pasar por personas brillantes, y se entregan a la hilaridad, a chanzas necias, a la adulación barata y grosera, y a las risotadas ruidosas. Los ojos centellean, las mejillas están encendidas, pero la conciencia duerme. Comiendo, bebiendo y divirtiéndose, hacen lo mejor que pueden para olvidar a Dios. La escena de placer es su paraíso. Y el cielo está observando, viéndolo y oyéndolo todo. El deporte del ciclismo TM 83 2 Vamos a otra escena. En las calles de la ciudad hay un grupo de personas reunidas para una carrera de bicicletas. [veasé el Apéndice.] En ese grupo también hay quienes profesan conocer a Dios y a Jesucristo a quien él ha enviado. Pero ¿cuál de los espectadores de la excitante carrera pensaría que aquellos que se estaban exhibiendo de esa manera eran seguidores de Cristo? ¿Quién supondría que algunos de los que constituían el grupo sentían su necesidad de Cristo? ¿Quién pensaría que comprendían el valor de su tiempo y de sus facultades físicas como dones de Dios que debían ser preservados para su servicio? ¿No piensan en el peligro de accidentes, o que la muerte puede ser el resultado de su alocada carrera? ¿Quién ha orado por la presencia de Jesús y la protección de los ángeles ministradores? ¿Es glorificado Dios por estas realizaciones? Satanás está jugando el juego de la vida por la posesión de estas almas, y a él le agrada lo que ve y lo que oye. Una profanación de la religión TM 84 1 Si un ferviente cristiano comienza a participar de este deporte se coloca cuesta abajo. Ha dejado la región saturada de la atmósfera vital del cielo, y se ha sumergido en una atmósfera de niebla y confusión. Puede ser que algún humilde creyente sea inducido a practicar este deporte. Pero si mantiene su relación con Cristo, no podrá participar de corazón en la excitante escena. Las palabras que oye no concuerdan con su forma de ser, porque no son el lenguaje de Canaán. Quienes las pronuncian no dan evidencia de estar alabando a Dios en sus corazones; al contrario, hay una evidencia inconfundible de que Dios ha sido olvidado. Está ausente de todos sus pensamientos. Estas fiestas y reuniones deportivas excitantes, hechas por quienes profesan ser cristianos, son una profanación de la religión y del nombre de Dios. Una obra engañosa de Satanás TM 84 2 El tenor de la conversación revela el tesoro del corazón. La conversación barata, común, las palabras de adulación, las argucias tontas, dichas para producir risa, son la mercadería de Satanás, y todos los que se dejan dominar por este tipo de conversación están traficando con mercadería diabólica. Los que escuchan estas cosas reciben impresiones similares a las que recibió Herodes cuando la hija de Herodías danzó ante él. Todas estas actividades son registradas en los libros del cielo, y en el gran día final aparecerán en su verdadera luz ante los culpables. Entonces todos discernirán en ellas la obra tentadora y engañosa del demonio para conducirlos por la senda ancha y por la puerta espaciosa que se abre para su ruina. Profesos cristianos como señuelos de Satanás TM 85 1 Satanás ha estado multiplicando sus trampas en Battle Creek y usa como señuelo a profesos cristianos que son superficiales en su carácter y en su experiencia religiosa. Esta clase de personas está siempre lista para las reuniones de placer y para los juegos, y su influencia atrae a otros. Jóvenes de ambos sexos que han tratado de ser cristianos según lo enseña la Biblia son persuadidos a unirse al grupo y entran en el círculo. No consultaron con oración la norma divina para saber lo que Cristo ha dicho con respecto al fruto que ha de llevar el árbol cristiano. No disciernen que estos entretenimientos son realmente un banquete de Satanás, preparado para impedir que las almas acepten el llamado a la cena de bodas del Cordero; les impiden recibir el manto blanco del carácter, que es la justicia de Cristo. Quedan confundidos con respecto a lo que les es lícito hacer como cristianos. No quieren que se piense que son raros, y naturalmente se inclinan a seguir el ejemplo de los demás. Así caen bajo la influencia de quienes nunca tuvieron el toque divino en el corazón o en la mente. TM 85 2 En estas reuniones excitantes, seducidos por el hechizo y la pasión de la influencia humana, jóvenes que fueran cuidadosamente instruidos a obedecer la ley de Dios, son inducidos a vincular sus afectos con aquellos cuya educación ha sido un error, y cuya experiencia religiosa ha sido un fraude. Se venden a un vínculo que dura toda la vida. Mientras vivan, tendrán que ser estorbados por su unión con una persona de carácter barato y superficial, que vive para la ostentación, pero que no tiene el precioso ornamento interior de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Cuando la enfermedad y la muerte visiten a aquellos que han vivido tan sólo para agradarse a sí mismos, éstos descubrirán que no han provisto aceite en las vasijas de sus lámparas, y están totalmente ineptos para cerrar la historia de su vida. Esto ha ocurrido, y continuará ocurriendo. TM 86 1 Preguntamos acerca de aquellos que han tenido gran luz en Battle Creek: ¿Ha perdido la verdad de Dios su influencia sobre el alma? ¿Se ha empañado el oro fino? ¿Cuál ha sido la causa de este fanatismo y de este entusiasmo? Una terrible responsabilidad descansa sobre los padres amadores del mundo y egoístas, porque el pecado está a su puerta. ¡Cuánto más favorable sería si los edificios de la escuela que están ahora en Battle Creek se hallaran lejos de la ciudad, y separados de una comunidad tan grande de profesos observadores del sábado! Cunde una mala impresión TM 86 2 Está cundiendo en el mundo la impresión de que los adventistas del séptimo día están dando a la trompeta un sonido incierto, y que están siguiendo la senda de la mundanalidad. Hay familias en Battle Creek que se están apartando de Dios al hacer planes de casamiento con personas que no tienen amor por Dios, que han llevado una vida frívola, que nunca han practicado la abnegación y no conocen por experiencia lo que significa ser colaboradores de Dios. Están haciéndose transacciones extrañas. Se reciben y se enseñan falsos aspectos del cristianismo, los cuales atan a las almas al engaño y el error. Los hombres caminan a la luz de las teas que ellos mismos encendieron. Los que aman y temen a Dios no descenderán al nivel del mundo al elegir la sociedad de seres vanidosos y frívolos. No quedarán hechizados por hombres o mujeres que no se hayan convertido. Han de permanecer firmes por Jesús, y entonces Jesús los sostendrá. Falta de honradez en los negocios TM 87 1 Algunos de los que conocen la verdad, pero no la practican, están pisoteando la ley de Dios en sus transacciones comerciales. No debemos tener asociación íntima con ellos, no sea que nos contagiemos de su espíritu y compartamos su condenación. El patriarca Jacob, al hablar de ciertos hechos de sus hijos, que él contemplaba con horror, exclamó: "En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía". Sentía que su propio honor se vería comprometido si se asociaba con los pecadores en sus hechos. El alza la señal de peligro para amonestarnos contra tales asociaciones, no sea que nos hagamos partícipes de sus maldades. El Espíritu Santo, mediante el apóstol Pablo, pronuncia una advertencia similar: "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas". La verdadera actitud del cristiano TM 87 2 El Dios eterno ha trazado la línea de distinción entre los santos y los pecadores, los convertidos y los inconversos. Las dos clases no se mezclan imperceptiblemente como los colores del arco iris. Son tan distintas como el mediodía de la medianoche. TM 87 3 Los que buscan la justicia de Cristo se espaciarán en los temas de la gran salvación. La Biblia es el almacén que surte sus almas de alimento nutritivo. Meditan en la encarnación de Cristo, contemplan el gran sacrificio hecho para salvarlos de la perdición, para llevarles perdón, paz y justicia eterna. El alma arde con estos temas grandiosos y elevadores. La santidad y la verdad, la gracia y la justicia, ocupan los pensamientos. El yo muere, y Cristo vive en sus siervos. Al contemplar la Palabra, sus corazones arden dentro de ellos, como ocurrió con los corazones de los discípulos mientras iban hacia Emaús y Cristo anduvo con ellos por el camino, y les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. TM 88 1 ¡Cuán pocos se dan cuenta de que Jesús camina invisible a su lado! ¡Cuán avergonzados se sentirían muchos de oír su voz hablándoles, y de saber que él ha oído toda su conversación insensata y trivial! ¡Y cuántos corazones arderían con santo gozo si tan sólo supieran que el Salvador está a su lado, que la atmósfera santa de su presencia los rodea, y que están alimentándose del pan de vida! ¡Cuánto le agradaría al Salvador oír a sus seguidores hablando de las preciosas lecciones de instrucción que él dio, y saber que ellos tienen apetencia por las cosas santas! Cuando la verdad mora en el corazón, no hay lugar para criticar a los siervos de Dios, o para encontrar faltas en el mensaje que él envía. Lo que está en el corazón fluirá de los labios. No podrá ser reprimido. Las cosas que Dios ha preparado para aquellos que le aman serán el tema de la conversación. El amor de Cristo está en el alma como una fuente de agua que salta para vida eterna y que hace surgir corrientes vivas que llevan vida y alegría por dondequiera fluyan. El rechazo de la luz TM 89 1 Dios dice a sus siervos: "Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado". Pero cuando el sencillo y directo testimonio viene de labios que se mueven por influjo del Espíritu de Dios, hay muchos que lo tratan con desdén. Estos son los que entre nosotros, en los hechos si no en las palabras, "dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente... Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis". Se necesita limpieza de corazón TM 89 2 Pregunto a los que ocupan puestos de responsabilidad en Battle Creek: ¿Qué estáis haciendo? Le habéis dado al Señor la espalda, y no el rostro. Debe haber una limpieza del corazón, de los sentimientos, de las simpatías, de las palabras, con referencia a los asuntos más importantes: Jehová Dios, la eternidad, la verdad. ¿Cuál es el mensaje que ha de ser dado en este tiempo? Es el mensaje del tercer ángel. Pero la luz que ha de llenar toda la tierra con su gloria ha sido despreciada por algunos[veasé el Apéndice.] que pretenden creer la verdad presente. Cuidad cómo la tratáis. Quitad vuestro calzado de vuestros pies, porque estáis en tierra santa. Guardaos de transigir con los atributos de Satanás, y arrojar menosprecio sobre la manifestación del Espíritu Santo. Yo sé solamente que algunos ya ahora han ido demasiado lejos para volver y para arrepentirse. La comunicación de la luz TM 90 1 Declaro la verdad. Las almas que aman a Dios, que creen en Cristo y que están prontas en recibir cada rayo de luz, verán la luz y se regocijarán en la verdad. Comunicarán la luz. Crecerán en santidad. Los que reciban el Espíritu Santo advertirán que una atmósfera congelante rodea las almas de otros que no aprecian estas grandes y solemnes realidades y que hablan contra ellas. Sienten que están en consejo de malos, de hombres que andan en camino de pecadores y se sientan en silla de escarnecedores. TM 90 2 La Palabra de Dios habla la verdad, no la mentira. En ella nada es forzado, nada es extremo, nada es extralimitado. Debemos aceptarla como la Palabra del Dios vivo. En obediencia a la Palabra, la iglesia tiene deberes que realizar que sus miembros no han cumplido. No han de huir del puesto del deber sino que en la prueba y en la tentación deben apoyarse más completamente en Dios. Hay dificultades que encarar, pero el pueblo de Dios debe levantarse como un solo hombre ante las emergencias. Hay deberes que desempeñar para con la iglesia y para con nuestro Dios. TM 90 3 El Espíritu de Dios se está apartando de muchos de entre su pueblo. Muchos han entrado en senderos oscuros y secretos, y algunos nunca volverán. Continuarán tropezando hasta su ruina. Han tentado a Dios, han rechazado la luz. Ya han recibido toda la evidencia que había de serles dada y no le han hecho caso. Han elegido las tinieblas antes que la luz y han contaminado sus almas. Ningún hombre o iglesia puede buscar la compañía de los amadores del placer, y revelar al mismo tiempo que aprecia la rica corriente que el Señor ha enviado para aquellos que tienen una fe sencilla en su Palabra. El mundo está contaminado, corrompido, como en los días de Noé. El único remedio es creer en la verdad, aceptar la luz. Sin embargo, muchos han escuchado la verdad, hablada con demostración del Espíritu, y no solamente han rehusado aceptar el mensaje, sino que han odiado la luz. Estos hombres colaboran en la ruina de las almas. Se han interpuesto entre la luz enviada del cielo y la gente. Han pisoteado la Palabra de Dios, y están afrentando al Espíritu Santo. TM 91 1 Pido a los hijos de Dios que abran sus ojos. Cuando sancionáis o ponéis en ejecución las decisiones de hombres que, según vuestro conocimiento, no están en armonía con la verdad y la justicia, debilitáis vuestra propia fe, y perdéis el gusto por la comunión con Dios. Parece que se aplican a vosotros las palabras dirigidas a Josué: "¿Por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé... Anatema hay en medio de ti, Israel". "Ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros". Cristo declara: "El que conmigo no recoge, desparrama". El mensaje de la justificación por la fe TM 91 2 En su gran misericordia el Señor envió un preciosísimo mensaje a su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones.[veasé el Apéndice.] Este mensaje tenía que presentar en forma más destacada ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presentaba la justificación por la fe en el Garante; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Muchos habían perdido de vista a Jesús. Necesitaban dirigir sus ojos a su divina persona, a sus méritos, a su amor inalterable por la familia humana. Todo el poder es colocado en sus manos, y él puede dispensar ricos dones a los hombres, impartiendo el inapreciable don de su propia justicia al desvalido agente humano. Este es el mensaje que Dios ordenó que fuera dado al mundo. Es el mensaje del tercer ángel, que ha de ser proclamado en alta voz y acompañado por el abundante derramamiento de su Espíritu. TM 92 1 El exaltado Salvador ha de aparecer en su obra eficaz como el Cordero inmolado, sentado en el trono, para dispensar las inapreciables bendiciones del pacto, los beneficios que pagó con su vida en favor de toda alma que había de creer en él. Juan no pudo expresar ese amor en palabras porque era demasiado profundo, demasiado ancho, e invitó a la familia humana a contemplarlo. Cristo está intercediendo por la iglesia en los atrios celestiales, abogando en favor de aquellos por quienes pagó el precio de la redención con su propia sangre. Los siglos y las edades nunca podrán aminorar la eficacia de este sacrificio expiatorio. El mensaje del Evangelio de su gracia tenía que ser dado a la iglesia con contornos claros y distintos, para que el mundo no siguiera afirmando que los adventistas del séptimo día hablan mucho de la ley, pero no predican a Cristo, ni creen en él. TM 92 2 La eficacia de la sangre de Cristo tenía que ser presentada al pueblo con poder renovado, para que su fe pudiera echar mano de los méritos de esa sangre. Así como el sumo sacerdote asperjaba la sangre caliente sobre el propiciatorio, mientras la fragante nube de incienso ascendía delante de Dios, de la misma manera, mientras confesamos nuestros pecados e invocamos la eficacia de la sangre expiatoria de Cristo, nuestras oraciones han de ascender al cielo, con la fragancia de los méritos del carácter de nuestro Salvador. A pesar de nuestra indignidad, siempre hemos de tener en cuenta que hay Uno que puede quitar el pecado y salvar al pecador. Cristo quitará todo pecado reconocido delante de Dios con corazón contrito. Esta creencia es la vida de la iglesia. Así como la serpiente fue levantada por Moisés en el desierto, y se pedía a todos los que habían sido mordidos por las serpientes ardientes que miraran para vivir, también el Hijo del Hombre debía ser levantado, para que "todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". TM 93 1 A menos que haga de la contemplación del exaltado Salvador la gran ocupación de su vida, y por la fe acepte los méritos que tiene el privilegio de reclamar, el pecador no tendrá mayores posibilidades de ser salvado de las que Pedro tenía de caminar sobre las aguas sin mirar constantemente a Jesús. Siempre ha sido el firme propósito de Satanás eclipsar la visión de Jesús e inducir a los hombres a mirar al hombre, a confiar en el hombre, y a esperar ayuda del hombre. Durante años la iglesia ha estado mirando al hombre, y esperando mucho del hombre en lugar de mirar a Jesús en quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. Por eso Dios entregó a sus siervos un testimonio que presentaba con contornos claros y distintos la verdad como es en Jesús, que es el mensaje del tercer ángel. El pueblo de Dios ha de hacer resonar las palabras de Juan, para que todos puedan discernir la luz y andar en la luz: "El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla: pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". TM 94 1 Este es el testimonio que debe circular por toda la longitud y la anchura del mundo. Presenta la ley y el Evangelio, vinculando ambas cosas en un conjunto perfecto. Véase Romanos 5 y 1 Juan 3:9 hasta el fin del capítulo. Estos preciosos pasajes ejercerán una profunda influencia sobre todo corazón que se abra para recibirlos. "La exposición de tus palabras alumbra: hace entender a los simples", los de corazón contrito. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Estos no tienen una mera fe nominal, una teoría de la verdad, una religión legal sino que su fe tiene un propósito, el de apropiarse de los ricos dones de Dios. Suplican que se les conceda el don, a fin de poder dar a otros. Pueden decir: "De su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia". TM 94 2 "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu". El mensaje de Dios para el tiempo presente TM 95 1 Esta es precisamente la obra que el Señor ha dispuesto que el mensaje que él ha dado a sus siervos realice en la mente y en el corazón de todo agente humano. Es la vida perpetua de la iglesia el que sus miembros amen a Dios en forma suprema, y amen a los demás como se aman a sí mismos. Había sólo poco amor a Dios o al hombre, y Dios dio a sus mensajeros precisamente lo que nuestro pueblo necesitaba. Los que recibieron el mensaje fueron grandemente bendecidos, porque vieron los brillantes rayos del Sol de justicia, y surgieron vida y esperanza en sus corazones. Contemplaban a Cristo. "No temas--es la eterna seguridad que nos da--: Yo soy... el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos". "Porque yo vivo, vosotros también viviréis". Los creyentes aplican la sangre del inmaculado Cordero de Dios a su propio corazón. Mirando al gran Antitipo, podemos decir: "Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". El Sol de justicia brilla en nuestros corazones para dar el conocimiento de la gloria de Jesucristo. Acerca de la función del Espíritu Santo, el Señor dice: "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber". El salmista ofrece esta oración: "Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve... Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y el espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los trangresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti". TM 95 2 El Señor quiere que estos grandes temas se estudien en nuestras iglesias, y si cada miembro permitiera que la Palabra de Dios entrara en su vida, ésta alumbraría y haría entender a los simples. "¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados". Véase Isaías 29:13-16, 18-21. "Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová". TM 96 1 Nunca hubo un tiempo en que el Señor quiso manifestar su grandiosa gracia hacia sus escogidos más plenamente que en estos últimos días, cuando han invalidado su ley. "Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla". ¿Qué cosa dice Dios con respecto a su pueblo? "Mas éste es pueblo saqueado y pisoteado, todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; son puestos para despojo, y no hay quien libre; despojados, y no hay quien diga: Restituid". Véase también Isaías 43. Estas son profecías que se cumplirán. Se nos amonesta a no despreciar el mensaje de Dios TM 96 2 Quiero presentar una amonestación a los que durante años han resistido la luz [veasé el Apéndice.] y albergado un espíritu de oposición. ¿Por cuánto tiempo odiareis y despreciaréis a los mensajeros de la justicia de Dios? Dios les ha dado su mensaje. Llevan la palabra del Señor. Hay salvación para vosotros, pero sólo a través de los méritos de Jesucristo. La gracia del Espíritu Santo os ha sido ofrecida una y otra vez. La luz y el poder de lo alto han sido derramados abundantemente en vuestro medio. Había evidencias para que todos pudieran discernir a quiénes reconocía el Señor como sus siervos. Pero hubo quienes despreciaron a los hombres y el mensaje que traían. Los criticaron duramente tratándolos como fanáticos, extremistas y maniáticos. Permitidme que profetice acerca de vosotros: A menos que os humilléis prestamente delante de Dios y confeséis vuestros pecados, que son muchos, demasiado tarde veréis que habéis estado luchando contra Dios. Por la convicción del Espíritu Santo, que no contenderá por más tiempo para producir reforma y perdón, veréis que estos hombres contra los cuales habéis hablado han sido como señales en el mundo, como testigos de Dios. Entonces querréis dar todo el mundo si pudierais redimir el pasado, y ser hombres celosos como ellos, movidos por el Espíritu de Dios para alzar vuestra voz en solemne amonestación al mundo; y, como ellos, ser firmes como una roca en los principios. El Señor sabe que estáis dando vuelta completamente las cosas. Seguid un poco más como habéis andado, rechazando la luz del cielo, y estaréis perdidos. "Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación". TM 97 1 No tengo un mensaje suave para presentar a aquellos que han sido por tanto tiempo como falsos postes indicadores que señalan el camino equivocado. Si rechazáis a los mensajeros designados por Cristo, rechazáis a Cristo. Descuidad esta gran salvación, que ha sido mantenida ante vosotros durante años, despreciad esta gloriosa oferta de justificación por medio de la sangre de Cristo, y de santificación mediante el poder purificador del Espíritu Santo, y no quedará más sacrificio por el pecado, sino una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego. Os ruego que os humilléis y ceséis en vuestra obstinada resistencia a la luz y la evidencia. Decid al Señor: Mis iniquidades han hecho separación entre mí y mi Dios. Señor, perdona mis transgresiones. Borra mis pecados de tu libro de memoria. Gracias a su santo nombre, hay perdón en él, y podéis ser convertidos y transformados. TM 98 1 "Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra, rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" "El que piensa estar firme, mire que no caiga" -- La idolatría de los hijos de Israel TM 98 2 "Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto". La experiencia de Israel, referida en estas palabras del apóstol y registrada en los (Salmos 105 y 106), contiene lecciones de amonestación que el pueblo de Dios en estos últimos días necesita estudiar especialmente. Insto a que estos capítulos sean leídos por lo menos una vez por semana. TM 99 1 "Mas estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar". TM 99 2 A oídos de todo Israel, Dios había hablado con terrible majestad sobre el monte Sinaí, declarando los preceptos de su ley. El pueblo, abrumado por el sentido de su culpa, y temiendo ser consumido por la gloria de la presencia del Señor, había rogado a Moisés: "Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos". Dios llamó a Moisés a que subiera al monte a fin de comunicarle las leyes para Israel, pero ¡cuán rápidamente se disipó la solemne impresión hecha sobre ese pueblo por la manifestación de la presencia de Dios! Aun los dirigentes de la multitud parecían haber perdido la razón. El recuerdo de su pacto con Dios, su terror cuando, cayendo sobre sus rostros, habían temido y temblado sobremanera, todo se había disipado como el humo. Aun cuando la gloria de Dios continuaba siendo un fuego devorador sobre la cumbre del monte, sin embargo, cuando Moisés desapareció de la vista, los viejos hábitos de pensamiento y sentimiento comenzaron a ejercer su poder. El pueblo se cansó de esperar el regreso de Moisés, y comenzó a clamar por alguna representación visible de Dios. TM 99 3 Aarón, que había sido dejado a cargo del campamento, cedió a sus exigencias. En vez de ejercer fe en Dios, confiando en que el poder divino lo sostendría, fue inducido a creer que si resistía a las demandas del pueblo, le quitarían la vida, e hizo como querían. Reunió los ornamentos de oro, hizo un becerro de fundición, y le dio forma con buril. Los dirigentes del pueblo declararon: "Israel, éstos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto". Cuando Aarón vio que la imagen que había modelado agradaba al pueblo, se sintió orgulloso de su obra de artífice. Edificó un altar ante el ídolo, "y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse". Bebieron e hicieron fiesta, y se entregaron a la alegría y a las danzas, que terminaron en las orgías vergonzosas que caracterizaban el culto pagano de los falsos dioses. TM 100 1 Dios en el cielo contempló todo aquello, y advirtió a Moisés de lo que estaba ocurriendo en el campamento, diciendo: "Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes. y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo". TM 100 2 Cuando Moisés descendió del monte con las dos tablas del testimonio en sus manos oyó la gritería del pueblo, y al acercarse contempló el ídolo y la multitud rebelde. Abrumado de horror e indignación porque Dios había sido deshonrado, y el pueblo había quebrantado su solemne pacto con él, arrojó al suelo las dos tablas de piedra y las rompió al pie del monte. Aunque su amor por Israel era tan grande que estaba dispuesto a poner su propia vida por el pueblo, sin embargo su celo por la gloria de Dios lo enojó, y ese enojo halló expresión en ese acto de tan terrible significado. Dios no lo reconvino. El haber roto las tablas de piedra era sólo una representación del hecho de que Israel había quebrantado el pacto que tan recientemente había hecho con Dios. El texto bíblico "Airaos, pero no pequéis", se refiere a la justa indignación contra el pecado, que surge del celo por la gloria de Dios, y no al enojo promovido por la ambición del amor propio herido. Tal fue el enojo de Moisés. TM 101 1 "Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel. Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal. Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; que a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido". Y vio Moisés "que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos". Influencia especial de la obra de Satanás TM 101 2 Se nos da la advertencia: "Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos". Notad la influencia de sus excesos y su fanatismo en el servicio del gran obrero maestro que es Satanás. Tan pronto como el malvado tuvo al pueblo bajo su dominio, hubo exhibiciones de carácter satánico. El pueblo comió y bebió sin dedicar un solo pensamiento a Dios y su misericordia, a la necesidad de resistir al diablo, que los estaba incitando a cometer los actos más vergonzosos. El mismo espíritu se manifestó en el sacrilego banquete de Belsasar. Hubo júbilo y danzas, hilaridad y cantos, y se llegó a una infatuación que seducía los sentidos; luego vino la complacencia de pasiones desordenadas y lujuriosas: todo esto se mezcló en la lamentable escena. Dios había sido deshonrado; su pueblo se había convertido en una vergüenza a la vista de los paganos. Los juicios estaban por caer sobre esa multitud infatuada y entontecida. Sin embargo, Dios en su misericordia les dio una oportunidad para perdonarles sus pecados. TM 102 1 "Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová?" Los pregoneros tomaron sus palabras y las repitieron al son de trompetas: "¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví". Todos los que estaban arrepentidos tenían el privilegio de hacer su decisión colocándose junto a Moisés. "Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres". No hubo parcialidad, hipocresía ni confederación para defender a los culpables, pues el terror de Jehová estaba sobre el pueblo. TM 102 2 Los que habían mostrado tan poco sentido de la presencia y la grandeza de Dios, y que, aun después de la exhibición de su majestad, no vacilaron en apartarse del Señor, hubieran sido una trampa constante para Israel. Fueron muertos como una reprensión para el pecado, y para poner en el pueblo el temor de deshonrar a Dios. El peligro de agradarse a sí mismo TM 103 1 No puedo seguir considerando ahora esta historia, pero os ruego a vosotros, que estáis en cada ciudad, en cada pueblo, en cada casa; pido a todo individuo, que estudie la lección que enseña este pasaje, teniendo en cuenta las palabras de la inspiración: "El que piensa estar firme, mire que no caiga". Aquí se presenta la única predestinación que hallamos en la Palabra de Dios. Sólo aquellos que ponen atención para no caer serán aceptados finalmente. No puede haber presunción más fatal que la que induce a los hombres a aventurarse en la conducta del que se agrada a sí mismo. En vista de esta solemne advertencia de Dios, ¿no debieran poner atención los padres y las madres? ¿No debieran señalar fielmente a los jóvenes los peligros que se levantan constantemente para apartarlos de Dios? Muchos permiten que los jóvenes asistan a reuniones de placer, pensando que las diversiones son esenciales para la salud y la felicidad; pero, ¡qué peligros hay en esa senda! Cuanto más se complace el deseo de placer, tanto más se cultiva y tanto más se fortalece, hasta que la complacencia propia y la diversión llegan a constituir la mayor parte de la experiencia en la vida. Dios nos pide que nos cuidemos. "El que piensa estar firme, mire que no caiga". TM 104 1 Debemos llegar a una posición tal en que toda diferencia sea eliminada. Si yo creo que tengo luz, cumpliré mi deber en presentarla. Si yo consultara a otros con respecto al mensaje que el Señor quiere darme para nuestro pueblo, la puerta podría cerrarse de manera que la luz no llegaría a las personas a quienes Dios la había enviado. Cuando Jesús entraba cabalgando en Jerusalén, "toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían".--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. TM 104 2 Hermanos míos, en su gran misericordia y amor, Dios os ha dado gran luz, y Cristo os dice: "De gracia recibisteis, dad de gracia". Dejad que la luz concedida a vosotros brille sobre los que se encuentran en tinieblas. Regocijémonos y alegrémonos de que Cristo no solamente nos ha dado su Palabra, sino que nos ha dado también el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios, y de que en su fuerza podemos ser más que vencedores. Cristo dice: "Venid a mí. Míos son el consejo oportuno y el juicio sano. Tengo comprensión y fuerza para vosotros". Por la fe debemos descansar en Jesús recordando las palabras de uno que por inspiración divina escribió: "Tu benignidad me ha engrandecido". Pedid a Dios que os dé una medida abundante del aceite de su gracia. Considerad cuidadosamente cada palabra, ora sea escrita o hablada.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 3--Las santas escrituras ¿Cómo escudriñaremos las escrituras? TM 105 1 ¿Cómo debemos escudriñar las Escrituras a fin de entender lo que enseñan? Debemos abordar la investigación de la Palabra de Dios con corazón contrito, espíritu de oración y disposición a ser enseñados. No hemos de pensar, como los judíos, que nuestras propias ideas y opiniones son infalibles; ni, como los papistas, que ciertos individuos son los únicos guardianes de la verdad y el conocimiento, y que los hombres no tienen derecho a investigar las Escrituras por sí mismos, sino que deben aceptar las explicaciones dadas por los padres de la iglesia. No debemos estudiar la Biblia con el propósito de sostener nuestras opiniones preconcebidas, sino con el único objeto de aprender lo que Dios ha dicho. TM 105 2 Algunos han temido que si admitían haberse equivocado en un solo punto siquiera, otras mentes se verían inducidas a dudar de toda la teoría de la verdad. Por lo tanto, han creído que no debiera permitirse la investigación, que ésta tendería a la disensión y la desunión. Pero si tal ha de ser el resultado de la investigación, cuanto antes venga tanto mejor. Si hay personas cuya fe en la Palabra de Dios no resiste la prueba de una investigación de las Escrituras, cuanto antes se manifiesten, tanto mejor; pues entonces se abrirá el camino para mostrarles su error. No podemos sostener que ninguna posición, una vez adoptada, ninguna idea, una vez defendida, no habrá de ser abandonada en circunstancia alguna. Hay solamente Uno que es infalible: Aquel que es el camino, la verdad y la vida. TM 105 3 Los que permiten que el prejuicio impida que la mente reciba la verdad, no pueden ser receptáculos de la iluminación divina. Sin embargo, cuando se presenta una interpretación de las Escrituras, muchos preguntan "¿es correcta? ¿está en armonía con la Palabra de Dios?" sino "¿quién la sostiene", y a menos que venga precisamente por el medio que a ellos les agrada, no la aceptan. Tan plenamente satisfechos se sienten con sus propias ideas, que no quieren examinar la evidencia bíblica con el deseo de aprender, sino que rehúsan interesarse, meramente a causa de sus prejuicios. TM 106 1 El Señor a menudo obra donde nosotros menos lo esperamos; nos sorprende al revelar su poder mediante instrumentos de su propia elección, mientras pasa por alto a los hombres por cuyo intermedio esperábamos que vendría la luz. Dios quiere que recibamos la verdad por sus propios méritos, porque es la verdad. TM 106 2 La Biblia no debe ser interpretada para acomodarse a las ideas de los hombres, por largo que sea el tiempo en que las tuvieron por verdaderas. No hemos de aceptar la opinión de los comentadores como la voz de Dios; ellos eran mortales sujetos a equivocarse como nosotros. Dios nos ha dado facultades razonadoras a nosotros tanto como a ellos. Debemos permitir que la Biblia sea su propio expositor. Cuidado en presentar nuevas interpretaciones TM 106 3 Todos deben tener cuidado en presentar nuevas interpretaciones de la Escritura antes de haberlas estudiado a fondo y estar plenamente capacitados para sostenerlas con la Biblia. No introduzcáis nada que cause disensión si no tenéis una clara evidencia de que en ello Dios está dando un mensaje especial para este tiempo. TM 106 4 Pero guardaos de rechazar aquello que es verdad. El gran peligro para nuestros hermanos ha sido el de depender de los hombres, y hacer de la carne su brazo. Los que no han tenido el hábito de escudriñar la Biblia por sí mismos, o de pesar la evidencia, tienen confianza en los hombres prominentes y aceptan las decisiones que ellos hacen; y así muchos rechazan precisamente los mensajes que Dios envía a su pueblo si esos hermanos prominentes no los aceptan. TM 107 1 Nadie debe pretender que tiene toda la luz que existe para el pueblo de Dios. El Señor no tolerará esta condición. El ha dicho: "He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar". Aun cuando nuestros hombres prominentes rechacen la luz y la verdad, esa puerta permanecerá aún abierta. El Señor suscitará a hombres que den a nuestro pueblo el mensaje para este tiempo. La verdad permanecerá TM 107 2 La verdad es eterna, y el conflicto con el error sólo manifestará la fortaleza de esa verdad. Nunca hemos de rehusarnos a examinar las Escrituras con aquellos de quienes tengamos razones para creer que desean saber cuál es la verdad. Suponed que un hermano sostiene un punto de vista que difiere del vuestro, y que viene a vosotros, proponiéndoos que os sentéis con él para hacer una investigación de ese punto de las Escrituras. ¿Debéis levantaros, llenos de prejuicio, y condenar sus ideas, negándoos a escucharlo imparcialmente? El único procedimiento correcto sería el sentaros como cristianos para investigar la posición presentada a la luz de la Palabra de Dios, la cual revelará la verdad y desenmascarará el error. El ridiculizar sus ideas no debilitará su posición en lo más mínimo si fuera falsa, ni fortalecerá vuestra posición si fuera la correcta. Si las columnas de nuestra fe no soportan la prueba de la investigación, es tiempo de que lo sepamos. Ningún espíritu de fariseísmo debe tener cabida entre nosotros. Las escrituras han de ser estudiadas con reverencia TM 107 3 Hemos de abordar el estudio de la Biblia con reverencia, sintiendo que estamos en la presencia de Dios. Toda liviandad y frivolidad debe ser dejada a un lado. Aunque algunas porciones de la Palabra se entienden con facilidad, el verdadero sentido de otras partes no se discierne con rapidez. Debe haber paciente estudio y meditación y ferviente oración. Todo estudioso, al abrir las Escrituras, debe solicitar la iluminación del Espíritu Santo; y la promesa segura es que será dado. TM 108 1 El espíritu con el cual os aboquéis a la investigación de las Escrituras determinará el carácter de los que os asistan. Angeles del mundo de la luz estarán con los que con humildad de corazón buscan dirección divina. Pero si la Biblia se abre con irreverencia, con un sentimiento de suficiencia propia, si el corazón está lleno de prejuicio, Satanás estará a vuestro lado y colocará las declaraciones sencillas de la Palabra de Dios en una luz pervertida. TM 108 2 Hay algunos que tratan con ligereza, usando el sarcasmo y aun la burla, a los que difieren de ellos. Otros presentan una colección de objeciones a cualquier interpretación nueva, pero cuando estas objeciones son claramente contestadas por las palabras de las Escrituras, no reconocen la evidencia presentada ni admiten estar convencidos. Sus preguntas no tenían el propósito de llegar a la verdad, sino la mera intención de confundir la mente de los demás. TM 108 3 Algunos han pensado que es una evidencia de agudeza y superioridad intelectual el sumir en la perplejidad las mentes con respecto a cuál es la verdad. Recurren a una sutil argumentación, al juego de palabras; toman injusta ventaja haciendo preguntas. Cuando sus preguntas han sido claramente contestadas, cambian de tema y saltan a otro punto para evitar tener que reconocer la verdad. Debemos cuidarnos de albergar el espíritu que dominó a los judíos. No querían aprender de Cristo, porque su explicación de las Escrituras no estaba de acuerdo con las ideas de ellos; por lo tanto lo espiaban en su camino, "acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle". No traigamos sobre nosotros la terrible denuncia de las palabras del Salvador: "¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis". Con sencillez y fe TM 109 1 No requiere mucho conocimiento o capacidad el hacer preguntas difíciles de responder. Un niño puede hacer preguntas que pueden dejar perplejos a los hombres más sabios. No nos empeñemos en una competencia de esta clase. Existe en nuestro tiempo la misma incredulidad que había en los días de Cristo. Hoy, como entonces, el deseo de promoción y de alabanza de parte de los hombres descamina al pueblo de la sencillez de la verdadera piedad. No hay orgullo tan peligroso como el orgullo espiritual. TM 109 2 Los jóvenes deben investigar las Escrituras por sí mismos. No deben pensar que es suficiente que los de más experiencia busquen la verdad y que los más jóvenes pueden aceptarla cuando proviene de ellos, considerándolos una autoridad. Los judíos perecieron como nación porque fueron apartados de la verdad de la Biblia por sus gobernantes, sacerdotes y ancianos. Si hubieran hecho caso a Jesús, e investigado las Escrituras por sí mismos, no habrían perecido. TM 109 3 Hay jóvenes en nuestras filas que están vigilando para ver con qué espíritu los ministros abordan la investigación de las Escrituras, si es que están dispuestos a ser enseñados y si son suficientemente humildes para aceptar la evidencia y recibir la luz de los mensajeros que Dios decide enviar. TM 109 4 Debemos estudiar la verdad por nosotros mismos. No debe confiarse en nadie para que piense por nosotros. No importa de quién se trate, o cuán elevado sea el puesto que ocupe, no hemos de mirar a nadie como criterio para nosotros. Debemos aconsejarnos mutuamente, y estar sujetos los unos a los otros; pero al mismo tiempo debemos ejercer la capacidad que Dios nos ha dado, para saber cuál es la verdad. Cada uno de nosotros debe pedir al Cielo la iluminación divina. Debemos desarrollar individualmente un carácter que soporte la prueba en el día de Dios. No debemos ser obstinados en nuestras ideas, y pensar que nadie debe interferir nuestras opiniones. TM 110 1 Cuando un punto de doctrina que no entendáis llegue a vuestra consideración, id a Dios sobre vuestras rodillas, para que podáis comprender cuál es la verdad y no ser hallados como lo fueron los judíos luchando contra Dios. Mientras amonestamos a los hombres a precaverse de aceptar cualquier cosa a menos que sea la verdad, debemos también amonestarlos a no poner en peligro sus almas rechazando mensajes de luz, sino a salir de las tinieblas por el estudio fervoroso de la Palabra de Dios. TM 110 2 Cuando Natanael fue a Jesús, el Salvador exclamó: "He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño". Natanael dijo: "¿De dónde me conoces?" Jesús respondió: "Cuando estabas debajo de la higuera, te vi". Y Jesús nos verá también en los lugares secretos de la oración, si buscamos luz para saber cuál es la verdad. TM 110 3 Si un hermano está enseñando el error, los que ocupan puestos de responsabilidad debieran saberlo; y si está enseñando verdad, deben ponerse resueltamente de su lado. Todos nosotros debemos saber lo que se enseña en nuestro medio, pues si es la verdad, necesitamos conocerla. El maestro de la escuela sabática necesita conocerla, y todo alumno de la escuela sabática, debería comprenderla. Todos tenemos la obligación hacia Dios de comprender lo que él nos envía. El ha dado instrucciones por las cuales podemos probar toda doctrina. "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". Pero si está de acuerdo con esta prueba, no estéis tan llenos de prejuicio que no podáis aceptar un punto, sencillamente porque no concuerda con vuestras ideas. TM 111 1 Es imposible que una mente, cualquiera que sea, comprenda toda la riqueza y grandeza de una sola promesa de Dios. Una capta la gloria desde un punto de vista; otra la hermosura y la gracia desde otro punto de vista, y el alma se llena de la luz del cielo. Si viéramos toda la gloria, el espíritu desmayaría. Pero podemos tener revelaciones de las abundantes promesas de Dios mucho mayores que aquellas de las que ahora gozamos. Me entristece pensar cómo perdemos de vista la plenitud de la bendición destinada a nosotros. Nos contentamos con fulgores momentáneos de iluminación espiritual, cuando podríamos andar día tras día a la luz de la presencia divina. TM 111 2 Queridos hermanos, orad como nunca lo habéis hecho para que los rayos del Sol de justicia brillen sobre la Palabra, para que podáis comprender su verdadero significado. Jesús rogó que sus discípulos fueran santificados en la verdad: la Palabra de Dios. ¡Cuán fervientemente, pues, debiéramos orar para que Aquel que "todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios", Aquel cuya misión es recordarle al pueblo de Dios todas las cosas, y guiarlo a toda verdad, esté con nosotros en la investigación de su santa Palabra! TM 111 3 Dios nos pide que dependamos de él, y no del hombre. Desea que tengamos un nuevo corazón; quiere darnos revelaciones de la luz procedente del trono de Dios.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. El estudio de los libros de Daniel y Apocalipsis TM 112 1 El Espíritu de Dios ha iluminado toda página de la Sagrada Escritura, pero hay personas sobre las cuales ésta hace poca impresión, porque es imperfectamente comprendida. Cuando viene el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos lectores superficiales, que no están anclados en ningún lugar, son como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier posición para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura... Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados, así como las otras profecías del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Haya luz, sí, luz en vuestras moradas. Necesitamos orar por esto. El Espíritu Santo, brillando sobre las páginas sagradas, abrirá nuestro entendimiento para que podamos saber cuál es la verdad... TM 112 2 Se necesita un estudio mucho más detenido de la Palabra de Dios; especialmente Daniel y el Apocalipsis deben recibir atención como nunca antes en la historia de nuestra obra. Podemos tener menos que decir en algunos respectos, con relación al poder romano y al papado; pero debemos llamar la atención a lo que los profetas y los apóstoles han escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo ha dispuesto las cosas, en la forma de dar las profecías y en los acontecimientos descriptos, para enseñar que el agente humano ha de ser mantenido fuera de la vista, oculto en Cristo, y que el Señor Dios del cielo y su ley han de ser exaltados. Leed el libro de Daniel. Evocad, punto por punto, la historia de los reinos allí representados. Contemplad a estadistas, consejos, ejércitos poderosos, y ved cómo Dios obró para abatir el orgullo de los hombres y arrojar la gloria humana en el polvo... TM 113 1 La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para estos postreros días. Las visiones que él tuvo junto a las riberas del Ulai y del Hidekel, los grandes ríos de Sinar, están hoy en proceso de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto ocurrirán. TM 113 2 Considerad las circunstancias de la nación judía cuando fueron dadas las profecías de Daniel. TM 113 3 Dediquemos más tiempo al estudio de la Biblia. No entendemos la Palabra como deberíamos. El libro del Apocalipsis se inicia con una orden a entender la instrucción que contiene. "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía--declara Dios--, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca". Cuando como pueblo comprendamos lo que significa este libro para nosotros, se verá entre nosotros un gran reavivamiento. No entendemos plenamente las lecciones que enseña, a pesar del mandato que nos fue dado de escudriñarlo y estudiarlo. TM 113 4 En lo pasado algunos maestros declararon que Daniel y Apocalipsis son libros sellados, y el pueblo se ha apartado de ellos. La propia mano de Dios ha descorrido el velo de estas porciones de su Palabra, cuyo aparente misterio ha impedido que muchos lo levantaran. El mismo nombre Apocalipsis contradice la declaración de que es un libro sellado. "Revelación" significa que algo de importancia es revelado. Las verdades de este libro se dirigen a los que viven en estos últimos días. Nos encontramos en el lugar santo de las cosas sagradas, con el velo quitado. No hemos de estar afuera. Hemos de entrar, no en forma descuidada, con pensamientos irreverentes, no con pasos impetuosos, sino con reverencia y piadoso temor. Nos acercamos al tiempo en que las profecías del libro del Apocalipsis han de cumplirse... TM 114 1 Tenemos los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo, que es el espíritu de profecía. Gemas inapreciables han de hallarse en la Palabra de Dios. Los que investigan esa Palabra deben mantener su mente clara. Nunca deben complacer el apetito pervertido al comer o beber. TM 114 2 Si lo hacen, el cerebro estará confundido; serán incapaces de soportar el esfuerzo que exige cavar profundamente para encontrar el significado de aquellas cosas que se relacionan con las escenas finales de la historia de la tierra. TM 114 3 Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis sean mejor entendidos, los creyentes tendrán una experiencia religiosa completamente distinta. Recibirán tales vislumbres de los portales abiertos del cielo que se les grabará en la mente y el corazón el carácter que todos deben desarrollar a fin de comprender la bendición que será la recompensa de los de corazón puro. TM 114 4 El Señor bendecirá a todos los que con humildad y mansedumbre traten de comprender lo que se revela en el Apocalipsis. Este libro presenta en forma tan vívida escenas de inmortalidad y está tan lleno de gloria que todos los que lo lean y escudriñen con fervor recibirán la bendición prometida a aquellos que "oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas". Resultados del estudio verdadero TM 114 5 Una cosa se comprenderá con certeza por el estudio del Apocalipsis: que la relación entre Dios y su pueblo es estrecha e inequívoca. TM 114 6 Se advierte una maravillosa conexión entre el universo del cielo y este mundo. Lo que fue revelado a Daniel fue complementado más tarde por la revelación que se le hizo a Juan en la isla de Patmos. Estos dos libros deben ser estudiados cuidadosamente. Dos veces Daniel preguntó: ¿Cuándo será el fin del tiempo? TM 115 1 "Y yo oí, pero no comprendí. Dije pues: Señor mío, ¿cuál será el resultado de estas cosas? Mas él respondió: Anda, Daniel; que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados y emblanquecidos y acrisolados; pero los malos seguirán haciendo maldades; y no entenderá ninguno de los malhechores; mas los sabios entenderán. Y desde el tiempo en que fuere quitado el holocausto continuo, es a saber, para poner allí la abominación desoladora, habrá mil doscientos y noventa días. ¡Bienaventurado aquel que espere, y alcance a mil trescientos treinta y cinco días! Tú empero anda por tu camino hasta que llegue el fin: entretanto descansarás, y te levantarás al goce de tu herencia al fin de los días". TM 115 2 Fue el León de la tribu de Judá quien quitó el sello del libro y le dio a Juan la revelación de lo que sucedería en estos últimos días. TM 115 3 Daniel cumplió su misión de dar su testimonio, el cual fue sellado hasta el tiempo del fin, cuando el mensaje del primer ángel debía ser proclamado a nuestro mundo. Estos asuntos son de infinita importancia en estos últimos días; pero aunque "muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados", "los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá". ¡Cuán cierto es esto! El pecado es la transgresión de la ley de Dios, y los que no acepten la luz con respecto a la ley de Dios no comprenderán la proclamación de los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Al libro de Daniel se le quita el sello en la revelación que se le hace a Juan, lo cual nos permite avanzar hasta las últimas escenas de la historia de este mundo. TM 115 4 ¿Tendrán en cuenta nuestros hermanos que estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos días? Leed el Apocalipsis en relación con Daniel. Enseñad estas cosas. Fuerzas invencibles esperan TM 116 1 Los que comen la carne y beben la sangre del Hijo de Dios sacarán de los libros de Daniel y el Apocalipsis la verdad inspirada por el Espíritu Santo. Pondrán en marcha fuerzas que no puedan ser reprimidas. Los labios de los niños se abrirán para proclamar los misterios que han estado ocultos de la mente de los hombres. TM 116 2 Nos hallamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Muchas de las profecías están por cumplirse en rápida sucesión. Todo elemento de poder está por ser puesto en acción. La historia pasada se repetirá; viejos conflictos resurgirán a una nueva vida, y el peligro asediará a los hijos de Dios por doquiera. La violencia está tomando posesión de la familia humana. Está saturando todas las cosas que hay sobre la tierra... TM 116 3 Estudiad el Apocalipsis en relación con Daniel, porque la historia se repetirá... Nosotros, con todas nuestras ventajas religiosas, debiéramos saber hoy mucho más de lo que sabemos. TM 116 4 Los ángeles anhelan mirar las verdades que son reveladas a aquellos que, con corazón contrito, investigan la Palabra de Dios y oran para obtener mayores longitudes y anchuras y profundidades y alturas del conocimiento que sólo el Señor puede dar. TM 116 5 Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los últimos días exigen especialmente nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes de muchos de manera que aceptan con gozo cualquier excusa para no hacer del libro del Apocalipsis su tema de estudio. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado aquí lo que será en los últimos días; y él dice: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas". TM 117 1 Los libros de Daniel y Apocalipsis debieran ser publicados en un solo volumen. Podrían añadirse unas pocas explicaciones de ciertas partes, pero no estoy segura de que serían necesarias. TM 117 2 Esta es la sugerencia que le hice al pastor Haskell [veasé el Apéndice.] y que dio como resultado el libro que él publicó. Pero ese libro no alcanza a cubrir la necesidad. Mi idea era que los dos libros se encuadernaran juntos, el Apocalipsis después de Daniel, como un libro que da más luz sobre los temas tratados en Daniel. El objeto es colocar estos libros juntos, mostrando que ambos se refieren a los mismos temas. TM 117 3 Ha de proclamarse un mensaje que despierte a las iglesias. Ha de hacerse todo esfuerzo para dar la luz, no sólo a nuestro pueblo, sino al mundo. Se me ha instruido en el sentido de que las profecías de Daniel y el Apocalipsis deben imprimirse en libros pequeños, con las explicaciones necesarias, y deben enviarse al mundo entero. Nuestros mismos hermanos necesitan que se les presente la luz con más claridad. TM 117 4 La visión que Cristo le presentó a Juan, en la cual aparecen los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, ha de ser definidamente proclamada a toda nación, pueblo y lengua. Las iglesias, representadas por Babilonia, aparecen como caídas de su estado espiritual, para convertirse en un poder perseguidor contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. A Juan le fue presentado este poder perseguidor como una bestia que tenía cuernos semejantes a los de un cordero, pero que hablaba como dragón... A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, habrá una demostración cada vez mayor de poder pagano; deidades paganas manifestarán su notable poder, y se exhibirán a sí mismas ante las ciudades del mundo; y esta delineación ha comenzado a cumplirse. Mediante una diversidad de imágenes el Señor Jesús le presentó a Juan el carácter malvado y la influencia seductora de los que se han destacado en su persecución del pueblo de Dios. Todos necesitan sabiduría para investigar cuidadosamente el misterio de iniquidad que figura en forma tan destacada en las postrimerías de la historia de esta tierra... En el tiempo mismo en que vivimos, el Señor ha llamado a su pueblo y le ha dado un mensaje para presentar. Lo ha llamado a exponer la maldad del hombre de pecado, que ha hecho de la ley del domingo un poder distintivo, que ha pensado en cambiar los tiempos y la ley, y ha oprimido al pueblo de Dios que se mantiene firme para honrarlo y guardar el único verdadero día de reposo, el sábado de la creación, como santo para el Señor. TM 118 1 Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en nuestro trabajo hemos de amonestar a la gente acerca del peligro en que está. No se dejen sin tratar las solemnes escenas que la profecía ha revelado. Si nuestros hermanos estuvieran despiertos aunque fuera a medias, si se dieran cuenta de la cercanía de los sucesos descriptos en el Apocalipsis, se realizaría una reforma en nuestras iglesias, y muchos más creerían el mensaje. No tenemos tiempo que perder; Dios nos pide que velemos por las almas como quienes han de dar cuenta. Presentad nuevos principios, y acumulad la clara verdad. Ella será como espada de doble filo. Pero no os manifestéis demasiado dispuestos a asumir una actitud polémica. Hay ocasiones en que hemos de quedar quietos para ver la salvación de Dios. Dejad que hablen Daniel y el Apocalipsis, y digan cuál es la verdad. Pero sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalzad a Jesús como el centro de toda esperanza, "la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana". Cavad más profundamente TM 119 1 No cavamos en forma suficientemente profunda para escudriñar la verdad. A todo creyente en la verdad presente se le requerirá en algún momento que dé razón de la esperanza que hay en él. Los hijos de Dios han de ser llamados a la presencia de reyes, príncipes, gobernantes y grandes hombres de la tierra, y éstos deben saber que ellos saben cuál es la verdad. Deben ser hombres y mujeres convertidos. Dios puede enseñaros en un momento, por su Espíritu Santo, más de lo que podríais aprender de los grandes hombres de la tierra. El universo está observando el conflicto que se desarrolla sobre la tierra. A un costo infinito, Dios le ha proporcionado a todo hombre una oportunidad para que conozca lo que ha de hacerlo sabio para la salvación. ¡Cuán ávidamente miran los ángeles para ver quiénes aprovecharán esta oportunidad! Cuando se presenta un mensaje a los hijos de Dios, éstos no deben levantarse en oposición a él; deben ir a la Biblia, comparándolo con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es verdad. Dios quiere que nuestras mentes se expandan. Desea colocar su gracia sobre nosotros. Podemos tener un banquete de cosas buenas todos los días, pues Dios puede abrir todo el tesoro del cielo para nosotros.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. ------------------------Capítulo 4--La alta norma de Dios La verdadera educación en nuestras iglesias -- Capacitando las almas para el servicio TM 120 1 "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma". "Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan; pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos. ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos para observar tus estatutos! Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos". TM 120 2 Aceptemos esto como nuestra lección. Estudiad toda palabra con atención. Los principios rectos y los sentimientos puros, cultivados y practicados, forman un carácter a la semejanza divina. Una conciencia libre de ofensa hacia Dios y el hombre, un corazón que siente la más tierna simpatía por los seres humanos, especialmente para que puedan ser ganados para Cristo, tendrá los atributos que tuvo Jesús. Todos los tales serán imbuidos de su Espíritu. Tendrán un depósito de persuasión, una reserva de sencilla elocuencia. TM 120 3 Como cristianos, hemos de trabajar ahora con sumo fervor para traer almas a Cristo Jesús. No debe haber capítulos baratos de experiencia entretejidos en nuestra vida cristiana. Cualquier experiencia verdadera le cuesta a toda alma que la obtiene un esfuerzo, a causa de las tentaciones de Satanás. Dios ve cómo el alma está hambrienta del conocimiento de Dios, de la salvación por medio de Cristo; y la promesa es: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". Características del verdadero investigador TM 121 1 Dios ha ordenado que todos los hombres obedezcan su ley. El no mira lo que mira el hombre. Su norma es elevada, pura y santa; sin embargo, todos pueden alcanzar esa norma. El Señor ve la necesidad del alma, el hambre del alma consciente. El considera la disposición de la mente, de la cual proceden nuestras acciones. Ve si por encima de toda otra cosa se manifiesta respeto y fe hacia Dios. El verdadero investigador, que lucha para ser semejante a Jesús en palabra, vida y carácter, contemplará a su Redentor y, al hacerlo, será transformado a su imagen, porque anhela tener la misma actitud mental que hubo en Cristo Jesús, y ora por ella. No es el temor a la vergüenza o el temor a la pérdida lo que lo inhibe de hacer el mal, porque sabe que todo lo que disfruta viene de Dios, y él quisiera aprovechar sus bendiciones para poder representar a Cristo. No apetece el lugar más alto, ni la alabanza de los seres humanos. Este no es su ávido interés. Al aprovechar sabiamente lo que ahora tiene, trata de obtener cada vez más capacidad, para poder dar a Dios un mayor servicio. Tiene sed de Dios. La historia de su Redentor, el inconmensurable sacrificio que realizó, adquiere pleno significado para él. Cristo, la majestad del cielo, se hizo pobre, para que nosotros, por su pobreza, llegáramos a ser ricos; no ricos solamente en dotes, sino ricos en realizaciones. TM 121 2 Estas son las riquezas que Cristo fervientemente anhela que sus seguidores posean. Cuando el verdadero investigador de la verdad lee la Palabra y abre su mente para recibirla, anhela la verdad con todo su corazón. El amor, la piedad, la ternura, la cortesía, la amabilidad cristiana, que serán los elementos característicos de las mansiones celestiales que Cristo ha ido a preparar para los que le aman, toman posesión de su alma. Su propósito es firme. Está determinado a colocarse del lado de la justicia. La verdad ha llegado a su corazón, y está implantada allí por el Espíritu Santo, quien es la verdad. Cuando la verdad toma posesión del corazón, el hombre da evidencia segura de ese hecho convirtiéndose en mayordomo de la gracia de Cristo. TM 122 1 El corazón del verdadero cristiano está imbuido de verdadero amor, de intenso anhelo por las almas. No descansa hasta hacer todo lo que está a su alcance para buscar y salvar lo que se ha perdido. El tiempo y la fuerza se invierten; no se escatima esfuerzo penoso. Otros deben recibir la verdad que ha traído a su propia alma tanta alegría y paz y gozo en el Espíritu Santo. TM 122 2 Cuando el alma verdaderamente convertida disfruta del amor de Dios, siente su obligación de llevar el yugo de Cristo y trabajar en armonía con él. El Espíritu de Jesús descansa sobre ella. Revela el amor, la piedad y la compasión del Salvador, porque es una con Cristo. Anhela llevar a otros a Jesús. Su corazón se enternece al ver el peligro de las almas que están fuera de Cristo. Cuida de las almas como quien ha de dar cuenta. Con invitaciones y ruegos mezclados con las firmes promesas de Dios, trata de ganar a las almas para Cristo; y esto se registra en los libros de memoria. Es un colaborador de Dios. TM 122 3 ¿No es Dios el verdadero objeto de imitación? Debe ser la obra de la vida del cristiano vestirse de Cristo, y alcanzar una más perfecta semejanza a Cristo. Los hijos de Dios han de progresar en su semejanza a Cristo, nuestro modelo. Diariamente deben contemplar su gloria, observar su excelencia incomparable. Tiernos, veraces, y llenos de compasión, han de arrancar a las almas del fuego, aborreciendo aun las ropas manchadas por la carne. No estamos trabajando solos TM 123 1 Hay una obra que debe ser hecha por el pueblo de Dios. ¿Cuál es la verdadera elocuencia de la vida humana? El corazón lleno de sentimientos puros, la reverencia por todos los mandamientos de Dios. Pero no se ha trabajado con fervor. Se han realizado los trabajos rutinarios, pero esto no es suficiente. Salid de la huella común. Si no podéis alcanzar a los miembros de las iglesias, no os desaniméis. Llevad la obra a los caminos, y si la levadura de la verdad no penetra en la justicia propia de aquellos por quienes trabajáis, salid de la senda común e id a los vallados, y haced allí vuestra obra misionera. TM 123 2 Dios no os dejará que trabajéis solos. En todo momento, desde la proclamación del mensaje del tercer ángel, los ángeles de Dios han estado esperando para cooperar con el agente humano ferviente y determinado a trabajar. Debemos cavar más hondo en las minas de la verdad de lo que lo hemos hecho. TM 123 3 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". ¡Oh, qué amor ha mostrado Dios por el hombre caído! ¿Por qué aquellos que conocen la verdad pasan de largo dejando sin auxilio a tantos que están sufriendo necesidad? TM 123 4 Todo el culto de Israel de antaño era una promesa, en figuras y símbolos, de Cristo; y no era una mera promesa, sino una verdadera provisión, destinada por Dios a ayudar a millones de personas elevando sus pensamientos hacia Aquel que había de manifestarse a nuestro mundo. Cristo, la revelación de Dios TM 123 5 En Cristo el mundo contempló al Dios invisible. "Yo soy en el Padre--dijo él--, y el Padre en mí". "El que me ha visto a mí ha visto al Padre". "Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais y desde ahora le conocéis, y le habéis visto". En todos nuestros actos de verdadera devoción fijamos los ojos de nuestra fe en nuestro Abogado, que intercede entre el hombre y el trono eterno, y quien espera para tomar nota de todo esfuerzo nuestro y para ayudarnos por su Espíritu a lograr un conocimiento más perfecto de Dios. TM 124 1 El Cordero de Dios nos es presentado como quien está "en medio del trono" de Dios. El es la gran provisión por la cual Dios y el hombre están unidos y tienen comunión el uno con el otro. Por eso se describe a los hombres como sentados en los lugares celestiales en Cristo Jesús, quien es el punto designado de reunión entre Dios y la humanidad. TM 124 2 "Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado". Cristo llevó a la naturaleza humana a la relación personal con su propia divinidad. Así ha proporcionado un centro al cual puede aferrarse la fe del universo. TM 124 3 Dios quiere que su ley sea obedecida por todos los que creen en Cristo. Satanás sabía que si la familia humana podía ser inducida a creer que Dios había abolido su norma moral del carácter, el hombre no tendría un espejo moral en el cual pudiera mirar y ver qué clase de persona era. TM 125 1 "Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo". TM 125 2 Esta es la palabra del Dios vivo. La ley es el gran espejo moral de Dios. El hombre ha de comparar sus palabras, su espíritu, sus actos con la Palabra de Dios. Si decidimos que en estos últimos días no tenemos una obra asignada que escapa al programa regular de las iglesias nominales, seremos grandemente chasqueados. El gran asunto que ha de investigarse, pesarse y decidirse, es: ¿Qué puedo hacer para alcanzar a las almas perdidas? Dios exige que los adventistas realicen una obra que no necesito definir. A menos que la obra se efectúe en primer término en sus propios corazones, todas las instrucciones específicas que puedan darse para señalar la conducta será trabajo vano. TM 125 3 Leed el segundo capítulo de Santiago. Practicad la verdad en vuestra vida cotidiana, y conoceréis la obra que el Señor os ha dado para hacer. Leed también el capítulo cuatro, especialmente los versículos 5-12; y el capítulo cinco, especialmente los versículos 13-20. Estos capítulos son letra muerta para la gran mayoría de los que pretenden ser adventistas del séptimo día. Se me ha indicado que os señalara estos pasajes, y el capítulo séptimo de Mateo. Necesitáis estudiar cada palabra como si de ella dependiera vuestra vida. TM 126 1 Lo que la Iglesia de Battle Creek necesita es que sus miembros sean hacedores de la Palabra. Esto inducirá a muchos a salir de Battle Creek para ir a otros lugares, pueblos y ciudades, donde la gente no ha tenido la luz y las oportunidades que vosotros habéis tenido. Muchas almas están ahora en la balanza. No están con Cristo. No están recogiendo con Cristo. Su influencia está dividida. Desparraman. TM 126 2 Prestad especial atención a estas palabras: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina". Muchas casas que ahora se creen seguras caerán. El Señor declara que no aceptará un servicio dividido. Preciosas advertencias y promesas TM 126 3 Si prestáis atención a las advertencias que se hallan en los capítulos que se me ha instruido a presentar delante de vosotros, cambiaréis vuestra actitud, y llegaréis a ser hijos de Dios. Así podréis salvar vuestras almas por la fe en Cristo Jesús. Recibiréis el consejo dado en el (capítulo 58) de Isaías. Si seguís las instrucciones señaladas, se cumplirá la promesa: "Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan". TM 127 1 Emprended la obra que se os ha señalado. El Señor cumplirá la promesa por su parte. Estos textos inspirados nunca os habrían sido dados si el Señor no hubiera tenido confianza en que podéis hacer todas las cosas que él ha requerido. Podéis escuchar la invitación: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". TM 127 2 Podéis elevaros hasta las alturas a las cuales os invitan las Santas Escrituras. La verdadera religión significa vivir la Palabra en vuestra vida práctica. Vuestra profesión no tiene ningún valor sin la aplicación práctica de la Palabra. "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame". Esta es la condición para ser discípulo. "He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio. No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. Y su nombre esperarán los gentiles". TM 127 3 Gracias a Dios porque se está realizando una obra fuera de la iglesia. La iglesia no ha sido educada debidamente para trabajar por aquellos que no son sus miembros. Muchas almas ajenas a la iglesia podrían haber sido iluminadas, y un caudal mucho mayor de luz podría haber sido traído a la iglesia, si ésta hubiera trabajado con el corazón y el alma y la voz para ganar almas para la verdad. Demasiado poco trabajo realizan los miembros de la iglesia en favor de los que necesitan la luz, los que están fuera de la Iglesia Adventista. El Señor declara: "La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. Y en su nombre esperarán los gentiles". Los que cooperan con Cristo Jesús se darán cuenta de que todas estas promesas se cumplen en su propia experiencia. El Señor ha señalado el deber de cada alma. En el juicio nadie tendrá excusa alguna que presentar por no haber cumplido con su deber. Una prueba más estricta de discipulado TM 128 1 La prueba de discipulado no se aplica tan estrictamente como se debiera a aquellos que se presentan para el bautismo. Debe saberse si los que profesan estar convertidos están simplemente adoptando el nombre de adventistas del séptimo día, o si están tomando su posición del lado del Señor para salir del mundo y separarse y no tocar cosa inmunda. Cuando den evidencia de que entienden plenamente su posición, han de ser aceptados. Pero cuando revelan estar siguiendo las costumbres y modas y sentimientos del mundo, ha de tratarse con ellos con firmeza. Si no sienten ninguna preocupación por cambiar su conducta, no deben ser retenidos como miembros de la iglesia. El Señor desea que aquellos que componen su iglesia sean veraces y fieles administradores de la gracia de Cristo. TM 129 1 El pecado de estos últimos días está sobre los profesos hijos de Dios. Por el egoísmo, el amor al placer y el amor al vestido, niegan al Cristo al cual su condición de miembros de iglesia indica que están siguiendo. Agradezco a Dios porque Jesucristo conoce todo impulso del corazón del creyente. Muchos que no siguen a Cristo profesan ser hijos de Dios. Su frivolidad, su conversación liviana, su falta de genuina piedad, sus blancos bajos, descarrían a otros que seguirían una conducta diferente si no fuera por el ejemplo de estos personajes engañosos, que no aman a Cristo ni practican su voluntad, sino que simplemente siguen sus propios razonamientos. TM 129 2 Jesús conoce a todos los de corazón humilde, dócil y manso. Tienen pruebas y cometen errores, pero se les quebranta el corazón porque agravian al Salvador, quien los amó y murió por ellos. Acuden humildemente a sus pies; luchan como Cristo luchó. Con humildad y mansedumbre de corazón tratan de hacer bien a los demás. Tratan de hacer progresar la causa de la verdad mediante su esfuerzo sostenido y ferviente. TM 129 3 El Señor Jesús ama a aquellos por quienes ha dado su vida; y se aflige cuando se permite que influencias mundanas se interpongan entre ellos y su Ayudador, cuando se escoge a los ídolos antes que a Cristo, cuando sus llamados al alma humana son recibidos con indiferencia y no hay respuesta. El sabe que ellos hacen frente a grandes pérdidas, porque son piedras de tropiezo para los pecadores. No están recogiendo con Cristo, sino desparramando. Pero cuando, en una gran aflicción, el Espíritu de Dios toca su corazón, y se vuelven a él, el oye sus plegarias. Cristo conoce la capacidad que ha dado a toda alma de servirle para su bien presente y eterno. Anhela que estas almas no lo chasqueen. Quiere que brillen en su reino. Los más altamente honrados serán aquellos que tomen su cruz cada día, y sigan a Cristo. Haced de la verdad una realidad TM 130 1 El Señor Jesús exige que toda alma haga de la verdad una realidad. Mostrad que creéis que no estáis a medias con Cristo y a medias con el mundo. De todos los tales Cristo dice: "¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitaré de mi boca". El que aprecia el amor de Cristo será un ferviente colaborador de Jesús para traer almas como gavillas al Maestro. Todos los que están relacionados con Cristo hacen siempre una obra cabal. Llevan fruto para su gloria. Pero la indolencia, el descuido y la frivolidad separan al alma de Cristo, y Satanás puede introducirse para realizar su voluntad en el pobre súbdito mundano. Tenemos una gran verdad, pero por la indiferencia y el descuido, la verdad ha perdido su fuerza sobre nosotros. Satanás se ha introducido con sus engañosas tentaciones, apartando a los profesos seguidores de Cristo de su Líder. Así se clasifican ellos entre las vírgenes fatuas. TM 130 2 El Señor viene, y ahora necesitamos el aceite de la gracia en las vasijas de nuestras lámparas. Pregunto: ¿Quién estará de parte del Señor? Antes que Jesús se fuera, prometió regresar de nuevo, y recibirnos a sí mismo, "para que donde yo estoy--dijo él--, vosotros también estéis". Somos extranjeros y peregrinos en este mundo. Hemos de esperar, velar, orar y trabajar. Toda la mente, toda el alma, todo el corazón, y toda la fuerza han sido comprados por la sangre del Hijo de Dios. No hemos de creer que tenemos el deber de usar un ropaje de peregrino precisamente de un color o de una forma tales, sino que hemos de emplear el atavío prolijo y modesto que la Palabra inspirada nos enseña a usar. Si nuestros corazones están unidos con el corazón de Cristo, tendremos un deseo muy intenso de ser vestidos de su justicia. Nada se colocará sobre la persona para atraer la atención, o para crear polémica. TM 131 1 ¡Cristianismo: cuántos hay que no saben lo que es! No es algo que nos colocamos por fuera. Es una vida infundida dentro de nosotros por la vida de Jesús. Significa que estamos usando el manto de la justicia de Cristo. Con respecto al mundo, los cristianos dirán: No intervenimos en política. Dirán resueltamente: Somos peregrinos y extranjeros; nuestra ciudadanía es la de arriba. No se los verá eligiendo compañeros para divertirse. Dirán: Ya no nos infatuamos con cosas pueriles. Somos peregrinos y advenedizos, esperamos una ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. La observancia del sábado como señal de lealtad TM 131 2 Pido a todos los que han seguido una conducta errónea en cuanto a los principios, que hagan una decidida reforma, y anden para siempre humildemente con Dios. El mundo pronto ha de ser juzgado. Un Dios justo debe vindicar la muerte de su Hijo. Hoy en día los hombres eligen a Barrabás y dicen: Crucifica a Cristo. Harán esto en la persona de sus santos. Recorrerán el mismo camino que los sacerdotes y gobernantes judíos en su trato con Cristo. El, el Hijo de Dios, siendo inocente, fue muerto porque dijo a los hombres verdades que no les agradaba oír. Sin embargo, era el Hijo del Dios infinito. TM 132 1 Los que hoy en día desprecian la ley de Jehová, no manifestando ningún respeto por sus mandamientos, están tomando partido con el gran apóstata. Proclaman a un mundo corrompido por el pecado que la ley de Dios es nula y sin valor. Los que declaran esto como verdad engañan a la gente, y virtualmente han clavado la ley de Jehová en la cruz entre los dos ladrones. ¡Qué idea! TM 132 2 Frente a los mundos no caídos y al universo celestial, el mundo ha de dar cuenta ante el Juez de toda la tierra, el mismo a quien han condenado y crucificado. ¡Qué día de ajuste será aquél! Es el gran día de la venganza de Dios. Cristo entonces no estará en el tribunal de Pilato. Pilato y Herodes, y todos los que se burlaron del Señor, lo azotaron, rechazaron y crucificaron, comprenderán entonces qué significa sentir la ira del Cordero. Sus hechos aparecerán ante ellos en su verdadero carácter. Un engaño terrible TM 132 3 ¡Cuán terriblemente engañados están los que piensan que el mundo está mejorando! Cristo declara: "Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre". "Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre". A una situación semejante llegará el mundo al rechazar la ley de Dios. TM 132 4 "Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que recibe la marca de su nombre". TM 133 1 Juan fue llamado a contemplar a un pueblo distinto de los que adoran a la bestia o a su imagen al guardar el primer día de la semana. La observancia de este día es la marca de la bestia. Juan declara: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". TM 133 2 "Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". Se nos muestra claramente que existirán dos bandos en el momento en que aparezca nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¿En cuál bando deseamos ser hallados? "He aquí, yo vengo pronto--dice Cristo--, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas [guardan sus mandamientos], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad". Este es el destino de los que observan los mandamientos. ¿No debemos todos desear estar entre el número de personas que tendrán derecho al árbol de la vida, y que entrarán por las puertas en la ciudad? TM 133 3 Adán y Eva y su posteridad perdieron el derecho al árbol de la vida a causa de su desobediencia. "Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado". Adán y Eva transgredieron la ley de Dios. Esto hizo necesario que fueran alejados del Edén y separados del árbol de la vida, pues al comer de él después de su transgresión, hubieran perpetuado el pecado. "Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida". El hombre dependía del árbol de la vida para la inmortalidad, y el Señor tomó estas precauciones para que los hombres no comieran de ese árbol y vivieran para siempre, llegando a ser pecadores inmortales. TM 134 1 La muerte entró en el mundo a causa de la transgresión. Pero Cristo dio su vida para que el hombre tuviera otra oportunidad. El no murió en la cruz para abolir la ley de Dios, sino para asegurarle al hombre un segundo tiempo de gracia. No murió para que el pecado llegara a ser un atributo inmortal; murió para asegurar el derecho a destruir a aquel que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo. Sufrió plenamente la sanción que merecía el quebrantamiento de la ley por parte del mundo entero. Esto lo hizo, no para que los hombres continuaran en la transgresión, sino para que reanudaran su lealtad y guardaran los mandamientos de Dios y su ley como la niña de su ojo. Una señal de obediencia TM 134 2 La señal de la obediencia es la observancia del sábado del cuarto mandamiento. Si los hombres guardan el cuarto mandamiento, guardarán todo el resto. No fue una voz humana la que le habló a Moisés, dándole el sábado como una señal. "Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo". TM 135 1 El Señor no deja un precepto tan importante como éste sin especificación. "Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo". ¿Filosofía humana o revelación divina? TM 135 2 La filosofía humana declara que para la creación del mundo se destinó un período indefinido de tiempo. ¿Presenta Dios el asunto en esta forma? No; él dice: "Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días [no seis períodos indefinidos de tiempo; porque entonces no habría manera posible en que el hombre pudiera observar el día especificado en el cuarto mandamiento] hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó". Leed, os ruego, con cuidado el quinto capítulo de Deuteronomio. Dios dice de nuevo: "Acuérdate [no olvides] del día del reposo para santificarlo... Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó". TM 135 3 Sin embargo, teniendo ante sí los oráculos vivientes, los que pretenden predicar la Palabra presentan las suposiciones de mentes humanas, las máximas y los mandamientos de hombres. Anulan la ley de Dios por sus tradiciones. Los sofismas referentes a que el mundo ha sido creado en un período indefinido de tiempo son uno de los engaños satánicos. Dios habla a la familia humana en lenguaje que ésta puede comprender. El no deja el tema tan indefinido que los seres humanos puedan acomodarlo a sus teorías. Cuando el Señor declara que hizo el mundo en seis días y descansó en el día séptimo, se refiere a días de veinticuatro horas, que ha señalado con la salida y la puesta del sol. TM 136 1 Dios no pronunciaría sentencia de muerte por hacer caso omiso del día de reposo, a menos que hubiera presentado antes a los hombres una explicación clara acerca del sábado. Después de crear nuestro mundo y al hombre, miró la obra que había realizado, y declaró que era muy buena. Y cuando los fundamentos de la tierra fueron colocados, el fundamento del sábado también lo fue. "Cuando alababan las estrellas todas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios", Dios vio que el día de reposo era esencial para el hombre, aun en el Paraíso. Al darle el sábado al hombre, Dios consideró su salud espiritual y su salud física. No cualquier día de los siete TM 136 2 Dios hizo al mundo en seis días literales, y en el séptimo día literal descansó de toda su obra que él había hecho, y reposó. Así ha dado al hombre seis días en los cuales trabajar. Pero santificó el día en que él descansó, y lo dio al hombre para ser observado, para que se lo conservara libre de todo trabajo secular. Al poner aparte así el sábado, Dios dio al mundo un monumento conmemorativo. No apartó un día cualquiera de los siete, sino un día específico, el séptimo día. Y al observar el sábado, manifestamos que lo reconocemos como el Dios viviente, el Creador de los cielos y la tierra. TM 136 3 No hay nada en el sábado que lo restrinja a una clase particular de personas. Ha sido dado para todo el género humano. Ha de ser empleado, no en la indolencia, sino en la contemplación de las obras de Dios. Esto habían de hacer los hombres para que "supiesen que yo soy Jehová que los santifico". TM 137 1 El Señor se acerca mucho a su pueblo en el día que él ha bendecido y santificado. "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra al otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría". El sábado es el monumento divino que señala a los hombres a su Creador que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. En las colinas eternas, en los árboles majestuosos, en todo capullo que se abre y en toda flor que florece, podemos contemplar la obra del gran Artífice Maestro. Todo nos habla de Dios y de su gloria. TM 137 2 Todo leal hijo de Dios tratará de conocer la verdad. Juan presentó la verdad tan claramente que un niño puede entenderla. "Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce". ¿Escogemos ser clasificados entre aquellos que no disciernen la verdad, que están tan cegados por el poder engañoso del enemigo que sus ojos no ven a Aquel que es la misma imagen de la sustancia del Padre? TM 137 3 Los seguidores de Cristo pertenecen completamente a otra clase. "Pero vosotros le conocéis porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis". "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él". "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió". La palabra de un ser humano no ha de ser recibida y creída a pie juntillas. Primeramente tenemos que preguntar: ¿Hablan ellos en armonía con la Palabra? ¿Rechazan un sencillo "Así dice Jehová" porque ven que ello implica una cruz? ¿De qué lado estáis vosotros? TM 138 1 ¿Estamos nosotros del lado de aquellos que no son leales a Dios? No tienen interés en conocer a Dios. Rechazan al divino Hijo de Dios, la personificación de toda bondad humana. Se colocan a sí mismos junto con aquellos que, aun cuando no podía señalarse ninguna falta en Cristo, escogieron en su lugar a un ladrón y a un asesino. Esto testifica del gusto moral del mundo. ¿Estaremos nosotros del lado del mundo, o del lado de Cristo, quien declaró: "He guardado los mandamientos de mi Padre"? TM 138 2 La palabra de Jehová permanecerá para siempre. "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, mas las tinieblas no prevalecieron contra ella [no la comprendieron, Val. ant.]... En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad". TM 139 1 Los que reciben a Cristo por la fe como su Salvador personal no pueden estar en armonía con el mundo. Hay dos grupos distintos: los que son fieles a Dios, y guardan sus mandamientos, mientras que los otros hablan y actúan como el mundo, poniendo a un lado la Palabra de Dios, que es la verdad, y aceptando las palabras de los apóstatas que rechazaron a Jesús. ¿A quién elegiréis vosotros? TM 139 2 ¿De qué lado estamos nosotros? El mundo rechazó a Cristo; los cielos lo recibieron. El hombre, el hombre finito, rechazó al Príncipe de la Vida; Dios, nuestro Gobernante soberano, lo recibió en los cielos. Dios lo ha exaltado. El hombre lo coronó con una corona de espinas; Dios lo ha coronado con una corona de real majestad. Todos nosotros debemos pensar sin prejuicio. ¿Queréis que sea este hombre, Cristo Jesús, quien gobierne sobre vosotros, o Barrabás? La muerte de Cristo acarrea al que rechaza su misericordia la ira de los juicios de Dios, sin mezcla de misericordia. Esta es la ira del Cordero. Pero la muerte de Cristo es esperanza y vida eterna para todos los que lo reciben y creen en él. TM 139 3 Con toda seguridad Dios llama al mundo a juicio para vengar la muerte de su Hijo unigénito, Aquel que fue juzgado en el tribunal de Pilato y de Herodes. El ahora está en los atrios celestiales haciendo intercesión por el pueblo que lo rechazó. ¿Escogeremos el sello del mundo, o decidiremos ser el pueblo peculiar y separado de Dios? ¿Recibiremos un "Así dice Jehová" en lugar del "Así dice" del hombre? El poder papal, el hombre de pecado, decidió que la Iglesia Católica Romana cambiara la ley de Dios. En lugar del séptimo día ellos han bautizado y presentado al mundo a un hijo del papado, el primer día de la semana, para ser observado como sagrado día de descanso. El mundo protestante ha recibido a este hijo del papado, lo ha acunado, y le ha tributado el honor que Dios ha colocado sobre el séptimo día. TM 140 1 "Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos... Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra". TM 140 2 "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas". TM 141 1 "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa... Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos, y decretos que yo te mando hoy que cumplas". Leed, os ruego, con cuidado todo el capítulo séptimo de Deuteronomio, y meditad en la Palabra de Dios. TM 141 2 ¿Os apartaréis de un sencillo "Así dice Jehová" después de leer la historia del pecado de Adán y su caída? El cayó porque desechó las palabras de Jehová y prestó oído a las palabras de Satanás. ¿Vale la pena cometer transgresión? Por la transgresión Adán perdió el Edén. Por la transgresión de los mandamientos de Dios el hombre perderá el cielo, y una eternidad de bendición. Estas no son fábulas ociosas, sino la verdad. De nuevo pregunto: ¿De qué lado estáis vosotros? "Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él". ------------------------Capítulo 5--Un llamamiento solemne a los ministros Exhortación a una norma más elevada TM 142 1 Queridos hermanos, No puedo expresaros la carga y aflicción mental que he tenido al haberme sido presentada la verdadera condición de la causa. Hay hombres que trabajan en calidad de maestros de la verdad que necesitan aprender sus primeras lecciones en la escuela de Cristo. El poder convertidor de Dios debe llenar el corazón de los ministros, o ellos deben buscar otra vocación. Si los embajadores de Cristo comprendieran cuán solemne es la obra de presentar la verdad a la gente, serían hombres serios y considerados, colaboradores de Dios. Si tienen un verdadero sentido de la comisión que Cristo dio a sus discípulos, con reverencia abrirán la Palabra de Dios y escucharán la instrucción del Señor, pidiendo sabiduría del cielo para que, al ponerse entre los vivos y los muertos, comprendan que deben rendir cuenta a Dios de la obra que les ha sido encomendada. Un ministro chistoso TM 142 2 ¿Qué puede hacer un pastor sin Jesús? Nada, por cierto. De manera que si es un hombre frívolo, chistoso, no está preparado para desempeñar la tarea que el Señor le asignó. "Separados de mí--dice Cristo--, nada podéis hacer". Las palabras impertinentes que salen de sus labios, las anécdotas frívolas, las palabras habladas para producir risa, son todas condenadas por la Palabra de Dios, y están totalmente fuera de lugar en el púlpito sagrado. TM 143 1 Os digo claramente, hermanos, que a menos que los ministros estén convertidos, nuestras iglesias serán enfermizas y estarán al borde de la muerte. El poder de Dios es el único capaz de cambiar el corazón humano y llenarlo del amor de Cristo. El poder de Dios es el único que puede corregir y dominar las pasiones y santificar los afectos. Todos los que ministran deben humillar sus corazones orgullosos, someter su voluntad a la voluntad de Dios, y ocultar su vida con Cristo en Dios. TM 143 2 ¿Cuál es el objeto del ministerio? ¿Es mezclar lo cómico con lo religioso? El lugar para tales exhibiciones es el teatro. Si Cristo es formado en el interior, si la verdad con su poder santificador es introducida en el santuario íntimo del alma, no tendréis a hombres festivos, ni a hombres agrios, de mal genio y ceñudos para enseñar las preciosas lecciones de Cristo a las almas que perecen. TM 143 3 Nuestros ministros necesitan una transformación de carácter. Deben sentir que si sus obras no son hechas en Dios, si se los deja a merced de sus propios esfuerzos imperfectos son los más miserables de todos los hombres. Cristo estará con todo ministro que, aun cuando no haya alcanzado la perfección del carácter, esté procurando con todo fervor llegar a ser semejante a Cristo. Un ministro tal habrá de orar. Llorará entre el pórtico y el altar, clamando con angustia de alma que la presencia del Señor esté con él, de otra manera no podrá presentarse ante el pueblo, con todo el cielo que lo observa y con la pluma del ángel que toma nota de sus palabras, su comportamiento y su espíritu. TM 143 4 ¡Ojalá los hombres temiesen al Señor! ¡Ojalá amasen a Dios! ¡Ojalá los mensajeros de Dios sintieran la carga por las almas que perecen! Entonces no serían meros discursantes, sino que el poder de Dios daría vida a sus almas y sus corazones arderían con el fuego del amor divino. Su debilidad se transformaría en fortaleza, porque serían hacedores de la palabra. Oirían la voz de Jesús: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días". Jesús sería su maestro; y la palabra hablada por ellos sería viva y eficaz, y más cortante que una espada de dos filos, que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. En la misma proporción en que el orador aprecia la presencia divina, honra el poder de Dios y confía en él, es reconocido como colaborador de Dios. Precisamente en esta proporción llega a ser poderoso por medio de Dios. TM 144 1 Se necesita un poder elevador, un crecimiento constante en el conocimiento de Dios y la verdad, de parte del que busca la salvación de las almas. Si el pastor pronuncia palabras extraídas de los oráculos vivientes de Dios; si cree en la cooperación de Cristo y la espera, de Aquel cuyo siervo él es; si esconde el yo y exalta a Jesús, el Redentor del mundo, sus palabras alcanzarán los corazones de sus oyentes, y su obra llevará las credenciales divinas. El Espíritu Santo debe ser el agente divino para convencer de pecado. El agente divino presenta al orador los beneficios del sacrificio hecho en la cruz; y cuando la verdad es puesta en contacto con las almas presentes, Cristo las gana para sí, y obra para transformar su naturaleza. El Señor está listo a auxiliarnos en nuestras debilidades, a enseñar, a guiar, a inspirarnos ideas de origen celestial. TM 144 2 ¡Cuán poco pueden hacer los hombres en la obra de salvar almas, y sin embargo, cuánto pueden hacer por medio de Cristo si están imbuidos de su Espíritu! El maestro humano no puede leer los corazones de sus oyentes, pero Jesús dispensa la gracia que toda alma necesita. El comprende las posibilidades del hombre, su debilidad, y su fuerza. El Señor está obrando en el corazón humano, y un ministro puede ser para las almas que escuchan sus palabras un sabor de muerte para muerte, alejándolas de Cristo; o, si es consagrado y devoto, si desconfía de sí mismo y mira a Jesús, puede ser un sabor de vida para vida para las almas que ya están bajo el poder convincente del Espíritu Santo, y en cuyos corazones el Señor está preparando el camino para los mensajes que él ha dado al agente humano. Así es tocado el corazón del incrédulo, y responde al mensaje de la verdad. "Nosotros somos colaboradores de Dios". Las convicciones implantadas en el corazón, y la iluminación del entendimiento por la exposición de la Palabra actúan en perfecta armonía. La verdad traída ante la mente, tiene poder para despertar las dormidas energías del alma. El Espíritu de Dios obrando en el corazón, coopera con la obra de Dios por medio de sus instrumentos humanos. Cuando los ministros advierten la necesidad de una reforma cabal en sí mismos, cuando sienten que deben alcanzar una norma más elevada, su influencia sobre las iglesias será elevadora y refinadora. Las faltas secretas deben ser vencidas TM 145 1 Hay pecadores entre los ministros. No están agonizando por entrar por la puerta estrecha. Dios no obra con ellos, porque no puede soportar la presencia del pecado. Esto es lo que su alma odia. Aun a los ángeles que estaban cerca de su trono, a los cuales él amaba, pero que no guardaron su prístino estado de lealtad, Dios los arrojó del cielo con su rebelde dirigente. La santidad es el fundamento del trono de Dios; el pecado es lo opuesto a la santidad; el pecado crucificó al Hijo de Dios. Si los hombres pudieran ver cuán odioso es el pecado, no lo tolerarían, no se educarían en él. Lograrían una reforma en la vida y el carácter. Las faltas secretas serían vencidas. Si habéis de ser santos en el cielo, debéis primero ser santos en la tierra. TM 146 1 Hay una gran necesidad de que nuestros hermanos venzan las faltas secretas. El desagrado de Dios, como una nube, pende sobre muchos de ellos. Las iglesias están débiles. El egoísmo, la falta de caridad, la codicia, la envidia, las malas sospechas, la falsedad, el robo, la sensualidad, la licencia y el adulterio, [veasé el Apéndice.] están registrados contra algunos de los que pretenden creer la solemne y sagrada verdad para este tiempo. ¿Cómo pueden estas cosas malditas ser eliminadas del campamento, cuando los hombres que pretenden ser cristianos están practicándolas constantemente? De alguna manera cuidan su comportamiento delante de los hombres, pero son una ofensa para Dios. Sus ojos puros ven, y un testigo registra todos sus pecados, tanto los manifiestos como los secretos; y a menos que se arrepientan y confiesen sus pecados delante de Dios, a menos que caigan sobre la Roca y sean quebrantados, sus pecados permanecerán anotados contra ellos en los libros de memoria. ¡Oh, terribles historias se abrirán ante el mundo en ocasión del juicio, historias de pecados nunca confesados, de pecados nunca borrados! ¡Ojalá vieran estas pobres almas que están acumulando contra ellas ira para el día de la ira! Entonces serán revelados los pensamientos del corazón, así como las acciones. Os digo, mis hermanos y hermanas, necesitáis humillar vuestras almas delante de Dios. "Dejad de hacer lo malo", pero no os detengáis allí. "Aprended a hacer el bien". Podéis glorificar a Dios sólo llevando fruto para su gloria. TM 146 2 Ministros, por causa de Cristo, comenzad la obra en favor de vosotros mismos. Por vuestra vida no santificada habéis colocado piedras de tropiezo delante de vuestros propios hijos y delante de los no creyentes. Algunos de vosotros actuáis por impulso, guiados por la pasión y el prejuicio, y traéis a Dios ofrendas impuras, manchadas. Por amor de Cristo, limpiad el campamento, comenzando, por la gracia de Cristo, la obra personal de purificar el alma de la contaminación moral. Un ministro que desde el púlpito hace chistes o exagera la nota para obtener alabanza, es un espectáculo que crucifica nuevamente al Hijo de Dios y lo expone a la vergüenza. Debe haber cabal arrepentimiento, fe en nuestro Salvador Jesucristo, vigilante cuidado, oración incesante y escudriñamiento diligente de las Escrituras. Dios nos tiene por responsables de todo lo que podríamos ser si aprovecháramos nuestros talentos. Seremos juzgados de acuerdo con lo que debiéramos haber sido, pero no llegamos a ser; de acuerdo con lo que deberíamos haber hecho, pero no realizamos por no usar nuestras facultades para glorificar a Dios. Aun cuando no perdamos nuestra alma, habrá una pérdida eterna por todo el conocimiento que podríamos haber obtenido pero no logramos. Toda nuestra influencia pertenece a Dios. Todo lo que adquirimos ha de ser usado para su gloria. Toda la propiedad que el Señor nos ha confiado ha de ser mantenida sobre el altar de Dios, para serle devuelta de nuevo. Estamos decidiendo nuestro propio destino. Quiera el Señor ayudarnos a todos a ser sabios para la eternidad. TM 147 1 Hermanos míos, estamos viviendo en un período muy solemne de la historia de la tierra. Nunca es tiempo de pecar; siempre es peligroso continuar en la transgresión; pero en un sentido especial esto es cierto en el tiempo actual. Estamos ahora en los mismos umbrales del mundo eterno, y nuestra relación hacia el tiempo y la eternidad es más solemne que nunca antes. Investigue cada uno su propio corazón, y ruegue que los brillantes rayos del Sol de justicia disipen toda tiniebla espiritual, y limpien de toda contaminación. "Si confesamos nuestros pecados; él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". Por la fe, al margen de nuestros sentimientos, Jesús, el autor de nuestra salvación, el consumador de nuestra fe, por su preciosa gracia, fortalecerá las facultades morales, y los pecadores pueden considerarse a sí mismos "muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús". La fe sencilla con el amor de Cristo en el alma, une al creyente con Dios. Mientras se empeña en la batalla como fiel soldado de Cristo, tiene la simpatía de todo el universo leal. Los ángeles ministradores están a su alrededor para ayudarlo en el conflicto, de manera que pueda decir confiado: "El Señor es mi ayudador", "Jehová es mi fortaleza y mi escudo"; no seré vencido. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios". TM 148 1 La sabiduría y el poder infinitos de Dios son ejercidos en nuestro favor. La hueste celestial está peleando ciertamente nuestras batallas en nuestro favor. Siempre está mirando con vivo interés a las almas compradas por la sangre del Salvador. Por el sacrificio de Cristo aprecian el valor del alma humana. Es siempre seguro estar del lado del Señor, no a medias, sino del todo. Es esta obra tibia, indiferente, descuidada, la que separa vuestras almas de Jesús, la fuente de vuestra fortaleza. Sea ésta vuestra oración: "Quítame todo cuanto tengo, déjame sin propiedades, sin honor mundano, sin ninguna cosa, pero que tu presencia me acompañe". Es seguro encomendar la guarda del alma a Dios, que reina sobre los cielos y la tierra. Escudriñad las escrituras y orad con fe TM 148 2 ¿Tratarán mis hermanos en el ministerio de trabajar con diligencia, para que puedan cumplir el encargo que el apóstol Pablo le hizo a Tito: "Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros"? (Tito 2:6-8); léanse además los versículos 11-15. TM 149 1 Se me ha mostrado que de parte de los ministros de todas nuestras asociaciones hay descuido en el estudio de las Escrituras y el escudriñamiento de la verdad. Si sus mentes fueran debidamente disciplinadas, y atesoraran las preciosas lecciones de Cristo, entonces, en cualquier tiempo y en toda emergencia, podrían extraer del tesoro del conocimiento cosas nuevas y cosas viejas para alimentar a la iglesia de Dios, dando a cada hombre su porción de alimento a su debido tiempo. Si Cristo permanece en el alma, será como una fuente viva, "una fuente de agua que salte para vida eterna". TM 149 2 Os digo lo que he visto, y es cierto, que mediante esfuerzos bien dirigidos y perseverantes muchas, muchísimas más almas pueden ser traídas al conocimiento de la verdad. ¡Oh, el fin se acerca! ¿Quién estará listo cuando Cristo se levante de su trono para ponerse sus vestiduras de venganza? ¿Los nombres de quiénes están registrados en el libro de la vida del Cordero? Estarán allí únicamente los nombres de aquellos que siguen al Cordero por dondequiera que va. Vuestras ideas erróneas y los aspectos objetables de vuestro carácter deben ser abandonados, y debéis vestiros con el manto de la justicia de Cristo. ¡La fe y el amor: cuán destituidas están las iglesias de estos bienes! El Mercader celestial nos amonesta: "Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte... y unge tus ojos con colirio, para que veas". Dios quiera que los que están predicando en nuestras asociaciones no sean como las vírgenes insensatas, que tienen lámparas, pero están destituidas del aceite de la gracia que hace que las lámparas ardan y difundan luz. ¡Oh, necesitamos más ministros de oración--hombres que sientan el solemne peso de las almas--, hombres que tengan una fe que obre por el amor y purifique el alma! Sin fe es imposible agradar a Dios. ¡Cuán imperfecta es la fe en nuestras iglesias! ¿Por qué no creemos que el Señor hará precisamente lo que él dice que hará? TM 150 1 Somos siervos de Dios, y a cada uno de nosotros nos ha dado talentos, tanto naturales como espirituales. Como hijos de Dios, debemos acrecentar constantemente nuestra idoneidad para las mansiones celestiales que Cristo dijo a sus discípulos que iba a preparar para ellos. El que echa mano de la justicia de Cristo puede llegar a ser un hombre perfecto en Cristo Jesús. Trabajando desde un punto de vista elevado, tratando de seguir el ejemplo de Jesús, creceremos a su semejanza, logrando un refinamiento cada vez mayor. TM 150 2 El Salvador oró: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad". Los que son disciplinados por la verdad serán hacedores de la Palabra; serán diligentes lectores de la Biblia e investigarán las Escrituras con el ferviente deseo de comprender la voluntad de Dios, y de cumplirla inteligentemente. Sed corteses TM 150 3 Los ministros de nuestras asociaciones necesitan andar cuidadosamente delante del Señor. Tienen gran necesidad de seguir el ruego del apóstol, "sed... corteses" (1 Pedro 3:8 (VM)), en su ministerio, en buscar a las almas como quienes deben dar cuenta, al tratar de salvar a los descarriados. Podéis ser fieles a los principios, podéis ser justos, honrados y religiosos; pero sin dejar estas cosas debéis cultivar la verdadera ternura de corazón, la bondad y la cortesía. Si una persona está en el error, sed muy bondadosos con ella; si no sois corteses, podéis apartarla de Cristo. Que cada palabra que habléis, aun el tono de vuestra voz, exprese vuestro interés y vuestra simpatía por las almas que están en peligro. Si sois ásperos, acusadores e impacientes con ellas estáis haciendo la obra del enemigo. Estáis abriéndoles una puerta de tentación y Satanás os presentará ante ellas como quienes no conocen al Señor Jesús. Pensarán que su propia conducta es correcta, y que son mejores que vosotros. ¿Cómo, pues, podéis ganar a los descarriados? Ellos reconocerán la piedad genuina, expresada en las palabras y en el carácter. Si enseñáis el arrepentimiento, la fe y la humildad, debéis tener el amor de Jesús en vuestros propios corazones. La verdad que creéis tiene poder para santificar el alma y modelar al hombre entero, no sólo para cambiar sus palabras y su conducta, sino para abatir el orgullo y purificar el templo del alma de toda contaminación. La religión de la Biblia TM 151 1 La religión de la Biblia es muy escasa, aun entre nuestros pastores. Me lamento día y noche por la aspereza, la dureza, la falta de bondad en las palabras y el espíritu, que manifiestan los que pretenden ser hijos del Rey celestial, miembros de la familia real. Esa dureza de corazón, esa carencia de simpatía, esa aspereza, manifestada hacia aquellos que no gozan de sus favores especiales, es registrada en los libros del cielo como un gran pecado. Muchos hablan de la verdad, predican la teoría de la verdad, pero el amor enternecedor de Jesús no ha llegado a ser un elemento vivo y activo en su carácter. TM 151 2 Es ésta una era de apostasía casi universal y los que pretenden estar en la vanguardia de la verdad descarrían a las iglesias cuando no dan evidencia de que su carácter y sus obras armonizan con la verdad divina. La bondad, la misericordia, la compasión, la ternura, la longanimidad de Dios han de ser expresadas en las palabras, la conducta y el carácter de todos los que pretenden ser hijos de Dios, especialmente en aquellos que pretenden ser los mensajeros enviados por el Señor Jesús con la palabra de vida para salvar a los que perecen. Se les ordena en la Biblia poner a un lado todo lo que es áspero, tosco y rudo en su carácter, y que sean injertados en Cristo, la vid viviente. Deben llevar la misma calidad de fruto que la vid. Únicamente así puede el sarmiento ser un digno representante de la excelencia de la vid. TM 152 1 Cristo vino a nuestro mundo para manifestar al Padre en medio de las densas tinieblas del error y la superstición que prevalecían entonces. Los discípulos de Cristo han de representarlo en su vida diaria, y así la verdadera luz del cielo brillará con rayos claros y firmes ante el mundo; así se revelará un carácter enteramente distinto del que se ve en aquellos que no hacen de la Palabra de Dios su norma y su guía. El conocimiento de Dios debe ser preservado en medio de la oscuridad que cubre el mundo y las densas tinieblas que envuelven a la gente. A través de las edades, el puro carácter de Cristo ha sido falsamente representado por quienes pretendían ser creyentes en él y en la Palabra de Dios. Se ha cultivado la dureza de corazón. El amor, la bondad y la verdadera cortesía han desaparecido rápidamente de la vida de los pastores y de las iglesias. ¿Qué puede pensar de esto el universo de Dios? Los que pretenden ser representantes de Cristo manifiestan más bien la dureza de corazón que es característica de Satanás, que lo hizo inepto para el cielo, que hizo inseguro que él estuviera allí. Y precisamente así ocurrirá con los que conocen la verdad y sin embargo cierran la puerta de su corazón a su poder santificador. "Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación". Los siervos de Cristo no han de ser solamente instrumentos que predicando a Jesús induzcan a los hombres al arrepentimiento, sino que han de continuar su obra cuidando de ellos, interesándose por ellos y manteniendo a la vista del pueblo, por precepto y por ejemplo, al Señor y Salvador Jesucristo. Han de santificarse a sí mismos para que sus oyentes sean también santificados. Así todos crecerán en la piedad y la virtud, hasta que el embajador de Dios pueda presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús. Entonces la función ministerial se verá en su verdadero y sagrado carácter. Una norma rebajada TM 153 1 Pero la norma del ministerio ha sido grandemente rebajada, y el Ministro del verdadero santuario es falsamente presentado ante el mundo. Dios está listo a aceptar a los hombres como sus colaboradores, y a convertirlos en la luz del mundo, en instrumentos por cuyo intermedio él puede infundir generosamente luz para la comprensión de su verdad. Si en los hombres que llevan el mensaje no mora Cristo, si no son fieles--y algunos no lo son--, quiera el Señor despertarlos de su engaño antes que sea demasiado tarde. Dios desea que los hombres sean tiernos de corazón, compasivos y que tengan amor fraternal. Jesús está esperando que abran la puerta, para que él pueda entrar a infundir en sus corazones el calor de su amor, su bondad, su tierna compasión; para que el obrero pueda, en toda su relación con los seres humanos, revelar el Salvador al mundo. TM 153 2 Los pastores demasiado a menudo desempeñan el papel de críticos, mostrando su capacidad y su agudeza para la polémica. Pasa un sábado tras otro y apenas se hace una impresión de la gracia de Cristo en los corazones y las mentes de los oyentes. Así el ministerio llega a ser considerado como algo sin importancia. Todo el cielo está trabajando por la salvación de los pecadores; y cuando el más pobre de la familia humana acude arrepentido a su Padre, como el hijo pródigo, hay gozo en la hueste celestial. Hay calor, cortesía y amor en el cielo. Acudan los pastores a Dios en oración, confesando sus pecados, y con toda la sencillez de un niñito pidan las bendiciones que necesitan. Rogad por el calor del amor de Cristo, y entonces colocadlo en vuestros discursos; y que nadie tenga ocasión de salir y decir que las doctrinas que creéis os incapacitan para expresar simpatía por la humanidad que sufre, que tenéis una religión sin amor. El poder del Espíritu Santo quemará la escoria del egoísmo, y revelará un amor probado en fuego, un amor que enriquece. El que tiene esas riquezas se halla en estrecha simpatía con Aquel que nos amó de tal manera que dio su vida por nuestra redención. No deis gloria al hombre TM 154 1 Al hablar a los corintios, dice Pablo: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros". Esto es lo que Cristo enseñó a sus discípulos: "Separados de mí nada podéis hacer". Pablo quiere grabar en la mente de los ministros y del pueblo la razón por la cual el Evangelio fue encomendado a los hombres, débiles y sujetos a error: para que el hombre no recibiera el honor debido sólo a Dios, sino que Dios recibiera toda la gloria. El embajador no ha de felicitarse a sí mismo y atribuirse el honor del éxito, o aun compartir el honor con Dios, como si por su propio poder hubiera realizado la tarea. El razonamiento elaborado o las demostraciones argumentativas de las doctrinas, rara vez hacen que el oyente advierta su necesidad y su peligro. Las declaraciones sencillas y breves, que salen de un corazón lleno de simpatía, enternecido por el amor de Cristo, serán como el grano de mostaza, al cual Cristo asemejó sus palabras de verdad divina. El siembra en el alma la energía vital de su Espíritu, para que la semilla de la verdad germine y lleve fruto. TM 154 2 ¿Tendrán cuidado mis hermanos de que ninguna gloria sea dada a los hombres? ¿Reconocerán que es Cristo quien realiza la obra en el corazón humano y no ellos mismos? ¿Rogarán mis hermanos ministros, solos en presencia de Dios, en oración secreta, que su presencia y poder los acompañe? No os atreváis a predicar un solo sermón más a menos que sepáis, por vuestra propia experiencia, lo que Cristo es para vosotros. Con corazones santificados por la fe en la justicia de Cristo, podéis predicar a Jesús, podéis exaltar al resucitado Salvador ante vuestros oyentes; con corazones subyugados y enternecidos por el amor de Jesús podéis decir: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Cultivad la fe y el amor TM 155 1 Habéis descuidado tristemente leer las Escrituras e investigarlas con corazón humilde por vosotros mismos. No os conforméis con la explicación que ningún hombre haga de las Escrituras, cualquiera sea su posición, sino id a la Biblia e investigad la verdad por vosotros mismos. Después de escuchar a Jesús, los samaritanos dijeron: "Ya no creemos por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo". Allí está la mina de la verdad. Cavad un pozo profundo y poseeréis el conocimiento que es de más valor para vosotros. Muchos se han vuelto perezosos y han caído en un criminal descuido del escudriñamiento de las Escrituras, y están tan destituidos del Espíritu de Dios como del conocimiento de su Palabra. En el Apocalipsis, la revelación que fue dada a Juan, leemos acerca de algunos que tenían nombre que vivían aunque estaban muertos. Sí, hay muchas personas tales entre nuestro pueblo, muchos que pretenden estar vivos, y sin embargo están muertos. Hermanos míos, a menos que el Espíritu Santo, como principio vital, os esté inspirando a obedecer sus impulsos y a depender de su influencia, trabajando con la fuerza divina, mi mensaje de parte de Dios para vosotros es: "Estáis bajo un engaño que resultará fatal para vuestras almas. Debéis convertiros. Debéis recibir luz antes de dar luz. Colocaos bajo los brillantes rayos del Sol de justicia". Entonces podréis decir con Isaías: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti". Debéis cultivar la fe y el amor. "No se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para no oír". Buscad al Señor. No descanséis antes que sepáis que Cristo es vuestro Salvador. TM 156 1 Hermanos míos, deseo que recordéis que la religión de la Biblia nunca destruye la simpatía humana. La verdadera cortesía cristiana necesita ser enseñada y practicada, para ser aplicada en todo el trato que tengáis con vuestros hermanos y con los mundanos. Se necesita mucho más amor y cortesía en nuestras familias de lo que ahora se manifiesta. Cuando nuestros hermanos ministros beban del Espíritu de Cristo diariamente, serán verdaderamente corteses, y no considerarán que es una debilidad ser tiernos de corazón y piadosos, porque éste es uno de los principios del Evangelio de Cristo. Las enseñanzas de Cristo enternecían y suavizaban el alma. La verdad recibida en el corazón obrará una renovación en el alma. Los que aman a Jesús amarán a las almas por las cuales él murió. La verdad implantada en el corazón revelará el amor de Jesús y su poder transformador. Toda rudeza, acritud, crítica y todo espíritu tiránico no son de Cristo, sino que proceden de Satanás. La frialdad, la falta de compasión, la carencia de tierna simpatía, están leudando el campamento de Israel. Si se permite que estos males se fortalezcan, como ha ocurrido en los últimos años, nuestras iglesias se verán en una condición deplorable. Todo maestro de la verdad necesita el principio de la semejanza a Cristo en su carácter. No habrá enojos, regaños y expresiones de desprecio de parte de aquél que esté cultivando las virtudes cristianas. El siente que debe participar de la naturaleza divina, y debe reabastecerse en la fuente inagotable de la gracia celestial, de otra manera eliminará de su alma la gracia de la bondad humana. Debemos amar a los hombres por amor de Cristo. Es fácil que el corazón natural ame a unos pocos favoritos, y sea parcial para con estos pocos; pero Cristo nos pide que nos amemos mutuamente como él nos ha amado. "Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz". TM 157 1 Tenéis una obra seria y solemne que hacer para preparar el camino del Señor. Necesitáis la unción celestial, y podéis tenerla. "Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido". ¿Quién puede ser frívolo, quién puede ocuparse en conversaciones livianas y comunes, mientras por la fe ve al Cordero inmolado clamando ante el Padre como intercesor de la iglesia de la tierra? TM 157 2 Por la fe miremos el arco iris que rodea el trono, la nube de pecados confesados detrás de él. El arco iris de la promesa es una seguridad que se da a cada alma humilde, contrita y creyente, de que su vida es una con Cristo, y de que Jesús es uno con Dios. La ira de Dios no caerá sobre una sola alma que busca refugio en él. Dios mismo ha declarado: "Y veré la sangre y pasaré de vosotros". "Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo". TM 157 3 Es Cristo quien ama al mundo con amor infinito. El dio su vida preciosa: él, el unigénito del Padre. El se levantó de entre los muertos, y está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros. Ese mismo Jesús, con su humanidad glorificada, sin que haya cesado su amor, es nuestro Salvador. Nos ha pedido que nos amáramos el uno al otro como él nos amó. ¿Cultivaremos este amor? ¿Seremos semejantes a Jesús? TM 158 1 Muchos de los judíos fueron y escucharon mientras Jesús revelaba los misterios de la salvación, pero no fueron para aprender; fueron para criticar, para tomarlo en alguna contradicción a fin de que tuvieran algo que les sirviera para inculcar prejuicios en la gente. Estaban conformes con el conocimiento que tenían, pero los hijos de Dios deben conocer la voz del verdadero Pastor. ¿No es éste un tiempo sumamente oportuno para ayunar y orar delante de Dios? Estamos en peligro de discordia, en peligro de tomar partido sobre un punto controvertido. ¿Y no debemos buscar a Dios con fervor, humillando nuestras almas para que podamos saber cuál es la verdad?--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. TM 158 2 Prestad atención, no sea que por vuestro ejemplo pongáis a otras almas en peligro. Es algo terrible perder nuestra propia alma, pero el seguir una conducta que cause la pérdida de otras almas es todavía más terrible. El que nuestra influencia sea un sabor de muerte para muerte es un pensamiento tremendo, y sin embargo es posible. ¡Con qué fervor, pues, debemos vigilar nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestros hábitos y disposiciones! Dios exige santidad personal. Únicamente al revelar el carácter de Cristo podemos cooperar con él en la salvación de las almas.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 6--Necesidades humanas y provisión divina Las razones de la ineficacia, y el remedio TM 159 1 Quiero dirigirme a aquellos que predican la palabra: "La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples". Todas las ventajas y los privilegios que pueden ser multiplicados para vuestro beneficio, a fin de que seáis educados y preparados, arraigados y cimentados en la verdad, no serán una ayuda real para vosotros personalmente a menos que la mente y el corazón estén abiertos de tal manera que la verdad pueda entrar y renunciéis concienzudamente a todo hábito, toda práctica y todo pecado que le haya cerrado la puerta a Jesús. Que la luz de Cristo escudriñe todo rincón oscuro del alma; con fervorosa determinación adoptad la conducta correcta. Si os aferráis a un proceder erróneo, como muchos de vosotros hacéis ahora, si la verdad no obra en vosotros con poder transformador, de manera que la obedezcáis de todo corazón porque amáis sus puros principios, estad seguros de que para vosotros la verdad perderá su poder vivificante y el pecado se fortalecerá. TM 159 2 Esta es la razón por la cual muchos no son instrumentos eficientes del Maestro. Están constantemente haciendo provisión para agradarse y glorificarse a sí mismos, o albergan sensualidad en el corazón. Cierto es que aprueban la ley de los Diez Mandamientos, y muchos enseñan la ley en teoría, pero no atesoran sus principios. No obedecen el mandato de Dios de ser puros, de amar a Dios sobre todas las cosas, y a su prójimo como a sí mismos. Mientras viven constantemente una mentira, ¿pueden los tales tener fuerza y confianza y llegar a ser obreros eficientes de Dios? TM 160 1 El Salvador oró por sus discípulos: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad". Pero si el que recibe el conocimiento bíblico no hace ningún cambio en sus hábitos o prácticas para corresponder a la luz de la verdad, ¿qué ocurre entonces? El espíritu está luchando contra la carne, y la carne contra el espíritu, y uno de los dos tiene que vencer. Si el alma es santificada por la verdad, odia y resiste el pecado, porque acepta a Cristo como huésped honrado. Pero Cristo no puede compartir un corazón dividido; el pecado y Jesús nunca están en sociedad. El que acepta la verdad con sinceridad, el que come la carne y bebe la sangre del Hijo de Dios, tiene vida eterna. "Las palabras que yo os he hablado--dijo Jesús--, son espíritu y son vida". Cuando el que recibe la verdad coopera con el Espíritu Santo, se sentirá cargado con la preocupación de impartir el mensaje a las almas; nunca será un mero sermoneador. Entrará de corazón y de alma en la gran obra de buscar y salvar lo que se ha perdido. Al practicar la religión de Cristo, realizará una buena obra en la ganancia de almas. Una obligación ante Dios TM 160 2 Todo creyente tiene la obligación ante Dios de ser espiritual y de mantenerse en el camino de la luz, para permitir que su luz brille ante el mundo. Cuando todos los que se hallan empeñados en la sagrada obra del ministerio crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, odiarán el pecado y el egoísmo. En ellos se efectúa una constante renovación moral; al continuar mirando a Jesús, se conforman a su imagen, y son hallados completos en él, no teniendo su propia justicia, sino la justicia que es en Cristo Jesús Señor nuestro. TM 161 1 La gran ventaja de las asambleas ministeriales [veasé el Apéndice.] no es apreciada siquiera en la mitad de su valor. Son ricas en oportunidades, pero no realizan ni la mitad de lo que debieran, porque los que asisten a ellas no practican la verdad que les es presentada con claros contornos. Muchos que están explicando las Escrituras a otros, no han rendido consciente y cabalmente su inteligencia, su corazón y su vida al dominio del Espíritu Santo. Aman el pecado y se aferran a él. Se me ha mostrado que las prácticas impuras, el orgullo, el egoísmo y la glorificación propia han cerrado la puerta del corazón aun de aquellos que enseñan la verdad a otros, de manera que la desaprobación de Dios está sobre ellos. ¿No será posible que algún poder renovador se posesione de ellos? ¿Han caído como presa de una enfermedad moral incurable, debido a que ellos mismos se niegan a ser curados? ¡Ojalá todos los que trabajan en predicar y enseñar prestaran oídos a las palabras de Pablo: "Así que, herma nos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional"! TM 161 2 ¡Cuánto se regocija mi corazón por aquellos que sirven al Señor con toda humildad, que aman y temen a Dios! Poseen un poder mucho más valioso que el conocimiento y la elocuencia. "El temor de Jehová es el principio de la sabiduría"; y su amor y temor son como un hilo de oro que une el agente humano con el divino. Así todos los movimientos de la vida son simplificados. Cuando los hijos de Dios están luchando contra la tentación, batallando contra las pasiones del corazón natural, la fe une al alma con el único Ser que puede dar ayuda, y resultan victoriosos. TM 161 3 Quiera el Señor obrar en los corazones de aquellos que han recibido gran luz, para que se aparten de toda iniquidad. Contemplad la cruz del Calvario. Allí está Jesús quien dio su vida, no para que los hombres continuaran en el pecado, no para que tuvieran permiso para quebrantar la ley de Dios, sino para que por medio de su infinito sacrificio pudieran ser salvos de todo pecado. Dijo Cristo: "Yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados", por la perfección de su ejemplo. Aquellos que predican la verdad a otros, ¿serán ellos mismos santificados por la verdad? ¿Amarán al Señor con el corazón, la mente y el alma, y a su prójimo como a sí mismos? ¿Alcanzarán el nivel de la norma más elevada del carácter cristiano? ¿Son elevados sus gustos, han dominado sus apetitos? ¿Están albergando sólo sentimientos nobles, una simpatía fuerte y profunda y propósitos puros, para que puedan ser verdaderos colaboradores de Dios? Necesitamos tener el Espíritu Santo para que nos sostenga en el conflicto, "porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". Necesidad del poder y la sabiduría divinos TM 162 1 Se nos ha preguntado por qué existe tan poco poder en las iglesias, por qué tienen tan poca eficiencia nuestros maestros. La respuesta es que en diversas formas los profesos seguidores de Cristo están albergando pecados conocidos y su conciencia se ha endurecido por haber sido violada durante largo tiempo. La respuesta es que los hombres no andan con Dios sino que se apartan de Jesús, y como resultado vemos cómo en la iglesia hay egoísmo, codicia, orgullo, contiendas, contención, dureza de corazón, licencia, y malas prácticas. Aun entre los que predican la Palabra sagrada de Dios, se observa esta situación lamentable, y a menos que haya una reforma cabal entre los que carecen de santidad, sería mejor que tales hombres abandonaran el ministerio y eligieran alguna otra ocupación donde sus pensamientos irregenerados no trajeran el desastre al pueblo de Dios. Esperando y velando TM 163 1 El apóstol exhorta a los hermanos con estas palabras: "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes... en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes". ¡Oh, qué día está delante de nosotros! ¡Qué zarandeo habrá entre aquellos que pretenden ser hijos de Dios! Los injustos serán encontrados entre los justos. Los que tienen gran luz y no han andado en ella, tendrán tinieblas correspondientes a la luz que han despreciado. Necesitamos prestar atención a la lección contenida en las palabras de Pablo: "Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado". El enemigo está trabajando diligentemente para ver a quién puede añadir a las filas de la apostasía; pero el Señor viene pronto y antes de mucho todo caso será decidido para la eternidad. Aquellos cuyas obras corresponden con la luz que les fue misericordiosamente dada, se encontrarán del lado del Señor. TM 163 2 Estamos velando y esperando la grandiosa y majestuosa escena que clausurará la historia de esta tierra. Pero no debemos estar simplemente aguardando; debemos trabajar y velar en espera de este solemne acontecimiento. La iglesia viva de Dios estará esperando, velando y trabajando. Nadie debe permanecer en una posición neutral. Todos deben representar a Cristo en el esfuerzo ferviente y activo para salvar a las almas que perecen. ¿Se cruzará de brazos la iglesia ahora? ¿Hemos de dormir, como las vírgenes fatuas de la parábola? Toda precaución ha de tomarse ahora, pues la obra hecha a la ventura resultará en decaimiento espiritual, y ese día nos sobrecogerá como ladrón. La mente necesita ser fortalecida para mirar con profundidad y discernir las razones de nuestra fe. El templo del alma ha de ser purificado por la verdad, pues únicamente los de limpio corazón podrán resistir los engaños de Satanás. Nuestra relación con el mundo TM 164 1 No debemos copiar las prácticas del mundo, pero tampoco debemos mantenernos aislados de la gente, pues nuestra luz debe brillar en medio de las tinieblas morales que cubren la tierra. Hay una triste carencia de amor cristiano mutuo en la iglesia. Este amor se extingue con facilidad, pero sin él no podemos tener compañerismo cristiano ni amor hacia aquellos por quienes Cristo murió. TM 164 2 Nuestros hermanos necesitan prestar atención a la orden: "Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él". Encontraremos elementos torcidos en el mundo y en la iglesia. Vendrán hombres que pretenderán tener gran luz; pero los que tienen experiencia en la causa de Dios verán que lo que ellos presentan como luz son grandes tinieblas. Hombres de esta clase tendrán que ser tratados de acuerdo con las indicaciones de la Palabra de Dios. Los que están en error pueden excitarse en la defensa de sus puntos de vista, pero los que andan en la luz habrán de ser calmos, amables con los que yerran, aptos para enseñar, poniendo de manifiesto el hecho de que han pedido y recibido sabiduría de Dios. No necesitarán dar pasos apresurados sino que serán sabios, pacientes, corrigiendo "con mansedumbre....a los que se oponen". TM 165 1 Ha llegado el tiempo cuando los que están arraigados y fundados en la verdad pueden manifestar su firmeza y decisión, revelando que no los afectan los sofismas, las máximas o las fábulas de los ignorantes e inestables. Ciertos hombres harán declaraciones sin fundamento con el tono categórico de quien posee la verdad; pero no hay objeto en discutir con ellos acerca de sus aseveraciones espurias. La mejor forma de tratar con el error es presentar la verdad, y permitir que las ideas descabelladas mueran por falta de atención. Contrastada con la verdad, la debilidad del error resulta clara para toda persona inteligente. Cuanto más se repitan los asertos erróneos de los opositores, y de los que se levantan de entre nosotros para engañar a las almas, tanto mejor se sirve la causa del error. Mientras mayor sea la publicidad que se dé a las sugestiones de Satanás, tanto más se agradará a su majestad satánica, porque los corazones no santificados estarán preparados para recibir la escoria que él les proporciona. Tendremos que hacer frente a dificultades de este orden. Habrá hombres que harán un mundo de un átomo y un átomo de un mundo. Usemos los talentos que Dios nos ha dado TM 165 2 ¿No podemos hacer más para despertar a las iglesias a fin de que actúen de acuerdo con la luz que ya han recibido? Dios ha señalado a cada uno su obra. Tanto los más humildes como los más poderosos han sido dotados de una influencia que debe ejercerse del lado del Señor, y debieran dedicarle a él sus talentos, cada uno trabajando en el puesto de deber que se le ha asignado. El Señor espera que cada uno haga lo mejor de que es capaz. Cuando brilla la luz en el corazón, él espera que nuestra obra corresponda a nuestra luz, de acuerdo con la medida de la plenitud de Cristo que hemos recibido. Cuanto más usemos nuestro conocimiento y ejercitemos nuestras facultades, tanto mayor conocimiento tendremos, tanto más capacitados seremos para hacer una obra mayor y mejor. TM 166 1 Nuestros talentos no son nuestros; son del Señor, su propiedad con la que debemos negociar. Somos responsables por el uso o el abuso de los bienes del Señor. Dios pide que los hombres inviertan los talentos que les fueron confiados, para que cuando el Señor venga reciba con intereses lo que le pertenece. Con su propia sangre Cristo nos ha comprado como sus siervos. ¿Le serviremos? ¿Procuraremos con diligencia presentarnos a Dios aprobados? ¿Manifestaremos por nuestras acciones que somos mayordomos de su gracia? Todo esfuerzo hecho por el Maestro, impulsado por un corazón puro y sincero, será una ofrenda fragante para él. TM 166 2 Andamos a la vista de inteligencias invisibles. Un testigo está constantemente a nuestro lado para observar cómo negociamos con los bienes que nuestro Señor nos ha confiado. Cuando el buen mayordomo devuelve sus talentos con sus intereses, no tendrá ninguna pretensión. Se dará cuenta de que se trata de los talentos que Dios le entregó a él, y dará gloria al Señor. Sabe que no habría habido ninguna ganancia de no existir el depósito, ningún interés de no existir el capital. El dirá: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". Considere ahora la iglesia si está trabajando con el capital que el Señor le ha dado. Sin la gracia de Cristo toda alma habría caído en la bancarrota por la eternidad; por lo tanto no podemos reclamar nada con justicia. Pero aun cuando no podemos reclamar nada, si somos mayordomos fieles, el Señor nos recompensa como si los méritos fueran todos nuestros. El dice: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor". TM 167 1 ¡Cuántos lamentarán las oportunidades perdidas cuando sea para siempre demasiado tarde! Hoy tenemos talentos y oportunidades, pero no sabemos por cuánto tiempo serán nuestros. Trabajemos, pues, mientras es de día; porque la noche viene, cuando nadie puede trabajar: "Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su Señor venga, le halle haciendo así". Volved al primer amor TM 167 2 La razón por la cual muchos fracasan es que confían demasiado en sí mismos, y no sienten la imperiosa necesidad de permanecer en Cristo al salir a buscar y salvar lo que está perdido. Hasta que no tengan la mente de Cristo y enseñen la verdad como es en Jesús, no lograrán mucho. Yo ando con temblor delante de Dios. No sé cómo hablar o trazar con la pluma los grandes temas del sacrificio expiatorio. No sé cómo presentar los temas con el poder viviente con que me son presentados. Tiemblo de temor ante la idea de empequeñecer el gran plan de salvación usando palabras inadecuadas. Mi alma se inclina con temor y reverencia delante de Dios, y dice: Para estas cosas, ¿quién es suficiente? ¿Cómo puedo yo hablar, cómo puedo escribir a mis hermanos, de manera que ellos capten los rayos de luz que dimanan del cielo? ¿Qué diré? "Arrepiéntete, y haz las primeras obras" TM 167 3 La atmósfera de la iglesia es tan frígida, su espíritu es de tal naturaleza, que los hombres y mujeres no pueden sostener o soportar el ejemplo de la piedad primitiva nacida del cielo. El calor de su primer amor está congelado, y a menos que sean bañados por el bautismo del Espíritu Santo, su candelero será quitado de su lugar, si no se arrepienten y hacen las primeras obras. Las primeras obras de la iglesia se veían cuando los creyentes buscaban amigos, parientes y conocidos, y con corazones desbordantes de amor les contaban la historia de lo que Jesús era para ellos y lo que ellos eran para Jesús. ¡Ojalá el Señor despierte a los que ocupan puestos de responsabilidad para que no emprendan la obra confiando en su propia habilidad! La obra que sale de sus manos carecerá del molde y la inscripción de Cristo. El poder pervertidor del egoísmo TM 168 1 El egoísmo echa a perder todo lo que hacen los obreros no consagrados. Necesitan orar siempre, pero no lo hacen. Necesitan velar en oración. Necesitan sentir el carácter sagrado de la obra, pero no lo sienten. Manejan las cosas sagradas como si fueran comunes. Las cosas espirituales se disciernen espiritualmente, y hasta que puedan beber del agua de la vida, y Cristo sea en ellos una fuente de agua que salte para vida eterna, no refrescarán a nadie, no serán una bendición para nadie; y a menos que se arrepientan, su candelero será quitado de su lugar. En la obra de salvar almas se necesitan perseverante paciencia, invencible caridad y omnipotente fe. El yo no debe prevalecer. Debe ejercerse la sabiduría de Cristo al tratar con las mentes humanas. TM 168 2 Todo obrero que trata con éxito con las almas debe entrar en el trabajo despojado del yo. No puede haber rezongos o irritación, ejercicio arbitrario de la autoridad, el dedo amenazador y el hablar vanidad; antes bien empréndase la obra con el corazón ardiente de amor hacia Jesús y las preciosas almas por las cuales murió. Los que tienen suficiencia propia no pueden esconder su debilidad. Afrontarán la prueba con arrogante confianza en sí mismos, manifestando así que Jesús no está con ellos. Estas almas con suficiencia propia no son pocas, y tienen lecciones que aprender por la dura experiencia del desconcierto y la derrota. Pocos tienen el acierto de dar la bienvenida a una experiencia tal, y muchos se descarrían bajo la prueba. Echan la culpa de su derrota a las circunstancias, y piensan que su talento no es apreciado por los otros. Si se humillaran a sí mismos bajo la mano de Dios, él les enseñaría. Factores esenciales en el servicio TM 169 1 Los que no aprenden todos los días en la escuela de Cristo, los que no pasan mucho tiempo en ferviente oración, no están en condiciones de manejar la obra de Dios en ninguna de sus ramas, pues si lo hicieran, la depravación humana los vencería ciertamente y elevarían sus almas a cosas vanas. Los que llegan a ser colaboradores de Jesucristo, y tienen espiritualidad para discernir las cosas espirituales, sentirán su necesidad de la virtud y de la sabiduría del Cielo para manejar la obra del Señor. Hay algunos que ni arden ni brillan, y sin embargo están contentos. Se encuentran en una condición desastrosamente fría e indiferente, y muchos que conocen la verdad manifiestamente descuidan el deber, por lo cual Dios les pedirá cuentas. TM 169 2 Dios nos ha dado a Jesús, y en él está la revelación de Dios. Nuestro Redentor dice: "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él". "Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre". Si conocemos a Dios, y a Cristo Jesús a quien él ha enviado, un gozo inefable llenará el alma. ¡Oh, cuánto necesitamos la presencia divina! Todo obrero debiera estar exhalando su oración a Dios por el bautismo del Espíritu Santo. Debieran reunirse grupos para pedir a Dios ayuda especial, sabiduría celestial, a fin de que el pueblo de Dios sepa cómo planear, proyectar y ejecutar la obra. TM 170 1 Especialmente deben orar los hombres porque el Señor elija sus instrumentos y bautice a sus misioneros con el Espíritu Santo. Durante diez días oraron los discípulos antes que viniera la bendición pentecostal. Se necesitó todo ese tiempo para que pudieran comprender lo que significaba ofrecer una oración eficaz, acercarse más y más a Dios, confesar sus pecados, humillar sus corazones delante del Señor, contemplar a Jesús por la fe y ser transformados a su imagen. Cuando la bendición vino, llenó todo el lugar donde estaban reunidos, y dotados de poder, salieron a hacer una obra eficaz para el Maestro. La selección de hombres para el ministerio TM 170 2 La tarea de elegir hombres para la sagrada obra encomendada en nuestras manos ha sido encarada con demasiada liviandad. A consecuencia de este descuido, están trabajando en campos misioneros hombres inconversos, llenos de lujuria, desagradecidos, sin santidad. Aun cuando algunos de ellos han sido reprendidos a menudo, no han cambiado su conducta y sus prácticas sensuales traen oprobio a la causa de Dios. ¿Cuál será el fruto de una labor tal? ¿Por qué no recuerdan todos nuestros obreros que de toda palabra, buena o mala, han de dar cuenta en el día del juicio? Toda inspiración del Espíritu Santo que guía a los hombres a la bondad y a Dios es anotada en los libros del cielo, y el obrero a través del cual el Señor ha traído luz será alabado en el día del Señor. Si los obreros se dieran cuenta de la responsabilidad eterna que descansa sobre ellos, ¿emprenderían la obra sin un profundo sentido de su carácter sagrado? ¿No deberíamos esperar que se vea la obra profunda del Espíritu de Dios en los hombres que se presentan para abrazar el ministerio? TM 171 1 El apóstol dice: "Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne". Presten todos atención a estas palabras, y sepan que el Señor Jesús no aceptará ninguna transigencia. Al aceptar y retener obreros que persisten en mantener sus imperfecciones de carácter, y no dan plena prueba de su ministerio, la norma ha sido grandemente rebajada. Hay muchos que ocupan puestos de responsabilidad que desoyen la orden del apóstol, y hacen provisión para complacer los deseos de la carne. A menos que el obrero se vista del Señor Jesucristo y halle en él sabiduría, santificación y redención, ¿cómo podrá representar la religión de Jesús? Toda su eficiencia, toda su recompensa se encuentra en Cristo. Debe haber evidencia por parte de los que asumen la solemne posición de pastores de la que están investidos, de que se han dedicado sin reserva a la obra. Deben tomar a Cristo como su Salvador personal. ¿Por qué es que aquellos que por mucho tiempo han estado ocupados en el ministerio, no crecen en gracia y en el conocimiento del Señor Jesús? Se me ha mostrado que complacen sus propensiones egoístas, y sólo hacen las cosas que concuerdan con sus gustos e ideas. Hacen provisión para complacer el orgullo y la sensualidad, y llevan a cabo sus ambiciones y planes egoístas. Están llenos de estima propia. Pero aun cuando sus malas propensiones puedan parecerles tan preciosas como la mano derecha o el ojo derecho, éstas deben ser separadas del obrero, o no será aceptable ante Dios. Por imposición de manos se ordena para el ministerio a hombres que no han sido cabalmente examinados con respecto a sus calificaciones para la obra sagrada; pero ¡cuánto mejor sería examinarlos minuciosamente antes de aceptarlos como ministros, que tener que realizar ese examen tan rígido después que han sido confirmados en su cargo y han puesto su molde sobre la obra! Una vida consagrada TM 172 1 La siguiente cita muestra el fruto de la verdadera consagración, y esto es lo que debemos exigir de nuestros obreros: TM 172 2 "Harlan Page se consagró a Dios con la determinación de vivir y trabajar para promover la gloria del Señor, en la salvación de los que perecen. 'Cuando recibí la esperanza por primera vez--dijo en su lecho de muerte--, sentí que debía trabajar por las almas. Oraba año tras año que Dios me usara para salvar a algunos'. Sus oraciones fueron señaladamente contestadas. Nunca perdió Page una oportunidad de iluminar a las almas. Mediante cartas, entrevistas personales, folletos, oraciones, ruegos y amonestaciones, amén del ejemplo santo y ferviente de su vida, trató de rescatar a los descarriados y de edificar a los creyentes. En fábricas, en escuelas, y por doquiera realizaba sistemáticamente esta labor, y sólo el grandioso poder de la gracia puede explicar cómo un hombre tan humilde pudo lograr tanto Su vida es un comentario elocuente de las palabras: 'Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es'. 'Nuestra fe en las realidades eternas es débil--Page exclamó--, y pálido nuestro sentido del deber mientras descuidamos la salvación de nuestros semejantes. Despertemos a nuestro deber, y mientras tengamos lengua o pluma, dediquémoslas al servicio del Altísimo, no en nuestra propia fuerza, sino con fe poderosa y firme confianza'". TM 173 1 Nosotros tenemos una luz acrecentada. Tenemos un mensaje solemne e importante que presentar al mundo, y Dios ha dispuesto que sus discípulos escogidos tengan una profunda experiencia y sean dotados del poder del Espíritu Santo. "Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón". Esta fue una lección que David nunca olvidó, y en su lecho de muerte dedicó a Salomón este testimonio: "Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre". TM 173 2 Vivimos en un período importante de la historia de esta tierra; con la luz de la verdad que brilla sobre nosotros, no podemos ser excusados ni por un momento por conformarnos a una norma baja. Como colaboradores de Cristo, tenemos el privilegio de compartir sus sufrimientos. Hemos de mirar su vida, estudiar su carácter y copiar el modelo. Lo que Cristo fue en su perfecta humanidad debemos serlo nosotros, porque debemos formar caracteres para la eternidad. El Espíritu Santo espera que pidamos y recibamos su poder TM 174 1 Precisamente antes que Jesús dejara a sus discípulos para ir a las mansiones celestiales, los animó con la promesa del Espíritu Santo. Esta promesa nos pertenece a nosotros tanto como a ellos, y sin embargo, ¡cuán raramente se presenta ante el pueblo o se habla de su recepción en la iglesia! Como consecuencia del silencio sobre este importantísimo asunto, ¿acerca de qué promesa sabemos menos, por su cumplimiento real, que acerca de esta rica promesa del don del Espíritu Santo, mediante el cual será eficaz toda nuestra labor espiritual? La promesa del Espíritu Santo es mencionada por casualidad en nuestros discursos, es tocada en forma incidental, y eso es todo. Las profecías han sido tratadas detenidamente, las doctrinas han sido expuestas; pero lo que es esencial para la iglesia a fin de que crezca en fortaleza y eficiencia espiritual, para que la predicación sea acompañada por la convicción, y las almas sean convertidas a Dios, ha sido mayormente excluido del esfuerzo ministerial. Este tema ha sido puesto a un lado, como si algún tiempo futuro hubiera sido reservado para su consideración. Otras bendiciones y privilegios han sido presentados ante nuestro pueblo hasta despertar en la iglesia el deseo de conseguir la bendición prometida por Dios; pero ha quedado la impresión de que el don del Espíritu Santo no es para la iglesia ahora, sino que en algún tiempo futuro sería necesario que la iglesia lo recibiera. Todas las demás bendiciones TM 174 2 Esta bendición prometida, reclamada por la fe, traería todas las demás bendiciones en su estela, y ha de ser dada liberalmente al pueblo de Dios. Por medio de los astutos artificios del enemigo las mentes de los hijos de Dios parecen incapaces de comprender las promesas divinas y de apropiarse de ellas. Parecen pensar que únicamente los más escasos chaparrones de la gracia han de caer sobre el alma sedienta. El pueblo de Dios se ha acostumbrado a pensar que debe confiar en sus propios esfuerzos, que poca ayuda ha de recibirse del cielo; y el resultado es que tiene poca luz para comunicar a otras almas que mueren en el error y la oscuridad. La iglesia por mucho tiempo se ha contentando con escasa medida de la bendición de Dios; no ha sentido la necesidad de reclamar los elevados privilegios comprados para ella a un costo infinito. Su fuerza espiritual ha sido escasa, su experiencia, restringida y mutilada, y se halla inhabilitada para la obra que el Señor quiere que haga. No está en condiciones de presentar las grandes y valiosas verdades de la santa Palabra de Dios que convencerían y convertirían a las almas mediante la intervención del Espíritu Santo. Dios espera que la iglesia pida y reciba su poder. Recogerán una cosecha de gozo los que siembran la santa semilla de la verdad. "Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas". TM 175 1 De la actitud de la iglesia, el mundo ha sacado la idea de que el pueblo de Dios es ciertamente un pueblo triste, que el servicio de Cristo carece de atractivo, que la bendición de Dios se concede a un costo elevado para los que la reciben. Al espaciarnos en nuestras pruebas y magnificar las dificultades, representamos falsamente a Dios y a Jesucristo a quien él ha enviado; porque la lobreguez que rodea el alma del creyente resta todo atractivo a la senda que lleva al cielo, y muchos se apartan chasqueados del servicio de Cristo. Pero ¿son realmente creyentes los que presentan a Cristo de esa manera? No, porque los creyentes descansan en la promesa divina y el Espíritu Santo tiene no sólo la misión de convencer sino también la de consolar. TM 176 1 El cristiano debe echar todo el fundamento si quiere edificar un carácter fuerte, simétrico, si quiere estar bien equilibrado en su experiencia religiosa. Así el hombre estará preparado para alcanzar las normas de verdad y justicia presentadas en la Biblia, porque el Santo Espíritu de Dios lo sostendrá y fortalecerá. El verdadero cristiano combina una gran ternura de sentimiento con una gran firmeza de propósito y una inquebrantable fidelidad a Dios; en ningún caso traicionará las verdades sagradas. El que está dotado del Espíritu Santo tiene grandes poderes emotivos e intelectuales y una invencible fuerza de voluntad. TM 176 2 Hermanos míos, el Salvador exige de vosotros que prestéis atención a cómo testificáis por él. Necesitáis ahondar cada vez más en el estudio de la Palabra. Os encontráis con toda clase de mentes, y a medida que enseñéis las verdades de la Palabra sagrada, habéis de manifestar fervor, respeto y reverencia. Eliminad los cuentos de vuestras disertaciones y predicad la Palabra. Tendréis entonces más gavillas para llevar al Maestro. Recordad que en vuestro auditorio hay personas que están constantemente acosadas por la tentación. Algunos están luchando con la duda, casi sin esperanza. Pedid a Dios que os ayude a hablar palabras que los fortalezcan para el conflicto.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 7--La economía Ha de ser practicada en todas las cosas TM 177 1 Mis queridos hermanos y hermanas, Mi mente ha estado agitada durante varias noches, en sueño y en vigilia, con respecto a la obra que debe hacerse en este país. En este dilatado campo misionero hay mucho que hacer para llevar adelante la causa y la obra del Maestro, y ante la gran necesidad de medios y de obreros, no sabemos cómo puede ser realizada. Debemos humillar nuestros corazones delante de Dios y ofrecer sinceras y fervientes plegarias para que el Señor, que es rico en recursos, nos abra el camino. "Mía es la plata, y mío el oro, dice Jehová", "y los millares de animales en los collados". TM 177 2 La vida de Cristo, el Señor de la gloria, es nuestro ejemplo. El vino del cielo, donde todo era riqueza y esplendor; pero dejó a un lado su corona real, su manto real, y revistió su divinidad de humanidad. ¿Por qué? Para poder encontrarse con los hombres donde ellos estaban. No se colocó entre los ricos, los grandes señores de la tierra. Era la misión de Cristo alcanzar a los más pobres de la tierra. El mismo trabajó desde sus primeros años como hijo de un carpintero. Conoció lo que significaba la abnegación. Las riquezas y la gloria del cielo eran suyas, pero por nuestra causa se hizo pobre, para que nosotros, por su pobreza, fuésemos enriquecidos. El mismo fundamento de su misión era la abnegación, el sacrificio propio. El mundo le pertenecía, porque él lo hizo; sin embargo, en un mundo creado por él mismo, el Hijo del Hombre no tenía donde reclinar su cabeza. Dijo: "Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza". Estudiad el modelo TM 178 1 A fin de establecer y ampliar la obra en este país, es imprescindible contar con fondos para hacer una gran tarea en breve tiempo. Y la única forma de lograrlo es que en cada paso que demos tengamos como único propósito la gloria de Dios, para que no puedan decir de nosotros: Comenzaron a edificar, y no pudieron terminar. Al comenzar a hacer una obra más amplia necesitamos desde el mismo principio eliminar completamente el orgullo y la ambición mundana de nuestro corazón. Teniendo ante nosotros el ejemplo de Cristo, el más grande Maestro que el mundo conoció, no necesitamos cometer un solo error. "El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame". Debemos estudiar el Modelo, e inquirir a cada paso: "¿Es éste el camino del Señor?" Cometeremos ciertamente graves errores si a cada paso no hacemos resaltar ante el pueblo la abnegación y el sacrificio propio. TM 178 2 La obra en este campo misionero está todavía en su infancia. Los creyentes apenas se han iniciado en la vida cristiana, y nos hemos preocupado mucho para que esta gente en lo futuro pueda aprender cosas mayores. Todavía no se ve lo que pueden llegar a ser mediante la creencia práctica en la verdad y la santificación del ser entero por medio de ella. Las palabras y el ejemplo de nuestro Redentor en su vida de humildad y abnegación serán la luz y la fuerza de sus hijos si siguen plenamente a Jesús confiando en él a cada paso. Sea el lenguaje de nuestro corazón: "Sé tú mi modelo". "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios". Nada es tan deseable como vivir en la forma en que Cristo vivió, negar al yo como Cristo se negó a sí mismo, y trabajar con él para buscar y salvar lo que se ha perdido. Evitad el derroche TM 179 1 En materia de muebles, no compréis un solo artículo para hacer ostentación. Adquirid cosas útiles y que resistan el desgaste. Educad a nuestro pueblo a practicar la abnegación. Considérese que todo peso puede representar un alma, porque alguien podría ser traído al conocimiento de la verdad por el uso de ese peso en la obra misionera. Puede ser que tengamos muy buen gusto, y tal vez gocemos lo hermoso y artístico; pero, ¿acaso Cristo no tenía el gusto más fino, puro y santo? Su hogar era el cielo, y sin embargo se negó a sí mismo; la humillación señaló toda su vida, desde el pesebre hasta el Calvario. En los comienzos de la obra aquí no debemos reproducir las mismas cosas que el Señor ha condenado en los Estados Unidos, los gastos exorbitantes para complacer el orgullo y el amor a la ostentación. Rehúyanse escrupulosamente todas las cosas de este tipo. Conservad la sencillez TM 179 2 En el comer, en el vestir, y en el amueblamiento de nuestra escuela, necesitamos conservar la sencillez de la verdadera piedad. Muchos se negarán a sí mismos y harán grandes sacrificios para hacer donaciones a fin de que la obra misionera tenga éxito, y si ellos vieran estos fondos invertidos en las telas más finas y en los más costosos muebles o artículos para la mesa de la comunión, esto tendría la más desafortunada influencia sobre esos hermanos y hermanas. Nada podría obrar en forma más decidida contra nuestra utilidad presente y futura en este país. La primerísima lección que hemos de enseñar a nuestros alumnos es la abnegación. Que sus ojos, sus sentidos, capten la lección; que todo el mobiliario de la escuela transmita instrucción práctica en el sentido de que la obra puede hacerse avanzar sólo mediante permanente sacrificio. TM 180 1 En todo lo que hagamos, sigamos de cerca el ejemplo de nuestro Salvador. Estoy profundamente convencida de estas cosas. Debemos considerar sobre qué base vamos a trabajar a fin de asegurar el éxito; debemos ir al trabajo con el corazón imbuido del Espíritu de Cristo. Entonces comprenderemos que nuestra obra debe ser llevada adelante de una manera humilde. Nuestros pastores y sus esposas deben ser ejemplos de sencillez en el vestir; deben vestir en forma prolija, cómoda, usando buenas telas, pero evitando todo lo que se asemeje a lujo y a adornos, aunque no sean costosos, porque estas cosas contribuyen a nuestro menoscabo. Debemos educar a los jóvenes a vestir con sencillez y pulcritud. Que los adornos innecesarios sean dejados de lado, aun cuando su costo sea ínfimo. El anillo de compromiso TM 180 2 Algunos se han preocupado con respecto al uso del anillo de compromiso y les parece que las esposas de nuestros ministros debieran amoldarse a esa costumbre. Todo eso es innecesario. Tengan las esposas de los ministros el eslabón de oro que vincula su alma con Jesucristo: un carácter puro y santo, el verdadero amor, la mansedumbre y la piedad que son los frutos producidos por el árbol cristiano, y su influencia estará segura en cualquier parte. El hecho de que provoca observaciones el no cumplir con la costumbre no es suficiente motivo para adoptarla. Los norteamericanos pueden hacer comprender su situación declarando sencillamente que en su país la costumbre no se considera obligatoria. No necesitamos llevar el símbolo, porque no somos infieles a nuestros votos matrimoniales, y el hecho de llevar un anillo no probaría nuestra fidelidad al respecto. Me preocupa profundamente este proceso semejante al de la levadura que parece sentirse entre nosotros y que tiende a conformarnos con las costumbres y modas. No debiera gastarse un centavo en un anillo de oro para testificar que somos casados. En los países donde la costumbre impera, no nos sentimos obligados a condenar a aquellos que usan su anillo de compromiso; llévenlo si pueden hacerlo a conciencia; pero ninguno de nuestros misioneros debe sentir que llevar un anillo acrecentará su influencia en una jota o una tilde. Si son cristianos, ello se manifestará en su carácter semejante al de Cristo, en sus palabras, en sus obras, en el hogar, en su trato con los demás; se revelará por su paciencia, longanimidad y bondad. Manifestarán el espíritu del Maestro, poseerán su belleza de carácter, su hermosa disposición y su corazón lleno de simpatía. El avance de la obra TM 181 1 Dios requiere que se produzca un decidido avance en los diversos aspectos de la obra. Los trabajos realizados en relación con la causa de Dios deben caracterizarse por una precisión y exactitud mayores. No se han hecho esfuerzos diligentes, decididos y firmes para lograr la reforma que se necesita. Algunos de los que están relacionados con la causa están acercándose al fin de su vida, y todavía no han aprendido las lecciones de la Biblia como para sentir la necesidad de aplicarlas a su vida práctica. Han malgastado oportunidades, y generosas bendiciones han sido despreciadas porque ellos no quisieron cambiar. TM 182 1 Mi Guía dijo: "Elevad la norma en toda educación escolar. No debéis establecer una norma más baja. La disciplina debe ser mantenida. Enseñad a los jóvenes por precepto y ejemplo". No ha habido demasiada severidad, sino por el contrario, ha habido suma debilidad en la acción. Pero los obreros no deben desesperar. Trabajad con el espíritu de Cristo, con la mente de Cristo para corregir los males existentes. Es natural que los obradores de maldad tengan la simpatía de los que son como ellos; pero los fieles pastores del rebaño tienen lecciones que aprender a fin de mantener una norma elevada, y sin embargo enseñar que la estrella de la esperanza todavía brilla. Trabajad con paciencia; pero reprended el pecado con firmeza, y no lo justifiquéis. El recurso de las mentiras dichas para cubrir el pecado debe ser desbaratado para que las almas pobres y engañadas no sigan marchando dormidas hacia su ruina eterna. TM 182 2 El mundo pronto ha de ser abandonado por el ángel de la misericordia, y las últimas siete plagas han de ser derramadas. El pecado, la vergüenza, el dolor y las tinieblas abundan por doquiera, pero Dios sigue concediendo a las almas de los hombres el precioso privilegio de cambiar las tinieblas por la luz, el error por la verdad, el pecado por la justicia. Sin embargo, la paciencia y la misericordia divinas no esperarán para siempre. Nadie piense que puede esconderse de la ira de Dios detrás de una mentira, porque Dios dejará al alma sin esa escapatoria. Los rayos de la ira de Dios pronto han de caer, y cuando él comience a castigar a los transgresores, no habrá tregua hasta el fin. La tormenta de la ira de Dios se está preparando, y quedarán en pie sólo aquellos que están santificados por la verdad en el amor de Dios. Ellos serán escondidos con Cristo en Dios hasta que la desolación haya pasado. El saldrá para castigar a los habitantes del mundo por su iniquidad, y "la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos". Sea el lenguaje del alma: TM 183 1 Sálvame, Señor Jesús de las olas, del turbión; hasta el puerto de salud guía tú mi embarcación. Otro asilo aquí no hay, indefenso acudo a ti; mi necesidad me trae, porque mi peligro vi. La ociosidad TM 183 2 "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu; sirviendo al Señor". Hay solamente un remedio para la indolencia, a saber, deshacerse de la lentitud como de un pecado que lleva a perdición, y trabajar utilizando la capacidad física que Dios os ha dado con ese propósito. La única cura para una vida inútil, ineficiente, es el esfuerzo, el esfuerzo decidido y perseverante. La única cura para el egoísmo es negarse a sí mismo y trabajar fervientemente para convertiros en la bendición que podéis llegar a ser para vuestros semejantes. "El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará". TM 183 3 Como agentes humanos de Dios debemos realizar la obra que nos ha encargado. El ha asignado a cada uno su obra y no debemos entregarnos a conjeturas sobre si nuestros esfuerzos resultarán o no un éxito. Nuestra responsabilidad individual se limita a realizar incansable y concienzudamente las tareas que alguien debe hacer, y si dejamos de hacer nuestra parte no podemos ser excusados por Dios. Y cuando hemos hecho lo mejor que podíamos, debemos dejar los resultados con Dios. Sin embargo, se exige de nosotros que ejerzamos mayor poder mental y espiritual. Es vuestro deber, y ha sido vuestro deber todos los días de la vida que Dios generosamente os ha concedido, usar los remos del deber, porque sois agentes responsables de Dios. TM 184 1 La orden para vosotros es: "Ve hoy a trabajar en mi viña". Todos nosotros somos obreros de Dios, y ninguno ha de quedar ocioso; pero yo quiero preguntar: ¿Qué estáis haciendo por el Maestro a fin de oír sus palabras de aprobación: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré"? Dios nunca comete un error; nunca llama a los hombres buenos y fieles si no son buenos y fieles. El espíritu de Jesús TM 184 2 Cristo identifica su interés con el de la humanidad. La obra que lleva las credenciales divinas es aquella que manifiesta el espíritu de Jesús, que revela su amor, su cuidado, su ternura al tratar con las mentes de los hombres. ¡Qué revelaciones recibiría el hombre si se descorriera el velo y pudierais ver los resultados de vuestra labor al relacionaros con los descarriados que necesitaban un trato más juicioso para no ser desviados de la senda! "Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, porque lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado". TM 185 1 Siempre tendremos personas tentadas con las cuales tratar, y es esencial que nos convirtamos a Dios cada día, y seamos vasos que puedan ser usados para honra y gloria de su nombre. El verdadero valor del alma puede ser estimado únicamente por la cruz del Calvario. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Los que no están convertidos, los que no están santificados, manifestarán la clase de espíritu que tienen. Revelarán por sus gustos y aversiones que sus sentimientos naturales no se hallan bajo el dominio de una voluntad santificada. La religión de Jesucristo revolucionará al hombre entero. La verdad de Dios tiene poder para transformar el carácter. TM 185 2 Necesitamos la fe que obra por el amor y purifica el alma. Una fe que no produce este fruto no tiene ningún valor. El fruto del sarmiento mostrará el carácter de la vid. Quien sea plantado en Cristo ascenderá a mayores alturas. En lugar de actuar arrebatadamente, en lugar de impedir con vuestra severidad y aspereza que la fe y la esperanza lleguen a los descarriados, el verdadero cristiano enseñará a los ignorantes, reformará a los pecadores, consolará a los que lloran, refrenará la opresión y la injusticia, e imitará a Cristo aun en sus transacciones comerciales. En lugar de provocar reyertas producirá paz y armonía. TM 185 3 Entre aquellos que han desempeñado puestos de confianza en la obra de Dios ha habido manifestaciones de un espíritu duro, injusto y crítico. A menos que quienes han albergado este espíritu se conviertan, serán relevados de la responsabilidad de actuar en las juntas de consejo, y aun en operaciones comerciales. A menos que se conviertan, sus voces no deben oírse en el consejo, porque el resultado final es más perjudicial que beneficioso. El mal prevalece, hace pecar al hombre en palabra, y la sospecha, la desconfianza, los celos, las suspicacias, la mala forma de hablar y la injusticia se manifiestan aun en relación con la causa de Dios. Un falso celo pasa por el celo por la causa de Dios; pero las vestiduras miserables y sucias del yo deben ser destruidas y en su lugar los hombres deben aceptar la justicia de Cristo. La persecución que se está realizando entre miembros de iglesia es una cosa muy terrible. Es cierto que algunos han cometido errores y equivocaciones, pero es igualmente cierto que esos errores y equivocaciones están muy lejos de ser tan ofensivos a la vista de Dios como el espíritu duro y no perdonador de aquellos que los critican y censuran. Muchos de los que no vacilan en abrir juicio sobre otros, están cometiendo errores que, aunque no se hacen manifiestos, llevan la mancha de una maldad mortífera que está corrompiendo su vida espiritual. El amor y la unidad TM 186 1 Dios quiere abrir los ojos de sus hijos profesos a fin de que vean que deben amar a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismos si quieren ser salvos en su reino. Muchos están dejando ver que no son guiados por el Espíritu de Cristo sino por otro espíritu. Los atributos que ostentan difieren tanto de los atributos de Cristo como las características satánicas. Es tiempo ya de que los creyentes actúen hombro a hombro y luchen juntos por la vida eterna, en lugar de mantenerse apartados, expresando por la palabra y la acción: "Yo soy más santo que tú". Los que quieren ejercer todas sus facultades para la salvación de las almas que perecen deben unirse corazón a corazón y ser vinculados por los lazos de la simpatía y el amor. Los hermanos deben manifestar el mismo espíritu revelado por nuestro misericordioso y fiel Sumo Sacerdote que puede compadecerse de nuestras debilidades. Podemos insuflar nueva vida a los que desfallecen y se hallan sin esperanza. Podemos conseguir victorias que nuestras opiniones erróneas, nuestros propios defectos de carácter, nuestra poca fe, han hecho parecer imposibles. ¡Fe! Apenas sabemos lo que es. El señor viene pronto TM 187 1 El fin de todas las cosas se acerca. El Señor viene pronto. Ya sus juicios se están sintiendo en nuestra tierra. No sólo debemos hablar de la venida de Cristo, sino que en cada acción hemos de revelar el hecho de que él pronto ha de manifestarse en las nubes del cielo con poder y gran gloria. ¿Nos hemos puesto el manto de bodas? ¿Tenemos piedad personal? ¿Hemos cooperado con los agentes divinos de una manera cabal, sin reservas, para entretejer en las prácticas de nuestra vida los divinos principios de la santa ley de Dios? Una cosa es hablar de la ley, y otra cosa totalmente distinta practicarla. Son los hacedores de la ley los que serán justificados delante de Dios; porque los que practican la ley representan el carácter de Dios y no mienten contra la verdad. TM 187 2 El Señor viene. ¡Oh, el tiempo es corto! ¿y quiénes, según la Biblia, son colaboradores de Dios? ¿No hemos de examinarnos a nosotros mismos con temor y temblor, no sea que todavía tengamos nuestro temperamento natural, que no estemos convertidos y no seamos santos, y tratemos de hacer pasar una experiencia adulterada como si fuera genuina? Despertaos, hermanos, despertaos, antes que sea demasiado tarde para siempre. TM 187 3 Hay muchos colaboradores de Dios a quienes no discernimos como tales. Las manos de los ministros nunca han sido colocadas sobre ellos para ordenarlos para la obra; sin embargo están llevando el yugo de Cristo y ejercen una influencia salvadora al trabajar en diversas formas a fin de ganar almas para Cristo. El éxito de nuestra obra depende de nuestro amor a Dios y a nuestros semejantes. En la misma medida en que haya acción armoniosa entre los miembros de la iglesia, y en que se manifiesten el amor y la confianza del hermano hacia el hermano, habrá fuerza y poder en nuestra obra por la salvación de los hombres. ¡Oh, cuánto necesitamos una renovación moral! Sin la fe que obra por amor no podéis hacer nada. Que el Señor os dé corazones dispuestos a recibir este testimonio. TM 188 1 Leed y estudiad el cuarto capítulo de Zacarías. Los dos olivos vierten su áureo aceite por medio de los tubos de oro en el áureo depósito del cual se alimentan las lámparas del santuario. El aceite áureo representa el Espíritu Santo. Los ministros de Dios han de estar permanentemente surtidos de este aceite para que a su vez puedan impartirlo a la iglesia. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos". Los siervos de Dios pueden obtener victorias sólo por medio de la pureza interior, la limpieza de corazón y la santidad. Es de la mayor importancia que los ministros den el buen ejemplo. Si siguen principios débiles y flojos, su ejemplo será citado por los obradores de maldad en defensa de su conducta. Toda la sinagoga de Satanás vigila para descubrir defectos en la vida de los representantes de Dios y sacar el mayor provecho de cada defecto.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 8--Colaboradores de Dios Amor y confianza entre los hermanos TM 189 1 Cuando los hombres manifiesten confianza en sus semejantes estarán mucho más cerca de poseer la mente de Cristo. El Señor ha revelado la estima en que tiene al hombre. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Pero algunas mentes están siempre tratando de remodelar el carácter de otros de acuerdo con sus propias ideas y medidas. Dios no les ha encargado esa obra. TM 189 2 El yo siempre se tendrá a sí mismo en gran estima. Cuando los hombres pierden su primer amor, no guardan los mandamientos de Dios, y entonces comienzan a criticarse mutuamente. Este espíritu estará constantemente luchando por imponerse hasta el fin del tiempo. Satanás trata de fomentarlo a fin de que los hermanos, en su ignorancia, traten de devorarse el uno al otro. Dios no es glorificado, sino grandemente deshonrado; el Espíritu de Dios es agraviado. Satanás se alegra, porque sabe que si puede lograr que el hermano espíe al hermano en la iglesia y en el ministerio, algunos se sentirán tan desanimados que abandonarán su puesto del deber. Esta no es la obra del Espíritu Santo; un poder de abajo está obrando en la mente y en el alma para colocar sus atributos donde debieran estar los de Cristo. TM 189 3 Aquel que pagara el precio infinito para redimir a los hombres lee con inequívoca precisión todas las ocultas maquinaciones de la mente humana, y sabe exactamente cómo tratar con toda alma. Y al tratar con los hombres, manifiesta los mismos principios que se revelan en el mundo natural. Las funciones benefactoras de la naturaleza no se realizan mediante intervenciones abruptas y sorpresivas; no se les permite a los hombres tomar la obra de la naturaleza en sus propias manos. Dios obra por medio de la acción tranquila y regular de las leyes que estableciera. Así ocurre en las cosas espirituales. Satanás trata constantemente de producir efectos por medio de rudas y violentas arremetidas; pero Jesús hallaba acceso a la mente por la senda de las asociaciones de ideas que le son más familiares. El perturbaba en lo mínimo posible su acostumbrada cadena de pensamientos por acciones abruptas o reglas prescriptas. Honraba con su confianza al hombre dándole así la oportunidad de demostrar que era digno de esa confianza. Presentaba antiguas verdades iluminadas por una nueva y preciosa luz. A los doce años maravilló a los doctores de la ley por sus preguntas en el templo. TM 190 1 Jesús se revistió de humanidad para poder encontrarse con la humanidad. El coloca a los hombres bajo el poder transformador de la verdad encontrándolos donde están. Obtiene acceso al corazón conquistando la simpatía y la confianza, logrando que todos sientan que él está plenamente identificado con la naturaleza humana y los intereses de los hombres. La verdad salía de sus labios hermosa en su sencillez, y sin embargo revestida de dignidad y poder. ¡Qué maestro era nuestro Señor Jesucristo! ¡Cuán tiernamente trató a cada honrado investigador de la verdad, para ganar su simpatía, y hallar lugar en su corazón! TM 190 2 Debo deciros, hermanos, que estáis lejos de lo que el Señor quisiera que fuerais. Los atributos del enemigo de Dios y del hombre demasiado a menudo hallan expresión en vuestro espíritu y en vuestra actitud mutua. Os herís mutuamente porque no sois participantes de la naturaleza divina. Obráis en contra de la perfección de vuestro propio carácter, os acarreáis dificultades, hacéis vuestra labor dura y cansadora, porque consideráis vuestro propio espíritu y vuestros defectos de carácter como preciosas virtudes dignas de ser atesoradas y fomentadas. TM 191 1 Jesús les señala a las mentes más elevadas, así como a las más humildes, el lirio bañado por el rocío matutino, y nos pide: "Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos". Y aplica esta lección: "Si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?" Que la verdad avance TM 191 2 Los hombres logran que el impulsar la verdad resulte diez veces más difícil de lo que es, al tratar de arrebatar la obra de las manos divinas, para ponerla en sus propias manos finitas. Piensan que deben estar constantemente inventando alguna cosa para lograr que los hombres hagan lo que ellos suponen que esas personas deben hacer. El tiempo empleado de esta suerte está haciendo más complicada la obra, porque se hace a un lado al gran Director en el cuidado de su propia heredad. Los hombres asumen la tarea de remendar los caracteres defectuosos de otros, y sólo tienen éxito en empeorar mucho los defectos. Harían mejor en dejar que Dios hiciera su propia obra, pues él no los considera capaces de remodelar el carácter. TM 191 3 Lo que necesitan es estar imbuidos del espíritu de Cristo. Si se aferran a la fortaleza del Señor, harán paz con él; entonces se hallarán en buen camino para estar en paz con sus colaboradores. Cuanto menos tenga el agente humano de la mansedumbre y la humildad de Cristo en su espíritu y carácter, tanto más verá la perfección en sus propios métodos y la imperfección en los de los demás. Nuestra única seguridad consiste en velar y orar y tomar consejo, creyendo que Dios guardará a nuestros hermanos así como a nosotros mismos, porque no hay acepción de personas para él. Dios trabajará por nosotros cuando seamos fieles estudiantes de sus palabras y las pongamos por obra. TM 192 1 Pero cuando los obreros desatienden tan manifiestamente la orden expresa de Cristo de que nos amemos unos a otros como él nos amó a nosotros, ¿cómo podemos esperar que los hermanos acaten las órdenes de hombres finitos y los reglamentos y especificaciones en cuanto a cómo trabajar? La sabiduría que nos da la receta debe ser sobrenatural, de otra manera resultará ser un médico que no puede sanar, sino sólo destruir. Mejor sería que buscáramos a Dios con todo el corazón, y depusiéramos el engreimiento; pues "todos vosotros sois hermanos". Cristo ha alivianado el yugo TM 192 2 En vez de afanaros en preparar reglamentos y estipulaciones rígidas, deberíais más bien estar orando y sometiendo vuestra voluntad y vuestros caminos a Cristo. El no se agrada cuando vosotros hacéis difíciles las cosas que él ha hecho fáciles. El dice: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". El Señor Jesús ama su herencia; y si los hombres no se arrogaran el derecho de prescribir reglas para sus colaboradores, sino aplicaran las reglas de Cristo en su propia vida y copiaran sus lecciones, serían ejemplos y no jueces. El carácter paternal de Dios TM 192 3 El tema más favorito de Cristo fue el carácter paternal y el abundante amor de Dios. La maldición de todas las iglesias hoy es que los hombres no adoptan los métodos de Cristo. Piensan que pueden mejorar la reglas dadas en el Evangelio, y se sienten libres para definirlas, esperando así reformar las iglesias y a los obreros. Sea Dios nuestro único Maestro y Señor, lleno de bondad, compasión y amor. TM 193 1 Dios da conocimiento a sus obreros; y ha dejado registrada para nosotros esta promesa rica y plena: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor". ¿No es mejor obtener sabiduría individualmente yendo a Dios, y no al hombre? ¿Qué dice el gran Maestro? "He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste". La crítica de los defectos ajenos TM 193 2 Existe entre nosotros un mal que necesita ser corregido. Hay hermanos que se sienten libres para observar los supuestos defectos de otros y hablar de ellos, cuando esa misma libertad revela inequívocamente un defecto en ellos mismos. Manifiestan que son sabios en su propia opinión y Dios no puede darles su bendición especial porque se exaltarían a sí mismos y dañarían la preciosa causa de la verdad. Cuando el mundo estaba destituido del conocimiento de Dios, vino Jesús para impartir esa inestimable bendición: el conocimiento del carácter paternal de nuestro Padre celestial. Este era su propio don a nuestro mundo, y confió ese don a sus discípulos, para que lo comunicaran al mundo. Los obreros deben progresar TM 193 3 Una vez que hayan aprendido las sencillas reglas [los ministros] deben dedicarse a la adquisición de conocimientos en relación con su trabajo, de manera que sean obreros que no tengan de qué avergonzarse. Si emplean sabiamente su tiempo, pueden ir dominando una rama de la ciencia tras otra, mientras se hallan empeñados en la obra de predicar la verdad. Momentos de oro son desperdiciados en conversaciones sin importancia, en la inactividad y en hacer cosas de poca consecuencia; momentos que deben ser usados todos los días en tareas útiles que nos ayudarán a acercarnos a la norma elevada. TM 194 1 Los hombres que se presentan ahora ante el pueblo como representantes de Cristo tienen generalmente más capacidad que educación, pero no usan sus facultades para sacar el mayor provecho de su tiempo y oportunidades. Si hubieran empleado las energías que Dios les dio, casi todos los pastores podrían ser no solamente eficientes en lectura, redacción y gramática, sino aun en idiomas. Es esencial que se fijen un blanco elevado. Pero han tenido poca ambición y no han puesto a prueba sus facultades para alcanzar una norma elevada de conocimientos generales y en cuanto a las cosas religiosas. TM 194 2 Nuestros ministros tendrán que rendir cuenta a Dios por el enmohecimiento de los talentos que él les ha dado para que los desarrollaran mediante el ejercicio. Podrían haber hecho inteligentemente diez veces más obra si se hubieran interesado en llegar a ser gigantes intelectuales. Toda su experiencia en su elevada vocación es empequeñecida porque se contentan con permanecer donde están. Sus esfuerzos por adquirir conocimiento no obstaculizarán en lo más mínimo su crecimiento espiritual si estudian con motivos correctos y blancos adecuados. Necesidad de obreros TM 194 3 Se necesitan obreros en todo el mundo. La verdad de Dios ha de ser llevada a los países extranjeros, para que los que se hallan en tinieblas puedan ser iluminados. Ha de hacerse una obra que califique a los estudiantes para ser colaboradores de Dios. TM 195 1 Dios requiere que se manifieste en este sentido un celo infinitamente mayor. Como pueblo estamos en algunos respectos muy atrasados en la obra misionera. No estamos haciendo ni la vigésima parte del bien que podríamos hacer en el desempeño de nuestras responsabilidades porque el egoísmo prevalece en extenso grado entre nosotros. Algunos envidian a los demás temiendo que se los va a estimar más que a ellos mismos. TM 195 2 Se necesitan ahora intelectos cultivados en todos los sectores de la obra de Dios, pues los novicios no pueden hacer en forma aceptable la obra de revelar el tesoro escondido que enriquece a las almas. Dios ha establecido que las escuelas sean instrumentos que preparen obreros para Jesucristo de los cuales no tenga que avergonzarse, y este objetivo debe tenerse siempre presente. Aun no se ha vislumbrado la altura que el hombre puede alcanzar mediante la educación adecuada. La mayoría de nuestros hombres tienen talentos superiores al promedio. Si sus facultades fueran puestas en uso, tendríamos veinte ministros donde ahora hay uno solo. Se educarían también médicos para batallar contra la enfermedad. TM 195 3 Ciudades y pueblos están empapados en el pecado, pero hay Lots en cada Sodoma. El veneno del pecado está actuando en el corazón de la sociedad. Dios pide reformadores que se levanten en defensa de las leyes que él ha establecido para gobernar el organismo y para mantener una norma elevada en la educación de la mente y el corazón. El cultivo del corazón TM 195 4 Hay peligro de que una minuciosidad farisaica embargue las mentes con formas y costumbres mundanas, a las cuales en muchos casos se adjudique gran importancia, haciendo un mundo de un átomo y un átomo de un mundo. La gracia de Cristo con su influencia purificadora y ennoblecedora hará más por nosotros que toda la educación mundana relativa a la etiqueta que se considera tan esencial. Para muchas personas las cosas externas de la religión lo son todo; sin embargo es evidente que no poseen la genuina cortesía, la única que es de valor ante Dios. Si se les habla acerca de sus faltas, tienen tan poca cortesía cristiana que pierden de vista la sagrada investidura del ministro, a quien Dios ha enviado con su mensaje de amonestación, en el esfuerzo que hacen por criticar su actitud, sus gestos y sus frases. Se creen modelos de sabiduría, pero no hacen caso a las palabras de Dios que proceden de los atrios del cielo. Dios dice a los tales que tendrán que hacerse necios a fin de conocer la verdadera sabiduría de Cristo. TM 196 1 Se me mostró que nuestro colegio fue destinado por Dios a realizar la grande y buena obra de salvar almas. Sólo cuando se los coloca bajo el pleno dominio del Espíritu de Dios los talentos de un individuo son utilizados al máximo. Los preceptos y principios de la religión son los primeros pasos en la adquisición del conocimiento y constituyen la misma base de la verdadera educación. El conocimiento y la ciencia deben ser vivificados por el Espíritu de Dios a fin de servir los más nobles propósitos. Solamente el cristiano puede hacer el debido uso del conocimiento. La ciencia, para que pueda ser plenamente apreciada, debe ser considerada desde el punto de vista religioso. Entonces todos adorarán al Dios de la ciencia. El corazón ennoblecido por la gracia de Dios puede comprender mejor el verdadero valor de la educación. Los atributos de Dios que se observan en sus obras creadas, pueden ser apreciados únicamente conociendo al Creador. Los maestros no deben estar familiarizados sólo con la teoría de la verdad, sino que deben tener un conocimiento experimental del camino de la santidad a fin de conducir a los jóvenes a las fuentes de la verdad, al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El conocimiento es poder únicamente cuando está unido con la verdadera piedad. Será noble el alma que se haya vaciado del yo. Cristo morando en el corazón por la fe nos hará sabios a la vista de Dios. La recepción de donativos 30 de enero de 1895 TM 197 1 Preguntáis si es correcto recibir donativos de los mundanos.[veasé el Apéndice.] La pregunta no es extraña; pero yo os preguntaría: ¿Quién posee nuestro mundo? ¿Quién es el verdadero dueño de las casas y las tierras? ¿No es acaso Dios? El tiene en nuestro mundo, y ha colocado en las manos de los hombres, una abundancia de recursos con los cuales recibirían alimento los hambrientos, vestido los desnudos y un techo quienes no lo tienen. El Señor induciría a hombres mundanos, aun idólatras, a dar de su abundancia para el sostén de la obra si nos acercáramos a ellos con sabiduría y les diéramos la oportunidad de hacer aquello que tienen el privilegio de realizar. Nosotros tendríamos el privilegio de recibir lo que ellos podrían dar. TM 197 2 Debiéramos relacionarnos con los potentados, y ejerciendo la sabiduría de la serpiente y la sencillez de la paloma, recibiríamos sus favores porque Dios los induciría a hacer muchas cosas en beneficio de su pueblo. Si las personas indicadas les presentaran en forma adecuada a los que tienen medios e influencia las necesidades de la obra de Dios, estos hombres podrían hacer mucho para el progreso de la causa de Dios en nuestro mundo. Nos hemos privado de privilegios y ventajas cuyo beneficio podríamos haber tenido porque escogimos subsistir independientes del mundo. Pero no necesitamos sacrificar un solo principio de la verdad al paso que aprovechamos toda oportunidad que se nos presenta para hacer progresar la causa de Dios. TM 198 1 El Señor quiere que su pueblo esté en el mundo, pero que no sea del mundo. Sus hijos deben tratar de presentar la verdad a las personas encumbradas para que tengan la oportunidad de recibir y pesar las evidencias. Hay muchos que no tienen luz ni información, y como individuos tenemos una obra seria, solemne y sabia que realizar. Hemos de sentir aflicción de alma por los que se hallan en puestos encumbrados, e ir a ellos con la generosa invitación para asistir a la fiesta de bodas. Podría haberse hecho mucho más de lo que se hizo hasta ahora por estas personas. El último mensaje que Cristo dio a sus discípulos antes que fuera quitado de ellos y arrebatado al cielo, fue el mandato de llevar el Evangelio por todo el mundo, acompañado por la promesa del Espíritu Santo. El Señor dijo: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra". TM 198 2 "De Jehová es la tierra y su plenitud". "Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos". "Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud". La preocupación por las almas TM 198 3 Hay una gran obra que hacer en la tierra, y el Señor Jesús ha convertido a los hombres en socios con él, a fin de que los agentes celestiales puedan cooperar con los agentes humanos. Cristo experimentó aflicción de alma por la redención del mundo, y los colaboradores de Dios son representantes de Cristo ante nuestro mundo y tendrán compasión por los perdidos, y sentirán aflicción de alma por la redención de los hombres. A menos que la iglesia despierte y atienda su puesto del deber, Dios le cargará la pérdida de las almas a su cuenta. Tengo profundo interés de que la obra de Dios avance. TM 199 1 Se les pide a los escogidos de Dios que multipliquen iglesias dondequiera que puedan tener éxito en la tarea de traer almas al conocimiento de la verdad. Pero el pueblo de Dios nunca ha de concentrarse en una gran comunidad como lo ha hecho en Battle Creek. Los que saben lo que significa sentir aflicción de alma nunca lo harán, porque sentirán la carga que Cristo llevó por la salvación de los hombres. El espíritu de sabiduría TM 199 2 Todos los que son elegidos de Dios cultivarán sus facultades intelectuales. Jesús vino para ejemplificar el carácter del Padre, y envió a sus discípulos al mundo para ejemplificar el carácter de Cristo; nos ha dado su Palabra para señalar el camino de la vida, y ha prometido dar eficiencia mediante el poder del Espíritu Santo a nuestra predicación de esa Palabra. ¿Hay necesidad, entonces, de andar en la incertidumbre, afligiéndose de que no se conoce o no se experimenta la obra del Espíritu Santo en el corazón? ¿Tenéis hambre y sed de ser instruidos en justicia? Entonces podéis estar seguros de que seréis saciados. "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna". TM 199 3 El Señor quiere que tengamos el espíritu de sabiduría celestial. ¿Nos sentimos impulsados todos a orar al Señor humilde y fervientemente, como lo exigen nuestras necesidades, importunándolo en procura del espíritu de sabiduría? ¿Oramos diciendo: "Muéstrame los secretos que no conozco, enséñame tú"? ¡Ojalá asciendan oraciones humildes y fervorosas que salgan de labios sinceros reclamando el consejo que viene de Dios! El Señor dice: "Mío es el consejo, y mía es la sabiduría". Tiempos solemnes TM 200 1 Tiempos solemnes y graves se avecinan y las perplejidades aumentarán hasta el mismo fin del tiempo. Puede haber un pequeño respiro, pero no será por mucho tiempo. Tengo que escribir cartas que deben salir en el próximo correo a Battle Creek. Nuestros hermanos allá no están considerando todas las cosas en la debida luz. Las medidas que han tomado para pagar impuestos [veasé el Apéndice.] sobre la propiedad del sanatorio y del tabernáculo han revelado un celo y una escrupulosidad faltos de toda sabiduría y justicia. Sus ideas acerca de la libertad religiosa están mezcladas con sugestiones que no vienen del Espíritu Santo y la causa de la libertad religiosa está languideciendo, y su enfermedad puede solamente ser sanada por la gracia y la bondad de Cristo. TM 200 2 Los corazones de los que defienden esta causa deben llenarse del espíritu de Jesús. Solamente el Gran Médico puede aplicar el bálsamo de Galaad. Lean estos hombres el libro de Nehemías con corazones humildes tocados por el Espíritu Santo, y sus falsas ideas serán modificadas, se verá cuáles son los principios correctos, y el actual orden de cosas cambiará. Nehemías oró al Señor por ayuda, y Dios escuchó su plegaria. El Señor obró en los reyes paganos para que vinieran en su ayuda. Cuando sus enemigos trabajaron celosamente contra él, el Señor empleó a reyes para realizar su propósito y contestar las muchas oraciones que ascendían a él en procura de la ayuda que tanto necesitaban. Actitudes extremas TM 201 1 A menudo estoy sumamente afligida cuando veo a nuestros dirigentes asumir actitudes extremas, y afrontar problemas que no les incumben y que debieran ser dejados en manos de Dios para que él los arregle. Estamos todavía en el mundo, y Dios nos asigna un lugar en relación con el mundo y obra con su propia diestra para preparar el camino delante de nosotros a fin de que su obra progrese en sus diversos ramos. La verdad debe tener un lugar permanente, y el estandarte de la verdad ha de ser levantado en muchos lugares en regiones lejanas. TM 201 2 Estad seguros de que Dios no ha encargado a los que permanecen lejos de esos campos de labor extranjeros que critiquen a los que se hallan en el lugar donde la obra se realiza. Los que no están allí no saben nada acerca de las necesidades de esa región y si no pueden decir nada para ayudar a los que están en ese lugar, no obstaculicen la tarea, antes bien muestren su sabiduría por la elocuencia del silencio, y ayuden en la obra que está más cerca de ellos. Afirmo que cuando ventilan sus ideas con respecto a los campos de labor del extranjero, el celo que manifiestan no está de acuerdo con la sabiduría. TM 201 3 Dejad que el Señor trabaje con los hombres que están en esos lugares. Los que no se encuentran allí, anden humildemente con Dios, no sea que se salgan de su lugar y se desorienten. El Señor no ha encargado que critiquen la obra a los que han asumido esa tarea, ni les da la sanción de su Santo Espíritu. Muchos actúan de acuerdo con su propio juicio humano, y celosamente tratan de arreglar cosas que Dios no ha colocado en sus manos. Mientras estemos en el mundo, hemos de realizar una obra especial por el mundo; el mensaje de amonestación ha de ir a todos los países, lenguas y pueblos. TM 202 1 El Señor no induce a sus obreros a conducirse de tal modo que el tiempo de angustia sobrevenga antes de tiempo. No erijan ellos una pared que los separe del mundo al presentar sus propias ideas y conceptos. Hay ahora demasiado de esto entre nosotros. El mensaje de amonestación no ha alcanzado a gran número de personas en las ciudades que están más a mano, y el determinar cuántos hay en Israel no es la tarea que Dios nos ha confiado. Han de recibirse y hacerse favores TM 202 2 Mientras estemos en este mundo y el Espíritu de Dios esté luchando con el mundo, hemos de recibir y hacer favores. Debemos dar al mundo la luz de la verdad como se la presenta en las Sagradas Escrituras, y hemos de recibir de los hombres lo que Dios los induce a hacer en favor de su causa. El Señor todavía actúa en corazones de reyes y gobernantes en favor de su pueblo, y conviene que los que están tan profundamente interesados en el asunto de la libertad religiosa no rechacen ningún favor, o dejen de aceptar la ayuda que Dios ha inducido a los hombres a dar para el progreso de la causa. TM 202 3 Encontramos ejemplos en la Palabra de Dios concernientes a este mismo asunto. Ciro, rey de Persia, lanzó una proclama por todo su reino, y la puso por escrito, diciendo: "Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel". Se promulgó un segundo mandato por parte de Darío para la edificación de la casa del Señor, que está registrado en el capítulo seis de Esdras. TM 203 1 El Señor Dios de Israel ha colocado bienes en manos de los no creyentes, pero éstos han de ser usados para realizar las obras que deben hacerse por un mundo caído. Los agentes por cuyo intermedio nos llegan estos donativos, pueden abrir caminos para el avance de la verdad. Quizá no tengan simpatía por la obra ni fe en Cristo, ni practiquen sus palabras; pero no por eso han de ser rechazados sus donativos. TM 203 2 Es muy extraño que algunos de nuestros hermanos sientan que es su deber actuar de tal manera que queden bloqueados los medios que el Señor hubiera liberado. Dios no les ha encargado que se pongan en conflicto con las autoridades y poderes del mundo en cuanto a esto. La poderosa mano de Dios aún no se ha retirado de la tierra. Esperen los dirigentes de la obra el tiempo oportuno, escóndanse en Cristo y actúen con gran sabiduría. Sean sabios como serpientes y sencillos como palomas. Se me ha mostrado reiteradamente que podríamos recibir muchos más favores de muchas maneras si nos aproximáramos a los hombres con sabiduría, los pusiéramos al tanto de nuestra obra y les diéramos la oportunidad de realizar por el progreso de la obra de Dios aquello que es nuestro privilegio inducirlos a hacer. La actividad de nuestras iglesias TM 204 1 Necesitamos romper la monotonía rutinaria que prevalece en los servicios religiosos de nuestras iglesias. Debe introducirse la levadura de la actividad para que los miembros de nuestras iglesias trabajen según nuevos lineamientos e ideen nuevos métodos. El poder del Espíritu Santo actuará en los corazones cuando esta monotonía muerta y sin vida sea quebrantada, y comiencen a trabajar con fervor muchos que nunca habían pensado en ser otra cosa que espectadores ociosos. Una iglesia que trabaja en la tierra está relacionada con la iglesia que trabaja en el cielo. Dios trabaja, los ángeles trabajan y los hombres deben trabajar por la conversión de las almas. Deben realizarse esfuerzos para hacer algo mientras el día dura, y la gracia de Dios se revelará para que las almas sean salvadas para Cristo. Por doquiera hay almas que perecen en sus pecados, y Dios dice a cada alma creyente: Apresúrate a ayudarlas con el mensaje que yo te daré. Economía en el hogar TM 204 2 El Señor hizo de los hombres sus agentes, y con el corazón lleno del amor de Jesús, han de cooperar con él en hacer que los hombres se vuelvan del error a la verdad. Dios bendice la tierra con el sol y la lluvia. El hace que la tierra produzca sus abundantes tesoros para utilidad del hombre. El Señor ha hecho del hombre su intermediario para que dispense sus dones celestiales trayendo almas a la verdad. ¿Quieren saber mis hermanos en Estados Unidos cómo los alcanzó la verdad salvadora cuando ellos estaban en las tinieblas? Hombres y mujeres traían sus diezmos y ofrendas a Dios, y a medida que los medios llenaban la tesorería, se enviaban hombres a otras partes para hacer progresar la obra. TM 205 1 Este mismo proceso debe repetirse si hemos de alcanzar hoy las almas que están en las tinieblas. Sin embargo, he visto que hay muchos que retienen sus diezmos en forma total, y otros retienen una parte, aunque la gran obra misionera aumenta de año en año. Debemos aprender a economizar en los gastos de nuestra casa. No debe incurrirse en ningún gasto innecesario; porque nos enteramos de muchos casos de indigencia, desgracias, pobreza y miseria de toda descripción, y somos llamados a ayudar a los necesitados y afligidos. Debemos velar porque sean atendidos los que necesitan alimento y vestido, y que los que tienen pobreza de alma conozcan la bondad de la salvación. Fervor en la obra TM 205 2 Cuando nos empeñamos con fervor en la obra, trabajando según nuestras diversas habilidades, Dios se manifiesta a nosotros y nos da gracia sobre gracia. Una iglesia activa y afanosa por las almas será una iglesia que ore, una iglesia que crea, y una iglesia que reciba. Una iglesia cuyos miembros sean hallados sobre sus rodillas ante Dios, suplicando su misericordia, buscándolo diariamente, es una iglesia que se alimenta del pan de vida y que bebe las aguas de vida. En ellos se realizará la promesa: "Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará". La actividad cristiana, llevada a cabo con celo perseverante, traerá grandes resultados. Habrá una experiencia amplia en el amor, y los agentes humanos tendrán puntos de vista elevados en cuanto a lo que Dios quisiera hacer por medio de ellos mientras ocupan su puesto de deber. Entonces la iglesia se levantará y resplandecerá, comprendiendo que la gloria de Jehová ha nacido sobre ella y que las tinieblas se están disipando. TM 205 3 El éxito misionero estará en proporción con el esfuerzo sincero y cabalmente consagrado. Cada alejamiento del verdadero esfuerzo misionero, cada rechazo del espíritu misionero ha producido una reacción en la iglesia y se ha manifestado una declinación de la espiritualidad. Pero todo esfuerzo ferviente hecho en los diferentes aspectos de la obra misionera ha traído salud espiritual a la iglesia, y no sólo ha aumentado la feligresía, sino el santo celo y la alegría de la iglesia. TM 206 1 El pueblo de Dios que guarda los mandamientos afrontará en lo sucesivo una situación sumamente penosa; pero todos los que hayan andado en la luz, y hayan difundido la luz, verán que Dios interviene en su favor. Cuando la situación parezca insoportable, el Señor revelará su poder a sus fieles. Cuando la nación por la cual Dios ha obrado de una manera tan maravillosa, y a la cual ha protegido con el escudo de la Omnipotencia, abandone los principios protestantes y por medio de su legislatura dé protección y sostén al romanismo para limitar la libertad religiosa, entonces Dios actuará con su propio poder en favor de sus hijos. La tiranía de Roma será ejercida, pero Cristo será nuestro refugio. Sacrificio abnegado TM 206 2 Muchos ya han estado dormitando por demasiado tiempo. Mientras algunos han trabajado asiduamente con incesante energía, otros han actuado como espectadores prontos a hacer observaciones y críticas con respecto a los métodos y los resultados. Siempre están dispuestos a criticar aunque nunca han ejercitado su mente para elaborar algún plan por el cual almas preciosas pudieran ser salvadas para Cristo. Están listos para encontrar faltas en aquellos que hacen algo. Cuando estas almas indolentes se despiertan y dan algunas señales de estar conscientes, se muestran decepcionados si no les encuentran de inmediato lugares agradables en la obra. Les resulta muy chocante encontrar que no puede hacerse nada sin esfuerzo penoso y abnegado y sin crucificar al yo. Esperan el éxito y piensan que deben tener la misma clase de éxito que tuvieron los apóstoles en el día de Pentecostés. Este éxito lo tendrán cuando pasen por la experiencia de la humildad, la abnegación y el sacrificio, como los apóstoles. Cuando como los apóstoles eleven fervientes súplicas que salgan de corazones quebrantados, contritos y creyentes, entonces la misma proporción de éxito coronará sus labores. "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados". "Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra". Obra misionera TM 207 1 El espíritu de la obra misionera se conoce poco entre nosotros, y su manifestación se necesita grandemente en todo ramo de la obra. Una porción de la iglesia ha comenzado a manifestar alguna actividad en la labor misionera. Pero si no nos despertamos en forma más general y plena, los que no conocen la verdad para este tiempo avanzarán antes que nosotros, y nos bloquearán el camino. TM 207 2 ¿Cuánto tiempo se requerirá para despertar a los perezosos que durante años han remoloneado en Battle Creek? ¿Cuándo llegarán a ser testigos fieles para Dios? ¿Cuánto tiempo pasará antes que lleven el yugo de Cristo? ¿Cuánto tiempo se dedica cada día a adorar a Dios? ¿Cuántos tienen breves períodos para la contemplación y la oración ferviente? ¿Cuántos se han educado a sí mismos en hábitos de economía, de manera que puedan tener donativos y ofrendas para la casa del Señor? ¿Cuántos han sentido expandirse sus corazones por el ejercicio práctico de la dadivosidad? ¿Cuántos han hecho fervientes esfuerzos para inspirar a otros a trabajar por el Maestro? El trabajar con éxito en el lugar donde uno está requerirá un espíritu, una fe y una perseverancia inquebrantables. Nadie está inactivo en el cielo, y en las mansiones de los bienaventurados no entrará nadie que no haya manifestado amor a Cristo, y que no se haya esforzado por la salvación de los demás. TM 208 1 ¿Quién puede decir la obra que podría haberse realizado en nuestras iglesias, si los que abrazaron la verdad no hubieran dejado esas iglesias débiles para venir a aglomerarse a Battle Creek? Si todos nuestros hermanos hubieran sido fieles siervos de Cristo, diligentes y temerosos de Dios, y hubieran empeñado sus esfuerzos para abarcar con su influencia todo lo que pudieran en el lugar donde estaban, ¡cuántas almas podrían haberse salvado! Una velita encedida en un lugar habría sido el medio para encender muchas otras, y el resultado habría sido que la voz de la alabanza y la acción de gracias se habría escuchado, y muchos habrían dicho: "¡Lo que ha hecho Dios! El ha obrado mucho más abundantemente de lo que hemos pedido o entendido". Dependencia directa de Dios TM 208 2 No es el plan de Dios que algún hombre, o algún grupo de hombres, presuman que Dios los ha convertido en conciencia para sus hermanos, o manifiesten un espíritu autoritario para dominar a los obreros delegados por el Señor, haciendo peligrar así la seguridad tanto de la herencia del Señor como de la suya propia, y retardando el avance de la obra de Dios. El Señor no se limita a un solo hombre, o a un grupo de hombres, para realizar su obra; sino que dice de todos: Vosotros sois "colaboradores de Dios". Esto significa que toda alma creyente debe tener una parte que hacer en su sagrada obra, y todo individuo que cree en Jesucristo ha de ser para el mundo un símbolo de la suficiencia de Cristo; ha de presentar a su iglesia las más elevadas leyes del mundo futuro e inmortal, y en obediencia a los incomparables mandatos del cielo, ha de revelar la profundidad de un conocimiento independiente de las elucubraciones humanas. TM 209 1 El Señor debe ser creído y servido como el gran "YO SOY", y debemos confiar sin reservas en él. No promulguen los hombres leyes que tomen el lugar de la ley de Dios. Nunca enseñéis a los hombres a mirar a los hombres, a confiar en los hombres, porque la sabiduría humana no es suficiente para decidir si tienen derecho a ocuparse en la obra del Señor. Cuando Dios confía una obra a ciertos individuos, los hombres no deben rechazar su decisión. La interferencia humana no debe impedir el desarrollo de los planes de Dios; sin embargo, esto se ha hecho una y otra vez. TM 209 2 Si la iglesia en la tierra ha de asemejarse a un templo, edifíquesela según el modelo mostrado en el cielo y no según el genio del hombre. El ingenio del hombre a menudo contrarresta los planes divinos. La áurea vara de medir no ha sido colocada en las manos de ningún hombre o grupo de hombres finitos, cualesquiera sean su posición o vocación, sino que está en las manos del Arquitecto celestial. Si los hombres no se entrometen en los planes de Dios, y le permiten actuar sobre la mente y el carácter, edificándolos de acuerdo con el plan divino, se realizará una obra que soportará las pruebas más severas. ------------------------Capítulo 9--Obreros dirigidos por Dios Dios, el principal obrero TM 210 1 Los tiempos son cada vez más duros, y es difícil obtener dinero, pero Dios nos abrirá el camino por medio de fuentes ajenas a nuestro pueblo. No me explico por qué algunos se oponen a que recibamos donativos de parte de aquellos que no son de nuestra fe. Sólo pueden hacerlo asumiendo puntos de vista extremos y haciendo objeciones que no están autorizados a hacer. Este mundo es de Dios, y si Dios puede guiar a los agentes humanos de tal manera que entremos en posesión del terreno que ha estado en poder del enemigo, para que el mensaje sea proclamado en regiones lejanas, ¿bloquearán los hombres el camino con sus nociones estrechas? Esta escrupulosidad es cualquier cosa menos saludable. El Espíritu Santo no induce a los hombres a seguir una conducta tal. TM 210 2 Sean todos cuidadosos acerca de cómo se interponen a sí mismos entre Dios, el gran Obrero Principal, y su pueblo. Deberíamos ver y reconocer las obras de su providencia e inclinarnos ante su autoridad. Atienda todo mensajero de Dios su tarea específica y no se apresure a hacer una obra que sólo responde a su propia sabiduría y planeamiento. Acudan los mensajeros del Señor al propiciatorio a fin de recibir sabiduría y gracia para conocer a Dios y comprender la forma en que obra. El conocimiento de Dios les dará mentes equilibradas y sano juicio para que no se muevan en forma impulsiva en este tiempo importante y crítico de la historia de la tierra. Debida consideración TM 210 3 No es la voluntad de Dios que algunos de sus siervos se muevan en forma precipitada y tengan opiniones estrechas. El quiere que esperen pacientemente y manifiesten debida consideración. Todo paso debe ser dado con juicioso cuidado y después de mucha oración. Entonces nuestros hermanos tendrán una experiencia más ecuánime y tranquila, y podrán ser de mayor beneficio al pueblo, porque la gloria del Señor será su retaguardia. TM 211 1 Nuestra única seguridad consiste en buscar constantemente la sabiduría de Dios, en ponderar cuidadosamente todo asunto con mucho temor y temblor, no sea que introduzcamos en la obra no la luz del cielo sino la debilidad del hombre. Pero el Señor ha prometido dar luz a los que lo buscan con todo el corazón. Si tan sólo confiamos en Dios pacientemente y con oración, no siguiendo nuestros propios planes impetuosos, él guiará nuestras decisiones y abrirá muchas puertas de esperanza y de trabajo. TM 211 2 El gran General de los ejércitos dirigirá todas las batallas para el avance de su causa. El será el guía de su pueblo en los peligrosos conflictos que le esperan si los subdirigentes y los subpastores realizan su obra asignada y escuchan la voz que dice: "Este es el camino, andad por él"; "el que me sigue, no andará en tinieblas". ¡Qué gran consuelo debe ser esta promesa para nosotros! Podemos andar en luz como él está en luz. TM 211 3 Asegúrense perfectamente los hombres a quienes Dios ha confiado grandes responsabilidades de que están siguiendo a su gran Director, Cristo, y no los impulsos de su propio temperamento. Estaremos seguros solamente cuando nos consagremos a Dios y miremos a Jesús, anhelando con fervor realizar el plan divino. Los hombres pueden seguir muchos tipos de luz, pero hay solamente una Luz segura para seguir. Aseguraos de que estáis siguiendo a Jesús por dondequeira que va. Nadie corra delante de Cristo, sino que espere la orden: "Sígueme". Desconfíen nuestros dirigentes de su propio consejo, de sus propias imaginaciones ambiciosas. No presuman que las teas que ellos mismos encendieron son la verdadera luz, no sea que después de un tiempo encuentren que en lugar de seguir la estrella guiadora celestial, están siguiendo a un dirigente inseguro. Dios dirige su obra TM 212 1 Me aflijo al ver a hombres que tratan de señalar la conducta precisa que deben seguir los misioneros en los países lejanos. Debemos dejar los asuntos más en manos de Aquel a quien profesamos seguir, para que él actúe por medio de sus agentes señalados como lo vea conveniente. No debemos pensar que todas las cosas han de colocarse bajo la jurisdicción de unos pocos hombres finitos que necesitan recurrir constantemente a Dios para obtener sabiduría y no cometer graves desatinos. No es el propósito del Señor que todas las cosas estén centralizadas en Battle Creek. [veasé el Apéndice.] El quisiera que los hombres se hicieran a un lado y no sintieran que la obra de Dios depende totalmente de ellos y que todo problema debiera ser referido a su juicio. Me resulta difícil expresar lo que deseo, pero en el nombre del Señor levanto la señal de peligro. Los hombres responsables deben temer y temblar por sí mismos. No deben sentirse competentes para adelantarse a Aquel que dijo: "Sígueme". Dios no se agrada de que los hombres en países distantes tengan que esperar antes de aventurarse a tomar una determinación. Debemos creer en el poder del Señor para guiar, por-sabiduría y comprensión a sus representantes en toque él tiene el comando de su propia obra. El dará das partes de su gran viña. El dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto". Quiero decirles a mis hermanos de Battle Creek: El Señor no necesita enviar sus órdenes a sus mensajeros que están en todas partes del mundo por medio de Battle Creek. El no ha colocado esta responsabilidad sobre todos los que se arrogan el derecho de decir a los obreros del Señor: "Haz esto", y "No hagas aquello". Dios es deshonrado cuando los hombres son inducidos a depender tanto de Battle Creek. TM 213 1 La gente de cada país tiene sus propias características peculiares y distintivas y es necesario que los hombres sepan adaptarse a las ideas peculiares de los habitantes e introducir de tal manera la verdad que puedan hacerles bien. Deben ser capaces de comprender sus necesidades y hacerles frente. Surgirán circunstancias que demanden acción inmediata, y será necesario que aquellos que se encuentran en el lugar atiendan el interés y hagan lo que debe ser hecho bajo la dirección del Espíritu Santo. Si esperaran, en un tiempo de crisis, que viniera de Battle Creek la indicación de lo que deben hacer, perderían mucho. Los hombres que manejan la obra deben ser fieles mayordomos de la gracia de Dios. Deben ser hombres de fe, y deben ser animados a depender de Dios y a confiar en él. La organización de Dios TM 213 2 Estudien los obreros de Dios el capítulo sexto de Isaías y los primeros dos capítulos de Ezequiel. TM 213 3 La rueda dentro de otra rueda, la semejanza de criaturas vivientes relacionadas con ellas, todo le parecía al profeta intrincado e inexplicable. Pero la mano de la sabiduría infinita se ve entre las ruedas, y el orden perfecto es el resultado de su obra. Cada rueda trabaja en perfecta armonía con cada una de las demás. TM 213 4 Se me ha mostrado que los instrumentos humanos buscan demasiado poder y tratan de controlar la obra ellos mismos. Dejan a Jehová Dios, el Obrero Poderoso, demasiado fuera de sus métodos y planes y no le confían todas las cosas con respecto al progreso de la obra. Nadie debe imaginarse que está en condiciones de manejar estas cosas que pertenecen al gran YO SOY. Dios en su providencia está preparando un camino para que la obra pueda ser realizada por agentes humanos. Ocupe, pues, todo hombre su puesto del deber a fin de hacer la parte que le toca en este tiempo, sabiendo que Dios es su instructor. TM 214 1 En la toma de Jericó, Jehová Dios de los ejércitos era el general de las huestes de Israel. El hizo el plan para la batalla y llamó a agentes celestiales y humanos a participar en la obra, pero ninguna mano humana tocó los muros de Jericó. Dios dispuso las cosas de tal manera que el hombre no pudiera atribuirse ningún crédito por la victoria. Sólo Dios debía ser glorificado. Así debe ser en la obra en la cual estamos empeñados. La gloria no ha de ser dada a los agentes humanos; sólo el Señor ha de ser magnificado. Leed con todo cuidado el tercer capítulo de Ezequiel. Debemos aprender a depender enteramente de Dios y recordar siempre que el Señor Dios necesita de todo agente que sostenga la verdad en justicia. Como obreros por Cristo, debemos proclamar al mundo, de pie frente a la cruz del Calvario: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Hemos de proclamar el mensaje del tercer ángel con nuestras voces humanas, y ha de ir al mundo con poder y gloria. TM 214 2 Cuando los hombres dejen de depender de los hombres, cuando hagan de Dios su eficiencia, se manifestará más confianza mutua. Nuestra fe en Dios es sumamente débil y nuestra confianza mutua es demasiado exigua. TM 214 3 Cristo sopló sobre sus discípulos y dijo: "Recibid el Espíritu Santo". Cristo es representado por su Santo Espíritu hoy en día en todas partes de su gran viña. El dará la inspiración de su Santo Espíritu a todos los de corazón contrito. TM 215 1 Dependamos más de la eficiencia del Espíritu Santo, y menos de los agentes humanos. Lamento decir que por lo menos algunos no han dado evidencia de haber aprendido la lección de la mansedumbre y la humildad en la escuela de Cristo. No permanecen en Cristo, no tienen relación vital con él. No son dirigidos por la sabiduría de Cristo mediante la entrega de su Santo Espíritu. Os pregunto: ¿Cómo podemos tener a estos hombres por jueces infalibles? Pueden ocupar puestos de responsabilidad, pero están viviendo lejos de Cristo. No tienen la mente de Cristo y no aprenden diariamente de él. Sin embargo, en algunos casos se confía en su juicio, y su consejo es considerado como sabiduría de Dios. TM 215 2 Cuando los agentes humanos escogen la voluntad de Dios y se conforman al carácter de Cristo, Jesús actúa por medio de los órganos y facultades de ellos. Ponen a un lado todo orgullo egoísta, toda manifestación de superioridad, toda exigencia arbitraria, y manifiestan la humildad y la mansedumbre de Cristo. No son ya ellos mismos los que viven y actúan, sino que es Cristo el que vive y actúa por medio de ellos. Entienden las preciosas palabras de la oración del Salvador: "Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado". TM 215 3 Dios quiere que todo individuo mire menos a lo finito, que dependa menos de los hombres. Tenemos consejeros que dan evidencia de que no conocen la gracia de Cristo y no entienden la verdad como es en Jesús. Los colaboradores de Dios tienen una opinión humilde de sí mismos. No son jactanciosos, no tienen suficiencia propia, no se ensalzan a sí mismos. Son longánimes, bondadosos, llenos de misericordia y buenos frutos. La ambición humana ocupa una posición subordinada en ellos. La justicia de Cristo los precede, y la gloria del Señor es su retaguardia. Juntas de consejo TM 216 1 Al dar consejos con respecto al progreso de la obra, ningún individuo debe ser el poder dominante, la voz del conjunto, a menos que sea evidente para todos que el consejo dado es el correcto. Todos los métodos y planes han de ser cuidadosamente considerados, de manera que todos comprendan los méritos relativos a cada uno y decidan cuál será el mejor para ser seguido en la obra misionera que ha de ser hecha en los campos que se abren ante nosotros. Será bueno no solamente considerar los campos a los cuales el deber parece llamarnos, sino las dificultades que han de hallarse. Las juntas designadas para dar consejo, hasta donde sea posible, deben hacer que el pueblo entienda sus planes para que el juicio de la iglesia pueda apoyar sus esfuerzos. Muchos de los miembros de la iglesia son juiciosos y tienen muchas otras excelentes cualidades mentales. Es propio que ejerzan su sabiduría, para que otros despierten a la realidad de las grandes cuestiones que deben ser consideradas. Muchos pueden tomar conciencia de que deben tener una comprensión más profunda de la obra de Dios. TM 216 2 Algunos están convencidos de que están muy atrasados en su conocimiento del mensaje, pero Dios ayudará a los que fervientemente le pidan sabiduría. Nadie acude jamás en vano a su propiciatorio. Debemos buscar fervientemente la sabiduría que es de lo alto comprendiendo que hay almas que perecen por falta de la Palabra de vida y que el reino de Cristo ha de ser extendido. Hombres y mujeres de mentes nobles aún han de ser añadidos al número de aquellos de quienes se dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros... para que vayáis y llevéis fruto". Cómo obtener los fondos necesarios TM 217 1 Desde el comienzo de nuestra obra misionera, hemos estado muy perplejos por saber cómo podríamos conseguir los fondos adecuados para sostener empresas misioneras en los campos que la providencia ha abierto ante nosotros. La obra misionera ha de ser ampliamente extendida, y los que creen la verdad no deben usar sus medios para comprar lo innecesario. No hemos de estudiar nuestra conveniencia sino más bien nuestras necesidades. Tendremos que ceñirnos a nuestras necesidades a fin de que haya medios en la tesorería para levantar el estandarte de la verdad en nuevos territorios. TM 217 2 Buscad a Dios; creed en Aquel que tiene recursos infinitos. Si obramos sabiamente, colocando nuestra capacidad en la obra, la buena mano de Dios será sobre nosotros. Debemos hacer avanzar la obra, sin esperar que haya fondos en la tesorería antes que la emprendamos. No permita Dios que cuando su providencia nos llama a entrar en los campos blancos para la siega, nuestros pasos sean retardados por el clamor: "Nuestra tesorería está exhausta. No tenemos medios para sostener a los obreros que ya están en el campo, y es imposible ampliar nuestras operaciones". TM 217 3 Agradecemos a Dios porque nuestras escuelas sabáticas han contribuido bastante para hacer avanzar empresas preciosas. Los niños y los jóvenes han dado sus centavos, que como riachuelos han formado una corriente de beneficencia. Los niños deben ser educados de tal manera que realicen actos abnegados, que el cielo se regocijará de ver. Cuando el rocío de su tierna edad está sobre ellos, ha de enseñarse a los niños cómo servir a Crísto. Debe enseñárseles la abnegación. TM 218 1 Los campos cercanos y lejanos pertenecen a Dios pues el mundo es suyo. La propiedad terrenal de Dios ha sido usurpada, pero él abrirá un camino de manera que la verdad sea presentada en los rincones oscuros de la tierra. Si los hombres siguieran las indicaciones del Espíritu Santo hallarían formas y medios por los cuales el mensaje avanzaría y obtendría una gloriosa victoria. Que las almas vean a Cristo TM 218 2 Los siervos de Dios que viven en obediencia a sus requerimientos, que hablan la verdad con humildad, ejercerán una influencia que contribuirá a la salvación de muchas almas. Pero no debemos permitir que la gente dependa irremediablemente de nosotros. Somos humanos y finitos. Debemos encaminarlos a Cristo, diciendo: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Jesús defiende la causa de sus colaboradores, pero en todo momento deben sentir humilde dependencia del Capitán de su salvación, y por la intercesión de Cristo nuestro Abogado muchas almas serán salvadas para la vida eterna. El Señor ha hecho provisión para el descenso del Espíritu Santo sobre sus obreros, y todo el que sinceramente busque a Dios lo hallará. Hemos de acudir confiadamente al trono de la gracia y la misericordia. Hemos de creer que el Señor escucha y responde nuestras plegarias. Nuestro gran Sumo Sacerdote, que traspasó los cielos, dice: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre". El Espíritu Santo mora en cualquier lugar con los obreros consagrados que están tratando de hacer progresar la causa. El crear oposición innecesaria TM 219 1 Ruego por amor a Cristo que no permitáis que salgan de vuestros labios expresiones apresuradas o ásperas, que no uséis un lenguaje exagerado, que no expreséis nada que tenga sabor de crítica, porque todo esto es humano. Cristo no tiene parte en ello. Cuiden los escritores impulsivos el modo en que usan su pluma, no sea que parezcan ridiculizar la posición de creyentes o no creyentes. Estaremos seguros únicamente si conservamos el espíritu humilde de Cristo y hacemos sendas derechas para nuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino. La mansedumbre y la humildad de Cristo deben tomar posesión del alma. TM 219 2 Satanás está ejerciendo su poder presentando engaños magistrales para efectuar aquello que no está de acuerdo con la voluntad de Dios. Aquellos que creen la verdad no den ocasión a nuestros enemigos para justificar su oposición, ni den pie a que los hombres usen de la calumnia para oponerse al avance de la verdad. Por amor a Cristo, realice cada obrero esfuerzos que anulen los asertos de Satanás, y no se empeñe en nada que Dios no haya demandado de sus manos. Bajo la dirección celestial hemos de trabajar de acuerdo con la voluntad de Dios, y el éxito coronará nuestros esfuerzos. Permitidle a Dios que obre para inducir a los hombres a hacer lo que él desea que realicen para hacer progresar su verdad. TM 219 3 El asunto de la libertad religiosa es muy importante y debe ser manejado con gran sabiduría y discreción; de otra manera, hay peligro de que por nuestra propia conducta traigamos sobre nosotros mismos una crisis antes de estar preparados para ella. El mensaje que debemos predicar es "los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Debe pedirse a nuestros hermanos que tengan cuidado de no dar pasos que exciten o provoquen a las autoridades de modo que tomen determinaciones que limiten la obra y nos impidan proclamar el mensaje en los diferentes lugares. TM 220 1 Necesitamos depender más del Infinito y confiar mucho menos en los agentes humanos. Hemos de preparar a un pueblo para estar en pie en el día que Dios ha preparado; hemos de llamar la atención de los hombres a la cruz del Calvario para explicarles la razón por la cual Cristo realizó su gran sacrificio. Hemos de mostrar a los hombres que es posible para ellos volver a su lealtad a Dios y a la obediencia a sus mandamientos. Cuando el pecador mira a Cristo como la propiciación hecha por sus pecados, háganse a un lado los hombres. Declárenle al pecador que Cristo "es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo". Anímeselo a buscar sabiduría de Dios, pues por medio de la oración ferviente aprenderá el camino del Señor más perfectamente que si fuera instruido por algún consejero humano. Verá que fue la transgresión de la ley lo que causó la muerte del Hijo del Dios infinito, y odiará los pecados que hirieron a Jesús. Al mirar a Cristo como un compasivo y tierno Sumo Sacerdote, su corazón será preservado en la contrición. La humildad TM 220 2 Cuando el colaborador de Cristo presenta la verdad al corazón del pecador con humildad y amor, la voz del amor habla por medio del instrumento humano. Las inteligencias celestiales trabajan con el agente humano consagrado y el Espíritu actúa en el alma del no creyente. Dios le da al corazón la capacidad de creer y el pecador acepta la evidencia de la Palabra de Dios. Es transformado por medio de la influencia llena de gracia del Espíritu Santo y llega a ser uno con Cristo en espíritu y propósito. Sus afectos por Dios aumentan, tiene hambre de justicia y anhela ser más semejante a su Maestro. Al contemplar a Cristo, es transformado de gloria en gloria, de carácter en carácter, y se hace más y más semejante a Jesús. Se llena de amor por Cristo y de un profundo y ansioso amor por las almas que perecen, y dentro de él se forma Cristo, la esperanza de gloria. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". TM 221 1 Leed el segundo y el tercer capítulos de Filipenses, y el primer capítulo de Colosenses. Hay lecciones allí que todos nosotros debiéramos estudiar. Pablo escribe: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre... Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano trabajado". "Fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre". Evitad la provocación TM 222 1 Nuestros obreros deben usar la mayor sabiduría para no decir nada que provoque a las huestes de Satanás e incite su confederación unida del mal. Cristo no osó presentar una acusación vehemente contra el príncipe del mal, y ¿es propio que nosotros hagamos una acusación que ponga en operación los agentes del mal, las confederaciones de hombres que están aliados con los malos espíritus? Cristo era el Hijo unigénito del Dios infinito, el Comandante de las cortes celestiales, y sin embargo se abstuvo de presentar acusación contra Satanás. Hablando acerca de Jesús, Isaías dice: "Un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz". TM 222 2 Consideren, aquellos que hablan y escriben acerca del mensaje del tercer ángel, el hecho de que el Príncipe de paz no presentó una acusación vehemente contra el enemigo, y aprendan la lección que deberían haber aprendido mucho antes. Deberían llevar el yugo de Cristo y practicar su humildad. El gran Maestro dice: "Aprended de mí [no soy jactancioso, escondo mi gloria], que soy manso y humilde de corazón". Al aprender de mí, "hallaréis descanso para vuestras almas". Hagan nuestros misioneros una obra tal que conduzca al arrepentimiento del cual no hay que arrepentirse. Necesitamos aprender mucho más de la mansedumbre de Cristo a fin de ser un sabor de vida para vida. TM 223 1 Nadie abra el camino para que el enemigo pueda hacer su obra. Nadie lo ayude a que haga avanzar sus poderes opresores, porque todavía no estamos preparados para hacerle frente. Necesitamos la influencia suavizadora, subyugante y refinadora del Espíritu Santo para que modele nuestro carácter, llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Es el Espíritu Santo quien nos capacita para vencer, quien nos guía a sentarnos a los pies de Cristo, como hizo María, y aprender su mansedumbre y humildad de corazón. TM 223 2 Necesitamos ser santificados por el Espíritu Santo cada hora del día para que no seamos entrampados por el enemigo y nuestras almas sean puestas en peligro. Tenemos la tentación constante de exaltar el yo y debemos extremar nuestra vigilancia contra este mal. Debemos vigilar continuamente para que no manifestemos un espíritu dominante, de crítica y de condenación. Debemos tratar de evitar la misma apariencia del mal y no mostrar nada que se parezca a los atributos de Satanás, nada que desaliente a aquellos con quienes nos relacionamos. Debemos trabajar como Cristo: atraer, edificar, no derribar. Es natural para algunos ser rígidos y dictatoriales y gobernar despóticamente la herencia de Dios; y debido a la manifestación de estos atributos, almas preciosas se han perdido para la causa. Los hombres han manifestado esta característica desagradable porque no han estado vinculados con Dios. El trato con las almas preciosas TM 224 1 Los que ocupan cargos destacados, al entrar en contacto con las almas por las cuales Cristo murió, las considerarán preciosas, asignándoles a los hombres el valor que Dios les dio. Pero muchos, en lugar de proceder según la mente y el espíritu de Cristo, han tratado con aspereza, según el modo de ser de los hombres, a las almas adquiridas por la sangre de Cristo. Acerca de sus discípulos Cristo dice: "Todos vosotros sois hermanos". Siempre deberíamos tener presente la relación que nos une, y recordar que un día habremos de enfrentar ante el tribunal de Cristo a aquellos con quienes nos encontramos aquí. Dios será el Juez y juzgará con justicia a cada uno. TM 224 2 Juan dice: "Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras". Considere cada uno de los que profesan el nombre de Cristo, que de cada acto de injusticia y de cada palabra áspera deberá dar cuenta ante el tribunal de Cristo. No será agradable volver a encontrarse con las palabras pronunciadas que han lastimado y herido a las almas, con las decisiones que han obrado contra las almas por las cuales Cristo murió. Toda acción será traída a juicio, y quedará manifiesto el espíritu que la impulsó. Quedará expuesto el fruto de toda exigencia egoísta y arbitraria, y los hombres verán el resultado de sus acciones tal como Dios lo ve. Verán que han apartado almas preciosas del camino recto tratando con ellas de una manera no cristiana. Estamos viviendo en el gran día de la expiación y ya es tiempo de que cada uno se arrepienta delante de Dios, confiese sus pecados y mediante la fe viviente confíe en los méritos de un Salvador crucificado y viviente. TM 225 1 Mis hermanos y hermanas, ¿tendréis en cuenta que al tratar con la herencia de Dios no debéis seguir vuestras tendencias naturales? Los hijos de Dios son la posesión adquirida de Cristo, y ¡qué precio ha pagado por ellos! ¿Será hallado alguno de nosotros ayudando al enemigo de Dios y de los hombres en la tarea de desanimar y destruir a las almas? ¿Cuál será nuestra retribución si hacemos esta clase de obra? Debemos desarraigar de nuestra conversación todo aquello que sea áspero y severo. No debemos condenar a otros, y no lo haremos si somos uno con Cristo. Debemos representar a Cristo en nuestra forma de tratar con nuestros semejantes. Hemos de ser colaboradores de Dios ayudando a los que son tentados. No debemos animar a las almas a sembrar semillas de duda, porque producirán una cosecha funesta. Debemos aprender de Cristo, usar sus métodos, revelar su espíritu. Se nos amonesta: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús". Debemos educarnos a nosotros mismos a creer en la palabra de Dios que se está cumpliendo en forma tan admirable y gloriosa. Si tenemos plena certidumbre de fe, no albergaremos dudas acerca de nuestros hermanos. El carácter de Cristo TM 225 2 Tenemos el privilegio de ver a Jesús tal como él es, de conocerlo como a un Ser lleno de compasión, amabilidad y divina cortesía. Es bondadoso y misericordioso, y perdonará nuestros pecados. De él está escrito: "Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados". TM 226 1 Debemos albergar amor y gratitud, debemos mirar a Jesús y ser transformados a su imagen. Así aumentarán nuestra confianza, esperanza, paciencia y valor. Estaremos bebiendo del agua de la vida de la cual Cristo habló a la mujer samaritana, diciendo: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva... Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". Esta agua representa la vida de Cristo y toda alma debe beberla entrando en relación viviente con Dios. Entonces la confianza bendita, humilde y agradecida será un principio permanente en el alma. El incrédulo temor será completamente arrasado ante la fe viviente. Contemplaremos el carácter de Aquel que nos amó primero. TM 226 2 Mediante la contemplación del incomparable amor de Dios nos apropiamos de su naturaleza. Cristo representó ante los hombres y los ángeles el carácter del Dios del cielo. Demostró que cuando la humanidad depende enteramente de Dios, los hombres pueden guardar sus mandamientos y vivir, y su ley será como la niña de sus ojos. TM 226 3 Los que preguntan por la senda de la vida no necesitan ser ricos ni sabios, eruditos u honrados; sin embargo Dios avivará su entendimiento de tal manera que puedan comprender lo que necesitan saber para ser salvos. La luz del cielo, proveniente del trono de Dios, está brillando sobre la tierra, y Cristo dice: "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo". Su bondadosa invitación está saliendo hacia toda la humanidad; aquellos que la acepten hallarán vida y salvación. Pedro escribe: "Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia". Serenidad y consideración TM 227 1 El Señor pronto obrará con mayor poder entre nosotros, pero existe el peligro de permitir que nuestros impulsos nos lleven adonde el Señor no quiere que vayamos. No debemos dar un solo paso que luego necesitemos desandar. Debemos actuar con seriedad y prudencia, sin usar expresiones grandilocuentes ni dejarnos llevar por desbordes sentimentales. Debemos pensar con serenidad y trabajar sin excitación, porque habrá quienes se exciten fácilmente; estas personas se entusiasmarán con expresiones imprudentes y emitirán declaraciones extremas para crear excitación, contrarrestando precisamente la obra que Dios quisiera hacer. Hay personas que siempre están listas para escaparse por alguna tangente, que se entusiasman por alguna cosa extraña, llamativa y nueva; pero Dios quiere que todos actuemos con serenidad y consideración, eligiendo palabras que estén en armonía con la sustanciosa verdad para este tiempo, la que debe ser presentada a la consideración de la mente tan libre como sea posible de lo emocional, aun conservando el fervor y la solemnidad que le corresponden. Debemos precavernos contra los extremos, y guardarnos de animar a aquellos que quisieran estar en el fuego o en el agua. TM 228 1 Os ruego que eliminéis de vuestras enseñanzas toda extravagancia, todo aquello de lo cual pudieran aferrarse las mentes desequilibradas y los que carecen de experiencia para realizar acciones descabelladas, propias de personas inmaduras. Es necesario que extreméis el cuidado en cada una de vuestras declaraciones, no sea que encaminéis a alguien por una senda equivocada, creando una confusión que sólo podrá ser resuelta a costa de ingente y penosa labor, desviando de esta manera de su cauce la fuerza y el trabajo de los obreros hacia actividades que no es el propósito de Dios que realicen. Una sola veta de fanatismo en nuestras filas cerrará muchas puertas de acceso a los más sanos principios de la verdad. TM 228 2 ¡Cuánto cuidado debe tener cada obrero de no precipitarse delante del Maestro, sino de seguir el camino que él abre! ¡Cuánto se regocijarían los enemigos de nuestra fe si pudieran echar mano de alguna declaración hecha por nuestros hermanos que deba ser retractada! Debemos actuar con discreción y cordura, porque en esto consiste nuestra fuerza; entonces Dios podrá obrar con nosotros, por nosotros y en nuestro favor... ¡Cuánto se alegraría Satanás si pudiera introducirse en medio de este pueblo y desorganizar la obra precisamente ahora cuando es esencial una organización cabal, la que será el mayor poder para impedir el surgimiento de movimientos espurios, y refutar pretensiones que no se basan en la Palabra de Dios! Necesitamos sostener las cuerdas en forma pareja, para que no se quebrante el sistema de regulación y orden. De esta manera no se dará ocasión a elementos desordenados para dominar la obra en este tiempo. Vivimos en una época cuando el orden, el método y la unidad de acción son esenciales, y la verdad debe ser el vínculo que nos una con fuertes lazos para que no se manifieste ningún esfuerzo desordenado entre los obreros. Si aparecen manifestaciones de desorden, debemos tener claro discernimiento para diferenciar entre lo espurio y lo genuino. No se proclame mensaje alguno sin someterlo a un cuidadoso examen de cada jota y tilde. Evitad los asuntos secundarios TM 229 1 Mi alma está muy agobiada porque sé lo que nos espera. Los que no tengan una relación cotidiana y viviente con Dios se verán expuestos a todo engaño concebible. No se deben considerar en nuestra obra asuntos secundarios, a menos que las ideas sostenidas hayan sido cuidadosamente examinadas, y se tenga seguridad acerca de su fuente de origen. Los ángeles de Satanás son sabios para hacer el mal y son ellos los que originan aquello que algunos pretenderán que es luz adicional, que proclamarán como cosa nueva y maravillosa; aunque en algunos aspectos el mensaje sea verdadero, estará mezclado con invenciones humanas y enseñará como doctrinas mandamientos de hombres. Si alguna vez hubo un tiempo para velar y orar con verdadero fervor, es ahora. Puede haber cosas que puedan ser consideradas como ciertas y que aparenten ser buenas, pero necesitan ser cuidadosamente consideradas con mucha oración, pues son engañosas maquinaciones del enemigo para conducir a las almas por una senda que corre tan cerca de la senda de la verdad que apenas podrá ser distinguida de la que conduce a la santidad y al cielo. Pero el ojo de la fe puede discernir que lleva una dirección divergente del camino recto, aun cuando sea en forma casi imperceptible. Al principio puede pensarse que es positivamente recta, pero después de un tiempo se ve que se aparta mucho de la senda segura, que conduce a la santidad y al cielo. Hermanos míos, os amonesto que hagáis sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino. Revoloteando sobre las iglesias TM 230 1 Queridos Hno. y Hna.-----, El Hno.-----me presentó los planes de varias semanas de duración para ciertas reuniones que debían realizarse en diferentes lugares entre los que conocen la verdad. Sin duda se beneficiarían algunos nuevos conversos, pero yo sé que ustedes no están en el camino correcto. Indudablemente la fe de algunos de los que se congreguen será fortalecida y confirmada, pero esta obra no está llevando el mensaje de amonestación a aquellos que están en las tinieblas y el error, que no conocen la verdad. El tiempo pasa, los peligros de los últimos días están sobre nosotros; en el último gran día, cuando cada uno reciba según hayan sido sus obras, cuántos nos dirán: "¿Por qué no nos habéis amonestado? No nos habéis dicho las cosas que necesitábamos saber". TM 230 2 Cristo dice: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento". Salgan nuestros ministros abrumados con el peso del solemne mensaje de amonestación. Cuando están a disposición de los hombres todos los medios para alcanzar el conocimiento de la verdad, ¿cómo pueden trazarse planes para que nuestros obreros no hagan la obra de salvar a las almas que están en las tinieblas del error? El tiempo es corto. Demos el mensaje de amonestación en forma clara y distinta. El Señor está a punto de venir a ejecutar juicio sobre los que no obedecen el Evangelio. TM 230 3 En sus días Enoc proclamó la venida de Cristo y la ejecución del juicio sobre los injustos, y ahora vemos el cumplimiento de la profecía de Enoc concerniente a la abundante difusión de la maldad. Pero los que tienen la luz son los que han recibido de Dios el cometido de emprender una lucha constante y agresiva. A la pregunta: "Guarda, ¿qué de la noche?" se dará en respuesta el mensaje fiel: "La mañana viene, y después la noche". TM 231 1 La verdad está ejerciendo una influencia demasiado restringida. Hay que instar a los que conocen la verdad para que la comuniquen a los que están en las tinieblas. Muchos se conforman con una noción de la verdad, pero aún no han ocupado su lugar para comunicar lo que han recibido. Dios ha inducido a los hombres a experimentar el poder de la verdad, pero no todos están haciendo la obra que les fue señalada, a saber, tratar de salvar lo que se había perdido. Cada uno debe estar ceñido con su armadura, preparado para conquistar a otros para que obedezcan la ley de Dios. Veo que se les está dando mucho a los que ya tienen; estas maravillosas reuniones para los que desean recibir mayor fuerza están privando al mundo precisamente de la obra que debe ser hecha en su favor. Nuestros pastores debieran ahora trabajar por la salvación de los perdidos. Sería mucho mejor que las semanas invertidas en reuniones para capacitar a los hombres para el trabajo, se emplearan en ir por los caminos y vallados dando el mensaje: "Venid, todo está dispuesto". Más luz para los que la usan TM 231 2 Los que obedecen la luz que tienen, recibirán luz de lo alto porque los mensajeros celestiales están esperando para cooperar con los hombres en la tarea de amonestar a un mundo engañado y pecaminoso. Cuando los hijos de Dios se empeñen en esta obra con verdadera aflicción de alma, se echará de ver un cambio decidido en ciudades y aldeas. Este revolotear en torno de las iglesias para afirmarlas, las induce a depender más del esfuerzo humano. Aprenden a apoyarse en la experiencia de sus semejantes, y no hacen de Dios su seguridad y eficiencia. Es tiempo de que las ciudades y los pueblos por doquiera oigan la solemne amonestación: "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá". Preparaos para que seáis hallados por él en paz. TM 232 1 Os ruego a vosotros a quienes Dios ha favorecido con el conocimiento de la verdad: Id a trabajar; hay obra que hacer por doquiera. Los campos están blancos para la siega. Se necesitan precisamente ahora sembradores y segadores. El tiempo que dedicáis para comunicaros constantemente con aquellos que ya conocen el mensaje de amonestación, no les dará ni siquiera una décima parte de la fuerza que ellos recibirían si pusieran manos a la obra de impartir vida para salvar a las almas que perecen. Los ángeles están esperando para bendecir a los obreros consagrados. La parábola de la oveja perdida debe ser una lección para cada alma que ha sido rescatada de la trampa de Satanás. No hemos de revolotear sobre las noventa y nueve, sino que hemos de ir a salvar a los perdidos, buscándolos en los desiertos de las grandes ciudades y aldeas. En esta obra los obreros serán inducidos a sentir su debilidad e irán corriendo a la fortaleza. La presencia divina estará con ellos para darles fuerza y valor, fe y esperanza. Los obreros leales serán colaboradores de Dios. TM 232 2 Las amonestaciones que Cristo dio a Jerusalén no habían de perecer con sus habitantes. Los juicios sobre Jerusalén eran un símbolo de los acontecimientos relativos al juicio que efectuará Cristo en el día final, cuando ante él sean reunidas todas las naciones. "Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro". Una obra para todo verdadero discípulo TM 232 3 Todo verdadero seguidor de Cristo tiene una obra que realizar. Dios ha dado a cada uno su obra. Unos pocos están señalando ahora el rollo de la profecía que se cumple rápidamente, y están proclamando el mensaje: Preparaos, mostrad vuestra obediencia a Dios guardando sus mandamientos. Este no es tiempo para que los mensajeros de Dios se detengan para apuntalar a aquellos que conocen la verdad y que gozan de todas las ventajas. Vayan ellos a levantar el estandarte y dar la amonestación: "¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!" Muchos de los que oigan el mensaje--la inmensa mayoría--no creerán la solemne amonestación. Muchos serán hallados desleales a los mandamientos de Dios, que son una prueba del carácter. Los siervos de Dios serán llamados fanáticos. Los ministros aconsejarán al pueblo a no escucharlos. Noé recibió el mismo trato cuando el Espíritu de Dios lo impulsaba a dar el mensaje, ya fuera que los hombres lo oyeran o no. TM 233 1 No importa cuando se produzca, el advenimiento de Cristo sorprenderá a los falsos maestros que dicen: "Paz y seguridad"; "todas las cosas permanecen así como desde el principio". Así dice la Palabra de la inspiración: "Vendrá sobre ellos destrucción repentina". El día de Dios vendrá como una trampa sobre los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Viene como el ladrón que está al acecho. "Si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa". La vigilancia constante es nuestra única seguridad. Debemos estar siempre listos para que ese día no nos sorprenda como ladrón. TM 233 2 Considere todo aquel que ama a Dios que ahora, mientras es de día, es tiempo, no de trabajar entre las ovejas que ya están en el redil, sino de salir a buscar a los perdidos y a los que perecen. Estos necesitan ayuda especial para ser traídos de vuelta al redil. Ya es tiempo de que los indiferentes despierten de su sueño. Ya es tiempo de rogar a las almas que no solamente escuchen la Palabra de Dios, sino que se apresuren en llenar de aceite las vasijas juntamente con sus lámparas. El aceite es la justicia de Cristo. Representa el carácter, y el carácter no es transferible. Nadie puede obtenerlo para darlo a otro. Cada uno debe lograr para sí un carácter purificado de toda mancha de pecado. TM 234 1 El Señor viene con poder y gran gloria. Entonces separará completamente a los justos de los impíos. Pero el aceite no podrá ser transferido en ese momento a las vasijas de los que no lo tienen. Entonces se cumplirán las palabras de Cristo: "Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado". Los justos y los impíos deben estar relacionados en la obra de la vida. Pero el Señor lee el carácter; él discierne a los que son hijos obedientes, a los que respetan y aman sus mandamientos. La cizaña y el trigo TM 234 2 Quizá el observador no discierna ninguna diferencia; pero hay Uno que dijo que la cizaña no había de ser arrancada por manos humanas para que no fuera desarraigado también el trigo. Crezcan juntas ambas plantas hasta la cosecha. Entonces el Señor envía a sus segadores a juntar la cizaña y atarla en manojos para ser quemada, mientras el trigo es acopiado en el granero celestial. El tiempo del juicio es un período muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia son separados. Se coloca una señal sobre los justos. "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré como el hombre que perdona a su hijo que le sirve". Los que han sido obedientes a los mandamientos de Dios se unirán con el grupo de los santos en luz; ellos entrarán por las puertas en la ciudad, y tendrán derecho al árbol de la vida. El uno será tomado. Su nombre estará en el libro de la vida, mientras otros con los cuales él se asoció tendrán la señal de la eterna separación de Dios. TM 235 1 La cizaña y el trigo están ahora mezclados, pero entonces la única mano que puede separarlos colocará a cada uno en el lugar que le corresponde. Los que han tenido la luz de la verdad y han escuchado el mensaje de amonestación, la invitación a la cena de bodas--el agricultor, el comerciante, el abogado, los falsos pastores que han acallado la conciencia del pueblo, los infieles centinelas que no han hecho resonar la advertencia o no han conocido la hora de la noche--todos los que han rehusado obedecer las leyes del reino de Dios, no tendrán derecho de entrar. Los que han buscado una excusa para evitar la cruz de la separación del mundo, serán atrapados por la red junto con el mundo. Se mezclaron con la cizaña por su propia decisión. Lo similar atrajo a lo similar a la transgresión. Es una terrible asimilación. Los hombres escogieron hacer causa común con el primer rebelde, que tentó a Adán y Eva en el Edén a desobedecer a Dios. La cizaña se multiplica porque ella misma siembra más cizaña, y tiene su parte con la raíz de todo pecado: el diablo. TM 235 2 Sobre los que guardan los mandamientos de Dios se pronuncia esta bendición: "Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad". Apocalipsis 22:14. Son "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido"; para que puedan anunciar las virtudes de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Los obedientes son denominados justos; son atraídos por el sagrado imán, Cristo Jesús; lo santo atrae a lo santo. El que sea injusto continuará siendo injusto. El carácter no podrá entonces ser transformado El aceite de la gracia no puede ser prestado por uno a otro, así como las vírgenes fatuas no tienen tiempo para ir a comprar aceite para ellas mismas. Los justos son los que guardan los mandamientos de Dios, y estarán para siempre separados de los desobedientes e injustos que pisotearon la ley de Dios. El oro puro y la escoria no continuarán mezclándose. ¿Quién es el siervo fiel y prudente? TM 236 1 "¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa?" ¿Podemos nosotros contestar? ¿Soy yo el mayordomo fiel al sagrado cometido que se me confió? A cada uno se le da una responsabilidad individual. Los atalayas tienen su obra específica: advertir la presencia del peligro y dar la alarma. Los soldados de la cruz de Cristo han de tener oídos aguzados para oír. En su puesto de responsabilidad han de dar a la trompeta un sonido certero a fin de que cada uno se ciña la armadura para la acción. TM 236 2 ¿Qué obra estamos haciendo nosotros individualmente para el Maestro? ¿Quién está revelando la verdad ante aquellos que se hallan en las tinieblas del error? ¿Quién está publicando las palabras de vida? Los enemigos de Cristo son muchos, aquellos que, mientras pretenden ser justos, no tienen la justicia de Cristo. Se disfrazan de ángeles de luz, pero son ministros de pecado. Este hecho debe ser suficiente para conmover a toda alma e inducirla a la acción. ¿Quiénes son fieles mayordomos de la gracia de Cristo? ¿Quién está haciendo una división sabia del trabajo, llamando al servicio activo a toda alma que tiene un conocimiento inteligente de la verdad y dando a cada uno una obra que hacer? TM 236 3 Las avanzadas han de ser guardadas. Ha de haber hombres que defiendan la fortaleza, mientras las tropas de avanzada se empeñan en la guerra activa. A cada uno le es dada su obra. No debemos hacernos eco de las palabras de los que se encuentran en el error, sino que debemos inculcar las ideas de la verdad. Nuestra obra consiste en beneficiar a nuestros semejantes. No debemos recorrer la senda de los opositores de la verdad, sino anunciar el mensaje del tercer ángel, que vuela en medio del cielo y da la nota de advertencia, a saber, los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesucristo. Considerad estas palabras TM 237 1 Los que ahora no hacen nada llevarán esta inscripción: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". Conocieron la voluntad de su Señor, pero no la hicieron. Tuvieron la luz de la verdad, dispusieron de todas las ventajas, pero escogieron sus propios intereses egoístas y se los dejará con los que no intentaron salvar. "Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes". TM 237 2 Considerad seriamente estas palabras. No diga nadie: "Esto no me atañe; yo soy cristiano". ¿Quién dice tal cosa, tú mismo o Aquel que lee el corazón? Al mayordomo infiel se le habían confiado solemnes responsabilidades; ante el mundo aparecía como un siervo de Cristo; pero ¡oh! ¡cuán deplorable para él mismo, y para todos los que están relacionados con él! ¡Es un mal siervo! Está poniendo en peligro los bienes del Señor. Está enseñando a las almas a pisotear la santa ley de Dios. Llama a Cristo "mi Señor". Sin embargo, dice: "Mi Señor tarda en venir". No dice que Cristo no vendrá; no se mofa de la idea de su segunda venida; pero le dice a la gente que su venida se ha demorado. Está destruyendo en la mente de los demás la convicción de que el Señor viene pronto. Su influencia induce a los hombres a detenerse presuntuosa y descuidadamente. Dejan de vigilar y repiten las palabras del vigía infiel; otros más se les unen; se contagian del mal espíritu, y los hombres consolidan su mundanalidad y su estupor. Su camino es descendente, no ascendente; no aguardan el día del Señor ni apresuran su advenimiento. Las pasiones mundanas, los pensamientos corruptos toman posesión de la mente. TM 238 1 El siervo malo golpea a sus consiervos que están tratando de hacer la voluntad de su Señor. Come y bebe con los borrachos, con los que, a pesar de su pretensión de cristianismo, tienen mente carnal. Están opuestos a Cristo y a la obra que vino a realizar en nuestro mundo, es a saber, vivir la ley de Dios en la humanidad y ser un ejemplo para toda ella. TM 238 2 Cristo estaba rodeado por sus discípulos, y una vasta multitud escuchaba sus palabras cuando dijo: "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día". "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga". ------------------------Capítulo 10--Métodos, principios y motivos correctos La debida educación TM 239 1 Queridos Hno. y Hna.-----, Los alumnos del colegio preparatorio, de actividades manuales, que hemos fundado en este lugar, están haciendo lo mejor que pueden para seguir la luz que Dios ha dado y combinar con su preparación mental el debido uso del cerebro y los músculos. Hasta aquí los resultados han excedido a nuestras expectativas. Cuando terminó el primer período, que fue considerado de prueba, se dio oportunidad a los alumnos para que tomaran sus vacaciones y se dedicaran al trabajo que quisieran. Pero todos rogaron que el colegio continuara como antes, con trabajo manual todos los días combinado con ciertas horas de estudio. Los alumnos no quisieron renunciar a la oportunidad que se les daba de aprender a trabajar y a estudiar. Si esto es lo que han decidido bajo las circunstancias más desventajosas, ¿qué influencia tendrá este colegio cuando los edificios estén levantados y haya un ambiente más favorable para los alumnos? TM 239 2 El edificio que ahora ocupan, el único adecuado para este propósito, era un viejo hotel que alquilamos y que están usando hasta su máxima capacidad. Cuatro carpas instaladas en un parque contiguo también están ocupadas por alumnos. Cada mañana a las seis, los miembros del colegio se reúnen para el culto matutino y el estudio de la Biblia. Esas ocasiones han resultado una bendición... TM 239 3 Hablé a los alumnos durante ocho mañanas. El Señor Jesús estaba indudablemente en nuestra congregación. La asistencia oscilaba entre 26 y 30 personas. En las primeras reuniones el espíritu de intercesión descendió sobre mí, y todos tuvimos la seguridad de que el Señor escuchaba nuestras oraciones. Entonces hablé unos treinta minutos, y el Señor me dio palabras para los presentes. Fueron reuniones muy provechosas; los testimonios de los alumnos dieron evidencia de que el Espíritu Santo estaba proporcionándoles a todos vislumbres de las cosas de Dios. TM 240 1 Las impresiones espirituales fueron más evidentes a medida que avanzaban las reuniones. La presencia divina estaba con nosotros. Las simpatías y los sentimientos de los presentes se inspiraron con poder y con favor. Los corazones se rendían a la influencia del Espíritu Santo, y se produjeron cambios definidos en mentes y caracteres. El Espíritu de Dios obraba en los instrumentos humanos. Alabo a Dios por la estimulante influencia de su Espíritu sobre mi propio corazón. Todos sentimos que el Señor estaba cooperando con nosotros para inducirnos a querer, decidir y obrar. TM 240 2 El Señor no se propone realizar el querer o el hacer en lugar de nosotros. Esto es tarea nuestra. Al entrar fervientemente en la obra, se da la gracia de Dios para producir en nosotros el querer y el hacer, pero nunca como sustituto de nuestros esfuerzos. Nuestras almas tienen que despertar para cooperar. El Espíritu Santo obra en el instrumento humano para que nos ocupemos de nuestra propia salvación. Esta es la lección práctica que el Espíritu Santo está tratando de enseñarnos. "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". TM 240 3 Nunca tuve una convicción más profunda respecto de la verdad preciosa y de su poder sobre la mente humana, como cuando me dirigía a esos alumnos en las reuniones de la madrugada. Mañana tras mañana, me sentía llena de un mensaje de Dios. También gocé de libertad especial para hablar dos veces durante el sábado. A cada reunión asistieron varias personas no creyentes, y se sintieron muy impresionadas por la presentación de la verdad. Si tuviéramos un lugar adecuado para celebrar reuniones, podríamos invitar a los vecinos. Pero nuestro largo y estrecho comedor, atestado de gente, no es un lugar muy adecuado para el culto. Dispongo de un pequeño espacio en un ángulo de la habitación, y me encuentro arrinconada. Sin embargo, el Señor Jesús está presente en la reunión; lo sabemos. Algunas almas meditan seriamente ahora acerca de la verdad. TM 241 1 Todos sabemos que la lucha más dura e intensa del alma se produce cuando el corazón humano toma la gran resolución de poner en práctica sus convicciones. Consagrar el alma a Dios significa encomendarla para que la guarde Alguien que ha comprado su libertad a un precio infinito; una vez dado ese paso debemos seguir conociendo al Señor, para que sepamos que como el alba está dispuesta su salida. "El obedecer es mejor que los sacrificios". Toda la obra del cristiano consiste en querer y hacer. Una educación equilibrada TM 241 2 Los alumnos trabajan duramente y con fidelidad. Están acrecentando la fortaleza de sus nervios y su solidez, como también su actividad muscular. Esta es la debida educación; como resultado de ella nuestras escuelas producirán hombres que no serán ni débiles ni ineficientes y unilateralmente educados, sino que dispondrán de una preparación equilibrada, tanto en lo físico como en lo moral y lo espiritual. Los edificadores del carácter no deben olvidarse de poner un fundamento que permita que la educación sea del máximo valor. Exigirá abnegación, pero hay que hacerlo. El adiestramiento físico, debidamente dirigido, prepara para el trabajo mental intenso. Pero cuando se atiende uno solo de estos factores, el resultado es siempre un ser humano deficiente. El trabajo físico intenso, combinado con el esfuerzo mental, mantiene la mente y el ánimo en mejores condiciones de salud y el trabajo se hace mucho mejor. Con esta preparación, los alumnos saldrán de nuestros colegios educados para la vida práctica, aptos para emplear sus facultades intelectuales de la mejor manera. El ejercicio físico y el mental deben combinarse si queremos hacer justicia a nuestros alumnos. Aquí hemos estado cumpliendo este plan satisfactoriamente, a pesar de la incomodidad con que trabajan los alumnos. TM 242 1 Vine aquí y comencé el trabajo en mi lugar con tanto fervor, que inspiró en todos un nuevo celo; han trabajado voluntariamente, contentos de tener el privilegio de hacerlo. Nos hemos estimulado mutuamente al celo y las buenas obras. Los obreros del colegio tenían miedo de que yo plantara los primeros árboles, y ahora tanto ellos como yo tenemos la satisfacción de disponer de los primeros verdaderos huertos frutales de este vecindario. Algunos de nuestros árboles darán fruto el próximo año, y los durazneros producirán una buena cosecha de aquí a dos años. El Sr.-----, de quien compramos los árboles, vive a unos treinta kilómetros de aquí. Tiene una quinta hermosa y grande. Dice que disponemos de una espléndida tierra para frutales. TM 242 2 Bien, el colegio ha hecho un excelente comienzo. Los alumnos están aprendiendo a plantar árboles, frutillas, etc. Deben mantener separados cada brote y cada raicilla para darles oportunidad de crecer. ¿No es ésta acaso una lección muy preciosa sobre cómo tratar con la mente humana y también con el cuerpo? No hay que oprimir ningún órgano del cuerpo sino darles amplia libertad para funcionar. Hay que exigir la mente; hay que someter a esfuerzos sus energías. Necesitamos hombres y mujeres a quienes el Espíritu de Dios pueda fortalecer para que hagan una obra completa bajo la dirección del Espíritu. Pero esas mentes deben cultivarse, deben actuar; no deben permanecer inactivas ni empequeñecerse por causa de la inactividad. También se necesitan hombres, mujeres y niños que estén dispuestos a trabajar la tierra, y que usen buen criterio y habilidad, no con la idea de que son sirvientes, sino que están llevando a cabo precisamente la noble obra que Dios les asignó en el Edén a Adán y Eva, quienes se deleitaban al ver los milagros que hacía el divino Labrador. El instrumento humano planta la simiente, y Dios la riega y manda a su sol que brille sobre ella, y así aparece la tierna hoja. Aquí encontramos la lección que Dios nos da con respecto a la resurrección del cuerpo y la renovación del corazón. Tenemos que aprender lecciones espirituales de las cosas terrenales. El cultivo de la tierra educa TM 243 1 No tenemos que abatirnos y desanimarnos por las cosas temporales y los aparentes fracasos, ni descorazonarnos por la demora. Debemos trabajar la tierra con alegría, esperanza y gratitud, convencidos de que posee en su seno abundantes provisiones, más ricas que el oro o la plata, que puede acopiar el obrero fiel. La mezquindad que se le atribuye a la tierra es una calumnia. Si se la cultiva adecuada e inteligentemente, la tierra entregará sus tesoros en beneficio del hombre. TM 243 2 Las lecciones espirituales que nos da, no son de despreciar. Las semillas de la verdad sembradas en el terreno del corazón no se perderán, sino que germinarán, primero hierba, luego espiga, y más tarde grano lleno en la espiga. Dios dijo al principio: "Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto". Dios creó la semilla y la tierra, y debemos tener fe en la palabra de Dios que creó el fruto de la tierra para servicio del hombre. TM 243 3 El cultivo de nuestras tierras requiere la dedicación de todas las facultades mentales y todo el tino que poseemos. Las tierras que nos rodean dan testimonio de la indolencia del hombre. Esperamos poner en acción los sentidos dormidos. Esperamos ver agricultores inteligentes, que sean recompensados por sus decididos esfuerzos. La mano y el corazón deben cooperar, para ejecutar planes nuevos y sensatos en relación con el cultivo de la tierra. Hemos visto aquí árboles gigantescos caídos y desarraigados; hemos visto la reja del arado roturar la tierra y abrir profundos surcos para plantar nuevos árboles y sembrar la semilla. Los alumnos están aprendiendo qué significa arar, y que la azada y la pala, el rastrillo y la rastra, son implementos de trabajo honorables y provechosos. A menudo se cometerán errores, pero el error está cerca de la verdad. Los fracasos enseñarán sabiduría, y la energía que se aplica al comienzo, brinda esperanza del éxito final. La vacilación servirá de freno, la precipitación también producirá atrasos, pero todo servirá de lección al instrumento humano, si así lo quiere. TM 244 1 En el colegio que acabamos de fundar aquí en Cooranbong, esperamos lograr verdadero éxito en la agricultura, combinada con el estudio de las ciencias. Queremos que este lugar se convierta en un centro del cual irradie luz y precioso conocimiento superior que contribuya al cultivo de la tierras incultas, de manera que las colinas y los valles florezcan como la rosa. Tanto para los niños como para los adultos, el trabajo manual combinado con la intensa actividad mental proporcionará una educación correcta y equilibrada. El cultivo de la mente afinará el criterio y presentará nuevos incentivos para el cultivo de la tierra. TM 244 2 Se dispondrá de una nueva clase de hombres capaces de ganarse la vida, poseedores de una habilidad educada y entrenada para cultivar la tierra con ventajas. No tendrán la mente recargada y sometida a enorme presión debido al estudio de las ciencias. Esos hombres derribarán las ideas equivocadas que han prevalecido con respecto al trabajo manual. Se ejercerá influencia, no por medio de arengas estentóreas, sino gracias a la verdadera transmisión de ideas. Veremos agricultores que no serán vulgares, ni toscos ni negligentes, que no serán descuidados en su vestimenta y en el aspecto de sus casas; por el contrario, arreglarán con buen gusto sus viviendas campesinas. Las habitaciones serán asoleadas y atractivas. No veremos cielos rasos ennegrecidos, cubiertos de lienzos llenos de polvo y suciedad. La ciencia, el genio, la inteligencia, se manifestarán en el hogar. El cultivo de la tierra será considerado elevado y ennoblecedor. Se manifestará la religión pura y práctica al tratar la tierra como un tesoro divino. Cuanto más inteligente sea un hombre, tanto más debe irradiar de él la influencia religiosa. Y el Señor quiere que tratemos la tierra como un tesoro precioso que se nos ha confiado. Menos del yo TM 245 1 Nuestros pastores ciertamente tienen que cambiar. En su corazón y en su carácter debe haber más de Cristo y menos del yo. Debemos ser representantes de nuestro Señor. Los que han tenido gran luz y preciosas oportunidades son responsables ante Dios, quien ha dado a cada hombre su obra. Nunca han de traicionar el sagrado cometido, sino que ciertamente han de ser la luz del mundo. TM 245 2 "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados". Aquí hay una declaración que define el propósito del Señor hacia un pueblo corrompido e idólatra. "¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión". ¿Tendrá que abandonar Dios a un pueblo, en favor del cual ha hecho algo tan grande, a saber, dar a su Hijo unigénito, la expresa imagen de sí mismo? Dios permite que su Hijo sea entregado por nuestras ofensas. El mismo asume los atributos del juez frente al portador del pecado, despojándose de las amorosas características de un padre. TM 246 1 De este modo el amor se manifiesta en la forma más maravillosa a una raza rebelde. ¡Qué espectáculo para los ángeles! ¡Qué esperanza para el hombre, ya que "siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros"! El justo sufrió por el injusto; llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero. "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" TM 246 2 Como testigos escogidos por Dios, ¿valoramos la posesión adquirida por Cristo? ¿Estamos listos para hacer cualquier sacrificio que esté a nuestro alcance para ponernos bajo el yugo de Cristo, para cooperar con él y ser colaboradores de Dios? Todos los que resisten la prueba de Dios, obedeciendo sus mandamientos, aman a la raza humana que perece, como Cristo la amó. Siguen el ejemplo de Cristo, de trabajo fervoroso y abnegado, al buscar por los caminos y por los vallados a los encumbrados y a los humildes, a los ricos y a los pobres, y al llevar a todos el mensaje de que ellos son el objeto especial del amor y del tierno cuidado de Cristo. Trabajemos por todos TM 246 3 Tan grande es la ceguera y la ignorancia naturales de los hombres con respecto a Dios y al Salvador, que todos los que aman a Jesús pueden encontrar una obra que hacer. Nadie que tenga verdadero amor por Cristo permanecerá indiferente e indolente. Hay una señalada diferencia entre el carácter y la vida de los que obedecen todos los mandamientos de Dios, y los que son desobedientes. Los padres no han reprimido el egoísmo de sus hijos. Se ha cultivado la complacencia propia. Por el servicio del yo, las multitudes están atadas al servicio de Satanás. Son esclavos de sus propios impulsos y pasiones, que se hallan bajo el control del maligno. Al llamarlos a su servicio, Dios les ofrece libertad. La obediencia a Dios es libertad de la servidumbre del pecado, liberación de la pasión y del impulso humanos. TM 247 1 Pero hemos de hacer frente a hombres que usan todo su poder para calumniar a los que son leales a Dios, y contender con ellos. Su ingenio y la inteligencia que Dios les ha dado los dedican a presentar la obediencia a los mandamientos de Dios como una tarea tediosa. Pero los que defienden los requisitos de la ley de Dios dan este testimonio: "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo". "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma". El Señor presenta la verdad en contraste con el error, y presenta también el resultado inevitable de aceptar la verdad, la experiencia que siempre sigue a la obediencia voluntaria, que es paz y descanso. La tarea de los siervos de Dios TM 247 2 La tarea de los siervos de Dios consiste en presentar a Jesús. La obra de los ministros de Cristo consiste en lograr que las almas indefensas dependan de sus méritos. Los hombres que se apartan del sendero de la obediencia y le dan a la transgresión de la ley de Dios el carácter de virtud, están inspirados por el archiengañador. Están cegados por su poder. Necesitan verificar lo que puede hacer la verdad para capacitar a los hombres a mantener un carácter semejante al de Cristo cuando los asalta la tentación a imponerse o impacientarse. Los enemigos de la verdad quieren provocar a los que enseñan la vigencia de los requerimientos de la ley de Dios. Si les pagamos con la misma moneda, triunfarán las huestes de Satanás. Encontrará una falla en la armadura. Por medio de su conducta desconsiderada, los instrumentos de Satanás tratan de tentar a los defensores de la verdad para que digan y hagan cosas no recomendables. Cómo tratar a los que se oponen TM 248 1 Deben cultivarse la sensibilidad y la nobleza de alma; el espíritu de verdad y justicia debe dominar nuestra conducta, nuestras palabras y nuestra pluma. "El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente". Si el ministro, cuando está frente a su congregación, ve una sonrisa de incredulidad en el rostro de los opositores, debe actuar como si no la viera. Si alguien fuera tan descortés como para reírse y manifestar desprecio, no refleje el ministro el mismo espíritu ni en su voz ni en su actitud. Mostrad que vosotros no manejáis tales armas. Muy a menudo escribe la pluma palabras hirientes, y al repetir las declaraciones de los defensores del error, nuestros hermanos a veces difunden el error. Esto es una equivocación. Presente vuestra pluma la verdad avanzada. TM 248 2 El Espíritu Santo no obra por medio de hombres que se complacen en ser ásperos y criticones. Ese espíritu se cultiva al enfrentar a los polemistas, y algunos se han habituado a estar siempre listos para combatir. Esto deshonra a Dios. No déis estocadas; no aprendáis la estrategia de Satanás en su escuela. El Espíritu Santo no inspira las palabras de censura. Un tiempo de angustia está ante nosotros, y toda alma honesta, que no ha tenido la luz de la verdad, se decidirá entonces por Cristo. Los que creen la verdad tienen que convertirse de nuevo cada día. Entonces serán vasos de honra. No discutamos TM 249 1 No repitáis las palabras de vuestros opositores, ni discutáis con ellos. Enfrentáis no sólo a hombres, sino a Satanás y sus ángeles. Cristo no vilipendió a Satanás por causa del cuerpo de Moisés. Si el Redentor del mundo, que conocía las torcidas y engañosas artes de Satanás, no se atrevió a vilipendiarlo, sino que santa y humildemente dijo: "Jehová te reprenda, oh Satanás", ¿no es acaso prudente que sus siervos sigan su ejemplo? ¿Seguirán los hombres finitos una conducta que Cristo evitó porque habría dado a Satanás ocasión de pervertir, distorsionar y falsificar la verdad? Evitemos las alusiones personales TM 249 2 En este momento de la historia del mundo tenemos una obra demasiado grande que hacer para emprender un nuevo tipo de conflicto al enfrentar el poder sobrenatural de los agentes satánicos. Debemos evitar las alusiones personales, por más que nos sintamos tentados a aprovechar ciertos actos y palabras. Con paciencia debemos dominar nuestras almas. Hermanos, poned de manifiesto que estáis completamente del lado del Señor. Revele la santa Palabra de Dios la transgresión y el pecado, y manifieste el poder santificador de la verdad en los corazones humanos. No déis cabida a un espíritu arrogante que malogre la obra de Dios. Hay razones para agradecer al Señor en todo momento por el privilegio de estar relacionados con él. TM 249 3 Se necesita contrición de alma cada día, y el Señor declara el gran beneficio que reciben los que humillan su corazón y se esconden en Cristo. "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados". "Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra". "Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu". "Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende". TM 250 1 Dejad que los que odian la ley del Señor se enfurezcan y vuelquen sus anatemas contra los que tienen valor moral para recibir y vivir la verdad. El Señor es nuestra fortaleza. Nuestra seguridad estriba no en confiar en el yo, sino en permitir que el Señor sea quien obre su voluntad en nosotros y por medio de nosotros. Mantengamos un espíritu contrito y humilde, que el Señor lo vivificará. El valor del consejo TM 250 2 La estima propia y la adulación de sí mismo con toda seguridad despertarán en el corazón resentimiento contra cualquiera que se aventure a objetar la conducta de alguien. Todo lo que parezca consejo produce resentimiento e indignación como si tuviera el propósito de herir y lastimar. Si se fomenta esta actitud, conducirá a muchos males. Nadie se atreverá a deciros cuándo erráis, porque el fiel será considerado enemigo. De este modo la cortesía que debe existir entre los hermanos en la fe, muere a causa de la mala voluntad con que se interpretan las palabras de consejo dadas en el temor de Dios. Se interpretan mal las palabras, la imaginación exagera el asunto y se produce la enemistad. TM 250 3 No obstante, no debemos sentirnos afectados por la actitud que asuma un hermano. La suficiencia propia debe ser vencida. El amor al aplauso debe ser considerado como una trampa. Siempre estamos en peligro de cometer graves desatinos si confiamos en nuestra propia sabiduría y capacidad. Que esas cualidades revelen su verdadero valor, y serán apreciadas. Espíritu de unidad e igualdad entre los obreros TM 251 1 El Espíritu de Dios me insta a aconsejar a mis hermanos a que se unan mutuamente en la obra. Amad como hermanos, sed compasivos, sed corteses, sed fieles como el acero el uno al otro, pero destruid el sentimiento de que sois superiores a vuestros hermanos ministros y que os induce a creer que no podéis uniros con ellos en la obra. Nadie debe creer que él solo debe hacer toda la tarea. Por mucha experiencia o capacidad que tenga, se necesitan otros talentos que se unan con los suyos. Es un error pensar que en un esfuerzo religioso los pensamientos de un solo hombre van a hacer su obra en favor de todos los corazones. Se necesitan hombres de diferentes mentalidades, hombres cuyos corazones se sientan tiernamente inclinados a ganar almas. Los diversos métodos de trabajo son verdaderamente esenciales para sembrar la semilla de la verdad y recoger la cosecha. A menudo ocurre que hombres limitados alcanzan corazones que se han endurecido como el acero contra las labores de otro hombre. Se necesita mucha oración. Si un alma se acerca a Dios en comunión, significa que Dios se acerca al alma que lo busca. Debe haber mayor dedicación del corazón y la vida al servicio de Dios. Consultaos TM 252 1 La obra más grande está delante de nosotros. El peligro que amenaza nuestra utilidad y que será nuestra ruina si no se lo descubre y se lo vence, es el egoísmo: tener un concepto muy alto de nuestros planes, opiniones y labores, y actuar independientemente de nuestros hermanos. "Consultaos", han sido las palabras que han repetido los ángeles una y otra vez. TM 252 2 Satanás puede actuar por medio de la mente de un hombre para desviar las cosas de su debido cauce; puede tener éxito con dos personas que ven las cosas de la misma manera; pero cuando participan varias mentes, hay mayor seguridad contra sus ardides. Se puede observar todo plan desde todos sus ángulos; se puede estudiar con más cuidado todo paso que se deba dar, de manera que no se inicie ninguna empresa que cause confusión, perplejidad y fracaso a la obra en que estamos empeñados. En la unión está la fuerza; en la división, la debilidad y la derrota. TM 252 3 Dios está guiando a un pueblo y preparándolo para la traslación. ¿Estamos en guardia como centinelas de Dios los que desempeñamos una parte en esta obra? ¿Estamos dispuestos a ser siervos de todos? ¿Estamos imitando al gran Modelo? Métodos apropiados de trabajo TM 252 4 No se puede presentar la verdad de cualquier manera a la gente de color, ni se puede aconsejar a los creyentes y a los que enseñan la verdad que sean presuntuosos. Cuando llegue el tiempo de hacer en los estados del sur lo que hicieron los tres héroes que rehusaron inclinarse ante la estatua de Nabucodonosor, se harán decisiones en favor o en contra de los mandamientos de Dios. No tenemos necesidad de cerrar herméticamente nuestro camino. Será más difícil trabajar los numerosos campos que hasta ahora no hemos tocado. Nuestro plan de acción es éste: No destaquéis los aspectos de nuestra fe que pueden producir objeción, que se oponen más a los modos y costumbres de la gente, hasta que el Señor le dé a ésta amplia oportunidad de saber que creemos en Cristo, en su divinidad y preexistencia. Refirámonos ampliamente al testimonio del Redentor del mundo. "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias". Se necesita vigilar estrictamente la palabra que la pluma escribe sobre el papel. Que el Señor nos ayude a aprender en la escuela de Cristo su mansedumbre y humildad. TM 253 1 Si la Majestad del cielo vigiló cada una de sus palabras para no incitar él mismo a Satanás y los ángeles caídos, ¡cuánto más cuidadosos debiéramos ser nosotros en todas las cosas! Principios correctos TM 253 2 Debo dirigirme a mis hermanos de cerca y de lejos. No puedo guardar silencio. No están actuando de acuerdo con principios correctos. Los que ocupan cargos de responsabilidad no deben creer que los puestos importantes los convierten en hombres infalibles. Todas las obras de los hombres están bajo la jurisdicción del Señor. Habrá seguridad plena si los hombres consideran que hay conocimiento en el Altísimo. Los que confían en Dios y en su sabiduría y no en la propia, avanzan por sendas seguras. Nunca se sentirán autorizados a poner bozal al buey que trilla; y cuán odioso es que los hombres dominen al instrumento humano que trabaja en sociedad con Dios y a quien el Señor Jesús ha dicho: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". "Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". Nuestro deber de difundir la obra TM 254 1 Pónganse en acción fuerzas para preparar nuevos territorios, para despertar un interés nuevo y viviente doquiera se presente la oportunidad. Aprendan los hombres a orar con fervor, en forma breve y al punto. Aprendan a hablar acerca del Redentor del mundo, a ensalzar el Hombre del Calvario cada vez más. Trasplantad algunos árboles de vuestro apretado almácigo. No se glorifica a Dios al concentrar tantísimas ventajas en un solo lugar. Necesitamos sabios agrónomos, capaces de trasplantar árboles a diferentes lugares y de proporcionarles todos los cuidados para que puedan crecer. Es un deber definido ir a regiones alejadas. Convocad a obreros que tengan verdadero celo misionero, y que salgan a esparcir luz y conocimiento por todas partes. Que lleven los principios vivientes de la reforma pro salud a poblaciones y barrios que en gran medida no saben lo que deben hacer. Enseñen los hombres y las mujeres esos principios a gente que no puede tener las ventajas que ofrece el amplio Sanatorio de Battle Creek. Es un hecho que la verdad del cielo ha llegado a conocimiento de millares por medio de la influencia del sanatorio; sin embargo, hay una obra que se ha descuidado, y que debe ser hecha. Nos anima ver la obra que se está haciendo en Chicago y en unos pocos lugares. Pero hace años que debería haberse esparcido la gran responsabilidad que se ha concentrado en Battle Creek. TM 254 2 Se anima a nuestra gente a establecerse en Battle Creek, y pagan su diezmo y prestan su influencia para edificar una moderna Jerusalén que no responde al plan de Dios. En esta obra se priva a otros lugares de las facilidades que debieran tener. Creced, extendeos, sí; pero no en un solo lugar. Salid y fundad centros de influencia en lugares donde nada o casi nada se ha hecho. Poned fin a esta concentración; difundid los rayos salvadores de la luz, e iluminad los rincones entenebrecidos de la tierra. Se necesita hacer una obra algo parecida a la del águila cuando despierta a sus aguiluchos. "Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado". Así ocurre con numerosos cristianos que vienen a Battle Creek. El celo de muchos es intermitente; es como un meteoro que surca los cielos y se desvanece. TM 255 1 Hagan algo por el territorio del sur los obreros de Dios que tienen su causa en el corazón. No se conformen los mayordomos de Dios con sólo tocarlo con la punta de los dedos. Hagan planes a conciencia en favor del campo los que están en la sede central de la obra. Habéis hablado acerca de ello; pero, ¿qué estáis haciendo como mayordomos de los bienes de Dios? TM 255 2 ¿Nos ha dado Dios una obra que hacer? ¿Nos ha pedido que enfrentemos influencias opositoras y convirtamos a los hombres del error a la verdad? ¿Por qué los hombres y mujeres, que con tanta frecuencia se han reunido en las grandes asambleas de Battle Creek, no ponen en práctica la verdad que han escuchado? Si hubieran impartido la luz que recibieron ¡qué transformación de carácter habríamos visto! Por cada gracia impartida, Dios habría dado gracia. La obra hecha en favor de ellos no ha sido debidamente apreciada. Si así hubiera sido, habrían ido a los lugares tenebrosos de la tierra para difundir la luz que Dios ha derramado sobre ellos. Habrían dado al mundo el mensaje de la justicia de Cristo, que se recibe por medio de la fe, y su propia luz habría sido cada vez más luminosa, pues Dios habría obrado junto con ellos. Muchos han descendido a la tumba en el error, sencillamente porque los que profesaban la verdad no comunicaron el precioso conocimiento que habían recibido. Si la luz que resplandece con tanta abundancia en Battle Creek se hubiera difundido, habríamos visto que muchos se habrían levantado para ser colaboradores de Dios. El mal de los sermones largos TM 256 1 Querido Hno.-----, Los que han de ser portavoces de Dios deben saber que sus labios han sido tocados con un carbón encendido sacado del altar, y deben presentar la verdad con el poder del Espíritu. Pero los discursos largos cansan al orador y a los oyentes que tienen que estar sentados tanto tiempo. La mitad del material presentado beneficiaría más a los oyentes que todo el conjunto vertido por el orador. Lo que se dice durante la primera media hora vale mucho más, si el sermón termina entonces, que las palabras dichas en otra media hora. Se sepulta entonces lo que se ha presentado antes. TM 256 2 Se me ha mostrado vez tras vez que nuestros ministros se equivocan al hablar tanto tiempo, pues deshacen la primera impresión que ejercen sobre sus oyentes. Se les presenta tanto material que no pueden retener ni digerir, de modo que todo les resulta confuso. TM 257 1 He hablado de esto delante de nuestros hermanos pastores, y les he rogado que no alarguen sus discursos. Hemos progresado algo en este sentido, con los mejores resultados, de manera que ha habido pocos discursos de más de una hora. TM 257 2 Mientras estaba en Norteamérica, se me dio luz acerca de usted en horas de la noche. Usted había estado hablando durante largo rato, y todavía creía que no había dicho todo lo que deseaba decir, y estaba pidiendo un poco más de tiempo. Un personaje digno y autorizado se levantó delante de usted, que estaba en el púlpito, y le dijo: "Le has dado a la gente, para su estudio, una gran cantidad de material; la mitad de todo eso habría sido de mucho más provecho que el total". Si recibe el poder del Espíritu Santo, impresionará al oyente. El Espíritu Santo obra en el hombre; pero si hay puntos vitales que destacar y que el oyente necesita retener, un torrente de palabras borrará esa poderosa impresión, poniendo dentro de la vasija más de lo que puede retener, y ese gran esfuerzo se perderá. Reservar la última mitad para presentarla cuando la mente está fresca, equivaldrá a recoger los pedazos para que nada se pierda. TM 257 3 La verdad es un poder precioso, vitalizador. La exposición de la Palabra da luz y entendimiento a los simples. La verdad debiera exponerse con claridad, lentamente, con fuerza, para que impresione al oyente. Cuando se presenta algún aspecto de la verdad, es esencial que se la entienda para que se reciba todo su precioso alimento: el pan de vida, el maná del cielo. Que se recoja todo pedazo para que nada se pierda. Al presentar la verdad mediante la predicación de la Palabra, es importante que el oyente bien dispuesto no pierda nada. El Señor Jesús, mediante el Espíritu Santo, está tratando de llegar a la mente, y la convicción se produce en el corazón y la conciencia; pero el exceso de material tiene efectos perjudiciales, pues borra la impresión hecha anteriormente. Hable poco, y despertará interés en escuchar una y otra vez. Aplíquese la verdad al corazón TM 258 1 Es particularmente cierto que los temas nuevos e impresionantes no se deben presentar a la gente en discursos muy largos. Aplíquese en todo discurso la verdad al corazón, para que todo el que oiga, entienda; y para que los hombres, las mujeres y los jóvenes revivan ante Dios. Trate de inducir a todos, desde el menor hasta el mayor, a investigar la Palabra, porque el conocimiento de la gloria de Dios ha de llenar toda la tierra como las aguas cubren el mar. Conozcamos a Dios TM 258 2 "Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús". Estas preciosas palabras se dirigen a los que han obtenido una fe igualmente preciosa que la nuestra por la justicia de Dios y de nuestro Señor Jesucristo. Para comprender cuán grande es la promesa, debemos saber por experiencia quién la respalda. "Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová". Requisitos esenciales para la obra de Dios TM 259 1 El Señor enumera en su Palabra los dones y las gracias que deben poseer indispensablemente todos los que se relacionan con su obra. No nos enseña a desdeñar el conocimiento o a despreciar la educación, porque cuando está bajo el dominio del amor y el temor de Dios, la cultura intelectual es una bendición. Sin embargo, no se la presenta como el requisito más importante para el servicio de Dios. Jesús pasó por alto a los sabios de su tiempo, hombres educados y de elevada posición, porque eran tan orgullosos y se sentían tan seguros de su pregonada superioridad, que no podían simpatizar con la humanidad que sufría, y llegar a ser colaboradores del Hombre de Nazaret. Debido a su fanatismo, no aceptaban que Cristo les enseñara. El Señor Jesús quiere que los que se relacionen con su obra la consideren sagrada; entonces podrán cooperar con Dios. Serán canales expeditos por medio de los cuales podrá fluir su gracia. Se pueden conceder los atributos del carácter de Cristo sólo a los que desconfían de sí mismos. La más alta educación científica no puede desarrollar por sí misma un carácter semejante al de Cristo. Los frutos de la verdadera sabiduría proceden solamente de Cristo. TM 259 2 Todo obrero debe someter sus propias cualidades a la prueba de la Palabra de Dios. ¿Tienen una correcta percepción de las cosas de interés eterno los hombres que están manejando cosas sagradas? ¿Están dispuestos a someterse a la acción del Espíritu Santo? ¿O se dejan manejar por sus propias tendencias heredadas y cultivadas? Conviene que todos se examinen a sí mismos para ver si están en fe. Cargo y responsabilidad TM 260 1 Los que ocupan puestos de confianza en la obra de Dios deben recordar siempre que estos cargos entrañan una gran responsabilidad. El adecuado desempeño de la obra solemne para este tiempo, y la salvación de las almas que se relacionan de alguna manera con nosotros, dependen en gran medida de nuestra propia condición espiritual. Todos deben cultivar un agudo sentido de la responsabilidad, pues su propio bienestar presente y su destino eterno dependerán de la actitud que asuman. Si el yo está entretejido con su obra, será semejante a la ofrenda de fuego extraño en lugar de la de fuego sagrado. Tales obreros desagradan al Señor. Hermanos: Apartad vuestras manos de la obra a menos que podáis distinguir entre el fuego sagrado y el común. TM 260 2 No todos los que han figurado como hombres representativos han sido caballeros cristianos. Prevalece la actitud de dominar sobre los demás. Esos hombres creen que están investidos de autoridad, y expresan sus opiniones y toman decisiones acerca de asuntos de los cuales no saben nada. Algunos de los que están relacionados con la casa editora pasan por las oficinas, hablan con diferentes personas, dan instrucciones que creen les corresponde dar, cuando en realidad no entienden de qué están hablando. Injusticia y falta de honradez TM 260 3 Se han cometido grandes injusticias y aun se ha incurrido en falta de honradez cuando se han presentado en reuniones de junta algunos asuntos ante ciertas personas que no tenían una experiencia que los capacitara para ser jueces competentes en la materia. Se han sometido algunos manuscritos a la consideración de ciertos hombres, cuando los ojos de su entendimiento estaban tan cegados que no podían discernir la importancia espiritual del tema que estaban tratando. Es más, no tenían verdadero conocimiento acerca de la preparación de libros. No habían tenido ni instrucción ni práctica en el ramo de la producción literaria. Ha habido hombres que se han expresado acerca de libros y manuscritos puestos imprudentemente en sus manos, en circunstancias que no debieron haber aceptado ninguna responsabilidad de ese tipo. Habría sido una manifestación de honradez de su parte si hubieran dicho: "No he tenido experiencia en este trabajo, y ciertamente sería injusto conmigo mismo y con otros si diera mi opinión. Perdónenme, hermanos; en lugar de instruir a otros, yo necesito que alguien me enseñe". Pero esto estuvo lejos de sus pensamientos. Se expresaron desembozadamente con respecto a temas de los cuales no sabían nada. Se han aceptado como de sabios algunas conclusiones que no eran otra cosa sino opiniones de novicios. TM 261 1 Ha llegado el tiempo cuando en el nombre de Dios y con su poder, la iglesia debe obrar para el bien de las almas y para la honra del Altísimo. La carencia de una fe firme y de discernimiento en las cosas sagradas debieran ser causas suficientes para separar a cualquier hombre de la obra de Dios. De la misma manera, el ceder al mal genio, el espíritu rudo y dominador, ponen de manifiesto que quien los posee no debe ser puesto donde tenga que decidir asuntos importantes que afectan la heredad de Dios. Un hombre apasionado no debiera tener trato alguno con las mentes humanas. No se le puede confiar la atención de asuntos que se relacionan con los que Cristo compró a un precio infinito. Si se pone a dirigir hombres, herirá y magullará sus almas; porque carece del toque refinado y la delicada sensibilidad que imparte la gracia de Cristo. Su propio corazón necesita ser enternecido, subyugado por el Espíritu de Dios; el corazón de piedra no se ha transformado en corazón de carne. Todos deben representar a Cristo TM 262 1 Los que representan falsamente a Cristo desvirtúan la obra, pues animan a hacer lo mismo a todos los que se relacionan con ellos. Por amor a sus almas, por amor a los que están en peligro debido a su influencia, debieran renunciar a sus puestos, porque en el cielo se anotará que el que obra maldad tiene sus vestiduras manchadas con la sangre de muchas almas. Han exasperado a algunos y por eso éstos han abandonado la fe; otros han asimilado sus atributos satánicos y el mal que se ha hecho es incalculable. Únicamente los que revelan que sus corazones se están santificando por medio de la verdad, deben ser mantenidos en puestos de confianza en la obra del Señor. TM 262 2 Consideren todos que cualquiera sea su cargo representan a Cristo. Con firmeza de propósito trate cada hombre de tener la mente del Señor. Especialmente los que han aceptado cargos de directores o consejeros, deben comprender que se requiere de ellos que sean en todo sentido caballeros cristianos. Aunque al tratar con los demás siempre tenemos que ser fieles, no debemos ser rudos. Las almas con las cuales tenemos que tratar son la posesión adquirida del Señor, y no debemos permitir que escape de nuestros labios ninguna expresión apresurada o dominadora. TM 262 3 Hermanos, tratad a los hombres como hombres, no como sirvientes a los cuales podéis dar órdenes según os parezca. El que da rienda suelta a un espíritu áspero y despótico, haría bien en convertirse en pastor de ovejas, como Moisés, para aprender lo que significa ser un verdadero pastor. Moisés adquirió en Egipto la experiencia de un poderoso estadista y conductor de ejércitos, pero no aprendió allí las lecciones esenciales para lograr la verdadera grandeza. Necesitaba experiencia en deberes más humildes para poder llegar a ser un guardián que manifestara ternura hacia toda cosa viviente. Al pastorear los rebaños de Jetro, sintió simpatía por las ovejas y los corderos y aprendió a cuidar con la más tierna consideración a esas criaturas de Dios. Aunque la voz de esos animalitos jamás podía denunciar malos tratos, su actitud, en cambio, podía ser muy elocuente. Dios cuida de todas las criaturas que ha hecho. Al trabajar para Dios en esa humilde tarea, Moisés aprendió a ser tierno pastor para Israel. La dependencia de Dios TM 263 1 El Señor también quiere que aprendamos una lección de la experiencia de Daniel. Hay muchos que podrían llegar a ser hombres poderosos, si como este fiel hebreo dependieran de Dios para obtener gracia a fin de ser victoriosos, y fuerza y eficiencia para cumplir sus deberes. Daniel manifestó la más perfecta cortesía, tanto hacia sus mayores como hacia los jóvenes. Era testigo de Dios y trataba de seguir una conducta tal que no tuviera que avergonzarse de que el cielo escuchara sus palabras o viese sus obras. Cuando se le exigió a Daniel que participara de los manjares deliciosos de la mesa del rey, no montó en cólera ni expresó que sería él quien decidiría qué iba a comer y beber. Sin pronunciar una sola palabra de desafío, llevó el asunto ante Dios. El y sus compañeros buscaron sabiduría en el Señor y, cuando terminaron su ferviente oración, la decisión estaba hecha. Con verdadero valor y cortesía cristiana, Daniel presentó el caso al funcionario que estaba a cargo de ellos, pidiéndole les concediera un régimen alimentario sencillo. Estos jóvenes comprendían que sus principios religiosos estaban en juego y confiaron en Dios, a quien amaban y servían. Su pedido fue concedido, pues habían alcanzado el favor de Dios y de los hombres. TM 264 1 Los seres humanos, sea cual fuere el puesto de confianza en que estén, necesitan ocupar su lugar en la escuela de Cristo y prestar oído al mandato del gran Maestro: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". No tenemos excusa para manifestar un solo mal rasgo de carácter. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos". Al tratar con los demás, si véis u oís algo que necesite ser corregido, buscad en primer lugar al Señor para obtener sabiduría y gracia, para que al tratar de ser rectos no seáis duros. Pedidle que os dé la bondad de Cristo; entonces seréis fieles a vuestro deber, fieles a vuestro puesto de confianza y fieles a Dios; fieles mayordomos que vencen las tendencias al mal, naturales y adquiridas. TM 264 2 Sólo un cristiano sincero puede ser un perfecto caballero; pues si Cristo mora en el alma, su espíritu se revelará en los modales, las palabras y las acciones. La bondad y el amor albergados en el corazón, se manifestarán por medio de la abnegación y la verdadera cortesía. Tales obreros serán la luz del mundo. La necesidad de discernimiento espiritual TM 264 3 La redención es parte de la naturaleza divina. Es prerrogativa de Dios reconstruir, no destruir. El Hijo de Dios fue entregado a la muerte antes de la fundación del mundo. La existencia del pecado es inexplicable; por lo tanto, ni una sola alma sabe quién es Dios antes que se vea a sí misma iluminada por la luz que refleja la cruz del Calvario, y se deteste a sí misma con amargura de alma, considerándose pecadora. Cuando clame en su gran necesidad de un Salvador que perdona el pecado, entonces Dios se le revelará lleno de gracia, compasión, perdón y amor, longánime y paciente. Individualmente, como miembros de iglesia, si somos fieles siervos de Jesucristo, somos también colaboradores de Dios. Cuando alguien recibe magulladuras por parte del enemigo y comete algún error, nosotros, como fieles y leales al Maestro, como colaboradores de Dios, debemos asumir esa obra misionera que está junto a nosotros; debemos trabajar para sanar, no para arruinar y destruir. Tenemos esperanza en Cristo porque somos pecadores. Tenemos derecho a reclamar un Salvador. Entonces, cuando cualquiera de los que colaboran con nuestras instituciones cometa errores, no haya quienes denuncien, condenen y destruyan como si no tuvieran falta alguna. TM 265 1 La obra del cristiano consiste en reparar, restaurar y curar. Este proceso sanador salva muchas almas y cubre multitud de pecados. Dios es amor; Dios es amor en sí mismo, en su esencia. El obtiene los mejores resultados de lo que parece un perjuicio, y no le da ocasión de triunfar a Satanás pues no permite que aparezca lo peor de nosotros ni expone nuestra debilidad frente a nuestros enemigos. No debemos introducir el mundo en la iglesia ni casarlo con ella, estableciendo así un vínculo de unidad. De esa manera la iglesia ciertamente se corromperá; llegará a ser, como se declara en el Apocalipsis, "albergue de toda ave inmunda y aborrecible". La influencia de la unión con los mundanos TM 265 2 Si se relacionan con el mundo, nuestras instituciones se debilitarán; no se podrá confiar en ellas, porque esos elementos mundanos, introducidos y ubicados en puestos de confianza, considerados maestros respetables en su posición educadora, rectora y oficial, serán manejados seguramente por el espíritu y el poder de las tinieblas; no se distinguirá la línea que separa al que sirve a Dios del que no lo sirve. Cristo presentó la parábola del campo en el que se pensaba que se había sembrado puro trigo, pero al final los encargados observaron el campo con desaliento y preguntaron: "¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?" El dueño del campo contestó: "Un enemigo ha hecho esto". El acusador de los hermanos TM 266 1 Así se me presentó lo referente al Retiro Rural de Salud. [veasé el Apéndice.] Yo tenía un mensaje de amonestación. Hablé con fervor y sé que el Señor puso su Espíritu Santo sobre mí mientras presentaba el peligro de la asociación con el mundo y el amor a él. El mundano está siempre a la expectativa para criticar y acusar a los que sirven a Dios. Esto se pondrá de manifiesto mediante las quejas y querellas que promueven los profesos cristianos, que nunca han sido transformados por la gracia de Jesucristo. Son enemigos mortales de los creyentes. Desprecian el sábado del cuarto mandamiento, y si logran que parezcan culpables los que luchan por obedecer los mandamientos de Dios, Satanás habrá lanzado una flecha, y entonces, ¿qué ocurre? pues que manifiesta su carácter acusador; pero sus crueles estocadas harán poco daño si los profesos creyentes permanecen fieles a las palabras de Cristo y son hacedores y no sólo oidores de su palabra. Los que reciben estas quejas están obligados ante Jesucristo a amar y respetar y a ser mutuamente leales con los que están unidos a Cristo por ser miembros de la iglesia. El aliarse con los buscadores de faltas, el acusar a los hermanos, el aceptar los cargos que vienen a depositar junto a la puerta, equivale a secundar la obra del enemigo colocándose en sus manos para que su obra tenga éxito. Por qué fue odiado Cristo TM 267 1 Presenté a los oyentes el caso de Jesús, el Señor de vida y gloria, que fue crucificado para complacer la maldad de los judíos, porque los principios que presentaba no coincidían con sus ideas ni con las ambiciosas metas que se habían fijado. Condenaba todo engaño, toda maniobra subterránea para lograr la supremacía y todo acto impío. Pilato y Herodes se hicieron amigos al crucificar a Jesucristo. Complacieron a los judíos al sancionar la enemistad de ellos contra Aquel a quien Pilato había proclamado inocente. Les presenté a Judas, que traicionó a su Señor por dinero; a Pedro, que lo negó cuando lo humillaban en el tribunal. Pocas horas antes había asegurado con gran firmeza a su Maestro que iría con él a la cárcel y a la muerte. Y, a pesar de la declaración de Jesús de que antes que el gallo cantara lo negaría tres veces, tenía tanta confianza en sí mismo que no aceptó las palabras de Cristo como verdad. ¡Cuán poco se conocía a sí mismo! ¡Cuán pronto las circunstancias pusieron a prueba su lealtad a su Maestro! Negó a Jesús en la misma hora en que debería haber velado con él en ferviente oración. Cuando fue acusado en el tribunal de ser uno de los discípulos de ese Hombre, lo negó. Y la tercera vez que fue acusado, reafirmó su negación con maldiciones y juramentos. El efecto de una conversión genuina TM 267 2 Dijo Cristo: "Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos". La mirada de dolor y tristeza que Jesús dirigió a Pedro no fue desesperada; quebrantó el corazón de Pedro, que había negado a su Señor. TM 268 1 Pero Pedro se convirtió y luego, después de la crucifixión y la resurrección de Cristo, cuando compareció ante los dirigentes, se puso valientemente de parte de Jesús y acusó a esos hombres con estas palabras: "Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida". En esa ocasión Pedro puso de manifiesto que después de su conversión llegó a ser un hombre completamente diferente del hombre jactancioso y confiado en sí mismo que antes había sido. TM 268 2 Presenté ante ellos la voz del mundo, los enemigos de Cristo, que dijeron a los mensajeros del Señor que no enseñaran en ese Nombre ni los culparan por su muerte. ¿Dio resultado esa amenaza? ¿Acobardó a los testigos de Cristo? No; proclamaron el mensaje que Dios les había confiado y fueron encerrados en la cárcel; pero Dios envió a su ángel para librarlos. El ángel del Señor abrió en la noche las puertas de la cárcel y, sacándolos, dijo: "Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida". La voz de los ángeles celestiales se oponía directamente a la de las autoridades y, ¿a cuál de ellas debían obedecer? "Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos". Entonces Gamaliel, un doctor de la ley, intercedió en favor de los apóstoles, y sus palabras prevalecieron. Bien, éstas son algunas de las palabras que el Señor me dio para que las transmitiera a los hermanos. Cómo tratar al que yerra TM 269 1 Las palabras que se me dieron eran de la clase que yo sabía que la gente necesitaba, y que la beneficiaría si les prestaban atención. Un discurso se refería a cómo tratar a los que están unidos con nosotros en la obra de la iglesia, cuando yerran. No deberían permitir que sus mentes fueran inducidas a actuar sobre la base de las palabras que profirieran los enemigos del Señor contra sus hijos. Si se presentan quejas, murmuraciones o acusaciones, deben estudiar en la escuela de Cristo qué conducta seguir hacia aquellos contra quienes se formulan dichas quejas. Trata el asunto entre él y tú solo y, si no escucha, entonces llama a dos o tres más y, si no los escucha tampoco, entonces dilo a la iglesia. No améis al mundo TM 269 2 El mundo no tiene nada que ver con los creyentes en esta obra Los mundanos no pueden percibir los motivos y principios por medio de los cuales los hijos de Dios están ligados el uno al otro en sus relaciones y en su trato mutuo. Debemos ser soldados fieles y leales en el ejército de Jesucristo. Todos sus seguidores deben andar al paso de su Jefe. Nunca deben transmitir sus secretos a los enemigos de Cristo ni hacerles confidencias respecto a sus movimientos ni a las actividades que se proponen realizar; porque eso equivale a traicionar cometidos sagrados y darle al enemigo todas las ventajas. Celebren consejo los hijos de Dios dentro de su propia esfera. Los enemigos de Cristo no deben familiarizarse con sus secretos, mientras se mantiene en ignorancia a los hijos de Dios con respecto a las cosas que precisamente deben saber. Los secretos de Jehová son para los que lo temen. TM 270 1 El mundo es el principal enemigo de la religión. Las fuerzas satánicas están obrando constantemente por medio del mundo y de los que profesan ser cristianos pero que, por el contrario, están íntimamente relacionados con el mundo. Están de tal manera unidos con él en metas y formas de obrar, que no pueden establecer la diferencia que existe entre el que sirve a Dios y el que sirve al mundo. El enemigo está obrando constantemente para exaltar al mundo, a fin de que éste sea considerado como superior a los que creen en Jesús y tratan de ser hacedores de su Palabra. Las expresiones de alabanza y adulación de los mundanos se reciben como dulces bocados, pero el juicio de los que gustan de esa clase de alimento está de acuerdo con la debilidad que manifiestan en ese sentido. Su vida espiritual se compone precisamente del material de que se alimentan. Su experiencia cristiana depende mayormente de la adulación y el aprecio humano. El temor y el amor de Dios no están entretejidos en su experiencia. TM 270 2 ¡Cuán lamentable y triste es ver caer tan completamente en manos del mundo a hombres que han conocido algo del Espíritu de Dios, al punto de dejarse regir e influir por su voz y depender de sus favores para lograr fortaleza y éxito! ¡Cuán ciertamente se han alejado de Cristo, cuán llenos están de confianza propia, cuán colmados de ostentación, de vanidad, y cuán cortos de vista son para las cosas espirituales! ¡Cuán poco discernimiento tienen para distinguir al que es hijo de Dios, heredero del reino, del que es hijo del maligno, hijo de desobediencia y enemigo de Dios! Las dos clases de personas TM 270 3 Hay sólo dos clases de personas en el mundo: los que son obedientes a Jesucristo y buscan al Maestro para hacer su voluntad, y obran para la salvación de su propia alma y la de todos los que se relacionan con ellos y llevan el nombre de Cristo; y los hijos de desobediencia. Hay sólo dos clases de personas en el mundo. Escuchad, pues, las palabras de Alguien que sabe: "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye". Hay almas que están siendo engañadas. El temor y el amor de Dios no prevalecen sobre ellas. El mundo es su señor, y ellos se lanzan tras ese espejismo engañoso y adulador. Escuchad al que dio su vida por el mundo, "para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Habló como nadie lo hizo. Todo el (capítulo 15) de Juan contiene una lección muy importante. Leedlo; obedecedlo. Escuchad de nuevo la voz de Dios: "No podéis servir a Dios y a las riquezas". La mezcla de creyentes con no creyentes TM 271 1 No firme el pueblo de Dios en ninguna de nuestras instituciones una tregua con el enemigo de Dios y del hombre. El deber de la iglesia hacia el mundo no consiste en acomodarse a sus ideas ni aceptar sus opiniones y sugerencias, sino en prestar oídos a las palabras de Cristo por medio de su siervo Pablo: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?" Esto se aplica, en un sentido especial, a la unión matrimonial con los incrédulos, pero abarca un campo más amplio que éste: se aplica a los instrumentos establecidos por Dios, a nuestras instituciones de salud, a nuestros colegios, a nuestras casas editoras. TM 272 1 El asunto se nos presenta de la debida manera. Se formula la pregunta: "¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo". ¿Qué significa esto? Abarca las sugestiones, las malas obras de los hijos de desobediencia. En ningún caso debéis contaminaros con el espíritu o la influencia de los incrédulos. Temed uniros o formar gavillas con ellos. Temed comunicar las obras relacionadas con la causa de Dios a los que no tienen parte con él, o no simpatizan con los que aman la verdad del Señor. "Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso". TM 272 2 Elevo mi voz de amonestación contra la mezcla en nuestras instituciones de elementos mundanos con creyentes; tenemos que dar la voz de alarma. Si se ubica en nuestras instituciones a ciertas personas en puestos de confianza, las elevamos inmediatamente a la categoría de educadores. Se enseña a todos a solicitar instrucción de esas personas, lo que constituye una trampa para los incautos, que de esta manera confunden sus ideas con respecto a la justicia y la verdad. Escuchan a esas personas que no tienen respeto por la verdad, cuando manifiestan desprecio o hablan desdeñosamente de ella, en circunstancias que debería considerársela firmemente como verdad sagrada. TM 272 3 Cuando debieran hacerse planes para la jornada de labor del viernes, teniendo en cuenta el sábado del Señor, Satanás obra por medio de esos hijos de desobediencia, que prolongan el período de servicio de manera que abarque también las horas sagradas, y disponen que los que están a sus órdenes trabajen en sábado, con lo que ellos se regocijan y Satanás triunfa. TM 273 1 Cuando los hombres que ocupan los puestos de más alta responsabilidad no hacen diferencia entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven, ponen de manifiesto que su mayor interés no es la gloria de Dios; por lo tanto, todo su ser está en tinieblas. Cuando los hombres que tienen autoridad asimilan de tal manera el espíritu de los mundanos que reciben como verdaderas las quejas de los incrédulos, no saben qué espíritu los mueve. Cuando alientan ese espíritu y las quejas contra los hijos de Dios, dan evidencia de que están trabajando de parte del enemigo para desprestigiar y humillar a los que ama el Señor, y fortalecen al mismo tiempo las manos de los impíos que están haciendo una mala obra. Cuando permiten con toda libertad que los acusadores de los hijos de Dios hagan planes en lugar de ellos en contra de sus escogidos, no están consultando a Cristo para hacer sus planes. Tratad con justicia a los que yerran TM 273 2 Si un hijo del Señor yerra, entonces, si los hombres que tienen autoridad poseen discernimiento espiritual, comprenderán que su puesto no les permite traicionar cometidos sagrados, y no van a entregar la causa de Dios en manos del enemigo. No guardarán silencio precisamente ante los que debieran merecer su confianza, para trabajar en silencio y secreto y revelar sus planes a los que no simpatizan con el pueblo escogido de Dios. Si cualquier obrero de nuestras instituciones de salud es objeto de murmuración y acusaciones por parte de incrédulos o creyentes, cuélguense carteles por todo el establecimiento con las siguientes instrucciones especiales dadas por nuestro Maestro, Jesucristo: "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido". TM 274 1 Id a los que suponéis que están en error, hablad con ellos, no obrando con duplicidad e hipocresía, tratándolos todos los días con aparente cordialidad, mientras conspiráis contra ellos en perfecta armonía con los instrumentos satánicos que están obrando para desarraigar, derribar y eliminar de la institución a los que los incrédulos quieren eliminar, mientras no decís una sola palabra a los hermanos en la fe para redimirlos y restaurarlos si están en el error. Y si no lo están, para defender lo justo y reprender a quien corresponda: a los que conspiran, pues Satanás está actuando entre bastidores. El Señor Jesús reprendió a los fariseos, asemejándolos a sepulcros disimulados, ocultos a la vista, pero llenos de podredumbre. El Señor odia todo engaño, sigilo e insidia. Esa es la obra de Satanás. La obra de Dios es abierta y franca. Que nadie actúe contra un hijo de Dios apoyándose en el testimonio del enemigo del Señor y obrando como Satanás: ocultándose y, sin embargo, sugiriendo, instigando, planeando, en perfecta armonía con los enemigos del Señor. TM 274 2 ¿Cómo puede considerar el universo del cielo esa obra disimulada y cobarde contra los que aman a Dios y guardan sus mandamientos? Los miembros de la iglesia pueden cometer errores y a menudo lo hacen; pero debemos tratarlos con bondad, con ternura, como Cristo nos trató. Pero la reprensión de Dios cae sobre todos los que hacen la obra de Dios engañosamente, profesando ser amigos de Cristo y, sin embargo, trabajando solapadamente, en las tinieblas, contra los que aman a Dios. "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". TM 275 1 Esta es nuestra obra, hermanos. ¿La haremos? Tan poco de esto se hace que estas palabras del Testigo Fiel se dirigen a la iglesia: "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido". "Jehová te reprenda, oh Satán" TM 275 2 "Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarlo. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel". Así se presentó Satanás. Había engañado a esas almas con sus mentiras y artificios. Pero se habían arrepentido delante de Dios, y el perdón estaba escrito frente a sus nombres. Satanás los estaba acusando de pecados y reclamando su derecho de hacer lo que quisiera con ellos, debido a las transgresiones que él mismo los había inducido a cometer. Pero Jesús contempló con la más tierna y amorosa compasión a esas almas que creían en él y que confiaban en su justicia. "Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie". ¿Pronunciarán los hijos de Dios, los que han sido puestos en cargos de confianza, las palabras de Satanás contra los hijos de Dios? Actuemos como cristianos, leales como el acero a Dios y a su santa obra; listos para descubrir las artimañas de Satanás en la obra oculta y engañosa que realiza por medio de los hijos de desobediencia. Nuestras palabras TM 276 1 "Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon". Estas son las palabras de los no consagrados, que se separan de Dios cegados por el enemigo. No pueden percibir los caminos y las obras de Dios. Después se presenta el grupo opuesto: "Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero". Estas palabras no contenían maledicencia contra los hermanos ni quejas contra Dios; en cambio, eran palabras pronunciadas por corazones sinceros, en las cuales no había engaño ni sigilo ni insidia. "Y Jehová escuchó y oyó y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que lo sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve". Nuestra fuerza está en la unión con Cristo TM 276 2 Quiera el Señor bendecir a su pueblo con visión celestial, para que se dé cuenta de que los hijos de Dios y el mundo nunca pueden estar en sociedad. Todo el que quiera ser amigo del mundo será enemigo de Dios. Aunque todos deben trabajar con Cristo para transformar a los hijos de las tinieblas, señalándoles el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, no pueden tener una simpatía tan desbordante por los mundanos, que pongan su influencia de parte de ellos para llevar a cabo sus sugerencias de debilitar a los escogidos de Dios y cometer injusticias contra ellos. El Señor no obra de esa manera. En la unidad perfecta y cabal está la fortaleza. No por la cantidad, sino por la perfecta confianza y unidad con Cristo, uno puede perseguir a mil, y dos poner en fuga a diez mil. No entablemos relaciones impías con los amigos del mundo, porque Dios las ha maldecido. Manténgase firme el pueblo de Dios de parte de la verdad y la justicia. Ya vemos las terribles consecuencias que produce la unión de los creyentes con los incrédulos. El resultado es que éstos reciben la confianza que corresponde sólo a los que aman y reverencian a Dios. TM 277 1 Ya el poder de las tinieblas ha puesto su sello y su inscripción sobre la obra que debiera aparecer inmaculada y sin la contaminación que producen los arteros engaños de Satanás. Levantemos nuestra voz de advertencia contra el plan de atraer a la gente a nuestras reuniones sociales por medio de métodos mundanos, tales como remates y otros atractivos semejantes. Apartaos. No toquéis lo inmundo. No se gobierne el pueblo de Dios por medio de la orientación y las propuestas del mundo. ¡Ay de aquel cuya sabiduría no es de lo alto sino de abajo! Hombres de piedad superficial, en su deseo de obtener apoyo y fama, traicionan los más sagrados intereses en beneficio de los incrédulos. TM 277 2 No se obtenga dinero por medio de maniobras sucias o sancionándolas. Si los obreros, aunque sean pocos, tienen la gracia de Cristo en el corazón, Dios puede obrar con ellos en nuestras instituciones, y tendrán éxito. No debe operar ningún poder engañador, porque eso es sucio. No debe haber manos contaminadas. Dios aceptará las manos limpias y el corazón puro. "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados". TM 278 1 La luz de la gloria de Dios debe descender sobre nosotros. Necesitamos la santa unción de lo alto. Por inteligente, por erudito que sea un hombre, no está capacitado para enseñar a menos que esté firmemente asido del Dios de Israel. El que está relacionado con el cielo hará las obras de Cristo. Por la fe en Dios tendrá poder para influir sobre la humanidad. Buscará las ovejas perdidas de la casa de Israel. Si el poder divino no se combina con el esfuerzo humano, no doy un cinco por todo lo que pueda hacer el hombre más grande. Falta el Espíritu Santo en nuestra obra.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. ------------------------Capítulo 11--A los hermanos que ocupan puestos de responsabilidad La responsabilidad inherente a la obra de Dios TM 279 1 Querido Hno.-----, Se me ha revelado que el Señor prueba a todos los que se nombran del nombre de Cristo, especialmente a los que administran algún departamento de su causa. El estar relacionados con la obra especial de Dios para este tiempo entraña una gran responsabilidad, y cuanto más alto sea el puesto de confianza, mayor será ésta. ¡Cuán humilde y sincero necesita ser el que ocupa tal cargo! ¡Cuán temeroso y desconfiado de sí mismo! ¡Cuán cuidadoso de tributar toda la alabanza y la gratitud a Dios! TM 279 2 Hay un Vigilante al lado de todos los que ocupan cargos de confianza, listo para reprobar y convencer de mala conducta, o para contestar las oraciones del que pide ayuda. Vigila para ver si los que tienen el privilegio de llevar responsabilidades recurren al Señor para recibir sabiduría y valerse de toda oportunidad para perfeccionar un carácter semejante al de Dios. Si se desvían de la absoluta rectitud, el Altísimo se aparta de ellos. Si no luchan con fervor para conocer su voluntad con respecto a ellos, no puede bendecirlos, prosperarlos ni sostenerlos. TM 279 3 Los que han sido puestos por Dios en cargos de responsabilidad, nunca deben tratar de exaltarse a sí mismos o atraer la atención de los hombres a su obra. Deben dar toda la gloria a Dios. No deben buscar poder para enseñorearse de la heredad de Dios, pues sólo harán esto los que están bajo el dominio de Satanás. TM 280 1 Pero el sistema de "o yo gobierno o esto no marcha" [veasé el Apéndice.] se ve demasiado a menudo en nuestras instituciones. Albergan y revelan este espíritu algunas personas que ocupan puestos de responsabilidad y, debido a eso, Dios no puede hacer la obra que desea realizar por medio de ellos. A través de su conducta, los que revelan este espíritu ponen de manifiesto lo que serían en el cielo si se les confiaran responsabilidades allí. TM 280 2 Los que consideran las almas de los hombres a la luz de la cruz del Calvario, no necesitan errar con respecto al valor que debiera asignárseles. La razón por la cual Dios ha permitido que algunos miembros de la familia humana fueran tan ricos y otros tan pobres, seguirá siendo un misterio para los hombres hasta la eternidad, a menos que establezcan la debida relación con Dios y ejecuten los planes divinos en lugar de obrar de acuerdo con sus propias ideas egoístas, según las cuales, debido a que un hombre es rico, ha de ser más respetado que su vecino pobre. Dios permite que su sol brille sobre justos e injustos, y ese sol representa a Cristo, el Sol de justicia, que resplandece como la luz del mundo, y esparce sus bendiciones y misericordias, visibles e invisibles, sobre ricos y pobres por igual. Este principio ha de guiar nuestra conducta hacia nuestros semejantes. El Señor es quien enseña los más sublimes sentimientos morales, los principios más elevados, y ningún hombre puede desviarse de ellos y estar sin culpa. Es el mayor insulto inferido a la bondad de Dios dudar de que él quisiera que impartamos a los demás las bendiciones, tanto espirituales como temporales, que nos ha dado en abundancia. TM 280 3 Una religión pura, una vida recta y santa, hacen de un hombre un cristiano. Pero en todo momento, desde su apostasía en el cielo, la conducta de Satanás se ha caracterizado por el perpetuo engaño y la rudeza permanente; y hay cristianos profesos que están aprendiendo sus métodos y procedimientos. Mientras pretenden servir a la causa de Dios, privan a sus semejantes de sus derechos, para servirse a sí mismos. TM 281 1 Todo ser humano ha sido comprado por precio y, como herencia de Dios, tiene ciertos derechos de los cuales nadie debe privarlo. El Señor no aceptará el servicio de los que practican la duplicidad. La menor ventaja obtenida de esa manera será una deshonra para Dios y la verdad. Los que poseen la religión de la Biblia harán justicia, amarán misericordia y se humillarán ante su Dios. Estas son las pautas dadas por el Dios de la justicia acerca de este asunto. TM 281 2 De nuevo quiero instar a que se cultive la fe viva en Dios. Hay personas que, aunque piensan que sirven a Dios, están ciñéndose rápidamente de infidelidad. Los caminos torcidos les parecen derechos; viven en continua violación de la verdad de Dios; han entretejido elementos corruptos en su vida práctica, y doquiera vayan siembran semillas de maldad. En lugar de guiar a otros a Cristo, su influencia los induce a dudar. Perturban las mentes con respecto a la verdad al espaciarse en teorías especulativas que los apartan de ella. Ayudan a forjar los eslabones de la duda y la incredulidad, el espíritu de crítica y acusación, y las almas tropiezan en ellos para perdición. La sangre de estas almas recaerá sobre los que hacen la obra del enemigo mientras profesan estar al servicio de Dios. ¿Cómo deberíamos andar? TM 281 3 Sabiendo esto, ¿cómo deberíamos andar? ¿Exaltaremos la sabiduría humana y señalaremos a los hombres finitos, mutables y errantes como nuestro apoyo en tiempo de prueba? ¿O manifestaremos nuestra fe por medio de nuestra confianza en el poder de Dios, al poner en evidencia la maraña de teorías, religiones y filosofías falsas que Satanás ha esparcido para atrapar a las almas desprevenidas? Al poner por obra así la Palabra de Dios, seremos luces en el mundo; porque si la cumplimos, mostraremos a todos los que entran en el ámbito de nuestra influencia que reverenciamos y respetamos a Dios y que estamos trabajando bajo su dirección. Al andar con humildad y circunspección, al manifestar amor, tolerancia, longanimidad y bondad, Dios espera que sus siervos lo revelen ante el mundo. TM 282 1 Dios exige a los que se les han confiado cometidos sagrados que se pongan plenamente a la altura de sus responsabilidades. El hombre ha sido puesto en el mundo para ser sometido a prueba, y los que ocupan puestos de confianza deben decidir si van a exaltar al yo o a su Hacedor; si van a utilizar su poder para oprimir a sus semejantes o si van a exaltar y glorificar a Dios. TM 282 2 Las grandes responsabilidades implican grandes obligaciones. El que desee ser un siervo fiel, debe prestar un servicio pleno y voluntario al mayor Maestro que el mundo haya conocido jamás. Sus ideas y principios deben mantenerse puros por el poder de Dios. Cada día debe aprender a hacerse digno de la confianza que se le ha dispensado. El poder divino debe impulsar su mente. Su carácter no debe ser contaminado por la influencia de sus parientes, amigos o vecinos. A veces debe retirarse de la vida activa para comulgar con Dios y para oír su voz diciéndole: "Estad quietos y conoced que yo soy Dios". TM 282 3 Los frutos del Espíritu se manifestarán en el hombre que ama a Dios y guarda el camino del Señor, como el rico racimo de uvas que produce la vid. Cristo es su fortaleza. Cristo vivió la ley de Dios en la humanidad, y lo mismo puede hacer el hombre si se aferra por la fe de Aquel que es poderoso, para obtener fortaleza. Si se da cuenta de que no puede hacer nada sin Cristo, Dios le dará sabiduría. Pero debe albergar el amor de Cristo en su corazón y poner en práctica sus lecciones; pues, ¿no ha de amar él a Cristo como Cristo amó a Dios? ¿No ha de demostrar a todos los que se relacionan con él que tiene la presencia permanente de Dios en su corazón, más de lo que nunca antes la ha tenido? A causa de sus mayores responsabilidades, debe conocer más a Dios y debe revelar esa fe viva que obra por el amor y purifica el alma. Frecuente causa de fracaso TM 283 1 Pero frecuentemente, cuando se los ubica en puestos elevados y de confianza, los hombres dejan de dedicar tiempo a la oración; creen que no tienen tiempo para ejercitar cada una de sus facultades a fin de que respondan a la influencia del Espíritu Santo. Pero si estos hombres se sentaran a los pies del manso y humilde Jesús, desempeñarían sus sagradas responsabilidades confiando, no en sí mismos, sino en su Dios. Ofrendarían al Señor el sacrificio de una vida noble y abnegada. Una vida que lleva la cruz. Jesús tendría su trono en su corazón, y les daría poder físico, mental y moral, para darlo a conocer a los demás. TM 283 2 Dios anhela obrar por medio de aquellos a quienes ha dado capacidad para hacer grandes cosas. Anhela que los que ocupan puestos de responsabilidad lo representen ante el mundo. Desea que Cristo sea reconocido como el mayor Maestro que el mundo haya conocido jamás, y que brille por medio de la mente de ellos como la luz del mundo. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Pero para que esto pueda ocurrir, Dios exige que se presente como ofrenda consagrada a él toda facultad intelectual y física. TM 284 1 Sin embargo, algunos hombres, tan pronto como se los coloca en puestos sagrados y de confianza, se consideran a sí mismos grandes hombres. Y este pensamiento, si se alberga en el alma, elimina el deseo de iluminación divina, que es lo único que puede hacer grandes a los hombres. Los que asumen esta actitud, eliminan toda posibilidad de lograr la verdadera grandeza, porque no llegan a recibir la luz del Sol de justicia. TM 284 2 Pero los hombres no pueden extinguir la luz de la vida, aunque cierren firmemente los ojos para no verla. El Sol de justicia sigue brillando a pesar de que el pobre e insensato instrumento humano se rodee de tinieblas creadas por él mismo. Peligros especiales que corren los que ocupan cargos de responsabilidad TM 284 3 Los hombres que cierran los ojos frente a la luz divina, desconocen en forma deplorable tanto las Escrituras como el poder de Dios. No les gusta la obra del Espíritu Santo, y atribuyen al fanatismo sus manifestaciones. Se rebelan contra la luz y hacen todo lo posible para eliminarla. Llaman a las tinieblas luz y a la luz, tinieblas. Se quejan de que las enseñanzas de Cristo producen un entusiasmo indebido y fanatismo, y que incapacitan a los que las reciben para cumplir los deberes propios de la vida. TM 284 4 Los que albergan y expresan esta creencia no saben de qué están hablando. Están albergando amor a las tinieblas; y mientras esas almas carentes de Cristo permanezcan en puestos de responsabilidad, la causa de Dios estará en peligro. Están en peligro ellos mismos de aferrarse tan firmemente del tenebroso conductor de toda rebelión, que nunca podrán ver la luz. Y mientras más tiempo se los retenga, más remota será su posibilidad de recibir a Cristo o de conocer al Dios verdadero. ¡Con cuánta incertidumbre envuelven ellos todo lo que es espiritual y progresivo con respecto a la verdad! Bajo la influencia de su jefe, reafirman su decisión de obrar en contra de Cristo. Pero ya sea por medio de un buen o un mal informe, a través de las tinieblas y de toda la enemistad de los instrumentos de Satanás, el Sol de justicia sigue brillando apaciblemente, buscando el mal, reprimiendo el pecado y reanimando el espíritu de los humildes y contritos. "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna". Una experiencia cristiana diaria es esencial TM 285 1 El verdadero valor de los hombres que ocupan cargos de responsabilidad se manifiesta cuando tienen una experiencia cristiana diaria en las cosas de Dios. Las palabras de Cristo son música para ellos. "Pero cuando venga el Consolador, a quien os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también porque habéis estado conmigo desde el principio". Si los hombres aceptaran el ministerio del Espíritu Santo--el más rico don que Dios puede dispensar--impartirían bendiciones a todos los que se relacionan con ellos. TM 285 2 Pero Dios no puede revelarse por medio de algunos a quienes se ha confiado responsabilidades. No puede convertirlos en canales por medio de los cuales puedan fluir su gracia, su compasión y su amor, porque insultan su bondad al exhibir un espíritu dominante hacia los que consideran que están errados y que necesitan reprobación, y eclipsan el amor y la misericordia de Cristo por medio de sus propias pasiones no santificadas. Permiten que el enemigo de todo lo bueno gobierne sus corazones, y sus vidas revelarán sus atributos. Pretenden que la Palabra de Dios los dirige, pero por medio de sus actos dicen: "No queremos tu camino, sino el nuestro". TM 286 1 Mediante sus palabras, sus obras y su espíritu, los que siguen tal conducta están dando lugar a que se anote en los libros del cielo un registro con el cual no querrán encontrarse en el futuro; porque Dios no les asigna el valor que ellos se atribuyen a sí mismos. Están abusando de las oportunidades que se les dan de ser probados, y están descuidando lamentablemente los importantes privilegios que se les han concedido. Aunque no encuentran nada en la Palabra de Dios que apoye sus actos o respalde sus opiniones, persisten en seguir su propio camino. En ese día cuando se juzgue a todos, se pronunciará contra ellos la siguiente sentencia: "Pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto". La mayordomía TM 286 2 Dios puede confiar a los hombres dinero y posesiones, pero no deben ensoberbecerse a causa de ello. Todo lo que tienen lo han recibido en custodia: Dios se los ha prestado para que desarrollen un carácter semejante al suyo. Están siendo sometidos a prueba. El Señor quiere ver si son dignos de las riquezas eternas. Si emplean los bienes de su Señor para ubicarse por encima de sus semejantes, demostrarán que son indignos de un lugar en el reino de Dios. En el gran día del ajuste final de cuentas oirán estas palabras: "Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?" TM 286 3 Pero si los que han sido hechos mayordomos por el Señor consideran sus tesoros como dones suyos, y tratan de manifestar compasión, simpatía y amor por sus semejantes, estarán en armonía con el carácter de Dios, quien dio a su Hijo unigénito para que muriera por salvarlos. Si valoran las almas de la raza humana según el precio pagado por su redención, no obrarán de acuerdo con sus impulsos naturales, sino que manifestarán los atributos de la mente y la voluntad de Dios, y serán canales por medio de los cuales podrán fluir hacia la humanidad los generosos y amantes sentimientos de Dios. El papel de la desgracia y la adversidad TM 287 1 El Señor ha permitido que la desgracia sobreviniera sobre los hombres, que la pobreza los oprimiera, que la adversidad los afligiera, para probar a los que ha puesto en circunstancias más favorables. Y si manifiestan fidelidad aquellos a quienes ha confiado sus bienes, declara que serán dignos de andar con él vestidos de blanco, como reyes y sacerdotes de Dios. "El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto". TM 287 2 "Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones, desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa: Y el que creyere en él no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo y piedra de tropiezo y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable". El puesto no puede santificar TM 288 1 ¿Puede aceptar Dios los sacrificios espirituales que se le ofrendan, cuando los hombres ubicados en puestos de gran responsabilidad se magnifican a sí mismos y deshonran a Dios? Esto se ha hecho y Dios considera con desagrado ese proceder. En lugar de crecer en Cristo, la cabeza viviente, para revelar sus atributos divinos ante el mundo, han crecido en la dirección de la tierra. Se le ha dado gran importancia al yo, y el egoísmo se ha mezclado con su obra. No se ha visto devoción a Dios ni se ha desarrollado la vida espiritual en Cristo Jesús. TM 288 2 Dios no puede otorgar su sabiduría a los hombres que consideran su puesto como excusa suficiente para apartarse de los principios bíblicos a fin de volverse a su propio juicio finito, como si un cargo en la obra del Señor les diera libertad de palabra y los facultara para tomar resoluciones e idear planes y métodos que no están de acuerdo con la voluntad de Dios. Los tales necesitan aprender que el puesto elevado no puede santificar el corazón. Dios les permite conservar su puesto para poder probarlos a fin de ver si van a revelar el carácter de Dios, o el de la humanidad débil y finita, que nunca ha estado totalmente bajo la disciplina de Dios; pero el puesto no tiene poder para desarrollar el carácter de un hombre. Depende totalmente de éste manifestar si se manejará a sí mismo--lo que significa que Satanás lo manejará--o si será dirigido por el Espíritu Santo. TM 289 3 "Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo". ¿Hemos aceptado todos nosotros a Cristo como nuestra justicia? ¿Ha sido él colocado como la honorable piedra del ángulo? ¿Han sido recibidas y practicadas sus lecciones de humildad? ¿Han sido ejemplificadas en nuestra vida sus lecciones de misericordia, justicia y amor a Dios? El señor es la fuente de la fortaleza TM 289 1 ¡Oh, qué debilidad manifiestan los hombres cuando se separan de la fuente de sabiduría y poder! ¿No han sido magnificados acaso los hombres? ¿No han sido puestos en alto y considerados de gran valor los sentimientos humanos y los rasgos imperfectos de carácter, mientras Cristo y su justicia han sido excluidos? ¿No han entretejido de egoísmo los hombres todo lo que han tocado, poniéndolo de manifiesto en forma persistente y decidida en la obra que realizan? ¿No han tratado con desdén el mensaje de Dios? ¿No han manejado dineros que no les pertenecían como si tuvieran derecho de hacer con ellos lo que les pareciera? Y cuando se invirtieron esos fondos para abrir nuevos campos, ¿no han actuado como si provinieran de su propio peculio, creyendo que merecían gran crédito por haberles dado ese destino? ¿No se ha usado el dinero ofrendado como dádiva para Dios con el fin de amontonar grandes edificios en Battle Creek, para darle prestigio a la obra, según se ha dicho, pero en realidad para dar oportunidad a ciertos hombres de demostrar la capacidad y el talento que manifiestan al administrar esas grandes empresas comerciales? TM 289 2 "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras". El mal de servirse a sí mismo TM 290 1 ¿Cómo consideran los hombres la obra del Señor cuando se sienten con libertad para ser desobedientes, desagradecidos, carentes de santidad, condenadores, rudos, amantes de servirse a sí mismos antes que al Señor? Los que han recibido cometidos sagrados están forjando su propio destino mediante el espíritu y el carácter que revelan. ¿Y piensan ellos alguna vez cómo serán evaluadas sus obras en el juicio? Si la importante verdad para este tiempo fuera un principio arraigado en el alma de los que ministran en la obra del Señor, ¡cuán fervientemente lucharían para obtener la perfección de carácter, para poder rodear a las almas de las personas que se relacionan con ellos de una atmósfera vitalizadora y santa que reviviera los corazones de los humildes y contritos! TM 290 2 Es ley de Dios que quien cree la verdad tal como es en Jesús la dará a conocer. Las ideas y convicciones que alberga la mente tratarán de expresarse. Todo aquel que da pábulo a la incredulidad y la crítica, todo el que se sienta capaz de juzgar la obra del Espíritu Santo, difundirá el espíritu que lo anima. Forma parte de la naturaleza de la incredulidad, la infidelidad y la resistencia a la gracia de Dios, el hacerse sentir y oír. La mente dominada por esos elementos siempre estará luchando para abrirse paso y lograr adherentes. Todos los que anden junto a un apóstata serán imbuidos de su espíritu de compartir con otros sus pensamientos, el resultado de sus propias averiguaciones y los sentimientos que los impulsan; porque no es fácil reprimir los motivos que nos inducen a la acción. TM 291 1 Algunos, a quienes se cree consagrados a Dios de corazón y alma, están obrando en contra de él y su obra. Otros han puesto su confianza en ellos; pero el engaño los cubre como un manto. Sus mentes son impulsadas por una energía incansable, irreprimible; están ávidos de dar a conocer sus sentimientos. Así se siembran por todas partes ciertas semillas. Mediante un sentimiento parcialmente expresado, arrojan duda sobre la verdad, y fomentan la incredulidad. Estos son los que no están de acuerdo con los testimonios, porque ciertos hombres que ocupan altos puestos de confianza han expresado su desacuerdo con ellos; porque los testimonios no coinciden con sus opiniones; por el contrario, reprueban todo vestigio de egoísmo. Los perjuicios de la centralización TM 291 2 [veasé el Apéndice.] Todo lo que se ha planeado con respecto a la centralización de la obra, pone de manifiesto que ciertos hombres están tratando de aferrarse del cetro del poder y de ejercer dominio sobre las mentes humanas. Pero Dios no obra con ellos cuando trazan esos planes, y la voz que ahora tienen en la causa de Dios no es la del Señor. Han demostrado que son totalmente indignos de ocupar el puesto de sabios administradores, porque emplean su poder para privar a los hombres de sus derechos con el fin de beneficiarse a sí mismos. Ha habido casos de aparente generosidad, pero Dios conoce los motivos que los han impulsado y no aceptará sus ofrendas hasta que se arrepientan y se conviertan en hacedores concienzudos de su Palabra. La unidad divina es necesaria TM 291 3 Hay mucha necesidad de unidad en la obra y en la causa de Dios. Pero por mucho tiempo se han ejercido influencias tendientes a crear desafecto. Y los hombres que creen tener el poder en las manos, se preocupan poco por ello. Se dicen a sí mismos: "Cuando logremos concretar estos planes de centralización, les mostraremos quién manda aquí. Entonces pondremos las cosas en su sitio". Pero nunca podrán hacer esa obra. TM 292 1 Como individuos y como miembros de la iglesia de Dios, necesitamos comprender la obra especial que se nos ha encomendado. Pablo escribe a Timoteo: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren". Tenemos una obra muy importante ante nosotros. "A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos--escribe Pablo--, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor". TM 292 2 "Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no lo amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma". "Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia, si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente. Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto. Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello. Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos". La obra de salvar almas es la más importante de todas TM 293 1 La salvación de las almas reviste un interés infinitamente superior a toda otra actividad de nuestro mundo. Toda persona que haya sido puesta bajo la influencia de la verdad y que se haya convertido por la fe en participante del amor de Cristo, ha sido señalada por Dios, por ese mismo hecho, para salvar a otros. Tiene una misión que cumplir en el mundo. Ha de ser un colaborador de Cristo, para dar a conocer la verdad como es en Jesús. Y cuando los hombres, en cualquier ramo de la obra de Dios en que se encuentren, tratan de someter a su dominio las mentes y los talentos de los instrumentos humanos del Señor, se arrogan atribuciones sobre sus semejantes que no pueden mantener sin cometer injusticia e iniquidad. El Señor no ha nombrado a nadie juez, ya sea de la pluma o de la voz de los obreros de Dios. TM 294 1 Hay hombres cuyo carácter y cuya vida manifiestan que son falsos profetas y engañadores. No debemos escucharlos ni tolerarlos. Pero a los que Dios usa, están bajo su control, y él no ha designado a hombres de juicio humano y miope para que los critiquen y condenen, para que emitan juicio y rechacen la obra que hacen, porque las ideas de ellos no coinciden con los que estos señores suponen que es la verdad. La falibilidad del juicio humano TM 294 2 Los hombres pueden llegar a ser exactamente lo que eran los fariseos: Muy despiertos para condenar al mayor de los maestros que este mundo haya conocido. Cristo dio evidencias irrefutables de que era enviado por Dios y, sin embargo, los dirigentes judíos asumieron la tarea que el enemigo los indujo a hacer, y acusaron de violar el sábado al Creador del sábado, al Señor del sábado. ¡Oh, qué insensatos son los hombres! ¡Cuán débiles son! TM 294 3 Hoy existen personas que están haciendo lo mismo. Se aventuran en sus concilios a emitir juicios sobre la obra de Dios, porque se han adiestrado para hacer lo que el Señor nunca les ha pedido que hicieran. Mejor sería que humillaran sus corazones delante de Dios y trataran de no tocar el arca del Altísimo, para que la ira del Señor no caiga sobre ellos, pues si el Señor alguna vez ha hablado por mi intermedio, testifico que han asumido la tarea de criticar y pronunciar juicios insensatos, lo que yo sé que no es correcto. Son sólo hombres finitos y, puesto que ellos mismos están en tinieblas, suponen que los demás están en el error. TM 294 4 Pero, estos hombres que pretenden juzgar a los demás, debieran tener una visión un poco más amplia y decir: "Si las declaraciones de los demás no concuerdan con nuestras ideas, ¿consideraremos, por eso, que son herejías? ¿Asumiremos nosotros, hombres no inspirados, la responsabilidad de imponer nuestro criterio y decir: Esto no aparecerá impreso?" TM 295 1 Si persisten en aferrarse a sus propias opiniones, descubrirán que Dios no los apoya. ¿Creen acaso que todo lo que presentan es infalible? ¿Creen que no hay sombra de error o de equivocación en lo que afirman? ¿No podrían otros hombres, que dan tanta evidencia como ellos de que el Señor los guía y les enseña, descubrir alguna declaración en el trabajo de estos señores que no concuerda plenamente con el punto de vista de ellos, y ordenarles que la eliminen? TM 295 2 ¿No ha sido suficiente nuestra experiencia pasada en estas cosas? ¿Aprenderemos alguna vez las lecciones que Dios quiere que aprendamos? ¿Nos daremos cuenta alguna vez de que nadie nos ha encomendado las conciencias de los hombres? Si habéis nombrado comisiones para que realicen la obra que se ha estado haciendo durante años en Battle Creek, disolvedlas, y recordad que Dios, el Dios infinito, no ha puesto a nadie en el sitio que ellos ocuparon en Minneápolis y que han ocupado desde entonces. No podemos ser conciencia de nuestros hermanos TM 295 3 Me preocupa mucho que los hombres pretendan ser conciencia de sus semejantes. Apartaos del camino y permitid que Dios maneje sus propios instrumentos. Algunos han hecho una obra por la cual Dios los llamará a cuenta. Les preguntará: "¿Quién puso esa responsabilidad en las manos de ustedes?" TM 295 4 No me siento libre de poner mis escritos en manos de hombres que creen que su tarea consiste en desempeñar el papel de censores de sus hermanos. Hermanos míos, que ocupáis cargos de confianza, ¿no percibiréis vuestras propias deficiencias y no os pondréis toda la armadura de justicia? ¿No vigilaréis ni criticaréis tan minuciosamente vuestros propios espíritus, caracteres y palabras, como lo hacéis con los demás, no sea que deshonréis a Dios y presentéis su verdad en forma distorsionada? Vuestro discernimiento se agudizaría muchísimo si lo hicierais. La verdad, la Palabra viviente, sería como fuego en vuestros huesos, para resplandecer nítida e inconfundiblemente y representar a Cristo ante el mundo. "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". TM 296 1 ¿No se da cuenta ninguno de los que quieren ser censores adónde van al pretender controlar a los demás? ¿Dónde quedó su clara visión espiritual? ¿Cómo pudieron ver la mota en el ojo de un hermano, mientras tenían una viga en el propio? ¡Oh, si alguna vez hubo un templo en la tierra que necesitó purificación, las instituciones de Battle Creek la necesitan ahora mismo! ¿No buscaréis a Dios muy humildemente, para que podáis dar el mensaje a Laodicea con voz clara y distinta? ¿Dónde están los atalayas de Dios para que vean el peligro y den la voz de alarma? Estad seguros de que han de venir mensajes por medio de labios humanos, que serán inspirados por el Espíritu Santo. "Clama a voz en cuello, no te detengas... anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día... como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios". TM 296 2 Somos soldados de Cristo. El es el capitán de nuestra salvación y nosotros estamos bajo sus órdenes y reglamentos. Hemos de usar su armadura; hemos de marchar solamente bajo su estandarte. Hemos de someter, no a los soldados hermanos nuestros, sino a nuestros enemigos, para que edifiquemos el reino de Cristo. Somos obreros juntamente con Dios. Hemos de estar investidos de toda la armadura de Dios y trabajar como a la vista del universo del cielo. Cumpla cada hombre con su deber, tal como se lo asigna Dios. La necesidad de dirección divina TM 297 1 Querido Hno.-----, Me he sentido más triste de lo que puedo expresar al saber que por instrucción suya los hermanos ----- y ----- trataron de detener la obra que se estaba realizando en las reuniones generales de -----. No podría haberles aconsejado que hicieran algo peor, y no debiera haberles confiado una tarea que no estaban en condiciones de hacer sabiamente. Tenga cuidado al reprimir la obra que está avanzando en alguna localidad. Realmente se está haciendo bastante poco en todas partes y, por cierto, no es conveniente tratar de reducir las actividades misioneras. TM 297 2 Después de repasar las cosas cuidadosamente y con oración, escribí como lo hice en mis apuntes de viaje. Quise presentar el asunto de tal manera que no desanimara a los obreros que estaban trabajando en -----, en su esfuerzo por hacer algo, aunque quise darles también una palabra de cautela para que no se fueran a los extremos al trazar sus planes. Los obreros estaban trabajando bien y deberían haber sido animados y aconsejados a continuar con su tarea. Hay hombres en ----- que deberían haberlos ayudado, proporcionando los fondos necesarios para que la causa prosiguiera. Tendrán que dar para la obra antes de que crezcan en la gracia y en el conocimiento de la verdad. TM 298 1 Usted y sus obreros debieran haber examinado este problema desde un punto de vista distinto. Debieran haber inspeccionado cuidadosamente la obra, y haberse preguntado si cinco mil dólares era una deuda demasiado grande con relación a la importante tarea en la cual estaban empeñados esos obreros. Su influencia debió haberse ejercido en tal forma que la gente viera la importancia de la obra y comprendiera que era su deber hacer frente a la emergencia. Debieron haber hecho las cosas tal como les escribí en mis apuntes de viaje que lo hicieran. Pero si nuestros hermanos se sienten libres de detener la obra cuando no llega el dinero necesario para sostenerla, no sólo la reducirán en ----- y en ----- sino también en todos los demás estados del país. Si nuestros obreros están avanzando en algún lugar, no los detengan ni les digan: "Hasta aquí no más avanzaréis y no más adelante". Me siento triste porque han cerrado la escuela de -----. Veo que los hermanos enviados para atender esa empresa no tomaron las medidas necesarias para que progresara, solicitando donaciones a hombres que podían dar. Hay hombres ricos en la asociación, que se han quejado por la deuda en que se ha incurrido, que deberían haber sostenido a esos obreros. Al mismo tiempo que se ha reprochado y desanimado a los obreros, se ha dejado la impresión en los que poseen medios que tienen perfecto derecho de oponerse a cualquier empresa que requiera dinero. TM 298 2 Dios no le pide a usted que siga una conducta tal que los obreros que trabajan en ----- o en cualquier otra parte no se sientan libres para continuar avanzando, a menos que puedan consultarlo y preguntar cuál es su opinión acerca de ese asunto para poder avanzar. No puedo apoyar la idea de que usted debe examinar personalmente cada detalle de la obra. Si lo hiciera, el resultado sería que ningún obrero se atrevería a ejercer su propio juicio en ninguna cosa. Los obreros tendrían que atenerse a la mente y al juicio de un solo hombre, y el resultado sería que se los reduciría a la ineficiencia a causa de su inactividad. Hay ya demasiadas personas de esa clase ahora mismo, que no valen casi nada. Escribo esto porque estoy profundamente preocupada por esta situación. No estamos haciendo ni la mitad de lo que debiéramos hacer. TM 299 1 Es cierto que debemos sostener la escuela de -----, pero esto no debiera impedirnos sostener otras escuelas. Debemos tener escuelas primarias en diferentes localidades a fin de preparar a los jóvenes para los colegios superiores. Puede parecerle prudente a usted cerrar la escuela de -----, pero yo no veo la sabiduría de tal proceder. El cierre de esa escuela desacreditará todo lo que la gente ha hecho, y le quitará los deseos de seguir avanzando. No veo qué ganaron al tomar esa determinación, ni creo que ella esté de acuerdo con la orden de Dios. Lo único que hará es perjudicar, no sólo a los que se quejaron de la deuda, sino también a los obreros. Los hombres que tienen propiedades y que podrían haber ayudado en esta empresa, respirarán más libremente. Esos hombres adinerados se sentirán animados, no a hacer más por la causa de lo que han hecho hasta ahora, sino a hacer menos. Se sentirán libres para quejarse de cualquier cosa que exija el empleo de recursos. No impidamos que la obra avance TM 299 2 ¡Oh, que el Señor lo guíe! Nunca debiera, en ningún caso, permitir que los rumores lo induzcan a obrar y, sin embargo, a veces usted lo ha hecho. Nunca tome la determinación de limitar y reducir la obra, a menos que esté convencido de que el Espíritu del Señor lo induce a hacerlo. Nuestros hermanos están colaborando con las misiones extranjeras, pero la actividad misionera local necesita de su ayuda tanto como aquéllas. Debemos realizar esfuerzos para señalar a nuestros hermanos las necesidades de la causa de Dios, para presentarles su deber de utilizar los medios que el Señor les ha confiado a fin de promover la obra del Maestro tanto aquí como en el extranjero. A menos que los que pueden ayudar en -----despierten y comprendan cuál es su deber, no reconocerán la obra de Dios cuando se oiga el fuerte clamor del tercer ángel. Cuando resplandezca la luz para iluminar la tierra, en lugar de venir en ayuda del Señor, desearán frenar la obra para que se conforme a sus propias ideas estrechas. Permítame decirle que el Señor actuará en esa etapa final de la obra en una forma muy diferente de la acostumbrada, contraria a todos los planes humanos. Habrá entre nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios y dictar hasta los movimientos que deberán hacerse cuando la obra avance bajo la dirección de ese ángel que se une al tercero para dar el mensaje que ha de ser comunicado al mundo. Dios empleará formas y medios que nos permitirán ver que él está tomando las riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que utilizará para realizar y perfeccionar su obra en justicia. Los que consideramos buenos obreros necesitarán acercarse a Dios; necesitarán el toque divino. Necesitarán beber más profunda y perseverantemente de la fuente de agua viva, para poder distinguir la obra de Dios en todo aspecto. Los obreros pueden cometer errores, pero usted debe darles la oportunidad de corregir sus errores y aprender a ser cautos, al dejar la obra en sus manos. El uso del juicio individual TM 301 1 Queridos Hnos. ----- y -----, Oro para que el Señor esté con ustedes con gran poder durante el próximo congreso. Estarán ausentes posiblemente algunos que ustedes quisieran que estuvieran presentes; pero Jesús es su Ayudador. Oro sinceramente y espero que los que tienen responsabilidades en Míchigan, Nueva Inglaterra, Ohio, Indiana y otros estados, tengan una visión más amplia de la obra que la que han tenido hasta ahora. Espero que Míchigan progrese. Lamento que haya tal escasez de amplitud mental y de visión. Los obreros deben ser educados y adiestrados para desempeñarse en los campos de labor. Necesitamos misioneros por doquiera. Necesitamos hombres y mujeres que se den a sí mismos sin reservas para la obra de Dios, trayendo muchos hijos e hijas a Dios. TM 301 2 Se me ha mostrado que hay una costumbre que deben evitar los que ocupan puestos de responsabilidad, porque es perjudicial para la obra de Dios. Los hombres que tienen cargos importantes no deben enseñorearse de la herencia de Dios ni disponer de todo lo que se encuentra a su alrededor. Demasiadas personas han señalado una línea determinada que pretendían que los demás siguieran en la obra. Los obreros han tratado de seguirla con fe ciega, sin ejercer su propio juicio acerca del asunto que tenían entre manos. Si los que fueron nombrados directores no hubieran estado presentes, habrían seguido sus instrucciones exactamente de la misma manera. Pero, en el nombre de Cristo, les ruego que no sigan haciendo esa obra. Den a los hombres la oportunidad de ejercer su juicio individual. Los que siguen las indicaciones de otra persona y están dispuestos a que otro piense por ellos, no están en condiciones de que se les confíen responsabilidades. Nuestros dirigentes son descuidados en este asunto. Dios no ha dado a ciertas personas en particular toda la capacidad mental que existe en el mundo. TM 302 1 Los hombres que ocupan puestos de responsabilidad deben creer que los demás también tienen criterio, cierta capacidad de razonar y perspicacia, y deben considerarlos capaces de realizar la obra que se les ha encomendado. Nuestros dirigentes han cometido un gran error al especificar todas las indicaciones que los obreros deben seguir, y esto ha resultado en deficiencia, en falta de iniciativa propia en los obreros, porque han dependido de otros para todos sus planes y ellos mismos no han asumido ninguna responsabilidad. Si salieran de nuestras filas o murieran los hombres que han tomado sobre sí esta responsabilidad, ¡en qué condición se hallarían nuestras instituciones! TM 302 2 Los dirigentes deben delegar responsabilidades en los demás y permitirles trazar planes e idear medios y ponerlos en ejecución, de manera que puedan adquirir experiencia. Déseles una palabra de consejo cuando sea necesario, pero no se les quite el trabajo porque se piensa que están cometiendo errores. Dios se apiade de su causa cuando se siga sin discusión la mente y el plan de un solo hombre. El Señor no sería honrado si existiera ese estado de cosas. Todos nuestros obreros deben tener oportunidad de ejercer su propio juicio y discreción. Dios ha dado talentos a los hombres que él quiere que usen. Les ha dado mente y quiere que sean pensadores y que tengan sus propios pensamientos y sus propios planes, en lugar de depender de otros para que piensen por ellos. TM 302 3 Creo que he presentado este asunto muchas veces delante de ustedes, pero no veo que hayan cambiado su comportamiento. Queremos que todos nuestros hombres responsables deleguen responsabilidades en los demás. Asignen a otras personas ciertas tareas que los obliguen a trazar planes y a usar su buen juicio. No los eduquen para que dependan del de ustedes. Los jóvenes deben ser adiestrados para ser pensadores. Hermanos míos, no crean ni por un instante que su forma de obrar es perfecta y que los que se relacionan con ustedes deben ser su sombra, el eco de sus palabras, y que deben repetir sus ideas y ejecutar sus planes. TM 303 1 Hay hombres que hoy debieran ser personas de pensamiento amplio, sabios, de los cuales se pudiera depender, pero que no lo son, porque se los ha educado para que ejecuten los planes de los demás. Han permitido que otros les dijeran exactamente lo que debían hacer, y han empequeñecido su intelecto. Su mente es estrecha y no pueden comprender las necesidades de la obra. Son simples máquinas que deben ser impulsadas por el pensamiento de otro hombre. TM 303 2 Por otra parte, no piensen que los hombres que siguen sus ideas son los únicos en quienes se puede confiar. A veces ustedes han pensado que porque ellos cumplen su voluntad al pie de la letra son los únicos de quienes pueden depender. Si alguien ejerciera su propio juicio y discrepara con ustedes, se habrían separado de él como si fuera una persona en quien no se puede confiar. Aparten sus manos de la obra y no la tengan tan firmemente asida. Ustedes no son los únicos hombres que Dios puede usar. Den lugar al Señor para que utilice los talentos que él ha confiado a otros hombres, a fin de que la causa pueda crecer. Denle al Señor la oportunidad de usar las mentes de otros hombres. Estamos perdiendo mucho por causa de nuestros planes e ideas estrechos. No obstruyan el camino del progreso de la obra. Permitan, en cambio, que el Señor obre por medio de quienes él quiera. Eduquen, animen a los jóvenes a pensar y a actuar, a proyectar y a planear, a fin de que tengamos una multitud de consejeros. TM 304 1 ¡Cómo sufre mi corazón al ver a presidentes de asociación asumiendo la responsabilidad de seleccionar a los que pueden amoldar para trabajar con ellos en el campo! Eligen a los que no van a discrepar con ellos, sino que se van a limitar a actuar como máquinas. Ningún presidente tiene derecho de hacer esto. Dejen que otros hagan planes y, si fallan en algunas cosas, no consideren eso como evidencia de que no son capaces de ser pensadores. Nuestros hombres más responsables han tenido que aprender a usar su juicio mediante prolongada disciplina. En muchas cosas han revelado que su obra podía haber sido mejor. El hecho de que los hombres cometan errores no es razón para que los consideremos incapaces de ser buenos administradores. Los que creen que sus métodos son perfectos, están cometiendo ahora mismo graves desatinos, pero los demás no son más sabios por causa de ello. Presentan sus éxitos, pero ocultan sus errores. Por lo tanto, sean bondadosos y considerados con todos los hombres que entran a conciencia en el campo como obreros para el Maestro. Nuestros hombres más responsables han trazado algunos planes sin sabiduría y los han llevado a cabo porque pensaban que eran perfectos. Necesitaban la colaboración de otras personas dotadas de mentalidad y carácter. Deberían haberse relacionado con otros hombres capaces de ver las cosas desde un punto de vista completamente distinto. Los podrían haber ayudado en sus planes... ¡Cuán insensato es encomendar una gran misión a un solo hombre, para que la amolde y le dé forma de acuerdo con su juicio y su propia morbosa imaginación! Los hombres de miras estrechas, que sólo han servido a las mesas, que carecen de visión amplia, están descalificados para imponer su molde a la obra. Los que desean controlarla creen que nadie puede hacerlo tan perfectamente como ellos mismos, y la causa ostenta entonces las marcas de sus defectos. ------------------------Capítulo 12--Medios y métodos Un diezmo fiel TM 305 1 Muchos presidentes de asociación no atienden su trabajo específico, es a saber, vigilar para que los ancianos y los diáconos de las iglesias hagan su obra en ellas, tratando de que entre un diezmo fiel en la tesorería. Malaquías declara que la condición de la prosperidad consiste en traer a la tesorería de Dios lo que pertenece al Señor. Hay que presentar con frecuencia este asunto ante los hombres que no cumplen plenamente su deber hacia Dios y que, por negligencia y descuido, no traen sus diezmos, dones y ofrendas a Dios. "¿Robará el hombre a Dios?" "¿En qué te hemos robado?" es la pregunta que hacen los mayordomos infieles. La respuesta es sencilla y positiva: "En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde". Leed, por favor, todo este capítulo y considerad si se pueden pronunciar palabras más claras y positivas que éstas. Son tan positivas que nadie que desee comprender todo su deber hacia Dios necesita cometer error en este asunto. Si los hombres ofrecen alguna excusa para explicar por qué no cumplen su deber, es porque son egoístas y no tienen el amor y el temor de Dios en sus corazones. No hay excusa para no devolver el diezmo TM 306 1 El Señor ha exigido siempre esta respuesta a los planes que ha trazado para adelantar su obra en nuestro mundo. Nunca ha cambiado el plan que trazó. Declara que todo es suyo y reclama su porción de lo que confió al hombre. "Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos". TM 306 2 Los que afirman que no pueden entender esta declaración sencilla y definida--que significa tanto para ellos, si son obedientes, en bediciones que recibirán, puesto que hasta las ventanas de los cielos se abrirán y las bendiciones descenderán en forma superabundante--no son honrados delante de Dios. Su excusa de que no conocían la voluntad de Dios no valdrá nada en el gran día del juicio. Todos han de cumplir con su deber TM 306 3 Traed ahora mismo todos los diezmos que por descuido no habéis devuelto. El nuevo año debe comenzar para vosotros de tal manera que seáis hombres honrados en su trato con Dios. Los que han retenido sus diezmos deben enviarlos antes que termine el año 1896, para que puedan estar bien con Dios, y nunca, nunca más corráis de nuevo el riesgo de ser maldecidos por Dios. Presidentes de asociación, cumplid vuestro deber; no pronunciéis vuestras propias palabras, sino un sencillo "Así dice Jehová". Ancianos de iglesia, cumplid vuestro deber. Trabajad de casa en casa para que la grey de Dios no sea remisa en este importante asunto, que implica, según el caso, bendición o maldición. TM 306 4 Colaboren con el Señor todos los que temen a Dios y sean fieles mayordomos. La verdad debe ir a todas partes del mundo. Se me ha mostrado que muchos en nuestras iglesias están robando a Dios en los diezmos y las ofrendas. El Señor cumplirá en ellos lo que ha declarado. A los obedientes dará ricas bendiciones; a los transgresores, maldición. Todo hombre que lleva el mensaje de la verdad a nuestras iglesias debe cumplir su deber de amonestar, educar y reprender. Todo descuido del deber, que equivale a robar a Dios, implica maldición para el culpable. TM 307 1 El Señor no considerará sin culpa a los que son deficientes al hacer la obra que él requiere de ellos; es decir, vigilar para que la iglesia se mantenga sana espiritualmente, y cumplir en forma cabal su deber de no permitir que ninguna negligencia acarree sobre su pueblo la maldición que lo amenaza. Se pronuncia una maldición sobre todos los que retienen sus diezmos. Dios dice: "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa". TM 307 2 Esto no lo pide un hombre; es uno de los mandatos de Dios, por medio del cual se puede sostener su obra y promover su progreso en el mundo. Dios nos ayude a arrepentirnos. "Volveos a mí--dice él--, y yo me volveré a vosotros". Los hombres que quieran cumplir su deber lo encuentran expresado con toda claridad en este capítulo. Nadie puede dar excusas para no devolver su diezmo y dar sus ofrendas al Altísimo. TM 307 3 El Señor nos concede sus dones en abundancia. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna". Toda bendición que recibimos nos llega por medio de Jesucristo. ¿No debemos entonces levantarnos y cumplir con nuestro deber hacia Dios, de quien dependemos para la vida y la salud, para recibir sus bendiciones sobre nuestras cosechas y nuestros campos, nuestro ganado, nuestros rebaños y nuestras viñas? Se nos asegura que si damos para la tesorería del Señor, recibiremos de él de nuevo; pero si retenemos nuestro dinero, él retendrá su bendición y enviará maldición sobre los infieles. TM 308 1 Dios ha dicho: "Probadme ahora en esto... si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde". ¡Qué maravillosa exposición de bendiciones prometidas nos presenta aquí el Señor! ¿Quién se puede aventurar a robar a Dios los diezmos y las ofrendas con semejante promesa? "Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos". TM 308 2 Otro año está por pasar a la eternidad con su cúmulo de anotaciones. Echemos un vistazo al año pasado y, si no hemos cumplido voluntariamente todo nuestro deber, de todo corazón para el Señor, comencemos el año nuevo dispuestos a que nuestro registro revele nuestra fidelidad a Dios. Instrucción práctica para el trabajo TM 309 1 Queridos Hno. y Hna.-----, El viernes pasado de noche estuve conversando con ustedes, diciéndoles algo con respecto a sus métodos de trabajo. El Vigilante celestial estaba a mi lado, y me gustaría poder escribir cada palabra que pronunció; pero temo no poder hacerlo. Usted dijo: "Me gustaría saber algo con respecto a mi deber. De alguna manera no me siento satisfecho con el resultado de mi trabajo". La voz del que estaba junto a nosotros se oyó entonces diciendo: "Ten fe en Dios; aprende de Cristo Jesús. Cuando presentas las verdades sagradas de la Palabra de Dios, exalta a Cristo. Tu gran necesidad consiste en aprender de qué manera enseñaba Cristo. Cuando enseñes a la gente, presenta sólo unos pocos puntos vitales y mantén tu mente concentrada en ellos. Tú introduces en tus discursos ideas sin importancia. No son siempre un sabor de vida para vida, y no tienen verdadera relación con tu texto. Al apartarte de la línea recta, al presentar lo que distrae las mentes del tema, debilitas todo lo que has dicho antes". Una presentación incoherente de la verdad TM 309 2 Dios no quiere que usted llegue a la conclusión de que el Espíritu lo impresiona cuando se aleja de su tema, e incluye asuntos ajenos con el propósito de reprender, que no debieran mencionarse en relación con las solemnes y sagradas palabras de verdad. Al hacerlo, usted se desorienta y debilita el efecto de lo que es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia. Le ha quitado eficacia a muchas ideas preciosas al mezclarlas con otros pensamientos que acuden a su mente pero que no tienen relación con el tema. Lo que no tiene nada que ver con el asunto que está tratando, no debe hallar cabida en sus discursos. TM 310 1 Hay corazones en este mundo que claman en voz alta por el Dios vivo. Pero la desvalida naturaleza humana ha recibido alimento sin sabor; se han dado discursos en las iglesias que no satisfacen a las almas hambrientas. No hay en ellos la presencia divina que toca la mente y rodea el alma de una aureola. Los oyentes no pueden decir: "¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?" La gente recibe paja en abundancia, pero ésta no puede despertar al transgresor ni convencer a las almas de pecado. Las almas que vienen a escuchar necesitan una presentación clara y directa de la verdad. Los que han probado la Palabra de Dios han vivido por mucho tiempo en una atmósfera sin Dios y anhelan la presencia divina. TM 310 2 Ciña los lomos de su entendimiento para que pueda presentar en forma aceptable la verdad de Dios. Predique la verdad con sencillez, pero que sus discursos sean cortos. Espáciese definidamente en unos pocos puntos importantes. Comprenda a cada momento que debe contar con la presencia del Espíritu Santo, porque él puede realizar la obra que usted no puede hacer por sí mismo. Si alguna preocupación desagradable embarga su mente, líbrese de ella mediante esfuerzo personal o por medio de la oración fervorosa, antes de presentarse delante de la gente. Ruegue con sinceridad a Dios para que le quite esa preocupación. Limítese definidamente a unos pocos puntos. Dé a la gente trigo puro, debidamente aventado de todo el tamo. No permita que sus discursos abarquen tanto que se vea debilidad donde debieran verse argumentos sólidos. Presente la verdad tal cual es en Jesús, para que los oyentes reciban la mejor impresión. Los sermones largos TM 311 1 Hable brevemente. Sus discursos duran por lo general el doble de lo que debieran durar. Es posible tratar de tal manera algo bueno que pierda su sabor. Cuando un discurso es demasiado largo, la última parte de la predicación debilita lo precedente y disminuye el interés en ello. No divague; vaya directamente al grano. Dé a la gente el verdadero maná del cielo, y el Espíritu Santo dará testimonio a su espíritu de que no es usted el que habla, sino que el Espíritu Santo habla por medio de usted. El maestro de la Palabra de Dios debe hablar primeramente con Dios, y entonces puede presentarse ante la congregación mientras el Espíritu Santo obra en su entendimiento. Si coopera fielmente con Cristo, se cumplirá la promesa: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días". TM 311 2 Cuide de no perder nunca la sensación de la presencia del divino Vigilante. Recuerde que está hablando no sólo ante una concurrencia entenebrecida, sino a Alguien a quien siempre debe tener en cuenta. Hable como si todo el universo del cielo estuviera ante usted, junto con el grupo de ovejas y corderos de Dios que debe alimentar. Predique la palabra TM 311 3 Los que pretenden predicar la Palabra deben hacerlo recordando siempre que son obreros juntamente con Dios. De él procede su eficiencia y, si se le da la oportunidad, obrará por medio de ellos. Si son humildes, si no confían en su propia supuesta sabiduría y capacidad, Dios pondrá argumentos en su mente y hablará a través de sus labios. También impresionará las mentes de los oyentes, para preparar sus corazones a fin de recibir la simiente que se siembra. TM 312 1 Hermano mío, el poder de Dios debe hacer una obra diaria en favor de usted, porque si no, en lugar del Espíritu Santo, el enemigo de Dios y del hombres estará a su lado. Bajo su influencia, su obra manifestará debilidad. Los más preciosos puntos de fe que se relacionan con la salvación del alma serán malogrados y mutilados en sus manos. TM 312 2 A menos que cambie su forma de trabajar, dará una formación deficiente a los que se relacionan con usted en la obra. Ojalá que su corazón luche y se quebrante gracias a su sed de Dios, del Dios vivo. No permita que nada desvíe su mente de la obra de Dios y la encamine hacia asuntos sin importancia. Con todas las energías que Dios le ha dado, trabaje fervientemente y con oración, pidiendo a la iglesia que coopere con usted. No confíe en sí mismo; por el contrario, descanse en la seguridad de que Dios es el Obrero Jefe. Usted es sólo su siervo y su obra debe proclamar estas palabras: "Somos colaboradores de Dios". La negación del yo TM 312 3 De ninguna manera se atribuya gloria. No trabaje con la mente dividida, tratando de servir al yo y a Dios al mismo tiempo. Mantenga el yo fuera de la vista. Guíen sus palabras a los cansados y trabajados para que lleven sus cargas a Jesús. Trabaje como viendo al que está a su mano derecha, listo para impartirle su eficiencia y su poder omnipotente en toda emergencia. TM 312 4 El Señor es su Consejero, su guía, el Capitán de su salvación. Va delante de su rostro, venciendo y para vencer. Conságrese a sí mismo a él, en alma y cuerpo, eliminando toda complacencia propia. Niéguese a sí mismo; tome su cruz y trabaje con fervor por el Maestro. No gaste innecesariamente su fuerza dando largos discursos. Esto consume la vitalidad, de manera que no queda fuerza suficiente para realizar la parte más importante de la obra: el ministerio de casa en casa. La obra del evangelista TM 313 1 Enseñar las Escrituras, orar con las familias, ésta es la obra del evangelista y debe combinar ese trabajo con la predicación. Si deja de hacerlo, la predicación será en gran medida un fracaso. Debe ser celoso de sí mismo. Usted y su esposa deben hacer un esfuerzo personal para acercarse a la gente. Enséñenles que el amor de Dios debe llegar al santuario íntimo de la vida del hogar. Si lo desean, pueden poseer el poder interior del Espíritu Santo para ayudarlos en su tarea. TM 313 2 Estamos dando el último mensaje de misericordia a un mundo que perece, y Dios nos pide que le demos frescura y poder a su obra. Podemos hacerlo sólo con la ayuda del Espíritu Santo. Las tendencias heredadas y los malos hábitos deben ser disciplinados y crucificados a menudo. Humíllense bajo la mano de Dios, porque sus caminos no son los de Dios, y ustedes dos tienen mucho que aprender en la escuela de Cristo. TM 313 3 Anoche se les dirigieron estas palabras de instrucción: "Busquen el consejo de sus hermanos. Sus planes necesitan la cuidadosa consideración de otras mentes". Se han dado advertencias acerca de depender de los hombres y confiar en su sabiduría. El tentador se propone desviar a los hombres persuadiéndolos a que dejen de mirar a Jesús en procura de fuerza y eficiencia, para que hagan de la carne su brazo. Esto se ha hecho en muchas oportunidades. Satanás ha armado su trampa para cazar a los hombres y ponerlos de su parte, tratando de prevalecer sobre ellos induciéndolos a depender de sus semejantes finitos y descarriados. Los extremos y sus peligros TM 314 1 Pero cuando se da una reprensión acerca de este asunto, el enemigo toma el consejo dado y lo presenta en forma tan pervertida que los que desean seguir su propio juicio se sienten libres de trazar planes y proyectos relativos a importantes medidas, sin solicitar el consejo de sus hermanos. De esa manera otro error pugna por obtener reconocimiento. Los hombres se van a un extremo, y si se los corrige, se van al otro opuesto. TM 314 2 Ustedes están en peligro de cometer errores si actúan según su propia supuesta sabiduría. Necesitan consejo. No disponen de la eficiencia necesaria para realizar toda clase de trabajos, y no deben comenzar obra en lugares importantes si existe el peligro de que coloquen un fundamento que no puedan terminar. Dios debe darnos su luz en forma definida, y el deber tiene que ser claro e inconfudible antes que uno o dos hombres entren en campos nuevos e importantes. Necesitan consultar con sus hermanos porque hay peligro de que se apresuren a trazar planes e idear métodos. TM 314 3 Se han dicho con respecto a los hermanos algunas palabras que nunca debieran haberse pronunciado. Se les han comunicado los conceptos equivocados que existían en otras mentes, de manera que las mentes de ustedes han entrado en una corriente de pensamiento especulativo que no es segura ni correcta. Vigilen sus pensamientos. Guarden celosamente los impulsos de la mente y el corazón. Se han pronunciado palabras que los han inducido a poner más confianza que la conveniente en sus propios métodos y planes. Surgen de los labios de ustedes palabras que Dios no ha ordenado ni sancionado. Presten atención a esto, no sea que cuando llegue el tiempo en que puedan manifestar amistad y desempeñar el papel de un amigo, mediante un consejo sano, no estén preparados para darlo. La importancia de consultar con otros TM 315 1 No deben independizarse de todo consejo. Es deber de ustedes consultar con sus hermanos. Esto puede afectar el orgullo, pero la mente humilde, enseñada por el Espíritu Santo, escuchará el consejo y descartará toda confianza propia. Cuando reciban un consejo que no esté de acuerdo con sus deseos personales, no deben pensar que poseen suficiente sabiduría como para aconsejar a otros, o que se pueden permitir el desoír ese consejo. TM 315 2 Dondequiera trabajen, será necesario que combinen sus esfuerzos con los de otros obreros eficientes. Nadie es completo en sí mismo; nadie es capaz de terminar con éxito una serie de reuniones; pero puede hacer su parte junto con otros obreros. Esto tal vez parezca humillante, pero no debe serlo, porque Dios ha concedido diversidad de dones y desea que se combinen en perfecta armonía. TM 315 3 Ustedes necesitan comprender el peligro que implica examinar los asuntos desde su punto de vista, solamente con sus propios ojos o discernimiento. Sería bueno que explicaran francamente sus planes a sus hermanos, para que sepan cómo los ven ellos desde su punto de vista, porque las circunstancias pueden impresionar tan vívidamente la mente de ustedes que les resulte imposible emitir un juicio cabal acerca del asunto. Sus planes deben ser minuciosamente examinados y, con ferviente oración, encomienden su caso al que lo sabe todo. Consúltense mutuamente. No permitan que los susurros de su propia mente o la de otros cierren la puerta del corazón al consejo de los siervos del Señor. TM 315 4 9 de agoto de 1896. Le estoy escribiendo esto porque es un asunto serio que implica graves consecuencias y que afectará el futuro de la obra en otras localidades. El Hno.-----no necesita palabras de adulación de parte suya, porque ya tiene en gran estima sus propios talentos y los saca a relucir desmereciendo a los demás. No se da cuenta de que quiere ser el primero. No está preparado para asumir las responsabilidades de un ministro del Evangelio, porque necesita un espíritu humilde y contrito. Necesita seguir dando estudios bíblicos y, cuando sus hermanos vean que está en condiciones de ser un predicador del Evangelio, tal cosa será evidente. Tenga cuidado. La obra del colportaje TM 316 1 No veo por qué el colportaje no puede ser una obra tan buena y de tanto éxito como cualquier otra que se haga para el Señor. Los colportores pueden llegar a familiarizarse con las personas, pueden orar con ellas y entender sus verdaderas necesidades. Por la luz que Dios me ha dado, afirmo que sobre los colportores descansa una gran responsabilidad. Debieran ir a su trabajo preparados para explicar las Escrituras y nada debe decirse o hacerse para atarles las manos. Si ponen su confianza en el Señor mientras viajan de un lugar a otro, los ángeles de Dios los rodearán, dándoles palabras que proporcionen luz, esperanza y valor a muchas almas. Si no fuera por la obra del colportor, muchos nunca oirían la verdad. TM 316 2 El colportor debiera llevar consigo libros chicos y folletos para los que no pueden comprar libros grandes. De esa manera la verdad puede penetrar en muchos hogares. TM 316 3 De todos los dones que Dios ha dado al hombre, ninguno es una bendición más noble o más grande que el don del habla, si está santificado por el Espíritu Santo. Con la lengua convencemos y persuadimos; con ella ofrecemos oración y alabanza a Dios y con ella transmitimos ricos pensamientos acerca del amor del Redentor. Por medio de su obra el colportor puede esparcir la simiente de la verdad, de manera que la luz de la Palabra de Dios llegue a brillar en muchas mentes. No desmerece al ministro evangélico TM 317 1 Espero sinceramente que nadie reciba la impresión de que un ministro del Evangelio se rebaja al colportar. Escuche el testimonio del apóstol Pablo: "Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuído de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo". El elocuente Pablo, a quien Dios se manifestó de una manera maravillosa, iba de casa en casa, con toda humildad de espíritu y con muchas lágrimas y tentaciones. Un ministerio sumamente precioso TM 317 2 Se me ha mostrado que puede realizarse un ministerio sumamente precioso por medio del colportaje, especialmente si lo hacen los pastores. Al hacer esa obra, obtendrán una experiencia variada, y estarán haciendo la misma tarea que cumplió el apóstol Pablo. Copio un extracto de una exhortación hecha a nuestros hermanos con respecto a colportar con revistas y libros: "La obra de colportaje es un importante campo de labor; y el colportor inteligente, temeroso de Dios y que ama la verdad, ocupa un puesto igual al del pastor evangélico. ¿Debe entonces el colportor sentirse en libertad, lo que también vale para el pastor ordenado, para actuar por motivos egoístas? ¿Debiera ser infiel a todos los principios de la obra misionera, y vender solamente aquellos libros que son los más baratos o los más fáciles de manejar, dejando de colocar ante la gente los libros que darán más luz, porque al hacerlo puede ganar más dinero para sí? La obra de colportaje es una obra misionera, y el campo debe ser trabajado desde un punto de vista misionero. Los principios egoístas, el amor a la dignidad y la posición, no deben ser ni siquiera mencionados entre nosotros. El pensamiento de tratar de llegar a ser el mayor nunca debe afluir a nuestra mente". TM 318 1 Tampoco es el objetivo de la predicación el divertir. Algunos ministros han adoptado un estilo de predicación que no tiene la mejor influencia. Ha llegado a ser un hábito para ellos entretejer anécdotas en sus discursos. La impresión así hecha sobre los oyentes no es un sabor de vida para vida. Los ministros no deben colocar historias divertidas en su predicación. La gente necesita alimento puro, cuidadosamente desprovisto de tamo. "Predica la palabra", fue el encargo que Pablo dio a Timoteo, y ésta es también nuestra comisión. El ministro que mezcla el relato de historias en sus discursos está usando fuego extraño. Dios resulta ofendido, y la causa de la verdad es deshonrada, cuando sus representantes descienden al uso de palabras baratas y frívolas.--The Review and Herald, 22 de diciembre de 1904. ------------------------Capítulo 13--Administradores de asociaciones Consejo y dirección TM 319 1 En las horas de la noche he estado escuchando a uno que hablaba con autoridad. Se hablaron palabras de consejo con respecto a las responsabilidades que deben llevarse en la obra de Dios. El Maestro dijo: No debe trabajarse a la ventura. Mucho de esto se ha hecho. Los hombres han asumido autoridad, pero el pueblo no debiera depender de hombres pobres, finitos y falibles. Debe poner su entera confianza en la sabiduría que halla su fuerza en la sabiduría de Dios. La inconsecuencia de concentrar tantas responsabilidades en Battle Creek ha sido presentada muchas veces, pero los consejos no se han llevado a la práctica. Las reprensiones y advertencias del Señor han sido evadidas, interpretadas y anuladas por las maquinaciones de los hombres. Ha habido una forma de actuar contraria a Dios, y se ha aceptado como correcto el juicio de los hombres. TM 319 2 En Battle Creek y en otros lugares se ha añadido un edificio a otro para hacer una ostentación imponente. Los hombres pensaban que eso daría carácter a la obra. Sus propios caracteres necesitaban la gracia transformadora de Cristo. Sólo esto puede dar carácter a la obra. Nada puede hacerse sin la gracia de Cristo. TM 319 3 El Señor permite que surjan impedimentos, para que su sabiduría y su fuerza, al ser buscadas en forma humilde, ferviente y perseverante, puedan manifestarse con claridad. Nada separará tan rápida y decididamente al alma de Dios, y traerá derrota, como que el hombre eleve su alma a cosas vanas y hable de una manera orgullosa, jactanciosa e impositiva a sus semejantes, que son la propiedad de Dios. "No sois vuestros... habéis sido comprados por precio", el precio de la sangre del Hijo de Dios. Sólo el Señor ha de ser exaltado. Consérvese cada instrumento humano en su lugar y no trate de ocupar el lugar de Dios. Se ha confiado demasiado en los hombres. TM 320 1 En Battle Creek tenéis evidencia de que hombres que han tenido mucho que decir no andan con Dios. Hay abundante actividad, pero no son muchos los que trabajan en sociedad con Cristo; y los que andan y trabajan lejos de él han sido más activos en planear y poner en práctica sus propios métodos. Si tuvieran la sabiduría que viene de la Fuente de toda sabiduría, actuarían en forma más considerada y estudiarían más fervientemente la relación de causa a efecto. Se darían cuenta de que unas pocas mentes en Battle Creek no pueden manejarlo todo. TM 320 2 Las asociaciones que corresponden a los estados deben tener hombres en su dirección que amen y teman a Dios: hombres capaces, que aprendan en la escuela de Cristo a ser sus colaboradores, a llevar su yugo y a levantar las cargas del Señor. Han de ser socios con Cristo en el servicio sagrado de salvar almas. Todo miembro de iglesia ha de trabajar con celo y fervor, no luchando, como muchos han hecho, para ver quién será el mayor y cómo obtener los mayores sueldos, sino para ganar almas, lo cual significa ser parte de la firma, socios de Cristo Traten todos de hacer lo mejor. TM 320 3 Se me presentó el asunto que estaba tratando de explicar a los hermanos. Hay demasiada responsabilidad concentrada en unos pocos hombres en Battle Creek y esos hombres necesitan el poder transformador del Espíritu Santo, de otra manera conducirán por falsos senderos a la herencia de Dios. Las asociaciones están vigilando todo movimiento hecho en el centro de la obra. Las diferentes asociaciones han sido inducidas a volver sus ojos hacia los dirigentes de Battle Creek, creyendo que no puede tomarse ninguna determinación importante sin su aprobación. Esta tendencia se ha ido fortaleciendo hasta convertirse en un serio obstáculo para el avance de la obra. Este arreglo nunca debió haber existido. El Señor quiere tener a su pueblo bajo su jurisdicción. Sus hijos deben volver sus ojos a él, inquiriendo de él con fe, y continuando en el conocimiento de la obra de su providencia. TM 321 1 El procedimiento de que todo el dinero debe pasar por Battle Creek y bajo el control de unos pocos hombres que están en ese lugar, es una forma equivocada de administración. Hay demasiadas responsabilidades pesadas dadas a unos pocos hombres, y algunos no hacen de Dios su consejero. ¿Qué saben estos hombres de las necesidades de la obra en los países extranjeros? ¿Cómo pueden ellos saber cómo decidir los asuntos que les son sometidos en procura de información? Les requeriría tres meses a los que están en países extranjeros recibir una respuesta a sus preguntas, aun cuando no hubiera demora en la correspondencia. TM 321 2 En todo país debe señalarse a un hombre para que maneje los intereses generales de la causa. No necesita ser un predicador, y no debe ser tampoco un diplomático. Debe ser abnegado, un hombre que ama, que honra y que teme a su Dios. Todo su tiempo debe estar dedicado a la obra. Debe trazar los planes en forma abnegada y con el temor de Dios. Sea él el agente general para ese país y esté relacionado con una junta compuesta por los mejores hombres, a fin de que ellos puedan tomar consejo juntos y atender la obra dentro de sus fronteras. Debe designarse a administradores que hagan lo mismo en los diferentes estados de Norteamérica. El cuidado en la selección TM 322 1 Los hombres que actúen como presidentes de las asociaciones de los estados deben ser seleccionados cuidadosamente. Desempeñen luego estos hombres las responsabilidades de la asociación de la manera más cabal, ferviente y piadosa. Si no están calificados para actuar en forma cuidadosa y con éxito, no los conservéis en su puesto. TM 322 2 Un cúmulo de asuntos se presenta ante la Asociación General; todas las dificultades se llevan a Battle Creek. Esto priva en gran medida a los presidentes de las asociaciones de su sentido de la responsabilidad. Muchos no están creciendo en capacidad y en juicio. Dan pasos equivocados, cuando debieran haber avanzado lo suficiente en su experiencia como para ser capaces de tomar determinaciones correctas habiendo buscado el consejo de Dios. Como presidentes de sus respectivas asociaciones, deben darse cuenta de que han de ser fieles en sus puestos de confianza. Estas asociaciones han de ser para ellos una escuela en la cual han de revelar capacidad para administrar. Han de aprender y aprender; educar y educar. Han de hacer una obra firme, semejante a la de Cristo, bien unida, de manera que no se desintegre. Imparciales y abnegados TM 322 3 El que sea elegido presidente de la Asociación General debe, en el temor de Dios, permanecer en su puesto y ocupar su lugar sin parcialismo y sin intereses egoístas. Debe ser un mayordomo fiel. Debe ser el sacerdote de su propia casa y debe dirigirla sabiamente. Debe poner de manifiesto que comprende la obra de gobernar su propia familia con sabiduría y en el temor de Dios. Si esto se descuida, pondrá sus propios defectos en su obra. Si algún hombre da evidencia de que el amor y el temor de Dios no ocupan el centro de su ser, de manera que la verdad no gobierna su vida práctica, en tanto que las cosas mundanas ocupan un lugar preponderante, no está capacitado ni aun para ser anciano de una iglesia. TM 323 1 Se busca consejo de los que están en Battle Creek con respecto a asuntos que los dirigentes locales podrían resolver con la misma eficacia si buscaran al Señor, asuntos que debieran haber sido resueltos dentro de sus propias fronteras. El Señor declara que está cerca de todos los que claman a él con corazón sincero. Dijo Jesús: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá". Esta promesa es hecha doble y triplemente segura. No hay fracaso para Dios. Hoy en día hay presidentes de asociaciones menos eficientes, fuertes y capaces de lo que debieran ser, porque colocan al hombre donde debiera estar Dios y reciben sólo aquello que el hombre puede darles. Buscad el consejo de Dios TM 323 2 Presidentes de asociaciones, seréis sabios si decidís ir a Dios. Creed en él. El oirá vuestras oraciones, y vendrá en vuestra ayuda en mucho menos tiempo del que los medios públicos de locomoción emplearían para transportar a uno, dos, tres o cuatro hombres desde una gran distancia, a gran costo, para decidir cuestiones que el Dios de sabiduría puede resolver mucho mejor para vosotros. El ha prometido: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". Si humilláis sinceramente vuestros corazones delante de él, vaciáis vuestras almas de la estima propia, elimináis los defectos naturales de vuestro carácter, vencéis vuestro propio amor a la supremacía y vais a Dios como niños, él os concederá su Espíritu Santo. Cuando dos o tres se ponen de acuerdo con respecto a un asunto, y lo piden al Señor, en el nombre de Jesús, les será hecho. TM 324 1 Cuando se considere conveniente invertir medios en edificios escolares, sanatorios u hogares para los pobres en algún país, para establecer la obra allí, el Señor quiere que los que vivan en esa localidad anden humildemente delante de él, y muestren que comprenden su dependencia personal de Cristo, y creen que está dispuesto a ayudarlos a hacer con inteligencia planes, proyectos y arreglos en favor de su obra. El está tan dispuesto a dar sabiduría a los que sienten el valor de la gracia divina, como a dar sabiduría a alguna otra mente para que luego, a gran costo, os comunique lo mismo. ¿Dónde está vuestra fe? ¿Se volverán los hombres del Dios de la sabiduría para buscar sabiduría en hombres finitos, mandándolos buscar desde muy lejos para que vengan a ayudarlos a salir de sus perplejidades? ¿Cómo considera esto el Señor? TM 324 2 Cada uno puede albergar la idea de que cree en Dios. Vosotros trabajáis en una parte de su gran viña y él os ha dicho que si algún hombre carece de sabiduría ha de pedirla de Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche. Este mundo es sólo un átomo pequeño en el vasto dominio sobre el cual Dios preside, y sin embargo este pequeño mundo caído es más precioso a su vista que los noventa y nueve que no se extraviaron del redil Si nosotros queremos hacer de él nuestra confianza, no nos dejará a la merced de las tentaciones de Satanás. Dios quiere que toda alma por la cual Cristo murió llegue a ser una parte de la vid, esté conectada con la cepa y reciba su alimento de ella. Dependemos de Dios en todo, y eso debiera mantenernos muy humildes; y debido a que dependemos tanto de él, debiéramos aumentar grandemente nuestro conocimiento de Dios. Dios quiere que alejemos de nosotros toda especie de egoísmo y vayamos a él no como dueños de nosotros mismos, sino como la posesión adquirida del Señor. Un administrador de éxito TM 325 1 Daniel buscaba a Dios tres veces al día en ferviente oración procurando sabiduría, fuerza y valor para representar dignamente al único verdadero Dios en la impía Babilonia. A menudo os sentiréis perplejos y sin saber qué hacer; pero no toméis papel y pluma para escribir acerca de vuestras perplejidades a Battle Creek. Puede haber desacuerdo sobre ciertos puntos, pero vuestro Consejero está cerca. Arrodillaos ante él y decidle todo lo que necesitáis. ¿Pueden los hombres de Battle Creek daros luz? Ellos no comprenden vuestras necesidades. Porque no están sobre el terreno, pueden decir "No" a algunas cosas, cuando si hubierais preguntado a Dios, él habría contestado: "Avanzad que yo estaré con vosotros y os daré gracia". TM 325 2 Durante muchos años se ha dado a nuestro pueblo una educación que coloca a Dios en segundo lugar y al hombre en primer término. Se le ha enseñado que todos los asuntos deben presentarse ante el concilio constituido por unos pocos hombres en Battle Creek. El Señor os ha dado oportunidad de ver la debilidad de los hombres finitos. ¿No hay en los diferentes estados en Norteamérica hombres que andan rectamente a la vista de Dios? TM 325 3 ¿No están registrados en los libros del cielo los nombres de los que aman y sirven a Dios? ¿No pueden ellos planear? ¿Se les ha concedido a los que están en Battle Creek un raciocinio y una sabiduría superiores que Dios no dará a los que están en las iglesias y en las asociaciones? "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". TM 326 1 Las iglesias comprenderían cien veces mejor la forma en que actúa el Espíritu Santo si los pastores educaran a todos para que recordaran que tienen un Dios que está cerca y no lejos, y que lo pueden honrar pidiéndole ayuda y sabiduría en el mismo lugar donde están. Tendrían entonces una capacidad que fortalecería a la Asociación General. TM 326 2 Hay talentos en todos los lugares, pero no siempre se los reconoce. Estos talentos deben ser descubiertos y puestos a trabajar. Bajo la operación del Espíritu de Dios, el talento crecerá al ser utilizado. Pero Dios resulta grandemente deshonrado cuando se coloca a los hombres en el lugar que debe ocupar Dios. El es el único cuyo consejo es infalible. TM 326 3 Han celebrado juntos en Battle Creek hombres que no pueden apreciar la situación de los asuntos en las diferentes localidades como pueden hacerlo los que se encuentran en el mismo lugar; y no es sabio que los hombres acudan a los hombres y que dependan tanto de unos pocos hombres de Battle Creek, algunos de los cuales han andado lejos de Dios durante años. Se ha deshonrado grandemente a Dios al aceptar el juicio de estos hombres a los que se mandó llamar desde una gran distancia para celebrar una junta. Al hacer esto mostráis que colocáis a hombres que no tienen el corazón santificado en el lugar donde Dios debe estar. TM 326 4 Aunque cometan algunos errores los que se hallan en diferentes lugares, serán de mucho menor consecuencia que los errores cometidos por los que están en el corazón de la obra. ¿No podéis vosotros ir al gran Dirigente que es magnífico en consejo? ¿Y no puede él restaurar? ¿No puede él actuar en vuestro favor? ¿No lo hará si vais a él como los niñitos van a sus padres? Existe demasiada arrogante suficiencia en el instrumento humano. Dios no puede obrar con hombres llenos de orgullo. Si éste no se depone, si el yo no es humillado, Dios no puede actuar. Los que envían todas sus perplejidades desde las diferentes partes del mundo a Battle Creek, muestran la sabiduría de los hombres, no la sabiduría de Dios. Presidentes de asociaciones TM 327 1 Se me ha llamado la atención a la instrucción que el Señor se ha dignado dar en Obreros Evangélicos. Me he levantado a las tres de la mañana, y he leído el material contenido en el librito titulado Conference Presidents (Presidentes de Asociaciones), página 232. Las mismas cosas me han sido presentadas una y otra vez. ¿Prestarán atención nuestros hermanos a estas cosas, o se apartarán de la luz? El presidente de la Asociación General debe proceder de acuerdo con la luz dada, no contrariamente a la misma. Si los hombres cierran sus ojos a los testimonios que Dios se ha dignado dar, y creen que es sabiduría andar a la luz de las teas que ellos mismos encendieron, esto echará a perder la iglesia. Tales hombres no están calificados para ser pastores o presidentes de asociaciones; no han tomado consejo de la Fuente de toda sabiduría. TM 327 2 El que sea ubicado en el puesto de presidente de una asociación, debe aprender que el corazón humano es díscolo, y que necesita ser guardado estrictamente por un espíritu vigilante y por la oración. Al buscar al Señor en forma concienzuda y constante, será enseñado por Dios de modo que se convierta en un hombre representativo, y pueda confiarse en él como Dios confió en Abrahán. Necesita toda la armadura de Dios porque tiene que pelear la buena batalla de la fe y permanecer firme, habiendo hecho todo lo que el Espíritu de Dios le ha enseñado a hacer. Sus enemigos pueden ser los de su propia casa, su esposa y sus hijos, o pueden ser sus propias tendencias heredadas y cultivadas, que continuamente tratan de imponerse. El hombre es humano y defectuoso en carácter, y debe batallar por la victoria. Para empezar bien, cada uno debe comenzar en su propio corazón. Ascienda de labios sinceros la oración ferviente. "Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio", y vendrá la respuesta: "Os daré corazón nuevo". TM 328 1 Hay lecciones que necesitan aprender todos los que han de ocupar lugares donde serán probados por Dios para que se vea si han de ser anotados día tras día como fieles mayordomos de los talentos confiados por Dios. ¿Han demostrado que tienen el temor de Dios ante ellos, ora sea que traten con superiores, inferiores o iguales? Necesitan albergar la verdad como un principio permanente para que pueda santificar el alma. El poder creador y transformador del Espíritu Santo de Dios hará de ellos partícipes con Jesucristo. Unidos en el yugo con Cristo, pueden ser más que vencedores por medio de él. TM 328 2 El hombre que es plenamente consciente de que está al servicio de Jesucristo, aspirará a la amistad con Dios. Será humilde bajo la mano de Dios, para que no sea nada, y Dios lo sea todo. Un hombre tal es un socio con Cristo, apto para presidir sobre una asociación. Si revela ser circunspecto, está preparado para cualquier posición, de acuerdo con su experiencia y calificaciones. Comprendan las iglesias que ha de ponerse confianza en un hombre tal, y ha de sostenérselo. Ellas pueden ir a él, y hablar con él. Un nombre tal nunca se sentirá suficiente para llevar la obra, aun la de una asociación, sin la gracia constante que Dios le da. No decidirá hacer la obra y llevar la responsabilidad solo. Por medio de una administración sabia, tendrá el tacto para reconocer el talento en los demás. Usará a aquellos que tienen ese talento, y los ayudará, mientras ellos lo ayudarán a compartir sus cargas. Uníos con los hermanos TM 329 1 Los hombres que sienten que tienen algún servicio que realizar en favor del Maestro, actúan en forma egoísta cuando desean estar solos en su obra y se niegan a relacionarse con aquellos que serían una ayuda para ellos, porque temen que no obtendrán todo el crédito por hacer la buena obra que se jactan de hacer. Esto ha obstaculizado grandemente la obra de Dios. Que un hermano se una a otro hermano. Unid a un Pedro con un Juan. Que cada uno anime a su hermano a estar a su lado, sirviendo con celo e interés, como socios en la gran obra. Dos o tres pueden orar juntos, cantar las alabanzas de Dios juntos, y crecer hasta la plena estatura de colaboradores de Dios. Debe mantenerse una armonía perfecta. Todos deben servir al Señor como niños, sintiendo que son sarmientos de la misma vid. TM 329 2 Anden humildemente con Dios los presidentes de asociaciones, y no tendrán ocasión de escribir al presidente de la Asociación General para que deje su trabajo y arregle los asuntos menudos de ellos. Hasta muchos asuntos de importancia pueden ser llevados a Dios, y él dará consejo en toda asociación. Todos pueden acercarse al Señor. El es mucho más accesible que el presidente de la Asociación General. Eduque el presidente de la Asociación General a los presidentes de las asociaciones a usar de sabiduría en el cuidado de su porción de la viña donde están situados, sin echar sus cargas sobre él. Inducid a esos hombres que tienen capacidad y talento a mirar a Dios, para ser enseñados por él. Enseñadles a ir a la Fuente original para instruir en justicia. Escudriñad las Escrituras. "Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". ¿Cuál es, pues, vuestra excusa para no buscar consejo de Aquel que es infinito en sabiduría, para ir a los hombres finitos, que son tan débiles como vosotros? Hay Uno que ha sufrido por vosotros, el Justo por los injustos. TM 330 1 ¡Cuántos pequeños agravios traza el hombre sobre el papel y vuelca en el alma de sus semejantes! ¡Cuán insensato es perpetuar y comunicar a otros aquellas cosas que habría sido mejor que guardarais para vosotros mismos! Nunca escribáis una línea de desánimo. Si hacéis precisamente como Jesús os ha dicho que hagáis, encontraréis ayuda. "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas". El Señor Dios ha dado abundante evidencia de su disposición a llevar nuestras cargas. Al llevar las cargas de él, él os lleva a vosotros, y también las cargas. El invita a todos los que están trabajados y cargados: "Venid a mí". No se os dice que debéis recorrer el mundo para contar vuestras dificultades y para depositar vuestras cargas sobre vuestros semejantes. "He aquí yo estoy con vosotros todos los días--dice Cristo--, hasta el fin del mundo". La Asociación General -- Al Congreso de la Asociación General de 1897 TM 331 1 Tengo palabras que hablar a nuestros hermanos que se han de reunir en el congreso de 1897. La actual discusión financiera [veasé el Apéndice.] me ha sido presentada como una de las obras maestras de Satanás para estos últimos días. Hay un poder que actúa desde abajo, por obra del gran enemigo. Suponía que nuestros hermanos pisarían con cuidado y se moverían con mucha cautela, manteniéndose lejos de todos estos nuevos temas de discusión relativos a la moneda circulante. El cambio de la moneda circulante no es un plan ideado por Dios. ¿Cuál será su resultado? Determinará un estado de cosas que traerá opresión a los pobres y creará gran angustia. Es uno de los planes del diablo y yo pensaba que los que creían en la verdad no serían engañados en lo más mínimo en este asunto. Pero en el transcurso del año 1896 me han sido presentados asuntos que me han hecho temblar por nuestro pueblo. He estado donde escuchaba conversaciones de los que ocupan puestos de confianza en nuestras instituciones, y había mucho calor en la discusión sobre las diferentes posiciones asumidas. La luz que me fue dada fue ésta: Este es el método que Satanás ha dispuesto para traer angustia. TM 331 2 ¿Queremos saber cómo agradar mejor al Salvador? No lo haremos dando discursos políticos, ora sea en el púlpito o fuera del púlpito, sino considerando con temor y temblor toda palabra que pronunciamos. Donde la gente se reúne para adorar, no se hable una palabra que distraiga la mente del gran interés central: Jesucristo, y éste crucificado. El mensaje del tercer ángel ha de ser el tema central de nuestra amonestación. No debemos entremeternos en asuntos secundarios. La preocupación de la obra es: Predica la palabra. Hay quienes han adquirido experiencia en predicar y trabajar por la salvación de las almas por las cuales Cristo ha dado su preciosa vida. La obra es la empresa especial que ha de absorber a todo aquel que alimenta al rebaño de Dios. Estamos ahora en un tiempo en que se oirán voces: "Este es el camino, andad por este sendero". Pero el Señor Jesús dice: "Sígueme tú". "El que me sigue, no andará en tinieblas". La salvación de las almas ha de ser nuestra tarea personal, y nada es de una importancia suficiente como para distraer nuestra mente de ella. Cristo vino a nuestro mundo a salvar almas, a difundir la luz en medio de las tinieblas morales. Una voz viva se oye proclamar: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida". Dejad a un lado la política TM 332 1 Me he sorprendido de ver a hombres que pretenden creer la verdad para este tiempo, totalmente enfervorizados con respecto a asuntos... ¿relacionados con el Señor Jesús y los intereses eternos? No; sino que parecían estar maravillosamente enfervorizados con respecto a la moneda corriente. Algunos pastores se distinguían por entretejer estos temas en sus sermones. Se estaban enfervorizando, tomando partido en estos asuntos de los cuales el Señor no les encargó que se ocuparan. Estas personas aparentaban tener una gran medida de suficiencia propia. Pero ellos mismos no sabían qué estaban defendiendo. No sabían si estaban defendiendo principios que se originaban en los concilios del cielo o en los concilios de Satanás. TM 332 2 La voz de uno que poseía autoridad habló con gran decisión: No sabéis de qué espíritu sois. Leed las instrucciones dadas por el Hijo unigénito de Dios cuando se hallaba rodeado por la columna de nube. Cuando esa voz se obedezca, no daréis vuestra voz o vuestra influencia a ningún sistema para enriquecer a unos pocos y traer opresión y sufrimiento a la clase más pobre de la humanidad. En este fervor se halla precisamente aquello que separa a personas de la misma fe. ¿Lleva esto las credenciales divinas? ¡Atención! Cuidad que vuestro brazo no esté unido con el brazo de un demonio. Tiene apariencia de hombre. Está andando alrededor como león rugiente, buscando a quienes devorar, y los encuentra entre los adventistas del séptimo día. Puede aterrorizar con sus rugidos; pero, si esto cuadra mejor a sus propósitos, tiene la dulce voz de un ángel de luz, y habla de cosas celestiales. ¿No conoce él todo lo que se relaciona con la gloria celestial? TM 333 1 Pregunté por qué los que podían leer su Biblia y ver los peligros de estos últimos días estaban tan listos a posesionarse de asuntos que harían mejor en dejar de lado. ¿Cómo pueden ellos relacionarse con hombres que están presentando principios originados en los concilios de los demonios? ¿Por qué no ven que ésta no es en ninguna forma una obra que el Señor les ha dado para hacer? Vino la respuesta: Porque sus corazones están elevados a cosas vanas. Están engañados. No saben cuán débiles son. Hay muchos que serán engañados, los cuales, por la pluma y por la voz ejercerán toda su influencia para crear un ambiente perjudicial (ambiente que se producirá de todas maneras, cualquiera sea la posición que ellos asuman); pero ellos no debieran estar unidos a los obradores de maldad. Todos los que anhelan participar de alguna actividad que podría ser representada por Jehú cabalgando furiosamente, tendrán oportunidad suficiente para distinguirse. Su brazo se vinculará con aquel que fue una vez un ángel exaltado, y que no ha olvidado las maneras usadas por él en los atrios celestiales. Asumirá esos modales, y al tomar forma humana, engañará a muchos cuyas vidas no están escondidas con Cristo en Dios. ¿Por qué el amor se ha enfriado? TM 334 1 Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se ha enfriado. ¿Por qué su amor se ha enfriado? Porque no han humillado sus corazones y no han huido a su refugio, Jesucristo. Pensaban que sabían tanto que se hicieron necios, y por elección propia llegaron a ser depravados. Así muchas almas serán perdidas. Planes y maquinaciones mundanos, y sentimientos y principios extraños, directamente opuestos a la ley de Dios, serán utilizados por el príncipe de la potestad del aire. Aquí debemos reservar toda nuestra influencia para actuar en el sostén de la verdad. Los sentimientos manifestados por los políticos serán proclamados por algunos que pretenden ser observadores del sábado. ¿Qué ángeles asisten a éstos en el púlpito mientras dan al rebaño veneno en lugar de trigo puro, cuidadosamente zarandeado? Esta es la obra de agentes satánicos para traer confusión, para hechizar la mente de ancianos y jóvenes. Los que han estado andando humildemente con Dios no se verán envueltos en la defensa de ninguno de los bandos de esta cuestión. Se colocarán bajo la guarda del Señor, y revelarán que están aprendiendo lecciones del gran Maestro, que ha dicho: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". TM 334 2 Toda esta excitación y desasosiego está colocando la mente donde no se espaciará en la verdad. ¿Suponéis que el mundo, la carne y el diablo serán capaces de enlazar a aquellas almas que son mansas y humildes de corazón, serán capaces de cegar su entendimiento de manera que no puedan saber qué clase de compañía están escogiendo? Si los ojos de muchos pudieran abrirse en su marcha atolondrada, verían una grandiosa procesión de gentes de todas las clases, de todos los linajes, de todas las naciones, pasando por las mismas filas, clasificándose como compañeros de los demonios, avanzando rápidamente en una procesión que crece de continuo y que marcha a una ruina segura. TM 335 1 ¿Qué diré? La fe de muchos, incluyendo a aquellos que predican la Palabra, debe ser algo diferente de lo que es ahora, o de otra manera su eterno destino futuro está sellado. La Palabra de Dios, estudiada cuidadosamente y obedecida, es la única cosa que hará al hombre puro y lo mantendrá puro. Esto es lo único que puede salvarlo de comprometerse con todas las iniquidades que prevalecen. Los cristianos han de llevar el sello del Rey de reyes. -Todos en nuestro mundo están tomando partido. Nosotros no hemos de tomar parte en esta lucha política relativa a la moneda. Se ha metido en nuestras filas. TM 335 2 Hay personas, aun entre los adventistas del séptimo día, que están bajo la reprensión de la Palabra de Dios debido a la forma en que obtuvieron sus propiedades y las usan, actuando como si fuesen dueños de ellas, como si las hubieran creado, sin tener en cuenta la gloria de Dios y sin una ferviente plegaria para ser dirigidos en la manera de adquirirlas o usarlas. Están empuñando una serpiente que los morderá como víbora. El camino seguro TM 335 3 Dios dice con respecto a su pueblo: "Sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán". Pero muchos que profesan creer la verdad no quieren que Dios esté en sus pensamientos, más de lo que lo querían los antediluvianos o los sodomitas. Un solo pensamiento sensato acerca de Dios, despertado por el Espíritu Santo, destruiría todos sus planes. El yo, el yo, el yo, ha sido su dios, su alfa y su omega. TM 335 4 Los cristianos están seguros tan sólo al adquirir dinero en la forma en que Dios lo indica, y al usarlo por conductos que él pueda bendecir. Dios nos permite usar sus bienes con el único propósito de glorificarlo, a fin de que sean una bendición para nosotros, de manera que seamos una bendición para los demás. Los que han adoptado la máxima del mundo y descartado las declaraciones de Dios, los que se posesionan de todo lo que pueden obtener en materia de sueldos o bienes, son pobres, ciertamente pobres, porque la ira de Dios está sobre ellos. Andan por sendas que ellos mismos han escogido y deshonran a Dios, la verdad, su bondad, su misericordia, su carácter. TM 336 1 Ahora, en el tiempo de gracia, estamos todos en un período de prueba. Satanás trabaja con sus encantos y sus sobornos engañosos, y algunos pensarán que gracias a sus planes han logrado especular admirablemente. Pero he aquí que cuando pensaban que estaban levantándose con seguridad y se elevaban a sí mismos en el egoísmo, descubrieron que Dios puede desparramar más rápidamente de lo que ellos pueden juntar. TM 336 2 "Vi yo al impío sumamente enaltecido y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; lo busqué, y no fue hallado". El que ve el fin desde el principio, y que pone orden en la confusión, realiza bien todas las cosas. Veremos otro aspecto del cuadro: "Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz". La Palabra de Dios ofrece toda la preparación para la vida eterna. Nuestra fe debe ser una fe que obra por el amor y purifica el alma; no está en contra ni de la creencia ni de la práctica. ¿Creemos nosotros la Palabra de Dios? ¿Son fieles y veraces, firmes a los principios todos los que profesan la verdad? ¿Estamos haciendo la obra misionera con el espíritu de Cristo? TM 336 3 Hay hombres que se presentan en el púlpito como pastores, profesan alimentar el rebaño, mientras las ovejas están pereciendo por falta del pan de vida. Hay discursos largos y fastidiosos, mayormente compuestos de relatos de anécdotas; pero los corazones de los oyentes no son tocados. Los sentimientos de algunos pueden resultar conmovidos, pueden derramarse algunas lágrimas, pero sus corazones no son quebrantados. El Señor Jesús estaba presente mientras daban aquello que llamaban sermones, pero sus palabras estaban destituidas del rocío y de la lluvia del cielo. Evidenciaban que no habían recibido la ministración de los ungidos descriptos por Zacarías (véase el capítulo 4) para que ellos a su vez pudieran ministrar a otros. Cuando los ungidos se vacían a través de los canales de oro, el aceite dorado mana de ellos hacia los vasos de oro, para fluir hacia las lámparas, las iglesias. Esta es la obra de todo verdadero y consagrado siervo del Dios viviente. El Señor Dios del cielo no puede aprobar mucho de lo que traen al púlpito aquellos que profesan presentar la Palabra del Señor. No inculcan ideas que serán una bendición para los que escuchan. Es un forraje barato, muy barato, el que se coloca ante el pueblo. Fuego extraño TM 337 1 Cuando el orador golpea al azar en cualquier dirección, según los caprichos de su fantasía, cuando habla de política al pueblo, está mezclando el fuego común con el sagrado. Deshonra a Dios. No tiene verdadera evidencia de parte de Dios de que habla la verdad. Hace a sus oidores un grave daño. Puede sembrar semillas capaces de introducir profundamente sus fibrosas raíces, y al brotar las plantas darán su fruto ponzoñoso. ¿Cómo se atreven los hombres a hacer esto? ¿Cómo osan presentar ideas cuando no saben a ciencia cierta de dónde vienen, ni si se ajustan a la verdad? La clase de sermones que se necesita TM 337 2 ¿Recordarán nuestros hermanos que estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos días? Leed el Apocalipsis en relación con Daniel. Enseñad estas cosas. Sean los discursos cortos, espirituales, elevados. Esté lleno el predicador de la Palabra de Dios. Sepa cada hombre que se presenta en el púlpito que tiene ángeles del cielo en su auditorio. Y cuando estos ángeles descargan de sí mismos el áureo aceite de la verdad en el corazón del que está enseñando la Palabra, entonces la aplicación de la verdad será un asunto solemne, serio. Los angélicos mensajeros eliminarán el pecado del corazón, a menos que la puerta del corazón se cierre y Cristo sea rechazado. Cristo se alejará de los que persisten en rehusar las bendiciones celestiales que tan liberalmente se les ofrecen. TM 338 1 El Espíritu Santo está haciendo su obra en los corazones. Pero si los ministros no han recibido primero su mensaje del cielo, si no han obtenido su propia provisión de la corriente refrescante y vitalizadora, ¿cómo pueden lograr que fluya lo que ellos mismos no han recibido? ¡Qué pensamiento solemne, el que las almas hambrientas y sedientas sean enviadas de vuelta vacías! Un hombre puede prodigar todos los tesoros de su conocimiento, puede agotar las energías morales de su naturaleza, y sin embargo no realizar nada, porque él mismo no ha recibido de los mensajeros celestiales el aceite áureo que, por lo tanto, no puede fluir de él para impartir vida a los necesitados. Las buenas nuevas de gozo y esperanza deben venir del cielo. ¡Aprended, oh, aprended de Jesús lo que significa permanecer en Cristo! TM 338 2 Si el ministro cristiano recibe el aceite áureo, tiene vida; y donde hay vida, no hay estancamiento, no hay una experiencia empequeñecida. Hay constante crecimiento hasta la plena estatura de Cristo Jesús. Si tenemos una experiencia profunda y creciente en las cosas celestiales, caminaremos con el Señor, como lo hizo Enoc. En lugar de consentir a las proposiciones de Satanás, elevaremos la más ferviente oración por el ungimiento celestial, para que distingamos lo que es correcto, lo que es nacido del cielo, de lo que es común. TM 339 1 Si luchamos con la fuerza del Todopoderoso, estaremos del lado que finalmente vencerá. Al final resultaremos triunfadores. La obra más grandiosa, las escenas más peligrosas están delante de nosotros. Debemos hacer frente al mortal conflicto. ¿Estamos preparados para ello? Dios todavía habla a los hijos de los hombres. Está hablando de muchas formas distintas. ¿Oiremos su voz? ¿Colocaremos nuestras manos con toda confianza en las suyas, y diremos: "Condúceme, guíame"? TM 339 2 Existe religión barata en abundancia, pero no existe un cristianismo barato. El yo puede figurar mayormente en una falsa religión, pero no puede aparecer en la experiencia cristiana. Sois colaboradores de Dios. "Separados de mí--dijo Cristo--, nada podéis hacer". No podemos ser pastores del rebaño a menos que seamos despojados de nuestros propios hábitos, modales y costumbres peculiares y seamos transformados a la semejanza de Cristo. Cuando comemos su carne y bebemos su sangre, los elementos de la vida eterna se encuentran en el ministerio. No habrá un acopio de ideas añejas repetidas a menudo. Habrá una nueva percepción de la verdad. TM 339 3 Algunos de los que se presentan en el púlpito avergüenzan a los mensajeros celestiales que se hallan en el auditorio. El precioso Evangelio, que ha costado tanto traer al mundo, es profanado. El lenguaje es común y barato; hay actitudes y muecas grotescas. Algunos hablan en forma muy rápida; otros tienen una enunciación pesada y confusa. Todo el que ministra a la gente debe sentir que tiene el solemne deber de examinarse a sí mismo. Debe entregarse primeramente él mismo al Señor en una completa renuncia propia, determinado a no tener nada del yo, sino la totalidad de Jesús. TM 340 1 La palabra es la luz del predicador, y a medida que el aceite áureo fluye del olivo celestial al vaso, permite que la lámpara de la vida brille con una claridad y un poder que todos discernirán. Los que tienen el privilegio de aprender de un ministerio tal, si sus corazones son sensibles a la influencia del Espíritu Santo, sentirán surgir la vida en su interior. El fuego del amor de Dios será encendido dentro de ellos. La Biblia, la Palabra de Dios, es el pan de vida. El que alimenta al rebaño de Dios, debe comer él mismo primero del pan que vino del cielo. Verá la verdad en todos sus aspectos. No se aventurará a presentarse delante de la gente hasta que no haya tenido primeramente comunión con Dios. Entonces es inducido a trabajar como Cristo trabajó. Respeta las variadas mentes que componen su auditorio. Tiene una palabra que se aplica al caso de todos, y no ideas mundanas y confusas. No tiene derecho a introducir perplejidades mundanas. El pan de vida satisfará toda hambre del alma. Administradores de asociación TM 340 2 Presidentes de asociación y consejeros, Dios dio a Moisés instrucciones especiales para el manejo de su obra. Le ordenó que se relacionara con hombres para que fueran sus consejeros, para que sus responsabilidades pudieran ser aliviadas. Por medio de Jetro recibió el siguiente mensaje: "Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar". TM 341 1 Este consejo es para nosotros. Debe ser escuchado por nuestros hombres responsables. Se ha dejado que el presidente de nuestra Asociación General asumiera cargas que Dios no ha colocado sobre él, y las cosas que él ha tratado de hacer no se pudieron hacer sabiamente y bien... TM 341 2 Moisés dijo: "Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes". Esta obra todavía ha de ser hecha, y si los hombres que llevan responsabilidades no la realizan, debe ser encomendada a otros. La obra del Señor debe llevarse adelante sin engaño, hipocresía o codicia. El carácter de los consejeros TM 341 3 En su instrucción a Moisés, el Señor declaró en forma sencilla el carácter de aquellos que habían de ocupar puestos importantes como consejeros. Han de ser "varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia". El consejo del Señor ha sido extrañamente descuidado. Existen hombres en puestos de santa confianza que, cuando han sido reprobados, no han prestado atención a ello. Algunos que durante años han actuado como consejeros, han declarado temerariamente que no recibirían los testimonios dados. [veasé el Apéndice.] Con aire de triunfo han declarado que muchos de nuestros hombres más responsables han perdido la fe en los mensajes que vienen de la Hna. White. Así los que rechazan la luz han sido fortalecidos en su incredulidad, creyendo que constituían una poderosa confederación. Hombres que han tenido la luz han andado contrariamente a la luz. Estas palabras son apropiadas: "La verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir". El paludismo de la incredulidad ha estado difundiendo su atmósfera mortífera por las filas, cerca y lejos. Todo esto se ha expresado claramente, y sin embargo durante años las cosas han permanecido sin cambiar. ¿Puede esperarse el favor del Señor bajo tales circunstancias? ... Estudiad los métodos de Dios TM 342 1 Como pueblo debemos estudiar los planes de Dios para conducir su obra. Dondequiera él haya dado instrucciones con respecto a algún punto, debiéramos considerar cuidadosamente cómo acatar su expresa voluntad. Esta obra debe recibir especial atención. No es sabio escoger a un solo hombre como presidente de la Asociación General. La obra de la Asociación General se ha extendido, y algunas cosas se han hecho innecesariamente complicadas. Se ha manifestado una falta de discernimiento. Debe haber una división del campo, o debe idearse algún otro plan para cambiar el actual estado de cosas... TM 342 2 El presidente de la Asociación General [veasé el Apéndice.] debiera tener el privilegio de decidir quiénes estarán a su lado como consejeros. Son consejeros seguros los que guardan el camino del Señor, los que conservan un discernimiento claro y agudo al cultivar la religión en el hogar. De los tales el Escudriñador de los corazones dice: "Yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio". El presidente de la Asociación General necesita consejeros del carácter de los que Dios escogió para Moisés. Tuvo el privilegio por lo menos de expresar su preferencia en cuanto a los hombres que debían ser sus consejeros. Tuvo el privilegio de discernir entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Pero fue atacado de una extraña ceguera. Ha habido una influencia que ha estado leudando las mentes humanas, y esto ha sido sumamente doloroso. Durante años Dios ha sido deshonrado... TM 343 1 Tengo una palabra del Señor para los presidentes de las asociaciones. Deben poner el hombro a las responsabilidades implicadas en los cargos que se les han confiado. En vuestro trabajo, no tratéis de usar una norma humana, sino la norma de la obra de Dios. Si no hacéis esto, si no buscáis al Señor con todo fervor, si no sois portadores de cargas, sino que tratáis de arrojar todo el peso de las responsabilidades sobre el presidente de la Asociación General, semana tras semana, mes tras mes, estáis descalificándoos para la obra. Debéis abandonarla, y ocuparos de negocios comunes, que no impliquen tan decididamente responsabilidades eternas. TM 343 2 Presidentes de asociaciones, me dirijo a vosotros en el nombre del Señor Jesús: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar". Habéis de ser misioneros abnegados, hombres de pensamiento, hombres que oren pidiendo iluminación divina, y que sean fieles a sus responsabilidades. Sentaos a los pies de Jesús y aprended su voluntad. Debe haber actividad celosa de vuestra parte. No enseñéis vuestras ideas, vuestros planes, vuestras nociones, vuestras máximas, sino enseñad la Palabra del Señor. TM 344 1 Vuestras reuniones semanales de oración no calificarán a ninguno de vosotros para vuestras grandes y solemnes responsabilidades si, después de las mismas, sentís que vuestra obra está hecha, y, habiendo mirado al gran espejo moral, os apartáis y os olvidáis qué tales sois. No es solamente un día de servicio el que será suficiente para las necesidades del alma. Debéis estar constantemente yendo al almacén espiritual para alimentaros de la carne y de la sangre del Hijo de Dios. La religión no ha de ser abaratada en 1896 ó 1897. Abandonad las influencias mundanas TM 344 2 Los que son participantes de la naturaleza divina han de abandonar las influencias mundanas y las festividades vacías, y sentarse con Cristo en cordial comunión con su Redentor. Cesad de proferir incrédulos lamentos. Cuando los ansiosos discípulos vieron a las hambrientas multitudes junto al mar, la imposibilidad surgió en sus mentes, y preguntaron: ¿Iremos a las aldeas a comprar para darles de comer? De la misma manera, en las diversas asociaciones, muchos preguntan hoy: ¿Enviaremos a Battle Creek para pedir que venga alguien y celebre reuniones con nosotros, y nos reavive y nos alimente? ¿Qué dijo Cristo? No. El ordenó a la multitud que se sentara sobre el pasto en grupos de cincuenta y de cien. Ellos obedecieron las órdenes, sentándose en largas hileras sobre el pasto. Jesús tomó los cinco panes y los dos peces de las manos del muchacho, y, mirando a su Padre, pidió que bendijera la magra provisión. Entonces puso en manos de sus discípulos el alimento para ser distribuido. La escasa provisión aumentó bajo la mano de Cristo, y él tenía constantemente una provisión fresca para que sus siervos la distribuyeran a la multitud hambrienta, hasta que todos tuvieron lo suficiente. Entonces vino la orden: "Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada". Hubo un excedente de alimento, el cual fue reunido. TM 345 1 Esta es una lección para todos en su experiencia espiritual. ¡Qué cantidad de lamentos se ahorrarían los hombres si solamente confiaran en Dios! El pan de vida ha de ser dado a las almas necesitadas. ¡Y cuánto esfuerzo se dedica a menudo a este asunto! Hay prolongados consejos para idear planes, e inventar nuevos métodos. Hay un esfuerzo constante para producir entretenimientos a fin de atraer a la gente a la iglesia o a la escuela sabática. Como los discípulos, los obreros levantan la pregunta: ¿Iremos a las aldeas a comprar? ¿Cuál es la obra que ha de hacerse? Id a Jesús. La fe sencilla y la oración realizarán muchísimo más que vuestras largas reuniones de consejo. Escuchad la invitación del Salvador. Poned vuestro cuello bajo su yugo. Aceptad sus cargas. Recibid aquello que él os confiere. El dice: "Mi yugo es fácil, y ligera mi carga". TM 345 2 Esta anticipación de terribles dificultades no debe existir. Debemos comer y beber la Palabra de vida, lo cual se representa por el comer y beber la sangre de Cristo. Los que conocen la verdad deben ser educados a recibirla de sus propios pastores, y orar por ella y practicarla. Entonces las almas crecerán en fe, y en conocimiento inteligente. Recibirán el pan de vida, y lo digerirán. "La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples". La verdad necesita entrar en el corazón y en la mente. Mucho, mucho más oración, y menos largo sermonear, redundará en la salud del cuerpo y del alma. TM 345 3 Se ha gastado dinero para enviar hombres a Jerusalén, para ver el lugar donde Jesús viajó y enseñó, cuando tenemos al precioso Salvador cerca de nosotros, tenemos su presencia con nosotros, y podemos tener a Jerusalén en nuestras propias casas e iglesias. Podemos discernir las huellas recientes de sus pasos, podemos comer sus palabras, y podemos tener vida eterna. Necesitamos más estudio, más ferviente meditación y comunión con Cristo. Necesitamos escuchar el silbo apacible y delicado, y descansar por la fe en el amor de Cristo. Deberíamos tener una experiencia mucho más saludable, y llegar a ser cristianos mucho más vigorosos. TM 346 1 Tenemos una superabundancia de sermones, pero necesitamos aprender a recibir la Palabra. Toda la ayuda que venga de afuera no puede suplir esta deficiencia. La obra misionera local debe ser emprendida por misioneros locales. Dios no se agrada con los planes egoístas de dar tantas ventajas a aquellos que conocen la verdad, que tuvieron oportunidades para comprender mucho más de la verdad de lo que practican. Miles y miles están en la ignorancia, pereciendo sin Cristo. Sin embargo se dedica dinero y tiempo y trabajo a la clase que está siempre aprendiendo, y con todo nunca llega a tener un conocimiento experimental de la verdad, porque no práctica la verdad. TM 346 2 Los que están listos para hacer servicio son los que se alimentan más de Cristo. Leed y estudiad sus palabras, bebed en la inspiración de su Espíritu, y recibid de su gracia, no para almacenar, sino para dar a otros. A fin de instruir a otros, los maestros deben primero ser alumnos de Cristo. Hay Martas en toda iglesia. Esas personas están intensamente ocupadas en actividades religiosas, y hacen mucho bien; pero necesitamos también el lado del carácter representado por María. Los más celosos obreros necesitan aprender a los pies de Jesús. ------------------------Capítulo 14--Exhortaciones a la verdad y la lealtad "Todos vosotros sois hermanos" TM 347 1 Debo hablar a mis hermanos de cerca y de lejos. No puedo guardar silencio. No están actuando de acuerdo con principios correctos. Los que ocupan puestos de responsabilidad no deben creer que su posición de importancia los hace infalibles. TM 347 2 Todas las obras de los hombres están bajo la jurisdicción del Señor. Los hombres estarán completamente seguros si toman en cuenta que hay conocimiento en el Altísimo. Los que confían en Dios y en su sabiduría, y no en sí mismos, andan por sendas seguras. Nunca sentirán que están autorizados a poner bozal al buey que trilla; y cuán ofensivo es que los hombres gobiernen al instrumento humano que trabaja en sociedad con Dios, y a quien el Señor Jesús ha invitado: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". "Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". TM 347 3 El Señor no ha puesto a ninguno de sus instrumentos humanos bajo el dictado y el control de aquellos que son ellos mismos mortales sujetos a error. No ha colocado sobre los hombres el poder de decir: Usted hará esto, y usted no hará aquello. Pero en Battle Creek se ejerce un poder que Dios no ha dado, y él juzgará a los que se arrogan esta autoridad. Ellos tienen algo del mismo espíritu que indujo a Uza a poner su mano sobre el arca para sostenerla, como si Dios no fuera capaz de cuidar de sus símbolos sagrados. Debe ejercerse mucho menos del poder y de la autoridad del hombre hacia los agentes humanos de Dios. Hermanos, permitid que Dios gobierne. La obra para este tiempo TM 348 1 La gran obra para este tiempo exige que los hombres vayan por doquiera, lejos y cerca, por los caminos y los vallados, a difundir la luz, presentando las palabras de vida. ¿Ha colocado Dios sobre un solo hombre o consejo de hombres la responsabilidad de tomar esta obra en sus manos, como si los obreros, propiedad de Dios, hubieran de estar bajo su control? TM 348 2 Los asuntos relacionados con la obra de Dios en cualquiera de los ramos demandan hombres que estén trabajando en armonía con Dios; pues en la obra el poder y el éxito solamente pueden lograrse por medio de la cooperación de lo humano con lo divino. Si uno no ofrece la mejor evidencia de que comprende las cosas celestiales y eternas, no debe ser autorizado a ministrar en asuntos que se relacionan con la obra y que conciernen a la salvación de las almas por las cuales Cristo murió. Las manos y los cerebros no santificados han tenido ya demasiado poder confiado a ellos, y se han tomado determinaciones muy faltas de sabiduría, que no están de acuerdo con la voluntad y los caminos de Dios. TM 348 3 Ningún hombre es juez adecuado del deber de otro hombre. El hombre es responsable ante Dios, y cuando los hombres finitos y sujetos a error toman en sus manos el manejo de sus semejantes, como si el Señor los comisionara a hacer y deshacer, todo el cielo se llena de indignación. Se establecen extraños principios con respecto al control de las mentes y las obras de los hombres, por parte de jueces humanos, como si estos hombres finitos fueran dioses. TM 349 1 ¿Y qué ocurre con algunos que están llevando estas sagradas responsabilidades? Los hombres que no tienen una disposición espiritual, que no están consagrados a Dios, no tienen ningún cometido que realizar, ninguna autoridad que ejercer con respecto a los deseos o las acciones de sus semejantes. Pero a menos que los hombres estén diariamente en comunión con Dios, a menos que lo busquen con todo el corazón para obtener una capacitación para la obra, asumirán el poder de regir la conciencia de los demás. El sentido de la presencia divina infundiría reverencia y subyugaría el alma; pero carecen de este sentido. Si el amor de Dios no arde en el alma, el amor a los hombres se enfría. Sus corazones no se conmueven a la vista del dolor humano. El egoísmo ha dejado su impronta profanadora sobre la vida y el carácter, y algunos nunca pierden esta imagen e inscripción. TM 349 2 ¿Ha de confiarse la conducción de la causa de Dios a tales manos? ¿Han de ser las almas por quienes Cristo murió manejadas por la voluntad de hombres que han rechazado la luz que les fue dada del cielo? Debiéramos temer las leyes hechas por los hombres, y los planes y métodos que no están de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios que rigen la relación del hombre con sus semejantes. "Todos vosotros sois hermanos". El actual estado de cosas debe cambiar TM 349 3 El actual estado de cosas debe cambiar, [veasé el Apéndice.] de otra manera la ira de Dios caerá sobre sus instrumentos que no están actuando según las instrucciones de Cristo. ¿Os ha dado Dios a alguno de vosotros el encargo de enseñorearos despóticamente de su herencia? Esta clase de obra se ha estado haciendo por años. Dios lo ve todo, y esto le desagrada. Cuando los hombres se colocan entre Dios y sus agentes humanos, deshonran a Dios y perjudican a las almas que necesitan ánimo, simpatía y amor verdaderos. Me siento constreñida a exhortar a nuestros obreros: Cualquiera sea vuestra posición, no dependáis de los hombres, ni hagáis de la carne vuestro brazo. TM 350 1 Me siento impulsada por el Espíritu de Dios a deciros a vosotros, los que estáis relacionados con la obra del Señor: Nunca olvidéis que dependeis completamente de Dios; y si pasáis una hora o un momento sin depender de su gracia, sin conservar el corazón abierto para recibir la sabiduría que no es de la tierra, estando seguros de que sin Cristo no podéis hacer nada, os veréis incapacitados para distinguir entre el fuego común y el fuego sagrado. Palabras de un carácter completamente prohibido saldrán de vuestros labios para destruir la esperanza, el valor y la fe. Así está escrito en los libros del cielo: Tus palabras no han sido inspiradas por Dios, sino por el enemigo que hirió a Cristo en la persona de su posesión adquirida. Almas de un valor infinito fueron tratadas en forma indiferente y desconsiderada, dejadas para luchar bajo la tentación, y colocadas a la fuerza en el campo de batalla de Satanás. TM 350 2 Los que decían ser amigos de Job fueron consoladores miserables que hicieron su caso más amargo e insoportable, y Job no era culpable como ellos suponían. Los que están bajo el dolor y la angustia a causa de su propia conducta errónea, mientras Satanás está tratando de inducirlos a la desesperación, son precisamente los que necesitan la máxima ayuda. La intensa agonía del alma derrotada por Satanás, y que se siente vencida e indefensa, ¡cuán poco es comprendida por aquellos que deben ir con tierna compasión al encuentro del que yerra! TM 350 3 Es sumamente lamentable la condición del que sufre bajo el remordimiento; es como una persona aturdida, que se tambalea, humillada en el polvo. Y muchos que se creen justos, llegan a ser consoladores exasperantes; tratan rudamente a esas almas. Al manifestar esta dureza de corazón, al herir y oprimir a esas almas, están haciendo la misma obra que Satanás se deleita en realizar. El alma que sufre bajo la prueba y la tentación no puede ver nada claro. La mente está confundida; no sabe qué pasos dar. ¡Oh, no habléis una sola palabra que pueda producirles mayor dolor! Cómo tratar con los que yerran TM 351 1 Nuestro Salvador dijo: "Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!... Mirad, que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños". TM 351 2 "No he venido--dijo Cristo--, a llamar a justos [a vosotros que no sentís necesidad de arrepentimiento], sino a pecadores al arrepentimiento". Los colaboradores de Dios trabajarán a semejanza de Cristo. Hay más de una pobre alma que es mal entendida, inapreciada, llena de angustia y agonía: una oveja perdida y errante. Su mente está entenebrecida, no puede encontrar a Dios, y, casi desesperada, la incredulidad toma posesión de ella. Sin embargo tiene un deseo intenso y anhelante de perdón y de paz. TM 352 1 Al contemplar este cuadro, podéis hacer la pregunta: ¿No hay algún cristiano al cual puede ir una persona tal para encontrar alivio? Esta pregunta Dios la contesta así: "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido". Un fariseísmo frío, de corazón duro, ha tomado posesión de muchos de los profesos seguidores de Cristo, y el amor de Jesús está muerto. "Sé vigilante" TM 352 2 "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios". Aquí el problema está resuelto. Las personas que aquí se describen han tenido la luz que los habría inducido a realizar obras completamente diferentes, si hubieran seguido la luz y hubiesen fortalecido las cosas que quedaban y que estaban por morir. Ayudando a los que necesitaban auxilio habrían mantenido viva la luz que brilló en sus propios corazones cuando Jesús habló a sus almas diciendo: "Tus pecados te son perdonados". TM 352 3 Se especifica claramente la obra que ha de ser hecha: "Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti". Muchos han oído y recibido la palabra de vida y han sido poderosamente conmovidos por la verdad, pero han permitido que sus almas se volvieran frías, su fe oscura, por su justicia propia, por su espíritu de creerse importantes, por el orgullo de poseer un conocimiento de la verdad que dejan de practicar. La verdad que no se pone en práctica, pierde su poder. El corazón es cerrado a su divina influencia, y los que debieran ser obreros para Cristo están ociosos, y las almas a quienes podrían ayudar son dejadas en el desaliento, en las tinieblas y en la desesperación. Ayudad a las almas que se hunden TM 353 1 Hay almas que están hambrientas de simpatía, hambrientas del pan de vida; pero no se animan a dar a conocer su gran necesidad. Los que llevan las responsabilidades en relación con la obra de Dios deben entender que se encuentran bajo la más solemne obligación de ayudar a esas almas; y estarían preparados para, ayudarlas, si ellos mismos hubieran retenido la influencia suave y subyugante del amor de Cristo. ¿Van a ellos a buscar ayuda esas pobres almas que están a punto de morir? No; lo hicieron hasta que perdieron toda esperanza de recibir ayuda por ese lado. No ven una mano extendida para ayudar. TM 353 2 El asunto me fue presentado de esta manera: Un hombre que se ahogaba, y que luchaba en vano con las olas, descubre un bote, y con las últimas fuerzas que le quedaban tiene éxito en alcanzarlo, y se ase de su costado. En su debilidad no puede hablar, pero la agonía pintada en su rostro conmovería a cualquier corazón que no estuviera desprovisto de humana ternura. Pero, ¿extenderán sus manos para levantarlo los ocupantes del bote? ¡No! El cielo entero observa mientras golpean las débiles manos que se aferran al bote, hasta que se sueltan, y un semejante que sufre se hunde entre las olas para no surgir nunca más. Esta escena se ha vuelto a repetir muchas veces. Ha sido presenciada por Uno que dio su vida por el rescate de tales almas. El Señor ha extendido su propia mano para salvar. El Señor mismo ha hecho la obra que ha dejado al hombre para que hiciera, de revelar la piedad y la compasión de Cristo hacia los pecadores. Jesús dice: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros". El Calvario nos revela a cada uno de nosotros las profundidades de ese amor. TM 354 1 Hay almas que en medio de sus tinieblas, llenas de remordimientos, dolor y angustia, todavía sienten que Dios es justo y bueno. El Señor mantiene viva la llama de la esperanza en sus corazones. La pobre alma entenebrecida piensa: Si solamente pudiera aparecer ante Dios, y rogarle por mi caso, él tendría piedad por causa de Cristo, y este horrible temor y agonía sería aliviado. Esa alma ha tratado de hablar a los hombres, y ha sido rudamente rechazada, reprobada, vilipendiada por sus supuestos amigos. A veces las reprensiones amontonadas sobre su cabeza han casi destruido la última chispa de esperanza. El alma consciente de la sinceridad y honradez de sus intenciones halla que tiene menos que temer de Dios que de los hombres que tienen corazones de acero. El alma atribulada por la agonía humana se aparta de los falsos juicios y la condenación de los hombres que no pueden leer el corazón, y que sin embargo se arrogan el derecho de juzgar a sus semejantes. Se vuelve a Uno en el cual no hay sombra de error, Uno que conoce todos los impulsos del corazón, que está familiarizado con todas las circunstancias de la tentación. Dios conoce todo hecho de la vida pasada, y sin embargo, aun considerando todo esto, el alma atribulada está lista para confiar su causa a Dios, sabiendo que es un Dios de misericordia y compasión. Caigamos en las manos de Dios TM 354 2 Cuando a David se le pidió que eligiera el castigo por su pecado, él dijo: "Caigamos ahora en mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas, mas no caiga yo en manos de hombres". El sabía que Dios conocía la lucha y la angustia del alma. Cuando uno alcanza a tener una vislumbre del carácter de Dios, no ve en él el espíritu despiadado y vengativo manifestado por los agentes humanos. Ve que la aflicción y la prueba son los medios señalados por Dios para disciplinar a sus hijos, y enseñarles su camino, para que echen mano de su gracia. "¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios". Cuando el pobre extraviado es conducido al río del amor de Dios, exclama: Cuando él me haya probado, saldré como oro purificado. El alma que sufre se convierte en paciente, confiada, triunfante en Dios bajo las circunstancias adversas. TM 355 1 "Por lo cual, debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados". "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo". TM 355 2 Cuando el hombre finito y sujeto a errar da evidencia de que se considera como de mayor importancia que Dios mismo, cuando se cree justo, y sin embargo no manifiesta la ternura de espíritu que caracterizó la vida de nuestro Señor Jesús, podemos saber que a menos que se arrepienta, el candelero será quitado prontamente de su lugar. Todo el cielo está sorprendido por la terrible indiferencia de los agentes humanos. Hombres que son ellos mismos tentados y que caen en el pecado y necesitan perdón, están sin embargo llenos de suficiencia propia y son insensibles hacia un hermano que es entrampado por el enemigo y cuya necesidad y peligro debiera despertar nuestra cristiana simpatía y esfuerzo para establecer sus pies sobre la Roca sólida. Un engaño fatal TM 356 1 Hay un engaño terrible y fatal en que puede caer la mente humana. Debido a que los hombres están en puestos de confianza, relacionados con la obra de Dios, se exaltan en su propia estima y no disciernen que otras almas, tan preciosas a la vista de Dios como la suya propia, son descuidadas y tratadas con tosquedad, maltratadas, heridas y abandonadas para morir. TM 356 2 El poder convertidor de Dios debe dominar a los hombres que manejan las cosas sagradas, y sin embargo son incapaces, por alguna causa mejor conocida por Dios, de distinguir entre el fuego sagrado encendido por Dios y el fuego extraño que ellos ofrecen. Ese fuego extraño es tan deshonroso para Dios como el que presentaron Nadab y Abiú. El fuego sagrado del amor de Dios hará que los hombres sean tiernos, bondadosos y llenos de simpatía hacia los que están en el peligro. Los que no reprimen sus palabras hirientes y altaneras están, en realidad, diciendo: Yo soy más santo que tú. ¿No ves mi posición exaltada? TM 356 3 Pero la posición no hace al hombre. Es la integridad del carácter, el espíritu de Cristo, lo que lo hace agradecido, abnegado, sin parcialidad y sin hipocresía: es esto lo que tiene valor para Dios. A aquellos cuya vida está escondida con Cristo en Dios, el Señor les dice: "He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros". TM 357 1 Para todos los que ocupan puestos de responsabilidad tengo un mensaje dado por boca del Señor: El capítulo 55 de Isaías. Estudiad este capítulo, y que ningún ser humano considere, porque en su ramo de trabajo están implicadas mayores responsabilidades, que está por encima de sus colaboradores en la causa. Si, a semejanza de Daniel, trata de obtener el poder que procede únicamente de Dios a fin de que pueda revelar, no a sí mismo, ni sus imperfecciones y sus actos egoístas y fraudulentos, sino la verdad en justicia, no tendrá el menor vestigio de orgullo o importancia propia, sino que estará imbuido del espíritu de sabiduría de Dios. El fuego sagrado y el extraño TM 357 2 Manifestará el carácter sagrado de la obra, magnificará la verdad, y siempre presentará delante de los hombres y de los ángeles el perfume santo del carácter de Cristo. Este es el fuego sagrado encendido por Dios. Cualquier cosa fuera de esto es fuego extraño, que Dios aborrece, y tanto más ofensivo cuanto mayores sean las responsabilidades inherentes al cargo que ocupa. TM 357 3 Tengo un mensaje de Dios para los pecadores en Sion, aquellos a los cuales Cristo dirigió las palabras: "Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios". Necesitáis ofrecer siempre el fuego sagrado; entonces las obras de Cristo, su amor, su misericordia, su justicia, ascenderán delante de Dios como una nube de fragante y santo incienso, plenamente aceptables. TM 358 1 Pero ha sido ofrecido fuego extraño con el empleo de palabras rudas, la importancia propia, la exaltación del yo, la justicia propia, la autoridad arbitraria, el espíritu dominante, la opresión, la restricción de la libertad del pueblo de Dios; habéis atado a los hijos de Dios con planes y reglas que Dios no ha dictado, ni han surgido en su mente. Todas estas cosas son fuego extraño, no reconocido por Dios, y son una permanente tergiversación de su carácter. TM 358 2 Tengo un mensaje para vosotros: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié". "El derecho se retiró" TM 358 3 "Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. Pues de justicia se vistió como con una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto... Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová". "No tendrás dioses ajenos delante de mí" TM 359 1 No encuentro descanso de espíritu. Una escena tras otra es presentada en símbolos delante de mí, y no hallo descanso hasta que comienzo a escribir el asunto. En el centro de la obra las cosas están modeladas de tal suerte que toda otra institución sigue la misma conducta. Y la Asociación General misma está corrompiéndose con equivocados sentimientos y principios. [veasé el Apéndice.] En la elaboración de planes se manifiestan los mismos principios que han gobernado las cosas en Battle Creek durante un buen tiempo. TM 359 2 Se me ha mostrado que la nación judía no llegó repentinamente a su condición de pensamiento y conducta. De generación en generación estaban actuando sobre la base de teorías falsas, aplicando principios opuestos a la verdad, y combinando con su religión pensamientos y planes que eran producto de mentes humanas. Se consideraba que los planes humanos eran supremos. TM 359 3 El fuego sagrado representa los santos principios que Dios ha dado, pero se ha usado fuego común en lugar del sagrado. Se han introducido de una manera sutil planes contrarios a la verdad y a la justicia con el pretexto de que eso debía hacerse, y había que hacerlo "porque es para" el avance de la causa de Dios". Pero son planes humanos que llevan a la opresión, a la injusticia y a la maldad. La causa de Dios está libre de toda mancha de injusticia. No puede obtener ninguna ventaja despojando a los miembros de la familia de Dios de su individualidad o sus derechos. Dios aborrece todas esas modalidades. El no inspira procedimientos como los que han aprobado vuestros concilios con respecto a la publicación de libros. TM 360 1 El Señor no acepta tales manejos; la prosperidad no acompañará estas determinaciones. Los hombres relacionados con la obra de Dios han estado obrando injustamente, y es tiempo de poner fin a este asunto. Traten los hombres con los hombres de acuerdo con los principios de los Diez Mandamientos, y no ignoren estos principios en las transacciones comerciales. Se han aceptado falsas propuestas como si fueran verdaderas y justas, y entonces todo se maneja para que esas propuestas se lleven a cabo aunque no estén de acuerdo con la voluntad de Dios, y tergiversen su carácter. TM 360 2 El Dios grande, santo y misericordioso nunca estará de acuerdo con procedimientos deshonestos; ni un solo vestigio de injusticia será defendido por él. Los hombres se han aprovechado de los que suponían que estaban bajo su jurisdicción. Estaban decididos a que esas personas se sometieran a sus condiciones; querían gobernar a toda costa. No habrá cambio concreto hasta que no se haga algo definido para producir un orden de cosas diferente. TM 360 3 No se adopte ningún plan en ninguna de nuestras instituciones que someta la mente o el talento al control del juicio humano, porque esto no está de acuerdo con el plan de Dios. El Señor ha dado a los hombres talentos de influencia que le pertenecen a él solo, y no puede inferirse un deshonor más grande a Dios que el que los seres finitos coloquen los talentos de otros hombres bajo su absoluto control, aun cuando los beneficios que se obtengan sean usados para el avance de la causa. En tales casos la mente de un hombre gobierna la mente de otro hombre, y el instrumento humano es separado de Dios y expuesto a la tentación. Los métodos de Satanás tienden a un solo fin: a hacer que los hombres sean esclavos de los hombres. Y cuando esto se logra, el resultado es confusión y desconfianza, celos y malas sospechas. Semejante procedimiento destruye la fe en Dios y en los principios que deben imperar para eliminar el engaño y toda especie de egoísmo e hipocresía. El poder despótico TM 361 1 El poder despótico que se ha desarrollado, como si el cargo hubiera convertido a los hombres en dioses, me hace temer, y debe producir temor. Es una maldición dondequiera se lo ejerza y quienquiera lo ponga en práctica. Este enseñoreamiento de la heredad de Dios creará un resentimiento tan grande hacia la conducción humana que producirá un estado de insubordinación. La gente está descubriendo que a los hombres que ocupan altos cargos de responsabilidad no puede confiárseles la tarea de modelar las mentes y los caracteres de otros hombres. El resultado será que perderán la confianza aun en la conducción de hombres fieles. Pero el Señor suscitará obreros que se darán cuenta de que sin la ayuda especial de Dios no son nada. TM 361 2 Siglo tras siglo, Jesús ha estado entregando sus bienes a su iglesia. En el tiempo del primer advenimiento de Cristo a nuestro mundo, los hombres que componían el Sanedrín ejercían su autoridad para controlar a los hombres de acuerdo con su voluntad. De este modo las almas que Jesús había venido a salvar de la esclavitud de Satanás por medio de su vida, eran sometidas de otra manera a la servidumbre del enemigo. TM 361 3 ¿Nos damos cuenta individualmente de nuestra verdadera posición, de que como siervos contratados por Dios no podemos negociar nuestra mayordomía? Somos responsables individualmente ante el universo celestial de administrar lo que Dios nos ha confiado. Nuestros propios corazones han de ser conmovidos. Nuestras manos han de tener algo que impartir de las ganancias que Dios nos confía. Los más humildes de entre nosotros pueden ser instrumentos de Dios, que usen sus dones para la gloria de su nombre. El que aprovecha al máximo sus talentos puede presentar a Dios su ofrenda como un don consagrado que será como fragante incienso delante de él. Es el deber de cada cual velar para que sus talentos logren ganancia, como un don que se debe devolver, habiendo hecho lo mejor posible para acrecentarlo. TM 362 1 El espíritu de dominio se extiende a los presidentes de nuestras asociaciones. Si un hombre confía en sus propias facultades y trata de ejercer dominio sobre sus hermanos, creyendo que está investido de autoridad para hacer de su voluntad el poder dominante, el procedimiento mejor y el único seguro consiste en quitarle el puesto para que no se haga un gran daño y él mismo pierda su propia alma y ponga en peligro el alma de otros. "Todos vosotros sois hermanos". Esta disposición a dominar sobre la heredad de Dios causará una reacción a menos que estos hombres cambien su conducta. Los que ocupan puestos de autoridad deben manifestar el espíritu de Cristo. Deben tratar como él lo haría con cada caso que requiera atención. Deben estar imbuidos del Espíritu Santo. El cargo no engrandece a un hombre ni en una jota o una tilde a la vista de Dios; sólo valora el carácter. TM 362 2 La bondad, la misericordia y el amor de Dios, fueron proclamados por Cristo a Moisés. Este era el carácter de Dios. Cuando los hombres que profesan servir a Dios ignoran el carácter paternal del Señor y se apartan del honor y la justicia al tratar con sus semejantes, Satanás se alegra, porque él les inspiró sus atributos. Están en las mismas huellas del romanismo. En las huellas del romanismo TM 363 1 Aquellos a quienes se pide que revelen los atributos del carácter del Padre, se salen de la plataforma bíblica y con su propio juicio humano inventan reglas y resoluciones para forzar la voluntad de otros. Los proyectos para forzar a los hombres a seguir las prescripciones de otros hombres están instituyendo un orden de cosas que pasa por alto la simpatía y la tierna compasión y ciega los ojos a la misericordia, la justitia y el amor de Dios. La influencia moral y la responsabilidad personal son pisoteadas. TM 363 2 La justicia de Cristo por la fe ha sido ignorada por algunos porque es contraria a su espíritu y a toda la experiencia de su vida. Mandar, regir ha sido su procedimiento. Satanás ha tenido la oportunidad de manifestarse. Cuando alguien que profesa ser representante de Cristo persiste en tratar duramente a los hombres colocándolos en lugares difíciles, quienes resultan así oprimidos, o bien quebrantarán toda cadena de opresión, o serán inducidos a considerar a Dios como un señor duro. Albergan sentimientos duros contra Dios, y el alma es enajenada de él tal como Satanás planeó que ocurriera. TM 363 3 Esta dureza de corazón de parte de hombres que pretenden creer la verdad, es achacada por Satanás a la influencia de la verdad misma, y así los hombres llegan a disgustarse con la verdad y se apartan de ella. Por esta razón no debe tener un cargo de responsabilidad en nuestras instituciones ningún hombre que piense que no importa si él tiene un corazón de carne o un corazón de acero. TM 363 4 Los hombres creen que están manifestando la justicia de Dios, pero no revelan su ternura y el gran amor con el cual nos ha amado. Su invención humana, que se origina en los artificios de Satanás, aparece suficientemente justa a los ojos cegados de los hombres porque es inherente a su naturaleza. Una mentira, creída y practicada, llega a ser verdad para ellos. Así se realiza el propósito que tienen los agentes satánicos, es a saber, que los hombres lleguen a esas conclusiones por obra de los inventos de sus propias mentes. TM 364 1 ¿Pero cómo caen los hombres en tal error? Comenzando con falsas premisas, y luego tratando de que todas las cosas prueben que el error es verdad. En algunos casos los primeros principios tienen una porción de verdad entretejida con el error, pero eso no induce a ninguna acción justa, y ésta es la razón por la cual los hombres son mal encaminados. A fin de reinar y convertirse en un poder, emplean métodos de Satanás para justificar sus propios principios. Se exaltan a sí mismos como hombres de juicio superior, y se han presentado como representantes de Dios. Son falsos dioses. ¿Bajo cuál estandarte? TM 364 2 Todo lo que hay en nuestro mundo se halla en agitación. Los acontecimientos futuros arrojan sus sombras con anticipación. Las señales de los tiempos son ciertamente ominosas. No hay seguridad en nada que sea humano o terreno. Los vientos son retenidos por los cuatro ángeles; Dios nos ha dado generosamente un momento de respiro. Toda facultad que nos sea confiada por Dios, ora sea física, mental o moral, debe ser atesorada como algo sagrado para hacer la obra que se nos ha asignado en favor de nuestros semejantes que perecen en su ignorancia. La amonestación es a seguir adelante a todas partes del mundo. No debe haber demora. TM 364 3 Rápidamente los hombres se están alistando bajo la bandera que han escogido, esperando y observando impacientes los movimientos de sus dirigentes. Hay personas que están vigilando, aguardando y trabajando para la aparición de nuestro Señor; mientras que el otro bando sigue con rapidez la corriente bajo el generalato del primer apóstata. Ellos buscan a un Dios en la humanidad, y Satanás personifica a aquel a quien buscan. Multitudes serán tan engañadas por su rechazo de la verdad, que aceptarán la falsificación. La humanidad es aclamada como Dios. TM 365 1 Alguien vino desde los atrios celestiales para representar a Dios en forma humana. El Hijo de Dios fue hecho hombre, y vivió entre nosotros. "En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella [no la comprendieron, Val. ant.]... Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". TM 365 2 Hay solamente dos bandos. Satanás obra con su poder avieso y engañoso, y valiéndose de poderosos engaños entrampa a todos los que no permanecen en la verdad, que han apartado sus oídos de la verdad y se han vuelto a las fábulas. Satanás mismo no permaneció en la verdad; él es el misterio de iniquidad. Por medio de su sutileza da a sus errores destructores del alma la apariencia de verdad. En eso consiste el poder de sus errores para engañar. Es debido a que son falsificaciones de la verdad por lo que el espiritismo, la teosofía y los engaños similares obtienen tal poder sobre la mente de los hombres. Esta es la obra maestra de Satanás. Pretende ser el salvador del hombre, el benefactor de la raza humana, y así seduce más rápidamente a sus víctimas llevándolas a la destrucción. TM 365 3 La Palabra de Dios nos advierte que la vigilancia incesante es el precio de la seguridad. Sólo por el sendero derecho de la verdad y la justicia podemos escapar al poder del tentador. Pero el mundo es entrampado. La habilidad satánica se ejerce ideando planes y métodos sin cuenta para realizar sus propósitos. La simulación ha llegado a ser un bello arte para él, y actúa a la semejanza de un ángel de luz. Sólo el ojo de Dios discierne sus planes para contaminar el mundo con principios falsos y ruinosos que externamente llevan la apariencia de la bondad genuina. Trabaja para restringir la libertad religiosa y para introducir en el mundo religioso una especie de esclavitud. [veasé el Apéndice.] Las organizaciones y las instituciones, a menos que sean guardadas por el poder de Dios, trabajarán bajo el dictado de Satanás para colocar a los hombres bajo el gobierno de los hombres; el fraude y el engaño tendrán la semejanza del celo por la verdad y por el progreso del reino de Dios. Cualquier cosa que en nuestras prácticas no sea tan claro como el día, pertenece a los métodos del príncipe del mal. Sus métodos son practicados aun entre los adventistas del séptimo día que pretenden conocer más a fondo la verdad. TM 366 1 Si los hombres resisten las amonestaciones que el Señor les envía, llegan incluso a encabezar el mal proceder; tales hombres se arrogan el ejercicio de las prerrogativas de Dios: tienen la presunción de hacer aquello que Dios mismo no hace para tratar de controlar las mentes de los hombres. Introducen sus propios métodos y planes, y con sus falsos conceptos de Dios debilitan la fe de otros en la verdad e introducen falsos principios que actuarán como la levadura para mancillar y corromper nuestras instituciones e iglesias. Todo lo que rebaja la concepción que el hombre tiene de la justicia, la equidad y el juicio imparcial, todo artificio o precepto que coloca a los agentes humanos de Dios bajo el control de mentes humanas, perjudica su fe en Dios; separa al alma de Dios, porque desvía de la senda de la estricta integridad y justicia. TM 367 1 Dios no justificará ningún medio por el cual el hombre pueda regir u oprimir en lo más mínimo a sus semejantes. La única esperanza para los hombres caídos consiste en mirar a Jesús y recibirlo como el único Salvador. Tan pronto como el hombre comienza a hacer una regla férrea para otros hombres, tan pronto como comienza a enjaezar y a guiar a los hombres según su propia idea, deshonra a Dios y pone en peligro su propia alma y las almas de sus semejantes. El hombre pecaminoso puede hallar esperanza y justicia solamente en Dios; ningún ser humano sigue siendo justo cuando deja de tener fe en Dios y no mantiene una conexión vital con él. La flor del campo debe estar arraigada en el suelo; debe tener el aire, el rocío, la lluvia y el sol. Florecerá solamente al recibir estos beneficios, y todos son de Dios. Así también los hombres. Recibimos de Dios lo que sostiene la vida del alma. Se nos amonesta a no confiar en el hombre, ni hacer de la carne nuestro brazo. Se pronuncia una maldición sobre todos los que lo hacen. Jesús y Nicodemo TM 367 2 Nicodemo buscó una entrevista con Jesús de noche, diciéndole: "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él". Todo eso era verdad, sin duda alguna; pero ¿qué dijo Jesús? "Le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios". Aquí había un hombre que desempeñaba un alto puesto de confianza, un hombre respetado como que estaba educado en las costumbres de los judíos, un hombre cuya mente rebosaba sabiduría. Estaba por cierto en posesión de talentos nada ordinarios. No quería ir a Jesús de día, porque se habría convertido en el blanco de todas las miradas. Habría sido demasiado humillante para un príncipe de los judíos manifestar simpatía por el despreciado Nazareno. Nicodemo pensó: Me cercioraré de la misión y de las pretensiones de este Maestro, si él realmente es la luz para iluminar a los gentiles y la gloria de Israel. TM 368 1 Jesús virtualmente le dice a Nicodemo: No es la controversia lo que te ayudará: no son las discusiones las que traerán luz al alma. Debes tener un nuevo corazón, de otra manera no puedes discernir el reino de los cielos. No será un cúmulo mayor de evidencias lo que te coloque en una posición correcta, sino nuevos propósitos, nuevas motivaciones para la acción. Debes nacer de nuevo. Antes que este cambio ocurra, y haga todas las cosas nuevas, las más poderosas evidencias que puedan presentarse serán sin efecto. La falta está en tu propio corazón; todas las cosas deben ser cambiadas, de otra forma no podrás ver el reino de Dios. TM 368 2 Esta fue una declaración muy humillante para Nicodemo, y con un sentimiento de irritación tomó las palabras de Cristo y dijo: "¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?" No tenía suficiente disposición espiritual para discernir el significado de las palabras de Cristo. Pero el Salvador no hizo frente a los argumentos con argumentos. Extendiendo su mano con solemne y tranquila dignidad, insistió con mayor seguridad en la aplicación individual de la verdad: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu". Nicodemo le dijo: "¿Cómo puede hacerse esto?" TM 368 3 Algunos fulgores de la verdad estaban penetrando en la mente del príncipe. Las palabras de Cristo lo llenaron de pavor, y lo indujeron a preguntar: "¿Cómo puede hacerse esto?" Con profundo fervor Jesús le respondió: "¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?" Sus palabras transmitieron a Nicodemo la lección de que, en lugar de sentirse irritado ante la declaración sencilla de la verdad y permitirse ironías, debía tener una opinión mucho más humilde de sí mismo, debido a su ignorancia espiritual. Sin embargo, las palabras de Cristo fueron habladas con tan solemne dignidad, y tanto la mirada como el tono expresaban un amor tan ferviente, que no se ofendió al darse cuenta de su humillante posición. TM 369 1 Seguramente que alguien a quien se le habían confiado los intereses religiosos de la gente no debía ser ignorante de una verdad cuya comprensión era tan importante para ella, como la condición de entrada en el reino de los cielos. "De cierto, de cierto te digo--continuó Jesús--, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenas, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?" La lección es para nosotros hoy TM 369 2 La lección que Jesús le presentó a Nicodemo yo la presento como altamente aplicable a los que hoy en día están en posiciones de responsabilidad como príncipes en Israel, y cuyas voces se oyen a menudo en los concilios dando evidencia del mismo espíritu que poseía Nicodemo. ¿Tendrá la lección dada a ese gran dirigente la misma influencia sobre el corazón y la vida? Nicodemo se convirtió como resultado de esa entrevista. Las palabras de Cristo son pronunciadas tan ciertamente para los presidentes de asociaciones, los pastores de iglesias, los que ocupan puestos directivos en nuestras instituciones: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios". "Os daré corazón nuevo". TM 369 3 Si permitís que el Espíritu Santo modele y dé forma a vuestro corazón diariamente, tendréis perspicacia divina para discernir el carácter del reino de Dios. Nicodemo recibió la lección de Cristo y se convirtió en un verdadero creyente. Su voz se oyó en el concilio del Sanedrín para oponerse a las medidas tomadas para lograr la muerte de Cristo. "¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye?" dijo él. Le contestaron en forma desdeñosa: "¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta". TM 370 1 Jesús tuvo a un discípulo en Nicodemo. En aquella entrevista nocturna con Jesús el hombre convicto estaba ante el Salvador bajo la influencia subyugante y suavizadora de la verdad que brillaba en las cámaras de su mente, e impresionaba su corazón. Jesús dijo: "Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo". Jesús no solamente le dijo a Nicodemo que debía tener un nuevo corazón a fin de ver el reino de los cielos, sino le dijo cómo obtener el nuevo corazón. Leyó la mente inquisitiva de un verdadero buscador de la verdad, y presentó delante de él la representación de sí mismo: "Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". ¡Buenas nuevas! ¡buenas nuevas! ¡resonad por el mundo! "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Esta lección es de la mayor importancia para toda alma que vive; porque los términos de la salvación son presentados aquí en forma clara. Si uno no tuviera otro texto en la Biblia, éste solo sería una guía para el alma. TM 370 2 Especialmente para todo hombre que acepta responsabilidades como consejero, para todo el que trata con almas humanas, esta verdad grandiosa y bella debe ser una luz brillante y refulgente. No es ningún crédito para alguien que posee la Palabra de Dios decir: "No tengo experiencia; no entiendo estas cosas". Nunca será más sabio a menos que llegue a ser de mucha menor importancia en su propia estima. Debe aprender su lección como un niñito. Debe hacer que su primer deber sea el comprender la obra de Dios en la regeneración del alma. Este cambio debe ocurrir en todo hombre antes que acepte un cargo como dirigente o administrador en relación con la sagrada obra de Dios. Si alguien no tiene una relación vital con Dios, su propio espíritu y sentimientos prevalecerán. Estos pueden ser bien representados por el fuego extraño ofrecido en lugar del fuego sagrado. El hombre ha entretejido en la obra de Dios sus propios defectos de carácter, planes humanos y terrenos, engaños que lo entrampan a él mismo y a todos los que los aceptan. El juicio de Amalec TM 371 1 Dios empeña su más sagrada palabra al afirmar que os bendecirá si andáis en sus caminos y hacéis justicia y juicio. "No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño. Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia. Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios". TM 371 2 A pesar de que los hijos de Israel habían ofendido a menudo al Señor apartándose de su consejo, sin embargo él todavía manifestaba tierno cuidado por ellos. El Señor Jesucristo vio a los enemigos de Israel aprovecharse de las circunstancias para hacerles daño; su acción había de traer sufrimiento a los cansados que estaban peregrinando bajo la dirección de Dios. Escuchad los juicios que Dios pronunció: "Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides". TM 372 1 Transcribo estas palabras de Dios para que los que profesan ser sus hijos no reciban la maldición pronunciada sobre Amalec por haber seguido las prácticas de éste. Si los paganos recibieron esta denuncia de su conducta por sojuzgar al exhausto y al cansado, ¿qué expresará el Señor hacia los que han tenido luz, grandes oportunidades y privilegios, pero no han manifestado el espíritu de Cristo hacia sus propios hermanos? El señor lo ve todo TM 372 2 El Señor ve todos los tratos de un hermano con otro que debilitan la fe y que destruyen su propia confianza en ellos mismos como hombres que tratan con justicia y equidad. En el lenguaje más positivo expresa su desagrado por la iniquidad practicada en los negocios. Dice: "¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?" Quizá no se haya cometido en nuestras instituciones precisamente el mal aquí mencionado, pero hechos representados por estas cosas han sido realizados y siguen haciéndose todavía. TM 372 3 Podría escribirse página tras página con respecto a estas cosas. Asociaciones enteras están siendo influidas por los mismos principios pervertidos "Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca". El Señor obrará para purificar a su iglesia. Os digo, en verdad, que el Señor está por trastornar las instituciones [veasé el Apéndice.] que llevan su nombre. TM 373 1 No puedo decir exactamente cuán pronto ha de comenzar este proceso refinador, pero no será diferido por mucho tiempo. Aquel cuyo aventador está en su mano limpiará su templo de su contaminación moral. Purificará cabalmente su estrado. Dios tiene un pleito con todos los que practican la menor injusticia porque al hacerlo ellos rechazan la autoridad de Dios y ponen en peligro sus intereses en la expiación, la redención que Cristo ha emprendido en favor de todo hijo e hija de Adán. ¿Valdrá la pena seguir una conducta que Dios aborrece? ¿Valdrá la pena poner en vuestros incensarios fuego extraño para ofrecer ante Dios, y decir que no hay ninguna diferencia? TM 373 2 No ha sido orden de Dios que tanta cosa se centralice en Battle Creek. Ahora existe el estado de cosas que me fue presentado como una advertencia. Me duele el corazón al presenciarlo. El Señor dio amonestaciones para impedir esta situación desmoralizadora, pero no han sido escuchadas. "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres". TM 373 3 Exhorto a mis hermanos a despertar. A menos que ocurra rápidamente un cambio, debo presentar los hechos al pueblo, porque este estado de cosas debe cambiar; los hombres inconversos no deben seguir siendo gerentes y directores en una obra tan importante y sagrada. Junto con David nos vemos obligados a decir: "Tiempo es de actuar, oh, Jehová, porque han invalidado tu ley". El señor tiene un pleito con su pueblo TM 374 1 Debe tenerse el cuidado de enseñar a cada hombre su dependencia de Dios, porque él es la fuente de toda sabiduría, poder y eficiencia. Se me ha mostrado que es un error suponer que los hombres que ocupan puestos de responsabilidad especial en Battle Creek tienen una sabiduría que es muy superior a la de los hombres ordinarios. Los que piensan que la tienen, y suponen que estos hombres poseen iluminación divina, descansan en el juicio humano de estos hombres, aceptando su consejo como la voz de Dios. [veasé el Apéndice.] Pero esto no es seguro, porque a menos que los hombres estén totalmente consagrados a Dios, Satanás obrará por medio de ellos para impartir un conocimiento que no será para el bien presente y eterno de los que escuchen. TM 374 2 Muchos se han acostumbrado a escribir o pedir consejo y dirección cuando se ven en dificultades. Pero es un error que los que están en puestos de responsabilidad en nuestras diferentes instituciones dependan de los hombres que tienen ya demasiadas cargas y responsabilidades que llevar. Una experiencia débil y enfermiza será la suerte de los que se acostumbren a depender totalmente de otros. Aquellos de quienes dependen pueden tener menos temor de Dios de lo que ellos mismos tienen y no más poder mental y talento que el que ellos tienen el privilegio de poseer si solamente se dan cuenta de que no han de ser niños, sino hombres firmes y valientes, que traten de obtener más capacidad al ejercitar lo que ya tienen, negociando con el talento que Dios les confió. Somos responsables individualmente por el uso de los talentos que Dios nos ha dado. Nuestro intelecto debe ser cultivado. Deben solucionarse los problemas mediante la meditación definida y persistente. TM 375 1 El Señor ha dado a todo hombre su tarea señalada. y si él pone a hombres en cargos de responsabilidad, les comunicará su Santo Espíritu dándoles eficiencia para su trabajo. Pero los hombres que son llamados a hacer largos y costosos viajes para ayudar a otros a hacer proyectos y planes, no están ellos mismos en estrecha relación con el Dios de toda sabiduría si ponen su confianza en su propia fuerza y sabiduría. Si no han estado dispuestos a llevar el yugo de Cristo, o a aprender en su escuela a ser mansos y humildes de corazón, como él lo fue; si no han aprendido a llevar las cargas que Dios les ha dado, y a seguirlo dondequiera que él los guíe, ¿de qué valdrán sus viajes costosos? ¿Qué valor tendrá su sabiduría? ¿No es considerada como necedad por Dios? Enseñad esto al pueblo TM 375 2 Las asociaciones pueden depender de la Asociación General para recibir luz, conocimiento y sabiduría; ¿pero es seguro que lo hagan? Battle Creek no ha de ser el centro de la obra de Dios. Sólo Dios puede ocupar ese lugar. Cuando nuestros hermanos que están en los diferentes lugares tienen sus convocaciones especiales, enseñadles, por causa de Cristo y por causa de su propia alma, a no hacer de la carne su brazo. No hay poder en los hombres para leer el corazón de sus semejantes. El Señor es el único del cual podemos depender con seguridad, y él está a nuestro alcance en todo lugar y para toda iglesia del país. El poner a los hombres donde Dios debe estar no lo honra ni lo glorifica. ¿Ha de ser el presidente de la Asociación General el dios del pueblo? ¿Han de considerarse los hombres de Battle Creek como infinitos en sabiduría? Cuando el Señor obre en los corazones humanos y en los intelectos de los hombres, se presentarán ante el pueblo postulados y procedimientos diferentes de éstos. "Dejaos del hombre". TM 376 1 El Señor tiene un pleito con su pueblo en este asunto. ¿Por qué han dejado al Señor su Dios, que tanto los amó, "que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"? Su amor no es inseguro o fluctuante, sino que está tan por encima de todo otro amor como los cielos son más altos que la tierra. Siempre vela sobre sus hijos con un amor inconmensurable y eterno. "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" TM 376 2 "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". Ha de hallarse misericordia, amor y sabiduría en Dios, pero muchos que profesan conocerlo se han apartado de Aquel en quien se centra nuestra esperanza de vida eterna, y se han acostumbrado a depender de sus semejantes, seres humanos falibles. Se mutilan espiritualmente cuando hacen esto, porque ningún hombre es infalible y su influencia puede extraviar a otros. El que confía en el hombre no solamente se apoya en una caña quebrada y le da a Satanás la oportunidad de intervenir, sino que daña a aquel en quien pone su confianza; éste se enaltece en su estima propia y pierde el sentido de su dependencia de Dios. Tan pronto como se pone al hombre en el lugar que le corresponde a Dios, pierde su pureza, su vigor, su confianza en el poder divino. El resultado es la confusión moral, porque sus facultades dejan de estar santificadas y se pervierten. Se siente competente para juzgar a sus semejantes, y se esfuerza ilícitamente para ser un dios sobre ellos. "Haya, pues, en vosotros este sentir" TM 377 1 Pero no debe haber exaltación propia en la obra de Dios. Por mucho que sepamos, por grandes que sean nuestras dotes intelectuales, ninguno de nosotros puede jactarse, porque lo que poseemos no es sino un don que se nos ha confiado, que se nos ha prestado a prueba. El fiel desarrollo de estas dotes decide nuestro destino para la eternidad; pero no tenemos motivo alguno para exaltar el yo o para glorificarnos porque lo que tenemos no nos pertenece. TM 377 2 Debemos ser corteses hacia todos, tiernos de corazón y compasivos; este carácter manifestó Cristo en la tierra. Cuanto más estrechamente nos unamos con Jesucristo, más tierno y afectuoso será nuestro comportamiento mutuo. La redención de la raza humana fue planeada para que el hombre, caído como estaba, pudiera ser participante de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Si por la gracia de Dios llegamos a ser participantes de la naturaleza divina, nuestra influencia sobre los que nos rodean no será peligrosa, sino benéfica. Al mirar a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, podremos ser una bendición para todos aquellos con quienes nos asociamos, pues el poder del Espíritu Santo sobre el corazón humano puede purificarlo y mantenerlo así. TM 377 3 Los que no reciben a Cristo como su Salvador personal, que no sienten la necesidad de su gracia sobre el corazón y el carácter, no pueden influir para bien sobre los que los rodean. Cualquiera sea su posición en la vida, llevarán con ellos una influencia que Satanás utilizará en su servicio. Los tales pierden toda esperanza de vida eterna ellos mismos, y por su mal ejemplo descarrían a otros. Estudiad la cruz TM 377 4 La cruz del Calvario significa todo para las almas que perecen. Por medio del sufrimiento y la muerte del Hijo del Hombre, se ha hecho posible la salvación del hombre. Por la intervención del Espíritu Santo, Dios se propone que su imagen sea restaurada en la humanidad y un nuevo y viviente principio de vida sea introducido en las mentes contaminadas con el pecado. El amor de Dios es plenamente capaz de restaurar, reconstruir, animar y fortalecer a toda alma creyente que acepte la verdad como es en Jesús. Pero a fin de que esto pueda realizarse, los hombres deben uncirse en el yugo con Cristo. La cruz de Cristo debe ser estudiada. Debe ocupar la atención y fortalecer los afectos. La sangre que allí fue derramada por los pecados purificará y limpiará la mente y el corazón de toda especie de egoísmo. Santificados en la verdad TM 378 1 Dios es el autor de toda verdad; la verdad practicada prepara el camino para recibir una verdad más elevada. Cuando los siervos designados por Dios proclaman una verdad nueva, el Espíritu Santo actúa en la mente que ha sido preparada para andar en la luz despertando sus facultades de percepción para discernir la belleza y la majestad de la verdad. TM 378 2 Pero la verdad no es verdad para el que no revela, por su elevado carácter espiritual, un poder que está más allá de lo que el mundo puede dar, una influencia que corresponda, en su carácter sagrado y peculiar, a la verdad misma. El que es santificado por la verdad, ejercerá una influencia salvadora y vital sobre todos los que se relacionan con él. Esta es la religión de la Biblia. TM 378 3 Los hombres, salvados tan sólo por el sacrificio expiatorio de Cristo Jesús, no tienen derecho a tratar de exaltarse a sí mismos por encima de sus semejantes. Siéntense ellos a los pies de Jesús, y aprendan de él, esforzándose para no brillar ellos mismos. Si el amor de Jesucristo mora en ellos, brillarán sin que se den cuenta, difundiendo la luz de la gloria de Cristo por el mundo. "Y yo, si fuere levantado de la tierra--dijo Cristo--, a todos atraeré a mí mismo". Si un ministro hace de Cristo su esperanza, su confianza y su fuente de poder, es uno con Cristo, un colaborador de Dios; y por medio de este ministro, las almas son convertidas a Jesús. Toda capacidad proviene de Dios TM 379 1 Hay personas que no son eruditas y que no tienen una gran dotación de talentos, pero no necesitan desanimarse a causa de esto. Usen lo que tienen, vigilando fielmente todo punto débil de su carácter y buscando la gracia divina para fortalecerlo. No hay hombre viviente que tenga facultad o capacidad alguna que no haya recibido de Dios, y la fuente de la cual vino está abierta para el más débil ser humano. Si se acerca a Dios, la inagotable fuente de fortaleza, se dará cuenta de que el Señor cumple su promesa. Pero en esta obra no necesitamos llamar a hombres que están a miles de kilómetros de distancia para que nos ayuden, porque Cristo ha prometido: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis". TM 379 2 Dios no ha dado caprichosamente sus talentos a los hombres, sino de acuerdo con la capacidad que él mismo les concedió para usarlos. Cuanto mayores sean los talentos prestados al hombre, mayores serán las ganancias exigidas. Dios demanda de todo agente humano que consulte el oráculo divino y se familiarice con su voluntad expresada sobre todos los asuntos, a fin de que por un uso diligente de los talentos que le fueron prestados pueda adquirir otros. TM 379 3 Dios quiere que aprendamos la solemne lección de que estamos forjando nuestro propio destino. El carácter que formamos en esta vida decide si seremos idóneos para vivir por los siglos eternos. Ningún hombre que permanezca ocioso puede estar seguro. Quizá no tenga muchos talentos, pero negocie con los que posee; y en proporción con la integridad que manifieste hacia Dios y hacia sus semejantes, Dios lo bendecirá. TM 380 1 El Espíritu Santo espera para dar ayuda a toda alma creyente, y Jesús declara: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Sean fuertes los que creen en Jesús, hombres de oración y plenos de confianza en el poder de Cristo para salvar. "Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás". El ruego del señor TM 380 2 Permitidme que ruegue a nuestras asociaciones y a nuestras iglesias que dejen de depender de los hombres y hacer de la carne su brazo. No miréis a otros hombres para ver cómo se conducen bajo la convicción de la verdad, o para pedirles ayuda. No esperéis recibir fuerza de los hombres que están en altos puestos de responsabilidad porque ellos son precisamente los hombres que están en peligro de considerar su posición de responsabilidad como evidencia del poder especial de Dios. Nuestras iglesias son débiles porque sus miembros están acostumbrados a estimar los recursos humanos y depender de ellos, y miles de pesos se gastan innecesariamente en el transporte de hombres finitos de un lugar a otro para que arreglen pequeñas dificultades, cuando Jesús está siempre cerca para ayudar a los que están en necesidad y aflicción. TM 380 3 Las advertencias dadas en la Palabra de Dios a los hijos de Israel no fueron dirigidas solamente a ellos, sino a todos los que vivieran en la tierra. El les dice: "¡Ay de los hijos que se apartan... para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto". Si el Señor reprobó a su pueblo de la antigüedad porque descuidó el buscar consejo de él cuando estaba en dificultad, ¿no se desagradará hoy de que su pueblo, en lugar de depender de los brillantes rayos del Sol de justicia para que alumbren su camino, se aparte de él en el proceso de su prueba para buscar la ayuda de seres humanos que son tan falibles e ineficientes como ellos mismos? ¿Dónde está nuestra fuerza? ¿Está en hombres que son tan desvalidos y dependientes como nosotros mismos, que necesitan la dirección de Dios tanto como nosotros? TM 381 1 Cristo dice: "Separados de mí nada podéis hacer", y él ha proporcionado el Espíritu Santo como pronto auxilio en todo tiempo de necesidad. Pero muchos tienen una experiencia religiosa débil porque, en lugar de buscar al Señor para obtener la eficiencia del Espíritu Santo, hacen de la carne su brazo. Edúquese al pueblo de Dios a ir al Señor cuando está en problemas y a obtener fortaleza de las promesas que son el sí y el amén para toda alma que confía. "Pedid, y se os dará" TM 381 2 Esta promesa del Señor es para nosotros: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" TM 381 3 Las promesas de Dios son plenas y abundantes, y no hay necesidad de depender de la humanidad para recibir fuerza. Dios está cerca de todos los que le piden que los socorra. Y él es grandemente deshonrado cuando, después de invitarnos a poner en él nuestra confianza, nos apartamos de él--el Unico que no nos interpretará mal, el Unico que puede darnos consejo infalible--, para dirigirnos a hombres que en su debilidad humana están propensos a desviarnos. TM 382 1 "Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos. ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo! Y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?" TM 382 2 El Señor nos ha mostrado su camino; ¿andaremos en él? ¿o andaremos, como seres finitos y falibles que somos, en nuestro propio consejo, y practicaremos los principios contra los cuales él nos ha amonestado? Amonestación oportuna TM 382 3 "Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre. Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente". TM 383 1 "¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio; mas no quisieron oír. La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos. Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo". "Vuestra fortaleza" TM 383 2 "Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis". "En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelaban para hacer iniquidad, los que hacían pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad. Por tanto, Jehová, que redimió a Abrahán, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido; porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de ellos, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel. Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina". TM 384 1 ¿Desoiremos estas advertencias como si no tuvieran importancia? El Señor pide que todo maestro, todo ministro, todo el que ha recibido la luz de su verdad, señale bien su posición espiritual. Han tenido gran luz, y si quieren obtener la vida eterna, no deben continuar dependiendo de hombres finitos, sino construir sobre el fundamento seguro. Aferraos a los principios de Dios TM 384 2 Ningún concilio de hombres puede eliminar impunemente los principios de Dios para establecer los propios; porque la Palabra de Dios declara: "Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo". "Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos". TM 385 1 Vivimos en tiempos de gran importancia para cada uno de nosotros. La luz brilla con rayos claros y firmes en torno de nosotros. Si esta luz es recibida en forma correcta y es apreciada, será una bendición para nosotros y para otros; pero si confiamos en nuestra propia sabiduría y fortaleza, o en la sabiduría y la fuerza de nuestros semejantes, se convertirá en un veneno. En la lucha por la vida eterna no podemos apoyarnos el uno en el otro. El pan de vida debe ser comido por cada uno. Debemos participar individualmente de él para que el alma, el cuerpo y la mente revivan y sean fortalecidos por su poder transformador, asemejándose así a la mente y el carácter de Cristo Jesús. Debe hacerse de Dios lo primero, lo último y lo mejor en todas las cosas. No el hombre sino el señor TM 385 2 Cada uno debe tener hambre y sed de justicia por sí mismo. El apoyarse en los hombres y confiar en su sabiduría es peligroso para la vida espiritual de cualquier cristiano. Aquellos en los cuales ponemos nuestra confianza pueden ser honrados y leales, pueden servir al Señor con toda diligencia. Pero si, individualmente, tratamos de andar en las pisadas de Cristo, podemos seguirlo a él así como las personas a quienes admiramos por sus vidas consecuentes y humildes. TM 385 3 Ocurre a menudo que aquellos a quienes se mira con respeto no son lo que se espera que sean. A menudo el pecado acecha en el corazón, y hábitos erróneos y prácticas engañosas están entretejidos en el carácter. ¿Cómo considera esto nuestro Padre celestial? Su consejo es siempre digno de confianza y él ha puesto en evidencia su gran amor por la raza humana, y mira con tristeza cuando sus hijos son animados a apartarse de él y a depender de hombres finitos, a quienes no conocen, y cuyo juicio y experiencia pueden no ser dignos de confianza. Pero esto se ha hecho, y Dios ha sido puesto en un lugar secundario. TM 386 1 En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ruego al pueblo de Dios que dependa del Señor para su fortaleza. Cuidad de no poner a los hombres donde debiera estar Dios; no estamos seguros al tomar a los hombres como nuestra autoridad o nuestra guía, porque seguramente nos chasquearán. Hemos de ocuparnos individualmente en nuestra salvación con temor y temblor, "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Tenemos una elevada vocación en Cristo Jesús; estamos desarrollando una obra vasta y santa, y Dios pide que cada uno levante su estandarte a la vista de este mundo y del universo del cielo, por el poder del Señor Jehová, en el cual hay "fortaleza eterna". TM 386 2 Hemos de ser uno con Cristo así como él es uno con el Padre, y el Padre nos amará como ama a su Hijo. Podemos tener la misma ayuda que Cristo tuvo, podemos tener fuerza para toda emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra retaguardia. El nos protegerá por todos lados, y cuando seamos llevados ante los gobernantes, ante las autoridades de la tierra, no necesitaremos meditar de antemano lo que hemos de decir. Dios nos enseñará en el día de nuestra necesidad. Ahora, que el Señor nos ayude a ir a los pies de Jesús y aprender de él, antes que tratemos de hacernos maestros de los otros.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. Cuán precioso es Cristo para sus seguidores TM 387 1 Me sentí triste cuando leí su carta y me di cuenta de que estaba tan deprimido. Lea Efesios 2:4-22. Se me ha dado este pasaje para usted. Léalo cuidadosamente, como nunca antes lo ha leído. Está lleno de instrucción. El que Cristo more en nuestros corazones por la fe significa contemplar a Cristo, considerar siempre a nuestro querido Salvador como nuestro mejor y más honrado amigo, de manera que no lo ofendamos en ninguno de nuestros actos. Tenemos siempre esta promesa para consolarnos y ayudarnos: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios". TM 387 2 Recuerde que nunca llegará el tiempo cuando la sombra infernal de Satanás dejará de ser arrojada sobre nuestro sendero para obstruir nuestra fe y eclipsar la luz que emana de la presencia de Jesús, el Sol de justicia. Nuestra fe no debe vacilar, sino abrirse paso a través de esa sombra. Tenemos una experiencia que no ha de ser sepultada en las tinieblas de la duda. Nuestra fe no descansa en el sentimiento, sino en la verdad. El apóstol inspirado dice que somos edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo mismo la principal piedra del ángulo. Se compara la iglesia de Cristo con una estructura edificada para "morada de Dios en el Espíritu". Si estamos "arraigados y cimentados en amor", podremos "comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura" y "conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento". ¡Oh, qué preciosas posibilidades; qué ánimo nos dan! En el corazón humano purificado de toda impureza moral reside el precioso Salvador, ennobleciendo y santificando la naturaleza entera, y convirtiendo al hombre en un templo del Espíritu Santo. Cristo como salvador personal TM 388 1 ¿Es, pues, Cristo un Salvador personal? Llevamos con nosotros en nuestro cuerpo la muerte del Señor Jesús, que es vida, salvación y justicia para nosotros. Dondequiera que vayamos, está el recuerdo de un Ser querido. Permanecemos en Cristo por medio de una fe viva. El mora en nuestros corazones cuando nos apropiamos individualmente de la fe. Tenemos la compañía de la presencia divina, y al darnos cuenta de su presencia, nuestros pensamientos son llevados cautivos a Cristo Jesús. Nuestros ejercicios espirituales están de acuerdo con la vividez de nuestra percepción de esta compañía. Enoc caminó con Dios en esa forma, y Cristo vive en nuestros corazones por la fe cuando consideramos lo que él es para nosotros y la obra que ha realizado por nosotros en el plan de redención. Nos sentiremos muy felices al cultivar un concepto de este gran don que Dios dio a nuestro mundo y nos dio a nosotros personalmente. TM 388 2 Estos pensamientos tienen un poder dominante sobre todo el carácter. Quiero impresionar vuestra mente con el hecho de que podéis tener siempre, si lo queréis, la compañía divina con vosotros. "¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo". A medida que la mente se espacia en Cristo, el carácter se amolda a la semejanza divina. Los pensamientos se saturan con la comprensión de su bondad, de su amor. Contemplamos su carácter, y así él está presente en todos nuestros pensamientos. Su amor nos abarca. Si observamos sólo por un momento el sol en su gloria meridiana, cuando apartemos nuestros ojos su imagen aparecerá en todo cuanto veamos. Así ocurre cuando contemplamos a Jesús; todo lo que miramos refleja su imagen, la imagen del Sol de justicia. No podemos ver ninguna otra cosa, ni hablar de ninguna otra cosa. Su imagen está impresa en los ojos del alma y afecta toda porción de nuestra vida diaria, suavizando y subyugando toda nuestra naturaleza. Al contemplarlo, somos conformados a la semejanza divina, a la semejanza de Cristo. Ante todos aquellos con quienes nos asociamos reflejamos los brillantes y alegres rayos de su justicia. Hemos sido transformados en carácter, pues el corazón, el alma, la mente están inundados de los reflejos de Aquel que nos amó y dio su vida por nosotros. Aquí de nuevo se manifiesta una influencia viva y personal que mora en nuestros corazones por la fe. La presencia permanente de Jesús TM 389 1 Cuando sus palabras de instrucción han sido recibidas y han tomado posesión de nosotros, Jesús es para nosotros una presencia permanente que gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones. Somos imbuidos de la instrucción del mayor Maestro que el mundo conoció jamás. Un sentido de responsabilidad humana y de influencia humana da carácter a nuestros puntos de vista con respecto a la vida y a los deberes diarios. Cristo Jesús lo es todo para nosotros: el primero, el último, el mejor en todas las cosas. Jesucristo, su espíritu, su carácter, da color a todas las cosas; es la trama y la urdimbre, la misma textura de nuestro ser entero. Las palabras de Cristo son espíritu y son vida. No podemos, pues, concentrar nuestros pensamientos en el yo; no somos ya nosotros los que vivimos, sino que Cristo vive en nosotros, y él es la esperanza de gloria. El yo está muerto y Cristo es un Salvador vivo. Al continuar mirando a Jesús reflejamos su imagen hacia todos los que nos rodean. No podemos detenernos a considerar nuestros desalientos, o aun a hablar de ellos, pues un cuadro más agradable atrae nuestra vista: el precioso amor de Jesús. El vive en nosotros por la palabra de verdad. El agua de vida TM 390 1 ¿Qué le dijo Jesús a la mujer samaritana junto al pozo de Jacob? "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirias, y él te daría agua viva". "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". El agua a la cual Cristo se refirió era la revelación de su gracia en su Palabra; su Espíritu, su enseñanza, es una fuente que satisface a toda alma. Toda otra fuente a la cual recurramos resultará insatisfactoria. Pero la Palabra de verdad es como frescas corrientes, simbolizadas por las aguas del Líbano, que siempre satisfacen. En Cristo hay plenitud de gozo para siempre. Los deseos, placeres y atractivos del mundo nunca satisfacen ni sanan al alma. Pero Jesús nos dice: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna". TM 390 2 La benigna presencia de Cristo en su Palabra está siempre hablando al alma, representándolo por medio de la fuente del agua viva que refresca el alma sedienta. Es nuestro privilegio tener un Salvador vivo y permanente. El es la fuente de poder espiritual implantada dentro de nosotros, y su influencia se manifestará en palabras y acciones, refrigerando a todos los que están dentro de la esfera de nuestra influencia, creando en ellos deseos y aspiraciones de fuerza y pureza, de santidad y paz, y del gozo que no trae consigo dolor. Este es el resultado cuando el Salvador mora dentro de nosotros. La intercesión de Cristo TM 391 1 Jesús dice: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". El anduvo una vez como hombre sobre la tierra, revestida su divinidad de humanidad, un hombre que sufría y era tentado, perseguido por los ardides satánicos. Fue tentado en todo punto como nosotros, y sabe cómo socorrer a los que son tentados. Ahora está a la diestra de Dios; está en el cielo como nuestro abogado para interceder por nosotros. Siempre hemos de cobrar consuelo y esperanza al pensar en esto. El está pensando en los que están sujetos a las tentaciones de este mundo. Piensa en nosotros individualmente, y conoce cada una de nuestras necesidades. Cuando seáis tentados, decid tan sólo: El cuida de mí, él intercede en mi favor, él me ama, él ha muerto por mí. Me entregaré sin reservas a él. Entristecemos el corazón de Cristo cuando vamos condoliéndonos de nosotros mismos como si fuéramos nuestro propio Salvador. No; debemos encomendar la guarda de nuestras almas a Dios como a un Creador fiel. El siempre vive para interceder por los probados y tentados. Abra su corazón a los brillantes rayos del Sol de justicia y no permita que un solo suspiro de duda, una sola palabra de incredulidad escape de sus labios para que no siembre las semillas de la duda. Hay ricas bendiciones para nosotros; apropiémonos de ellas por la fe. Le ruego que tenga valor en el Señor. La fortaleza divina es nuestra; hablemos palabras de ánimo, fortaleza y fe. Lea el tercer capítulo de Efesios. Practique la instrucción dada. Presente un testimonio viviente en favor de Dios bajo toda circunstancia. ------------------------Capítulo 15--A los obreros de Dios Una reprensión del egoísmo TM 392 1 A mis hermanos de Norteamérica: TM 392 2 La gran obra específica del Espíritu Santo está claramente definida por nuestro Salvador: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado". Cristo sabía que este anunció era un legado maravilloso. Se acercaba a la finalización de su ministerio sobre la tierra y vislumbraba la cruz, con una plena comprensión de la carga de culpa que debía ser colocada sobre él como portador del pecado. Sin embargo, por lo que estaba más ansioso era por sus discípulos. Estaba tratando de hallar consuelo para ellos, y les dijo: "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si yo no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré". TM 392 3 El mal se había estado acumulando durante siglos, y sólo podía ser restringido y resistido por el grandioso poder del Espíritu Santo, la tercera persona de la Divinidad, que vendría no con energía modificada, sino con la plenitud del poder divino. Debía hacerse frente a otro espíritu, porque la esencia del mal trabajaba en todas las maneras y la sumisión del hombre al cautiverio satánico era asombrosa. El egoísmo nubla el juicio TM 392 4 Hoy, así como en los días de Cristo, Satanás domina la mente de muchos. ¡Ojalá que su obra terrible pudiera ser discernida y resistida! El egoísmo ha pervertido los principios, ha confundido los sentidos y nublado el juicio. Parece tan extraño que a pesar de toda la luz que irradia de la bendita Palabra de Dios se sostengan ideas tan extrañas y haya tal abandono del espíritu y los procedimientos de la verdad. El deseo de obtener sueldos elevados, que lleva a la determinación de privar a otros de los derechos que Dios les concedió, tiene su origen en la mente de Satanás; y al obedecer la voluntad de él y al seguir sus métodos, los hombres se colocan bajo su bandera. Poco puede confiarse en aquellos que han sido atrapados en esta trampa, a menos que se conviertan cabalmente y sean renovados, porque han sido leudados por principios erróneos cuyo efecto deletéreo no pudieron percibir. TM 393 1 ¡Oh, si los que están en los diversos campos, en Norteamérica y en todas partes del mundo, trabajaran de acuerdo con la regla bíblica y lucharan para desarraigar el egoísmo, qué obra podría realizarse para la iglesia! Pero los pecados que han sido señalados una y otra vez yacen a la puerta de muchos, pecados que el Señor no considera de un carácter leve. Si los hombres tan sólo abandonaran su actitud de resistencia al Espíritu Santo--actitud que durante mucho tiempo ha estado leudando su experiencia religiosa--, el Espíritu de Dios se dirigiría a sus corazones. Los convencería de pecado. ¡Qué obra! Pero el Espíritu Santo ha sido insultado, y la luz ha sido rechazada. ¿Es posible que los que durante años han sido tan ciegos lleguen a ver? ¿Es posible que en esta última etapa de su resistencia sus ojos sean ungidos? ¿Habrán de distinguir la voz del Espíritu de Dios de la voz engañadora del enemigo? TM 393 2 Hay hombres que pronto dejarán ver bajo qué estandarte se encuentran: la bandera del Príncipe de la vida, o la bandera del príncipe de las tinieblas. Si solamente pudieran ver estos asuntos tal como se me presentan, si pudieran ver que, en lo que concierne a sus almas, son como hombres que están al borde del precipicio, listos para caer en las profundidades, no creo que permanecerían temblando al borde un instante más, si apreciaran en algo su salvación. TM 394 1 No es la voluntad de Dios que persona alguna perezca, sino que todos tengan vida eterna. ¡Oh, si pudiera yo tener la seguridad de que en el próximo congreso mis hermanos van a comprender lo que significan los principios puros tanto para ellos como para los que se relacionan con ellos, mi corazón saltaría de gozo! Si los que han errado tan lejos de Dios y de la verdadera justicia revelaran que el Espíritu Santo ha estado luchando con ellos, que reconocen su culpabilidad al apartarse de la Palabra de Dios y al actuar como ciegos que guían a otros ciegos, tendría yo esperanza. Cuando despierten de su parálisis, se sentirán abrumados al darse cuenta de que han perdido el tiempo--el precioso talento del Señor--, que han perdido oportunidades que les fueron dadas para que pudieran manifestar su aprecio hacia la infinita compasión de Dios por los hombres cardos. Un profundo anhelo de servir TM 394 2 Toda alma que acepta a Jesús como su Salvador personal anhelará el privilegio de servir a Dios y aprovechará ávidamente la oportunidad de manifestar su gratitud dedicando sus talentos al servicio de Dios. Anhelará manifestar su amor por Jesús y por su posesión adquirida. Deseará el trabajo, las privaciones, el sacrificio. Considerará un privilegio negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguir en las pisadas de Cristo, manifestando así su lealtad y su amor. Sus obras santas y benéficas testificarán de su conversión y darán al mundo la evidencia de que no es un cristiano falso, sino un cristiano verdadero y consagrado. TM 394 3 Los hombres están ejerciendo ahora con entusiasmo todo arte y profesión para satisfacer su deseo de ganar más. Si usaran ese tacto, ese celo y esa cuidadosa meditación en un esfuerzo por ganar algo para la tesorería del Señor, ¡cuánto más podría hacerse! Cuando los hombres totalmente egoístas acepten a Cristo, mostrarán que tienen un nuevo corazón; y en lugar de posesionarse de todo lo que les sea posible obtener para beneficio de ellos mismos, en lugar de hacer sacrificios pequeños, raquíticos, para el Señor, harán alegremente todo lo que pueden para impulsar su obra. El espíritu de codicia, que se ha desarrollado tan ampliamente, morirá, y prestarán atención a las palabras de Cristo: "Vended lo que poseéis, y dad limosna". Trabajarán tan laboriosamente, con celo, energía y fervor, para construir el reino de Dios, como han trabajado para obtener riquezas para sí mismos. ¡Qué cambio se vería! TM 395 1 Os digo la verdad. En nuestro concepto del deber estamos muy por debajo de lo que exige nuestra santa religión. ¡Oh, si los que han sido bendecidos con verdades tan grandes y solemnes se levantaran y sacudieran el hechizo que ha nublado sus sentidos y les ha impedido prestar verdadero servicio a Dios, qué cosa no harían por la salvación de las almas sus esfuerzos bien organizados! ¡Qué cambio se vería en los principios practicados! El mundo, la carne y el diablo no cegarían a hombres y mujeres en cuanto a lo que son los principios de pureza, de santidad y lealtad. TM 395 2 La Palabra de Dios asimilada es la preparación para la vida eterna. Pero los hombres han dado tal interpretación a esta Palabra que la han despojado de su significado. El corazón y la conciencia se han endurecido y corrompido. Hermanos, en el nombre de Jesús, os pregunto: ¿Creéis en la Palabra de Dios? ¿Sois hijos e hijas de Dios? Si lo sois, es porque habéis sido convertidos y habéis recibido a Cristo en el templo de vuestra alma, y vuestra mente ha sido colocada bajo la nueva ley, la ley real de la libertad. ¡Oh, si pudiera tener la gozosa noticia de que la voluntad y la mente de los que están en Battle Creek y que han actuado como profesos dirigentes, se ha emancipado de las enseñanzas y la esclavitud de Satanás, cuyos cautivos han sido durante tanto tiempo, estaría deseosa de cruzar el ancho Pacífico para ver vuestros rostros una vez más! Pero no estoy ansiosa de veros con percepciones debilitadas y mentes anubladas, porque habéis elegido las tinieblas antes que la luz. La influencia despertadora del Espíritu Santo TM 396 1 El Espíritu divino revela su obra en el corazón humano. Cuando el Espíritu Santo actúa en la mente, el instrumento humano comprende la declaración hecha por Cristo: "Tomará de lo mío, y os lo hará saber". La sujeción a la Palabra de Dios significa la restauración de uno mismo. Actúe Cristo por medio de su Espíritu Santo para despertaros como de entre los muertos, y ponga vuestras mentes en armonía con la suya. Sea él quien use vuestras facultades. El ha creado cada una de vuestras capacidades para que podáis honrar y glorificar mejor su nombre. Consagraos a él, y todos los que están asociados con vosotros verán que vuestras energías son inspiradas por Dios, que vuestras más nobles facultades son llamadas al trabajo para hacer el servicio de Dios. Las facultades que fueron usadas para servir al yo e impulsar causas indignas, que fueron empleadas como instrumentos de propósitos injustos, serán llevadas cautivas a Cristo Jesús para llegar a ser una cosa con la voluntad de Dios. Preparad a los jóvenes para el servicio TM 396 2 Hay una obra que realizar en las iglesias. Debe prepararse y educarse a jóvenes y señoritas, y entonces se encontrarán lugares para ellos en la obra. Estáis preocupados y perplejos porque el Dr.-----está obteniendo ganancias desproporcionadas en la obra médica misionera porque su obra excede en mucho a la que se realiza en las iglesias de parte de la Asociación General. ¿Cuál es el problema? Sencillamente que la luz dada por Dios no ha sido aceptada. Los hombres han suplantado los planes de Dios con sus propios planes. La prosperidad de la obra misionera médica está de acuerdo con los planes divinos. Esta obra debe hacerse; la verdad debe ser llevada por los caminos y los vallados. Un llamamiento a la reforma TM 397 1 Pero el corazón de la obra, el gran centro, ha sido debilitado por la mala administración de hombres que no han avanzado con su Director. [veasé el Apéndice.] Satanás ha desviado su dinero y sus habilidades hacia conductos equivocados. Su precioso tiempo ha estado pasando a la eternidad. La fervorosa obra que se está haciendo ahora, la guerra agresiva que se está peleando, podría haberse hecho hace tiempo tan vigorosamente como ahora en obediencia a la luz de Dios. Todo el cuerpo está enfermo por la mala administración y los malos cálculos. El pueblo al cual Dios ha confiado intereses eternos, los depositarios de una verdad preñada de resultados eternos, los portadores de la luz que ha de iluminar al mundo entero, están desorientados. ¿Ha cometido Dios un error? Los que están en el corazón de la obra. ¿han elegido vasos que puedan recibir el aceite áureo que los mensajeros celestiales representados por los dos olivos vierten en los tubos de oro para llenar las lámparas? ¿Están en sociedad con Cristo Jesús en su gran empresa los que se hallan en Battle Creek, hombres y mujeres a quienes Dios ha señalado para hacer la obra más solemne jamás confiada a los mortales? ¿Están cumpliendo con su deber aquellos a quienes él ha pedido que comunicaran a otros la luz de las lámparas encendidas para que las regiones de las tinieblas puedan oír el mensaje salvador?... Resultados de servir al yo TM 398 1 ¡Oh, si los que profesan conocer la verdad tuvieran el espíritu de Cristo, el Redentor que se sacrificó a sí mismo, que renunció a sus riquezas, a su esplendor, a su alto mando e hizo todo lo que podía hacer un Dios para salvar a las almas, se negarían a sí mismos, tomarían su cruz y seguirían a Jesús! ¿Cómo daréis cuenta ante Dios en el gran día del juicio, vosotros que amáis el tesoro mundanal, de vuestros esfuerzos débiles y soñolientos para enviar la verdad a las regiones lejanas? Habrá que dar cuenta del dinero invertido en bicicletas, vestidos y otras cosas innecesarias. [veasé el Apéndice.] Como pueblo de Dios debéis representar a Jesús, pero Cristo se avergüenza de los que son complacientes consigo mismos. Mi corazón está dolorido y apenas puedo dominar mis sentimientos cuando pienso en cuán fácilmente nuestro pueblo se aparta de los principios cristianos prácticos para agradar al yo. Hasta ahora muchos de vosotros creéis la verdad sólo en forma parcial. El Señor Jesús dice: "No podéis servir a Dios y a las riquezas", y hemos de vivir de toda palabra que sale de su boca. ¿Cuántos creen esta palabra? TM 398 2 El Señor aborrece vuestros procedimientos egoístas, y sin embargo su mano se extiende todavía. Os insto por causa de vuestras almas a que escuchéis mi ruego ahora en favor de los que son misioneros en los campos extranjeros, cuyas manos están atadas por vuestra forma de proceder. Satanás ha estado trabajando con todo su poder de engaño para llevar las cosas al punto en que el camino quede obstruido por la carencia de medios en la tesorería. TM 398 3 ¿Os dais cuenta de que cada año miles y miles y decenas de miles de almas están pereciendo, muriendo en sus pecados? Las plagas y los juicios de Dios ya están haciendo su obra, y las almas van a la ruina porque la luz de la verdad no ha resplandecido sobre su sendero. ¿Creemos plenamente que hemos de llevar la Palabra de Dios a todo el mundo? ¿Quién cree esto? "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" ¿Quién tiene la fe que lo induzca a llevar a la práctica esta palabra? ¿Quién cree en la luz que Dios ha dado? Dios pide acción TM 399 1 El Señor pide acción unificada. Deben realizarse esfuerzos bien organizados para conseguir obreros. Hay almas pobres, honradas, humildes, a las cuales el Señor pondrá en vuestro lugar, que nunca han tenido las oportunidades que vosotros habéis tenido, y que no pudieron tenerlas porque vosotros no fuisteis manejados por el Espíritu Santo. Podemos estar seguros de que cuando el Espíritu Santo sea derramado, los que no recibieron y apreciaron la lluvia temprana no verán ni entenderán el valor de la lluvia tardía. Cuando estamos realmente consagrados a Dios, su amor permanecerá en nuestros corazones por la fe, y con gozo cumpliremos con nuestro deber de acuerdo con la voluntad de Dios. TM 399 2 Pero me alarma el escaso interés que se ha manifestado en la obra de Dios por parte de nuestras iglesias. Yo rogaría a todos los que tienen medios que recuerden que Dios se los ha confiado para que los usen en el progreso de la obra que Cristo vino a realizar en nuestro mundo. El Señor le dice a cada uno que a la vista de Dios el hombre no es el poseedor de lo que tiene, sino solamente un apoderado. No es vuestro, sino mío, dice el Señor. Dios os llamará a cuenta por vuestra mayordomía. Ora sea que tengáis un talento, o dos, o cinco, ni un centavo ha de ser malgastado en vuestras propias complacencias egoístas. Vuestra obligación de rendir cuenta al cielo debiera haceros temer y temblar. Las decisiones del último día dependen de nuestra dadivosidad práctica. Cristo reconoce todo acto de beneficencia como hecho a él mismo. Celo por Cristo TM 400 1 Todos los que se nombran del nombre de Cristo deben trabajar por él con el corazón, la mente, el alma y las fuerzas; y trabajarán si creen en el gran Evangelio de la verdad. La sinceridad de su celo por Cristo testificará de la medida de su fe. El yo se sumirá en Cristo si realmente están unidos con él. "Ya no vivo yo--dijo el gran apóstol--, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi". TM 400 2 La luz dada reiteradamente por el Espíritu de Dios es: No forméis colonias. [veasé el Apéndice.] Entrad en las grandes ciudades, y cread interés entre los encumbrados y los humildes. Ocupaos en predicar el Evangelio a los pobres, pero no os detengáis allí. Tratad de alcanzar también a las clases más elevadas. Estudiad vuestra ubicación con vistas a permitir que vuestra luz brille hacia los demás. Esta obra debía haberse hecho hace tiempo. No hagáis del asunto del día de reposo vuestra primera especialidad. Debéis alcanzar a la gente con temas prácticos en los cuales todos puedan estar de acuerdo... TM 400 3 El pueblo de Dios tiene una obra que hacer que no se está haciendo. El último mensaje de misericordia debe ser dado a un mundo que perece en sus pecados. Los que están relacionados con nuestras instituciones tienen todas las facilidades y oportunidades para trabajar por los pobres pecadores que están sin Cristo; pero están mudos. Si nuestras iglesias tan sólo practicaran la verdad y mostraran que creen que Cristo vino a nuestro mundo a salvar a los pecadores, el poder de Dios acompañaría sus labores. Pero deben mantenerse en contacto con la Fuente de toda luz y eficiencia, y en contacto con el mundo, no para absorber el espíritu del mundo, sino que puedan hacer la obra que Dios les ha señalado que hicieran... Asambleas ministeriales TM 401 1 "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura", es la orden de Cristo a sus obreros. TM 401 2 Pero esta sencilla declaración ha sido desatendida. Aun cuando la luz ha sido dada una y otra vez, los hombres son llamados de los campos, donde debían haber continuado trabajando con el amor y el temor de Dios, tratando de salvar a los perdidos, para pasar semanas asistiendo a asambleas ministeriales. Hubo un tiempo cuando esta obra era necesaria, porque nuestro propio pueblo se oponía a la obra de Dios rechazando la luz de la verdad acerca de la justicia de Cristo por la fe. Esto debían ellos haberlo recibido y haberlo hecho resonar con el corazón, la voz y la pluma, porque es su única eficiencia. Debían haber trabajado bajo los dictados del Espíritu Santo para dar la luz a los demás. TM 401 3 Al dedicarse un año tras otro a asambleas ministeriales, [veasé el Apéndice.] se han descuidado campos que están blancos para la siega. Aun los obreros han sido debilitados en lugar de ser fortalecidos. Esto ha sido un error. Dios quiere que sus siervos comuniquen, y no que estén siempre aprendiendo y nunca sean capaces de llegar al conocimiento de la verdad. La obra del Espíritu Santo TM 401 4 El gran objeto del advenimiento del Espíritu Santo es especificado en forma clara por Cristo. "Cuando él venga--dijo--, convencerá al mundo de pecado, de justicia, y de juicio". Esta luz ha sido mantenida ante nuestros hermanos durante años. El poder del Espíritu Santo se ha manifestado mayormente en Battle Creek, el gran corazón de la obra, para ser comunicado a los que están en los caminos y en los vallados, a fin de que la masa de seres humanos que está bajo el hechizo satánico del pecado y la muerte fuera reformada y renovada por el poder del Espíritu. Pero cuando la luz ha venido a los que estaban en el centro de la obra, ellos no han sabido cómo tratarla. Los testimonios que Dios ha dado a su pueblo están en armonía con su Palabra. TM 402 1 Cuando Cristo pronunció estas palabras se hallaba en la sombra de la vergonzosa cruz, el símbolo de la culpa que hizo necesario el sacrificio de Cristo a fin de salvar al mundo de la ruina completa. Cristo miró hacia adelante al tiempo cuando el Espíritu Santo, como representante suyo, vendría a hacer una obra admirable en sus méritos y por medio de ellos; y consideró un privilegio consolar a sus discípulos... TM 402 2 Los que no tienen una conexión viva con Dios no aprecian la revelación del Espíritu Santo y no distinguen entre lo sagrado y lo común. No obedecen la voz de Dios, porque a semejanza de la nación judía, no conocen el tiempo de su visitación. No hay ayuda posible para el hombre, la mujer o el niño que no oiga y obedezca la voz del deber, porque la voz del deber es la voz de Dios. Los ojos, los oídos y el corazón no podrán ser impresionados si los hombres y las mujeres se niegan a escuchar el consejo divino y escogen el camino que es más agradable para ellos. TM 402 3 ¡Oh, cuánto mejor sería si todos los que hacen esto estuvieran relacionados con alguna otra clase de trabajo que el de las instituciones sagradas señaladas por Dios como sus grandes centros! Se supone que tales personas están bajo la dirección del Espíritu Santo; pero esto es un error. No hacen la obra de Dios fielmente; no dan evidencia de que comprenden su sagrado carácter. Su influencia descarría a otros, haciéndoles considerar livianamente los instrumentos ordenados por Dios para la salvación de las almas e induciéndolos a pensar que pueden introducir sus propias ideas y sus pensamientos y planes comunes. Así se desciende a un nivel bajo, ordinario, y Dios resulta grandemente deshonrado. TM 403 1 Dios quisiera que todos los que tienen una experiencia semejante arraigada en su vida religiosa, eligieran una ocupación en cualquier otra parte, en modestas esferas de trabajo manual, donde los intereses eternos no sean menospreciados por sus vidas no consagradas, donde tengan menos oportunidad de ser tentados. El trabajo fatigoso y cansador del cuerpo puede neutralizar y someter sus malas propensiones, y sus tendencias y rasgos de carácter dañinos no leudarán a otros. No hay terreno neutral TM 403 2 Los que tienen alguna relación con la obra de Dios en cualquiera de nuestras instituciones deben tener comunión con Dios y deben comprometerse a hacer lo recto bajo toda circunstancia a fin de que sepan dónde serán hallados en el día de la prueba. Nadie que esté relacionado con la sagrada obra de Dios puede permanecer en terreno neutral. Si un hombre, hasta que esté seguro de que no perderá nada, está vacilante, indeciso, inestable, revela que es un hombre a quien Dios no puede usar. Pero muchos trabajan de esta manera. No han sido llamados por Dios, o bien no han permitido, definidamente, que los gobernara el poderoso agente del Espíritu Santo. TM 403 3 El Señor usará a los hombres cultos si su supuesto conocimiento no los induce a querer manejar al Espíritu Santo y a tratar de enseñar al Señor que el procedimiento humano es mejor que los planes divinos, porque se aviene mejor con la opinión popular. Todos los que están en el servicio de Dios se hallan en la obligación de mostrarse firmes y hacer frente al prejuicio, a la oposición y a la pasión humana. Deben recordar siempre que son siervos de Dios y que están a su servicio. Mensajeros de Dios TM 404 1 El Señor quiere que su pueblo se aparte de todo lo que no esté de acuerdo con las Escrituras con respecto al ministerio. Los hombres llamados al ministerio no deben ser convertidos en ídolos, no debe mirárselos con reverencia supersticiosa; y no debe considerarse que, debido al poder que les otorga su investidura, el pecado en ellos pierde su carácter ofensivo. Su mismo oficio hace que el pecado en ellos sea más excesivamente pecaminoso, pues al cometer pecado se convierten en ministros del pecado, agentes de Satanás, por medio de los cuales éste puede trabajar con éxito para perpetuar el pecado. TM 404 2 Todos deben tener en cuenta que Satanás dirige esfuerzos especiales contra el ministerio. El sabe que el ministerio es tan sólo un instrumento humano que no posee gracia o santidad inherentes. Sabe que es un medio que Dios ha ordenado para que fuera poderoso en la salvación de las almas y que es eficiente sólo cuando Dios, el Espíritu eterno, lo hace así. Sabe que el tesoro del Evangelio está en vasos de barro, que es solamente el poder de Dios el que puede hacerlos vasos de honra. Ellos pueden cultivar la viña; un Pablo puede plantar y un Apolos regar, pero sólo Dios puede dar el crecimiento. TM 404 3 Dios nunca ha dejado a su iglesia sin testimonio. En todas las escenas de prueba, de oposición y persecución en medio de las tinieblas morales por las cuales pasó la iglesia, él ha tenido hombres para la oportunidad, que han estado preparados para asumir su obra en diferentes etapas y hacerla avanzar hacia adelante y hacia arriba. Por medio de los patriarcas y de los profetas reveló su verdad a su pueblo. Cristo era el maestro de su pueblo de antaño tan ciertamente como lo fue cuando vino al mundo, vestido de los atavíos de la humanidad. Escondiendo su gloria tras la forma humana, a menudo apareció a su pueblo y habló con sus hijos "cara a cara, como habla cualquiera a su compañero". El, su invisible Caudillo, estaba envuelto en la columna de fuego y de nube y hablaba a su pueblo por medio de Moisés. La voz de Dios se escuchó por medio de los profetas que había designado para una obra especial y para proclamar un mensaje especial. Los envió a repetir las mismas palabras una y otra vez. Tenía un mensaje preparado para ellos que no era según los caminos y la voluntad de los hombres, y lo puso en sus bocas e hizo que lo proclamaran. Les aseguró que el Espíritu Santo les daría palabras para que hablasen. Aquel que conocía el corazón les daría palabras con las cuales alcanzar a la gente. TM 405 1 El mensaje podría no agradar a aquellos a quienes era enviado. Ellos podrían no querer nada nuevo, sino desear continuar haciendo lo que hasta entonces habían hecho; pero el Señor los conmovía con reprensiones; reprochaba su conducta. Infundía nueva vida en los que estaban durmiendo en su puesto de deber, en los que no eran centinelas fieles. Les mostraba su responsabilidad, y que se los tendría por responsables de la seguridad del pueblo. Eran centinelas que no habían de dormir ni de día ni de noche. Habían de descubrir al enemigo, y dar la alarma al pueblo, para que cada uno estuviera en su puesto, a fin de que el enemigo vigilante no lograra la menor ventaja. Responsabilidades de los atalayas de Dios TM 406 1 Y hoy en día el Señor declara a sus atalayas que si son infieles y no amonestan al pueblo que está en peligro, perecerán en sus pecados. "Su sangre--dice él--, yo la demandaré de tu mano". Pero si sus mensajeros elevan su voz para reprender y amonestar, para hacer volver a los hombres de sus malos caminos, y esas almas no escuchan, el centinela está justificado; el que ofende a Dios perecerá en sus propios pecados; su sangre será sobre su propia alma. TM 406 2 Estos solemnes asuntos me son presentados en forma clara. Dios ha designado apóstoles, pastores, evangelistas, y maestros a fin de perfeccionar a los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe. Dios declara a su pueblo: "Y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". Debe haber un progreso constante. Paso a paso sus seguidores deben hacer sendas derechas para sus pies, para que lo cojo no se salga del camino. Los que quisieran trabajar para Dios deben actuar inteligentemente para superar sus propias deficiencias y glorificar al Señor Dios de Israel estando en la luz, trabajando en la luz del Sol de justicia. Así llevarán a la iglesia hacia adelante, hacia arriba y hacia el cielo, haciendo que su separación del mundo sea cada vez más y más nítida. TM 406 3 A medida que asemejen su carácter al del Modelo divino, los hombres no se preocuparán de su propia dignidad personal. Con un interes celoso, vigilante, lleno de amor y consagrado, cuidarán los santos intereses de la iglesia del mal que amenaza enturbiar y oscurecer la gloria que Dios se propone que brille a través de ella. Velarán porque en la iglesia no se le dé lugar o aprobación a los artificios de Satanás favoreciendo las actitudes de los que buscan faltas, los chismes, la maledicencia y el acusar a los hermanos, pues esas cosas la debilitarían y la derribarían. TM 407 1 Nunca llegará el tiempo, en la historia de la iglesia, cuando el obrero de Dios pueda cruzarse de brazos y estarse cómodo, diciendo: "Todo es paz y seguridad". Entonces sobreviene destrucción repentina. Todas las cosas pueden estar avanzando en medio de una prosperidad aparente; pero Satanás está siempre alerta y estudia y consulta con sus ángeles malos otra forma de ataque por la cual pueda tener éxito. El conflicto aumentará en intensidad por parte de Satanás, porque está movido por un poder de abajo. A medida que la obra del pueblo de Dios avance con energía santificada e irresistible, implantando el estandarte de la justicia de Cristo en la iglesia, movida por un poder que procede del trono de Dios, el gran conflicto aumentará en intensidad y será cada vez más decidido. Una mente se opondrá a otra mente, unos planes a otros planes, los principios de origen celestial a los principios de Satanás. La verdad en sus diferentes aspectos estará en conflicto con el error en sus formas siempre cambiantes y crecientes mediante las que, si fuere posible, se engañará a los mismos escogidos. Una obra ferviente TM 407 2 Nuestra obra debe ser ferviente. No hemos de luchar como quien hiere al aire. El ministerio, el púlpito y la prensa demandan hombres como Caleb, que actúen y sean valientes, hombres que tengan agudeza para distinguir la verdad del error, cuyos oídos estén consagrados para escuchar las palabras del Vigilante fiel. Y el Espíritu que procede del trono de Dios se hará sentir sobre un cristianismo degenerado, sobre un mundo corrompido, listo para ser consumido por los juicios largamente postergados de un Dios ofendido. Odio hacia la reprensión TM 408 1 Existe ahora el peligro de que los hombres pierdan de vista las importantes verdades para este tiempo y de que busquen cosas nuevas, extrañas y fascinadoras. Muchos, cuando son reprobados por el Espíritu de Dios por medio de sus agentes señalados, rechazan la corrección y se desarrolla en sus corazones una raíz de amargura contra los siervos de Dios que llevan responsabilidades pesadas y desagradables. Hay hombres que enseñan la verdad pero que no están perfeccionando sus caminos delante de Dios, que tratan de ocultar sus apostasías y alejan a la gente de Dios. No tienen valor moral para hacer las cosas que los beneficiarían especialmente. No ven necesidad de reformarse, y así rechazan las palabras del Señor y odian al que los reprende en la puerta. TM 408 2 Esta misma negativa a prestar oídos a las amonestaciones que el Señor envía, le da a Satanás todas las ventajas para hacer de ellos los peores enemigos de los que les han dicho la verdad. Llegan a calumniar a aquellos que les han traído el mensaje del Señor. TM 408 3 El hombre que rechaza la Palabra del Señor, que trata de imponer su propio camino y voluntad, despedaza al mensajero y al mensaje que Dios envía para revelarle su pecado. Sus propias inclinaciones han ejercido influencia sobre su conducta, y se ha confirmado en el error. La regla divina es: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". Pero él no quiere hacer esto. Cual es el pensamiento de un hombre, tal es él. De adentro, del corazón, proceden los malos pensamientos inspirados por Satanás. Comienza a argumentar acerca de tecnicismos y procedimientos. El espíritu de Satanás lo une con el enemigo para presentar una palabra de crítica sobre asuntos poco importantes. La verdad llega a ser cada vez de menos valor para él. Se convierte en acusador de sus hermanos, etc., y cambia de dirigente. El mundo exterior pesa mas para él que el diluvio de luz que Dios ha derramado sobre el mundo en los mensajes que él mismo dio y en los cuales una vez se gozó. TM 409 1 ¡Oh, cuántas cosas han pasado desde que se llenó de odio contra Dios porque le fueron presentados los peligros y errores en que estaba! Permitió que pensamientos impíos se fortalecieran y prevalecieran porque, día tras día, no comió la carne ni bebió la sangre del Hijo de Dios, porque no llegó a ser participante de la naturaleza divina. Las cosas que salen de adentro contaminan al hombre. ¡Cuán corrupta debe ser entonces la fuente de la cual estos males han surgido! La decisión fatal TM 409 2 Ministros no santificados se están alistando en contra de Dios. Están alabando a Cristo y al dios de este mundo al mismo tiempo. Mientras profesan recibir a Jesús, abrazan a Barrabás, y por sus acciones dicen: "No a éste, sino a Barrabás". Presten atención todos los que leen estas líneas. Satanás se ha jactado de lo que él puede hacer. Quiere destruir la unidad que debe existir en la iglesia y por la cual oró Cristo. Dice: "Saldré y seré un espíritu mentiroso para engañar a los que pueda, para criticar, para condenar, para calumniar". Albergue al engañador y al testigo falso una iglesia que ha tenido gran luz, gran evidencia, y esa iglesia desechará el mensaje que el Señor ha enviado y recibirá los más irrazonables asertos, falsas suposiciones y falsas teorías. Satanás se ríe de la insensatez de ellos porque él sabe cuál es la verdad. TM 409 3 Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo en las manos la antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los ministros fieles serán retirados de entre aquellos que creen saber tanto. "¡Oh, si también tú conocieses--dijo Cristo--a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos". La luz de la verdad TM 410 1 Sin embargo, el fundamento de Dios está firme. El Señor conoce a los que son suyos. El ministro santificado no debe tener engaño en su boca. Debe ser abierto como el día, libre de toda mancha de mal. Un ministerio y una prensa santificados serán un poder para hacer brillar la luz de la verdad en esta generación adversa. Luz, hermanos, necesitamos más luz. Tocad trompeta en Sion; dad alarma en el monte santo. Reunid a la hueste del Señor, con corazones santificados, para que escuchen lo que el Señor tiene que decir a su pueblo; porque él tiene más luz para todos los que quieran oír. Sean armados y equipados, y vengan a la batalla en auxilio de Jehová contra los fuertes. Dios mismo obrará en favor de Israel. Toda lengua mentirosa será silenciada. Manos de ángeles desbaratarán los designios engañosos que se están trazando. Los baluartes de Satanás nunca triunfarán. La victoria acompañará al mensaje del tercer ángel. Así como el Capitán de la hueste del Señor derribó los muros de Jericó, el pueblo que guarda los mandamientos del Señor triunfará y todos los elementos opositores serán derrotados. No se queje nadie de los siervos de Dios que han ido a ellos con un mensaje enviado del cielo. No sigáis buscando defectos en ellos, diciendo: "Son demasiado incisivos; hablan con demasiada energía". Quizá estén hablando con mucha fuerza; ¿acaso no es necesario hacerlo? Dios hará que retiñan los oídos de los oyentes si no escuchan su voz o su mensaje. El denunciará a los que resistan la Palabra de Dios. Hombres para la oportunidad TM 411 1 Satanás ha tomado todas las medidas posibles para evitar que se produzca algo entre nosotros, como pueblo, que nos reprenda, nos reproche y nos exhorte a dejar a un lado nuestros errores. Pero hay un pueblo que llevará el arca de Dios. Algunos que no querrán seguir llevando el arca saldrán de entre nosotros. Pero éstos no podrán levantar vallas para obstruir la verdad; ésta irá hacia adelante y hacia arriba hasta el fin. En lo pasado Dios ha suscitado a hombres, y él todavía tiene hombres para la oportunidad, que esperan listos para ejecutar sus órdenes: hombres que atravesarán las restricciones como si fueran paredes revocadas con mezcla sin fraguar. Cuando Dios pone su Espíritu en los hombres, éstos obran. Proclamarán la Palabra del Señor; elevarán su voz como trompeta. La verdad no será disminuida ni perderá su poder en sus manos. Mostrarán al pueblo sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. La violenta obra de Satanás TM 411 2 El conflicto crecerá en violencia. Satanás aparecerá en el campo de batalla y se hará pasar por el Cristo. Tergiversará, aplicará torcidamente y pervertirá todas las cosas que pueda para engañar, si fuera posible, aun a los escogidos. Ha habido y continuará habiendo familias enteras que una vez se regocijaron en la verdad, pero que perderán la fe a causa de las calumnias y las falsedades que les fueron llevadas con respecto a aquellos a quienes han amado y con quienes conversaron agradablemente. Abrieron su corazón a la siembra de la cizaña; ésta creció en medio del trigo; se fortaleció; la mies de trigo decreció más y más y la preciosa verdad perdió su poder para ellos. Por un tiempo acompañó sus nuevas teorías un falso celo que endureció su corazón contra los defensores de la verdad, como hicieron los judíos contra Cristo. TM 412 1 Enfervorizados por Satanás, algunos conservan por un tiempo la apariencia de hombres de condición floreciente; pero sólo por breve tiempo. Satanás los lleva tan lejos que afrentan al Espíritu de Dios. Se extienden como laurel verde. El Señor los tolera por un tiempo. Les permite manifestar su envidia y su odio contra el pueblo de Dios, así como le permitió a Satanás desarrollar su carácter para que pudiera presentarse ante el universo del cielo, ante los mundos no caídos y ante el mundo caído con sus verdaderos atributos, como engañador, acusador de los hermanos, asesino de corazón. Levantad barreras contra el enemigo TM 412 2 Muchos que ahora pretenden creer la verdad, pero que no tienen fundamento, se unirán al partido de Satanás. Los que no han estado del lado de Dios en este conflicto serán piedra de tropiezo para los que han obtenido una experiencia viva para sí mismos. Empéñese todo ministro, en lugar de criticar y levantar objeciones, en lugar de dudar y oponerse, en levantar barrera, si existe la menor posibilidad de hacerlo, contra los astutos enemigos. En lugar de pelear contra los que el Señor ha enviado para salvarlos, oren los hijos de Dios ferviente y continuamente por el poder de la gracia de Dios, rogando que sea el Príncipe del ejército de Jehová quien pelee. En vez de juzgar a los hombres que Dios ha aceptado a su servicio, oren de día y de noche para que el Señor envíe más obreros a su viña. Ministros, no deshonréis a vuestro Dios ni contristéis su Santo Espíritu criticando los métodos y los procedimientos de los hombres que él eligió. Dios conoce el carácter. El ve el temperamento de los hombres que ha escogido. Sabe que sólo hombres fervientes, firmes, decididos, de carácter enérgico, comprenderán la importancia vital de esta obra, y pondrán tal firmeza y decisión en sus testimonios que quebrantarán las barreras de Satanás. TM 413 1 Dios da a los hombres consejo y reprensión para su bien. El ha enviado su mensaje, diciéndoles lo que se necesitaba para el tiempo: 1897. ¿Aceptasteis el mensaje? ¿Prestasteis oídos a la exhortación? El os dio la oportunidad de que acudierais armados y equipados en auxilio de Jehová. Y habiendo hecho todo, os pidió que os presentarais. Pero ¿os preparasteis? ¿Dijisteis: "Heme aquí, envíame a mí"? Os sentasteis tranquilos y no hicisteis nada. Permitisteis que la Palabra del Señor cayera al suelo desatendida; y ahora el Señor ha tomado a hombres que eran muchachos cuando vosotros estabais al frente de la batalla y les ha dado el mensaje y la obra en que vosotros no os empeñasteis. ¿Seréis piedras de tropiezo para ellos? ¿Criticaréis? ¿Diréis: "Están desorbitados"? Sin embargo, vosotros no ocupasteis el lugar que ahora ellos son llamados a ocupar. TM 413 2 Oh, ¿por qué tienen que ser obstáculo los hombres cuando podrían ser una ayuda? ¿Por qué frenan las ruedas cuando podrían empujar con señalado éxito? ¿Por qué despojan su propia alma del bien y privan a otros de la bendición que podría haber venido por su intermedio? Estas personas que han rechazado la luz permanecerán en la aridez como desiertos donde no fluyen aguas refrescantes y sanadoras. y su ministerio carecerá de humedad como las colinas de Gilboa, donde no había rocío ni lluvia. No están revestidos de la unción divina y no son portadores de ninguna bendición para los demás. Ellos podrían humillar sus corazones, confesar sus errores y librarse de las garras de Satanás. Podrían romper las cadenas que han forjado la educación, el prejuicio o los hábitos. Si tan sólo buscaran a Dios con espíritu de arrepentimiento, lo encontrarían. No impondrían entonces su propia voluntad sino que irían adonde los conduzca el Espíritu del Señor, serían guiados por él. Juntad las luces TM 414 1 La purificación y la limpieza pasarán seguramente por cada una de las iglesias de nuestro país que han tenido grandes oportunidades y privilegios, y los han despreciado. Lo que necesitan no es más evidencia. Necesitan corazones puros y santificados para reunir y retener toda la luz que Dios ha dado, y entonces andarán en esa luz. TM 414 2 No necesitamos decir: "Los peligros de los últimos dían pronto han de venir sobre nosotros". Ya han venido. Necesitamos ahora la espada del Señor para que corte el alma y los tuétanos de las concupiscencias, los apetitos y las pasiones carnales. Ojalá que penetre hasta partir en mucho mayor grado de lo que hasta ahora lo ha hecho. Ojalá que todos los orgullosos sean abatidos. Ojalá que los que están carnalmente seguros sean desviados del refugio de mentiras con el cual han tratado de engañar al pueblo de Dios. Quiera Dios que esa espada corte y separe su justicia propia y abra los ojos de los ciegos para que vean que no están sanos a la vista de Dios. TM 414 3 Me dirijo al pueblo de Dios que hoy retiene firme su confianza, que no se apartará de la fe que ha sido una vez dada a los santos, que está de pie en medio de las tinieblas morales de estos días de corrupción. La palabra del Señor a vosotros es ésta: "Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo". ¿No podemos ver aquí el amor paternal de Dios expresado hacia aquellos que se mantienen aferrados a la fe en la justicia? Existe la más estrecha relación entre Dios y su pueblo. No solamente somos objeto de su misericordia llena de gracia, de su amor perdonador; somos más que esto. El Señor se regocija sobre su pueblo. El se deleita en sus hijos. El es su seguridad. Hermoseará con el espíritu de santidad a todos los que le sirven con corazón íntegro. Los reviste de justicia. Ama a los que hacen su voluntad, los que expresan su imagen. Todos los que son veraces y fieles se conforman a la imagen de su Hijo. En su boca no ha sido hallado engaño, porque son sin falta delante del trono de Dios. Nuestro mensaje TM 415 1 ¿Cuál es el mensaje que hemos de dar? "A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar". TM 415 2 Quiero decirles a mis hermanos en el ministerio: Proseguid esta obra con tacto y eficiencia. Poned al trabajo a los jóvenes y las señoritas en nuestras iglesias. Combinad la obra médica misionera con la proclamación del mensaje del tercer ángel. Haced un esfuerzo regular y organizado para levantar a las iglesias del estancamiento en el cual han caído, y en el cual han permanecido durante años. Enviad a las iglesias a obreros que presenten los principios de la reforma pro salud en su relación con el mensaje del tercer ángel ante cada familia e individuo. Animad a todos a tomar parte en la obra en favor de sus semejantes, y veréis si el soplo de vida no retorna rápidamente a esas iglesias. TM 416 1 Estudiad fielmente el capítulo 33 de Ezequiel. La obra que se realiza en el ramo médico misionero es precisamente la obra que Cristo ordenó a sus seguidores que hicieran. ¿No veis claramente que los que se ocupan en esta obra están cumpliendo la comisión del Salvador? ¿No veis que agradaría a vuestro Salvador si dejarais a un lado toda falsa dignidad y aprendierais en su escuela cómo tomar su yugo para llevar sus cargas? Se necesita un cristianismo sincero TM 416 2 El mundo necesita evidencias de sincero cristianismo. Profesión de cristianismo puede verse por doquiera, pero cuando el poder de la gracia de Dios se vea en nuestras iglesias, los miembros realizarán las obras de Cristo. Los rasgos de carácter naturales y hereditarios serán transformados. Al morar en ellos, su Espíritu los capacitará para que revelen la semejanza de Cristo, y el éxito de su obra estará en proporción con la pureza de su piedad. TM 416 3 Existen en nuestro mundo muchos obreros cristianos que todavía no han oído las grandes y maravillosas verdades que nos han llegado. Están haciendo una buena obra de acuerdo con la luz que tienen, y muchos de ellos están más avanzados en el conocimiento de la obra práctica que aquellos que han tenido gran luz y grandes oportunidades. TM 417 1 Es sorprendente la indiferencia que ha existido entre nuestros ministros con respecto a la reforma pro salud y a la obra médica misionera. Algunos que no profesan ser cristianos tratan estos asuntos con mayor reverencia que la que distingue a nuestros propios hermanos, y a menos que nos despertemos, ellos nos tomarán la delantera. TM 417 2 La palabra que el Señor me ha dado para nuestros ministros y nuestras iglesias es: "Avanzad". "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Hay que buscar a Dios TM 417 3 La piedad es necesaria. Debe verse menos confianza propia y mucho más humildad. La obra de Dios ha llegado a ser considerada como una cosa común. Habría sido mucho mejor haber cambiado a los hombres que componen las juntas y las comisiones que haber retenido a esos mismos hombres durante años, hasta que llegaron a suponer que sus propuestas habían de ser adoptadas sin una sola objeción; y generalmente ninguna voz se ha elevado en dirección opuesta. Hay hombres que se sientan en consejo que no tienen el discernimiento que deberían tener. Su comprensión es estrecha y egoísta. Se necesita un cambio. No será sabio realizar la mitad o la cuarta parte de las empresas que se han planeado. TM 418 1 Cada uno de los que sesiona en alguna junta o comisión escriba en su corazón las palabras: Estoy trabajando para el tiempo y la eternidad. Debo dar cuenta a Dios de todos los motivos que me impulsan a obrar. Sea éste su lema. Elévese a Dios la oración del salmista: "Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad; y no coma yo de sus deleites". "Dame... tu corazón" TM 418 2 Los que ocupan puestos de responsabilidad no deben convertirse a los principios egoístas y dispendiosos del mundo, porque no les alcanzaría el dinero; y si les alcanzara, los principios cristianos no se lo permitirían. Hay que impartir una enseñanza multiforme. "¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá". Así la Palabra del Señor debe ser presentada pacientemente a los niños, y mantenida ante ellos, por parte de los padres que creen en ella. "Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio; mas no quisieron oír. La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos". ¿Por qué? Porque no escucharon la palabra del Señor que vino a ellos. TM 419 1 Esto alude a los que no han recibido la instrucción sino que han albergado su propia sabiduría y han elegido manejarse a sí mismos de acuerdo con sus propias ideas. El Señor les da la prueba para que se determinen a seguir su consejo, o lo rechacen y actúen según sus propias ideas; entonces él los abandonará al seguro resultado de su conducta. En todos nuestros caminos, en todo nuestro servicio hacia Dios, él nos habla: "Dame... tu corazón". Es el espíritu sumiso y dócil lo que Dios quiere. Lo que le da a la oración su excelencia es el hecho de que parte de un corazón amante y obediente. TM 419 2 Dios requiere ciertas cosas de sus hijos; si ellos dicen: No renunciaré a mis ideas para hacer esto, el Señor les permite obrar de acuerdo con su supuesto buen juicio sin la sabiduría celestial, hasta que este texto (Isaías 28:13) se cumpla. No habéis de decir: Seguiré la dirección del Señor hasta un cierto punto que esté de acuerdo con mi juicio, aferrándoos entonces a vuestras propias ideas, negándoos a ser modelados a la semejanza del Señor. Hágase la pregunta: ¿Es ésta la voluntad del Señor? y no, ¿es ésta la opinión o el juicio de -----? La norma del señor TM 419 3 Todas las cosas deben ser vistas a la luz del ejemplo de Cristo. El es la verdad. El es la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. Escuchad sus palabras, imitad su ejemplo de abnegación y sacrificio y mirad a los méritos de Cristo para que se os conceda la gloria de carácter que él posee. Los que siguen a Cristo no viven para agradarse a sí mismos. Las normas humanas son como débiles cañas. La norma del Señor es la perfección de carácter. TM 420 1 "Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. Ahora, pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos". Leed Deuteronomio 7:6. Leed todo el capítulo; también los capítulos 1 y 8. Estos me fueron presentados como palabras del Señor. Estas cosas son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado. TM 420 2 En relación con nuestras instituciones debemos tener solamente a personas que escuchen la palabra del Señor y aprecien y obedezcan su voz. Cuando un hombre pide y exige que su punto de vista y su juicio sean supremos en cualquiera de nuestras instituciones, no podéis tener mayor evidencia de que ese hombre no se conoce a sí mismo y que no está calificado para dirigir. Cometerá errores y dañará en lugar de restaurar. No sabe qué responsabilidades implican su relación con Dios o con sus semejantes. TM 420 3 "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar!" Los que andan humildemente con Dios no estarán luchando para obtener mayores responsabilidades, sino que considerarán que tienen una obra especial que hacer, y serán fieles a su deber. En nuestras instituciones puede hacerse un gran bien enseñando por precepto y por ejemplo la economía en todas las cosas. Si usted, hermano mío, hubiera aprendido en la escuela de Cristo a ser manso y humilde de corazón, siempre estaría en terreno ventajoso. Usted no tiene un carácter ecuánime y equilibrado. No puede con seguridad poner su confianza en su propio juicio en todas las cosas. La forma de actuar del hombre consiste en idear y planear; Dios establece un principio. El hombre lucha para suavizar el deber y para acomodarlo a su propio carácter natural; pero la vida es un campo de batalla; la vida es una carrera que él debe correr si quiere salir victorioso... Las excusas no tienen valor TM 421 1 La pregunta que debemos considerar es ésta: ¿Tenemos los atributos de Cristo? Las excusas no tienen valor. Todas las circunstancias, todos los apetitos y pasiones, han de ser siervos del hombre que teme a Dios, y no sus amos. El cristiano no ha de ser esclavizado por ningún hábito o tendencia heredada o cultivada. Debe dominar las pasiones animales y no ser esclavizado por el hábito. TM 421 2 No debemos ser siervos de las circunstancias sino dominarlas por un principio que actúe interiormente, aprendido del mayor Maestro que el mundo conoció. La solemne actitud que asumimos hoy hacia el mundo, los deberes y responsabilidades solemnes que el Señor nos ha dado, no deben ser postergados hasta que estén de acuerdo con nuestra voluntad o nuestras circunstancias. El principio de la abnegación y el sacrificio, revelado en el ejemplo de Cristo, de Juan el Bautista, de Daniel y los tres jóvenes hebreos, ha de pasar como una reja de arado a través de los hábitos heredados y cultivados en todas las circunstancias y ambientes. TM 421 3 Os pregunto: ¿Está el reino de Dios dentro de vosotros? El pueblo de Dios ha de componerse de hombres que estén siempre listos, siempre a las órdenes de Jesucristo. Ya ha llegado el tiempo en que en un momento podremos estar pisando tierra firme y en el siguiente la tierra estará moviéndose debajo de nuestros pies. Ocurrirán terremotos donde menos se los espera. TM 421 4 El cristianismo tiene un significado mucho más amplio que el que muchos le han dado hasta aquí. No es un credo. Es la palabra de Aquel que vive y permanece para siempre. Es un principio vivo, animador, que toma posesión de la mente, el corazón, los motivos y el hombre entero. Cristianismo, ¡oh! ¡ojalá podamos experimentar cómo obra! Es una experiencia vital, personal, que eleva y ennoblece al hombre entero. Todo hombre es responsable ante Dios quien ha hecho provisión para que todos reciban esta bendición. Pero muchos no la reciben, aun cuando Cristo la ha comprado para ellos a un costo infinito. No se han posesionado de la bendición que está a su alcance, y por lo tanto han retenido los rasgos objetables de su carácter, y el pecado yace a la puerta. Mientras profesan piedad. Satanás los ha convertido en agentes suyos para derribar y confundir donde a él le parezca mejor. Ejercen una influencia deletérea sobre las almas de muchos que necesitan un ejemplo que los ayude en su camino al cielo. TM 422 1 ¿Quiénes son los súbditos del reino de Dios? Todos los que hacen su voluntad. Tienen justicia, paz, y gozo en el Espíritu Santo. Los miembros del reino de Cristo son los hijos de Dios, socios en su gran firma. Los elegidos de Dios son un linaje escogido, un pueblo adquirido por Dios, una nación santa, para anunciar las virtudes de Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Son la sal de la tierra, la luz del mundo. Son piedras vivas, un real sacerdocio. Son socios con Cristo Jesús. Estos son los que siguen al Cordero dondequiera que va... Nuestra individualidad TM 422 2 Hay derechos que pertenecen a todo individuo. Tenemos una individualidad y una identidad que es nuestra. Nadie puede sumergir su identidad en la de otra persona. Todos deben actuar por sí mismos, de acuerdo con los dictados de su propia conciencia. En lo que respecta a nuestra responsabilidad e influencia, somos responsables ante Dios porque derivamos nuestra vida de él. No la obtenemos de la humanidad, sino sólo de Dios. Somos suyos por la creación y por la redención. Aun nuestros cuerpos no nos pertenecen para tratarlos como nos agrada, para arruinarlos con hábitos que conducen a la ruina, haciendo imposible rendir a Dios un servicio perfecto. Nuestra vida y todas nuestras facultades le pertenecen a él. El cuida de nosotros en todo momento; él mantiene la maquinaria viva en acción; si se nos dejara para que nosotros la accionáramos durante un solo instante, moriríamos. Dependemos de Dios en forma absoluta. TM 423 1 Captamos una gran lección cuando comprendemos nuestra relación con Dios, y su relación con nosotros. Las palabras: "No sois vuestros" "porque habéis sido comprados por precio" deben grabarse en nuestra memoria para que siempre reconozcamos el derecho que Dios tiene a nuestros talentos, nuestra propiedad, nuestra influencia, nuestro yo individual. Hemos de aprender cómo tratar este don de Dios en mente, alma y cuerpo para que, como posesión comprada por Cristo, le rindamos un servicio sano y fragante. Sembrando junto a todas las aguas TM 423 2 Debemos sembrar junto a todas las aguas manteniendo nuestras almas en el amor de Dios, trabajando mientras es de día y utilizando los medios que el Señor nos ha dado para realizar cualquier deber que nos venga a la mano. Cualquier cosa que nuestras manos hallen que hacer, hemos de hacerla con alegría; cualquier sacrificio que seamos llamados a realizar, hemos de hacerlo alegremente. Al sembrar junto a todas las aguas, nos daremos cuenta de que "el que siembra generosamente, generosamente también segará". TM 423 3 "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra". No retrocedáis después que el Espíritu Santo ha sugerido a vuestra mente cuál es vuestro deber. Poned en práctica la decisión, porque ha sido puesta por el Señor. "Y si retrocediere, no agradará a mi alma". TM 424 1 Significa mucho sembrar junto a todas las aguas; significa impartir constantemente dones y ofrendas. Dios proporcionará facilidades de manera que el mayordomo fiel de los medios que él confió sea provisto con lo suficiente en todas las cosas y pueda abundar para toda buena obra. La predicación de Cristo TM 424 2 Hay una gran obra que hacer. El mundo no se convertirá por el don de lenguas o por la operación de milagros sino por la predicación de Cristo crucificado. Hay que dejar que el Espíritu Santo actúe. Dios ha puesto instrumentos en nuestras manos y los debemos usar plenamente para hacer su voluntad. Como creyentes tenemos el privilegio de realizar una parte en la promulgación de la verdad para este tiempo. Hasta donde sea posible hemos de emplear los medios y los instrumentos que Dios nos ha dado para presentar la verdad en nuevas localidades. Deben edificarse iglesias para acomodar al pueblo de Dios, para que puedan alzarse como centros de luz que brillen en medio de las tinieblas del mundo... TM 424 3 Dios quiere que hagamos esta otra. El ejemplo de Cristo debe ser seguido por los que pretenden ser sus hijos. Aliviad las necesidades físicas de vuestros semejantes y su gratitud quebrantará las barreras y os permitirá alcanzar sus corazones. Considerad seriamente este asunto. Como iglesias habéis tenido la oportunidad de trabajar como colaboradores de Dios. Si hubierais obedecido la Palabra de Dios, si hubierais emprendido esta labor, habríais sido bendecidos y animados y habríais obtenido una rica experiencia. Os habríais hallado a vosotros mismos, como agentes humanos de Dios, defendiendo fervorosamente un plan de salvación, de restauración. Este plan no sería estático sino dinámico; avanzaría de gracia en gracia y de fuerza en fuerza. TM 425 1 Cristo buscó a los hombres donde estaban y puso delante de ellos las grandes verdades relativas a su reino. Mientras iba de un lugar a otro, bendecía y consolaba a los que sufrían, y sanaba a los enfermos. Esta es nuestra obra. Dios quiere que aliviemos las necesidades de los indigentes. Porque hay tan poca espiritualidad entre los que pretenden creer la verdad, el Señor no manifiesta su poder en forma más decidida. ------------------------Capítulo 16--Elevad la norma Manos limpias y corazones puros TM 426 1 Se predica mucho la verdad, pero pocos son santificados por ella. No se aplican a la vida práctica la verdad y la justicia, y se deshonra al Señor; y, al no tener una relación vital con Dios, la pobre y débil naturaleza humana no tiene fuerza para resistir la tentación, y nunca la tendrá hasta que el poder convertidor de Dios tome posesión del alma. TM 426 2 Nos acercamos al juicio y los que llevan el mensaje de amonestación al mundo deben tener manos limpias y corazones puros. Deben tener una relación viviente con Dios. Los pensamientos deben ser puros y santos, y el alma debe estar incontaminada; el cuerpo, el alma y el espíritu deben ser una ofrenda pura y limpia a Dios; de otra manera él no la aceptará. TM 426 3 Las recientes y dolorosas manifestaciones del mal constituyen una de las mayores evidencias que tenemos de que el fin está cerca. Satanás, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar, y si los hombres y mujeres, bajo la luz refulgente que ahora brilla en este tiempo peligroso, fueran hallados fornicarios, temo que Dios los separaría de la obra para siempre. Se exige una acción decidida TM 426 4 Se trata a los jóvenes con mucha severidad por faltas comparativamente leves; pero cuando hombres y mujeres de gran experiencia, que han sido considerados modelos de piedad, se revelan en su verdadero carácter--carentes de santidad, impíos, impuros en pensamiento, viles en conducta--, es tiempo de que se trate con los tales de una manera decidida. La mayor tolerancia manifestada hacia ellos solamente ha tenido, que yo sepa, el resultado de que consideren su fornicación y adulterio como algo muy liviano, y toda su simulación resultó ser como el rocío de la mañana cuando el sol resplandece. TM 427 1 Tan pronto como son sometidos a tentación, revelan sus defectos morales: no son participantes de la naturaleza divina, ni han huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia, sino que son terrenos, sensuales, diabólicos. Satanás encuentra algo en ellos que puede transformar en abierta iniquidad, y aprovecha su oportunidad. El resultado es que los que pretenden ser pastores del rebaño son carnales y conducen las ovejas puestas a su cuidado, cuya pureza, modestia y virtud deberían guardar estrictamente, a la licencia y la lascivia. Los ángeles del cielo miran esto con vergüenza, dolor y disgusto. ¿Cómo pueden los ángeles puros del cielo ministrar a esta clase de personas? ¿Cómo pueden llevar la luz del cielo a las asambleas donde tales ministros defienden la ley de Dios, pero la quebrantan cada vez que se presenta una oportunidad favorable, viviendo una mentira, llevando una vida doble, obrando en secreto, alimentando sus pensamientos corrompidos e inflamando sus pasiones, y luego aprovechándose de mujeres u hombres que son tentados, como ellos mismos, a quebrantar todas las barreras, a envilecer sus cuerpos y manchar sus almas? ¿Cómo pueden hacer esto si es que conservan algo de temor de Dios ante su vista, si es que les queda algo de amor a Dios en sus almas? ¿De qué valor es su fe en la verdad? TM 427 2 Limpiad el campamento de esta corrupción moral, aunque haya que sacar a los hombres más encumbrados, que ocupan las más altas posiciones. Con Dios no se juega. La fornicación está en nuestras filas: [veasé el Apéndice.] yo lo sé porque me fue mostrado que está fortaleciendo y extendiendo su contaminación. Hay muchas cosas que nunca sabremos; pero lo que ha sido revelado responsabiliza y culpa a la iglesia a menos que haga un decidido esfuerzo para erradicar el mal. Limpiad el campamento, porque hay anatema en él. TM 428 1 Las palabras de Dios a Josué son las siguientes: "Ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana: porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta tanto que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros". Estas cosas están escritas para beneficio de nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Falsos pastores TM 428 2 No tengo verdadero fundamento para albergar esperanza con respecto a los que han actuado como pastores del rebaño, y durante años fueron tratados con paciencia por el Dios misericordioso, que los guió mediante reprensiones, advertencias y ruegos, pero que han escondido sus malos caminos y han continuado en ellos, desafiando de esta manera las leyes del Dios del cielo al practicar la fornicación. Podemos dejar que se ocupen de su propia salvación con temor y temblor, después que se haya hecho todo lo posible para reformarlos; pero en ningún caso podemos confiarles la custodia de las almas. ¡Falsos pastores! ¿Será posible que los hombres que han estado ocupados en esta obra por tanto tiempo corrompan sus caminos delante del Señor a pesar de su gran experiencia y de la luz especial que tienen? TM 428 3 Aquel que ha de venir dice: "He aquí, yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra". Todo acto bueno realizado por el pueblo de Dios como fruto de su fe tendrá su correspondiente recompensa. Así como una estrella difiere de otra en gloria, a los creyentes se les asignarán diferentes esferas de acción en la vida futura. El hombre que no caminó con Dios como Enoc, sino que caminó al lado de Satanás, escuchando sus sugestiones, obedeciendo sus insinuaciones, poniendo en peligro su propia alma y las almas por las cuales Cristo murió; el hombre que satisfizo los deseos de su mente carnal dando un ejemplo de condescendencia con el pecado, ¿se hallará entre los vencedores? TM 429 1 Cuando un hombre muere, su influencia no muere con él sino que vive y se reproduce. La influencia del hombre que fue bueno, puro y santo vive después de su muerte como el fulgor del sol poniente que proyecta su gloria a través del cielo, iluminando los picos de las montañas mucho tiempo después que el sol se ha hundido detrás de la colina. Así las obras de los hombres puros, santos y buenos reflejan su luz cuando ellos ya no viven, y por lo tanto ya no pueden hablar y actuar en persona. Sus obras, sus palabras, su ejemplo vivirán para siempre. "En memoria eterna será el justo". TM 429 2 Pero ¡qué contraste con esto es la vida de los que son terrenos, sensuales, diabólicos! Se satisficieron con el placer sensual. A la luz del juicio, el hombre aparece como es, despojado del manto del cielo. Está ante los demás como es a la vista de un Dios santo. Piense cada uno de nosotros seriamente si las obras que nos siguen serán la suave luz del cielo o las sombras de las tinieblas, y si los legados que dejamos son bendiciones o maldiciones. TM 429 3 Toda hora que pasa está modelando nuestra vida futura. Los momentos pasados en la negligencia y en agradar al yo, como si no tuvieran ningún valor, están decidiendo nuestro destino eterno. Las palabras que pronunciamos hoy seguirán resonando cuando el tiempo no será más. Los hechos realizados hoy son transferidos a los libros del cielo, así como los rasgos son transferidos por el artista a la pulida placa. Ellos determinarán nuestro destino para la eternidad, para bendición o para pérdida eterna y agonizante remordimiento. El carácter no puede ser cambiado cuando Cristo venga ni en el momento en que el hombre está a punto de morir. La edificación del carácter debe realizarse en esta vida. Tememos que el arrepentimiento vendrá demasiado tarde para el alma corrompida que complace el yo. Unas pocas resoluciones, unas pocas lágrimas, nunca contrarrestarán una vida pasada culpable ni borrarán de los libros del cielo las transgresiones, los pecados voluntarios y conscientes de los que han tenido la luz de la verdad y pueden explicar las Escrituras a otros, mientras beben el pecado y la iniquidad como aguas hurtadas. Es como si estuvieran escritos con plomo, grabados con cincel de hierro, esculpidos en piedra para siempre. Necesidad de alarma TM 430 1 Quisiera alarmar a mis hermanos si pudiera. Quisiera apremiarlos con la pluma y la voz, con este ruego: Vivid en el Señor, caminad con Dios si queréis morir en el Señor y entrar pronto donde el Señor permanece para siempre. No seáis rebeldes a las amonestaciones celestiales; recibid las amonestaciones, los ruegos, las advertencias, los reproches y las amenazas de Dios que han sido descuidados y permitid que corrijan vuestro corazón apóstata y pecaminoso. Permitid que la gracia transformadora de Cristo os haga puros, fieles, santos y hermosos como el lirio inmaculado que abre su capullo sobre el seno del lago. Transferid vuestro amor y vuestros afectos a Aquel que murió por vosotros en la cruz del Calvario. Educad vuestros labios a entonar sus alabanzas y a ofrecer oraciones como incienso santo. TM 430 2 Pregunto de nuevo: ¿Cómo puede alguien que ha tenido el mensaje precioso y solemne para este tiempo permitirse pensamientos impuros y hechos impíos cuando sabe que Aquel que nunca duerme ni dormita ve todo acto y lee todo pensamiento de la mente? ¡Oh, debido a que hay iniquidad en el profeso pueblo de Dios, él puede hacer tan poco por sus hijos! La verdad santifica el corazón TM 431 1 La verdad, recibida en el corazón, santifica al que la recibe; cuando se la aparta de la vida y de los procedimientos, está muerta y es inútil para el que la recibe. ¿Cómo podéis vosotros, oh, como podéis agraviar a vuestro Redentor? ¿Cómo podéis deshonrarlo ante sus ángeles y ante los hombres? ¿Cómo podéis contristar el Espíritu Santo de Dios? ¿Cómo podéis crucificar de nuevo al Señor de gloria exponiéndole a vituperio? ¿Cómo podéis dar ocasión a Satanás y sus ángeles para que se alegren y triunfen sobre los que pretenden ser súbditos leales de Jesucristo? TM 431 2 Todos los fornicarios estarán fuera de la ciudad de Dios. Los ángeles de Dios ya están actuando en el juicio y el Espíritu de Dios se está retirando gradualmente del mundo. El triunfo de la iglesia está muy cercano, la recompensa que ha de ser conferida está casi a nuestro alcance, y sin embargo hay iniquidad entre los que pretenden disponer del resplandor pleno de la luz del cielo. TM 431 3 El que preside sobre su iglesia y los destinos de las naciones, está llevando a cabo la última obra que debe realizarse en favor de este mundo. A sus ángeles encarga que ejecuten sus juicios. Despierten los ministros, háganse cargo de la situación. La obra del juicio comienza en el santuario. "Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce". Leed Ezequiel 9:2-7. El mandato es: "Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo". Dijo Dios: "Haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas". TM 432 1 Pronto se pronunciarán las palabras: "Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios". Uno de los ministros de venganza declara: "Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has. juzgado estas cosas". Estos seres celestiales, al ejecutar los mandatos de Dios, no hacen ninguna pregunta, sino que hacen lo que se les ordena. Jehová de los ejércitos, el Señor Dios Todopoderoso, el justo, el verdadero, el santo, les ha dado la obra que deben hacer. Con invariable fidelidad avanzan revestidos de lino blanco y puro, con el pecho ceñido con guirnaldas de oro. Y cuando su obra ha terminado, cuando se derrama la última copa de la ira de Dios, vuelven y colocan sus copas vacías a los pies del Señor. TM 432 2 Y se registra la siguiente escena: "Después de esto... oí como la voz de una gran multitud, y como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!" Y cantan el cántico de Moisés y el cántico del Cordero. Manteneos cerca del caudillo TM 432 3 Hemos de mantenernos cerca de nuestro gran Caudillo, o seremos confundidos y perderemos de vista la Providencia que preside sobre la iglesia, sobre el mundo y sobre cada individuo. Dios obrará en forma profundamente misteriosa. Podemos perder los rastros de Dios y seguir nuestro propio aturdimiento diciendo: Tus juicios no son conocidos; pero si el corazón es leal a Dios, todas las cosas serán aclaradas. TM 433 1 Hay un día que pronto ha de amanecer sobre nosotros, cuando los misterios de Dios serán comprendidos y todos sus caminos vindicados; cuando la justicia, la misericordia y el amor serán los atributos de su trono. Cuando la guerra terrenal haya terminado y los santos estén todos reunidos en el hogar, nuestro primer tema será el cántico de Moisés, siervo de Dios. El segundo tema será el cántico del Cordero, el cántico de la gracia y la redención. Este canto será más potente, y se entonará con acentos más elevados y sublimes que resonarán por los atrios celestiales. Es el cántico de la providencia de Dios que conecta las diferentes dispensaciones; todo se verá entonces sin que haya un velo entre la dispensación legal, la profética y la evangélica. La iglesia histórica de la tierra y la iglesia redimida del cielo tienen su centro en la cruz del Calvario. Este es el tema, éste es el canto--Cristo el todo y en todo--, en himnos de alabanza que resuenan a través del cielo entonados por millares y millones de redimidos. Todos unen sus voces en este cántico de Moisés y del Cordero. Es un cántico nuevo, porque nunca antes se ha entonado en el cielo. TM 433 2 De nuevo pregunto: En vista de la revelación que le fue hecha a Juan en la isla de Patmos, la cual desde el comienzo del primer capítulo hasta el fin del último es luz, gran luz, revelada a nosotros por Cristo Jesús, quien escogió a Juan para que fuera el conducto por el cual esta luz brillara sobre el mundo: con verdades tan maravillosas y solemnes reveladas, con tan grandiosas verdades desplegadas ante nosotros en los sucesos que han de ocurrir precisamente antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo con poder y grande gloria, ¿cómo pueden los que pretenden discernir las maravillas de la ley de Dios integrar la lista de los impuros, fornicarios y adúlteros, apartándose constantemente de la verdad y obrando en secreto la iniquidad? ¿Creéis que pueden esconder sus caminos al Señor? ¿Creéis que Dios no ve? ¿Creéis que Dios no lo tiene en cuenta? Huéspedes no invitados TM 434 1 Belsasar, mientras estaba ocupado en su sacrílego banquete, no era consciente del hecho de que tenía huéspedes a quienes no había invitado. El Dios del cielo oyó las alabanzas tributadas con vasos de oro y plata. Vio la profanación de lo que le había sido dedicado en vitrud de una santa consagración, al ser aplicado a propósitos profanos y licenciosos. Y es una verdad que debiera hacernos llorar a cada uno de nosotros la de que los que viven en estos últimos días, a los cuales han alcanzado los fines de los siglos, son mucho más culpables que Belsasar. Esto es posible de muchas maneras. Cuando los hombres han pronunciado los votos de consagración, comprometiéndose a dedicar todas sus facultades al servicio sagrado de Dios; cuando ocupan el puesto de expositores de la verdad bíblica y han recibido el solemne cometido; cuando se cita a Dios y los ángeles como testigos de la solemne dedicación del alma, el cuerpo y el espíritu al servicio de Dios, estos hombres que sirven en un cargo tan sagrado, ¿profanarán las facultades que Dios les ha concedido dedicándolas a propósitos impíos? ¿Será derribado el sagrado vaso, que Dios quiere usar para una obra elevada y santa, de su encumbrada y dominante esfera, para servir a concupiscencias envilecedoras? ¿No es esto acaso idolatría de la peor especie? Los labios expresan alabanzas y adoran a un ser humano pecaminoso, profiriendo expresiones de arrebatadora ternura y adulación que pertenecen sólo a Dios; las facultades dedicadas a Dios en solemne consagración sirven a una ramera; porque toda mujer que permite los requiebros de otro hombre fuera de su esposo, que acepte sus insinuaciones y cuyos oídos se complazcan en escuchar sus profusas palabras de afecto, de adoración o de cariño, es adúltera y ramera. TM 435 1 Ninguna desgracia es tan grande como el convertirse en adorador de un dios falso. Ningún hombre se halla en una oscuridad tan miserable como el que ha perdido el camino al cielo. Parece estar dominado por la infatuación, porque tiene un dios falso. La tarea de encauzar la adoración rendida a seres humanos caídos, corruptos, de esta tierra, hacia el único Objeto de culto, parece sin esperanza. En nuestro tiempo se están repitiendo continuamente la fiesta y el culto de Belsasar, y el pecado de éste se repite cuando el corazón, que Dios pide que sea entregado a él con pura y santa devoción, es desviado de él para adorar a un ser humano; y los labios pronuncian palabras de alabanza y adoración que pertenecen sólo al Señor Dios del cielo. Cuando se permite que los afectos que Dios reclama para él solo se dirijan a objetos terrenales--una mujer, un hombre, o alguna cosa terrenal--, Dios es reemplazado por el objeto que encadena los sentidos y los afectos; y las facultades que fueron solemnemente consagradas a Dios son dedicadas a un ser humano que está contaminado por el pecado. A los hombres y mujeres que una vez llevaron la imagen de Dios, pero que están perdidos por la desobediencia y el pecado, él quiere restaurarlos nuevamente haciéndolos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Y cuando los hombres y mujeres dedican las facultades que Dios les ha dado a propósitos impíos, para servir a la concupiscencia, se deshonra a Dios y ellos se arruinan. TM 435 2 Cuando os dediquéis a adorar a un hombre o a una mujer, recordad que está presente el mismo Testigo que en la fiesta de Belsasar. En esa ocasión, cuando estaban en plena orgía, cuando Dios había sido olvidado, cuando los sentidos carnales estaban encendidos, una sensación de terror se posesionó de toda alma. La copa que el rey estaba alabando e idolatrando cayó de su mustia mano, y en el lenguaje del Espíritu de Dios, "el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra". Una mano misteriosa, exangüe, estaba escribiendo sobre el muro. Esos dedos misteriosos, que pertenecían a un poder invisible y eran guiados por él, escribieron caracteres igualmente misteriosos, ininteligibles para esos despavoridos disolutos. Una luz como el relámpago seguía a la formación de cada letra, y permanecía allí, como si fueran caracteres vivos, de pasmoso y terrible significado para todos los que los contemplaban. "Mene, mene, tekel, uparsin". Su misma ignorancia de aquellas letras trazadas sobre el muro, que seguían irradiando luz, infundía terror a sus corazones pecaminosos. Sus conciencias, al despertar, interpretaron estas palabras como una denuncia contra ellos. El recelo, el temor y la alarma se apoderaron del rey y de los príncipes. TM 436 1 Belsasar--aterrado por esa demostración del poder de Dios, que revelaba que había un testigo, aunque ellos no lo sabían--había tenido grandes oportunidades de conocer las obras del Dios viviente y su poder, y de hacer su voluntad. Había tenido el privilegio de tener mucha luz. Su abuelo, Nabucodonosor, había sido amonestado acerca del peligro de olvidar a Dios y glorificarse a sí mismo. Belsasar sabía que su abuelo había sido desterrado de la sociedad de los hombres para vivir entre las bestias del campo; y esos hechos, que debieran haber sido una lección para él, fueron desoídos, como si nunca hubieran ocurrido; y continuó repitiendo los pecados de su abuelo. Se atrevió a cometer los crímenes que acarrearon los juicios de Dios sobre Nabucodonosor. Fue condenado, no sólo porque estaba obrando impíamente, sino también por no haber aprovechado las oportunidades de ser recto, y las cualidades que, si las hubiera cultivado, le hubieran ayudado a serlo. ¿Por qué será condenado? TM 437 1 Dios no condenará a nadie en el juicio porque honradamente haya creído una mentira, o concienzudamente haya albergado el error; sino porque descuidó las oportunidades de familiarizarse con la verdad. El incrédulo será condenado, no porque fue incrédulo, sino porque no aprovechó los medios que Dios puso a su alcance para que pudiese llegar a ser cristiano. TM 437 2 Esto es lo que se verá en el juicio. Dios ha lanzado claras reprensiones contra los hombres y mujeres que han pecado al corromper sus cuerpos y al mancillar sus almas con la lascivia. Conocen las advertencias dirigidas a otros que, en circunstancias similares, fueron vencidos por la tentación, y saben que el desagrado de Dios cayó sobre ellos. Tienen el ejemplo de José y Daniel, que temían a Dios. José, cuando fue tentado, miró al cielo y se dio cuenta de que el ojo de Dios estaba sobre él, y exclamó: "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" También mencionó el deber hacia su Señor, que confiaba en él tan plenamente, como una razón para no pecar. TM 437 3 Dios ha iluminado el sendero de todos. Las palabras de reprensión, advertencia y cautela han sido dadas para los que se hallan en circunstancias similares, y Dios ha expresado que condena el pecado en todas sus formas. Se reprende y condena claramente el pecado de lascivia. Los hombres y mujeres serán juzgados de acuerdo con la luz que les fue dada por Dios. Las lecciones descuidadas se convierten en terribles juicios. Si son desatendidas, las amonestaciones de Dios, de las cuales se apartan los hombres para seguir una conducta de su propia elección, no proporcionarán ninguna lección ni instrucción práctica. Estas amonestaciones los condenarán en el juicio. La única seguridad consiste en aceptar para uno mismo toda lección que reciban los demás. Su responsabilidad comienza cuando recibe el mensaje. Mostrad el poder de Dios TM 438 1 Dios requiere que los que pretenden ser sus emisarios para presentar la verdad al mundo, manifiesten en todos los lugares, tanto encumbrados como humildes, en la vida pública y en la intimidad de la vida privada, que están en relación con Dios, que el cristianismo los ha ennoblecido y que son más santos y más felices que los que no manifiestan lealtad a los mandamientos de Dios. El Señor exige que cada uno de sus seguidores revele el carácter de Cristo al mundo en su vida, y que dé testimonio por precepto y ejemplo de que Cristo no sufrió y murió en vano, y de que la imagen de Dios puede ser restaurada en ellos por medio de su gracia redentora. TM 438 2 Se representa a Dios como pesando las palabras, los hechos, los motivos, y todo lo que determina el carácter de todos los hombres. "El Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el pesar las acciones". "Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón; pesándolos a todos igualmente en la balanza, serán menos que nada". "Tú, que eres recto, pesas el camino del justo". "Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus". Lecciones importantes se nos sugieren en estos versículos. No hay un solo pensamiento o motivo en el corazón con el cual Dios no esté familiarizado. El ve todas las cosas tan claramente como si estuvieran visibles, registradas en caracteres vivos, y él pesa los motivos y las acciones individuales. Dios debe poseer todo el corazón TM 439 1 Comprendan nuestros ministros y obreros que no necesitan recibir mayor luz proveniente del púlpito, sino vivir de acuerdo con la luz que ya poseen. De nada servirá predicar hoy la solemne verdad al pueblo si se cae mañana en el más abominable proceder o se sigue una conducta torcida la semana próxima. El que escudriña los corazones, el que pesa el carácter, denunciará toda acción injusta en su gran tribunal. "Oh Jehová, tú me has examinado y conocido... y todos mis caminos te son conocidos". "Has entendido desde lejos mis pensamientos". Ahora considerad esto. Hay un testigo de todas vuestras acciones más secretas, de las que nunca cometeríais en presencia de los hombres; pero porque Dios es invisible a los ojos humanos, hacéis delante de él cosas que le son abominables, como si él no lo supiera. Leed ahora los requerimientos de Dios con respecto a todo hombre y toda mujer: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo". No disminuirá en lo más mínimo su requisito; no aceptará un culto a medias mientras se dedica a un ídolo la mitad del corazón. Dios requiere todo el corazón, toda la mente. No estáis autorizados para apartar vuestra mente de Dios y entronizar en ella algún otro objeto. Se pesa el carácter TM 439 2 En un platillo se pone el requisito divino y en el otro el carácter del hombre, y la balanza del santuario celestial decide la suerte de todo hombre para la eternidad. Mirad esto, los que habéis vivido descuidadamente y habéis considerado el pecado con liviandad. Durante años habéis ignorado vuestra responsabilidad hacia Dios--años en que os habéis entregado egoístamente a una conducta prohibida. Considerad el carácter perfecto, inmutable, de la ley, cuyos requisitos habéis defendido verbalmente La ley demanda obediencia perfecta, indeclinable. En este último platillo se coloca también el pecado, la insensatez, el engaño, los pensamientos impuros, las acciones impías; y el mayor o menor peso determina la felicidad o la desgracia de los individuos; y sobre la balanza de muchos se pone la siguiente inscripción: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". TM 440 1 ¿Querrán considerar sus propios casos los destinatarios de esta carta, sin pronunciar sentencia sobre algún otro, sino examinando su propio carácter a la luz de la ley de Dios? TM 440 2 ¿Ha sido transformado vuestro carácter? ¿Ha sido reemplazada la oscuridad por la luz, el amor al pecado por el amor a la pureza y la santidad? ¿Os habéis convertido, vosotros que estáis ocupados en enseñar la verdad a otros? ¿Se ha producido en vosotros un cambio cabal y radical? ¿Habéis entretejido a Cristo en vuestro carácter? Necesitáis tener certeza absoluta de ello. ¿Se ha levantado el Sol de justicia y ha estado brillando sobre vuestra alma? Si tal es el caso, vosotros lo sabéis; y si no sabéis si estáis convertidos o no, no prediquéis un solo sermón desde el púlpito hasta que lo sepáis. ¿Cómo podéis guiar a las almas a la fuente de la vida si vosotros mismos no habéis bebido de ella? ¿Sois simuladores o sois realmente hijos de Dios? ¿Estáis sirviendo a Dios, o a los ídolos? ¿Habéis sido transformados por el Espíritu de Dios, o estáis todavía muertos en vuestras transgresiones y pecados? Ser hijos de Dios significa más de lo que muchos sueñan, porque no se han convertido. Se pesa a los hombres en la balanza y se los halla faltos cuando viven cometiendo algún pecado conocido. Es el privilegio de todo hijo de Dios ser un verdadero cristiano momento tras momento; entonces tienen todo el cielo de su parte. Tiene a Cristo morando por la fe en su corazón. TM 441 1 Un alma unida con Cristo, que come su carne, bebe su sangre, acepta toda palabra que sale de la boca de Dios y vive de ella, luchará contra toda transgresión y toda insinuación del pecado. Llega a ser cada día más semejante a una luz refulgente, llega a ser cada día más victoriosa. Va avanzando de fuerza en fuerza, no de debilidad en debilidad. TM 441 2 Que nadie engañe a su propia alma en este asunto. Si albergáis orgullo, estima propia, amor a la supremacía, vanagloria, ambición impía, murmuración, descontento, amargura, maledicencia, mentira, engaño, calumnia, Cristo no está morando en vuestro corazón, y es evidente que tenéis la mente y el carácter de Satanás, no el de Cristo Jesús, que era manso y humilde de corazón. Debéis tener un carácter cristiano que prevalezca. Podéis tener buenas intenciones, buenos impulsos, podéis explicar la verdad en forma clara, pero no sois idóneos para el reino de los cielos. Hay en vuestro carácter material vil, que destruye el valor del oro. No habéis alcanzado la norma. El sello de lo divino no está sobre vosotros. El horno de fuego os consumiría, porque sois oro sin valor, falsificado. TM 441 3 Debe haber completa conversión entre los que pretenden conocer la verdad; de otra manera, caerán en el día de la prueba. El pueblo de Dios debe alcanzar una norma elevada. Debe ser nación santa, pueblo adquirido por Dios, linaje escogido, celoso de buenas obras. Dirigid vuestro corazón hacia Sion TM 441 4 Cristo no murió por vosotros para que pudierais tener las pasiones, los gustos y los hábitos de los hombres del mundo. Es difícil distinguir los que sirven a Dios de los que no le sirven porque hay tan poca diferencia de carácter entre los creyentes y los no creyentes. No podéis servir a Dios y a Belial. Los hijos de Dios pertenecen a una nación diferente: el imperio de la pureza y la santidad. Son la nobleza del cielo. El sello de Dios está sobre ellos. Tan evidente y perceptible es esto, que ese contraste provoca la enemistad del mundo contra ellos. Exhorto a cada uno de los que pretenden ser hijos de Dios que nunca olviden esta gran verdad, que necesitamos que el Espíritu de Dios esté dentro de nosotros para alcanzar el cielo y que Cristo obre sin interferencias de nuestra parte para que tengamos lugar en la herencia inmortal. TM 442 1 Los que pueden amar, tan avasalladora y apasionadamente a seres humanos, hombres o mujeres, adoran a un ídolo al dedicarle los afectos de su corazón. Una de las características de los hijos de Dios es que el cielo es el objeto de su conversación, sus simpatías, su desbordante amor y afecto. ¿Cuál es la nota predominante de vuestros sentimientos, vuestros gustos, vuestras inclinaciones? ¿Hacia dónde se dirige la corriente principal de vuestras simpatías, vuestros afectos, vuestra conversación, vuestros deseos? TM 442 2 Nadie entra por los portales de gloria a menos que oriente su corazón en esa dirección. Meditad entonces en estas preguntas: ¿Ocupan las cosas terrenales vuestro primer interés? ¿Son puros vuestros pensamientos? ¿Estáis respirando la atmósfera del cielo? ¿Lleváis con vosotros los miasmas de la corrupción? ¿Ama y adora vuestro corazón a una mujer a quien no tenéis derecho de amar? ¿Dónde está vuestro corazón? ¿Dónde está vuestro tesoro? ¿Dónde está vuestro dios? ¿Habéis estado lavando las vestiduras de vuestro carácter emblanqueciéndolas en la sangre del Cordero, o estáis mancillándolas con la contaminación moral? Aplíquense esto a sí mismos los ministros del Evangelio. Tenéis el bendito privilegio de comprender las Escrituras, pero, ¿buscáis sinceramente la gloria de Dios? ¿Sois fervientes y consagrados? ¿Estáis sirviendo a Dios con pureza y en la hermosura de la santidad? Preguntaos sinceramente: ¿Soy yo un hijo de Dios, o no lo soy? TM 443 1 "Vosotros sois la luz del mundo". ¡Qué impresión produjo sobre Darío la conducta de Daniel! Este vivió una vida pura y santa. Dios estaba primero para él. Cuando el verdadero cristianismo reina en el corazón, se revela en el carácter. Todos reconocerán que los tales han estado con Jesús. Los afectos deben ser íntegramente consagrados a Dios. Se necesita una reforma cabal TM 443 2 Necesitamos una reforma cabal en todas nuestras iglesias. El poder convertidor de Dios debe entrar en la iglesia. Buscad al Señor con todo fervor, quitad de en medio vuestros pecados y quedaos en Jerusalén hasta que seáis investidos de poder de lo alto. Permitid que Dios os aparte para la obra. Purificad vuestras almas por la obediencia a la verdad. La fe sin obras es muerta. No posterguéis el día de la preparación. No dormitéis desapercibidos, sin tener aceite en las vasijas con vuestras lámparas. Nadie permita que su seguridad con respecto a la eternidad dependa de una mera posibilidad. No permitáis que este asunto quede en peligrosa incertidumbre. Preguntaos a vosotros mismos con fervor: ¿Estoy yo entre los salvados, o entre los perdidos? ¿Estaré en pie o no estaré? Sólo el limpio de manos y puro de corazón estará en pie en aquel día. "Purificaos" TM 444 1 Exhorto a los ministros que han estado manejando la Palabra de Dios: "Purificaos, los que lleváis los utensilios de Jehová". Pregunto a los que han estado escuchando las verdades desde el púlpito: ¿Cuáles son vuestros sentimientos mientras esperáis aquel gran día? Cada uno de vosotros tiene un interés individual, personal, en aquel día. Podéis estar seguros de que Dios no será burlado con simulaciones. ¿Tenéis el vestido de bodas? TM 444 2 Oímos ahora acerca de terremotos en diversos lugares, incendios, tempestades, desastres por mar y tierra, pestilencias, hambres. ¿Qué influencia tienen estas señales sobre vosotros? Este es solamente el comienzo de lo que ha de acontecer. La descripción del día de Dios se nos da por medio de Juan el Revelador. Juan oyó el clamor de las muchedumbres aterrorizadas: "El gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?" El apóstol mismo estaba aterrado y abrumado. ¿Cuál es vuestro refugio para aquel día? TM 444 3 Si han de producirse tales escenas, si han de caer tan tremendos juicios sobre un mundo culpable, ¿cuál será el refugio del pueblo de Dios? ¿Cómo serán protegidos hasta que pase la indignación? Juan ve los elementos de la naturaleza--terremotos, tempestades y lucha política--bajo el símbolo de cuatro ángeles que los retienen. Estos vientos están bajo control hasta que Dios ordena soltarlos. Ahí está la seguridad de la iglesia de Dios. Los ángeles de Dios obedecen su mandato al retener los vientos de la tierra para que no soplen sobre ésta, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Al ángel poderoso se lo ve subiendo del este (o de donde sale el sol). El más poderoso de los ángeles tiene en su mano el sello del Dios vivo, el único que puede dar vida, que puede poner la señal o inscripción sobre las frentes de aquellos a quienes se les concederá la inmortalidad, la vida eterna. Es la voz de este ángel encumbrado la que tiene autoridad para ordenar a los cuatro ángeles que mantengan en jaque los cuatro vientos hasta que esa obra sea realizada, y hasta que él ordene que sean soltados. TM 445 1 Los que venzan el mundo, la carne y el diablo, serán los favorecidos que recibirán el sello del Dios vivo. Los que no sean limpios de manos, cuyos corazones no sean puros, no tendrán el sello del Dios vivo. Los que estén premeditando el pecado y ejecutándolo, serán pasados por alto. Sólo los que, en su actitud ante Dios, ocupan el lugar de los que se arrepienten y confiesan sus pecados en el grande y verdadero día de expiación, serán reconocidos y señalados como dignos de la protección de Dios. Los nombres de los que firmemente esperan y anhelan vigilantes la aparición de su Salvador--más ferviente y anhelosamente que los que esperan la mañana--se contarán entre los sellados. Los que, por disponer de toda la luz de la verdad que brilla sobre sus almas, debieran obrar de acuerdo con la fe que profesan, pero son hechizados por el pecado, albergan ídolos en su corazón, corrompen sus almas delante de Dios y mancillan a los que se unen con ellos en el pecado, sus nombres serán borrados del libro de la vida y serán dejados en la oscuridad de la medianoche, sin aceite en sus vasijas juntamente con sus lámparas. "A vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia y en sus alas traerá salvación". TM 445 2 Este sellamiento de los siervos de Dios es el mismo que se le mostró a Ezequiel en visión. Juan también fue testigo de esta notable revelación. Vio el mar y las ondas rugientes, y los corazones de los hombres desfalleciendo de temor. Observó la tierra que se sacudía, las montañas transportadas al medio del mar (lo que ocurre literalmente), las aguas que rugían agitadas y las montañas sacudidas por las olas. Se le mostraron las plagas, las pestilencias, el hambre y la muerte mientras llevaban a cabo su terrible misión. "Escapa por tu vida" TM 446 1 El mismo ángel que visitó a Sodoma está dando la amonestación: "Escapa por tu vida". Las copas de la ira de Dios no pueden ser derramadas ni destruidos los impíos y sus obras hasta que todo el pueblo de Dios haya sido juzgado, y los casos de los vivos así como los de los muertos estén decididos. Y aun después que los santos hayan sido sellados con el sello del Dios vivo, sus elegidos pasarán individualmente por pruebas. Vendrán aflicciones personales; pero un ojo que no permitirá que el oro sea consumido vigila el horno estrechamente. La indeleble marca de Dios está sobre ellos. Puede afirmar que su propio nombre está escrito allí. El Señor los ha sellado. Su destino está escrito: "DIOS, NUEVA JERUSALEN". Son propiedad del Señor, su posesión. TM 446 2 ¿Será puesto este sello sobre los que tienen mentes impuras, sobre el fornicario, el adúltero, el hombre que codicia la mujer de su prójimo? Que vuestras almas contesten la pregunta: ¿Cumple mi carácter los requisitos esenciales para que pueda recibir un pasaporte que me permita ir a las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que sean aptos? La santidad debe estar incorporada a nuestro carácter. TM 446 3 Dios me ha mostrado que mientras se estén cumpliendo en torno de nosotros las señales de los tiempos, mientras oigamos, por así decirlo, el paso de las huestes del cielo que cumplen su misión, habrá hombres inteligentes, hombres que ocuparán puestos de responsabilidad, que estarán colocando madera podrida en el edificio de su carácter, material que arderá en el día de Dios y que decidirá que son ineptos para entrar en las mansiones celestiales. Han rehusado despojarse de los vestidos sucios; se han aferrado a ellos como si fueran de precioso valor. Perderán el cielo y una dichosa eternidad a causa de ello. TM 447 1 Os exhorto a vosotros, los que servís en las cosas sagradas, a ser hombres convertidos antes de salir a desempeñar vuestra parte en la causa de mi Maestro. Ahora es tiempo de que busquéis una preparación y una idoneidad para la terrible prueba que nos espera: esa santidad sin la cual nadie verá a Dios. Que diga: mi camino está encubierto al Señor; Dios no toma conocimiento de mis caminos. Quizá ahora no sea demasiado tarde. Ahora puede ser que os podáis arrepentir. Pero aun cuando se escriba el perdón frente a vuestros nombres, soportaréis un daño terrible, porque permanecerán las cicatrices que habéis producido en vuestra alma. Sed hombres convertidos TM 447 2 ¡Oh! ¿Cómo pueden desafiar la ira y los juicios del Señor los que tienen la luz de la verdad, la gran luz que les fue dada por Dios, pecando contra él y haciendo precisamente las cosas que Dios les ha dicho en su Palabra que no hagan? ¿Cómo pueden estar tan cegados por Satanás como para deshonrar a Dios en su misma presencia y mancillar sus almas pecando a sabiendas? Dice el apóstol: "Hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres". Estos pecadores en Sion--¿los llamaré hipócritas?--preguntarán: ¿De qué manera soy yo un espectáculo ante el mundo, los ángeles y los hombres? Responda cada uno por sí mismo: Mediante el mal uso de la luz, los privilegios y las misericordias que Dios me ha dado, mediante actos indecorosos que corrompen y contaminan el alma. Al profesar conocer a Dios, ¿lo excluyo de mis pensamientos poniendo en su lugar un ídolo? Con mi ejemplo, ¿induzco a otras mentes a considerar livianamente el pecado? ¿Soy yo una evidencia de relajación moral ante el mundo? ¿Doy a los ángeles un espectáculo de acciones indecentes y de contaminación moral del cuerpo? El apóstol nos exhorta: "Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios". La norma de Dios TM 448 1 Dios tiene una ley, y ésta es la gran norma de justicia. Todo el que ha abusado de la misericordia de Dios y ha practicado la iniquidad, será juzgado de acuerdo con sus obras. Dios os ha amonestado a apartaros de toda iniquidad. El os ha ordenado individualmente que resistáis al diablo, no que lo alojéis como un huésped honrado. Ha llegado el momento en que Jerusalén será escudriñada como con velas encendidas. Dios está activo examinando el carácter, ponderando el valor moral y pronunciando sentencias sobre los casos individuales. Puede no ser demasiado tarde para que los que han pecado sean celosos y se arrepientan: "Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte". Esta tristeza es engañosa. No hay verdadera virtud en ella. No percibe el carácter odioso del pecado, pero sí hay un dolor y pena de que el pecado sea conocido por otros; de modo que no hay confesión, excepto el reconocimiento de las cosas ya reveladas y que no pueden ser negadas. TM 448 2 Esta es la tristeza del mundo que produce muerte y apacigua la conciencia, mientras se sigue albergando el pecado, que sería cometido de la misma manera si se presentara la oportunidad y no pudiese ser descubierto. "Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto". Aquí podemos ver cuál es el deber de la iglesia hacia aquellos cuya conducta es enteramente contraria a la luz que han recibido. ¿Se pondrán los hijos de Dios decididamente del lado de la Biblia, o serán peores que los incrédulos dando argumentos a éstos para vituperar a Cristo y la verdad, porque no cumplen con fe y obediencia los requisitos del Evangelio, mediante una vida decorosa y un carácter santo? No perdamos nuestro celo espiritual TM 449 1 Los que pretenden tener la luz de la verdad no han llenado las condiciones de las cuales depende el cumplimiento de las promesas ni han sido merecedores de la gracia de Cristo. El carácter y el servicio de la iglesia deben estar de acuerdo con los talentos recibidos. Su fe y su obediencia deberían estar a la altura que habría alcanzado en elevación moral y espiritual si hubiese aprovechado fielmente su luz y sus oportunidades. TM 449 2 Pero muchos--no pocos, sino muchos--han estado perdiendo su celo espiritual y su consagración, apartándose de la luz que constantemente aumentaba, cada vez más su esplendor, y han rehusado andar en la verdad porque su poder santificador sobre el alma no era lo que ellos deseaban. Podrían haber sido renovados en santidad y haber alcanzado la norma elevada que demanda la Palabra de Dios: pero la condenación está sobre ellos. Muchos ministros y muchos hermanos están en tinieblas. Han perdido de vista al Guía, la Luz del mundo; y su culpa está en proporción a la gracia y la verdad abierta ante su comprensión, que ha sido abundante y poderosa. Elevad la norma TM 450 1 Dios pide que su pueblo eleve la norma. La iglesia debe manifestar su celo por Dios al tratar con aquellos que, mientras profesan gran fe, han estado exponiendo a Cristo a vituperio. Han puesto en peligro la verdad. Han sido centinelas infieles. Han acarreado reproche y deshonor sobre la causa de Dios. Ha llegado el tiempo de realizar esfuerzos valientes y denodados para desembarazar a la iglesia del fango y la suciedad que están empañando su pureza. La iglesia de Cristo está llamada a ser santa y poderosa, el renombre y la alabanza de toda la tierra. Ha sido abierto un manantial para Judá y para Jerusalén, para purificar de toda inmundicia y pecado. El pueblo de Dios, al que le ha sido encomendada la sagrada verdad, está sufriendo una pasmosa apostasía. La fe, el servicio y las obras de la iglesia deben ser comparados con lo que podrían haber sido si su tendencia hubiera sido constantemente hacia adelante y hacia arriba, de acuerdo con la gracia y la santa verdad que recibió. TM 450 2 Los miembros individuales de la iglesia cristiana serán pesados en esta balanza del santuario; y si su carácter moral y su estado espiritual no corresponden a los beneficios y las bendiciones que se les han conferido, serán hallados faltos. Si no aparece el fruto, Dios no es glorificado. TM 450 3 "Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido". TM 451 1 El que se ha apartado de Dios no parece advertir la situación en que se encuentra. ¿Ha sido quitado el candelero de su lugar? Exhorto a todos los que descansan despreocupadamente en su actual estado de muerte espiritual, a que se despierten y se levanten de los muertos, y Cristo los alumbrará. Muchos descansan tan contentos como si la nube de día y la columna de fuego de noche los protegiera y los guiara. Muchos profesan conocer a Dios, y sin embargo lo niegan en sus obras. Consideran que forman parte del pueblo adquirido y escogido por Dios, que tiene un mensaje especial y solemne que ha sido confiado a su cuidado para santificar sus vidas y para ser dado al mundo; sin embargo, el poder de la verdad escasamente se siente o se manifiesta en nuestro medio en una obra ferviente para Dios. ¡Cuán densas son nuestras tinieblas, y no lo advertimos! La luz no ha disminuido, pero nosotros no andamos en sus rayos. Un engaño terrible TM 451 2 ¿Qué engaño mayor puede confundir la mente humana que aquel en virtud del cual los individuos se jactan de que tienen la verdad, que se hallan afirmados sobre el único fundamento seguro y que Dios acepta sus obras porque están activamente empeñados en algún trabajo en la causa de Dios, cuando en realidad están pecando contra él, pues andan en forma contraria a la voluntad expresa de Dios? Trabajan mecánicamente, como máquinas, pero les falta la preparación del corazón, la santificación del carácter. Las cosas sagradas y santas son rebajadas al nivel de las cosas comunes, y una religiosidad barata está apoderándose de nuestras iglesias. El servicio está degenerando en poco más que una forma. TM 451 3 La norma debe ser elevada. La obra debe tener un molde más alto. Debe haber un abandono de las costumbres y los procedimientos del mundo, una separación. Tanto los pastores como el pueblo deben ascender a una plataforma más alta. Debe incorporarse mucho más de Jesús y su mansedumbre, su benignidad, su humildad, su abnegación, su pureza, su verdadera bondad y nobleza de carácter, en la experiencia y el carácter de todo aquel que pretende estar desempeñando alguna parte en la sagrada obra de Dios. TM 452 1 Sea la Palabra de Dios la guía y la regla de la vida. Sea obedecida esa Palabra, que expresa los mandamientos que él ha revelado. Dios ordena que cada uno contribuya con todas sus facultades como un ser responsable, para hacer su voluntad claramente especificada. Si hacéis esto, se echará de ver. El luchar contra los defectos inherentes de vuestro carácter, que se oponen a vuestro progreso espiritual, es una prueba de que estáis haciendo la parte de la obra que os corresponde. TM 452 2 Que nadie diga que está dominado por sentimientos y afectos indebidos, por el amor ilícito, y que no puede deshacerse de ellos. Esto es un engaño. Acariciáis el mal; lo fortalecéis. Lo amáis más que a la verdad, la pureza, la justicia. No os aferráis a la ayuda divina, desasiéndoos de las amistades dañinas y peligrosas. Os entregáis dócilmente a un mal proceder, como si no fuerais moralmente libres. Estudiad con oración la Palabra de Dios, cumplid sus demandas con firmeza y resolución, como lo hicieron José y Daniel. Echad mano de la ayuda que Dios os ha prometido. Debéis escoger TM 452 3 ¿Os obligará Dios a obedecer? ¿Forzará él vuestra voluntad? Nunca. El Señor os ha dotado de talentos, inteligencia y raciocinio. El ha enviado del cielo a su Hijo unigénito para que abriera un camino para vosotros y para poner a vuestro alcance la inmortalidad. ¿Qué explicación podéis dar a Dios por vuestra debilidad, vuestra desobediencia, vuestra impureza, vuestros malos pensamientos y acciones? TM 453 1 Dios ha señalado medios, si nosotros los usamos con diligencia y con oración, para que ningún navío naufrague, sino que capee la tempestad y ancle finalmente en el puerto de la gloria. Pero si despreciamos y descuidamos estas provisiones y privilegios, Dios no obrará un milagro para salvar a ninguno de nosotros y nos perderemos como Judas y Satanás. TM 453 2 No penséis que Dios va a hacer un milagro para salvar a las almas débiles que albergan el mal, que practican el pecado, o que va a introducir algún elemento sobrenatural en sus vidas para elevarlas del ámbito del yo a una esfera más alta donde la tarea sea comparativamente fácil y no requiera ningún esfuerzo especial, ninguna lucha especial, ninguna crucifixión del yo; todos los que se demoran en el campo de Satanás esperando que esto se haga, perecerán con los obradores del mal. Serán repentinamente destruidos, y ya no habrá remedio. TM 453 3 Si Dios ha hecho provisión para que el hombre tenga la vida eterna, tiene formas de capacitarlo para que ejercite la santidad en su vida. Todos los que quieren dar evidencia de que han echado mano de la vida futura, demostrarán en forma práctica por medio de su vida y su carácter que están viviendo en novedad de vida, en pureza y santidad aquí, cumpliendo con lo que ha sido revelado. TM 453 4 El camino al cielo ha sido abierto a un costo infinito que han pagado el Padre y el Hijo. ¿Estamos avanzando individualmente por ese camino, cumpliendo con las condiciones? ¿Estáis vosotros en el camino? ¿Estáis siguiendo al Guía, la Luz de la vida? ¿Predestinados para qué? TM 453 5 Hallamos una sola predestinación en la Palabra de Dios, de individuos y de un pueblo, a saber, que el hombre está predestinado a ser salvo. Muchos han mirado hacia el final, pensando que estaban seguramente predestinados para gozar de la bienaventuranza celestial; pero ésta no es la predestinación que revela la Biblia. El hombre está predestinado a ocuparse en su propia salvación con temor y temblor. Está predestinado a ponerse la armadura, para pelear la buena batalla de la fe. Está predestinado a usar los medios que Dios ha puesto a su alcance a fin de combatir contra toda mala concupiscencia mientras Satanás está jugando el juego de la vida por su alma. Está predestinado a velar y orar, para escudriñar las Escrituras, para evitar caer en la tentación. Está predestinado para tener fe constantemente. Está predestinado a ser obediente a toda palabra que sale de la boca de Dios, para que pueda ser no sólo oidor, sino hacedor de la Palabra. Esta es la predestinación bíblica. TM 454 1 Debido a que se ha concedido gran luz, debido a que los hombres, como los príncipes de Israel, han ascendido al monte y han disfrutado del privilegio de la comunión con Dios y se les ha permitido morar a la luz de su gloria, es un engaño fatal el que estas personas así favorecidas piensen que después pueden pecar y corromper sus caminos delante de Dios y seguir actuando como si hicieran su voluntad, como si él no tomara en cuenta sus pecados porque han sido tan honrados por el Señor. La gran luz y los privilegios concedidos exigen frutos de virtud y santidad correspondientes con la luz que les fue dada. Todo lo que sea menos que esto, Dios no lo aceptará. TM 454 2 Pero estas grandes manifestaciones de Dios nunca debieran arrullar al hombre en una falsa seguridad e inducirlo al descuido. Nunca debieran abrir la puerta al sensualismo o inducir a los que las hayan recibido a creer que Dios no será exigente con ellos porque él necesita de la habilidad y el conocimiento de ellos para realizar una parte en la gran obra. Todas estas ventajas son sus medios para inspirar ardor en el espíritu, fervor en el esfuerzo y exactitud en la realización de su santa voluntad. TM 455 1 Vosotros, hermanos míos, os cruzáis de brazos y os dejáis arrastrar hacia el mal proceder, y todavía esperáis que Dios obre un milagro para cambiar vuestros caracteres y obligaros a ser puros y santos. ¿Os expondréis anhelosamente a la tentación, esperando que Dios fuerce vuestra mente y vuestras inclinaciones para que no os corrompáis? ¿Llevaréis la víbora a vuestro seno, esperando que Dios la hechice de manera que no os envenene con su mordedura mortífera? ¿Beberéis veneno esperando que Dios proporcione un antídoto? Sed hombres de Dios TM 455 2 Aunque, bajo la dirección divina, hemos de usar los medios para salvar nuestra propia alma, no debemos depender solamente de lo que podemos hacer nosotros, pensando que podremos salvarnos a nosotros mismos. Aunque debemos trabajar con el corazón y el alma y las fuerzas, debemos hacerlo todo en Jesús y por medio de él. Pero la verdad tal como es en Jesús debe entrar en el corazón y en la vida, debe ser llevada a hogar y a la iglesia. Dios usará sus canales para que por ellos fluya su gracia. TM 455 3 ¡Ojalá que mis hermanos sean hombres de acuerdo con la acepción divina de la palabra y ocupen su lugar en la gran trama de la humanidad, dándose cuenta de que son parte del gran todo de Dios en la creación, en la redención! Solamente sed hombres, y ya estaréis progresando decididamente para ser cristianos. TM 455 4 Se han provisto los medios, y nadie tendrá ninguna excusa para el pecado. Si dejáis de vencer, hay razones para que esto ocurra. No queréis obedecer la verdad revelada de Dios; no queréis orar; no queréis luchar; no queréis guerrear contra los malos hábitos y los pensamientos impíos. ¿Sois vosotros más fuertes que Dios? ¿Podéis contender con el Eterno? ¿Os atrevéis a hacerlo? Si no estáis a cubierto de los juicios de Dios, a cubierto de su venganza, no sigáis más en vuestros malos caminos. Levantaos y tomad posición en contra de Satanás. Haced algo, y hacedlo ahora. Arrepentíos ahora, confesad vuestros pecados, abandonadlos. Un día de fuego y de tormenta está a punto de estallar sobre nuestro mundo. Conformad vuestra vida con las sencillas prescripciones de la Palabra de Dios. Buscad la ayuda del Espíritu de Dios orando y velando, y saldréis más que vencedores por medio de Aquel que os ha amado. Leed 1 Juan 4:10. Todo pertenece al señor TM 456 1 Aun la carne en la cual mora el alma pertenece al Señor. No tenemos derecho a descuidar parte alguna de la maquinaria viviente. Toda porción del organismo vivo pertenece al Señor. El conocimiento de nuestro propio organismo físico debe enseñarnos que todo miembro debe estar al servicio de Dios como instrumento de justicia. TM 456 2 Nadie sino Dios puede subyugar el orgullo del corazón humano. No podemos salvarnos a nosotros mismos. No podemos regenerarnos a nosotros mismos. En los atrios del cielo no se cantará ningún cántico que diga: A mí que me he amado, que me he lavado, que me he redimido a mí mismo, a mí sea tributada la gloria, la honra, la bendición y la alabanza. Sin embargo ésta es la nota tónica del cántico que muchos entonan aquí en este mundo. No saben lo que significa ser manso y humilde de corazón; y no se proponen saberlo, si pueden evitarlo. Todo el Evangelio consiste en que aprendamos de Cristo, su humildad y mansedumbre. TM 456 3 ¿Qué es la justificación por la fe? Es la obra de Dios que abate en el polvo la gloria del hombre, y hace por el hombre lo que éste no puede hacer por sí mismo (Special Testimonies to Ministers and Workers, No 9). ------------------------Capítulo 17--Exhortación y amonestación La necesidad del mundo TM 457 1 En este siglo que se jacta de sus luces, la iglesia cristiana enfrenta un mundo que yace en las tinieblas de la medianoche, casi totalmente entregado a la idolatría. Un desprecio casi universal por la ley de Jehová está asemejando rápidamente al mundo a las ciudades de Sodoma y Gomorra. Como en los días anteriores al diluvio, la violencia llena la tierra. Los juegos de azar y el robo están llegando a ser males comunes. El uso de licores embriagantes está aumentando. Muchos que han seguido su propia voluntad no santificada tratarán de poner fin a su vida por el suicidio. La iniquidad y el crimen de toda clase se hallan en las altas esferas de la tierra, y los que consienten en estos errores están tratando de proteger del castigo a los culpables. Ni la centésima parte de la corrupción que existe es expuesta al mundo. Poco se conoce de la crueldad que hay en la tierra. La maldad de los hombres casi ha alcanzado su límite. TM 457 2 De muchas maneras Satanás está revelando que él gobierna el mundo. Está influyendo en los corazones de los hombres y corrompiendo sus mentes. Los hombres que ocupan altos puestos dan evidencia de que sus pensamientos son de continuo el mal. Muchos buscan riquezas y no tienen escrúpulos en acrecentar sus fortunas por medio de transacciones fraudulentas. El Señor permite que estos hombres se expongan el uno al otro en sus malas acciones. Algunos de sus inicuos procedimientos están siendo expuestos ante el mundo para que los hombres reflexivos que todavía tienen el íntimo deseo de ser honrados y justos con sus semejantes entiendan por qué Dios está comenzando a enviar sus juicios sobre la tierra. El Señor castigará seguramente al mundo por su iniquidad; "la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos". . . TM 458 1 El Señor en su compasión está tratando de alumbrar el entendimiento de los que ahora andan a tientas en la oscuridad del error. Está demorando sus juicios sobre un mundo impenitente para que sus portaluces puedan buscar y salvar lo que se había perdido. El exhorta a su iglesia en la tierra a despertar del letargo en que Satanás ha tratado de sumirla, y cumplir la obra que el cielo le ha señalado de iluminar al mundo. Su mensaje a su iglesia en este tiempo es: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti". Para estar a la altura de las condiciones existentes en el tiempo cuando las tinieblas cubren la tierra y la oscuridad las naciones, la iglesia de Dios ha sido comisionada para cooperar con Dios en esparcir la luz de la verdad bíblica. A los que tratan de hacer fielmente su parte como portadores de la preciosa luz se les da esta seguridad: "Mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento". TM 458 2 El mundo hoy tiene una clamorosa necesidad de una revelación de Cristo Jesús en la persona de sus santos. Dios desea que sus hijos estén ante el mundo como pueblo santo. ¿Por qué? Porque hay un mundo que salvar por medio de la luz de la verdad evangélica; y a medida que el mensaje de verdad que ha de llamar a los hombres de las tinieblas a la luz maravillosa de Dios sea dado por la iglesia, la vida de sus miembros, santificada por el Espíritu de verdad, ha de ser un testimonio de la veracidad del mensaje proclamado. TM 458 3 Dios desea que sus hijos se coloquen en la debida relación con él para que puedan entender lo que el Señor exige de ellos por encima de cualquier otra cosa. Han de revelar a toda alma que lucha en el mundo lo que significa "hacer justicia, y amar misericordia" y humillarse ante su Dios. Dondequiera que estén, en el hogar o fuera de él, han de ser su pueblo observador de los mandamientos. Han de tener la seguridad de que sus pecados están perdonados y de que son aceptados como hijos del Altísimo. . . El éxito asegurado TM 459 1 El mundo se halla necesitado de la verdad salvadora que Dios ha confiado a su pueblo. El mundo perecerá a menos que llegue a conocer a Dios por medio de sus agentes escogidos. Con el poder del Espíritu Santo, los colaboradores de Dios han de trabajar con celo incansable y esparcir por el mundo la luz de la preciosa verdad. Al ir por los caminos y los vallados, al trabajar en los lugares desiertos de la tierra, en su país o en regiones lejanas, verán la salvación de Dios revelada de una manera notable. TM 459 2 Los fieles mensajeros de Dios deben tratar de hacer avanzar la obra del Señor en la forma en que él lo ha señalado. Han de colocarse a sí mismos en estrecha relación con el gran Maestro para que puedan ser enseñados diariamente por Dios. Han de luchar con Dios en oración ferviente por el bautismo del Espíritu Santo, para que puedan llenar las necesidades de un mundo que perece en el pecado. Toda potestad es prometida a aquellos que salen con fe a proclamar el Evangelio eterno. A medida que los siervos de Dios lleven al mundo el mensaje vivo que acaban de recibir del trono de la gloria, la luz de la verdad brillará como una lámpara que arde, alcanzando con su luz toda región del mundo. Así las tinieblas del error y la incredulidad serán disipadas de la mente de los sinceros de corazón en todos los países, que buscan ahora a Dios, "si en alguna manera, palpando, puedan hallarle". El peligro de adoptar procedimientos mundanos en la obra de Dios TM 460 1 El 3 de noviembre de 1890, mientras trabajaba en Salamanca, Nueva York, [veasé el Apéndice.] y cuando me encontraba en comunión con Dios durante la noche, fui arrebatada y llevada a reuniones que se realizaban en diferentes estados donde presenté un decidido testimonio de reprensión y amonestación. En Battle Creek estaba sesionando una junta de pastores y hombres responsables de la casa editora y de otras instituciones, y oí que los que se hallaban reunidos, con un espíritu no amable, expresaban sentimientos e instaban a tomar medidas que me llenaron de aprensión y angustia. TM 460 2 Años antes había sido llamada a pasar por una experiencia similar, y el Señor entonces me reveló muchas cosas de vital importancia y me dio amonestaciones que debían ser dadas a los que estaban en peligro. En la noche del 3 de noviembre, esas amonestaciones fueron traídas a mi mente y se me ordenó que sin desmayar ni desanimarme las presentara ante los que ocupaban puestos de responsabilidad y confianza. Se presentaron ante mí cosas que no podía comprender; pero se me dio la seguridad de que el Señor no permitiría que sus hijos fueran rodeados de la niebla del escepticismo y la incredulidad mundanos, atados en manojos con el mundo, pero que si tan sólo querían oír y seguir su voz, prestando obediencia a sus mandamientos, él los guiaría por encima de las neblinas del escepticismo y la incredulidad y colocaría sus pies sobre la Roca, donde podrían respirar la atmósfera de la seguridad y el triunfo. TM 461 1 Mientras estaba en ferviente oración, perdí conciencia de cuanto me rodeaba; la habitación se llenó de luz y estaba presentando un mensaje a una asamblea que parecía ser el Congreso de la Asociación General. Fui impulsada por el Espíritu de Dios a hacer una ferviente exhortación, porque tenía la impresión de que grandes peligros estaban delante de nosotros en el corazón de la obra. Había estado, y aún estaba agobiada de angustia mental y física, embargada por el pensamiento de que debía llevar un mensaje a nuestros hermanos de Battle Creek para amonestarlos contra una manera de proceder que excluiría a Dios de la casa editora. Reprensión para la iglesia TM 461 2 Los ojos del Señor estaban fijos en su pueblo y reflejaban dolor mezclado con desagrado; se pronunciaron las siguientes palabras: "Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido". TM 461 3 El que lloró sobre el impenitente Israel, al ver su ignorancia respecto de Dios y de Cristo como su Redentor, observaba el corazón de la obra en Battle Creek. Un gran peligro amenazaba al pueblo, pero algunos no lo sabían. La incredulidad y la impenitencia cegaban sus ojos y confiaban en la sabiduría humana para la conducción de los más importantes intereses de la causa de Dios en relación con la obra de publicaciones. En la debilidad del juicio humano, los hombres reunían en sus manos finitas las líneas de control, mientras que la voluntad de Dios, el camino y el consejo de Dios, no se buscaban como algo indispensable. Hombres de una voluntad obstinada y férrea, tanto dentro como fuera de la oficina, se confederaban [veasé el Apéndice.] decididos a tomar ciertas medidas de acuerdo con su propio juicio. Necesidad de discernimiento espiritual TM 462 1 Les dije: "No podéis hacer esto. El manejo de estos vastos intereses no puede ser confiado totalmente a los que revelan poseer poca experiencia en las cosas de Dios y no tienen discernimiento espiritual. No se debe debilitar la confianza del pueblo de Dios, en todas nuestras filas, debido a las deficiencias administrativas de algunos hombres falibles, en relación con los importantes intereses que se encuentran en el gran corazón de la obra, que tienen una influencia decisiva sobre nuestras iglesias de los Estados Unidos y de los países extranjeros. Si colocáis vuestras manos en la obra de publicaciones, ese gran instrumento de Dios, para poner vuestro molde e inscripción sobre ella, descubriréis que es peligroso para vuestras propias almas y desastroso para la obra de Dios. Será un pecado tan grande a la vista de Dios como lo fue el de Uza cuando extendió su mano para sostener el arca. Hay quienes han incursionado en las labores de otros hombres y todo lo que Dios les pide es que apliquen justicia, amen misericordia y anden humildemente con Dios, y trabajen concienzudamente como hombres empleados por la iglesia para hacer la obra confiada a sus manos. Algunos han dejado de hacerlo, y sus obras lo manifiestan. Cualquiera sea su puesto, cualquiera sea su responsabilidad, si tienen tanta autoridad como Acab, descubrirán que Dios está por encima de ellos y que su soberanía es suprema". TM 462 2 No debe haber unión con los incrédulos, ni debéis reunir a cierto número escogido de personas que piensan como vosotros, para que digan amén a todo lo que proponéis, mientras excluís a otros que pensáis no estarán de acuerdo con vosotros. Se me mostró que era sumamente peligroso hacer esto. TM 463 1 "Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo: No llaméis conspiración [confederación] a todos las cosas que este pueblo llama conspiración [confederación]; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. . . ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido". El mundo no ha de ser nuestro criterio. Permitid que el Señor obre; permitid que la voz de él sea oída. No debe haber alianza con los incrédulos TM 463 2 Los que están empleados en cualquier departamento de la obra por medio de la cual el mundo puede ser transformado, no deben entrar en alianza con los que desconocen la verdad. El mundo no conoce al Padre ni al Hijo y no tiene discernimiento espiritual en cuanto al carácter de nuestra obra, en cuanto a lo que debemos o no debemos hacer. Tenemos que obedecer las órdenes que vienen de arriba. No hemos de escuchar el consejo o seguir los planes sugeridos por los incrédulos. Las sugestiones de los que no conocen la obra que el Señor está haciendo para este tiempo, contribuirán a debilitar el poder de los instrumentos de Dios. Al aceptar esas sugerencias, se anula el consejo de Cristo... TM 463 3 El ojo del Señor vigila toda la obra, todos los planes, todas las imaginaciones de toda mente; ve debajo de la superficie de las cosas, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. No hay hecho tenebroso, no hay plan, no hay una imaginación del corazón, no hay un pensamiento de la mente que él no lea como si fuera un libro abierto. Todo acto, toda palabra, todo motivo es fielmente registrado en los libros por el gran Escudriñador del corazón que dijo: "Yo conozco tus obras". TM 464 1 Se me mostró que las insensateces de Israel en los días de Samuel se repetirán entre el pueblo de Dios en nuestros días, a menos que haya más humildad, menos confianza en el yo y más confianza en el Señor Dios de Israel, el Gobernante del pueblo. Sólo cuando el poder divino se combine con el esfuerzo humano la obra resistirá la prueba. Cuando los hombres ya no se apoyen en sus semejantes o en su propio juicio, sino que hagan de Dios su confianza, ello se verá en cada caso mediante la humildad de espíritu, el hablar menos y el orar mucho más, y por medio de la cautela manifestada en sus planes y movimientos. Tales hombres revelarán que dependen de Dios y que tienen la actitud de Cristo. Confiando en los hombres TM 464 2 Una y otra vez se me ha mostrado que el pueblo de Dios en estos últimos días no puede estar seguro si confía en los hombres y hace de la carne su brazo. La poderosa herramienta de la verdad los ha apartado del mundo como piedras toscas que deben ser cinceladas, pulidas y escuadradas para el edificio celestial. Deben ser cincelados por los profetas mediante reprensiones, amonestaciones, admoniciones y consejos, para que puedan ser conformados al Modelo divino; ésta es la obra específica del Consolador, transformar el corazón y el carácter, para que los hombres guarden el camino del Señor. . . TM 464 3 Desde 1845 a menudo se me han presentado claramente los peligros que debe enfrentar el pueblo de Dios, como asimismo los que se cernirán en torno del remanente en los últimos días. Se me ha revelado también el desarrollo de estos peligros a través del tiempo hasta la actualidad. Grandes escenas están por manifestarse pronto delante de nosotros. El Señor viene con poder y grande gloria. Y Satanás sabe que su autoridad usurpada pronto llegará para siempre a su fin. Su última oportunidad de obtener el dominio del mundo está ahora ante él y hará los más decididos esfuerzos para destruir a los habitantes de la tierra. Los que creen en la verdad deben ser como fieles centinelas ubicados en la torre. En caso contrario Satanás les sugerirá razonamientos engañosos, y expresarán opiniones que traicionarán cometidos sacrosantos. La enemistad de Satanás contra lo bueno se manifestará más y más a medida que ponga en actividad sus fuerzas para llevar a cabo su última obra de rebelión, y toda alma que no esté plenamente entregada a Dios y protegida por el poder divino formará alianza con Satanás contra el cielo, y se unirá en la batalla contra el Gobernante del universo. TM 465 1 En una visión que se me dio en 1880, pregunté: "¿Dónde hay seguridad para el pueblo de Dios en estos días de peligro?" La respuesta fue: "Jesús intercede por su pueblo, aunque Satanás esté a su mano derecha para acusarlo". "Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?" Como Intercesor del hombre y su Abogado, Jesús guiará a todos los que estén dispuestos a ser guiados, diciendo: "Seguidme hacia arriba, paso a paso, adonde brilla la clara luz del Sol de justicia". TM 465 2 Pero no todos están siguiendo la luz. Algunos se están apartando del camino seguro, que a cada paso es una senda de humildad. Dios ha encomendado a sus siervos un mensaje para este tiempo, pero este mensaje no coincide en todos sus detalles con las ideas de todos los dirigentes, y algunos critican el mensaje y a los mensajeros. Se atreven incluso a rechazar las palabras de reprensión que se les envían de parte de Dios por medio de su Santo Espíritu. TM 466 1 ¿Qué poder tiene en reserva el Señor para alcanzar a los que han rechazado sus amonestaciones y reprensiones y han considerado que los testimonios del Espíritu de Dios no provienen de una fuente más alta que la sabiduría humana? En el juicio, ¿qué podréis ofrecer a Dios vosotros, los que habéis hecho esto, como excusa por apartaros de las evidencias que él os ha dado de que Dios estaba en la obra? "Por sus frutos los conoceréis". No quisiera repasar ahora ante vosotros las evidencias dadas en los dos años anteriores de la forma en que Dios ha obrado por medio de sus siervos escogidos; pero ante vosotros está la evidencia actual de que él está obrando, y tenéis ahora la obligación de creer. No podéis desatender los mensajes de amonestación de Dios; no podéis rechazarlos o tratarlos livianamente sino con peligro de experimentar una pérdida incalculable. Cómo se envilece el alma TM 466 2 Uno puede permitirse buscar faltas, ridiculizar y deformar deliberadamente el carácter de los demás, sólo a expensas del envilecimiento de su propia alma. El uso de tales armas no contribuye al logro de preciosas victorias por parte de vosotros; por el contrario envilece la mente y separa al alma de Dios. Se rebajan las cosas sagradas al nivel de las comunes y se crea una situación que agrada al príncipe de las tinieblas y entristece y ahuyenta al Espíritu de Dios. El buscar faltas y el criticar dejan el alma tan desprovista del rocío de la gracia como las colinas de Gilboa estaban privadas de lluvia. No se puede confiar en el juicio de los que acostumbran ridiculizar y deformar el carácter de los demás. No se le puede dar importancia a su consejo o a sus resoluciones. Debéis llevar las credenciales divinas antes de tomar medidas definidas que contribuyan a modelar la obra de Dios. TM 466 3 Acusar y criticar a los que Dios está empleando es acusar y criticar al Señor que los ha enviado. Todos necesitan cultivar sus facultades espirituales a fin de discernir correctamente las cosas religiosas. Algunos no han podido distinguir el oro puro del oropel, la sustancia de la sombra. TM 467 1 Los prejuicios y opiniones que prevalecieron en Minneapolis [veasé el Apéndice.] no han desaparecido de ninguna manera; las semillas que se sembraron allí en algunos corazones están listas para brotar y producir una cosecha semejante. La parte superior fue cortada, pero nunca se desarraigaron sus raices, y todavía producen su fruto impío para emponzoñar el juicio, pervertir las percepciones y cegar el entendimiento, con respecto al mensaje y los mensajeros, de aquellos con quienes os relacionáis. Cuando, mediante una confesión cabal, destruyáis la raíz de amargura, veréis luz en la luz de Dios. Si no hacéis esta obra a conciencia, jamás purificaréis vuestras almas. Necesitáis estudiar la Palabra de Dios con un propósito definido, no para confirmar vuestras propias ideas, sino para podarlas, para que sean condenadas o aprobadas según estén o no de acuerdo con la Palabra de Dios. La Biblia debiera ser vuestra constante compañera. Debierais estudiar los testimonios, no para escoger ciertas declaraciones a fin de usarlas como os parezca, para fortalecer vuestros asertos, mientras desoís las declaraciones más claras dadas para corregir vuestra conducta. Se menosprecia la verdadera religión TM 467 2 Nos hemos apartado de Dios y no se ha realizado todavía la obra ferviente de arrepentimiento y recuperación de nuestro primer amor, indispensable para que volvamos a Dios y a fin de lograr la regeneración del corazón. La infidelidad se ha estado infiltrando en nuestras filas, pues está de moda apartarse de Cristo y dar lugar al escepticismo. Para muchos, el clamor de su corazón ha sido: "No queremos que éste reine sobre nosotros". Baal, Baal, eso han elegido. La religión de muchos será la del apóstata Israel porque aman su propio camino y olvidan el camino del Señor. La verdadera religión, la única religión de la Biblia, que enseña el perdón sólo por los méritos de un Salvador crucificado y resucitado, que propugna la justicia por la fe en el Hijo de Dios, ha sido menospreciada, criticada, ridiculizada y rechazada. [veasé el Apéndice.] Se la ha acusado de inducir al entusiasmo y el fanatismo. Pero sólo la vida de Jesucristo en el alma, el principio activo del amor impartido por el Espíritu Santo, dará fruto para buenas obras. El amor de Cristo es la fuerza y el poder de todo mensaje en favor de Dios que alguna vez haya salido de labios humanos. ¿Qué fruto nos aguarda si no llegamos a la unidad de la fe? TM 468 1 Cuando estemos unidos con el vínculo de unión por el cual Cristo oró, terminará esta larga controversia que ha sido fomentada por los agentes satánicos, y no veremos a hombres que tracen planes de acuerdo con las normas del mundo, porque no tienen visión espiritual para discernir las cosas espirituales. Ven ahora a los hombres como árboles que caminan y necesitan el toque divino para ver como Dios ve y obrar como Dios obró. Entonces los atalayas de Sion tocarán al unísono la trompeta con notas más claras y potentes, porque verán venir la espada y se darán cuenta del peligro en el cual se halla el pueblo de Dios. TM 468 2 Necesitaréis trazar sendas derechas para vuestros pies, para que el cojo no se salga del camino. Estamos rodeados por los que cojean y claudican con respecto a la fe, y habéis de ayudarles, no claudicando vosotros mismos, sino manteniéndoos fieles, como hombres que han sido probados, firmes en los principios como una roca. Sé que debe hacerse una obra en favor de la gente; de otra manera muchos no estarán preparados para recibir la luz del ángel enviado del cielo para iluminar toda la tierra con su gloria. No penséis que seréis considerados vasos de honra en ocasión de la lluvia tardía, para recibir la gloria de Dios, si estáis elevando vuestras almas a la vanidad, hablando cosas perversas y albergando en secreto raíces de amargura. El ceño de Dios estará ciertamente sobre toda alma que albergue y alimente esas raíces de disensión y posea un espíritu tan diferente del de Cristo. TM 469 1 Mientras el Espíritu del Señor reposaba sobre mí, me pareció estar presente en uno de vuestros concilios. Uno de vosotros se levantó. Su actitud era muy decidida y ferviente mientras levantaba un periódico delante de vosotros. Pude leer claramente el encabezamiento: Era el American Sentinel. [veasé el Apéndice.] Entonces se formularon críticas acerca del periódico y el carácter de los artículos publicados en él. Los que estaban en el concilio señalaron ciertos pasajes, declarando que esto debía quitarse y aquello debía cambiarse. Se pronunciaron palabras duras para criticar los métodos aplicados en el periódico y se manifestó un espíritu duro, no cristiano. Las voces se alzaban decididas y desafiantes. TM 469 2 Mi guía me dio palabras de amonestación y reprensión para los que participaron en esas deliberaciones, y que no habían sido remisos en formular sus acusaciones y expresar su condenación. En resumen, ésta fue la reprensión: El Señor no presidió ese concilio y hay un espíritu contencioso entre los consejeros. Las mentes y los corazones de esos hombres no están sometidos a la influencia del Espíritu de Dios. Sean los adversarios de nuestra fe los que sugieran y formulen planes como los que vosotros estáis debatiendo. Desde el punto de vista del mundo algunos de esos planes son inobjetables; pero no deben ser adoptados por los que han tenido la luz del cielo. La luz que Dios ha dado debe ser respetada, no sólo por vuestra propia seguridad, sino también por la de la iglesia de Dios. Los pasos que ahora están dando unos pocos no pueden ser seguidos por el pueblo remanente de Dios. Vuestra conducta no puede ser respaldada por el Señor. Resulta evidente por vuestra forma de proceder que habéis trazado vuestros planes sin la ayuda de Aquel que es poderoso en consejo. Pero el Señor obrará. Los que han criticado la obra necesitan que sus ojos sean ungidos porque se han sentido poderosos en su propia fuerza. Pero hay Alguien que puede atar el brazo de los poderosos y anonadar el consejo de los prudentes. Debemos llevar el mensaje de Dios TM 470 1 Los hombres no necesitan vacilar al comunicar el mensaje que estamos llevando. No deben tratar de ocultarlo, ni esconder su origen y propósito. Sus defensores deben ser hombres que no guarden silencio ni de día ni de noche. Puesto que hemos hecho solemnes votos ante Dios y hemos sido comisionados como mensajeros de Cristo, como administradores de la gracia de Dios, tenemos la obligación de declarar fielmente todo el consejo del Señor. No debemos restar prominencia a las verdades especiales que nos han separado del mundo y han hecho de nosotros lo que somos, porque están llenas de asuntos de interés eterno. Dios nos ha dado luz con respecto a las cosas que están ocurriendo ahora, en la última etapa de la historia y hemos de proclamar la verdad al mundo con la pluma y la voz, no en una forma tímida e insípida, sino con demostración del Espíritu y el poder de Dios. El avance del mensaje implica los más tremendos conflictos, y los resultados de su promulgación revisten importancia tanto para el cielo como para la tierra. TM 470 2 Pronto ha de terminar la controversia entre las dos grandes potencias del bien y del mal. Pero hasta que termine, habrá luchas constantes y arduas. Debemos proponernos ahora, como Daniel y sus compañeros en Babilonia, ser fieles a los principios venga lo que viniere. El horno de fuego ardiente calentado siete veces más de lo acostumbrado no indujo a esos fieles siervos de Dios a apartarse de su lealtad a la verdad. Permanecieron firmes en el momento de la prueba y fueron arrojados en el horno; pero no fueron abandonados por Dios. Se vio la forma de un cuarto Ser caminando junto con ellos en medio de las llamas, y salieron de allí sin que sus ropas despidieran siquiera el olor del fuego... TM 471 1 El mundo está lleno hoy de aduladores e hipócritas. Pero no permita Dios que los que pretenden ser guardianes de las sagradas verdades, traicionen los intereses de su causa mediante las sugestiones y tretas del enemigo de toda justicia. TM 471 2 No es éste momento para ponernos del lado de los transgresores de la ley de Dios, para ver con sus ojos, para oír con sus oídos y para comprender las cosas por medio de sus sentidos pervertidos. Hemos de avanzar juntos. Debemos trabajar hasta constituir una unidad, hasta alcanzar la santidad de vida y la pureza de carácter. No sigan inclinándose ante el ídolo de las opiniones humanas los que profesan ser siervos del Dios viviente; no sigan siendo esclavos de ninguna concupiscencia vergonzosa; no sigan presentando al Señor una ofrenda contaminada, un alma manchada de pecado. TM 471 3 Como estudiantes diligentes, leed la Palabra, sed hacedores de ella, y el Espíritu Santo estará junto a cada obrero, y el amor de Dios se encenderá en el alma del que está ministrando para hacer precisamente la obra que el Señor ha indicado que debe hacerse en las actividades misioneras (Special Testimonies to Ministers and Workers, No 11). Las trampas de Satanás TM 472 1 [veasé el Apéndice.] Mientras el pueblo de Dios se acerca a los peligros de los últimos días, Satanás sostiene diligentes consultas con sus ángeles acerca del plan más eficaz para destruir su fe. El ve que las iglesias populares ya están dormidas, arrulladas por su poder engañador. Mediante sus agradables sofismas y sus milagros mentirosos puede continuar teniéndolas bajo su dominio. Por lo tanto, dirige a sus ángeles para que coloquen las trampas especialmente destinadas a los que esperan la segunda venida de Cristo y se esfuerzan por guardar todos los mandamientos de Dios. TM 472 2 Dice el gran engañador: "Debemos vigilar a los que están llamando la atención de la gente al sábado de Jehová. Inducirán a muchos a comprender los requerimientos de la ley de Dios. Y la misma luz que revela el verdadero día de reposo, revela también el ministerio de Cristo en el santuario celestial y pone de manifiesto que la última obra en favor de la salvación del hombre se está realizando ahora mismo. Mantened la mente de la gente en tinieblas hasta que esa obra haya terminado, y nos aseguremos el mundo y la iglesia también. TM 472 3 "El día de reposo es el gran asunto que ha de decidir el destino de las almas. Debemos exaltar el día de descanso que nosotros hemos creado. Hemos logrado que lo acepten tanto los mundanos como los miembros de la iglesia. Ahora hay que inducir a la iglesia a unirse al mundo para apoyarlo. Debemos trabajar por medio de señales y maravillas para cegar sus ojos a la verdad e inducirlos a dejar a un lado la razón y el temor de Dios y a seguir la costumbre y la tradición. TM 472 4 "Yo voy a influir sobre los ministros de las iglesias populares para que desvíen la atención de sus oyentes de los mandamientos de Dios. Lo que las Escrituras afirman que es la perfecta ley de libertad, debe ser presentado como un yugo de servidumbre. La gente acepta las explicaciones de las Escrituras de parte de sus pastores, y no investiga por sí misma. Por lo tanto, al actuar por medio de los ministros, puedo dominar a la gente de acuerdo con mi voluntad. TM 473 1 "Pero nuestra principal preocupación consiste en silenciar a esa secta guardadora del sábado. Debemos suscitar la indignación popular contra ella. Llamaremos a nuestro lado a hombres grandes y sabios, según el mundo, e induciremos a las autoridades a cumplir nuestros propósitos. Entonces el día de descanso que yo he creado será puesto en vigor mediante las leyes más severas y exigentes. Los que no hagan caso de ellas serán expulsados de las ciudades y aldeas y se les hará pasar hambre y privaciones. Cuando dispongamos del poder, mostraremos lo que podemos hacer con los que no quieran abandonar su lealtad a Dios. Indujimos a la Iglesia Romana a castigar con la prisión, la tortura y la muerte a los que se negaron a someterse a sus decretos; y ahora que estamos poniendo a las iglesias protestantes y al mundo en armonía con este brazo derecho de nuestro poder, dispondremos finalmente de una ley para exterminar a todos los que no se sujeten a su autoridad. Cuando la pena de muerte sea el castigo que se aplique por la violación de nuestro día de reposo, se pasarán a nuestro lado muchos de los que ahora se encuentran en las filas de los observadores de los mandamientos. TM 473 2 "Pero antes de recurrir a esas medidas extremas, debemos ejercer toda nuestra sabiduría y sutileza para engañar y entrampar a los que honran el verdadero día de reposo. Podemos separar a muchos de Cristo por medio de la mundanalidad, la concupiscencia y el orgullo. Se considerarán seguros porque creen la verdad, pero la complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confunde el juicio y anula la capacidad de discernir, los hará caer. TM 474 1 "Id, inducid a los poseedores de tierras y dinero a que se embriaguen con los cuidados de esta vida. Presentadles el mundo en su aspecto más atractivo para que depositen aquí su tesoro y pongan sus afectos en las cosas terrenales. Debemos hacer todo lo posible para impedir que los que trabajan en la causa de Dios tengan medios que puedan usar contra nosotros. Mantened el dinero en nuestras propias filas. Mientras más medios obtengan, más daño causarán a nuestro reino arrebatándonos nuestros súbditos. Haced que se preocupen más por el dinero que por la edificación del reino de Cristo y la difusión de las verdades que nosotros odiamos, y no necesitaremos temer su influencia; porque sabemos que toda persona egoísta y codiciosa caerá bajo nuestro poder, y finalmente será separada del pueblo de Dios. TM 474 2 "Por medio de los que tienen apariencia de piedad pero no conocen la eficacia de ella, podemos ganar a muchos que de otra manera nos harían bastante daño. Los que aman los deleites más que a Dios serán nuestros colaboradores más eficaces. Los que pertenecen a esta clase de gente, si son capaces e inteligentes, servirán de cebo para atraer a otros a nuestras trampas. Muchos no tendrán temor de su influencia puesto que profesan la misma fe. De esta manera los induciremos a creer que los requerimientos de Cristo son menos estrictos de lo que una vez creyeron, y que asemejándose al mundo podrán ejercer más influencia sobre los mundanos. Así se separarán de Cristo; entonces no tendrán fuerza para resistir nuestro poder, y antes de mucho estarán dispuestos a ridiculizar el celo y la devoción que tenían antes. TM 474 3 "Hasta que demos el golpe decisivo, deben ser incansables nuestros esfuerzos contra los observadores de los mandamientos. Debemos estar presentes en todas sus reuniones. Nuestra causa sufrirá bastante, especialmente en sus grandes reuniones, y debemos ejercer mucha vigilancia y emplear todas nuestras artes seductoras para impedir que las almas escuchen la verdad y sean impresionadas por ella. TM 475 1 "Tendré en el terreno, como agentes míos, a hombres que sostengan falsas doctrinas mezcladas con suficiente cantidad de verdad como para engañar a las almas. También tendré incrédulos presentes, que manifestarán dudas con respecto a los mensajes de amonestación que envía el Señor a su iglesia. Si la gente leyera y creyera esas palabras de advertencia, tendríamos poca esperanza de vencerla. Pero si podemos apartar su atención de esas admoniciones, seguirán ignorantes de nuestro poder y astucia, y por fin los retendremos en nuestras filas. Dios no permitirá que se desprecien impunemente sus palabras. Si podemos mantener a las almas engañadas por cierto tiempo, la misericordia de Dios se apartará de ellas, y él nos las entregará para que las dominemos completamente. TM 475 2 "Debemos producir distracción y causar división. Debemos destruir su preocupación por la salvación de sus propias almas, e inducirlos a criticar, a juzgar, y a acusarse y condenarse mutuamente, a albergar egoísmo y enemistad. Por esos pecados Dios nos arrojó de su presencia; y todos los que sigan nuestro ejemplo tendrán una suerte similar". Que el cielo nos guíe TM 475 3 La profecía debe cumplirse. El Señor dice: "He aquí, yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible". Alguien debe venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando aparezca, los hombres posiblemente dirán: "Eres demasiado piadoso, no interpretas las Escrituras de la debida manera. Déjame decirte cómo tienes que predicar tu mensaje". TM 476 1 Hay muchos que no pueden percibir la diferencia que hay entre la obra de Dios y la del hombre. Presentaré la verdad tal como Dios me la da, y os digo ahora: Si continuáis buscando faltas y alimentando un espíritu de discordia, nunca conoceréis la verdad. Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar". No estaban en condiciones de apreciar las cosas sagradas y eternas; pero Jesús prometió enviarles el Consolador, que les enseñaría todo lo que él les había dicho. TM 476 2 Hermanos, no debemos depender de los hombres. "Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?" No nos conviene beber de la fuente del valle cuando hay otra en la montaña. Dejemos las corrientes bajas. Vayamos a las fuentes que están en las alturas. Si hay un aspecto de la verdad que no podéis entender, con el que no concordáis, investigad, comparad un versículo con otro, ahondad el pozo de la verdad en la mina de la Palabra de Dios. Debéis ofreceros vosotros mismos y vuestras opiniones sobre el altar de Dios, abandonar vuestras ideas preconcebidas y permitir que el Espíritu del cielo os guíe a toda verdad.--The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. ------------------------Capítulo 18--Principios vitales acerca de nuestras relaciones mutuas Jehová es nuestro rey TM 477 1 Dios me ha revelado muchas cosas que me ha pedido transmita a su pueblo mediante la pluma y la voz. Por medio de este mensaje del Espíritu Santo, se le dan al pueblo de Dios sagradas instrucciones concernientes a su deber hacia el Señor y hacia sus semejantes. TM 477 2 Algo extraño ha ocurrido en nuestras iglesias. Los hombres que han sido puestos en cargos de responsabilidad para que sean sabios ayudantes de sus colaboradores, han llegado a creer que se los ha designado reyes y gobernantes en las iglesias, para decir a este hermano: Haz esto; y a este otro: Haz aquello; y aun a este otro: Trabaja precisamente de esta manera. Ha habido lugares donde se les ha dicho a los obreros que si no seguían las instrucciones de estos hombres responsables, no recibirían su sueldo de la asociación. TM 477 3 Es bueno que los obreros se consulten mutuamente como hermanos; pero el hombre que trata de inducir a sus colaboradores a que busquen su consejo personal con respecto a los detalles de su tarea, y a recibir instrucción de él con relación a sus deberes, está en peligro, y necesita aprender cuáles son realmente las responsabilidades de su cargo. Dios no ha designado a nadie para que sea conciencia de sus semejantes. No es prudente depositar tanta responsabilidad sobre un administrador al extremo de que se sienta obligado a convertirse en dictador. Un peligro constante TM 477 4 Durante años se ha manifestado entre los hombres que ocupan cargos de responsabilidad la tendencia creciente a dominar la heredad de Dios, privando de ese modo a los miembros de la iglesia de su penetrante sentido de la necesidad de instrucción divina y de su aprecio del privilegio de pedir consejo a Dios en cuanto a su deber. Esta situación debe cambiar. Debe haber una reforma. Los hombres que no disponen de una buena cantidad de la sabiduría que proviene de lo alto, no debieran ser llamados a servir en cargos cuya influencia significa tanto para los miembros de la iglesia. TM 478 1 Cuando comencé a predicar el mensaje, se me llamó a enfrentar este mal. Mientras trabajaba en Europa y Australia, y más recientemente en las reuniones generales realizadas en San José en 1905, tuve que dar mi testimonio de amonestación contra este mal, porque se inducía a las almas a mirar al hombre para obtener sabiduría, en lugar de mirar a Dios, que es nuestra sabiduría, nuestra santificación y nuestra justicia. Y ahora se me ha dado nuevamente, en forma más definida, el mismo mensaje, porque se ha ofendido más profundamente al Espíritu de Dios. Un exaltado privilegio TM 478 2 Dios es el Maestro de su pueblo. Todos los que humillen sus corazones delante de él, serán enseñados por Dios. "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". El Señor quiere que todo miembro de iglesia ore fervientemente pidiendo sabiduría, a fin de saber lo que Dios quiere que haga. Es privilegio de todo creyente obtener una experiencia individual al aprender a llevar sus preocupaciones y perplejidades al Altísimo. Está escrito: "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros". TM 478 3 Por medio de su siervo Isaías el Señor le pide a su iglesia que aprecie el exaltado privilegio de que goza al tener a su disposición la sabiduría infinita: "Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. "¿Quién midió las aguas?" TM 479 1 "¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es". TM 479 2 "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán". TM 480 1 Desde el capítulo 41 hasta el 45 de Isaías, Dios revela muy claramente su propósito para con su pueblo, y estos capítulos debieran ser estudiados con oración. Dios no instruye aquí a su pueblo para que se aparte de su sabiduría y la busque en el hombre finito. "Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel--declara él--, porque mi siervo eres... Israel, no me olvides. Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado". TM 480 2 "Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo... Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel". Todo yugo debe ser quebrantado TM 480 3 Transcribo estas líneas plenamente porque se me ha mostrado que los pastores y los hermanos están cada vez más tentados a confiar en el hombre finito para obtener sabiduría y a hacer de la carne su brazo. A los presidentes de asociación y a los hombres que ocupan puestos de responsabilidad, les doy este mensaje: Romped los lazos y los grillos con que se ha aprisionado al pueblo de Dios. A vosotros se os dirigen estas palabras: "Que rompáis todo yugo". A menos que ceséis en el empeño de que el hombre sea responsable ante el hombre, a menos que lleguéis a ser humildes de corazón y vosotros mismos aprendáis como niñitos el camino del Señor, él os apartará de su obra. Tenemos que tratarnos como hermanos, como colaboradores, como hombres y mujeres que buscan, juntamente con nosotros, tanto la luz como la comprensión del camino del Señor, y que son celosos de su gloria. TM 481 1 Dios declara: "Seré glorificado en mi pueblo"; pero debido a la confianza propia manifestada por los hombres al administrar la obra, se ha puesto a Dios a un lado, y se han aceptado los planes de los hombres. Si permitís que esta situación continúe, vuestra fe pronto se extinguirá. Dios está en todas partes observando la conducta de las personas que profesan representar los principios de su Palabra. Pide que las cosas cambien. Quiere que su pueblo sea modelado y conformado, no según las ideas de los hombres, sino a semejanza de Dios. Os ruego que escudriñéis las Escrituras como nunca lo habéis hecho antes para que conozcáis el camino y la voluntad de Dios. ¡Ojalá cada alma sea impresionada por este mensaje y se aparte del error! La experiencia de Pablo TM 481 2 Haríamos bien en estudiar cuidadosamente los capítulos primero y segundo, de la primera epístola a los Corintios. "Nosotros predicamos a Cristo crucificado--declara el apóstol--, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor". El ser humano que asume la responsabilidad de convertirse en sabiduría para los demás, descubrirá que no le es posible hacerlo. TM 482 1 "Estuve entre vosotros--continúa Pablo--con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez, y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria". Enseñado por el espíritu TM 482 2 En las próximas palabras el apóstol trae a consideración la verdadera fuente de la sabiduría para el creyente: "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios... Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual". TM 483 1 Estas palabras significan mucho para el alma que está tratando de correr la carrera que se le ha propuesto en el Evangelio. "El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo". TM 483 2 Leed también el tercer capítulo de ese libro; estudiad esas palabras y orad mientras lo hacéis. Como pueblo, nuestra fe y nuestros procedimientos necesitan ser fortalecidos por el Espíritu Santo. No debiera ejercerse ningún tipo de poderío que obligue a los hombres a obedecer los dictados de una mente finita. "Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz", ordena el Señor. Al desviar las mentes de los hombres para que se apoyen en la sabiduría humana, ponemos un velo entre Dios y el hombre, de manera que no haya una visión del Invisible. TM 483 3 En nuestra experiencia individual debemos ser enseñados por Dios. Cuando lo busquemos con corazón sincero, le confesaremos nuestros defectos de carácter; y él ha prometido recibir a todos los que acudan a él en actitud de humilde dependencia. El que se somete a los requerimientos de Dios, gozará de la permanente presencia de Cristo, y esa compañía será para él sumamente preciosa. Al hacer suya la sabiduría divina, huirá de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Día tras día aprenderá más plenamente cómo llevar sus debilidades a Aquel que ha prometido ser pronto auxilio en todo momento de necesidad. TM 483 4 Este mensaje está destinado a nuestras iglesias en todo lugar. En la falsa experiencia que se ha estado introduciendo, opera una decidida influencia tendiente a exaltar los instrumentos humanos y a inducir a algunos a depender del juicio de los hombres y a responder al dominio de sus mentes. Esta influencia está apartando la mente de Dios. No permita el Señor que una experiencia semejante se profundice y progrese en las filas de los adventistas del séptimo día. Nuestras peticiones deben ascender por encima del hombre falible: Deben llegar hasta Dios. El Señor no se limita a un solo lugar o a una sola persona. Observa desde el cielo a los hijos de los hombres; ve sus perplejidades y está familiarizado con las circunstancias de toda situación de la vida. Conoce la tarea que él mismo lleva a cabo en el corazón humano, y no necesita que nadie controle la obra de su Espíritu. TM 484 1 "Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho". Dios ha designado a los ángeles que hacen su voluntad para que respondan las oraciones de los mansos de la tierra y para que guíen a sus ministros con consejo y juicio. Los agentes celestiales tratan continuamente de impartir gracia, poder y consejo a los fieles hijos de Dios, para que puedan hacer su parte en la obra de comunicar la luz al mundo. El maravilloso sacrificio de Cristo ha hecho posible que todo hombre realice una obra especial. Cuando el obrero recibe sabiduría de la única Fuente verdadera, se convierte en un canal puro de luz y bendición porque recibe su idoneidad para el servicio mediante ricas corrientes de gracia y luz procedentes del trono de Dios. Responsabilidad individual y unidad cristiana TM 485 1 Vivimos en una época cuando todo verdadero cristiano debe mantener una relación viva con Dios. El mundo está lleno de los sofismas del enemigo y estamos seguros solamente cuando aprendemos las lecciones de la verdad del mismo gran Maestro. La obra solemne en que estamos empeñados demanda de nosotros un esfuerzo poderoso y unido bajo la dirección divina. TM 485 2 El Señor desea que sus obreros se aconsejen mutuamente; no que avancen en forma independiente. Los que han sido hechos ministros y guías del pueblo deben orar mucho cuando se reúnen. Eso les brindará una ayuda y un ánimo maravillosos, vinculará corazón con corazón y alma con alma, induciendo a cada hombre a la unidad, a la paz y al poder en sus esfuerzos. TM 485 3 Nuestra fuerza reside en llevar nuestras cargas al gran Portador de cargas. Dios honra a los que acuden a él y le piden ayuda, creyendo con fe que la recibirán. TM 485 4 La ayuda humana es débil. Pero podemos unirnos para buscar ayuda y gracia de Aquel que ha dicho: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá". El poder divino es infalible. Vayamos entonces a Dios, implorando la dirección de su Espíritu Santo. Asciendan unidas nuestras oraciones al trono de la gracia. Mezclemos nuestros ruegos con alabanza y expresiones de gratitud. Responsabilidad individual TM 485 5 Cristo, nuestro Abogado ante el Padre, sabe cómo simpatizar con cada alma. A los que lo reciben como Salvador, les da poder para ser hijos e hijas de Dios. Su vida de perfecta libertad del pecado nos ha preparado el camino; por medio de él se manifiesta la entrada al lugar santísimo. TM 486 1 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". "El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". TM 486 2 Todos los que desempeñan una parte en la obra de Jesucristo necesitan una gran medida de educación religiosa. Han de ser colaboradores de Dios, empeñados en una obra sagrada y solemne. Todos deben tener una experiencia personal como alumnos del gran Maestro: Una comunión individual con Dios. Tiene que impartirse nueva vida, y esa vida debe ser alimentada por el Espíritu Santo. Cuando haya una unión espiritual con el Señor Jesús, él moverá e impresionará el corazón. El será el guía, y se desarrollará en la vida una creciente comunión con Cristo. TM 486 3 Jesús es nuestra única esperanza. Podemos contemplarlo: Es nuestro Salvador. Podemos confiar en su palabra y depender de él. Sabe exactamente qué clase de ayuda necesitamos, y podemos confiar seguramente en él. Si dependemos únicamente de la sabiduría humana para conducirnos, nos hallaremos en el bando de los perdedores. Pero podemos acudir directamente al Señor Jesús, pues él ha dicho: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas". Tenemos el privilegio de aprender de Aquel que dijo: "Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros". TM 487 1 Tenemos un auditorio divino al cual presentar nuestras peticiones. Nada nos impida, pues, ofrecer nuestras súplicas en el nombre de Jesús, creyendo con fe inquebrantable que Dios nos escucha y que nos responderá. Llevemos nuestras dificultades a Dios, humillándonos delante de él. Hay una gran obra que hacer; y aunque tenemos el privilegio de reunirnos para aconsejarnos mutuamente, debemos estar bien seguros, en cada asunto que tratemos, de recibir el consejo de Dios, porque él nunca nos desviará del camino recto. No debemos hacer de la carne nuestro brazo. Si lo hacemos, si dependemos mayormente de la ayuda y la dirección humanas, la incredulidad se infiltrará entre nosotros y nuestra fe morirá. TM 487 2 Frecuentemente recibo cartas de personas que me hablan de sus problemas y perplejidades, y que me piden consulte a Dios acerca de cuál es su deber. A aquellos acerca de los cuales el Señor no me ha dado luz, a menudo les he contestado: "No he sido comisionada por Dios para hacer la obra que ustedes me solicitan. El Señor Jesús los ha invitado a llevar sus dificultades a Alguien que comprende toda circunstancia de la vida". TM 487 3 "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". TM 487 4 No deshonraré a mi Señor animando a la gente a venir a mí para pedir consejo, cuando tienen una invitación permanente para ir al que es capaz de llevarlos en peso a ellos junto con todas sus cargas. TM 488 1 "Escrito está en los profetas: y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí... Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo". TM 488 2 Dios trata con los hombres como individuos, y le da a cada uno su obra. Todos han de ser enseñados por Dios. Por medio de la gracia de Cristo toda alma debe lograr su propia justicia, manteniendo una relación viva con el Padre y el Hijo. Esta es una experiencia genuina que tiene su valor. La necesidad de una acción armoniosa TM 488 3 Aunque es cierto que el Señor guía a los individuos, también es verdad que está guiando a su pueblo; no a unos pocos individuos aislados por aquí y por allá, que creen una cosa u otra. Los ángeles de Dios están haciendo la obra que se les ha confiado. El tercer ángel está guiando y purificando a un pueblo, y sus miembros deben avanzanr junto con él en forma unida. TM 488 4 Los que estaban en nuestra obra al comienzo ya están desapareciendo. Sólo unos pocos de los pioneros de la causa permanecen ahora entre nosotros. Muchas de las pesadas cargas que antes llevaban algunos hombres de gran experiencia, están recayendo ahora sobre hombres más jóvenes. TM 488 5 Esta transferencia de responsabilidades a obreros cuya experiencia es más o menos limitada, implica algunos peligros contra los cuales necesitamos estar en guardia. El mundo está lleno de contiendas en procura de la supremacía. El espíritu que nos impulsa a separarnos de nuestros colaboradores, el espíritu de desorganización, está en el mismo aire que respiramos. Algunos consideran peligroso todo esfuerzo realizado para poner orden, como si fuera una restricción de su libertad personal, y por lo tanto tan temible como al papado. Declaran que no aceptarán indicaciones de nadie; que no son responsables ante nadie. Se me ha instruido en el sentido de que Satanás realiza esfuerzos especiales para inducir a los hombres a creer que Dios se agrada cuando ellos escogen su propio camino, independientemente del consejo de sus hermanos. TM 489 1 Esta actitud implica un grave peligro para la prosperidad de nuestra obra. Debemos avanzar con cordura y discreción, en armonía con el criterio de consejeros temerosos de Dios, porque sólo si procedemos de esa manera tendremos seguridad y fuerza. De otro modo Dios no puede obrar con nosotros, por medio de nosotros y en favor de nosotros. TM 489 2 ¡Oh, cómo se regocijaría Satanás si tuviera éxito en sus esfuerzos por infiltrarse en medio de este pueblo y desorganizar la obra en un momento cuando la organización completa es esencial, puesto que será el mayor poder para impedir la entrada de movimientos espurios, y para refutar pretensiones que no tienen apoyo en la Palabra de Dios! Necesitamos sujetar las riendas en forma pareja, para que no se destruya el sistema de organización y orden que se ha levantado gracias a una labor sabia y cuidadosa. No se debe permitir la acción de ciertos elementos desordenados que desean manejar la obra en este tiempo. Unidad de esfuerzo TM 489 3 Algunos han adelantado la idea de que, a medida que nos acerquemos al fin del tiempo, cada hijo de Dios actuará independientemente de toda organización religiosa. Pero he sido instruida por el Señor en el sentido de que en esta obra no existe tal cosa como que cada hombre puede ser independiente. Todas las estrellas del cielo están sujetas a la ley, y cada una influye sobre las demás para que hagan la voluntad de Dios, sometiendo su obediencia común a la ley que gobierna sus movimientos. Y para que la obra de Dios pueda progresar con salud y firmeza, su pueblo debe avanzar unido. TM 490 1 Los movimientos espasmódicos y caprichosos de algunos que pretenden ser cristianos, están bien representados por la forma en que se mueven los caballos fuertes pero no domados. Cuando uno tira hacia adelante, el otro tira hacia atrás; y a la voz del amo uno avanza y el otro se queda inmóvil. Si los hombres no van a avanzar de común acuerdo para llevar a cabo la grandiosa obra que hay que hacer en este tiempo, habrá confusión. No es buena señal que los hombres rehúsen unirse a sus hermanos y prefieran actuar solos. En lugar de aislarse, avancen en armonía con sus colaboradores. A menos que lo hagan, actuarán a destiempo y en dirección equivocada. Obrarán a menudo en contra de la voluntad de Dios, de manera que su trabajo será peor que desperdiciado. Consejeros, no déspotas TM 490 2 "Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón". Esperemos todos en el Señor, y él nos enseñará cómo trabajar. Nos revelará la obra para la que estamos mejor adaptados. Esto no inducirá a los hombres a iniciar algo con espíritu independiente, a predicar nuevas teorías. En este tiempo, cuando Satanás está tratando de anular la ley de Dios por medio de la exaltación de la falsa ciencia, necesitamos guardarnos muy cuidadosamente de todo lo que tienda a disminuir nuestra fe y a dispersar nuestras fuerzas. Como colaboradores de Dios debemos estar en armonía con la verdad y con nuestros hermanos. Debe haber consultas y cooperación. TM 490 3 Aun en medio de los mayores engaños de los últimos días, cuando se están por realizar milagros engañosos a la vista de los hombres en apoyo de teorías satánicas, tenemos el privilegio de escondernos en Cristo Jesús. Es posible que busquemos y obtengamos salvación. Y en este tiempo extraordinariamente peligroso debemos aprender a permanecer solos, con nuestra fe fija, no en la palabra del hombre, sino en las seguras promesas de Dios. TM 491 1 Entre todos los obreros de Dios debe haber un espíritu de armonía. El Señor ha bendecido especialmente a algunos con una experiencia que los ha capacitado para ser sabios consejeros. En nuestras diversas vocaciones debe haber una dependencia que nos induzca a ayudarnos el uno al otro. Acerca de esto Pedro dice: "Igualmente jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes". TM 491 2 Pero esto no autoriza a nadie a asumir la tarea de ordenar arbitrariamente a sus hermanos que actúen como él cree conveniente, sin tomar en cuenta las convicciones personales que ellos tienen acerca de su deber. Ni han de creer los obreros escogidos por Dios que a cada paso deben esperar para preguntar a alguna autoridad superior si pueden hacer esto o aquello. Mientras colaboran de todo corazón con sus hermanos en la ejecución de los planes generales que han sido trazados para la prosecución de la obra, han de mirar constantemente al Dios de Israel para recibir dirección personal. TM 491 3 A veces alguien a quien se ha conferido responsabilidad como dirigente, concibe la idea de que está en un puesto de suprema autoridad y que todos sus hermanos, antes de avanzar, deben ir primeramente a pedirle permiso para hacer lo que creen que se debe hacer. Esa persona se encuentra en posición peligrosa. Ha perdido de vista la obra del verdadero dirigente del pueblo de Dios. En lugar de actuar como sabio consejero, asume las prerrogativas de un gobernante exigente. Se deshonra a Dios cada vez que se exhibe semejante autoridad y exaltación propia. Nadie que confíe en su propia fuerza ha de erigirse jamás en mente y juicio de alguien a quien Dios está usando en su obra. Nadie debe trazar pautas y reglamentos humanos para gobernar arbitrariamente a sus colaboradores que tienen una experiencia viva en la verdad. TM 492 1 Dios invita a los que han ejercido indebida autoridad que aparten de sus obreros su mano dominadora. Trate toda persona a quien han sido confiadas sagradas responsabilidades de comprender su deber individual ante Dios, y cumplirlo con humildad y fidelidad. Nadie se considere un amo que puede ejercer su poder dominante sobre sus hermanos. Los principios de la Palabra de Dios deben ser enseñados y practicados. Responsables ante Dios TM 492 2 Aunque debe respetar la autoridad y trabajar de acuerdo con planes sabiamente trazados, todo obrero es responsable ante el gran Maestro por el uso correcto del juicio que Dios le ha dado y de su derecho de esperar sabiduría y dirección del Dios del cielo. Dios es el Comandante y Gobernante supremo. Tenemos un Salvador personal, y no hemos de cambiar su palabra por la palabra de ningún hombre. En las Escrituras el Señor ha dado instrucciones para todo obrero. Las palabras del Obrero maestro deben ser estudiadas con diligencia porque son espíritu y son vida. Los obreros que procuran actuar en armonía con esas instrucciones son dirigidos y guiados por el Espíritu Santo y no necesitan pedir permiso primero a alguien cada vez que tienen que avanzar. No se deben trazar pautas estrictas. Permitid que el Espíritu Santo dirija a los obreros. Mientras sigan contemplando a Jesús, el Autor y Consumador de la fe, los dones de la gracia aumentarán gracias a su sabio uso. TM 492 3 Dios desea que entremos en la debida relación con él. Desea que toda voz sea santificada. Quiere que nuestro ser entero: alma, cuerpo y espíritu, sea plenamente santificado para hacer su voluntad. Ya es tiempo de que comencemos a darnos cuenta de que estamos unidos al Señor Jesucristo por una fe viva y activa; ya es tiempo de que echemos mano de la ayuda que ofrece el Espíritu Santo, y que nuestras palabras revelen que estamos dirigidos por Dios. Creamos en Dios y confiemos en él, y veremos su grandioso poder actuando entre nosotros. TM 493 1 En 1895 escribí lo siguiente a mis hermanos en el ministerio: "Debo hablar a mis hermanos de cerca y de lejos. No puedo guardar silencio. No están actuando de acuerdo con principios correctos. Los que ocupan puestos de responsabilidad no deben pensar que su importante cargo los convierte en hombres de juicio infalible. TM 493 2 "Todas las obras de los hombres están bajo la supervigilancia del Señor. Los hombres estarán completamente seguros si consideran que hay sabiduría en el Altísimo. Los que confían en Dios y en su sabiduría, y no en su propia prudencia, andan por sendas seguras. Nunca se sentirán autorizados a poner bozal al buey que trilla; y cuán ofensivo es que los hombres dominen al instrumento humano que trabaja en sociedad con Dios y a quien el Señor Jesús ha dicho: 'Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga'. 'Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios'. TM 493 3 "El Señor no ha puesto a ninguno de sus agentes humanos bajo las órdenes y el control de los que no son sino mortales sujetos a error. No ha conferido a nadie el poder de decir: 'Tú vas a hacer esto, y tú aquello'... TM 493 4 "Nadie es juez competente del deber de otro. El hombre es responsable ante Dios, y cuando los hombres finitos y sujetos a error se arrogan el derecho de someter a sus semejantes, como si el Señor les hubiera encargado hacer y deshacer, todo el cielo se llena de indignación. Se están aplicando algunos extraños principios con respecto al gobierno de las mentes y obras de los hombres, por parte de jueces humanos, como si esos hombres finitos fueran dioses... TM 494 1 "Las organizaciones e instituciones, a menos que sean protegidas por el poder de Dios, actuarán a las órdenes de Satanás, para poner a los hombres bajo el dominio de los hombres; y entonces el fraude y el engaño asumirán la semejanza del celo por la verdad y por el progreso del reino de Dios... TM 494 2 "El Señor no apoyará ninguna estratagema por medio de la cual el hombre pueda regir u oprimir en lo más mínimo a sus semejantes. La única esperanza de los hombres caídos consiste en mirar a Jesús y recibirlo como el único Salvador. Tan pronto como el hombre comienza a forjar una regla de hierro para sus semejantes, tan pronto como comienza a enjaezar y a guiar a los hombres según su propia opinión, deshonra a Dios, y pone en peligro su propia alma y la de sus hermanos. El hombre pecador puede hallar esperanza y justicia solamente en Dios; y ningún ser humano sigue siendo justo cuando deja de tener fe en Dios y no mantiene una relación vital con él. La flor del campo debe estar arraigada en el suelo; debe tener aire, rocío, lluvia y sol. Florecerá solamente si recibe esos beneficios, y todos proceden de Dios. Así ocurre también con los hombres. Recibimos de Dios lo que sostiene la vida del alma. Se nos amonesta a no confiar en el hombre, ni hacer de la carne nuestro brazo". TM 494 3 Lo que antecede se publicó en Special Testimonies to Ministers and Workers, No 9. TM 494 4 En 1903 escribí al presidente de una asociación lo siguiente: TM 494 5 "Por medio de un solo agente, Cristo Jesús, Dios ha vinculado misteriosamente a todos los hombres entre sí. A cada hombre le ha asignado algún tipo especial de servicio; y debemos ser rápidos para comprender que hemos de guardarnos de abandonar la obra que nos ha sido asignada para estorbar a otros agentes humanos que están haciendo una obra que no es precisamente la nuestra. A nadie se le ha asignado la tarea de interferir en la obra de uno de sus colaboradores, para tratar de hacerla él mismo, porque la manejaría de tal manera que la echaría a perder. Dios le da a cada uno una tarea diferente de la de otro. TM 495 1 "Recordemos todos que no estamos tratando con hombres ideales, sino con hombres reales elegidos por Dios, hombres precisamente semejantes a nosotros, hombres que caen en los mismos errores en que caemos nosotros, hombres de ambiciones y debilidades semejantes a las nuestras. A nadie se le ha pedido que sea amo, para que gobierne la mente y la conciencia de sus semejantes. Seamos muy cuidadosos en el trato que damos a la herencia que Dios ha comprado con sangre. TM 495 2 "A nadie se le ha asignado la tarea de gobernar a sus semejantes. Cada hombre debe asumir su propia responsabilidad. Puede dirigir palabras de ánimo, fe y esperanza a sus colaboradores; puede ayudarles a cumplir sus propios deberes sugiriéndoles mejores métodos de trabajo; pero en ningún caso ha de desanimarlos y debilitarlos, no sea que el enemigo logre una ventaja sobre sus mentes, ventaja que a su debido tiempo recaerá sobre él mismo. TM 495 3 "El Señor vinculó a todos los hombres consigo mismo mediante cuerdas de tierno amor y simpatía. Acerca de nosotros dice: 'Somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios'. Debemos reconocer esta relación. Si estamos unidos con Cristo, constantemente manifestaremos una simpatía y una tolerancia semejantes a las de Cristo, hacia los que están luchando con todas las fuerzas que Dios les da para cumplir su responsabilidad, así como nosotros nos esforzamos para llevar nuestras propias cargas. TM 496 1 "En nuestras distintas vocaciones debe existir una mutua dependencia, para ayudarnos el uno al otro. No debe ejercerse un espíritu autoritario, ni siquiera por parte del presidente de la asociación, porque el cargo no convierte a un hombre en un ser infalible. Todo obrero encargado de la administración de una asociación debe trabajar como Cristo trabajó, llevando su yugo y aprendiendo de él su mansedumbre y humildad. El espíritu de un presidente de asociación y su conducta en palabra y en hechos revelan si se da cuenta de su debilidad y pone su confianza en Dios, o si cree que su posición de influencia le da una sabiduría superior. Si ama y teme a Dios, si comprende el valor de las almas, si aprecia cada porción de ayuda que puede prestar un colaborador, habilitado por el Señor, será capaz de vincular corazón con corazón por medio del amor que Cristo manifestó durante su ministerio. Dirigirá palabras de consuelo a los enfermos y dolientes. Si no cultiva modales dominantes, sino que recuerda siempre que Uno es su Señor, es a saber, Cristo Jesús, podrá dar consejo a los inexpertos y podrá animarlos para que sean la mano ayudadora de Dios. TM 496 2 "No se debe impedir que las manos débiles hagan algo por el Maestro. No se debe poner tropiezos frente a los que tienen las rodillas endebles. Dios quiere que animemos a los de manos debilitadas para que se tomen más firmemente de la mano de Cristo y puedan trabajar con esperanza. Toda mano se debe extender para ayudar a la que está haciendo algo por el Maestro. Puede llegar el momento cuando las manos que han sostenido a los débiles, sean sostenidas a su vez por las de aquellos a quienes ministraron. Dios ha ordenado las cosas de tal manera que nadie es totalmente independiente de sus semejantes". Para los que ocupan cargos de responsabilidad TM 497 1 Entre los miembros del pueblo de Dios hay algunos que han tenido una dilatada experiencia en su obra, hombres que no se han apartado de la fe. A pesar de las grandes pruebas por las que han pasado, han permanecido fieles. Deben ser tenidos por consejeros probados y escogidos. Deben ser respetados, y su juicio debe ser honrado por los más jóvenes o menos experimentados, aunque estén ocupando cargos de responsabilidad. TM 497 2 Estamos empeñados en una gran tarea y hay muchas oportunidades de servicio en los diversos aspectos de la obra. Oren todos fervientemente para que Dios los conduzca hacia las debidas vocaciones de servicio. Los obreros de Dios no deben desperdiciar ninguna oportunidad de ayudar a otros en toda forma posible. Si piden consejo a Dios, sin egoísmo, su Palabra, que trae salvación, los guiará. Trabajarán a la derecha y a la izquierda, haciendo todo lo que se puede para eliminar de las mentes toda duda y toda dificultad que impidan la comprensión de la verdad. El Espíritu de Dios dará eficacia a sus labores. TM 497 3 El Señor llama a voluntarios, que estén preparados para pronunciar palabras a tiempo y fuera de tiempo, que llamen la atención y convenzan el corazón. El reino de Dios no consiste en ostentación. La luz no se recibirá si se siguen planes egoístas, sino mirando a Jesús, siguiendo las indicaciones de Cristo y no las suposiciones de los hombres. El reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. TM 497 4 A menudo ocurre que surgen circunstancias que exigen una acción rápida y a veces se han perdido oportunidades preciosas debido a la demora. El que debió haber actuado rápidamente creyó que debía consultar primero a alguien que estaba muy lejos y que no estaba al tanto de las condiciones reales. Se ha perdido mucho tiempo en pedir la opinión de hombres que no estaban en situación de dar un consejo sabio. Sean guiados por la Palabra de verdad, que señala su deber, todos los obreros de Dios, y sigan sin vacilar las indicaciones que Cristo ha dado. TM 498 1 En 1883 dije a nuestros hermanos reunidos en el Congreso de la Asociación General: TM 498 2 "Satanás se regocija cuando los hombres acuden al hombre y confían en él. El hombre que es objeto de esta confianza indebida está expuesto a tremendas tentaciones. Satanás lo inducirá, si es posible, a tener confianza en sí mismo a fin de que los defectos humanos malogren la obra. Correrá peligro de animar a sus hermanos a depender de él, y a creer que todo lo que tiene que ver con el movimiento de la obra debe ser sometido a su consideración. De ese modo la obra llevará la impronta del hombre y no la de Dios. Pero si todos quisieran aprender a depender de Dios, se evitarían muchos de los peligros que asedian al que está al frente de la obra. Si yerra, si permite que la influencia humana desvíe su juicio, o si cede a la tentación, podrá ser corregido y ayudado por sus hermanos. Y los que aprenden a ir a Dios por sí mismos para recibir ayuda y consejo, están aprendiendo lecciones que les serán de sumo valor. TM 498 3 "Pero si los administradores de una asociación llevan con éxito las responsabilidades que se les han impuesto, deben orar, deben creer, deben esperar que Dios los use como instrumentos suyos para mantener a las iglesias de la asociación en buenas condiciones de trabajo. Esta es la parte de la viña que ellos tienen que cultivar. Debe haber mucha más responsabilidad personal, mucha más meditación y planificación, mucho más poder mental dedicados al Maestro. Esto ampliará la capacidad de la mente, y agudizará las percepciones para saber qué hacer y cómo hacerlo. Hermanos, tendréis que luchar con dificultades, asumir responsabilidades, dar consejos, hacer planes y ejecutarlos, buscando constantemente la ayuda de Dios. Orad y trabajad, trabajad y orad; como alumnos de la escuela de Cristo, aprended de Jesús. TM 499 1 "El Señor nos ha dado la promesa: 'Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada'. Es el plan de Dios que los que llevan responsabilidades se reúnan a menudo para consultarse mutuamente y para orar con fervor por la sabiduría que sólo él puede impartir. Unidos presentad vuestros problemas a Dios. Hablad menos; se pierde mucho tiempo precioso en conversaciones que no producen luz. Unanse los hermanos en ayuno y oración por la sabiduría que Dios ha prometido dar generosamente. TM 499 2 "Id a Dios y decidle como Moisés: 'No puedo conducir a este pueblo a menos que tu presencia vaya conmigo'. Luego pedid aún más; orad con Moisés: 'Te ruego que me muestres tu gloria'. ¿Qué es esta gloria? El carácter de Dios. Así lo proclamó el Señor a Moisés. Aférrese el alma con fe viviente a Dios. Cante la lengua sus alabanzas. Cuando os halléis reunidos, dedicad vuestra mente con reverencia a la contemplación de las realidades eternas. Así os ayudaréis mutuamente a ser espirituales. Cuando vuestra voluntad esté en armonía con la voluntad divina, estaréis en armonía unos con otros; tendréis a Cristo a vuestro lado como consejero".1 Independencia no santificada TM 499 3 El Señor no ha calificado a ninguno de nosotros para llevar solo la carga de la obra. Ha relacionado a hombres de diferentes mentalidades para que puedan consultarse y ayudarse mutuamente. De esta manera lo que falta en la experiencia y las habilidades de uno es suplida por la experiencia y las habilidades de otro. Todos debemos estudiar con cuidado la instrucción dada en Corintios y Efesios con respecto a nuestra relación mutua como miembros del cuerpo de Cristo. TM 500 1 En nuestra obra debemos considerar la relación que cada cual tiene con los otros obreros relacionados con la causa de Dios. Debemos recordar que hay otros que como nosotros tienen una tarea que cumplir en relación con esta causa. No debemos cerrar la mente para no recibir consejo. En nuestros planes para impulsar la obra, nuestra mente debe combinarse con otras mentes. Dispuestos a recibir consejo TM 500 2 Alberguemos un espíritu de confianza en la sabiduría de nuestros hermanos. Debemos estar dispuestos a recibir consejo y palabras de cautela de nuestros colaboradores. Al estar relacionados con el servicio a Dios, debemos comprender individualmente que somos parte de un gran todo. Debemos pedir sabiduría al Señor, y aprender qué significa manifestar un espíritu paciente y vigilante, y acudir a nuestro Salvador cuando estamos cansados y deprimidos. TM 500 3 Es un error apartarnos de los que no concuerdan con nuestras ideas. Esta actitud no inspirará a nuestros hermanos a tener confianza en nuestro juicio. Tenemos el deber de consultarlos y escuchar su consejo. Tenemos que pedirles consejo, y cuando lo den, no debemos desecharlo como si proviniera de enemigos. A menos que humillemos nuestros corazones ante Dios, no conoceremos su voluntad. TM 500 4 Decidámonos a marchar unidos con nuestros hermanos. Dios nos ha impuesto este deber. Alegraremos sus corazones al seguir su consejo, y nos fortaleceremos gracias a la influencia que recibiremos. Además, si creemos que no necesitamos el consejo de nuestros hermanos, cerraremos la puerta a nuestra posibilidad de aconsejarlos. TM 501 1 Quisiera transmitir a cada iglesia este mensaje: El hombre no debe exaltar su propio juicio. La mansedumbre y la humildad de corazón inducirán a los hombres a desear recibir consejo a cada paso. Y el Señor dirá: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí". Tenemos el privilegio de aprender de Jesús. Pero cuando los hombres llenos de confianza propia piensan que su obra consiste en dar consejo en lugar de desear recibir el de sus hermanos de experiencia, van a escuchar voces que los conducirán por senderos extraños. TM 501 2 Los ángeles de Dios están en nuestro mundo y los agentes satánicos también. Se me ha permitido ver la inclinación que tienen ciertas personas a seguir sus propios fuertes rasgos de carácter. Si rehúsan ponerse en el yugo junto con otros que han tenido vasta experiencia en la obra, la confianza propia los enceguecerá y no distinguirán lo falso de lo verdadero. No es conveniente que tales personas ocupen cargos directivos, pues van a seguir su propio juicio y sus planes. TM 501 3 Los que aceptan las amonestaciones y advertencias que se les dan, andarán por caminos seguros. No cedan los hombres al anhelo de llegar a ser grandes dirigentes, o al deseo de trazar planes independientes para sí mismos y para la obra de Dios. Es fácil para el enemigo actuar por medio de algunos que, a pesar de que ellos mismos necesitan consejo a cada paso, asumen la tarea de custodiar las almas sin haber adquirido la humildad de Cristo. Necesitan consejo del que dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados". TM 501 4 Nuestros pastores y dirigentes deben comprender la necesidad de consultar a sus hermanos que han estado mucho tiempo en la obra y que han logrado una profunda experiencia en los caminos del Señor. La tendencia de algunos a ensimismarse, y a creerse competentes para planear y ejecutar de acuerdo con su propio juicio y sus preferencias, los pone en dificultades. Esa forma independiente de actuar no es correcta, y no se debe seguir. Los pastores y docentes de nuestras asociaciones deben trabajar unidos con sus hermanos de experiencia, pidiéndoles consejo y acatándolo. TM 502 1 Me siento libre de decir a nuestros hermanos que con humildad de corazón están siguiendo al Señor: Si sabéis que Dios quiere que os ocupéis en cierta obra, adelante. Los que tienen la luz y la conciencia de que Dios los está guiando, no necesitan depender de ningún elemento humano para definir su tarea. Van a recibir consejo de la más alta Autoridad. Encontrarán seguridad, paz y calma solamente si siguen el consejo del mayor Maestro que haya vivido alguna vez en nuestro mundo. No nos apartemos de su consejo infalible. TM 502 2 Pero nuestras impresiones no son siempre una guía segura para determinar nuestro deber. El impulso humano tratará de hacernos creer que es Dios el que nos está guiando, cuando estamos siguiendo nuestro propio parecer. Pero si velamos con cuidado y pedimos consejo a nuestros hermanos, comprenderemos, pues la promesa es: "Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera". No debemos permitir que las ideas humanas y las inclinaciones naturales obtengan el predominio. Una exhortación a la unidad TM 502 3 Los obreros de Cristo deben luchar por la unidad. Somos miembros de una misma familia y tenemos un solo Padre celestial. No nos vistamos con mantos de angustia, ni alberguemos dudas y falta de confianza en nuestros hermanos. No debemos herir nuestras almas juntando los cardos y las espinas; en cambio, debemos recoger las rosas, los lirios y los claveles, y exhalar su fragancia mediante nuestros dichos y hechos. TM 503 1 Lo siguiente forma parte de una disertación dirigida a los pastores reunidos en el Congreso de la Asociación General de 1883: TM 503 2 "'Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad'. TM 503 3 "La forma en que Dios trata a su pueblo a menudo parece misteriosa. Sus caminos no son nuestros caminos ni sus pensamientos nuestros pensamientos. Muchas veces su forma de obrar es tan contraria a nuestros planes y expectativas que nos asombra y confunde. No entendemos nuestra naturaleza perversa; y a menudo, cuando estamos complaciendo el yo, siguiendo nuestras propias inclinaciones, nos congratulamos con la idea de que estamos llevando a cabo el pensamiento de Dios. Por eso necesitamos escudriñar las Escrituras y orar mucho para que, de acuerdo con su promesa, el Señor nos dé sabiduría. TM 503 4 "Aunque cada uno de nosotros tiene su obra y su responsabilidad personales delante de Dios, no debemos seguir nuestro propio juicio sin tomar en cuenta las opiniones y los sentimientos de nuestros hermanos, porque este proceder conduciría al desorden en la iglesia. Los pastores tienen el deber de respetar el juicio de sus hermanos; pero sus relaciones mutuas y las doctrinas que enseñan deben ser probadas por la ley y el testimonio; en ese caso, si los corazones son dóciles, no habrá divisiones entre nosotros. Algunos tienden a ser desordenados y se están apartando de los grandes hitos de la fe; pero Dios está guiando a sus ministros para que sean uno en doctrina y en espíritu. TM 503 5 "A veces algunos hermanos trabajan juntos por muchos años, y creen que pueden confiar en los que conocen tanto como si fueran miembros de su propia familia. Hay en esa relación una libertad y una confianza que no podrían existir entre personas que no fueran de la misma fe. Esto es muy agradable mientras perdura el amor fraternal; pero si se deja que el acusador de los hermanos logre acceso al corazón de uno de estos hombres para controlar su mente y su imaginación, surgirán los celos, se albergarán la suspicacia y la envidia; y el que se creía seguro en el amor y la amistad de su hermano, descubre que se desconfía de él y que se tergiversan sus motivos. El falso hermano se olvida de sus propia debilidades, se olvida de que tiene el deber de no pensar ni hablar mal para no deshonrar a Dios ni herir a Cristo en la persona de sus santos; y todo defecto en que se pueda pensar o que se pueda imaginar es objeto de comentarios inmisericordes, y se presenta el carácter del hermano como oscuro y objetable. TM 504 1 "Se traicionan así cometidos sagrados. Las cosas que se dijeron en hermanable confianza se repiten tergiversándolas; y cada palabra, cada acto, por inocentes y bien intencionados que sean, son sometidos a escrutinio mediante la crítica fría y celosa de personas a quienes se consideraba demasiado nobles, demasiado honorables para aprovecharse en lo más mínimo de esa relación de amistad o de confianza fraternal. Los corazones se cierran en este caso a la misericordia, el juicio y el amor de Dios, y se revela el espíritu frío, escarnecedor y lleno de desprecio que manifiesta Satanás hacia sus víctimas. TM 504 2 "Si el enemigo puede emplear a los profesos creyentes como acusadores de los hermanos, se sentirá muy complacido, porque los que lo hacen lo están sirviendo tan ciertamente como Judas cuando traicionó a Cristo, aunque lo hagan sin saberlo. Satanás no está menos activo ahora que en los días de Cristo, y los que se prestan para hacer su obra manifestarán su espíritu. TM 504 3 "Los rumores que circulan por allí a menudo destruyen la unidad entre los hermanos. Hay quienes observan con mente alerta y oídos atentos para captar al vuelo cualquier escándalo. Reúnen pequeños incidentes que pueden ser insignificantes en sí mismos, pero que se repiten y exageran hasta que se convierte a un hombre en culpable sobre la base de una sola palabra. Su lema parece ser: 'Infórmennos, e informaremos'. Esos maldicientes hacen la obra de Satanás con sorprendente fidelidad, sin saber cuán ofensiva es su conducta para Dios... La puerta de la mente debe estar cerrada para el 'Dicen que', o 'He oído decir que'. ¿Por qué, en lugar de permitir que los celos o las malas sospechas entren en nuestro corazón, no vamos a nuestros hermanos, y después de presentarles en forma franca, pero bondadosa, las cosas que hemos oído decir en detrimento de su carácter y su influencia, oramos con ellos y por ellos? Aunque no podemos mantener comunión con los acerbos enemigos de Cristo, debemos cultivar el espíritu de mansedumbre y amor que caracterizó a nuestro Maestro: Que no piensa el mal ni se deja provocar... TM 505 1 "Cultivemos diligentemente los puros principios del Evangelio de Cristo: La religión que proviene, no de la estima propia, sino del amor, la mansedumbre y la humildad de corazón. Entonces amaremos a nuestros hermanos y los estimaremos más que a nosotros mismos. Nuestra mente no se espaciará en escándalos ni rumores. Sino que 'todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad'". TM 505 2 Como pueblo, hemos sido reprobados por Dios por lo poco que hemos hecho. Cuán importante es, pues, que nos guardemos cuidadosamente de todo lo que pudiera desanimar o debilitar la influencia de un alma que está haciendo una obra que Dios quiere que se haga. Hay victorias que ganar si presentamos un frente unido y buscamos individualmente al Señor. Orad por la lluvia tardía TM 506 1 "Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante". "Y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía". En el Oriente la lluvia temprana cae en el tiempo de la siembra. Es necesaria para que la semilla germine. Gracias a la influencia de estas precipitaciones fertilizantes, aparecen los tiernos brotes. La lluvia tardía, que cae hacia el fin de la temporada, madura el grano y lo prepara para la siega. El Señor emplea estos fenómenos naturales para ilustrar la obra del Espíritu Santo. Así como el rocío y la lluvia caen al principio para que la semilla germine, y luego para que la cosecha madure, se da el Espíritu Santo para que lleve a cabo a través de sus etapas el proceso del crecimiento espiritual. La maduración del grano representa la terminación de la obra de la gracia de Dios en el alma. Mediante el poder del Espíritu Santo se ha de perfeccionar en el carácter la imagen moral de Dios. Debemos ser totalmente transformados a la semejanza de Cristo. TM 506 2 La lluvia tardía que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espiritual que prepara a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Pero a menos que haya caído la lluvia temprana, no habrá vida; la hoja verde no aparecerá. A menos que las primeras precipitaciones hayan hecho su obra, la lluvia tardía no podrá perfeccionar ninguna semilla. TM 506 3 Ha de haber "primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga". Debe haber un desarrollo constante de la virtud cristiana, un progreso permanente en la experiencia cristiana. Debiéramos procurar esto ardientemente, para que adornemos la doctrina de Cristo, nuestro Salvador. TM 507 1 Muchos, en gran medida, han dejado de recibir la lluvia temprana. No han obtenido todos los beneficios que Dios ha provisto para ellos por medio de ella. Esperan que la deficiencia sea suplida por la lluvia tardía. Cuando se conceda la gracia en forma abundante y rica, se proponen abrir sus corazones para recibirla. TM 507 2 Están cometiendo una terrible equivocación. La obra que Dios ha comenzado en el corazón humano al darle su luz y conocimiento, debe progresar continuamente. Todo individuo debe ser consciente de su propia necesidad. El corazón debe estar exento de contaminación, y limpio, para que en él more el Espíritu. Por medio de la confesión y el abandono del pecado, por medio de la oración ferviente y la consagración a Dios, los primeros discípulos se prepararon para el derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. La misma obra, sólo que en mayor medida, debe realizarse ahora. En aquel entonces el instrumento humano sólo tenía que pedir la bendición y esperar que el Señor perfeccionara la obra concerniente a él. Es Dios quien comienza la obra, y la terminará, perfeccionando al hombre en Cristo Jesús. TM 507 3 Pero no debe descuidarse la gracia representada por la lluvia temprana. Sólo los que estén viviendo a la altura de la luz que tienen, recibirán más luz. A menos que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas activas, no reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá estar derramándose en los corazones de los que están en torno de nosotros, pero no lo percibiremos ni lo recibiremos. TM 507 4 En ningún momento de nuestra experiencia podemos prescindir de la ayuda que nos capacitó para comenzar. Las bendiciones recibidas en ocasión de la lluvia temprana nos son necesarias hasta el mismo fin. Sin embargo, no bastan por sí solas. Al mismo tiempo que atesoramos las bendiciones de la lluvia temprana, no debemos perder de vista, por otra parte, el hecho de que sin la lluvia tardía, que llena la espiga y madura el grano, la cosecha no estaría lista para la siega, y las labores del sembrador habrían sido inútiles. Se necesita gracia divina al comienzo, se necesita gracia divina a medida que se avanza, y sólo la gracia divina puede completar la obra. No hay lugar para que descansemos en actitud descuidada. Nunca debemos olvidar las amonestaciones de Cristo: "Velad en oración", "Velad... en todo tiempo orando". El contacto permanente con los instrumentos divinos es esencial para nuestro progreso. Podemos haber recibido cierta medida del Espíritu de Dios, pero mediante la oración y la fe debemos tratar de obtener una porción más abundante. No debemos cesar nunca en nuestros esfuerzos. Si no progresamos, si no asumimos la actitud necesaria para recibir tanto la lluvia temprana como la tardía, perderemos nuestras almas, y la responsabilidad será solamente nuestra. TM 508 1 "Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía". No os conforméis con la idea de que la lluvia va a caer a su debido tiempo. Pedidla. El crecimiento y la maduración de la semilla no dependen del agricultor. Sólo Dios puede madurar la cosecha. Pero se requiere la cooperación del hombre. La obra de Dios en favor de nosotros demanda la actividad de nuestra mente, y que ejerzamos fe. Debemos requerir sus favores con todo el corazón si deseamos que las lluvias de gracia desciendan sobre nosotros. Debiéramos aprovechar toda oportunidad de ubicarnos en el canal de bendición. Cristo dijo: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas generales, las reuniones de la iglesia local, y todas las oportunidades en que se trabaja personalmente por las almas, son las ocasiones señaladas por Dios para dar la lluvia temprana y la tardía. TM 509 1 Pero nadie piense que por asistir a esas reuniones su deber ya está cumplido. El asistir solamente a todas las reuniones que se realizan, no implicará bendición para el alma. No es ley inmutable que todos los que asisten a reuniones generales o locales reciban grandes provisiones del cielo. Las circunstancias pueden parecer favorables para un abundante derramamiento de las lluvias de gracia. Pero Dios mismo debe ordenar que la lluvia caiga. Por lo tanto, no debemos escatimar la súplica. No debemos confiar en la forma en que comúnmente actúa la providencia. Debemos orar para que Dios abra las fuentes de las aguas de vida. Y nosotros mismos debemos recibirlas. Oremos con corazón contrito y con el mayor fervor para que ahora, en el tiempo de la lluvia tardía, los aguaceros de la gracia caigan sobre nosotros. Cada vez que asistamos a una reunión, deben ascender nuestras plegarias para que en ese mismo momento Dios imparta calor y humedad a nuestras almas. Al buscar a Dios para que nos conceda el Espíritu Santo, él producirá en nosotros mansedumbre, humildad de mente, y una consciente dependencia de Dios con respecto a la lluvia tardía que trae perfección. Si oramos con fe por esa bendición, la recibiremos tal como Dios lo ha prometido. TM 509 2 El profeta Zacarías representa la forma permanente en que el Espíritu Santo se comunica con la iglesia, por medio de una figura que contiene una admirable lección de ánimo para nosotros. El profeta dice: "Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él; y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?... Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos... Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?... Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra". TM 510 1 De los dos olivos el aceite áureo fluía a través de los tubos de oro a los depósitos de los candelabros, y de allí a las lámparas de oro que alumbraban el santuario. De la misma manera, por medio de los santos que están en la presencia de Dios, se imparte su Espíritu a los seres humanos consagrados a su servicio. La misión de los dos ungidos consiste en impartir luz y poder al pueblo de Dios. Están en la presencia de Dios para recibir bendiciones en favor de nosotros. Así como los olivos se vacían en los tubos de oro, los mensajeros celestiales tratan de transmitir todo lo que reciben de Dios. La totalidad del tesoro celestial aguarda que lo pidamos y recibamos, y a medida que nos llegue la bendición, debemos impartirla a nuestra vez. Así se alimentan las santas lámparas, y la iglesia llega a ser portaluz para el mundo. TM 510 2 Esta es la obra que el Señor desea que cada alma preparada realice en este tiempo, cuando los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, para que no soplen hasta que los siervos de Dios sean sellados en la frente. No hay tiempo para la complacencia propia. Hay que aparejar las lámparas del alma. Deben recibir el aceite de la gracia. Deben extremarse las precauciones para impedir la decadencia espiritual, no sea que el gran día de Dios nos sorprenda como ladrón en la noche. Cada testigo de Dios debe trabajar inteligentemente ahora en el tipo de actividad que el Señor le ha señalado. Cada día debemos obtener una experiencia viva y profunda con respecto al perfeccionamiento del carácter cristiano. Cada día debemos recibir el aceite santo, a fin de poder impartirlo a los demás. Todos pueden ser portaluces ante el mundo si lo desean. Debemos esconder el yo en Jesús, de manera que no se vea. Debemos recibir la palabra del Señor en forma de consejos e instrucciones, y comunicarla con gozo. Se necesita ahora mucha oración. Cristo ordena: "Orad sin cesar"; esto es, mantened la mente dirigida a Dios, fuente de todo poder y eficiencia. TM 511 1 Podemos haber estado siguiendo por mucho tiempo el sendero angosto, pero no es seguro tomar esto como prueba de que proseguiremos en él hasta el fin. Si hemos andado con Dios en comunión con su Espíritu, se debe a que lo hemos buscado diariamente por medio de la fe. El áureo aceite que fluye por los tubos de oro nos llega proveniente de los dos olivos. Pero los que no cultivan el espíritu y el hábito de la oración, no pueden esperar recibir el dorado aceite de la bondad, la paciencia, la longanimidad, la cortesía y el amor. TM 511 2 Todos han de mantenerse separados del mundo, que está lleno de iniquidad. No debemos caminar con Dios sólo por un tiempo, para luego apartarnos de su compañía a fin de andar a la luz de las chispas que nosotros mismos producimos. Debemos ser firmes y constantes, perseverantes en los actos de fe. Debemos alabar a Dios para manifestar su gloria mediante un carácter justo. Ninguno de nosotros obtendrá la victoria sin un esfuerzo perseverante, incansable, proporcionado al valor del objeto que buscamos, es a saber, la vida eterna. TM 511 3 La dispensación en la cual vivimos debe ser, para los que lo soliciten, la dispensación del Espíritu Santo. Pedid su bendición. Es tiempo de que seamos más ardientes en nuestra devoción. A nosotros se nos ha encomendado la ardua pero feliz y gloriosa tarea de revelar a Cristo a los que están en tinieblas. Se nos ha llamado a proclamar las verdades especiales para este tiempo. Para todo esto el derramamiento del Espíritu es esencial. Debemos orar por él. El Señor espera que se lo pidamos. No hemos emprendido esta tarea con todo el corazón. TM 512 1 ¿Qué puedo decir a mis hermanos en el nombre del Señor? ¿Qué proporción de nuestros esfuerzos se ha realizado de acuerdo con la luz que el Señor ha tenido a bien darnos? No podemos depender ni de la forma ni de la maquinaria externa. Lo que necesitamos es la influencia vivificante del Santo Espíritu de Dios. "No con ejército ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos". Orad sin cesar, y velad mientras obráis en armonía con vuestras oraciones. Al orar, creed, confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor concederá su Espíritu en abundancia. Sed fervientes en la oración, y velad en el Espíritu. TM 512 2 ¿Cómo hemos de seguir a nuestro Maestro para aprender de él? Podemos escudriñar su Palabra y familiarizarnos con su vida y sus obras. Debemos recibir sus palabras como pan para nuestras almas. En todo lugar donde se coloque al hombre, el Señor Jesús nos ha dejado sus huellas. Hacemos bien en seguirlo. Debemos albergar el Espíritu por el cual él habló. Debemos presentar la verdad tal como es en Jesús. Debemos seguirlo especialmente en la pureza de corazón y en el amor. El yo debe estar escondido con Cristo en Dios; entonces, cuando Cristo, que es nuestra vida, se manifieste, también apareceremos con él en gloria (Special Testimonies to Ministers and Workers, No 9). Palabras de saludo TM 513 1 Mis queridos hermanos, Los hombres representativos que asisten al Congreso de la Asociación General tienen el privilegio de manifestar un espíritu de esperanza y valor. Hermanos míos, el Salvador se ha revelado a vosotros de muchas maneras; ha llenado vuestro corazón con la luz del sol de su presencia mientras trabajabais en países distantes y en vuestra propia tierra; os ha guardado de peligros visibles e invisibles; y ahora, al reuniros una vez más con vuestros hermanos en este concilio, tenéis el privilegio de estar gozosos en el Señor y de regocijaros en el conocimiento de su gracia sustentadora. TM 513 2 Tome posesión su amor de la mente y el corazón de cada cual. Guardaos del cansancio excesivo, de las preocupaciones agotadoras y de la depresión. Dad un testimonio elevador. Apartad vuestra vista de lo oscuro y lo desalentador, y contemplad a Jesús, nuestro gran Dirigente, bajo cuya atenta supervisión la causa de la verdad presente a la cual hemos dedicado nuestra vida y todo lo que tenemos, está destinada a triunfar en forma gloriosa. TM 513 3 La actitud que nuestros hombres representativos manifiesten durante el congreso ejercerá una influencia efectiva sobre todos en todo el territorio, y sobre los delegados también. ¡Oh, hermanos míos, ojalá se vea que Jesús mora en vuestros corazones, para sosteneros, fortaleceros y consolaros! Tenéis el privilegio de recibir cada día una rica porción de su Santo Espíritu, y de tener una perspectiva más amplia de la importancia y el alcance del mensaje que estamos proclamando al mundo. El Señor está dispuesto a revelaros las maravillas de su ley. Esperad ante él con humildad de corazón. Orad con todo fervor para comprender los tiempos en que vivimos, para entender más plenamente su propósito, y para ser más eficientes en la salvación de las almas. TM 514 1 A menudo, en visiones nocturnas, se me pide que inste a nuestros hermanos que ocupan cargos de responsabilidad para que hagan esfuerzos denodados a fin de seguir conociendo al Señor más perfectamente. Cuando nuestros obreros comprendan como debieran la importancia de los tiempos en que vivimos, se notará el decidido propósito de estar de parte del Señor, y entonces se convertirán realmente en colaboradores de Dios. Cuando consagren el corazón y el alma al servicio de Dios, descubrirán que es esencial una experiencia más profunda que la actual para triunfar sobre todo pecado. TM 514 2 Será bueno que consideremos lo que ha de ocurrir pronto sobre la tierra. No es momento éste para dedicarnos a trivialidades y a satisfacer el egoísmo. Si los tiempos en que vivimos no nos impresionan seriamente, ¿qué puede impresionarnos entonces? ¿No claman las Escrituras por una obra más pura y santa que la que hemos visto hasta ahora? TM 514 3 Se necesitan ahora hombres de percepción clara. Dios llama a los que estén dispuestos a ser dirigidos por el Espíritu Santo para que emprendan una obra de reforma total. Veo que se avecina una crisis, y el Señor pide que sus obreros estrechen filas. Toda alma debe estar ahora en una actitud de consagración a Dios más profunda y verdadera que durante los años pasados... TM 514 4 "Me gozo--hermanos míos--, de que en todo tengo confianza en vosotros". Y mientras aún siento la más profunda ansiedad por la actitud de algunos hacia medidas importantes relacionadas con el desarrollo de la causa de Dios en la tierra, tengo firme fe en los obreros esparcidos por todo el territorio, y creo que cuando se reúnen y se humillan delante del Señor para consagrarse de nuevo a su servicio, son capacitados para hacer su voluntad. Hay quienes ni aun ahora ven las cosas como debieran verlas; pero pueden aprender a considerarlas como las aprecian sus colaboradores, y pueden evitar serias equivocaciones si buscan con fervor al Señor en este tiempo y someten plenamente su voluntad a la de Dios. TM 515 1 Me he sentido profundamente impresionada por las escenas que recientemente han pasado ante mí en horas de la noche. Parecía que un gran movimiento--un reavivamiento--se producía en muchos lugares. Nuestros hermanos estrechaban filas en respuesta al llamado de Dios. Hermanos míos, el Señor está hablando. ¿No escucharemos su voz? ¿No prepararemos nuestras lámparas y actuaremos como gente que espera que su Señor venga? El tiempo exige que seamos portaluces; exige acción. TM 515 2 Trabajen abnegadamente, en el temor y el amor de Dios para que la obra progrese, todos los que se encuentran en todo territorio distante; como misioneros de Dios, pueden hacer mucho por ella si viven en comunión con él. Debieran acercarse a Dios con plena certidumbre de fe, levantando manos santas, sin ira ni duda. Dios les revelará su voluntad; pero cometerán desatinos todos los que no trabajan sinceramente para la gloria de Dios, confiando y apoyándose plenamente en él, y en lugar de ello se apoyan en la sabiduría humana. La más rica experiencia se obtiene al hacer la obra de Dios. En ella obtenéis sabiduría y comprobáis el cumplimiento de las promesas de Dios (Special Testimonies to Ministers and Workers, No 9). La vida victoriosa TM 516 1 Querido amigo, El Señor me ha dado un mensaje para usted, y no solamente para usted, sino para todas las otras almas fieles que están agobiadas por las dudas y los temores respecto de su aceptación por parte del Señor Jesucristo. Su palabra para usted es esta: "No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú". Usted desea agradar al Señor, y puede hacerlo si cree en sus promesas. El está esperando para llevarlo al puerto de una experiencia llena de gracia, y le pide: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios". Ha pasado por un tiempo de inquietud; pero Jesús le dice: "Venid a mí... que yo os haré descansar". El gozo de Cristo en el alma merece cualquier sacrificio. "Luego se alegran", porque tienen el privilegio de descansar en los brazos del amor eterno. TM 516 2 Rechace su desconfianza en nuestro Padre celestial. En vez de hablar de sus dudas, desembarácese de ellas con la fuerza de Jesús, y deje que la luz brille en su alma al permitir que su voz exprese confianza en Dios. Sé que el Señor está muy cerca de usted para darle la victoria, y le digo: Ayúdese, fortalézcase, elévese por encima de la mazmorra de la incredulidad y aléjese de ella. Las dudas irrumpirán en su mente, porque Satanás está tratando de mantenerlo en cautiverio bajo su cruel poder; pero enfréntelo con la fuerza que Jesús está dispuesto a darle y venza su inclinación a manifestar incredulidad en su Salvador. TM 516 3 No hable ni de su ineficiencia ni de sus defectos. Cuando la desesperación parezca pasar como tromba por sobre su alma, contemple a Jesús y diga: "El vive para interceder por mí". Olvide lo que queda atrás y crea en la promesa: "Vendré a vosotros", y moraré "con vosotros". TM 517 1 Dios está esperando para conferir la bendición del perdón, la remisión de la iniquidad y los dones de la justicia a todos los que crean en su amor y acepten la salvación que él ofrece. Cristo está dispuesto a decir al pecador arrepentido: "Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala". La sangre de Jesucristo es el argumento elocuente que habla en favor de los pecadores. Esta sangre "limpia de todo pecado". TM 517 2 Usted tiene el privilegio de confiar en el amor de Jesús para su salvación, en la forma más plena, segura y noble; usted tiene el privilegio de decir: "Me ama, me recibe; confiaré en él porque dio su vida por mí". Nada disipa tanto la duda como el ponerse en contacto con el carácter de Cristo. El declara: "Y al que a mí viene no le echo fuera", es decir, no hay ninguna posibilidad de que lo eche fuera, porque he empeñado mi palabra de que lo recibiré. Acepte la palabra de Cristo y afirme con sus labios que ya ha ganado la victoria. TM 517 3 ¿Es fiel Jesús? ¿Quiere decir realmente lo que dice? Conteste decididamente: Sí, efectivamente. Luego, si esto ya está definido, reclame por fe toda promesa que él haya hecho, y reciba la bendición; porque el aceptar por fe sus promesas da vida al alma. Puede creer que Jesús le es fiel aunque se sienta el más débil y el más indigno de sus hijos. Y cuando usted crea, todas esas dudas tenebrosas que han surgido serán arrojadas sobre el archiengañador, que las originó. Usted puede ser una gran bendición si se atiene a lo que Dios ha dicho. Tiene que confiar en él mediante una fe viva, aunque sienta el fuerte impulso de pronunciar palabras de desconfianza. TM 518 1 La paz proviene de la confianza en el poder divino. Tan pronto como el alma resuelve obrar de acuerdo con la luz que ha recibido, el Espíritu Santo da más luz y más fuerza. Se concede la gracia del Espíritu para cooperar con la resolución del alma, aunque no reemplaza al ejercicio individual de la fe. El éxito en la vida cristiana depende de que uno se apropie de la luz que Dios ha dado. Lo que libera al alma en Cristo no es la abundancia de luz y evidencia, sino la elevación de las facultades, la voluntad y las energías del alma que claman con sinceridad: "Creo, ayuda mi incredulidad". TM 518 2 Me regocijo por las brillantes perspectivas del futuro y otro tanto puede hacer usted. Tenga ánimo y alabe al Señor por su misericordia. Confíele todo lo que no puede entender. El lo ama y se compadece de todas sus debilidades. El "nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". No puede satisfacer el corazón del Infinito dar a los que aman a su Hijo una bendición menor que la que le da a él. TM 518 3 Satanás trata de apartar nuestra mente del poderoso Ayudador, para inducirnos a pensar en la degeneración de nuestra alma. Pero aunque Jesús ve la culpa del pasado, pronuncia palabras de perdón, y no debemos deshonrarlo dudando de su amor. El sentimiento de culpa debe quedar al pie de la cruz; si no lo hacemos, envenenará las fuentes de la vida. Cuando Satanás profiera sus amenazas, apártese de ellas y consuele su alma con las promesas de Dios. La nube puede ser oscura, pero cuando la llena la luz del cielo, refulge con el resplandor del oro, porque la gloria de Dios descansa sobre ella. TM 518 4 Los hijos de Dios no deben estar sujetos a los sentimientos y las emociones. Cuando vacilan entre la esperanza y el temor, hieren el corazón de Cristo, porque les ha dado pruebas evidentes de su amor. Quiere que se afirmen, fortalezcan y cimenten en la santísima fe. Quiere que hagan la obra que les ha confiado; entonces sus corazones serán como arpas sagradas en las manos divinas, cada una de cuyas cuerdas emitirá alabanza y acción de gracias a Aquel que Dios ha enviado para quitar los pecados del mundo. TM 519 1 El amor de Cristo por sus hijos es a la vez tierno y firme. Y es más fuerte que la muerte, porque murió para obtener nuestra salvación y para unirnos con él, mística y eternamente. Tan fuerte es su amor que maneja todos sus poderes y emplea los vastos recursos del cielo para beneficiar a su pueblo. En él no hay mudanza ni sombra de variación: es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Aunque el pecado ha existido por siglos, y ha tratado de contrarrestar ese amor e impedir que se derrame sobre la tierra, sigue fluyendo en raudales abundantes hacia aquellos por los cuales Cristo murió. TM 519 2 Dios ama a los ángeles impolutos que están a su servicio y obedecen sus mandatos; pero no les concede gracia: nunca la han necesitado, porque nunca pecaron. La gracia es un don otorgado a los indignos seres humanos. No la buscamos; fue enviada para que nos buscara. Dios se complace en extender su gracia a todos los que tenemos hambre y sed de ella, no porque la merezcamos, sino porque somos indignos. Nuestra necesidad es el requisito que nos da la certidumbre de que vamos a recibir el don. TM 519 3 No debe ser difícil recordar que el Señor desea que usted deposite sus problemas y perplejidades a sus pies, y que los deje allí. Vaya a él, diciendo: "Señor, mis cargas son demasiado pesadas. ¿Quieres llevarlas en mi lugar?" Y él contestará: "Yo las llevaré. 'Con misericordia eterna tendré compasión de ti'. Llevaré tus pecados y te daré paz. No sigas menospreciándote, porque te he comprado con mi propia sangre. Eres mío. Fortaleceré tu voluntad debilitada. Tu remordimiento por el pecado yo lo quitaré". TM 520 1 "Yo, yo soy--declara el Señor--el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Hazme recordar, entremos en juicio juntamente; habla tú para justificarte". "No hablé en secreto, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis. Yo soy Jehová que hablo justicia, que anunció rectitud". "Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más". Responda a los llamados de la misericordia de Dios, y diga: "Confiaré en el Señor y seré confortado. Alabaré al Señor; porque su ira se ha disipado. Me regocijaré en Dios, quien da la victoria". ------------------------Apéndice TM 521 1 Página 23. Folletos que denunciaban a la Iglesia Adventista como Babilonia: Se alude a un folleto titulado "El fuerte Clamor y el Mensaje del Tercer Angel", publicado por un laico adventista, el señor Stanton, en el año 1893. Este señor, al estudiar la Biblia y los Testimonios, concentró su atención principalmente en los mensajes de reprensión y amonestación que encontró en ellos, olvidándose de que Dios había dicho: "Yo reprendo y castigo a todos los que amo". Apocalipsis 3:19. Llegó a la conclusión de que los testimonios que contenían reprensiones constituían un rechazamiento de los reprendidos por Dios, y que los que querían participar del fuerte clamor debían salir de la Iglesia Adventista. La Iglesia, según él, se había convertido en Babilonia, de tal manera que los que quisieran terminar la obra de Dios en la tierra y salir en paz al encuentro de su Señor, debían separarse de ella. TM 521 2 Un ferviente discípulo del señor Stanton, el señor W. F. Caldwell, salió rumbo a Australia para llevar su mensaje a ese país, y visitar a la Hna White quien, según se suponía, se iba a unir a las fuerzas "reformistas". Al llegar a Australia, este señor descubrió que mientras él cruzaba el Pacífico, había salido desde Nueva Zelandia un testimonio rumbo a los Estados Unidos, declarando que el mensaje del folleto acerca del "Fuerte Clamor" era "uno de los engaños satánicos destinados a crear confusión entre las iglesias" y afirmando en el lenguaje más claro que se puede concebir que "si usted está enseñando que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia, está equivocado". La carta completa se puede leer en las páginas 58 a 62 de este libro. La Hna White enfrentó esta enseñanza engañosa en una serie de artículos publicados en la Review and Herald, bajo el titulo general de "La Iglesia Remanente no es Babilonia", que aparece desde la página 32 hasta la 62 de esta obra. Ese movimiento separatista tuvo muy corta vida.] TM 522 3 Página 26. Adventistas del Primer Día: Los que colaboraron en la proclamación de los mensajes de las ángeles primero y segundo en el gran despertar de la década de 1840, pero que rechazaron el mensaje del tercer ángel con la verdad del sábado, y que sin embargo continuaron abrazando la esperanza adventista, son mencionados por la Hna. White y otros primitivos adventistas guardadores del sábado como "adventistas nominales" o "adventistas del primer día". Después de la desilusión ocurrida en el otoño de 1844, cuando Cristo no vino como se lo esperaba, los adventistas se dividieron en diversos grupos. Los principales que existen en la actualidad son la Iglesia Cristiana Adventista, una organización pequeña, y los Adventistas del Séptimo Día. Comparativamente pocos adventistas conservaron su confianza en el cumplimiento de la profecía en 1844 después de la desilusión, con excepción de los que aceptaron el mensaje del tercer ángel con la verdad del sábado. TM 522 1 Página 27. La benevolencia sistemática: En 1859 los dirigentes de los adventistas observadores del sábado vieron la necesidad de trazar un plan sistemático para el sostén de la obra de Dios, y en un congreso, en el cual se estudió este asunto, se hicieron las siguientes recomendaciones: TM 522 2 "1. Que cada hermano entre 18 y 60 años de edad aparte en el primer día de cada semana entre 5 y 25 centavos. TM 522 3 "2. Que cada hermana entre 18 y 60 años de edad aparte el primer día de cada semana entre 2 y 10 centavos. TM 522 4 "3. También, que cada hermano y hermana aparten el primer día de cada semana de 1 a 5 centavos por cada 100 dólares de propiedad que posean".--The Review and Herald, 3 de febrero de 1859, 84. Este acuerdo fue votado por la Asociación General el 4 de junio de 1859. TM 522 5 Para aclarar lo que implicaba el punto 3, Jaime White escribió lo siguiente en elGood Samaritan(El buen samaritano) de enero de 1861: TM 522 6 "Proponemos que los amigos den un diezmo o la décima parte de sus entradas, considerando como entradas el 10% de lo que poseen". TM 522 7 En la The Review and Herald, 19 de abril 1861, Jaime White explicaba la forma en que los hermanos de Míchigan cumplían con este plan. TM 522 8 "Consideran que el uso de sus propiedades equivale a invertir el capital con un 10% de interés. Consideran que ese 10% es un incremento de su propiedad. El diezmo de este incremento sería el 1%, lo que equivale a unos 2 centavos por semana por cada 100 dólares, que los hermanos, por conveniencia, están dispuestos a dar". TM 522 9 De manera que la benevolencia sistemática implicaba ofrendas voluntarias y un diezmo calculado sobre la base de una ganancia razonable de las propiedades de los hermanos. En 1846 se descubrió que el método de calcular el diezmo consistía realmente en determinar cuál era la décima parte de las entradas de cada persona, de cualquier fuente que éstas provinieran, con lo que se llegó a alcanzar con este sistema a un grupo mucho más numeroso de personas que solamente a los propietarios. Un folleto titulado "La Benevolencia Sistemática o el Plan Bíblico para Sostener el Ministerio", publicado en 1878 por la Asociación Adventista de Publicaciones, presenta un resumen de este asunto en forma de preguntas y respuestas: TM 523 1 "--¿Cuánto debo dar para el sostén del Evangelio? TM 523 2 "--Después de considerar el asunto desde todos sus puntos de vista, respondemos: la décima parte de todas sus entradas". TM 523 3 Página 32. El folleto publicado por el Hno. S.: Véase la nota correspondiente a la página 23 de este apéndice. TM 523 4 Página 41. El único objeto en la tierra al cual Cristo otorga su consideración suprema: Este reconfortante mensaje de la pluma de Elena G. de White fue repetido en varias ocasiones ulteriores. Véase--Mensajes Selectos 2:457 y 458. TM 523 5 Página 57. Eli Curtis: El 21 de abril de 1847 Elena G. de White escribió una carta a Eli Curtis, contestando una serie de preguntas que él formulaba con respecto a sus opiniones teológicas. La parte medular de esa carta fue publicada por Jaime White en mayo de 1847 en A Word to the Little Flock (Una palabra para el rebaño pequeño), páginas 11 y 12. También encontramos alusiones al señor Curtis en Mensajes Selectos 1:68 y 69. TM 523 6 Página 58. Carta al Hno. S.: Otra carta relacionada con este mismo tema, dirigida al señor Caldwell, ardiente discípulo del señor Stanton, que viajó a Australia para llevar el nuevo mensaje del "Fuerte Clamor" del tercer ángel a Elena G. de White y solicitarle su apoyo al movimiento, aparece en Mensajes Selectos 2:72 a 81. TM 523 7 Página 64. La manifestación del Espíritu Santo condenada como fanatismo: En 1893 el espíritu de Dios fue derramado de una manera notable en el congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek, y en el colegio. Desgraciadamente hubo quienes consideraron que era señal de fanatismo. Véase Mensajes Selectos 1:151 a 153, donde encontraremos otras referencias a este incidente. TM 524 1 Página 76. El espíritu de desenfreno manifestado en Minneapolis: Las circunstancias en que se celebró el congreso de la Asociación General realizado en 1888 en Minneapolis, y sus consecuencias, aparecen presentados en forma resumida en el Marco Histórico. Esa información nos permitirá comprender mejor estas y otras declaraciones que aparecen en esta obra con respecto a los incidentes de Minneapolis. TM 524 2 Página 76. La editorial de Battle Creek y los procedimientos incorrectos: Estas declaraciones y otras más relacionadas con la editorial de Battle Creek, debieran ser leídas teniendo en cuenta las circunstancias que prevalecían allí en la década iniciada con el año 1890, tal como aparecen descritas en el Marco Histórico de este libro. TM 524 3 Página 78. Una institución trata de dominar a otras: Se invita al lector a consultar el Marco Histórico para que pueda formarse una idea de las relaciones que existían entre las instituciones desde comienzos y hasta mediados de la década de 1890, y de los pasos que se dieron en aquella época para unificar las diferentes instituciones adventistas en una sola organización. TM 524 4 Página 79. La reunión de Minneapolis: Véase la explicación de esta situación en el Marco Histórico. TM 524 5 Página 83. Carreras de bicicletas (véase también la nota correspondiente a la página 398): En 1895 se le dio a Elena G. de White una visión de lo que estaba ocurriendo en Battle Creek. Entre las escenas que se les presentaron había una que se refería a carreras de bicicletas y a la lucha entablada para ocupar en ellas el primer lugar. Cuando ella recibió esa visión, la bicicleta no era un medio barato de transporte, sino más bien un juguete de gente rica. Los jóvenes compraban bicicletas en Battle Creek no para ir al trabajo o a la escuela, sino como una manifestación de superioridad, para hacerse ver y para lograr el predominio. Los jóvenes contraían compromisos que equivalían a muchos meses de sueldo para comprarlas. Pocos años después la bicicleta se convirtió en un instrumento útil y un medio de transporte relativamente barato. TM 525 1 Página 89. Algunos desprecian la luz: Véanse las declaraciones concernientes al mensaje acerca de la justificción por la fe en el Marco Histórico. TM 525 2 Página 91. El mensaje enviado por medio de los pastores Waggoner y Jones: Véanse las declaraciones concernientes al mensaje de la justificación por la fe en el Marco Histórico. TM 525 3 Página 96. Los que han pasado años oponiéndose a la luz: Véanse las declaraciones concernientes a los incidentes de Minneapolis en el Marco Histórico. TM 525 4 Página 117. El libro publicado por el pastor Haskell: Esta declaración se refiere a un libro tituladoThe History of Daniel the Prophet(La historia de Daniel el profeta), publicado en 1901 por el pastor S. N. Haskell. Era un tomo de 340 páginas con breves comentarios acerca de las profecias de Daniel. Esta declaración de la Hna. White fue escrita en 1902. Dos años más tarde el pastor Haskell publicó el segundo tomo de su obra tituladoThe History of the Seer of Patmos(La historia del vidente de Patmos), con comentarios acerca del Apocalipsis. TM 525 5 Página 146. La sensualidad, el desenfreno y el adulterio: El pastor no está libre de las sutiles tentaciones del enemigo. En efecto, a menudo se convierte en el blanco de los ataques de Satanás. El sensualismo, el desenfreno y el adulterio aparecen aquí entre los pecados que cometen los que llevan el mensaje. Pero en la página 153 la Hna. White afirma que sólo "algunos" fueron infieles. Se abusa burdamente de esta declaración cuando se llega a la conclusión de que se aplica a todos los pastores en general. Debe recordarse que había un Judas entre los doce. La amonestación tiene como propósito que cada cual conserve su propia experiencia cristiana de tal manera que esta situación no se produzca. TM 525 6 Página 160. Asambleas para ministros: Las asambleas mencionadas aquí se celebraban con bastante frecuencia en la última parte de la década de 1880 y en la primera de la iniciada en 1890, y a veces tomaban mucho tiempo. La referencia de la página 401 indica que esas asambleas fueron muy necesarias después del congreso de la Asociación General celebrado en 1888, para que nuestros obreros pudieran recibir instrucción adecuada y fueran adoctrinados en las verdades que debían presentar a la gente. TM 526 1 Página 197. La recepción de los donativos de los gentiles (véanse también las páginas 202 y 203): Hacia fines de 1893, el pastor A. T. Robinson, que dirigía la obra de la iglesia en Africa del Sur, hizo arreglos para celebrar una entrevista con Cecil Rhodes, primer ministro de la Colonia del Cabo y representante principal de la Compañía Británica de Sudáfrica, que tenía intereses en Mashonalandia, con el propósito de conseguir un terreno para fundar una misión entre los nativos. TM 526 2 Cecil Rhodes se sintió especialmente complacido con el plan de poner en marcha una misión entre los habitantes de ese país, y le extendió al pastor Robinson una carta sellada dirigida al Dr. Jemison, secretario de la Compañía, a quien debía dársela en Bulawayo. TM 526 3 Los hermanos fueron a Bulawayo con la idea de comprar la tierra, y no se enteraron, hasta que el Dr. Jemison lo dijo, que Cecil Rhodes había dado orden de que se les concediera gratuitamente toda la tierra que necesitaran. TM 526 4 Se consiguió un terreno de considerable extensión, en el que se fundó la Misión de Solusi, que fue la primera establecida por los adventistas entre gente no cristiana. TM 526 5 Cuando algunos dirigentes de Battle Creek se enteraron de esto, se sintieron profundamente preocupados, pues temían que la aceptación de ese terreno podría constituir una violación de los principios de separación de la iglesia y el estado. Cuando este asunto se estudió en el congreso de la Asociación General de 1895, se tomó este acuerdo: "No debemos, como organización, buscar ni aceptar de ningún gobierno civil, jefe, dirigente o compañía real, local o de cualquier otra índole, ningún obsequio, donativo o concesión, ya sea de tierra, dinero, créditos, privilegios especiales, o cualquier otra cosa de valor, que no se conceda en común a todos los demás, sin una referencia particular a nuestras creencias religiosas y a la obra que realizamos". TM 526 6 Este acuerdo fue seguido por el siguiente: TM 526 7 "De acuerdo con esta resolución, la Corporación Legal de la Asociación General debe recibir instrucciones para pagar la suma de dinero que corresponda, por toda la tierra del gobierno que se haya obtenido en Africa o que se obtenga en cualquier otra parte".--The General Conference Bulletin, 283, 21 de febrero de 1895. TM 526 8 La Junta de Misiones Extranjeras ratificó este acuerdo mediante la siguiente declaración: "Las tierras obtenidas del gobierno deben ser compradas y no recibidas como una concesión". TM 527 1 Pero antes que este acuerdo pudiera ser aplicado, el 30 de enero de 1895, Elena G. de White escribió un mensaje desde Australia en el que afirmaba: "Con respecto a las propiedades que hemos recibido como obsequio de los gentiles o paganos... que ellos deben dar, nosotros debemos considerar que tenemos el privilegio de recibirlos". TM 527 2 Al día siguiente escribió el artículo que aparece en las páginas 200 y 203 de este libro, en el que afirmaba que ciertos "dirigentes" estaban tomando "actitudes extremas". Debido a estos dos mensajes de Elena G. de White, el acuerdo de la Asociación General nunca se cumplió. TM 527 3 Página 200. Pasos tendientes a pagar impuestos por el Sanatorio y el Tabernáculo: En el congreso de la Asociación General de 1893 se tomó el siguiente acuerdo: TM 527 4 Considerando, que nosotros creemos que debe existir separación entre la iglesia y el estado, resulta inconsecuente que la iglesia reciba del estado donativos en dinero, favores y exenciones por motivos religiosos; por lo tanto, votado, repudiar la doctrina de que la iglesia u otras propiedades de ella sean exentas de pagar impuestos y, votado, además, que se use nuestra influencia para lograr que esa legislación sea anulada, puesto que implica donativos y exenciones".--The General Conference Bulletin, 475, 5 de marzo de 1893. TM 527 5 El mensaje de Elena G. de White enviado el 31 de enero de 1895 contiene consejos acerca de este asunto, y fue aceptado por los dirigentes de la iglesia como instrucción que debía servir de guía en cuanto al pago de impuestos por nuestras propiedades exentas de hacerlo. TM 527 6 Página 212. No todo debe concentrarse en Battle Creek: Véase el Marco Histórico. TM 527 7 Página 266. Retiro rural de salud: Esta institución, el segundo sanatorio fundado por los adventistas, se levantó en el norte de California, cerca de Santa Elena. Más tarde se lo conoció como Sanatorio de Santa Elena, y en la actualidad como Sanatorio y Hospital de Santa Elena. TM 527 8 Página 280. El sistema "o yo gobierno o esto no marcha": Véase el Marco Histórico. TM 527 9 Página 291. Centralización: En los congresos de la Asociación General celebrados en 1889 y 1891 se tomaron acuerdos con el propósito de centralizar las actividades editoriales de la organización. El plan consistía no solamente en poner los intereses de la obra de publicaciones bajo la dirección de una sola organización, con sede en Battle Creek, sino en unificar también la obra educacional y la obra médica de los adventistas. Véase el Marco Histórico para tener una idea de los pasos que se dieron en esa dirección. TM 528 1 Página 331. La actual discusión financiera: Este mensaje dirigido al congreso de la Asociación General celebrado en 1897, y escrito en diciembre de 1896, tiene que ver con la campaña presidencial de William Jennings Bryan. Ese candidato estaba promoviendo ciertas políticas monetarias que según él y sus sostenedores daría grandes ganancias. Algunos adventistas se entusiasmaron con el plan. En sus consejos la Hna. White pone énfasis una y otra vez en que nuestra obra consiste en proclamar el mensaje del tercer ángel, y que los adventistas, como pueblo separado y peculiar, no debería implicarse en asuntos políticos. TM 528 2 Página 342. Actitud hacia los Testimonios: La declaración de algunos que ocupaban el puesto de consejeros, en el sentido de que "no recibirían los testimonios dados", subraya la situación que existía a mediados de la década de 1890, tal como se la describe en el Marco Histórico. Afortunadamente, durante el congreso de la Asociación General celebrado en 1901, más hombres que confiaban en el espíritu de profecía llegaron a ocupar puestos directivos. TM 528 3 En la sesión inaugural de ese congreso, después que Elena G. de White instó a reorganizar la obra de la iglesia, el pastor A. G. Daniells, que había estado en Australia muchos años, y que en ese congreso llegaría a ser el principal dirigente de la Iglesia, dejó bien en claro su posición al afirmar: "Todos nosotros sentimos que nuestra única seguridad reside en la obediencia, en seguir a nuestro gran Dirigente... Si caminamos en la luz que tenemos, y avanzamos hoy tanto como podemos, Dios nos va a dar más luz; nos va a trasladar de la esclavitud a gloriosa libertad".--The General Conference Bulletin, 27, 3 de abril de 1901. TM 528 4 Algunos dirigentes de instituciones no respondieron a los mensajes de amonestación, advertencia y consejo que se habían dado, de manera que no se efectuaron las reformas propuestas. TM 529 1 Página 342. El presidente de la Asociación General: En 1896, el año en que se escribió el mensaje dirigido a los presidentes y consejeros de las asociaciones, en el cual Elena G. de White declaró: "No es sabio escoger a un solo hombre como presidente de la Asociación General", los administradores de la Asociación General eran: (1) un presidente, (2) un secretario, y (3) un secretario de actas y tesorero. En ese mismo año, el secretario de Misiones Extranjeras y el de Educación también se encontraban entre los administradores de la Asociación General. TM 529 2 Pero en 1901 descubrimos que los administradores eran sólo el presidente, el secretario y el tesorero. El contexto de la declaración hecha por la Hna. White en 1896 aclara que no era su intención enseñar que no debía haber presidente de la Asociación General, sino más bien, tal como lo afirma en la página 343, "el presidente de la Asociación General necesita consejeros del carácter de los que Dios escogió para Moisés". En ninguno de los escritos de Elena G. de White, ya sea anteriores o posteriores a 1901, afirma ella que en el plan de la organización de la iglesia no debiera haber un presidente elegido por los delegados. En sus escritos, publicados e inéditos, hay muchas referencias al presidente de la Asociación General, a sus responsabilidades y a la actitud que debiera manifestar. TM 529 3 En 1902, la junta de la Asociación General, que en el congreso de 1901 había recibido la facultad de reorganizarse y elegir sus propios administradores, creó el cargo de vicepresidente de la Asociación General, y eligió a un hombre para ocuparlo. De allí en adelante el peso de la dirección recayó no sólo en un hombre, sino en varios. Los estatutos de la Asociación General hacen provisión para que haya varios vicepresidentes generales, como asimismo vicepresidentes destinados a cada una de las divisiones mundiales, que en este momento son trece. TM 529 4 Página 349. El actual estado de cosas debe cambiar: Véase el Marco Histórico con respecto a las circunstancias que prevalecían en Battle Creek y a las cuales se hace referencia aquí. TM 529 5 Página 359. La Asociación General se está corrompiendo: Véase el Marco Histórico para tener idea de las circunstancias que existían cuando se escribieron estas fuertes declaraciones y otras más en 1895. TM 529 6 Página 366. Una especie de esclavitud: Véase el Marco Histórico para tener idea de la situación que existía en Battle Creek hacia mediados de la década de 1890. TM 530 1 Página 373. El Señor está a punto de trastornar las instituciones: Tal como lo explicamos en el Marco Histórico, algunas instituciones de Battle Creek estaban administradas por hombres que habían perdido su consagración. Se envió una amonestación tras otra con el fin de que cambiaran los procedimientos que se seguían. Algunos miembros de la junta trataron de introducir algunos cambios, sin mayores resultados. Tampoco hubo una respuesta favorable a la invitación extendida por la Hna. White en ocasión del congreso de la Asociación General de 1901. Hacia fines de ese año aparecieron solemnes amonestaciones en un mensaje dirigido a los administradores de la Review and Herald que fue leído en ocasión de la junta celebrada en noviembre de 1901. Elena G. de White escribió: TM 530 2 "Siento terror en el alma al ver hasta qué punto ha llegado nuestra casa editora".--Testimonies for the Church 8:91. TM 530 3 En la misma página declara: "Casi he tenido miedo de abrir la Review, por temor de enterarme de que Dios ha purificado la casa editora por medio del fuego". TM 530 4 Trece meses después, el 30 de diciembre de 1902, la editorial fue destruida por el fuego. Nunca se pudo descubrir la causa, pero los testigos oculares informaron que todo el edificio pareció explotar en llamas casi instantáneamente. Al enterarse de ese desastre, Elena G. de White escribió: "No me sorprendieron esas tristes noticias, porque en visiones de la noche vi a un ángel de pie con una espada, que parecía de fuego, extendida sobre Battle Creek".--Testimonies for the Church 8:97. TM 530 5 Página 374. Se acepta el consejo de los hombres como si fuera la voz de Dios: Vea el Marco Histórico para informarse acerca de las circunstancias que prevalecían en Battle Creek hacia mediados de la década de 1890, cuando los hombres buscaban el consejo de sus semejantes en lugar de procurar el de Dios. TM 530 6 Página 397. El corazón de la obra debilitado por mala administración: Véase el Marco Histórico para evaluar la situación descrita aquí. TM 530 7 Página 398. Bicicletas y otras cosas innecesarias: Véase la nota correspondiente a la página 83 en este apéndice. TM 530 8 Página 400. No forméis colonias: Los intereses desarrollados por los adventistas en Battle Creek habían atraído a muchos creyentes a esa ciudad. En numerosas ocasiones Elena G. de White aconsejó a nuestros hermanos que se esparcieran y dejaran brillar su luz. Persistentemente se escuchó el consejo a través de los años, advirtiendo a los adventistas contra este tipo de "colonización". Al mismo tiempo aconsejó a los que decidían salir de Battle Creek que se guardaran de tomar decisiones apresuradas. Véanse estos consejos en Mensajes Selectos 2:412 a 418. TM 531 1 Página 401. Asambleas ministeriales: Véase la nota correspondiente a la página 160 en este apéndice. TM 531 2 Página 427. La fornicación existe en nuestras filas: Las palabras de Elena G. de White que encontramos en la página 404 de este libro son significativas: "Todos deben tener en cuenta que Satanás dirige esfuerzos especiales contra el ministerio". Desgraciadamente, algunos traicionaron la confianza que se les dispensó. Los solemnes mensajes que encontramos en este capítulo han servido de advertencia a través de los años. Las estrictas medidas actualmente en vigencia, que incapacitan al ministro, culpable de violar una vez el séptimo mandamiento, de llevar las credenciales sagradas, han sido un medio eficaz para hacer frente a la situación que presenta aquí Elena G. de White a los dirigentes de la Iglesia. TM 531 3 Página 460. La visión de Salamanca: En Life Sketches (Esbozos biográficos), págs. 309 a 318, encontramos la historia de la visión de Salamanca y de la presentación de las instrucciones contenidas en esa visión. TM 531 4 Página 462. Referencias a la unificación y la centralización: Véase el Marco Histórico, donde se presentan los pasos que se dieron a comienzos de 1889 para unificar la obra de Publicaciones y otras actividades de la organización. TM 531 5 Página 467. Prejuicios y opiniones que prevalecieron en Minneapolis: Véase el Marco Histórico, que contiene información acerca de las circunstancias relacionadas con el congreso celebrado en Minneapolis en 1888. TM 531 6 Página 468. Menospreciado, criticado, ridiculizado y rechazado: Se refiera aquí a la actitud asumida por algunos que se oponían al énfasis que se dio al mensaje de la justificación por la fe durante el congreso de la Asociación General de 1888 e inmediatamente después. Véase el Marco Histórico donde aparece una declaración más amplia que indica que mientras algunos asumían esa actitud, otros recibían el mensaje y obtenían una gran bendición. TM 532 1 Página 469. American Sentinel: Este periódico, publicado semanalmente por la Pacific Press, se dedicó a promover los intereses de la libertad religiosa. Fue el precursor de Liberty. TM 532 2 Página 472. Las trampas de Satanás: Tal como se lo indica al final del artículo, este capítulo fue publicado originalmente en 1884 en The Spirit of Prophecy (El espíritu de profecía), tomo 4. Era un libro escrito para la iglesia. Cuando Elena G. de White hacía planes para la presentación de la obra que ahora conocemos con el nombre de la serie de "El Conflicto de los Siglos", que era de circulación general, decidió separar del material de El Gran Conflicto, publicado en 1888, algunas porciones que destinó especialmente para la iglesia. Reconocía que había algunas cosas que podían decirse sin dificultades a la iglesia, pero que no resultaban apropiadas para los que no eran miembros de ella. TM 532 3 Página 475. Alguien debe venir con el espíritu y el poder de Elías: Estas palabras han sido aplicadas equivocadamente por algunas personas que pensaron que alguien habría de aparecer con un mensaje profético después de la vida y la obra de la Hna. White. TM 532 4 Los tres párrafos que comprenden este articulo titulado "Que el Cielo nos Guíe", constituyen sólo una pequeña parte del discurso dado por Elena G. de White en Battle Creek, Míchigan, en la mañana del 20 de enero de 1890. Al ser publicado en la The Review and Herald, 18 de febrero de 1890, apareció con este título: "Cómo Hacer Frente a un Controvertido Punto Doctrinal". TM 532 5 Otros extractos de ese artículo, usados para completar ciertas páginas de esta obra, pueden encontrarse en las páginas 23, 104, 111, 119, 158, 278 y 386. El artículo ha sido reproducido totalmente en Mensajes Selectos, tomo 1, cap. 65, incluso la porción que aparece en las páginas 482 y 483 de este libro. TM 532 6 Cuando se lee el artículo entero, resulta evidente que Elena G. de White estaba hablando de su propio ministerio en esa declaración hecha poco después de un año del congreso de la Asociación General, y dirigido a un grupo de hermanos de Battle Creek. Algunos estaban criticando su obra. Nótese que en el párrafo que precede al que aparece en este libro en la página 475, Elena G. de White declara: "Debiéramos llegar a un estado en el que desaparezca toda diferencia. Si pienso que tengo luz, mi deber es presentarla. Supongamos que yo consultara a otros acerca del mensaje que el Señor me ha dado para la gente; la puerta podría cerrarse de modo que la luz no llegara a aquellos a quienes Dios la ha enviado. Cuando Jesús entró en Jerusalén, 'toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: '¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!' Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. El, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaren, las piedras clamarían'". Lucas 19:37-40. TM 533 1 "Los judíos trataron de detener la proclamación que había sido predicha en la Palabra de Dios". TM 533 2 Después de esto, se refiere otra vez con estas palabras a su propia experiencia: TM 533 3 "La profecía debe cumplirse. El Señor dice: 'He aquí yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible'. Alguien debe venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando aparezca, los hombres posiblemente dirán: 'Eres demasiado piadoso, no interpretas las Escrituras de la debida manera!'"--Mensajes Selectos 1:482. TM 533 4 El hecho de que se refería a su propia experiencia resulta evidente por el párrafo que sigue, en el que declara: "Presentaré la verdad tal como Dios me la da..."